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Escribe Susan Sontag: Uno de los cometidos de la fotografía juicio, lo que por supuesto es un juicio en sí mismo.

es la revelación, y la conformación de nuestro sentido de la Y la diversidad es en sí misma un ideal. Queremos saber que
diversidad del mundo. No es la presentación de ideales. No por cada esto hay un aquello. Queremos tener una pluralidad de
hay programa salvo el de la diversidad y el interés. No hay modelos.

DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022

MEMORIA >> LUIS LARES (1951-2021)

Dos momentos en la fotografía de


Luis Lares
Desde su primera exposición, Permeables
(1984), Lares se erigió como una
referencia ineludible entre los fotógrafos
venezolanos. En 1990 obtuvo el Primer
Premio de Fotografía de la Bienal de
Guayana. El que sigue es una edición, nación en planos de color de distintas
dimensiones, eficaces para hacernos
realizada por la propia autora del texto visible la fuerza perceptual y casi hip-

escrito, a propósito de la exposición en GBG nótica que pueden tener las figuras es-
féricas y los ambientes circulares.
Arts, en noviembre de 2020 Los temas de la sensorialidad y de la
percepción están al centro de esta ex-
cepcional serie fotográfica, y van a es-
MARÍA ELENA RAMOS fo un lugar muy suyo e intransferible: tar, con variantes, a lo largo de los dis-
deslumbrado por sus nuevos hallazgos tintos tiempos vitales de este trabajo.
I. Permeables. Encontrar el lugar y expectante de las invenciones que Sensorial y perceptual era ya inicial-
No tenía un tema, me interesaba igual podría ir construyendo con su cámara, mente la instalación de Londres que
un edificio que un insecto, yo vivía con afanoso por momentos, a la manera de las personas experimentaban como
la cámara al cuello todo el día. un investigador científico en su labora- un ámbito de diversión e intimidad,
Luis Lares1 torio, o, más sencilla y gozosamente, al caminando sin zapatos, jubilosos an-
En ese vivir con la cámara al cuello, modo de un muchacho que juega con te el color y la luz. Sensorial y percep-
mientras estudiaba cine y fotografía un objeto brillante encontrado al azar tual lo fue luego muy especialmente
en The London International Film –una pieza sorprendente que le parece el segundo tiempo: ya el del registro
School en la capital inglesa, Luis La- mágica–, o con un suceso que le hace artístico libre realizado por el joven
res se encontró un día con un lugar imaginar un mundo de ensueño. artista con su cámara. Al llevarlo al
asombroso y colorido que fue para cibachrome se abrió además a una
él un circuito de maravillas. “Era un II. Las imágenes sensualidad de lo visual y lo táctil que
espacio de diversión, parecía para ni- Primero fue el descubrir, luego el in- se hizo patente en cada imagen. Sen-
ños, pero era para todos. Era simple ventar. Y, a partir de aquel lugar, Luis sorial y perceptual fue también más
y sin pretensiones. Se mantuvo unos Lares creó una serie de fotografías tarde, ya a su regreso a Venezuela,
quince días. Llegabas, pagabas y es- que tituló Permeables. Para un artista el tercer tiempo de Permeables cuan-
tabas el tiempo que quisieras. Entra- no pasaría algo que valiese realmen- do la serie se dio a conocer en la Sala
bas sin zapatos. Yo estuve yendo unos te la pena si ciertas experiencias vita- PERMEABLES I – XII / LUIS LARES de Arte de Sidor en Ciudad Guayana,
diez días”2. les que mucho le conmovieron en su en lo que sería la primera exposición
La casualidad de encontrarse en su momento no llegaran a convertirse en las texturas, del movimiento. Y quiso aquí necesariamente coloreada. En- individual del artista y cuyo monta-
camino con aquel ámbito suave resul- una creación suya: en imágenes visua- garantizar para su memoria, ya sobre tonces un amarillo puede ser tanto un je estimuló una emotiva experiencia
tó un llamado para ahondar los afanes les, en palabras en el caso de escritores el soporte fotográfico tangible, aque- pedazo del túnel objetivamente cons- participativa.
del joven artista por el estudio del co- y poetas o, más inespecíficamente, en llos momentos que intuía inolvidables. truido en ese color, como, más virtual Hay que agregar que, en Ciudad Gua-
lor, en el que venía ya avanzando en su algún estímulo creador que podría ir En esta serie algunos elementos pro- e inmaterialmente, una derivación del yana, con esa experiencia perceptual
trabajo académico. Corría el verano dando sus frutos con el tiempo. Aquel tagonizan. Indiscutiblemente los co- rojo o del naranja confrontados en zo- se entretejía un mensaje social e idea-
de 1980 cuando aquel recinto existió, sitio vibrante se convirtió así, gracias lores, que con base en las tonalidades na de luz más intensa, alimentada por lista. Dice Lares: “montamos la sala
como instalación participativa, en los al ojo de Luis y a sus decisiones de en- reales de aquel lugar de Londres en- un sol que atraviesa solo de modo sutil como un útero, y con la luz apagada
espacios abiertos frente al Tate Mu- cuadre, en una serie de reveladoras fo- contraron luego en la técnica del ciba- e indirecto las membranas permeables. entraba el público. Había presidentes
seum de Londres. Lares con su cáma- tografías en las que registró y reinven- chrome, el medio más apropiado para Otro eje esencial de estas imágenes de empresas, gerentes, obreros, niños,
ra Pentax, y ya asiduo visitante, ejerci- tó formas, espacios y colores, dejando hacernos conocer más, tanto de aque- de Lares es el universo formal de cír- adultos, todos sin zapatos. La idea era
tó allí su interés en la temperatura del memorias del juego, del placer y la ale- lla experiencia sensorial como, más culos, semicírculos y óvalos, figuras que somos iguales. Dentro o fuera, pue-
color y en la luminosidad de los tonos gría para el acervo de la fotografía ve- ampliamente, del mundo del croma- plásticas estas que por una parte esta- des estar arriba o abajo. Se encendían
a los que aquel espacio se abría, mien- nezolana del siglo XX. tismo: de la vivacidad, la intensidad, la blecen y consolidan la representación las luces, se reconocían todos, el presi-
tras iba descubriendo cromatismos Permeables… ¿por qué ese nombre diversidad tonal, del efecto de un color (para decirnos cómo eran en realidad dente con los obreros. Todo el montaje
nuevos, que antes no existían. Y vio para la serie? Me dice Lares: “Yo vi sobre otro, de la transformación de uno aquellos espacios interiores, envolven- era en blanco y negro. El color estaba
que el sol que iluminaba el lugar hasta aquel lugar como un útero materno. El en otro y hasta de la captación por el tes y concentrados) y por otra parte ac- solo en las fotos de la experiencia en
las 5 de la tarde daba una calidez real niño siente, escucha lo de afuera, y la ojo –el descubrimiento, la revelación– tivan la percepción del espectador al Londres”4. Ángel Fernández escribe:
–que podía sentirse físicamente en el madre puede sentirlo a él. Aquel espa- de un color nuevo en medio, o a conse- atraer –focal y centralmente– la aten- “Era curioso observar que, entre esa
propio cuerpo– a los llamados colores cio había sido inflado con el aire. Allí cuencia, de los ya conocidos. Pero apa- ción de su mirada. Y así esos aros de multitud sentada en el suelo, donde los
cálidos: el rojo, el naranja, el amari- hasta el movimiento lo sentías (como recen también allí fenómenos afines y luz, esas franjas redondeadas, esos in- cuerpos se relacionaban entre sí en for-
llo… mientras los espacios de los lla- de un líquido amniótico) con la brisa”3. complementarios al ámbito del color, completos círculos o esos óvalos más ma tangencial, no se pudiera observar
mados colores fríos –azules o verdes– y Con su cámara quiso entonces revivir como la translucidez, las distintas for- nítidos quedan registrados (re-presen- diferencia alguna entre ellos. No im-
de los grises, también sobre el cuerpo distintas porosidades: las de la luz, de mas de recepción de la luz tamizada –y tados) pero a la vez abiertos a la imagi- portaba cómo vistiera cada quien, ni
se sentían fríos, a pesar de que el mis- cuál era su patrimonio individual. A
mo sol iluminaba por fuera aquel uni- ras de suelo y sin zapatos, la raza hu-
verso colorido. mana se nivela y ya no importan ideo-
Color y calor: ¿dónde empezaba y logías ni status. Era un buen principio,
dónde terminaba allí la física del co- y la ventana transmutada en Dios de la
lor, con sus altas y bajas temperaturas, imagen sintió que el clima era el ade-
para dar paso a metáforas y transfigu- cuado para comunicarse con ese audi-
raciones entre el calor real (calculable torio en cuclillas. Entonces la pantalla
con termómetros) y la calidez acoge- habló con su música, pero no abrió sus
dora para el ánimo de quien transita- párpados hasta unos segundos des-
ba dentro de aquel sitio de prodigios? pués, cuando oleadas de color sacudie-
¿Dónde termina una realidad que ron las retinas de los presentes”5.
nos rodea y comienza la que nuestra
imaginación va convirtiendo en otra (continúa en la página 2)
cosa? ¿No es esa precisamente una de
las preguntas –y de los placeres– más 1 Luis Lares. En Teresa Casique: “Luis Lares
recurrentes en la vida de los artistas? ojos adentro”. Catálogo de la Exposición
Luis Lares estaba allí, por una parte, Evidencias 1975/1998. Sala TAC (Trasno-
en un entorno de realidades vivaces: cho Arte Contacto). Caracas, septiembre
la ciudad, la caminata, las inmensas de 2006.
membranas coloridas, las formas de 2 Luis Lares. Conversación con María Elena
los túneles o del salón al que ellas da- Ramos. Caracas, 27-10-2020
ban acceso, el sol afuera que también 3 Luis Lares. Conversación con M.E.R., ci-
se sentía adentro como roce percepti- tada. Caracas, 27-10-2020
ble sobre la propia piel, los ruidos urba- 4 Luis Lares. Conversación citada.
nos de Londres aconteciendo. Era, sin 5 Ángel Fernández. “Una multitud de pies
más, la realidad viviente. Pero al mis- descalzos transitó los Permeables”. Diario
mo tiempo estaba habitando el fotógra- PERMEABLES / LUIS LARES El Pueblo.

Esta edición PDF del Papel Literario se produce con el apoyo de Banesco
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022

MEMORIA >> LUIS LARES (1951-2021)

Dos momentos en la fotografía de

Luis Lares
(viene de la página 1) un sitio tan cerrado que no permiti-
ría largos desplazamientos. ¿Es un
Otro momento llega finalizando el anuncio, y así tan solo una energía
año 2020, con la exposición de Per- potencial? ¿un amago de quien qui-
meables en la Galería GBG de Ca- siera avanzar, pero no puede? ¿Una
racas. Aquí se agregará para el es- metáfora de la libertad no del todo
pectador la experiencia de mirar las alcanzable, por muy decididos que
fotografías haciendo foco con un vi- parezcan los gestos para lograrla?
sor de Viewmaster, ese objeto que Otro niño reposa sentado sobre la
modernizó las funciones del anti- horizontal, sereno, como mirando
guo estereoscopio y que ha sido uti- sus pies cruzados, como alegrán-
lizado tanto en el estudio de imáge- dose silenciosamente de la paz del
nes como en aparatos lúdicos para lugar, del no-movimiento momen-
niños y grandes. Al enfocar ahora a táneo; o acaso solo regodeándose
través de un cono negro, desapare- en el azul, el gris, el amarillo. Son
cen las paredes y los otros visitantes, personajes que experimentan simul-
y el usuario puede abstraer todo lo táneamente ensoñación y realidad,
que está alrededor, como entrando encierro apacible, ágil ligereza.
en un oasis de color, aun en medio Hemos dicho que el color, las for-
de una realidad externa que puede mas circulares, el movimiento, son
ser agobiante. “Como si se entrara aquí elementos protagónicos. Pero HOMBRES DE CARBÓN / LUIS LARES
en un mar”, decía María Fernanda más nuclearmente lo son los seres
Di Giacobbe, del equipo productor humanos, y Lares se concentra en trias básicas y del aluminio, donde rectivo cultural de la región. Allí se
de la exposición. ellos, en su corporalidad, pero tam- desarrolló estudios de La industria movía libremente y traspasaba sin
bién en algo de su ánimo, hecho vi- de Guayana, de La sensualidad en problema, con su identificación y su
Los juegos del cuerpo en movimiento sible al momento de la toma. Cuer- la industria, de Matanzas, zona in- cámara, todos los portones. Esto no
Al sumergirnos en estos espacios pos que corren, o que se sientan al dustrial (1988/1989) y muy especial- solo le permitía la legalidad de los
no solo percibimos colores y formas fondo de las esferas, o se arrodillan, mente su serie Hombres de carbón accesos a sitios muy reservados y al-
sino también intenso movimiento,
aunque nos lleguen a través de una
o alguno que parece detenerse solo
para el fotógrafo que lo mira y que
(1990/1994). Ante este contexto va a
decir el investigador Tomás Rodrí-
Algunas tamente riesgosos, sino que le acer-
caba a un trato más humano con los
fotografía fija. Era inevitable, por lo pondrá a ser actor principal, lejos guez Soto: “Como resultado de una fotografías trabajadores industriales, quienes
otra parte, que este joven fotógra- ya de ser solo una mancha dentro minuciosa revisión del paisaje y del le sostuvieron la mirada con auten-
fo que también estudiaba cine en de otras manchas cromáticas, o un ambiente emotivo industrial, Lares sugieren por ticidad en ese grupo de close-ups de
aquel tiempo estuviera ganado por punto dentro de algún óvalo, o una va a sentar las bases del más impor- ojos conmovedores que desde el si-
ese afán dinámico que se vislumbra, bruma fugaz entre una y otra zona tante ensayo fotográfico sobre la in- cierto algo de lo glo XX forman parte muy principal
y se concreta, en los personajes mó-
viles dentro de estos túneles dúcti-
del laberinto. Son gestos humanos
que se detienen ahora, ya adentro
dustria hecho en Venezuela”2.
En la serie Permeables las perso- que la física llama del imaginario dramático de la foto-
grafía en Venezuela.
les. Algunas fotografías sugieren
por cierto algo de lo que la física lla-
de la fotografía, para mostrarnos de
paso que el arte –y este de Luis La-
nas coexisten con un entorno di-
verso, que es primeramente un lu-
‘energía cinética’, Los visitantes de la exposición pu-
dieron ver, en un mismo espacio de
ma “energía cinética”, pero que aquí
está corporizada en niños y sus ges-
res muy especialmente– existe esen-
cialmente porque existen los otros.
gar sensorial, que no es naturaleza,
que no es ciudad, que está allí para
pero que aquí está la galería caraqueña, lo que fue la
experiencia de estudiante feliz, in-
tos, en ropas en dinamismo conge- Del lado opuesto del visor está este la participación comunicativa, que corporizada en merso y maravillado en el ambiente
lado, figuras que al trasladarse casi humano particular que es el fotógra- ha sido creado, artificialmente. Y cromático, captando cuerpos reales
se desvanecen… o del todo se disuel- fo interesado en lo humano, un ar- tratándose de un espacio permea- niños y sus gestos” pero sin nombre, fijando sus disolu-
ven. Dice el artista: “a veces se sen- tista que también juega y participa ble, los seres en movimiento en su ciones visuales, sus rostros impre-
tía el celaje de la persona, como un cada vez, cuando decide quién y qué interior son claramente simultá- cisables, sus apariencias frágiles y
fantasma, como su energía yendo de formará parte de ese encuadre que neos con el afuera: escuchan y sien- un tanto fantasmáticas, y luego la
un lugar a otro”1. será su próxima jugada. ten la ciudad que indirectamente les rotundidad de los rostros de los tra-
Una niña se gira a medias, y su ca- Pero él está además especialmen- llega. Simultáneos los de un lado y bajadores industriales de Guayana,
bello se vuelve signo de una velo- te interesado en la interacción de los del otro, el color exultante y el en fotografías en blanco y negro que
cidad que capta instantáneamente la persona y el entorno en que esa recogimiento íntimo, la física pre- muestran otro momento del artista
la cámara. El vestido de otra niña acción humana se despliega, y en sencialidad y una cierta sensación y, sobre todo, un distinto universo de
parece haber adquirido movimien- el vínculo emocional entre indivi- de ensueño e irrealidad en atmósfe- en 1984 en Ciudad Guayana. En no- sentido. En Londres, Lares iba cami-
to propio. Un pequeño corre, como duo y hábitat. Sus series registran, ras imprecisas y disueltas. Y hasta viembre de 2020 fueron presentadas nando por las calles con su juventud
yendo a desaparecer por los bordes en calles de ciudades y pueblos, a se puede vislumbrar desde adentro en Caracas, en el espacio GBG, vein- y su cámara cuando el azar le trajo
del círculo de luz en un escenario espectadores participativos –como algo de la naturaleza de afuera, y así tiocho fotografías en cibachrome de la experiencia perceptual que termi-
de rojo encendido: parecería estar en ese lugar urbano que dio origen algunas imágenes muestran vegeta- este conjunto. Para esta muestra, nó convirtiéndose en Permebales. En
saliendo hacia el sol, pero no que- a Permeables– o simplemente a ca- ciones externas a la cueva de colo- que sería la última realizada en vida Ciudad Guayana él quería conocer a
da claro si abandona un ámbito para minantes viviendo al ritmo de sus res, pero solo como rastros o suge- del artista, se incorporaron además fondo una compleja zona del mundo
entrar a otro, o si existe más propia- ciudades: en las afueras del Centre rencias de un mundo natural que algunos retratos de Hombres de car- real, penetrando los lugares más ca-
mente en lo que podríamos llamar Georges Pompidou de París, en los ya no es nítido, que aparece en som- bón (1990/1994) en que fueron pro- lientes y más oscuros de las indus-
“los espacios entre”, “los colores en- corredores de la Galleria Vittorio bras o siluetas como si el fotógrafo tagonistas los trabajadores indus- trias básicas y acercándose frente
tre”, un entre como a medio camino Emanuelle de Milán, en el Metro de quisiera recordarnos que más allá triales, cada uno identificado con a frente a seres tangibles con histo-
de dos sensaciones, dos instancias Londres. Los seres en su ambiente de cualquier encierro hay aun vida su nombre, cada uno con su mirada rias personales que le permitieron
del juego, dos tonalidades, habitan- son entonces una constante en su natural, y que el universo da luz y fija en el fotógrafo. A diferencia del hacer con la fotografía un revelador
do el personaje fugazmente entre un trayectoria, lo que ya exploraba des- compañía a los seres. anonimato de los seres urbanos que estudio de interés ético, social y co-
adentro y un casi-afuera justo cuan- de antes de sus estudios en Londres, en el verano de 1980 se movían den- munitario. Ya desde una perspectiva
do el fotógrafo capta ese preciso mo- como cuando creó la serie Lejos es III. Caracas, 2020: Permeables y tro del ambiente lúdico en Londres más actual podemos agregar que, en
mento de su vida. Ya sabemos: la fo- un lugar que no existe (1979/1983); o Hombres de Carbón en la última y que Lares encontró fortuitamen- su encuentro con aquellos hombres
tografía es el instante, pero aquí el lo que indagó de modo más decidido exposición en vida de Luis Lares te, ya años después él era muy co- de carbón, también se siente un ges-
pequeño protagonista, aun siendo al regresar a Venezuela e integrar- La serie Permeables solo había si- nocido en las industrias básicas de to sensiblemente político, aunque
anónimo, va a quedar en la fotogra- se, en Ciudad Guayana, a las indus- do expuesta de manera completa Guayana, pues fue un dinámico di- no haya sido planteado así en su mo-
fía de cibachrome iluminado para mento por el artista.
siempre. Otra niña avanza entre zo- La exposición de Caracas (GBG,
nas radiantes de colores cálidos, pe- Noviembre 2020) permitió ver reu-
ro va aproximándose al oscuro gris nidas las imágenes de goce y festivi-
del fondo. Esta foto muestra, obje- dad en Permeables y también las de
tiva y físicamente, el plástico gris una narratividad a la vez contenida
con que el túnel fue elaborado. Ya y dramática en Hombres de carbón.
más metafóricamente la niña pare- Unas en color, otras en blanco y ne-
ce aproximarse hacia algún final, a gro. Memorias de la juventud del ar-
un lugar más sombrío de este recin- tista, las primeras; y testimonio, las
to envolvente, donde la luz y el color segundas, de su tiempo de madurez.
ya no resplandecen. En esta muestra el público pudo co-
Un modo particular del movimien- nocer mejor una parte esencial del
to amerita detenernos: los partici- aporte de Luis Lares a la fotografía:
pantes no solo caminan en los túne- en Venezuela y el continente.
les, no solo transcurren libremente Su partida deja un vacío en el me-
sino que algunos hacen ejercicios dio cultural venezolano, y uno muy
gimnásticos, estirándose y expla- sensible en quienes disfrutamos la
yándose desde sí mismos, disfru- amistad de tan noble ser humano.
tando del lugar, pero sobre todo del Deja un vacío, pero a la vez, una vi-
propio cuerpo como su más palpa- sible huella en la creación fotográfi-
ble organismo sensible. Cabeza aba- ca contemporánea. Otros momentos
jo unos, otros creciéndose hacia lo relevantes de su trayectoria se ha-
alto, como valorando una sensación cen ahora más necesarios de explo-
de libertad extraña en medio de es- rar.
ta peculiar caverna. Una mujer pa-
rece acercarse corriendo, desde el 1 Luis Lares. Conversación citada.
fondo de los círculos, hacia el fotó- 2 Tomás Rodríguez Soto. Catálogo de
grafo. Hay tensión, o una contradic- la Exposición Evidencias 1975/1998.
ción acaso, entre el gesto que anun- Sala TAC (Trasnocho Arte Contacto)
HOMBRES DE CARBÓN / LUIS LARES
ciaría una carrera y, por otra parte, Caracas, septiembre de 2006.
EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022
Papel Literario 3

ENSAYO >> VOLVER LA MIRADA (3)

Los que esperan.


Bárbaro Rivas
“En muchas de sus conferencias, textos
y declaraciones, el curador, gestor cultural y
crítico de arte Francisco Da Antonio dará fe del
desarrollo de estas circunstancias. También
oriundo del pueblo de Petare, Da Antonio fue
no solo un amigo entrañable del pintor, sino la
mirada certera que logró atisbar por entre las
capas del desconcierto, el despunte genial de
un ejercicio pictórico sin precedentes”
LORENA GONZÁLEZ INNECO centelleo se debe haber descargado esa
imagen en su percepción; cuántas co-

T
al vez no exista un enigma sas no habrán pasado por la sensibili-
más trascendente en la histo- dad de aquel investigador visual que
ria del arte venezolano y qui- para entonces ya crecía conocedor de
zás en el arte internacional, los movimientos más recientes del ar-
que la obra de Bárbaro Rivas. Nació te venezolano e internacional, estudio-
en el pueblo de Petare en 1893 y mu- so de las confrontaciones en torno a la
rió en ese mismo perímetro, en el Hos- vanguardia en el país, y quien siempre
pital Pérez de León en el año 1967. Se se manifestó impactado ante el decisi-
conoce por ser un pintor autodidac- vo corte entre figuración y abstrac-
ta, quien dedicó toda su vida a tradu- ción que hincaron en la plástica nacio-
cir con insistente fervor el imagina- nal Las Cafeteras de Alejandro Otero,
rio simbólico de la cultura teológica, exhibidas en el año 1948 en el Museo
histórica, legendaria y religiosa que de Bellas Artes.
AUTORRETRATO FRENTE AL CABELLETE (1965) / BÁRBARO RIVAS
rodeaba las aristas de su entorno. Du- “¡Bárbaro! ¿Qué tienes pintado en
rante muchas décadas, la crítica lo ha esa bolsa?”, expresó. Con extraña- autorretrato del pintor surgirá como frente a toda la revolución pictórica naje más de la escena junto a los roles
considerado como el más importante miento, en medio de un pudor casi si- un punto focal de la representación de que el artista de Petare hizo posible al de sus coetáneos o la presencia inhe-
de los pintores ingenuos venezolanos. lente le respondió: “Un cuadrito que una vida que parecía colocada en otra desestabilizar las categorías tradicio- rente del paisaje inmediato. Desde este
Su uso particular de las figuras, los yo pinté, maestro”. A partir de enton- parte, haciendo metaficcionales pre- nales de la mimesis. A mi recuerdo ángulo, enfatiza el anuncio de una fic-
ambientes, las proporciones, las esca- ces la historia se bifurcó hacia nuevos guntas sobre sí misma. venían las historias de creadores oc- ción que pareciera estar convocando
las, el color, las relaciones formales y atajos, removida por el relámpago de Para el crítico, artista y curador Juan cidentales que, como Gauguin, vinie- la elevación de aquellas vidas misera-
los cruces conceptuales dentro de sus ese empalme de la mirada que impri- Calzadilla, la gran paradoja de esta ca- ron a estas latitudes para al abrigo de bles; son para él los atisbos de una de-
cuadros, han propiciado el surgimien- mió las bases de un intercambio ex- dena de eventos a todo lo largo de la una ingenuidad nativa, no contamina- nuncia subyacente en las aplicaciones
to de un estilo inusitado donde de for- cepcional. Los pasos del arte destejie- prolífica carrera creativa de Rivas, es da por las aberraciones de la civiliza- de esa práctica visual que usando el
ma magistral se funden las visiones te- ron sus antiguas sombras y la obra del que el autor nunca se percató de lo que ción, crear una pintura deslastrada de discurso religioso intentaba destrabar
máticas de íconos de la pintura clásica artista pasó del ostracismo a la revela- sucedía. El propio Da Antonio afirma los referentes, vital, honesta, insupe- las durezas de lo cotidiano, reordenan-
con un planteamiento plástico donde ción. Todo comenzó a desplazarse en que Bárbaro siempre se encontraba un rable. Y aunque sus logros colman las do las fisonomías de aquellos “seres de
respiran, trepidantes e increíbles, los nuevas trayectorias al compás de los poco desconcertado ante el encuentro salas de los más importantes museos carne y hueso” transfigurados de for-
ritmos del arte moderno. sucesos: la inmersión en los salones de sus piezas en alguna sala de expo- del mundo, también recordamos sus ma idealizada y sobrenatural en su
No obstante, y al alimón de esta con- de arte, la colectiva en el Bar Sorpre- siciones. No entendía sobre el conoci- sufrimientos, sus agobios entre civili- pintura. Con contundencia el crítico
sideración por todos compartida, los sa, los premios, los reconocimientos, miento sustancial de lo que es o repre- zación y barbarie, tradición e innova- concluye: “Teniendo carácter religio-
inquietantes hallazgos de la pintura de las adquisiciones, los homenajes, los senta una obra de arte. En Rivas nunca ción, fama y anonimato. Quizás una de so la obra de Rivas es eminentemen-
Bárbaro Rivas también llevan dentro reportajes de prensa, las exposiciones hubo ansiedad por los peldaños socia- las cosas más impactantes en el caso te social. Ella explica la metáfora del
de sí la contracción de todas aquellas individuales, el registro de las obras, les de la práctica artística sino el adve- de Rivas sea la producción de una obra anhelo de una vida mejor expresada
carencias que rodearon su vida. Pin- las ayudas, los materiales, la difusión. nimiento de continuas iluminaciones que no solo transitó los lugares del ar- con la mayor espiritualidad que haya-
tor de brocha gorda y oficiante de ser- La obra marcaba el desarrollo de su vitales; el arte en él debe haber funcio- te moderno, sino que en la mixtura te- mos conocido en la pintura venezola-
vicios generales, trabajaba reparando propio gesto: único, inédito, inexplica- nado como una forma otra de la res- mática y formal que la caracteriza, re- na”. Desde el pequeño pueblo de don-
entuertos: fue constructor, albañil y ble. Todos se asombraron y se conmo- piración, acontecimiento persistente currió a la apropiación y al escamoteo, de nunca salió, Rivas recorrió, vivió e
peón de ferrocarril, entre otros oficios vieron, todos se preguntaron cómo era donde la creación era el modo esencial evidenciando con ello un ciclo que in- hizo posible las inquietudes de todo un
que ejecutaba para sobrellevar el día posible que aquello hubiera ocurrido; para sobrevivir. En este tránsito tan cluso antecede las búsquedas del arte siglo de historia artística; todo esto sin
a día. Rivas era un indigente, un hom- cómo, desde los desprovistos parajes bienaventurado como doloroso mu- contemporáneo latinoamericano en su saberlo o quizás entendiéndolo de un
bre sin ningún tipo de educación aca- y las baldías vertientes de una vida chas cosas pasaron. Rivas era un indó- necesidad de consolidar una identidad modo tan medular y recóndito que se-
démica ni conexión alguna con el de- tosca, aciaga e iletrada, surgieran de mito, difícil de manejar, un autónomo distintiva. rá siempre un códice imposible de tra-
sarrollo intelectual, cultural e incluso improviso las formas más anheladas absoluto. Algunas etapas fueron más En un texto del año 1994, Calzadilla ducir para el espectador avezado.
social de su tiempo. Su vida transcu- –por todo el ansioso y cosmopolita en- saludables y entrañables, pero al tiem- comentará que toda la obra de Bárba- Los que esperan es una pieza del año
rría en el despliegue de una existencia torno de la plástica venezolana– del ar- po que el reconocimiento crecía, varios ro pudiera estar marcada por un ci- 1962. Bajo las tempestades de un paisa-
en cierta forma trágica, signada por el te moderno, de la vanguardia. se aprovecharon de la ingenuidad del miento autobiográfico, una suerte de je agudo atravesado por los dolientes
cúmulo acelerado de múltiples impo- Muchísimos textos y estudios ejem- pintor –según argumentan testigos diario o apunte que el artista generó sesgos de triangulares engranajes, se
sibilidades: hijo ilegítimo, niño aban- plares han registrado esta producción cercanos–, intercambiándole obras por sobre su transitar. Este aspecto de cor- asoman los rostros y gestos anónimos
donado, entidad solitaria. Rivas era un y extendido sus consideraciones, des- insumos banales que lo hicieron recaer te muy contemporáneo, aparecería no de una fila de transeúntes que pare-
paria urbano. Las maniobras errantes tacando la presencia de algunas eta- con gravedad en el alcoholismo, enfer- sólo en las piezas donde literalmente cen aguardar la llegada de algo... ¿Qué
de su inusitada sensibilidad artística pas o períodos en la prolífica carrera medad que padecía y por la cual falle- se representa a sí mismo, sino también esperan los que esperan? En el entor-
crecían en medio de la carestía, guiado desarrollada por Rivas durante los ció, luego de haber superado con éxito en todas las escenas religiosas de esa no representado descuella la suspen-
por los signos de una extraña eman- años posteriores a aquel encuentro. durante un buen período varias crisis. liturgia apropiada, discurrida y artifi- sión de una atmósfera menos prolífica
cipación que desempolvaba el floreci- La primera se puntualiza por la alte- En algún momento recuerdo haberle ciosa, constantemente renovada por el en cromatismos y quizás más violenta
miento inexplicable de su obra. ración de planos y el uso del color en comentado a Da Antonio mi asombro protagonismo de Rivas como un perso- en sus conexiones, con una superpo-
En muchas de sus conferencias, tex- impactantes mecanismos que reorde- sición que parece anunciar el adve-
tos y declaraciones, el curador, gestor nan nuevas visiones del mundo que le nimiento de enlutadas tempestades.
cultural y crítico de arte Francisco Da circunda. En este itinerario el artista Los que esperan están inclinados bajo
Antonio dará fe del desarrollo de es- traduce sus perspectivas y reconstru- el horizonte, mirando hacia la nada.
tas circunstancias. También oriundo ye la impronta de la escena a través de Sobre ellos y a punto de descargarse,
del pueblo de Petare, Da Antonio fue perfectos ritmos donde se entrelazan cuelga el inminente aluvión de lo real.
no solo un amigo entrañable del pin- los tiempos híbridos de una imagen: la Al observarla y desde un extraño
tor, sino la mirada certera que logró leyenda histórica, la narración bíblica, sortilegio vuelven los afónicos diálo-
atisbar por entre las capas del descon- las crónicas urbanas, los sucesos del gos de un recorrido asfixiado por la
cierto, el despunte genial de un ejer- pasado, la fugacidad del presente. En comunión de tantos opuestos: arte
cicio pictórico sin precedentes. En los cada pieza todo se desplaza dentro del ingenuo y académico, modernidad y
testimonios que ha dado sobre esta vertiginoso pulso cromático de esa im- atraso, progreso y miseria, populismo
relación, sobresale el breve relato de bricada cartografía de su Petare natal. y arte popular, ilusión y realidad, vi-
aquella tarde cuando en un cruce con Esta inigualable maestría la usará pa- da y muerte. Como siempre, sobresale
Bárbaro, quien emprendía el camino ra abordar temáticas diversas acumu- la grandiosidad de una obra cuyo es-
hacia “La Minita”, descubrió la pre- ladas en esa poderosa memoria senso- plendor se hizo posible desde las con-
sencia de dos figuras bíblicas pintadas rial que le acompañaba: el terremoto tingencias de la pobreza más absoluta.
con asbestina en la bolsa de papel don- de Caracas, el paso del cometa Halley, Inevitables, como la atmósfera de lo no
de Rivas portaba sus exiguas adquisi- las peleas de gallos, el ferrocarril, las resuelto que pesa sobre los que espe-
ciones. La palabra estupefacta de Da fábricas, los caminantes, las escenas ran, las preguntas van y vienen: ¿Se-
Antonio describe la contundente apa- litúrgicas, las fiestas urbanas. En una rá este nuestro sino? ¿La mayor de las
rición en aquel resquicio miserable de segunda etapa y ya hacia el final de revelaciones resistiendo a las lajas de
dos personajes con “proféticas barbas sus días, los investigadores hablan del la debacle? ¿La manifestación de la
y grandes túnicas, inmersos en una surgimiento de una obra de carácter belleza en medio de los peligros insal-
tensa atmósfera de grises, ultramares introspectivo. Allí se elevarán las em- vables de un lodazal sin precedentes?
y bermellones apagados”. La admira- pinadas angulaciones de tramas más ¿Estaremos invariablemente destina-
ción del investigador de arte a finales oscuras, solitarios espectros de una dos a confrontar la nada sobre la ende-
de aquella convulsa década de los años materia que la crítica ha catalogado ble pendiente de un país que siempre
cuarenta, no se hizo esperar. Como un cercana al expresionismo y donde el LA CRUCIFIXIÓN (1965) / BÁRBARO RIVAS espera?
4 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022

EXPOSICIÓN >> SEIS ARTISTAS EN IMAGO ART IN ACTION, CORAL GABLES

Miradas de agua
“Aunque el conjunto es diverso en lenguajes,
modalidades y técnicas, estas creadoras comparten
prácticas en la que el foco conceptual se desliza hacia
lo subjetivo, al integrar la intuición, la emoción, y la
mirada interior, y permitir la aparición sugerente, casi
metafórica, de la imagen”
KATHERINE CHACÓN mental de su lenguaje plástico. Esta se refleja,

C
por ejemplo, en el vivo colorido de sus murales.
uando Gastón Bachelard escribió su se- Aguas muertas alude, en cambio, a un océano os-
rie de tratados sobre los elementos, bus- curo y denso. Aquí, la artista no solo retoma el
caba adentrarse en las vertientes mate- negro, sino que utiliza una espesa pasta acrílica
riales –sustanciales– de la imaginación y para radicalizar la volumetría de las pinceladas.
rescatar, para el análisis estético, “la pertenencia La verticalidad persistente de sus obras anterio-
constitutiva del ser humano al mundo de las imá- res –realizadas sobreponiendo campos de color y
genes” —en comparación, por ejemplo, al de las abundantes chorreados– cede paso al horizonte
ideas. En su célebre libro El agua y los sueños, Ba- y a trazos oblicuos, ascendentes, que recuerdan
chelard indagó sobre las fuerzas arquetípicas del las plomizas olas de mar adentro, luchando des- “GRANADA” DE LA SERIE OASIS / CLAUDIA CEBRIAN
agua como fuente del imaginario poético, ante- de lo profundo por imponerse a la gravedad, o su
poniendo sus cualidades de transitoriedad, poder choque rompiente contras las rocas. Es el agua
diluyente, o pureza, a temas evidentemente rela- violenta que Bachelard detalló como cargada de
cionados con esta, como el mar o la lluvia. Para energía yan, tormentosa y transformadora. Es el
este pensador francés, las propiedades del agua agua del coraje, del recomienzo, que acompaña
la conectaban principalmente con la energía yin, los tránsitos iniciáticos y la rabiosa lucha contra
femenina, y la hacían ser, de todos los elementos, la adversidad.
el más profundo, por sus vinculaciones simbóli- El ejercicio creativo de Daniela Quilici (París,
cas con el inconsciente. Francia) fluye desde una sensibilidad guiada su-
Miradas de agua reúne el trabajo que seis artis- tilmente por la intuición. Su lenguaje se ha for-
tas –Claudia Cebrian, Lara Di Cione, Sofía Maldo- jado en la escucha de las voces calladas de la
nado, Daniela Quilici, Carmen Smith y Toña Ve- naturaleza y en su atento seguimiento a las reso-
gas– han llevado a cabo en torno a este elemento. nancias que estas producen en su interior. En su
Aunque el conjunto es diverso en lenguajes, mo- obra, la forma es inseparable de la materia, pues
dalidades y técnicas, estas creadoras comparten es desde la indagación sensible de lo que el mate-
prácticas en la que el foco conceptual se desliza rial es y dice, que esta emerge en consonancia con
hacia lo subjetivo, al integrar la intuición, la emo- emociones y delicadas percepciones. Las cualida-
ción, y la mirada interior, y permitir la aparición des de lo acuoso, estudiadas por Bachelard, están
sugerente, casi metafórica, de la imagen. En estos presente en este hacer espontáneo y vital. Por ello
trabajos hemos querido ver el fluir de esa “fisio- tiene la calidad de la ensoñación. El mar o la espu-
logía del agua onírica” propuesta por Bachelard, ma son, en estas instancias, indefinibles, aunque
entendiendo que la imagen artística es, también, las manchas de azul diluido, los impastos, y los
un campo soluble que bien puede reflejar aquello trazos a creyón, quizás nos acerquen a ese instan-
que en nosotros es mutable e indefinido. te irrepetible de poesía natural en el que el ritmo
La fotografía de Claudia Cebrian (Buenos Aires, de una respiración se acompasa con el del lami-
Argentina) se instala al borde de lo onírico. Elu- do de una ola. Quilici también trabaja la arcilla
diendo la radicalidad surrealista, pero sostenien- en su necesidad de dar cuerpo a estas ensoñacio-
do la fuerza de lo enigmático, Cebrian crea imáge- nes que parten y vuelven a la naturaleza, crean-
nes donde la naturaleza y lo femenino convergen do nuevas plantas y animales marinos, conchas
“MARIPOSA” DE LA SERIE NADADORES / LARA DI CIONE
en misteriosas relaciones. Las experiencias psico- inéditas, dando imagen a las cualidades del fondo
lógicas como mujer e inmigrante detonan buena marino. La pasta, mezcla de tierra y agua, es para Las pinturas de Carmen Smith (Jacksonville,
parte de su obra. Sin embargo, esta no es del to- Bachelard la materia arquetípica que marca los FL, EE. UU.) representan escenas solitarias donde
do autobiográfica, ya que sus narrativas recrean orígenes orgánicos de la vida. la arquitectura adquiere un papel preponderante.
historias compartidas por un colectivo. El agua, La artista se concentra en áreas que no son pro-
una constante en sus fotos, adquiere en estas un piamente exteriores, pero que tampoco forman
carácter simbólico. Puede aludir a la indefectible parte del interior de las casas o condominios don-
corriente de la vida, al saco amniótico arquetipal de comúnmente son emplazadas. Estas zonas in-
–que provee de nutrición y cobijo interiores–, o termedias recrean las bondades de los entornos
a la pureza de la naturaleza, entre otras asocia- naturales. Son, en cierta forma, sus sucedáneos,
ciones posibles. Las imágenes de su serie Oasis por lo que suelen incluir jardines y piscinas. Para
pueden ser entrevistas a la luz del “complejo de Bachelard, el lago constituía el “ojo del mundo”,
Ofelia” descrito por Bachelard. Son notables las que reflejaba el cielo y donde la tierra podía verse
similitudes que existen entre estas y Ofelia, el fa- a sí misma. El “ojo de agua” es, entonces, parte
moso cuadro realizado por John Everett Millais sustancial del paisaje natural arquetípico que la
(1851-52). En ellas se percibe el agua melancólica zona de esparcimiento urbana imita. El sintéti-
circundando las tensiones entre vida, juventud y co lenguaje de Smith –que evidencia su tributo a
amor, confrontadas con la muerte. Es el agua vir- Edward Hooper y Alex Katz, entre otros pintores
gen que sacraliza los ciclos naturales de fecundi- americanos– crea planos casi abstractos en los
dad y perecimiento. que la perspectiva desencadena intensos choques
Lara Di Cione (Caracas, Venezuela) comen- de luces y sombras. Los tonos casi eléctricos sub-
zó a crear sus Nadadores por el interés que le rayan la enigmática atmósfera de estas imágenes.
“PISCINA UNIVERSAL” / CARMEN SMITH WATER, DE LA SERIE TRACES / TOÑA VEGAS
suscitaron las deformaciones que el agua produce Aunque para Bachelard el agua de las piscinas
en la percepción de los cuerpos sumergidos. Pa- había perdido toda conexión con las fuerzas te-
ra realizarlos, toma fotografías de personas que lúricas, los ojos de agua urbanos, resignificados
le son cercanas en el momento en que se zambu- estéticamente en la obra de Smith, adquieren po-
llen y nadan en una piscina. Este proceso le per- tencial simbólico.
mite avivar una confrontación atávica, aquella Cuando Bachelard disertó sobre la “moral del
que surge al contrastar lo bello/conocido con su agua” subrayó que su pureza simbólica ejercía
contraparte, lo deforme/inédito. Fue Bachelard un papel fundamental en la construcción psi-
quien, justamente, señaló este carácter dual del cológica de las valorizaciones, y en especial, de
agua, relacionándolo con los estados psicológicos aquellas que animan las relaciones del hombre
de deseo y temor que esta infunde. Pero el traba- con lo sagrado. En este sentido, el agua pura/pu-
jo de Di Cione se forja, sobre todo, en su fascina- rificante no es necesariamente el agua potable,
ción por la capacidad de refracción del elemento. sino aquella que emerge inmaculada de las fuen-
Utiliza un medio acuoso –el acrílico– en diversos tes naturales, y mantiene vivos los vínculos sim-
grados de dilución, no solo para traducir plástica- bólicos con las fuerzas telúricas y trascendentes.
mente esta cualidad, sino para mostrar la capaci- El trabajo de Toña Vegas (Caracas, Venezuela) se
dad del agua de corroer cuerpos e imágenes. La origina en un penetrante ejercicio contemplativo.
pincelada libre y la intensidad cromática subra- La fotografía es el punto de partida de las series
yan el talante expresivo de estas piezas. Son esos Shizen y Traces, en las que la artista ha querido
espacios ambiguos y formas distorsionadas pro- revelar y registrar los trazos secretos que la na-
ducidas por el agua las que –según Bachelard– turaleza inscribe en la vegetación, las rocas, las
originan la ensoñación, único fermento para la nubes, y en este caso, el agua. Vegas decanta las
eclosión de la poesía y el arte. imágenes fotográficas sometiéndolas a alto con-
La serie Aguas muertas fue creada después de traste, lo que deja al descubierto líneas esenciales
que Sofía Maldonado (San Juan, Puerto Rico) de- que luego transfiere, como surcos, al papel pinta-
jara su país de origen para mudarse a España. El do de negro y, “en positivo”, al pliego blanco. Este
viaje y los cambios que este supuso, vividos en proceso de depuración gráfica ritualiza, en cierta
medio de la crisis global del Covid-19, se refleja- forma, la búsqueda de los rasgos esenciales del
ron de inmediato en su trabajo. Siendo puertorri- elemento/imagen, inscritos en su ser físico tras
queña, Maldonado creció frente al mar caribe, de los sutiles intercambios que rigen la formación y
modo que la “tropicalidad” ha sido parte funda- “NUMERO 6”, DE LA SERIE LÍMITES / DANIELA QUILICI transformación de la energía y la materia.
EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022
Papel Literario 5

ENSAYO >> FOTOGRAFÍA Y MIGRACIÓN

La migración venezolana
a través del “ojo de la historia”
“Algunos trabajos parten rechazados, una situación que se extiende y
salpica no solo a países vecinos sino a distan-
la carga en sus espaldas. Acá la fotografía es un
medio, no un fin, que destaca el proceso y sus
su hermano o hermana en el vientre de su ma-
dre. Hicieron el viaje desde Venezuela sobrevi-
del retrato para dar rostro e tes territorios antes desconocidos, impensables
dentro de un radar que se ha ensanchado en
etapas, y no solo el resultado. viendo de arepas y agua. Aunque la vida en Bo-
gotá es difícil, Yosiahanny está agradecida de
identidad a los sujetos de la proporciones impactantes. poder comer más de una vez al día. Dice que lo
Nos volvimos sospechosos e indeseables. Se que hace tolerable la crisis es el amor”.
migración; otros se detienen endurecieron los requisitos de ingreso y per-

en su rastro silente, en la manencia en otros países. El gentilicio se car-


gó de estereotipos. Los migrantes venezolanos
mudez de sus objetos y son tema recurrente en campañas políticas de
dirigentes foráneos que prometen resolver el
pertenencias, en el vacío de “problema” y tener mano firme para impedir
que estos secuestren oportunidades laborales,
lugares y espacios” servicios sanitarios y educativos. Resuenan dis-
tanciamientos y advertencias. “No seremos Ve-
nezuela” es el grito que arropa desfasadas con-
JOHANNA PÉREZ DAZA signas (“Alerta, alerta que camina, la espada de

E
Bolívar por América Latina”).
l ser humano se ha movilizado histórica-
mente en pro de recursos, suelos fértiles El ojo de la historia
y condiciones climáticas favorables. Con A Mathew Brady (1823-1896), gran retratista
el tiempo las causas y motivaciones se del siglo XIX y uno de los fotógrafos que docu-
han diversificado y complejizado. Los términos mentó ampliamente la Guerra de Secesión, se
también. Ahora, quienes salen de sus países lo le atribuye la frase “la cámara es el ojo de la
hacen desde el reconocimiento de limitaciones historia”, un ojo que no solo registra sino que
impuestas dentro de su lugar de origen, de ese retiene capas de información y sentido que se
concepto difuso que es la patria y que, inevita- amplían con el tiempo, permitiendo diversos
blemente, se funde en ellos, los acompaña como acercamientos sobre instantáneas que mutan
carga y redención, rastro de lo que fue y recor- a recuerdos y archivos que decantan lo noticio-
datorio de lo que no ha sido. Fronteras, sobera- so y ofrecen otras miradas, a veces más reposa-
nía, identidad, refugio, amenazas, son algunas das y profundas. TROCHERA CON PIEDRA / TERESA MARGOLLES DE LA SERIE UNDAILY BREAD / GREGG SEGAL
de las palabras que también se mueven y des- Desde lo documental y autoral, la fotografía
plazan tratando de explicar estos procesos que explora la migración venezolana y, sin embar- En la serie titulada Undaily Bread (pan dia- “Michell, una madre soltera, hizo el viaje con
no son exclusivos de un continente, sino que se go, no deja de ser, apenas, una pequeña porción rio), Gregg Segal fotografía a madres inmigran- sus dos hijos dos veces. Durante el segundo in-
esparcen y distribuyen por la geografía mun- de la abundante cantidad de información y cru- tes venezolanas rodeadas de sus pertenencias, tento, Michell tuvo un ataque epiléptico y perdió
dial afectando países y regiones. Migraciones ces entorno a este complejo problema, visto a mostrando lo que estos objetos nos dicen de sus el conocimiento. 16 días después llegó a Bogotá y
desde África hacia Europa, de Centroamérica veces desde la óptica del emigrante (pone el fo- realidades. Creada en colaboración con AC- fue admitida. En su retrato, Michell lidia con la
a Estados Unidos, refugiados a consecuencia co en la persona que sale de su lugar de origen), NUR, el proyecto parte de la pregunta: “¿Qué energía de sus hijos, tratando de calmar a su hija
de guerras y crisis socioeconómicas y políticas otras desde el inmigrante haciendo referencia llevaría en su maleta si fuera obligado a dejar mientras su hijo parece conducir el autobús. Des-
perfilan un tema impostergable. a esa misma persona, pero desde la perspectiva su país?”. A partir de esta interrogante docu- pués del rodaje, su hijo pequeño sostenía dos ba-
Por otra parte, la fotografía ha sido entendida de quien ya ha llegado a su nuevo destino pa- menta la comida, el vestido y otros elementos rras de pan, las llevaba por el estudio y las guar-
como el “ojo de la historia” y un recurso de la ra radicarse en él. En todo caso, presentando personales que acompañan a las madres vene- daba bajo los brazos para más tarde”.
memoria. Dos consideraciones ambiciosas que, múltiples aspectos de una situación que afecta zolanas y sus hijos en el exilio. Cada imagen
ciertamente, han tenido resonancia en la socie- a muchos (personas, familias, países, organi- publicada en el perfil de Instagram de Segal, Con ojos propios
dad contemporánea que le confiere un gran va- zaciones…) y diversos ámbitos (economía, se- incluye una leyenda que describe el difícil viaje Los fotógrafos venezolanos también han docu-
lor a la imagen. La fotografía ha documentado guridad, fronteras, empleo, salud…). Todo esto de cada familia. mentado una tragedia que no les resulta ajena.
los movimientos migratorios y flujos de perso- amparado en el anhelo de quienes, por distintas “La hija de Yosiahanny siente la patada de Desde distintos lugares de enunciación, desde
nas, los motivos abarcan conflictos armados, vio- razones, deciden –o intentan–llegar y asentarse quien se va, quien se queda, quien encuentra
lencia, desempleo, crisis políticas, económicas y en otros territorios que ofrezcan la calidad de oportunidades o quien solo vive penurias. Unos
alimentarias, entre otros que atraviesan nuestra vida y garantías que ha escaseado en un país y otros se han acercado a este problema, a este
aldea (¿o teatro?) global. Así, se ha ido conforman- del que ya no son parte, pero del que tampo- dolor que les es propio o, cuando menos, cerca-
do una especie de inventario de acontecimientos co pueden desvincularse, un país al que, pese no. En la actualidad, es casi seguro que todos los
entre los que podemos recordar el drama de las a todo, permanecen indefectiblemente unidos, venezolanos tengamos uno o varios familiares o
pateras llegando a puntos de jurisdicción españo- aunque las circunstancias sean adversas. Así amigos fuera del país, que algunos colegas se ha-
la o las embarcaciones sobrecargadas hacia Italia de contradictorio, así de complicado. yan marchado, o que en primera persona conte-
y Grecia; los operativos de rescate y los testimo- Pues bien ¿cómo son las representaciones vi- mos esta historia de la que más que testigos, so-
nios de los sobrevivientes de una odisea tan in- suales y el tratamiento que desde la fotografía mos protagonistas.
cierta como peligrosa. Personas huyendo, niños se ha dado a la migración venezolana? A con- A continuación nos detendremos en algunas
ahogados, familias caminantes, persecuciones, tinuación, revisamos algunos trabajos, a fin de propuestas de fotógrafos venezolanos, ya sea des-
rutas clandestinas, horizontes de alambre púa, mostrar posibilidades de acercamiento a un fe- de su permanencia en el país o desde su propio
tiendas improvisadas para pernoctar o grupos nómeno que es complejo y tiene múltiples aris- proceso migratorio. Algunos trabajos parten del
apretujados en las líneas fronterizas, son imáge- tas y ha sido tratado por fotógrafos y artistas retrato para dar rostro e identidad a los sujetos
nes frecuentes en una agenda mediática que je- como la mexicana Teresa Margollesy el esta- de la migración; otros se detienen en su rastro si-
rarquiza, recicla y olvida. dounidense Gregg Segal. lente, en la mudez de sus objetos y pertenencias,
Estorbo de Margolles es el resultado de dos en el vacío de lugares y espacios. A veces el texto
Venezuela, un país atravesado años en la frontera colombo-venezolana, inclu- es fundamental, en otras basta la fuerza o sim-
por la migración ye varias series que se extienden más allá del pleza de la imagen. Es lo que hace, por ejemplo,
Nos cayó la locha. La migración pasó a ser un soporte fotográfico y se estructura en varias Juan Toro Diez desde la fotografía de las llaves y
problema propio. Ya no son solo las fotos en el fases. Conceptos como estorbo, basura, pero llaveros que dejan quienes parten. Es el último
Mediterráneo o en Centroamérica; o las desga- también esfuerzo y trabajo orbitan en una pro- objeto del que se desprenden (o no) antes de salir
rradoras gráficas galardonadas en conocidos puesta amplia en la que, por ejemplo, entrevista y que con sus particularidades hace referencia a
concursos de fotoperiodismo. Las imágenes se y retrata a los carretilleros y trocheros vene- los individuos que no se ven, pero están presen-
nos hicieron cercanas, ya no eran ventanas pa- zolanos, hombres y mujeres que trabajan en el tes, a punto de partir, en una zona intermedia y,
ra asomarnos y ver a lo lejos, sino espejos en lo Puente Simón Bolívar pasando mercancías de en cierta medida, extraña. Numerosas llaves re-
que nos vimos cargando morrales tricolores y uno y otro lado de la frontera. Las imágenes en- miten a las medidas de seguridad que hay que to-
maletas heredadas, atravesando trochas y sali- cierran la metáfora del peso que llevan encima, DE LA SERIE UNDAILY BREAD / GREGG SEGAL
mar en un país habituado a rejas y cerrojos. El
das clandestinas, ríos y puentes que se convir-
fondo blanco agudiza el silencio visual necesario
tieron en vías de escape. La intención de estas
para la contemplación. Los llaveros, por su par-
reflexiones es acercarnos a la migración vene-
te, perfilan edades, gustos, creencias y prácticas.
zolana desde la fotografía, abordando las repre-
sentaciones y el tratamiento que ha tenido des-
de lo visual, conscientes de que es, a penas, una
acotada selección.
¿Cómo definir o, al menos, caracterizar la re-
lación de Venezuela con la migración? Fuimos,
tradicionalmente, un país receptor de migran-
tes. De Europa y Latinoamérica llegaron miles
de personas que buscaban mejores oportuni-
dades, huían de las guerras y postguerras, de
las dictaduras y las crisis. Vinieron de Italia,
España, Portugal, también de Colombia, Chile,
Perú, entre otros.
Ahora, la dinámica se invirtió. Desde hace al
menos una década, somos un país arropado por
términos que, como las identidades y las fronte-
ras, se tornan inciertos, líquidos, en movimien-
to. Diáspora, exilio, éxodo se han convertido en
palabras recurrentes en nuestros diálogos. To- “LLAVES”, DEL FOTOLIBRO EXPEDIENTES /
ca distinguir la delgada pero significativa dife- JUAN TORO DIEZ
rencia entre xenofobia, aporofobia y discrimi-
FOTOGRAFÍA DEL MUSEO DE ARTE MODERNO DE BOGOTÁ / TERESA MARGOLLES
nación. Familias desmembradas, migrantes (continúa en la página 6)
6 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022

La migración venezolana
a través del “ojo de la historia”

DE LA MIGRACIÓN Y EL OLVIDO / RÓMULO PEÑA

(viene de la página 5) una tierra antes próspera, pero también de dolor


colectivo de perder nuestro hogar”. Previamente,
De la migración y el olvido, del fotógrafo Rómu- en 2018, había retratado las historias de madres
lo Peña, reúne la huella y la ausencia a través de venezolanas que cruzaron a Colombia para que
imágenes de “casas muertas” y “no lugares”. Pau- sus hijos recién nacidos y enfermos recibieran
sas prolongadas y silencios suspendidos, huidas atención médica. Ferrero, además, coordina el
irremediables y expulsiones forzadas. Espacios Programa de narrativas visuales Semillero Mi-
despojados de su esencia, donde la palabra habitar grante (@semilleromigrante).
ha quedado vaciada y el tiempo parece detenerse.
Ruinas en proceso, puertas tapiadas y ventanas
clausuradas nos descubren a quien deja todo y sa-
be que nada le pertenece, solo la sutil esperanza
que deambula entre lo provisional y lo transito-
rio, haciéndolo dueño de la nostalgia y sus recuer-
dos, del vestigio de la memoria acompañado de la
secreta persistencia, presurosamente empacada. Otras miradas
Por su parte, Marylee Coll desarrolla Testigos del Temas van y vienen, mutan, se solapan y reapa-
desarraigo una serie fotográfica que se vale de ob- recen. En medio, el intento de algunos fotógrafos
jetos y espacios abandonados a consecuencia de por presentar un enfoque propio y diferenciado,
la migración. “Paredes desconchadas, mansiones capaz de distinguirse en medio de la saturación
invadidas por la naturaleza circundante, libros y “FREIDERMAR MARTÍNEZ BESA A SU HIJO JHOSUÉ, visual y la insensibilidad que tiende a arropar la
publicaciones abatidos en el piso, cuadros descol- DE SEIS MESES DE EDAD, QUIEN NACIÓ BAJO DE migración luego de ser abundantemente tratada.
gados, fotografías abandonadas, cajas de cartón PESO EN VENEZUELA Y CONTRAJO MENINGITIS” / El abanico va desde el fotoperiodismo a las bús-
y papel de embalaje, acompañan esta historia de FABIOLA FERRERO quedas autorales, incluye tratamientos superfi-
transitoriedad, desplazamiento y resiliencia”, es- ciales y tópicos recurrentes, así como propuestas
cribe la curadora Ruth Auerbach, en el texto que más densas y planteamientos que ofrecen otro FOTO DE JOHAN BERNA / EFE
acompaña la exposición presentada en 2018 en acercamiento, una perspectiva que aporta infor-
Beatriz Gil Galería. Estas imágenes cuentan –en Siguiendo en las redes sociales, el abogado José
mación nueva, ya sea porque se aproxima a ca-
ausencia de sus habitantes– las posibles narrati- Antequera Guzmán, director del Centro de Me-
sos particulares o porque humaniza las cifras.
vas del lugar y de los objetos inanimados que al- moria, Paz y Reconciliación (Colombia), publicó
En otros casos, se exploran estrategias de divul-
berga: “no solo se retrata el cuerpo del objeto co- en su cuenta de twitter el siguiente dibujo y su res-
gación y socialización que reten la pasividad y
mo entidad ornamental pronta a experimentar el pectiva descripción:
combinen formatos que ofrezcan a las audiencias
desalojo de su entorno social y un proceso acelera- otros ángulos y susciten no solo reflexiones, sino
do de desmantelamiento; aquí se puede contabili- que sacudan la zona de confort. En consecuencia,
zar el testimonio emocional de un país; se transita buscan generar no solo contenido, sino sentido.
la noción de desplazamiento, migraciones y diás- Asumen la responsabilidad de mostrar, cuestio-
pora, la conciencia del desarrollo y la fatalidad, nar y denunciar. Un compromiso que rebasa lo
las crónicas del abandono y la pérdida de nuestras NO PUEDO OÍR A LOS PÁJAROS / FABIOLA FERRERO informativo.
posesiones, las huellas de la memoria y el olvido; En la otra acera, el cliché de la belleza y exu-
y, así, un sinfín de manifestaciones y categorías Colombia es uno de los principales países que ha berancia es explotado en medios sensacionalis-
identitarias que definen nuestra precipitada (des) vivido la migración venezolana, de hecho el dia- tas y acompaña titulares en los que se tildan a
construcción cultural”, señala Auerbach y apunta rio El Tiempo la calificó como la más grande en las mujeres venezolanas de “roba maridos”, o se
también que “cada fotografía se traduce entonces la historia de esa nación, lo cual no ha escapado agradece sus contribuciones a la industria por-
en una metáfora visual de esa ‘casa’ que todos lle- a las representaciones visuales en obras como las nográfica. Sirva de ejemplo la portada de la re-
vamos a cuestas, aún en la distancia1”. de Alicia Caldera, quien se vale no solo del medio vista Soho, de julio de 2016. La foto de una mujer @Antequerajose: Hoy hicimos un taller en un
fotográfico sino de otras técnicas y formatos como desnuda abrazando a Nicolás Maduro se acom- colegio de Ciudad Bolívar y una de las dinámicas
el collage, el video y la instalación para presentar paña del texto: “Venezolanas en Colombia. Tres era preguntarnos sobre lo injusto. Un niño dibujó
distintas aproximaciones al tema, tal como hace bellas antichavistas que se han refugiado en el este monumento a la injusticia y a la tristeza. Di-
en el proyecto Apuntes sobre la migración vene- país muestran su gratitud posando para Soho. bujó y habló porque resiste en una ciudad que le
zolana en Colombia del cual forma parte “2219”, ¡Gracias Maduro!” debe sus colores a los éxodos que la atraviesan (23
cuyo título alude a la distancia en kilómetros de En el tratamiento de los migrantes y refugia- de septiembre de 2021)
la frontera que “divide”, y también “une”, las dos dos escasamente se tocan los aportes que ellos Desde el arte, la cultura y la comunicación en-
naciones. “A través del uso de su propio archivo pueden introducir en los países receptores. Lo tendemos que la migración entabla un diálogo con
fotográfico (retratos, paisajes de frontera, paisa- negativo resulta más impactante. Vende más y la posibilidad y se aferra a la esperanza. Es un fe-
jes urbanos) combinado con imágenes apropiadas se impone. Detrás de esto, subyace la discrimi- nómeno complejo y contradictorio que alterna
de prensa, mapas históricos, símbolos y textos de nación y la desconfianza ante el otro, el extraño arraigo y despedida, abriendo un vacío tan grande
canciones, Alicia crea collages para abordar cier- o el desconocido entendido como posible amena- como el país que se deja pero que en modo alguno
tas problemáticas políticas y sociales relacionadas za. El discurso del odio y las prácticas de mar- se olvida. Quizás por eso, todos somos migrantes.
con sus propias experiencias de viaje e identidad. ginación y exclusión se extienden y salpican los Bisabuelos, abuelos, hijos, nietos. También quie-
De esta manera reflexiona sobre la migración y ámbitos más variados. El mundo del arte no es nes se quedan intentando reconocer un territorio
cómo a partir de ella se producen procesos de di- la excepción. En septiembre de 2021 se canceló que se volvió extraño. Quizás por eso no solo nos
solución, temporalidad, desarraigo y memoria2”. una exposición fotográfica sobre venezolanos desplazamos geográficamente, sino que, además,
en República Dominicana debido a amenazas de recorremos trayectos que transforman nuestras
grupos extremistas. Caminos de aprendizaje, es acciones, sentimientos e imaginarios, trazando
el nombre de la exhibición que reúne imágenes otras rutas que revelan fortalezas ocultas y signi-
realizadas por dos fotógrafos venezolanos, en las ficados aletargados. Lo incierto y lo inacabado se
que retratan la labor de trece profesores vene- cuelan en los registros y representaciones visua-
zolanos que residen en República Dominicana. les cargados de “tal vez” y “quizás”, de la negación
La suspensión se produjo luego de que grupos del retorno o la probabilidad del regreso.
TESTIGOS DEL DESARRAIGO / MARYLEE COLL
radicales se acercaran al lugar donde se inaugu-
Desde otra óptica, la fotógrafa Fabiola Ferrero se raría la muestra para sabotear el acto. El promo- 1 Ver: Marylee Coll, Testigos del desarraigo https://
ha dedicado a cubrir este tema, primero desde la tor del boicot, Manny Solano, del movimiento No beatrizgilgaleria.com/exposiciones/muestras-pasadas/
visión periodística y luego desde proyectos docu- Tenemos Miedo RD, dijo en redes sociales que no expo-anterior-2018/marylee-coll-testigos-del-
mentales que incluyen la cercanía y la experien- permitirán la “manipulación de tema migrato- desarraigo#:~:text=Testigos%20del%20desarraigo%20
cia personal compartiendo, incluso, textos de su rio disfrazado de arte”3. En respuesta solidaria y %E2%80%93%20el%20m%C3%A1s,de%20la%20
diario. Ella parte de su propia vivencia de la mi- creativa, la exposición fue llevada al espacio vir- ciudad%20de%20Caracas.
APUNTES SOBRE LA MIGRACIÓN VENEZOLANA EN
gración al intentar retratar a Venezuela como un tual y puede apreciarse en AWA Cultura4. 2 Ver: Alicia Caldera expone ‘2219’, un trabajo sobre
COLOMBIA/ ALICIA CALDERA
lugar donde los recuerdos vuelan alrededor de un Unos pocos días después la dinámica noticiosa migración, frontera y viaje, en el Instituto Iberoamericano
espacio físico abandonado. En su cuenta de Ins- reseñaría un amplio operativo del cuerpo poli- de Finlandia https://clavoardiendo-magazine.com/
tagram la fotógrafa comenta que su proyecto No Resulta interesante que estos trabajos se difun- cial de Carabineros de Chile con el desalojo de actualidad/agenda/2219-de-alicia-caldera/
puedo oír a los pájaros es un viaje visual y emocio- den por diversas vías, no solo por la prensa, sino un campamento de alrededor de un centenar de 3 Ver: Cancelaron exposición sobre venezolanos en
nal del dolor causado por la migración, pero des- también por las redes sociales, llegan a salas ex- migrantes, mayoritariamente venezolanos y hai- República Dominicana por amenazas https://www.
de el punto de vista de quienes se quedan: “Vene- positivas y permanecen en páginas de fotolibros y tianos, en la ciudad de Iquique. Las imágenes dan elnacional.com/entretenimiento/cancelaron-exposicion-
zuela ya no es un país, sino un estado de ánimo... publicaciones que también se mueven entre fron- cuenta de las acciones de manifestantes queman- sobre-venezolanos-en-republica-dominicana-por-
La desolación de los paisajes naturales, los espa- teras, viajando en maletas, pasando de mano en do las pertenencias de estos migrantes. Coches amenazas/
cios que dejan los migrantes y los recuerdos en los mano, de país a país, dejando constancia más allá de bebé, ropa y sábanas entre las llamas. 4 Ver: Caminos de aprendizaje https://awacultura.com/
polvorientos álbumes familiares tienen huellas de de la inmediatez noticiosa. caminos-de-aprendizaje-vr/
EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022
Papel Literario 7

ENSAYO >> CERTEZAS EN LA FOTOGRAFÍA DE ALEXIS PÉREZ-LUNA

Cuerpo humano y maniquí


Como sustituto del ser de carne y hueso, el maniquí
encarna desde la antigüedad las aspiraciones en cuanto
al arquetipo de perfección anatómica. Como modelo para
el patronaje en la costura, en los ámbitos del marketing,
la moda, el arte o las nuevas incorporaciones mediáticas,
los patrones de comportamiento estético se traducen
durante décadas a través de estas figuras de planta
inerte. El fotógrafo Alexis Pérez-Luna fija un buen día
su lente escrutador frente a la mirada perdida de estos
humanoides y no ha dejado de hacerlo hasta hoy
MARISA MENA comerciantes exhibir productos hacia al exterior
de sus locales. El nacimiento de un nuevo con-
1. Modelos para la representación humana cepto de establecimiento comercial trae consigo
desde el canon de belleza la aparición de los grandes almacenes y las tien-
das por departamentos: todo un escenario mo- DE LA SERIE MANIQUÍES / ALEXIS PÉREZ-LUNA
Cuatro dedos hacen una palma. derno que hace de la invitación a “comprar por
Cuatro palmas hacen un pie. la ventana” un hito fundamental en la dinámica hasta incluso llegar a ser uno de ellos– se mani- nico encuentra en los escaparates, ventanales,
Seis palmas hacen un codo. de comercio, donde la sociedad empieza su esca- fiesta en abierta relación con las personas a quie- tiendas y lugares de exhibición, fabricación, al-
Cuatro codos hacen un paso. lada hacia la ansiada adquisición de los bienes nes pretende “mover” y escenifica episodios de la macenamiento o amontonamiento de maniquís,
Veinticuatro palmas hacen a un hombre. (…) de consumo que la ayudarán a vivir a plenitud vida cotidiana en los escaparates. Muchas de las el marco propicio para el desarrollo de una tra-
Leonardo da Vinci, Hombre de Vitruvio en medio de “la dicha y el confort”. grandes firmas de moda diseñan hoy campañas ma escénica donde el papel que interpretan los
Se manifiesta precisamente aquí el quiebre que publicitarias “en vivo” y usan sujetos reales a los personajes varía según la toma. Este papel puede

P
ara aproximarse a la fotografía de Alexis introduce el maniquí como elemento crucial en el que hacen permanecer temporalmente inmóvi- no ser otro que sentirse observados, y en este ca-
Pérez-Luna (Caracas, 1949) centrada en esquema mercantil que hoy conocemos, cambian- les en sus vidrieras para simular los maniquís so su existencia cobra vida en las vidas de quie-
el maniquí como materia de trabajo, do la manera de percibir esos bienes y el modo de de toda la vida. Cambio de roles, situaciones de nes los miran actuar tras el cristal; un elemento
bien vale un repaso breve por el concep- acceder a ellos. El maniquí deja de ser un disposi- alter ego mediáticas como estrategias de mercado –a veces tácito, otras literal– que separa el inte-
to de proporción en la representación del cuerpo tivo inocuo de exhibición para convertirse en un en las que incluso las fronteras entre arte, moda, rior del exterior y media entre ambas realidades
humano. Una noción que arranca en la escultu- mecanismo de seducción en la cultura de masas y ciencia y tecnología se entremezclan, confunden para interponer la distancia imprescindible an-
ra del antiguo Egipto y está presente en la Dorí- un pasatiempo atractivo para los viandantes que y, por qué no, retroalimentan.5 te el deseo, el desamparo, la fascinación, la sole-
foro: la escultura que pretendía definir morfo- transitan por las calles de las principales ciuda- Tiene cabida aquí, en lo que puede considerar- dad o el desconcierto. En otras imágenes el rol de
lógicamente al ser humano bajo la teoría de la des de Europa y América, quienes aún sin tener se la punta del iceberg, mencionar la fórmula del los actores tiene un peso específico y atisbamos
armonía general, donde las partes están en cons- la posibilidad de comprar, podían pasearse para mannequinchallenge tan popular en las redes, una transferencia de cualidades, sensaciones y
tante relación con el todo. Ese equilibrio guarda disfrutar de estos humanos de atrezzo. El mani- una manifestación más, ahora ligada a la perfor- emociones entre los dos mundos que penetran
con celo el secreto de la “perfección”, un criterio quí se integra así al paisaje urbano para transfor- mance como propuesta estética, que revisita la el adentro y el afuera.
estético que Marco Vitruvio hereda y desarrolla marlo, tanto por su potente apariencia como por noción del maniquí como influencer de los mo- La clave teatral persiste pero la disposición de
en su Tratado de arquitectura (siglo I a. C.) y ha- los diálogos visuales que establece con los seres dos de vida globalizados: un grupo de individuos los cuerpos no resulta siempre aleatoria en la
lla su base en el hombre como medida de todas humanos de quien es, a su vez, una suerte de ré- permanece inmóvil en una postura durante un propuesta fotográfica que revisamos. Hay gru-
las cosas, solo a partir de cuya simetría es posi- plica o simulacro. Una alteridad histórica entre tiempo establecido, mientras alguien pasa entre pos cuya postura en serie pone a prueba hasta
ble construir, esculpir, pintar o contar con exac- “original y copia”3 mediante la cual se plantean ellos grabando la escena con una videocámara o el equilibrio más ejercitado y otros que entablan
titud de correlaciones. A finales del siglo xv esa problemas relacionados con la naturaleza de la un teléfono móvil para luego compartirla con el diálogos desenvueltos entre ellos o con sus obser-
noción es revisada y corregida por Luca Pacioli identidad, derivada de los desdoblamientos vo- resto del mundo como promoción, apoyo o difu- vadores. Christoph Rodiek en Del cuento al relato
en su Divina proporción (1497), libro fundamen- luntarios y forzados que se suscitan entre ambas sión de algo o alguien. híbrido. En torno a la narrativa breve de Camilo
tal para artistas, científicos y matemáticos del partes. Maniquís que anhelan ser humanos; hu- La punta del iceberg ayer; hoy habrá alcanzado José Cela cita a Ramón Gómez de la Serna cuan-
Renacimiento, y un poco antes por Leonardo Da manos que juegan a ser maniquís; suplantación ya de seguro cotas de altura insospechada. do dice que estos seres7
Vinci, quien con el Hombre de Vitruvio (1490) fija de roles en una acción de calle con alcances socia-
de nuevo el estándar bajo el canon de las ocho les, comerciales, culturales y políticos. 2. El escaparate. Espacio para la figuración (…) piensan, sienten y se comunican como per-
cabezas.1 En él se fundamentan la escultura y Los modelos se inspiran en los cánones que y la recontextualización sonas normales. Si les falta naturalidad y au-
la pintura renacentistas, cuyo clímax llega a no- rigen las nociones de belleza –así ha sido con el tenticidad humana hay que achacárselo a los
sotros con el David de Miguel Ángel y el Adán y transcurrir de las épocas y sus modas–: cuerpos La anatomía pertenece al ámbito de la mirada: escultores y escaparatistas quienes, por razo-
Eva de Durero2 a principios del siglo XVI. Será alargados y frágiles llenan las pasarelas de Nue- mirada que se posa sobre el cuerpo, nes comerciales, les imponen unos gestos ridí-
el modelo del que bebe el arte de los siglos poste- va York, Madrid, Londres, París, Milán, y la in- mirada que el cuerpo nos invita a posar, culos y posturas extravagantes. (…) Los mani-
riores hasta la modernidad, pero también –y en dustria los reproduce en serie bajo la forma de mirada que se aprende a afinar. quíes de las sastrerías son mis buenos amigos, y
un acto de traspolación orientado directamente figuras articulables. Ídolos públicos se convier- Nicolás Group, “Una poética de la mirada yo sé cuándo cumplen años, y les hago la visita
hacia el tema que nos ocupa–, el modelo a ima- ten en arquetipos de la cultura moderna y a ellos intrusa. del aniversario (…). En mi larga experiencia de
gen y semejanza del cual surgirá el maniquí, en- ansían emular los jóvenes de cualquier parte del Maniquís y escaparates en la literatura de mirón de maniquíes les he sorprendido en el
tendido como forma de representación genérica mundo. Globalización de la imagen en un inten- Felisberto Hernández”6 momento de desperezarse, en el momento de
de la figura humana, a partir del concepto artís- to por serializar los hábitos contemporáneos, lo subirse una liga y en ese terrible momento en
tico de duplicidad que se materializa por medio que supone una pérdida de perspectiva al intro- La forma de “mirar” de Alexis Pérez-Luna que les duele la barriga. Unos a otros se pregun-
de matrices. ducir a hombres y mujeres en un dominio quimé- capta en lo fortuito una recurrente teatralidad tan cosas divertidas:
Cuando en 1923 el arqueólogo Howard Carter rico donde la fantasía es capaz de crear realida- formal que dota a sus composiciones del gesto –¿Recibiste ya la invitación para la boda?
abrió la tumba de Tutankamón, junto a un cofre des paralelas para “convivir” con ellas.4 En este histriónico ligado a lo artificioso, lo quimérico, –Aún no, y eso que llevo vestido de tiros largos
de ropa halló lo que parece haber sido el primer contexto de reproductibilidades, el maniquí –que incluso lo delirante. Fotógrafo de práctica orto- hace tres meses… Se va a pasar la moda y la
maniquí de la historia: un torso de madera poli- guarda cada vez más parecido con el ser humano doxa hasta rozar la inconveniencia, su lente iró- estación… Y tú, ¿cuándo celebras tu despedida
cromada con el rostro y las medidas del faraón, de soltera?
que se cree utilizaba para probar o exhibir sus –¡Calla, por Dios! Si he oído que me van a vestir
atuendos y joyas. Los sastres de la corte tenían de viuda mañana.
prohibido tocar el cuerpo del monarca por con-
siderarse sagrado, así que fabricaron una imita- Algunos comparten falsas impresiones elevando
ción con sus dimensiones para elaborar su ves- su mirada al infinito, se yerguen con ojos escruta-
tuario con exactitud. En el siglo XIV, Carlos VI, dores o sobresalen en actitud retadora increpando
“El Bienamado” de la corte francesa, encarga al paseante. Muchos exhiben su “unicidad” entre
una muñeca de tamaño natural y una colección el conjunto catalogado de cuerpos, perfiles, espal-
de vestidos a la moda de la época para que su es- das, nucas, gargantas, barbillas, torsos y demás
posa, Isabel de Baviera, se los hiciera llegar a la mundanalidades, convertidos en clones humanos
reina de Inglaterra como parte de las negociacio- a punto de romper su cuarta pared para incorpo-
nes de paz durante la Guerra de los Cien Años. rarse a la dimensión del que mira, quien a su vez
En 1496, Ana de Bretaña ordena la confección de asiste como espectador al desenvolvimiento de lo
una figura femenina grande para ser vestida y que ocurre como si de una función de teatro se
enviada a Isabel la Católica, quien ponía especial tratara. Es la vidriera como espacio de represen-
atención en su vestimenta. A finales del siglo XVI tación –de exhibición también, pues algunas esce-
los aristócratas europeos producen “muñecas de nas nos hacen recordar los ventanales del barrio
moda”, manufacturadas en diferentes materiales rojo holandés–, al que concurre la mirada intrusa
y escalas según el momento, que en lo sucesivo de Alexis y con la suya, la nuestra, en calidad de
marcarán el inicio del maniquí como estrategia público de paso. El escaparate como alegoría de la
para la difusión de los modos en el vestir. ventana a la intimidad ajena, que en un contexto
Pero el verdadero impulso al maniquí como el sociocultural donde se cuestionan las lindes de la
instrumento más eficaz para la proyección de la privacidad, nos invita a compartir un acto de in-
moda como un artículo comercializable en todas tromisión colectiva en el que cada uno de nosotros
sus presentaciones y posibilidades expresivas so- se transforma en intruso y se siente irremediable-
breviene a mediados del siglo XIX, de la mano mente atraído a espiar a través del maniquí cómo
de la revolución industrial y los primeros inven- sería la vida enfundado en medidas canónicas, en
tos surgidos en su entorno. La electricidad y las ocasiones superdotadas, luciendo prendas y acce-
bombillas incandescentes abren línea directa a sorios que marcan tendencia.
los avisos luminosos. La fabricación del vidrio
plano y su uso en los escaparates permite a los DE LA SERIE MANIQUÍES / ALEXIS PÉREZ-LUNA (continúa en la página 8)
8 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022

Cuerpo humano y maniquí


(viene de la página 7) dustria y el marketing en todas sus variantes,
lo que supone otra forma silente de violencia.
No son pocos los artistas y escritores que han ¿Denuncia sobre el voraz sistema comercial de
trabajado sobre el maniquí o las ambientacio- la moda en el que las copias de hombres, mu-
nes que los rodean. Giorgio de Chirico visita la jeres y niños son singulares desechos?, ¿alerta
historia de la humanidad a través de sus au- ante el consumo desmedido?, ¿reivindicación
tómatas esbeltos y fragmentados, primero en social?, ¿juicios de valor sobre la intervención
la pintura y luego en tres dimensiones. En la del cuerpo con fines estéticos? Si bien no se tra-
primera mitad del siglo xx, dentro de lo que se ta nunca de secuencias de contenido anecdótico
consideran las vanguardias históricas, tanto o aleatorio, los grupos de obras que componen
en Europa como en América Latina, la tríada la producción de este fotógrafo recalan siempre
maniquí-escaparate-calle o el fetichismo humo- en lo testimonial antes que en lo reivindicativo
rístico, existencialista o delirante –las novelle como anclaje conceptual.
de Ramón Gómez de la Serna (La abandonada Desmembrados o en plenitud de facultades,
en el Rastro, 1929) y Felisberto Hernández (Las hay presencias pseudohumanas que desplazan
hortensias, 1949) son un ejemplo– no escapan su corporeidad etérea y franquean lo cotidia-
al tratamiento de este objeto recurrente duran- no en una dimensión evanescente, ingrávida y
te el surrealismo. En el caso de Pérez-Luna, el simultánea a la de los transeúntes, grávidos y
maniquí personifica el fetiche de atracción in- carnales, inmersos en un tejido de transparen- DE LA SERIE MANIQUÍES / ALEXIS PÉREZ-LUNA
voluntaria que desde hace años lo persigue en cias superpuestas bajo el que subyace –o se so-
su andar de soledades y toma cuerpo material brepone, no es fácil diferenciarlo– el entramado be la huella evocadora de los grandes maestros existe entre el ombligo y la planta de los pies.
como parte de sus visiones urbanas. de varias capas que corresponden a la piel de la del barroco universal. 2 Su título original es Vier Bücher von menschlicher
Este compendio de obras que arranca su bi- ciudad. Letreros de grandes marcas; cemento Alegorías no integra un catálogo accidental Proportion, Núremberg: Formschneider (Jeronymus),
tácora a mediados de los años setenta y conti- y vidrio de viviendas o locales comerciales; ar- que complace con mayor o menor benevolencia 1528. La obra de Durero sobre las proporciones hu-
núa inconcluso hoy –el autor sigue indagando quitectura urbana; concreto en el que trajinan el criterio del usuario visual acostumbrado a manas se llama los Cuatro libros de la proporción
entre esos cuerpos como deuda insaldable que pisadas anónimas; la textura de las sombras o degustar material gráfico. Como totalidad, con- humana.
parece acompañarlo más allá de su concien- los reflejos de objetos, vehículos y peatones; la signa las miradas múltiples que con insistencia 3 Hillel Schwartz. La cultura de la copia. Pareci-
cia–, es también para él sumario de ausencias trama prolija de la vegetación o la huella coti- depositó Alexis en su objetivo durante varias dos sorprendentes. Facsímiles insólitos. Manuel Ta-
entre multitudes anodinas, además de breviario diana de los hábitos. Vida que hace vida al fin décadas del siglo xx y las que van del xxi –ino- lens (traductor), Frónesis, Cátedra, Universitat de
de vanidades: “Vanidad de vanidades, todo es dentro de una realidad impalpable que en al- cuas y tímidas al principio quizás, adiestradas, València. Disponible en: https://books.google.co.ve/
vanidad” (Vanitas vanitatum, omnia vanitas). gunas de estas tomas se muestra como la más punzantes, rotundas con el pasar de los años–, books?id=SaE_4KBO7qMC&pg=PA110&dq=Lester+-
El tópico que asoma ya en el Eclesiastés como palpable irrealidad. por lo que a través de su semblanza se descri- Gaba+Cyntia&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwi4nYW_ic-
alusión a la futilidad de los placeres terrenales Desde el punto de vista formal, en estas in- ben paisajes urbanos que dan cuenta de las mo- njAhUHnlkKHXnmD48Q6AEILzAB (consultado el 19
–tratado en la pintura, la escultura y la litera- vestigaciones Alexis hace uso de todos sus co- das y los estilos de vida de las sociedades. Es de marzo de 2019).
tura durante el Barroco–, cobra un significado nocimientos, preocupaciones y sensibilidades su intrínseca inconclusión la característica que 4 Obsesionado con la compositora vienesa de la
contemporáneo en este trabajo. Si con esta ex- estéticas y éticas, así como de su buen hacer con más tino concluye la abarcabilidad espacio- Escuela de la Bauhaus, Alma Schlinder, “(…) Oskar
presión se le recuerda al hombre su finitud y en cuanto a la técnica del hecho fotográfico. El temporal de este corpus fotográfico. Con él se Kokoschka encargó a un fabricante de marionetas una
la banalidad de los anhelos mundanos, la esen- desenlace es un proceso creativo para el que sacan a la palestra temas medulares en la exis- muñeca de tamaño natural que clonaba el objeto de su
cialidad humana queda aquí patente a través pone a prueba su propia jerga, desde cuyo há- tencia social de los últimos cuarenta años sin deseo en los detalles más íntimos. Le puso nombre, le
de apariciones de mirada perdida y sonrisa in- bil manejo se empeña en atrapar composicio- telas de juicio, con una voluntad y una creencia compró los modelos más sofisticados, la llevó al tea-
finita, enteros o desmembrados, que a partir de nes osadas y múltiples, donde luces, texturas, férrea en el documentalismo como estrategia tro y en una noche de insomnio y alcohol la decapitó y
su propia materialidad física evocan lo fugaz de brillos, color, escalas y perspectivas potencian de comunicación, pero también de expresión tiró su cuerpo por la ventana. Los vecinos creyeron ver
la vida y ponen en tela de juicio los cánones de la imagen para destacar contenidos y significa- poética a través de la imagen. un cadáver en el jardín y llamaron a la policía”. Gon-
belleza y las aspiraciones de consumo. dos. El fotógrafo captura espacios escénicos de Alexis Pérez-Luna es un registrador de situa- zalo Ugidos. “Alma Schindler, la mujer que cautivó a
No obstante estas consideraciones, fundamen- compleja construcción donde la información se ciones y escenarios, porque ante todo y sobre Gustav Mahler, Walter Gropius y Oskar Kokoschka”.
tales para emprender un acercamiento al com- duplica, se propaga como efecto de réplica, pa- todo es un fotógrafo que como generador de Disponible en: https://www.elmundo.es/yodona/li-
pendio fotográfico que tenemos entre manos, ra exprimir la sustancia de la toma y entregar- imágenes nace, crece y vive para ser testigo de festyle/2019/07/13/5d24552d21efa093138b4660.
el interés de Alexis Pérez-Luna por los mani- nos imágenes que rezuman de detalles plenos las historias de soledad, amor, nostalgia y dicha html (consultado el 22 de julio de 2019).
quís supera el trato con el objeto contextuali- en mensaje. Las piezas que componen esta serie que su lente va encontrando. Él es el espectador 5 De acuerdo con el historiador y filósofo Arthur C.
zado en su proscenio habitual, digamos en su rara vez son livianas. Tanto en ambientaciones en primicia de esos escenarios, a la vez que lo Danto, la primera exposición que Andy Warhol rea-
hábitat natural –el escaparate de una tienda de repletas de figuras hasta en aquellas monolíti- somos nosotros, en un efecto cuasi reflejo del lizó fue en una tienda departamental, cuando diseñó
barrio, un mercado de pulgas, una venta am- cas o de foco único, la mirada del autor nunca que el autor nos hace partícipes para asistir a los escaparates de Bonwit Teller en abril de 1961. Ahí,
bulante, el margen de la escalera mecánica en es unívoca y sus fotos convocan a la metáfora ellos también como espectadores secundarios. los maniquís convivían con algunos de sus primeros
unos grandes almacenes o el mostrador de una con enorme fuerza semántica. Un torso es a la Pero en la misma medida es un poeta visual y cuadros, como Before and After y otros más inspira-
boutique capitalina– y se arriesga en la impli- vez sensual, erótico y desafiante; una cabeza lo que sale de su foco son sin duda documentos dos en los cómics. Esta experiencia la repitieron otros
cación de otras perspectivas que extrapolan su clama de violencia, sordidez, tristeza o humilla- poéticos que como versos de un extenso poema artistas.
percepción como modelo portante de atributos ción; un grupo de individuos hipnotizados exhi- inacabado, al captar un instante, captan sin 6 En Las hortensias de Felisberto Hernández (Monte-
y quietudes. Es el caso de las “situaciones” que ben el automatismo, la desidia, la intolerancia, proponérselo la memoria de unos tiempos jun- video, 1902-1964), Horacio convive con su esposa y
estos armazones protagonizan antes o después la vulgaridad o el anacronismo. to a la genealogía de sus hábitos y una conducta un maniquí que la duplica. En el desarrollo de la trama,
de su colocación en las vitrinas de calles y cen- Desde el punto de vista estético, estas fotogra- invariablemente propia para mirar el mundo. los roles de ambas se desdibujan y confunden hasta
tros comerciales de Caracas u otras ciudades de fías parecen alimentarse y hasta “disfrutar” de perder los linderos que a los tres personifican. Gropp,
tránsito o residencia para el fotógrafo. Con este los fundamentos pictóricos del barroco y el ma- *Esta versión de “Cuerpo humano y maniquí” fue Nicolás. “Una poética de la mirada intrusa. Maniquís y
afán Alexis visita fábricas y “cementerios” de nierismo, entendiendo estos conceptos a partir editada por su autora para este PDF. La versión escaparates en la literatura de Felisberto Hernández”,
maniquís, depósitos, anticuarios, mercadillos o del abigarramiento y la diversidad de puntos de original y completa del ensayo está disponible en Fragmentos, Universidad de la República, Montevideo,
restos de trastiendas viejas con mercancía en fuga que dinamizan las composiciones llenán- www.el-nacional.com. Uruguay, 200, pág. 47-64.
desuso, para espiar tras bastidores su “vida” dolas de movimiento. Se une a esta referencia 7 Cristoph Rodiek. “Los gestos de los maniquíes”, Ra-
anterior o posterior y tomarle el pulso a la otre- la búsqueda constante de los amplios campos 1 Según estas pautas, el ser humano de dimensiones món Gómez de la Serna, en Del cuento al relato híbri-
dad de estos seres inanimados. Surge aquí el re- de luces y sombras que contribuyen a reforzar perfectas, manos y pies extendidos en cruz, debe que- do. En torno a la narrativa breve de Camilo José Cela,
lato que completa la narración, las escenas que el tono de los altocontrastes, cuyos claroscuros dar dentro de un círculo cuyo centro exacto coincida Iberoamericana, Madrid, 2008, pág. 243.
cuentan la historia desde el otro lado de las co- acentúan a su vez el dramatismo encerrado en en el ombligo, de modo tal que la distancia entre el 8 Jaime Avilés. La rebelión de los maniquíes, editorial
sas, las omisiones, las verdades ocultas tras los las escenas. Y es allí justamente donde se perci- ombligo y las puntas de los dedos sea igual a la que Grijalbo, Madrid, 1991, pág. 243.
focos de los escaparates o la exhibición a pie de
calle, con la captura de esas “otras” apariencias
que resultan del trajín al que son sometidas es-
tas matrices humanas: da igual que pierdan un
brazo, una pierna, un ojo o los cabellos porque
en ese momento no cuentan para los propósitos
e intereses comerciales. Esa otredad reconocida
en la que se asumen nuevas implicaciones pone
sobre el tapete el concepto de deconstrucción
del cuerpo como un elemento no desestimable
en el discurso narrativo de algunas de estas fo-
tografías. En La rebelión de los maniquís Jaime
Avilés cuenta:8
La bóveda del taller, en tinieblas al fondo, es-
tá repleta de brazos, piernas, troncos, nalgas,
cabezas pelonas, cuerpos completos, de pie, en
las más sofisticadas posiciones. La imagen es
más la de una morgue, de un destazadero. El
olor de los ácidos, el polvo flotante, la viruta de
fibra de vidrio –el picapica de las maldades en
la escuela– conspira contra cualquier impulso
de lascivia.
Algunos cuerpos son mecanomorfos y seria-
les, a caballo entre el medio bulto o el bulto re-
dondo, con o sin rostro humano. A veces son
meras cabezas, torsos, piernas en las que se ex-
hiben medias o pantalones; brazos y manos pa-
ra lucir guantes, pulseras, anillos. Fragmenta-
ción como desintegración pero también como
posibilidad de reencarnación en otro contexto,
sueltos o apilados, a la espera de redimirse tal
vez bajo otra apariencia, cautivos en su íntima
desestructura. Ese maremágnum desmembra-
do nos remite a las soledades y desolaciones
que sufren hombres y mujeres en las socieda-
des contemporáneas: seres devorados por las
dinámicas de consumo impuestas por la in-
DE LA SERIE MANIQUÍES / ALEXIS PÉREZ-LUNA
EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022
Papel Literario 9

CINE>>LOS PLEBES, DE EDUARDO GIRALT

“la narcomáquina ha ido


sofisticando el empleo de la
violencia cada vez más para
exhibir un poder total cuyo
papel parece ser despojar
a los cuerpos de toda
humanidad mientras caza
una guerra con el Estado”

LORENA M. VELÁZQUEZ

Hemos compartido el mismo cielo,


ya por mucho tiempo,
quiero decir. Nosotros sabemos de ellos
y ellos de nosotros.
Entre más pasa el tiempo,
nosotros somos menos
Cristina Rivera Garza

E
EMMANUEL MASSÚ Y EDUARDO GIRALT / VAGABUNDA.MX
n la urgencia del contexto latinoamerica-

Acercamiento de un cineasta
no de entablar el diálogo con la noción de
violencia (y las distintas acepciones que
esta pueda manifestar) y la noción de po-
der, circunscritas ambas al ámbito de la represen-
tación, la crónica roja y la narconovela resultan

venezolano al engranaje
ser los discursos más conocidos, que encarnan
esta problemática. En el caso de Los plebes, es
inevitable darnos cuenta que estamos frente a
uno de los derroteros más crudos que ha adqui-

del narco imaginario mexicano


rido el imaginario mexicano en la actualidad.
La proyección de Los plebes ocurre justo en una
época en la que la imagen juega un papel funda-
mental en la construcción de un imaginario co-
lectivo. Es innegable que la primera impresión
que nos deja este documental es la de estar viendo
por la mirilla a un grupo de jóvenes que asumen
como natural el ejercicio del delito y la muerte tado sin entrañas” también tiene parte en la gene- Efectivamente, el rostro de la Vagancia cumple fotografía poco pulida y el uso de los celulares
como gajes del oficio porque han crecido enta- ración de este “horrorismo” como modus viviendi con una función, como dice Rivera Garza: “el ros- como medio para capturar la historia, parece ha-
blando un diálogo cara a cara con un fenómeno del que participan estos jóvenes de manera bidi- tro es una puerta. Conecta sin remedio [...] Míra- ber provocado cierto rechazo de Los plebes en el
tan multiforme como la violencia. La juventud de reccional, en tanto son causa y consecuencia de me, nos dice”. Ciertamente nos pasa al mirar el ámbito mexicano. Ernesto Diezmartínez, sina-
Los plebes es lo que nos sobrecoge porque estos un ejercicio político que no ha alcanzado su deber documental, que nos resulta ilógico cómo un jo- loense, crítico de cine, alude al paso por debajo
jóvenes sinaloenses nos han dejado entrar a su ser, sino que por el contrario, multiplica la vio- ven puede discurrir tan fácilmente entre hablar de la mesa que tuvo la cinta en el festival de cine
mundo y muestran con naturalidad cómo se ha lencia ante la imposibilidad de controlar su géne- de su cotidianidad, abrazar amorosamente a su FICUNAM, desde la significación que tiene para
erigido en lo social esa fuerza que es la violencia sis. Los plebes se convierten entonces en cuerpos perro, acicalarse para su novia y prepararse para él por su gentilicio: “no me aporta nada nuevo,
como política ejercida por otros medios. disciplinados mediante el trabajo de la violencia. cumplir un encargo del patrón con fusil en mano. nada que yo no supiera y ni siquiera lo muestra
El primer contacto con el documental de Em- Servir a la narcomáquina hace que Los plebes El grabar la intimidad fue la apuesta de Massú de una forma particularmente atractiva”. Efec-
manuel Massú y el venezolano Eduardo Giralt sean a la vez todos y ninguno. Formar parte de la y Giralt, lo cual tiene mérito si se entiende que tivamente, la fotografía desmerece la narrativi-
nos obliga a repensar las ideas preconcebidas so- narcomáquina es no solo garantizar la vida, sino con ello invirtió el discurso que sataniza al sica- dad presente en el trabajo de los cineastas, pero
bre la narcocultura. Este término hoy día inclu- también, pertenecer. rio y devuelve la mirada a ese nosotros que es la la adopción de esta estética por parte de Giralt
ye artefactos culturales variopintos (tanto en la sociedad mexicana de una manera cuestionado- implica un posicionamiento frente al campo y el
industria televisiva como en el cine, la literatu- La Vagancia ra. Tanto Reguillo como Rivera Garza, escritoras asumirse con una actitud distinta ante el discur-
ra, la música, entre otros) que han edificado un La carencia de nombre, la sujeción al patrón y avocadas a la realidad mexicana, dejan claro el so audiovisual lo ha ubicado en una diferencia,
artificio continuamente vinculado a la opulen- la custodia constante de la santa muerte que los hecho de que el surgimiento de estos colectivos una postura muy cercana a lo que Rivera Garza
cia y el derroche de quienes hacen vida en el cri- acompaña dista mucho de la vida de ensueño que refiere a una fuga del cuerpo social hegemónico, llama “dolerse”. De este modo, es más que lo que
men organizado. La narcocultura es una venta- nos imaginamos. Si algo es seguro en este traba- no necesariamente por no identificarse con él, si- no nos dice que lo que muestra, la puerta que
na al mundo del narcotráfico, pero también es la jo de Giralt es la apuesta a narrar más de lo que no porque ha resignificado la forma que lo vin- abre el rostro de La Vagancia es hacia la fisura
aproximación a un imaginario colectivo que ha vemos y es a través de La Vagancia, que se nos cula a ese nosotros que es ser mexicano. De esta de las nociones de la identidad local y glocal, ha-
ido erigiéndose al margen desde hace décadas, revela lo que hay detrás de la máscara de aquel manera, la sociedad ha sido testigo del auge de la cia la comunidad. La Vagancia es un rostro de
hasta convertirse en una maquinaria, la narco- que llamamos sicario: la humanidad. fantasmagoría del narco sin poder hacer mucho un gatillero sinaloense, pero puede ser también
máquina, como la llama la investigadora Rosana “Yo soy la película” dice La Vagancia, el sicario más que asombrarse. Aquellos que han crecido el rostro de un gatillero en cualquier otro país
Reguillo, un conjunto de prácticas diversas que que asume el papel principal en el documental. bajo este diálogo en las calles del norte del país, latinoamericano cuyo gentilicio también ha si-
han logrado penetrar en la vida cotidiana y que, han encontrado en estos grupos un nosotros que do arropado por la narcocultura. Por tanto, la
como máquina de poder, avanza generando restos responde a una identidad fracturada, construida crítica vio la realidad sin la espectacularidad y
o cuerpos transformados por su accionar. El im- “de múltiples maneras a través de los discursos, el lujo y parece no resolver una forma distinta
pacto es tal, según Reguillo, que la narcomáquina prácticas y posiciones diferentes, a menudo cru- de acercarse fuera del patrón estereotipado del
ha ido sofisticando el empleo de la violencia cada zadas y antagónicas” (Hall, 2003: p.17). Es por eso consumo. La estética del deterioro también es un
vez más para exhibir un poder total cuyo papel que en La Vagancia se une el joven sin futuro y discurso presente; potencia, muchas veces, que
parece ser despojar a los cuerpos de toda huma- que apenas tiene para vivir, ante el cual se puede se ha ido acrecentando cada vez más en el con-
nidad mientras caza una guerra con el Estado. La estética sentir lástima, pero también ese rostro del horror texto latinoamericano y este documental es una
La mitificación del mundo narco ha sido respal-
dada por la construcción discursiva que ha hecho
del deterioro que tiene la mano manchada de sangre y ataca a
mansalva por unos cuantos pesos.
señal de ello.
La apuesta de Giralt y la de quienes vean este
de ella la industria del entretenimiento, afincada
en el consumo de esa estética de la opulencia. Pa-
también es Esos muchos que son Los plebes adquieren, a
través de La Vagancia, un rostro que dentro de
material debe ser entonces, no la de esperar la
espectacularización del narcotremendismo, sino
ra muchos, hablar de narcos implica oro, relojes, un discurso presente" la guerra de los narco cuestiona la capacidad de
estos de ser unas vidas que merecen ser lloradas.
la de “dolerse” porque solo así se puede permitir
que se participe de una reconfiguración “de lo vi-
mujeres, carros, mansiones y ropa cara. Eso nos
han vendido las grandes cadenas. Y en parte lo es, Este planteamiento de Judith Butler intenta des- sible, lo decible, lo pensable; y por eso mismo [ser]
pero, el mundo del narco, tiene también sus códi- configurar esa idea preconcebida de la valía o no un paisaje nuevo de lo posible” (2011: p. 16) como
gos y su organización, lo cual implica que lo que de una vida dentro de un espacio excepcional. En apunta Rivera Garza.
nos han mostrado es solo la punta del iceberg. Los este caso, ¿vale la vida de un sicario? ¿Vale la vida
que están en primera línea de esta guerra, esos de La Vagancia o la de alguno de Los plebes? Des- Butler, J. (2010). Marcos de Guerra. Las vidas lloradas.
cuerpos expuestos, son precisamente los plebe, jó- de los esquemas conceptuales bajo los cuales se Madrid: Paidós.
venes despojados de un nombre y cuya identidad desarrollan nuestros códigos sociales, podríamos Diezmartínez, E., 2021. Estampas en línea del FI-
adolescente oscila bajo un entramado simbólico dudarlo. El sicario no merece vivir, tampoco me- CUNAM 2021. [online] Letras Libres. Disponible en:
que han adoptado entre las balas, para subsistir rece ser llorado. Una vida llorada implica ser re- <https://letraslibres.com/cine-tv/estampas-en-li-
a un destino al que creen estar signados por el conocida y el hacerlo, pone en tela de juicio nues- nea-del-ficunam-2021/> [Accessed 6 November
lugar en el que nacieron y con el cual están en tra moral y nuestra ética. Sin embargo, algo que 2021].
pugna. Butler recalca tajantemente es el hecho de que Hall, Stuart. (2003). “Introducción: ¿quién necesita
De esta manera, la mirada que nos ofrece Los en la guerra, la vida en sí, independientemente `identidad’?”. En Hall, Stuart et. al. Cuestiones de
plebe es hacia la intimidad de los noveles sicarios de las circunstancias políticas que la rodeen, es identidad cultural. Buenos Aires, Amorrortu.
sinaloenses, los narcolenials (como les llama Gi- una vida merecedora de ser llorada en tanto que Massú, Emmanuel & Giralt Brun, Eduardo. (2021). Los
ralt), desde una esquina distinta: del lado donde valiosa por la potencia que hay en sí misma. plebes [video]. Cine Buro, Río Azul, Vice.
estos son más que su criminalidad, donde tam- Entonces, cuando Giralt claramente enfati- Neira, H. (2021). Los plebes, documental sobre la sórdi-
bién son jóvenes, carnales, morros de una chica, za en varias de sus entrevistas que su objetivo da vida del sicario - Reporte Indigo. [online] Reporte
con sueños. Los plebe se encarga de mostrar, no no era hablar de violencia y “matazón” (pala- Indigo. Disponible en: <https://www.reporteindigo.
el morbo convertido en espectáculo, capaz de fac- bra usada por él) sino humanizar a los sicarios, com/piensa/los-plebes-documental-sobre-la-sor-
turar millones de dólares, sino la ruptura de los también distingue el hecho de que humanizar dida-vida-del-sicario-ficunam/> [Accessed 5 No-
estereotipos que se han creado dentro del narcoi- no implica romantizar. De manera que el pro- vember 2021].
maginario. La respetada escritora Cristina Rive- yecto del documentalista es claro: contrarres- Reguillo, R., (2011). La narcomáquina y el trabajo de la
ra Garza, en una acuciosa reflexión sobre la con- tar el cine que ha hecho de la narco cultura la violencia: Apuntes para su decodificación. [online]
temporaneidad mexicana, apunta a señalar que mascarada que conocemos. Es claro que esto le Instituto Hemisférico de Performance y Política. Dis-
ha sido un “Estado sin entrañas” (2011: p. 12) el ha valido al documental la credibilidad para po- ponible en: <https://hemi.nyu.edu/hemi/es/e-mis-
que ha servido la mesa a la aparición de los cuer- sicionarse como una apuesta valiosa ante pro- ferica-82/reguillo> [Accessed 6 November 2021].
pos desmembrados, de los desaparecidos, de las ducciones de la misma índole, sin embargo, una Rivera Garza, C., (2011). Dolerse. Textos desde un país
mujeres mutiladas y abusadas. Este mismo “Es- herido. 2nd ed. México: surplus ediciones.
10 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 3 DE ABRIL DE 2022

DESPEDIDA >> CHELIQUE SARABIA (1940-2022)


José Enrique vida estudiantil en Caracas, en 1955,
Chelique no se perdía una ranchera
Sarabia Rodríguez, en el cine Ayacucho. Eso fue así desde
su época escolar en San Tomé. Aquel
Chelique Sarabia, fue film, Ansiedad, con Pedro Infante y
Libertad Lamarque, le sirvió de inspi-
compositor, letrista, ración para recordar a su novia y es-

cantante, productor cribirle una canción de amor. Al can-


tante Rafael Montaño, le gustó. Eso fue
musical, publicista, suficiente para incluirla en su primer
LP, pero la popularidad para Chelique
asesor político y y su canción, comenzó cuando Nat
King Cole, la cantó en el Show de Ren-
autor de más de 2 mil ny Ottolina, por Radio Caracas TV y la
canciones incorporó con “Cachito, cachito mío”
en su primer álbum latinoamericano
en español. Chelique la había escrito
en sus 15 años, “atormentado con mi
EVARISTO MARÍN novia lejos y deseoso de acariciarla”.
Eso fue lo que dijo en un foro periodís-
“Laguna de la Arestinga/ llena de os- tico con Alexis Rosas, al recordar el
tras y manglares/ navegando en tus ca- acontecimiento.
nales/ viene la Virgen del Valle”. “Este joven músico tiene una bellísi-
El piragüero de Chacachacare y La CHELIQUE SARABIA / ARCHIVO ma canción, si eso es lo que estás bus-
Arestinga, Chelique Sarabia, cantor cando”, le dijo Renny a Nat King Cole,

Chelique Sarabia levó anclas


de sueños y de muy románticas tona- al presentárselo en su estudio de Ra-
das para esta tierra prodigiosamente dio Caracas TV. Eso fue así. En la voz
musical, levó anclas hacia la eterni- de Cole, “Ansiedad” fue muy pronto
dad, en el muy reciente 16 de febrero. un éxito internacional. Que se conoz-

hacia la eternidad musical


Estaba por cumplir 82 años. El país ca, hay casi mil versiones, en todos los
que acarició con sus versos y sus can- idiomas.
ciones, le dijo adiós desde los azules Con su primera esposa, Dinohira
de Lechería, cuando estaba próximo Frontado, Chelique tuvo tres hijas,
el festejo de Carnaval, en medio de los cidos”, nos cuenta, desde su exilio en postal en las rutas de la Gran Sabana, “Venezuela, un país para querer”, lo Dichel, Katheriney Whendy. Fue el
fuertes oleajes y vendavales de la cua- Bogotá, su gran amigo, Gonzalo Olive- pero sí fue muy admirable su destreza rodearon de gran prestigio como pu- feliz abuelo de nueve nietos y cinco
resma del 2022. Para llorarlo en silen- ros Navarro, en alusión a una costum- marinera. Tal era su pasión por la mú- blicista y agrandaron su popularidad. bisnietos. Tras su divorcio, contrajo
cio, la poetisa zuliana Soledad Morillo bre muy arraigada en La Asunción y sica y por el mar que el camarote de En los comienzos de su exitosa activi- matrimonio hace 28 años con María
Belloso, bordó en un pañuelo con de- en todos los pueblos de la Margarita. su yate “Mamá Pancha” fue a la vez dad como productor de radio y televi- de Jesús Sifontes. Los dos trabajaron
dal y sedalina, las ocho letras de una En una época de mucho éxodo hacia dormitorio y estudio de grabación. No sión, “Ansiedad”, una de sus muchas juntos, desde 1976. Un día, ya divorcia-
sola palabra, Ansiedad. Esa fue la más los campos petroleros, cuando nació es de extrañar que más de alguna can- canciones juveniles, lo hizo sorpresi- dos ambos, Chelique le propuso ma-
internacional y famosa de sus muchas Chelique, su padre, Santos Sarabia, ción o un gingle publicitario surgiera vamente muy famoso, en la voz de Nat trimonio. Estaba en México invitado
canciones. notable improvisador de versos de ga- mientras se deleitaba al timón de su King Cole y otros cotizados cantantes. por Armando Manzanero y desde allá
“Tal vez esté llorando mis pensa- lerón, formaba parte de los primeros barco, entre Margarita y Lechería, su “Orinoco, río abajo, con la atarraya la llamó, en 1992. “Si no te casas con-
mientos/ mis lágrimas son perlas que pobladores de San Tomé, el más gran- ruta de navegación predilecta. en la mano y la esperanza en el bote” migo, me quedó en México”, le dijo, ri-
caen al mar/ Y el eco adormecido de de campamento de la Mene Grande Oil Es bueno también conocer que con Más que de la cautivante magia poé- sueñamente, por teléfono. Ese mismo
este lamento/ hace que esté presente Company. El muchacho comenzó a cre- toda la merecida fama que le dieron tica que las caracterizan, a Chelique le año se casaron y mudaron de Caracas
en mi soñar”. cer en las tierras petroleras de Anzoá- sus canciones, sus derechos de autor gustaba hablar de la historia y de los hacia Lechería. A Francisco Esteban y
Abrumada hasta el llanto y como ella tegui y a Pancha, la madre maestra, nunca fueron la primera fuente de su motivos que originaron sus canciones. a María José, los dos hijos de Chucha,
misma describe, sin cartas de navega- Francisca Cirila Rodríguez, le encan- sustento económico. Chelique se ufa- Eso ocurrió con “Mi propio yo”, uno en un anterior matrimonio, los quiso
ción en su memoria, Soledad Morillo taba ponerlo a declamar versos. Esas naba de haber sido fundamentalmente de sus temas más populares. “¿Por qué como propios. El afecto fue reciproco.
Belloso, se preguntó en medio de su eran sus primeras tareas escolares. un publicista exitoso. El estudio musi- tus canciones son tan tristes?”, le pre- “Se amaron inmensamente, lo de Che-
gran pesar, “cómo se canta un adiós Una señora que trabajaba como do- cal que le servía de oficina alterna, en guntó un día, de zopetón, Rosa Virgi- lique y Chucha fue un amor eterno”,
a alguien que nos llenó la vida con su méstica en la casa le regaló su primera Caracas, en sus tiempos de directivo nia Chacín, una de las primeras y más enfatiza, regocijado, un fraternal ami-
música”. bandolina cuando tenía solo ocho años. de Corpa Publicidad y en la gerencia jóvenes intérpretes de sus primeras go de ambos, Gonzalo Oliveros.
Con Chelique Sarabia se le fue a Ve- No se exagera al tenerlo, con Hernán de producción de Radio Caracas TV, composiciones musicales. Guardó si- Diestro con el arpa, el cuatro y la
nezuela un gran protagonista musical. Gamboa, entre los jóvenes petroleros estaba dotado de los más sofisticados lencio, pero no lo olvidó. “Estaba afei- bandolina desde su adolescencia, su
Su creatividad puede definirse como que le dieron fama musical al campa- equipos. Allí grabaron discos comple- tándome me acordé de eso y entonces época juvenil de estudiante en Cara-
colosalmente espectacular. Composi- mento de San Tomé, sin olvidar por tos, entre otros, sus grandes amigos cogí papel y lápiz y la escribí de un so- cas, a partir de 1954, se le abrió a Che-
tor prolijo, en este país, mi país, tu país, ello que su identificación y apego con Armando Manzanero y Marco Anto- lo tirón”. Rosa Virginia, primero y lue- lique un insospechado mundo como
deja más de 800 canciones, registradas Margarita fue algo que siempre estu- nio Muñiz. De los estudios de Chelique go su hermana María Teresa Chacín, músico y cantante. Su porvenir musi-
con su nombre en la Asociación Ve- vo muy ligado a su existencia. Quizás surgieron gingles publicitarios de gran fueron las cantantes que le dieron ma- cal comenzó a cambiar desde sus co-
nezolana de Músicos y Compositores. por eso, cuando sintió que se aproxi- impacto electoral en las campañas de yor popularidad a sus canciones. La mienzos como bandolinista en el gru-
Pocos han logrado semejante proeza. maba su vejez, Chelique buscó la apa- Acción Democrática. Sus vinculacio- afinidad y hermandad con ellas fue po del Maestro Aníbal Abreu, en Radio
Escribió la letra del himno de Cara- cible orilla de una playa, en las costas nes con AD fueron muy fuertes, des- siempre proverbial. “Las quiero como Caracas Televisión. “Un día, Aldema-
cas y la música y la letra del himno del de Anzoátegui, región que siempre de los días ardorosos de las protestas unas hermanas”, siempre se ufanaba ro Romero premió con aplausos mi in-
Municipio Diego Bautista Urbaneja, en tuvo como suya. Allí le llegó el final. estudiantiles contra el gobierno mili- en decir. terpretación de uno de sus valses”, se
homenaje a Lechería. Eso nos habla de La salud se le quebró en medio de di- tar de Pérez Jiménez, en 1957. Preso y En un carro y en los pocos kilóme- regocijaba en recordar, al rememorar
un legado inmensamente admirable. versas dolencias. Su contextura física, expulsado a Curazao, cuando cayó la tros que separan a Cantaura de San aquellos primeros años. Luego, bas-
José Enrique Sarabia Rodríguez, na- menuda y frágil, fue abatida en pocos dictadura el 23 de enero de 1958, aca- Tomé, escribió los versos de su célebre tó incorporar a las hermanas Rosa
ció margariteño, entre el verdor y la meses con males respiratorios y un baba de regresar al país, de contraban- “Chinita de Maracaibo”. Para la época, Virginia y María Teresa Chacín a su
fragancia de los mameyes de La Asun- cáncer de próstata, entre otros fatales do en un barco, y estaba escondido – solo había ido a Maracaibo muy fugaz- conjunto Alma Juvenil y los primeros
ción, cuando Europa estaba estremeci- diagnósticos. “Soy margariteño de na- con nombre falso– bajo la protección mente. “Cuando nos bajamos a echar discos con las canciones de Chelique
da por los bombardeos y cruentos com- cimiento y chamariapero de corazón”, de unos familiares en Margarita, listo gasolina en la estación de servicio de Sarabia, comenzaron a sonar exitosa-
bates de la Segunda Guerra Mundial, decía de su afinidad con Cantaura, la para volver a Caracas. Bajo Hondo, a los versos de La Chinita mente en la radio venezolana.
en 1940. Era 13 de marzo. Caía una li- antigua Chamariapa indígena, ciudad En 1973, Chelique adquirió mucha solo le faltaba la música. Logré hacerla El Chelique de “Orinoco río abajo”, el
gera llovizna y el día levantó con cielo anzoatiguense que frecuentó y que notoriedad como autor de la letra esa misma tarde”. cantante y compositor que llenó toda
muy plomizo, en aquel primer amane- oficialmente lo declaró alguna vez hi- y música de “Ese hombre si cami- “El lago te dio su voz/ rumor de olea- una gran época con sus bellas tonadas
cer, pero nada de eso contuvo la pre- jo adoptivo. na”, consigna considerada clave en je tranquilo/ el Catatumbo su luz/ con llaneras y plegarias musicales para la
sencia de parranderos familiares, para Músico, cantante, publicista, poeta, la triunfante campaña presidencial resplandores divinos”. Virgen del Valle y La Chinita de Mara-
celebrar el feliz acontecimiento. “Los radiodifusor, aviador, marino. De to- de Carlos Andrés Pérez. Campañas La historia de “Ansiedad”, la canción caibo, ha sido desde muy joven una ce-
‘miáos’ con ron Chelia, eran casi siem- do esto fue. Pocos lo recuerdan en el de gran resonancia como aquellas de que le dio mayor fama y popularidad lebridad. Navega muy airosamente en
pre muy abundantes por los recién na- rol de tripulante de un avión de Aero- “Acude, te estamos esperando” y de es de película. En los comienzos de su el alma musical de Venezuela.

Cuando la saga salió del baúl, nuestro tesoro perdido


“Lo curioso de Por supuesto, el poema lo usaron de
fondo para las imágenes con que co-
cados por la pluma del autor y las cá-
maras de Jaime Monjardim.
trató a Ruy Barbosa y el paulista se
marchó con su historia bajo el brazo.
un servidor –apenas seis del grupo de
treinta actores de doblaje seleccionado
Pantanal es que antes menzaba cada capítulo de Pantanal
transmitida por Televen. Ese extracto
Si a todo lo anterior añadimos las
canciones interpretadas por Tiberio
El primer capítulo salió al aire el 27 de
marzo de 1990 y esa noche la dramatur-
por los productores allá en Río de Ja-
neiro para hacer las voces de Yuma y
de ser transmitida por de “Sagrado corazón de la tierra” ori- (Sergio Reis) y Trinidad (Almir Satter), gia televisiva en Brasil dio un giro de Doña Suleica, Juve, María Bruja, Ta-
ginal de Marcos Viana aumentó literal- pronto caemos en cuenta de que son 180° a la industria del entretenimiento. deo, Tenorio y Trinidad, respectiva-
Manchete, el guion mente la asistencia esa noche al evento fábulas escritas en negras y corcheas TV Globo descendió al segundo lugar mente–, cada noche oficiamos un ritual

pasó varios años “¿Hacia dónde va la telenovela brasi-


leña?” en la Universidad de Carabobo
para alegrarles la vida a la peonada de
José Leoncio, la abnegada Filó, el in-
de sintonía en el vecino país, Manche-
te subió al trono y “en 1992 los vene-
intercambiando opiniones sobre algún
capítulo. Podría decirse que dejamos a
arrumbado en baúles en 1992. En dicha conferencia expliqué
por qué Benedito Ruy Barboza y sus
genuo Tadeo, la muda, Guta, Alcides,
Levi y demás lugareños.
zolanos hemos tenido el privilegio de
doblar ese dramático al español para
un lado las ruindades y abyecciones
padecidas en tanto habitantes de esta
de la Central Globo de libretos sobre una chica que se trans- Lo curioso de Pantanal es que an- el resto del hemisferio, las islas Filipi- Tierra de Gracia saqueada, expoliada
forma en jaguar en noches de luna lle- tes de ser transmitida por Manchete, nas y España” (Universidad de Cara- por maleantes como Tenorio para vivir
Producción” na y un viejo ermitaño que se vuelve el guion pasó varios años arrumbado bobo, 1992). en ese mundo mítico de 10 a 11pm. Allá
anaconda allá al sur de Brasil acapa- en baúles de la Central Globo de Pro- Hasta aquí la versión abreviada de lo la jerarquía del ser humano, su idea de
raron la teleaudiencia a las 9 pm. Era ducción. Llegó el proceso de prepro- que compartiera esa noche con tantos supervivencia y su noción de progreso
ALÍ E. RONDÓN algo inusual ver a la hora de la teleno- ducción en 1984 para ser exhibida en seguidores de la novela allá en Cara- se miden por el respeto a sus semejan-
vela estelar el vuelo de tuiuiús y garzas el horario de 6pm, pero como en aquel bobo. Hoy, a propósito de la reposición tes y el amor a la naturaleza…nuestro
Con esos versos recitados en portugués al amanecer, cocodrilos retozando a la entonces las lluvias en la región difi- de Pantanal por el canal de Horizonte, tesoro perdido.
ante la cámara, la licenciada María Eu- orilla de una laguna, chigüires mero- cultaron su producción, se canceló el quise compartir lo que aún recuerdo de
genia Revilla promocionó mi participa- deando por la sabana y manadas de re- proyecto y la historia diferida siguió ese romance ecológico. Lilo Schmidt, *Alí E. Rondón, autor de Miniseries y
ción en su programa del mediodía por ses cruzando un río. En otras palabras, durmiendo el sueño de los justos. Salvador Pérez Castro, Ana Ramos, telenovelas: la otra acuarela de Brasil
el canal Niños Cantores de Valencia. toda esa fauna eran figurantes convo- Seis años después, Manchete con- Juan Guzmán, Armando Volcanes y (2006).

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