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Teología
estudio de aquello que se considera
sagrado o divino

La teología (del griego θεος [theos], ‘Dios/deidad’, y λογος [logos], ‘estudio) es la disciplina
que estudia el conjunto de conocimientos acerca de Dios, sus atributos y sus
perfecciones.[1] Y, más ampliamente, al estudio de las creencias religiosas como dogmas y
conceptos, entre otros.

El empleo de esta palabra se atribuye al pensamiento politeísta de la Antigua Grecia, y a los


filósofos griegos entre los siglos IV y V a. C. Este término fue usado por primera vez por
Platón en La República (año 379 a. C.)[2] para referirse a la comprensión de la naturaleza
divina por medio de la razón, en oposición a la comprensión literaria propia de sus poetas
coetáneos. Adimanto preguntó a Sócrates cuáles serían las líneas generales de las razones
que podríamos dar sobre los dioses (οἱ τύποι περὶ θεολογιάς τίνες ἄν εἶεν;, Rep. II, XVIII,
citado por Platón, año 379 a. C.). Más tarde, Aristóteles (año 350 a. C) empleó el término en
numerosas ocasiones con dos significados:

Teología al principio como denominación del pensamiento mitológico inmediatamente


previo a la Filosofía, en un sentido peyorativo, y sobre todo usado para llamar teólogos a
los pensadores antiguos no-filósofos (como Hesíodo y Ferécides de Siros).[3]

Teología como una rama fundamental y la más importante de la Filosofía, también llamada
filosofía primera o estudio de los primeros principios, más tarde llamada Metafísica por sus
seguidores y que para distinguirla del estudio del ser creado por Dios, nace la filosofía
teológica que se la denomina también teodicea o teología filosófica (véase Teodicea).[3]

San Agustín tomó el concepto teología natural (theologia naturalis) de la gran obra
Antiquitates rerum divinatum de Marco Terencio Varrón, como única teología verdadera de
entre las tres presentadas por Varrón: la mítica, la política y la natural.[4] [5] Sobre esta, situó
la teología sobrenatural (theologia supernaturalis) basada en los datos de la revelación y por
tanto considerada superior.[6] La teología sobrenatural, situada fuera del campo de acción de
la filosofía, no estaba por debajo, sino por encima de esta y la consideraba su sierva, que la
ayudaría en la comprensión de Dios.[6]

Teodicea es un término empleado actualmente como sinónimo de teología natural. Fue


creado en el siglo XVIII por Leibniz como título de una de sus obras: «Ensayo de Teodicea.
Acerca de la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal», si bien Leibniz se
refería con teodicea a cualquier investigación cuyo fin fuera explicar la existencia del mal y
justificar la bondad de Dios.[7]

Las ramas de la teología son teología natural o racional, teología dogmática y revelada y
teología moral. A estas se las puede calificar de cristianas; «católicas», «protestantes»,
«ortodoxas», etc. Existe una retórica sagrada o cristiana, el Ars Praedicandi, de importante
desarrollo medieval. Ciertamente, gran parte de todas estas disciplinas posee profundo
desarrollo en los ámbitos correspondientes a las distintas religiones, si bien es en las
llamadas «religiones del libro», especialmente en la cristiana, donde disfrutan de mayor
especificidad. Dos distinciones contemporáneas muy extendidas, que designan meramente
corrientes de pensamiento y no campos disciplinares, son teología de la liberación y teología
negativa. El término «ciencias eclesiásticas» (aun vigente a fines del XVIII en la obra de Juan
Andrés) englobaba la "teología", derecho canónico, derecho eclesiástico, historia de la Iglesia
y escriturística, que ahora caen bajo la teología.

En las religiones abrahámicas

Apología cristiana

Esta sección es un extracto de Apología cristiana.[editar (https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Apolog%C
3%ADa_cristiana&action=edit) ]

La apología cristiana (del griego ἀπολογία, "defensa verbal, discurso en defensa") es el área
de la teología que se especializa en usar argumentos racionales para defender y difundir el
cristianismo. Los apologistas cristianos defienden su punto de vista por medio de evidencia
histórica, argumentos filosóficos, evidencia científica y el razonamiento lógico, entre otros.
Pese a que algunos creacionistas son considerados apologistas, generalmente son una
minoría en esta área de la teología.

La apología cristiana se remonta al apóstol Pablo, ha evolucionado durante los siglos e


incluye a célebres filósofos medievales como San Justino Mártir, san Agustín de Hipona o
Santo Tomás de Aquino.[8] Algunos apologistas de la época moderna fueron C.S. Lewis y G.
K. Chesterton. En el presente, algunos apologistas destacados son el filósofo y teólogo
William Lane Craig y el biólogo genetista Francis Collins, exdirector del Proyecto Genoma
Humano.

Teología católica

El término teología, por tanto, no es inicialmente de origen cristiano. Solo a través de un
proceso progresivo se impone tanto en Oriente como en Occidente el uso cristiano del
término «teología». Para Clemente de Alejandría, indica el «conocimiento de las cosas
divinas». Para Orígenes expresa la «verdadera doctrina sobre Dios y sobre Jesucristo como
Salvador». Corresponde a Eusebio el privilegio de haber aplicado por primera vez el atributo
theologos a Juan el Evangelista, ya que en su evangelio escribió una «eminente doctrina
sobre Dios». A partir de él, la Iglesia Católica afirma que la teología indica la verdadera
doctrina, la cristiana, en oposición a la falsa doctrina que enseñaban los paganos y los
herejes.[6]

El término teología es una palabra compuesta que, en su significado literal, puede indicar un
hablar de Dios, o bien un discurso sobre Dios. Si en términos generales la teología es una
reflexión sobre Dios (y en este sentido existe también una teología filosófica), en el sentido
más corriente de la Iglesia católica es una reflexión que intenta conocer y comprender la fe a
partir de la razón. Así pues, la teología católica presupone la fe como fundamento
experiencial e intenta en ella y a través de ella el conocimiento y la comprensión de la fe. En
otras palabras, es una actividad intelectual, metódica y crítica que presupone la adhesión a la
fe católica. Para indicarla sintéticamente, se resume a menudo a la fórmula de Anselmo de
Canterbury: "Fides quaerens intellectum": "La fe busca entender" (la teología es la voluntad
de la fe de comprender).[9]

En la constitución del saber teológico católico pueden indicarse su objeto, sus fuentes y su
lugar. El «objeto» de la teología es Dios —de manera directa—, y el mundo y el hombre a la luz
de Dios. Las «fuentes del conocimiento teológico» y sus criterios de verdad son la razón
humana y la revelación divina, de manera privilegiada. El «lugar» de la teología es la Iglesia
como comunidad de fe y de cristianismo.
De aquí deriva que la Iglesia tiene que poder establecer de forma autorizada criterios para la
reflexión teológica. Según la Iglesia católica, la investigación y el trabajo teológico se
inscriben dentro de un saber racional, cuyo objeto es dado por la «revelación» —es decir, la
Palabra de Dios— transmitida e interpretada por la Iglesia bajo la autoridad del Magisterio —
ya que es imposible evitar la mediación de la Iglesia—, y acogida por la fe (importancia del
asentimiento de la comunidad). La teología en algunos casos llegó a un alto nivel de
especulación y elaboración. Este saber racional ha sido considerado ciencia por los teólogos
y por no-teólogos en el pasado medieval y en épocas contemporáneas,[10] aunque para otros
del pasado o contemporáneos no es una ciencia. En gran medida, esto se explica porque el
concepto de ciencia ha variado y aún en diferentes épocas no es homogéneo.

La Teología se pregunta acerca de la naturaleza, las propiedades y la esencia de Dios usando


como fuente la Revelación y como método la lógica trinitaria. En este sentido la Teología
católica es en su mayor parte igual que otra teología cristiana. También estudia otras
cuestiones, como por ejemplo la soteriología, la mariología, la predestinación, la escatología,
la ética teológica y, según algunos autores, la apologética.

El primer milenio después de Cristo se caracterizó por la unidad entre el saber teológico y el
ministerio pastoral de los obispos. Algunos de los mayores teólogos fueron los grandes
doctores de la Iglesia. Y estos, con algunas excepciones, fueron obispos. El magisterio del
obispo se desarrollaba siendo teólogo y viceversa; poniendo de manifiesto la unidad y la
complementariedad de las dos funciones. La teología era considerada como comentario y
esfuerzo de penetración en la Palabra de Dios para poder vivirla concretamente.

En Occidente, es sobre todo Agustín el que mantuvo con vigor el sentido religioso de
teología: se comprende así la teología como el esfuerzo por penetrar cada vez más en la
inteligencia de la Escritura y de la Palabra de Dios. Anselmo de Aosta avanzó en la
comprensión de la teología y consideró el principio básico de la teología: quaero intelligere ut
credam, sed credo ut intelligam (busco entender para creer, pero creo para poder entender).

En el medioevo surgieron múltiples cismas en torno a la naturaleza de Cristo y en referencia


a la virginidad de María. Con respecto a esta última, la controversia en parte giraba en que en
Mateo 1:23 el ángel anuncia el nacimiento en condición virginal, mientras que Isaías en su
profecía alude a una almah que en hebreo significa niña o jovencita, pero no a una bethulah
que significa virgen. Este es un pequeño ejemplo de las dificultades de la teología, al tener
que encontrar la no contradicción entre los argumentos filológicos y filosóficos, y las
afirmaciones dogmáticas del Magisterio de la Iglesia católica, sostenidas por ser «asistidas
por el Espíritu Santo».
Teología protestante

A partir de Lutero se inició un nuevo recorrido teológico, separado e independiente respecto
de la teología tradicional católica. Surge así la teología protestante, que difiere de la católica
en cuestiones doctrinales que son consideradas fundamentales:

La Biblia es considerada infalible Palabra de Dios y el texto más importante de todos los
libros del mundo. No existen documentos diferentes a la Biblia que sean aceptados como
infalibles. Además, de estar basada en el llamado canon de palestina o canon hebreo que
consta de 39 libros, a diferencia de la Biblia católica que contiene 46 libros, pues está
tomada del canon de Alejandría que contiene siete libros más, llamados apócrifos por la
tradición protestante y, también llamados libros deuterocanónicos por la tradición católica.

No se acepta adoración a ninguna clase de imagen ni a persona humana alguna. Por lo


tanto, no se acepta la postración frente a imagen alguna.

No se acepta la existencia del purgatorio.

No se acepta el bautismo de niños o infantes, sino hasta que el individuo tiene formada
una conciencia de lo moral.

No se reconoce a la Virgen María ni a ningún otro personaje bíblico o histórico como


intercesor ante Dios.

Cabe mencionar que, dentro de la Teología protestante, se destacan 5 puntos que resumen la
Teología o creencias:

Sola Fide

Sola Gratia

Sola Scriptura

Solus Christus

Soli Deo Gloria


La “hospitalidad de Abraham”, de Andréi Rubliov: los tres ángeles representan a las tres personas de Dios.

Lo cual significa que la Salvación es por la Sola Fe (Sola Fide), por la Sola Gracia de Dios
(Sola Gratia), por la Única Obra intercesora de Cristo (Solus Christus), dando así la Gloria
Solamente a Dios (Soli Deo Gloria) pues el hombre no tiene parte en la salvación. Asimismo,
se enfatiza la suficiencia de la Palabra de Dios expresada en la Biblia, con el fin de conocer al
Dios verdadero al revelarse este hacia los hombres (Sola Scriptura).

Teología ortodoxa

La teología ortodoxa oriental se caracteriza por su trinitarismo monoteísta, la creencia en la
encarnación del Logos (hijo de Dios), un equilibrio entre la teología catafática y apofática,
una hermenéutica definida de la tradición sagrada, una eclesiología concreta, y una
soteriología terapéutica.

Los cristianos ortodoxos creen en un único Dios que es a la vez uno y trino (Padre, Hijo y
Espíritu Santo), aunque apunta que se trata de “una esencia indivisible” presente en los tres.
La sagrada trinidad está formada por tres personas distinguibles y distintas (hipóstasis), que
comparten una esencia divina (ousia) no creada, inmaterial y eterna. El padre es la fuente
eterna de divinidad, de la que el hijo la obtuvo y también del padre la obtuvo el Espíritu Santo.
La ousia de Dios es algo que está más allá de la comprensión humana y no puede ser
definida ni tratada por el entendimiento humano.[11]

Teología islámica

Kalam (‫ )ﻋﻠﻢ اﻟﻜﻠﻢ‬es una de las ciencias religiosas del islam. En árabe, la palabra significa
‘discusión’ y se refiere a la tradición islámica de buscar principios teológicos por medio de la
dialéctica. Un estudioso del Kalam es llamado mutakallam.[12]

En culturas antiguas

Mitología grecolatina

Los Dioses Olímpicos de Grecia

Mitología clásica, mitología grecorromana o grecolatina es la mitología de la civilización


clásica grecorromana, un cuerpo de narraciones míticas esencialmente común (tras adaptar
los romanos el panteón de la religión griega a su propia religión original -religión romana-),
aunque los nombres de los dioses sean distintos en griego y en latín. Ambas mitologías
convergieron en el siglo I a. C.

En la antigüedad grecorromana existieron eruditos que escribieron obras filosóficas en


donde trataban el tema del politeísmo de manera racional, como son el De natura deorum de
Cicerón, o algunos textos de Epicuro como la Carta a Meneceo.[13] También entran aquí
textos como De divinatione de Cicerón, De la naturaleza de las cosas de Lucrecio, y
Meditaciones de Marco Aurelio.

Teología egipcia

Papiro con la representación de una parte de los dioses egipcios

La religión del Antiguo Egipto comprende las varias creencias religiosas y rituales
practicados en el Antiguo Egipto por más de tres milenios: desde el período predinástico
hasta la adopción del cristianismo en los primeros siglos de esta era. Estas creencias se
centraban en la adoración de múltiples deidades que representaban varios aspectos de la
naturaleza, simbolizando ideas y funciones de poder, expresados por medio de complejos y
variados arquetipos.

La religión egipcia tuvo como principal objetivo la interacción entre los seres humanos y los
dioses.[14] Se creía que estos dioses estaban presentes en todos los aspectos del mundo
natural, aunque su verdadera naturaleza se mantuvo. también eran muy sensibles por su
sexualidad.

Estas deidades eran adoradas con ofrendas y oraciones por los faraones, en los santuarios
de los templos. El pueblo los veneraba durante las procesiones, expuestos en templetes
exteriores, sobre barcas rituales portadas por los sacerdotes. Apoyados por la realeza,
destacaron diferentes dioses en diversos períodos de la historia egipcia y los mitos
asociados con ellos cambiaron con el tiempo, así que Egipto nunca tuvo una jerarquía
coherente de deidades o una mitología unificada; sin embargo, la religión contenía muchas
creencias generales. Entre ellas se encuentra la divinidad del faraón, que ayudaba a unificar
políticamente el país,2 y creencias más complejas sobre una vida más allá, que dio lugar a la
elaboración de las complejas costumbres funerarias egipcias: embalsamamiento,
momificación, enterramientos rituales en ricos complejos funerarios, con templos funerarios,
pirámides, mastabas, etc.

Teología nórdica

Mueren riquezas, mueren parientes, igual morirás tú; la gloria tan sólo no muere jamás, de aquel que ganársela logra.
Hávamál, estrofa 76.[15]

La mitología nórdica era una colección de creencias e historias compartidas por los pueblos
germanos septentrionales. Es importante señalar que esta mitología no era compartida por
los pueblos nórdicos de etnia urálica (fineses, estonios y lapones) ni báltica (lituanos y
letones), quienes poseían una propia (aunque parecida). No era una religión revelada, pues
no había una verdad entregada por los divinos a los mortales (a pesar de que tiene relatos de
personas normales aprendiendo las historias de los dioses de una visita de, o a, ellos), y no
tenía un libro sagrado. Esta mitología era transmitida oralmente en forma de una larga y
regular poesía. Dicha transmisión continuó durante la era vikinga, y nuestro conocimiento
sobre ella está basado principalmente en las Eddas y otros textos medievales escritos
durante o después de la cristianización.

En tiempos recientes ha habido un resurgir de las creencias de los antiguos pueblos vikingos;
sus adeptos, quienes se consideran como odinistas o asatruar han escrito obras y artículos
en defensa de un paganísmo racional.[16]

En una entrevista en 1992, Jörmundur Ingi Hansen expresó su visión sobre varios temas
teológicos, incluido la naturaleza de los dioses y la base de sus creencias paganas:

Desde mi perspectiva, el mundo en su naturaleza se divide en dos, las fuerzas constructivas,


Æsir, y las fuerzas destructivas que nosotros llamamos Jötnar. <…> Ásatrú o paganismo es,
básicamente, solo para darse cuenta de esta dicotomía y tomar partido por el flanco de los
Æsir. La mejor manera de hacer eso, en mi opinión, es ser auto-consistente, vivir en armonía
con la naturaleza, asociarse a ella con respeto y someterse al orden público. <...> Los dioses
forman las moradas de la gente, la tierra y el sistema solar a partir del material que ya existe.
En este contexto podemos considerar a las fuerzas de la naturaleza como los dioses en sí
mismos y en gran medida, eso es lo que la gente hacía en la antigüedad.[17]

Teología celta

Véase también

Filosofía religiosa

Antropología de la religión

Teología de la liberación

Teología mística

Teología dogmática

Teología cristiana

Teología moral

Teología liberal

Neuroteología

Politeísmo

Escolástica

Hermenéutica

Religión

Filosofía

Metafísica

Mitología

Referencias

1. Ríos Pedraza, Francisco; Haya Segovia, Fernando (2009). «La filosofía medieval y
renacentista» (https://books.google.es/books/about/Historia_de_la_filosof%C3%ADa_2_
Bachillerato.html?id=n6SzygAACAAJ&redir_esc=y) . En Amodeo Escribano, Marisa; Scott
Blacud, Elizabeth; López Vera, Eduardo et al., eds. Historia de la Filosofía. San Fernando
de Henares: Oxford Univesity Press España, Sociedad Anónima. p. 101.
ISBN 9788467351477. Consultado el 1 de junio de 2017.

2. Hirschberger, 1982, p. 144

3. Jaeger, Werner (1952). «Capitulo I Teología de los pensadores griegos». La Teología de


los Primeros Filósofos Griegos. México, DF: Fondo de Cultura Económica. p. 11.
ISBN 9789681606312.

4. F G , Eudaldo (1984). Introducción a la metafísica. Ediciones Universidad de


Barcelona. p. 21. ISBN 9788475281216.

5. R , Joseph (2012). Dialéctica de la secularización: Sobre la razón y la religión


(Isabel Blanco Volmer, Pablo Largo Domínguez, trads.). Encuentro. p. 12.
ISBN 9788499207650.

6. |Heinz Duthel (2015). BoD – Books on Demand, ed. Opus Dei - Iglesia dentro de la Iglesia:
Colegio Romano de Santa María "Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte
en santo, quién no, y por qué". p. 422. ISBN 9783734778759.

7. L L , Francisco; R , Alfonso (2008). «Teodicea» (http://books.google.c


om.uy/books?id=Dsqua0AmYMIC&lpg=PA567&dq=Leibniz%20teodicea%20%22teolog%C
3%ADa%20natural%22&hl=es&pg=PA567#v=onepage&q=Leibniz%20teodicea%20%22teol
og%C3%ADa%20natural%22&f=false) . Diccionario teológico ilustrado (2 edición).
Barcelona: Clie. p. 567. ISBN 9788482672373. Consultado el 24 de octubre de 2011..

8. «Apologética» (https://www.cursocatolico.com/apologetica/) . www.cursocatolico.com.


Consultado el 16 de marzo de 2021.

9. Véase La relación entre fe y razón en San Anselmo.

10. Elisabeth Reinhardt, "La configuración de la ciencia teológica, de Hugo de San Víctor a
Tomás de Aquino", en Por las rutas medievales del saber, EUNSA, Pamplona, 2007, ISBN
978-8431324650, p. 61, nota 37: "La discusión sobre el carácter especulativo o práctico
de la ciencia teológica recorre todo el Bajo Medioevo, llegando a la segunda escolástica.
La costumbre, por ejemplo en la Universidad de Salamanca de finales del siglo XV, era
contraponer a Aquino con Buenaventura en esta cuestión disputada". Cf. Tomás de
Aquino, Suma de Teología, Iª, q. 1, a. 2. Son de la misma consideración, entre otros
contemporáneos, Yves Congar o Benjamín Monroy: cf. "La Teología: ciencia y sabiduría"
(http://www.ofmjal.org.mx/4s07.pdf) , Espíritu y vida, septiembre 2007.
11. Lossky, V. The Mystical Theology of the Eastern Orthodox Church.

12. |Hélène Ackermans (2019). Presses de l’Université Saint-Louis, ed. Qu’est-ce que Dieu ?:
Philosophie/théologie. Hommage à l’abbé Daniel Coppieters de Gibson (1929-1983) (en
francés). pp. 250-251. ISBN 9782802803898.

13. Texto completo: http://www.uruguaypiensa.org.uy/andocasociado.aspx?159,676


Archivado (https://web.archive.org/web/20150705034113/http://www.uruguaypiensa.or
g.uy/andocasociado.aspx?159,676) el 5 de julio de 2015 en Wayback Machine.

14. [#Redford|Redford (2002)]], p. 62.

15. El Hávamál completo: http://www.fornsed.es/index2.php?articulo_id=32&art=1


Archivado (https://web.archive.org/web/20160320053659/http://www.fornsed.es/index
2.php?articulo_id=32&art=1) el 20 de marzo de 2016 en Wayback Machine.

16. «Copia archivada» (https://web.archive.org/web/20160304193449/http://www.fornsed.e


s/index2.php?id=17&sec=1) . Archivado desde el original (http://www.fornsed.es/index
2.php?id=17&sec=1) el 4 de marzo de 2016. Consultado el 27 de abril de 2015.

17. Lesbók Morgunblaðsins, 14 de noviembre de 1992, pag. 4-5. Disponible online en


http://timarit.is/view_page_init.jsp?pageId=3309806&issId=242568&lang=en

Bibliografía

Rosino Gibellini, La teología del siglo XX, Sal Terrae 1998, ISBN 84-293-1271-4.

José Luis Illanes y Josep-Ignasi Saranyana, Historia de la Teología, Biblioteca de Autores


Cristianos 2002, ISBN 84-7914-517-X.

Johannes Hirschberger (1982). Historia de la filosofía I: Antigüedad. Edad Media.


Renacimiento (12 edición). Barcelona: Herder Editorial. p. 624. ISBN 84-254-0915-2.

Miguel Nicolau (1984). Iniciación a la teología (http://books.google.com/books?id=BIdE0iei


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José Morales (2001). Iniciación a la teología (http://books.google.com/books?id=8Zw6aju


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Víctor Codina (1998). Los caminos del Oriente cristiano: iniciación a la teología oriental (htt
p://books.google.com/books?id=sj3tjD48LqwC) . Sal Terrae. ISBN 9788429312492.

Juan Belda Plans (2010). Historia de la Teología (http://books.google.com/books?id=CCAn


E1j1Y4cC) . Palabra. ISBN 9788498403930.
Enlaces externos

Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Teología.

Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre teología.


El Diccionario de la Real Academia Española tiene una definición para teología.

Lupa Protestante. Revista de teología y opinión protestante progresista. (http://www.lupapr


otestante.com)

Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino. (http://hjg.com.ar/sumat)

Revista y foro de discusión de teología. (https://web.archive.org/web/20101229210346/ht


tp://e-aquinas.net/)

Facultad de teología. Universidad San Dámaso (http://www.sandamaso.es/teologia)

Cursos de teología. (http://www.mercaba.org/TEOLOGIA/CARTEL_TEOLOGIA.htm)

Artículo publicado por monografías.com en la sección de Religión con el título: "Filosofía,


religión y ciencia-Una solución integral a la crisis mundial". (http://www.monografias.com/t
rabajos39/filosofia-religion-ciencia/filosofia-religion-ciencia.shtml) La segunda parte
contiene la propuesta de una nueva concepción teológica.

Teología.com.es - Enciclopedia libre de Teología. (https://web.archive.org/web/201608101


54344/http://www.teologia.com.es/)

Ciencias de la Caridad: Instituto Internacional de Caridad y Voluntariado Juan Pablo II


(IICV). (https://web.archive.org/web/20071028021532/http://www.ucam.edu/voluntario/)

Teólogo responde. (http://www.teologoresponde.com.ar) Sitio sobre teología católica.

RUT (http://teologiarut.com/) (Revista Universitaria de Teología) de Albacete.

Datos: Q34178
Multimedia: Theology (https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Theology)
Recursos didácticos: Departamento de teología Citas célebres: Teología
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