Así, la primera operación que realizamos fue una lectura general de cada una de las
transcripciones. Esta primera lectura correspondió a lo que Mejía (2011) y Coffey y
Atkinson (2003) denominan reducción de los datos, es decir, la etapa de simplificación, resumen, ordenamiento y clasificación que tiene como principal propósito hacer abarcables y manejables los datos para poder analizarlos. Esta tarea es sumamente importante, pues facilita el trabajo con los datos “en bruto”, en nuestro caso, con los textos fruto de las transcripciones de cada entrevista, pues estos datos son confusos, desordenados y suelen ser muy densos, es decir, llenos de información abigarrada, tal como señala Mejía (2011). Tal como señalan algunos autores (Coffey y Atkinson, 2003; Mejía, 2011), para que el texto sea analizable, primero debe ser procesado. Así fue como identificamos fragmentos de los textos que se relacionaban con nuestros objetivos, así como algunos temas emergentes, es decir, temas que no habían sido contemplados de antemano, pero eran recurrentes en las narraciones y necesarios para comprender los procesos de inserción laboral de nuestros egresados. Partimos de las consideraciones de Coffey y Atkinson (2003) y Flick (2007) respecto a que esta primera etapa de codificación implica dos procesos: 1) reducción, es decir, la descomposición y segmentación de los datos hasta obtener categorías analíticas generales; 2) complicación, lo cual se refiere a la formulación de nuevas preguntas y niveles de interpretación a partir de los datos codificados. Esto implicó una nueva lectura más detAsí, la primera operación que realizamos fue una lectura general de cada una de las transcripciones. Esta primera lectura correspondió a lo que Mejía (2011) y Coffey y Atkinson (2003) denominan reducción de los datos, es decir, la etapa de simplificación, resumen, ordenamiento y clasificación que tiene como principal propósito hacer abarcables y manejables los datos para poder analizarlos. Esta tarea es sumamente importante, pues facilita el trabajo con los datos “en bruto”, en nuestro caso, con los textos fruto de las transcripciones de cada entrevista, pues estos datos son confusos, desordenados y suelen ser muy densos, es decir, llenos de información abigarrada, tal como señala Mejía (2011). Tal como señalan algunos autores (Coffey y Atkinson, 2003; Mejía, 2011), para que el texto sea analizable, primero debe ser procesado. Así fue como identificamos fragmentos de los textos que se relacionaban con nuestros objetivos, así como algunos temas emergentes, es decir, temas que no habían sido contemplados de antemano, pero eran recurrentes en las narraciones y necesarios para comprender los procesos de inserción laboral de nuestros egresados. Partimos de las consideraciones de Coffey y Atkinson (2003) y Flick (2007) respecto a que esta primera etapa de codificación implica dos procesos: 1) reducción, es decir, la descomposición y segmentación de los datos hasta obtener categorías analíticas generales; 2) complicación, lo cual se refiere a la formulación de nuevas preguntas y niveles de interpretación a partir de los datos codificados. Esto implicó una nueva lectura más detAsí, la primera operación que realizamos fue una lectura general de cada una de las transcripciones. Esta primera lectura correspondió a lo que Mejía (2011) y Coffey y Atkinson (2003) denominan reducción de los datos, es decir, la etapa de simplificación, resumen, ordenamiento y clasificación que tiene como principal propósito hacer abarcables y manejables los datos para poder analizarlos. Esta tarea es sumamente importante, pues facilita el trabajo con los datos “en bruto”, en nuestro caso, con los textos fruto de las transcripciones de cada entrevista, pues estos datos son confusos, desordenados y suelen ser muy densos, es decir, llenos de información abigarrada, tal como señala Mejía (2011). Tal como señalan algunos autores (Coffey y Atkinson, 2003; Mejía, 2011), para que el texto sea analizable, primero debe ser procesado. Así fue como identificamos fragmentos de los textos que se relacionaban con nuestros objetivos, así como algunos temas emergentes, es decir, temas que no habían sido contemplados de antemano, pero eran recurrentes en las narraciones y necesarios para comprender los procesos de inserción laboral de nuestros egresados. Partimos de las consideraciones de Coffey y Atkinson (2003) y Flick (2007) respecto a que esta primera etapa de codificación implica dos procesos: 1) reducción, es decir, la descomposición y segmentación de los datos hasta obtener categorías analíticas generales; 2) complicación, lo cual se refiere a la formulación de nuevas preguntas y niveles de interpretación a partir de los datos codificados. Esto implicó una nueva lectura más det