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LA URGENCIA DE HACER DISCÍPULOS EN EL EVANGELIO

COOPERATIVAMENTE
¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os
digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.Y
el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra
goce juntamente con el que siega.Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que
siembra, y otro es el que siega.Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis;
otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
Juan 4:35-38
Introducción:
A lo largo de estos domingos pasados estuvimos atesorando en nuestro corazón el
mensaje del gran amor de Jesús hacia nosotros representada en la mujer samaritana. El
domingo pasado vimos que los discípulos de Jesús después de regresar hacia Jesús con
la comida en las manos están preocupados de la alimentación de JESUS sin embargo
Jesús les dice ustedes “yo tengo otra comida que comer, que ustedes no saben que
es” y claro los discípulos después de esto empezaron a decir entre ellos será que alguien
le habrá traído comida. Ante esta confusión de los discípulos Jesús se explica, diciendo:
mi comida es que haga la voluntad de mi padre, que cumpla su obra, claro se está
refiriendo a la predicación del evangelio…
Así que la preocupación espiritual de Jesús hasta este punto es la predicación del reino
de Dios, pero no solo esta realidad es lo que nos muestra juan, también nos habla del
testimonio de la mujer que de hecho es producto de la semilla que fue sembrado por
Jesús en el corazón de la mujer samaritana.
Hoy nos encontramos en una escena que es tan profunda en el aspecto de la urgencia de
la predicación del evangelio.
Mi propósito es que atesoremos en el corazón el llamado de JESUS y permitamos que
el espíritu santo genere en nosotros la pasión por la predicación del evangelio, porque
Jesús Dice: “El momento de la ciega ya ha llegado” “Manos a la obra” “coopérense
unos a otros”
y es que el momento ha llegado no es mañana, pasado mañana, el año que viene, para
Jesús no hay espera, no hay tal frase de pasando este verano empiezo a involucrarme
con las cosas de Dios noo, ¡EL MOMENTO DE LA CIEGA YA HA LLEGADO!
V. 35
Jesús está diciendo: ustedes dicen que desde la siembra hasta la siega tienen que esperar
un tiempo cierto? Como cuatro meses… pero yo les digo: alcen sus ojos y miren que
los campos están blancos para la cosecha.
Jesús está haciéndonos entender que la preocupación de la predicación del evangelio y
el discipulado no se puede esperar, como se hace en la agricultura. En el campo
espiritual después de sembrar la palabra de Dios en el corazón del hombre,
seguidamente puede estar listo para cosechar, Jesús esta haciendo el llamado de no ser
una iglesia pasiva, tibia, con fiaca… que necesita empujar por unos cuantos… Jesús está
haciendo el llamado. No ven que los campos están blancos!! Básicamente se está
refiriendo a samaritanos que estaban caminando en dirección al pozo vestidos de blanco
y esto directamente fue el fruto de lo que conto la mujer y la mujer fue predicada por
Jesús, ven esta cadena!
Jesús te llama a que abras tus ojos y veas que la semilla de la palabra de Dios, que es
Jesús mismo dándose así mismo por muchos para que creyeran en él es el la gran
semilla. Se dio así mismo por nosotros en aquella cruz y ahora nos toca predicar,
discipular, y dar en sacrificio nuestras vidas por amor a quienes escucharon el
evangelio!! Necesitamos amar a nuestro prójimo según a la medida que nos amó Jesús
en aquella cruz, con la predicación del evangelio! Entonces: MANOS A LA OBRA V.
36
Así que Jesús no solo está haciendo el llamado de que nosotros fijemos nuestros ojos
hacia el campo blanco de hombres y mujeres que necesitan ser predicados y
discipulados sino que también nos llama dándonos dos razones o motivaciones por las
que tenemos que poner las manos a la obra.
La primera motivación es:
A. El que siega, cosecha, Predica, discípula, arriesga su dinero, su vida
teniendo una pasión por hacer discípulos recibe salario, tendremos una
recompensa, una corona de vida, nos espera Jesús, esa es la promesa de
nuestra labor, el ver a Jesús cara a cara en plena santidad…
B. El que siega recoge fruto para vida eterna: somos colaboradores en
recoger fruto, hombres que aceptan a Jesús y se convierten en discípulos
de Jesús e hijos de Dios. Los cuales en Jesús accedieron a tener vida
eterna, así que nos hacemos colaboradores Guiando a hombres pecadores
a la eternidad y esto debe ser un gran motor para que tomemos
entusiasmo y pasión para seguir guiando a la eternidad a muchos por
qué ser colaboradores de Dios es un honor y privilegio..
Hacemos lo que dijimos no para una satisfacción individual del que cosecha,
sino Jesús dice que: “Que el que siembra GOCE juntamente con el que
siega”
Así que Jesús está diciéndoles que lo increíble había tenido lugar: el
sembrador y el segador se podían alegrar al mismo tiempo. Era algo que
nadie podía esperar. Para los judíos la siembra era triste y laboriosa; era la
siega la que era alegre. «¡Que los que siembran con lágrimas sieguen con
gritos de alegría! El que sale llorando, llevando la preciosa simiente,
volverá a casa dando gritos de alegría, trayendo sus gavillas» (Salmo
136:5s) (Barclay)
Entonces Jesús nos esta llamando a que abramos nuestros ojos y veamos que
hay una urgencia de predicar el evangelio y lo tenemos que hacer ya! Para el
no existe como en la agricultura un tiempo de espera para cosechar, sino que
se ha sembrado el evangelio, Jesús se entregó así mismo y necesitamos
predicar, enseñar tal realidad, sacrificio salvífico y no solo eso nuestros
hermanos predicaron el evangelio y hoy nos toca a nosotros anunciar el
evangelio, hacer discípulos… para Jesús no existe trabajo individual,
apartesito en un costadito… hay un TRABAJO COOPERATIVO V. 37-38
Jesus menciona un proverbio -les dijo- que es igualmente cierto: «Uno
siembra y otro siega.»» Y después precede a hacer dos aplicaciones
prácticas.
(a) Les dijo a Sus discípulos que recogerían una cosecha que se habría
producido sin su colaboración. Quería decir que Él estaba sembrando la
semilla; que en Su Cruz, por encima de todo, se sembraría la semilla del
amor y del poder de Dios, y que llegaría el día cuando Sus discípulos
salieran por el mundo a recoger la cosecha que Su vida y muerte habrían
sembrado. (b) Les dijo a Sus discípulos que llegaría el día cuando ellos
sembrarían y otros recogerían. Llegaría el día en que la Iglesia Cristiana
enviaría evangelistas; ellos no verían la cosecha; algunos morirían mártires;
pero la sangre de los mártires sería la semilla de la Iglesia. Es como si dijera:
«Algún día labraréis, y no veréis el resultado. Algún día sembraran y
desaparecerán de la escena antes que haya granado la cosecha. ¡No tengamos
miedo! ¡No nos desanimemos! La siembra no será en vano, ni se perderá la
semilla. Otros verán la cosecha que no se os concedió ver a vosotros.» Así
que en este pasaje hay dos cosas.
Se nos da la oportunidad. Recoger la cosecha para Dios. Hay momentos de
la Historia en los que la gente está extraña y curiosamente sensible a Dios
¡Qué tragedia sería que la Iglesia de Cristo dejara de recoger Su cosecha en
ese tiempo! Como iglesia necesitamos estar activos, no dormidos, ni
tampoco pasivos, esperando a que lo hagan los otros
Se nos da un desafío. A muchos se les concede sembrar, pero no segar.
Muchos ministerios tienen éxito, no porque tengan fuerza ni mérito, sino por
alguna persona santa que vivió y predicó y murió y dejó una influencia que
se hizo mayor en su ausencia que en su presencia. Muchos tienen que
trabajar sin ver el resultado de sus labores. Ningún trabajo ni ninguna
empresa que se emprenden para Cristo será un fracaso. Si nosotros no vemos
el resultado de nuestros esfuerzos, otros lo verán. Así que no está bienvenido
el desánimo en la vida cristiana.
Quisiera terminar con este versículo: “Esto dijo Jesús para dar a entender
la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Después de eso
añadió: ¡Sígueme!” Juan 21:19
Y le dijo: “Sígueme” esa es la invitación más repetida que ha salido de los
labios de Jesús “sígueme” no es “solo siéntate ahí” es, levántate sígueme y
predica el evangelio, has discípulos! Eso es ser un discípulo, eso es ser un
cristiano, si te mueves para cristo, estas siguiendo a Cristo y él no se queda
inmóvil, él se está moviendo, no tienes que orar, “señor guíame” él te está
guiando, necesitas orar para que sigas su liderazgo, que los seguirás y Jesús
dice, “sígueme” predica mi testimonio, hay hombres esperando que sean
guiados a Jesús, y pedro sabe que seguir a Cristo va terminar en martirio, sin
embargo “sígueme” has discípulos y él no dice nada ¿A dónde vamos? El no
dice ¿cómo vamos a llegar allí? Él no le da un plan de cinco años, de 10 años
solo le dice Sígueme, te quedas bajo mi control, solamente muévete, predica,
mi testimonio, mi palabra haz discípulos pero ya!
Ahora seguir a cristo significa que ya no vas por tu propio camino, ya no
estás haciendo tus propias cosas, has tirado y descartado a la basura, ahora
simplemente estas siguiendo a Cristo, hemos abandonado el mundo, estamos
en el mundo, pero no somos del mundo, hemos quemado el puente que
hemos cruzado detrás de nosotros y no hay vuelta atrás, el mundo de tras de
mí, y la cruz delante de mí, estamos siguiendo a Jesús, hemos abandonado al
mundo los valores del mundo, las creencias del mundo, ahora marchamos al
ritmo de una diferente, ya no estamos en el camino angosto si no en el
angosto, ya no estamos con los muchos, ahora estamos con los pocos, si
quieres ir con los muchos entonces te iras al infierno, es con los pocos los
que están siguiendo a Jesús, pedro entiende lo que se le exige, seguir a Jesús
como sus discípulos requiere un paso decisivo de compromiso. No se trata
de solo emociones, sentimientos, no son solo emociones tiernas es un acto
decisivo de mi voluntad, de salir de la multitud y abandonar el mundo de
unirme al sufrimiento de Jesús y su intento decisivo de predicar el evangelio
de manera urgente, seguir a Jesús significa que estas rendido a Jesús, y eres
sumiso a Jesús. Antes de convertirte, escucha: vivías para ti mismo, ahora
que has venido a cristo estás viviendo y siguiendo a cristo esto es lo que
Jesús está diciendo a pedro, y lo mismo nos dice hoy, seguir a Jesús es unirse
a la labor de la predicación del evangelio así que ahora, predicas el
evangelio, ahora discípulas, ahora tienes que evangelizar, guiar a los
necesitados a Jesús para que a través de Jesús encuentren una eternidad y
esto no es una invitación es una orden que no se puede tomar a la ligera,
Jesús dice por tanto id y haced discípulos…. Eso es el mandato que el señor
nos está dando a todos los que estamos aquí hoy y quiero saber, ¿están
comprometidos con cristo de predicar el evangelio y seguir son su ministerio
de manera urgente? Estas siguiendo a Jesús? Amas a Jesús? Estas por llamas
por Jesús y la predicación urgente del evangelio? estas apasionado por cristo
y la predicación del evangelio? ¿No te avergüenzas de cristo? Hablas en
favor de Cristo? Estas dispuesto ir cualquier lugar en cualquier momento,
para hacer con alguien por Cristo? Esa es la pregunta. Estarías dispuesto a
ser misionero por Cristo? Eso es lo que Jesús le está diciendo a pedro y a sus
discípulos y a nosotros hoy, tienes que darlo todo. Él nos lleva de donde
estamos, él nos hace crecer, madurar y desarrollar con el tiempo hasta donde
debemos estar. ¿Le darías tu vida a cristo? Pero ¿pones tu vida sobre el altar
como sacrificio vivo y santo? es esto lo que cristo requiere, esto es lo que
cristo exige,
Que hoy puedas decir a esto, hoy amo a Jesús más que en cualquier otro
momento de mi vida, nunca eh amado a Cristo más de lo que lo amo ahora
mismo que esta sea nuestra oración honesta y nuestra autoevaluación ante el
señor y seamos animados a predicar el evangelio, oremos.

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