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Kit de supervivencia del escritor.

Primera parte: el bloc de notas

El bloc de notas es
uno de los básicos
más indispensables
de nuestro kit de
supervivencia. Al fin
y al cabo, nunca se
sabe dónde nos
puede asaltar una
idea brillante y,
confiar en nuestra
memoria, ya de por
sí saturada de
obligaciones diarias
y constantes
estímulos
exteriores, puede
ser un tremendo
error. ¡Qué mejor
solución para aliviar
nuestro empachado
cerebro, que
escribiendo al
momento todo lo
que se nos ocurra,
para poder
consultarlo cuando
queramos!

A continuación
detallo mis
particulares recomendaciones para que ese bloc de notas sea de lo más efectivo y
funcional.

El mejor bloc de notas es el más “normalucho”.

¿Por qué? Porque anotaremos de todo y en un cuaderno excesivamente caro y delicado,


siempre mediremos lo que escribimos, incluso nos forzaremos a hacer buena letra, para
que sea hermoso en su conjunto. Aunque para los románticos amantes del material de
oficina (entre los cuales me incluyo), es difícil resistirse a los encantos de una libretita
mona, y caer en la tentación de comprarla con grandes expectativas, serán esas mismas
expectativas, las que nos impidan utilizarla a la ligera y estropearla con: tachones, letras
alocadas, anotaciones en los márgenes y flechas que enlazan unas ideas con otras. En
definitiva, una libreta bonita requiere un texto sublime y primoroso, y eso supone un
inconveniente cuando lo que buscamos es un contenedor de ideas desordenadas, gran
parte de las cuales serán modificadas o descartadas.

Escoge un cuaderno pequeño, que quepa en un bolsillo.

A poder ser con un bolígrafo ensartado en la espiral, para ponerte a escribir de


inmediato. En incontables ocasiones, cuando la mente está distraída en otros
quehaceres, una idea atascada, se resuelve mágicamente, de modo que, si llevas tu
cuaderno siempre contigo, a las pocas semanas, tendrás el gratificante resultado de una
libreta descuajeringada, castigada por el uso y por los vapuleos de tanto viaje dentro del
bolso, el bolsillo o incluso ¡el delantal!, pero, al igual que la libretita de notas del
mismísimo Indiana Jones, será una joyita maltrecha llena de potencial.

Bloc de notas convencional versus App de notas:

En esta era tecnológica, donde los Smartphone nos acompañan día y noche, tenemos a
nuestra disposición infinidad de aplicaciones para tomar notas, hacer listas, etc, etc.
Según mi modesta opinión, su uso implica ignorar muchas distracciones que pueden
hacernos perder el hilo. Me explico: te viene una fabulosa idea de repente y quieres
anotarla antes de que eche a volar, buscas el móvil, lo desbloqueas con el pin o con el
patrón (cuando no ambos), ignoras todos los wasaps, los emails, las notificaciones y las
redes sociales, buscas la app de notas y, ¡por fin! empiezas a teclear. En comparación, el
bloc de papel es más efectivo, pues solo requiere alcanzar el bolígrafo y escribir. Es más,
incluso nuestra caligrafía y la ubicación de la nota en una zona determinada de la
página, nos servirán de evocador recordatorio cuando releamos lo escrito. Una
peculiaridad que se pierde al usar las aplicaciones, donde la tipografía es siempre la
misma y, a veces, es complicado ubicar lo escrito en una zona concreta. ¿Un incentivo
para tomar notas al estilo vintage? Hay un estudio que demuestra que escribir a mano
beneficia el desarrollo de nuestro cerebro, nos obliga a concentrarnos más e implica
más actividad motora.

Deja tu corrector de estilo en modo reposo.

Lo importante es escribir las palabras tal como surgen, sin atender a la gramática, a la
repetición de palabras o la pobreza literaria de lo que has escrito, ya habrá tiempo para
pulir y reorganizar esa idea, en este paso, solo se trata de evitar que se escape de
nuestra cabeza.

A continuación, algunas ideas que podemos anotar en nuestro bloc:

Por supuesto, toda idea será bienvenida. Pero, entre las muchas que pueden colmar
nuestra libretita de consulta, os enumero un breve listado de ejemplo de todo lo que
podemos capturar:
 ideas sobre tramas argumentales,
 cabos sueltos que no debemos olvidar,
 títulos de libros de referencia o documentación,
 frases brillantes que se nos ocurren de repente,
 palabras útiles,
 descripciones súbitas,
 cosas a suprimir en el texto,
 correcciones,
 webs de interés,
 fragmentos de texto,
 dudas,
 ¡y todo lo relativo a nuestro proyecto literario!

Y, por último: ¡No ignores tus notas!

Parece obvio pero, de poco nos servirá reunir tanto trabajo en un cuaderno, si luego lo
aparcamos. Personalmente yo releo lo anotado, y lo subrayo con colores diferentes
según su naturaleza (trama, documentación, correcciones…) y luego, lo reubico en otros
soportes de organización, o bien, lo llevo a cabo de inmediato, según vea. En definitiva,
la única finalidad de nuestro bloc es su utilidad, por eso, conviene consultarlo a menudo
para rescatar lo que hemos atesorado en él, incluso, durante años.

Hasta aquí, el primer apartado del kit de supervivencia del escritor.

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