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1. ¿ESTÁN VIGENTE LA LEY DE DIOS?

2. ¿SOMOS SALVOS POR LA FE O POR CUMPLIR LA LEY?

3. ¿ALGÚN HOMBRE ALGÚN HOMBRE O AUTORIDAD EN LA TIERRA


PUEDE CAMBIAR LA LEY DE DIOS?

Como siempre para resolver estos interrogantes es menester acudir a la biblia, para
determinar que nos dice la palabra de Dios Todopoderoso al respecto.

1.1 Mateo 5:17-19 Reina-Valera 1995 - Jesús y la Ley


17 »No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a
abolir, sino a cumplir, 18 porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la
tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya
cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos
muy pequeños y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino
de los cielos; pero cualquiera que los cumpla y los enseñe, éste será llamado grande
en el reino de los cielos.

1.2 Romanos 3:31 Reina-Valera 1960


31 ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos
la ley.

1.3 Habacuc 2:4 Reina-Valera 1960


4 He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe
vivirá.

1.4 Romanos 3:20 Reina-Valera 1960


20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de
él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

1.5 Génesis 15:6 Reina-Valera 1960


6Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.

1.6 Isaías 53:5-10Reina-Valera 1960


5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió
su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus
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trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8 Por cárcel y por juicio fue quitado;
y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los
vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con los impíos su
sepultura, más con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo
engaño en su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando
haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y
la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

1.7 Daniel 9:26-27 Reina-Valera 1960


26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por
sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su
fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana

hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las


abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está
determinado se derrame sobre el desolador.

1.8 Isaías 53 Reina-Valera 1960

53 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo


de Jehová? 2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay
parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en

quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo


estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros
dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová
cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca. 8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación,
¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión
de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los
ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando

haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y
la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Verá el fruto de la aflicción
de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a
muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, yo le daré parte con los
grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la
muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos,
y orado por los transgresores.

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1.9 Lucas 5:24 Reina-Valera 1960
24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a
tu casa.

1.10 1 Corintios 5 Reina-Valera 1960


Un caso de inmoralidad juzgado

5 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun
se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2 Y
vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que
fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? 3 Ciertamente yo,
como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado
al que tal cosa ha hecho. 4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos
vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, 5 el tal sea
entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo
en el día del Señor Jesús. 6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco
de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que
seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo,
ya fue sacrificada por nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja
levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de
sinceridad y de verdad. 9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los
fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros,
o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del
mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose
hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón;
con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están
fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera,
Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.

1.10Colosenses 2:14 Reina-Valera 1960


14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

1.11Números 21:9 Reina Valera Actualizada


9 Moiséshizo una serpiente de bronce y la puso sobre un asta. Y sucedía que
cuando alguna serpiente mordía a alguno, si este miraba a la serpiente de bronce,
vivía.

1.12Juan 3:13-15Reina-Valera 1960


13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está
en el cielo.
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14 Ycomo Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo
del Hombre sea levantado,15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.

Frente a la pregunta sobre la vigencia de la Ley de Dios, en principio salta a la vista


que LA LEY DE DIOS ESTA VIGENTE. Ahora bien, para entender con claridad a
que nos referimos cuando aludimos a la LEY DE DIOS, tenemos que precisar que
dentro de este concepto existen tres acepciones (i) Ley moral. (ii) Ley ritual y (iii)
Ley penal. Un ejemplo de la primera son los 10 mandamientos y toda las
prescripciones que encontraríamos a lo largo de las escrituras que nos piden no
hacer o hacer algo simple y llanamente por se malo o bueno. En cuento a las
segundas nos encontramos a manera de ejemplo con los sacrificios de animales
que se efectuaban para expiación de pecados y por ultimo las normas de tipo penal,
son aquellas que por violación de preceptos morales imponían una pena, como por
ejemplo la lapidación a causa del adulterio.

Sobre el particular vale la pena recabar que las normas rituales que tenían como
propósito la prefiguración del sacrificio del Salvador no están vigentes, puesto que
nuestro Salvador ya se sacrificó por nosotros y una de las consecuencias de ello es
que hizo cesar el sacrificio y las ofrendas como lo profetizo Daniel (9:26-27). Lo que
tiene sentido pues todos los sacrificios para expiación de pecados carecían de
sentido en la medida que nuestro Señor Jesucristo ya había sacrificado su vida por
todos los pecadores otorgando la salvación por gracia a todos los que en Él creyeran
y lo aceptaran como tal, como ÉL HIJO DEL DIOS VIVIENTE.

En cuanto a las normas penales o aquellas que imponían castigos por violación de
preceptos morales sucede lo propio, pues nuestro Salvador, al ser sacrificado y
recibir la pena capital por todos los pecados y faltas cometidas por la
humanidad siendo inocente pagó todas las penas o castigos a que sus
correspondientes responsables eran acreedores y como fue asesinado
asumiendo la pena capital su sacrificio, tanto por lo precioso de su divina e inocente
vida como por la trascendencia de la gravedad de la pena impuesta, subsume todas
las penas de menor envergadura a que pudiera ser acreedor alguna persona.

Dicho de otra manera, nuestro salvador cumplió por nosotros todas las penas que
imponía la ley penal como violación de los preceptos morales que la LEY DE DIOS
existieren, liberándonos de las mismas por sustracción de materia, quedando todos
estos preceptos rituales y penales clavados en la cruz, gracias al infinito amor del
Padre y del Hijo para con la humanidad. (Colosenses 2:14).

En cuanto a la LEY MORAL, sucede todo lo contrario puesto que esta refleja el
CARÁCTER SANTÍSIMO DE DIOS y nuestro Padre Creador no cambia es el mismo
siempre, en el no hay cambio (Santiago 1:17, Hebreos 13:8).

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En otras palabras, lo que para nuestro Padre Eterno y su amado Hijo
Jesucristo es bueno, siempre así lo será e ídem con aquello que consideran
malo.

Esta es la ley a la que alude nuestro Señor Jesucristo cuando indica que no
vino abrogar la ley ni los profetas sino a cumplir reseñando para mayor
claridad de todos que primero pasan el cielo y la tierra antes de que una jota
o una tilde le la ley pasara. (Mateo 5:17-19).

Es claro entonces que LA LEY DE DIOS ESTA VIGENTE, concretamente la ley


moral que nos invita a la santidad (ser apartados) en Jesucristo nuestro Señor, para
salvación y vida eterna.

En cuanto al interrogante de inusitada importancia referente a sí somos salvos por


cumplir la ley o por fe, es pertinente resaltar con arreglo a los versículos de las
Sagradas Escrituras precitado que la SALVACIÓN ES EXCLUSIVAMENTE EN
JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR, en nadie y nada mas hay salvación.

La salvación es una dadiva (un regalo) inmerecido que nuestro Salvador otorga a
toda la humanidad que crea que JESUCRISTO ES EL HIJO DE DIOS SANTÍSIMO,
QUE SE SACRIFICÓ POR NOSOTROS, GRACIAS A LO CUAL TENEMOS
ACCESO A LA MISERICORDIA DE DIOS Y POR ENDE LA VIDA ETERNA.

Ahora bien, para que el regalo opere, se debe aceptar, de manera que solo
quien genuinamente acepte a nuestro Señor Jesucristo acepta LA
SALVACIÓN.

¿Entonces en donde quedaría la LEY DE DIOS, si la salvación es por gracia?

La Ley de Dios tiene por virtud mostrarnos que es el pecado y alertar al


cristiano en el conocimiento de la voluntad de Dios para que teniendo
conciencia del bien y del mal no peque voluntariamente.

Frente a la Ley de Dios se pueden asumir dos posturas opuestas, o cumplirla o


incumplirla y así mismo se obtienen resultados abiertamente disimiles o se cumple
por amor a nuestro Padre Eterno y su amado Hijo Jesucristo y por ende se es
bendecido o se incumple y se es maldito. Se debe resaltar que una u otra
consecuencia son ocasionadas por la decisión que tome cada uno frente a la Ley
de Dios, frente a la cual se obra con liberta (libre albedrio).

Ahora bien, alguien podría pensar, que si los pecados fueron limpiados en la cruz,
podría seguir pecando y no debería tener consecuencias. Nada mas alejado de la
realidad, pues la fe verdadera se acredita con obediencia por amor, pues como
sabemos la fe sin obras, está muerta. (Santiago 2:14-17)

Sobre este particular vale la pena precisar que las obras sin fe, tampoco son nada,
pues no hay ninguna obra (sin fe) que pueda darle merito alguno a un ser humano
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para ser salvo. La únicas obras que importan son aquellas que se hacen por
amor a nuestro señor Jesucristo y nuestro Padre Eterno.

Al respecto es pertinente precisar que la Ley de Dios, va mucho mas allá del mundo
material, pues no basta con no hacer o hacer “materialmente hablando” aquello que
la ley prohíbe hacer o requiere que hagamos en una determinada circunstancia,
puesto que basta con desear hacer, o no hacer aquello que se nos pide o requiere
no hagamos o hagamos en contravía de la LEY DE DIOS para que se halle pecado
en nuestro corazón. (Mateo 5:28)

Como puede observarse la interpretación de LA LEY DE DIOS es moralmente


mucho mas elevada que la humana de sus propias leyes, pues nuestro Señor
Jesucristo deja claro que no importa que no hagas aquello indebido, basta con que
lo desees hacer para pecar.

Lo que tiene sentido en la medida que la transgresión de la ley arranca en la


mente y mucho antes de acometerse materialmente, ya se cobijó y acarició la
maldad en la mente del infractor.

Esta circunstancia pone de relieve lo difícil (por no decir casi que imposible) que es
para una humanidad caída en desgracia, la salvación por si sola, evidenciándose
que solo por la gracia del amor de nuestro señor Jesucristo y nuestro Padre Eterno
somos salvos.

En resumen somos salvos por la fe y no por las obras de la ley, esta ultima si bien
esta vigente lo es en su componente moral, que es un reflejo del carácter mismo del
Dios Eterno, siendo relevantes las obras de la fe y de contera irrelevantes la obras
sin fe, conllevando a su vez que la observancia de la ley de Dios nos lleve a
bendición y su inobservancia a la maldición, motivo por el cual se torna de inusitada
importancia horrar la ley moral de DIOS SANTÍSIMO, por amor a Él y su Amado
Hijo Jesucristo.

Respecto a la posibilidad que algún humano o institución pueda cambiar la LEY


DE DIOS, se tiene que nos ello posible, pues como ya vimos primero pasaran esta
tierra y cielo antes de que la ley se abolida, ecuación en la que la actividad humana
queda evidentemente descartada quedando exclusivamente en manos de su autor
DIOS SANTÍSIMO.

Por otra parte, no aparece un solo versículo en biblia que autorice alguien sea
humano o una institución para cambiar la Santa Ley del Dios Eterno,
posibilidad que se antoja de una terrible soberbia que no sería propia de un
verdadero hijo de Dios que temeroso de ofender al Creador y este plegado a cumplir
su voluntad, no a transgredirla.

La Ley de Dios estipula una serie de preceptos y maldiciones para quienes le


añadan o quiten algo, pues por obvias razones nadie tiene la autoridad para el
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efecto si no su mismo autor, máxime si su propio hijo, vino a cumplirla no a
abrogarla.

En resumen no hay un ser humano o poder en este planeta que válidamente


pueda cambiar la Ley de Dios, pues esta como su carácter, es inmutable.

Aconsejable es pedir el amor, sabiduría, inteligencia, fuerza, fortaleza y


determinación para estar en obediencia y por tanto bendecido, para obrar
conforme a la voluntad de Dios y su amado Hijo Jesucristo, pues son muchas
la bendiciones a las que se pueden acceder al caminar en obediencia con
nuestro Señor Jesucristo y poderle servir con amor y devoción.

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