The Wall de Pink floyd va mucho más allá de cualquier definición clasificada de géneros porque su

valor es mucho mas profundo.

The Wall es mucho más que un concierto, es un ritual para exorcizar el miedo y la soledad, es un
manual de instrucciones para reconocer ladrillos con ojos ciegos, paparlos, saber que están y ahí y
que no te dejan salir.

Los muros son aquellas fronteras psicológicas que hemos construido cuando tenemos miedo. Nos
ha pasado a todos, hemos confiado en vano y detrás de la traición de la decepción, detrás de una
decisión severa, de cada rechazo sentimental hay uno, dos o cientos de ladrillos para alzar una
coraza de cinismo y desinterés.

Lejos de querer sentir simpatía hacia los demás, amor, o cualquier otro sentimiento que me
genere decepción, me escudé detrás de una faceta dura y sin interés hacia los demás,
convirtiéndome poco a poco en un a persona fascista y totalitaria para conmigo misma,
rechazando todo tipo de sentimentalismos insulsos y de poca importancia para mí, llegué a
aborrecer al prójimo y a mi misma.

Los muros que con miedo alzamos contra los demás, ¿no son análogos a las fronteras políticas de
ver al otro como enemigo? ¿no son acaso una forma de guerra, un constante desangrarse en el tu
contra yo en la idea de que el infierno es el otro? Cegados, golpeamos la tapia que hemos
construido y descubrimos que estamos encerrados, que los gusanos carcomen nuestro cerebro.

Claro que nos convertimos en ello y nos habituamos a el hasta que nos entumece
confortablemente y no somos mas que ese bulto de carne herida que se mueve por inercia, que se
arrastra por los días como un caracol ciego.

Perdí a muchos en el camino, algunos siento que no valían la pena, a otros los echo de menos. El
muro era tan alto que me había sumergido hasta convertirlo en pozo, estaba en el fondo con el
cuerpo mojado y frío y la sepultura que me llamaba desde abajo.

“Si vas a patinar sobre el hielo quebradizo de la vida, arrastrando contigo el silente reproche de un
millón de noches llorando, no te sorprendas cuando una grieta aparezca sobre tus pies, te
resbalarás hacia afuera de tu mente con el miedo que fluye tras de ti mientras te aferras a la
superficie.”