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Tres fuerzas
En el Conflicto colectivo intervienen tres fuerzas, por designarlas de alguna manera. El
Estado, la Empresa, y los Trabajadores.
La legislación ecuatoriana reconoce que los conflictos colectivos del trabajo pueden
producirse tanto por interés laboral como patronal. Concede especial importancia al
arreglo directo o convencional.
Los conflictos colectivos laborales, tienen como fin el mejoramiento de las condiciones del
trabajo y, los patronales superar las crisis económicas o de mercado que les afecta.
La conciliación Directa
Las actuaciones del Empleador que lesione los derechos de los Trabajadores, pueden ser
reclamadas colectivamente mediante el denominado Pliego de peticiones y que se
presenta ante el Inspector Provincial de Trabajo.
La Ley laboral no refiere el contenido del Pliego de Peticiones, pero deberá contener por
lo menos:
La relación laboral,
Los fundamentos para la reclamación,
Los asuntos concretos reclamados,
El trámite que debe concederse y
Los domicilios para las notificaciones.
La Autoridad que reciba el pliego, notificará al Empleador dentro de las veinticuatro horas,
concediéndole un plazo de tres días para contestar.
La Mediación Laboral
El término de mediación Laboral es de quince días, pudiendo ser ampliado por petición
conjunta de las partes. Las convocatorias se harán con veinticuatro horas, por lo menos,
de anticipación.
La declaración de la Huelga
1.- La conformación.
2.- La competencia.
- Tienen las facultades necesarias para garantizar que las audiencias y reuniones se
lleven a cabo oportunamente, sin interrupciones ni interferencias; pudiendo para el efecto,
solicitar la colaboración de las autoridades y de los agentes de Policía Nacional.
- El quórum del Tribunal se conforma con la asistencia de tres de sus vocales y las
resoluciones se tomarán con igual número de votos a favor.
- Las pruebas solicitadas por las partes, deberá ser atendidas oportunamente y se
concederán las facilidades necesarias para su debido cumplimiento.
Todo incidente que se suscitare en el conflicto colectivo será resuelto por el tribunal de
Conciliación y Arbitraje al momento de dictarse la resolución.
3.- El Procedimiento.
Recibido el expediente, remitido por la Dirección de Mediación Laboral, el Inspector
provincial de Trabajo dispondrá que las partes nombradas como vocales principales y
suplentes, dentro de las 48 horas y a quienes les posesionará en las 24 horas
subsiguientes.
En caso de que las partes no designaran a los vocales o los nombrados no llegaren a
posesionarse, la designación será cumplida por el Inspector de Trabajo.
El Presidente del tribunal de Conciliación y Arbitraje señalará día y hora para que tenga
lugar la diligencia de audiencia de conciliación, debiendo ser, por lo menos, dos días
después de posesionados los vocales.
En caso de llegarse a un acuerdo se levantará un acta suscrita por las partes interesadas
y se terminará el conflicto.
Las actas suscritas en las etapas de conciliación y el fallo ejecutoriado, dictado por los
Tribunales de Conciliación y Arbitraje tiene el carácter obligatorio, reconocido para los
contratos colectivos.
El Ministerio del Trabajo y Recursos Humanos, por intermedio de los funcionarios que
presidan los tribunales de Conciliación y Arbitraje tienen la obligación de hacer cumplir las
actas y fallos que den por terminados los conflictos colectivos.
En concordancia a lo dispuesto en el Art. 605, procederá a sancionar de oficio por petición
del Presidente de los Tribunales, a los Empleadores que no cumplan con las obligaciones
de dar o no hacer, determinadas en las actas o fallos.
Los trabajadores pueden presentar posturas dentro del remate de los bienes de propiedad
del Empleador. Cuando el avalúo de los bienes embargados sea mayor al valor del
crédito, consignarán el 10%, de la diferencia.
De ordenarse el embargo de bienes, por parte del presidente del tribunal de Conciliación y
Arbitraje, que estuvieren embargados por disposición judicial (excepto por alimentos),
prevalecerá lo ordenado por el funcionario laboral y el acreedor mantendrá el derecho de
tercerista.
Los recursos
Es la reclamación formulada por quien se cree perjudicado o agraviado por la resolución
de un Juez o tribunal, ante el mismo Juez o superior inmediato, con el fin de que se
reforme o se revoque.
a) Aclaración;
b) Ampliación;
c) Apelación; y,
d) Nulidad.
Los recursos deberán ser interpuestos dentro de los días de notificación del fallo.
Los Tribunales de segunda instancia están conformados por cinco vocales, siendo éstos:
b) dos vocales principales y sus respectivos suplentes, designados por el Empleador y los
Trabajadores, respectivamente.
El Director o Subdirector pueden ser remplazados por quien le subroguen sus funciones y,
en su ausencia el Ministerio de Trabajo, procederá a designar, debiendo un profesional
del Derecho.
Nota: Mediante Ley 2007- 95 del R.O. 205 el 6 de Noviembre del 2007 se crea las
Provincias de Santo Domingo de Tsáchilas y de Santa Elena.
b) Se fijará día y hora para que tenga lugar la diligencia de audiencia de conciliación y
debiendo ser dentro de las 48 horas de posesionados los vocales.
Los honorarios que deben percibir los miembros de los tribunales de Conciliación y
Arbitraje, el Secretario y los Peritos de la primera instancia serán regulados por el Director
General del Trabajo y de la segunda instancia el Ministro de Trabajo.
De la resolución del Directorio del Trabajo se podrá apelar, en el término de dos días, ante
el Subsecretario de Trabajo, quien tiene igual término para resolver. No existe recurso a la
resolución del Ministerio de Trabajo.
Durante el desarrollo de la huelga, se suspenden los efectos del contrato de trabajo, sin
terminar ni extinguir los derechos y obligaciones.
Producida la huelga, la policía Nacional tomará las providencias necesarias para cuidar el
orden, garantizar los derechos del Empleador y de los Trabajadores y prohibir el ingreso
de agitadores o rompe huelgas.
La terminación de la huelga
Los daños y perjuicios en contra de las personas y los bienes, producidos por la
paralización ilegal de los trabajos, son de responsabilidad de los autores.
La huelga Ilícita.
La huelga se calificará como ilícita cuando se declare fuera de los casos previstos y
cuando los trabajadores realicen actos violentos en contra de las personas o causen
perjuicios de consideración en las propiedades.
En los casos de huelga ilícita el Empleador podrá dar por terminadas, las relaciones de
trabajo.
La Huelga Solidaria.
La Ley reconoce el derecho a la huelga, cuando tenga por objeto solidarizarse con
huelgas lícitas declaradas por los Trabajadores de otras empresas.
La suspensión de los trabajos podrá hacerse efectiva tres días después de haber
presentado la resolución al Inspector del Trabajo y tendrá una duración máxima de tres
días laborables.
Las instituciones públicas y las asimiladas podrán declarar la huelga solidaria, observando
las normas especiales señaladas en el numeral 6.6 de este capítulo.
Declarada la huelga solidaria se tomarán las providencias para cuidar e orden y garantizar
los derechos; los Trabajadores podrán permanecer en los locales de trabajo, que no
podrá ser reiniciado ni con Trabajadores sustitutos. El Empleador no estará obligado al
pago de las remuneraciones.
EL PARO
Art: 525 C.T. paro es la suspensión del trabajo acordada por un empleador o
empleadores coligados
El Paro Patronal.
Por la falta de materia prima importada, siempre que no sea por falta de previsión del
Empleador; y,
Por los efectos provocados por una crisis económica general o especial, que afecte
directamente a la empresa, imponiéndose la suspensión del trabajo como único medio
para evitar la liquidación forzosa.
Terminado el paro, el Empleador esta obligado a admitir a los mismos Trabajadores que
prestaban sus servicios.
Corresponde al Tribunal y al Empleador publicar por la prensa o por carteles con ocho
días, por lo menos de anticipación, la fecha de reinicio del trabajo.
Los derechos de los trabajadores, caducan a los tres días de reiniciado el trabajo.
El Paro Ilegal
El paro autorizado, por la creación exprofeso de circunstancias o por otros medios falsos,
hacen responsables a los Empleadores y sus representantes de las sanciones prescritas
en el Código Penal, sin perjuicio de reanudar las labores, pagar las remuneraciones a los
Trabajadores y las indemnizaciones en los casos de despido intempestivo
Clases de conflictos
La doctrina laboral califica como conflictos de derecho a las divergencias provenientes del
incumplimiento de disposiciones legales, contractuales, reglamentarias; y, como conflictos
de intereses o económicos, a aquellos que provienen de las pretensiones de los
trabajadores de mejorar las condiciones de trabajo, presentadas como aspiraciones de los
mismos. En ambos casos, las posiciones de las dos partes de la relación laboral, por no
encontrar un punto de coincidencia que permita un acuerdo, determinan el surgimiento de
un conflicto colectivo, legalmente considerado, sin que con esto deba entenderse la
inexistencia de conflicto si no se ha presentado un pliego de peticiones por parte de los
trabajadores, pues aún existiendo tales confrontaciones entre empleador y trabajadores,
no siempre estos últimos cuentan con las posibilidades legales para presentar ante las
autoridades laborales las divergencias existentes, con fines de obtener atención a los
mismos, por lo que puede concluirse que en muchos casos existen conflictos latentes.
Forma de solución
Una vez que el pliego de peticiones ha sido presentado al inspector del trabajo para el
trámite respectivo, la Ley establece tres momentos en que podría llegarse a la superación
del conflicto: la mediación, la conciliación y el arbitraje, las dos primeras tienen como base
el consentimiento o acuerdo de las partes, siempre que exista una voluntad conjunta de
lograrlo, la misma que, incluso puede cristalizarse en cualquier momento del conflicto, de
manera directa.
En esta etapa los funcionarios respectivos convocan a las partes a efecto de buscar que
permitan supera el conflicto.
La conciliación es una etapa del trámite del pliego de peticiones a cargo de los tribunales
de conciliación y arbitraje de primera instancia y superior, cuya actuación es similar a la
mediación; pues se trata de un tercero que sugiere formas de solución, por lo que resulta
extraño que se haya incorporado la mediación al trámite del conflicto, pues lo único que
se propició es la dilatación de los trámites. La verdadera conciliación es la que surge del
acuerdo directo de las partes.
La huelga, en sentido general, solo puede ser declarada dentro de un conflicto, es decir
en la tramitación de un pliego de peticiones y son excepcionalmente y con la urgencia de
formalizarla presentando un pliego de peticiones cuando los empleadores realicen actos
como retiro de maquinaria con el propósito de desmantelar la industria o negocio.
Las reformas al Código del Trabajo en el año 1991 mediante Ley No. 133 en lo que hace
relación a los conflictos colectivos y la huelga, han determinado que en la práctica, tanto
los unos como la otra hayan perdido eficacia como instrumentos jurídicos utilizados por
los trabajadores para la consecución de sus reivindicaciones. No de otra manera puede
entenderse la drástica disminución de conflictos a tramitarse en las dependencias del
Ministerio de Trabajo y la casi inexistente presencia de huelgas en el país, razón por la
que, en muchos casos, los trabajadores han adoptado por otros medios, como los de la
justicia constitucional.
3. Las medidas de conflicto colectivo son medios de presión unilaterales de los sujetos en
conflicto con la finalidad de conseguir una solución favorable a sus propios intereses. El
art. 37.2 de la C.E. reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar
medidas de conflicto colectivo, remitiéndose a una futura ley para su desarrollo. Este
derecho está limitado por el respeto al funcionamiento de los servicios esenciales de la
comunidad.
Por parte de los trabajadores cabe destacar las siguientes medidas: 1.º) La huelga,
recogida en el art. 28.2 de la C.E. como derecho fundamental, que consiste en el cese del
trabajo; durante la misma pueden existir piquetes de trabajadores que informan sobre los
motivos de la huelga y pretenden persuadir a quienes no la secundan. 2.º) El boicot, que
consiste en el intento por parte de los trabajadores de impedir las relaciones comerciales
de los empresarios en conflicto con terceros. 3.º) El ejercicio de los derechos
constitucionales de libertad de expresión (art. 20 C.E.), de reunión y manifestación (art. 21
C.E.). Por parte del empresario, fundamentalmente, las medidas son las siguientes: 1.º) El
cierre patronal o clausura temporal del centro de trabajo. 2.º) El ejercicio del poder de
dirección del empresario a través de políticas de movilidad de trabajadores, retribuciones,
sanciones, premios, etc. 3.º) El ejercicio de los derechos constitucionales de libertad de
expresión (art. 20 C.E.), de reunión y de manifestación (art. 21 C.E.).
- El art. 89.4 del E.T. establece que ante una discrepancia, en cualquier momento de la
negociación de un convenio colectivo, las partes pueden acordar la intervención de un
mediador designado por ellas.
- El art. 85.3.e del E.T. determina que las comisiones paritarias de los convenios
colectivos han de entender de cuantas cuestiones les sean atribuidas relativas a la
aplicación e interpretación del propio convenio, entre las que cabe la solución de
conflictos jurídicos en torno al mismo. Así mismo, esta misma disposición establece como
contenido mínimo de los convenios colectivos la regulación de los procedimientos para
solventar las discrepancias en el seno de las comisiones paritarias. Concretamente, el art.
82.3 del E.T. prevé la actuación subsidiaria, en defecto de pacto colectivo de empresa, de
la comisión paritaria de los convenios colectivos supraempresariales en casos de
descuelgue salarial.
- El art. 85.1 del E.T. menciona como posible contenido de los convenios colectivos
procedimientos para resolver discrepancias surgidas en los periodos de consulta de los
arts. 40, 41, 47 y 51 del E.T.
- El art. 91 del E.T. posibilita que los convenios colectivos y acuerdos del art. 83 del E.T.
establezcan sistemas para la solución extrajudicial de conflictos colectivos. En este
sentido, estatalmente se ha firmado el ASEC y, autonómicamente, todas las
Comunidades Autónomas cuentan con un acuerdo de este tipo, a excepción del
Principado de Asturias. Esta posibilidad viene acompañada de una serie de garantías: 1.ª)
El art. 154.1 de la L.P.L. equipara a la conciliación previa ante el servicio administrativo
correspondiente la que se realice ante los órganos convencionales de solución
extrajudicial. 2.ª) De acuerdo con el art. 65 de la L.P.L., la presentación de la solicitud de
conciliación, así como el compromiso arbitral, suspenden e interrumpen los plazos de
caducidad y prescripción de las acciones. 3.ª) El art. 154.2 de la L.P.L. señala que lo
acordado en conciliación tiene la misma eficacia atribuida a los convenios colectivos
estatutarios siempre que las partes ostenten la legitimación requerida por el E.T.; de la
misma forma, cuando se cumplan con los requisitos de legitimación estatutarios, el art.
91.3 del E.T. otorga esta eficacia a los laudos arbitrajes. 4.ª) El art. 67.1 de la L.P.L.
dispone que el acuerdo fruto de la conciliación puede ser impugnado por las partes y por
terceros perjudicados, mediante el ejercicio de la acción de nulidad por las causas que
invalidan los contratos; por su parte, el art. 91.4 del E.T. señala que los laudos son
impugnables conforme a los procedimientos previstos para los convenios colectivos,
añadiendo que también son impugnables por incumplimiento del procedimiento o cuando
se resuelvan cuestiones no controvertidas. 5.ª) El art. 68 de la L.P.L. determina que lo
acordado en conciliación es directamente ejecutable, como también lo hace la DA 7.ª de
la L.P.L. respecto de los laudos arbitrales.
- El art. 76 del E.T. establece que para controversias surgidas con ocasión del proceso de
elección de los representantes de los trabajadores en la empresa, se nombrarán árbitros
por parte de los sindicatos más representativos y suficientemente representativos en el
ámbito del litigio por unanimidad o, en su defecto, por la Autoridad laboral.