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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

PRESUNCION DE INOCENCIA Y DERECHO A SER JUZGADO DE ACUERDO


AL PROCESO PENAL VENEZOLANO VIGENTE

Autor: Maryuri Jhoanna Labastida Prado


Tutor: Abog. Pereira C., Rosanny Maoly

CABUDARE. NOVIEMBRE, 2021.

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UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

PRESUNCION DE INOCENCIA Y DERECHO A SER JUZGADO DE ACUERDO


AL PROCESO PENAL VENEZOLANO VIGENTE
Trabajo de grado presentando como requisito para optar al título de abogado.

Autor: Maryuri Jhoanna Labastida Prado


Tutor: Abog. Pereira C., Rosanny Maoly

CABUDARE. NOVIEMBRE, 2021.

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DECLARACIÓN DE AUTORÍA

Quien suscribe, Maryuri Jhoanna Labastida Prado, titular de la cedula de


identidad N.º V-27210671, hago constar que poseo la autoría del Trabajo de Grado
titulado: “PRESUNCIÓN DE INOCENCIA Y DERECHO A SER JUZGADO DE
ACUERDO AL PROCESO PENAL VENEZOLANO VIGENTE”, el cual
constituye una elaboración personal realizada únicamente con la dirección del tutor
de dicho trabajo, Abog. Rosanny Maoly Pereira Castillo, titular de la cédula de
identidad N.º V-18.432.160, en tal sentido, manifestó la originalidad de la
conceptualización del trabajo, interpretación de los datos y elaboración de las
conclusiones, dejando establecido que aquellos aportes intelectuales de otros autores
se han referenciado debidamente en el texto del mismo.
En Barquisimeto, a los Ocho (08) Días del Mes de Noviembre de Dos Mil
Veintiuno. (2021).

_______________________________

Maryuri Labastida
C.I. V-27.210.671

iv
DEDICATORIA
El presente trabajo de grado está dedicado primeramente a Dios por darnos la vida
y guiar nuestro camino.
A mis padres por apoyarme siempre, siendo ellos las personas más incondicionales
e importante en mi vida y a lo largo de mi carrera, que se merecen todo lo que su
corazón anhela, y mi corazón en este momento anhela que con este pequeño gesto
sientan como todo el esfuerzo valió la pena.
A mi abuelo Narciso Prado, unas de la persona más importante de mi vida que hoy
en día se encuentra en el cielo, pero siempre estuvo presente en cada uno de mis
logros, sé que se encuentra orgulloso de mí viéndome lograr desde allá arriba nuestro
sueño.
A mis abuelas, tíos, tías y demás familiares, que de una u otra forma estuvieron
presente a lo largo de mi carrera, aconsejándome y apoyándome.
A todos mis amigos que me han apoyado a lo largo de mis estudios, ya sea con una
simple palabra o acción han hecho que sea todo más hermoso.

Maryuri J. Labastida P.

v
AGRADECIMIENTO

Primeramente, a DIOS como un ser principal en mi vida, por darme salud y el


conocimiento necesario, para realizar este trabajo de investigación y permitirme ser
una profesional.
A mis Padres, porque siempre han creído en mí y son ejemplos dignos de
superación, entrega y amor incondicional, porque parte de éste logro es gracias a
ustedes, por ser los pilares fundamentales en cada paso que he dado tanto a nivel
estudiantil como personal, porque sin ellos no fuese la mujer que hoy en día escribe
esto.
Seguidamente, a mi abuelo Narciso Prado, que gracias a todo lo que por mi hizo
en vida, ha creado en mis grandes valores y un amor incondicional que al darle las
gracias por esta vía es solo una muestra pequeña de lo tan agradecida que estoy.
A mis abuelas, tíos, tías y demás familiares, gracias por cada uno de sus consejos y
por siempre creer en mí.
Agradezco a la Magnífica Universidad Yacambú, por brindarme la oportunidad de
continuar estudios a nivel de Pregrado, para hacer de mí una profesional, capaz de
promover los cambios que urgen a la nación, fundados en valores y principios éticos
y morales, tan necesarios en estos momentos.
A mis Profesores, quienes sin egoísmo alguno me mostraron la senda a seguir,
mostrándome sus conocimientos y guiándome en el proceso de aprendizaje, que ha
sido tan importante para nuestra formación...
A todos los que de una u otra manera contribuyeron al logro de esta meta, quedo
de ustedes infinitamente agradecida.

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ÍNDICE GENERAL
pp.
RESUMEN viii
INTRODUCCIÓN 1

PARTE SITUACIÓN OBJETO DE ESTUDIO


I Descripción Detallada de la Situación Objeto de Estudio 3
Objetivos de la Investigación 9
Justificación e Importancia 10
Alcances 12

PARTE SOPORTE CONCEPTUAL


II Estudios Previos 13
Bases Teóricas 18
Sustentación Legal 35
Referentes Jurisprudenciales 41

PARTE ORIENTACIÓN PROCEDIMENTAL


II Estrategia de Desarrollo 44
Naturaleza de la Investigación 45
Técnicas para la Recolección de Información 47
Técnicas para el Análisis e Interpretación de Información 48

PARTE EL PRODUCTO
IV Conclusiones 50
Recomendaciones 52

REFERENCIAS 54

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UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

Línea de Investigación: Política y Sociedad (Proceso Socios-Jurídicos)

PRESUNCION DE INOCENCIA Y DERECHO A SER JUZGADO DE


ACUERDO AL PROCESO PENAL VENEZOLANO VIGENTE

Autor: Maryuri Jhoanna Labastida Prado


Tutor: Abog. Pereira Castillo Rosanny Maoly
Mes y Año: Noviembre, 2021.

RESUMEN

El presente trabajo de investigación tiene su razón en la existencia de un conjunto


de teorías doctrinarias que explican la importancia y relevancia que tiene el principio
de presunción de inocencia en el derecho penal venezolano, donde no se justifica la
prevalencia de la privación preventiva de los imputados en el proceso, para lograr las
resultas del proceso, en el marco del poder punitivo que ejerce el Estado Venezolano.
Abarcando como objetivo general analizar la presunción de inocencia y derecho a ser
juzgado de acuerdo al proceso penal venezolano vigente y enfocándose como
objetivos específicos: 1) Estudiar las bases legales de la libertad regido por la
presunción de inocencia establecida en el proceso penal venezolano. 2) Señalar las
contradicciones jurídicas existentes en el derecho penal acusatorio sobre la
aplicabilidad del principio de presunción de inocencia. 3) Describir las características
de las medidas de coerción personal en atención a la presunción de inocencia.
Ubicándose este trabajo de investigación en una investigación de modelo de
paradigma cualitativo, a través de un diseño de tipo documental. En la presente
investigación se llevaron a cabo las siguientes técnicas de recolección de
información: observación documental directa y análisis de información documental,
bajo el instrumento de matriz de análisis documental. Con un método deductivo -
analítico; y la técnica de análisis de información: Bajo la hermenéutica jurídica y el
análisis e interpretación de instrumentos legales. Se concluyó que una vez analizados
los fundamentos teóricos, legales y jurisprudenciales que sustentan la investigación,
orientada a analizar la presunción de inocencia y el derecho a ser juzgado en el
proceso penal venezolano vigente, tenemos que hoy en día la presunción de inocencia
debe entenderse en el proceso penal, como una regla de tratamiento del imputado
conforme, en lo cual, debió de partirse de la idea de que este es inocente.
Descriptores: Contexto Jurídicos, Principio de Presunción de Inocencia

viii
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de grado se basa en el estudio del principio de presunción de


inocencia, principio jurídico penal que establece la inocencia de la persona como
regla. Solamente a través de un proceso o juicio en el que se demuestra la
culpabilidad de la persona, podrá el Estado aplicarle una pena o sanción. La
contracara de la presunción de inocencia son las medidas precautorias como la prisión
preventiva. En el derecho penal moderno solamente se admite medidas precautorias
cuando hay riesgo de fuga o peligro cierto de que la persona afecte la investigación
del hecho de manera indebida.
La presunción de inocencia es una garantía consagrada en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en tratados internacionales sobre derechos
humanos como, por ejemplo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos o
la Convención Europea de Derechos Humanos. El derecho a la presunción de
inocencia debe estar presente en todas las fases y en todas las instancias del proceso
penal. A diferencia del proceso penal en el sistema inquisitivo en el cual bastaba que
existiera una denuncia penal en contra de una persona y la referencia de su comisión
por dos testigos para que pudiera ponerse en cuestión la reputación del denunciado.
Incluso se generaba un mandato de detención.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declara en una sentencia de fecha 28
de junio de 2011 que el derecho a la presunción de inocencia no se limita a una
garantía procesal en materia penal, sino que, además, se exige que ningún
representante estatal o autoridad pública declare culpable a una persona antes de que
su culpabilidad sea dictaminada por un tribunal.
Por lo tanto el principio de presunción de inocencia un derecho fundamental
para la adecuada práctica del Derecho Penal y su ejecución; es decir, el Derecho
Procesal Penal, no obstante, el objetivo de este análisis es el de determinar cuál
importante puede resultar en su adecuada aplicación.
Actualmente, se posee la gran interrogante de la poca o cuestionable claridad en
la aplicación de tales principios en el actual proceso penal venezolano, surgió la

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inquietud de realizar la investigación, que está dirigida a determinar, si se está
aplicando debidamente el principio de presunción de inocencia, tal como está
establecido en el sistema basado en el principio acusatorio, de acuerdo con la ley, o si
por el contrario, se estaba aplicando en la práctica el principio de culpabilidad que
permitía el sistema inquisitivo del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal.
Sobre esta idea, se plantea el siguiente trabajo investigativo, el cual tiene como
propósito realizar un análisis a profundidad del contexto actual de Venezuela en el
principio de presunción de inocencia
Ahora bien, la presente investigación se encuentra estructurada de la siguiente
manera: la Parte I contiene la situación objeto de estudio, los objetivos generales y
específicos y la justificación; seguidamente, la Parte II, comprende el soporte
conceptual, siendo estos los estudios previos, las bases teóricas y las bases legales; la
Parte III, contiene la orientación procedimental, la cual se divide en las estrategias de
desarrollo, naturaleza de la investigación, técnicas para la recolección de información,
técnicas de operaciones para el manejo de las fuentes de información y las técnicas de
análisis de la información.
Y, finalmente la Parte IV destinado a colocar la postura personal y es donde se
plasma las reflexiones finales de la autora de este estudio, así como también las
conclusiones a la que llegó luego después de aplicar la metodología para alcanzar los
objetivos propuestos; se hacen algunas recomendaciones sobre los derechos de los
adultos mayores, culminando con las referencias.

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PARTE I

SITUACIÓN OBJETO ESTUDIO

Descripción Detallada de la Situación Objeto Estudio

En la época de la Revolución Francesa de 1879, con la “Declaración de los


derechos del hombre y del ciudadano”, se da origen de la presunción de inocencia, la
cual se consagra como una garantía procesal para todo inculpado. Dicha declaración
en su Artículo 9, consagra: “presumiéndose inocente a todo hombre hasta que allá
sido declarado culpable, si se juzga indispensable arrestarlo, todo rigor que no sea
necesario para asegurar su persona debe ser severamente reprimido por la ley”.
Actualmente, la presunción de inocencia es un derecho humano que constituye el
supuesto eficaz para la solución de la problemática procesal penal con la que se
enfrenta la mayoría de los países. Hoy en día, a nivel mundial no se cumple con este
derecho dejando de lado el carácter importante de la aplicación del principio de
presunción de inocencia entre supuesto agresor, investigado, procesado o culpable,
sin llevar un proceso de análisis del caso para la investigación eficiente.
Todo ello, por la estructura económica neoliberal base influyente de la
superestructura, amparada intencionadamente con la teoría funcionalista, de la
eficacia y efectividad del operador jurídico. Es así que de los expedientes se observa
tal problemática de transgresión de la presunción de inocencia y a veces la mala
aplicación de dicho derecho. No obstante, que este problema acarrea consecuencias
sociales, debido a que el ciudadano común y corriente no está blindado del derecho
de presunción de inocencia y corre el peligro de que por su sola apariencia física sea
detenido y conducido a una reclusión.
Según Sosa (2002) señala que la presunción de inocencia es “un derecho contenido
dentro del debido proceso, cuyo respeto permite la realización de la justicia, valor
superior consagrado en la Constitución de la República, lo que denota de por sí su
capital importancia”. (p. 21.)

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Es importante destacar que, en el ámbito mundial la presunción de inocencia es
una figura legal que tiene una importancia capital en el mundo jurídico. Si bien es
cierto, El principio de presunción de inocencia debe garantizar que durante un juicio
se pruebe la culpa y no la inocencia de una persona imputada de delito; está plasmado
como garantía procesal en múltiples acuerdos internacionales y desde 2008 fue
incorporado a la Constitución mexicana como parte de los derechos que conforman el
debido proceso. Cabe resaltar que, la presunción de inocencia es una garantía
consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1969) en tratados
internacionales sobre derechos humanos como, por ejemplo, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos o la Convención Europea de Derechos
Humanos.
Si bien es cierto, el Artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (1969) establece que:
Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en
el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
Asimismo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969) prevé en
su Artículo 8 que “Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma
su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”. Y en términos
semejantes se asienta en Artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos de la ONU.
Por otro lado, la presunción de inocencia es una figura legal que tiene una
importancia capital en el mundo jurídico. En España, constituye un derecho
fundamental reconocido en el art. 24.2 de la Constitución y, lejos de ser un mero
principio teórico de derecho, representa una garantía procesal insoslayable para todos.
La máxima garantía para cualquier justiciable y uno de los pilares del proceso penal.
Por tanto, con el principio de presunción de inocencia se buscaba impedir los
desbordes policiales y judiciales, frenando los excesos represivos hacia los
ciudadanos y dando una importancia superlativa a la idea de que la inocencia de

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cualquier acusado solo podía ser quebrada mediante pruebas fehacientes que
permitiesen, sin duda, atribuirle responsabilidad en los hechos delictivos.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declara en una sentencia de fecha 28
de junio de 2011 que el derecho a la presunción de inocencia no se limita a una
garantía procesal en materia penal, sino que, además, se exige que ningún
representante estatal o autoridad pública declare culpable a una persona antes de que
su culpabilidad sea dictaminada por un tribunal.
Por otro lado, la presunción de inocencia en España está recogida en el art. 24.2 de
la Constitución Española, en palabras del Tribunal Supremo, "ha dejado de ser
un principio general del derecho que ha de informar la actividad judicial para
convertirse en un derecho fundamental que vincula a todos los poderes públicos y que
es de aplicación inmediata". Por lo tanto, a toda persona se le presume su inocencia
tras una acusación hasta que no quede demostrada su culpabilidad. Quien acusa tiene
que demostrar la culpabilidad del acusado y por tanto el acusado no tiene que
demostrar su inocencia, ya que de ella se parte. La carga de la prueba es así de quien
acusa.
Es a partir de la vigente Carta Política Fundamental de 1999, que se reconoce
como un derecho supremo el principio de la presunción de inocencia, convirtiéndose
conjuntamente con el derecho de defensa, en uno de los cimientos cardinales del
derecho procesal penal moderno venezolano.
Es así, que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, instituye
la presunción de inocencia como consecuencia del debido proceso, en la normativa
del Artículo 49:
El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y
administrativas; en consecuencia:
1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado
y grado de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser
notificada de los cargos por los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y
de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa.
Serán nulas las pruebas obtenidas mediante violación del debido proceso. Toda
persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con las
excepciones establecidas en esta Constitución y la ley.
2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.

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3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con
las debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente por
un tribunal competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad.
Quien no hable castellano, o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene
derecho a un intérprete.
4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias o especiales, con las garantías establecidas en esta
Constitución y en la ley. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin
conocer la identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada por tribunales de
excepción o por comisiones creadas para tal efecto.
5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar
contra sí misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del
cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. La confesión solamente
será válida si fuere hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
6. Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no
fueren previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
7. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en
virtud de los cuales hubiese sido juzgada anteriormente.
8. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación
de la situación jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión
injustificados. Queda a salvo el derecho del o de la particular de exigir la
responsabilidad personal del magistrado o de la magistrada, del juez o de la
jueza; y el derecho del Estado de actuar contra éstos o éstas.”
Cabe señalar que, la carta magna Venezolana, en su artículo dos, define a nuestra
nación como un Estado de Derecho, donde esa definición plasma un cúmulo de
principios y valores que parten del hombre considerado en su doble dimensión
individual y social como realidades inseparables; de igual manera, no se percibe al
Estado y la sociedad como entes separados y opuestos, sino que el primero es una
unidad funcional al servicio de los conciudadanos, así el Estado asume valores y fines
como la libertad y la igualdad dándole de esta forma a los integrantes de esta país,
una dimensión humana que persigue hacerlos más efectivos con una base y contenido
material donde todos puedan participar y desarrollarse por igual.
El ordenamiento jurídico venezolano como un ente regulador de las relaciones
nacionales tiene que adaptarse a esa configuración del Estado y sociedad, en esencia
es cambiar en su ideología de un derecho de desiguales, a un derecho de ciudadanos
iguales ante las leyes, creando de esta forma los instrumentos jurídicos que
posibiliten al venezolano común el acceso real a la justicia.

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Ello significa que el sistema de leyes venezolanas debe estar concatenada al
organigrama constitucional en el cual se ha desarrollado nuestra sociedad para poder
funcionar dentro de los parámetros jurídicos establecidos y así de esta forma eliminar
los diversos obstáculos que se interponen en los status en que se encuentra organizada
la sociedad actual en los cuales algunas normativas imposibilitan la llegada de la
información legal a aquellas personas de escasos recursos económicos, otorgándose
con ello un desconocimiento de los derechos de tales ciudadanos.
En este orden de ideas, el ordenamiento jurídico del Estado de Derecho
venezolano, no puede buscar otra cosa que la verdad y la justicia, así que los procesos
litigiosos deben ser considerados como un instrumento de realización de esta última
en aquellas situaciones de pretensiones encontradas, opuestas entre sí o en conflicto
de intereses entre personas y la justicia venezolana.
Señala Rivera (2009) que “un Estado de Derecho el cual persigue la verdad y la
justicia tiene que privilegiarse de la actividad probatoria, hacerla inmaculada,
transparente, idónea, responsable, igualitaria, accesible y dinámica”. Así el sistema
procesal venezolano debe en este sentido aprovechar todos los rangos de los medios
de pruebas a fin de que los jueces al momento de sentenciar tengan todo el baremo de
pruebas que determinen la veracidad de los hechos acaecidos, esta parte del proceso
debe ocurrir de manera rápida y sin restricciones a cualquiera de las partes para lograr
así la imparcialidad del proceso.
Cabe señalar que, en el proceso actual nos encontramos con la regla que el juez
sentencia conforme a lo alegado y probado en la causa, así la decisión tomada por el
juzgador del caso puede no ser correcta para alguna de las partes o en tal caso ser
errónea, como aquellas pretensiones en las que no pudieron probar o comprobar algo
debido a la insuficiencia elementos probatorios incorporados por las partes como
elementos de convicción.
De tal forma que siendo la presunción de inocencia un derecho fundamental y el
cual se proyecta como una garantía esencial del proceso penal venezolano, estipulado
en el artículo 49 ordinal 2° de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que señala que “toda persona se presume inocente mientras no se pruebe

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lo contrario”, es señalado como una pretensión judicial de los derechos ciudadanos
contenidos a nivel constitucional.
Asimismo, en el artículo 8 del Código Orgánico Procesal Penal (2001), se
establece que “cualquiera a quien se le impute la comisión de un hecho punible tiene
derecho a que se le presuma inocente y a que se le trate como tal, mientras no se
establezca su culpabilidad mediante sentencia firme”. Disposición esta que permite a
la presunción de inocencia configurarse como uno de los elementos más singulares
del Estado de Derecho en nuestro sistema jurídico, ya que se trata por tanto en la
esencia de una de las garantías constitucionales sobre la cual descansa el proceso
penal venezolano.
En el proceso penal venezolano, la presunción de inocencia impera desde el inicio
de la investigación, durante el juicio y en sentencia; con base a ello, la carga
probatoria no debe corresponderse a la defensa, sino que la carga corresponde a la
parte acusatoria, en este caso a la fiscalía del ministerio público. En tal razón y con
base en el derecho de presunción de inocencia, la doctrina Jurisprudencial ha dicho
que se desprenden tres consecuencias procesales básicas que son en primer lugar la
relación a la carga de la prueba, la segunda es la efectividad del principio in dubio pro
reo y la ultima es el enjuiciamiento en libertad.
En la actualidad, este principio se muestra vulnerado por los operadores de
justicia, dado que la prisión preventiva es la norma a ser aplicada y las otras medidas
alternativas son la excepción, dejando entre abierta a la brecha de interpretación
doctrinaria, de que se debe demostrar es la inocencia y no la culpabilidad del sujeto,
violentando así el derecho inherente del individuo, las garantías constitucionales y
penales y dejando de esta forma suprimida la presunción de inocencia de la persona
encausada en el proceso penal que se deviene.
La presunción de inocencia no es solo una garantía de libertad y verdad, sino
también una garantía de seguridad y de defensa social, esa seguridad especifica
ofrecida por el Estado de Derecho y que se expresa en la confianza de los ciudadanos
en la justicia y de esa detallada defensa que se ofrece frente a un árbitro punitivo, por
cuanto cada vez que un imputado inocente tiene razón para temer a un juez, quiere

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decir que este se halla fuera de la lógica del Estado Derecho, el miedo y la
desconfianza y la no seguridad del inocente, indica el quiebre de la función misma de
la jurisdicción penal y la ruptura de los valores constitucionales que lo legitiman.
Ante tal planteamiento, de la poca o cuestionable claridad en la aplicación de tales
principios en el actual proceso penal venezolano, surgió la inquietud de realizar la
investigación, que estuvo dirigida a determinar, como se dijo, si se estaba aplicando
debidamente el principio de presunción de inocencia, tal como está establecido en el
sistema basado en el principio acusatorio, de acuerdo con la ley, o si por el contrario,
se estaba aplicando en la práctica el principio de culpabilidad que permitía el sistema
inquisitivo del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal.
Ahora bien, con base en todo lo anterior, la presente investigación demostrara la
relevancia que tiene el principio de presunción de inocencia para el derecho procesal
penal venezolano, como garante de un proceso penal eficaz y la convicción de que las
decisiones de los jueces como administradores de justicia, son estructuradas y
basadas por elementos o pruebas, que lo llevaron a decidir sobre la culpabilidad o
inocencia del individuo en el proceso respectivo, es por ello que se plantean las
siguientes interrogantes: ¿Es importante determinar las bases legales de la libertad
regido por la presunción de inocencia establecido en el proceso penal venezolano?;
¿Es preciso señalar las contradicciones jurídicas que existen en el derecho penal sobre
el principio de presunción de inocencia?; y ¿Cuáles son las características de las
medidas de coerción personal en atención a la presunción de inocencia?.

Objetivos de la Investigación

Objetivo General

Analizar la presunción de inocencia y derecho a ser juzgado de acuerdo al proceso


penal venezolano vigente

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Objetivos Específicos

1. Estudiar las bases legales de la libertad regido por la presunción de inocencia


establecida en el proceso penal venezolano.
2. Señalar las contradicciones jurídicas existentes en el derecho penal acusatorio
sobre la aplicabilidad del principio de presunción de inocencia.
3. Describir las características de las medidas de coerción personal en atención a
la presunción de inocencia.

Justificación e importancia

Se presenta dicha propuesta, como resultante de una ardua investigación, que


contribuirá con lo que respecta al análisis e interpretación del Principio de Presunción
de Inocencia, como una figura rectora del proceso penal venezolano y así dejar en
claro, su supremacía como garante de la libertad de los justiciables. En este sentido,
es importante la publicidad de las sentencias de la Corte Interamericana, Corte
Europea y la jurisprudencia nacional. Así, los medios masivos de comunicación
contribuyen a la trasmisión de conocimientos y capacitación de la sociedad en
general, para que esta, conozca sus derechos, exija su cumplimiento y en su caso,
haga públicos los abusos, y con ello genere conciencia para no permitir que se
repitan.
Recalcando, cómo se ha de saber en el ámbito del Derecho, la Constitución de
Venezuela es la ley primaria, no se ha de obviar los apartados de esta misma donde
profesan que son de gran importancia los tratados, pactos o convenios internacionales
ratificados por esta, en su debido momento. De allí, lo interesante o el motivo de la
presente investigación, recalcar que el venezolano posee el derecho de recurrir ante
los órganos internacionales para hacer valer sus derechos humanos si estos no son
escuchados dentro de su país de origen.
Lo anteriormente expuesto, se logrará a través de un cambio filosófico,
sociológico y científico, no sólo técnico, en el que el operador conozca la aplicación

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práctica, debe tener como objeto, ponderar la verdad y legalidad, a través de una
transformación en el proceso penal de todos los que concurren en él, desde el
imputado a quien se le sigue el proceso, defensores, fiscales, juzgadores, sociedad y a
las víctimas, quienes gozan de una participación activa en el proceso al tener el
carácter de partes. La idea es que, a partir de la unificación de normas jurídicas,
sustantivas y procesales, se cumpla con los objetivos para la aplicabilidad del sistema,
bajo sus principios básicos, siempre en pro de la persona y en estricto respeto a sus
derechos humanos.
En cuanto al aporte social, que brinda conocimientos sobre la presunción de
inocencia, que sirvan de una manera, para impulsar el cambio cultural a los fines de
consolidar y hacer efectivo, ese derecho a presumirse a ser inocente que tiene toda
persona a quien se le haya imputado la comisión de un hecho punible, en tanto y
cuanto se comience un proceso informativo y educativo que ayudará
indiscutiblemente al fortalecimiento y progreso de nuestra ciencia y de la sociedad en
general.
Con relación al aporte jurídico, la presente investigación pretende demostrar, que
el estado está obligado a brindar protección frente a situaciones que constituyan
amenazas, vulnerabilidad o riesgo para la integridad de las personas, sus propiedades,
el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes, mediante el
establecimiento de condiciones jurídicas y administrativas, así como la adopción de
medidas positivas a favor de éstas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva.
Finalmente, el estudio mantiene la precisa vinculación con las líneas de
investigación expuestas en la facultad de ciencias jurídicas y políticas que permitirán
a futuros otros estudios y más basamento legal que permitan ampliar el tema en
estudio. La presente línea de investigación está enmarcada en los procesos socios-
jurídicos de política y sociedad, puesto que se buscará a través del tema seleccionado
desarrollar y analizar que el sistema es mixto tanto del Estado como de la sociedad,
ya que le corresponde al Estado hacer valer este derecho dando garantía al respeto
absoluto de la presunción de inocencia. Como ya se dijo en líneas precedentes,
acompaña a toda persona a quien se le impute la comisión de un delito, quien deberá

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ser considerado como inocente y además ser tratado como tal, hasta que haya
sentencia definitivamente firme que establezca lo contrario.

Alcances

El alcance que se persigue con la elaboración de dicha investigación, es la


consolidación de las contradicciones existentes en lo plasmado en la Ley y como este
se aplica en el Proceso Penal, las cuales se evidencian en la aplicación del principio
de presunción de inocencia, el cual este no es aplicado debidamente ya que, el
aplicado es el principio de culpabilidad.

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PARTE II

SOPORTE CONCEPTUAL

Estudios previos

A continuación, se nombran algunos autores quienes realizaron investigaciones y


trabajos de grados similares al tema objeto de estudio por lo que se hace importante
mencionarlos para así fundamentar la investigación.
En principio de Roxana Jessenia Zuniga Rodríguez (2016) “La garantía
constitucional del principio de inocencia y el reglamento de la policía judicial en la
ciudad de quevada” de la Universidad Regional autónoma de los andes. (ecuador),
donde su objetivo fue elaborar una reforma al artículo 8 del Reglamento de la Policía
Judicial, respecto a los deberes y atribuciones, para que se cumpla con el principio de
inocencia, estipulado en la Constitución de la República del Ecuador.
La metodología utilizada en dicho trabajo es bibliográfica, de campo y aplicada.
Es cualitativa y cuantitativa, en cual se utilizaron diferentes métodos como la
recolección de información, la observación científica, medición y experimentos.
Donde se validó del análisis, comentarios, doctrinas, de los diferentes textos, autores,
que tiene relación con mi tema, obteniendo conocimientos con veracidad, de la forma
como se violenta el principio de inocencia en la etapa de investigación.
Se concluye que la integridad moral de la persona constituye el objeto de
protección jurídica constitucional, que comprende el derecho a la Honra, a la buena
reputación y consecuentemente a no ser menospreciado, desacreditado, denigrado, y a
sufrir falsas imputaciones, por lo que se considera un derecho humano fundamental
por lo tanto; no se puede concebir en la actualidad se le prive o se le viole de este

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Derecho a la persona, por la circunstancia de encontrarse procesada Penalmente o
imputada de haber cometido un delito.
Se recomienda, Que se tome en cuenta que la integridad moral de las personas
constituye el objeto de protección jurídica constitucional, que comprende el derecho a
la Honra, a la buena reputación y a no ser menospreciado, desacreditado, denigrado, y
a sufrir falsas imputaciones, por lo que se debe respetar los Derechos Humanos
fundamentales como objeto de protección Constitucional contemplado en el Capítulo
Octavo de Derechos de Protección, Art. 76 Numeral 2 de la actual Constitución de la
República 2008, que es la Presunción de Inocencia como Garantía de los Derechos de
protección del ser humano.
Dicho trabajo aporta a esta investigación, ya que, define cuales son los deberes y
atribuciones, para que se cumpla con el principio de inocencia, que se encuentran
estipulados en casi todas las legislaciones del mundo, situación jurídica que en la
práctica se la ha violentado, ya que, desde la etapa pre- procesal los señores
investigadores en sus partes informativos es frecuente observar que incriminan al
sospechoso atribuyéndole el presunto delito.
Por consiguiente Jose Daniel Bello Curiciel (2018), realizo su Trabajo de Grado en
la Universidad de Carabobo para optar al título de Especialización en Derecho Penal
Integral “La libertad en el proceso penal acusatorio venezolano regido por la
presunción de inocencia” donde planteo como objetivos específicos los siguientes,
Interpretar la presunción de inocencia, como fundamento de la libertad en el proceso
penal venezolano, analizar las bases legales de la libertad establecidas en el proceso
penal venezolano, señalar las situaciones doctrinarias y jurisprudenciales que
restringen o limitan la libertad como regla en el proceso penal venezolano Justificar la
necesidad de adecuar el sistema procesal vigente, en el marco de la supremacía de la
libertad, regida por la presunción de inocencia.
Dicho autor utilizó un estudio de tipo descriptivo, la cual consiste en llegar a
conocer las situaciones, costumbres y actitudes predominantes a través de la
delineación exacta de las actividades, objetos, procesos y personas comprometidas en
el análisis de la información que se procesó. Debido a que el propósito es analizar el

14
principio de libertad en los procesos penales, la cual se encuentra regida por la
presunción de inocencia, se puede indicar que éste trabajo tiene apoyo principalmente
en investigaciones previas, información y datos divulgados por medios impresos,
audiovisuales o electrónicos, permitiendo conocer la situación, sobre la base de las
características del problema, una parte de la investigación es de tipo documental, y
de campo, en la cual se utilizó la técnica de recolección de datos.
Se concluyó en dicho trabajo, que aun cuando las personas son denunciadas por las
víctimas, imputadas y acusadas por la Fiscalía del Ministerio Publico y llevado a un
proceso de juicio, se le considera inocentes de los hechos a los cuales se relaciona
como presunto autor de los mismos hasta tanto no se obtenga una sentencia
condenatoria en forma definitiva y firme. Se recomendó, Incluir dentro del sistema
penal programas de desarrollo que tengan por objetivo monitorear las decisiones de
los tribunales de control, juicio, corte de apelaciones, casación penal, así como la
misma sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, a fin de corregir vicios
que por efecto procesal puedan contravenir los principios jurídicos constitucionales y
procesales del estado de libertad y de la presunción de inocencia.
Dicho estudio académico, aporta a esta investigación, el cual, se enmarca en una
línea de investigación del derecho procesal penal, el cual a su vez se enmarca en el
objetivo general de analizar las bases legales que sustentan la libertad procesal de un
imputado y al igual la presunción de inocencia que se le debe tenar al mismo.
Al respecto, Mármol (2015), (no hay suficientes fuentes) denominado “El
Principio Constitucional de Presunción de Inocencia en Materia Penal”, el cual es un
análisis coherente, exhaustivo y actualizado del mencionado concepto y cuyo texto se
orienta a describir, así como desarrollar los medios y mecanismos de la precitada
norma jurídica, que garantizan el desarrollo integral de la libertad de las personas de
acuerdo a los estatutos jurídicos implantados al efecto dentro del proceso penal.
La metodología utilizada para este trabajo es de tipo documental y analítico, la
cual consistió en un estudio minucioso y pormenorizado de los diversos puntos
focales que presenta el derecho procesal penal en relación a la libertad del individuo
acusado de un delito, la presunción de inocencia del mismo y las medidas privativas

15
de libertad, aun cuando no se le ha sentenciado o ha sido detenido cometiendo el acto
delictivo, con lo que a partir de dichos análisis se crea una reaccionado mediante la
elaboración de una serie de conclusiones y recomendaciones normativas que intentan
fraguar consensos sobre las vías de prevención y represión jurídicas de las conductas
delictivas.
Como conclusiones señala la autora que la investigación desarrollada reviste un
interés jurídico que supone una sistematización de nuevos parámetros e
informaciones que se encuentran dispersas en las diferentes legislaciones nacionales
así como internacionales y donde se deben ensamblar aspectos políticos, sociológicos
y jurídicos que se transformarían en un interesante aporte integral al estudio legal del
principio de presunción de inocencia en materia penal el cual a su vez incide en el
estado de juzgar en libertad a la persona encausada en el proceso que se deviene.
Las recomendaciones del trabajo en mención se dirigen a realizar estudios más
profundos sobre la unificación de aquellas normas jurídicas que abarquen lo relativo
al control preventivo y protocolar de los organismos policiales, ya que estos son
quienes en primer lugar realizan la detención de una persona denunciada,
contraviniendo de esta forma la presunción de inocencia, para luego ser ratificada o
no por los tribunales penales, la cual muchas veces es confirmada como una forma de
castigo preventivo de índole penal por adelantado para sus autores materiales,
intelectuales o participes quienes en oportunidades logran su libertad en la etapa de
juicio.
El trabajo analizado tiene relación con dicha investigación, ya que se trata de
analizar las contravenciones al principio de presunción de inocencia establecido en
las leyes procesales de tipo penal, ya que en ambos análisis se deriva hacia un
comportamiento por parte de los entes encargados de ajustar el mismo a las
decisiones de los tribunales desde el punto de vista jurídico legal y otras normas
internacionales relacionadas al caso.
Ultimo de los trabajos sometidos a revisión fue el Malle (2014) (no hay suficiente
fuentes), Universidad Católica Andrés Bello quien realizó una tesis de grado
denominada “Análisis Jurídico de los Derechos del Imputado en el Proceso Penal

16
según la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y el
Código Orgánico Procesal Penal”, este tuvo como objetivo principal analizar los
derechos del imputado en el proceso penal venezolano, a través de los cuales se
establecen los derechos Humanos que tienen un alcance de forma positiva sobre la
persona en calidad de imputada, cuando esta es objeto de atribución de un delito.
Aquí se eligió un resumen referencial, el cual proporcionó el manejo de
información con mayor accesibilidad, desarrollándose el estudio dentro de los
lineamientos establecidos para una investigación de tipo documental, de lo cual se
emplearon técnicas de recolección y análisis de información como lecturas de leyes y
jurisprudencias relacionados a esta investigación las cuales comprenden el análisis de
los preceptos constitucionales que velan por los derechos del imputado como lo son
la libertad y la presunción de inocencia.
El trabajo concluye que toda persona a la cual se le haya imputado la comisión de
un hecho punible tiene derecho a ser tratada con respeto y que se le aseguren sus
garantías procesales establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal y la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como las garantía de tales
derechos que impone al Estado Venezolano, el deber de asegurar la efectividad en el
goce de tales principios jurídicos del imputado con todos los medios de su alcance, lo
cual facilita al ciudadano que disponga de medios eficaces para precaver lo necesario
a la protección de los mismos.
En las recomendaciones del trabajo se señala que los cuerpos policiales y
funcionarios públicos deben cumplir con los procedimientos de aprehensión sin
violentar los derechos establecidos en la constitución que resguardan los derechos del
imputado y en las formas establecidas en la ley, evitando así que se produzca una
violación al debido proceso y por ende la violación de los derechos del imputado.
Este trabajo tiene relación con la presente investigación, ya que en primer término
define lo que legalmente se debe entender como imputado y señalando los derechos y
garantías constituciones que lo protegen, además muestra la vulnerabilidad del
encausado dentro del proceso penal venezolano.

17
Bases Teóricas

En la investigación teórica del presente estudio se pretende profundizar en el


desarrollo de los conceptos y definiciones que permitirán la orientación en la
búsqueda y ampliación de conocimientos de los objetos del estudio, por lo que se
hace necesario citar algunos autores, para llegar a comprender mejor los términos que
se están utilizando.

Bases legales de la libertad regida por la presunción de inocencia establecida en el


proceso penal venezolano

Definir la libertad no resulta algo complejo, para ello el portal de la Enciclopedia


Jurídica en línea (2016), señala que la misma consiste en:
El dominio del hombre sobre sí mismo, con poder de la conciencia y de la
voluntad humana sobre el organismo que integra la personalidad y que se ejerce
por medio de la ejecución de todos aquellos actos propios de la naturaleza del
individuo en estado de convivencia social
Ella originariamente, se presenta como un concepto, una idea general, que engloba
a toda la actividad humana en sus aspectos espiritual y físico, que se produce tanto en
la dimensión privada como social, de este pensamiento, surge un concepto de libertad
individual, que según el portal antes citado, designa una potestad, una energía, una
propiedad que impulsa y genera que el hombre pueda crear, manifestar, encauzar y
ejecutar sus ideas sin ninguna dependencia, se manifiesta y proyecta en la vida social
como un símbolo de las aspiraciones del hombre y que le permite hacer, dejar de
hacer y lograr resultados y objetivos. En este sentido Ferrajoli (2006), manifiesta
que:
La proyección de la libertad en la vida social da lugar a las libertades civiles y
políticas, las cuales coinciden con la libertad jurídica o constitucional, que son
las potestades y atributos que la ley le reconoce a la persona para que las pueda
convivir en la vida social o de relación (p. 186)
Por ello se encuentra tipificada y limitada en las diversas normas y donde su
esencia, es ser limitada y controlable por la misma sociedad en el seno de la

18
convivencia social y así lograr la armonía entre los individuos de un campo social y
entre estos y la organización política que es el Estado, por ello se hace una necesidad
el diseño de restricciones y limitaciones a la libertad por medio de las leyes.
En la libertad constitucional, los individuos deben adecuar su conducta y vida de
relación a las normas que conforman el ordenamiento jurídico de la organización
social, así las limitaciones de uno, facilitan la autonomía de los demás y ello produce
la armonía necesaria para que funcionen todos los niveles de la sociedad. A este
nivel, la persona que es titular de libertades jurídicas, concreta y ejecuta en la vida
social sus deberes y derechos. En base a ello, el mismo autor señala lo siguiente.
El derecho, es un instrumento legal para la práctica de la libertad en la
convivencia social, de esta forma la libertad jurídica se integra a la colectividad
por dos aspectos, que son la libertad civil y la libertad política, la primera de
ellas corresponde a las potestades del individuo para desplegar su actividad
física e intelectual, tendientes a la satisfacción de necesidades y aspiraciones
dentro del marco de su relación con los semejantes y de las limitaciones
impuestas por el ordenamiento jurídico, mientras que la segunda, se torna en la
potestad del sujeto para participar por sí mismo o representado, en el acceso,
estructuración y ejercicio del poder, así como en la toma de decisiones de la
sociedad donde este hace vida.
Sin embargo, las limitaciones a la libertad civil y jurídica deben ser razonables, es
decir, no deben conducir a su desconocimiento y deben ser restricciones que cumplan
la finalidad de armonizar intereses individuales, colectivos y que satisfagan el bien
común. La mayor restricción de esta garantía constitucional, es la privación de la
libertad por la vía jurídica. La presunción de inocencia es para Montañez (2013):
Una regla de tratamiento del imputado durante el proceso penal, que obliga a
reducir al mínimo estrictamente necesario las medidas restrictivas del imputado
en el proceso”. Es por ello que señala el citado autor que la presunción de
inocencia “no es incompatible con la aplicación de medidas cautelares
adoptadas por el órgano competente y fundadas en derecho, basadas en un
juicio de razonabilidad acerca de la finalidad perseguida y las circunstancias del
caso concurrentes aplicando los principios de adecuación y proporcionalidad de
ellas. (p. 176)
En tal sentido, Montañez (2013), señala que:
El tribunal que funge como garante de los derechos de las partes, durante el
desarrollo del procedimiento debe tener en consideración los principios antes
señalados, así podrá irse formando un juicio sobre la participación que ha dado

19
cabida en los hechos al imputado, posibilitando así la aplicación de medidas
cautelares. (p. 187)
Estas, según Carocca (2015):
Constituyen acciones restrictivas o privativas de la libertad personal adoptadas
por el tribunal competente en contra del imputado en el proceso penal, con el
objeto o finalidad de asegurar la realización de los fines penales del proceso. (p.
112)
Como señala el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal:
Las medidas cautelares personales sólo serán impuestas cuando fueren
absolutamente indispensables para asegurar la realización de los fines del
procedimiento y sólo durarán mientras subsiste la necesidad de su aplicación.
Estas medidas serán siempre decretadas por medio de resolución judicial
fundada.
De esta norma se deriva la obligación Estatal de no restringir la libertad del
imputado o del acusado que de acuerdo a antecedentes disponibles en el expediente o
actas procesales, se presume con participación en el hecho punible investigado, más
allá de los límites estrictamente necesarios para asegurar que el encausado no
impedirá el desarrollo adecuado de la investigación del delito y que no eludirá la
acción de la justicia, debiendo constituir siempre la prisión preventiva en una medida
cautelar y no una medida de carácter punitivo.
La privación de libertad de una persona, es la última ratio, pero debe conservarse
el principio de proporcionalidad de la pena la cual debe estar vinculada al tipo de
ilícito cometido, es decir, en caso de la comisión de una falta no es necesario privar
de libertad al sujeto, ya que la sanción es una multa o la aplicación de trabajo
comunitario, circunstancia distinta cuando se comete un delito de gravedad y la
sanción es de prisión caracterizada por un alto nivel de años en la cárcel.
En tal razón la Carta Fundamental constitucional de nuestro país y el Código
Orgánico Procesal Penal, tienen previstos las situaciones para la restricción o
privación de la libertad a pesar de abanderar dicha garantía y estar debidamente
respaldada en acuerdos y convenios internacionales suscritos, en esta situación se
analiza en primer lugar el artículo 44 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, que es del siguiente tenor:

20
La libertad personal es inviolable, en consecuencia: 1º. Ninguna persona puede
ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea
sorprendida in fraganti. En este caso será llevada ante una autoridad judicial en
un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del momento de la
detención. Será juzgada en libertad, excepto por las razones determinadas por la
ley y apreciadas por el juez o jueza en cada caso.
Así tenemos que la máxima ley constitucional, al señalar que la inviolabilidad de
la libertad de la persona, también manifiesta que esta puede ser sometida a arresto o
detención, únicamente mediante una orden judicial emitida por un tribunal, la
excepción a la falta de esta es la detención en flagrancia, que se establece cuando el
autor del hecho es sorprendido ejecutando el acto criminal, describiendo la norma que
el sujeto será juzgado en libertad o podrá mantenérsele la detención cuando existen
fundados elementos esenciales que señalen la comisión del hecho por el sujeto
encausado y que el delito posea penas de alta imposición carcelaria debido a la
gravedad del ilícito investigado, es lo que se denomina la vía de excepción de
imposición de la medida restrictiva y la proporcionalidad de la sanción a aplicar
según el hecho punible realizado.
Así que, ampliando la información del párrafo anterior, la máxima ley
constitucional deriva tales garantías en el Código Orgánico Procesal Penal, de esta
forma se puede observar en la norma descrita en el artículo 9 del precitado código, la
siguiente disposición que reafirma el principio de libertad del sujeto imputado.
Afirmación de la Libertad. Las disposiciones de este Código que autorizan
preventivamente la privación o restricción de la libertad o de otros derechos del
imputado, o su ejercicio, tienen carácter excepcional, sólo podrán ser
interpretadas restrictivamente, y su aplicación debe ser proporcional a la pena o
medida de seguridad que pueda ser impuesta. Las únicas medidas preventivas
en contra del imputado son las que este Código autoriza conforme a la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
De forma llamativa dicho artículo lleva por nombre afirmación de la libertad, no
obstante de su simple lectura y análisis se puede establecer que en el mismo no se
reafirma como tal dicha garantía constitucional, siendo así, el mismo se constituye en
un presupuesto legal utilizado por los tribunales de control, donde les señala la
autorización de tipo preventivo por la citada ley para otorgar la medida de privativa

21
de libertad o puede restringir otros derechos del ciudadano imputado solo de manera
excepcional y la cual debe darse solo en aquellos casos donde exista una alta pena
originada según la gravedad del delito cometido.
El código en referencia también señala que la persona imputada se le realizará el
juicio en libertad y a tales efectos el artículo 243, describe lo siguiente.
Estado de Libertad. Toda persona a quien se le impute participación en un
hecho punible permanecerá en libertad durante el proceso, salvo las
excepciones establecidas en este Código. La privación de libertad es una
medida cautelar, que sólo procederá cuando las demás medidas cautelares sean
insuficientes para asegurar las finalidades del proceso.
Así se puede observarse en este análisis que la libertad de la persona esta
reafirmada mediante esta ley para todo el proceso penal que se deviene, así que la
misma también establece que salvo las excepciones establecidas en dicho código se
podrá imponer una medida de privativa y ello solo será como una forma cautelar
cuando otras sean insuficientes y de esta manera se logre la finalidad del proceso y
que el mismo no quede a medias por la falta o inasistencia del acusado.
Aquí no se mencionan otras medidas cautelares que pudiesen resultar
insuficientes, pero son aquellas como el arresto domiciliario, la presentación
periódica al juzgado, estar atento al llamado del tribunal, la constitución de fiadores o
fianza, en consecuencia, estas no son cabalmente cumplidas por el imputado no
quedando otra alternativa que privar de la libertad al acusado y mantenerlo en un
recinto destinado para tales efectos a la orden del juzgado que lleva el caso.
Se entiende entonces que la medida privativa de la libertad del encausado, es
otorga por el tribunal de la causa en una última instancia, cuando puede observarse
aquellas acciones que sugieren que el sujeto presunto autor del delito, no cumple las
otras providencias preventivas que le han sido impuestas y que evitan la fractura del
proceso penal y por tales razones se cree que el imputado quiere desligarse del
proceso penal al cual se encuentra relacionado para mantener su estado de libertad de
forma indefinida, por ello se puede dictar la referida norma cautelar.

22
De la concepción jurídica- política anterior, se consagro la inviolabilidad de la
libertad personal y la presunción de inocencia. En cuanto al primero de los principios,
se dispuso en el artículo 44, ordinal 1°, de la CRBV, que:
La libertad personal es inviolable, en consecuencia: 1°) ninguna persona puede
ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea
sorprendida en fraganti. En este caso será llevada ante una autoridad judicial en
un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del momento de la
detención. Será juzgada en libertad, excepto por las razones determinadas por la
ley y apreciadas por el juez o jueza en cada caso.
A su vez, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Ley Aprobada
publicada en Gaceta Oficial Extraordinario de la República de Venezuela, N 2.146,
de fecha 28 de enero de 1978, establece en su artículo 9, inciso 1, que:
Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal. Nadie
podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de
su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento
establecido en esta.
A nivel regional, la Convención Americana Sobre derechos humanos, Ley
Aprobatoria publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N
31.256. De fecha 14 de junio de 1997, garantiza el derecho a la libertad personal en el
artículo 7, en los siguientes términos: 1°)” toda persona tiene derecho a la libertad y a
la seguridad personales”, 2°) “nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por
las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas
de los Estados partes o por las leyes dictadas conforme a ellas”; inciso 5°:
Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u
otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá
derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o ser puesta en libertad, sin
perjuicio de que continúe el proceso el proceso. Su libertad podrá estar
condicionada a garantías que aseguren su comparecía en el juicio.

Contradicciones jurídicas existentes en el derecho penal acusatorio sobre la


aplicabilidad del principio de presunción de inocencia

Comenzando un nuevo capítulo en la historia venezolana, con el establecimiento de la


presunción de inocencia tanto en la Constitución de la República Bolivariana de

23
Venezuela como en el Código Orgánico Procesal Penal; tenemos que, hoy en día la
presunción de inocencia debe entenderse en el proceso penal como una regla de
tratamiento del imputado conforme a la cual habría de partirse de la idea de que este
es inocente. La presunción de inocencia es un derecho humano fundamental y una
garantía procesal básica, reconocida por los tratados internacionales y la legislación
del mundo entero. La presunción de inocencia es para Muñoz (2017):
El derecho que tienen todas las personas a que se considere inocente de
cualquier delito que se le impute hasta tanto se demuestre la culpabilidad del
sujeto, comportándose el proceso que se inicia de acuerdo a los valores,
principios y reglas del ordenamiento jurídico establecido hasta tanto el tribunal
que sigue la causa adquiera la convicción, a través de los medios de prueba
legal, de su participación y responsabilidad en el hecho punible investigado (p.
142)
De esta forma el juez determina la culpabilidad del encausado mediante una sentencia
firme y fundada, obtenida en razón de los medios de prueba presentados y del respeto
de todas y cada una de las reglas señaladas para su juzgamiento, todo lo cual exige de
este modo aplicar las medidas cautelares previstas en el proceso penal en forma
restrictiva, para evitar el daño de personas inocentes mediante la afectación de los
derechos fundamentales, además del daño moral que eventualmente se les pueda
producir.
La violación del principio de presunción de inocencia se hace evidente en la
aplicación de ciertas medidas que con la finalidad de encontrar a los culpables de un
delito, no dudan en aplicarlas, como es el caso de las detenciones que realiza la
policía, que llevados muchas veces por comentarios o denuncias de personas que
estuvieron en el momento de la infracción, proceden sin más pruebas a detener a los
ciudadanos que son acusados por algún delito y que muchas de las veces han sido
estigmatizados por parte de los informes realizados a través de los medios de
comunicación que sin ningún estipulo alguno los presentan como delincuentes sin
tener más argumentos que el informe policial levantado para el efecto.
Ya en el proceso penal se da otra contradicción entre las normas penales ya que al
investigar el hecho denunciado o en la etapa de instrucción, llegan a exigir al
sospechoso o imputado, o a su abogado defensor, que presente pruebas para

24
demostrar su inocencia. Para estas personas, desde el momento en que se inicia el
proceso y se señala a un ciudadano como presuntos responsables se cambia la
presunción de inocencia por la presunción de culpabilidad; y, por ello, se exige que,
por todos los medios posibles, legales, o ilegales, morales o inmorales, privado de
libertad e impotente como esta, el ciudadano presente pruebas de descargo para
demostrar que es inocente.
La Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha
21-06-2005, expedientes N° 05-211, con ponencia de la Magistrada Deyanira Nieves
Bastidas, en cuya decisión judicial estableció.
De acuerdo a este principio, está prohibido dar al imputado o acusado un tratamiento
de culpable como si estuviera condenado por sentencia firme; por lo que no se le
puede hacer derivar las consecuencias de una condena antes de que esta haya recaído
en el proceso y adquiera firmeza. Una consecuencia que deriva de ello, sostiene
Faundez (2005):
Está íntimamente vinculada a la imparcialidad del Tribunal, en cuanto requiere
que este no dé por sentado, sin más, que el acusado es culpable, y que no se
adopte una actitud hostil hacia este último, obstaculizando su derecho a la
defensa y condenándolo de antemano. (p. 566)
Pero a su vez implica, que de la sola acusación no se pueden derivar consecuencias
negativas o perjudiciales para el reo, distintas de las naturales o incidentales al
proceso mismo; de allí que no deba admitirse, una excesiva publicidad oficial, que
desacredite al acusado ante la sociedad; de modo que las autoridades deben
abstenerse de efectuar comentarios públicos sobre el acusado que le sean
perjudiciales a esté así como también, deben abstenerse de prejuzgar el resultado de
un proceso, de igual forma, está prohibido presentar a los detenidos a los medios de
comunicación social sin su expreso consentimiento. No es admisible, en razón del
principio de la presunción de inocencia, un proceso muy largo, que pueda dañar los
negocios o la vida privada del acusado. Esto último está referido al derecho a ser
juzgado en un plazo razonable.
En lo que atañe al llamado “principio de plazo razonable”, la Corte Internacional de
Derechos Humanos, en sentencia de fecha 12-11-1997, caso Suarez Rosero Vs.

25
Estado del Ecuador, emitió las siguientes consideraciones de fondo “El principio de
“plazo razonable” … tiene como finalidad impedir que los acusados permanezcan por
largo tiempo bajo acusación y asegurar que ésta sea decidida prontamente”.
Considera la corte que el proceso termina cuando se dicta sentencia definitiva y firme
en el asunto, con lo cual se agota la jurisdicción, y que particularmente en materia
penal dicho plazo debe comprender todo el procedimiento, incluyendo los recursos de
instancia que pudieran eventualmente presentarse. Esta Corte comparte el criterio de
la Corte Europea de Derechos Humanos, la cual analizado en varios fallos el
concepto de plazos razonable y ha dicho que se debe tomar en cuenta tres elementos
para determinar la razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el proceso: a) la
complejidad del asunto, b) la actividad procesal del interesado y c) la conducta de las
autoridades judiciales.
Si bien la presunción de inocencia está muy vinculada al derecho que asiste a la
persona de ser juzgada en un plazo razonable; no obstante, explica Faundez (2005)
que:
La decisión de suspender la continuidad de un proceso, no es violatoria per sé
de la presunción de inocencia, aunque tal suspensión pueda suscitar dudas
respecto a la culpabilidad o inocencia de una persona acusada, toda vez que la
presunción de inocencia no confiere al acusado un derecho incondicional a la
continuación del procedimiento hasta que se establezca su culpabilidad o
inocencia. Lo que le está vedado a las autoridades es inferir la culpabilidad del
acusado en un procedimiento suspendido. (p. 567-568)
Por otra parte, y sin restar importancia a lo anteriormente expuesto, debe decirse
que la consecuencia más inmediata de la presunción de inocencia, como regla de
tratamiento, es la reducción al mínimo de las medidas restrictivas de derechos del
imputado durante el proceso, porque el hecho de que el imputado haya ser
considerado no culpable, obliga a no castigarse por medio de la prisión preventiva. Y
eso quiere decir que ésta ni puede tener carácter retribuido de una infracción que aún
no se halla jurídicamente establecida. Y, con mayor razón, proscribe la utilización de
la prisión con la finalidad de impulsar la investigación del delito, obtener pruebas o
declaraciones, etc., ya que utilizar con tales fines la privación de libertad excede los
límites constitucionales.

26
Se constata así una especial incidencia de la presunción de inocencia en el ámbito
de las medidas cautelares, específicamente, la prisión preventiva. Y es que, como lo
expresa Binder (1999):
Si el imputado no es culpable mientras no se pruebe su culpabilidad en la
sentencia, de ningún modo podría ser tratado como culpable. Éste es, quizás, el
núcleo central de esta garantía… esto significa que no se le puede anticipar la
pena, que es la consecuencia directa de la comprobación de la culpabilidad.
Significa, también que no puede serle restringido el derecho de defensa, que no
se le puede obligar a declarar contra sí mismo… la idea central del tratamiento
como inocente se vincula… al carácter restrictivo de las medidas de coerción en
el proceso penal. En definitiva, el imputado llega al proceso libre de culpa y
solo por la sentencia podrá ser declarado culpable: entre ambos extremo-
transcurso que constituye, justamente, el procesos-, deberá ser tratado como un
ciudadano libre sometido a ese proceso porque existen sospechas respecto de él,
pero en ningún momento podrá anticiparse su culpabilidad. Una afirmación de
este tipo nos lleva al problema de la prisión preventiva que comúnmente es
utilizada como pena.
Ciertamente, existe una estrecha e importante vinculación entre presunción de
inocencia y medidas de coerción procesal, especialmente las que afectan al individuo
en su libertad ambulatoria o de tránsito, y, dentro de ellas, principalmente la de
privación judicial preventiva de libertad, por ser la forma más grave que autoriza el
Derecho para conculcar la libertad del ser humano. Debido a esto último a sus propios
antecedentes, se hace difícil, como la plantea Monagas (2001):
Justificar la privación preventiva de libertad, e incluso se ha dicho que es un
insulto de dudosa moralidad, en tanto y en cuanto, es vista como un adelanto de
la pena, lo cual afecta no solo el derecho a la libertad, sino que además
quebranta la condición de inocente que se reconoce al imputado y atenta contra
el principio del juicio previo, pues es el juicio que debe proceder a la pena, y no
está a aquel. (p. 76)
Al respecto, cabe citar en esta oportunidad lo que Asencio (1987), citado por
Monagas et al (2001), “afirma a favor de la coexistencia de la presunción de
inocencia y la privación preventiva de la libertad”. (p. 77)
La medida preventiva de libertad es el resultado del conflicto de intereses individual
en la libertad, social en el mantenimiento de la seguridad en la eficacia de la
persecución de los delitos que, en todo caso, y en Estado democrático debe
solucionarse a través de la consecuencia de la síntesis de ambos, los cuales son

27
igualmente dignos de protección. El problema de la prisión provisional, pues, no es
tanto el de su existencia- ya que lo deseable pero inviable en la actualidad, sería que
la libertad se mantuviera hasta el momento de dictarse la sentencia- sino el de su
regulación positiva en la forma más acorde con los derechos constitucionales a la
libertad y a la presunción de inocencia y las consecuencias derivadas de su vigencia.
Acota Faundez (Ob. cit.) que hoy extinta Comisión Europea de derechos Humanos,
se había pronunciado sobre el tema al señalar que:
El arresto o detención preventiva, el interrogatorio, los registros y decomisos, y
otras medidas similares, son compatibles con el principio de presunción de
inocencia, a condición de que ellas no se interpreten de manera que invaliden-
en cualquier grado- la presunción de inocencia. (p. 256)
En este orden ideas, Montañes (1999) asevera que “la medida cautelar de prisión
provisional es siempre compatible con el derecho a la presunción de inocencia” (p.
40); y Rivas (1999) le añade como requisito: “siempre que se adopten por resolución
fundada en Derecho, basada siempre en un juicio de razonabilidad acerca de la
finalidad y las circunstancias concurrentes” (p. 32); lo cual se traduce en:
A)Existencia de indicios relacionales de la comisión de un delito que permitan
sostener que el objeto del proceso no se va a desvanecer; b) tenga un fin
constitucionalmente legítimo, que responda a la necesidad de conjurar ciertos
riesgos relevantes para el proceso que partan del imputado, dado que la prisión
preventiva no puede tener carácter retribuido respecto de una infracción aun no
declarada; y c) su adopción y mantenimiento se conciban como una medida
excepcional, subsidiada, necesaria y proporcionada a la consecución de los
fines. (p. 41).
Efectivamente, en concordancia con el artículo 9 del Pacto Internacional de derechos
Civiles y Políticos, la prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no
debe ser la regla general; pero la posibilidad de recurrir a ella debe quedar abierta,
siempre que haya el terror de que el reo pueda intentar huir de la acción de la justicia,
el peligro de que estando en libertad pueda destruir las pruebas que lo incriminan, o
que pueda construir una amenaza para la víctima, los testigos o la sociedad.
Lo cierto es que, de la normativa jurídica reguladora de la presunción de inocencia en
Venezuela, se desprende claramente que durante el proceso penal debe tenerse al
imputado como inocente; sin embargo, existe la posibilidad de someterlo a una

28
medida de coerción personal que implica, antes de que se pruebe con certeza su
culpabilidad a consecuencia de una sentencia condenatoria firme, la restricción o
limitación de su libertad individual; lo cual no significa un relajamiento de la
presunción de inocencia por parte de la legislación patria, sino que este principio debe
emplearse para fijar límites a las medidas de coerción personal (prisión preventiva y
medidas sustitutivas de libertad) que solo deben tener finalidad de cautela y no de
prevención general o especial de delitos, que si tienen las. En consecuencia, explica
el citado autor (1999):
Cuando se alega infracción del fundamental derecho del acusado a ser
presumido inocente, el tribunal de alzada no solo va a verificar que el juzgador
de instancia conto con prueba de signo acusatorio suficiente para dictar el fallo
condenatorio, sino también que esa prueba se obtuvo en correctas condiciones
procesales de publicidad, inmediación y posibilidad de contradicción, sin
violentar derechos o libertades fundamentales, lo que determina su nulidad e
ineficacia, y a comprobar que la prueba fue valorada de acuerdo con principios
de lógica y destacada experiencia, que han de reflejarse en correctos
razonamientos en la perceptiva motivación que las sentencias han de
contener.(p. 42).
Resulta prudente acotar que, salvo las excepciones de las pruebas
anticipadas, al juicio no puede llegar nada probado; de modo que la prueba ha
de practicarse durante el juicio oral, pues en la fase preliminar no existe
verdadera prueba sino simples actos de investigación, con base en los cuales se
acordara o no la apertura del juicio oral; ello en virtud de las exigencias de la
inmediación y contradicción fundamentalmente. Como bien lo apunta Rives
(1999):
No hay que olvidar que hasta el juicio oral no existe verdadera prueba, que la
valoración de su existencia como tal corresponde al órgano del juicio y que, en
el juicio, durante todo el, se puede poner de manifiesto la ilegalidad o la
absoluta falta de fuerza incriminatoria de los medios de prueba de que se
dispuso. (p.38).
No pueden existir ficciones de culpabilidad, es decir, partes de la culpabilidad que
no necesitan ser probadas. En efecto, argumenta Brinder (1999) que:
El principio de inocencia también debe significar que en el proceso penal no
pueden existir “ficciones de culpabilidad”. Es decir, reglas absolutas de
apreciación de la prueba que le obliguen al juez a considerar probada la

29
culpabilidad o parte de ella de un modo automático. Cualquier ficción de esta
naturaleza es inconstitucional porque afecta a este principio. Debemos ser
cuidadosos, pues en el análisis de las reglas de valoración de la prueba – que
tienen una naturaleza muy especial- ya que, muchas veces, estas pueden
producir efectos sustanciales sobre la situación de la persona imputada, que son
constitucionalmente inadmisible. (p. 129)
Conforme a lo dispuesto en el artículo 22 del Código Orgánico Procesal Penal, las
pruebas deben valorarse según la libre convicción del Juez, pero sujeta a la aplicación
de las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencia,
esto es la consagración del Sistema de la Libre Convicción Razonada o Sana Critica,
caracterizada por la inexistencia absoluta de dogmas legales sobre la forma en que se
deben probar los hechos y sobre el valor que deba otorgarse a cada prueba, es decir,
que la convicción del juez no está condicionada por la predeterminación que el
legislador le hace señalándole una regla expresa de valoración para la prueba. Por su
parte, Delgado (2004):
También sostiene en Venezuela, que el imputado no tiene ninguna obligación
de probar su inculpabilidad, aduciendo las mismas razones que Binder;
indicando que toda ausencia o deficiencia en el cumplimiento – por parte del
Ministerio Publico- de la obligación de probar la existencia del delito y la
culpabilidad del imputado, debe determinar una sentencia favorable para este.
Pero además en virtud de la presunción de inocencia. (p. 41)
Entonces la presunción de inocencia como lo arguye Monagas (2005), “impone
entender que el acusado no es participe de la comisión del delito alguno y que las
pruebas del hecho punible y de la autoría corresponde a los acusadores, sin que pueda
exigirse al acusado una especial actividad probatoria”. (p. 16). Ahora bien, en
atención de la carga de la prueba, el imputado o acusado podría, si lo desea, no
mencionar palabra alguna durante el proceso, literalmente mantenerse callado. Y esto
está estrechamente vinculado con aquel precepto constitucional, contenido en el
artículo 49, numeral 5 de la Carta Magna, según el cual:
Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí
misma, su conyugue, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado
de consanguinidad y segundo de afinidad. La confesión solamente será válida si
fuere hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
Continúa comentando el reconocido autor Bustillos (2003), que:

30
Contrario a lo anterior, el Código Procesal Penal por su parte, no hace mención
en capitulo alguno a la confesión, con lo que se entiende una proscripción tacita
de la confesión como medio de prueba; no obstante, a partir de 1999, con la
instauración de un nuevo orden constitucional, se confiere plena validez a la
confesión cuando fuere obtenida si coacción de ninguna naturaleza, pero en la
práctica, ante una confesión, los juzgadores penales prefieren omitir su
valoración y juzgar por cualquier otro medio de convicción que encuentre
refugio en el expediente. Objeta la institución de la Suspensión condicional del
Proceso por inconstitucional, al considerar que la misma se traduce en una
confesión coaccionada del imputado; porque supone no solo admitir la
comisión de un hecho punible, sino también asumir la responsabilidad penal, es
decir, culpabilidad al momento de realizar aquel hecho previamente admitido;
negando de plano la oposición de cualquier excepción material o procesal que
sea admisible en el referido juicio. (p. 71-72).
En cuanto a si considerar que la presunción de inocencia tiene verdadera naturaleza
de “presunción” o no, la que niega tal naturaleza se presenta como las más acertada,
ya que al examinar el contenido de la presunción de inocencia, se pone en evidencia
que en sentido técnico- procesal no opera como una presunción, en otras palabras, no
es una presunción ni por su estructura ni por su funcionamiento, no pertenece ni a la
categoría de las presunciones judiciales ni legales, y es que la llamada “presunción de
inocencia” no implica razonamiento alguno en virtud de cual la inocencia del
imputado, se tenga en un principio como un hecho desconocido e incierto y se
deduzca luego como un hecho comprobado, a partir de otro hecho conocido y
demostrado, como ocurre con las verdaderas presunciones.

Las características de las medidas de coerción personal en atención a la


presunción de inocencia

En orden a las ideas que se han ido plasmando precedentemente en el presente


trabajo investigativo, el legislador venezolano, como consecuencia de la presunción
de inocencia, regulo en apego a las exigencias de ese y demás derechos humanos, la
medida coerción personal a ser aplicada a los sujetos en calidad de imputados,
enmarcándolas dentro de las siguientes características:

31
a. Legalidad: es un principio vinculante de todos los actos de los órganos estatales y
en este caso operan como limitante de la detención preventiva a través del
establecimiento de una serie de extremos y condiciones legales que deben
cumplirse. Sobre el particular el código orgánico procesal penal establece que:
“las únicas medidas preventivas en contra del imputado son las q este código
autoriza conforme a la constitución” (Art.9); y “la privación judicial preventiva de
libertad solo podrá decretarse por decisión debidamente fundada” (Art.254).
b. Excepcionalidad: el carácter excepcional de la privación preventiva de libertad
deriva del contenido del artículo 243 del código orgánico procesal penal y del
artículo 44 numeral 1 de la constitución de la república bolivariana de Venezuela.
Que contiene una afirmación de la libertad como postulado a seguir en el proceso
penal. Y esta excepcionalidad no la fundamenta la ley en los fines sino en que tal
medida de coerción personal está limitada solo aquellos casos de extrema
necesidad, y, siempre que los propósitos procesales que ella persigue no puedan
alcanzarse por otro medio menos gravoso o perjudicial para los derechos del
imputado.
En efecto, establece el artículo 243 del código orgánico procesal penal:
Toda persona a quien se le impute participación en un hecho punible
permanecerá en libertad durante el proceso salvo las excepciones establecida en
este código. La privación de libertad es una medida cautelar, que solo procederá
cuando las demás medidas cautelares sean insuficientes para asegurar las
finalidades del proceso.
Por su parte, el artículo 44 de la carta magna establece:
La libertad personal es inviolable; en consecuencia:
1. Ninguna persona puede ser arrestada o detenida si no en virtud de una orden
judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso, será llevada ante
una autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho días a partir
del momento de la detención. 2. Será juzgada en libertad, excepto por la razón
determinada por la ley y apreciadas por el juez o jueza en cada caso.
En cuanto a la excepcionalidad de la privación judicial preventiva de libertad la
sala constitucional del tribunal supremo de justicia, en sentencia de fecha 04-08-2003,
caso C.R. Vargas en amparo, dictamino que “la medida de coerción personal más
gravosa para el procesado, esto es, la privación preventiva de libertad, solo procede

32
cuando las demás medidas cautelares sean insuficientes para asegurar las finalidades
del proceso” (Ramírez y Garay, 2003 p. 93).
c. Instrumentalidad: la privación preventiva de libertad como medida de coerción
personal, tiene una finalidad de cautela, de modo que no persigue un fin en sí
misma, sino que es un medio para lograr otro fines, los del proceso: la realización
del juicio y la ejecución de la eventual condena, evitando que el imputado se
fugue, en caso de existir peligro de ello; y garantizar la averiguación de la verdad
material, evitando falseamiento de la prueba por parte del perseguido, en el
supuesto de existir peligro de obstaculicen. Y más adelante dice Sain (2003):
Las medidas de coerción personal no buscan los fines ante dicho de la pena,
es decir, directamente no pretenden lograr la prevención general o especial de
delito, porque de ser así se convertiría en una pena anticipada, sino que sus
justificaciones se encuentran en un fundamento de carácter procesal, o sea, una
“correcta averiguación de la verdad y actuación de la ley penal, en un caso en
concreto, evitando que se consumen un hecho tentado o que se agraven los
daños del cometido. (p. 144-151).
Por su parte, Schobohm (1995), citado por Arcaya, et al (2002) refiriéndose a la
presunción de inocencia, dice que:
De este principio deriva también el fundamento, la finalidad y la naturaleza de
la coerción personal del imputado: Si este es inocente hasta que la sentencia
firme lo declare culpable, claro está que su libertad solo puede ser restringida a
título de cautela, y no de pena anticipada a dicha decisión jurisdiccional,
siempre y cuando se sospeche o presuman que es culpable, y ello sea
indispensable para asegurar la efectiva actuación de la ley penal y procesar. (p.
55)
d. Provisionalidad y temporalidad: la provisionalidad de providencia cautelares es
definida por Monagas (2001) en los siguientes términos:
Consiste en la duración limitada de estas, comprendida entre el momento en
que se acuerdan y el momento en que se produce la sentencia definitiva que
pone fin al juicio y extingue los efectos de la providencia cautelar. La prisión
preventiva también posee este carácter, puesto que esta llamada, en principio a
ser mantenida hasta el momento en que se produzca la sentencia definitiva,
llegado el cual la prisión provisional pierde su vigencia, se traducirá en penas si
la sentencia es condenatoria y cesara la sentencia definitiva en absolutoria. (p.
80-81).
e. Proporcionalidad: el principio de proporcionalidad resulta de vital importancia en
su Estado de Derecho y de Justicia, ya que ejerce una función garantista para los

33
administrados con respecto a la actividad estatal, sirviendo como limitante de
ésta, Llobet, citado por Sain et al (2003), estableciendo:
Criterios de valoración en el caso concreto para determinar si el interés
estatal que se trata de garantizar con la intervención estatal, tiene un
carácter preponderante frente a los costos que para el administrado
representa la injerencia en su derecho fundamentales. Por ello, no basta
que en abstractos esté autorizada por la legislación la intervención estatal,
si no debe hacerse un balance en el caso concreto, para determinar se la
injerencia estatal es intolerable atendiendo los intereses en juego. (p.
181).
El principio de proporcionalidad, en sentido amplio, dice Sain (Ob. cit) “se divide
en tres subprincipios: 1) El de necesidad, 2) El de idoneidad, y 3) El de
proporcionalidad en sentido estricto o prohibición de excesos” (p. 180). Sobre el
particular explica Llobet citado por Sain et al (Ob. cit), que:
En lo concerniente al subprincipio de necesidad, relevante es que toda medida
que represente una injerencia en un derecho fundamental (en el caso de la
prisión preventiva en la libertad personal) debe ser la última ratio, de modo que,
si el fin se puede lograr a través de medios que representen una menor
intervención en el derecho fundamental, deben seguirse estos otros medios.
Ellos se traducen en lo atinente a la prisión preventiva en la exigencia de
alternativas a ellas. (p. 180)
El subprincipio de idoneidad se refiere a que la prisión preventiva sea el medio
idóneo para contrarrestar razonablemente el peligro que se trata de evitar. Por su parte
el subprincipio de proporcionalidad en sentido estricto, exige que en el caso concreto
se lleve a cabo un balance de intereses para determinar si el sacrificio de los intereses
individuales que represente la medida, guarda una relación proporcionada con la
importancia del interés estatal que se trata de salvaguardar.
f. Son de interpretación restrictiva: este principio contenido en el artículo 247 del
código orgánico procesal penal, no dispone otra cosa sino la obligación legal de
interpretar restrictivamente todas las disposiciones que restrinjan la libertad del
imputado, limiten sus facultades y las que definen la flagrancia.
La privación de libertad como en medida de coerción personal, estando al excesivo
servicio de los fines procesales, tal como lo establece el artículo 243 del código
orgánico procesal penal, está sujeta a demás al cumplimiento de unos presupuestos
que deben concurrir para convertirla en una medida viable. Estos presupuestos se

34
encuentran establecidos en el artículo 250 eiusdem. Luego de determinar las
incidencias de la presunción de inocencia como regla de tratamiento, específicamente
en lo atinente a la privación judicial preventiva de libertad, y para mayor
abundamiento, resulta pertinente citar al respecto, la sentencia dictada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en fecha 12-11-1997, en el caso Suarez
Rosero Vs. Estado del Ecuador, en cuyo texto tales incidencias quedan
resumidamente expuestas así:
El principio de presunción de inocencia subyace el propósito de las garantías
judiciales, al afirmar la idea de que una persona es inocente hasta que su
culpabilidad sea demostrada. De lo dispuesto en el artículo 8.2 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos se deriva la obligación estatal
de no restringir la libertad del detenido más allá de los limites estrictamente
necesario para asegurar que no impedirá el desarrollo eficiente de las
investigaciones y que no eludirá la acción de la justicia, pues la prisión
preventiva es una medida cautelar, no punitiva. Este concepto esta expresado en
múltiples instrumentos del derecho internacional de los derechos humanos y,
entre otros, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que
dispone que la prisión ´preventiva de las personas que hayan de ser juzgado no
debe ser la regla general (art. 9.3). En caso contrario se estaría cometiendo una
injusticia al privar de libertad, por un plazo desproporcionado respecto de la
pena que correspondería al delito imputado, a personas cuya responsabilidad
criminal no ha sido establecida. Sería lo mismo que anticipar una pena a la
sentencia, lo cual está en contra de principios generales del derecho
universalmente reconocidos.

Bases legales

Dentro de esta investigación se tomaron en cuenta, una serie de normas legales que
permiten orientar en la búsqueda de la solución de este conflicto; entre las cuales se
citan.

35
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

La regulación de la presunción de inocencia se encuentra establecido en la


normativa del artículo 49 del cual su lectura sirve al propósito de la investigación en
los ordinales 1º, 2º, 3º y 4º, que son del siguiente tenor:
Artículo 49º. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y
administrativas; en consecuencia: 1º. La defensa y la asistencia jurídica son
derechos inviolables en todo estado y grado de la investigación y del proceso.
Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los cuales se le
investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios
adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas mediante
violación del debido proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a
recurrir del fallo, con las excepciones establecidas en esta Constitución y la ley.
2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario. 3.
Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las
debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente por un
tribunal competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad.
Quien no hable castellano, o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene
derecho a un intérprete. 4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus
jueces naturales en las jurisdicciones ordinarias o especiales, con las garantías
establecidas en esta Constitución y en la ley. Ninguna persona podrá ser
sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni podrá ser
procesada por tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal efecto.
Este artículo señala que, el principio de la presunción de inocencia, se encuentra
establecido de esta forma en nuestra Carta Magna y en el mismo articulado se expresa
de forma directa la presunción del mismo en su ordinal 2º, los demás ordinales
prácticamente debaten sobre el debido proceso, es decir aquellas etapas que deben
cumplirse y seguirse tanto por las partes, así como por el tribunal de la causa para
lograr la realización del juicio y determinar si la persona a quien se acusa es culpable
o inocente de los cargos que se le imputan en dicho proceso.

Tratados y convenios internacionales suscritos por la República en materia de


libertad y presunción de inocencia en materia penal

36
El principio de presunción de inocencia adquiere estatus de derecho fundamental
en el artículo 11.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de
diciembre de 1948, el cual dispone que "toda persona acusada de un delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad
conforme a la ley", norma que es incorporada al Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y a la Convención Americana de Derechos Humanos.
En este mismo orden, la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de
San José de Costa Rica, en su artículo 8, párrafo I, determina que "toda persona
acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia en cuanto no se
compruebe legalmente su culpabilidad". A su vez, el Código Penal tipo para América
Latina, en si número XI establece que "la persona sometida a proceso penal se
presume inocente en cuanto no sea condenada".
De esta misma manera, este principio forma parte del derecho al debido proceso,
tal como lo establece el artículo 8.2 de la Convención Americana de Derechos
Humanos y el artículo 14.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de
Naciones Unidas, determinando que una persona es inocente hasta que se pruebe su
culpabilidad, garantía que forma parte del bloque constitucional en virtud del
mandato del artículo 2° de la Constitución, donde se propugnan valores de justicia,
derechos humanos y estado de derecho y el cual deriva en el artículo 8° del Copp,
sobre la presunción de inocencia.
Como puede observarse los tratados y convenios suscritos por nuestra nación,
tienen implícito el conjunto de derechos de presunción de inocencia y libertad de la
persona acusada y los cuales se encuentran asegurados por fuente constitucional o por
vía del derecho internacional de los derechos humanos, tanto ante el derecho
convencional, el derecho consuetudinario y aquellas garantías implícitas
expresamente e incorporados por vía del artículo 29 literal c, de la Comisión
Americana de los Derechos Humanos, todos los cuales se encuentran previstos en el
ordenamiento constitucional venezolano.

37
Código Orgánico Procesal Penal

La ley adjetiva penal resguarda de forma enérgica al ciudadano frente al ius


puniendi del Estado, en razón a ello, Vecchionacce (2004), considera que: “la fórmula
del Código Orgánico procesal Penal de la presunción de inocencia es más garantista
que la contemplada en el artículo 49 de la Constitución de l999”(p. 136), ya que en tal
sentido, el artículo 8 de la precitada norma legal acopia el principio de la presunción
de inocencia al expresar lo siguiente: “Cualquiera a quien se le impute la comisión de
un hecho punible tiene derecho a que se le presuma inocente y a que se le trate como
tal, mientras no se establezca su culpabilidad mediante sentencia firme”.
De esta manera, se determina que cualquier persona que sea imputada, deberá ser
apreciada como inocente, en todas las fases del proceso penal, hasta que acontezca en
una decisión firme, sin que pueda disminuirse en ningún tiempo su estado de
inocencia. En este sentido la norma legal suscrita impone la obligación al Estado, de
comprobar mediante las facultades del Ministerio Público, la autoría, participación, y
responsabilidad del acusado en la comisión del ilícito penal que se le atribuye.
Por ello, es oportuno acotar que el hecho de que una persona sea imputada, no
quiere decir con ello que ésta sea culpable del delito que se le incrimina, tampoco es
sinónimo de que sea autor o haya participado directa o indirectamente en el mismo,
pues el ser imputado, como bien lo advierte el tratadista Binder (2014), “es una
situación procesal que otorga una serie de facultades y derechos y que en ningún
modo puede ser automáticamente equivalente a ser autor de un delito determinado”.
(p. 89)
De esta forma, la persona adquiere compromisos, deberes y derechos, entre los que
primordialmente se encuentran el principio del estado jurídico de inocencia,
alcanzando con ello algo que no existía en el sistema inquisitivo, que es saber qué
organismo o autoridad policial inició en su contra alguna investigación, para
establecer su concurrencia o intervención y autoría en un cierto ilícito penal. De tal
forma, como lo señala Bolaño (2015), la averiguación “que se constituye en dicho
proceso, no se realice sin el conocimiento previo de la situación planteada, a espaldas

38
del encausado”, logrando así pedir asequiblemente, no solo que el ministerio público
efectúe diligencias de investigación a fin de desvirtuar las imputaciones que se le
formulen, sino que también se declare anticipadamente en el tribunal, la
improcedencia de la solicitud hecha por la vindicta pública, en cuanto la privación
preventiva judicial de libertad.
Por lo tanto, el Estado tiene el sagrado deber de considerar inocente a una persona
encausada en un proceso penal, hasta que se constituya constitucionalmente su
culpabilidad, huelga decir, que dicho principio debe ser cumplido, toda vez que, en la
práctica, no casi siempre se llega a presumir la inocencia de todo aquél que por una u
otra causa es objeto de una investigación penal.
De acuerdo Vecchionacce (2004), con las normativas del Código Orgánico
Procesal Penal:
El acusado goza de los efectos de la presunción de inocencia hasta que se dicte
un pronunciamiento que establezca su culpabilidad mediante sentencia firme,
de lo que se desprende que sólo la conclusión del proceso mediante la
sentencia, es el único momento en el que se puede afirmar que la misma ha sido
desvirtuada. (p. 117)
Puede notarse entonces que, en este caso, la vigencia y efectividad de la
presunción de inocencia se extiende de larga forma en el tiempo y abarca la totalidad
del proceso hasta su culminación. El artículo 236 de la ley in comento, establece los
casos en los que procederá la privación judicial, a tal razón señala lo siguiente:
El Juez o Jueza de Control, a solicitud del Ministerio Público, podrá decretar la
privación preventiva de libertad del imputado o imputada siempre que se
acredite la existencia de: 1º. Un hecho punible que merezca pena privativa de
libertad y cuya acción penal no se encuentre evidentemente prescrita. 2º.
Fundados elementos de convicción para estimar que el imputado o imputada ha
sido autor o autora, o partícipe en la comisión de un hecho punible. 3º. Una
presunción razonable, por la apreciación de las circunstancias del caso
particular, de peligro de fuga o de obstaculización en la búsqueda de la verdad
respecto de un acto concreto de investigación.
Como se ha indicado en los párrafos anteriores que la regla es juzgar en libertad y
excepcionalmente con privación de libertad, en tal razón según lo señalado el
Ministerio Publico, puede solicitar en determinados casos al Tribunal de Control, una
medida de aseguramiento contra el imputado cuando tenga elementos facticos que

39
señalen que el mismo puede escaparse del fuero jurisdiccional o que va a entorpecer
la investigación en la cual se encuentra relacionado.
En tal razón el juzgado evaluará que el hecho punible merezca una pena restrictiva
de la libertad del acusado y que esta sea un delito y no una falta, al igual verificar que
no se encuentra prescrita y los fundados indicios que puedan señalar que este es el
autor, tales como la detención en flagrancia o la relación de objetos activos o pasivos
que se le hayan encontrado en su poder y que lo relacionan como posible autor o
coparticipe, el peligro de fuga y no presentarse más al proceso o la obstaculización de
las investigaciones son otras prerrogativas para darle cumplimiento a esta norma
procesal.
Los demás apartes del artículo in comento corresponden a señalamientos en
relación al procedimiento y de los lapsos que debe cumplir el tribunal para decretar la
orden de aprehensión y la solicitud motivada de la fiscalía para lograr la misma, así
como el tiempo reglamentario para presentar al imputado cuando se logre la
detención. En casos de necesidad y urgencia, el Juez de Control puede autorizar por
cualquier medio idóneo la aprehensión del investigado y la cual deberá ratificarse de
forma motivada en un lapso no mayor de doce horas luego de la aprehensión,
siguiendo para ello el procedimiento arriba señalado.
Es necesario advertir, que los derechos y garantías señalados y acreditados en la en
el Código Orgánico Procesal Penal, no pueden estimarse como exclusivos, porque
siendo la nación venezolana un estado democrático y social de derecho y justicia, que
patrocina valores en su ordenamiento jurídico como la vida, libertad, justicia,
igualdad, solidaridad, democracia, responsabilidad social y en general la
preeminencia de garantías constitucionales, estos también son reconocidos en los
convenios, acuerdos y tratados sobre derechos humanos suscritos por nuestro país.

40
La doctrina y jurisprudencia penal venezolana sobre la libertad y presunción de
inocencia
En este sentido, se ha estructurado la jurisprudencia proveniente, de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos como del tribunal Supremo de justicia de
Venezuela Vs. Perú, destaco:
El principio de la presunción de inocencia, tal y como se desprende del artículo
8.2 de la Convención, exige que una persona no pueda ser condenada mientras
no exista prueba plena de su responsabilidad penal. Si obra contra ella prueba
completa o insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla.
En las actuaciones penales que se adelantaron en el estado contra Luis Alberto
Cantoral Benavides no se reunió prueba plena de su responsabilidad, no
obstante, lo cual, los jueces del fuero ordinario lo condenaron… en
consecuencia, la Corte considera que el estado violo, en perjuicio de Luis
Alberto Cantoral Benavides, el artículo 8.2 de la Convención Americana.
Asimismo, el Máximo Tribunal de la República Bolivariana de Venezuela, en Sala
de Casación Penal, con ponencia del Magistrado Dr. Beltran Haddad, estableció en
sentencia N° 113 de fecha 27-03-2003, Expediente N° 03-000065, lo que
seguidamente se transcribe:
Dicha sentencia demuestra que las ciudadanas Escabinos condenaron al
imputado por la comisión del delito de homicidio intencional simple, no
obstante considerar que los medios probatorios del proceso fueron insuficientes
para demostrar la culpabilidad del acusado. Más grave aún, tal condenatoria se
produce, en criterio del juzgador, para evitar la impunidad, lo que demuestra
una marcada tendencia a la responsabilidad objetiva. Es criterio de esta Sala de
Casación Penal que la sentencia dictada por las ciudadanas Escabinos, es
violatoria de la presunción de inocencia establecida en el numeral 2 del artículo
49 de la Constitución y el articulo 8 del Código Orgánico Procesal Penal,
puesto que la apreciación del acervo probatorio del juicio no produjo en las
Escabinos la convicción, firme y absoluta de la verdad de la ocurrencia del
hecho punible y de la culpabilidad del acusado; según lo establecido en dicho
fallo.
El derecho constitucional a la presunción de inocencia, solo puede ser
desvirtuado cuando se determina definitivamente la culpabilidad del sujeto
incriminado, luego de un procedimiento contradictorio y esto no ocurrió en el
presente caso, ya que la única prueba que podría cometer la responsabilidad
penal de (el acusado) es la declaración de la madre del occiso.
Este derecho implica que el acusado posee un derecho fundamental como lo es
presumirlo inocente y así poder ejercer su defensa de los alegatos de la acusación, ya

41
que si no se le considerara inocente, sencillamente se le sentenciaría sin necesidad de
un juicio aplicando el debido proceso, por lo que este no debe demostrar que no ha
cometido el delito que se le atribuye, ya que el onus probandi corresponde a quién
acusa, en este caso a la fiscalía del ministerio público o al querellante, el acusado en
estas situaciones, es inocente desde un principio.
En este orden de ideas el Tribunal Supremo de Justicia venezolano, ha sostenido
"que el ministerio público es el titular exclusivo de la investigación y es quién
sustenta y ejerce la acción penal pública, por lo tanto, el imputado se encuentra frente
a un co-detentor de la potestad punitiva del Estado, quien por su experiencia,
amenaza siempre desbordar frente a un acusado que aparece en una posición de
desigualdad ante ese formidable adversario y debe por ello ser protegido por las
instancias más elevadas de la organización jurídica”, mediante la garantía de un
procedimiento formalizado y regulado que asegure un trato equilibrado y capaz de
preservar la presunción de inocencia como el instrumento básico para su defensa.
En este sentido, ha sostenido el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación
Penal, la sentencia N° 293 de fecha 24-8-2004, lo que de seguida se trascribe:
No obstante la declaratoria de improcedencia de la solicitud propuesta, la Sala
debe exhortar a los Jueces de Instancia a ponderar las condiciones previstas en
el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal al momento de dictar
medida privativa de libertad, puesto que, por una parte, el encarcelamiento
preventivo es indiscutiblemente cautelar para, en caso justificado, garantizar la
comparecencia del imputado o acusado a los actos del proceso siendo
igualmente las medidas privativas de libertad providencias de carácter
excepcional, que se apartan de la regla general, la cual es el juicio en libertad, y
como corolario de ello, al efectuar el estudio del peligro de fuga o de
obstaculización del proceso, deben privar, sobre los límites de la pena, los
criterios de razonabilidad, proporcionalidad y necesidad, atendiendo al
principio de presunción de inocencia y las posibilidades de que el proceso se
realice en presencia del justiciable, de acuerdo a lo pautado en el artículo 251
del Código Orgánico Procesal Penal, lo que implica el análisis objetivo de la
actitud del imputado o acusado en el proceso, que impliquen la intención de
evadir.
Así que observamos que el máximo tribunal emite opinión en el sentido de
ponderar las condiciones para dictar una medida privativa de libertad, tales como
garantizar la comparecencia del imputado, analizar el peligro de fuga o la

42
obstaculización del proceso, no obstante, a ello debe atenderse en paralelo al
principio de o presunción de inocencia, es decir, que el hecho de que se le dicte tal
restricción, no implica que el mismo sea el culpable del delito investigado.

43
PARTE III

ORIENTACIÓN PROCEDIMENTAL

Estrategia de Desarrollo

Al momento de llevar a cabo la realización del presente trabajo de investigación,


es necesario plasmar el procedimiento que se realizó para el desarrollo de la
investigación. De esta manera se presenta en este capítulo la naturaleza de estudio,
técnica de recolección de análisis y plan de análisis de datos. A la vez se encuentra
los procedimientos, así como las herramientas del método que ofrece una mejor
comprensión y utilidad práctica de la investigación, con objeto de evitar los
obstáculos que se presentan o entorpecen el trabajo investigativo.
En toda investigación es importante que los resultados sean confiables, siendo
necesario establecer una metodología, demostrando al lector, mediante el tipo de
diseño de investigación, las técnicas e instrumentos de recolección de datos a ser
aplicados, así como el procedimiento que se ha utilizado, la confiabilidad de dicha
investigación.
De este modo, se describe a continuación paso a paso la metodología utilizada, de
modo que Perdomo (2005) “el marco metodológico constituye el paso clave en el
proceso de investigación científica, ya que se trata del momento de ir de los abstracto
a lo concreto.”
Es importante destacar que la metodología describe las características de la
investigación, así como las técnicas y procedimientos necesarios para dar una visión
clara de lo qué se va hacer. En este sentido, Bavaresco (2014) sostiene que la
metodología “es la médula de un plan y se refiere a la descripción de las unidades de

44
análisis, la recolección de datos, los instrumentos, los procedimientos y las técnicas
de análisis”, (p. 213). En función de esta definición, ella es el diseño de cómo se
realizó el estudio, cómo, cuándo, con qué, para qué y quien o quienes participan en el
estudio

Naturaleza de la Investigación

Según el propósito de la investigación, se está en presencia de una investigación


pura lo cual tuvo como finalidad la obtención y recopilación de información, para
detectar, ampliar y profundizar diferentes enfoques conceptuales y criterios de
diversos autores que aportan información importante del principio de presunción de
inocencia, a través de publicaciones válidas y confiables.
De acuerdo al carácter de la investigación social, en este estudio se presentó el
modelo de paradigma cualitativo, el mismo incentivó a descubrir el sentido y
significado de las acciones sociales, lo que Márquez (2004), denomina “El coeficiente
humanístico de dichos fenómenos” (p. 16). En otras palabras, la acción de la
investigadora para descubrir, comprender, extraer, deducir y aportar conocimientos
sobre el objeto de estudio. Según González (2013)
Afirma que la investigación cualitativa aborda lo real en cuanto el proceso
cultural, desde una perspectiva subjetiva, con lo que se intente comprender e
interpretar todas las acciones humanas, las vivencias, las experiencias, el sentir
con el fin de creer formas de ser en el mundo de la vida (p. 91).
Por otra parte, en relación con los objetivos que se pretendieron alcanzar con la
presente investigación, el proceso metodológico que se utilizó correspondió al
documental o bibliográfico el que, según Hernández, Fernández y Baptista (2015),
exige la recopilación del material bibliográfico en el cual se presentan los aspectos
que deben ser analizados y concatenados para lograr los fines propuestos. Éstos se
correspondieron con la definición según la doctrina y la legislación venezolana.
Asimismo, Pulido, Ballén y Zunniga (2007):
Señalan que la investigación documental es un instrumento o una técnica de
investigación, cuya finalidad es obtener datos e información a partir de

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documentos escritos o no escritos, susceptibles de ser utilizados dentro de los
propósitos de un estudio completo, afirman que mientras más fuentes utilicen,
más fidedigno será el trabajo realizado. (p. 59).
En este sentido el tipo de investigación es documental, debido a que se encuentra
orientada a recolectar información a partir de documentos escritos, cuyo propósito
desarrollo y conclusión solo se enfocan en el análisis de un tema un tópico o una
problemática que son enmarcados dentro de un ambiente netamente de carácter
teórico, por ello se analizara la presunción de fiel reflejo de la verdad como expresión
del principio de inocencia.
Al respecto Afcha (2002), manifiesta que la investigación documental es “El
estudio del problema con el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su
naturaleza, con apoyo, principalmente, en fuentes bibliográficas y documentales” (p.
36).
El principal beneficio que se obtuvo mediante el diseño documental, fue que
posibilitó a la investigadora cubrir una amplia gama de fenómenos, ya que no sólo
debió basarse en los hechos a los cuales ella misma tuvo acceso, sino que pudo
extenderse para abarcar una experiencia inmensamente mayor. En este mismo orden
de ideas, Tamayo (2008):
Expone acerca del término investigación bibliográfica, que éste no es suficiente
para comprender toda la significación que este proceso tome para el desarrollo
científico, por lo que se hizo necesario acuñar un término que se correspondiera
realmente con el propósito de la misma y es así como surgió la investigación
documental. Es por ello que señala que es un estudio de carácter documental.
Comprende la descripción, registro, análisis e interpretación de la naturaleza
actual y la composición o proceso de los fenómenos. El enfoque se hace sobre
conclusiones dominantes, o sobre cómo una persona, grupo, institución o cosa
se conduce o funciona en el presente. (p. 54).
En otras palabras, el diseño bibliográfico es muy importante en las investigaciones
documentales por cuanto a través de la revisión del material documental de manera
sistemática, rigurosa y profunda se llegó al análisis de diferentes fenómenos o a la
determinación de la relación entre las variables. Es importante destacar, que para
Wilson Valencia (2011):

46
La investigación documental consiste primordialmente en la presentación
selectiva sobre un tema determinado, puede ser también la posible conexión de
ideas entre varios autores con las ideas del investigador. Su preparación
requiere que éste reúna, interprete, evalúe y reporte datos e ideas en forma
imparcial, honesta y clara. (p. s/n).

Técnicas de Recolección de Información

Según, Aura Bavaresco (2006) afirmo que “las técnicas de recolección de datos
conducen a la verificación del problema planteado. Cada investigación determinará
las técnicas a utilizar y cada técnica establece sus herramientas, instrumentos o
medios que serán empleados”. (p. 95)
En cuanto a las técnicas de recolección de información, es relevante señalar que el
método empleado en la realización de esta investigación fue el deductivo-analítico
por cuanto se manejó la teoría de lo general a lo particular, donde se analiza la
realidad de una problemática debido a la ineficiencia de la utilización del principio de
la presunción de inocencia, utilizando el método deductivo empleado para indagar
referentes más amplias y sacar referentes conclusiones, ya sean gacetas jurídicas,
jurisprudencias y doctrinas.
Dentro de esta primera etapa, la investigadora requirió encontrar inicialmente las
fuentes a consultar. Esta situación se correspondió con la revisión de índices
bibliográficos de libros, consulta a especialistas de la materia, revisión de revistas
especializadas, documentos en línea, entre otros. Una vez recolectada toda la
información posible, se procedió a revisarla sistemáticamente para lo cual se efectuó
una lectura general del material bibliográfico para extraer las ideas y datos de interés.
En este estudio se empleó la observación documental directa, la cual fue realizada
mediante la revisión de todos los documentos y leyes relacionados al tema de
investigación, en la búsqueda de los datos necesarios para la solución del problema
plateado. En lo que respecta al presente estudio en aras de la investigación y
demostración de la verdad, se ha seguido un método que ha permitido organizar un
procedimiento lógico para alcanzar el conocimiento y, la descripción del principio de

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presunción de inocencia, basándose en el código orgánico del proceso penal
venezolano.
Según Tamayo y Tamayo (2000), la observación documental “Es aquella en la
que el investigador recoge datos de los testimonios escritos de persona que han tenido
contacto con la fuente que los proporciona.” (p. 50). A juicio de Sierra (2001) la
observación documental:
Es aquel tipo de observación que se dirige a todas las relaciones que dan cuenta
a de los acontecimientos sociales y las ideas humanas o son productos de las
ideas sociales, esta refiere a la utilización de la gran multiplicidad.
Para Bernard Berelson, citado por Sierra Bravo et al (1999):
El análisis de información documental es una técnica de investigación para la
descripción objetiva sistemática y cuantitativa del contenido de las
publicaciones, con el fin de interpretarlas. Expone que el análisis de contenido
pretende inferir consecuencias relevantes de naturaleza psicológica, política,
histórica, etc., sobre el origen, destino y aspectos del mensaje, siendo su
objetivo observar y reconocer el significado de los elementos que forman los
documentos, y en clasificarlos adecuadamente para su análisis y explicación
posterior. Se explica de esta manera la razón de la información documental
recabada dentro de la presente investigación. (p. 288)
En relación a lo antes expuesto, Palella Santa (2006):
Expone que un instrumento de recolección de datos, es un recurso que emplea
los investigadores para acercarse a los fenómenos y extraer de ellos la
información. Por consiguiente, la recolección de datos fue realizada a través del
instrumento, matriz de análisis documental. (p. 137).

Técnica de Análisis de Información

Una vez recolectada la información requerida para el análisis de la presunción de


inocencia y el derecho a ser juzgado en el proceso penal venezolano, se procedió a
aplicar las técnicas para gestionar los conocimientos resultantes y así poder aportar
conclusiones y recomendaciones inherentes al tema objeto de estudio. Que para
Dueña (2005):
La palabra hermenéutica precisa sinónimo de, interpretar, sin embargo, se
entiende que la hermenéutica es la teoría científica del arte e explicar los

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diferentes elementos y texto. En consecuencia, interpretación jurídica apela a la
hermenéutica, pero esta no significa que se trate de términos idénticos. (p. 14)
Es la ciencia encarga del estudio e interpretación del texto legal y fijación de sus
verdaderos sentidos. Otra definición que se puede dar es que consiste en interpretar,
explicar, declara, orientar algo, comprender las circunstancias, entender los
momentos de la vida social.
Para Ribeiro (2003), “la hermenéutica se presente como la experiencia de
encontrarnos ante la totalidad del mundo como el espacio vivencial de la existencia
humana y su compresión posible” (p. 227). La interpretación está directamente ligada
con la compresión y el lenguaje, de tal forma que, al referirse a la Hermenéutica
Jurídica, se entiende como la actividad dirigida a encontrar la solución al conflicto o
al problema jurídico que se somete a estudio del intérprete.
En este sentido, para el planteamiento del problema en la presente investigación
fue necesario al análisis e interpretación de instrumentos legales que aplican en el
principio de la presunción de inocencia, así como el análisis e interpretación de las
normas nacionales, de dicha interpretación la verdadera aplicación, lo que realmente
debería ejecutarse en la realidad de acuerdo a las categorías de estudio.

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PARTE IV

EL PRODUCTO

Conclusiones

Una vez analizados los fundamentos teóricos, legales y jurisprudenciales que


sustentan la investigación, orientada a analizar la presunción de inocencia y el
derecho a ser juzgado en el proceso penal venezolano vigente, tenemos que hoy en
día la presunción de inocencia debe entenderse en el proceso penal, como una regla
de tratamiento del imputado conforme, en lo cual, debió de partirse de la idea de que
este es inocente.
En principio del primer objetivo específico, se ubica a estudiar las bases legales de
la libertad regida por la presunción de inocencia establecida en el proceso penal
venezolano, se concluye que la libertad se encuentra tipificada y limitada en las
diversas normas, sin embargo, las limitaciones a la libertad civil y jurídica deben ser
razonables, es decir no deben conducir a su desconocimiento y deben ser restricciones
que cumplan la finalidad de armonizar intereses individuales, colectivos y que
satisfagan el bien común, de esta norma se deriva la obligación estatal de no restringir
la libertad del imputado o del acusado de acuerdo a antecedentes disponibles en el
expediente o actos procesales. En tal razón la Carta Fundamental constitucional de
nuestro país y el Código Orgánico Procesal Penal, tienen previstos las situaciones
para la restricción o privación de la libertad a pesar de abanderar dicha garantía y
estar debidamente respaldada en acuerdos y convenios internacionales suscritos.

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Para la subsistencia de la vida social, se debe admitir que los derechos de sus
integrantes pueden ser restringidos o sufrir injerencias. En las constituciones de los
estados más respetuoso de los derechos humanos y en los tratados sobre derechos
humanos suscritos por Venezuela, se consagra la presunción de inocencia, y la prisión
preventiva, lo cual significa que ambas coexisten sin que se produzca una
incoherencia jurídica, sino que la privación de libertad estará limitada por la
presunción de inocencia, en el sentido de que esta se dicte con fines eminentemente
procesales (evitar la fuga del imputado o la obstaculización de la investigación) y no
materiales ( pena anticipada).
Por otra parte, el segundo objetivo, el cual se encontraba titulado como
contradicciones jurídicas en el derecho penal acusatorio sobre la aplicación del
principio de presunción de inocencia, se concluye que en el proceso penal existen
diferentes contradicciones, algunas de ellas, como observamos en el presente
objetivo, es la aplicación de ciertas medidas que, con la finalidad de encontrar a los
culpables de un delito, no dudan en aplicarlas. Como lo anteriormente mencionado,
existen diferentes contradicciones en el derecho penal, el cual se explica, en el
Código Orgánico Procesal Penal en su artículo 8 el cual establece el principio de la
presunción de inocencia al expresar lo siguiente: “Cualquiera a quien se le impute la
comisión de un hecho punible tiene derecho a que se le presuma inocente y a que se
le trate como tal, mientras no se establezca su culpabilidad mediante sentencia firme”.
Pero existe una contradicción entre las normas penales, ya que, al momento de
señalar a un ciudadano como presunto responsable se cambia la presunción de
inocencia por la presunción de culpabilidad.
Por consiguiente, el último objetivo específico, se enfocó describir las
características de las medidas de coerción personal en atención a la presunción de
inocencia, se concluyó que el legislador venezolano como consecuencia de la
presunción de inocencia, regulo en apego a las exigencias de ese y demás derechos
humanos, la medida coerción personal a ser aplicada a los sujetos en calidad de
imputados, enmarcándolas dentro de unas características. El principio de presunción
de inocencia no se enfoca en uno solo si no 6 características, gracias al adquirir del

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Conocimiento de estos, se ha de poder hacer la efectiva salvaguarda de ellos para con
los venezolanos.

Recomendacioness

De acuerdo con las conclusiones, se pueden realizar algunas recomendaciones


inherentes al tema de estudio, entre ellas:
El Estado debe orientarse a través de sus órganos de justicia, su proceso Penal,
logrando la vigencia efectiva de estas Garantías Constitucionales de contenido
procesal, pues es un reconocimiento a la importancia de la persona y de sus derechos
fundamentales como centro del ordenamiento jurídico y del actuar del Estado. El
principio constitucional de presunción de inocencia es la más preciosa garantía del
hombre, de tal modo que no le corresponde a él demostrar su inocencia, sino que es el
Estado a quien corresponde demostrar su culpabilidad, pues el interés público que
prevalece en el proceso penal impone al Juez y al ministerio público, la obligación de
investigar la verdad.
A los ciudadanos e imputados, al tener desconocimiento de dicho derecho humano
fundamental y garantía procesal básica, como lo es el principio de presunción de
inocencia, ya que en tal sentido, omiten el hecho, de que pueden ser considerado
inocente hasta que se demuestre su culpabilidad, comportándose el proceso que se
inicia de acuerdo a los valores, principios y reglas del ordenamiento jurídico
establecido hasta tanto el tribunal que sigue la causa adquiera la convicción, a través
de los medios de prueba legal, de su participación y responsabilidad en el hecho
punible investigado.
Es necesario que todas aquellas instituciones involucradas en el estudio y en la
aplicación de justicia, organice cursos de actualización de conocimientos, con énfasis
en derecho constitucional para los jueces y más servidores judiciales, pero también
para los abogados en libre ejercicio profesional, a fin de hacer conciencia en dichos
principios que son básicos en el Derecho Penal, a raíz de que Venezuela es un Estado
constitucional de derechos y justicia.

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Debería tratarse con más responsabilidad social, el tema de la presunción de
inocencia, por parte de todos los organismos involucrados con la justicia, de tal
manera, que se eleve a debate nacional, el hecho de que, en el procedimiento penal
venezolano, se aplica el principio de presunción de culpabilidad y no el de inocencia.
Del estudio, se evidencia que en el país existe una falta de cultura jurídica
constitucional, un alto porcentaje de falta de respeto a los derechos humanos, no sólo
en la administración de justicia, sino en la administración pública en general, más aún
si consideramos que en Venezuela tenemos una concepción equivocada de que
“autoridad que no abusa de su poder no es autoridad”; de este modo se contempla con
asombro el ejercicio arbitrario del poder y en fin el rompimiento del Estado
constitucional de derechos y justicia.

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