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El documento describe las tres partes principales de un fruto: el epicarpio, la capa externa; el mesocarpio, la capa intermedia que contiene sustancias de reserva; y el endocarpio, la capa interna protectora alrededor de las semillas. También describe las tres partes principales de una semilla: el embrión, que se desarrolla a partir de la fecundación; el endospermo, que almacena reservas nutritivas para el embrión; y el tegumento, que protege el embrión.
El documento describe las tres partes principales de un fruto: el epicarpio, la capa externa; el mesocarpio, la capa intermedia que contiene sustancias de reserva; y el endocarpio, la capa interna protectora alrededor de las semillas. También describe las tres partes principales de una semilla: el embrión, que se desarrolla a partir de la fecundación; el endospermo, que almacena reservas nutritivas para el embrión; y el tegumento, que protege el embrión.
El documento describe las tres partes principales de un fruto: el epicarpio, la capa externa; el mesocarpio, la capa intermedia que contiene sustancias de reserva; y el endocarpio, la capa interna protectora alrededor de las semillas. También describe las tres partes principales de una semilla: el embrión, que se desarrolla a partir de la fecundación; el endospermo, que almacena reservas nutritivas para el embrión; y el tegumento, que protege el embrión.
El epicarpio: Son epicarpios tanto la piel de la
manzana como la parte espinosa de un cardo o la
cáscara de un fruto seco. Se dividen en polícromos, lisos, granulares, pubescentes y espinosos. El mesocarpio es la capa intermedia, que contiene las sustancias de reserva. En los frutos inmaduros, estas sustancias son ácidos cítrico, tartárico y málico, que ayudan a la semilla a desarrollarse por completo a la vez que dan al fruto un sabor desagradable para no ser consumido aún. El endocarpio es la parte más interna del fruto, y consiste habitualmente en una capa protectora en torno a las semillas, habitualmente más duro y que a veces contiene también sustancias de reserva.
Embrión: El embrión, como hemos comentado en el
apartado anterior, resulta de la unión de un gameto masculino y un gameto femenino durante el proceso de la fecundación, a partir del cual, se va a desarrollar la nueva planta. El endospermo, es el tejido que tiene la función de acumular las reservas seminales, que no son más, que sustancias nutritivas para el embrión. El objetivo de este tejido es proporcionar nutrientes al embrión y a las primeras fases de desarrollo de la plántula. El tegumento o epispermo es la estructura u órganos de protección. Estas estructuras proporcionan protección mecánica al embrión, haciendo posible manejar las semillas sin dañarlas, permitiendo así transportarlas a grandes distancias y almacenarlas durante periodos considerables. Las articulaciones son zonas de unión entre los huesos o entre los cartílagos del esqueleto. Cumplen una función muy importante, al permitirte doblar las distintas extremidades de tu cuerpo. Si no existieran, serías una estructura totalmente rígida y no podrías realizar movimientos. El cuerpo humano tiene diversos tipos de articulaciones móviles. La cadera y el hombro que permiten movimientos libres en todas las direcciones. Los codos, las rodillas y los dedos tienen articulaciones en bisagra, de modo que sólo es posible la movilidad en un sentido. Las articulaciones que permiten solo la rotación, son características de las dos primeras vertebras; es además, la articulación que hace posible que gires la cabeza de un lado a otro.