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del parénquima cerebral. El sistema ventricular está compuesto por dos ventrículos
laterales, el tercer ventrículo, el acueducto cerebral y el cuarto ventrículo. El plexo
coroideo de los ventrículos produce LCR, que llena el ventrículo y el espacio
subaracnoideo en un ciclo constante de producción y reabsorción.
Es una sustancia rica en glucosa, vitaminas, hormonas, aminoácidos, ácidos nucleicos, electrolitos,
glóbulos blancos. Todos ellos componentes que permiten que todo el sistema nervioso central
esté siempre bien oxigenado y nutrido.
Luego, el LCR se absorbe en la circulación venosa cerebral a través de las granulaciones de
Pacchion (aracnoides). Cualquier bloqueo u obstrucción en esta vía producirá hidrocefalia
obstructiva y, si es permanente, requerirá una derivación. A veces, estas granulaciones se
obstruyen a causa de los productos sanguíneos o el alto contenido de proteínas y no funcionan
adecuadamente, lo que produce hidrocefalia comunicante.
Los signos y síntomas de la hidrocefalia están relacionados directamente con los de la hipertensión
intracraneana y dependen del tiempo de instalación del proceso (agudo o crónico) y de la edad del
paciente
Se clasifican según sean producidas por trastornos en la producción, reabsorción o circulación del
LCR y de acuerdo a la presión intracraneana en: normo o hipertensivas. El objetivo del tratamiento
en todos los casos es restablecer el equilibrio del LCR para así normalizar la presión intracraneana.
El método más simple y eficaz es la derivación del LCR desde la cavidad ventricular hacia cualquier
otra cavidad con capacidad de absorción. Durante más de 40 años, la derivación ventricular a la
cavidad peritoneal ha sido el método de elección y prácticamente el único, debido a que el
peritoneo tiene una gran capacidad de absorción (diariamente se producen unos 450 ml de LCR).
Seguimiento POP: Rx (Radiografía directa de cráneo, tórax y abdomen de pie), ecografía abdominal
y TC (tomografía de cerebro y abdóminopelviana).
El catéter peritoneal es la porción del tubo que va por debajo de la piel hasta llegar al abdomen
llevando el líquido cefalorraquídeo (LCR) a cavidad peritoneal donde es absorbido por el cuerpo.
La válvula regula la presión del flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR) y evita el contraflujo del
líquido espinal hacia los ventrículos. Las válvulas están diseñadas para funcionar a baja, mediana o
alta presión. Dependiendo de la naturaleza particular de la hidrocefalia del paciente, su
neurocirujano seleccionará una presión apropiada en la válvula para acomodar a sus necesidades.
Algunos modelos de válvulas tienen un aparato de control de encender y apagar.
Esta cámara sirve para varios propósitos importantes. Permite al facultativo recoger muestras del
líquido cefalorraquídeo (LCR) de la derivación con una aguja y jeringa e inyectar la cámara para
probar el funcionamiento del sistema y también para tratamiento. La cámara también permite
irrigar o bombear la derivación.
Cuando la presión en el cerebro se eleva demasiado, se abre la válvula. Esto permite que el líquido
drene desde el cerebro hasta el espacio peritoneal. Desde allí, el líquido sobrante es absorbido por
el torrente sanguíneo y los riñones lo filtran. Después, el cuerpo elimina el líquido sobrante con la
orina.
Existen tres formas de complicación de los sistemas DV: alteración mecánica, alteración funcional
e infección del sistema.
Bloqueo por desconexión, mala posición y catéter fijo al plexo coroideo, 43%. (n = 46
pacientes)
Migración del catéter, 10%. (n = 11 pacientes)
Hemorragia o colección subdural por descompresión brusca,10%. (n =11 pacientes.) -
Infección, 6,5%. (n = 7 pacientes)
Síndrome de los ventrículos colapsados, 8,4%. (n = 9 pacientes)
Con respecto a las infecciones, el riesgo de las mismas, ha disminuido paulatinamente por el uso
de profilaxis antibiótica.
Las complicaciones más frecuentes de los sistemas de derivación ventricular, se deben al mal
funcionamiento de los mismos. Lamentablemente estos pacientes son asintomáticos o bien tienen
un cuadro clínico inespecífico, por lo que muchos de ellos son sometidos a estudios
imagenológicos para llegar al diagnóstico. Una vez que se realiza la inserción de la derivación, se
debería hacer un control para confirmar su correcta posición. El método de elección para esto es
la Rx y TC, al igual que para su seguimiento y control, donde la ecografía también hace su aporte.
TC o ecografía. Para asegurar la continuidad del catéter se deben obtener Rx de cráneo, tórax y
abdomen de pie. El catéter, con el tiempo, puede degradarse, debido a una reacción
granulomatosa, hecho que se manifiesta por la presencia de pequeñas calcificaciones
circundantes.