Está en la página 1de 148
‘AROL GILLIGAN , A Me Y LA TEORIA Psicologta del desarrollo femenino | £2 rraduecign de | Jaw Jost Urniia ‘LA MORAL | | PULSE j | i couscaos | | one FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO ca a Primera edicign en inglés, 1982 Primera edicién en espatiol, 1985 Ami madre y a mi padre Titulo original: | Development| © 1982, Carol Gilligan Publicado por Harvard University Press, Cambridge | | | Ina Different Voice, Psychological Theory and Women's | ISBN 0.674.44544.9, ISBN 968-16-2167-0 eipresa: a Rdihea: AGRADECIMIENTOS ‘Al agradecer Ia generosidad de otros y las aportacio. fas que han hecho a esta obra, empezaré por las mujeres. Jos-hombres y los nifios que pai iparon en {a investi | gacion de que informo. Su minuciosidad al describirse ellos mismos y sus vidas, su paciencia al responder pre- guntas_acerca de moral, su disposicién a analizar sus experiencias de conflicto y eleccién moral son el funda: ‘ment> en que se basa este libro. En particular, desco dar las gracias a las mujeres que participaron en el studio sobre la decision de abortar; todas ellas mani: festaron la esperanza de que su experiencia pudiese ayudar a otras. Toda la investigacion fue un esfuerzo en colaboracién, y también debo agradecimiento a mis colaboradores: a Mary Belenky, en el estudio sobre la decisin de abortar: a Michael Murphy en el estudio sobre estudiantes de universidad; y a Michael Murphy, Sharry Langdale y Nona Lyons en el estudio sobre derechos y responsabi- lades. Numerosas entrevistas fueron dirigidas por ellos; muchas de las ideas surgieron en nuestras discusiones, El plan de los estudios refleja su contribucién; el haberlos llevado a término muestra su compromiso y su ardua labor. Michael Basseches, Suzie Benack, Donna Hulsizer, Nancy Jacobs, Robert Kegan, Deborah Lapidus y Steven Ries también contribuyeron,en forma importante esta obra, Susan Pollak, mi colaboradora en el estudio. 9 EE TE a sobre imagenes de violencia, inici6 tal estudio, EL apoyo financiero que hizo posible la obra provino de la Spencer Foundation que, por medio de una beca de la Facultad de Harvard, aport6 fondos para el estudio, sobre la decisién de abortar; de The William F. Milton. Fund y la Small Grants Section of The National Institute for Mental Health (Grant No. ROSMHS1571), para el, estudio sobre estudiantes de universidad y del National, Institute of Education, para el estudio sobre derechos, Y responsabilidades. Una beca de la Mellon Foundation, ‘me permitié pasar un afio en el Center of Research on Woman, en Wellesley College. Un_apoyo.de otra indole provino de mis colegas a Harvard: de Lawrence Kohlberg, que me iluminé para| el estudio de al y que, a lo largo de muchos afios, ha sido un buen maestro y amigo; de David McClelland Y George Goethals que también durante muchos aftos han inspirado mi obra y han sido sumamente generosos alenténdome; de Beatrice Whiting que amplié mi visi6 de William Perry, cuya investigacién informé la mia. Estoy agradecida a Patricia Spacks y Stephanie Engel Por su colaboracién sobre ensefianza, que ensanché Yaclaré mi percepcién; a Urie Bronfenbrenner, Matina Homer, Jane Lilienfels, Malkan Notman, Barbara y Paul Rosenkrante y Dora Ullian por sus sigestiones que extendieron la gama de esta obra; a Janet Giele por st inspiracién editorial; @ Jane Martin por extensas notas sobre redacciones anteriores, y a Virginia LaPlante por sus sabias sugestiones que mejoraron el manuscrito final Versiones anteriores de los capftulos ty 11 apar cieron en la Harvard Educational Review; vaya ini hizo la observacion que 10 a, gratitud a los estudiantes de la junta editorial por su cuidadosa atencién y ayuda. El Social Science Research Council amablemente me autoriz6 a reproducir partes del capitulo vi, que aparecerén, en diferente forma, en un libro patrocinado por el Council, y presentado por Janet Giele. Tengo una gran deuda con Eric Wanner, de la Harvard University Press; fue él quien sostuvo e informé mi vision de este libro. También hubo algunos amigos cuya ayuda me fue vital; por su disposicién a escuchar y leer, por la generosidad de su respuesta, doy las gracias a Michael Murphy, Nona Lyons, Jean Baker Miller y Christina Robb. También estoy en deuda cor mis hijos Jon, Tim y Chris, por el placer de su interés y su entusiasmo, por sus ideas y percepcién, por su inquebrantable apoyo y aliento. Mi agradecimiento a ‘mi esposo, Jim Gilligan, por la profundidad de sus ideas, por la claridad de sus respuestas, por su ayuda, por su buen humor y su perspectiva. ee. INTRODUCCION En los diez aftos pasados, he estado escuchando a per sonas que hablan de moral y de ellas mismas. A mitad de ese periodo, empecé a notar una distincién en estas | voces, dos modos de hablar de problemas morales, dos smodos de. desctibir la relacién entre-el-otro_y el yo. Las diferencias representadas en la bibliografia.psicologica como pasos en una progresién de desarrollo aparecieron sdbitamente, en cambio, como un tema contrapintico, | entretejido en el ciclo vital y recurrente en varias formas en los jucios, as fantastas y los pensamientos de la gente. La oportunidad para hacer esta observacion fue la s leccién de una muestra de mujeres para un estudio de, -n una situacisn| moral que yo habia lefdo y ensefiado durante varios | aos, las voces de las mujeres tuvieron un sonido distinto i Fue entonces cuando empecé a notar ciertos problemas exc extticos, de formacion de una teoria, en Ia investigacién psico. logica, En este libro se registran diferentes modos de pensar acerca de las relaciones y la asociacién de estos modos | on las voces del hombre y de la mujer en los textos. | 18, t Ia relacion entre el juicio y la acci de conflicto moral y eleccién, Ante el trasfondo de las] | Aescripciones psicologicas de identidad y desarrollo! | Ser osicsy literarios yen ls dat de mi mvestigacién. forma en que nos efcuchamos a nototros mismos a Se ‘Bt ‘considerado, generalmente, que la disparidad for demés, om los coves que contamos acerca de nuestras [Gnite Ia experiencia de la mujer y la representacién del vidas. desarrollo humano, registrada por toda la bibliograna KA lo largo de este libro me refiro a tres estudios que, Hcolegica, significa un problema en el desarrollo de la jeflejan la tposcion central de mi investigacion: que la sehaler modelos extents del desarrollo humano puede ancia, que el lenguaje que uiizen > Ie conexiones | en la representacién, una limitacign [que establecen revelan el mundo que ven y en el cual, en pt condicion humana, una omision de |acttiay/ Todos los estucios dependicron de entrevistas | ciertas verdades acerca de la vida,/ Je incluyeron una misma serie de preguntas: acerca de -aracteriza por |conceptos del.ega y de la moral, acerca de experienc el oper el tema, Su asociacién con las mujeres |de conflicto yeleccién, El método de entrevistar consis- €3 una observacién empirica, y seguiré su desarrollo 1i6 en, seguir el lenguaje y la logica del pensamiento de Dasicamente en las voces de cada persona; el entrevitador planteaba nuevas pregun- as para aclarar el significado de una respuesta par. ticular. El estudio de estudiantes de _universidad explora la 2 identidad y el desarrollo moral en los primeros aflos ‘més que para representar una generalizacién acerca de jdel adulto, relacionando la vision del ego y el pensa- interna es 2t2,/Al seguir el desarrollo, sefialaré la fmiento acerca de la moral eon ‘experiencias de conflicto! Fite sa tcion de ehtas voces dentro de cada sexo, y suge- |qoral_y toma de. deci nes_en la vida. Veinticinco de att Somvergencia sefala las épocas de crisis y jesudiantes, seleccionsdes al noar or oe stupo que, en Ge cambiow/No se hacen afirmaciones acerca de losfaqundo ato, hebin decide seguir un curio sobre cnigenes de las diferencias descrtas o de au distribucién fla moral y la eleccién Politica, fueron entrevistados craven dy gion Mumerosa, entre diversas culturas © @ {durante el segundo afiy de universidad, y luego ‘cinco cn a ay tempo, Es claro que estas diferencias surgen gion despuls de graduarse, Al elec eae muestra, social 9 a6? foal donde ciertos factores de poticién 9p observé que dle los veinte coadin ne que habian Henne, oder se combinan con la biologta reproduc. | abandonado el curso. diecitis ca muieres. También y Tas aug moldear la experiencia de varones y de mujeres me puse en contacto, con eoan mujeres y las entrevisté J Jat Telaciones entre los sexo, Mi interea|se encuentra p ents timo ato univentean Sth ras teraction de experiencia y-pensamiento, en | El estudio sobve la dectigy de abortar_consider6 la distntas voces y en los dislogos que hacen surgir, en la. /ielacign enero experiencia y pensamiento y el papel del ae 15 imuler En cambio/el hecho de que 1a mujer no embone jferma en que la gente habla de var vac’ tiene impor- | Fr ee TRO | canilictoen_el_desarrllo,’ Veintinueve mujeres qujina submucttra mis intensivamente entrevistada de 36 ee dad: than de quince a ereinca y tres anon con ug(2 hombres y 2 mujeres de cada grupo de edad), se cater, edemet nicon y de clase socal, algunggeunieron datos sobre conceptes del feo 9g moral, Solteras, algunas casadas, algunas madres de. ue wpe de conflicto moral y eleccién, y juicios an cdad preescolar, fueron entrevistadas durante el probe dilemas morales hipotéticos. {Al presentar fragmentos de esta obra, quiero informar mnt ttimestre de un embarazo confirmado en la ép de una investigacién en progreso cuya meta es dar, en el I en aumiento para el embarazo y las clinieas de abortidara. del desarrollo. de las mujeres, que capacite a cafueran, mantt Zona metropolitana: no se hizo ningdjpsicblogos y a otros estudiosos a egulr Se ease? y com: GueT#0 por seleccionar una muestra repreventatiyprender algunos de les aparentes enigmas que presenta, | Sct clinica 0 de la “poblacion” de ls servicios de aghupecialmente los velaceende ne Ta formacion de la daton coments Yeintinueve mujeres, se dispuso dldemidad de la mujer y au derarolo moval doles ates completos de las entrevstas de veinticuatro, fenciay la edad adulta. A las mujeres, espero que esta Gf estas veinticuatro, volvimos a entrevistar a veintival obra les offezes woe epresentacién de su pensamiento, de ellas, un aiio después de su decisién que las capacite a captar mejor su integridad y valides, 4 raion eudies extendieron el plan habitual q reconocer las experieneias que su pensamiento refracta, investigacion sobre el ju las personas detinian’ los 4 experiencias consideraban coi vidas, foc | problemas - a en su version. Vistos bajo esta luz, los datos diserepantes sobre Ia experiencia de la mujer ofrecen una base sobre i la cual generar una nueva teorla que, potencialmente pueda damnos una-visién.més general de las vidas de los \ os sexos, tepid 19: 22, 25:27, 85, 45 y 60. De una maces to 16 "7 EL LUGAR DE LA MUJER EN EL CICLO i VITAL DEL HOMBRE a el segundo acto de El jardin de los corezos, Lopahin, joven comerciante, describe su vida de trabajo arduo y e éxito. No habiendo convencido a Madame Ranevs, aya de que corte el jardin de los cerezos para salvay posesiOn, pasard en el siguiente acto a compraria é1 Bs un hombre que se lo debe todo a st mismo y que, al jadquirir Ia posesién en que su padre y su abuelo traba n como esclavos, trata de erradicar la “vida infeliz y Pochomosa” del pasado, reemplazando el jardin de loa cerez0s por unas cabaiias de verano, en que las genera Jciones venideras “verén una vida nueva", Al claborar esta vision de desarrollo, revela la imagen del hombre que subyace en su actividad y la mantiene: “A veces, {feuando no logro dormir, pienso: Sefior, nos diste inmen, 105 bosques, campos ilimitados y los horizontes més vastos, y viviendo en medio de ellos debiérames ser ‘[sigantes”; en este punto, Madame Ranevskaya lo inte rmumpe diciendo: “T4 sientes la necesidad de unce igantes... s6lo son buenos en los cuentos de hadas; en ras partes, solo sirven para espantarnos" Las concepciones del ciclo vital humano representan |Jimentos de ordenar y dar coherencia a las experiencias ‘fysereepciones que van desenvolviendose, los cambiantes ‘} deseos y realidades de Ia vida cotidiana, Mas Ja natura. ea de tales concepciones depende, en patte, de la 19 osicion del observador, El breve fragmento de la obra, >| de Chéjov indica que cuando el observador es una mujer, |2 perspectiva puede ser de diferente indole. Distintoy Juicios de la imagen del hombre como gigante implica istintas ideas acerca del desarrollo humano, distintas | maneras de imaginar la condicién humana, distintes con/ ceptos de lo que tiene valor en la vida, En una época en que se estén haciendo esfuerzos | Por erradicar la discriminacion entre los sexos, en busea | de igualdad y justicia social, se estén redescubriendo | ls diferencias entre los sexos en las ciencias sociales, Est hhallaxgo se hace cuando se descubre que ciertas teortas antes consideradas sexualmente neutrales en su objeti | § vidad cientifica reflejan, en cambio, una constante tendencia observacional y evaluativa, Luego, la supuesta | neutralidad de la ciencia, como la de] lenguaje mismo, cede ante el reconocimiento de que/las_categorias dq Conocimiento_son.construcciones humanas,/La fascina’ | clon por el punto de vista que ha caracterizado a la litey Jatura del siglo Xx y el correspondiente reconocimienty de la relatividad del juicio tambien influyen en nuest| interpretacion cientffica cuando empezamos a nota ogudn acostumbrados estamos a ver la vida a través de los ojos de los hombres. Un descubrimiento reciente de esta indole hay q atribuirlo a una obra ya clasica, aparentemente inocent The Elements of Style, de William Strunk y E. B. White La decision del Tribunal Supremo sobre el tema de discriminacién en los libros de texto movi6 a una profe. sora de inglés a observar que las reglas clementales de Ia lengua inglesa se ensefiaban por medio de ejempl que contraponian el nacimiento de Napoleén, I 20 escritos de Coleridge y frases como “El era un conver sador interesante, un hombre que habia viajado por todo el mundo y vivido en media docena de paises", con “Bueno, Susana, en qué lio te has metido” o, menos drésticamente, “El vio a una mujer, acompaitada de dos nifios, que caminaba lentamente por el camin« Los teéricos de la psicologia han cafdo tan inocen temente como Strunk y White en la misma tendencia observacional. MAdoptando implicitamente la vida del var6n como norma, han gratado de crear mujeres a base de un patrén masculino,/Todo se remonta, desde luego, a Adan y Eva, historia que muestra, entre otras cosas, que sise ¢rea una mujer de una parte de un hombre, acaba remo en dificultades, En el ciclo vital, como en el Jardin del Edén, la mujer ha sido la desviacionista La tendencia de los te6ricos del desarrollo a proyectar luna imagen masculina, que parece aterradora a la mujer, se remonta al menos a/Freud.(1905), quien construy6 su teoria del desarrollo psicosexual en tomo. a las expe- stiencias del nifio_var6n, culminando en el complejo de Edipo/Durante el decenio de 1920, Freud trato de resolver las contradicciones que a su tcoria planteaban las diferencias de la: anatomia femenina y la distinta configuracion de las tempranas relaciones familiares ‘de una hifia. Después de tratar de hacer que las mujeres embonaran en su concepeién masculina, habiendo pensado que envidiaban aquello de que carecian, lleg6 a reconocer en cambio (en la fuerza y persistencia del apego preedipico de las mujeres a sus madres) una diferencia en su desarrollo. Consideré que esta diferen cia en el desarrollo de 1a mujer era la responsable de 10 que vio como una falla en el desarrollo de las mujeres, a1 Habiendo atado la formacién del superego o Ia con, clencia ata angustia por la castracién, Freud consider | ‘que las mujeres habfan sido privadas, por la naturaleza, del impetu necesario para una clara resolucién edipica, / Por consiguiente, el superego de las mujeres —hereder del complejo de Edipo— quedé en una componenda, ‘unca era tan inexorable “tan impersonal, tan indepen, diente de sus origenes emocionales como lo exigim €n los hombres". De esta observacién de diferencia, au “para las mujeres el nivel de lo que es éticamente norma, « £8 distinto que en los hombres"#reud concluyé que lap mujeres “‘muestran menos sentido de la justicia que hombres, que estén menos dispuestas a someterse | las grandes exigencias de la vida, que més a menudo ven influidas en sus juicios por sentimientos de afec hostilidad” (1925, pp, 257-258) ‘Vemos asi que un problema de teoria se presenta con un,problema del desarrollo de las mujeres, y el problem del desarrollo de las mujeres quedé ubicado en experiencia de las relacionesNancy Chodorow (1974 tratando de explicar “la reproduccién dentro de ca generacion de ciertas diferencias generales y casi univer sales que caracterizan la personalidad y los papelel masculinos y femeninos” atribuyé estas diferenci Jos sexos, no a la anatomia sino, en cambio, /al de que las. mujeres, universalmente, en gran parte del cuidado de los recién nacidos'/ Com este temprano medio social difiere en nifios y nifias tiema edad, y es experimentado por ellos de manera di ferente, concurren diferencias basicas sexuales en el del sarrollo de la personalidad. Como resultado, “en cual quier sociedad, la personalidad femenina llega a def 22 nirse en relacion y conexién con otras personas mas de lo gue suele hacerlo la personalidad masculina” (pp. 43-44). En su anélisis, Nancy Chodorow se basa fundamen- =~ talmente en los estudios de Robert Stoller que indican que la identidad del sexo, nécleo inmutable de la for- ‘macién de la personalidad, "con raras excepciones, cerca de los tres afios ha quedado firme irreversiblemente establecida para ambos sexos”. Dado que, para ambos sexos, los cuidados durante los primeros aftos de la ‘vida tipicamente corren por cuenta de la mujer, la dind- ‘miga interpersonal de formacién de identidad de los sexos es distinta para nifios y nifias. La formaciGn de la + dentidad femenina ocurre en un marco de relacién fen proceso, ya que “las madres tienden a experimentar ‘a sus hijas como més semejantes a ellas, como una continuacion de st mismas”. Correspondientemente, las nifias, al identificarse como mujeres, se perciben como similares a sus madres, fundiendo_asi_la_ experiencia del apego con el proceso de formacién de la identidad. En contraste, “las madres experimentan a sus hijos como opuestos. masculinos", y los nifios, al definirse como vyarones, separan a sus madres de si mismos, cortando asf su amor primario y su sentido de un nexo empatico”)< Consecuentemente, el desarrollo varonil_ entrafia_una “individuaci6n més enfitica y una afirmacion més de- fensiva de_los limites experimentados del ego”. Para los nifigs, no para las nifias, “las cuestiones. de_ diferencia. cign.se_han entrelazado con cuestiones sexuales" (1978, pp. 150, 166-167). 2 Escribiendo contra la tendencia matculina de la teoria | psicoanalitica, Chodorow afirma que la existencia de diferencias sexuales en las tempranas experiencias de in- 23 | dividuacion y relacion fengan limites ‘més débiles’ del yo que los hombres, | © ate tiendan mas a la psicoss’. Significa, en cambio, | fees nif salen de este perido con una ae para) 4a ‘empatia’ formada en su definieién primaria del ego n_una forma distinta de los nitios". Chodorow reem.| plaza, ast, ta descripcién negativa y derivativa de le Psicologia femenina, de Freud, por una vision postiva ¥ directa suya: “Las nifias salen con una base mak fuerte Para experimentar las necesidades y los sentimientos de tr0s. como. si fueran_propios (0 para pensar que estan experimentando ast las necesidades y los sentimientos de “ otros). Ademas, las niias no se definen ast misinss en fancién de la negativa de los modos relacionales pre. edipicos en la misma medida que los nifos. Por tanto, {a regresién a estos modos no suele sentirse como ung amenaza bésica a su yo..Ast pues, desde muy temprano, al ser-cuidadas.por una persona del mismo sexo... lay nifias llegan_a experimentarse a si mismas como menos diferenciadas_que los nifios, como mas continuas con ¢Lmundo-objeto externo y més relacionadas con él. | como difetentemente orientadas, asimisma. a su mundo. objeto interno’ (p. 167) Por tanto las relaciones, y particularmente las cues: tones de dependencia, son experimentadas de manera diversa por hombres y mujeres. Pata nifios y hombres, la Separacién y la individuacion estén criticamente ligadas ~.ta-identidad sexual, ya que la separacion de la madre| ¢s esencial_para el desarrollo de a virlidad, Para nits | ¥ mujeres, las cuestiones de femincidad o de identidad femenina no dependen de lograr 1a separacion de. la | madre ni del progreso de Ia individuacién, Puesto que 24 | no significa que las. mujeres > la virilidad es definida por medio de la separacién, mientras que la femineidad es definida por el apego, lay identidad sexual varonil se ve amenazada por Ia intimi. dad, mientras que la identidad del sexo femenino se ve amenazada por la separacién, De este modo, los varones suelen tener dificultad con las relaciones micntras que Jas mujeres suelen tener problemas con la individuacion La calidad interna de la interaccién social y las rela. ciones personales que caracterizan las vidas de las miujres en contraste con las de los hombres se vuelve, sin em. bargo, no s6lo una diferencia descriptiva sino tambien una carga para el desarrollo cuando los hitos del desa. rrollo de la nifiez y la adolescencia en la. bibliografia psicolgica se convierten en marcadores de creciente ifieparacién. Ast pues, el hecho de que las mujece na F'se separen se vuelve, por definicién, una falla en eh desarrollo. Las diferencias sexuales en In formacion de la perso nalidad que Chodorow describe en la temprana nifiez aparecen durante los afios intermedios de la niffez en estudios de juegos infantiles. George Herbert Mead (1984) y Jean Piaget (1982) cénsideran los juegos infan- tiles como el crisol del desarrollo social durante los aiios ‘scolares. En los juegos, os nifios aprenden a adoptar el papel del otro y llegan a verse a si mismos a través de « 10s ojos de otro. En los juegos, aprenden a respetar las reglas y legan a comprender las formas en que pueden hhacerse y cambiarse las reglas Janet Lever (1976), considerando que el. grupo de compaiieros es el agente de la socializacién durante los afios de la primaria y que el juego es importante acti Vidad social en esa época, se propuso descubrit si habla 25 diferencias sexuales en los juegos que practican los nifos. | Estudiando a 181 nifios de quinto afio, blancos, de clase media, de diez y once afios de edad, observ6 la organis| zaciOn y estructura de sus actividades en la hora de jugar, | Vio a los nifios jugar en la hora de recreo escolar y en| la clase de educacién fisica, y ademas Ilevé unos diario de sus observaciones sobre como pasaban su tiempo fuera de la escuela, Basada en este estudio, Lever in, forma de las diferencias sexuales: los nifios juegan a lg intemperie_m4s_a_menudo_que_las_nifias; con mayor, frecuencia juegan en grupos numerosos y de edadey heterogéneas; practican juegos de competencias.m4s a menudo, y sus juegos duran més que los de las nifiay Esto tiltimo es, en cierto modo, el descubrimiento m4 interesante. Los juegos de los muchachos parecen dura ‘més,_no s6lo porque requieren un nivel superior dk habilidad, y ast menos probablemente aburren, sin también porque, cuando surgen disputas en el curs de un juego, los muchachos pueden resolver las disputay més eficazmente que las niflas: “En el curso de est estudio, los muchachos estuvieron disputando todo ql tiempo, pero ni una vez se termin6 un juego por uny disputa, y ninguno se interrumpié més de siete minuto En los debates més encendidos, la Gltima palabra siempy onsistio en ‘vepetir 1a jugada’, generalmente seguid Por un coro de ast no hay trampa’ ” (p. 482). De hechal Pareci6 que a los nifios les gustaban los. debates. legale tanto como el propio juego, y hasta jugadores margin: de menor tamafio o habilidad participaron por igus ntraste, al surgir dispy tas entre las nifias, solia terminarse el juego. De este modo, Janet Lever extiende y corrobora lal 26 observaciones de Piaget en su estudio de las reglas del juego, en que Piaget descubrié que los varones, a través de la infancia, quedan cada ver més fascinados por la elaborasién legal de las reglas y el desarrollo de proce- dimientas_justos para_decidir_conflicos, fascinacién que, observa, no surge entre las nifias,/Las muchachas, observa Piaget, muestran una actitud mas “pragmatica’ hacia las reglas, “considerando buena una regla mientras 1 juego la confirme” (p. 83). Las nifias son més tole antes en su actitud hacia las reglas, mas dispuestas a hacer excepciones y més faciles de reconciliar con las Como resultado, el sentido legal, que innova: Piaget considera esencial. para el desarrollo. moral, “esté mucho menos desarrollado en las nifias pequefias que en los niiios" (p. 77), 1 La tendencia que llevé a Piaget a equiparar el desa~ rrollo varonil con el desarrollo del nifio también colorea Ja obra de/Lever. La suposicién que moldea su an: de los resultados es que el modelo masculino es el mejor, ya que satisface las exigencias del moderno éxito empre. sarial, Por contraste, la sensibilidad y atencién a los sentimientos de los demas que las nifias desarrollan en! sus juegos tienen poco valor en el mercado y hasta pueden obstaculizar. el. éxito_profesionaly Janet Lever implica que, dadas las realidades de la edad adulta, si una nifia no quiere depender de los hombres, tendra que aprender a jugar como un nifio, : Al argumento de Piaget de que los nifios aprenden a7” Tespetar las reglas necesarias para el desarrollo. moral en sus juegos, impulsados por reglas, Lawrence Kohlberg (1969) afiade que estas lecciones se aprenden con la mayor eficacia mediante las oportunidades de adopeién 27 de papeles, que surgen en la resolucién de las disputas. \ Por tanto, las lecciones morales inherentes al juego de) las nifias parecen menores que en los de los nifios. Los juegos tradicionales de las nifias, como saltar la cuerda y el “avién” (0 rayuela) son juegos en que se toman ‘turnos, en que la competencia es indirecta ya que el éxito de uno no necesariamente significa el fracaso del otro, Por consiguiente, es menos probable que surjan disputay que requieran un fallo. En realidad, Ia mayoria de las niftas @ quienes Lever entrevist6 afirmaron que al surgir una disputa, ponfan fin al juego. En lugar de elaborat un sistema de reglas para resolver disputas, las_nifia subordinaban la continuacion del juego a la reanuda. ign de las relaciones. Lever concluye que, a partir de los juegos que pra tican, los varones_aprenden_tanto_la_independencia| como.las_habilidades-de-organizacion_necesarias_para| coordinar las actividades de grupos mi verso ‘Al participar en situaciones competitivas controladas ¥ focialmente aprobadas, aprenden a enfrentarse a ly competencia en forma relativamente directa a juga on sus enemigos y a competir con sus amigos—, tod) ello de acuerdo con las reglas del juego. En contrast; los juegos de las niftas suelen ser en grupos mas pequel igtimos, a menudo la diada de mejores. amigas, y ea lugares privados.2#ste juego duplica la pauta soci de las relaciones humanas fundamentales en que su of ganizacion es més cooperativa. Ast apunta menos, ¢ 'terminos de Mead, a aprender a adoptar el papel del \ “otro generalizado”, y menos hacia la abstraccién de la| relaciones humanas, Pero fomenta el. desarrollo de 1a em " patia y la sensibitidad necesarias para adoptar el pape) 28 su narcisismo” y la leva a desarnollar * del “otro particular” y apunta mas a conocer al otro a diferencia de si mismo: Las diferencias sexuales en la formacién de la perso nalidad en la temprana niiiex que Chodorow deriva de su andlisis de la relacion entre madre e hija, quedan cexténdidas ast por las observaciones de Léver de las dife- rencias sexuales en las actividades de juego de la infan- cia mediana. En conjunto, esto sugiere que nifios y nifias Iegan_a_la_pubertad_con una diferente orientacién | interpersonal y una distinta gama de experiencias soci les. ¥ sin embargo, dado que la adolescencia es cons. derada como época crucial para la separaci6n, el periodo del “segundo proceso de individuacion” (Blos, 1967); et desarrollo femenino ha parecido alcanzar su maxima divergencia y sus maximos problemas en esta época “La pubertad”, dice Freud, “que produce tan grande acceso de libido en los muchachos, esta mareada én las muchachas por una nueva ola de represién”, necesaria para la-transformacién de la “sexualidad masculina de las chiquillas en ta sexualidad especificamente feme nina de su edad adulta (1905, pp. 220-221). Freud fandamenta esta transformacion sobre el reconocimiento yla aceptacion, por parte de las nifias, de “el hecho de su castracién” (1981, p. 229). A la niffa, explica Freud, 1a pubertad le da una nueva conciencia de “la herida @ ‘como una cicatrizy un sentido de inferioridad” (1926, p, 258). Como en la expansion hecha por Erik Erikson a la versién psico- analitica de Freud, la adolescencia es la época en que €l desarrollo depende de la identidad y la nifia llega a gta coyuntura, ya psicologicamente a su riesgo, 0 ya ‘on un programa diferente. 29 El problema que ta adolescencia femenina presenta a tos tedricos del desarrollo humano es evidente en cl plan de Erikson, Este muestra (1950) ocho etapas de desarrollo Picosocal, 1a quinta de las cuales ¢s Ia adolescencia, En esta etapa, la tarea consiste en forjar un sentido cohe rente de sf mismo, verificar una identidad que pueda abarcar la discontinuidad de la pubertad y hacer posible Ja capacidad adulta para amar y trabajar. La prepa, racion para la buena resolucién de la crisis adolercente de Ia identidad queda delineada en la descripcion que hace Erikson. de las crisis que caracterizan les cuatee tapas precedentes, Aunque la crisis inicial de le infarc cia, de “eonfianza contra desconfianza” fundamenta el desarrollo en Ia experiencia de relacién, la tarca se vuelve luego claramente de individuacién, La segunda stapa de Erikson se centra en la crisis de “autonomia contra vergtlenza y duda', que marca el naciente sentide de separacién y dependencia en el mito que ya sabe caminar. De allt, el desarrollo pasa. por la crisis de “iniciativa contra culpa”, cuya buena revolucién repre. senta un paso mas en direccién de la autonomia, Luego siguiendo la inevitable decepcién de los descos magico en el periodo edipico, los nifos comprenden que par competir con sus padres, primero han de unirsp « cles Y aprender a hacer lo que ellos hacen tan bien, Ast, en los affos inmtermedios de la nifiez, el desarrollo, se con. vierte en la crisis de ‘cuando la demostracion de competencia se vuelve critica para la autoestima en desarrollo del ni época en que los nifios se esfuerzan por aprender 9 dominar la teenologia de su cultura, para reconocerse fi ¥ Sef reconocidos por los demas como capaces de llegar 30 laboriosidad contra inferioridad”, | tT i: adultos. Viene después la adsescencia, la celebracién {el yo aut6nomo, laborioso y eon iniciativa, havens foriado una identidad batada en una ideologla aac pueda apoyar y jusificar los compromises del une Pero, dde quign est hablando Erikeoo? Una_vez_mfs, resulta que del nifo varén, Para la hhembra, dice Erikson (1968), la secuencia es un tanta diginta. Ella mantiene en jaque su identidad, mieneg fe prepara a atracr al hombre por cuyo apellie mice onocida, por cuya posicién seré definida, al homes que Ia rescatar4 del vacio y la soledad, llenande col espacio interno”. Mientras que para los hombee, ty idenidad precede a la intimidad y la genensenided ‘encl ciclo éptimo de separacién y apego humano, para fas mujeres estas tareas parecen, en cambio, llegar juntas La intimidad va con la identidad, esande’ tn jr llega a conocerse tal como es conocida, por media desu relaciones eon otros j¥ sin embargo, pese a que Erikson observa las dife- rencias sexuales, su plan de las etapas del ciclo vital gueda sin ningtin cambio: la identidad sigue precediendo Ja intimidad cuando la experiencia varonil continga {ainiendo su concepto del cielo vital. Pero en cae aes vial varonil hay poca preparacién para la lnviwiiad ce {it primera etapa adulta.-Sélo la etapa inicial de con. lanza contra desconfianza sugiere el tipo de mutualidad is ue Erikson quiere decir por intimidad y generatividad, resto es separaci6n, Exa es 1a foon el resultado de que el desarrollo mismo llega a se No es nacla nuevo la descripcién que hace Erikson dq profundos sueflos de Blanca Nieves y de la Bella Dur {a identidad matculina como forjada en relacién coy miente, Betclheim ve esa concentration een que él cl mundo, y de la identidad femenina como despertad) considera como ta contraparte necesatia a la acuvidad a una relacion de intimidad con otras personas. En lq) ge la aventura, Puesto que las heroinas adolescentes na Suenvos de hadas que Bruno Bettelheim (1976) describe] gespertan de su suefio para conquistay el monde inn surge un retrato idéntico. La dinamica de la adolescen| para.casarse con. el principe, su identidad ince, Heit queda iusrada arquetpicamente por el con ¢ intexpertonalmente definida. Para las mujeres en ty Aicto entre padre ¢ hijo en "Los Tres Lenguajes". All version de Bettelheim como en la de Erikson identidad un hilo al que su padre consideraba irremediablement| ¢ jntimidad estan intrincadamente unidas, Las auc recibe una iikima oportunidad de educans, cas de sexo presentadas en el mundo de los cuss de hadas, como la fantasfa de la mujer guertera en le reciente novela autobiogrifica de Maxine Hong Kingston (1977), que hace eco a los antiguos relatos de Troilo y Gresida, y de Tancredo y Clorinda, indican repetidas veces que la aventura activa es una actividad masculine yque si una mujer va a lanzarse a tales empresas, deber4 al menos vestirse como hombre Estas observaciones acerca de la diferencia sexual apoyan la conclusion a la que leg6 David McClelland (1975), de que “el papel sexual resulta uno de los deter- minantes de mayor importancia en la conducta humana, los psicélogos han descubierto diferencias sexuales en 4s estudios desde el momento en que empezaron a Iucer investigaciones empiricas". Pero, como es dificil decie “diferente” mejor" 0 "peor", como hay ja tendencia a construir una sola escala de medicion, como esta escala se ha derivado generalmente de los | Imterpretaciones de datos de investigacién, tomados predominante o exclusivamente de estudios de varones, J estandarizados sobre ellos, los psicologos han “solide ‘onsiderar el comportamiento masculino como la ‘norma’ Yel comportamiento.femenino. como. una espere te || ¥ es enviado a estudiar un afio con un maestro. Mas, aj egresar, todo lo que ha aprendido es “lo que el pry ladra”. Tras otros dos intentos similares, el padre dese pera, disgustado, y ordena a sus servidores Hevar al nif al bosque y matarlo, Pero los sirvientes, perpetuay rescatadores de nifios abandonados y desconccidos, apiadan del nifio y deciden, simplemente, dejarlo en al bosque. Desde allf, caminando, llega a una tierra leng| de perros furiosos, cuyos ladridos no permiten descansey a nadie y que periédicamente devoran a uno de la habitantes. Ahora, resulta que nuestro héroe ha apren| dido precisamente lo mas til: puede hablar con I perros, y logra calmarlos, devolviendo asi la paz al lugat Como los demés conocimientos que adquiere.le si igualmente bien, sale victorioso de su confrontacién, adolescente con el padre, como un gigante de la cones ci6n del ciclo vital. En contraste, Ia dinémica de la adolescencia femeni es narrada contando una historia muy distinta. En mundo de los cuentos de hadas, la primera menstruaci de la nifia va seguida por un periodo de intensa pa dad, en que nada parece ocurrir, ¥ sin embargo, en 82 33 | rr Gssviacién de tal norma’ (p. 81). Ast, cuando las mujeres/oblema_parecia emanar de un conflicto percibide fo se conforman a las normas de la expectativa psico:| logica, generalmente la conclusion ha sido que algo est mal en las mujeres, Hiei en 0! Lo que Matina Horner (1972) encontré mal en lay tures fue la angustia que mostraban hacia los logro competitivos, Desde el comienzo, la investigacién sobre Ja motivacion humana, empleando la Prueba de Apre ciacion Tematica (pat) fue abrumada por las pruebas de diferencias sexuales que parecian complicar el andli: sis de datos. El par presenta para su interpretacién ung clave ambigua, un cuadro acerca del cual hay que es: cribir un relato, 0 una parte de un cuento que se debe entre Ia femineidad y cl éxito, el dilema de la adoles. cente que lucha por integrar sus aspiraciones femenines ylas idemtficaciones de su temprana nifiez con la com, petencia més masculina que ha adquirido en la escuela, Basada en su andlisis de eémo las mujeres completaban tn cuento que habia empezado diciendo “después de los extmnenes del primer grado, Ana se encuentra en el pri mer lugar de su clase de medicina”, y basada en sus jebservacioncs del desempeiio de las mujeres en situaciones de logro competitive, Horner informa que, “cuando e] {ito es probable o posible, amenazadas por las conse cuencias negativas que ella esperan del éxito, las jovenes sre a Erclogos consideran que tals cuento|yangustian, y ade frasren ss annie ca See lan las forma al reflejar la imaginacién proyectiva, revelan I en que la gente construye lo que percibe, es decir, le conceptos e interpretaciones que dan a su experiencis ones positivas" (p. 171). Concluye que “este temon ariste Porque para la mayoria de las mujeres, la previ, fon del éxito en una actividad de logros competitivos, y asi, puede suponerse, el tipo de sentido que dan q| jspecialmente contra hombres, produce la Prevision de, sus vidas. Antes de la obra de Horner, era claro que lat iertas consecuencias negativas, por ejemplo, amenaza imaeres dan un tipo dito de sentido que los hombre rechso social y pends oe ee (1968, 2 as stuaciones de logro competiivo, que de algunaly 125), forma ven las situaciones de otra manera, 0 que las Sin embargo, tales conflictos acerca del éxito pueden situaciones provocan en ellas alguna respuesta distintaler considerados bajo una los dn Georgia Sassen Sobre ta base de su estudio de hombres, McClellanif960) sugiere que: lon soricn expresados por las en las que aparecieron sus dos componentes logicos, us dividio el concepto de motivacion para ri he Pueden indicas, en cambio, “una percenciés y motivo para enfocar el éxito (“esperanza de éxito") Meein | nsificada_del ‘otro lado’ del éxito competi losfgrandes costos emocionales que frecuentemante e,mmto para evitar el facato("emor al fracato"Heompafan al tie logue eae ‘competencia, Basada en sus estudios de mujeres, Homer identifclins comprensién que aunque confusa, indica algén como tercera categoria la improbable motivacién par ftido subyacente de que algo va mal en el estado en cvitarcl éxito (temor al éxito"), Las mujeres mostraroifue el éxito se define come rec, mejores calificaciones tener un_problema en. lo competitivos, y tal 34 he los dems" (p. 15). Sassen indica que Horner encuen.))» 35 Tt tra que la angustia del éxito s6lo esta presente en las} ‘mujeres cuando el logro es directamente competitivo, e decir, cuando el éxito de una persona fue a expensas de otra, En su elaboracion de la crisis de la identidad, Erikson | (1968) cita la vida de George Bemard Shaw para ilustrar) cl sentir de una persona joven que fue cortejada prema. turamente por el éxito en una carrera a la que no podia dar todo su entusiasmo. A los 70 aos, Shaw, reflexio: nando acerca de su vida, describi6 su crisis de los 20} afios, como causada no por falta de éxito o ausencia de reconocimiento, sino por un exceso de anibos: "La| hacia yo bien a pesar de mi mismo y encontré, para mi consternacién, que los negocios, en lugar de expulsarme como al indigno impostor que yo era, iban cercandome| con la intencién de no dejarme ir. Miradme, entonces, de 20 aos, con una preparacién de negocios, en ung ecupacién que yo destestaba tan cordialmente comp) cualquier persona cuerda detesta algo de Io que na| la puede escapar. En marzo de 1876, me escape” (p. 143), En este punto, Shaw se dedicé a estudiar y a escribir 4 su gusto. Serfa dificil interpretar el rechazo de Shay como prueba de angustia neurética ante los logros y li competencia, lo cual sugiere a Erikson “el extraordi| nario funcionamiento de una personalidad extraordinarig {surgiendo] en primer plano” (p. 144). ; Por estos motivos, podemos empezar a preguntar, nf Por qué las mujeres tienen conflictos hacia el éxito en li ompetencia, sino por qué los hombres se muestran ta ispuestos a adoptar y celebrar tna vision bastant estrecha del éxito. Recordando la observacion de Piagel corroborada por Lever, de que los nifios en los juegos 36 preocupan mas por las reglas, mientras que las nifias se preocupan mas por las relaciones, frecuentemente a expensas del juego mismo —y dada la conclusion de Chodorow de que la orientacién social de los hombres g.posicional, mientras que la de las mujeres es. per sonal—, empezamos a comprender por qué, cuando “Ana” se vuelve “Juan” en el cuento de Horner sobre el Gito competitivo, y el relato es completado por hombres, sucle desaparecer el temor al éxito, Se considera que Juan jug6 de acuerdo con las reglas, y gan6, Tiene el derecho de sentirse bien por su éxito. Confirmado en el sentido de su propia identidad, separado de aquellos que, com. parados con él son menos competentes, se afirma asi stu sentido posicional del yo, Para Ana, es posible que el puesto que pudiera obtener si ocupara el primer lugar de su clase de medicina no sea, en realidad, lo que ella quiere. ~ "Es obs Jas mujeres difieren muy a menudo de los valores que han sido creados por el otro sexo” (1929, p. 76). Sin embargo, afiade, “son_los_yalores masculinos los que prevalecen''. Como resultado, las mujeres egan a dudar de Ia normalidad de sus sentimientos y a alterar sus” Jicios, por deferencia a la opinién de los demés. En las! novelas del siglo x1x escritas por mujeres, Woolf ve en accion “un espfritu que se ha alejado ligeramente de fa linea recta y ha’ tenido que alterar su clara vision por deferencia a la autoridad externa”. La misma defe. rencia a los valores y las opiniones de los demas puede verse en los juicios de mujeres del siglo xx. La dificultad 2", dice Virginia Woolf, “que los valores de 3° ue experimentan las mujeres al hallarse en piblico, 0 |) al hablar pablicamente a titulo personal surge repetidas 37 | || a veces en forma de duda y cuestionamiento des mismas,{ Pero también en intimaciones de un jueio divide, ung valuacion pablica y una evaluacion privada gue son fundamentalmente distintas, " . {Y sin embargo la deterencia y la confusion que Wool critica en las mujeres se derivan de valores que el considera que on su fuera, La deferencia de Ie mg Yes no sélo ext arragada en m4 suboninacion se isino tambien en la sustancia de su. interés moral th Sensibilidad a tas necesidades de los demas y 0) avant responsabilidad por cuar de ellos evan a ls majong a escuchar voces distintas de las suyas y a ince sus juicios otros puntos de vista, Le fhouans de las mujeres se manifesta en uma apascne diheead ¥ confusion de juico,y resulta as! inseparable den to 4 moral de las mujeres una preocupacion pred ante por las relaciones y responsabilidades, La renee) cia a jugar a tos demas puede indicar el euidade 9 Breocupacion por ates que caracterizan a la pico del desarrollo de las mujeres y a ello s debe lo cog | stele considerarse como problematico en su naturales FAS) las mujeres no sélo se definen a si mismas en uy marco de relacién humana, sino que también se juzgai| Gn funcién de su capacidad de atender a otros. El papel de Ia mujer en el ciclo vital del hombre ha sido de ali Rentadora, cuidadora y compaiiera-ayudante, 1a tej dora de aquellas redes de relaciones de las que ella. a su ver, pasa a depender. Pero mientras que las mujercg| han cuidado ast de los hombres, los hombres, en sus} teorfas del desarrollo psicol6gico como en sus acuerdos econ6micos, han tendido a presuponer o devaluar ese| cuidado. Cuando el enfoque en:la individuacién come! 38 __por las relaciones parece una flaqueza de las mujeres, y logro personal se extiende a la edad adulta y la madurez es equiparada con autonomia personal, la preocupacion no una fuerza humana (Miller, 1976). Nunca ha sido més evidente la discrepancia entre femineidad y adultez que en los estudios de estereotipos de las funciones sexuales de que informan Broverman, Vogel, Broverman, Clarkson, y Rosenkrantz (1972). Los repetidos hallazgos de estos estudios muestran que las cualidades consideradas necesarias para la edad adulta, —capacidad de pensamiento auténomo, toma de deci siones claras_y accién responsable son las que suelen| asociarse a la virlidad, y considerarse indeseables como} auributos del ser femenino. fos estereatipos sugieren uuna escision del amor y el trabajo, que relega las ca pickades exprsivas a las mujeres tilntrag pone, tv Capacidadcs intrumentalesen el dominio mencaieake fuin embargo, considerados devde otra perspeciva, estos estercotipos reflejan una concepcién de la edad adulta Que, 4s ve, ex desequllbrada yfavorece la sparseiéa del yo individual sobre la conexién con los demas, y que se inclina més hacia una vida aucénoma'de trabajo Que hacia la intedependencla de amor ycuidados I descubrimiento que hoy estan eelevrando los hom bres en mitad de la vida de ia importancia de la fot mmidad, las telaciones y el euidado es algo que ls sve | jeres han sabido desde el principio, Sin embargo, como tal conocimiento en las mujeres fue considerado “intui. | tivo” 0 “instintivo”, como una funcién de la anatomia | nida al destino, los psicdlogos han descuidado describir “ou desarrollo, En mi investigacién, he descubierto que ef desarrollo moral de las mujeres se centra en. la ela 39 boracién de tal critica de desar sexos. El suj ilustraci6n final I conocimiento y ast traza una linea rollo psicolégico en las vidas de ambos to del desarrollo moral no sélo aporta la de la pauta reiterativa en la observa. cién y evaluacion de las diferencias sexuales en les alas sobre el desarrollo humano, sino que también indice pleto. a los “muchachos" hablar del “nifio” se habla Porque’ se supone que a ; det vavbn, en la invesiga sien de Is que Kohlberg deriva su tanas ene simplemente. no.existen, Las acs ciapes de ne (2888, 1981) que deseiben et deere dares Moral, dela infancia Ie 1975; Holstein, 1976; Simpson, 1974). Entre. qu asi Parecen deficientes en desarrollo. moral, tmide por la escala de Kohlberg juicios parecen ejemplificar la cuencia de Si se le estén Jas mujeres cuyos tercera_ctapa de su se En esta etapa, la moral se concibe en 40. rr }° términos interpersonales y Ya bondad es equiparada | a ayudar y complacer a otros. Este concepto de la bondad es considerado por Kohlberg y Kramer (1969) como funcional en las vidas de mujeres maduras, mien- tras sus vidas se desarrollen en el hogar. Kohlberg Kramer implican que solo si las mujeres entran en la arena tradicional de la actividad masculina reconocersn lo inadecuado de esta perspectiva moral y progresarn como los hombres hacia etapas superiores en que las relaciones se subordinan a las reglas (etapa cuatro) y Jas reglas a principios universales de justicia (etapas cinco y seis) Y sin embargo hay en esto una paradoja, pues las caracteristicas mismas que tradicionalmente han defi. nido la “bondad” de las mujeres, sw atencién y sensi bilidad a las necesidades de otros, son las que vienen a marcarlas como deficientes en desarrollo moral. Sin ‘embargo, en esta versi¢n del desarrollo moral, el ‘con cepto de madurez se deriva del estudio de las vidas de hombres y refleja la importancia de la individuacion en su desarrollo. Piaget (1970), refutando la impresién comin de que una teoria de desarrollo se ha construido como una piramide, a partir de su base en la infancia, indica que una concepeién del desarrollo depende en cambio, de su vértice de madurez, el punto hacia el _cual tiende el progreso. Asi, un cambio en la definicion de madurez no sélo altera la descripcién de la etapa superior sino que viene a remoldear el entendimiento del desarrollo, cambiando toda la historia. Si empezamos el estudio de las mujeres y derivamos de sus vidas las claboraciones del desarrolio, empiezan 4 surgir los lineamientos de una concepcién moral dis. 4a finta de la descrita por Freud, Piaget o Kohlberg, y | conforman una descripeién diferente del desarrollo. Ex ésta coneepeién, el problema moral surge de vespon, sabilidades en conflicto, y no de derechor competitives, Y para su resolucion pide un modo de pensar, que see Contextual y narrativo, en lugar de formal y abstracte Esta concepcién de Ia’ moral como preacupaa por la actividad de dar cuidado, centra el desarrollo moral en tomo del entendimiento de la responsabilidad y lax |relaciones, ast como la concepcién de moralidad come limparcilidad une el desarrollo moral al entendimicny de derechos y reglas ita diferente claboracion del problema moral por [las mujeres puede verse como la tazén critica de os ellas no se desarrollen dentro de los limites del sisters (de Kohlberg. Considerando todas las. claboracionas de responsabilidad como un entendimiento moral ces vencional, Kohlberg define las etapas. superiors. del Aesarrollo moral como derivadas de un enendimienty teflexivo de los derechos humanos. Que la moral we los derechos difiere de la moral de la responsabilidad en su hincapie en la separacion, no en la conesion eg su consideracion del individuo, y no en la relacton come fundamental, es algo que queda ilustrade’ por den respucstas a preguntas de entre r | | istas, acerca de la na: | turaleza de la moral. La primera fue de un hombre. de 26 afios, uno de los Kohlberg: Que significa para usted ta palabra moralidad?) Andie en el mundo conoce la respuesta. Creo yo qu ©8 reconocer el derecho del individuo, el derecho Me 42 Participantes en el estudio de los demés, no coartar esos deréchos, Actuar tan jus tamente como quisiéramos que nos ‘trataran, ‘Pise 50 que es, basicamente, conservar el derecho de log seres humanos a la existencia. Pienso que esto es Ie més importante. En segundo lugar, el derecho del ser humano a hacer lo que quiera, una ver mas sm afectar los derechos de otros. LeGomo han cambiado sus ideas sobre moralidad desde Ia altima entrevista?) Pienso que estoy més consciente ahora de los derechos del individuo Solfa af verlo estrictamente desde mi punto de vista, sola Pi ara mi. Ahora, creo que tengo mas conciencia de aquello a lo que el individuo tiene derecho. Kohlberg (1973) cita la respuesta de este hombre como ilustrativa de la concepcién, sobre principios, de los derechos humanos que ejemplifica sus etapas quinta y sexta. Comentando la respuesta dice Kohlberg: "Pa sando a una perspectiva fuera de la de su sociedad, é1 ‘identifica la moral con la justicia (imparcialidad, de- echos, la Regla de Oro) con el reconocimiento de los derechos de los demas, como éstos quedan definides natural o intrinsecamente, El derecho del ser humane @ hacer lo que desee sin coartar los derechos de los demas es una férmula que define los derechos antes que la legislaci6n social” (pp, 29-50), ‘a segunda respuesta es de una mujer que particips pen el estudio sobre derechos y responsabilidades, Tar, bien ella tenfa por entonces veinticinco afios; era esti diante de derecho, de tercer aio: ‘(gHay en realidad problemas morales, de cada quién?] No, algina solwcion correcta a tos es igualmente buona la prise 10 efeo que la opinion oe man 43. 44 quien sea igualmente correcta. Creo que en algunas situaciones puede haber opiniones que sean igual mente validas, y podemos adoptar conscientemente tino de varios cursos de accién. Pero hay otras situa- ciones ‘en que, creo, hay respuestas correctas € in. correctas, lo que en cierto modo es inherente a la naturaleza de la existencia, de todos los individuos gue aqui necesitan vivir ‘con otros. Necesitamos depender de los’ demas, y espeio que ésta no $610 ea una necesidad fisica sino una secesidad de rea lizacién de nosotros mismos, que la vida de una per. sona quede enriquecida cooperando con otros esforzéndose en vivir en armonia con todos los dems ¥ que, con tal fin, existe lo eorrecto y lo incorrecto, cosas que favorezcan tal fin y otras que nos apartan de di,"y que de ena forme sea posite cecteer ss ciertos casos entre distintos cursos de accion que obviamente favorecen o dafian esa meta [Hay un momento del pasado en que usted habria pensado de otro modo acerca de estas cosas?] Claro, creo que pasé por una época en que pensaba que las cots fran awante latvas, Hondo. poe decir qué hacer y donde usted no puede decirme qué hacer, porque usted tiene su conciencia y Yo tengo la mia. [Cuando fue esot) Cuando estaba yo en prepara- toria. Creo que simplemente me di cuenta de que mis propias ‘ideas habfan cambiado, y como mi propio juicio cambi6, pense que no podia jurgar 1 juicio de otro. Pero ahora’ pienso, aun cuando slo sea la persona misma la que sera. afectada, digo que es erréneo hasta el punto en que no es coherente con lo que sé acerca de la naturaleza humana y Io que s€ acerca de usted y justamente porque lo pienso | sea cierto acerca de la operacién del universo, podria decir que creo que esta usted cometiendo un error, LeQué cree usted que la hixo cambiar de ideas?) Simplemente, ver més de la vida, simplemente reco . al F°nocer que hay muchas cosas comunes entre la gente Hay ciervas cosas que Hegamos a saber que promue ven.una_vida_mejor_y- mejores relaciones’ y. mis realizacién personal que otras cosas que. en fenerel tienden a hacer lo opuesto, ya las cosas que pre, mueven eso es a las que llamamos moralmente justes ff Esa respuesta también representa una reconstruccién personal de moralidad después de un periodo de cues. } tionamiento y duda, pero la reconstruccion del enten. dimiento moral no se basa en la supremacia y univer. salidad de derechos individuales, sino, antes bien, en lo que ella describe como “un sentido muy poderose de ser responsable ante el mundo”, Dentro de este . fonstruccion. el dilema moral cambia: de cmo ejercer [nuestros propios derechos sin afectar los derechos de los “demas, a cémo “llevar una vida moral que incluya las obligaciones hacia mi misma ie y mi familia y la gente fen general EI problema se vuelve, pues,_de. limitar responsabilidades sin abandonar la preocupacion mors Cuando se le pidio describirse a si misma, esta mujer dijo que ella aprecia el “tener otras personas con las que estoy relacionada, y también tener personas ante las que soy responsable, Tengo un poderoso sentido ,de-ser-responsable hacia el mundo, que no puedo vivir ppara mi placer, sino que justamente el hecho de estar fensel mundo me impone una obligacion de hacer lo {que yo pueda para que el mundo sea un lugar en el jue se viva-mejor, por muy pequenla que pueda ser a escala en que lo logre”, Asi, mientras que los sujeven de Kohlberg se preocupan por las personas que invaden j les derechos de los demas, esta mujer se preocupa por } 45 i - ae a Podriamos ayudarlos' La_cuestién que esta mujer plantea es enfocada por 1a quinta etapa “auténoma” de desarrollo del Yo, segiin Janet Loevinger, donde la autonomia, colocada en un marco de relaciones, 3 definida como moduladora de un sentido excesivo de responsabilidad mediante el reco- nocimiento de que otras personas son responsables de su propio destino. La etapa auténoma en la version de Loevinger (1970) atestigua un abandono de dico: tomias morales y su remplazo por “una sensacién de la complejidad y el carécter multifacético de la gente real en situaciones reales” (p. 6). Mientras que Ia concep. 6n de los derechos de moralidad que conforme el nivel Ide principios de Kohlberg (etapas cinco y Seis) tiende a Hegar a una resolucién objetivamente justa o imparcial de los dilemas morales en que puedan convenir todas Tas personas racionales, la concepcién de responsabi: lidad enfoca, en cambio, las limitaciones de cualquier resolucion particular y describe los conflictos restantes, Ast, queda en claro por qué una moralidad de de. rechos y no intervencién puede atemorizar a las muje: res, por su justficacién potencial de la indiferencia y | el descuido, Al mismo tiempo, queda en claro por qué, | desde una perspectiva masculina, una moral de respon sabilidad parece inconclusa ¢ indefinida, dado su insis- | tente relativismo contextual. Los juicios morales de las ‘mujeres. clucidan.ast-la pauta observada en las diferen. cias de desarrollo entre los sexos, pero también oftecen otra coficepeién de madurez por la cual se pueden | evaluar estas diferencias, y seguir sus implicaciones La psicologia de las mujeres, que siempre ha sido des 46 Trelaciones y la interdependencia, implica un modo més [contextual de juicio y un entendimiento moral distinto ‘padas las diferencias de las concepciones femeninas del go y 18 moral, las mujeres dan al ciclo vital un dife rente punto de vista y ordenan la experiencia humana ‘en funcion de diferentes priotidades El-mito de Démeter y Perséfone, que McClelland (1975) cita para ejemplificar la actitud femenina hacia el poder, fue asociado con los misterios eléusicos cele brados en la antigua Grecia durante mas de dos mil aiios. Como aparece en el homérico Himno a Démeter, In historia de Perséfone sefiala las fuerzas de la inter. dependencia, de acopiar recursos y de dar, que, segin descubrié McClelland en su investigacion de la motiva tion de poder, caracterizaban el estilo femenino ma- duro. Aunque, dice McClelland, “esta de moda concluir que nadie sabe lo que ocurria en los Misterios, st sa- { bemos que probablemente eran las ceremonias religiosas més importantes, y aun parte del antecedente histé rico, que eran organizadas por y para mujeres, especial mente al principio, antes de que por medio del culto de Dionisos los hombres empezaran a aduefarse de das". Asi, McClelland considera el mito como “una || presentacién especial de la psicologia femenina" (p. 96). [5 ssimismo, una historia de ciclo vital por excelencia. ® Perséfone, la hija de Demeter, est jugando en una pradera con sus amigas, cuando ve un bello narciso que corre a cortar. Al hacerlo, la tierra se abre y ella raptada por Hades, quien la leva a su reino subte- twaneo. Démeter, diosa de la tierra, lora tanto ia pér dda de su hija que se niega a permitir que algo erezca. 4 EE EN , Fallan las cosechas que sostenan la vida en Ia ticrrg, muriendo hombres y animales por igual, hasta vence a su hermano de que devuelva Perséfone a madre, Pero antes de que ella parta, Perséfone com) algunas semillas de granada, las que aseguran que a una Parte de cada aio con Hades en los infiernalgy 1914, con un ensayo “Del Narcsismno EL elusive m terio del desarrollo de las mujeres Su Zeus se apiada de los sufrimientos del hombre y coy, 11. LAS IMAGENES DE UNA RELAGION Freud tuvo ‘abandonar que tragarse su disgusto ante la idea de portance der ceconocimiento de la continuada inl pservacién por una yerma controversia tebriea", y Portancia del apego en el ciclo vital humano. El lug de la miujer en el ciclo vital del hombre consiste Proteger este reconocimiento mientras que la letan del desarrollo entona la celebracién de la separaci fxtendié su mapa del dominio psicolgico. Siguiendo fl desarrollo de Ia capacidad de amor, que é! equipar6 la madurez y la salud psiquica, localiz6 su origen fa elcontraste entre el amor a la madre y el amor al yo, {a autonomfa, la individuacién y los derechos naturale Pero al dividir asi al mundo del amor en narcisismo y Elm macién de esta idea, recordindonos que el narcisis conduce a la muerte, que la fertilidad de la tierra ea vin Jnuacion de la relacién entre madre © hija, y que Propio ciclo vital surge de una. alternacién entre mundo de las mujeres y el de los hombres. Solo cua jlos teoricos del ciclo vital dividan su atencién y empia mujer el desarrollo de las rel cen a vivir con las mujeres como han vivido con hombres, su vision abarcara la experiencia de ambal lsexos y sus tcortas, fertile, Correspondientemente, serén mi 48 sas erstfone habla directamente a la defal aciones de "objeto", deseubrié que mientras el desa-* jeres se vuelve cada vez mas opaco. El problema surge ada, en alguna forma misteriosa, con la cont gue cl contraste entre la madre y el yo produce fos insgenes dines de relaciones. Basindose en las imagenes de las vidas de hombres al seguir el curso del imiento humano, Freud es incapar de seguir en la eer nes, de la moral o de ipulsso tenido del yo, Esta dlfeultad para hace He ligica de su teorla embonara en a experien his mujeres le lew, a la poste ponerias spate, atcando ss relaciones y su vida sexual come. “un fantnente oscuro’ para la psiologa" (1926, p. 212) ‘Aste problema de inerpretacion que vela a.com pression del desrvolo de as mujeres surge de las d Tencian observadas en au experiencia de les relaciones. Para Freud, aunque vivia rodeado por mujeres y et otras cosas vio micho y bien, las reaciones de las ma que de 49 rrollo de los hombres se vuelve més claro, el de las mu-, 1 x t Jeres le parecieron cada vez més misteriosas, Ai potencial de desarrollo manteniendo constantes, ie discernir y de describir, Aunque este misterio ind aun alto nivel, los factores de inteligencia, educacién B giato del desarrollo humano, 1a inclusion de lf “ace anos, no emboraban en les facies categorias de es: de ode Ta noaificat esas imagenes, implica un cambj yeotipot de papel sexual, pues Amy queria ser clon, de toda la vers, 1 tiiea mientras Jake preferia el inglés a las mateméticas. Ei Eamblo de imégenes que erea cl problema de jy. sin embargo, sus jucion melee parecieron con: lea uicies peatrollo de las mujeres es elucidado pf grmar inicialmente los conceptos familiarca acerca dle tes Juicos morales de un nifo y una nitia de once af aferencias entre los sexoe sugiriendo que la ventaja aay diesem dilema, ven dos problemas moralfgge Ins nifias tienen cn meters de develo weet praatrentes. Mientras que la actual teorta ilumis) Sante los: primeros afon de cacacle queda anulada jaintemente la lines y la logica del pensamiento fy puberted. a deserolinese ot pensamiento légico el de la nifia. La eleceidj jormal en los muchachos. ote. ios, morales cluden las cat” dilema que se pidi6 resolver a estos nifios de once aos fue parte de una serie ideada por Kohlberg para Gempnitens Mt la cuestion de interpretacion, més quf edie el desarrollo moral en la addlectats presen t ciemplificar las diferencias sexuales per se. Afiadir q iando un conflicto entre normas morales y explorando Jacl pence terbretacion, basada en las imagen a logica de su reslucion, En eae dileme oa portent del pensamiento de la nifia, hace posible no sole ‘un hombre llamado Heinz reflexiona si debe robar o no Sina natollo donde antes no se discemia un desarrol x medicamente, que ne pace comprar, para salvar Ceo de elec atlas diferencias en in interpre iva de su exposa. Enel formato habit del proce ci6n de relaciones, sin hacer una escala de estas dife} dimiento de entrevistas de Kohlberg, la descripcién del! rencias, de mejor a peor. 4 ailema mismo —la situacién de Heinz, la enfermedad | 2 on nios iban en la misma clase de sexto gradpde Ia esposa, la negative del tarmnncatine s bajar ol): en Ia escuela, y participaron en el estudio sobre de precio— va seguida por la pregunta, “:Debe Heinz hos y tesponsabilidades, destinado a eiplorar concep) Sar el medicenemok’ Lik renee ne pro y en contra ‘os diferentes de moralidad y ego. La muestra selee del robo son analizadas entonces en una serie de pre- cionada para este estudio fue clegida para enfocar Ta guntas que varfan y extienden los pardmetros del dilema |, mientras se Hevaba al maxima} eq una forma destinada a revelar la estructura sub- 50 51 Jacente del pensamiemto moval Jake, de ence a ede el principio no tiene ninguna duda de que Ha ache robar el medicament, Inrpretande ddilens como lo hio Rehberg, como confi entre fos val de Tn propiedad dela vid, dict la prov lage te Ta decision Por una parte, una vida humana vale mas que dj nero, y si el farmacéutico solo gana $1,000 seguir Viviendo, pero si Heinz no se roba la medicina, 4 esposa morira. (jPor qué vale mds la vida que se puede recuperar a la esposa de Heinz, Cuando se le pregunté si Heinz debe robar el medi| camento si no quiere a su esposa, Jake replicé que debe, afirmando que no s6lo “hay una diferencia ent odiar y matar" sino también, Heinz estaria quebrantando la ley, cada cosa que podamos imaginar”, Asi, aunque tomando en cuenta la ley y reconociends su funcion de mantener el orden social (el juez, di “le echarfa a Heinz la sentencia més benigna po sible"), también ve la ley como hecha por el hombre into, expuesta a error y cambio. Sin embar de que Hein debe robare el meteor ia y aplica tal Iogica para justificar s si atraparan a Heiny “el juer probablemente pensaria que estaba haciendo i debido". Al preguntarse por el hecho de que, al rebar} dijo que “la Ig) Gomete errores, y no es posible escribir una ley par , | como su opinion de que la ley tiene errores, se basa hin sposcin de un acwerd, de un conenso social en tomo de valores morales que nos permiten conocer a otros ¥ esperar que reconozean Io que "se debe hacer”, Fascinado por el poder de la logica, este nifio de once aios encuentra la verdad en las mateméticas que, segan dice, "son Io nico totalmente logico". Considerando jjue el dilema moral es “como un problema de mate- jticas con seres humanos”, lo plantea como ecuacion y procede buscar la solucién. Como esta solucién ¢s racionalmente derivada, supone que todo el que siga Ja razon legard a la misma conclusi6n y, por ello que también el juez consideraria que robar cra lo correcto 1a Heinz. Sin embargo, también tiene conciencia de Ios limites de 1a logica. Al preguntérsele si hay una res: puesta correcta a los problemas morales, Jake replica que “s6lo puede haber justo e injusto en el juicio", ya que los pardmetros de la accién son variables y com: lejos. Hustrando como acciones emprendidas con las mmejores intenciones pueden tener las consecuencias mas desastrosas, dice, “Si le cedemos nuestro asiento a una jana en el trolebts, y ese asiento sale por la venta: nilla, bien puede ser ésa 1a razén de que Ia anciana Las teorfas de la psicologia del desarrollo iluminan bien la posicién de este nifio, de pie en la coyuntura de la nifiez y 1a adolescencia, en lo que Piaget describe como el pinaculo de la inteligencia de la nities, y que ‘por medio del pensamiento empieza a descubrir un uni- Yetso mas vasto de posibilidades. El momento de la pre-adolescencia es captado por la conjuncién de pen samiento operativo formal con una deseripcién del ego 53. re m anclada aun en los parametros fécticos del mundo q ynaimpresion muy aires un imagen del dsl Ta suber, {Peca, su pueblo, la ocupacién de su padre Yeiada, por una falla de logica, une incapacidad d |i substancia de sus gustos, disgustos y creencias, 'Y. a snsar por si misma, Al preguntarsele si Heinz ae embargo, asi como su autodescripcidn irradia la eo robar cl medicamento, ella contests en una forma fianza de un nifio que ha legado, en términos ue pareci6 evasiva e insegura: Erikson, a un equilibrio favorable de la laboriosid . CORE sobre la inferioridad —competente, seguro de si mismy) Bueno, creo que no. Creo que pi manera, ademas de robar, como pedir prestado el dinero u obtener un préstamo 0 algo asi, pero real mente no debiera robar el medicamento... pero tam. poco su mujer debe morir. ¥ conociendo bien las reglas del juego ~, ast su navien CaPacidad para el pensamiento formal, capacda| | dle medivar acerca del pensamiento y de razonar ql | forma légica, To liberan de depender de la autoridy yle permite encontrar por ‘mismo soluciones a qi Al preguntarsele por qué no debia yobar ee ate problemas. as. cone oI propiedad ni el derecho, sin Esta naciente autonomia sigue la trayectoria quel antes bien, el efecto que el robo podia tener sobre la marcan las seis etapas de desarrollo moral de Kohlberg _relacién entre Heinz y su esposa: | una Progresion en tres niyeles: de un entendimieny ee seg a mpmcitad bated ov anc] i abta Is mein Pe aaa individual (etapas uno y dos), a un concepto de la jus ean Epos pedis wave a cater A cia “anclado en las convenciones compartidas. da podria conseguir mas medina, ¥ 60 no estaria bien srerdo social (tapas tres y cuatro), y, por dltime gf, POdtla conseguir mis medici del asunto, y encontrar lun entendimiento, por principio, de la justicia que Jota manera de conseguir el dinero. apoya en la libre logica de igualdad y reciprocal (ctapas cinco y seis). Aunque los juicios de este nity de once aiios son ealificados como convencionales en scala de Kohlberg, una mezcla de las etapas tres y cua {F0, ‘su capacidad de hacer que la logica deductivg| ese sobre la solucion de dilemas morales, de difers ciar la moral de la ley y.de ver e6ino es posible con Viendo en el dilema, no un problema matematico cs ato de relaciones que se con seres humanos, sino un relato di jestienden en el tiempo,"sAmy considera la continua necesidad que la esposa tiene de su marido, y la con! : én del marido por su esposa y trata S tinue preocupacién P : de responder a la. necesidad del farmacéutico en tal oTRE due Is leyes tienen punts erréneot sella haclg femme’ aoe pueda sostener, en lugar de romper. la {s coneepcion, por principio, de Ia justcia, que Kohl} eee “ . berg equipara con la madure? moral At como vincla a salvactn de In spon con la { Bn contraste, 1a respuesta de Amy al dilema expresa eonservacién de las selaciones, también ast considera 54 . ts cl valor de la vida de la esposa en un contexto de re problema de otra manera; la concepeién de Kohlberg Stones, diciendo que seria erréneo dejarla morir porque, fy esquiva por completo. Ha a ell ello danaria a muchas personas, y la data, Puesto que el juicio moral de Amy esti fincado en la ereencia de que “si alguien tiene algg que puede mantener a alguien con vida, entonces iy) lies justo negarselo", considera que el problema de est dilema no surge de la afirmacién de los derechos del farmactutico, sino de que éste no responde. Cuando el entrevistador prosigue con la serie de’ pre) ‘guntas que se siguen de la construceién dada por Koh berg al dilema, las respuestas de Amy permanecen esen, ialmente las mismas, pues los distintos enfoques ng sirven para elucidar ni modificar su respuesta inicial, Ya sea que Heinz ame no a su esposa, no debe robay por ella, ni dejarla morir; si en cambio, extraiia la que muriera, Amy dice qui tuviera a nadie cerca”, fuera ung la extrafia ng entonces Heinz debla tratar de salvarle la vida, pero no de robar la medicina. Pera cuando el entrevistador, mediante la repeticion de pre, gatas, le explica que las respuestas que ella le dio 1o| fueron correctas, © no se oyeron bien, empieza a dis | minuir la confianza de Amy, y sus respuestas se vuelven | més forzadas © inseguras. Cuando se le pregunta Por qué Heinz no debe robar el medicamento, simple mente repite: “Porque eso no esta bien”. Cuando se | le pide explicar por qué, repite que el robo no seria tuna buena solucién, y aflade ingenuamente: “Si él Io fomara, tal ver no sabria como darselo a su esposa, y| entonees ella podria morit”. No viendo el dilema como | un problema autocontenido de logica moral, no discier. | ne la estructura interna de su resolucién, y constraye eli 56 En cambio, viendo un mundo que comprende rela ciones, ¥ no personas solas, un mundo que se vuelve ierente por medio de conexiones humanas y no por \fiemas de vegas, Amy encuentra que lo mincrono el dilema esta en que el farmacéutico no responde a la necesdad de la esposa, Diciendo que “no es justo que dlguien muera cuando se le puede salvar la vida", pre supone que si el farmacéutico viese las consecuencias de negarse a bajar el precio, comprenderia que “simple: mente debe darselo a la esposa y luego dejar que la tiposa le pague después", Asi, Amy considera que la golucién al dilema se encuentra en hacer notar més tlaramente la gravedad de la esposa al farmaceutico, 0 $i no se logra eso, recurrir a otros que estén en. posi cin de ayudar. ‘Asi como Jake confia en que el juer convendria en que robar es lo que Heinz debe hacer, ast Amy confia fen que, “si Heinz y el farmacéutico hubiesen hablado bastante tiempo, podrian Ilegar a otra solucién, en vez de robar’. Asi como él considera que la ley “tiene erro: res", ella considera este drama como un error, creyendo que “el mundo debiera compartir mas las cosas, y en- Jytonces nadie tendrla que robar"., Ambos nillos reco- | nocen asi la necesidad de un acuerdo, pero lo ven como mediado en distintas maneras: él, impersonalmente por medio de sistemas de légica y ley, ella personal- mente por medio de una comunicacién basada en rela- |ciones. Ast como él depende de las convenciones de la logica para deducir la solucién a este dilema, presupo- niendo que todos comparten estas convenciones, asi 87 > ella depende de un proceso de comunieacién, presupa| gan una nia que se sente segura de misma, confia plendo una conexion y ereyendo que escucharan su voy) qa en Ja sustancia de sus convicciones, y segura de su ¥, sin embargo, mientras que las suposiciones del nil capacidad de hacer algo valioso en el mundo. Diciendo acerea de un acuerdo son confirmadas por una convep| ge si misma a los once aifos que iba “ereciendo y cam sincia de Ia logica entre sus respuestas y las pregunta) pisndo”, dice que “ahora ve algunas cosas de otra ma planteadas, las suposiciones de la nifia quedan refutada) era”, s6lo porque “ahora me conozco realmente bien y Por Ja falts de comunicacién, por la incapacidad dl ye mucho més acerca del mundo”. Y, sin embargo, {a entrevistada para comprender su propia respuesta} el mundo que ella conoce es un mundo distinto del Aunque la frustracion de la entrevista con Amy qf que fue refractado por la interpretacion dada. por obvia en la repeticin de preguntas y en su circularidadh|Kobiberg al dilema de Heinz. El mundo de Amy es ultima, el problema de interpretacién queda enfocadgt un mundo de relaciones y de verdades psicolégicas, por la evaluacién de su respuesta. Cuando se les consi donde una conciencia de la conexion entre personas dlera a Ia luz de la definicion dada por Kohlberg de lay} hace surgir un reconocimiento de las responsabilidades tapas y la secuencia del desarrollo moral, los juicios mos] de unas a otras, una percepeién de la necesidad de res, rales de Amy parecen encontrarse en una etapa de} puesta. Visto a esta luz, su entendimiento de la moral, | madurez inferior a la del nifio. Calificadas con una mea {eomo algo que surge del reconocimients de lay ela. cls de las etapas segunda y tercera, las respuestas de Amy} |eiones, su fe en la comuniecacién como modo de resolver Parecen revelar una sensacién de impotencia, en el{ conflicts, y su conviecién de que la resolucion del di mundo, una incapacidad de pensar sistematicameng flema Surgiré si se representa de manera adecuada pa. acerca de los conceptos de moral o de ley, una renuen:| ecen lejos de ser ingenuos 0 cognosctivamente inte Cia a desafiar la autoridad oa examinar la logica de) duros. En cambio, los juicios de Amy contienen la vis las verdades morales recibidas, y hasta una incapacidad flumbre central de una ética del culdado mutuo, ast de concebir la accign directa para salvar una vida, 9} q@mo los juicios de Jake reflejan Ia logica del enfoque para considerar que semejante accién, en caso de ser} juridico. La inciprente conciencia de Amy del "Método adoptada, pudiese surtir efecto. Ast como Amy depende| {de verdad”, lema central de la resolucion no vielents {de las relaciones, lo que parece revelar una continual de conflictos, su fe en la actividad restauradora del dependencia y vulnerabilidad, ast su fe en la comunica:9} cuidado mutuo, la llevan a ver a los actores el dilema cién ‘como el modo por el cual resolver los dilematf| dispuestos no como adversarios en una pugna por de morales parece ingenua y cognoscitivamente inmaduray|| rechos, sino como miembros de una red de reheciones ¥, sin embargo, la descripcion de si misma hecha pos}! de cuya continuacién dependen todes ellos, Por sanat Amy trasmite una impresién marcadamente distinta,| guiente, su solucién al dilema se encwentra on setinn la Una ver mas, las matcas del nifo preadolescente pin red por medio. de la comunicacién, logrande ineluir 58 59 a la esposa, al fortalecer en lugar de romper las cone, Pero la diferente logica de la respuesta de Amy llama la atencién hacia la interpretacién de la propia entre vista. Coneebida como interrogatorio, aparece, ey cambio, como didlogo que adquiere dimensiones mora les propias, correspondientes al uso que la entrevistady| da al poder y a las manifestaciones de respeto. Con este sito de la concepcién de la entrevista, inmediatamente se vuelve claro que el problema del entrevistador con siste en comprender que la respuesta de Amy brota del hecho de que Amy esté respondiendo a una pregunty distinta de aquella que el entrevistador creyé que lk habia hecho. Amy no esta considerando si Heinz de biera actuar ast en esta situacién (“;Debe Heinz robay cl medicamento?"), sino, en cambio, cémo debiers actuar Heinz al percatarse de la necesidad de su espos| (aebe Heinz robar la medicina?"). El entrevistadoy "da por sentado el modo de accién, presuponiendo que = un hecho: Amy presupone la necesidad de accidn y considera la forma que debe tomar. Como el entrevis, tador no imagina una respuesta que no pudo soflarse siquiera en Ia filosofia moral de Kohlberg, no eapta la pregunta de Amy ni ve la logica de sus respuestas, np) ve que aquello que desde una perspectiva parece ans| evasion al dilema, en otros términos signifiea un reco nocimiento del problema y una busqueda de una solu. cin més adecuada, Asi, en el dilema de Heinz, estos dos nifios ven dos Problemas morales muy distintos: Jake un conflict entre la vida y la propiedad que se puede resolver mediante deduccién logica; Amy, una ruptura de la seaclin humana que hay que remendar con s4 prop filo. Planteando" diferentes preguntas que, torten de concepeiones distintas del dominio morsl, los isos iegan a tespuesanfundamentalmente divergentes la Gouna exala de crecente maduree moral elites por la logic de a respuesta el no pierde de vata fo diferente verdad revelada en ef juico de la nite Ala pregunea, "gQve ve el, que ella no ve? In tears de Kohlberg ofrece una respuesta prefebicade, ant fesia en la puntuacion dada als juicios de Jae, toda ina etapa superior alos de Amy cm madures moral, a iapreguna, "2Que ve ella, que el no ve", la teora de Kohlberg no tiene nada que: decir. Come In mayor parte de las respuestas de" Amy pasan por el cedave {del sistema de calificacién de Kohlberg, sus respues fa, desde Ia perspectiva de éste. pareeen caer fuera {al dominio moral ¥, sin embargo, ast como Jake revela un entend- eno profundo de la legica de la justiieacon, Amy tr igualmente profunda en su entendimiento del natu Inleta de Ia eleccin, Reconociendo. que "st lor dos taminos van en direcciones totalmente separadany cogemos uno, nunca sabremot lo. que habvis parade S hubitsemor cscogido el oto", ella expla que "exe f dlriego que hay que corer y come die, realmente es una adivinanea. Para iastrar su argument, "en fon tencila”, describe su decision de pasar el verano en oa tampamento: Nanea sabré lo que habria ocurrdo si me hubiese aquedado aqut,y si algo sale mal en el campamento, fhnca sabre sl, quedandome. aq, hublern sido . 61 ; aa mejor. Realmente no se puede evitar porque no hay} forma en que se puedan hacer las dos cosas a ly Wee or lo que hay que decidir, pero nunca sa De esta manera, estos dos nifios de once afios, amboy umamente inteligentes y pesceptivos de la vida, aun) que en diferentes maneras, revelan distintos modos de entendimiento moral, distintos modos de pensar acerca de conflicio y cleccién. Para resolver cl dilema de Heinz, Jake depende del robo para evitar una confron; tacion, y recurre a la ley para mediar en la disputa Transformando una jerarquia de poder en una jerat) quia de valores, quita la mecha a un conflicio poten, cialmente explosivo entre personas, presentandolo como tun impersonal conflicto de: derechos, De este modo, aisla el problema moral de la relacion interpersonal, encontrando en la légica de la imparcialidad una form objetiva de decidir quién ganar la disputa. Pero este ordenamiento jerérquico, con su imagen de ganar y perder y el potencial de violencia que contiene, cede, ¢| la presentacion que Amy da al dilema, ante una red dde conexiones como una red de relaciones sostenida por tun proceso de comunicacién. Con este giro, el problem | moral cambia: de un dominio injusto (Ia imposici| de la propiedad sobre la vida) a otro-de exclusion nece| saria, cl hecho de que el farmacéutico no respondiera! a la necesidad de la esposa, Este cambio en la formulacién del problema moral y 1 cambio concomitante en la imagen de las relacione aparece en las respuestas de dos nifios de ocho aos, | Jeffrey y Karen, a quienes se pide describir una situa:| cién en la que no estin seguros de qué se debe hacer} 62 Jeffrey Karen ‘Cuando realmente quiero jr-con mis amigos, y mi jnamé esta limpiando el yotano, pienso en mis amigos y luego pienso en i madre, y luego pienso {qué debo hacer. Pero, gcomo sabes qué 5 lo que debes hacert) Porque unas cosas van antes que otras. Tengo muchas amiga y no sempre puedo jugar con todas cas, ast que tengo que escogerlas por tum, porgue todas Son mis amigas’ Perot algu ntl, ergo con tila. (En Jud pencas Cuando extds tratando de tomar la decistn’) Um, en alguien que ext solo, on lasoledad Mientras que Jeffrey establece un orden jerarquico para resolver el conflicto entre el deseo y el deber, Karen describe una red de relaciones que incluye a todas sus amigas. Ambos nifios se enfrentan a los proble: mas de exclusién y prioridad creados por la clecci6n, pero mientras Jeffrey piensa cn qué va primero, Ka- fen piensa en quién se queda al margen. Las imagenes contrastantes de jerarquia y red en ‘| pensariiento infantil acerca de conflicto moral y deccion iluminan dos visiones de moralidad que son complementarias, no secuenciales ni opuestas. Pero esta interpretacion de las diferencias va contra la ten- dencia de la teoria del desarrollo,. tendencia a orde- far las diferencias en forma jerarquica, La correspon: dencia entre el orden de la teoria del desarrollo y la estructura del pensamiento de los nifios varones con- frasta con la disparidad entre la teoria existente y la estructura que se maniftesta en el pensamiento de las nifias. Y sin embargo, en ninguna de las compara- 63 aburrida, porque creo wie nos cambia un poco ‘caracter. No sé bien (0. describirme a mi smo, POrque no s€ 6 ciones aparece el juicio de uno de los nifios como py cursor de la posicion del otro. Ast, surgen pregunt concernientes a la relacién entre estas perspectiva j eeual 9 el significado de esta diferencia, y como conectan estos dos modos de pensar? Estas pregunigno leer ™mi personalidad. se elucidan considerando la relacién entre el enteng(®! Msteras que descr. miento de la mor os ni ji irel modo en que real- seg i ta moral por los nos de once ates, y git Tos en fue Ter tne ismo, ¢Qué dirfast) Me stan 135 bromas radas, fimente no me gusta merme a trabajar, pero muedo hacer todo lo que din en la escuela, (Cada problema que he piso en la escuela he po- ido hacerlo, excepto los ue requieren cierto co: focimiento, y después de ct, he podido resolver- a veces no pierdo tiempo en tareas £4 fles. Contra lo que dicen Fnuchos, yo pienso que jd mundo aan tiene espe- fama... la mayorta de is gente que conozco me gusta, y vivo bien, tan fen como cualquiera conozca, y soy alto Pera tal edad. Jake Amy (@Cémo te describirias a tf mismo?) Perfecto. Esa es mi_pre: suncién. Qué quieren ustedes? ¢Qué escoja yo Bueno, algin modo de describi. mo lo sé. describiré como, buer equé quicre usted dec (Si tuvieras que describir la persona que eres en tal forma que ti mismo supieras que eras tt, ¢qué diriast) Empezaria con once aos le edad. Jake [apellido} Tendria que afiadir que vivo en [ciudad por jue esa es gran’ parte de mi y también porque Bueno, diria que soy guien a quien le gusta escuela y el estudio, y es lo que quiero ha con mi vida, Deseo mujer de ciencia 0 al a mf misma. Y quiero hacer algo para ayudar a otros. (jor que?) Bue- fo, porque pienso que en él mund hay muchos pro. blemas y creo que todos deben tratar de ayudar los demas de alguna manera, y el modo que yo he escogido es por me- dio de la ciencia. mi padre es médico, por- que pienso que eso’ cam: Dia un poco las cosas, y porque ‘no creo en la elincuencia, salvo cuan do su nombre es Heinz: que pienso que la escuela 64 ast, y quiero hacer cosay y ayudar a la gente, Pienso que ese es elt de persona que soy 0 tipo de persona que tra} to de ser. Y probable] mente ast'me describir la vor del nifio de once afios aparece una forma familiar de autodefinicion, resonando en la inscripcién del joven Stephen Daedalus en su libro de geografia a mismo, su nombre y donde estaba”, y haciendo eco 65 I vacpiapetibcones que aparecen en Our Town (Nucil 4. ate conflict coloean el texto de la respuena de clo" ponino a ats de as oordenadas deg Se Sa, colren ol testo dee espa de finy. Jake aparea el p - Bo espacio un orden Jersequco en el eal se den AM del marco en que aparecia, remplazando los temas de aiguiee agar ike, desrbiéndose sf mismo com] igcign imma con sus propias imagenes de conexién aiguien distinco, al ubicar su posicion particular «| iva: el mundo, se destaca de tal mundo por sus habilidad Jake Amy sus creencias y su estatura, Aunque también Amy en mera lo que le gusta, lo que desea y sus creenei se ubica en relacién con el mundo, describiéndose py medio de acciones que la ponen en contacto con (Cuando entran en conflicto las responsabi- lidades con uno mismo y con los demds {Cimo escogertast) demés, elaborando nexos por medio de su capacidad yy) Se dedica una cuarta par- Bueno, en realidad de. dar ayuda. Al ideal de perfeccién de Jake, en relacigf te 2 108 ema y tres pende de la stain, 5 cuartas partes’ uno tengo una. responsabily al cual mide su propio valor, Amy opone un ideal gf ears dad eda alge ae cuidado, respecto al cual mide el valor de su actiy dad./ Mientras ella se coloca en relacién con el mund ¥ decide ayudar a los demias por medio de la cienciy @1 coloca el mundo en relacién consigo mismo al definy su propio cardcter, su posicion y la calidad de su vida, tonces cumplo con ‘ella hasta cierto grado, pero hasta el punto en que realmente no va a dafiar- me, 0 a impedirme hacer algo que realmente quiero, entonces tal ver deba po- nerme yo primero, Pero si nuestra responsabilidad es para alguien que esta realmente cerca de mi, tengo que decidir en tal situacion qué es més im- portante, yo misma o tal persona y, como dije, realmente depende de qué tipo de persona es una Y qué siente hacia la otra persona o las otras per: sonas. distintas maneras en que estos nifios resuelven un con Mlicto entre responsabilidad hacia los demés y respon sabilidad hacia st mismo. La pregunta acerca de responsabilidad siguié a un dilema planteado por of conflicto de una mujer entre sus compromisos labora ¥ con sus relaciones de familia, Mientras que los detall "Se retete a a obra tetral de Thornton Wilder, (T-) 66 67 Jake (Por qué?) Porque lo més importan teen la deckion debe ser [funo" mismo, no dejarse gular torsimente por ltrs, pera st hay que'to Imarlos en consideracion 'Por eso, si lo que se quie- re hacer e¥ volarse si tnismo con una’ Bomba atomiea, tal ver To mejor fea volarse con una gra hada de mano porque hay aque pensar tambien en Muestros”préjimos "que tambien moriran, 68 Amy Bueno, algunos se pone, ante todo a st mismos sus cosas antes que 2 lot demas, y algunos real mente se preocupan los demés: "Yo Ro. eg que el empleo sea tay importante como alguien a quien queremos, como el esposo 0 los padres 6 una amiga intima, Al guien a quien realmente queramos; 0 si es. sélo nuestra responsabilidad hacia nuestro trabajo 6 hacia alguien al que ape. nas conocemos, entonce | tal vez una pueda ver mero... pero si es alguien al que realmente quere. ‘mos tanto 0 mas que a nosotros, entonces hemos. de decidir realmente qué queremos mas, a esa per: sotr0s mismos... (ZY eémo haces eso?) Bueno, hay que reflexionar, y hay que pensar en las dos caras del asunto y hay que pensar qué seria mejor para to: dos, 0 mejor para una, {qué es mas importante, | Jake Amy qué dejara contentos a todos. Como, por eiem: plo, si las otras personas pueden conseguir a otro para hacerlo, sea lo que Sea, 0 si realmente no hos necesitan a nosotros, tal ver sea mejor hacer lo que queremos, porque los de: més quedarén igualmente bien con alguien més y ast quedaran contentos, y entonces también no- otros quedaremos con tentos porque hicimos lo que queriamos. (¢ Qué significa responsabilidad?) Significa pensar mucho Que otras personas cuen- fnlos demés cuando hago tan con que nosotros ha- algo y si deseo lanzar una amos algo, y no pode- piedra, no lanzarla contra ‘mos decidir, “bueno, pre- ina ventana, porque ‘0 esto’ 0 aquello” pienso en la gente que (Hay otras tipos de res fendria que pagar la ven-onsabilidad?) Bueno, fana, no hacerlo s6lo por hacia una misma. Si algo mi, porque tenemos que vir con otros y vivir en farece realmente. diver- ido, pero puedo dafiar fiuestra comunidad y me aim{ misma hacién, hacemos algo que dafic a _-dolo porque realmenté™ todos, muchos termina no sé edmo hacerlo y si ran suftiendo y eso es Jo mis amigas dicen, “vaya, {que es injusto yno se debe vamos, puedes hacerlo, hacer. no te’ preocupes", si te 69 _ Jake Amy nfamos miedo de hacer, lo, es responsabilidag hacia mt misma y si pien 50 que puede daiiarme, no debo hacerlo, por hay que cuidar’ de wl misma y esa es la respon, sabilidad hacia una « Una ver mas, Jake presenta el dilema como ecuacigg matemética, derivando una férmula que guia la soli, cign: una cuarta parte hacia otro, tres cuartas party hacia st mismo. Empezando con su responsabilidad ha, cia si mismo, responsabilidad que da por sentada, con, sidera hasta entonces hasta qué punto es responsable también hacia los demas. Procediendo de una premig de separacién pero reconociendo que “hay que vivi con otros", busca reglas que limiten la invasion de otroy derechos, y asi reduzcan el daiio al minimo. Ens version, la responsabilidad corresponde a una limita ion de la accién, un freno a la agresion, guiado por el conocimiento de que sus actos pueden afectar a lo} demés, ast como los de ellos pueden afectarlo a él. De] este modo las reglas, limitando la intromision de toy demas, hacen mas segura la vida en comunidad, prot Siendo la autonomfa mediante Ia reciprocidad, exten | diendo la misma consideracion a st mismo y a lo demas. | Alla pregunta acerca de responsabilidades en conflicto, Amy vuelve a responder contextualmente, no categéri camente, diciendo “depende” ¢ indicando como || eleccién serfa afectada por las variaciones de cardcter 70 circunstancia, Partiendo de una premisa de conexién, ue “si tenemos una responsabilidad con alguien més, 1 ie compile, canedes extec teat pen {iene wna responsabilidad hacia sf misma, Explorando arametros de separacién, imagina situaciones en fhe hacendo lo que deve, no e perjdique a misma @ en que, al hacerlo, no reduzca la felicidad de los demés. Para ella, fesponsabilidad significa respuesta, fatension, y no liinitacion de la accion. Connota asi un acto de culdado y atencién, mas que contenci6n de la agresion, Buscando nuevamente la solucién que tome mas en cuenta las necesidades de todos, se esfuer 1a por resolver el dilema en tal forma que “deje mas ontentos a todos”. Mientras Jake se preocupa por li ‘nitar Ia intrusion, Amy enfoca la necesidad de una respuesta; para él la condiciOn limitadora es, “no te dejes guiar totalmente por los demas”, pero ella dice otras personas cuentan conmigo”, en cuyo caso ‘‘sim- plemente, no es posible decidir, ‘Bueno, prefiero hacer esto 0 aquello!" /La interrelaci6n entre estas respuestas es clara, ya que ella, presuponiendo una conexién, em- pieza a explorar los pardmetros de la separacién, mien- tras que él, presuponiendo Ii separacién, empieza a xplorar los parmetros de la conexién. Per la su lpremacia de la separacién 0 la conexién produce liferentes imagenes del yo y de las relaciones. La més notable entre estas diferencias es la imagen de violencia en la respuesta del nifio, que pinta un mundo de peligrosa confrontacién y explosiva conexién, nientras la nifia ve un mundo de atencién y protec: cién, una vida vivida con otros a los que “podemos querer tanto o més que a una misma”, Dado que la n - concepcién de mora refleja el entendimiento de ls relaciones hace surgir un cambio en el propio mandq| | miento moral. Para Jake, responsabilidea significa jy hacer to que quiere porque est pensando en tos dem para Amy, significa hacer aquello con que otros cag tan que haga, independientemente ‘de lo. ue ah desee, Amos ve preocupan por evitar un dato. pe Plantcan el problema en formas diferente veg un dato surge dela expresén de agresion ella, de cl falta de respuesta "+ Si la trayectoria del desarrollo se trazara por medi| de la ejusn de esc deen nde, af Hla un camino correspondientemente distinto,, Parl Jake, el desarrollo entraiiarfa llegar a ver al otro com igual del yo, y el descubrimienio de que la igualdad ofrece un modo de establecer con seguridad la nexin, Para Amy, el desarrollo seguirta a la inclusigg de lla misma en una cteciente red de conexiones 4 el descubrimiento'de que la separacién puede ser pro} fectora y no entraiiar un aislamiento. En vista de eat distintas vias de desarrollo, y particularmente de las di tintas maneras en que quedan alineadas las experien| cias de separacion y conexién con la voz del yo, la representacién del desarrollo del nifio como dnica ling de crecimiento adolescente para ambos sexos crea desarrollo de la nifia. Como el desarrollo se ha basado en las premisas de | Separacion, y se ha contado como un relato de relacio. | nes fallidas —de apegos preedipicos, tantasias edipicas compaiierismos. preadolescentes. y amores adolescen: 2 tes, las relaciones que surgen ante un trasfondo de separaciOn, para s6lo estallar:sucesivamente, cediendo ‘ante una individuacion cada vex mayor, el desarrollo de las niflas parece problematico por causa de la conti- niuidad de las relaciones en sus vidas. Freud atribuye el giro hacia lo intimo de las nifias en la pubertad a una intensificacion del narcisismo fundamental, indi cando con ello una falla de las relaciones de amor u bjeto". Pero si interpretamos este giro hacia lo {timo ante un trasfondo de conexién continuada, ve- remos que sefiala una nueva sensibilidad hacia el yo, una expansién de la atencién, no una falla de la re. lacion. De esa manera las nifias, que al parecer no em- bonaban en las categorias de relaciones derivadas de Ja experiencia varonil, Haman nuestra atencién hacia Jas suposiciones acerca de las relaciones que han im- bpuido el relato del desarrollo humano remplazando la imagen de una conexion explosiva por imagenes de separaci6n peligrosa La importancia de este giro queda, revelada en un qxtudio de las imagenes de violencia que aparecen. en cuentos escritos por estudiantes universitarios para ima genes del PAT, un estudio que informa estadisticamen- te de diferencias sexuales significativas en los lugares en que se ve violencia y también en la sustancia de las fantasias violentas. Los temas de separaci6n y conexién 4on centrales para el estudio, dirigido por Susan Pollak y por mi misma y basado en un anilisis de los cuentos, Gscritos antes del estudio como ejercicio de un curso de psicologla sobre motivacién (Pollak y Gilligan, 1982). El estudio empezo con la observacion de Pollak de imagenes aparentemente extrafias de violencia en cuen- 73

También podría gustarte