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La tribu urbana que se inyectaba

VIH para encontrar una identidad


Socialismo o muerte, marxismo-leninismo o muerte.
Fidel Castro

A Papo muchas voces le decían que la caída del Muro de Berlín iba
significar un mundo de nuevas oportunidades para el pueblo cubano,
pero él no creía en esto. Reafirmó su teoría después del discurso
de Fidel y sabía lo que tenía que hacer. Se dirigió al Patio de María
donde esa noche tocaría una banda de punk; diversas personas
aseguraban que sus integrantes tenían ese virus extraño que había
llegado de África. Papo tomó una jeringa, le pidió el brazo a uno de estos
individuos y se inyectó. Había seguido las palabras de su dictador y
había elegido la muerte.

Durante la década de los ochenta, en Cuba había radios


de frecuencia modulada que recibían las señales de las emisoras de
Florida, los jóvenes iban a nadar a la costa o se postraban en las azoteas
para disfrutar de toda la música estadounidense, en este tiempo las
estaciones estaban invadidas por numerosas bandas de metal. Cientos
de jóvenes se hicieron aficionados a esta música y comenzaron
a crear bandas y a vestirse como sus ídolos.
Los seguidores de esta escena rápidamente fueron bautizados como
"frikis", según personas de la isla, este término nació por la ropa que
usaban: "Tienes una imagen, una imagen metalera, es decir, tienes
el pelo largo o estás pelado calvo, tienes una cresta punk o te pones
manía de pincho, te vistes de negro, te pones t-shirts de bandas
alegóricas al género entonces eres un friki, ¿entiendes?".

Las autoridades cubanas perseguían a toda persona que se vestía de


esta manera, estos jóvenes traicionaban los principios de la revolución al
adoptar la cultura del enemigo; por si fuera poco, desviaban los valores
socialistas del país. Para erradicar estas prácticas, arrestaban a
cualquier persona que tuviera el cabello largo o se vistiera de negro.
María Gattorno era una burócrata de 37 años que coordinaba las
actividades de una Casa de Cultura en el barrio de La Timba, lejos de La
Habana Vieja. Un día, unos jóvenes le preguntaron si podían practicar su
nueva música en su recinto, ella les abrió las puerta para que tuvieran un
espacio para expresarse; después de una serie de vicisitudes, el primer
concierto se llevó a cabo en 1988.
El escenario comenzó a ser nombrado el Patio de María y le llamaban
rock a todo, aunque lo que más sonara era metal y punk. Por fin tenían
un espacio que podían llamar suyo, pero rápidamente este triunfo se vio
nuevamente amenazado. El enemigo ya no tenía cascos ni bayonetas,
era mucho más temible y se encontraba en la sangre.

Algunos soldados que habían combatido en la guerra


en África habían regresado con la extraña enfermedad y en la década de
los noventa hubo una epidemia de VIH en la isla. Poco se sabía sobre la
enfermedad y el gobierno cubano hacía todo lo posible para educar a los
jóvenes. El Patio de María era el lugar ideal para el virus gracias a la vida
sexual sumamente activa y de alto riesgo. Ante este peligroso brote, el
gobierno Cubano decidió examinar a todas las personas del país, cuando
encontraban que una persona resultaba positiva, la policía se
la llevaba para encerrarla.
En este ambiente, Papo "La Bala" se había convertido en la figura central
del movimiento, razón por la cual que apodado el "Kurt Cobain" de los
Frikis, y para muchos representaba el espíritu del punk. Harto del trato
que le daba la sociedad y el gobierno cubano a los Frikis,
decidió cometer su acto desesperado de resistencia.
Una vez que se contagió con VIH, las autoridades lo mandaron al
sanatorio, ahí se encontró con un paraíso a las afueras de Piña del Río.
El recinto estaba conformado por una serie de cabañas en donde se
podía escuchar a las banda que quisiera: Nirvana, AC/DC, Metallica, Led
Zeppelin, etcétera. Este lugar de ensueño pudo contar con estos
beneficios gracias a que estaba manejado por doctores del Ministerio de
Salud, quienes tenían ideas sumamente progresivas.
La noticia comenzó a circular por una Cuba que estaba sufriendo
del colapso de la Unión Soviética. Ante esta situación, lo que comenzó
como una docena de personas se convirtió en cientos de individuos que
se inyectaban con el virus para gozar de las beneficios y dejar atrás
la represión.

Para detener estas acciones, el gobierno reguló la venta de jeringas y


aprobó un ley que castigaba esta acción con ocho años de cárcel. Pero
esto poco importó, el VIH se había convertido en un movimiento. Las
bandas de rock no solamente se identificaban por su estilo de cabello,
prendas o gustos musicales, ahora tenían un vínculo de sangre que los
separaba del resto del mundo.
La idea era clara, el VIH era una enfermedad que daba una identidad y
en poco tiempo el sistema cubano de salud encontraría una cura, pero
cuando las primeras personas comenzaron a morir, todo cambió. Los
frikis se dieron cuenta del error que habían cometido y en la mayoría de
las veces se arrepintieron de su decisión. Papo murió por
una extraña enfermedad del cerebro, pero hasta el final mostró una
actitud desafiante hacia el régimen castrista al unirse a una iglesia
evangélica.
Poco después de la muerte de Papo, Fidel Castro inauguró una estatua
de John Lennon en el centro de Cuba y se organizó uno de los primeros
conciertos masivos. Las extremas decisiones de los frikis no sólo
abrieron las puertas para el rock en Cuba, también se convirtieron en
una expresión artística que demostró el peligro que significa el VIH.

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