Está en la página 1de 8

LAS RELACIONES PARENTALES

Claudia Verónica Berny Castañeda


Y SU INFLUENCIA EN ELy RENDIMIENTO ESCOLAR
Naty Berenice Pardo Santana
EN LOS ADOLESCENTES DE BACHILLERATO.
Naty Berenice Pardo Santana y Claudia Verónica Berny Castañeda

INTRODUCCIÓN:
El 2 de febrero de 2007, el entonces rector de UNAM, Juan Ramón de la Fuente, y
Josefina Vásquez Mota, entonces titular de la SEP, presentaron los textos para
Bachillerato Conocimientos Fundamentales. Durante dicha presentación1 se dieron a
conocer algunas cifras significativas de deserción escolar: sólo 6 de cada 10 alumnos
concluyen el nivel Bachillerato, siendo notable que es el nivel que representa más índices
de deserción educativa en México. Así pues, sólo concluyen el Bachillerato el 59% de los
que ingresan. Las causas por la que se da esta deserción son diversas: embarazos, mala
estabilidad económica, cambio de residencia, incorporación al medio laboral, sentimientos
de fracaso escolar, depresión, por mencionar algunas.
Muchos adultos ven a la adolescencia como un peligro actual: carente de valores,
responsabilidades y proyectos, sin darse cuenta que los problemas que les atañen a los
jóvenes son consecuencia de los problemas sociales que han heredado de las anteriores
generaciones: desintegración familiar, violencia, pobreza, desempleo, estrés, consumismo,
frivolidad… Todos los factores ambientales y sociales que nos rodean, influyen en el
desarrollo integral, si están presentes los que afecten su área socio-afectiva pueden
causar sentimientos negativos que se revelarán más adelante; por consecuencia
tendremos adolescentes con problemas de drogadicción, indiferentes a la escuela,
violentos, depresivos, etcétera.
Hay alumnos que ingresan al Bachillerato sintiéndose inseguros, incapaces de
aportar sus propias ideas, con conductas despectivas hacia las actividades escolares.
Este sentimiento de “sentirse menos”, puede ocasionar que el adolescente no tenga buen
rendimiento académico o, simplemente, abandone sus estudios.
La sociedad urbana actual ha originado múltiples influencias en cada ser humano,
pero el caso que nos interesa en el presente proyecto es el adolescente de nivel medio
superior. El crecimiento demográfico se ha concentrado más en las ciudades,
diversificando estilos de vida y costumbres, los factores de interrelación social más
importantes pueden provenir de la familia, la escuela y la comunidad local.
En la presente investigación, nos dirigimos a conocer de qué manera influye la
forma en cómo se relacionan los estudiantes con su familia, en específico con sus padres,
y si ésta relación influye de alguna manera con su rendimiento académico.

1
http://www.jornada.unam.mx/2007/02/02/index.php?section=sociedad&article=045n1soc. Consultado en
junio 2007.
1
DESARROLLO

Las dificultades emocionales de un adolescente se pueden manifestar de tres maneras: a


nivel conductual, cognitivo y fisiológico. Algunas de estas manifestaciones se pueden
presentar en forma de rechazo a la escuela, depresión o esquizofrenia. Así pues, los
adolescentes pueden presentar problemas académicos que no están incluidos en la
categoría de trastornos del aprendizaje ni tampoco en los trastornos de la comunicación.
Con esto queremos decir, que un estudiante con inteligencia “normal” puede fracasar o
rendir menos en sus estudios a causa de otros obstáculos, los cuales pueden ser:
ansiedad, depresión, duelo, estrés, drogadicción, maltratos (psicológicos, físicos o
sexuales), enfermedades físicas no diagnosticadas o por razones propiamente
académicas.
De acuerdo a nuestro marco teórico, principalmente apoyado en las aportaciones
de Dovla Nicolson y Harry Mayers2, se han desarrollado diversos enfoques teóricos
referidos a los problemas de la adolescencia3. Con respecto al enfoque ecosistémico las
dificultades emocionales y conductuales son resultado de interacciones negativas entre
individuos y otros subsistemas, por ejemplo: padres y otros sistemas como la escuela y la
comunidad local. Los autores nos mencionan que las interacciones negativas pueden
deberse a percepciones erróneas que tengan los individuos sobre ellos mismos o sobre los
demás; y pueden aumentar cuando se refuerza mutuamente, derivándose cadenas cíclicas
de acciones y respuesta a esas acciones.
La teoría general de sistemas4, dentro del enfoque ecosistémico, pone el énfasis en
las interacciones dentro de los sistemas y entre ellos; con esto queremos decir que no
sólo importan las características personales de los individuos, sino también las relaciones
entre unos y otros y entre éstos y los sistemas en los que están insertos. Las creencias y
acciones de las personas no sólo influyen en su medio, sino que el medio también influye
en las creencias y acciones de cada individuo.
En relación a la familia, la cual es un subsistema, podemos ver que su estructura
familiar puede tener algún grado de influencia con recto a nuestro tema.
Como terapeuta clínica, Aberastury5 le concede suma importancia a la relación con
los padres en la construcción de la identidad del adolescente y este enfoque juega un
papel importante para poder explicar cómo es que la familia incide en el proceso de la
génesis de la depresión. Por otro lado, Octavio Fernández, analiza sobre la apreciación
que se tiene del adolescente como algo que “padece” la familia. De hecho, desarrolla el
concepto de “generación en pugna” como hecho individual (la adolescencia vs. el

2
Dovla Nicolson y Harry Ayers. Problemas de la adolescencia. Madrid: Narcea, 2002.
3
Como el enfoque conductual basado en las aportaciones de Pavolv y Skinner; el enfoque cognitivo-
conductual en el cual destacamos a Bandura; y el enfoque ecosistémico.
4
Von Bertalanffy y Beateson.
Aberastury, A. y Knobel, M. La adolescencia normal. : Buenos Aires: Editorial Paidós, 1976.
5

2
adolescente) y como hecho individual (el adolescente vs. la familia. Por lo tanto la crisis
se presenta tanto en el adolescente como en la familia.
Para conocer de qué manera influye las relaciones de los padres con el rendimiento
académico de los alumnos de bachillerato, realizamos cuestionarios a una población de
100 estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, de la Universidad Nacional
Autónoma de México, plantel Oriente, ubicado en la colonia Agrícola Oriental de la
Ciudad de México. A nuestros encuestados se les planteó que sus respuestas serían
anónimas y confidenciales. La visión6 del Colegio de Ciencias y Humanidades es la
consolidación de sujetos actores de su propia formación, de la cultura de su medio,
capaces de obtener, jerarquizar y validar información, utilizando instrumentos clásicos y
técnicos para resolver con ello problemas nuevos. Su filosofía se basa en el desarrollo de
un alumno crítico que aprenda a aprender, a hacer y a ser.
Nuestras preguntas estuvieron encaminadas a conocer, dentro de dicha institución
escolar: ¿Cuáles son las causas por las que piensan que un alumno puede tener un bajo
promedio escolar? ¿Hay alguna manera de definir de qué tipo son las relaciones que los
alumnos tienen con sus padres? ¿Los alumnos que presentan bajo rendimiento académico
tienen malas relaciones con sus padres? ¿Influye de alguna manera la escolaridad y la
ocupación de los padres? ¿Los alumnos se sienten motivados por sus familias con respecto
a sus estudios?
Habiendo planteado lo anterior nuestro objetivo general es: “Conocer cómo es la
relación que el alumno tiene con sus padres y si ésta relación incide en el rendimiento
escolar de los adolescentes de bachillerato.”
Por otra parte los objetivos específicos de nuestra investigación son los
siguientes:
a) Conocer cuáles son los factores que influyen para que un alumno tenga bajo
rendimiento académico.
b) Analizar la incidencia de la mala relación parental en el estudiante de bachillerato y sí
está se relaciona con su promedio.
c) Analizar si el tipo de estructura familiar tiene relación con el promedio de los
estudiantes.
d) Conocer si el nivel de escolaridad y la ocupación de los padres tiene relación con el
rendimiento de los estudiantes.
e) Comparar si los estudiantes con mayor promedio son los que se sienten más motivados
por sus padres.
Como resultados de nuestra prueba diagnóstico, tenemos que el 35% de los
cuestionarios fueron contestados por hombres y el 65% fueron contestados por mujeres.
Nuestro universo de estudio fueron estudiantes de 15 a 21 años, siendo la edad promedio
de 17,2 años de edad.

6
www.cch.unam.mx. Consultado el 29 de mayo del 2011.
3
Se les pidió su opinión de ¿por qué un estudiante puede tener bajo rendimiento
escolar? Los datos arrojados son los siguientes:

Gráfica 1
Ésta gráfica (ver gráfica 1) representa lo que “piensan” los estudiantes como causas
para el bajo rendimiento de los alumnos, apreciamos que la principal causa es el
desinterés; por lo tanto, los problemas familiares que según nuestro marco teórico son
los más importantes (si bien ocupan el segundo lugar), ya no son tan relevantes según el
punto de vista de las jóvenes generaciones.
Se les pidió a los estudiantes que escribieran sus promedios tanto de secundaria como
de bachillerato.

Gráfica 2
Según las respuestas (ver gráfica 2) el promedio general de secundaria fue de
8,42 y el de bachillerato 7,77. Podemos apreciar que en el nivel bachillerato las
calificaciones bajan con respecto a los promedios que se tenían en secundaria, lo cual
puede ser una evidencia de que el rendimiento académico de los estudiantes es aún menor
en el bachillerato que en la secundaria. Aunque, con respecto al promedio más alto, no hay
una diferencia significativa.
4
A partir de éste punto, los estudiantes se dividieron en dos grupos de 50 alumnos
cada uno. El primero grupo corresponde a los alumnos con promedio más alto (de 8 a 9,8)
y el segundo grupo a los alumnos con promedio más bajo (de 6 a 7,9). Los alumnos con
promedio más alto estarán representados con el color rojo y los alumnos con promedio
más alto con color azul.
La siguiente pregunta fue realizada para conocer el tipo de estructura familiar; es
importante mencionar que nosotras no tenemos prejuicios en torno a las familias que no
son las “convencionales”, simplemente nos basamos en indicadores. De hecho, estamos
seguras que una familia perfectamente integrada también puede tener elementos
predisponentes para desencadenar una depresión en el adolescente. De cualquier forma,
elaboramos la siguiente hipótesis: EL TIPO DE ESTRUCTURA FAMILIAR TIENE
RELACIÓN CON EL PROMEDIO DE LOS ALUMNOS DE BACHILLERATO.

Gráfica 3

A partir de los datos obtenidos (ver gráfica 3), realizamos una prueba de
validación de datos (Chi Cuadrada), con la cual nuestra hipótesis resulto nula; por lo
tanto: EL TIPO DE ESTRUCTURA FAMILIAR NO TIENE RELACIÓN CON EL
PROMEDIO DE LOS ALUMNOS DE BACHILLERATO. Podría pensarse que las familias
monoparentales tienen hijos con promedios más bajos que las familias nucleares, pero no
hay una diferencia significativa, por lo tanto puede tratarse de un prejuicio social.
Hay un dicho que dice “La familia pequeña, vive mejor”, por ello procedimos a
conocer si el número de hermanos tiene alguna relación con el promedio de los
estudiantes. Con respecto al número de hermanos y el promedio del estudiante no hay
diferencias significativas; de hecho hay más alumnos que son hijos únicos que están en el
grupo de alumnos con promedio más bajo. Sólo mencionaremos que el promedio de
hermanos en los alumnos con promedio más alto es de 1,4 hermanos, y el promedio de
hermanos en alumnos con promedio más bajo es de 1,28 hermanos.

5
La siguiente pregunta fue con respecto al tipo de relación parental, según nuestro
marco teórico7 hay cuatro tipos de estilos parentales8: autoritario o controlador,
permisivo, comunicativo e indiferente. Con base a ellos realizamos nuestra siguiente
hipótesis: EL TIPO DE RELACIÓN PARENTAL TIENE RELACIÓN CON EL PROMEDIO
DE LOS ALUMNOS DE BACHILLERATO. A los alumnos se les cuestiono acerca del tipo
de relación que llevan con su familia:

Gráfica 4
Tampoco en este caso, nuestra pregunta más importante, hay diferencia
significativa (Ver gráfica 4). Rechazamos, por medio de nuestra prueba de validación de
datos (Chi Cuadrada), la hipótesis de que el tipo de relación parental tiene relación con el
promedio de los alumnos de bachillerato; por lo tanto: EL TIPO DE RELACIÓN
PARENTAL NO TIENE RELACIÓN CON EL PROMEDIO DE LOS ALUMNOS DE
BACHILLERATO. Solamente hay una diferencia con respecto a que los padres permisivos
tienen mayor incidencia en los alumnos con promedio más bajo.
Ahora bien, de igual manera, realizamos preguntas para conocer acerca del nivel de
escolaridad tanto del padre como de la madre, así como su ocupación. Los datos con
respecto a la escolaridad de ambos padres no arrojaron datos significativos, en los dos
grupos hay padres y madres con primaria, secundaria, bachillerato, licenciatura e, incluso,
posgrado; salvo en el caso de que hay más padres con nivel licenciatura y menos padres
con nivel secundaria en el grupo de los alumnos con promedio más alto comparado con el
grupo de alumnos con promedio más bajo; pero los demás niveles están muy similares. En
el caso de las madres no hay diferencias, con respecto a la escolaridad de las madres de
alumnos con promedio más alto comparado con los alumnos con promedio más bajo. Y, con
respecto a la ocupación de los padres, las diferencias son aún menos significativas: en
ambos grupos hay profesionistas, empleados, obreros, comerciantes, técnicos, jubilados y
desempleados. Es importante mencionar que muchos alumnos no contestaron a ésta
pregunta, y fueron los mismo alumnos que expresaron pertenecer a una familia

Dovla Nicolson y Harry Ayers. Op. Cit. p. 131.


7
8
Ibíd. pág. 131.
6
monoparental; ésta incidencia de casos fue igual en alumnos con promedio más bajo (12%)
comparado con el grupo de alumnos con promedio más alto (12%). Lo más significativo de
estas preguntas fue con respecto a la ocupación de las madres (ver gráfica 5):

Gráfica 5

Lo más interesante de esta gráfica es que se rompe con otro prejuicio social de
que la madre tiene que dedicarse únicamente al hogar por el bien de sus hijos. Vemos
cómo el porcentaje de amas de casa es exactamente el mismo en el grupo de los alumnos
con promedio más alto comparado con el grupo de los alumnos con promedio más bajo.
Y, por último, veremos cómo afecta la motivación de los padres hacia sus hijos, con
respecto a sus estudios. Los datos obtenidos fueron los siguientes (ver gráfica 6):

Gráfica 6
Por lo tanto, con respecto a la motivación de los padres hacia los hijos no hay diferencia
para el alto o el bajo rendimiento académico.

7
CONCLUSIONES

Existe la necesidad de que la escuela sea un espacio para contribuir en el desarrollo


integral de los alumnos, brindando oportunidades de aprendizaje y experiencias que
puedan integrar en su cotidianeidad. En el nivel Bachillerato, los alumnos ya cuentan con
un cúmulo de vivencias que los han conformado como individuos, tanto en el ámbito
familiar, social y escolar. La finalidad sería reafirmar individuos seguros, autónomos,
creativos y participativos, integrados en la sociedad; sin embargo, lo anterior es un
camino difícil en casos específicos de estudiantes.
Gracias a nuestra investigación podemos concluir con la afirmación de que el tipo
de relación parental y el tipo de estructura familiar, si bien pueden influir de alguna
manera, no son los factores más predominantes para que un alumno pueda tener un buen o
mal rendimiento académico. Existen otros problemas o necesidades que pueden estar en
la comunidad local, en la misma escuela, o en la sociedad en general: violencia, pobreza,
intolerancia, falta de oportunidades, desencanto, desilusión, indiferencia, vacio, que
incluso están en los temas filosóficos contemporáneos, pueden ser los factores más
determinantes para los problemas académicos en la actualidad.
Pensamos que el tema es pertinente para futuras investigaciones, considerando que
el nivel medio superior es una etapa decisiva en la vida académica, ya que es en este
punto donde muchos alumnos deciden continuar con sus estudios o bien entrar al campo
laboral. Creemos que llevar a cabo investigaciones sobre las problemáticas sociales que
actualmente influyen en los adolescentes es muy importante, porque representa una de
las etapas más vulnerables en el ser humano.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
Aberastury, A. y Knobel, M. La adolescencia normal. : Buenos Aires: Editorial Paidós, 1976.
Fernández, Octavio. Abordaje teórico y clínico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visión,
1999.
Hernández Sampieri, Roberto. Metodología de la investigación, México, Mc Graw Hill, 2000.
Levin, Jack. Fundamentos de Estadística aplicada a la investigación, Editorial Alfaomega Grupo
Editor Argentino S.A. Edición, 2004.
Nicolson, Dovla y Harry Ayers. Problemas de la adolescencia. Madrid: Narcea, 2002.
Peláez, Paula y Ximena Luengo. El adolescente y sus problemas. Chile: Andrés Bello, 1996.
Sherif, Musafer y Carloly W. Sherif. Problemas de la juventud. México: Trillas, 1970.
PÁGINAS ELECTRÓNICAS CONSULTADAS:
www.cch.unam.mx. Consultado el 29 de mayo del 2007.
www.cch-oriente.unam.mx Consultado el 29 de mayo del 2007.
http://www.jornada.unam.mx/2007/02/02/index.php?section=sociedad&article=045n1soc
Consultado en junio 2007.

También podría gustarte