Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde que se dio anuncio en las noticias que un nuevo virus invadía el país de “China El
SARS-CoV-2. Muchos de nosotros tomamos cartas en el asunto, en los medios de
comunicación; radio, tv, periódicos veíamos todo el caos que este trajo, y junto con ello las
nuevas estrategias de autocuidado, Ya que el ser humano vive en constante relación tanto
con nosotros mismo, y con los demás.
Este tiempo de pandemia nos ha hecho replantear nuestro modo de vivir y de relacionarnos.
En primer momento consigo mismo. Este virus nos ha hecho estar en pausa, ya que nuestra
manera de ver las cosas, de ver la situación tan compleja nos poden en un nuevo lugar, y
junto con ello a darnos cuenta que más allá del activismo hay un ser que necesita nuestra
atención y que necesita ser reconciliado, amado, escuchado y con ello a reconocer que
somos frágiles y que solo no podemos; que necesitamos de la compañía de alguien, sentir
su olor, su mirada; porque no hay nada más gratificante para el ser humano que sentirse
acompañado o en otras palabras sentirse amado.
En segundo lugar vimos que las relaciones con los demás han cambiado.
A nivel familiar, nos hemos adaptado a las circunstancias de cada momento, a compartir
más, en fortalecer nuestro espíritu y con ello nuestros lazos familiares que se construyen y
reconstruyen en todo tiempo, que como familia somos capaces de ser el mejor equipo, en
donde el amor, el respeto, la solidaridad, el diálogo, la escucha y la fraternidad hacen que
podamos solventar situaciones adversas.
También cabe nombrar que este tiempo como familia nos unimos para hacer de este un
espacio de conocimiento y reconocimiento de cada uno, según la universidad de Inca
Garcilaso de la Vega en su artículo “convivencia familiar saludable en tiempos de
pandemia” nos pone como familia en una situación nueva, que se requiere la búsqueda de
nuevas estrategias de adaptación, el diálogo y el entendimiento son palabras claves que nos
pueden ayudar ante esta situación.
Del mismo modo pasó con nuestras relaciones sociales, esta vez se han cultivado de una
manera diferente, ahora está de moda el saludo con el choque de codo, la reverencia, el
beso volador, saludo con el pie, miles de maneras que hemos adoptado a la hora de
sentirnos cercanos los unos con otros. Aunque en decir verdad nos hace falta ese abrazo
rompe costillas del amigo.
Aunque siguen las estrategias para podernos ver, hemos cambiado la presencialidad por la
virtualidad. Nuestros momentos de clases en un aula donde la risa, los sueños, el
compañerismo el compartir con el maestro nos ayudaron a hacer más sensibles con la
realidad de tantas personas, la crítica constructiva, lo debates en clases, el juego a la hora de
descanso asía de este espacio algo único de aprendizaje, ahora poco o nada sigue, ya
nuestras clases parecen limitarnos a una pantalla. Las levantadas de muy de temprano, las
largas horas de estar en un trancón, la rutina diaria de largas jornadas en nuestros trabajos,
hoy toman un sentido diferente. El sentarnos a tomar el té en la tarde con amigos ya no
estarán no por el momento...
“Los empleados demostraron que pueden ser productivos desde casa. Por lo
que la flexibilidad en el trabajo llegó para quedarse, predicen los expertos. La
fuerza laboral híbrida consiste en que algunos trabajadores están en la oficina
mientras que otros cumplen sus labores a distancia. Un modelo que permite a los
empleados elegir qué funciona mejor para ellos. Eso podría significar que los
trabajadores irán a la oficina algunos días de la semana, rotarán semanas entre el
trabajo y el hogar, o solo tendrán unas pocas visitas a la oficina al año”. (Vasel,
2020)
En un tercer momento, vemos la relación con todo lo creado, vemos que ha dado un giro
distinto, por un lado, al inicio de la pandemia se vio como tantas personas abandonaban a
sus mascotas porque según ellos y la mala información, estos eran focos de contagio la cual
no era así.
Y es que desde que inicio la cuarentena estricta vimos como la naturaleza y lo que la
compone se iba reconstruyendo, los bosques más verdes, más ríos limpios, nuevas especies
nunca vista fueron apareciendo y a su vez muchas de ellas a ocupar su lugar el cual les
correspondía, menos contaminación fueron los resultados de esta pandemia en la relación
con todo lo creado. Como seres humanos esta relación es fundamental en nuestra vida ya
que nos hace tomar conciencia de que este lugar no nos pertenece.
En un cuarto y último momento la relación con Dios, como creyentes creemos y confiamos
en Dios, pero ante esta situación es posible que nuestra fe disminuya y las dudas aumenten;
aunque al estar en casa no poder asistir a la Eucaristía, a los templos, pueda hacer que esta
relación se vea algo afectada.
Monseñor Felipe Arizmendi Esquive nos dirá “La oración es un recurso de una fuerza y
eficacia increíbles, cuando se hace con fe y perseverancia” En muchas partes se han
cerrado los templos para evitar que la gente acuda a orar y de esta forma se propaguen los
contagios; en otras, permanecen abiertos para que se pueda orar ante el Sagrario y ante las
imágenes devocionales, teniendo los debidos cuidados de limpieza y no aglomeración.
“¿Es posible hablar del Dios de la vida en medio de esta pandemia que se sigue
expandiendo en nuestro mundo? No sólo es posible, debemos tener ojos para ver y
agradecer como Jesús sale a nuestro encuentro en esta compleja situación. Es triste
lo que está pasando mundialmente, pero muestras de lo divino podemos apreciarlo
por ejemplo a través de la gente que nos cuida en el área de la salud, del aseo, de las
personas que transportan alimentos y las que siguen trabajando porque no pueden
hacer la cuarentena. En el espacio eclesial son muchas las religiosas, laicas,
religiosos que están dando su vida y cuidando a los más necesitados” (Galarraga,
s.f.).
Ante esta situación la cual pasamos es necesario buscar la manera para no llegar a
apagarnos en esta relación, el acercamiento a las sagradas escrituras, las oraciones
devocionales o populares nos ayudan a mantener en equilibrada relación, busquemos a Dios
en el silencio de nuestro corazón allí encontraremos las respuestas ante tantas dudas que
puedan estar opacando nuestro dialogo con Dios.
Para concluir podemos decir, el ser humano vive en constante relación tanto consigo
mismo, como con los demás, con lo creado y con Dios. Y en este tiempo de pandemia, de
angustia, tristeza, soledad e incluso la nueva forma de ver la vida nos valdría la pena
detenernos en cada una de estas dimensiones, para evaluarnos y reevaluar cómo estoy
llevando mi vida ante esta nueva forma de vivir y junto con ella contemplar y transformar
ciertas actitudes que nos vendrían bien en el momento de relacionarnos de una manera más
equilibrada y saludable en el mundo.
Bibliografía