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El discurso se puede interpretar como el acto de establecer un dialogo cara a cara con una o

más personas, normalmente frente a una audiencia o publico con la intención de transmitir
un mensaje o alguna información importante e interesante. Con respecto a esta definición se
puede establecer que el discurso jurídico es el tipo de discurso que es establecido por el
abogado para formar su defensa sobre un caso, y poder ser comprendido por el juez a cargo,
ya que en la corte el abogado se convierte en un orador, cuyo interés es convencer con sus
palabras al jurado sobre lo que está proclamando.

Todo esto solo se puede lograr con un discurso bien preparado y desarrollado, de acuerdo a
sus características se espera que este tipo de discurso lleve como ejemplo una total
objetividad del asunto a exponer y de esta manera convencer e influir sobre la verdad a
quienes se encuentran en la audiencia.

A pesar de ser una herramienta bastante usada en el ámbito de la abogacía, existen


diferentes tipos y formas del discurso jurídico que dependerán de su forma, su extensión y
hasta de su objetivo. Entre las más comunes tenemos a los discursos informativos, que
consta de aquellos discursos donde el orador trata puntos e información de la cual la
audiencia no tenía conocimiento alguno, además que estos puedes sub-clasificarse de
acuerdo a su forma en narrativos, descriptivos o expositivos.

Otro tipo de discurso muy utilizado son los discursos de persuasión, el cual se encarga de
persuadir como su nombre lo indica a los oyentes sobre lo que se está comunicando, este
tipo de discurso debe ser utilizado a la perfección para poder lograr su cometido, lo que lo
hace muy eficaz, pero al mismo tiempo difícil de dominar. Además este tipo de discurso se
puede dictar de acuerdo a si se requiere motivar, persuadir o convencer a la audiencia sobre
una verdad.

De acuerdo con sus objetivos también existen otros tipos de discursos, entre los cuales
predomina el discurso Forense que es el más visto en cuanto a los juicios y tribunales, ya
que es usado en su totalidad en la oratoria jurídica y requiere un manejo de cada término
jurídico utilizado para establecer un discurso claro y conciso.

Antes que nada, lo más importante para la buena utilización de un discurso jurídico es la
buena presentación del mismo, el orador debe aprovechar cada segundo inicial de la
presentación, presentar una seguridad y confianza sobre lo que se va a expresar es un punto
imprescindible para captar la atención de la audiencia.

El mostrar una postura de las manos correctas y al frente es un indicio de seguridad sobre
los temas que se manejan, mantener un gesto facial agradable es muy importante para
establecer una empatía con el público y además de esto siempre sostener una mirada fija en
la audiencia, de esta forma cada persona en el publico siente que hablas personalmente con
ella, haciendo que el discurso sea más efectivo y personal.
Para captar totalmente su atención lo más importante es establecer una relación con cada
uno de los oyentes, esto ayuda a crear un vínculo de confianza con cada uno, lo que hace
que tu punto expuesto llegue a formar parte importante en la mente de la audiencia. Existen
oradores que crean barreras inconscientes al realizar un discurso como por ejemplo el uso
de atriles, que a pesar de solo ser un material de apoyo en ocasiones crea una división entre
el público y el orador.

El integrar a la audiencia es una técnica bastante efectiva cuando se quiere establecer una
relación con la audiencia, abrir un paréntesis en el discurso para darle a los oyentes un
tiempo o espacio para opinar ayuda a ver si realmente se está comprendiendo lo que el
orador quiere exponer, lo que aumenta el entendimiento y el manejo del público.

Se debe destacar que existen distintos tipos de público, y que el orador es el encargado de
saber cómo manejarlos, además de tener la habilidad de llegar a cada uno, los más
conocidos se dividen en 3 tipos, el Publico Experto, el Novato y el Indeterminado. En el
caso del Público Experto, nos podemos encontrar con un público que entiende cada punto
del que se trata el discurso, consta de profesionales en el tema o que poseen algún tipo de
conocimiento, por lo tanto no es necesario explicar con conceptos básicos cada punto del
discurso.

En el caso de estar al frente de un público novato cambia la forma de expresarse, ya que


ninguno de los presentes tiene conocimiento sobre el tema, por ende el trabajo del orador es
el de hacer comprender en su totalidad el tema. Es muy probable que se deban usar ejemplo
para aumentar el entendimiento y lograr que la audiencia obtenga un grado de
conocimiento donde puedan discutir sobre el tema luego de concluido el discurso.

Por ultimo tenemos al público Indeterminado, donde el orador no siempre sabe a qué
público se dirigirá, por esto es importante que el orador dicte preguntas sobre el tema como
modo de examinación para establecer si la audiencia posee algún tipo de conocimiento y así
moldear el discurso conforme este avanzando, lo que ayuda a interactuar con la audiencia
logrando una comunicación efectiva y estableciendo un vínculo que es muy importante al
momento de exponer un tema.

Un buen abogado debe tener la capacidad de expresarse acorde a las situaciones que se le
presenten, poder manejar una audiencia, convencer a un juez sobre la veracidad de sus
palabras, todo eso es ordenado por un buen manejo de la oratoria y un excelente manejo
del público, el poder identificar el tipo de audiencia a quien se refiere es una habilidad y un
deber del abogado, de esta manera cada caso o situación que se le presente podrá ser
afrontada con la mayor profesionalidad posible y la ética necesaria para el desarrollo de su
carrera.

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