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La
los otros dos tipos de modificaciones principales está n relacionados con el orden internacional y
refieren, sencillamente, al “cambio de orden” y a los “cambios en el orden”. Recordando que
ambos, a su vez, son cambios en el sistema, sin constituir cambio de sistema.
Los Estados
coordinan sus comportamientos externos a través de medios pacíficos o violentos, dando vida y
contenido a las relaciones internacionales
De esta manera, la diná mica cambiante del poder de los Estados y su legitimidad son los
propulsores del cambio. El poder se estima a partir de las capacidades materiales e inmateriales
de las unidades políticas, las cuales al interactuar conforman relaciones políticas comú nmente
denominadas
relaciones internacionales
Ahora bien, como la configuració n del poder y su legitimidad son diná micas, el auge y caída de
las grandes potencias cambian las relaciones políticas que,
detectar estos tipos de cambios y sus causas son clave en el debate contemporá neo de las
relaciones internacionales. En particular, la pregunta referida a có mo distinguir el “cambio de
orden” de los “
detectar estos tipos de cambios y sus causas son clave en el debate contemporá neo de las
relaciones internacionales. En particular, la pregunta referida a có mo distinguir el “cambio de
orden” de los “cambios en el orden
à vis posicionados en la estructura del sistema internacional en un momento histó rico dado.
Dichas posiciones vienen determinadas por sus capacidades, las cuales crean una vasta red de
relaciones políticas, es decir, relaciones de poder, legitimadas en la ideología predominante e
institucionalizadas en el derecho internacional. Por eso, poder, legitimidad y derecho son las tres
variables que sustentan todo orden político. Grá fico 4. Institucionalizació n del poder y la
legitimidad en el derecho Poder Legitimidad DerechoUn autor clá sico de las relaciones
internacionales como Hans Morgenthau (1984: 131- 206) considera que el poder de los Estados
está constituido por la geografía, los recursos 2
Entre estos dos extremos aparece una gama variopinta de objetivos estatales auto-limitados
De igual manera sucede con los instrumentos o medios de la política exterior, los cuales oscila
entre los extremos de paz y guerra
El poder de las naciones má s poderosas y los argumentos de éstas para explicar la dominació n
política son configurados en el derecho
el cambio en las relaciones políticas y el cuestionamiento de las bases legítimas y legales del
orden establecido abren camino para modificar el orden en sus dos modalidades: revisió n total o
cambio de orden; y revisió n parcial o cambio en el orden
En consecuencia
un cambio de orden sucede cuando cambian radicalmente las capacidades de poder de las
unidades principales del sistema,
o son cambios
Histó ricamente, el cambio internacional estuvo asociado a la guerra, pues las confrontaciones
militares de envergadura precedían a la configuració n de los ó rdenes.
desde entonces, el mundo vive azuzado por una guerra total que conduciría al “invierno nuclear”
y la extinció n de la humanidad
el acontecimiento novedoso
Cambio cualitativo en la evolució n de los ó rdenes internacionales, pues, hasta el orden bipolar
inclusive, los mismos eran antecedidos por grandes conflagraciones bélicas que modificaban las
posiciones de los Estados en la estructura y éstos, a su vez, creaban nuevos ordenamientos
políticos tras configurar su poder y legitimidad en el derecho
La desintegració n soviética
dio paso a la dicotó mica probabilidad de transició n pacífica o bélica del orden internacional
distingue las dos formas principales de coordinació n que tienen los Estados en el plano
internacional
explica que, tras la paz, viene la guerra para, luego, configurar una nueva paz
debería recrearse por paz y guerra o paz entre las naciones, añ adiendo la opció n pacífica de
transició n inaugurada con el colapso soviético
1) el nuevo ordenamiento de las relaciones políticas puede emerger después de una gran guerra
o una transformació n pacífica
lo que pasa en el plano interno de la realidad política de las grandes potencias cobra suma
atenció n como insumo del cambio internacional
; 2)
Para explicar el cambio de orden, también es necesario distinguir entre el principio regulador
del sistema y los principios, valores e ideología del orden. Por una parte, el principio de
coordinació n regula el sistema interestatal y escapa a la voluntad de los Estados
Por otra parte, está n los principios, valores e ideología establecidos por los mismos Estados al
construir los ordenes internacionales y que legitiman su funcionamiento.
la coordinació n encauza los comportamientos estatales en el plano internacional, los cuales son
denominados políticas exteriores y fluyen entre los extremos de paz y guerra, para construir los
ó rdenes internacionales con principios, valores e ideología de las potencias dominantes que
buscan sobrepasar la mera fuerza y encontrar apoyo legítimo4
la coordinació n encauza los comportamientos estatales en el plano internacional, los cuales son
denominados políticas exteriores y fluyen entre los extremos de paz y guerra, para construir los
ó rdenes internacionales con principios, valores e ideología de las potencias dominantes que
buscan sobrepasar la mera fuerza y encontrar apoyo legítimo
La experiencia histó rica comprueba que en el piná culo del poder posicionan só lo las grandes
potencias
Kenneth Waltz (1979: 121): “Desde el Tratado de Westfalia hasta el presente, ocho estados
principales como má ximo han buscado coexistir pacíficamente o han luchado por el dominio
Confirmando esta aseveració n, los cambios producidos desde la publicació n de la obra de Waltz
en 1979
Si bien Waltz (1979), siguiendo a Wright (1965), detecta el nú mero de potencias principales del
sistema, esta cantidad disminuye cuando se enumera a los constructores del orden internacional
El Congreso de Viena fue presidido por la Tetrarquía (Austria, Prusia, Reino Unido y Rusia)
donde las grandes potencias coordinan sus acciones a partir del equilibrio de fuerzas y las
normas establecidas por ellos mismos a través de la historia y compiladas en el derecho
internacional pú blico
; y fluctú an entre mayor y menor grado de desconcentració n de la fuerza entre las grandes
potencias
mientras el sistema es multipolar por naturaleza, los ó rdenes son impuestos por el directorio u
“oligopolio de los fuertes
Ademá s, ostenta la imagen de dar participació n a todas las unidades, cuando en realidad solo
refiere a las grandes potencias
Ademá s, ostenta la imagen de dar participació n a todas las unidades, cuando en realidad solo
refiere a las grandes potencias. En efecto
el oligopolio de poder6
el oligopolio de poder6
el oligopolio de poder
está compuesto por las potencias que ejecutan políticas mundiales y cuentan con capacidad para
conducir y orientar el orden internacional.
esta noció n de oligopolio no elimina o deja de lado el rol de las otras potencias, pues, má s allá del
liderazgo que ejercen las grandes potencias, el orden mundial también incluye a potencias
intermedias o semi-periféricas y pequeñ as naciones o periféricas.
son los Estados quienes construyen el orden internacional y no, como expresa Jones (2017: 54),
los “diferentes actores, en particular, estados, que está n unidos por intereses y objetivos
comunes.
En efecto, como todos saben, el concepto de actor supera en amplitud al término Estado y
comprende a grupos de interés, de presió n o tensió n que inciden o presionan a los
representantes de los Estados para influir en la construcció n del orden internacional, pero la
creació n del orden -en ú ltima instancia- corresponde a los Estados.
tanto dentro como fuera del Estado existen influencias, presiones y tensiones de los actores al
momento de la creació n del orden, pero la facultad y el acto de construcció n es funció n de los
Estados. Por lo tanto, no son los actores, sino los Estados los que crean el orden internacional.
cuando buscamos la “caja negra” del sistema internacional donde ingresan las demandas y salen
los productos no la encontramos, pues no existe una sola “caja negra”
. Só lo nos resta ver como está conformado el oligopolio de poder que es por donde pasan las
principales interacciones políticas ya que, en diferentes momentos existieron diferentes
está dispersa en varias “cajas negras”, debido a la característica policéntrica del sistema. Só lo nos
resta ver como está conformado el oligopolio de poder que es por donde pasan las principales
interacciones políticas ya
conformado el oligopolio de poder que es por donde pasan las principales interacciones políticas
ya que, en diferentes momentos existieron diferentes países líderes, aunque siempre fueron
Só lo nos resta ver como está conformado el oligopolio de poder que es por donde pasan las
principales interacciones políticas ya que, en diferentes momentos existieron diferentes países
líderes, aunque siempre fueron
Só lo nos resta ver como está conformado el oligopolio de poder que es por donde pasan las
principales interacciones políticas ya que
Só lo nos resta ver como está conformado el oligopolio de poder que es por donde pasan las
principales interacciones políticas
forma simultá nea, la paz de Westfalia creó el primer ordenamiento de los Estados en la
estructura del sistema westfaliano, que se extenderá hasta la paz de Utrecht de 1713
y, al mismo tiempo, dio vida el primer orden internacional, denominado también de Westfalia
como se expresó
, los ó rdenes surgen tras el cambio radical en las relaciones políticas, la instauració n de una
nueva legitimidad y la configuració n de ambas en el derecho.
Segú n Ikenberry (2001: 3), los grandes momentos de construcció n del orden internacional son
puntos críticos de inflexió n que ocurrieron en los añ os 1648, 1713, 1815, 1919 y 1945.
Estos momentos críticos corresponden
con los cambios de ó rdenes aquí expuestos, aunque requiere añ adir el relevante punto crítico
que significó la Guerra de los Siete Añ os y la Paz de París de 1763 en la consolidació n de la
hegemonía marítima de Gran Bretañ a en el mundo
Sin embargo, el orden de Westfalia fue configurado tras treinta añ os de guerra. La Paz de Utrecht
fue celebrada después de trece añ os de confrontaciones bélicas y el orden de la Paz de París
luego de siete. El Orden de Viena requirió de má s de dos décadas de conflictividad entre siete
coaliciones militares contra la Francia revolucionaria y el imperio napoleó nico. Cuatro añ os de la
Primera Guerra Mundial y ocho añ os de la Segunda (entendida su inicio a partir del estallido de
la Segunda Guerra Chino-japonesa). En igual sentido, la transició n del Orden Bipolar al de
Primacía Estadounidense ocurrió entre los tres añ os acaecidos desde la caída del Muro de Berlín
hasta la desintegració n soviética
Ademá s de los cambios de ó rdenes, se identifican otras alteraciones en las relaciones políticas
que significaron inflexiones en el liderazgo de algunas de las grandes potencias
aparte de la transició n que representa el pasaje de un orden a otro, los Estados también generan
modificaciones importantes en sus capacidades relativas
que re-posicionan a las grandes potencias y recrean el equilibrio de poderes, sin cambiar de
orden
Estas alteraciones son cambios en el orden internacional y entendidas como sub- ó rdenes (Tabla
5), má s allá de otras modificaciones importantes en las relaciones internacionales
Estas alteraciones son cambios en el orden internacional y entendidas como sub- ó rdenes
Esta forma de clasificar los ó rdenes y sub-ó rdenes puede ser objeto de crítica y revisió n en la
medida que aun existe debate sobre los puntos de inflexió n que los académicos adoptan para
separar continuidades estructurales
Aquí
Desde 1643 hasta 1649, las ciudades de Mü nster y Osnabrü ck, situadas en la regió n de Westfalia,
congregaron a los representantes de países europeos para poner fin a cuatro guerras. La Guerra
de los Ochenta Añ os
entre Francia y una parte de los estados imperiales; y la guerra entre el Sacro Imperio y los
estados imperiales protestantes aliados a Suecia. Estas ú ltimas tres se agrupan en la llamada
Guerra de los Treinta Añ os
La Guerra de los Ochenta Añ os enfrentó a Españ a y las Provincias Unidas por la independencia
de estas repú blicas de la Corona Españ ola. La Guerra de los Treinta Añ os, desencadenada por la
tercera Defenestració n de Praga en 1618, comenzó como guerra religiosa e interna en el Sacro
Imperio, entre las fuerzas del emperador cató lico Fernando II y la oposició n armada de los
nobles protestantes
, no hay fechas precisas para responder a las preguntas de cuá ndo comenzó y cuá ndo terminó el
Congreso de Westfalia, ni tampoco hubo sesiones plenarias, tanto en Mü nster como en
Osnabrü ck. Las delegaciones comenzaron a llegar entre los añ os 1643 y 1646, y terminó con la
partida de los negociadores entre 1647 y 1649.
aparece el rol principal del cardenal Richelieu, quien exigió la participació n de todos los aliados
en la conferencia
Francia y Suecia -los aliados- pidieron residir en ciudades de su confesió n religiosa
y sus asistentes negociaron la paz con los representantes de Suecia y de los príncipes
protestantes aliados. En Mü nster, la delegació n del emperador trató con Enrique II de Orleans,
jefe de la representació n de Francia y sus aliados cató licos. Mü nster también reunió a los
representantes de la Corona Españ ola y de las Provincia Unidas donde la primera reconoció la
independencia de la Repú blica de las Provincias Unidas
Recién en junio de 1645 Francia y Suecia presentaron la propuesta de paz, negociada durante
tres añ os, y sellada con los tratados de Mü nster y Osnabrü ck, los cuales fueron complementados
con el tratado de los Pirineos de 1659
Tabla 6). Todos estos documentos fueron negociados sin recurrir -como otrora se hacía- a la
mediació n del papa Inocencio X, a pesar del papel desempeñ ado por el nuncio Fabio Chigi, quien
se opuso a los tratados sin consecuencia, al carecer de influencia en la fijació n de las nuevas
fronteras y otras clá usulas del ordenamiento europeo. El papa condenó la paz de Westfalia por
Todos estos documentos fueron negociados sin recurrir -como otrora se hacía- a la mediació n
del papa Inocencio X, a pesar del papel desempeñ ado por el nuncio Fabio Chigi, quien se opuso a
los tratados sin consecuencia, al carecer de influencia en la fijació n de las nuevas fronteras y
otras clá usulas del ordenamiento europeo. El papa condenó la paz de Westfalia
Suecia y en menor medida las Provincias Unidas construyeron el orden internacional, y junto a
los vencidos -el Sacro Imperio y Españ a- conformaron el oligopolio de los fuertes en el centro
obtienen la independencia de Españ a y Suiza del Sacro Imperio. Es decir, Francia, Suecia y en
menor medida las Provincias Unidas construyeron el orden internacional, y junto a los vencidos
-
pero ampliada a que los sú bditos podían alejarse de la confesió n religiosa del príncipe y
practicar su religió n en á mbitos privados.
Francia expandió sus fronteras. Obtuvo el reconocimiento de los episcopados de Metz, Toul y
Verdú n
y de Alta Alsacia, Breisach y Philippsburg, amenazando con invadir a toda Renania. En el sud-
este, obtuvo Pignerol, en el Piamonte. Tras derrotar a Españ a, la paz de los Pirineos amplió su
territorio al condado de Artois y otras ciudades de Flandes, Montmédy y partes de Luxemburgo
en el norte; y el Roselló n
y la mitad de Cerdañ a en la frontera con Españ a. El tratado estableció que todos los pueblos al
norte de los Pirineos debían formar parte de Francia.
sus posiciones en ese mar y la península escandinava. Por el tratado de Osnabrü ck recibió la
mitad de Pomerania, los obispados de Verden y Bremen y varios puertos en el Bá ltico.
Por otra parte, bajo influencia de Francia, la paz de Westfalia favorecerá el engrandecimiento del
electorado de Brandeburgo con la otra mitad de la Pomerania. Su unió n con el ducado de Prusia
bajo
Por otra parte, bajo influencia de Francia, la paz de Westfalia favorecerá el engrandecimiento del
electorado de Brandeburgo con la otra mitad de la Pomerania. Su unió n con el ducado de Prusia
y los territorios centro-europeos, si bien seguirá dominando los Países Bajos españ oles hasta
1714. Fuera del marco de los resultados de la conferencia, Rusia expande sus fronteras en Asia a
costa de los tá rtaros; y el Imperio Otomano entra en decadencia estructural y retroceso
territorial.
Sin quererlo, a través de la prá ctica diplomá tica emergente de la multiplicidad de polos y la
coordinació n del sistema, los Estados crearon una constitució n tá cita, sobreentendida,
inmanente, sobre el accionar de los mismos Estados para garantizar sus independencias y
soberanías,
Desde entonces, los Estados guiará n sus asuntos externos mediante la raison d’état, una forma
general de auto-definir sus objetivos, entendido como concepto supremo de la política exterior
que legitimará el accionar de los Estados en sustitució n de la moral cristiana.
No obstante, los principios fundacionales del primer orden influirá n en los siguientes y los
estadistas tomará n a la raison d’état como referencia para argumentar comportamientos futuros
de sus Estados