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Deleuze y la máquina rizomática

Luego de la muerte de Gilles Deleuze, en nov}~mbre de 1995, eÍ


pensamiento rizomático obtuvo la atención que no había obtenido
anteriormente. Incluso el mundo académico pareció darse cuenta
de la importancia que éste tiene en el escenario filo~ófico del tardío
siglo veinte.
Pero los académicos han puesto en acto una especie de cortés
remoción.
Gilles Deleuze ha sido acogido en el salón bueno de la respeta-
bilidad universitaria. Félix Guattari permanece fuera. No era un
académico, frecuentaba malas compañías, por esto en la prensa de
actualidad dedicada al pensamiento rizomático se tiende, más o menos
concientemente, a citar el nombre de Gilles Deleuze olvidando el de
Félix. No me importa gran cosa de esto, y no tengo títulos válidos.
para sostener la causa de un acogimiento de Félix por parte de los
profesores. Sin embargo, más allá de los aspectos de cortesía y de
corrección bibliográfica, existe aquí una cuestión filosófica esencial.
Franco Berardi rizomática

Atención: existe Deleuze sin Guattari, existe Guattari sin De- por ningún otro plano. Por lo tanto no podemos huir. Sobre un
leuze, y luego existe la máquina rizomática que se pone en movi- territorio monoplanar no existen líneas de fuga.
miento a partir del encuentro entre ambos. Y como en cada uno El territorio que llamamos Deleuze no es laberíntico, es más bien
de ellos existían muchas personas, según una declaración suya un territorio multiplanar.
para no tomar demasiado a la ligera, el autor de sus libros es una Se camina sobre lo largo de las vías de un laberinto, pero en un
verdadera multitud. momento dado se está caminando sobre otro laberinto, sobre otro
En cualquier caso, si se quiere entender la máquina rizomática, plano. Como sucede en las obras de Escher.
no puede subvaluarse el injerto de la especificidad Félix. ¿Cómo es posible que el lenguaje produzca sentido? Pregunta De-
Deleuze sin Guattari ha recorrido la historia entera de la filosofía leuze. El lenguaje no funciona en absoluto según correspondencias
occidental para liberar el concepto acontecimiento de toda reduc- biunívocas, reenvíos monoplanares.
ción metafísica. El acontecimiento irrespons~ble, la danza ligera de La monoplanaridad pertenece a los lenguajes formales, a los
la cual habla su Nietzsche, es la contribución que Deleuze trae a la lenguajes que reducen convencionalmente el espectro semántico
máquina rizomática. eliminando la indefinición que proviene del contexto pragmático
Guattari sin Deleuze ha construido su estilo filosófico en la de la situación. Pero cuando el lenguaje posee un cuerpo, su modo
práctica psiquiátrica y en la militante, en su formación biológica de funcionamiento es polisémico, ambiguo; es enriquecido por la
y farmacológica. De allí salió el método del cut up molecular, del aspereza de lo no verbal. ¿Cómo es posible entonces comunicar?
montaje, de la descomposición y recomposición, de la creación En la comunicación hay siempre algo más y algo menos que una
combinatoria. Guattari trae a la máquina rizomática la concreción simple transferencia. semántica.
micromatérica de su indagación. Sabemos que cada signo reenvía a un significado que a su vez es
Cristalina acuidad de la navaja filosófica deleuziana y guattariano signo de otros significados y así sucesivamente al infinito. El proceso
hormiguear matérico del principio bio-informacional: esta es la de interpretación de las señales debería entonces ser un proceso
máquina rizomática. Si una pieza se deja en la sombra no puede infinito. ¿Pero cómo es posible que ante un peligro inminente,
entenderse el funcionamiento. cuando grito: «atención, corramos», la gente que está conmigo
corra en verdad?
A esta pregunta no puede responder solo la sintaxis, tampoco
Deleuze sin Guattari solo la semántica. El lenguaje también reenvía a su ambiente, al
Si queremos ocuparnos de Deleuze sin Guattari debemos pregun- cuerpo, al antes y al después, al imaginario y a la expectativa, al
tarnos como primera cuestión: ¿cómo se ingresa en el pensamiento deseo. La producción de sentido depende de todo aquello que
deleuziano? hace de contexto al enunciado, a los signos proferidos intencio-
El pensamiento Deleuze no es laberíntico. El laberinto se de- nalmente; del hecho de que el lenguaje se cruza y se agencia con
sarrolla sobre un espado monoplanar; en el laberinto se sigue un otros planos proliferando en ellos. Podemos intentar describir
camino que puede no conducir a ninguna parte, pero los pies se los distintos planos separadamente, pero ellos solo funcionan de
apoyan en tierra firme. La relación entre lo alto y lo bajo, aquello, manera instantánea. Cuando escapo gritando: «corramos», la gente
al menos, está garantizado. El plano del laberinto no está atravesado corre conmigo no solo por las palabras que he dicho, sino por el
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modo en que las digo, por el hecho de que estoy aterrorizado y


Recuerdo la perplejidad de Franco Piperno, pero sobre todo recuerdo
porque soy el primero en escapar. , . .
que Félix dijo una frase algo ambigua y de rápida aprobación, como
En la comunicación hay una dimensión pragmat1ca, afectiva y
podría ser: déjalo hacer, es su viaje. En un primer momento quedé
emocional que posee las características del contagio. La producción
sorprendido. Me pareció que se trataba de una suerte de tolerancia
de sentido tiene que ver con el contagio, no solo con la ortodoxia
de psiquiatra en relación a las excéntricas manifestaciones de un
sintáctica y la pertinencia semántica. La producción de sentido pone
loco. Pero en realidad Félix procedía de ese modo con frecuencia,
en movimiento «líneas de fuga» hada otros planos de la expresión.
cazando al vuelo un motivo, una frase, una imagen para introducirla
Cuando dos polemizan el problema no es que uno dice la verdad
en un flujo a veces más heterogéneo o distante. No hay necesidad
y el otro una falsedad, sino que se encuentran sobre dos planos no
de estar de acuerdo sobre una frase, sobre una palabra. Ese cavilar
coplanarios: uno camina sobre un laberin~o diferente de aquel so-
en torno a la letra de un texto no tiene sentido, no tiene sentido la
bre el cual camina el otro, porque los dos laberintos se interceptan
confutación del concepto, de un agenciamiento lógico.
sobre una línea que permite la fuga sobre el otro plano, pero por lo
Cada sujeto de ehundación sigue una lógica que no es enjuicia-
demás no acoplan. Esta es la razón por la cual Deleuze declara no
ble, mucho menos objetable. Lo único que puede hacerse ante una
amar el método de la confutación.
enunciación es acompañar al enunciante, caminar junto a él, andar
Objetar el pensamiento de alguien no es muy interesante, ni si-
en su misma dirección si tenemos ganas, o bien abandonarlo en la
quiera muy útil, porque no hay nada para objetar, se trata más bien
primera esquina y retomar nuestra calle.
de comprender sobre qué plano está moviéndose el enunciante y
qué agendamientos pone en movimiento su proceso enunciativo.
Había en efecto un rasgo curioso en el modo de argumentar de El sentido. el estilo
Félix y de Gilles que aparecía particularmente impresionante en las
En una entrevista del 88 (Signes et événements, a cargo de Ray-
situaciones de discusiones colectivas. Una suerte de ligereza que por
mond Bellour y Frans:ois Ewald) Gilles Deleuze habla de su modo
exceso libertario podía parecer superficial.
de entender la filosofía con estas palabras:
Recuerdo un día de primavera de los primeros años ochenta, se
debía preparar un documento para lanzar una convocatoria de lucha
«Los grandes filósofos son también grandes estilistas. El
contra la represión en Italia. Estábamos Félix, Franco Piperno y yo
estilo, en filosofía, es el movimiento del concepto. Claro está
sentados en el jardín leyendo los fragmentos que cada uno había
que el estilo no existe fuera de las frases, pero las frases no
escrito separadamente, para luego montarlos en un texto único. Yo
tienen otro objeto que darle vida, una vida independiente. El
apenas había visto una película que se llama «El hombre que cayó a
estilo es una forma de variación lingüística, una modulación
la tierra», con David Bowie, quien viene de un país lejano y queda y una tensión de todo el lenguaje hacia el Afuera. Ocurre en
atrapado en este mundo. La película me había gustado con locura filosofía como en las novelas: hay que preguntarse qué es lo que
y me había conmovido particularmente la idea de pertenecer a va a suceder o qué ha pasado, solo que los personajes son los
una raza de visitantes que llegaron aquí por casualidad y que luego conceptos y los ambientes, los paisajes, son espacio-tiempos.»
quedaron atrapados sobre el planeta tierra. Había escrito algo sobre (Conversaciones, p. 198)
este tema, hablaba de David Bowie y de los visitantes extraterrestres.

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El estilo es la relación entre el lenguaje y el afuera, o más bien, es Los libros del primer período de trabajo deleuziano están ligados
el modo en que el afuera se hace lenguaje. El ambiente, el cuerpo, a personajes filosóficos que permiten delinear los desplazamientos
el vestido, la máscara, el juego, la relación, la seducción, el poder: a y las suturas, las aberturas y los cortes netos que Deleuze realiza en
través de este sistema de planos disimétricos, pero intersecantes, el el cuerpo vivo de la imaginación filosófica moderna.
sentido se manifiesta, se pone en movimiento. A la cadencia parti- Empirismo y subjetividad, de 1953, es un libro sobre David Hume.
cular con la cual se mue~e toda esta máquina de planos disimétricos Nueve años más tarde, con Nietzsche y la filosofía, Deleuze ofrece
podemos llamarla estilo: el gesto de enunciar proyectando mundos. una lectura de la obra nietzcheana de una claridad resplandeciente;
En esto el sentido es estilo, en esto es propender. El sentido en efecto en el 63 sale La filosofía crítica de Kant, luego, en el 64, Proust y los
es dirigirse a alguna parte. signos. En el 66 sale El bergsonismo, en el 67, Presentación de Sacher-
Deleuze escribe en Lógica del sentido: .. Masoch y en el 68, Spinoza y el problema de la expresión.
El 68 es un año importante para el recorrido filosófico de Deleuze;
«uno se instala 'de golpe' en el sentido. El sentido es como la una ruptura que dará sus frutos a través del encuentro con Guatta-
esfera en la que ya estoy instalado para operar las designaciones ri. En el primer período de su trabajo Deleuze afrontó los nudos
posibles, e incluso para pensar sus condiciones. El sentido está fundamentales de la filosofía moderna diseñando así su espacio
siempre presupuesto desde el momento en que yo empiezo original, nunca por tachaduras o superaciones, sino mediante una
a hablar; no podría empezar sin este presupuesto. En otras especie de superposición y entrelazamiento de los planos discursi-
palabras, nunca digo el sentido de lo que digo.» (p. 37) vos, entendidos como verdaderos planos imaginarios, como planos
perspectivos, como visiones. Las palabras de los filósofos, sus libros,
El problema del sentido es así ubicado en la perspectiva de la son considerados según Deleuze como cajas de herramientas de las
intensidad, no de la estructura, de la situación no de la constante, cuales tomar aquello que sirve, aquello que se puede montar con
de la singularidad no de la ley. otros pedazos. ¿Caja de herramientas para construir qué?
Si observamos de un solo vistazo el recorrido filosófico de Deleuze Para construir, digamos, territorios, para construir planos de con-
vemos que va de la identificación a la singularidad y de la repetición sistencia, panoramas conceptuales sobre los cuales encaramarse, para
al acontecimiento. proyectar mundos.
Precisamente, en el 68 sale Diferencia y repetición, en el cual re-
Deleuze diseña su panorama imaginario a través de la presenta- toma el careo con Nietzsche, pero el concepto nodal de diferencia
ción de personajes filosóficos (Hume y Kant, Spinoza y Leibniz, es aquí elaborado a través de una ampliación del horizonte hacia
Nietzsche y Bergson, por último Foucault. .. ) Podemos hablar Hegel y hacia Heidegger.
de panorama imaginario porque Deleuze sostiene que la tarea Lógica del sentido sale en 1969.
del pensamiento es modelar el panorama interior, regular en Luego está el encuentro con Félix Guattari y la redacción de El
cierto sentido la temperatura del ser. Y por esto el pensamiento Anti-Edipo: todo lo que sucede después puede ser considerado la
construye imaginaciones de mundos posibles, y las construye redacción meticulosa y proliferante de un mapa por venir, un batir
mediante la imagen del pensamiento, la imagen de un pensa- de alas que permite volar más allá de los horizontes ferrosos y he-
miento individual. rrumbrosos del siglo veinte.

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El sujeto yla mente hablando del empirismo. Leyendo el Tratado de la naturaleza humana
de David Hume, Deleuze nos conduce a descubrir algunos conceptos
«Es el cerebro quien dice Yo, pero yo es otro», leemos en la página
que entran rápidamente en conexión.
212 de¿Quées la filosofía?, escrito junto a Guattari. El pensamiento
de Deleuze se había preparado al respecto desde hacía tiempo, a
«El espíritu es dado. Es una colección de ideas; no es siquiera
través de una larga reflexión sobre la experiencia y el sujeto.
un sistema. Y la cuestión precedente podría expresarse así:
Desde las primeras páginas de Empirismo y subjetividad Deleuze ¿cómo una colección deviene sistema? La colección de ideas
construye una idea del empirismo fundada sobre la reivindicación se llama imaginación, en la medida en que ésta designa, no
de la irreductibilidad de la experiencia. una facultad, sino un conjunto, el conjunto de las cosas -en
el sentido más vago de la palabra- que son lo que parecen:
«Para Hume se trata de sustituir 'lina psicología del espíritu colección sin álbum, pieza sin teatro, o flujo de percepciones.»
por una psicología de las efecciones del espíritu. La psicología del (Empirismo! subjetividad, pp. 14-15)
espíritu es imposible, inconstituible, no pudiendo encontrar
en su objeto ni la constancia ni la universalidad necesarias. «.Solo las percepciones sucesivas constituyen el espíritu, y no te-
Únicamente una psicología de las afecciones puede constituir nemos el más remoto conocimiento del lugar en que se representan
la verdadera ciencia del hombre.» (p.13) estas escenas, ni de los materiales que lo constituyen», dice Hume
en el Tratado. Y Deleuze enseguida observa:
Es necesario sustituir una psicología de la mente por una psicología
de las afecciones, dice Deleuze. Si queremos estudiar la mente, jamás «El lugar no es diferente de lo que pasa en él; la represen-
encontraremos algo constante y necesario. De este modo, con un gesto tación no está en un sujeto. Precisamente, la cuestión todavía
resuelto, son dejados rápidamente de lado todo estructuralismo y todo se puede formular así: ¿Cómo el espíritu deviene sujeto? ¿Cómo
reduccionismo de tipo mentalista. El empirismo del cual habla Deleuze la imaginación deviene facultad?» (ibídem, p. 15)
es un empirismo de la experiencia, no de la cosa muerta, un empirismo
del acontecimiento experiencia! que, puntualmente, singularmente, La representación no está en un sujeto, al igual que no existe nin-
irrepetiblemente, influencia el acto cognitivo. El acto de cognición es gún sujeto que no sea la actividad mental, la cartografía del mundo:
singular, se desenvuelve aquí y ahora, dentro de condiciones existencia- memoria, imaginación, percepción, representación, proyección.
les determinadas, en presencia de un objeto irrepetible. Esto también Toda esta actividad no es del sujeto. Es el sujeto.
es un rasgo distintivo del estilo deleuziano: la pasión por lo singular. ¿Cómo hace una colección para devenir un sistema? El carácter
En un libro de 1988 dedicado a Leibniz Deleuze dice cuál es para él sistemático de la mente, el carácter sistemático de la actividad mental
el problema más apasionante en filosofía: «no cómo alcanzar lo eterno, no está en ninguna parte, sino en la imaginación, en la atribución de
sino en qué condiciones el mundo objetivo permite una producción sentido a cierto panorama, a cierto modo de funcionar, a cierta regla.
subjetiva de novedad, es decir, una creación.» (El pliegue, p. 105) El problema del sujeto -o más bien el problema de la subjetiva-
El acontecimiento es el acontecer como singularidad experiencia!. ción- toma aquí su lugar. ¿Qué es un sujeto? Se pregunta Deleuze.
¿Cómo puede darse el acontecimiento? He aquí el problema cog- Y enseguida descarta los planteos trascendentales de derivación
noscitivo principal, he aquí el problema al cual Deleuze se aproxima kantiana, y también aquellos historicistas de tipo hegeliano.

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En Deleuze no hay ningún sujeto -a esta palabra le tiene siempre «De esta experiencia hay que partir, porque es la experiencia.
reservada una acogida un poco fría, una cierta sospecha. No hay sujeto, No supone nada más, y nada la antecede. No implica sujeto
sino subjetivadón, estabilización estilística de la mente, variaciones en alguno del que sea la afección, ninguna sustancia de la que sea
torno a una intención. la modificación.» (p. 106)
«El fondo del espíritu es delirio, o, lo que viene a ser lo mismo
desde otros puntos de vista, azar, indiferencia.» (ibídem.) La mente es singular. Para hablar de la mente debemos hablar
Por otra parte, las ideas están ligadas en la mente, no por la mente. de una mente, de un recorrido a través de los acontecimientos que
No hay ningún principio subjetivo conectado al mental: la relación hacen sujeto: acontecimientos-afecciones (agentes, por así decir,
no es lo que liga, sino aquello que es ligado. climáticos del estado de la mente) y acontecimientos-acciones,
La subjetividad está determinada com<;_ un efecto; es una im- proyecciones cognitivas y prácticas de la mente en el mundo cir-
presión de reflexión. cunstante, movimiento de exploración a ciegas, siguiendo los mapas.
El sujeto es la regla de construcción con la cual la colección de
ideas (y la emisión de enunciados) se construye un mundo. El
proceso de subjetivación es todo uno con el trabajo de esquemati- Dialéctica y genealogía
zación, de construcción conceptual del mundo. Y el mundo es el El empirismo del cual habla Deleuze es la vía a través de la cual
lugar de la integración psicodinámica de las proyecciones de mentes se puede construir una acontecimientología. En Nietzsche y la filo-
innumerables. sofía el problema es afrontado en toda su amplitud. En este libro
¿La ontología se disuelve entonces en un juego de espejos? A la Deleuze diseña el panorama filosófico del cual emerge su noción
cuestión del Ser Deleuze responde irónicamente. Para él más que de acontecimiento. El pensamiento de Nietzsche constituye el hilo
de una ontología deberíamos hablar de acontecimientología, ciencia largo sobre el cual encaminarse para superar el abismo abierto con
de lo irrepetible, de lo inconstante. El acontecimiento es el darse de el hundimiento, con el decaimiento de Dios, con el decaimiento de
la experiencia en su singularidad. una fundación ontológica de los valores. En este libro Gilles Deleuze
Deleuze busca esta acontecimientología a través de su visión del nos dice que el pensamiento de Nietzsche debe ser comprendido
empirismo, de una definición de la datidad experiencia!. como respuesta a la dialéctica. La relación de Nietzsche con Hegel,
aparentemente marginal en el texto, es en realidad importantísima.
«¿Pero qué es lo dado? ( ... ) es el movimiento, el cambio, Contrariamente a lo que muchos creen, existen todas las razones
sin identidad ni ley. ( ... )Todo lo separable es distinguible, y para suponer que Nietzsche conociese a fondo el pensamiento hege-
todo lo distinguible es diferente. liano. Más aún, según Deleuze, se entiende mal la obra de Nietzsche,
Tal es el principio de la diferencia.» (ibídem. pp. 105-106) en su conjunto, si no se establece contra quién están dirigidos sus
conceptos fundamentales.
Desde el inicio por lo tanto Deleuze se ocupa de la diferencia, es
decir de la emergencia de la novedad, del dato y no de la identidad, «Que la dialéctica sea un trabajo y el empirismo un placer,
de las constantes, de las leyes, de aquello que permanece. ya es caracterizarlos suficientemente. Y, ¿quién se atreve a decir
que hay más pensamiento en un trabajo que en un placer? La

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diferencia es el objeto de una afirmación práctica inseparable de la creación de los valores, y su verdad es puesta en relación con
de la esencia y constitutiva de la existencia. El 'sí' de Nietzsche la variabilidad y el devenir de la interpretación.
se opone al «no» dialéctico; la afirmación a la negación dia- En este sentido Nietzsche sustituye la síntesis dialéctica con la
léctica; la diferencia a la contradicción dialéctica; la alegría, el genealogía: el valor de los valores se define según la perspectiva de
placer, al trabajo dialéctico; la ligereza, la danza, a la pesadez la voluntad que los quiere, de la imaginación que los imagina.
dialéctica.» (Nietzsche y la filosofía, p. 18) «El filósofo es un geneaólogo, no un juez de tribunal a la manera
de Kant, ni un mecánico al modo utilitarista.» (ibídem, p. 9)
En efecto, la suerte del pensamiento nietzscheano en el curso Un pensamiento genealógico no pretende abolir las singularidades
de nuestro siglo está estrechamente conectada con un proceso de en nombre de la verdad histórica, más bien concibe la historia como
crisis interna, de desmoronamiento del pensamiento dialéctico. un despliegue de voluntades diferentes: voluntades que proyectan
El renacimiento del pensamiento nietzscheano en el curso de los valores, construyen mundos de referencia; la voluntad de poder es
años setenta y ochenta está ligado al abandono de la perspectiva fuena hermenéutiGa, fuena de interpretación, atribución de sentido
finalista que en el curso de nuestro siglo había tomado la forma de diferencial, posesión diferencial del mundo.
realización histórica de la Idea, a través de los movimientos políticos «Siempre hay una pluralidad de sentidos, una constelación, un
revolucionarios. conjunto de sucesiones, pero también de coexistencias, que hacen
La perspectiva finalista supone que a la totalidad existente del de la interpretación un arte.» Comenta Deleuze en la página 11.
capitalismo deba seguir una totalidad superior. La totalidad frag- El problema de la verdad está conectado con el tema de la más-
mentada de la alienación, la totalidad de las contradicciones tiende cara. Si se remueve, con Nietzsche, el fundamento mismo de la
hacia una superación, hada una totalidad invertida que recomponga metafísica, si se corroe la metafísica como fundamento de la historia
aquello que ahora se presenta separado. del mundo y la historia del mundo se revela -según la inesperada
El proceso real, el devenir de los hombres y de las cosas es así conciencia del nihilismo- como un viaje sin fin y sin fundamento en
cargado de un deber finalista: la Idea debe realizarse a través del el que predomina la conciencia de la muerte de Dios, ya no queda
trabajo, de la guerra y el sufrimiento. entonces ninguna posibilidad de fundar metafísicamente la verdad.
Todo esto es la dialéctica. La verdad debe ahora ser pensada en términos singulares, como
Deleuze ve en Nietzsche al pensador que concibe la autonomía, apuesta (y aquí radica el punto de partida de la reflexión existen-
es decir, la ligereza del acontecimiento, el darse del acontecimiento dalista moderna) y como voluntad de poder. La verdad solo puede
singular fuera de toda perspectiva finalista en la cual al recorrido darse en una esfera de sustracción singular, de singular creación de
del individuo se superponen el deber y la culpa. valores nuevos, por lo tanto en la esfera de una afirmación de poder y
La dialéctica instituye la finalidad histórica como tribunal para no de sumisión, de pertenencia, de dependencia. Verdad y voluntad
enjuiciar la verdad de las acciones y de las palabras: los valores son de poder están pues sobre el mismo plano, aquel plano que Deleuze
fundados por la dialéctica como momentos de concreción, como define, en su lenguaje, el plano de la singularidad acontecimental y
momentos de la realización del Espíritu. del acontecimiento singular.
Nietzsche suprime todo criterio de fundación de los valores, toda
perspectiva de realización espiritual o histórica. El problema es el

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Franco Berardl

El concepto de diferencia Focalizando la cuestión nietzscheana del eterno retorno, Deleu-


ze plantea la cuestión del acontecimiento singular, es decir, de la
Para que se entienda bien, el concepto de eterno retorno conduce
diferencia entendida como singularidad.
directamente al corazón de la cuestión del acontecimiento como
Singularidad del acontecimiento y generación de lo idéntico son
diferencia. Pero la noción de diferencia se presta a interpretaciones
los dos polos de lo pensable.
de lo más engañosas, y el uso político de este concepto puede surtir
¿La tarea del pensamiento es comprender las condiciones de
efectos identitarios peligrosos.
posibilidad de lo irrepetible, o bien comprender las reglas de la
¿Qué significa diferencia? ¿Diferencia significa quizá existir por sí
repetición? Esta es la pregunta que Deleuze ve en el corazón de la
mismo, proteger algo que no quiere ser homologado, reivindicación
filosofía occidental moderna.
opositiva del propio ser? Pero entonces, si así lo entendemos, dife-
En el ámbito del pensamiento hegeliano la polaridad del acon-
rencia significa identidad, de este modo la diferencia es un principio
tecimiento singular y la generación de lo idéntico encuentran un
de identificación, aquello que permite reconocer e individuar.
orden completo. ~ara Hegel, la experiencia como acontecimiento
Al contrario, el concepto de diferencia debe ser llevado precisa-
singular es apariencia a disolver.
mente en la dirección opuesta, en la dirección del devenir, no del
El lugar de la declaración dialéctica de la Verdad es la Historia,
ser, en la dirección de la deriva, no de la identidad.
y en la historia la verdad, haciéndose Sujeto, suprime y supera la
Y esta problemática se encuentra ya implícita en la noción nietzs-
inmediatez singular del acontecimiento, y solo gracias a esta nega-
cheana de eterno retorno.
ción y supresión crea la identidad como resultado.
La lectura que Deleuze hace del concepto de eterno retorno se
«La cosa no se reduce a su fin, sino que se halla en su desarrollo, ni
ubica precisamente sobre este plano: diferencia o repetición, devenir
el resultado es el todo real, sino que lo es en unión con su devenir»,
otro o reivindicación de la propia identidad.
escribe Hegel en Fenomenología del Espíritu.
La cosa misma no posee verdad en su diferencia inmediata sino
«El eterno retorno, según Nietzsche, no es de ningún
solo en el despliegue de su identidad, de su ser idéntica por la me-
modo un pensamiento de lo idéntico, sino un pensamiento
sintético, pensamiento de lo absolutamente diferente que diación cognoscitiva y práctica del Sujeto.
reclama un principio nuevo fuera de la ciencia. Este prin- «La diversidad es más bien el límite de la cosa; aparece allí donde la
cipio es el de la reproducción de lo diverso como ral, el de cosa termina o es lo que ésta no es.» (Fenomenología del Espíritu, p. 8)
la repetición de la diferencia: lo contrario de la adiaphoria. El proyecto filosófico de Hegel se encuentra enunciado aquí de
Y, en efecto, no entendemos el eterno retorno hasta que manera precisa: abolir abiertamente la diferencia para instaurar la
no hacemos de él una consecuencia o una aplicación de identidad; no a través de un proceso formalista, intelectualista, de
la identidad. El eterno retorno no es la permanencia de lo sustitución del concepto por la cosa, sino a través de un proceso de
mismo, el estado del equilibrio ni la morada de lo idéntico. negación de la cosa, de subsundón de la singularidad cosal dentro
En el eterno retorno, no es lo mismo o lo uno que retornan, del devenir que despliega en la historia el trabajo de lo negativo.
sino que el propio retorno es lo uno que se dice únicamente Esto dice él:
de lo diverso y de lo que difiere.» (ibídem, p. 69)

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«Contribuir a que la filosofía se aproxime a la forma de la Lo moderno pone en funcionamiento una máquina de reducción
ciencia -a la meta en que pueda dejar de llamarse amor por
de la diversidad de las existencias humanas, o se:a., una máquina de
el saber para llegar a ser saber real, he aquí lo que yo me pro-
homologación que la filosofía idealista supone perfecta, mientras
pongo.» (ibídem, p. 9)
que en la realidad de la historia moderna se muestra interminable
y totalitaria. La totalidad nunca se realiza como superación de las
¿Qué declara haberse propuesto Hegel?
particularidades, sino que se limita a oprimir las particularidades
Hegel declara que su proyecto filosófico no es únicamente cog-
sobreponiéndoles una máquina policial.
noscitivo, no aspira a conocer lo idéntico sino a instituirlo a través
El vencido, el deportado, el exiliado, el perseguido, el explotado,
de la abolición de la diferencia, no aspira a conocer la verdad sino
el inquieto se rebelan contra esta reducción y esta idea de necesidad.
a crearla a través de la abolición de la singularidad.
Esta necesidad histórica es la sanción de un sufrimiento intolerable,
La abolición de la diferencia no es un proceso puramente intelec-
de la humillación y del aniquilamiento de la vida singular.
tual, no es el remontarse de lo particular a lo general según un método
¿Cómo es posible relatar la historia de todo aquello que no ha
puramente formal.
tenido acceso a la historia; cómo es posible relatar todos los aconte-
La abolición de la diferencia en Hegel es un proceso histórico,
cimientos inhibidos, todas las existencias negadas, todas las formas
no solo cognoscitivo. ·
de vida y de conciencia que no pudieron llegar a su fin porque
La historia es el proceso dentro del cual la singularidad del aconte-
fueron destruidas y quitadas del medio por la necesidad histórica,
cimiento, su diferencia, es anulada, o más bien absorbida, y traspasa
por la fuerza del deber ser, que en definitiva es solo la hipóstasis y
en su otro, en la identidad ideal, por medio del trajín de negación
la divinización de la regla económica?
y de mediación del espíritu. La realidad pierde así su ligereza; el
Lo singular viviente es abolido para darle espacio a la historia.
acontecimiento se solidifica como Necesidad histórico-dialéctica.
La experiencia del organismo viviente y candente es anulada para
Hegel instituye el paradigma de la legitimación histórica, y por lo
que pueda hacerse camino el Sujeto.
tanto funda con firmeza el totalitarismo de la necesidad que domina
la experiencia política de la modernidad. La dialéctica es identificada
«La sustancia viva es, además, el ser que es en verdad
por Hegel como la forma moderna del Hado. Fatum, aquello que
sujeto o, lo que tanto vale, que es en verdad real, pero solo
está dicho, el veredicto que ha sido pronunciado; y que la conciencia en cuanto es el movimiento del ponerse a sí misma o la
debe redescubrir en el proceso de su realización histórica. mediación de su devenir otro consigo misma. Es, en cuanto
El método de la historia es el método de esta necesidad que su- sujeto, la pura y simple negatividad y es, cabalmente por
prime la singularidad y la experiencia. ello, el desdoblamiento de lo simple o la duplicación que
contrapone, que es de nuevo la negación de esta indiferente
A este método -lo sabemos bien- el individuo afectado se sustrae diversidad y de su contraposición: lo verdadero es solamente
(desesperadamente, porque lo moderno no le deja al individuo esta igualdad que se restaura o la reflexión en el ser otro en
ninguna vía de escape); es del todo contrario al método de la his- sí mismo, y no una unidad originaria en cuanto tal o una
toria y de la política interrogar el pasado desde el punto de vista unidad inmediata en cuanto tal. Es el devenir de sí mismo,
de las innumerables posibilidades que él ha anulado y cancelado. el círculo que presupone y tiene por comienzo su término

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como su fin y que solo es real por medio de su desarrollo y (... ) el concepto de experiencia ha hecho del carácter de in-
de su fin. (ibídem, p. 16) mediatez incluso un criterio, a saber, de inmediatez al sujeto:
con 'experiencia' debería llamarse lo que esté inmediatamente
Por lo tanto, primero Hegel ha dicho que la diferencia no es la ahí, dado inmediatamente, algo así como puros añadidos del
verdad de la cosa, sino más bien su límite. Ahora dice que la verdad pensamiento y, por ello, infalible. Pero la filosofía hegeliana
de la cosa está en la superación de su realidad, en la superación de desafía a este concepto de inmediatez y, con él, al tan difundido
su experiencia: la verdad de la cosa está en su disolución en la his- de experiencia.» (T. Adorno, Tres estudios sobre Hegel, pp. 81-82)
toricidad de la cual el Sujeto (no el organismo viviente y candente,
sino el Sujeto) es mediador y enlace. La crítica hegeliana de la inmediatez actúa como una especie de
En Hegel el principio es fin. La experiencia no es experiencia de defoliante, como una especie de supresión cruel de todo aquello que
nada, sino solo retorno a la verdad, a la ne(esidad, al deber ser, en está vivo. Nada que escape a la obra incesante de la mediación (el
tanto que la verdad, la necesidad y el deber ser se han librado (aunque trabajo, la técnica, la comunicación, la civilización) puede ser pensa-
de manera violenta y asesina) de la singularidad de la experiencia. do y realizado. De este modo, el individuo es anulado y perseguido
En Hegel «experiencia» no es más que recorrer con el pensamiento hasta que cede finalmente a la subsunción histórica, es decir hasta
el camino necesario que lleva al individuo a hacerse Sujeto. A nadie que se reconoce como agente económico, social e histórico, aban-
le está concedido huir de la historia si quiere hacer experiencia, donando así su independencia, su singularidad, para ser admitido
dice Hegel. La experiencia se constituye en esta dependencia; por a la socialización, a la afiliación, haciéndose de este modo sujeto.
lo demás, esta es la esencia de lo moderno: la subsunción de cada La experiencia en Hegel es por lo tanto la revelación del destino
molécula del tiempo vivido dentro de la categoría general de la histo- histórico. La singularidad, enfrentada a la violenta revelación de la
ricidad. En este sentido lo moderno es una despiadada colonización necesidad, debe plegarse a este saber. En Hegel la reducción de la
histórica -es decir económica, comunicativa, técnica- del tiempo experiencia al saber se realiza mediante el proceso histórico, como
humano, del tiempo mental y de la actividad. Nada que no haya subsunción de la individualidad histórica dentro de la colectividad
sido homologado por el trabajo histórico de lo negativo accede a la productiva, económica, política y estatal.
definición hegeliana de la experiencia. Así se desarrolla la modernidad, como dominio de la totalidad
social sobre el tiempo vivido.
«(él mismo [Hegel] identifica la experiencia con la dialéctica
en un pasaje -también citado por Heidegger-de la 'Introduc- El lugar de Hegel en la historia del pensamiento occidental es
ción' a la Fenomenología.) tan grande y fundamental porque con Hegel la filosofía occidental
( ... ) el sistema no es nada que se excogite abstractamente conceptualiza un proceso de aniquilamiento de la experiencia y de
primero, no es ningún esquema omnicomprensivo, sino el imposición de la dialéctica histórica a la humanidad sin historia.
centro de fuerzas que actúa, latente, en los momentos singula- La imposición de la historicidad integral coincide con el inicio
res; y éstos, por sí mismos, por su movimiento y su tendencia, de un proceso de colonización (interminable pero implacable),
salen disparados a formar un todo, que no es nada fuera de sus que es un proceso de colonización de la experiencia por parte
determinaciones particulares. del valor de cambio y del dinero, por parte de un principio

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Franco Berardi Deleuze la rizomática

unificador, por parte de una temporalidad unidireccional y con- rencia al concepto de desterritorialización y de deseo. La diferencia
vencionalizada. En fin, por parte del capital y de su abstracción deleuziana, en efecto, no es el darse de una alteridad que se opone,
dialéctica, la historia. que se diferencia, lo que significaría en último término identidad.
La modernidad se inicia cuando la reducción histórica del Es el movimiento del devenir otro de sí.
devenir se instala sólidamente en el corazón de la experiencia vi-
vida, corroyéndola y disolviéndola desde el interior hasta vaciarla Para comprender la formación del concepto de diferencia a través
completamente en el simulacro. El devenir, haciéndose histórico, del pensamiento deleuziano no basta con hacer referencia a Nietzs-
actúa como anulación activa y subsunción de la diferencia, como che y a la línea de pensamiento alemana que se mide sobre los temas
colonización y homologación de la singularidad por parte de un de la ontología, la metafísica y la historia, es necesario extender
principio difusivo y totalizante. nuestro campo visual para comprender también la línea que puede
El sistema hegeliano se construye como un "" universo perfecto que atribuirse más bien al pensamiento científico, al organicismo y al
no puede ser derrocado ni superado, porque él, en sí mismo, asume e vitalismo. En pocas palabras, a Henri Bergson. Si nos limitamos
implica la contradicción y la superación, convirtiéndolas en su alma, a una comparación con Nietzsche no lograremos comprender, en
su alimento y el sentido de su proceso. Se ha dicho que el sistema efecto, la génesis de los conceptos energetistas y organicistas, como
hegeliano constituye un sistema de círculos que se contienen; e in- el concepto de deseo, el de flujo, que tan esenciales son para captar
tentar doblegar un círculo es una empresa vana. El único gesto que la curvatura específicamente deleuziana del concepto de diferencia.
puede liberar el pensamiento del juego perspectivo del hegelismo es
el gesto del abandono, de la disolución, de la risa. «La polémica de Deleuze contra el psicoanálisis y el marxis-
Bataille reconoce en La experiencia interior este poder liberador mo es una variación de la interpretación de la diferencia como
de la risa. purificación del simulacro de toda referencia a estructuras.
¿Qué pasa aquí con la diferencia? ~Una :filosofía del simu-
Y de la risa de Bataille se origina la deconstrucción de Jacques
lacro que glorifica la duplicación, movida por una libido sin
Derrida, que en un ensayo titulado «De la economía restringida a la
canalizaciones ni códigos, sobre «el cuerpo sin órganos», puede
economía general», contenido en La escritura y la diferencia, escribe:
aún llamarse, en algún sentido, una filosofía. de la diferencia?
Quizá sí, pero solo a condición de que la diferencia sea ya una
«Reírse de la filosofía (del hegelianismo) -tal es, en efecto,
pura noción energética, asimilable a un desnivel de fuerzas que
la forma del despertar- reclama en consecuencia toda una
hace posibles los flujos, los procesos de intercambio de la vida.
'disciplina, todo 'un método de meditación', que reconozca
Es éste, en efecto, el resultado del pensamiento de Deleuze, en
los caminos del filósofo, que comprenda su juego, que actúe
el cual se advierte la recuperación del vitalismo bergsoriiano.»
astutamente con sus astucias, que manipule sus cartas, que le
(G. Vattimo, Las aventuras de la diferencia, p. 138)
deje desplegar su estrategia, que se apropie sus textos.» (p. 345)

El concepto de diferencia -tal como es elaborado por Deleuze- no


puede ser comprendido sin hacer referencia al desarrollo entero de
su discurso, es decir, solo puede ser comprendido haciendo refe-

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Franco Berardi Deleuze la rizomática

La ontología compleja de Bergson Ya en el ensayo sobre Hume hemos visto que para Deleuze el
empirismo debe entenderse como una teoría del conocimiento que
«La Búsqueda del tiempo perdido es de hecho una búsqueda se ubica en el punto de vista de la experiencia, de la imaginación, del
de la verdad. Si se denomina búsqueda del tiempo perdido es proceso de aprendizaje y de rememoración, en el punto de vista de
solo en la medida en que la verdad tiene una relación esencial la intensidad experiencia! más que en el punto de vista del objeto.
con el tiempo. Tanto en el amor como en la naturaleza, o en el Vemos ahora, a través de la lectura de Proust, que la dimensión
arte, se trata no de placeres, sino de verdad. O más bien, solo donde la experiencia se realiza es la experiencia del tiempo, y que
tenemos los placeres y las alegrías que corresponden al descu- la conciencia es inseparable de la experiencia del tiempo.
brimiento de lo verdadero. El celoso experimenta una cierta Por otra parte, la posición en la cual se ubica el sujeto de la
alegría cuando sabe descifrar una mentira del amado, al igual experiencia es aquella de la interpretación: los signos son interpre-
que un intérprete que acaba de tradúcir un texto complicado, tados a través de la singularidad de una rememoración, a través del
incluso si la traducción le descubre una noticia desagradable despliegue singular de intensidad.
y dolorosa. (G. Deleuze, Proust y los signos, p. 24)
«Se debe estar dotado para los signos, abrirse a su encuen-
Leyendo a Proust, Deleuze hace emerger lentamente un nuevo tro, abrirse a su violencia. La inteligencia va siempre detrás,
campo temático, un punto de vista nuevo: el de la relación entre es buena cuando va detrás, es buena únicamente cuando va
intensidad y verdad. En la búsqueda están en cuestión esencialmen- detrás. ( ... ) No hay logos, solo hay jeroglífi.cos. Pensar es pues
te las intensidades, las variaciones de percepción, de recuerdo, de interpretar, es traducir. Las esencias son a la vez la cosa a tra-
placer. Y la esfera de esta reconstrucción de la verdad es la esfera del ducir y la traducción misma, el signo y el sentido. Se enrollan
tiempo, que se desarrolla a través del flujo de la memoria. en el signo para forzarnos a pensar, se desenrollan en el sentido
para ser necesariamente pensadas. En todo lugar, el jeroglífico
«Tiempo que perdemos, tiempo perdido, pero también cuyo doble símbolo es el azar del encuentro y la necesidad del
tiempo que recobramos y tiempo recobrado. A cada clase de pensamiento: 'fortuito e inevitable'.» (ibídem, p. 185)
signos corresponde sin duda una línea de tiempo privilegiada.
Los signos mundanos implican sobre todo un tiempo que per- Duración, memoria, impulso vital, son los conceptos centrales
demos; los signos amorosos involucran en especial el tiempo del pensamiento de Henri Bergson en la perspectiva deleuziana.
perdido. Los signos sensibles a menudo nos permiten recobrar Bergson no se limita a delinear una psicología, sino que plantea
el tiempo, nos lo devuelven en el seno del tiempo perdido. Los las bases para una «ontología compleja», una ontología ca:Paz de
signos del arte nos dan un tiempo recobrado, tiempo original comprender la multiplicidad, el devenir.
absoluto que incluye a todos los demás. Pero si cada signo
tiene su dimensión temporal privilegiada, cabalga también «La duración le pareció [a Bergson] cada vez menos re-
sobre las otras líneas y participa de las restantes dimensiones ductible a una experiencia psicológica, para convertirse en la
del tiempo.» (ibídem, pp. 34-35) esencia variable de las cosas y aportar el tema de una ontología
compleja.» (G. Deleuze, El Bergsonismo, p. 33)

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Franco Berardi Deleuze la rizomática

¿Cómo se logra comprender la realidad? Proust dice: descifrando


los signos por medio de instrumentos interiores de intuición y de
1 precisamente aquí: el Ser entra en el juego infinito e innumerable
de espejos del tiempo como duración. Quizá es por esto que un
interpretación emocional, siguiendo el hilo interpretativo de la buen lector de Deleuze es el mejor de los lectores posibles de Philip
memoria en el tiempo. No con una indagación sobre el objeto, sino Dyck, aunque sospecho que Philip Dyck jamás sintió hablar de Gi-
con una indagación sobre la experiencia que hagamos del objeto. lles Deleuze, que por su parte, en cambio, sí conocía a Philip Dyck.
Así se comprende la realidad. La realidad es generada por el flujo de multiplicidades virtuales
que se actualizan: la conciencia, multiplicidad virtual, la intencio-
«Cuando estamos sentados al borde del río, el correr del nalidad, multiplicidad virtual, se actualizan en la memoria, en la
agua, el deslizamiento de un barco o el vuelo de un pájaro, el imaginación, en la proyección y en la producción de mundos de
murmullo ininterrumpido de nuestra vida profunda son para la experiencia.
nosotros tres cosas diferentes o una sola, según queramos ... » Aquello que B.ergson llama impulso vital es la proyección de
(H. Bergson, Duración y simultaneidad, en Deleuze, «El Berg-
mundos, es la conexión entre esfera psicológica y esfera ontológica.
sonismo», pp. 83-84)
«¿Qué quiere decir Bergson cuando habla de impulso vitaP.
Y Deleuze observa: Se trata siempre de una virtualidad que se está actualizando,
de una simplicidad que se está diferenciando, de una totalidad
«Bergson le otorga aquí a la atención el poder de 'repartirse que se está dividiendo.» (ibídem, pp. 98-99)
sin dividirse', de 'ser una y muchas'; pero, de un modo más
profundo, le otorga a la duración el poder de englobarse a sí ,
La lectura deleuziana sustrae, al menos parcialmente, el pensa-
misma.» (ibídem, p. 84)
miento de Bergson del contexto tardo-romántico y vitalista en el
cual es incluido generalmente. El concepto bergsoniano de tiempo-
La multiplicidad es la condición constitutiva en la cual se desarro-
duración es repensado a la luz de una ontología que es la misma que
lla el pensamiento, por el simple hecho de que lo vivido es múltiple.
luego sirve de fondo al pensamiento de Heidegger, a la perspectiva
ontológica del Da-sein, a la reflexión contenida en Ser y tiempo.
«Recordemos que Bergson oponía dos tipos de multiplici-
Bergson concibe el tiempo como la vibración singular de una
dad: las multiplicidades actuales, numéricas y discontinuas, y
duración diferente dentro de la cual se puede ver y a partir de la
las multiplicidades virtuales, continuas y cualitativas.» (ibídem,
p. 83) cual se puede fundar el Ser corno temporalidad y como realización
de una intensidad en el tiempo.
La conciencia y la intencionalidad son multiplicidades virtuales,
«La psicología es solo una abertura a la ontología, un tram-
continuas y cualitativas. En la esfera de la intencionalidad y de la
polín para una 'instalación' en el Ser. Pero apenas nos hemos
conciencia las multiplicidades actuales son ordenadas e interpretadas.
instalado, advertimos que el Ser es múltiple, que la duración es
La ontología compleja de la cual habla Deleuze, la ontología
muy numerosa, que la nuestra está acuñada entre duraciones
compleja que Deleuze ve emerger de las páginas de Bergson está

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Franco Berardi Deleuze la rizomátíca

más relajadas y duraciones más tensas, más intensas( ... ) Todo Una vez más, como en el libro sobre Nietzsche, el concepto de
sucede como si el universo fuera una formidable Memoria.» diferencia es propuesto en un cuadro que difiere explícitamente de
(ibídem, pp. 79-80) Hegel. El proceso del devenir no está comprendido en una dirección
finalista, el acontecer no es superable en una totalidad que lo englobe
La cifra del pensamiento deleuziano deriva de aquí: el discurso -el acontecimiento solo puede comprenderse como intempestivo.
sobre el Ser es en primer lugar discurso sobre la intensidad, porque
el sentido es la vibración y la variación de la intensidad que la me- «Después de Nietzsche descubrimos lo intempestivo como
moria o la imaginación producen en la conciencia. más profundo que el tiempo y la eternidad: la filosofía no es
ni filosofía de la historia ni filosofía de lo eterno, sino intem-
«El universo está hecho de modificaciones, perturbaciones, pestiva, siempre y exclusivamente intempestiva, es decir, 'en
cambios de tensión y de energía y de ~ada más. Sin duda Berg- contra de este tiempo, a favor, lo espero, de un tiempo por
son habla de una pluralidad de ritmos de duración; pero en el venir'.» (ib(dem, pp. 17-18)
contexto, a propósito de las duraciones más o menos lentas o
rápidas, precisa que cada duración es un absoluto y que cada La perspectiva temporal dentro de la cual podemos comprender
ritmo es una duración.» (ibídem, p. 79) el acontecimiento es la de una ininterrumpida discontinuidad que
no puede ser totalizada porque solo puede ser representada desde
el interior.
Ontología singular
En 1968 sale Diferencia y repetición; en 1969 Lógica del sentido. «El eterno retorno no puede significar el retorno de lo
Se trata de dos textos que desarrollan premisas que podemos en- idéntico, puesto que supone por el contrario un mundo (el de
contrar en Nietzsche y la filosofía. El primero parte de la cuestión la voluntad de poder) en el que todas las identidades previas
del eterno retorno. El segundo del problema de la genealogía y de son abolidas y disueltas. Retornar es el ser, pero solo el ser del
la interpretación como fuente de sentido. devenir.» (ibídem, p. 79)

«En el origen de este libro -escribe Deleuze en el prefacio de La identidad ya no puede entenderse como el principio primero
Diferencia y repetición- hay dos direcciones de investigación: sino como un principio devenido, como la ·metamorfosis de lo
la primera atañe a un concepto de la diferencia sin negación, diferente, que se refleja sobre sí identificándose provisoriamente.
precisamente porque la diferencia, no estando subordinada a
lo idéntico, no llegaría o 'no tendría por qué llegar' hasta la «Dios hace el mundo calculando, pero esos cálculos nunca
oposición y la contradicción; la segunda se refiere a un concepto son exactos, y esa inexactitud en el resultado, esa irreducti-
de la repetición, que, como las repeticiones físicas, mecánicas ble desigualdad es la que forma la condición del mundo. El
o puras (repetición de lo Mismo), encontrarían su razón en las mundo 'se hace' mientras Dios calcula, no habría mundo si
estructuras más profundas de una repetición oculta en la que el cálculo fuera exacto. Siempre es posible asimilar el mundo
se disfraza y se desplaza un 'diferencial'.» (p.16) a un 'resto', y lo real en el mundo solo puede ser pensado en
términos de números fraccionarios, o hasta inconmensurables.
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Franco Berardí

Todo fenómeno remite a una desigualdad que lo condiciona.» El Lenguaje acontecimental


(ibídem, p. 333)
«¿Entonces qué? exclamé con curiosidad. ¡¿Entonces quién? debe-
rías haberte preguntado! Así habla Dionysos, después se calla, de
El mundo es la proliferación de los residuos que derivan de la
la manera que le es particular, es decir, seductoramente», así habla
imperfección del cálculo divino y de la interminabilidad del trabajo
Nietzsche en el Viajero y su sombra, citado por Deleuze en Nietzsche
histórico.
y la filosofía.
En alguna parte Guattari ha escrito que «la historia se escribe a
El problema de la interpretación, según el lenguaje nietzscheano,
contratiempo». Aquello que es importante en los procesos históricos
se formula a partir del punto de vista de una voluntad. Según el
es la emergencia de lo que no estaba previsto por las leyes, lo que
punto de vista de una temporalidad, dice Bergson. De este modo
no estaba reglamentado.
convergen las dos visiones, se compenetran; en Deleuze, Nietzsche
La diferencia por lo tanto no es el no-se/de la cosa, aquello que
y Bergson van juntos.
se opone a la cosa negándola exteriormente. La diferencia está en
el corazón de la cosa, es la dinámica misma la que permite la defi- «La pregunta '¿Quién?', según Nietzsche, significa esto:
nición y el cambio. considerada una cosa, ¿cuáles son las fuerzas que se apoderan
Definición y cambio, al final, son lo mismo; si se quiere definir la de ella, cuál es la voluntad que la posee? ¿Quién se expresa, se
cosa se debe decir cómo cambia. Y la cosa no cambia por oposición manifiesta, y al mismo tiempo se oculta en ella? La pregunta
a otra, sino por el desequilibrio íntimo que mueve todas las cosas. ¿Quién? es la única que nos conduce a la esencia. Porque la
La diferencia es entendida como un concepto positivo, no como esencia es solamente el sentido y el valor de la cosa; la esencia viene
un concepto oposicional. determinada por las fuerzas en afinidad con la cosa y por la
Si queremos ponernos de parte de quien habla y asigna el sentido, voluntad en afinidad con las fuerzas( ... ) 'La pregunta: ¿Qué es
es decir, si queremos ubicarnos en el punto de vista del sentido como lo que es? es un modo de plantear un sentido visto desde otro
producción, como aquello que proviene de una fuente, debemos punto de vista. La esencia, el ser es una realidad perspectiva y
darnos cuenta de que la diferencia tiene este poder perspectivizante, supone una pluralidad. En el fondo, siempre es la pregunta:
no debemos reducirla a un polo dialéctico, a mera figura concep- ¿Qué es lo que es para mi? {para nosotros, para todo lo que
tual. La diferencia asume el lugar de la fuente de la cual emana el vive, etc.)'.» (Nietzsche y la filosofía, p.11 O)
sentido, es la coincidencia entre el caso del lanzamiento de dados y
la necesidad de la configuración numérica que de allí deriva. («La Sobre la cuestión del sentido domina la problemática de la in-
ontología es el lanzamiento de dados: 'caosmos' [chaosmos] de tención, de la voluntad de poder en sentido nietzscheano. Es. lo que
donde surge el cosmos»). (ibídem, p. 301) Lewis Carroll le hace decir a Humpty Dumpty en un pasaje citado
La diferencia es la puerta de ingreso a la ontología singular en por Deleuze en Lógica del sentido.
torno a la cual trabaja Deleuze; ontología compleja y pulsional.
Ontología de los innumerables puntos de vista que proyectan «El sentido reside en las creencias (o deseos) de quien se
mundos singulares. expresa. 'Cuando empleo una palabra -dice también Humpty
Dumpty- significa lo que yo quiero que signifique, ni más

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Franco Berardi rizomática

ni menos ... La cuestión es saber quién manda, y basta.' Pero modo determinado y regulado por las implicaciones necesarias del
hemos visto que el orden de las creencias y los deseos estaba significando. Pero no es así en absoluto: el significado se juega en la
fundado sobre el orden de las implicaciones conceptuales de relación de superficie entre un hablante intencionado y un receptor
la significación, e incluso que la identidad del yo que habla, o intencionado.
que dice Yo, no estaba garantizada más que por la permanencia «La superficie es el lugar del sentido: los signos permanecen
de ciertos significados (conceptos de Dios, del mundo ... ). El desprovistos de sentido hasta que no entran en la organización de
Yo no es primero y suficiente en el orden de la palabra sino en superficie que asegura la resonancia entre dos series.» (ibídem, p. 114)
tanto que envuelve significaciones que deben ser desarrolladas A propósito de esto Guattari escribe en L1nconscient machinique:
por sí mismas en el orden de la lengua.» (p. 26)
«No hay nada menos lógico, menos matemático que una
Con la referencia a Humpty Dumpty en1ramos en el mundo de lengua. Su estructura es el resultado de la petrificación de una
las atribuciones de sentido. La atribución de sentido es investimento especie de amalgama cuyos elementos provienen de préstamos,
de la voluntad de poder, o también, si queremos, proyección del aglutinaciones, malos entendidos ... no hay universalidad de
deseo. La pragmática es esta dimensión de la significación sin la la lengua; no hay universalidad de los actos del lenguaje. Cada
cual jamás podremos atrapar la relación entre el significante y el secuencia de expresión lingüística está asociada a una red de
~ignificado en un te~to, en un gesto, en un proferimiento. cadenas semióticas de toda naturaleza (perceptivas, mímicas,
gestuales, pensamientos por imágenes, etc.) Cada enunciado
Nos acercamos aquí por otro camino al problema de la interpre- significante cristaliza una danza muda de intensidad que se
tación, al cual ya hemos hecho referencia hablando de Nietzsche. La juega al mismo tiempo sobre el cuerpo social y sobre el cuerpo
interpretación constituye un remontarse en la red de la genealogía individual. De la lengua a la glosolalia todas las transiciones
del sentido atribuido. En otros términos, es posible interpretar un son posibles.»
signo a partir de un trabajo de reconstrucción de la intención de
la cual el signo es portador, del contexto dentro del cual aquella Ya no existe ninguna pretensión de reducción normativa o estruc-
intención se ha manifestado, de las estrategias que el hablante ha tural, el criterio de la interpretación depende de las condiciones en
puesto en acto para obtener su objetivo pragmático (persuasivo, que se realiza la enunciación; y dado que la enunciación sigue un
disuasivo, insinuante o simulador, seductor o repulsivo ... ). recorrido que se puede definir como deriva (es decir, desplazamiento
Por esto se puede decir que la superficie es el lugar en el cual se desde un punto a otro sin consecuencialidad lógica reconocible),
despliega la significación: la superficie es el punto de contacto entre la interpretación tendrá entonces caracteres que podremos definir
agentes de sentido, es la exterioridad que tiende hacia el mundo de como delirantes (en el sentido de de!lire: salir de las reglas de.la lec-
las relaciones, es la interfaz entre lenguaje y mundo. tura lógica y consecuencial, para elegir una lectura que sea asimismo
Mientras pensemos que el significado constituye la profundidad multiplanar, como lo es la enunciación).
de la enunciación, permaneceremos entrampados en la convicción Entramos así en el espacio analítico que toma el nombre de es-
de que existe una especie de interpretación objetiva y privilegiada q uizoanálisis. El esquizoanálisis presupone el carácter proliferante
del signo, y que el despliegue de la enunciación está en cierto (e irreductible a una estructura) de los agentes de enunciación, y

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Franco Berardi Deleuze la rizomática

presupone además el carácter proliferante de los puntos de vista de la están las cuestiones que acercan y que alejan a Deleuze de Leibniz.
interpretación. El análisis no puede realizarse entonces presuponien- En torno al problema de las explicaciones están todas las cuestiones
do estructuras lingüísticas o psicológicas (de las cuales la enunciación que acercan y que alejan a Deleuze de Spinoza.
sería la aplicación o la desviación). El análisis se hace esquizoanálisis En el centro de la reflexión deleuziana sobre Spinoza se encuentra
cuando se ubica en el punto de vista de la multiplicidad. el tema de la expresión: expresión significa desplegar aquello que
Es sobre este plano que el discurso filosófico deleuziano se encuen- está plegado, proyectar constructivamente lo que se ha constituido
tra con el esquizoanálisis, que es ante todo un modo de concebir la en la interioridad del lenguaje en forma de complicación.
actividad de interpretación. «Expresión no sería sino una manera de decir 'emanación'.»
Si el lenguaje se encuentra con el acontecimiento, la interpretación (Spinoza y el problema de la expresión, p. 14)
debe entonces ubicarse en el mismo ritmo del enunciado. Y el enunciado Pero a su vez, como está escrito inmediatamente después, «o bien
ya no es reducible a las estructuras sintácticas, ni"" el enunciante puede ser expresar sería un sinónimo de explicar.»
reducido a las estructuras psicológicas. Si el lenguaje se encuentra con Al inicio entonc<ts está el pliegue, el plegado particular que el ser
el acontecimiento, la interpretación debe asumir tantos puntos de vista asume dentro del lenguaje, en el mundo singular de un sujeto de
como singularidades participen en la determinación del acontecimiento. enunciación. La enunciación es el proceso que pone en movimien-
El esquizoanálisis es el modo de la interpretación que asume el to la proyección, es decir, el despliegue del cual emana el mundo
punto de vista de la deriva y de la singularidad. Las singularidades proyectivo, el mundo construido por el lenguaje, el mundo de la
no son todas una con la persona, con el individuo -son más bien interacción lingüística, la cuerda sobre el abismo del no sentido.
flujos de intendonalidad y de imaginación que pueden convivir en «Llegar a ser expresivo, es decir, llegar a ser activo.» (p. 315)
una persona, o bien pueden difundirse sobre las líneas de relaciones Deleuze retorna sobre Spinoza en varias oportunidades y le
internas a una colectividad. El colectivo de enunciación es una sin- dedica al filósofo holandés dos libros en particular, aquel sobre la
gularidad. Aquello que define la singularidad no es la individualidad expresión, de 1968, y otro más ágil, con el título Spinom: filosofía
del en undante sino la pertenencia a un mismo plano de inmanencia práctica, de 1981.
del enunciado. Spinoza le devuelve a la filosofía un aura estoica: en la filosofía
Los autores de Mil mesetas hablan de su escritura a dúo en tér- está en juego la felicidad de la existencia no menos que la búsqueda
minos de multiplicidad singular: «Como cada uno de nosotros era del sen ti do.
varios, en total ya éramos muchos.» (p. 9) Spinoza interroga al ser desde el punto de vista de las afecciones,
Y no se trata en absoluto de un juego de palabras. y reconoce así -raro entre los filósofos de Occidente- la legitimidad
filosófica del problema de la felicidad.
Felicidad: una palabra demasiado sospechosa, tanto como para
Pliegues ser desterrada de la reflexión.
(<Siempre se trata de plegar, desplegar, replegar», escribe Deleuze Spinoza sin embargo la pone nuevamente en juego. Feliz es la
al final del libro sobre Leibniz de 1988. singularidad que lleva a cabo su deseo. Feliz es la coincidencia
El pensamiento está en el plegado, pero también en el despliegue, entre el recorrido singular y los ritornelos de reconocimiento
en el proceso de explicación. En torno al problema del plegado del mundo.

94 95
rizomática

Dos son los núcleos sobre los cuales se detiene la atención deleu- Pero Deleuze quiere precisamente interrumpir esta línea del de-
ziana: el primero es el del plegado, o bien de la pasión o bien de la sarrollo del pensamiento filosófico moderno, situarse entre Spinoza
afección que determina las formas de la aprehensión cognoscitiva. El y Hegel, evitar que la creatividad se convierta en aquella «extraña
segundo es el de la explicación, es decir, de la proyección expresiva, mezcla de ontología y de antropología, de metafísica y de huma-
del devenir mundo del lenguaje. nismo, de teología y de ateísmo, teología de la mala conciencia y
Dos movimientos simétricos, los dos movimientos de la mente: ateísmo del resentimiento» que es, para él, el hegelismo. (Nietzsche
el hacerse mental del mundo y el hacerse mundo de la mente. y la filosofta, pp. 155-156)
Deleuze quiere decir que no es verdad que la creatividad de la
«El Deseo es el Apetito con conciencia de sí mismo. Queda, mente comporte necesariamente el idealismo, el historicismo, es
decir la secuela de negación-superación que es esencial en el pen-
.
pues, establecido por todo esto que no nos esforzamos en nada,
ni queremos, apetecemos o deseamos cosa alguna porque la samiento de Hegel.
juzgaremos buena; sino que, por el contrario, juzgamos que una Si se quiere poner en cuestión la formación del idealismo, sobre
cosa es buena porque nos esforzamos hacia ella, la queremos, la línea desarrollada en la filosofía práctica de Spinoza, es preciso
apetecemos y deseamos.» (B. Spinoza, Etica, III, escolio IX.) insistir sobre la duplicidad de la perspectiva en que se desarrolla la
interacción mente-mundo: la explicación presupone la implicación,
La noción de deseo es fundamental en el pensamiento de Deleuze, la complicación. Primero el mundo se hace pliegue, y luego la mente
y aquí podemos ver su génesis: el deseo se opone a la falta (en torno se proyecta desplegando el mundo.
a esta cuestión ElAnti-Edipo desarrolla todo su discurso) porque el Dicho de otro modo: es necesario conectar estrechamente la
deseo produce, pone en escena, crea. noción de pliegue y de explicación con la de acontecimiento.
¿Y qué crea exactamente el deseo? No tanto su objeto en su No por casualidad el capítulo central del libro sobre Leibniz (El
materialidad, en su coseidad, sino las cualidades de su objeto, las pliegue) es una reflexión sobre el concepto de acontecimiento.
cualidades del mundo. El deseo cambia el mundo porque constituye ¿Qué es un acontecimiento? Se pregunta aquí Deleuze.
la condición de posibilidad de las proyecciones deseables.
A lo largo de la curvatura del deseo se desarrolla la acción diver- «¿Cuáles son las condiciones de un acontecimiento, para
sificada del pliegue: que todo sea acontecimiento? El acontecimiento se produce
en un caos, en una multiplicidad caótica, a condición de que
«Explicar es un término 'fuerte' para Spinoza. No significa intervenga una especie de criba.» (p. l O1)
una operación del entendimiento extrínseco a la cosa, sino una
operación de la cosa intrínseca al entendimiento.» (Spinoza: Pero ¿qué significa caos?
filosofía prdctica, p. 93)
«Según una aproximación cosmológica, el caos sería el con-
Sobre este camino abierto por Spinoza se inicia también el pen- junto de los posibles, es decir, todas las esencias individuales
samiento de Hegel: con él la potencia constructiva de la explicación en la medida en que cada una tiende a la existencia por su
se transfiere de la esfera de la singularidad deseante a la esfera de la cuenta; pero la criba solo deja pasar composibles, la mejor
subjetividad histórica.
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Franco Berardi

combinación de composibles ( ... ) Desde un punto de vista


psíquico, el caos sería un universal aturdimiento, el conjunto ¿Por qué El Anti-Edipo es el libro del 681
de todas las percepciones posibles como otros tantos infinitesi-
males o infinitamente pequeños; pero la criba extraería de él
diferenciales capaces de integrarse en percepciones reguladas.
(ibídem, p. 102)

El producto de la selección que la criba opera sobre la infinita


generación de los posibles es precisamente el acontecimiento.
De este modo, Deleuze responde a la pregunta planteada por
Leibniz, por Bergson y por Whitehead -la pt'egunta que apunta a
poner de cabeza el entero modus operandi del pensamiento occiden-
tal, de la metafísica y de la ciencia: ya no cómo alcanzar lo eterno,
sino más bien bajo qué condiciones el mundo objetivo permite una
producción subjetiva de novedad, es decir, una creación.
El pensamiento científico va en búsqueda de constantes en la
morfogénesis del mundo. ¿Pero cómo explicar lo imprevisible, la
irrupción de lo nuevo, la mutación?
Esta es la pregunta central a la cual el pensamiento de Gilles Se suele decir, como si fuese un dato obvio, que E/Anti-Edipo es el
Deleuze da respuesta. libro que trae a la escena filosófica el signo del 68. Las circunstancias
conspiran acreditando esta expresión: Gilles y Félix habían marchado
«En todos mis libros he investigado la naturaleza del acon- junto a los estudiantes y a los obreros del mayo parisino, se habían
tecimiento: es el único concepto filosófico capaz de desplazar encontrado y habían construido su relación de colaboración en el
al verbo ser y al atributo.» (Conversaciones, p. 199) dima de aquellos encuentros, de aquellas asambleas, juntos habían
participado de las aventuras antipsiquiátricas y de los comités de
Y es aquí que, en torno al concepto de acontecimiento, encon- acción contra las prisiones. Pero todos estos detalles biográficos aún
tramos también el punto de partida del pensamiento-laberinto no dicen nada.
multiplanar de Gilles Deleuze. Tampoco dice mucho el hecho de que El Anti-Edipo, salido en
el 72, se convirtiera en uno de lo pocos best seller filosóficos .y que
haya tenido entre sus lectores fundamentalmente a los intelectua-
les rebeldes formados culturalmente en aquellos años y en aquel
movimiento.
Es necesario reconstruir la evolución del pensamiento Deleuze
Guattari en El Anti-Edipo (pero también en Mil Mesetas, en Kajka

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