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EXP. N.

° 03961-2021-PHC/TC
LIMA NORTE
MIGUEL ÁNGEL CANALES
SERMEÑO

RAZÓN DE RELATORÍA

Con fecha 28 de febrero de 2022, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional,


integrada por los magistrados Sardón de Taboada y Ledesma Narváez y con la
participación del magistrado Espinosa-Saldaña Barrera, llamado para dirimir la
discordia suscitada por el voto singular del magistrado Ferrero Costa, ha dictado
el auto en el Expediente 03961-2021-PHC/TC, por el que resuelve:

Declarar IMPROCEDENTE la demanda.

Se deja constancia de que los magistrados Ledesma Narváez y Espinosa-Saldaña


Barrera han emitido fundamentos de voto, los cuales se agregan.
La secretaria de la Sala Segunda hace constar fehacientemente que la presente
razón encabeza el auto y los votos antes referidos que los magistrados
intervinientes firman digitalmente al pie de ella en señal de conformidad.

SS.

FERRERO COSTA
SARDÓN DE TABOADA
LEDESMA NARVÁEZ
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA

Rubí Alcántara Torres


Secretaria de la Sala Segunda
EXP. N.° 03961-2021-PHC/TC
LIMA NORTE
MIGUEL ÁNGEL CANALES
SERMEÑO

AUTO DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Lima, 28 de febrero de 2022

VISTO

El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Daniel Espinoza Asencio,


abogado de don Miguel Ángel Canales Sermeño, contra la resolución de fojas
3337 (t. XII), de 25 de noviembre de 2021, expedida por la Primera Sala Penal
de Apelaciones Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que
declaró improcedente la demanda de habeas corpus de autos; y

ATENDIENDO A

1. El 28 de junio de 2021, don Miguel Ángel Canales Sermeño interpone


demanda de habeas corpus contra don Rafael Martín Martínez Vargas, juez
del Juzgado Penal Supraprovincial Transitorio Especializado en Crimen
Organizado (f. 3, tomo I). Alega la vulneración de los derechos al debido
proceso, a la debida motivación de las resoluciones judiciales, a la tutela
procesal efectiva, a la libertad personal y del principio de presunción de
inocencia.

2. Don Miguel Ángel Canales Sermeño solicita que se declaren nulos: (i) el
auto de apertura de instrucción en el extremo que dispone iniciarle proceso
penal como autor del delito contra la tranquilidad pública, terrorismo, en la
modalidad de afiliación a organizaciones terroristas y que fuera materia de
las sesiones de audiencia de presentación de cargos de fechas 9 de enero de
2021 (f. 1535, tomo VI), 11 de enero de 2021 (ff. 1831 a 1867, tomo VII) y
12 de enero de 2021 (f. 2087, tomo VIII); y (ii) el Auto de Requerimiento de
Prisión Preventiva de fecha 11 de febrero de 2021 (f. 2701, tomo X a f.
2984, tomo XI), por el que se declaró fundada la medida de prisión
preventiva dictada en su contra por el plazo de dieciocho meses (ff. 2731 a
la 2746, tomo X) en el proceso que se le sigue por la comisión del delito de
terrorismo (Expediente 00136-2020-1-5001-JR-PE-01); y que, en
consecuencia, se disponga su inmediata libertad.

3. El recurrente refiere que el 2 de diciembre de 2020 se ejecutó el operativo


policial denominado Olimpo, en el que fueron detenidos setenta y siete
ciudadanos, y que a la gran mayoría se les imputó ser integrantes del
Movadef. El citado operativo policial fue arbitrario, pues se detuvo a varias
personas sin haber cometido algún acto ilícito, y fue presentado como un
supuesto éxito de lucha contra el terrorismo. Alega que fue detenido en el
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operativo en mención, a las dos de la madrugada, cuando se encontraba


descansando en su domicilio, al amparo de una resolución emitida por el
juez demandado que ordenó su detención preliminar por quince días. Esta
detención se prolongó por más de dos meses en las instalaciones de la
DIRCOTE.

4. El recurrente añade que mediante resolución leída en audiencia virtual de 16


de enero se dictó el cuestionado auto de apertura de instrucción, en el que se
han tipificado como delito hechos atípicos que no configuran ilícito penal.
Señala que la ideología no se persigue penalmente y que solo se
criminalizan los medios violentos, por lo cual no existen los presupuestos
que implican la afectación al bien jurídico, tranquilidad pública que se le
puede imputar al Movadef. Ello es así porque desde el año 2009 en que fue
creado la citada organización no ha planificado ni realizado algún acto
violento. Los llamados elementos de convicción son actividades lícitas y
constituyen el ejercicio de derechos constitucionales que se están
criminalizando para extenderlas al delito de terrorismo. Por dicha razón se
dictó auto de apertura de instrucción y se declaró fundado el requerimiento
de prisión preventiva por el supuesto delito de pertenencia a una
organización terrorista, pues se le acusa de ser miembro del Movadef,
organización que desde su creación se ha desenvuelto dentro del marco de la
ley y de la Constitución Política del Perú.

5. El Movadef en el año 2011 presentó su solicitud de inscripción con todos


los requisitos cumplidos, pero no fue aceptada por consideraciones políticas,
pese a que adjunta a la solicitud de inscripción se indicó su objetivo: «servir
a la democratización de la sociedad peruana y a la brega por una amnistía
general que sirva a una reconciliación nacional». También se presentó su
visión de país, sus principios, ideario, se declaró que se guiaba por el
marxismo, leninismo, maoísmo y pensamiento Gonzalo; se presentó a los
miembros del CEN, a los miembros de sus sesenta y ocho comités
provinciales y sus cientos de activistas, todos identificados con sus
respectivos DNI y direcciones, y se presentó su lineamiento programático,
que contiene las demandas de derechos y libertades democráticas, todas
dentro de la ley y amparados por la Constitución. Sin embargo, se le imputa
la pertenencia a una organización terrorista, pese a que el Movadef es una
organización diferente del Partido Comunista del Perú; se le imputa ser
parte del frente que dirige el Partido Comunista del Perú; empero, el
Movadef no ha realizado algún acto terrorista y el Partido Comunista del
Perú-Sendero Luminoso hace veintiocho años no efectúa actos terroristas.
Por ello, los hechos que se le atribuyen son actos atípicos permitidos y hasta
propugnados por la Constitución, y el cuestionado auto de apertura deduce a
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partir de actos atípicos el supuesto delito de pertenencia a una organización


terrorista, convirtiendo los actos atípicos en típicos.

6. El recurrente alega que, a criterio del juez demandado, en el delito de


asociación terrorista se castiga el ser integrante de una organización, con
independencia de la realización o no de actividades terroristas, lo que
constituye una interpretación contraria a las sentencias García Asto versus
Perú, Fermín Ramírez versus Guatemala y Pollo Rivera y otros versus Perú,
con el fin de ser juzgado por peligro abstracto; es decir, por supuestos
hechos ilícitos futuros que solo están en la imaginación de quienes lo
acusan. Señala que en el artículo 2 de la Ley 25475 se definen las conductas
como terrorismo y que las actividades del Movadef, su programa y objetivos
no contienen tipos de terrorismo; el Movadef o sus integrantes no han
hecho, no hacen, ni harán actos terroristas; el Movadef no es terrorista. Por
otro lado, el Partido Comunista del Perú, conocido como Sendero
Luminoso, hace veintiocho años que terminó su acción armada, por lo que
hace más de un cuarto de siglo que no realiza actos tipificados como
terroristas. Agrega que el delito de terrorismo no se ha considerado dentro
de los delitos comprendidos como organización criminal en la Ley 30077,
por lo que se debió reputar ilegal el uso de agentes especiales y encubiertos
en el caso Olimpo

7. Don Rafael Martín Martínez Vargas y el secretario judicial del Juzgado


Penal Supraprovincial Transitorio Especializado en Crimen Organizado
mediante Oficios 136-2020-0-JPSTECO-PJ, de 1 y 2 de julio de 2021 (ff. 28
y 29), pusieron en conocimiento de la especialista judicial del Módulo Penal
de Carabayllo que don Miguel Ángel Canales Sermeño se encuentra
procesado por el delito de terrorismo (Expediente 136-2020-0) mediante
auto de apertura de instrucción dictado el 9 de enero de 2021, contra el cual
no ha interpuesto recurso impugnatorio alguno. Sí presentó recurso de
apelación contra el auto de requerimiento de prisión preventiva de fecha 13
de febrero de 2021, para cuyo efecto se ha procedido a formar un cuaderno
con copias certificadas y, consecuentemente, se ha elevado a la Sala
superior de la Corte Superior de Justicia Especializada en Delitos de Crimen
Organizado y Corrupción de Funcionarios, por lo que dicha apelación se
encuentra en despacho de Sala para resolver.

8. El Tercer Juzgado Penal Unipersonal Transitorio sede Carabayllo mediante


resolución de 5 de julio de 2021(f. 31) declaró improcedente in limine la
demanda, por considerar que se cuestiona una resolución judicial que no
cumple el requisito de firmeza, toda vez que se ha interpuesto recurso de
apelación, el cual se encuentra pendiente de resolución.
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9. La Primera Sala Penal de Apelaciones Transitoria de la Corte Superior de


Justicia de Lima Norte mediante resolución de 3 de agosto de 2021 (f. 46)
declaró nula la resolución de 5 de julio de 2021, por estimar que el auto de
apertura de instrucción es una resolución previa y distinta a la resolución
que decretó la prisión preventiva, por lo que no se ha pronunciado sobre la
pretensión de la demanda vinculada a la presunta afectación de derechos
fundamentales en la expedición del auto de apertura de instrucción, la cual
es inimpugnable conforme a lo previsto en el artículo 77, numeral 10, del
Código de Procedimientos Penales, y solo se ha pronunciado sobre la falta
de firmeza del auto de prisión preventiva; en consecuencia, ordenó que se
efectúe un nuevo pronunciamiento acorde a la pretensión planteada por el
recurrente y con la nueva normativa que regula el habeas corpus.

10. El Tercer Juzgado Penal Unipersonal Transitorio sede Carabayllo mediante


Resolución 8, de 16 de agosto de 2021 (f. 60), admitió a trámite la demanda.
Por Resolución 15, de 29 de octubre de 2021 (f. 3295, tomo XII), se aclaró
la Resolución 8, respecto del auto de apertura de instrucción de 9 de enero
de 2021, en contra de Miguel Ángel Canales Sermeño, por la presunta
comisión del delito de terrorismo subsistiendo en todo lo demás que
contiene la Resolución 8.

11. El procurador público a cargo de los asuntos judiciales del Poder Judicial al
contestar la demanda (f. 88, tomo I) solicita que esta sea declarada
improcedente, toda vez que el recurrente debió adjuntar a su demanda las
resoluciones judiciales que —dice— le afectan; sin embargo, no lo hizo,
pese a que es su deber de acuerdo al sexto fundamento del Expediente
01761-2014-PA/TC. Además, no corresponde dilucidar en la vía
constitucional los cuestionamientos relativos a la falta de responsabilidad
penal y a la valoración probatoria, por exceder la competencia del juez
constitucional.

12. Don Rafael Martín Martínez Vargas al contestar la demanda (f. 98, tomo I)
refiere que el juez constitucional no es competente para revisar la
subsunción del tipo penal, con el alegato de la afectación al principio de
legalidad penal. Añade que durante la audiencia de presentación de cargos
se presentaron los mismos cuestionamientos que los planteados en la
presente demanda, a los que se les dio respuesta; es decir que los
cuestionamientos del recurrente ya se discutieron y debatieron en varias
sesiones de audiencia en la vía ordinaria penal. En consecuencia, se advierte
que la intencionalidad de la defensa es extender el desarrollo de la aludida
audiencia, dándole una interpretación muy particular a diferentes conceptos
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y categorías, aun cuando corresponde a la vía ordinaria determinar la


fundabilidad o no de la prisión preventiva.

13. El Tercer Juzgado Penal Unipersonal Transitorio sede Carabayllo mediante


sentencia de 3 de noviembre de 2021 (f. 3298, tomo XII) declaró infundada
la demanda, por considerar que mediante el presente habeas corpus se
pretende que se analice si los actos desarrollados por la organización
Movadef pueden ser calificados de terrorismo o si, por el contrario, sus
miembros o simpatizantes solo hacen uso de sus derechos fundamentales
como el de reunión, así como de las libertades de pensamiento y expresión.
Además se busca deslegitimar actos de investigación desarrollados a través
de la técnica especial de agente encubierto; aspectos que son propios de la
judicatura penal ordinaria, puesto que están referidos al análisis de los
elementos de convicción que presenta el Ministerio Público, así como a la
tipificación y a la subsunción penal, los cuales pueden ser cuestionados
dentro del proceso penal vía excepciones o juicios de responsabilidad. En la
audiencia pública de presentación de cargos que inició el 9 de enero de 2021
y concluyó el 12 de enero de 2021, en contra de ochenta y seis procesados,
con la participación de sus abogados defensores, entre ellos, don Daniel
Espinoza Asencio como defensa técnica de don Miguel Ángel Canales
Sermeño, se ha emitido la resolución cuestionada, la cual se encuentra
debidamente motivada al haberse expuesto de manera suficiente y razonada
los hechos imputados que se subsumirían en el delito de terrorismo en la
modalidad de afiliación a organización terrorista. Así se ha señalado que el
recurrente es apoyo del destacamento militar que opera en el Centro de
Lima y que pertenece a la base Lima Movadef; se ha descrito una serie de
actos que darían cuenta de su rol activo dentro de esa organización; se han
precisado los elementos de convicción que lo vincularían al mencionado
ilícito penal como el testimonio de seis agentes especiales. Se ha cumplido
con describir el tipo penal imputado, se ha diferenciado los delitos de
colaboración con el terrorismo y afiliación a organizaciones terroristas, se
ha descrito la postura ideológica, los concepto de escuelas populares,
talleres políticos, el diseño organizativo, entre otros, exponiéndose las
razones de hecho y de derecho por las que tiene tal condición el llamado
Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, así como los vínculos
directos que conforme al Ministerio Público tendría con la organización que
le serviría de brazo legal de nombre Movadef. Añade que los
cuestionamientos a la técnica del agente encubierto deben ser analizados en
el proceso penal ordinario.

14. La Primera Sala Penal de Apelaciones Transitoria de la Corte Superior de


Justicia de Lima Norte revocó la apelada y la declaró improcedente, por
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estimar que el auto de apertura de instrucción, conforme a la normativa


procesal penal, no resolvió la situación jurídica de don Miguel Ángel
Canales Sermeño —pues no le restringió ni lo privó de su libertad—, sino el
auto de prisión preventiva, el cual fue dilucidado en sede de la judicatura
ordinaria y no fue cuestionado en esta sede constitucional. El 9 de
noviembre de 2021, la Sala Penal superior confirmó dicha medida.

15. La Constitución Política del Perú establece en su artículo 200, inciso 1, que
mediante el habeas corpus se protege tanto la libertad individual como los
derechos conexos a ella; no obstante, no cualquier reclamo que alegue
afectación del derecho a la libertad individual o a los derechos conexos
puede reputarse efectivamente como tal y merecer tutela, pues para ello es
necesario analizar previamente si tales actos denunciados vulneran el
contenido constitucionalmente protegido del derecho tutelado por el habeas
corpus.

16. De lo consignado en los considerandos 4 a 6 supra, esta Sala del Tribunal


Constitucional advierte que lo que en realidad se cuestiona es la tipificación
de la conducta imputada a don Miguel Ángel Canales Sermeño. Dicho de
otro modo: se pretende que, vía el proceso de habeas corpus, la judicatura
constitucional determine una indebida tipificación del delito, análisis que
corresponde a la judicatura ordinaria.

17. Al respecto, este Tribunal ha señalado de manera constante y reiterada que


la adecuación de una conducta en un determinado tipo penal, verificar los
elementos constitutivos del delito, la valoración de las pruebas y su
suficiencia en el proceso penal, así como la determinación de la
responsabilidad penal son facultades asignadas a la judicatura ordinaria.

18. Por consiguiente, dado que la reclamación del recurrente no está referida al
contenido constitucionalmente protegido del derecho tutelado por el habeas
corpus, resulta de aplicación el artículo 7, inciso 1), del nuevo Código
Procesal Constitucional.

19. De otro lado, el segundo párrafo del artículo 9 del nuevo Código Procesal
Constitucional establece que el habeas corpus procede contra una
resolución judicial firme que vulnera en forma manifiesta la libertad
individual y la tutela procesal efectiva.

20. Esta Sala del Tribunal Constitucional aprecia de los Oficios 136-2020-0-
JPSTECO-PJ, de 1 y 2 de julio de 2021 (ff. 28 y 29), que el recurrente
presentó recurso de apelación contra la resolución que declaró fundado el
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requerimiento de prisión preventiva, decisión que habría sido confirmada


por la instancia superior como aparece del Acta de Informes Orales que obra
a fojas 3331, tomo XII de autos.

21. Por consiguiente, al presentarse la demanda de autos, el recurso de


apelación presentado contra la resolución que impuso la prisión preventiva
al recurrente se encontraba pendiente de pronunciamiento, esto es, que no
contaba con el carácter de resolución judicial firme a que hace referencia el
actual artículo 9 del Código Procesal Constitucional, efectos de su control
constitucional.

22. De otro lado, conforme a lo expuesto durante el trámite de este proceso en


segunda instancia, dicho recurso ya habría sido resuelto —por lo que
podríamos encontrarnos frente a una firmeza sobrevenida—, pero no existe
constancia de ello en autos, ni se conoce el contenido de tal decisión, por lo
que no es posible realizar actos de control sobre aquella, por lo que dicho la
demanda debe desestimarse conforme a lo expuesto en el artículo 7, inciso 1
del precitado código.

Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú, con la participación del magistrado
Espinosa-Saldaña Barrera, llamado para dirimir la discordia suscitada por el voto
singular del magistrado Ferrero Costa, y con los fundamentos de voto de los
magistrados Ledesma Narváez y Espinosa-Saldaña Barrera, que se agregan,

RESUELVE

Declarar IMPROCEDENTE la demanda.

Publíquese y notifíquese.

SS.

SARDÓN DE TABOADA
LEDESMA NARVÁEZ
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
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MIGUEL ÁNGEL CANALES
SERMEÑO

FUNDAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA LEDESMA NARVÁEZ

Con el debido respeto por la decisión de mis colegas magistrados, si bien en el


presente caso coincido con declarar IMPROCEDENTE la demanda; no obstante,
en relación con el fundamento 22 de la ponencia, debo precisar que no comparto
la utilización de la regla procesal de la “firmeza sobrevenida”, por las razones ya
explicadas en su oportunidad en el voto singular que suscribí en la STC Exp.
04780-2017-HC/TC (caso Ollanta Humala Tasso).

Tal como expresé en el referido voto singular, la figura de la firmeza sobrevenida


desnaturaliza claramente el requisito de firmeza exigido por el artículo 4 del
Código Procesal Constitucional (hoy artículo 9 del Nuevo Código Procesal
Constitucional), que prevé la obligación para todos los justiciables de utilizar los
medios impugnatorios existentes dentro del respectivo proceso ordinario para
recién, luego de expedida la decisión definitiva, acudir a un proceso
constitucional.

Esta figura no hace más que incentivar la práctica dañina de que los justiciables,
cuando quieran cuestionar un auto de prisión preventiva o cualquier otra
resolución judicial que restrinja la libertad, utilicen, a la vez, tanto el recurso
respectivo en el proceso penal como el proceso de habeas corpus, tal como ha
sucedido en el presente caso, donde el recurrente pretende tramitar al mismo
tiempo este proceso y el recurso de apelación.

En ese sentido, habiendo precisado mi discrepancia en cuanto a la “firmeza


sobrevenida”, debe entenderse que, al momento de interposición del habeas
corpus, la resolución cuestionada no era aún firme; y, en consecuencia, la
demanda no procede.

S.

LEDESMA NARVÁEZ
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MIGUEL ÁNGEL CANALES
SERMEÑO

FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO ESPINOSA-SALDAÑA


BARRERA

Coincido con el sentido del voto de la magistrada Ledesma Narváez, por los
motivos allí expuestos. Sin embargo, considero necesario señalar lo siguiente:
1. Nuestra responsabilidad como jueces constitucionales del Tribunal
Constitucional peruano incluye pronunciarse con resoluciones comprensibles,
y a la vez, rigurosas técnicamente. Si no se toma en cuenta ello, el Tribunal
Constitucional falta a su responsabilidad institucional de concretización de la
Constitución, pues debe hacerse entender a cabalidad en la compresión del
ordenamiento jurídico conforme a los principios, valores y demás preceptos de
esta misma Constitución.

2. En ese sentido, encuentro que en diversos fundamentos del presente proyecto


debería distinguirse entre afectación y violación o amenaza de violación.

3. En rigor conceptual, ambas nociones son diferentes. Por una parte, se hace
referencia a "intervenciones" o "afectaciones" iusfundamentales cuando, de
manera genérica, existe alguna forma de incidencia o injerencia en el
contenido constitucionalmente protegido de un derecho, la cual podría ser
tanto una acción como una omisión, podría tener o no una connotación
negativa, y podría tratarse de una injerencia desproporcionada o no. Así visto,
a modo de ejemplo, los supuestos de restricción o limitación de derechos
fundamentales, así como muchos casos de delimitación del contenido de estos
derechos, pueden ser considerados prima facie, es decir, antes de analizar su
legitimidad constitucional, como formas de afectación o de intervención
iusfundamental.

4. Por otra parte, se alude a supuestos de “vulneración”, “violación” o “lesión” al


contenido de un derecho fundamental cuando estamos ante intervenciones o
afectaciones iusfundamentales negativas, directas, concretas y sin una
justificación razonable.

S.

ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
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VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO FERRERO COSTA

Con el debido respeto por la opinión de nuestros colegas magistrados,


emitimos el presente voto singular, pues consideramos que en el caso de
autos se debe convocar a audiencia pública.

Con la emisión de la Ley 31307, que regula el Nuevo Código Procesal


Constitucional publicado el viernes 23 de julio del presente año, se presentan
novedades interesantes e importantes, las cuales, como se expresa en la parte
final del texto de la exposición de motivos, se encuentran en concordancia
con las políticas de Estado del Acuerdo Nacional, específicamente en lo
relacionado con la plena vigencia de la Constitución, los derechos humanos,
el acceso a la justicia y la independencia judicial.

Entre las modificaciones más significativas podríamos mencionar la


prohibición de aplicar el rechazo liminar (artículo 6) y la obligatoriedad de la
vista de la causa en sede del Tribunal Constitucional (segundo párrafo del
artículo 24). Dicho texto señala lo siguiente: «(…) En el Tribunal
Constitucional es obligatoria la vista de la causa. La falta de convocatoria de
la vista y del ejercicio de la defensa invalidan el trámite del recurso de
agravio constitucional». Sobre este último punto y su alcance radica nuestro
desacuerdo con la resolución en mayoría.

En ese contexto, y como ya lo hemos reiterado desde que nos integramos al


Tribunal Constitucional en septiembre de 2017, a través de nuestro primer
voto singular emitido en el Expediente 00143-2016-PA/TC (publicado en la
web institucional www.tc.gob.pe con fecha 30 de noviembre de 2017), en
relación con el precedente vinculante Vásquez Romero, Expediente 00987-
2014-PA/TC, nuestro alejamiento, respecto a la emisión de una resolución
constitucional en procesos de la libertad sin que se realice la audiencia de
vista, se vincula estrechamente al ejercicio del derecho a la defensa, el cual
solo es efectivo cuando el justiciable y sus abogados pueden exponer, de
manera escrita y oral, los argumentos pertinentes, concretándose el principio
de inmediación que debe regir en todo proceso constitucional (fundamento 9
de nuestro voto), y también conforme lo ordena el artículo III del Título
Preliminar del Nuevo Código Procesal Constitucional. Es decir que
copulativamente se deben presentar ambas maneras de exposición de
alegatos.

Asimismo, debemos tener en cuenta que la Constitución Política del Perú, en


su artículo 202, inciso 2, prescribe que corresponde al Tribunal
Constitucional «conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones
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denegatorias dictadas en los procesos de habeas corpus, amparo, habeas data


y acción de cumplimiento». Esta disposición constitucional, desde una
posición de franca tutela de los derechos fundamentales, exige que el
Tribunal Constitucional escuche y evalúe los alegatos de quien se estima
amenazado o agraviado en alguno de los derechos fundamentales. Una
lectura diversa contravendría mandatos esenciales de la Constitución, tales
como el principio de defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad como fin supremo de la sociedad y del Estado.

Resulta relevante, en este punto, recordar que, como afirmó Raúl Ferrero
Rebagliati, «la defensa del derecho de uno es, al mismo tiempo, una defensa
total de la Constitución, pues si toda garantía constitucional entraña el acceso
a la prestación jurisdiccional, cada cual al defender su derecho está
defendiendo el de los demás y el de la comunidad que resulta oprimida o
envilecida sin la protección judicial auténtica». Así pues, lo constitucional es
escuchar a la parte como concretización de su derecho irrenunciable a la
defensa. Al mismo tiempo, el derecho a ser oído se manifiesta como la
democratización de los procesos constitucionales de libertad.

A mayor abundamiento, el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, en


el que participan importantes instituciones como la Real Academia Española,
la Cumbre Judicial Iberoamericana, la Asociación de Academias de la
Lengua Española, entre otras, define la vista como

Actuación en que se relaciona ante el tribunal, con citación de las


partes, un juicio o incidente, para dictar el fallo, oyendo a los
defensores o interesados que a ella concurran. Es una actuación
oral, sin perjuicio de su documentación escrita o por grabación de
imagen y sonido, y salvo excepciones, de carácter público (cfr.
https://dpej.rae.es/lema/vista ).

Por estos motivos, consideramos que en el caso de autos se debe convocar la


vista de la causa entendida como audiencia pública, lo que garantiza que el
Tribunal Constitucional, en tanto instancia última y definitiva, escuche a las
personas afectadas en sus derechos fundamentales; especialmente si se tiene
en cuenta que, agotada la vía constitucional, al justiciable solo le queda el
camino de la jurisdicción internacional de protección de derechos humanos.

S.

FERRERO COSTA

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