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Parcial domiciliario - Clínica del autismo y las psicosis en la

infancia

Fecha: 01/10 Tema 2 - Segundo cuatrimestre 2020


Consigna: 1) “El objeto en el autismo es la cadena heterogénea hecha de
cosas discontinuas: letras, pedazos de cuerpo, objetos tomados del mundo,
organizados como un circuito, provistos de una topología de borde y articulada
al cuerpo”
Teniendo como referencia esta frase que corresponde al desarrollo que realiza
Silvia Tendlarz en la Pág. 131 del libro de teóricos explique las consecuencias
de la misma a partir de lo trabajado en el caso de Temple Grandin.
La primera cuestión a tener en cuenta para abordar la consigna del presente
trabajo en lo que respecta al objeto en el autismo podría ser, introducir la
forclusión del agujero como el mecanismo que opera en dicha estructura y
marcar así una diferencia con las psicosis. Es un concepto introducido por Eric
Laurent en 2012 para referirse al mecanismo propio que opera en la
constitución subjetiva de esta estructura y la diferencia de las psicosis. Si algo
en común pueden tener el autismo y las psicosis podría ser el retorno del goce,
pero a partir de este concepto se logra discriminar cómo en la paranoia el
retorno es sobre el Otro, en el delirio y en la esquizofrenia, en el cuerpo. En el
autismo el retorno se da sobre el borde. El concepto de encapsulamiento
autista es desarrollado por Laurent a partir del concepto de “caparazón” de
Tustin. Destaca, además de la posibilidad de desplazamiento del mismo, que el
niño autista al no tener cuerpo ni imagen, se encierra en un encapsulamiento a
modo de burbuja, que funcionará como medio de protección contra el Otro. El
retorno del goce en el autismo, recae entonces en el borde, en este
encapsulamiento que conceptualiza como neo-barrera corporal. (Tendlarz,
2016. P. 129). Laurent hace una relectura del caso Dick de Klein retomando el
predominio de lo simbólico sobre lo imaginario de Lacan. Plantea que el cuerpo
y los objetos pertenecen a registros distintos. Estudia las implicancias de los
registros de lo real, simbólico e imaginario en el autismo y de eso se extrae que
en el autismo no hay atravesamiento del estadio del espejo para que se
constituya la imagen corporal y la extracción del objeto “a”. Este menos, propio
de la extracción, no se inscribe en el autismo. El autista funciona sin un cuerpo
que produzca una costura entre lo interior y lo exterior, es decir, sin la ayuda de
una imagen establecida que le sea dada bajo la mirada del Otro (Tendlarz,
2016, P. 130). Cuándo Lacan introduce el concepto de enforma, explica que no
es que el Otro está allí agujereado y luego se desprende el objeto pulsional,
sino que el objeto pulsional, el objeto a, horada al Otro; esto es, lo agujerea y,
en consecuencia, lo constituye como tal. En el autismo no se trata de objetos
concretos, sino que la cadena heterogénea se refiere a todos los objetos que el
autista pueda usar para construir sus circuitos (Tendlarz, 2016. p. 131). El
objeto enforma invierte el modelo de la alienación-separación: el objeto a no es
extraído del Otro, sino que el Otro tiene forma de objeto “a”. El autista se
encuentra inmerso en lo real, donde nada falta, donde precisamente, falta la

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falta, no hay extracción del objeto pulsional ni zonas erógenas. Sobre esto
sintetiza: “Puntúa entonces lo imaginario de la posición depresiva, la relación
mortificante del sujeto en lo simbólico, y lo real de la excitación que retorna.”
(Tendlarz; 2016. p. 34). Laurent destaca que algunos autistas en la adultez
logran dar con soluciones que le permitan insertarse en el Otro y funcionar sin
obstáculos imaginarios. El caso de Temple Gardin puede pensarse desde este
lugar, ya que llegó a ser considerada una autista de alto nivel. Laurent plantea
al yo del autista, como pura ausencia real y la dirección de la cura en relación a
la relación de ese sujetos para ampliar el encapsulamiento incorporando más
objetos y es ciertamente esto lo que podemos pensar en el caso de Temple
Gardin respecto a dos situaciones que ella misma relata en sus escritos, por un
lado la que tiene que ver con un juego llamado Rotor visto en una feria a la que
asiste con sus compañeros de escuela. El mismo constaba de una fuerza
centrífuga que mantenía a la gente inmovilizada contra la pared. Asistió tantas
veces que se vió en la necesidad de construir uno para tener en la escuela en
donde es notable que comenzó a depositar un notable interés en la
construcción de tales artefactos y se apoyaba incluso en personajes de su
mundo interno, propios de una soledad con sus pensamientos sin apelar al
Otro. El acercamiento al tema de la conducta de los animales hecho por
profesor de su escuela a Gardin despertó un interés práctico en la niña que
puede considerarse una orientación que permitió la unión de los planos
corporales que tanto consideraba sobre estimulados, por un lado, y de su
“mundo interno”, de sus pensamientos, por otro. Es destacable la postura del
docente que no intentaba reprimir sus intereses específicos y repetitivos, sino
que los apuntaló a algo práctico. Por otro lado, algún tiempo después, la
creación del cattle chute, el aparato de apretar, hace referencia a la creación de
un objeto “a” a partir del cual puede delimitar un Otro. Eric Laurent se refiere a
esto como: “un objeto que adopta una forma y que le da una forma al sujeto”
(Tendlarz, 2015. p. 36). Lo que consigue a través de este objeto es cierta
anudación de lo imaginario, lo real y lo simbólico permitiéndole así, capturar un
cuerpo en un desplazamiento de su encapsulamiento autista, de su neo-borde.
Laurent explica que esto ocurre por metonimia, “el deslizamiento de un objeto
alrededor de un agujero, al mismo tiempo que hay un pegoteo” (Tendlarz, 2016.
p 126). Sobre esto, también Maleval refiere que “Esta máquina reguladora es

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una invención original a partir de la cual la existencia entera de Grandin se
estructura por derivación metonímica” (Tendlarz comp. 2016; p. 34). A partir de
esta creación, se anuda en Grandin una posibilidad de desarrollos que le
llevaron al estudio del comportamiento y del sistema nervioso de animales. El
objeto autista resulta así como tranquilizador, el goce ya no es un exceso que
lo invade sino que a partir de ubicarlo en un objeto, se posibilita una tramitación
del mismo.
Cuando se habla de ampliar el encapsulamiento del autista o expandir su borde
se habla de la metonimia. Podemos decir que se refiere a la posibilidad de que
el niño salga de esa estabilidad inerte en la que está inmerso y se produzca un
desplazamiento que amplíe su mundo y ciertamente esto puede apreciarse en
Gardin particularmente desde su inserción en la escuela con internado
Mountain Country School, en donde a partir de un profesor que incentivaba
mucho a las posibilidades que ella tenía, se puede extraer que despertó su
interés en cuestiones maquinarias mientras a partir de esto, ampliaba su
espectro de palabras y se relacionaba más con otros niños.
Grandin, ha publicado tesis y docente universitaria, es considerada una autista
de alto nivel, habló en diversas oportunidades acerca de cómo esta máquina
lograba tanto el apaciguamiento del nerviosismo en animales, así como para
con ella misma, en referencia a los autistas.
La observación de Temple Gardin de cómo los asustados animales se
tranquilizaban luego de ser apretados por la maquinaria, le lleva a pensar que
tal efecto podría producirse en sí misma y aliviar así, las insoportables
sensaciones que la invaden a causa del particular funcionamiento de su
inmaduro sistema nervioso; es decir, de su cuerpo y por lo tanto, relativo a su
constitución imaginaria.
Para ampliar este punto, nos detendremos en una afirmación que Laurent
retoma de Lacan: “La ausencia de una prótesis imaginaria es uno de los
aspectos particularmente sorprendentes: no existe el recurso de producir una
suplencia a partir de lo imaginario especular puesto que lo imaginario no está
constituido como tal” (Tendlarz; 2018. p. 128)

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Retomando la continuación de la fras de la consigna: “No son objetos
concretos, sino constituye una cadena heterogénea con todo aquello que el
niño puede usar en la construcción de sus circuitos” (Tendlarz, 2016. p. 131).
En esta heterogeneidad que es característica del autismo, algo de la relación
fija con un objeto se pone en juego y lo que se mantiene constante en el caso
de Grandin es lo que ella misma ubica como los problemas de un sistema
nervioso disfuncional, por exceso o por falta de estimulación del mismo. En los
arreglos que hace para lidiar con esto recae el interés del psicoanálisis, ya que
es donde se pone en juego la inventiva y la creación del sujeto autista para
hacer frente a su condición. La clínica con sujetos autistas tiene mucho del
desplazamiento del neo-borde y poder ceder algo del goce para poder
relacionarse con el mundo de los otros, es lo que se puede ubicar bajo el
concepto de metonimia.

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