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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MARACAY – ESTADO ARAGUA

SEGURIDAD SOCIAL Y SISTEMA ECONÓMICO


ENSAYO

MUÑOZ LAURA
CI: 7.244.526

ABRIL, 2021
LA SEGURIDAD SOCIAL

La seguridad social es la protección que una sociedad proporciona a los individuos y los
hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, en
particular en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad
o pérdida del sostén de familia. Llamada también previsión social, es un sistema de seguro de
salud que garantiza a la población nacional contra los costes de la asistencia sanitaria. Puede ser
administrado por el sector público, el sector privado o una combinación de ambos. Los
mecanismos de financiación varían según el programa y el país. El seguro de enfermedad
nacional o estatutario no equivale a una asistencia sanitaria gestionada o financiada por el
gobierno, sino que suele establecerse mediante una legislación nacional.

Se refiere principalmente a un campo de bienestar social relacionado con la protección


social o cobertura de las necesidades reconocidas socialmente, como la salud, la vejez y las
discapacidades. La Organización Internacional del Trabajo, en un documento publicado en
1991 denominado Administración de la seguridad social, definió la seguridad social como
sigue:

La protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de


medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así,
ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de
enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez,
vejez y muerte; también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las
familias con hijos.

El objetivo de la seguridad social es tomar en cuenta: El seguro social, es decir, la entidad


que administra los fondos y otorga los diferentes beneficios que contempla la seguridad social en
función del reconocimiento a contribuciones hechas para un esquema de seguro. Estos servicios o
beneficios incluyen generalmente la provisión de pensiones de jubilación, el seguro de
incapacidad, las pensiones de viudez y orfandad, los cuidados médicos y el seguro de desempleo.
El mantenimiento de ingresos, principalmente la distribución de efectivo en caso de
pérdida de empleo, incluidos la jubilación, la discapacidad y el desempleo. Los servicios
prestados por las administraciones responsables de la seguridad social. Según el país, ello puede
incluir cuidados médicos, aspectos de trabajo social e incluso relaciones industriales. Este es un
sistema que cubre eventualidades como la de alteración a la salud, incapacidad laboral,
desempleo, vejez y muerte, para cuya protección se establecieron los sistemas de Salud,
Pensiones, Riesgos Laborales y de Subsidio Familiar. Garantía de protección de los derechos
fundamentales.
La seguridad social está claramente definida en los Convenios de la OIT y en los
instrumentos de la ONU como un derecho fundamental –aunque en realidad sólo una pequeña
proporción de la gente en nuestro planeta disfrute del mismo. Definida en términos generales
como un sistema basado en cotizaciones que garantiza la protección de la salud, las pensiones y
el desempleo así como las prestaciones sociales financiadas mediante impuestos, la seguridad
social se ha convertido en un reto universal en un mundo globalizado.

Sólo el 20 por ciento de la población mundial tiene una cobertura adecuada en materia de
seguridad social mientras que más de la mitad no dispone de ninguna forma de protección social.
Aquellos que no están cubiertos tienden a formar parte de la economía informal, por lo general,
no están protegidos en su vejez por la seguridad social y no están en condiciones de pagar sus
gastos de salud. Además, muchas personas tienen una cobertura insuficiente, esto es, puede que
carezcan de elementos significativos de protección (como la asistencia médica o las pensiones) o
que la protección que reciben sea escasa o presente una tendencia a la baja. La experiencia
muestra que la gente está dispuesta a cotizar a la seguridad social, siempre y cuando ésta satisfaga
sus necesidades prioritarias.

La seguridad social tiene una profunda repercusión en todos los sectores de la sociedad.
Hace que los trabajadores y sus familias tengan acceso a la asistencia médica y cuenten con
protección contra la pérdida de ingresos, sea durante cortos períodos en caso de desempleo,
maternidad o enfermedad, sea durante períodos largos debido a la invalidez o a un accidente del
trabajo. Proporciona ingresos a las personas durante sus años de vejez. Los niños se benefician de
los programas de seguridad social destinados a ayudar a sus familias para cubrir los gastos de
educación. Para los empleadores y las empresas, la seguridad social ayuda a mantener unas
relaciones laborales estables y una fuerza de trabajo productiva. La seguridad social puede
también contribuir a la cohesión social y al crecimiento y desarrollo general del país mediante la
mejora de las condiciones de vida, amortiguando los efectos de las transformaciones estructurales
y tecnológicas en las personas y, por tanto, sentando las bases para un enfoque más positivo sobre
la globalización.

Por lo tanto, resulta de gran importancia destacar que la seguridad social se dirige a la
oferta efectuada (fundamentalmente por el Estado) a los individuos en términos de
ciertas necesidades básicas, entre las que sobresalen la protección y promoción de la salud, el
combate contra la pobreza material, la adecuada prevención y el cuidado de las personas de edad
avanzada, la rehabilitación de los discapacitados, la facilitación del acceso a la vivienda, la
vigilancia activa de las familias en distintas situaciones de riesgo, los seguros contra el desempleo
y la formación de políticas que estimulen los puestos de trabajo, entre otros.

En Venezuela, la acción gubernamental en esta materia se hizo claramente presente, a


partir de 1936, cuando se sucedieron cambios políticos trascendentes, al finalizar el período
gomecista. No obstante, durante los 74 años sucesivos, antes del arribo al nuevo siglo los
diferentes gobiernos han incorporado la seguridad social a sus programas, como parte de las
demandas de la población, tratando de dar respuestas a la coyuntura, más que la búsqueda de un
nivel adecuado de bienestar en el largo plazo.

Los recursos destinados por el Estado, si bien han sido cuantiosos, evidencian que no ha
sido la actividad a la cual se le haya dado la mayor prioridad, mientras que en la mayoría de
países, en particular los más desarrollados, los gastos en seguridad social superan el 15% del
Producto Interno Bruto, en Venezuela, no alcanzan en promedio el 10%. La eficiencia y
cobertura de los programas sociales, esta condicionada en gran medida al nivel de formalidad que
observe el mercado de trabajo, al ritmo de actividad económica y a los recursos con que cuente el
Estado para financiar una buena parte de esta inversión social.

La precariedad o inconsistencia de estos elementos, limita de manera inequívoca el


desempeño de estos programas. En Venezuela, se han producido reformas significativas al
régimen de seguridad social, sus resultados sin embargo distan mucho de ser los mas exitosos.
Con el nuevo siglo se aprobó una nueva Constitución y con ella se aspiraba ampliar y mejorar
los derechos sociales de la población, pero hasta la fecha los resultados no han sido los esperados,
los retos por cumplir fueron muchos y requerían no sólo de modificaciones del marco legal, sino
de cambios significativos en el proceso de redistribución de la riqueza, ante lo cual el Estado,
tuvo una elevada cuota de responsabilidad, dada su condición de agente reasignador de recursos y
mediador de conflictos.

Lamentablemente en Venezuela nos encontramos en un verdadero estado de colapso de


todo el sistema institucional de Seguridad Social, debido a la crisis económica que vivimos como
consecuencia de la devaluación de nuestra moneda por una parte, y a la apatía e improvisación
existentes. La falta de previsión en el establecimiento de las políticas de ajustes económicos, el
no aplicarse en mecanismos eficaces para amortiguar los efectos sociales de estas políticas,
especialmente en el campo de la salud, han traído un recrudecimiento de enfermedades
anteriormente controladas, niveles crecientes de desnutrición y en fin un panorama que nos lleva
cada día a tener uno de los niveles sanitarios más precarios.

Para esta compleja situación no puede haber soluciones parciales, se requiere una
conjunción sincera de esfuerzos, un cambio de conciencia para darle el justo valor al individuo
como persona, y el poder solo debe ejercerse para el logro del bienestar de la colectividad.

Para Venezuela un sistema de Seguridad Social ideal sería aquel que nos garantice la
cobertura de la satisfacción de las necesidades de empleo, salud, recreación, así como la
protección de la vejez a través de un valedero y auténtico sistema de jubilaciones y pensiones
(por vejez o de sobrevivientes), conceptos que son de gran importancia en cualquier país que
tenga como objetivo el perfeccionamiento de la Seguridad Social.

Todo Estado moderno está en la obligación insoslayable de preocuparse por la salud


colectiva y es responsable de la misma, pero no solo los servicios médicos tienen influencia sobre
ella, sino que también repercuten sobre la salud, de manera primordial, la alimentación, la
vivienda, el vestido, las condiciones de trabajo, las diversiones, etc. La posibilidad de
financiamientos por parte del sector privado, la realización de proyectos mixtos entre el Estado y
las comunidades, en fin la participación tanto del Estado como de la Sociedad, a través de una
activa acción comunitaria, serían alternativas viables para descongestionar la conflictividad
creciente en el sector salud con el deterioro sanitario-asistencial que vive Venezuela. De la misma
manera la medicina preventiva juega un papel esencial dentro del sector salud, y en consecuencia
dentro de la Seguridad Social, ya que se encarga justamente de procurar el bienestar integral al
individuo.

En comparación con otros países, Actualmente el sistema de seguridad social venezolano,


funciona de forma parcial, aun no ha concluido la aplicación del marco jurídico que lo debe
regular, ni tampoco se ha completado la estructura institucional que señala la Ley Orgánica del
Sistema Seguridad Social: Tesorería de seguridad social, Superintendencia de seguridad social,
tribunales de seguridad social, defensoría de seguridad socia l y el instituto nacional de
empelo, entre otros.

La estructura que mantiene el Sistema de Seguridad Social en Venezuela, es la de un ente


(IVSS) que se encarga de una multiplicidad de labores y tareas (jubilaciones, reposos, servicios
médicos, y otros ) a nivel nacional, pese a haberse aprobado una nueva Ley del Seguro Social en
el año de 1999, la cual crea una serie de Sub-sistemas encargados de diferentes áreas sociales,
pero tantas atribuciones han originado que se cree un enorme aparato burocrático deficiente, y
además, la falta de inversión ha ocasionado que este (IVSS) se haya quedado rezagado en el
tiempo, no adecuándose a la realidad de hoy en día.

En el caso de Cuba, comparándolo con Venezuela, el envejecimiento de la población pone


en duda la sustentabilidad financiera en el largo plazo de los sistemas de pensiones. Esto, que
ocurre en casi todos los países desarrollados, también sucede en algunos de América Latina, entre
ellos Cuba. Desde 1959, Cuba construyó un sistema que tenia las edades de retiro más bajas de la
región y los periodos de retiro más largos, con ingresos claramente insuficientes.

Esto conduce a reconocer que el régimen debe ser contributivo, para que pueda ser
financieramente sostenible y para poder capitalizar los fondos necesarios que permitan cancelar
las pensiones de los futuros jubilados o pensionados.

Desde un punto de vista objetivo "la longevidad" sumado al colapso financiero que ha


sufrido Cuba posterior a la caída de la antigua URSS (Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas) han generado un deterioro del sistema financiero de la isla. Tanto que en la
"consultada reforma" de la Ley 24, derogada por la Ley No 105, en donde el cambio mas
significativo fue el aumento de la edad de pensión de vejez en 05 años, aumentando la edad de las
mujeres de 55 a 60 años y la edad de los hombres de 60 a 65 años, atrajo como consecuencia la
criticas de muchos observadores dentro y fuera Cuba y el descontento de los futuros pensionados.

En conclusión cada vez que se realiza una reforma de algún sistema (como el de la
seguridad social), es porque el dinamismo de la sociedad y la evolución del derecho exigen que
se deba tener una estructura adecuada acorde a los tiempos y por ende de la situación económica
el cual se vive el país.

El Estado quien debe ejecutar determinadas políticas sociales que garanticen y aseguren el


bienestar de los ciudadanos en determinados marcos como el de la sanidad, la educación y en
general todo el espectro posible de seguridad social. Se concluye con una frase del libertador:

“El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad
posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFIAS

La seguridad social en Venezuela. Antecedentes, evolución e ...


https://produccioncientificaluz.org › article › view

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