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Número 426 (Esp.), año LXXI, 3er trimestre, 2019, (Nº 24 Esp. VI Época)
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Esta conferencia se basa principalmente en el capítulo que escribí conjuntamente con María José
Mosquera titulado “Edad y deporte” publicado en García Ferrando, M., Puig, N., Lagardera, F.,
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Llopis, R. & Vilanova, A. (coord.). Sociología del deporte, Madrid Alianza editorial, 4a. edición.
REVISTA ESPAÑOLA DE EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTES -REEFD-
Número 426, año LXXI, 3er trimestre, 2019, (Nº 24 Esp. VI Época)
mientras que el índice de práctica de- 35% tiene entre 15 y 24 años, un 23%
portiva de la población entre los de 25 a 34 y un 20% de 35 a 44
quince y setenta y cinco años y más es (MECD, 2015) Igualmente, un 10%
de un 53,5% (MCED, 2015). Igual- de las personas entre 18 y 24 años tie-
mente, las tasas de frecuencia en la nen como motivación el competir
práctica (MCED, 2015) y el interés (CIS, 2014) El porcentaje, aunque
por el deporte (CIS, 2014) son supe- bajo, es mucho más elevado que para
riores entre estos grupos de edad Se el conjunto de la población (1,1%).
observa, por tanto, que la juventud es En cuanto a los datos generales,
más deportista que sus mayores. añadir que las personas jóvenes están
Tal afirmación se ve corroborada más implicadas en trabajo voluntario
por el hecho de que el porcentaje de de apoyo al deporte que las mayores.
jóvenes entre 15 y 34 años que ya no Entre los 15 y 24 años son un 14,3%
practican deporte es inferior al del y entre los 25 y 34 un 10,1% (MECD,
resto de la población: 23,1% respecto 2015) A partir de esta edad, las cifras
a 25,2% (CIS, 2014). Así mismo, los disminuyen mucho. Este trabajo de
datos disponibles voluntariado juega un papel impor-
muestran que las personas jóvenes tante en las biografías personales y es
han sido socializadas en el deporte an- un elemento más que diseña la transi-
tes que las de mayor edad. Así más ción a la adultez de cada persona.
del 70% de las personas practicantes Finalmente, este panorama de ca-
entre 15 y 34 años se iniciaron en el racterísticas generales ha de ser com-
deporte antes de los 10 años mientras pletado por los aspectos que diferen-
que, por ejemplo, quienes tienen más cian a los colectivos juveniles. Los iti-
de 65 años sólo lo hicieron en un nerarios de acceso a la adultez son va-
32%. El papel ejercido por la escuela riados y unos conducen a posiciones
–en la que la Educación Física forma sociales mejores que otros. Algo pa-
parte de los planes de estudios durante recido se refleja en los datos disponi-
la etapa de la escolarización obligato- bles sobre deporte. No todas las per-
ria– y la mejora del bienestar han con- sonas jóvenes lo practican por igual y
tribuido sin duda a esta situación. según el nivel de estudios y la clase
Fútbol, fútbol sala, baloncesto, social de pertenencia hay diferencias
musculación y culturismo, y carrera a tal como se muestra en las tablas 1 y
pie son más practicados por la gente 2.
joven que la de mayor edad (CIS, Tendencialmente, quienes tienen
2014; MCED, 2015) En cambio, no un nivel de estudios más elevado y
hay grandes diferencias en cuanto a pertenecen a clases altas, tiene índices
gimnasia suave, gimnasia intensa, ci- de participación deportiva más eleva-
clismo recreativo y actividades físicas dos. Tal como se ha visto en el se-
con acompañamiento musical que se gundo capítulo, el deporte como há-
reparten con menores diferencias en- bito cultural está más interiorizado
tre el conjunto de la población. por estos grupos sociales y la pobla-
La participación en competiciones ción juvenil no escapa a esta lógica.
(desde las del alto nivel a las locales)
es también un hecho propio de la
etapa juvenil. Del total de personas
que participan en competiciones, un
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sola vez. Lo que ocurre es que este La transición social se centra prin-
proceso desemboca en un estado, cu- cipalmente en la soledad, el deterioro
yas características más definitorias corporal y la muerte. La transición
han sido asociadas, entre otros, a los profesional (el paso de una profesión
estereotipos de incapacidad, pasivi- a no tenerla) comprende la jubilación
dad y dependencia. Aunque el paso de y el empobrecimiento económico. En
la edad lleva asociado un deterioro a ambos casos, también hay que tener
distintos niveles, no es un determi- en cuenta los cambios en espacios y
nante directo de conductas homogé- tiempos.
neas, puesto que, ni todas las personas La vejez, como etapa final de la
son iguales ni evolucionan del mismo vida, lleva en sí misma asociada la so-
modo, dependiendo todo ello de cir- ledad. Existen varios factores que
cunstancias ambientales, sociales, configuran esta situación de soledad:
culturales, económicas, etc., las cua- la marcha de los hijos de la casa fami-
les generan ventajas en unos casos y liar —lo que se conoce como nido va-
desigualdades en otros. cío—, la viudedad y la pérdida de los
Por último, las cuestiones plantea- propios progenitores y amistades
das permiten enlazar con la idea de como consecuencia de su muerte. De
que la vejez no es un fenómeno homo- todos modos, la soledad no debe en-
géneo, aunque la existencia de este- tenderse siempre como problema,
reotipos y roles sociales puedan de- puesto que también se vive como una
jarlo entrever. El medio de pertenen- situación que genera oportunidades
cia, el nivel económico, el tipo de tra- de independencia, de reelaboración
bajo desarrollado, el nivel cultural, del yo y del lugar que se tiene en el
los vínculos familiares, la personali- mundo. En cualquier caso, siempre es
dad, las relaciones afectivas y de necesario hacer frente a esta situa-
amistad, los hábitos de ocio, etc. son ción, lo que representa adaptarse a las
variables, objetivas y subjetivas, que nuevas circunstancias de la socializa-
indican que existen tipos muy dife- ción.
rentes de personas mayores, por lo El envejecimiento es un proceso
que no se puede esperar de ellas con- natural que ocurre en todos los orga-
ductas homogéneas. Por lo tanto, esta nismos vivos a lo largo del tiempo y
realidad lleva a reconocer la posibili- conlleva un deterioro corporal. Con la
dad de procesos de individualización edad aumentan las enfermedades cró-
del rol de «viejo», tanto masculino nicas y también las alteraciones fisio-
como femenino, a partir del rol hege- lógicas (sensoriales, cognitivas y fun-
mónico de referencia. cionales) que van a provocar una re-
Y en esta realidad de la vejez ducción de la calidad de vida de las
como proceso no homogéneo, tam- personas mayores.
bién hay que considerar las transicio- En el caso de la muerte, hay que
nes (social y profesional) que la per- mencionar dos cuestiones: la propia
sona debe afrontar al iniciarse en esta muerte como un acontecimiento que,
nueva fase de la vida. Constituyen ineludiblemente, se acerca y la muerte
otra de las claves explicativas para en- de las personas próximas y amistades.
tender las actitudes frente al deporte La desaparición de familiares y amis-
de los grupos de población de edades tades no sólo crea un vacío y aumenta
avanzadas.
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la soledad hasta el punto de que se al- Ahora debe ser la persona quien orga-
teran los hábitos cotidianos y las rela- nice las horas del día, buscando una o
ciones, sino que también genera inse- varias actividades sustitutorias en
guridad, depresión, angustia, etc., En torno a las cuales hacer girar su vida
cuanto a la propia muerte es necesario para conseguir un estado de satisfac-
asumir que es un acontecimiento que ción y bienestar elevado. El deporte,
va asociado a la vida misma y, ello, tal como se verá a continuación,
no es fácil. puede jugar un papel importante en
Respecto a la transición profesio- este contexto.
nal, la jubilación representa para la
LA RELACIÓN DE LAS PER-
persona el abandono del trabajo, de
SONAS MAYORES CON LA AC-
una actividad que ha desempeñado a
TIVIDAD FÍSICA Y EL DE-
lo largo de una parte importante de su
PORTE
vida y que, en la mayoría de los casos,
En términos generales, destaca el
se ha convertido en un elemento en
hecho de que cada vez hay más perso-
torno al cual se ha organizado su fa-
nas mayores que practican deporte
milia, sus amistades, sus tiempos de
entendiendo este concepto de un
ocio, también su economía y, como
modo amplio. En 1980, en el inicio
consecuencia, su estilo de vida. Ante
de la etapa democrática cuando toda-
esta realidad, resulta lógico pensar
vía no existía una oferta deportiva pú-
que el abandono de la actividad pro-
blica y generalizada, practicaba de-
ductiva va a representar un desajuste
porte en España un 5% de los mayo-
en la vida que, de un modo u otro, de-
res de 61 años (García Ferrando y
berá ser resuelto para poder recons-
Llopis Goig, 2011). En la actualidad,
truir la identidad a través de otros va-
practican al menos una vez a la se-
lores o de la reestructuración de los ya
mana el 27% de las personas entre 65
existentes.
y 74 años y un 10% de quienes tienen
El empobrecimiento económico
75 años o más (MCED, 2015) Si, ade-
es un aspecto casi siempre asociado a
más, se observa la frecuencia de prác-
la jubilación. Todas las personas sue-
tica, el grupo de personas de 65 años
len ser conscientes de este hecho an-
y más, son quienes, junto con las que
tes de que ocurra, pero no todas saben
tienen entre 15 y 24 años, más deporte
o pueden buscar estrategias para re-
practican todos o casi todos los días
mediarlo. La menor disponibilidad de
(el 44%). El acceso al deporte por
recursos económicos plantea el cam-
parte de las personas mayores debe si-
bio de vida, de hábitos de consumo,
tuarse a mediados de los años noventa
de ocio, etc.
del siglo pasado cuando comenzaron
En las dos transiciones hay cam-
a tener sus efectos las políticas depor-
bios respecto a las dimensiones espa-
tivas implementadas durante la transi-
cio y tiempo. El hecho de no acudir al
ción, en especial las de los ayunta-
trabajo repercute, además, en las po-
mientos.
sibilidades de comunicación y de re-
El análisis de este fenómeno pone
lación con los demás, puesto que ya
de manifiesto, una vez más, el carác-
no se comparte un tiempo en un espa-
ter más sociológico que estrictamente
cio físico laboral. También el mayor
biológico de la práctica deportiva. Si
tiempo de permanencia en el hogar fa-
miliar puede generar conflictos.
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las personas mayores han venido rea- ligado a la mejora de las condiciones
lizando menos deporte que las jóve- de vida de este colectivo. Los depor-
nes, no es que hayan dejado de ha- tes más practicados por estas personas
cerlo debido al efecto biológico (ha- también reflejan rasgos propios de la
cerse mayor) sino que nunca lo han etapa que viven. Se trata de los si-
hecho debido al efecto de generación guientes: Gimnasia de mantenimiento
o también denominado efecto de en un centro deportivo (27,8%), nata-
cohorte. Se han educado en un mo- ción recreativa (25,6%), senderismo
mento histórico en el cual el acceso a (13,3%), gimnasia de mantenimiento
la escuela no era un derecho garanti- en casa ((10%), ciclismo recreativo
zado y en el que el deporte todavía no (8,9%) y andar (6,7%) (CIS, 2014).
había sido asumido por los poderes
públicos como en la actualidad. Estas Tabla 4. Práctica deportiva
personas, nacidas antes, durante o in- según clase social y edad (65
mediatamente después de la guerra ci- y más años)
vil tuvieron que afrontar el difícil pe-
ríodo de la posguerra y los años pos- Práctica de-
teriores en que fue necesario trabajar portiva Total
mucho para sacar adelante a las fami-
No Sí
lias. Las peculiaridades de la sociali-
Clase
zación de esta generación, por tanto,
alta/media- 75,4% 24,6% 100%
están muy lejos de ser óptimas para la alta
adquisición de la cultura deportiva, Nuevas cla-
con el agravante de que sus madres y 80,0% 20,0% 100%
ses medias
padres tampoco disfrutaron de opor- Viejas clases
85,1% 14,9% 100%
tunidades. En este grupo de edad, medias
como en el resto, aunque no de modo Obreros/as
determinante, la socialización en un cualifica- 84,8% 15,2% 100%
ambiente familiar deportivo conduce dos/as
a tasas de participación deportiva más Obreros/as
elevadas (Martínez del Castillo, Ro- no cualifica- 87,3% 12,7% 100%
dos/as
dríguez, Jiménez-Beatty y Graupera,
2005). Este efecto de generación se Fuente: García Ferrando & Llopis,
ve claramente al examinar el inicio de 2017 elaboración propia a partir
de MECD (2015)
la práctica deportiva según grupos de
edad. Entre las personas mayores de Hay que añadir que un 65,1% de estas
65 años el porcentaje de quienes se personas pasea regularmente con el
iniciaron tardíamente en la actividad propósito de mejorar su forma física
deportiva es más elevado que el resto (CIS, 2014). Tanto en un caso como
de grupos (MCED, 2015). Lo hicie- en otro, se trata de actividades afines
ron cuando mejoró su calidad de vida a su estado corporal que requieren una
y, en bastantes ocasiones, después de cierta forma física pero no cualidades
la jubilación. específicas, como velocidad o fuerza,
Así, el acceso al deporte por parte más propias de deportes practicados
de las personas mayores, tiene rela- en otras etapas de la vida.
ción con su socialización de modo
que el aumento de la práctica ha ido
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