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Profesor: Dr.

Rafael Hernández Canelo

AÑO ACADÉMICO - 2020


DERECHO COMPARADO
SISTEMA JURÍDICO INGLÉS O “COMMON
LAW”
1. ASPECTOS GENERALES
Según A. COOPER, el término “Common Law”
tiene varios significados, dentro de los cuales
está el considerado por muchas personas
extranjeras como sinónimo de jurisprudencia
inglesa, esa parte del Derecho compuesta por
las decisiones de los jueces. En sentido
histórico, significa la unidad del Derecho
inglés como sistema jurídico. Los jueces en la
antigüedad, viajando por todo el país,
encontraban muchas costumbres y normas de
tipo local. Escogieron las mejores y las aplicaron
en sus fallos, hasta que rigió en todo el reino, con
pocas excepciones, un solo sistema, uniforme y
común para todo el pueblo.
En los países del Common Law, el derecho es de
formación prevalentemente judicial (judge made law):
rige la regla del stare decisis por la cual el juez, al
decidir el caso a él sometido, está vinculado por los
precedentes judiciales, o sea, por las sentencias
dictadas por otros jueces al decidir casos análogos. Por
eso son los jueces, y no el, legislador, los que
crean el Derecho; y no lo crean, como el legislador de
Civil Law con normas generales y abstractas, sino con
reglas deducidas del criterio (ratio decidendi)
adoptado para resolver el caso concreto.
Las distancias entre Civil Law y Common Law tienden
a reducirse lentamente. En los países de derecho
judicial se abre camino un derecho de formación
legislativa (statutory law); en los países de derecho
legislativo los precedentes judiciales, aunque no
vinculantes formalmente, influyen de hecho en los
jueces (la eficacia persuasiva del precedente).
El sistema del Common Law es ante todo el sistema del
Derecho inglés, en vigor en Inglaterra propiamente dicha y
en el País de Gales. A él van unidos también los Derechos
de la mayor parte de los países de habla inglesa: Irlanda
del Norte, el Éire (Irlanda en irlandés; en inglés Ireland),
Australia, Nueva Zelanda, Canadá (salvo la provincia de
Québec, de tradición francesa) Terranova (isla de Canadá)
y Estados Unidos, por mencionar sólo los más importantes
en que se aplica. En el mismo seno del Commonwealth
existen diferentes Derechos, que no están ligados sino
imperfectamente al sistema del Common Law.
Tal es el caso en particular de Escocia, las islas
anglonormandas, Malta, Chipre, la isla Mauricio, la
India, el Pakistán, Ceilán, la Malasia y las islas
Seicheles. También en Estados Unidos el Derecho del
Estado de Louisiana conserva respecto a los Derechos
vigentes en los otros Estados una cierta originalidad, debida
al hecho de pertenecer en otros tiempos al grupo del
Derecho francés.
El Commonwealth.- Asociación de antiguas posesiones del
Imperio Británico convertidas en Estados independientes y
que han establecido entre sí cierta solidaridad, más moral
que jurídica.
El sistema del Common Law ha sido elaborado en
INGLATERRA, principalmente como resultado de la
actividad de los tribunales reales de justicia a partir
de la conquista normanda. Además del Derecho
inglés, la familia del Common Law comprende, salvo
ciertas excepciones, los derechos de todos los países
de lengua inglesa. A parte de estos países, la influencia
del Common Law ha sido considerable en la mayor
parte, sino en todos, de aquellos países que han estado
o están asociados políticamente a Inglaterra. Estos
países han conservado –en ciertas esferas- tradiciones,
instituciones y nociones que les son propios; pero la
influencia inglesa ha marcado profundamente la
mentalidad de sus juristas, debido sobre todo, a que la
organización administrativa y judicial, de una parte, y las
materias de procedimiento (civil o criminal) y de
pruebas, por otra parte, han sido instituidas y reguladas,
en todos ellos, según el modelo inglés.
2. HISTORIA DEL DERECHO INGLÉS
En la historia del Derecho inglés pueden distinguirse
cuatro períodos principales. El primero es el período
que precede a la conquista normanda de 1066. El
segundo, que se extiende desde esta fecha hasta el
advenimiento de la dinastía de los Tudor (1485),
corresponde a la formación del Common Law, y durante
el mismo se impone un nuevo sistema jurídico sobre las
costumbres locales anteriores; las condiciones del
nacimiento del Common Law han ejercido una influencia,
que aún subsiste, sobre este sistema. El tercer período,
que va desde 1485 a 1832, corresponde a la época de
mayor florecimiento del Common Law; sin embargo, este
se ve obligado a aceptar un compromiso con un sistema
complementario, y en ocasiones rival, que se manifiesta en
las “normas de la equity”. El cuarto período, que
iniciado en 1832, llega hasta nuestros días, es el período
moderno, durante el cual el Common Law debe hacer
frente a un desarrollo sin precedentes de la ley y debe
adaptarse a la sociedad dirigida, cada vez más por la
Administración.
2.1. EL PERÍODO ANGLOSAJÓN
En la antigüedad, Inglaterra estuvo habitada por
pueblos celtas (britanos, goidels y wels). A la
llegada de los primeros colonizadores y por
mucho tiempo después, la isla de Bretaña
estaba poblada por una raza inmigrada del
continente, más meridional que la de donde los
ingleses procedían. Después de estar
establecidos como independientes por dos o tres
centurias, fueron conquistados por los
romanos. Se desconoce si los bretones
encontraron la isla vacía o si dominaron a otras
razas anteriores.
LA COLONIZACIÓN ROMANA.- Las islas británicas, o más
propiamente Bretaña, constituyeron el avance occidental
extremo del Imperio Romano. La colonización romana se
extendió cerca de 400 años y quedan importantes vestigios de la
misma en ruinas y monumentos. Londres, bajo el nombre de
Londinium, fue una ciudad romana y eso puede apreciarse no
solo en sus museos sino en la famosa “City” que tiene una
importante avenida circular llamada precisamente “Roman Wall”
(Muro Romano). Pero con la invasión de los bárbaros a fines del
siglo IV de la Era Cristiana, las legiones romanas debieron
retirarse para apoyar otras regiones de las fronteras del Rin y
del Danubio, más importantes para la defensa del imperio.

De tal manera que Bretaña quedó desguarnecida y su población


local – de raza céltica pero cultura latina – a merced de los
invasores germánicos. En el curso de los siglos V y VI la isla fue
invadida por tribus germánicas, entre ellos los anglos y los
sajones que provenían del norte de Alemania. Los invasores
barrieron con todo lo anterior aunque no extendieron su dominio
hacia la periferia, vale decir Gales, Escocia e Irlanda.
En el curso de los siglos siguientes, tales
invasores formaron diversos reinos y uno de ellos
fue cristianizado por misiones enviadas desde
Roma. El ejemplo del reino cristiano se proyectó
sobre los demás y en menos de un siglo los
invasores anglo-sajones adoptaron el cristianismo.
Pero los anglo-sajones a su vez sufrieron
invasiones de los nórdicos o vikingos, aún no
cristianizados. Estas invasiones duraron alrededor
de 150 años y terminaron con la absorción y
cristianización de los nórdicos. La isla, sin
embargo, sufrió una nueva conquista, de una
casta también de origen nórdico – los normandos
– que se había establecido en la costa norte de
Francia, abrazando el cristianismo y adoptando la
cultura franco-romana.
El dominio romano no ha dejado en Inglaterra, pese a
haber durado cuatro siglos –desde el Emperador Claudio
hasta comienzos del siglo V-, más trazos que las que dejó
en Francia el período celta o en España la época íbera.
Para los historiadores del Derecho inglés, la historia
comienza en el momento en que cesa de existir este
dominio y en el que diversas tribus de origen germánico –
sajones, anglos, daneses- se apoderan de Inglaterra.
Las leyes de Edelberto, rey de Kent, redactadas en
lengua anglosajona hacia el año 600, sólo contienen 90
breves aforismos. Las leyes del rey danés Knuto el
Grande (1017-1035) son, cuatro siglos más tarde, mucho
más elaboradas, y prefiguran ya el paso a la época feudal.
Al igual que en Francia, el principio de la personalidad de
las leyes es sustituido por una ley territorial, aunque el
Derecho sigue siendo estrictamente local; con
anterioridad a la conquista normanda no existe
Derecho común en Inglaterra.
En el siglo V, los britanos se quisieron auxiliar de los
pueblos germánicos: los anglos y los sajones, para repeler
los ataques de los caledonianos (escoceses). Sin embargo,
los anglos y los sajones los sometieron y fundaron siete
reinos: Essex, Estanglia, Kent, Mercia, Northumberland,
Sussex y Wessex.
Después de múltiples luchas se fusionaron estos reinos (año
827) y Alfredo el Grande los convirtió, desde el propio siglo
IX, en una potencia.
Inglaterra fue invadida por los vikingos. Más tarde por los
daneses, quienes la asolaron por dos siglos, ejerciendo un
dominio total en ella con su rey Knuto el Grande.
En todo este período el Derecho de Inglaterra fue germánico
(anglosajón).
Recobró Inglaterra su independencia gracias a Eduardo III,
el Confesor, que restableció la monarquía anglosajona. En
este tiempo existía el Consejo de Nobles y Prelados
(“Witam”).
2.2. LA FORMACIÓN DEL COMMON LAW (1066-1485)
Eduardo III, el Confesor murió en 1066 sin dejar sucesor, en
consecuencia HAROLDO su cuñado, ocupó el trono, el mismo
que le fue disputado por GUILLERMO, duque de Normandía y
primo del difunto Eduardo III. El Papa dio su apoyo a Guillermo
quien, con sus tropas, invadió el país y derrotó a Haroldo el 14
de octubre del citado año en la famosa batalla de Hastings.
A GUILLERMO desde esa época se le denominó el
Conquistador (“Conqueror”), fue coronado el 24 de diciembre
de 1066 en la abadía de Westminster, Londres; más tarde
confiscó los inmuebles de Haroldo, muerto en la batalla de
Hastings, y de sus partidarios, y fueron desigualmente repartidos
entre la gente que lo ayudó en la lucha. Así se implantó el
feudalismo en la isla, que fortaleció la monarquía, al contrario de
lo que aconteció en el continente.
La conquista normanda constituye, sin embargo, un
suceso capital en la historia del Derecho inglés, porque
introduce en Inglaterra, junto con la ocupación, un
poder fuerte, centralizado, con una rica experiencia
administrativa alcanzada en el gobierno del ducado de
Normandía. Con la conquista de los normandos se
termina la época tribal, y como se ha dicho, se instaura
el feudalismo en Inglaterra.
La estructura actual de Inglaterra se deriva de esa
última conquista, después de la cual no se produjo
ninguna otra. Los primeros reyes franco-normandos
se preocuparon de afirmar sus prerrogativas reales en
medio de los dominios feudales de sus súbditos
principales. Para ese efecto crearon tribunales reales
que tenían una jerarquía superior a los tribunales
locales controlados por los barones.
Esos tribunales carecían de leyes escritas y fallaban de
acuerdo a la costumbre. Como el país estaba dividido en
muchas regiones con predominio de una u otra etnia, las
costumbres eran variadas y se apreciaba una falta de
uniformidad. Los tribunales reales entonces trataron
de establecer una base uniforme de costumbres
legales que fuera aplicable a todos los dominios
reales.
Así se creó un derecho común, llamado en inglés
Common Law, por oposición a las costumbres y fueros
locales. El Common Law se convirtió al cabo de un
tiempo en la “ley de la tierra” (law of the land).
El Common Law, Derecho inglés y común a toda
Inglaterra, será producto exclusivo de los tribunales
reales de justicia, denominados corrientemente, a
causa del lugar donde tendrán su sede a partir del siglo
XIII, tribunales de Westminster.
2.3. COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES REALES
Los tribunales reales, en el período inmediatamente
anterior a la conquista normanda, no tienen una
competencia universal. Normalmente, los litigios se llevan
ante los diversos tribunales. El Rey sólo ejerce la “alta
justicia”; sólo se siente con autoridad para conocer en un
litigio en casos excepcionales: cuando la paz del reino está
amenazada, cuando las circunstancias hacen imposible
que la justicia sea satisfecha mediante procedimientos
normales. La Curia regis (“Concilio Real” o “Corte del
Rey”), en la que estatuye asistido de sus servidores más
próximos y de los grandes del reino, es el tribunal de los
grandes personajes y de las grandes causas.
Lo mismo ocurrirá con los tribunales reales de justicia,
que poco a poco –caso del Parlamento- se convierten en
organismos autónomos desgajados de la Curia regis, no
acompañando ya al rey en sus desplazamientos. Los
tribunales reales de Westminster deben hacer frente a
las susceptibilidades de los señores que pretenden actuar
como tales en sus dominios y que no se someten de buen
grado a su veredicto.
Los tribunales reales no tienen, por lo demás,
competencia para administrar justicia, ni siquiera en
apelación, en todos los litigios que surjan en el reino.
Su intervención se limita, en principio, a tres
categorías de causas: asuntos que interesan a la
hacienda real, asuntos que atañen a la propiedad
territorial y a la posesión de inmuebles, asuntos graves
que ponen en peligro la paz del reino.
Fuera de las tres categorías de casos enumerados, los
litigios seguían siendo juzgados, al margen de las
jurisdicciones reales por los Hundred o Country
Courts, las jurisdicciones señoriales, las jurisdicciones
eclesiásticas, y posteriormente, según los casos por
jurisdicciones municipales o por diversas jurisdicciones
comerciales.
2.4. EL PERÍODO MODERNO
Los siglos XIX y XX representan una época de transformación
fundamental en la historia del Derecho inglés. La época está
marcada, con el triunfo de las ideas democráticas y la influencia
de BENTHAM, por el desarrollo sin precedente de la
legislación. En el siglo XIX se lleva a cabo una obra
considerable de reforma y de modernización. Se opera una
verdadera revolución a través de reformas radicales que se
llevan a cabo en el procedimiento, especialmente en 1832-
1833 y en 1852.
Hasta entonces, el Derecho inglés se había desarrollado dentro
de los cuadros procesales constituidos por las diversas formas
de acciones. Liberados de las trabas del procedimiento, los
juristas ingleses podrán, a partir de entonces, y al igual que
sus colegas continentales, prestar mayor atención al
Derecho sustantivo, en torno al cual tenderán a reagruparse
sistemáticamente, a partir de entonces, las soluciones del
Common Law.
También se modifica profundamente la organización
judicial en 1873-1875, mediante las Judicature Acts,
que suprimen la distinción formal entre Tribunales de
Common Law y Tribunal de la Equity de la
Cancillería: todas las jurisdicciones inglesas son
ahora competentes para aplicar tanto el Common Law
como la Equity, en contra de lo que ocurría
anteriormente, cuando era preciso dirigirse a un
Tribunal del Common Law para obtener un remedio
de Common Law, y ante el Tribunal de la Cancillería
para obtener un remedio de Equity.
Por lo que se refiere al Derecho sustantivo, se ha llevado a
cabo una obra considerable de limpieza (abrogación de leyes
caídas en desuso) y de ordenación (consolidation), purificando
el derecho de soluciones arcaicas y esforzándose, en muchas
esferas, en una sistematización de las normas.
La importancia de la obra legislativa realizada en el siglo XIX no
hace perder al Derecho inglés su aspecto tradicional: no se
lleva a cabo ninguna codificación de tipo francés y la evolución
del Derecho inglés sigue confiada principalmente en los
Tribunales; el legislador les abre nuevas posibilidades y les
indica nuevas orientaciones, pero se abstiene de crear por sí
mismo, en la práctica, un Derecho nuevo.
Los instrumentos fundamentales del conocimiento del
Derecho son ahora, por lo que se refiere a la jurisprudencia y a
la legislación, la nueva colección de Law Reports (creada en
1865) y , por lo que se refiere a una exposición sistemática del
Derecho inglés, la Colección Laws of England, publicada bajo
la dirección de LORD HALSBURY.
4. LA CARTA MAGNA
La evolución política inglesa durante el medioevo
marcó una lucha permanente entre la autoridad real
que pretendía ejercer un mando indiscutido sobre todo
el territorio de las islas Británicas (incluyendo Gales,
Escocia y la vecina isla de Irlanda) y la nobleza
feudal que afirmaba sus privilegios y prerrogativas
frente al dominio del monarca. La famosa Carta Magna
de principios del siglo XII fue un hito más de esa
secular lucha pero sirvió para fijar de alguna maneara
los límites de la autoridad real frente a sus súbditos
más prominentes.

Esta copia encuadernada de la Carta Magna fue una vez


propiedad del estadista de Estados Unidos Benjamin Franklin.
1.La Carta Magna de JUAN SIN TIERRA, que era un
compromiso de carácter personal, aseguró los
derechos de la Iglesia, de la baronía y de la
burguesía, pues, los barones se comprometieron a
otorgar a sus hombres las mismas leyes que a ellos
diera la Corona. Además prohibió la confiscación y la
JUAN SIN TIERRA
vejación y ambas sólo podían llevarse a cabo
conforme al capítulo XXIX de la citada Carta, a saber:
“Ningún hombre libre será arrestado ni aprisionado ni
despojado de su propiedad ni proscrito ni desterrado,
ni de alguna otra manera molestado, ni violentado por
el rey, sino mediante juicio de sus pares o según la
ley de la tierra” (Ne corpus liberi hominis capiatur
nec imprisinetur, nec dissesietur nec utlagetur nec
uxuleter, nec aliquo modo destruatur, nec rex eat
vel mittat super eum vi, nise per judicium parium
suorum vel per legem terrae).
Sin embargo, lo más importante de esta Carta fue que el rey,
a partir de ese momento, no podía exigir una contribución sin
el consentimiento del “Consejo del Reino”, compuesto por
barones, obispos, abades, caballeros y representantes de la
ciudad de Londres. Los barones serían convocados
personalmente y por escrito. Los caballeros, mediante una
citación general hecha por el “sheriff” (alguacil). También
podía el “Consejo del Reino” presentar proyectos de ley
(“bills”) al monarca.
No se trató, por cierto, de un instrumento democrático como a
veces se le pretende describir, sino de un pacto entre el CONSEJO DEL REINO
monarca y sus vasallos titulares que fijaba los derechos y
obligaciones de cada parte. Sea lo que fuere, la Carta Magna
dio origen al establecimiento de una asamblea permanente
llamada Parlamento en la que estaban representados de
manera vitalicia y hereditaria los principales nobles
(duques, marqueses, condes, vizcondes y barones), la
jerarquía eclesiástica (Arzobispos y Obispos) así como la
pequeña nobleza (caballeros) y burgueses de las ciudades
más importantes. EL “Consejo del Reino” sirvió en el futuro
para frenar la autoridad despótica del rey y, por otro lado, es
importante antecedente del régimen representativo.
La representación de la pequeña nobleza y de las
ciudades no era ni vitalicia ni hereditaria y
dependía de las elecciones que tales estamentos
realizaban al interior de su grupo. De esa manera
surgió un parlamento bicameral con una cámara alta
aristocrática (House of Lords o Cámara de los Lores)
y una cámara baja de origen no aristocrática (House of
Commons o Cámara de los Comunes) que en
esencia subsiste hasta el día de hoy.
En menos de un siglo el Parlamento se arrogó el
CÁMARA DE LOS LORES
derecho de votar los impuestos que mantenían a la
corona y además de dictar leyes cuando era necesario
establecer normas de carácter general o especial
aplicables a todos los súbditos del reino. En esa forma
surgieron gradualmente dos fuentes legales paralelas:
el Common Law que era la jurisprudencia emanada
de los tribunales reales y que estaba basada en la
costumbre tal como la entendían los magistrados y el
Statute Law (Derecho Estatutario) proveniente de las
leyes aprobadas por el Parlamento y promulgadas por
el Rey.
CÁMARA DE LOS COMUNES
A diferencia de las Constituciones de Estados
Unidos, Francia, Perú y de muchos otros países, la
Constitución inglesa no se halla recogida en un
único documento consolidado. La fuente
fundamental de los derechos y obligaciones no es la
ley escrita, sino las decisiones de los tribunales, los
precedentes judiciales. La Constitución inglesa
está compuesta por el common law, leyes y
convenciones. Inglaterra tiene ciertos documentos
constitucionales importantes como por ejemplo La
Carta Magna (1215) que protege los derechos de la Uno de varios estantes llenos de libros acerca de la
comunidad frente a la Corona, así como The Bill of constitución del Reino Unido en una biblioteca de
derecho
Rights (1689) que extiende el poder del Parlamento.
“BILL OF RIGHTS” Ley que Declara los Derechos y Libertades
de los Ingleses y Establece el Orden de Sucesión de la
Corona. (Inglaterra, 1689).
GRACIAS

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