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12 El Cultural

SÁBADO 17.07.2021

N
REDES NEURALES o hace mucho tiempo, un colega me pregun-

Fuente > lamenteesmaravillosa.com


tó cuál es la relación entre la neurociencia y lo
Por mental, en el contexto de la experiencia estéti-
JESÚS ca. ¿Cómo entender, me dijo, “el modelo men-
tal que coordina el procesamiento neuronal en los niveles
RAMÍREZ-BERMÚDEZ superiores? Por ejemplo, cautivarse ante la belleza, la poe-
@JRBneuropsiq sía, la bondad...”.
Dejo para otro momento la discusión sobre la bondad,
que nos llevaría por el camino de la cognición moral, con
sus requisitos neuropsicológicos y sus fuentes culturales.
Quiero centrarme en la experiencia estética, sin el afán
de reducirla a un fetiche científico. Sólo intento compartir
mi lectura de un poema. Es una de las primeras piezas li-
terarias que escuché: “Los encuentros de un caracol aven-
turero”, de García Lorca. Mi padre acostumbraba recitarlo
a la menor provocación. Es una fábula filosófica sobre un
POESÍA Y caracol —“pacífico burgués de la vereda”—, quien contempla
el paisaje y decide abandonar las penas de su hogar, para activación sincrónica de redes cerebrales que dan soporte
NEUROCIENCIA: explorar los límites de la senda. En el trayecto sostiene en- a la memoria episódica, a las redes semánticas, a la integra-
cuentros con animales que confrontan su sentido de lo te- ción multisensorial. Sucede entonces una experiencia ima-
UN BOCETO rrenal y de la trascendencia. Pero este pequeño ensayo no ginativa, guiada por el proceso intelectual, pero formateada
se dedica al análisis del poema. Si alguien lo desconoce, por las pautas rítmicas, melódicas, prosódicas, que fueron
FENOMENOLÓ GICO debería abandonar ahora mismo este escrito para leer a codificadas por García Lorca mediante los recursos forma-
García Lorca. Lo que presento es más bien el boceto de una les del poema, y que tienen una dimensión musical y viso-
fenomenología informada por las neurociencias. espacial; mi cuerpo responde a todo eso con simulaciones
de movimiento músculo-esquelético, y con movimientos
¿Q UÉ CAMBIOS CORPORALES y cognitivos aparecen duran- efectivos aunque casi indetectables, a la manera de una
te la inmersión en un texto poético? En primer lugar, hay danza mínima.
una disposición a la lectura. En mi caso, las tentaciones de Mi organismo interactúa con el poema también median-
la vigilia se desvanecen tarde o temprano, pero no aparecen te respuestas del sistema nervioso autónomo, mismos que
aún los pródromos del sueño. Es de noche, y me recuesto pueden provocar cambios en el cuerpo entero, en la piel y las
en la habitación. Al tomar el libro, tengo acceso visual y tác- vísceras... estos cambios son detectados por las ramas in-
til a una vieja edición de cuero con la poesía completa de teroceptivas de los nervios periféricos, y la información
García Lorca. La textura orgánica y el olor a madera me in- se traslada de regreso al interior del cráneo hasta llegar al
ducen un efecto sedante; quizá por eso la respiración se hace cerebro visceral, que se sincroniza con la actividad neuro-
lenta y profunda. No lo sé de cierto, pero sospecho que hay psicológica de la visión, la audición, el tacto, la memoria y
cambios fisiológicos en mi cuerpo, quizá una ligera reduc- la imaginación: esto dota de valor emocional a la lectura...
ción en la frecuencia cardiaca, en la presión arterial... No mi organismo enlaza las fuentes de información externas
hice un estudio científico como tal para resolver este pro- y las internas para generar una conciencia corporal del poe-
blema: lo que escribo, entonces, es una fisiología posible de ma, si se me permite la expresión. Las metáforas me provo-
la lectura, aunque se trataría en todo caso de una fisiología can una apertura semántica, se forman intuiciones y nue-
personal. Apago la pequeña lámpara del buró para reducir vos conceptos que reverberan en mi consciencia. Al leer
al mínimo la estimulación luminosa. La linterna del teléfo- soy consciente del plano sensorial, de la experiencia ima-
no celular está encendida, pero lo coloco atrás de mi cabeza, ginativa y semántica, pero también de esa apertura concep-
junto a la almohada, para generar una suerte de retroilumi- tual hacia pensamientos hasta entonces desconocidos. Me
nación: así la luz llega a la página y entra a mis ojos a través distraigo por momentos y aunque veo las letras, aparece la
del libro, que funciona como un espejo. figura de mi padre en la memoria: puedo verlo en la terraza
Los signos escritos desencadenan patrones de actividad de nuestro hogar, junto a la mesa, durante un amanecer po-
electroquímica en mi corteza cerebral, y ocurre entonces blado por el canto eufórico de los pájaros. Y entonces recita
un análisis visual a través del cual reconozco las formas el poema: “Hay dulzura infantil / en la mañana quieta. / Los
lingüísticas; si el texto está escrito en chino o en árabe, soy árboles extienden / sus brazos a la tierra...”. También recuer-
consciente de que no entiendo. Algo así sucede a quienes do la alegría infantil de mis hermanos y de mí mismo: nos
padecen de alexia, cuando hay lesiones cerebrales en la reímos y temblamos al escuchar el encuentro desconcer-
unión occípito-temporal del hemisferio izquierdo: las le- tante y cruel del caracol con los animales de la vereda.
tras corresponden a un alfabeto conocido, pero los textos
se vuelven ilegibles, como si estuvieran en un alfabeto ex- E N UNA PAUSA de la lectura surgen otros recuerdos, más re-
tranjero... pero voy de regreso a la fisiología cotidiana. Los cientes: mi padre, deteriorado por diez años de una lesión
signos escritos generan imágenes visuales en mi concien- traumática que afectó su memoria, es capaz de seguir re-
cia, y estos patrones visuales evocan pautas auditivas, que citando todo el poema, a la menor provocación, y lo hace,
—a su vez— evocan patrones motores; así me encuentro, de como antes, al llegar a la terraza para desayunar con noso-
pronto, haciendo una simulación de la lectura en voz alta tros, mientras se desplaza por el piso rojo, entre el escán-

“LAS METÁFORAS del poema, como si escuchara —en silencio— mi propia voz dalo de los pájaros. Y estas fugas de la memoria ocurren
leyendo el texto mientras lo veo. Los fisiólogos nos han cuando sueño despierto: son efectos de la lectura sobre los
ME PROVOCAN mostrado que al pensar o leer en silencio hay movimientos engramas inscritos en mis bosques neuronales; reactivan
UNA APERTURA sutiles en los órganos del aparato fonador: en los múscu- la disposición al juego que enlaza a nuestra familia: el juego
los de la lengua, la laringe, los labios... como si el silencio musical, imaginativo, de las palabras. Las evocaciones apa-
SEMÁNTICA, fuera un conjunto de vocalizaciones pronunciadas con un recen y desaparecen, y se fusionan en la experiencia esté-
SE FORMAN volumen mínimo, bajo el umbral de la percepción auditiva, tica global, que sucede como una progresión rítmica: es un
pero detectable mediante la tecnología fisiológica. conjunto de pautas temporales donde se integran —como
INTUICIONES Y Los signos parecen legibles y puedo entenderlos, por- instrumentos de una orquesta— las fuentes de información
NUEVOS CONCEPTOS que dispongo de un aprendizaje cultural: la alfabetización, de esta experiencia consciente: las claves visuales, táctiles,
propiamente dicha. Mientras muevo los ojos de izquierda acústicas, propioceptivas, interoceptivas; las referencias
QUE REVERBERAN a derecha, de arriba hacia abajo, empieza el acceso semán- culturales, la apertura semántica frente a las metáforas, la
EN MI CONSCIENCIA . tico al texto: se forman las imágenes virtuales, las accio- reminiscencia de otros diálogos, la interrogación existen-
nes imaginarias y los conceptos abstractos. Esto implica la cial, los sentimientos de exaltación y asombro...

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