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Obesidad

La obesidad es una enfermedad crónica que puede producirse por factores que
van desde aspectos genéticos y ambientales, pasando por el estilo de vida. Ocurre
cuando la ingesta de calorías excede al gasto energético, lo que ocasiona aumento
en los depósitos de grasa corporal y por ende, ganancia de peso.

Tipos de obesidad

Existen tres tipos de obesidad y se definen por grados: I, II y III. El belga


Adolphe Quételet fue pionero en crear y validar medidas matemáticas para la
obesidad. Sugirió que la razón del peso dividido entre el cuadrado de la talla
podía utilizarse como medida de la obesidad, corregida para la estatura, dando
como resultado el Índice de Masa Corporal (IMC). En otras palabras:

Un estilo de vida saludable y el control de peso previenen la obesidad.

Esta fórmula ha demostrado ser un indicador confiable para registrar los riesgos
atribuibles a la obesidad y se clasifica en:
Daños a la salud

En el adulto, la obesidad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de


Diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares (en especial cardiopatías y
accidentes cerebrovasculares), hipertensión arterial, dislipidemias, enfermedades
osteoarticulares y ciertos tipos de cáncer como el de mama y próstata.

En niños se vincula con enfermedades crónicas al llegar a la edad adulta, pero


también que su calidad de vida se vea afectada a corta edad.

Relación con la diabetes

La obesidad infantil y/o en la adolescencia es un antecedente común, un número


considerable de casos tienen varios familiares afectados por la diabetes.

Un alto porcentaje de los casos con Diabetes tipo 2 tiene características que
permiten su identificación antes de la aparición de la hiperglucemia (niveles altos
de glucosa), como el padecer obesidad, lo que facilitaría la prevención de la
enfermedad.
Combatiendo a la obesidad

Es importante iniciar una dieta saludable desde los primeros años de vida y
mantenerla. Se debe proteger, promover y apoyar la lactancia materna exclusiva
los primeros seis meses de vida e introducir, a partir de esa edad, alimentos
frescos y locales a la dieta del bebé.

Se debe favorecer el consumo de alimentos frescos, como frutas y verduras,


cereales de granos enteros, leguminosas y semillas. Dar preferencia a alimentos
producidos localmente y que son parte de la dieta tradicional mexicana saludable.

Por otro lado, se debe moderar el consumo de alimentos de origen animal y


disminuir el consumo de harinas refinadas, grasas, especialmente las saturadas, y
carne roja, evitar el consumo de alimentos procesados, bebidas azucaradas y
carnes procesadas.

México ocupa el primer lugar en obesidad a nivel mundial.


Recomendaciones

Adopta un estilo de vida saludable.

Si fumas, haz lo posible por dejar ese mal hábito.

Acude con un médico especialista.

Evita alimentos con alto contenido en grasas y en azúcares.

Si se te indica, sigue un plan de alimentación.

Procura alcanzar y sobre todo mantenerte en tu peso ideal.


Haz ejercicio, dile no al sedentarismo.

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