Como todo fenómeno social, la cultura política es compleja y diversa. Además, los constantes cambios históricos y culturales obligan a las ciencias sociales a reexaminar conceptos y teorías y adaptarlos al contexto, y así mejorar las ciencias sociales. Interpretación y comprensión de las realidades sociales. Como tal, el concepto, que data de la década de 1960 y se centra en países europeos y norteamericanos, requiere un análisis crítico, pero sobre todo una contribución para adaptarlo al contexto estadounidense. El latín, como argumenta Johnny Mayoni O, está por delante. También puede crear una nueva definición, es decir los rasgos latinos más típicos y las realidades culturales e históricas actuales. Por otra parte, la cultura política necesita ampliar sus horizontes sobre la realidad incorporando nuevos elementos políticos, no siempre tradicionales, como el empadronamiento, el militarismo político y la abstención electoral. La experiencia política es claramente diferente de la década de 1960, esto no era sorprendente en el sentido de que había una necesidad de propuestas y análisis de nuevas formas e interpretaciones políticas. Finalmente, el informe del PNUD refleja el descontento político que se ha diagnosticado en todo el mundo, y parece haber cambiado poco a pesar de los acontecimientos actuales. Sin embargo, el hecho de que una mujer sea elegida para la presidencia República refleja un cambio cultural político que necesita más estudio. Si bien las decisiones electorales son complejas y multifactoriales, se puede ver y reconocer que existe un grado de aceptación que permite que una mujer llegue a la presidencia, que las mujeres voten primero por las mujeres, y que el actual presidente encarna y representa una filosofía política diferente que se manifiesta en ser más sensuales, más sensibles, más empáticos, con un enfoque en el apego de las personas, que no es tradicional en la política chilena, pero se caracteriza por la racionalidad masculina. Si bien el hecho de tener una presidenta sugiere algunos cambios culturales, como un tipo de discurso político y una mayor aceptación de la mujer en el cargo. La importancia de una presencia en el país, no por supuesto violenta, sino fruto de cambios paulatinos en nuestra sociedad que aún no ha terminado, como lo demuestra el acto de agresión discriminatoria de género de forma dura y franca. La presidenta en ejercicio, Michelle Bachelet, se puso del lado de la oposición y de los políticos dentro de la propia coalición. De esta forma, lo que experimenta nuestra sociedad es solo un atisbo de valores y tendencias políticas cambiantes, lo que refleja una mayor aceptación de la política no tradicional. Aun así, sin embargo, se necesita más tiempo e investigación para explicar los cambios políticos que se están produciendo. Se puede ver que, si bien hay cambios culturales hoy en día, no ha habido cambios significativos en el camino. La política está a cargo de los más altos niveles de gobierno, y no muchos ciudadanos están comprometidos a participar en las decisiones relevantes de la sociedad.