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LA CATEGORÍA LING ÜÍSTICA
SUSTANTIVO
M.٥ TADEA D ÍAZ HORMIGO

LA CATEGORIA LING ÜISTICA


SUSTANTIVO

UNIVERSIDAD DE CADIZ
SERVICIO DE PUBLICACIONES
1998
Diaz Hormigo, Maria Tadea

La categor ía ling ü istica sustantivo / M‫ ‘؛‬Tadea Diaz


Hormigo. - Cádiz: Universidad , Servicio de Publicaciones,
1998. - [9], 238 p.

ISBN 84-7786-324- 5

1 . Espa ñ ol -Sustantivo. I . Universidad de Cá diz.


Servicio de Publicaciones , etl. II. Titulo.

811.‫ أ‬34٠2 367.62


‫ا‬

© M٥. Ladea Diaz Hormigo

Edita: SERVICIO DE PUBLICACIONES


DE LAUNIVERSIDAD DE CADIZ
Grupo de Investigació n “ Semafnen

Diseño de Cubierta: CREASUR, S.L.

Printed in Spain - Impreso en Espa ñ a

I .S. B.N.: 84 -7786- 324 - 5


Depósito Legal : s. 219- 1998

Imprime:
Grá ficas VARONA
37608 SALAMANCA
A mis padres, Jesús Diaz y Josefa Hormigo ,
y a mi hermana Ma Loli , por su apoyo ,
comprensi ó n , desmesurado amor y generosidad
extrema .

Supieron construirme un mundo perfecto ,


٩ue me protegía de una realidad que ha resultado ser ,
en algunos aspectos, demasiado imperfecta .
INDICE

PROLOGO

INTRODUCCION 1

CAPITULO I: DEFINICIONES DE SUSTANTIVO


1.1. Exposició n teó rico-cr ítica 9
1.1.1. El sustantivo como subclase del nombre 10
1.1.1.1. Definiciones de nombre como categor í a englobadora de
sustantivos y adjetivos 10
1.1.1.1.1. Desde los puntos de vista morfoló gico, sintáctico y
sem ántico 10
1.1.1.1.2. Desde los puntos de vista sem ántico y morfoló gico 11
1.1.1.1.3. Desde un punto de vista exclusivamente sem ántico 13
1.1.1.2. La distinció n nombre sustantivo / nombre adjetivo 16
1.1.1.2.1. Desde los puntos de vista sint áctico y sem ántico 16
1.1.1.2.2. Desde los puntos de vista sint áctico y morfoló gico 19
1.1.1.2.3. Desde los puntos de vista morfoló gico , sintáctico y
sem ántico 20
1.1.2. El sustantivo corn clase de palabras independiente
‫؟‬ 21
1.1.2.1. Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente

sint áctico 21
1.1.2.2. Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
sem ántico 25
1.1.2.3. Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista sem ántico y
sintáctico 29
1.12.4. Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista morfoló gico
y sintáctico 37
1.1.2.5. Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista sem á ntico y
morfol ó gico 45
1.1.2.6. Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
morfol ó gico 49
1.1.2.7. Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista morfol ó gico ,
sint áctico y sem ántico 54
1.2. Esquematizació n 60
1.5. Valoraci ó n critica 66

CAPITULO II: EL GENERO DEL SUSTANTIVO


2.1. Exposició n teorico-critica 85
2.1.1. Tratamientos del gé nero del sustantivo desde un punto de vista
exclusivamente sintáctico 85
2.1.1.1. La combinatoria del sustantivo con los art ículos 84
2.1.1.2. La combinatoria del sustantivo con los art ículos y los adjetivos 85
2.1.1.5. La combinatoria del sustantivo con los art ículos y adjetivos, y
'

la sustituci ó n del sustantivo por pronombres 86


2.1. 2. Tratamientos del género del sustantivo desde un punto de vista
exclusivamente morfoló gico 87
2.1٠2.1. La oposici ó n morfol ó gica masculino / femenino 87
2.1.5. Tratamientos del género del sustantivo desde los puntos de vista sint áctico ,
sem ántico y morfológico
2.1.5.1. Consideraciones desde el punto de vista sint áctico
2.1.5.1.1. La combinatoria del sustantivo con los art ículos o
determinantes
2.1.5.1. 2. La combinatoria del sustantivo con una de las
terminaciones del adjetivo 89
2.1.5.1.5. La combinatoria del sustantivo con los art ículos y los
adjetivos demostrativos 90
2.1.5.1.4 . La combinatoria del sustantivo con los adjetivos o los
pronombres 90
2.1.5.1.5. La combinatoria del sustantivo con los artículos y los
pronombres 91
2.1.5.2. Consideraciones desde el punto de vista sem á ntico 91
2.1.5.2 . 1. G é nero y significaci ó n 91
2.1.3.3. Consideraciones desde el punto de vista morfol ó gico 95
2.1.3.3.1. Reglas para delimitar o identificar el gCnero del
sustantivo por la terminaci ó n del singular 95
2.1.3.3.2. Variaciones formales que experimentan los sustantivos
para designar el sexo femenino 97
2.1.4. Tratamientos del género del sustantivo desde los puntos de vista sem ántico
y morfoló gico 99
2.2. EsquematizaciOn 103
2.3. Valoraci ó n critica 109

CAPITULO III: EL NUMERO DEL SUSTANTIVO


3.1. Exposici ó n teorico-cntica 115
3.1.1. Tratamientos del nUmero del sustantivo desde los puntos de vista sem á ntico
y morfoló gico 116
3.1.1.1. Consideraciones desde el punto de vista sem á ntico 118
3.1.1.1.1. La oposició n del nUmero: singular / plural 118
3.1.1.1. 2. Sustantivos que carecen de alguno de los dos nUmeros 120
3.1.1.1.3. La significaci ó n del nUmero de los sustantivos contables
o discontinuos, los incontables o continuos y los colectivos 125
3.1.1.2. Consideraciones desde el punto de vista morfol ó gico 127
3.1.1.2.1. Reglas para la formaci ó n del plural 128
3.1.1.2. 2. NUmero y declinaci ó n 130
3.1.1.2.3. La oposici ó n morfol ó gica singular / plural 131
3.1.2 . Tratamientos del nUmero del sustantivo desde los puntos de vista sem á ntico ,
morfol ó gico y sint áctico 132
3.1.2.1. Consideraciones desde el punto de vista sem á ntico 132
3.1. 2.1.1. La oposició n del nUmero: singular / plural 132
3.1. 2.1.2. Sustantivos que carecen de alguno de los dos nUmeros 132
3.1.2.2. Consideraciones desde el punto de vista morfol ó gico 133
3.1.2.2.1. Reglas para la formaci ó n del plural 133
3.1.2.3. Consideraciones desde el punto de vista sint áctico 133
3.1.2.3.1. La combinatoria del sustantivo con los artículos 133
3.1.3. Tratamientos del nUmero del sustantivo desde un punto de vista
exclusivamente morfol ó gico 133
3.1.3.!. La oposici ó n morfol ó gica singular / plural 133
3.2. Esquematizacion 135
3.3. Valoraci ó n critica 141

CAPÍTULO IV: CLASES DE SUSTANTIVOS


4.1. Exposició n teorico-critica 145
4.1.1. Sustantivos concretos y sustantivos abstractos 154
4.1.2. Sustantivos comunes y sustantivos propios 159
4.1.3. Sustantivos simples y sustantivos compuestos 167
4.1.4. Sustantivos primitivos y sustantivos derivados 174
4.2. Esquematizació n 186
4.3. Valoració n critica 192

CAPITULO V: CONCLUSIONES 211

VI. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 227


PROLOGO

No todos los días un profesor universitario tiene la especial oportunidad y la gran


alegría de prologar un libro de tan alta calidad cient ífica como el realizado por la doctora Diaz
Hormigo. En esta monograf í a sobre la categorí a lingü istica sustantivo, se nos ofrece una
minuciosa revisi ó n historiografica, iniciada en la tradici ó n gramatical y continuada hasta la
actualidad , de algunos aspectos de esta clase de palabras, en concreto sus definiciones, los
morfemas de género y n ú mero y sus distintas clasificaciones, puntos que corresponden a los
diferentes capítulos de la obra.

Los tres primeros, adem ás, guardan una estructura similar , dado que la autora nos
presenta una exposició n detallada de diversas investigaciones lingü isticas, examinadas, no en
su ordenació n cronol ógica ni metodoló gica , sino desde los puntos de vista - morfol ógico,
sintáctico y sem ántico- que subyacen en el tratamiento ling üístico de cada estudioso,
considerado en relació n con la corriente metodoló gica a la que pertenece. Esta interesante
novedad en la elaboració n y organizació n tem àtica va acompasada en todo momento de un
apartado , de mucha utilidad para el lector , donde de manera esquem á tica se sintetiza todo el
contenido del capitulo, asi como de una valoraci ó n critica. En el capitulo cuarto, dedicado a
las clases de sustantivos, la propia materia impide respetar el orden establecido en los capítulos
previos, si bien aparece el apartado de esquematizació n y de revisió n critica de los tipos de
sustantivos habitualmente fijados. Las valoraciones criticas de cada capitulo le sirven a la
profesora Diaz Hormigo como punto de partida para presentar , en las conclusiones, su propia
visi ó n , coherentemente razonada y fundamentada, acerca de los temas analizados, concepci ó n
que se inserta, desde la teoría de los esquemas sintactico-sem á nticos, en los planteamientos del
paradigma funcional europeo.

Pero , para nosotros, el mérito de este trabajo no se queda sólo en el valor intrí nseco
de su contenido , sino que reside tambi én en constituir una obra de la profesora Diaz
Hormigo , en la que se aUna a sus probadas e indiscutibles cualidades en la docencia y en la
investigaci ó n universitarias una excepcional calidad humana, que la ha llevado a ser una
alumna nuestra ejemplar, una compa ñera imprescindible e insustituible en las tareas docentes
e investigadoras por su entrega y dedicaci ó n en todos los Ordenes, especialmente en la reciente
creaci ó n y puesta en marcha de la titulació n de Lingü istica en esta Universidad , y una
inapreciable amiga en el sentido más puro del t érmino. En una época en la que brilla por su
ausencia la generosidad que debe imperar en todo universitario que se precie, nos es
particularmente grato y nos colma de inmensa satisfacció n disfrutar de una relaci ó n de
compañerismo y amistad con una persona que mantiene vivo ese talante.

Nos sentimos, pues, orgullosos de Marita en un doble sentido , por la amistad que nos
profesa y porque comienza a recoger los frutos de su constancia durante varios añ os de intenso
trabajo . Este libro , junto con sus publicaciones, que van siendo conocidas y citadas en el
ámbito de la lingü istica, permitir á que todos reconozcan esa valia intelectual que nosotros
habíamos ya vislumbrado hace tiempo.

Cádiz, septiembre de 1997.

Miguel Casas G ó mez Inmaculada Penadés Martinez


INTRODUCCIÓ N'

En el Diccionario de Términos Filológicos , F. Lázaro Carreter (1987١, 7 a reimpr.: 85-86)


define categoría lingü istica como "cada una de las clases generales en que se reparten rodos los
elementos de un sistema lingü‫؛‬stico " 2. Por su parte, E. Coseriu (1968: 45) afirma que clase es
" eine Reihe von Elementen , die auf einer hoheren Strukturebene der Sprache dieselbe analogen
Kombinationen aufweisen " ^ . El establecimiento de clases de unidades requiere la previa
identificació n de las mismas, la cual resulta de la aplicació n del concepto conocido en la

‫ ا‬Este libro se enmarca dentro de los


proyectos del grupo de investigación denominado inicialmente
Semantosintaxis (código 1009) y actualmente, tras la extinción de éste, Semainein (código HUM 147), financiados
por el Plan Andaluz de Investigación.

2
Esta definición viene a coincidir , en lineas generales, con las que de categoría aparecen en otros diccionarios
de Lingü istica como, por ejemplo, el de w. Abraham (1981: 93), en el que se afirma que "el té rmino " categoría "
se emplea frecuentemente para designar cualquier grupo de elementos que se diferencian al describir determinadas
lenguas "‫ ؛‬el de G . Mounin (1982, Ia reimpr .: 34) , que indica que "se denomina con este té rmino a las diversas clases
de unidades de primera articulació n, o palabras, que cabe distinguir en una lengua dada , agrupadas se in su forma ,
^
su distribución y / o su funció n " , o el coordinado por R . Cerda MassO (1986: 47) , donde se establece que constituye
una categor í a el "conjunto de elementos básicos reconocidos en la descripció n de la lengua en virtud de unos
criterios teó ricos rigurosamente establecidos ".
Por su parte, j. Marouzeau (19693 ‫ د‬, a reimpr.: 44) emplea el t é rmino catégories grammaticales para
denominar a las " classes entre lesquelles on r é partit les élé ments du vocabulaire eu égard à leur nature, leur
formation O leur fonction ".
La razó n de que hayamos citado el contenido de la entrada que figura en el Diccionario de Términos
Filológicos de F. Lá zaro Carreter es que éste es el Unico autor de los consultados que define el té rmino categoría
ling üistica , que es precisamente el sintagma que aparece en el titulo de nuestro trabajo.
‫ل‬
Sin embargo, j. Dubois et alii (1973: 77-78) indican que " le terme catégorie désigne une classe dont les
membres figurent dans les m êmes environnements syntaxiques et entretiennent entre eux des relations particuliè res.
Ainsi, on dira que les mots chaise , table, bibliothèque , etc., qui peuvent figurer dans le m ê me environnement
syntaxique (par example: Pierre essuie avec un chiffon la.. ) appartiennent a la m ê me caté gorie " , por lo que " dans
cet emploi, le terme de catégorie se confond avec celui de classe" .

1
ling ü istica estructural europea y americana como principio de la conmutación , sustituci ó n e
intercambiabilidad de las unidades lingü isticas en un punto de la cadena hablada, que supone
llevar a cabo una segmentaci ó n del discurso que posibilitara la sustituci ó n de los elementos
،
resultantes de la misma y permitir que nos demos cuenta de si estamos ante unidades
distintas, alounidades, unidades inexistentes o unidades que son amalgama de dos o mas.

Só lo a tenor de las definiciones establecidas debe entenderse nuestra afirmaci ó n de que


el objeto de estudio de este libro es la categoría lingü istica o clase de palabras sustantivo , m ás
en concreto, todos aquellos aspectos que surgen del tratamiento de las unidades integrantes de
esta categor ía lingü istica consideradas aisladamente -por tanto , caracterizaci ó n de esta clase de
palabras‫ ؛‬anaiisis de los denominados tradicionalmente accidentes gramaticales género y
nUmero , y clases de sustantivos identificables-, prescindiendo de las cuestiones que resultan del
examen del sustantivo como nUcleo de una construcci ó n , lo que implicar í a atender tanto a lo
estrictamente sint áctico como a la sem á ntica sintagm ática o suboracional .

Son tres los objetivos principales o finalidades Ultimas de este trabajo.


En primer lugar , pretendemos disipar la confusi ó n existente en torno a la definició n
de la clase de palabras sustantivo para, en consecuencia, poder enunciar una caracterizaci ó n
de éste que sea m ás precisa y pueda dar cuenta de otros aspectos del mismo que no se han
tenido en cuenta hasta ahora en la investigaci ó n .
Para ello tendremos necesariamente que someter a revisi ó n teó rico-critica las
delimitaciones que sobre esta categoría se han dado. Es, ademas, criterio acadé mico que esta
revisió n arranque de la mas antigua tradició n gramatical y llegue a las mas recientes
investigaciones sobre el tema. Emprenderemos , pues, el examen de la clase de palabras
sustantivo desde la Antigüedad hasta alcanzar las m ás recientes posturas y opiniones de los
estudiosos de esta categorí a , analizando , a su vez , el tratamiento que ha recibido segUn los
distintos enfoques, contraponiendo los diversos puntos de vista y formulando y haciendo
explícitas las razones por las que rechazamos o admitimos tales delimitaciones, lo cual nos
facilitara nuestro propósito: la presentaci ó n de una definici ó n exacta de esta categor ía
ling ü istica.
Sólo de este modo podremos afianzar nuestro punto de vista axiom á tico inicial
-supuesto fenomenol ó gico de Teoría del Lenguaje y no de Ling ü istica General-, segUn el cual ,
el sustantivo es una clase de palabras con el significado categorial , en el sentido husserliano ,
" lo que se concibe como ser en si " , un significado léxico intraling ü istico y , adem ás,
eventualmente, un significado instrumental , que refleja, al menos, la oposició n singular / plural
y / o la oposició n masculino / femenino en las que interviene ese sustantivo.
Tal concepci ó n de sustantivo implica 1) por una parte, que asumimos la distinci ó n
formulada por E. Husserl entre los cuatro modos universales posibles del concebir
fenomenol ó gico: como existente en si o ser en si‫ ؛‬como ser en otro o existiendo en otro‫ ؛‬como
modo del ser 0 del existir , y como modificació n de una relaci ó n ya establecida y 2) por otra ,
la aceptaci ó n , por nuestra parte, de la distinció n formulada por E. Coseriu (1973: 82-83, 1976:
6-7 y 1977: 248) entre, al menos, tres tipos de significado: a) significado léxico,
correspondiente, segUn el lingüista rumano , al qué de la aprehensió n del mundo
extralingUistico" (el significado comUn a las unidades de la serie rico - riqueza - enriquecer )' b))

significado categorial , que corresponde al " como de la aprehensi ón del mundo extralingUistico "
(las unidades de la serie rico - riqueza - enriquecer difieren entre si por su significado categorial) ,
y c) significado instrumental , que es el significado de los morfemas, con independencia de si
son palabras sueltas o no (-5 en mesas tiene el significado " pluralizador ") .

Asimismo , intentaremos presentar una caracterizació n de los llamados tradicionalmente

2
accidentes gramaticales género y nUmero del sustantivo que no muestre las vacilaciones' que
se observan en la mayor ía de los tratamientos de estos que figuran en las gramá ticas y en los
tratados de Lingü istica, que, tras haber distinguido para los sustantivos dos géneros, masculino
y femenino, y dos nUmeros, singular y plural , mencionan la existencia de sustantivos comunes
de los dos gé neros (،artista mártir ) epicenos ( iliebre buitre ) ambiguos o dudosos ( el calor la
) ) ) ) )

calor; el mar la mar) heteró nimos ( yerno, nuera' caballo yegua ) y hasta incluso de gé nero
) ) ) )

neutro ( lo principe lo capitán) , asi como que hay sustantivos que carecen de singular ( pluralia
)

tantum ) ( grillos esposas) , sustantivos que carecen de plural ( singularia tantum ) ( fisiolog ía ,
)

carpintería ) sustantivos que carecen de plural pero que pueden aparecer en plural cambiando
)

de significado ( medicina (ciencia) , medicinas (medicamentos) ‫ ؛‬tierra planeta) , tierras (terrenos


dedicados al cultivo)) , sustantivos que pueden realizarse en ambos nUmeros sin cambio de
significado ( calzón calzones' funeral funerales ) sustantivos con forma plural y significado
) ) ) )

( Ciempozuelos , Buenos Aires ) , etc .


En este sentido , la definició n de lengua contenida en la primera de las famosas Tesis
presentadas por el Circulo Lingüístico de Praga en 1929 , es decir , " la lengua es un sistema de
medios de expresión apropiados para un fin" (Trnka et alii 198٥2: ‫ )او‬, que, adem ás, explica y
justifica el sentido de la denominació n lingüistica funcional que caracterizó la actividad de los
lingü istas praguenses, nos induce a vislumbrar la idea de que só lo es posible determinar que,
respectivamente, tienen significado instrumental de gé nero, masculino o femenino , y / o de
nUmero , singular o plural , los sustantivos que designan a seres sexuados e intervienen con otro
en una oposició n gen é rica que se manifiesta por medio de morfemas diferentes en cada uno
de los dos miembros de la pareja opuesta y / o los sustantivos que presentan una forma singular ,
que se manifiesta por la presencia del morfema flexivo <t> (ausencia de morfema) , opuesta a una
forma plural , que supone la aparici ó n de las variantes o alomorfos 0 , -s o es .
Ahora bien , hay que tener en cuenta la existencia de sustantivos que presentan la
misma forma para el singular y para el plural ( crisis , gafas) pero que expresan indistintamente
)

0 " singular " o " plural " , asi como la de sustantivos que designan a seres vivos y presentan la
misma forma para el masculino y para el femenino ( artista , pulga ) pero en los que la diferencia
)

de este contenido subsiste e indican o " masculino " o " femenino ".

El tercer objetivo que nos planteamos cubrir es la determinaci ó n de los criterios que
permitan ordenar una clasificaci ó n de los sustantivos que no presente las deficiencias
observadas en las expuestas por la mayoría de los autores, que llaman la atenció n porque, en
casi todas, 1) se utilizan mezclados, al menos, dos criterios: el morfoló gico y el sem á ntico; 2)
se emplean puntos de vista no integrados en la caracterizaci ó n de cada una de las subclases, por
lo que estas no llegan a oponerse en té rminos absolutos y , en consecuencia, un mismo
sustantivo puede ser incluido en varias a la vez; ‫ )و‬se se ñ alan caracteres como propios de todos
los sustantivos que se mencionan en la clasificació n , cuando lo que es redundante en si no
diferencia, y 4) aparecen unidas y no diferenciadas subclases de sustantivos y subclases de
adjetivos.
En este sentido , procuraremos demostrar que só lo a partir de la indagaci ó n morfoló gica
y sintacticosemantica de esta clase de palabras se puede obtener una clasificaci ó n coherente
de los sustantivos, que habr á de tener en cuenta, fundamentalmente, 1) el car ácter relacional
o no relacional de los mismos, esto es, que en un nivel abstracto de indagació n el sustantivo
nUcleo del sintagma implique 0 no una relació n sint áctica y sem á ntica obligatoria con otro u
otros elementos. Asi , por ejemplo , hermano y muerte son sustantivos relaci ó nales , pues todo
hermano es hermano de alguien y muerte siempre es muerte de alguien 2) que, desde una
'
)

perspectiva estrictamente sincró nica, el sustantivo presente o no una conexi ó n sem á ntico-
formal , en el sentido amplio del tCrmino , con una palabra de la misma o de otra categoría, lo
que nos permitir á dividir los sustantivos relaci ó nales y no relaci ó nales en los que se observe

3
tal conexi ó n en sustantivos relacionados con verbos, con adjetivos, con adverbios y con
sustantivos, y 3) si se establece o no una correspondencia sint áctico-sem ántica , y en caso
afirmativo si es total o parcial , entre el sintagma con sustantivo nuclear relacionado con otra
categor ía y la construcci ó n de la que es nUcleo predicativo , atributo o complemento
predicativo, el verbo , el adjetivo, el adverbio o el sustantivo relacionado con el sustantivo
nuclear .
Al mismo tiempo , intentaremos establecer las diferencias existentes entre las principales
clases de nombres sustantivos distinguidas, es decir , las constituidas por los denominados
tradicionalmente a) sustantivos concretos y sustantivos abstractos‫ ؛‬b) sustantivos comunes o
apelativos y sustantivos propios 0 particulares‫ ؛‬c) sustantivos simples y sustantivos compuestos,
y d) sustantivos primitivos y sustantivos derivados.
Este propósito nos obliga tambi én a revisar , para ulteriormente plantearnos su validez,
las divisiones y oposiciones establecidas entre estas categorí as y a examinar las fisuras que
presentan las definiciones de las mismas ofrecidas por gram áticos de todas las tendencias.

De lo establecido hasta el momento puede deducirse f ácilmente la estructura que


presenta este libro.
Asi, teniendo en cuenta que, de acuerdo con lo establecido en las gram á ticas griegas
y latinas, la mayorí a de los ling ü istas pertenecientes a la denominada tradici ó n gramatical
incluye el sustantivo , junto con el adjetivo, en la clase superior de los nombres, categorí a que
definen o Unica y exclusivamente en relaci ó n con el sustantivo (nombre = sustantivo) o
sumando las definiciones de sustantivo y adjetivo , dedicamos el capitulo la la revisi ó n teó rico-
critica de las definiciones de sustantivo formuladas tanto por los autores que lo consideran
como una subclase de la categor ía superior denominada nombre -lo que implica que se haya
de pasar revista a las definiciones de esta categoría englobadora de sustantivos y adjetivos , y ,
ulteriormente, plantear en qu é radica , segUn estos autores, la distinció n nombre sustantivo /
nombre adjetivo- como por aqu éllos que sostienen que el sustantivo es una categoría lingü istica
aut ó noma e independiente. '

En el capitulo II se analizan los tratamientos de que ha sido objeto el género del


sustantivo por parte de, al igual que en el capitulo anterior, autores de distintas tendencias y
metodolog í as, desde la tradición gramatical hasta nuestros d í as, los cuales discrepan entre si ya
en el que podr ía ser considerado el punto de partida de sus respectivos análisis: la
determinaci ó n de si el género es un accidente o variaci ó n gramatical susceptible de ser
experimentada por el nombre sustantivo o bien un rasgo inherente del mismo que se
manifiesta discursivamente por las diferentes terminaciones que adoptan los art ículos, adjetivos
y pronombres. Y en capitulo III se procede del mismo modo , pero esta vez con el otro
accidente gramatical del sustantivo: el n ú mero , si bien , al menos a priori se observa una
)

mayor uniformidad en la adopci ó n de criterios y en las opiniones emitidas al respecto por los
diferentes estudiosos del mismo.
En el capitulo IV se someten a valoraci ó n critica las m ás relevantes clasificaciones de
sustantivos expuestas a lo largo de la historia, prestando especial atenci ó n , por ser las m ás
significativas y repetidas, a las distinciones entre a) sustantivos concretos y sustantivos
abstractos‫ ؛‬b) sustantivos comunes o apelativos y sustantivos propios o particulares‫ ؛‬c)
sustantivos simples y sustantivos compuestos, y d) sustantivos primitivos y sustantivos
derivados, lo que facilitara el cumplimiento de uno de los objetivos previamente enunciados,
a saber , el establecimiento de las diferencias existentes entre las principales clases y subclases
de sustantivos.
El libro termina en el capitulo V con la exposici ó n de las conclusiones a las que ha
conducido la revisi ó n de los diferentes tratamientos que han recibido estos aspectos de la
categor ía ling ü istica sustantivo. Al mismo tiempo , se intenta aportar el punto de vista personal

4
sobre cada uno de los temas tratados, para lo que se har á especial hincapi é en los principios
teó ricos y conceptos instrumentales que sustentan esta visi ó n final de los aspectos debatidos,
se resaltaran aquellos puntos en los que la teor ía sometida a revisi ó n es poco explicativa, se
intentara argumentar las razones de esta deficiencia y se aportará, cuando sea posible, una
solució n alternativa.
Finalmente, para terminar lo relativo a la configuraci ó n de los cap ítulos, se debe a ñ adir
que los cuatro primeros han sido divididos en los apartados de 1) exposici ó n teOrico-critica,
calificativo este Ultimo que debe entenderse en el sentido de que se someten a juicio
determinados aspectos específicos que destacan en la revisió n de la teoría de un autor
determinado‫ ؛‬2) esquematizaci ó n, en el que se pretende resaltar aquello que es fundamental
para llegar a captar 0 percibir más claramente una visi ó n global del tema que se trata, y 3)
valoraci ó n critica, en el que, frente a lo establecido en 1) , se analizan aquellas cuestiones que
son generales, comunes o , simplemente, que se repiten , en la exposici ó n de las teor ías de los
diferentes autores.

Debido a que la bibliograf ía sobre el tema que nos ocupa es muy extensa, nos hemos
visto obligados a realizar una selecci ó n . En este sentido , pensamos que la muestra ofrecida es
suficientemente representativa, ya que no es nuestro propósito llevar a cabo la revisi ó n
hist ó rica de todas las gram áticas, monograf ías y art ículos que se refieren a los aspectos aqu í
enunciados, sino Unicamente de aquéllos desde los cuales se puede fijar una visi ó n de conjunto
del tratamiento del tema.

A lo largo de este trabajo quedará patente que los mismos criterios empleados desde
la Antig ü edad para la clasificació n e identificaci ó n de las categorías ling ü isticas, esto es,
criterios morfol ó gicos, sem á nticos y sint ácticos« , son los que se siguen empleando a través de
la historia y , generalmente, en el mismo sentido , al menos, para la caracterizaci ó n individual
de una de estas categorías: el sustantivo , ya que, solos o combinados entre si , los puntos de
vista 0 perspectivas morfológica, semántica y sint áctica est á n en la base de las definiciones de
sustantivo ofrecidas‫ ؛‬de las diferentes caracterizaciones del género y el nUmero del sustantivo ,
y de las clasificaciones de sustantivos enunciadas.
En efecto , el criterio morfol ó gico es el adoptado en las definiciones de sustantivo que
hacen referencia a su forma o estructura material , estableci éndose, en este sentido , casi siempre,
que se trata de una palabra variable, ya que, ademas de raí z, lexema, morfema l é xico , plerema,
semantema o monema l éxico, presenta flexi ó n de, al menos, género y nUmero , por lo que los
morfemas gramaticales, gramemas, formantes 0 monemas gramaticales que aportan estos
contenidos son denominados constitutivos u obligatorios, frente a los prefijos, infijos, sufijos,
etc., que son facultativos u opcionales. Asimismo , la perspectiva morfol ó gica sirve para el
análisis de las oposiciones formales masculino / femenino y singular / plural, asi como para
el establecimiento de reglas que permiten , a partir de la terminaci ó n y acentuaci ó n que
presentan en singular , dilucidar e identificar el género de los sustantivos y formar
correctamente el plural de los mismos, e interviene, junto con el criterio sem á ntico , en la
delimitaci ó n de clases diferentes en el conjunto de los sustantivos y en la ulterior
caracterizació n de las mismas.

El criterio sem á ntico es el mas empleado por los autores para formular tanto sus
respectivas definiciones de nombre, categor í a englobadora de sustantivos y adjetivos, como las
de sustantivo, ya que la mayor í a de ellos atiende a la significaci ó n fundamental de las palabras

4
Sobre estos criterios, cf . G ó mez Asencio 1981: 91-94 y Calero Vaquera 1986: 51- 54 , y para las deficiencias que
.
presentan vé ase tambié n , entre otros Bosque 1989: 51- 48.

5
de esta categoría lingü istica y a la realidad por ellas designada. En algunos casos la
caracterizaci ó n resultante se presenta bajo la forma de criterio teleoló gico , pues alude a la
finalidad o funció n , esto es, a para qué sirve la clase de palabras sustantivo . También desde el
punto de vista sem ántico se delimitan qu é sustantivos pertenecen a uno u otro gé nero , de lo
que viene a resultar una clasificació n de las palabras de esta clase en masculinas y femeninas,
segUn sea el género de la mayorí a de los nombres de seres y entidades que se incluyen bajo
cada designació n‫ ؛‬se señ alan dos nUmeros para los sustantivos, singular y plural‫ ؛‬se distinguen
que sustantivos carecen de nUmero plural o de n ú mero singular, cuales parecen plurales pero
son de nUmero singular y qu é sustantivos se usan en singular y plural sin cambio de
significado , y se analiza la significaci ó n gramatical del nUmero de los sustantivos contables 0
discontinuos, los incontables 0 continuos y los colectivos. Adem ás , hemos de destacar la
frecuente recurrencia al criterio sem ántico por pr ácticamente todos los autores que establecen
clasificaciones y caracterizaciones de subtipos de sustantivos e intentan hallar los rasgos
diferenciadores de las clases previamente distinguidas.

El criterio sint áctico se presenta bajo una doble modalidad: a) criterio sint áctico
hmcional , que es el utilizado en las definiciones de sustantivo basadas en la funci ó n o papel
que éste desempeña en la expresió n , y b) criterio sintáctico colocacional o combinatorio , que
implica el tener en cuenta la colocació n de las unidades lingü isticas en la expresi ó n. Es al que
acuden los autores que distinguen nombre sustantivo / nombre adjetivo por la independencia
discursiva del primero , frente a la imposibilidad del segundo de subsistir por si mismo en el
texto 0 discurso sin la presencia de un sustantivo , asi como aqu éllos que determinan que hay
que atender a la combinatoria de los sustantivos con los art ículos, los adjetivos y / o los
pronombres para averiguar su género y a la de los sustantivos con los art ículos para hallar si
carecen de alguno de los dos nUmeros. No es un criterio muy empleado en las clasificaciones
y definiciones de subtipos de sustantivos, si bien es precisamente el que adopta L. Bloomfield
(1933: 205) para diferenciar entre sustantivos comunes y sustantivos propios, pues se basa para
esta delimitació n en el grado de combinabilidad de los primeros frente a los segundos con los
denominados adjetivos limitantes5.

5
EJ orden de mención de estos criterios en los t ítulos de los diferentes apartados de este libro, asi como el de
la colocació n de estos apartados dentro de cada capitulo o sección de éste, viene motivado por nuestro deseo de
respetar , en la medida de lo posible, el orden cronol ógico en que se han ido sucediendo las teor í as pero,
simultáneamente, mantener la coherencia temática de la exposición .
Se justifica de este modo que, por ejemplo, primero se analicen las definiciones de sustantivo desde los
puntos de vista sem á ntico y sint áctico, apartado que incluye la teor í a de o. Jespersen (1924) , después las realizadas
desde los puntos de vista morfol ógico y sint áctico, pues permite exponer las consideraciones emitidas al respecto
por L. Hjelmslev (1928), que parte de lo establecido previamente por o. Jespersen (1924) , y en tercer lugar, las
formuladas desde un punto de vista exclusivamente morfológico, que es el criterio seguido por E . Alarcos Llorach
(1951) en la aplicación de las teorías glosem á ticas de Hjelmslev a la lengua espa ñ ola.
Asimismo, se dice, entre otros t ítulos que servir ían como ejemplos al respecto, " Definiciones de sustantivo
desde los puntos de vista semántico y morfol ógico" y no a la inversa ("desde los puntos de vista morfol ógico y
semá ntico", lo que parecer ía más coherente) para liacer referencia a determinadas caracterizaciones como, por
ejemplo, la de los lingü istas psicomecá nicos, que conciben que la categor í a lingüistica que analizamos resulta de
dos fases diferentes que se suceden y la primera de estas es descrita en té rminos que podr íamos considerar de indole
semántica , en un sentido amplio, y la segunda en t é rminos que parecen ser más caracter ísticos de la morfología.
Se intenta conservar , por tanto, el orden en que formulan los diferentes autores sus respectivas caracterizaciones
de los aspectos que aqu í se tratan .
Hay que a ñ adir que la separación entre pá rrafos obedece, fundamentalmente, a razoJies de coherencia
tem á tica y al propósito de distinguir las teor ías de los diferentes autores, que son expuestas una a continuación de
otra.
AsUnismo, en la medida en que el procesador de textos empleado nos lo ha permitido, hemos respetado
las graf ías propias de cada ¿poca empleadas por cada uno de los autores.

6
Para terminar este capitulo introductorio sólo me resta expresar mi mas sincero
agradecimiento al Prof . Dr. D. Valerio Báez San José por haberme brindado la oportunidad
de emprender la linea de investigaci ó n de la que ha resultado este libro‫ ؛‬por las valiosas
explicaciones, sabios consejos, opiniones y sugerencias ofrecidas durante el periodo de
preparaci ó n del mismo‫ ؛‬por sus multiples correcciones apuntadas a las diversas y minuciosas
lecturas del borrador primitivo, y por su continua disponibilidad , atenci ó n e interés para
solucionar las numerosas dudas y problemas que se me iban presentando. Asimismo , quiero
darle las gracias al Prof . Dr. D. Miguel Casas Gó mez, que ha conocido de manera directa los
problemas e inquietudes surgidos en el proceso de elaboraci ó n de este trabajo y soportado lo
indecible los altibajos de animo por ello sufridos, lo cual , al contrario de lo que pudiera
pensarse, no surt ía otro efecto m ás que acrecentar su interés por la obra que estaba llevando
a cabo y multiplicar las ocasiones en las que me transmit í a su ofrecimiento de ayuda y
reiteraba que estaba a mi disposici ó n todo su material bibliogr á fico . Por las multiples ocasiones
en las que me he aprovechado y servido de esta acreditada y reconocida generosidad y , ademas,
porque encima ha tenido que ingeniá rselas para infundirme animo y contagiarme su empeñ o
e ilusi ó n por luchar y conseguir esas peque ñ as y grandes cosas que nos aportan satisfacciones
en el mundo universitario le doy las gracias. Del mismo modo , y aunque sé que tampoco
respecto a ella estas pocas palabras bastan , quiero agradecerle a la Profo Dra Da Inmaculada
Penad és Martinez el que haya sido participe constante en el desarrollo de esta obra y , en este
sentido, su continua disposici ó n a atender tanto personalmente como por carta 0 por teléfono
mis numerosas dudas y a transmitirme aquellos problemas que ella intu ía que se me podrían
presentar, ofrecié ndome siempre Utiles consejos, indicaciones y advertencias, todas ellas con
una misma caracter ística: el presentar , llegando a un equilibrio perfecto , una conjunció n de
sabiduría, magisterio y amistad . Igualmente, deseo manifestar mi agradecimiento a mi familia,
que no escatim ó esfuerzos y dispuso todos los medios a su alcance para que la elaboració n de
este trabajo fuera , al menos, mas có moda, pero que, parad ó jicamente, es quien , a cambio, ha
recibido mayor falta de atenció n y sufrido , dando muestras de paciencia infinita, el desanimo ,
la irritabilidad e incluso desesperació n que tantas veces en este periodo hicieron mella en mi .
Asimismo , he de dejar constancia de mi gratitud a Da Antonia Ord óñ ez Duran por su valiosa
ayuda aquel mes de julio en el c. s. I . c. durante la primera etapa de selecci ó n del material
bibliogr áfico necesario para llevar a cabo este trabajo , asi como a Da Pilar Mil á n Merello por
el asesoramiento inform ático prestado.

7
CAPITULO I

DEFINICIONES DE SUSTANTIVO

1.1. EXPOSICIÓN TEORICO CR ÍTICA

La mayor í a de los autores pertenecientes a la denominada tradici ó n lingü istica concibe


la existencia de una clase superior denominada nombre que engloba las categorías o subclases
de sustantivos y adjetivos. Frente a éstos, otros, casi todos del siglo XX , defienden que el
sustantivo es una categoría de palabras aut ó noma e independiente.
Por ello , en esta secci ó n del capitulo I establecemos una divisi ó n en dos apartados para
estudiar , primero , las definiciones de sustantivo que presentan aquellos autores que lo conciben
como una subclase del nombre, lo que implica que deban ser examinadas, por una parte, las
diferentes concepciones de esta categoría superior de palabras que estos autores formulan ,
concepciones que resultan de la adopció n de los puntos de vista morfoló gico , sint áctico y
sem ántico‫ ؛‬sem á ntico y morfológico , 0 só lo y exclusivamente el sem á ntico , y , por otra,
ulteriormente, los rasgos distinguidores de las dos subclases de nombres, sustantivos y
adjetivos, que se incluyen en esa categor í a superior , para lo cual algunos tienen en cuenta
consideraciones de indole sintáctica y sem á ntica‫ ؛‬otros atienden a las de carácter sint áctico y
morfoló gico , y hay un tercer grupo que intenta conjugar las tres perspectivas, la morfol ó gica ,
la sint áctica y la semá ntica . En segundo lugar , nos ocuparemos de las definiciones de sustantivo
que presentan los autores que lo consideran una categorí a ling ü istica aut ó noma e
independiente, si bien distinguimos entre aqu éllos que ofrecen una caracterizaci ó n de la misma
a) desde un punto de vista exclusivamente sint áctico‫ ؛‬b) desde un punto de vista
exclusivamente semántico‫ ؛‬c) desde las perspectivas sem ántica y sint áctica‫ ؛‬d) atendiendo a

9
consideraciones de indole morfol ó gica y sint áctica‫ ؟‬e) examinando los rasgos sem á nticos y
morfol ó gicos ‫ ؟‬f ) adoptando un punto de vista exclusivamente morfol ó gico , y g) aunando
caracter ísticas morfoló gicas, sint ácticas y sem ánticas.

1.1 . 1 . El sustantivo como subclase del nombre

1.1 . 1.1 . Definiciones de nombre como categorí a englobadora de sustantivos y adjetivos

1.1 . 1.1 . 1 . Desde los puntos de vista morfol ógico , sintáctico y semántico

En el Libro Tercero de la Gramática de la Lengua Castellana, " Que es de la etimolog ía


r dició n " , concretamente, en el Capitulo II , " Del Nombre " , aborda E . A . de Nebrija (1492)
el tratamiento del sustantivo consider ándolo , al menos " teó ricamente " -posteriormente (cf .
1.1.1.2.1. n . 19) examinaremos una presunta incoherencia de la Gramática- de acuerdo con la )

tradició n grecolatina, una subclase, junto con el adjetivo , del nombre ' , que es caracterizado ,
uniendo criterios morfol ó gicos, sint ácticos y semánticos, como " una de las diez partes de la
oració n , que se declina por casos2, sin tiempos, r significa cuerpo o cosa . Digo cuerpo, como
ombre piedra árbol ‫ ؟‬digo cosa, como dios ánima gramática" (op. cit.: 164). Los accidentes
) ) ) )

atribuidos al nombre por el gram ático andaluz son seis: calidad , especie, figura , género,
nUmero y declinació n por casos3.

‫ ا‬Esta es una de las razones por las que esta obra puede ser considerada una gram á tica "tradicional " , dándole

a este té rmino el sentido de "tradición lingüistica " caracterizada por su filiación a las gramáticas grecolatinas; la
mezcla de perspectivas metodológicas no diferenciadas y , por ende, carencia de presupuestos lingüí sticos explí citos
y coherentes , y el intento de extrapolación e identificación de las categor í as lógicas y las lingüisticas.
Otras gram áticas que revisamos en este libro y que también responden , en mayor o menor grado , a estas
caracter ísticas - por lo que también pueden ser tildadas de " tradicionales " 0 de " pertenecientes a la tradición
c
gramatical "- son las de . de Villalón (1558), G . Correas (1627) , ٧. Salva ( 1830) , A . Bello (1847) , R . Lenz (1920) ,
s s
R . Seco ( 1930) , A . Alonso y P . Henriquez Urefia (1938 - 39) , . Fernandez Ramirez ( 1951) y . Gili Gaya (1961) ,
asi como la Gramática de la Lengua Vulgar de España anónimo publicado en Lovaina en 1559 , las editadas por la
)

Real Academia Espaflola en 1771 y 1931 (cf . R . A . E . 1771 y R . A . E. 1931) y el Esbozo de una Nueva Graé ica
de la Lengua Espa ñola , también de la R . A . E . (cf . R . A . E. 1973) , entre otras.
2
No obstante, posteriormente, Nebrija (op . cit .: 176) afirma que "declinación del nombre no tiene la lengua
castellana, salvo del nUmero de uno al nUmero de muchos; pero la significación de los casos distingue por
preposiciones " . Por tanto, Nebrija acepta la declinación sólo para el nUmero (cf . 3.1. 1.2. 2.) y admite que el
significado de los casos es expresado por procedimientos sintácticos. De acuerdo con estas consideraciones, es
posible afirmar que la declinación es para el gramático andaluz un fenómeno de carácter sintáctico preposicional ,
empleando aqu í la denominación declinación sinática 0 preposicional en el sentido apuntado por F. Lá zaro Carreter
( 1987 ) , 7 a reimpr . : 128) , quien afirma que "para mantener un dudoso paralelismo con la declinación flexiva, se habla
de declinación sintáctica en aquellas lenguas que carecen de flexión y expresan las funciones ajustando las palabras
a un orden determinado o anadiándoles morfemas no desinenciales; si estos son preposiciones , se habla de
declinaci ón preposicional ".

‫ل‬
La definición de nombre que aparece en esta Graáica de la Lengua Castellana está inspirada en la que
formula Donato en su Ars Grammatica (siglo IV) , si bien hay que señalar que la del gramático latino resulta más
precisa , pues éste menciona la posibilidad de que el nombre , una parte de la oración con caso , signifique cuerpo
o cosa propia o comUnmente (cf . Keil 1864 : 373) . De este modo , junto a la distinción entre nombres que significan
cosa y nombres que significan cuerpo , impl í cita también en la definición del gram á tico de Lebrija , se marca una
segunda división en el conjunto de los nombres: los nombres que significan propiamente cRoma Tiberis) y los que
)

significan comúnmente ( urbs , / lumen ) . Donato especifica ulteriormente que es uno de los accidentes de la categor í a
nominal , la calidad, el que hace posible la bipartición entre nombres propios y apelativos. No obstante, hay que
apuntar que no coinciden las caracterizaciones de nombre comUn y nombre propio ofrecidas por ambos gramáticos

10
También G. Correas (1627) considera al nombre, siguiendo las pautas de la tradici ó n
gramatical , como una categoría 0 clase subdivisible en sustantivos y adjetivos, y lo define,
aunando rasgos y caracteres de indole sem ántica , morfol ó gica y sintáctica , como " palavra , i boz
con que se nonbra cada cosa , i tiene genero, art í culos*, n ú meros, casos 0 diferenzias de casos,
con preposiziones‫؛‬: no tiene declinazion por cadenzias diferentes, como en latin i griego,
porque es invariable en kastellano: solamente tiene dos terminaziones , una para el singular ,
acabe como acabare en vocal , 0 en una de las siete finales, i otra para el plural acabada en 5 .
Las preposiziones hazen i muestran la diferenzia de los casos " (op. cit .: 112) ٥.

1.1.1.1.2. Desde los puntos de vista sem á ntico y morfoló gico

c. de VillalOn (1558) dedica el primer libro de su Gramática Castellana al tratamiento


del nombre, identificando , en primer lugar, como tal , mediante un criterio exclusivamente
sem á ntico , a la " voz, 0 vocablo que sinifica las cosas propria , o comunmete y no sinifica hazer ,
ni padeçer en tiempo. Como Pedro, hombre, tabla, madero " (op . cit.: 15) , si bien, a
continuaci ó n (idem: 15-14), desglosa cada uno de los rasgos del nombre contenidos en la
definició n , haciendo referencia de este modo tambi én a otras cuestiones de indole morfol ó gica
concernientes a esta parte de la oraci ó n ?. Asi , señala que la definici ó n citada "dize:

(cf . Nebrija , op. cit.: 164-165 y Keil, op. cit .: 355 y 373-374).
Se observan también analogías entre las consideraciones sobre los accidentes del nombre que aparecen en
la Ars Grammatica y en la Gramática Castellana. Asi, de los seis accidentes señ alados por Donato (" qualitas
conparatio genus numerus figura casus " (Keil, op. cit.: 355 y 373)) , Nebrija toma sólo cinco: calidad, figura , gé nero,
n ú mero y declinación por casos (cf . Nebrija, op. cit .: 164). Omite, pues, la comparació n de Donato, pero si incluye
otro accidente, la especie, se ñ alada para el nombre por Prisciano (cf . Quilis 1980: 24).
Sobre la definición de nombre que figura en la Gramática de la Lengua Castellana de E . A. de Nebrija
(1492) y las otras cuestiones conexas aqu í mencionadas, cf . Diaz H٢٥m‫؛‬go 1994c.

٠ El englobar el articulo entre las variaciones o accidentes del nombre puede ser considerado un indicio de
modernidad de la gram ática de G. Correas, pues se adelanta a la vertiente del estructuralismo que incluye el articulo
entre los morfemas del nombre. En este sentido, E. Alarcos Llorach ( 1967: 225) , en su interpretació n del articulo
como signo morfológico (morfema) del nombre, cita expresamente al maestro Correas como ejemplo de la no
originalidad de su aportación (cf . al respecto, !. 1.2.6. n . 110) .
5
Aunque no lo indica explícitamente, para tratar estos aspectos formales, el autor fija su atenci ón Unica y
exclusivamente en el sustantivo, sin hacer referencia a los rasgos y caracteres peculiares de la otra categor í a
englobada y distinguible en la clase nombre: el adjetivo.
6
Si para el maestro Correas el nombre castellano es invariable en lo que se refiere a las expresiones casuales,
ya que las diferencias de casos se muestran en la lengua castellana , frente al latin y al griego, por medio de
preposiciones, es posible hablar tambié n aqui, al igual que hicimos cuando tratamos la Gramática de Nebrija, de
declinació n sint á ctica o preposicional.

7
En este sentido, A. Gerzcnstein (1978) considera que las definiciones de nombre de Nebrija y VillalOn son
" poco econ ó micas y concisas, no est á n enunciadas con terminología t é cnica y son incoherentes porque mezclan
caóticamente diferentes aspectos: gramatical y sem á ntico " (op. cit.: 419). No obstante, resalta que, a diferencia de
Nebrija , VillalOn no introduce la declinación en la definición de nombre y , además, " hay en ei un intento de
oponer dicotómicamente el nombre al verbo" (idem: 429) . Asimismo, encuentra esta autora que el gramá tico
andaluz est á mucho m ás apegado a la tradición cl ásica que el vallisoletano, destacando positivamente el propósito
de éste de independizar la gram á tica de la lengua castellana de las de las lenguas latina y griega , y, en conexió n con
esto, califica de gran acierto por parte de este Ultimo el negar la existencia de declinació n en nuestra lengua . Pero
" posiblemente la erudición de Nebrija -muy superior a la de VillalOn - y su formació n , le impidieron emanciparse
totalmente de la influencia clásica " , si bien, adem ás, hay que tener en cuenta que " aqu él escribe casi setenta a ñ os
antes que VillalOn y quizá necesitara fundamentos m ás só lidos para justificar una gram á tica en lengua romance "

11
propriamente: por los nombres proprios, Pedro , Martin : los quales sinificá vna cosa singular,
0 singular persona. Y dize: comunmente, por los nombres que debaxo de vna termination de
vna letra final sinificâ muchas cosas de aquel genero . Como tabla, madero , hombre: y otros
semejátes los quales no sinifican ansi tomados vn solo hobre, vna sola tabla , o madero sino
todo genero de tabla y hobre y madero en comU . Pero si a ñ adiessemos a estos nObres comunes
.
vn articulo demostratiuo Esta, har í amos que aquel nombre que hasta agora de su cogeça es
comun fuesse (por razon de aquel articulo) proprio y singular . Como si dixessemos, este
hombre, esta tabla, este madero . Y dize adelâ te la diffiniçion: que el nombre no sinifica,
action , ni passion , hazer, ni padeçer . Esto dize par razon del Verbo , que en esto diffiere del
Nombre " .

Por su parte, en la Gramática de la Lengua Castellana seg ún Ahora se Habla de V. Salv á


(1830) tambié n aparece el sustantivo , junto con el adjetivo , como una subclase de la clase
mayor de los nombres, definida ésta como la de " las palabras que significan un ser o una
calidad, y que son susceptibles de nUmeros, casos y géneros " (op. cit.: 137) 8. No obstante,
estos accidentes morfoló gicos atribuidos al nombre por este autor pueden simplificarse, pues
" por carecer la lengua castellana , como casi todas las modernas de los casos , desinencias o
terminaciones que ten í an las antiguas, esta reducida a dos la declinaci ó n de sus nombres, la una
para el singular y la otra para el plural , ú nicamente los pronombres tienen verdaderos casos "
)

(idem: 138-139) .

Otra gram á tica en la que el sustantivo aparece incluido junto con el adjetivo en la clase
superior del nombre es la de j. Alcina Franch y j. M . Blecua (1975: 490-492 y 497) , si bien ésta
no puede ser considerada una obra propiamente tradicional , ya que, ademas de presentar las
caracter ísticas por las que podr ía ser incluida entre las pertenecientes a la tradici ó n lingü istica ,
contiene definiciones, tesis y postulados propios y específicos de la corriente estructuralista .
En este sentido , puesto que no puede adscribirse de modo preciso a una u otra corriente, la
consideramos como perteneciente a un " periodo de transició n " ideol ó gica entre lingü istica
tradicional y estructural , y por ello la denominamos " gram á tica de transici ó n "‫؟‬.

(idem: 428).

،‫ ا‬Emplea , por tanto , a) un criterio formal -el autor alude a la presencia en la forma del nombre de los
accidentes gramaticales de gé nero, n ú mero y caso, aunque luego reducir á los casos al pronombre y hablar á de
declinació n del n ú mero (cf . 3.1.1.2. 2.)-, y b) tm criterio sem á ntico , qtie permite desdoblar la definici ó n en dos
partes: en una primera , se nos dice que el nombre significa un ser , refirié ndose, por tanto, al nombre sustanti٧o ,
mientras que, en la segunda, se recoge lo concerniente al nombre adjetivo: el significar una calidad . De esta manera ,
el gram ético valenciano utiliza un procedimiento que le permite incluir sustantivo y adjetivo dentro de la clase
nombre, pues elabora una definici ón de éste que no resulta m á s que de la adició n de las caracter ísticas de las dos
subclases. Sin embargo , en determinadas ocasiones alude al nombre sustantivo con el vocablo gen é rico de nombre,
lo que nos permite afirmar que éste no es un té rmino univoco en V. Salva , sino que, dependiendo de los diversos
-

contextos, con el t é rmino nombre se refiere o bien al sustantivo, o bien a la clase qtie agrupa sustantivo y adjetivo .
Esta puede considerarse como una muestra m ás de la inconsistencia que supone se ñ alar una clase general artificial,
la del nombre, que engloba dos subclases muy diferentes.
9
Otras " gramá ticas de transició n " que revisamos en este libro son las de j. RocaPons (1960) , F. Marcos Marin
(1972 y 1980) y c. Hern ández Alonso (1984). De todas ellas, pretendemos dilucidar en qué aspectos y cuestiones
del tema que nos ocupa son tradicionales y en cuá les estructurales.
Entre las otras gram á ticas que podr í amos haber incluido destaca la de Ma V . Romero Gualda (1989) , ya
que tambié n en ella la autora pasa revista a las consideraciones que lingü istas tradicionales y estructurales exponen
en sus obras y estudios no sólo sobre la inclusión del sustantivo y el adjetivo en la categor í a del nombre y las
definiciones de sustantivo, sino tambié n sobre la transposició n de categor í as, el género del sustantivo, el n ú mero
del sustantivo , las funciones sint ácticas del sustantivo y las clasificaciones sem á nticas del sustajitivo. Ea razó n de

12
Pues bien, el nombre '" es caracterizado por estos autores como el morfema lexem ático
sinsemántico, esto es, con significado identificable en el discurso por si mismo , que se combina
con los morfemas gramaticales o categorizadores de gCnero, nUmero y articulo", 0 al menos
con uno de ellos, para su realizaci ó n en el discurso".

.
I . I . I . I .3 Desde un punto de vista exclusivamente sem á ntico

En la Gramática de la Lengua Castellana de la Real Academia Españ ola publicada en


1771 el nombre es definido , siguiendo un criterio sem á ntico de carácter teleol ó gico , como " una
palabra que sirve para nombrar las cosas " (R . A . E . 1771: ‫ )ؤ‬. A partir de esta definició n , y

que esta gramá tica no haya sido analizada en este capitulo es que las aportaciones originales de la autora son escasas,
limit á ndose a reseñ ar , de manera m á s o menos amplia , lo dicho por otros. No obstante, esto no puede ser
considerado un delecto dado que la finalidad de la obra no es otra que, para facilitar la enseñ anza del espa ñ ol a
extranjeros, "examinar , si no de manera exhaustiva , si lo m ás completa posible, los problemas que presenta el
nombre en espa ñ ol " (op. cit.: 7).
Respecto a la Gramática Espa ñ ola de j. Alcina Franch y 1. M . Blecua (1975), además del hecho constatado
de que el tratamiento del sustantivo que aparece es el resultado de la acumulaci ón y aplicación de postulados
tradicionales y estructuralistas, la otra razón que Justifica la consideraci ó n de este tratado como " gram á tica de
transici ó n " es la declaració n de los autores en el pr ólogo de la obra de que " el car ácter eminentemente descriptivo
del libro nos ha llevado a elegir un moderado estructuralismo como marco te ó rico " , ya que éste parece ser "la base
más adecuada , por su claridad , para establecer las lineas generales del conocimiento de la lengua , y un paso previo
para llegar a descripciones m ás afines con las cuestiones te ó ricas actuales " (op. cit .: 9).
Asimismo, en este prólogo se nos informa que el autor de los cap í tulos que aqui nos interesan , los de
Morfología (cap ítulos 5-6), es exclusivamente j. Alcina Franch‫ ؛‬que estos capítulos quedaron concluidos a finales
de 1973, si bien la bibliograf í a utilizada no es posterior a 1972, y que los criterios empleados en la exposició n ser án,
en primer lugar y con car á cter dominante, el llamado criterio formalista y funcional, denominado criterio
gramatical, y , en segundo lugar, como un paso posterior y subordinado al anterior , el criterio sem á ntico.
10
La razó n de reproducir en esta obra la consideraci ó n tradicional del nombre como clase englobadora de
sustantivos y adjetivos no es, como ocurr í a en la mayor ía de las otras gram á ticas , que los autores pretendan seguir
el modelo de las gram á ticas grecolatinas, ni que vean m ás semejanzas entre sustantivos y adjetivos que entre
sustantivos y adjetivos y los verbos y, por ello, consideren a sustantivos y adjetivos un grupo opuesto al verbo ,
sino que realmente no encuentran criterios que les permitan ofrecer una definición precisa y diferenciadora de
sustantivos y adjetivos como categor ías distintas. No obstante, en muchos apartados de la obra , fundamentalmente,
en los dedicados a una clasificaci ó n de los nombres de acuerdo con su vertiente sem á ntica o significativa , el t é rmino
nombre equivale exclusivamente a sustantivo, aunque est á claro que éste puede adquirir contextualmente la funció n
predicativa del adjetivo.
11
indican estos autores que los dos primeros son morfemas trabados, freitte al tercero, que es un morfema libre.
Asimismo, adem ás de esta funció n catcgorizadora , estos morfemas contribuyen , segó n Alcina y Blecua (op. cit.:
512) , a marcar la relaci ó n de concordancia entre las palabras que constituyen el grupo nominal ( la casa amarilla )
y entre el sujeto y el predicado en la oració n ( el árbol crece ) .

' 2 De acuerdo con presupuestos de indole estructural, aparece expuesto (cf . Alcina y Blecua , op. cit.: 492) un
gr á fico de las clases de palabras diferenciadas segt'in los morfemas categorizadores con los que se combinan . Asi ,
el morfema lexem á tico que se combina con los morfemas categorizadores de gé nero, n ú mero, articulo y gradaci ó n
se realiza en el discurso como nombre (sustantivo o adjetivo). Las clases tradicionales de nombres y pronombres
o sustitutos se diferencian entre si porque los primeros presentan un morfema lexemá tico sinsem á ntico y los
segundos un morfema lexem á tico pronominal , esto es, con significado identificable en el discurso por alusió n. Por
tanto , no tendr í a sentido que estos autores hubieran basado en la admisión o no de determinados morfemas una
distinció n entre ambos subtipos de nombres, puesto que insisten repetidamente en la realizaci ó n de fujtciones
sem á nticas (denominativa y predicativa) por unos y otros, y asi, ambos pueden combinarse en un contexto
cualquiera con todos los morfemas se ñ alados. Para llevar a cabo una delimitaci ó n de esta indole tendr í an que haber
empezado diferenciando entre lo que se da en el nivel de la lengua y las realizaciojies del habla , texto o discurso.

‫ذا‬
continuando los dictados tradicionales, se establece una primera divisi ón 0 clasificaci ó n de los
nombres en sustantivos y adjetivos.

A un criterio de carácter semántico , pero no teleol ó gico sino puramente designativo ,


recurre también para definir el nombre el ling ü ista discí pulo de F. de Saussure perteneciente
a la escuela " preestructuralista " de Ginebra" A . Meillet (1921: 175-177) , quien tras establecer
que la diversidad de clasificaciones de partes del discurso existente en la tradici ó n gramatical
es consecuencia de la heterogeneidad de criterios empleados y de las diferentes estructuraciones
de las lenguas, que impide la instauraci ó n de una clasificació n Unica y comUn para todas",
afirma la universalidad lingü istica de sólo dos categorí as: nombre -categoría que incluye las
clases de sustantivos y adjetivos- y verbo, las cuales se distinguen entre si por procedimientos
gramaticales no ya universales, sino intralingü isticos, si bien el nombre se caracteriza en todas

13
Sobre la denominació n " preestructuralista " referida a la escuela de Ginebra , hemos de advertir que se debe
al hecho de que, aunque se suele se ñ alar como punto de partida del estructuralismo lingüístico la publicación , en
1916, del Cours de Linguistique Générale y a su autor, F. de Saussure, como el fundador de este movimiento, no
podemos aceptar tal aseveració n puesto que ninguno de los lingü istas sobre los que la enseñ anza de Saussure ejerció
un influjo directo - A . Meillet , ). Vendryes, A. Sechehaye, Ch . Bally, H. Frei, etc.- pone en pr áctica estrictamente
los postulados de su maestro, pues ninguno de ellos aplica a la sistematizació n de los hechos de lengua el concepto
fundamental de la oposición de las unidades lingüisticas, que, junto con el concepto de valor , constituye la gran
aportació n teó rica del lingü ista ginebrino a la investigaci ón lingü istica posterior. Ademas, y fijá ndonos ahora en
su indagación teó rica , estos discí pulos de F. de Saussure no establecen ulteriores ampliaciones de los principios
saussureanos se ñ alados y no clarifican c ómo éstos pueden y deben ser aplicados en cada uno de los niveles
lingüísticos. Una y otra tarea serian realizadas por los lingü istas integrantes de la denominada escuela de Praga . Por
tanto, el verdadero estracturalismo lingüístico se inicia con las reformulaciones teó ricas y las aplicaciones practicas
llevadas a cabo por los lingü istas praguenses. En este sentido, E. Coseriu (1986, ‫ دا‬reimpr.: 130-131) afirma que " el
estructuralismo como concepción y metodologí a no brota directa y automá ticamente del Curso de ling üistica
general , que contiene distinciones, ideas y tesis sumamente importantes y que en si constituyen un sistema orgánico,
pero no presenta una concepció n explicita en todos sus aspectos ni una metodologí a desarrollada como tal . Por
ello es posible ser "saussureano" sin ser propiamente estructuralista ". Tal aserció n es corroborada por el hecho de
que las escuelas estmcturalistas rtisa e inglesa son pr ácticamente independientes de F. de Saussure.
No obstante, la influencia de Saussure es grande, observándose ésta particularmente en Francia y en la
Suiza francesa , zonas donde pueden situarse los autores que lian sido llamados, segUn nos informa A. Alonso (1945:
10), " ortodoxos saussureanos " , hacié ndose referencia con tal denominació n , fundamentalmente, a Ch . Bally , A.
Secheliaye y A. Meillet. No en vano fueron los dos primeros los que se encargaron de la publicació n del Cours de
Linguistique Générale , una vez que ya habían recogido y confrontado las notas y apuntes de los alumnos que
asistieron a las clases de Saussure en la Universidad de Ginebra , contando para esto Ultimo con la colaboración de
A. Riedlinger. Además, calificativos del tipo " el fiel discí pulo de Saussure " y " el m á s estricto de los seguidores de
Saussure" , referidos a A. Sechehaye -el Ultimo hace alusió n concretamente a su rigidez a la hora de admitir una
reformulació n de las dicotom í as y principios señalados por Saussure-, y "el m á s ilustre de los secuaces de Saussure "
y " el saussureano Meillet " , aplicados a A. Meillet , son usuales en los tratados de lingü istica general (cf . Alonso, op.
at.)
La escuela de Ginebra es considerada , por tanto, la m á s fiel a los principios saussureanos, puesto que los
lingü istas que se integran en ella son los auténticos transmisores y divulgadores de las teor ías y doctrinas
saussureanas , a la vez que los que mostraron una mayor rigidez y firmeza ante los ataques y propuestas de
reformulació n de los principios de su maestro. No obstante, las tesis saussureanas fueron modificadas, reelaboradas,
ampliadas y llevadas a la pr á ctica en determinadas lenguas por los lingü istas que formaron la primera escuela
considerada estructural, la de Praga. Por todo ello , dado que la escuela de GUiebra aparece en el intermedio entre
Saussure y la escuela de Praga , es por lo que la hemos calificado de " preestmctural ". Ahora bien , las escuelas
estructuralistas de Praga y Copenhague surgen, al igual que la escuela de Ginebra, a partir de las teor í as de F. de
Saussure, ya que asimilan , aunque reformulándolas en parte, las dicotom í as saussureanas de lengua / habla y
sincron ía / diacronia , y las nociones de diferencia , valor y oposició n funcional . Cf ., en este sentido, Coseriu , op.
cit.: 130.

" Cf . , en este sentido, j. j. G ómez Asencio (1981: 91- 126) y M 2 L. Calero Vaquera (1986: 51-66) , que tratan
espec íficamente el problema planteado por A. Meillet.

14
las lenguas por ser el designator que " indique les " choses " , qu ’ il s’ agisse d’ objets concrets ou
de notions abstraites , d’ êtres réels ou d’ espèces: Pierre , table , vert verdeur , bonté , cheval sont
)

également des noms " , ‫؛‬rente al verbo , designador de " " procès " , qu’ il s’ agisse d’ actions , d’ Ctats
ou de passages d ’ un état à un autre: il marche , il dort , il brille , il bleuit sont également des
verbes " (op . cit .: 175) ' 5 .
No obstante , menciona este autor (op . cit: 180) que una misma raí z 0 elemento radical
puede dar lugar a la formaci ón de un nombre o forma nominal y a la de un verbo 0 forma
verbal mediante una simple variaci ón de los afijos que se añaden en uno y otro caso (de la raí z
ag - , que forma el verbo latino ago , se forman los nombres actus y actio ) , si bien las formas
nominales que presentan el mismo radical que un verbo indican , por asociación sem ántica con
éste , la idea de proceso , ya que el auténtico sentido de la forma en cuesti ón se encuentra en
la raí z o radical de la misma '^ y es el afijo el mero indicador de la parte del discurso de que

15
Ahora bien , este autor no ofrece una delimitació n y diferenciación clara y precisa entre las dos clases de
palabras englobadas en la categor í a del nombre. No obstante, tal manera de proceder podr ía justificarse porque,
si bien es verdad que A . Meillet emplea la denominación nombre para designar a la clase de palabras englobadora
de sustantivos y adjetivos, la cual se opone a la clase verbo, al analizar la definició n que de esta categor ía nos ofrece
el mencionado autor observamos que se da la misma impropiedad que hemos se ñ alado en otros autores
denominados tradicionales, en el sentido de que tal definición parece corresponderse Unicamente con la de
sustantivo, no teniendo cabida en ella el nombre adjetivo , que es notado Unicamente por citar el autor entre los
ejemplos la palabra vert . De este modo, tanto las definiciones de nombre y de verbo que se presentan como la no
distinció n entre nombre sustantivo y nombre adjetivo como categor ías distintas y la identificaci ó n implícita de
nombre con sustantivo son aspectos en los que coinciden el tratado del preestructuralista A . Meillet y las gram á ticas
de una tradició n que tiene su origen en las obras de autores griegos y latinos.

٥١ De acuerdo con este planteamiento, sustantivos deverbales y verbos pertenecer í an , desde el punto de vista

de su significado, a una misma categor ía: la de las palabras que indican procesos, a pesar de que formalmente las
palabras de una y otra clase presentan una serie de caracter ísticas diferenciadoras. Por tanto , aunque no aparezca
expresado explí citamente, en la concepció n de este lingü ista el grttpo de los sustantivos deverbales constituye una
categor í a intermedia entre sustantivo y verbo.
Por el contrario, si se refiere A. Meillet (op. cit.: 178-180) a la existencia en las lencas de otras formas
que se encuentran en la periferia de las categor í as verbo y nombre -categor ía englobadora de sustantivo y adjetivo-,
ya que, desde el punto de vista semántico, designan procesos -con lo que se acercan al verbo- y, desde el punto de
vista construccional, presentan los complementos y determinaciones caracter ísticos del nombre. En este sentido ,
puntualiza que son los infinitivos los que participan de la naturaleza de verbo y sustantivo, y los participios los
que se acercan a verbo y adjetivo, olvid ándose el lingü ista de la escuela de Ginebra , por tanto, del extenso conjunto
de sustantivos deverbales que participan también de los caracteres de nombre y verbo, y a los que habí a
considerado como perif é ricos, al menos de forma impl ícita, en pá rrafos anteriores de su obra .
Es necesario advertir que Meillet no utiliza expresamente el té rmino periferia pero si hace referencia al
concepto que es designado con este nombre por parte de los autores praguenses que se ocupan de distintos aspectos
concernientes al centro y la periferia del sistema lingüístico en el segundo volumen de los Travaux Linguistiques
de Prague.
En efecto , los Insistas pertenecientes, en su mayor ía, a la denominada nueva o segunda escuela de Praga
formulan una distinción entre el centro y la periferia del sistema de la lengua , bas3ndose para ello en una de las
tesis redactadas por el circulo lingüístico de Praga en 1929 (cf . Trnka et alii 1980٩, concretamente, la que defiende
la asimetr í a (no uniformidad) y car ácter abierto (no cerrado) del sistema lingüístico, la cual supone el rechazo , por
una parte, de la concepción que asegura que todos los elementos del lenguaje gozan del mismo grado de integració n
en el mismo, entendiendo por grado de integración de un elemento " the degree of its participation in the relations
characterizUig the given system seen as an ensemble of its elements" (Vachek 1966: 23) , y , por otra , de la creencia
de que las categor ías lingü isticas est á n perfectamente separadas y delimitadas en compartimentos 0 cajas
independientes. No obstante, tal como ya hemos establecido en otro lugar (cf . Diaz Hormigo 1994-95), estos
autores no llegan a establecer unas definiciones exactas y precisas de los conceptos centro y periferia , dependiendo
la delhnitació n entre elementos centrales y perif é ricos, en la mayor í a de los casos, del nivel o aspecto del lenguaje
en el que est é basado o se haya realizado el deslinde. Asi, o. LeSka (1966: 53) apunta que existe una inclinació n
a relacionar el car ácter perif é rico con " l ' irr é gularit é de forme (nous disons par ex.: " les verbes irr é guliers tchCques
jsem , vim , jim se trouvent à la pé riphCrie du système morphologique des verbes ") , avec la non - productivité

15
se trata.

!. 1.1 . 2. La distinci ón nombre sustantivo / nombre adjetivo

1.1 . 1.2. 1 . Desde los puntos de vista sintáctico y sem ántico

En la Gramática de la Lengua Castellana de E. A. de Nebrija (1492) , la distinci ó n


nombre sustantivo / nombre adjetivo se infiere, fundamentalmente, del tratamiento de uno
de los accidentes atribuidos a la categor í a nominal: la calidad , que es definida la segunda vez
como " aquello por lo cual el adjectivo se distingue del substantivo " (op. cit.: 165) y se
desarrolla mediante el examen de algunas de las posibilidades combinatorias de estos dos
nombres en el discurso , concretamente, mediante la combinatoria con otro nombre al que
deben estar o no referidos y por la combinatoria de ambas categor ías, ahora consideradas
independientemente, con los artículos.
En efecto , el comportamiento de estos dos subtipos de nombres en el discurso muestra
1) la combinatoria obligada del adjetivo con un sustantivo , ya que el adjetivo "siempre se

formative des mots, avec la r é alisation limité e de l 'opposition de signification (par ex . " l 'opposition des verbes
factitifs ou causatifs et des verbes simples d’action ou d’é tat se trouve en tch è que a la pé riph é rie des oppositions
significatives verbales") et en gén é ral avec l 'exceptionnel (par ex. " à la pé riph é rie se trouve la validit é d’aspect du
verbe russe vygljadetavec l 'é ventualité, la variabilité et la rareté (par ex. " la fonction du participium perfecti pas.
du verbe sans copule dans le sens passé est en russe un ph é nomè ne limit é " , " le passé impersonnel des verbes
intransitifs kak auknetsja, tak i otkliknetsja est considé r é en russe comme un phé nom ène pé riph é rique ") etc.; de plus,
nous parlons aussi de la p é riph é rie du vocabulaire dans le cas, par ex . de l’argot " y J . Popela (1966: 71) se ñ ala que
la "oposici ó n " de centro y periferia ha sido interpretada como la que se establece entre " (1) quantitatively strong
types vs. quantitatively weak types; (2) types constituted by basic features vs. types constituted by special features
(as, e. g. , nasals in the consonantal system, genitive II and locative n in the Russian system of cases); (3) "full " or
" normal " types vs . " defective " types (cf . common names vs . proper names -the latter as dictionary entries have no
general lexical meaning; monophthongs vs. diphthongs) ; (4) " pure " types vs . intermediate types; (5) productive
types vs. unproductive types; (6) general or abstract components of the system vs. concrete components of tlie
system ".
En cualquier caso, segUn o. LeSka , sólo el an álisis completo y exhaustivo de la estructura lingü istica
permite una delimitació n entre caracteres centrales y perif é ricos y , de acuerdo con los mismos, la posterior
clasificació n de los elementos en centrales, perif é ricos y los que ocupan posiciones intermedias entre ambos polos.
Apunta que es un criterio cuantitativo el que permite diferenciar mas f á cilmente entre aquello que constituye o
se aproxima al centro y lo que se aleja de éste.
No muy diferente es lo establecido por F. DaneS (1966) , quien puntualiza que la pr áctica del an á lisis
lingüístico muestra la dificultad de determinar el lugar de una unidad en el sistema y que éste no es ni simé trico
ni regular ni uniforme. Es al intentar clasificar las unidades lingü isticas en categor ías diferentes cuando, scgUn este
autor , se observa con mayor claridad que éstas no est á n perfectamente delimitadas y que es necesario perfilar
previamente los caracteres centrales que definen a las diferentes clases, citando como ejemplos representativos de
la no delimitació n entre categor ías y subcategor ías los problemas que surgen a la llora de establecer una distinció n
entre palabras derivadas y compuestas, grupos sint á cticos y compuestos simples, y verbos copulativos frente a no
copulativos. En este sentido, es preciso entender que cada clase o subclase de elementos est á formada por un centro
y una transició n gradual dentro de una periferia que se introduce en la periferia de otra categor í a o en las de dos
o m ás. Por tanto , coincide con o. LeSka al concebir la organizació n de los elementos del sistema de la lengua de
acuerdo con el principio de Centro-Periferia-Transició n , englobá ndose en ésta los elementos que, segUn LeSka ,
ocupan posiciones intermedias o elementos perif é ricos, de acuerdo con la terminologí a de ] . Vachek (1966). Por
su parte, j. V. Neustupny (1966) utiliza el t é rmino vagueness y distingue en el conjunto de los elementos marginales
o no centrales entre elementos limite y elementos perif é ricos .
Asimismo, indica F. DaneS que para la distinció n entre elementos centrales y elementos perif é ricos liay
que tener en cuenta criterios cuantitativos y cualitativos, entre los qtie destacan la frecuencia de aparició n de una
determinada unidad lingü istica , y , siguiendo aj. Vachek (op. cit .), la integració n y utilizació n ( rendijnicnto) de una
unidad en el sistema .

16
arrima al substantivo , como si le quisiéssemos llamar arrimado " , mientras que el sustantivo
"est á por si mesmo , T no se arrima a otro ninguno‫ ؛‬como diziendo ombre bueno ombre es )

substantivo por que puede estar por si mesmo‫ ؛‬bueno adjectivo por que no puede estar por
)

si sin que se arrime al substantivo " (op. cit.: 165) , y 2) la posibilidad de uni ó n del sustantivo
con un solo articulo ( el ombre la muger lo bueno 7 ) o , a lo sumo , con dos ( el infante la
]
) ) ) )

infante) mientras que el adjetivo se puede unir con los tres artículos ( el fuerte la fuerte lo
) ) )

fuertey* .
Adem ás, otra diferencia entre nombre sustantivo y nombre adjetivo resulta de una
observaci ó n de í ndole sem á ntica apuntada por el gram á tico de Lebrija al establecer la
concordancia obligada en gé nero , nUmero y caso del nombre adjetivo con el sustantivo al que
se refiere. En concreto , este tercer rasgo diferenciador del nombre sustantivo respecto al
adjetivo , que es de í ndole sem á ntica y est á mencionado en el Libro Cuarto de la Gramática )

" Que es de sintaxi r orden de las diez partes de la oració n " , se deduce de la asunci ó n por E .
A . de Nebrija (op . cit.: 205) de las denominaciones, empleadas por otros gram áticos, de
sustantivo para referirse al nombre que significa sustancia y de adjetivo para el que significa
accidente.
No aparece en la Gramática de 1492 ninguna definició n explicita de sustantivo , si bien

17
Obsé rvese el proceder de E . A. de Nebrija en lo que se refiere a la ejemplificació n de ambos subtipos de
nombres: bueno es considerado 1) adjetivo , ya que " no puede estar por si sin que se arrime al substantivo" (op. cit.:
165) , y 2) sustantivo , ya que con el se "aiunta un articulo como ( ...) lo bueno " (idem : 166). Nebrija no utiliza
todaví a el criterio de la sustantivació n del adjetivo , que es al que acuden gram áticos posteriores para explicar que
bueno (adjetivo en lengua) pueda combinarse con el articulo lo , adquiriendo o adoptando de este modo el uso o
funció n propia del sustantivo en el discurso.

' 8 Sin embargo, resulta evidente, y asi lo afirma el mismo Nebrija (op. cit.: 185), que sólo se unen con el
articulo los denominados nombres comunes y no asi los propios, de lo cual puede inferirse una división previa
(idem: 182) entre a) nombres que no admiten una combinatoria con el articulo: los nombres propios, y b) nombres
que si admiten tal combinatoria, qtie son sustantivos si se unen sólo con uno o dos art ículos y adjetivos si se unen
con los tres se ñ alados por Nebrija como existentes en la lengua castellana. Ahora bien , la no necesidad de referirse
a otro nombre en la expresión si es un criterio valido, al menos en principio, para unir en un mismo grupo a
sustantivos comunes y propios , y distinguirlos de los adjetivos. Y decimos " en principio " porque es evidente que
en aquella é poca no se tenia conciencia teó rica de los fen ó menos que serian posteriormente denominados
"sustantivació n del adjetivo " y " adjetivaci ón del sustantivo ".
De cualquier forma , si se alude expl í citamente en la Gramática Castellana a la distinció n entre propios
y comunes, y se la hace depender tambié n del accidente de la calidad, que es definido la primera vez como "aquello
por lo que el nombre comUn se distingue del proprio " (op. cit.: 164) (cf . especialmente 4.1.2., donde aludimos a
esta distinci ó n ) . Al llegar a este punto, teniendo en cuenta las dos definiciones de calidad mencionadas y las
subdivisiones que de acuerdo con este accidente se formulan para el conjunto de los nombres, podemos
preguntarnos 1) (•defiende Nebrija a) una subdivisi ó n entre nombres propios y nombres apelativos, por una parte,
y b) otra entre nombres sustantivos apelativos y nombres adjetivos, dejando a un lado los nombres propios porque
ya éstos han sido previamente excluidos? De este modo , los adjetivos se incluyen , al menos inicialmente, en el
conjunto de los nombres apelativos y se distinguen de éstos por las razones sint á cticas mencionadas. Esto implica
la afirmació n de que Nebrija toma un postulado de la tradici ó n gramatical grecolatina que tiene su origen en el
siglo n a. de c. , concretamente, en el tratado gramatical de Dionisio el Tracio, y se mantiene, al menos, hasta el
siglo XII ( Summa Grammaticae de Pedro Helias), o 2) ¿deben considerarse totalmente independientes tales
divisiones, esto es, por la primera , los nombres comunes se distinguen de los propios, y , por la segunda , los
nombres sustantivos (comunes y propios) de los adjetivos? No hay razones claras que deshagan la ambig üedad del
planteamiento y nos permitan decantarnos por una u otra opció n , pero, si atendemos a los ejemplos citados por
el gram á tico ajidaluz, consideramos que es vá lida la primera. No obstante, es necesario apuntar a favor de Nebrija
que, frente a la variedad de subtipos de nombres apelativos que señ alaban los gramá ticos griegos y latinos, entre
los que se encontraba , como uno m ás y con idé ntico estatuto , el adjetivo, en la Gramática de la Lengua Castellana
Unicamente podr í a hablarse, en el caso de que opt á ramos por la primera de las dos opciones anteriormente
se ñ aladas, de un subtipo de sustantivo apelativo , ya que las dem á s subclases de nombres enumeradas (cf . capitulo
IV de este libro) surgen a partir de la consideraci ón de los accidentes denominados especie y figura .

17
es posible llegar a la concepci ó n que el gram ático andaluz tenia de esta clase de palabras ‫ب‬

aunando los caracteres morfoló gicos, sint ácticos y sem á nticos que configuran la definici ó n de
nombre con los que se consideran particulares y propios del nombre sustantivo, que resultan
de la comparació n de éste con el nombre adjetivo. En este sentido , se observa que el nombre
sustantivo se caracteriza por su capacidad para estar por si mismo en la cl áusula u oraci ó n sin
necesidad de que se una a ningUn otro nombre, su posibilidad de uni ó n con un articulo 0 con
dos y el significar sustancia '‫؟‬.

Asimismo , el maestro Correas (1627: 122) señ ala que el nombre se divide primeramente
en sustantivo y adjetivo. Es sustantivo "el nonbre, que sinifica sustanzia corporal , o sin cuerpo,
i puede estar por si solo en la orazion como zielo , mar , tierra onbre , Pedro , Mana , aire , dolor ,
)

virtud" 10 y adjetivo "el nonbre que sinifica calidad, i propiedad alguna, que se añ ade al
-
su‫؟‬táwo١ como blanco blanca , negro negra , colorado colorada , ^ erde , azul , triste , aleare , bueno
buena , i no puede estar en la orazion sin sustantivo , i a de conzertar con él en genero, numero
i caso " (idem: 125) 21.

Tambi én en la Gramática de la Lengua Castellana publicada por la Real Academia


Espa ñola en 1771 se indica que es sustantivo el nombre " que significa alguna sustancia
corpó rea, ó incorp ó rea, como: hombre , árbol , piedra , entendimiento , ciencia , virtud" (R. A . E .
1771: 3-4) 22 y , ademas , "subsiste por si mismo en la oracion , sin necesidad de que se le junte
otra palabra que le califique. Quando decimos: sali de mi casa: entré en la Iglesia , los
sustantivos casa , Iglesia , subsisten por si mismos en la oracion , sin expresar si la casa es grande,
ó la Iglesia es chica " (op. cit.: 4) . El adjetivo , por su parte, se distingue del sustantivo tanto

19
Asi, al examinar y comparar la definición de nombre con las caracterizaciones de sustantivo y adjetivo , se
llega a la conclusión de que no es posible incluir el adjetivo, tal como éste es definido por Nebrija, en la clase del
nombre, y , consecuentemente, que la definició n de nombre se refiere Unicamente al sustantivo. La razó n que nos
lleva a esta consideració n es, fundamentalmente, de indole sem á ntica , ya que, desde este punto de vista , el nombre
es definido como la parte de la oración que "significa cuerpo o cosa ” (op. cit.: 164) , y el adjetivo como " el nombre
que significa algUn accidente " (idem: 203) , y " accidente " ¿es "cuerpo " ?, ‫؛‬es " cosa " ? Esta presumible incoherencia
se acentUa si atendemos a los ejemplos de nombres que cita el gramá tico andaluz {ombre, piedra , árbol, dios, anima ,
gramática ) , entre los que no se encuentra ningUn adjetivo ya que ninguno de ellos significa " accidente ".
Pero esta inadecuación no es exclusiva de la Gramática Castellana de Nebrija , sino que aparece tambié n,
como quedara mostrado en la exposición , en otros tratados gramaticales en los que sustantivo y adjetivo son
considerados dos subtipos de la clase nombre, pero al definir esta clase de palabras los autores parecen estar
atendiendo Unicamente al sustantivo (nombre ٥ sustantivo) , es decir , el adjetivo no tiene cabida en tales
definiciones pero es incluido en la clase del nombre por presió n tradicional , sin que se aporte ninguna razó n
explicita que apoye tal inclusión .
Ademas, la definición de nombre formulada por el gram á tico andaluz engloba la delimitació n entre los
sustantivos que la gram á tica posterior denomin ó concretos ( ombre , piedra , árbol) y los llamados abstractos ( dios ,
ánima , gramática ) , cf . respecto a tal divisió n 4.1.1 y para las otras cuestiones aqui tratadas relativas a la
caracterizació n de sustantivo ofrecida por E . A . de Nebrija , vé ase Diaz Hormigo 1994c.
20
Por el criterio sem ántico es posible establecer una nueva clasificación entre sustantivos que significan
sustancia corporal -correspondientes a los denominados en la lingü istica posterior sustantivos concretos- y
sustantivos que significan sustancia sin cuerpo -sustantivos abstractos-. Sobre esta división , véase 4.1. 1.

‫ات‬
Se observa , por tanto, tambié n en el Arte Kastellana (¡627) una incoherencia entre la definición que nos
ofrece de nombre y las definiciones que se dan de sustantivo y adjetivo, ya que la primera parece identificarse
exclusivaniente con el sustantivo, excluyendo al atljetivo.

22
Tal concepció n nos permite tambié n en este caso dividir los sustantivos en concretos ( hombre , árbol , piedra )
y abstractos ( entendimiento , ciencia , virtud) . Cf . 4.1 . 1., apartado en el que tratamos espec íficamente esta
delimitaci ón .

18
desde el punto de vista sem ántico , pues "se junta al sustantivo para denotar su calidad " , como
desde el punto de vista sint áctico colocacional o combinatorio , ya que " no puede estar en la
oracion sin sustantivo expreso , ó suplido " , caso , este Ultimo, en el que "se dice que los
adjetivos est á n sustantivados, o que se usan como sustantivos " (idem : 6) 2 \

Por su parte, V. Salva (1830) afirma que "si el nombre denota un ente o una calidad
en abstracto , es sustantivo, porque no necesita de que lo acompa ñ e otro nombre expreso ni
tacito , y puede subsistir solo en la oraci ó n , como lobo , valentía" (op . cit .: 137-138) 24. El
criterio sint áctico colocacional o combinatorio le permite, por tanto , al gram á tico valenciano
establecer una diferenciación precisa entre nombre sustantivo y nombre adjetivo , que consiste
en la posibilidad del sustantivo e imposibilidad del adjetivo de subsistir por si mismo en la
oraci ó n. No obstante, la existencia de nombres que significan calidad -por tanto, adjetivos-
pero que pueden subsistir solos en el discurso - " lo cual constituye la esencia del nombre
sustantivo " (idem: 324) - (ilabrador , carpintero , madre , matrona) obliga a V. Salva (idem: 324-325)
a tratar el tema de la sustantivaci ó n del adjetivo, resolviendo , en coherencia con lo establecido ,
incluir los nombres con las caracter ísticas señ aladas en la subclase de los sustantivos.
En este sentido, para evitar las confusiones que se plantean al intentar deslindar
nombre sustantivo y nombre adjetivo, este autor (idem: 325) apunta una norma que hace
posible la distinci ó n entre ambos y que se basa en la combinaci ó n del nombre con las palabras
cosa o persona : si la uni ó n es inaceptable, ese nombre es sustantivo , pero si la combinatoria es
posible, el nombre en cuestió n es adjetivo. De este modo , puesto que costilla y palacio no se
pueden amalgamar con cosa ni persona , se incluyen , segú n Salv á, entre los sustantivos, mientras
que excelente y serio son adjetivos, pues el primero admite la colocació n junto a cosa y el
segundo con persona25 .

Desde los puntos de vista sint áctico y morfoló gico

En la Gramática Castellana de c. de VillalOn (1558: 32-33) la distinci ó n de nombres


sustantivos y nombres adjetivos, en tanto que " dos maneras de nombres " (op. cit .: 32)
existentes en la lengua castellana , resulta de recurrir a 1) el mismo criterio sintáctico
colocacional 0 combinatorio empleado por otros autores, que versa sobre la independencia del
sustantivo en el discurso frente a la dependencia del adjetivo respecto a aqu él. En este sentido,
el gram á tico de Valladolid afirma que "Sustantiuo se llama: porque enla clausula Castellana
puede estar por si sin añ adirse el a otro " , mientras que " Nombre Adjetiuo es aquel que enla
clausula castellana siempre se junta y allega al sustantiuo " (idem: 32) , y 2) un criterio

23 De este modo,
la Gramática de la R. A. E. de 1771 se sitUa en la linea de continuación de las anteriores, ya
que atiende a la significació n y a las posibilidades combinatorias para establecer las diferencias entre ambos subtipos
de nombres. Por otra parte, si comparamos la definición de nombre con las de sustantivo y adjetivo observamos,
de nuevo, la incoherencia o defecto interno que venimos denunciando en otros gram á ticos, ya que ni la definici ó n
de nombre guarda correspondencia con lo definido ni el adjetivo es el nombre de una cosa o ser, tal como consta
en la definició n de nombre. SegUn j. j. G ómez Asencio (1981: 128) , " esto sólo puede ocurrir porque se copia de
modo irreflexivo la tradició n y, en cierto sentido, se la deteriora y distorsiona ".

24
Esta definició n de nombre sustantivo es novedosa en la tradición lingü istica , pues atiende a la existencia de
sustantivos que significan cualidad .

2‫؛‬
Realmente, ambos adjetivos admiten la combinación con cosa y persona ( hombre serio negocio serio, revista
)

serui -
, enfermedad serin, persona excelente , hotel excelente , comida excelente , excelentes relnciones١, si Ven oV ١eció n
'

no invalida en si mismo el criterio colocacional o combinatorio apuntado por V. Salv á para distinguir ambas clases
de nombres.

19
morfológico , pues el sustantivo " no tiene mas de vna termination de vna letra final por lacual
conuiene a solo macho o a sola hembra o a ambos juntos . Como hombre, muger , tabla ,
,

madero " y el adjetivo " tiene dos terminaciones de letra final , una en o , para el macho : y otra
en a , para la hembra , como blanco y blanca, negro y negra , bueno y buena , malo y mala "
(idem: 32- 33) 26 .

1.1.1.2.3, Desde los puntos de vista morfoló gico, sint áctico y sem á ntico

Criterios de indole morfol ógica , sint áctica y semántica son los empleados porj. Alcina
Franch yj. M . Blecua (1975) para establecer distinciones 0 subdivisiones en el conjunto de los
nombres. En efecto , en primer lugar , estos autores (op . cit . : 497-500) indican que , de acuerdo
con el morfema gramatical 0 morfema categorizador 0 , simplemente, categorizador de género ,
nUmero y articulo que no admiten , es posible distinguir los siguientes subtipos de nombres27:
a) nombres que no admiten articulo ( Espa ña Azonn , Pedro ) b) nombres que no admiten
‫د‬ )
'
)

plural (caos cenit pleamar) ; c) nombres que cambian de significado al tomar el morfema de
‫؛‬
) )

pVvtrA Hay aceite en Andaluc ía , los aceites andaluces son famososY, worakes no aàïïùten •

gradaci ó n ( *muy jubilado *muy asesinado frente a muy francés muy verde muy sabio ) e) la
) ) ) ) )

posibilidad de formaci ón de adverbios en mente por parte de determinados nombres ( sabio ,


sabiamente pero *verdemente *francésmente ) 0 nombres que intervienen en la formació n de
'
) )
'
)

locuciones adverbiales ( a la francesa , a lo toro ) , etc. Asimismo , otro de los criterios empleados
por estos autores para establecer subtipos de nombres es el de aparecer o no en el discurso
como términos primarios y como t érminos secundariosZB . En este sentido , a) hay nombres
que pueden aparecer en el discurso como t érminos primarios y como t érminos secundarios ,
dándose o no una variaci ó n del significado ( un sabio francés / un francés sabio un árbol verde '
)

/ un verde fuerte ) ¡ y b) otros nombres se combinan entre si constituyendo una unidad de


)
(

26
c
Esta consideració n nos permite concluir que . de Villalón, adelant á ndose a su tiempo , considera el gé nero
como un rasgo inherente del nombre sustantivo y no como un accidente gramatical del mismo. CE respecto a esta
cuestión 2.1.3.5.1. y 2.3.
Por otra parte, desde nuestro punto de vista, de los dos criterios empleados por Villal ón, el Unico que
nos parece válido, y esto liaciendo caso omiso del fen ómeno de la sustantivació n , es el criterio sint áctico , pues el
segundo -el criterio morfológico- queda invalidado por la existencia tanto de adjetivos { pobre , fuerte verde) que no)

presentan la variació n de letra final referida al gé nero a la que alude el gram á tico vallisoletano como de sustantivos
- -
{ ni ño , ni ña , perro , perra , gato , gata ) que si tienen dos terminaciones de letra final. Adem á s, señ ala este autor , en su
intento de delimitació n entre sustantivo y adjetivo , que el nombre adjetivo "es aquel que siempre sinifica aç idente"
(op. cit.: 33), lo cual nos obliga a calificar de incoherente la definici ó n de nombre formulada , ya qtie, al menos
desde el punto de vista de la significaci ón , ésta se corresponde Unica y excltisivamente con rasgos y caracteres del
nombre sustantivo , sin abarcar al adjetivo.
27
Un criterio análogo - la capacidad para regir morfemas de caso, comparación , nUtnero, género y articulo, y
de aparecer sin morfema , es decir , ser verbos- es el empleado por E. Alarcos Lloracli (1951: 89-90) para la
clasificación de los pleremas notninales (cf . al respecto !. 1.2.6.).
28
Emplean estas denominaciones en el sentido acu ñ ado por o. Jcspersen (1924: 96-99).
29
Ejemplos de este tipo son estudiados por o. Jespersen (1924: 72- 81) , qtiien determina que debemos mterpretar
como sustantivo el nombre que exprese la idea m ás especial, m á s corriente o menos extensa , y como adjetivo, el
que exprese la idea de mayor extensió n , mientras que E. Coseriu (1986, Ia reUnpr .: 246- 247) , por su parte, establece
que estos sintagmas son sincretismos sint ácticos.
En efecto, tras defUlir sincretismo como " la no manifestaci ó n material , en utia secció n de un paradigtna
o en un paradigma, de una distinció n de contenido que, en otras secciones del mismo paradigma o en otros
paradigmas an álogos de la misma lengua , se manifiesta también materialmente: la coincidencia en la expresió n de

20
rango primario {el capitán Garda; el rio Ebro• Maria del Pilar' ojo de buey ) .
) )

Todas estas consideraciones llevan a estos gram á ticos a concluir que 1) hay una clase
de palabras, la del nombre, en la que se incluyen todas las realizaciones que admiten los
categorizadores nominales de gé nero , n ú mero y articulo‫ ؛‬2) la mayor ía de los nombres puede
distribuirse en dos subclases segUn si se realizan en funci ó n primaria o si se realizan en funci ó n
secundaria, si bien para muchos de ellos son posibles las dos funciones, y 3) en la intersecci ó n
de ambas subclases intervienen a) razones lexicogr á ficas { medico y análisis medico , frente a
electricista y aparato eléctrico) y b) razones de significado .
Sobre la caracterizació n sem á ntica del nombre, se ñ alan estos gram áticos que, segUn
có mo se entienda el referente al que se aplique o aluda el nombre en cuesti ó n -como un todo
con forma definida o no , concreto o abstracto , individual o colectivo Unico o mUltiple,
seriable o continuo , natural o artificial , o como atributo caracterizador (color, origen ,
.
naturaleza, relaci ó n o estado , potencialidades, etc.) -, el nombre, como clase de palabras , puede
adoptar, respectivamente, una funció n sem á ntica puramente denominativa o una funci ó n
sem ántica predicativa, es decir, dicha de algo , atribuy éndole estos gramáticos, excepto a
algunos de los nombres propios, cierto valor o fuerza connotativa relativa a los atributos que
intervienen en la definici ó n del referente. Esta doble funci ó n denominativa y predicativa del
significado se corresponde con la funci ó n sustantiva y adjetiva, respectivamente, si bien son
numerosos los nombres que, segUn los diferentes contextos, pueden aparecer en funci ó n
adjetiva predicativa) o en funció n sustantiva (denominativa) , advirtiCndose en muchos casos
cambios o matizaciones de significado. Asi, el nombre melón puede nombrar (funci ó n
denominativa) a cada uno de los individuos de la clase { tengo tres melones) , a la clase {el melón
es una cucurbitácea ) o a la materia o masa {dame un melón ) , y puede tambié n tener carácter
predicativo (funci ó n predicativa) {este muchacho es un melón ) .

1.1 . 2. El sustantivo como clase de palabras independiente

1.1 . 2.1 . Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente sintáctico

La definici ó n de sustantivo de A . Bello (1847) ٥١ est á basada en el criterio sint áctico


funcional , pues lo caracteriza como " una palabra que puede servir para designar el sujeto de

dos (o más) contenidos diferentes en un determinado paradigma " (op. cit .: 245- 246) , el lingü ista rumano afirma que
el sintagma sabio alemán , que admite dos interpretaciones, segUn se entienda sabio como sustantivo y alemán como
adjetivo , o al revés, es un caso de sincretismo sintáctico, ya que la combinación "sustantivo + adjetivo" coincide
materialmente con la combinación " adjetivo + sustantivo " . A ñ ade este autor que un caso semejante lo constituyen
las construcciones inglesas del tipo old men and women , ya que el adjetivo old puede entenderse como referido sólo
a men o como referido al conjunto men and women .

30
Aunque A . Bello (1847: 40- 41) considera que sustantivo y adjetivo son partes independientes de la oració n ,
apunta una serie de razones -el que puedan cambiar mutuamente sus oficios (sustantivaci ón del adjetivo 0
adjetivación del sustantivo) y el que formen sus plurales a ñ adiendo -5 o es- que justifican y permiten la inclusió n
de sustantivos y adjetivos en la clase global de los nombres. Basá ndose en estos hechos, para el tratamiento de los
accidentes gramaticales de gé nero y nUmero, y para la clasificació n o divisió n en especies atiende este autor al
conjunto o clase de los nombres en su totalidad.
Asimismo, sustantivos, adjetivos -agrupados bajo el ep í grafe de nombres- y verbos son considerados por
el gram á tico venezolano palabras declinables, pues " var í an de terminaci ón para significar ciertos accidentes de
nUmero , de gé nero, de persona, de tiempo " (op. cit.: 40). En este sentido, es posible distinguir en cada una de estas
palabras declinables una parte invariable denominada ra í z y una parte que varia , que se llama terminación , inflexión
o desinencia , por ejemplo,
‫د‬
es la ra í z del adjetivo 050 y 0, a , os, as , las posibles desinencias de esa ra í z. No
obstante, se ñ ala que se emplea el té rmino declinación para hacer referencia exclusivamente al nombre (sustantivo
o adjetivo) y qtie la variaci ón de los verbos se denomina propiamente conjugación .

21
la proposici ón . Se dice que puede servir , no que sirve , porque además de esta funci ón , el
sustantivo ejerce otras " (op . cit .: 36) 51. Asi, aunque el sujeto est é compuesto de otras palabras ,
siempre estará "dominando entre ellas un sustantivo , a que se refieren todas las otras ,
explicando 0 particularizando su significado , o , como se dice ordinariamente , modificándolo " ,
pero "como al verbo se refieren todas las palabras del atributo , y al sustantivo todas las otras
del sujeto , y como el verbo mismo se refiere a un sustantivo , ya se echa de ver que el
sustantivo sujeto es en la proposición la palabra primaria y dominante, y a la que , directa 0
indirectamente, miran todas las otras de que la proposición se compone " (idem: 35-36) 52. Esto
implica la consideración de algunos tipos de pronombres como subgrupos de la clase de los
sustantivos 5١.

Otro autor que nos ofrece una caracterizaci ó n de sustantivo basada en un criterio de
naturaleza sintáctica funcional es el iniciador de la lingüistica estructural americana en la obra
fundacional 0 que inaugura esta corriente de indagaci ón y análisis lingüí stico . En efecto , L .
Bloomfield ( 1933: 202) establece en Language que el sustantivo - " noun " de acuerdo con su
terminolog í a'*- pertenece a la clase de formas de las denominadas expresiones sustantivas'^ .

5
' Tanto para el establecimiento de las clases de palabras como para la definición de cada una de ellas, A. Bello
(1847) toma como principio la función sintáctica primordial que las palabras desempeñan en la oració n .
En este sentido, R . Lenz (1920: 14) considera coherente que el punto de partida adoptado por Bello para
el establecimiento de las clases de palabras -la funció n que desempeñ an en la oració n- sea también el empleado para
sus definiciones, pero, al mismo tiempo, afirma que esto lo consiguió Unica y exclusivamente en la caracterizació n
del verbo (cf . Bello 1847: 34-35) , mientras que " en el substantivo ya flaquea la definición por un " puede " que le
parece inevitable al autor ". No obstante, desde nuestro punto de vista , esto se puede explicar por el hecho de que
el gram á tico venezolano reconoce que el mstantivo puede desempeñ ar otras funciones en la oración, a la vez que
otras palabras pueden , sustantiv ándose, hacer oficio de sujeto.

32
Esta caracterización sint áctica es completada por A. Bello (1847: 36) con otra de indole semántica, de acuerdo
con la cual los sustantivos son las palabras que "significan directamente los objetos en que pensamos ", pudiendo
Cstos ser reales o representables como tales, aunque sean imaginarios o ficticios, u objetos de los que no podemos
concebir una existencia real por tratarse de cualidades que atribuimos a los objetos reales pero que suponemos
separadas de ellos. No obstante, este significar los objetos no aporta ninguna distinción o diferencia peculiar del
sustantivo, ya que para A. Bello tambié n los adjetivos significan objetos, puesto que verdaderamente "significan
clases de objetos que se asemejan bajo algUn respecto, a la manera que lo hacen los sustantivos gen é ricos" (op. cit.:
59 n.).

33
En este sentido, M * L. Calero Vaquera (1986: 72) , tras señ alar que, del casi centenar de gram á ticas espa ñ olas
publicadas entre 1847 y 1920 que ha consultado , sólo en tres - las de A. Bello (1847) , j. Nonell ((1890), Gramática
de la Lengua Castellana , Barcelona, Impr. de Francisco Rosal) y R . Lenz (1920)- se utiliza el criterio sint áctico
colocacional o combinatorio como base para definir el sustantivo, afirma que A. Bello le parece el gram ático m á s
coherente de los tres porque considera el pronombre como una subclase de la clase del sustantivo , mientras que
j. Nonell y R. Lenz, que dan una definició n de sustantivo en la que cabria perfectamente el pronombre, van a
considerar que éste constituye una clase autónoma, basándose para ello en razones de índole semántica , ya que
aducen que el pronombre se pone en lugar del nombre y lo reemplaza.
Sobre la definición de sustantivo de R . Lenz, véase !.1.2. 3.


L. Bloomfield (1933: 249) distingue entre nombres - "form- class of object-expressions, with a class-meanUig
of the type "species occurring in individual specimens" "- y pronombres -" tlie substitutes for the noun "-, pero
" together, these two constitute a greater part of speech , the substantive. The pronouns differ from nouns, for one
thing, in not being accompanied by adjective modifiers".

" Todas las formas libres - palabras y sintagmas- que pueden aparecer ocupando una misma posición en una
constricció n sint áctica, esto es, palabras y sintagmas dispuestos en una construcción significativa mayor organizada
de acuerdo con los taxemas de modulació n, modificación fonética , selecció n y orden constituyen una " form -class"
(cf . al respecto Bloomfield , op. cit.: 184- 185) . Asi, en las construcciones sint ácticas John ran, Bill fell y Our horses

22
caracterizadas estas , para el caso concreto de la lengua inglesa , por el hecho de que pueden
ocupar las posiciones -o mejor , desempeñ ar las funciones^- de (op . cit .: 202-2٥3 y 267): a)
actor en la construcci ó n sint áctica actor -action - " A (nominative expression) performs B (finite
verb expression) " - con el significado posicional de " realizador de una acci ón " ( John en la
construcci ón ran) 7١; b) objeto en la construcci ó n action- goal , con el significado posicional
-

de "el que padece una acción " ( John en hit John ) c) eje en la construcci ón relation -axis
) )

presentando aquí el significado de " centro desde el cual una relaci ón es valida" ( John en beside
John ) d) base respecto a un adjetivo en la construcci ón quality-substance siendo aquí la
) )

"sustancia poseedora de la cualidad " { milk en fresh milk ) e) base respecto a un adjetivo en la

)

construcci ón limitation-substance significando en ella " espécimen concretizado " [ house en this
)

house ) f ) junto a un sufijo posesivo , designa el "poseedor " (John en Johns ) etc. 38 Estos
) )

diferentes significados posicionales o funcionales de las formas o expresiones sustantivas


inglesas aparecen englobados por ً‫ ﻣﺎ‬. Bloomfield (idem: 267) en el término " object " , significado
este genérico de la clase sint áctica de la que nos ocupamos 3 ‫ ؟‬. En consecuencia , cualquier
expresi ó n sustantiva de la lengua inglesa nombra o designa -o va a servir para nombrar 0
designar- un objeto particular^.
No obstante , lo que realmente interesa subrayar es que , de acuerdo con la
consideraci ón del maestro de Baltimore de que las grandes clases sintácticas están definidas y
determinadas por una o más de las palabras que aparecen en ellas -por lo que pueden ser
descritas segUn las clases morfológicas (partes del discurso en la tradici ón gramatical) - y con
el hecho de que cada una de las posiciones anteriormente mencionadas puede ser ocupada por

ran away , Jos primeros constituyentes {John , Bill , Our horses ) ocupan Ja posició n de actor o realizador de una
acció n , la cual no puede ser ocupada por las formas ran , fell , very good , etc. » y los constituyentes ran , fell y ran
away ocupan la posición de la acció n , de la que quedan excluidas las formas o rc , Bill , very good , etc. No obstante,
^^
para designar a las " form-classes" que incluyen palabras y sintagmas, L. Bloomfield (idem: 196) . prefiere utilizar el
té rmino expression . En este sentido, afirma (idem: 184 -185) que las expresiones que ocupan la posición del actor en
la construcció n actor-acción son expresiones sustantivas nominativas o, simplemente, expresiones nominativas
( nominative expressions ) (John , Bill , Our horses ) y las que pueden ocupar la posici ó n de acció n en la misma
construcción reciben la denominación de expresiones verbales finitas ‫ ا‬finite verb expressions ) ( ran , fell , ran away ) .
36
Las distintas posiciones en las que puede aparecer una forma configuran , segUn Bloomfield (op. cit.: 185) ,
las funciones de esa forma, o, colectivamente, su función .
37
Respecto a la expresió n verbal finita , ésta ocupa la posición de acción en la misma construcció n y tiene el
significado posicional de " realizada por un actor ". Asi, si se define el significado de clase del conjunto de formas
verbos como "acción " , el significado posicional de clase de las expresiones verbales finitas en inglés es (accion )
realizada por un actor ".

، Aparece el etcétera porque L. Bloomfield admite, y con razó n, la existencia de


3 otras funciones para las
expresiones sustantivas inglesas y, por tanto, de otros significados posicionales de éstas.
39 ٠' Without
listing all the otlier functions of English substantive expressions, we can say that the class-meaning
common to all the lexical forms in this form-class is " that which can be the performer of an action , the undergoer
of an action , the center from which a relation holds good , the possessor of objects" , and so on . Whether we can
sum this up in a shorter formula , depends upon our resources of terminology‫ ؛‬for instance, we can sum up the
class-meaning just given , under the term "object "" (Bloomfield , op. cit.: 267) .

Sin embargo, hay que tener en cuenta la advertencia bloomfieldiana expresada en los té rminos siguientes:
40

" These instancessuffice to show that class- meaning are not clearly-definable units whicli could serve as a basis for
our work , but only vague situational features, undefinable in terms of our science. The people who speak English
and keep their substantive expressions within tlie accepted functions, do not guide themselves by deciding whether
each lexical form denotes an object. Form- classes, like other linguistic phenomena , can be defined , not in terms
of meaning, but only in terms of linguistic (that is, lexical or grammatical) features " (idem: 267- 268).

23
una palabra perteneciente a la clase sint áctica de las expresiones sustantivas (John en los
ejemplos citados) 0 por un sintagma cuyo n ú cleo sea una palabra perteneciente a esta clase
sint áctica ( Poor John en Poor John ran away ) cualquier expresi ó n sustantiva se caracteriza por
)

la presencia de un nombre que ocupa la posici ó n de nUcleo o cabeza de la construcci ó n .

Asimismo, aunque ya no en el marco de la lingü istica estructural americana sino en


el de la europea , destaca, frente a las que siguiendo un criterio sint áctico funcional formulan
otros ling ü istas estructuralistas españ oles, de los que no podemos afirmar , como algunos de sus
m ás eximios representantes confiesan , que formen una escuela ling ü istica, la definici ó n de
sustantivo que, de acuerdo con este criterio , ofrece A . Ma Barrenechea (1963) .
En primer lugar , esta autora se basa en el criterio sint áctico funcional para clasificar
los sustantivos ^ ' , junto con los verbos, adjetivos, adverbios, coordinantes y subordinantes, en
la categor í a de las palabras^ que desempe ñ an una sola funció n en el texto , opuesta esta
categor í a a la de las palabras que desempe ñ an dos funciones simult á neas en el texto , en la que
se encuadran las clases de los relacionantes y los verboides".
M ás especí ficamente, el sustantivo puede desempe ñ ar en la estructura oracional
sujeto / predicado las funciones de (op. cit.: 18) 1) nUcleo de la construcci ó n endocé ntrica ^

41
A . Ma Barrenechea ( 1963: 21 n . 17) incluye tambié n en la clase de los sustantivos las palabras de significaci ón
.
pronominal que pueden desempe ñ ar las mismas funciones que estos (Yo lo dudo Esto me desagrada Nadie llam ó, .
¿ Quién ha venido?). No obstante, se ñ ala la necesidad de establecer , dentro de la clase funcional general, diferentes
subclases de acuerdo con la distribució n sint á ctica de los elementos y las distintas variaciones flexionales de los
mismos. Ahora bien , es evidente que esta autora no tiene en cuenta que las palabras que ella denomina de
significaci ón pronominal y que, para el caso concreto que nos ocupa , por desempefiar las funciones de los
sustantivos, llama pronombres, est án realmente reemplazando o sustituyendo, no a sustantivos, sino a sintagmas
nominales, por lo que consideramos que lo correcto es denominarlas prosintagmas.
Desde nuestro punto de vista , cabria una ulterior divisió n teniendo en cuenta la í ndole caracter
sintagm á tico del grupo de palabras al que una determinada forma sustituye. Asi, por ejemplo, en la expresión El
muchacho y la muchacha son altos y sus hijos también lo son , la forma lo es un prosintagma adjetival atributivo‫ ؛‬en
la expresi ó n Marta piensa que t ú eres tonto y yo también lo pienso , la forma lo es un prosintagma nominal
complemento directo, y en la expresió n Yo nací en Cádiz y mi hermana también nació allí٠ la forma allí es un
prosintagma adverbial locativo. Sólo en algunos casos podr íamos determinar el car ácter morfoló gico de estos
sustitutos, procediendo entonces de acuerdo con la categor í a gramatical de la palabra a la que sustituyen en la
expresión . Por ejemplo, es posible afirmar que en Antonio vino esta mañana. Yo hablé con él , la proforma él es,
desde el punto de vista morfol ógico tradicional, un prosustantivo porque sustituye a un elemento de la categor ía
gramatical sustantivo, aunque a esto podr ía realmente objetarse que los nombres propios no pertenecen al sistema
de la lengua ; la proforma lo que aparece en la expresión Juan es guapo y Antonio también lo es es un proadjetivo
porqtie sustituye a una palabra de la categor ía gramatical adjetivo ; la proforma lo + hacer de la expresión Los
estudiantes al oí r estas cosas sonríen y los que no son estudiantes tambi én lo hacen es vu\ ‫؟‬novelo esl ‫؟‬،
sustituyendo al verbo sonreír , y la proforma 05،' es un proadverbio porque sustituye a UJJ elemento de la categor í a
gramatical adverbio en la expresió n Yo act úe inteligentemente y t ú también actuaste asi.
Las ideas expuestas en esta nota han surgido a propósito de la afirmaci ó n de L. Bloojnfield (1933: 146)
respecto a que " in every language we find certain forms, substitutes , whose meaning consists largely or entirely of
class- meanings".
42
Barrenechea (op. cit .: 11) define " la palabra " como el signo lingüístico cuyos constituyentes inmediatos no
permiten la separación o la permutación del orden o no pertenecen a paradigmas cuyas unidades lo permitan ".
4}
Por tanto, es muy significativo en este sentido el titulo de su trabajo: " Las clases de palabras en españ ol como
closes funcionóles ".

44
En este estudio , Barrenechea toma como base sólo las oraciones bimembres de estructura sujeto / predicado,
ya que las unimembres pueden corresponderse con una palabra o construcció n que forme parte de una estmetura
mayor en el esquema sujeto / predicado, no sirviendo éstas para caracterizar las clases de palabras. En cualquier
caso, siempre es posible, para determinar de qu é clase son , transferir los constituyentes de una oraci ó n unimembre

24
que desempe ñ e las funciones de sujeto ( Juan canta) , predicado (‫؛‬Esa novela, un plomoX ) ,
predicativo (‫ ؛‬Los nombraremos o modificador directo del n ú cleo oracional (Todos estos
anos, no fue posible vivir tranquilo) ‫ ؛‬2) n ú cleo de la construcci ó n endocé ntrica o del té rmino
de la exocé ntrica que desempe ñe las funciones de objeto directo (Come pan ) objeto indirecto )

(Me gustan los dulces ) 4٩, circunstancial (Sales todas las noches ) o agente (Fue visto por sus
camaradas) , y 3) té rmino del modificador indirecto de nUcleo no verbal (Los d í as de invierno
son cortos) .
Las funciones privativas de los sustantivos, es decir , las desempeñ adas Unicamente por
ellos, son las de nUcleo del sujeto , del objeto directo , del objeto indirecto y del agente, y las
no privativas, esto es, las compartidas por mas de una categor í a, son (op. cit.: 20) las de nUcleo
del predicado (comUn a verbo, sustantivo , adjetivo y adverbio) , del circunstancial (comUn a
sustantivo y adverbio), del predicativo (comUn a sustantivo y adjetivo) , del modificador del
nUcleo oracional (comUn a sustantivo y adverbio) y del té rmino (comUn a sustantivo, adjetivo
y adverbio) . Esta caracterizaci ó n legitima a la autora para definir los sustantivos como " las
palabras que tienen las funciones privativas de sujeto , objeto directo , objeto indirecto y agente "
(idem: 21) .

!. 1.2 . 2. Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente semántico

‫ ﻵﻵ‬e\ Arte de Hablar. Gramática Filosófica de la Lengua Castellana , I 46

defiende la idea de que los sustantivos considerados aisladamente, esto es, fuera de todo
discurso 0 comunicaci ó n , son , al igual que las dem ás palabras pertenecientes al l éxico de un
idioma, signos que resultan de los procesos de generalizació n y abstracci ó n , por lo que poseen
una significaci ó n vaga, general e indeterminada que los hace virtualmente aplicables a todos
los objetos que de su clase hay en el mundo sin referirse concreta y particularmente a ninguno .
Sin embargo , puesto que al hablar tenemos que aludir necesaria y obligatoriamente a seres u
objetos concretos e individuales, se impone, como primera necesidad , sacar al sustantivo de

a una oració n bimembre . Para la definició n de la estructura sujeto / predicado, cf . Barrenechea , op . cit .: 13.

45
Citamos el ejemplo mencionado por Barrenechea , si bien es necesario apuntar que es obvio que la autora
incurre en un error , ya que, en esta expresi ó n, el sustantivo dulces es n ú cleo de una construcción endocé ntrica que
funciona como sujeto y no como objeto indirecto.
46
Es habitual que el Arte de Hablar de Eduardo Benot (1910) aparezca clasificado junto a las gram á ticas,
art ículos y monograf í as que podemos calificar de tradicionales. El hecho de que se trate de una obra póstuma
redunda aUn m á s en esta idea, ya que todavía est á m ás alejado en el tiempo el periodo de su elaboración de la é poca
en la que fueron formulados los presupuestos que dieron origen a la aparición de las otras corrientes lingü isticas
del siglo XX: estructuralismo, generativismo, etc.
Sm embargo, el an á lisis de determinados aspectos de esta gram á tica nos muestra que, junto a las teor í as
consideradas tradicionales, contiene definiciones, tesis y postulados que han defendido, planteá ndolos como
novedosos y originales, algunos autores integrantes, fundamentalmente, de la corriente denominada estructuralismo
lingüístico. El tema de la determinació n nominal es uno de los que pueden ser citados cojno ejemplo de esa mezcla
de los presupuestos tradicionales con los que, posteriormente, serian formulados como propios por determinados
autores estructuralistas. Es m ás , ya en el marco del funcionalismo estructural, E . Coseriu ( 1955-56) lleva a cabo un
planteamiento de este tema de la determinació n nominal que presenta analogí as, tanto en el punto de partida como
en los presupuestos formulados, con lo establecido a principios de siglo por E . Benot (cf . al respecto Diaz
Hormigo , en prensa: n . 3) .
Asimismo , a la originalidad del gram á tico gaditano, pero en este caso respecto a lo que ha sido postulado
posteriormente por la gram á tica generativa transformacional , se refiere tambié n R . Sarmiento (1991: XXXI) cuando
afirma que " lo que m á s asombra de Benot es [...] qtie haya formulado la ley tie la recursividaddel lenguaje, divulgada
por N. Chomsky (1957) como una novedad en la teor í a de la sintaxis".

25
esa significaci ó n vaga e imprecisa y determinarlo de modo que ese ser u objeto que denotamos
0 designamos y sobre el cual versa nuestro discurso no pueda confundirse con ningUn otro".
Esta determinaci ó n o individualizaci ó n de los sustantivos, a partir de la cual obtenemos
los conjuntos de palabras y las combinaciones o entidades elocutivas designativas de cada
individualidad exigibles porel sistema del hablar , se consigue bien aumentando la comprensió n
de los sustantivos, esto es , sus cualidades o rasgos caracter ísticos, bien fijando su extensi ó n , es
decir , el nUmero de seres u objetos a los que es aplicable, 0 bien por ambos medios a la vez".

Por ello, la caracterizaci ó n de sustantivo que aparece en el tratado gramatical de E .


Benot consiste en que el sustantivo se configura como vocablo determinable en su extensi ó n
y en su comprensió n , coincidiendo en lo primero con el verbo -determinable Unicamente en
su extensi ó n -. De ahí que el gram ático gaditano defina expl ícitamente al sustantivo como
" palabra cuya comprensi ó n puede aumentar " (op. cit .: 27) 49 , no sin dejar de admitir el hecho
de que, en algunos casos, puede ejercer la funci ó n de palabra determinante‫؟‬٥.

47
Estas consideraciones, unidas a las definiciones que nos ofrece de nombre comUn y nombre propio, nos
permiten deducir que este gramá tico se esta refiriendo en esta parte de su obra exclusivamente a los sustantivos
comunes o apelativos, pues, como estableceremos posteriormente (cf . 4.1.2.) , defiende la tesis de que cualquier
sustantivo, en el plano discursivo, alude a alguien o algo concreto e individualizado y , por tanto, es un nombre
propio.
48
La comprensió n del vocablo sustantivo aumenta 1) por la adició n de determinantes simples demostrativos,
posesivos y adjetivos o de determinantes complejos (genitivos, complementos preposicionales, oraciones de relativo)
y 2) por las desinencias expresivas de cualidad, que permiten aumentar la comprensió n del sustantivo cambiando
las desinencias de gé nero, y por las terminaciones aumentativas, diminutivas y despectivas. Los medios gramaticales
para jar la extensión de los sustantivos son 1) la adició n de alguno de los denominados determinantes de la
,

extensió n (art ículos definidos y numerales cardinales, mUltiplos, divisores 0 indeterminados), que limitan el nUmero
de objetos, seres o Uidividuos a los que liace referencia el sustantivo sin aumentar el n ú mero de caracteres, y 2) las
modificaciones o variaciones del accidente de nUmero. Los grtipos de palabras obtenidos a partir de la aplicació n
y empleo de los modos de fijación de la comprensión y extensión de los sustantivos constituyen los nombres
propios e individualizados de cada ser u objeto denotado en el discurso.
49
Asimismo , este autor (op. cit.: 2-5) caracteriza formalmente al sustantivo como constituido, al igual que
cualquier otra palabra de la lengua , por dos clases de elementos: 1) la ra í z, que es el sonido o el conjunto de sonidos
en los que se contiene la significació n fundamental del vocablo, y 2) los afijos, o sonidos secundarios o accesorios
que se anexionan a la ra íz para delimitarla , en este caso, como sustantivo, y que especifican la acepció n . Asi, por
ejemplo, tor- y nub- son las raí ces de torada y nubarrón , y ada y anón las terminaciones respectivas que añ aden
a las ra í ces la idea colectiva de muchos animales de esta especie y la indicadora de desprecio y desagrado ,
respectivamente. Los afijos antepuestos a la ra íz reciben la denominació n de prefijos y los pospuestos, la de sufijos.
Entre estos Ultimos, los indicadores de las ideas de sexo o de pluralidad en el sustantivo se llaman desinencias (de
gCnero o de plural) .
Por otra parte, E. Benot (idem : 74-75) enumera una serie de sufijos destinados a formar sustantivos,
aunque no siempre agregan el mismo significado a la idea contenida en la ra íz. Sin embargo, no se refiere este autor
al procedimiento que hay que seguir para la separaci ó n de ra í z y sufijos, aunque parece estar presente, a juzgar por
la ejemplificació n, el m étodo de la sustituci ón 0 conmutació n de sufijos.
50
Aunque en un primer momento es clasificado, junto con el verbo , entre las palabras determinables, se
advierte que el ser palabra determinable no es una función permanente del sustantivo pues, en innumerables
ocasiones, asistimos al cambio del sentido primordial de las palabras, el cual las hace determinantes o determinables,
desempeñ ando aquéllas una u otra función segUn el valor que adquieran en la clausula.
En este sentido, el gram á tico gaditano afirma que " resulta inadmisible la clasificació n generalmente
admitida de partes de la oración, tomada en un sentido absoluto" (op. cit .: 79) y propone una clasificación de las
palabras en determinables y determinantes. Las determinables son los sustantivos (en su comprensión y en su
extensión) y los verbos (en su extensi ó n) . Los determinantes son los demostrativos, los posesivos, los adjetivos, las
desinencias del gCnero, los art í culos y los numerales, las desinencias del plural , los adverbios, los ablativos y las
palabras o desinencias que fijan la extensión de los verbos.

26
Tambi én una caracterizaci ó n de nombre o sustantivo de indole semántica , aunque en
este caso de naturaleza teleol ógica , es la apuntada por R . Seco ( 1930) en su Manual de
Gramática Espa ñola pues ya en los Preliminares de la obra (op . cit . : 7) establece el gramático
)

madrileño que es denominada nombre o sustantivo la parte de la oraci ón que designa los
objetos de los que se hace menci ón en la misma. Esta caracterizaci ón se completa en la Primera
Parte (idem: 11) al definir expl í citamente este autor los sustantivos como los nombres con que
se designan los seres que rodean al hombre y que son objeto de nuestro juicio . Se emplean ,
por tanto , para designar todo cuanto tiene existencia , ya sea de modo real , f ísico y tangible,
0 sólo verificable en nuestra imaginaci ó n^ ' . En otros apartados de su obra", alude R . Seco
a la connotació n o carácter connotativo que posee el nombre sustantivo , que consiste en que
éste representa o indica un conjunto de cualidades que puede ser mayor o menor segUn sea
nuestro conocimiento del objeto que se nombra o designa con ese sustantivo .
Las modificaciones formales de las que es susceptible el nombre o sustantivo para la

‫؛‬
e presi ón de los diferentes matices de una misma idea son , segUn este autor (idem: 15) , las de
genero y numero .

Asimismo , de acuerdo con un criterio semántico teleol ógico es definido el nombre


sustantivo , llamado también simplemente nombre o sustantivo , en la Gramática de la Lengua
Española publicada por la Real Academia Espahola en 1931 , pues se indica que se denomina
de este modo a la "parte de la oración que sirve para designar seres , personas 0 cosas con
existencia independiente , ya en la realidad , ya por abstracción o personificaci ón‫ ؛‬como piedra )

AlfonsO Toledo , virtud verdor color, dureza " (R . A . E . 1931: 12)".


) ) )

M * L. Calero Vaquera (1986: 66) señ ala la "falta de colierencia interna " del gram ático gaditano, pues
"despu é s de declarar abiertamente que no hay partes de la oración ", utiliza la terminologí a tradicional para
referirse a ellas y , asi, habla de verbos, adverbios, sustantivos, etc., con lo cual esta dando por supuesta su
existencia ".
Nos parece que esta autora pasa por alto que la denominación " partes de la oración " es un concepto
ambiguo porque puede designar, y de hecho designa, en el ambito de la lingü istica a 1) las que realmente son
categor í as gramaticales (sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, etc.)‫ ؛‬2) las que son funciones sint á cticas (sujeto,
predicado, complemento directo, etc.), y 3) los distintos tipos de sintagmas (sintagma nominal, sintagma verbal,
sintagma preposicional, etc.), de tal manera que los gramáticos generativos afirman que toda oració n esta constituida
por un SN m ás un sv, por lo que SN y sv son las dos partes de la oración.
Pensamos que, al afirmar que no hay partes de la oració n ", E. Benot se refiere a la imposibilidad de
delimitar y definir las palabras atendiendo Unica y exclusivamente a la función sintáctica que desempeñ an , ya que
ésta puede variar segUn los contextos, pero ello no obsta para que, para referirse a las palabras, utilice los té rminos
empleados tradicionalmente para denominar a las diferentes categorías gramaticales.
51
Por tanto, de la definición de nombre sustantivo que aparece expuesta puede ya inferirse una primera división
0 distinción, que ser á ulteriormente formulada de modo explícito, entre sustantivos concretos -aquellos nombres
que tienen existencia real, f ísica o tangible- y sustantivos abstractos -aquellos nombres cuya existencia es sólo
verificable en nuestra imaginació n-. Contribuye a establecer esta delimitació n de un modo m ás claro la
ejemplificación expuesta: libro / ocio.
52
Asi, por ejemplo, cuando analiza el car ácter de los nombres abstractos (cf . Seco 193٥: 12), la sustantivació n
de los adjetivos (cf . op. cit.: 33) y la función u oficio de predicado nominal que pueda desempeñ ar un sustantivo
(cf . idem: 133).
53
En este tratado gramatical, el sustantivo aparece clasificado entre las partes variables de la oración -es
susceptible de presentar algunas alteraciones formales por los accidentes de gé nero y nUmcro- y , ademá s, si tenemos
presentes simult áneamente la definició n de nombre sustantivo citada , la de oració n gramatical y la caracterización
de la parte de la oració n denominada sujeto (cf . R . A. E. 1931: 156), inferimos que parece ser el nombre sustantivo
el vocablo que se ajusta m ás estrictamente al desempeño de esta función u oficio gramatical . Asimismo , se indica
que la diferencia fundamental entre nombre sustantivo y nombre adjetivo consiste, principalmente, en la capacidad

27
Un criterio de indole sem ántica pero ya no de car ácter teleol ó gico sino de naturaleza
designativa es empleado para su definici ó n de sustantivo por A . Alonso y p. Henriquez Ureñ a
(1938-39 , I: 38-40) , si bien éstos, frente a otras definiciones tradicionales que clasifican como
sustantivos las palabras que designan seres vivientes o cosas‫ ؛‬como adjetivos , las que indican
cualidades de éstos, y como verbos las que significan acciones, establecen que el sustantivo
puede significar cualquier clase de realidad verdadera o imaginaria, ya sea ésta una persona
( Antonio corre) , una cosa independiente ( El rio corre) , una cualidad ( La palidez es signo de
.

emoci ó n o de enfermedad) , una relaci ó n ( La semejanza de estos dos ni ñ os es grande) , una


acci ó n ( La salida ha sido aplazada hasta las diez) , un estado ( El sueno le devolvi ó la fuerza) o
un suceso ( La caída lo lastim ó) . De todo ello resulta que los sustantivos se configuran como
las formas del lenguaje con que significamos y representamos trozos o aspectos de la realidad
considerá ndolos y pens ándolos en si mismos y elev ándolos a la categoría de objetos capaces
de a) comportarse de una determinada manera (La envidia envilece ) b) tener cualidades (El ')

sue ñ o era profundo y reparador) , o c) ser clasificada (La templanza es una virtud) lo que lleva )

a definir expl ícitamente los sustantivos como " las palabras con que designamos los " objetos "
pensá ndolos con conceptos independientes " (op . cit .: 40) .

Por su parte, el lingü ista preestructuralista‫ «؛‬que intervino, junto a Ch. Bally , en la
publicaci ó n del Cours de Linguistique Générale de F. de Saussure, A. Sechehaye (1950: 98-102) ,
intenta explicar el fen ó meno lingüístico aunando consideraciones de indole gramatical , l ó gica
y psicol ó gica, y distingue, para luego proceder a su interrelaci ó n , a) las ideas procedentes de
la reflexió n objetiva, b) las categorías ló gicas (entidad , cualidad , proceso , manera , relaci ó n) y
c) las clases de palabras (sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios) . De esta concepció n resulta
que el sustantivo " représente les idées QUE L ’ ESPRIT CON ÇOIT dans la cat égorie de
1’ entité " (op. cit .: 102) ‫ ؟ ؟‬, sirviendo de este modo tanto a la expresió n de los seres y cosas
-

concretas ( le roi le cheval la maison ) como a la de las ideas abstractas que pertenecen
) )

naturalmente a las categorías ló gicas de la cualidad, el proceso, la manera o la relaci ó n (‫ئ‬

del primero para subsistir por si mismo en la oració n , mientras que el adjetivo necesita siempre de la presencia de
un sustantivo, excepto en los casos en los que se emplea sustantivado o en el gé nero neutro.
Adem ás, de la definición académica es posible inferir una primera divisió n o clasificaci ón de los
sustantivos en concretos -aquéllos que designan seres, personas o cosas con existencia independiente en la
realidad- y abstractos -los que designan seres, personas o cosas con existencia independiente por abstracción o
personificaci ó n -, y si atendemos a los ejemplos citados, podemos distinguir , junto con los concretos y abstractos,
nombres comunes, nombres propios, nombres primitivos, nombres derivados, etc., adelantándose de este modo ,
a travé s de los ejemplos, a posteriores delimitaciones y clasificaciones que se realizar á n en el conjunto de los
nombres (cf . sobre las mismas el capitulo IV).

Sobre el sentido en el que empleamos esta denominación , cf . 1.1.1.1. 5. n . 13.

Para llegar a establecer las definiciones precisas de las clases de palabras, A . Scchcbaye procede se ñ alando
primero una posible correspontlcncia entre expresió n sustantiva entidad (persona , animal, cosa)‫ ؛‬expresi ón
adjetiva —
colores, formas, impresiones captables por los sentidos, y expresió n verbal * * procesos o fen ó menos,
correspondencia que implica a su vez admitir qtie a) el empleo de un sustantivo, un adjetivo o un verbo sugiere
de modo necesario en el receptor la imagen de una entidad, una cualidad o un proceso, respectivamente, y b) estas
im á genes son las que han desencadenado previamente en el emisor el empleo de un sustantivo, un adjetivo o un
verbo. Sin embargo, tras fundamentar el hecho de que el fen ó meno qtie subyace a / y produce el hablar es m ás
complejo, y que las categor ías de la entidad, cualidad, proceso, etc. no están en los objetos sino en las diferentes
visiones o concepciones que tenemos o nos configuramos de los mismos, concluye que una misma idea pticde
entrar en todas las categorías de la imaginación (entidad, cualidad , proceso, relació n , manera , etc.) y ,
consecuentemente, puede expresarse por cualqtiier clase de palabra (sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio) (ilumi è re ,
lumineux , lumineusement • la hâte , hâtif , se hâter , hâtivement ) . En este sentido, frente al sustantivo, " l 'adjectif ou le
)

verbe représentent celles QUE L'ESPRIT CON ÇOIT dans la catégorie de la qualité ou du procès" (op. cit.: 102).

28
blancheur la marche le voisinage la cause ) esto Ultimo en virtud del fen ómeno de la
) ) ) )

transposici ó n o asimilaci ó n de una idea a la categor í a ló gica de la entidad mediante una serie
de procedimientos gramaticales propios de cada lengua.

Una definici ó n de sustantivo que se ajusta mas que la anterior a los dictados de la
tradici ó n gramatical es la de s. Gili Gaya (1961: 99) , pues afirma que los sustantivos se
piensan en si mismos, como representaciones o conceptos independientes " y " pueden designar
personas (Juan ) cosas (arboles ) cualidades f ísicas o morales ( blancura bondad) acciones
) ) ) )

( empujón ) estados ( quietud) es decir , cualquier fragmento 0 aspecto de la realidad considerado


) )

como objeto independiente de nuestro pensar ". Asimismo , señ ala (op . cit .: 205) como flexió n
de los sustantivos espa ñ oles la diferencia de nUmero entre singular y plural y , para algunos de
ellos, tambié n la de género (masculino / femenino) . No se detiene en el examen y an álisis de
estos accidentes morfoló gicos , si bien insiste en el hecho de la p é rdida casi absoluta , en
romance, del conjunto de las variaciones morfol ó gicas determinadas por los casos , que en latin
constitu ía la declinaci ó n y que, en la lengua españ ola, se mantiene ú nicamente en el
pronombre personal .

!. 1.2 . 5 . Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista semántico y sintáctico

En La Oraci ón y Sus Partes R. Lenz (1920: 70-72) clasifica el sustantivo entre las
)

palabras que son partes de la oració n que expresan conceptos, las cuales se denominan palabras
conceptuales y se distinguen de acuerdo con las categor ías l ó gicas de la sustancia, la cualidad
y el estado pasajero o fen ó meno , correspondientes a las categor ías gramaticales de sustantivo ,
adjetivo y verbo , respectivamente. Asimismo , palabras conceptuales y pronominales -aqu éllas
que repiten o reemplazan conceptos- son consideradas, atendiendo a un punto de vista
exclusivamente sint áctico , palabras fundamentales o primarias , ya que con ellas se forma lo
esencial de la oraci ó n. En este sentido , la caracterizaci ó n de sustantivo del gram ático aleman
es divisible en dos apartados, pues consiste en el examen de la funci ó n l ó gica ( = significado)
y de la funció n gramatical del sustantivo.
Desde el punto de vista l ó gico (op. cit.: 73-77) , el sustantivo es la categorí a gramatical
que se corresponde, al menos teó ricamente, con la categoría l ó gica de la sustancia, esto es, es
sustantivo la palabra que expresa 0 significa la sustancia ( = el sujeto ló gico o sujeto del juicio) ,
mientras que el adjetivo y el verbo se relacionan con las categorías de la cualidad y del estado
pasajero o fen ó meno , respectivamente ( = los predicados l ó gicos) . No obstante, puesto que es
posible considerar la cualidad y el fen ó meno abstractamente -esto es, separados de los objetos
o sustancias a los que se refieren - y convertirlos en sujetos de nuestros juicios, el sustantivo
es tambi én susceptible, por este cambio entre las categor í as l ó gicas de cualidad , fen ó meno y
sustancia -o sea, entre adjetivo , verbo y sustantivo-, de expresar la cualidad y el fen ó meno en
abstracto. Por tanto , la funci ó n ló gica (significado) del sustantivo consiste en que éste puede
denominar una sustancia (sustantivo concreto) y designar una cualidad y un estado pasajero
o fen ó meno (sustantivos abstractos) .
Sin embargo , la Unica definició n explicita, y subrayada como tal , de sustantivo que
aparece en este tratado gramatical es la realizada desde el punto de vista sint áctico funcional .
De acuerdo con esta perspectiva, se considera sustantivo " toda palabra que sirve de sujeto
activo o pasivo de una proposici ó n " (idem: 116) , delimitació n esta que implicar í a, si se es
consecuente, la inclusió n , como subgrupo en la categor ía del sustantivo, de algunas de las
denominadas palabras pronominales 0 pronombres, concretamente, de los pronombres

29
sustantivos, si bien el autor no es de tal parecer‫*؟‬.
Los accidentes gramaticales 0 variaciones morfol ó gicas se ñaladas por R . Lenz (1920)
para el sustantivo castellano son nUmero , género y art ícu!o 7٩.

Asimismo , el ling ü ista dan és considerado precursor de la teor í a glosematica desarrollada


por la escuela estructuralista de Copenhague, o. Jespersen (1924) , ofrece una caracterizaci ó n
de sustantivo que permite establecer una definici ó n de éste aunando perspectivas diferentes,
pues, por una parte, a partir de la clasificació n de las palabras en partes de la oració n que
resulta del examen de aqu éllas consideradas aisladamente (op. cit .: 58-64) , distingue sustantivo
concreto y adjetivo (idem: 72-81) , y , por otra , del examen del comportamiento del sustantivo
en combinació n con otras palabras (idem: 96-99) , obtiene una clasificació n de las palabras en
rangos o categorí as, segUn modifiquen o sean modificadas normalmente en la combinatoria
discursiva.
La delimitació n sustantivo / adjetivo se basa en el hecho de que, segUn este autor, en
todas las lenguas existe una distinci ó n formal entre estas dos clases de palabras y en todas las
lenguas es posible observar la misma distribuci ó n: las palabras que denotan ideas y sustancias
se engloban en la clase de los sustantivos y las que denotan cualidad en la de los adjetivos. Esto
lleva a Jespersen a pensar en la existencia de una base ló gica universal que subyace y explica
esta divisi ó n , cuyo examen emprende aduciendo , en primer lugar , las razones lingü isticas y
ló gicas por las que rechaza la soluci ó n tradicional que identificaba los sustantivos con los
nombres que denotan sustancias y los adjetivos con los que denotan cualidades. Asi, encuentra
que a) existen nombres de sustancias (sustantivos) que se derivan de una cualidad particular
(adjetivo) { the blacks , eatables , desert , a plain ) , lo que demuestra que la separació n tradicional
entre las ideas de sustancia y las de cualidad no tiene valor desde el punto de vista ling üístico‫؛‬
b) si atendemos a una perspectiva diacró nica, hay sustantivos que etimol ó gicamente derivan
de adjetivos, aunque desde nuestra conciencia de hablante sincr ó nico no los percibimos como
tales‫ ؛‬c) la distinció n tradici onal a partir de la identificación de sustantivo con sustancia y
'

adjetivo con cualidad no explica el problema de los sustantivos abstractos, pues éstos presentan
los mismos caracteres formales que los dem ás sustantivos de la lengua, pero denotan cualidades

، Cf . al
5
respecto !. 1.2. 1 . n . 33 .

‫؛‬7 El articulo no es considerado por R . Lenz ( 1920: 266.280) como una clase de palabras independiente, sino
como un anexo formal del sustantivo , análogo o " parecido a las terminaciones flexivas o aglutinadas, a los prefijos
o sufijos que expresan nUmero o función gramatical (casos de declinación) y otras relaciones " (op . cit.: 267) ,
resultando, por tanto , indiferente y Secundario el hecho de que los elementos fonéticos que contribuyen a la
'

determinación se escriban separados del sustantivo 0 fusionados fonéticamente con el .


Al incluir el articulo entre los accidentes o variaciones del sustantivo , este autor se inscribe en una linea
que , en lo que respecta , al menos, a la gramática española, se remonta a G . Correas (1627) y prosigue tras ei con
el pensamiento de algunos autores estructuralistas, destacando especialmente el hecho de que determinados autores
pertenecientes a esta corriente, como, por ejemplo, E. Alarcos Llorach ( 1967: 225) , arguyan análogas razones a las
propuestas por el gramá tico alemán para considerar el articulo como un morfema del nombre sustantivo (cf . al
respecto 1.1 . 1.1 . 1. n . 4 y 1.1 . 2.6 . n . 110) .
Por otra parte , hemos de añadir que, aunque hayan sido distinguidos estos tres accidentes morfológicos
para el sustantivo castellano, es evidente que ninguna de esas posibles variaciones formales contribuye a determinar
la función sintáctica que desempeña el sustantivo en la oración , por lo que , siguiendo la terminología acuñada por
R . Lenz (op . cit . : 91 -92) , no es posible admitir la existencia de declinación orgánica en el sustantivo castellano.
Sobre el nombre declinación orgánica, cf . Lá zaro Carreter 19877 ‫د‬, a reimpr .: 128 , quien señala esta voz
como denominación caracter í stica de Lenz para referirse a lo que , desde la m ás antigua tradición gramatical , se ha
venido denominando declinación flexiva , caracter í stica de las lenguas que poseen flexión casual . SegUn R . Lenz,
en castellano Unicamente encontramos declinación orgánica en el pronombre .

30
y no sustancias58, y d) no es posible establecer una separaci ó n tajante entre sustancia y
cualidad , pues conocemos las sustancias por sus cualidades, de tal manera que s ó lo es posible
afirmar la existencia real de cualidades, ya que éstas constituyen lo Unico que podemos percibir
por los sentidos y tiene valor para nosotros, mientras que la sustancia se presenta como una
ficció n.
Una vez eliminado el razonamiento tradicional que sustentaba la distinció n
sustantivo / adjetivo , resuelve el lingü ista danés la diferenciació n entre ambos recurriendo al
argumento l ó gico de que los sustantivos tienen menor extensió n y mayor comprensió n que
los adjetivos -esto es, el significado de los primeros es más especializado y menos general-, por
lo que pueden aplicarse a un n ú mero menor de objetos. Por tanto , la distinci ó n entre ambas
clases de palabras consiste en la mayor connotaci ó n de los sustantivos -señ alan o denotan un
mayor conjunto de cualidades o rasgos distintivos-, frente a los adjetivos, que Unicamente
se ñ alan o denotan una cualidad o característica del objeto en cuestió n , es decir, aislan una
cualidad. Para ejemplificar su tesis, Jespersen alude a los casos en los que una misma palabra
puede ser usada como sustantivo y como adjetivo (sustantivos adjetivados y adjetivos
sustantivados) , y , para demostrar sus argumentos prácticamente, expone las interpretaciones,
correctas desde el punto de vista de la tesis establecida , de los grupos nominales en los que
aparecen combinadas palabras pertenecientes a la clase nombre5‫؟‬.
Otra de las caracterizaciones que ofrece o. Jespersen de sustantivo surge a partir de

‫أ‬
Apunta Jespersen (idem: 155) los casos de los sustantivos abstractos sabària y bondad que, desde su punto
)

de vista , denotan las mismas cualidades que los adjetivos sabio y bueno , en los que no hay nada de sustancial. Asi,
cuando hablamos de la belleza de la muchacha y de ‫ ط‬sabària del anciano no pensamos, segUn o. Jespersen, en
dichas cualidades como en cosas u objetos reales, sino que, realmente, se trata de otras formas de expresar el hecho
áe ٣ ella es bello ‫ ﻋﻖ ﻻ‬٣ el es sabio.
Afirma E. Coseriu (1986, Ia reimpr.: 251-252) que o. Jespersen se basa en las ideas del l ógico francés del
siglo XIX L. Couturat, el cual consideraba que las palabras como salà, llegà, etc. eran transformaciones
nominales de los verbos salir, llegar, etc. De modo an álogo, Jespersen va a considerar que los té rminos belleza y
salà son transformaciones de un predicado nominal y de un predicado verbal, respectivamente, por lo que de la
aprtivou Mario es bella ‫اةةأ‬ \ \‫ ةأ‬la belleza de Maria
‫ ﻋﻖ ﻻ‬Juan sale , la salida de Juan .
No obstante, desde nuestro punto de vista , existe una diferencia fundamental entre los sintagmas
nominales y sus respectivos correlatos oracionales, la cual puede formularse recurriendo a lo establecido por z.
Golab (1975) sobre las funciones desempeñ adas por los nUcleos predicativos de las unidades denominadas
tradicionalmente oraciones, que son a) la función de atribución, esto es, de asignación de un atributo a un sujeto,
y , por tanto, determinació n de ese sujeto, funció n que puede faltar ya que existen oraciones sin sujeto, y b) la
aserción de existencia, es decir, la referencia existencial a lo extralingüístico, función que no puede faltar , ya que
entonces no habr ía oració n. En este sentido, lo que diferencia los sintagmas nominales del tipo caballo blanco )

caballo corredor , caballo que corre de los que podr íamos denominar correlatos oracionales -el caballo es blanco , el
caballo es corredor , el caballo corre- es que en el sintagma nominal la relación que se establece entre caballo y
blanco / corredor / que corre es sólo atributiva y, en las expresiones correspondientes, la relació n entre el caballo
y es blanco / es corredor / corre es atributiva y existencial.
59
El significado del adjetivo que est á lexicalizado, o, simplemente, desempeñando una de las funciones
característicasdel sustantivo, es m ás concreto, menos extenso y tiene una mayor connotación que el del adjetivo
correspondiente. Por ello, el español negros en el sintagma los negros puede ser sustantivo que designa a los
individuos cuya piel es de color negro o adjetivo aplicable a todo aquello de color totalmente oscuro. Ahora bien ,
cuando un sustantivo se lexicaliza como un adjetivo, su significado se ^ielve menos especial, menos concreto y
más general, presentando un menor nUmero de rasgos connotativos. Asi, el francés mauve es el nombre sustantivo
que designa a una planta determinada y tambié n puede, como calificativo en aposición ( = sustantivo adjetivado) ,
ser aplicado al color de la malva y a las cosas que lo tienen .
De los gntpos nominales en los que sustantivo y adjetivo pueden intercambiar su papel, se postula, de
acuerdo con la tesis expuesta, interpretar como sustantivo el nombre que exprese la idea más especial, más concreta
o menos extensa. Asi, es natural que digamos en francés les philosophes grecs y no les grecs philosophes , ya que con
el sustantivo philosophes expresamos la idea m ás especial, concreta y menos extensa , y con el adjetivo grecs una idea
de mayor extensión .

31
la clasificaci ó n de las palabras en rangos 0 categorías de acuerdo con el principio de la
subordinaci ó n discursiva.
En este sentido , establece que en una combinatoria como extremely hot weather es
posible distinguir diferentes categor ías de palabras segUn definan o vayan definidas: weather es
la palabra primaria o de primera categoría pues constituye la idea principal‫ ؛‬hot , la palabra
secundaria o de segunda categor í a puesto que define a weather y extremely, la palabra terciaria
)

o de tercera categor ía porque define a una secundaria {hot ). Una palabra terciaria puede
también ser definida por una palabra de cuarta categoría , la cual puede, a su vez, ir definida
por una de quinta, y asi sucesivamente, pero al no existir rasgos formales o de otro tipo que
distingan estas categor í as de las anteriores no es necesario se ñ alar más de tres: palabra primaria,
secundaria y terciaria. Estas se denominan, respectivamente, superjunto, adjunto y subjunto
si aparecen en una junció n o unió n , esto es, en un enunciado sin sentido completo y sin verbo
en forma personal , y supernexo , adnexo y subnexo, si aparecen en un nexo, es decir, en un
enunciado completo y con verbo en forma personal.
Observa Jespersen una correspondencia de las clases de palabras sustantivo , adjetivo
y adverbio con las categor í as o rangos primario , secundario y terciario , y , de acuerdo con ello ,
establece las siguientes definiciones: 1) los sustantivos son las palabras que habitualmente
figuran como palabras primarias‫ ؛‬2) los adjetivos, las palabras que habitualmente hacen de
adjuntoS y 3) los adverbios las que aparecen habitualmente como terciarias6٥, si bien " the
) )

correspondence is far from complete, as will be evident from the following survey: the two
things, word-classes and ranks, really move in two different spheres " (op. cit.: 98) .
Asi, ci ñéndonos a la clase de palabras 0 categorí a que nos interesa, el sustantivo , señ ala
que éste puede aparecer como 1) palabra primaria , 2) adjunto { Shelley's poemS a queen bee ) y )

‫ﻻ‬١ ‫ة‬١‫ﻟﻊ‬١‫س‬0 emotions part religious... but part human , the sea !nt mountains hi b ١. ‫؟‬or

*

^
tanto , " the " part of speech " classification and the " rank " classification represent different
angles from which the same word or form may be viewed, first as it is in itself , and then as
it is in combination with other words " (idem: 107).

Al criterio sem á ntico designativo recurre tambié n el ilustre discí pulo de F. de Saussure
y hmdador de la escuela preestructuralista de Ginebra Ch . Bally (1932: 113) ‫ة‬2 para establecer
que " les mots, ou plus exactement les semantemes63 virtuels d ésignant des substances (êtres

60
Verbo y adjetivo son unidades de segundo rango , pues ambas inciden sobre el sustantivo y reciben la
modificación por parte del adverbio, unidad de tercer rango. La diferencia entre verbo y adjetivo radica en la
distinción entre junció n 0 uni ón y nexo, basada en que éste da lugar a una unidad comunicativa superior a la de
la junción o unió n , ya que la relació n sustantivo-adjetivo sirve para constniir sintagmas (uniones o junciones) y
la de sustantivo-verbo para construir expresiones oracionales (nexos).
61
Del mismo modo, adjetivos, pronombres, adverbios, grupos de palabras y oraciones pueden ser palabras
primarias, adjuntos y subjuntos. De los verbos, las formas personales sólo pueden ser palabras secundarias (adnexos)
y nunca primarias 0 terciarias, los participios pueden ser primarios o adjuntos y los infinitivos, palabras primarias,
adjuntos o subjuntos.
62
Nos basamos en lo establecido por E. Coseriu (1986, Ia reimpr.: 137-138), quien cita a H. Frei, A. Burger ,
R. Godel y s. Karcevskij como los principales representantes de la escuela de Ginebra y a Cli . Bally y A. Sechehaye
como los fundadores de la misma. No obstante, es necesario apuntar que, tal como nos informa el mismo E .
Coseriu, s. Karcevskij, aunque enseñó en Ginebra , perteneció al Circulo de Praga .
Sobre el sentido en el que consideramos que esta escuela es preestructural , véase 1.1.1.1.3. n . 13.
65 Ch.
Bally (1932: 288-289) postula el abandono de la denominación imprecisa de palabra y la sustitución de
la misma por el té rmino semantema , definiendo como tal "un signe exprimant une idée purement lexicale, simple
- -
ou complexe, quelle que soit sa forme (radical: lup- , march , mot simple: loup , rouge , mot suffixal: louveteau ,
rougeâtre‫ ؛‬mot composé: loup-cervier , faim de loup, rouge fonce , etc.) " (op. cit.: 288) .

32
et choses) " configuran la categoría l é xica de los sustantivos (‫ي‬homme pierre) 64. )

Ahora bien , por otra parte, considera este autor (op. cit .: 101-106) que la combinatoria
de los sustantivos con las categor í as léxicas complementarias de adjetivos y verbos y / o con
otros signos que, aun no perteneciendo a las mismas, adoptan por el procedimiento de la
transposici ó n funcional los valores propios y característicos de éstos da lugar a un sintagma
que puede ser total -enunciaci ó n completa o frase- o parcial pero susceptible de ser convertido
en total mediante la recurrencia a un verbo en forma personal y al sustantivo en cuestió n o
equivalente como sujeto. Asi, por ejemplo , " (un homme) qui trahit sa patrie" ‫ ب‬II la trahit;
" une pomme rouge ( = qui est rouge) " -> Elle est rouge' " la maison de mon pè re ( = qui est a
)

mon pè re)٠ " Elle est a lui " mon chapeau (qui est a moi)٠
'
)
" Il est a moi "cette table ( = la
'
)

table qui est ici) " -* Elle est ici . En cualquier caso , se establece una relaci ó n de interdependencia
(signo x) entre dos signos léxicos complementarios (a y b) , de los cuales el sustantivo es
siempre el elemento determinado y el otro el determinante. De este modo , en la combinatoria
sintagm ática robe rouge el sustantivo robe es determinado por el adjetivo rouge que es, por
) )

tanto , determinante^‫؟‬. De todo esto resulta que el sustantivo es, en la concepci ó n lingü istica

(,A
Segú n este autor (op. cit.: 115-115) , las categorías léxicas pueden ser definidas como " les classes de signes
exprimant les idCes destin é es a se combiner dans le discours au moyen des ligaments grammaticaux " (idem: 113),
y, ademas de la de los sustantivos, existen las categor ías léxicas de los semantemas designadores de las cualidades
(adjetivos) , los semantemas que designan procesos (verbos) y los semantemas que indican modalidades de la cualidad
y de la acción (adverbios).
Esta misma caracterización de sustantivo a la que hemos hecho referencia aparece repetida en otras partes
de este tratado (cf . Bally, idem: 106 , donde recibe la denominación de nombre apelativo, y 110) , si bien el lingü ista
que tratamos (idem: 110) apunta tambié n la existencia de una clase de sustantivos que se caracterizan justamente
por no ser designadores de sustancias, sino, precisamente, de " un rapport entre deux êtres ou deux choses ", los
cuales, por esta razó n, pueden ser denominados, segú n este autor , sustantivos transitivos ( parent frère , ami ) . Sin
)

embargo, no aparecen especificadas las caracter ísticas sint ácticas y semánticas peculiares de estos sustantivos que
no pueden ser definidos con los té rminos semá nticos empleados para delimitar la categor ía lé xica a la que
pertenecen .

،5 En este sentido , es necesario apuntar que una critica al empleo de la terminología determinante-determinado
en la definici ó n de la relación de determinaci ón que se instaura entre los elementos constitutivos del sintagma
nominal ha sido formulada por V. Báez San José (1995 y en prensa) , si bien no se refiere especí ficamente a lo
establecido por Ch. Bally (1932), sino que las observaciones de V. Báez surgen del an álisis de la teor ía propuesta
sobre las relaciones posibles entre los elementos de las cadenas lingü isticas por el lingü ista perteneciente a la escuela
estracturalista de Praga N . s. Trubetzkoy (1939a) . En este sentido, indica Báez San José que la relación de
determinació n no puede establecerse entre un determinante y un determinado, como se ñ ala el autor ruso, ya que
si un elemento está determinado no necesita ningú n otro que lo determine, esto es, que sea determinante. La
relación determinativa se instaura entre un té rmino sin determinación, por tanto, no determinado sino
determinando, y un té rmino determinador . En este sentido, la teoría de los esquemas sint áctico-sem ánticos sustituye
la terminologí a determinante-determinado empleada por el lingü ista ruso y anteriormente por Ch . Bally , entre
otros, por la de determinando (elemento que en un nivel de an álisis necesita determinació n o puede ser
determinado) y determinador (elemento que determina al que es susceptible de ser determinado) .
No obstante, previamente y en el á mbito de la tradició n lingü istica española , el gram á tico gaditano E .
Benot (1910) se había referido a que en el grupo de palabras con sustantivo en posición nuclear se instaura una
relación de determinació n entre el sustantivo n úcleo de la constricción -la palabra determinable- y las palabras o
grupos de palabras agregadas al vocablo sustantivo para aumentar su comprensió n y / o fijar su extensi ó n -los
determinantes-.
A este respecto , establecimos (cf . Diaz Hormigo , en prensa: n . 19) que, desde nuestro punto de vista , la
terminología empleada por E . Benot para denominar a esos elementos que intervienen en una relación de
determinació n - palabra determinable, esto es, " que se puede determinar " y palabra 0 grupo de palabras determinante,
o sea, " que determina " - es precisa y adecuada , ya que define exactamente la función que desempe ñ a cada uno de
los elementos integrantes del grupo de palabras, por lo que la modificació n de la terminología determinante-
determinado que propone Báez San José podr í a liaber consistido simplemente en recuperar estos té rminos existentes
ya en la tradición lingü istica, en vez de proceder a la formulación de otros nuevos, lo cual, como ocurre en muchos
otros casos en los que nos enfrentamos con la terminología lingü istica , conduce a la confusi ó n y enmara ñ a la

33
de Bally (op . cit.: 114 y 121-122) , el elemento central o nUcleo de la determinació n por parte
de las categorí as léxicas complementarias de adjetivo y verbo y de otros elementos que,
transposicionalmente, funcionen como éstos".

descripción del objeto fenómeno que se estudia .


o
Por Ch. Bally no alude en ningUn caso al papel determinador que ejerce el articulo en el
otra parte,
sintagma en el que aparece y tampoco postula una diferencia entre las relaciones de determinación que se establecen
en un sintagma con adjetivo antepuesto al sustantivo y las de un sintagma con adjetivo pospuesto.

66
De acuerdo con el principio de la complementariedad, el adjetivo y el verbo "sont prédestinés à déterminer
un substantif " y el adverbio "est prédestiné à déterminer un adjetif ou un verbe " (Bally, op. cit .: 121) , afirmación
que gráficamente puede ser representada del siguiente modo:
Sustantivo * Adjetivo
t T
Verbo Adverbio
t
Adverbio
Por lo tanto , el sustantivo es, segUn Bally , la categorí a nuclear del discurso , susceptible de ser determinada
pero no determinante . Tales consideraciones suponen también , segUn este autor , a) que el adjetivo es el Unico signo
que funciona como epíteto del sustantivo , y , consecuentemente, que é ste, salvo en casos de transposición funcional ,
no puede ser caracterizado más que por aquél , y b) que no hay verbo sin sujeto ni viceversa, teniendo además en
cuenta que el sustantivo esta "prédestiné à la fonction de sujet " (idem : 122) .
En la tradición gramatical espahola , la concepción del lingü ista discípulo de Saussure tiene un antecedente
en el pensamiento de A. Bello ( 1847: 35- 36) (cf . 1.1 . 2.1 .) , e interesa destacar que se plantea , en uno y otro caso , la
misma jerarquización de categor ías que en la renombrada teorí a de los rangos de o. Jespersen (1924: 96-99),
reelaborada por L . Hjelmslev (1928: 300-343) .
En este sentido , M . Casas G ómez ( 1984) señala que , en lo referente a la caracterización primaria de la
frase , se delimitan dos posturas diametralmente opuestas: 1) la que considera que es el sustantivo el nUcleo central
de las incidencias, defendida, adem ás de, como hemos dicho, por A . Bello ( 1847) , o. Jespersen ( 1924) , L . Hjelmslev
( 1928) y Ch. Bally ( 1932) , por N. Chomsky (1965) , pues , en la formulación del segundo modelo 0 teor í a estándar
de la gramática generativa transformativa , señala que el sustantivo es en la frase la categorí a central y dominante,
frente al adjetivo y el verbo, ya que los rasgos sintácticos asignados al sustantivo por las reglas de subcategorización
independientes del contexto son trasladados a las otras categorías léxicas mediante reglas selecciónales. De este
modo, puesto que el adjetivo y el verbo toman sus marcas del sustantivo , son estas marcas del sustantivo o los
sustantivos de la expresión las que determinan la aceptabilidad o no aceptabilidad de la misma , y 2) la que establece ,
por el contrario , que es el verbo el nUcleo central de las incidencias , linea en la que se enmarcan a) la teorí a
gramatical denominada gramática de casos , ya que , segUn Ch . j. Fillmore (1968) , cada oración (proposición) es una
estructura articulada en torno a un verbo principal que expresa un estado , proceso , evento , etc. en el que
intervienen actantes representados por sintagmas nominales asociados con el verbo mediante una relación casual
Unica, es decir , que sólo se da una vez en cada oración , siendo necesario delimitar cuántos sintagmas nominales son
necesarios o forman parte del contorno / contexto verbal y qué papel semántico desempeña cada uno de ellos‫ ؛‬b)
la formulación tesnieriana de la teoría lingüistica llamada gramática de la valencia o de dependencias, puesto que
L. TesnCre ( 1959) , tras afirmar que entre las palabras que constituyen una frase se establecen relaciones de
dependencia, esto es , conexiones por las que un té rmino superior o regente se une a un té rmino inferior, regido
o subordinado -la conexión superior se expresa indicando que el subordinado depende del regente‫ ؛‬la conexión
inferior , manifestando que el regente ordena o rige al subordinado o subordinados-‫ ؛‬tras indicar que las palabras
de la frase constituyen una unidad jerárquica desde elementos superiores subordinantes o regentes a elementos
inferiores subordinados o regidos, pudiendo una misma palabra estar subordinada a una unidad superior y regir
una inferior (en mon ami parle , el sustantivo ami núcleo del sintagma nominal, es subordinado del verbo nUcleo
)

predicativo parle y , a su vez, regente del adjetivo posesivo determinador mon , que depende de ami , parle , por su
"

parte, rige a ami) , y , puesto que un subordinado depende sólo de un regente pero un regente puede regir a varios
subordinados, tras establecer que denomina nudo a " l'ensemble constitué par le ré gissant et par tous les
subordonnés qui, à un degré quelconque, directement ou indirectement dépendent de lui , et qu ’ il noue ainsi en
quelque sorte en un seul faisceau " (op. cit . : 14) , señala que cualquier frase puede ser considerada como constituida
por uno o varios nudos entre los que es posible establecer una jerarqu í a, siendo el nudo formado por el regente
que ordena o rige a todos los subordinados el nudo de nudos o nudo central , el cual será verbal, sustantival ,
adjetival o adverbial segUn sea el centro un verbo, un sustantivo, un adjetivo, un adverbio o un sintagma
equivalente , si bien generalmente el nudo es verbal, ya que "dans une phrase simple , le noued central n ’ est pas

34
En su obra pOstuma Éléments de Syntaxe Structurale, que marca el inicio de la tendencia
lingüistica conocida con el nombre de gramática de la valencia o gram ática de dependencias^,
el lingüista francés L. Tesnié re (1959: 51-65) , tras revisar la clasificaci ó n tradicional de las partes
del discurso , la cual , segUn indica (op. cit.: 52) , " repose sur un empirisme vague et sté rile et
non sur une doctrine précise et f éconde " , pues " est fondée simultané ment sur les trois
critériums de la nature, de la fonction et de la position " , realiza una divisió n de las clases de
palabras desde tres puntos de vista diferentes: desde la perspectiva sem ántica, desde el punto
de vista estructural y de acuerdo con consideraciones de indole morfoló gica.
En efecto, establece una distinció n sobre el plano semántico entre palabras llenas y
palabras vacias. Considera que pertenecen a la primera clase mencionada aquellas palabras " qui
sont chargés d’une fonction sémantique , c’ est-à-dire ceux dont la forme est associée
directement à une idée, qu’ elle a pour fonction de représenter et d ’ é voquer " , por ejemplo,
،
francés cheval, alem n pferd , inglés horse, latin equus. Frente a éstas, las palabras vacias "sont
ceux qui ne sont pas chargés d ’ une fonction sémantique " , sino que "sont de simples outils
grammaticaux dont le r ô le est uniquement d’ indiquer, de préciser ou de transformer la
catégorie des mots pleins et de régler leurs rapports entre eux " (idem: 55) . Asi, son palabras

forcement un verbe. Mais quand ‫ ﻻ‬y a un verbe, celui-ci est toujours le noeud central de la phrase " (idem: 1٥3)
y c) la teor í a de dependencia formal desarrollada por D. Hays (1964), quien afirma:
" An IC grammar cannot differentiate governors from dependents, but it can differentiate
degrees of closeness of relation. Thus a dependency grammar for English might treat verbs as
governors of their subjects and objects, whereas an IC grammar miglit treat verb and object as
partners in a constituent, the latter in turn being one partner in a subject-object constrtiction "
(op. cit.: 52٥).
Esta segunda hipótesis se representa mediante el gr áfico
Sustantivo Verbo
t t
Adjetivo Adverbio
t
Adverbio
No obstante, M . Casas Gómez (op. cit.: 275) suma a estas dos posturas una tercera que denomina ecléctica
y que se basa en la consideración de que sustantivo y verbo, "situados al mismo nivel o rango, se presuponen e

t
Adjetivo
-
inciden mutuamente, caracterizando a la frase en su operatividad comunicativa " , lo que se representa:
Sustantivo f Verbo
t
Adverbio
t
Adverbio
Ahora bien, segUn indica, esta tercera vía plantea problemas ya que el adverbio continUa sin ser
caracterizado, pues es de rango secundario cuando modifica al verbo y terciario cuando incide sobre el adjetivo ,
y tampoco tiene sentido hablar de " rango" pues " rango " coincide con "categor í a ".
67
Esto es asi pese a la escasa difusión y resonancia de que fue objeto la obra de TesnCre (1959) , debido,
fimdamentalmente, a que fue eclipsada por el boom que supuso la aparición del primer modelo de la gram á tica
generativa transformacional, expuesto por N. Chomsky en su libro Syntactic Structures, publicado en 1957 (cf .
Chomsky 1957). Sin embargo, la obra de TesnCre tuvo gran influencia en el pensamiento lingüístico aleman,
especialmente en las investigaciones llevadas a cabo por los lingü istas de la escuela de Leipzig, destacando, en este
sentido , sobre todo , las llevadas a cabo por los lingü istas alemanes G. Helbig, w . Bondzio, K.-E. Sommerfeldt y
H. Schreiber. No obstante, a partir de la primera formulació n de la teor ía valencial por el lingü ista francés y de
manera paralela a la extensió n de los presupuestos teó ricos y prácticos por él defendidos, se asiste a una variació n
del concepto de valencia y a la progresiva incorporació n a esta teor í a, por parte de los gramáticos dependenciales,
de los logros obtenidos por otras corrientes lingüisticas, siendo destacable la analogí a alcanzada entre los distintos
modelos generativos y las gram á ticas de dependencias. Asimismo, también algunos aspectos de la doctrina
dependencial influyen en el devenir de otras teor ías. Sobre las cuestiones aqu í referidas, asi como sobre los
ulteriores desarrollos y avances en el ambito de la gramática de la valencia , véase Báez San José 1988 .

55
vacias los artículos determinados: francés le , aleman das , ingl és the , ya que por si mismos no
evocan nada y " ne servent qu ’ à déterminer les catégories dont rel èvent les mots cheval
(substantif , masculin , singulier) ,‫( ى؟‬substantif , neutre, singulier , nominatif , horse (substantif ,
singulier) ". A ñade el autor francés que la delimitaci ó n palabras llenas / palabras vacias se
corresponde, en lineas generales, con la divisió n entre semantemas y morfemas.
A la distinci ó n entre palabras llenas y palabras vacias realizada sobre el plano
sem á ntico le corresponde la diferenciaci ó n sobre el plano estructural entre palabras
constitutivas y palabras subsidiarias, respectivamente. Incluye TesniCre (idem: 56) entre las
constitutivas a " tout mot susceptible d’ assumer une fonction structurale et de former
noeud"" , por ejemplo , las palabras livre y Alfred del sintagma nominal le livre d' Alfred . Por
el contrario , es subsidiaria " tout mot qui n’ est pas susceptible d’ assumer une fonction
structurale et de former noued ". Es el caso de las palabras le y de que figuran en el sintagma
mencionado.
Por otra parte, desde el punto de vista morfoló gico , diferencia este autor las palabras
variables y las invariables, pero advierte que " cette derniè re distinction n ’a donc pas a être
envisagée pour elle-même dans un exposé consacré à la syntaxe structurale " (idem: 58) . En
cualquier caso , no es posible establecer una correspondencia exacta de palabras constitutivas
y palabras subsidiarias con palabras variables / palabras invariables.
Respecto a las palabras llenas, esto es, "ceux qui expriment directement la pensée"
(idem: 59), señ ala Tesni ère que las ideas que expresan pueden ser particulares o generales. Por
tanto , es posible delimitar entre palabras llenas particulares y palabras llenas generales . Las
primeras " expriment a la fois les id ées particulières et les cat égories gé n érales qui permettent
de saisir les idées particuliè res, à l’ exclusion de ces id ées m êmes " (idem: 60) , por lo que tienen ,
pues , un contenido propiamente sem á ntico y un contenido categó rico. Asi , la palabra francesa
cheval expresa a la vez la idea de "caballo " (contenido sem á ntico) y la categorí a de sustantivo
(contenido categó rico) . A diferencia de éstas, las palabras llenas generales " n ’ expriment que les
catégories géné rales qui permettent de les saisir ". Por tanto, tienen un contenido categó rico
pero no un contenido propiamente sem ántico . Sirva como ejemplo la palabra francesa
quelqu'un , que expresa la categor í a del sustantivo (contenido categó rico) , sin expresar ninguna
idea particular (contenido sem á ntico) .
El contenido categó rico , comUn a todas las palabras llenas , particulares y generales ,
permite establecer delimitaciones en el conjunto de éstas.
Una primera divisió n opone las ideas de sustancias a las de proceso. Las sustancias son
" les choses per çues par les sens et con çues par l ’ esprit comme dou ées d ’ une existence distincte "
y los procesos son " les états ou les actions par lesquels les substances manifestent leur
existence " (idem: 61) . Las palabras llenas que expresan la idea de sustancia son llamadas
sustantivos [ cheval , table , quelqu'un ) y las que expresan la idea de un proceso , verbos [est , dort ,
marine , fait ) .
Una segunda divisió n opone a las nociones concretas de sustancia y proceso sus
atributos abstractos. Las palabras que expresan los atributos abstractos de los sustantivos son
los adjetivos y las que expresan los atributos abstractos de los verbos son los adverbios.
Por tanto , las cuatro clases de palabras llenas, el sustantivo, el adjetivo , el verbo y el
adverbio , que, segUn Tesniè re, son " les pierres angulaires du discours " (idem: 65) , se pueden
distinguir de acuerdo con lo representado en este gr áfico:

Para la definició n de nudo, véase !.1.2.3. n. 66.

56
Sustancia Proceso

Concreto . .Sustantivo Verbo


Abstracto Adjetivo Adverbio

1.1 . 2.4 . Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista morfol ógico y sintáctico

L. Hjelmslev (1928: 300-343) , tras denominar categoría funcional a la de los


semantemas que tienen idé ntica funci ó n gramatical , entendiendo portal (op. cit.: 130-131) la
facultad , exclusiva de éstos, de combinarse Unicamente con ciertos morfemas dados y con los
otros semantemas Unicamente por ciertos morfemas dados", y tras postular que la gram ática
só lo puede reconocer categorías formales -por lo que es preciso definirlas de acuerdo con
criterios formales (ling üísticos) y no con criterios significativos, l ó gicos o psicol ó gicos-, procede
a una revisió n del sistema tradicional de las clases de palabras para deducir a) que son cinco
las categorías funcionales fundamentales: las de los sustantivos, adjetivos, verbos, pronombres
y adverbios, subdivisibles éstos en intransitivos y transitivos, y éstos, a su vez, en
preposiciones y conjunciones, y b) que estas categorías pueden ser caracterizadas de acuerdo
con la reelaboració n , llevada a cabo por ei mismo , de la teor ía de los rangos de o. Jespersen
(1924: 96-99) , tambié n denominada teoría de la subordinaci ó n tripartita7Q.
Ahora bien , L. Hjelmslev, aun sin negar en ningUn momento el hecho de que la
divisi ó n en t é rminos primarios, secundarios y terciarios tenga su origen en postulados l ógicos,
propugna la posibilidad de llegar a una fundamentació n gramatical de las categorías de la
subordinación , ya que ésta, tanto en la concepci ó n de o. Jespersen (1924) como en la suya
propia, no es m ás que un tipo de funci ó n *. En este sentido , encuentra que es el examen de
los rasgos morfol ó gicos -formales- que se emplean para indicar los ví nculos de unas palabras
con otras en un sintagma 0 expresi ó n lo que nos permite concebir las categor ías de la
subordinació n como categorías de orden Ü ng üístico 72. Por tanto , es la denominada
tradicionalmente teoría de la recci ó n, esto es, la teorí a de " las modalidades formales para
expresar las relaciones intimas entre ciertos términos de una sola y misma serie lingü istica "
(Lló rente Maldonado 1953: 71) , lo que se convierte en la fundamentación formal de la teoría
de la subordinaci ó n tripartita (cf . al respecto Hjelmslev, op. cit.: 134-168) .
En este momento del desarrollo de su pensamiento ling üístico -periodo anterior a la

69
Asi, el semantema que tiene funció n de sujeto es aqué l que posee la facultad de combinarse con un verbo ,
lo que implica que éste está sometido a la concordancia de nUmero y persona con aquél, mientras que si el
semantema tiene función de objeto directo o indirecto es porque se combina con los morfemas de acusativo o de
dativo, respectivamente, pues éstos no exigen una forma gramatical especial de los otros té rminos de la frase, es
decir, no rigen, como ocurre con el sujeto, sino que son regidos por el verbo.
70
Cf . al respecto !.1.2. 5.
71
En este sentido , M. Casas G ó mez (1984) considera la teor í a de los rangos de o. Jespersen (1924) como el
resultado de una visión semántico-funcional de la subordinación y la reelaboració n de la misma por L. Hjelmslev
(1928) como una visió n morfofuncional. No obstante, en ningUn momento queda claro qué se entiende en estas
formulaciones por " función " y por "funcional ".

72
El primer criterio formal postulado por L. Hjelmslev (1928: 141-144) para la fundamentación de la teor ía de
la subordinación es el orden de los elementos, pero lo rechaza porque con él no podemos llegar al mismo sistema
tripartito de categor ías propuesto por o. Jespersen (1924), ya que el orden de los elementos indica Unicamente una
serie de subordinaciones.

37
formulaci ó n de la teorí a glosem ática"- L. Hjelmslev concibe la recci ón como la relació n de
dependencia que se establece entre dos té rminos y que se refleja en una ligazó n significativa
mas estrecha entre ellos que la que contrae cada uno separadamente con el resto de los
elementos del enunciado. Ademas de expresar la dependencia, la recci ó n puede indicar de qué
orden es ésta, por lo que el ling ü ista dan és distingue (idem: 144-153) entre a) la recció n pura
( = concordancia"): el morfema del té rmino regido indica la dependencia sin especializarla .
Asi, el sustantivo rige el gé nero, n ú mero y caso del adjetivo, con lo cual se indica que el
adjetivo depende del sustantivo , si bien no se señ ala el orden 0 car ácter de esa recció n, y
también el nombre, categorí a englobadora de los semantemas susceptibles de morfemas de caso ,
es decir, sustantivos, adjetivos y adverbios, rige la persona y el n ú mero del verbo , pero sólo
para indicar que el verbo se refiere a él sin a ñadir nada de ese vinculo, y b) la recció n
compleja: el morfema del té rmino regido indica la dependencia (vinculo sintáctico) y el
car ácter especial u orden de esa dependencia, incluyé ndose aqui la recci ó n de objetos por parte
de verbos y preposiciones y la de adverbios por los verbos. En este sentido , se observa que en
la expresi ó n latina dabo fratri librum los ví nculos entre dabo fratri y dabo librum no son
idé nticos, y asi , para expresar el primero, empleamos el dativo y es el objeto indirecto del
verbo , y , para el segundo, empleamos el acusativo y es el objeto directo del verbo. Ademas,
los ví nculos entre dabo fratri y dabo librum son mas estrechos que entre fratri librum .
Dentro de la recci ó n pura o concordancia se establece una subdivisió n entre a)
concordancia pura: el morfema del t é rmino regido indica la dependencia del té rmino regente
pero no recubre en nada la significación de ese término (concordancia de género) , y b)
concordancia compleja: el morfema del té rmino regido indica, no só lo la dependencia con el
té rmino regente , sino que una parte de la significació n de los dos t é rminos combinados es
id éntica (concordancia de caso, n ú mero y persona) .
En este sentido , vinculando recció n y subordinació n o, lo que es lo mismo , los
diferentes tipos de recció n y la actuació n como té rmino regente o regido con el conjunto de
las categorías de la subordinació n (divisió n de los t érminos en primarios, secundarios y
terciarios) , L. Hjelmslev (idem: 153-160) deja constancia de que a) el término primario es
siempre el término regente en concordancia pura; b) el té rmino secundario es aquél que es
regido en concordancia pura y no se deja regir en recci ó n compleja, y c) el té rmino terciario
es el que no es afectado por la concordancia pura ni por la compleja. Este hallazgo le permite
a este autor utilizar las definiciones propuestas por o. Jespersen (1924) para la caracterizació n

73
Aunque el limite temporal entre el periodo preglosemá tico y la etapa de elaboración y difusión de la teor í a
glosemá tica no puede ser señalado de manera precisa, podemos hacernos eco de lo establecido por F. Pinero Torre
(1976) , quien sitUa la fase de elaboración de la doctrina glosem ática en los a ños comprendidos entre 1936 y 1940.
Igualmente, E. Coseriu (1986, Ia reimpr.: 139) afirma que, si bien la escuela danesa se constituye en 1931 con la
fundación del Circulo Lingüístico de Copenhague y que, de acuerdo con los rasgos comunes de la actividad de V .
BrOndal y L. Hjelmslev, se denomin ó en el comienzo genéricamente estructuralismo, " ya a partir de 1935-36 se fue
identificando cada vez más con la doctrina lingüistica de L. Hjelmslev, la glosemá tica ". No obstante, apunta E .
Coseriu (op. cit.: 139-140) que, aunque se citen como miembros pertenecientes a la escuela glosemá tica tambié n
a H. j. Uldall, ] . Holt, P. Diderichsen , K . Togeby, H. Spang-Hassen y E. Fischer-Jorgensen , esto es " en un sentido
muy amplio, ya que cada uno de estos estudiosos sostiene tambié n puntos de vista personales, diferentes de los de
Hjelmslev , y hasta contrarios a la doctrina de éste, y algunos aceptan la glosemática sólo en sus lineas esenciales
y casi sólo como "hipótesis de trabajo ". Más estrictamente " glosematistas " son Uldall y Holt‫ ؛‬pero incluso uldall,
quien participó durante muchos añ os en la elaboración de la teor ía , sustenta una glosemática en parte diferente de
la de Hjelmslev ".
74
En el posterior desarrollo de la teoría glosem á tica, cualquier tipo de concordancia va a ser reducido a liecho
de rección , por lo que se suprimen los posibles limites que se se ñ alan en este momento como existentes entre
ambos fen ó menos.

38
gramatical (lingüistica) de las categorías funcionales que hab ía deslindado (categor í as
morfol ógicas con proyecció n sintáctica) , con lo cual el sustantivo queda configurado como el
semantema que posee generalmente funció n de té rmino primario , frente al adjetivo -semantema
generalmente en funci ó n de término secundario-, el verbo -semantema que aparece
exclusivamente como término secundario- y el adverbio -semantema generalmente terciario-.
Ademas del principio de la subordinació n , que, de este modo , queda explicada
formalmente, L. Hjelmslev hace uso de la posibilidad de los morfemas casuales para delimitar
de manera m ás estricta las categorías funcionales?‫؛‬. De acuerdo con este segundo criterio ,
sustantivo, adjetivo , pronombre y adverbio se incluyen en la clase superior de los nombres 0
clase de los semantemas susceptibles de morfemas casuales, frente a la clase de los verbos, en
la que se incluyen éstos en tanto que no son susceptibles de tales morfemas?¿.
Por tanto , el sustantivo queda definido en la teoría preglosem ática como el semantema
susceptible de morfemas de caso que desempeñ a ordinariamente funció n de té rmino primario.

Asimismo , la mayoría de los lingü istas estructuralistas espa ñoles define la categoría
gramatical sustantivo desde los puntos de vista morfol ógico y sintáctico. No obstante, de todas
estas caracterizaciones de la clase de palabras de la que aqu í nos ocupamos, nos parece

75
El principio de la posibilidad de morfemas casuales es utilizado por L. Hjelmslev fundamentalmente para
procurar una diferenciació n formal entre verbo y adjetivo -ambos, t é rminos secundarios desde el punto de vista
de la subordinación-, encontrando posteriormente que una delimitación entre verbo y nombre puede ser llevada
a cabo tambié n tomando como base este mismo principio. El proceder de L. Hjelmslev viene ocasionado porque
no le resulta válida la distinció n postulada por o. Jespersen entre verbo y adjetivo valié ndose de la oposición
nexus / junction , ya que ésta es " de orden sem ántico y no parece corresponder inmediatamente a una distinción
formal y, sobre todo , el nexus comprende muchos casos en los que se encuentra un adjetivo y no un verbo" (op.
cit.: 511).

L. Hjelmslev (1928: 554-555) establece la siguiente clasificació n, con la que sintetiza lo anteriormente
expuesto:
I. Nombre = semantema susceptible de morfemas de caso.
a) Pronombre: Caracter ística aUn por encontrar.
b) Otros nombres: Idem.
1. Substantivo ٥ semantema que desempeñ a ordinariamente función de té rmino primario.
2. Adjetivo ٥ semantema que desempeñ a ordinariamente función de t é rmino secundario.
5. Adverbio semantema que desempeñ a ordinariamente función de té rmino terciario.
ÏÏ

-
n. Verbo semantema no susceptible de morfema de caso. El verbo desempeñ a siempre función de té rmino
secundario.
Por su parte, M. Casas G ómez (1984: 267) expone la siguiente sistematizació n gr áfica de las ideas de
Hjelmslev, elaborada con el objetivo de que sirviera de resumen de la teor ía de éste, por lo que incluye los criterios
utilizados para la clasificación por el lingüista danés:

Subordinación
‫؟‬ategori۶s
funcionales
Rección Criterio
"casual "
Semantema Regente en Susceptible
funcional Sustantivo concordancia de morfemas
primario pura de caso
Verbo Regido en No susceptible
concordancia de morfemas
Semantema pura de caso
funcional y no puede
secundario ser regido Susceptible de
Adjetivo en rección morfemas
compleja de caso
Semantema Término que Entra en la
funcional Adverbio es no - afectado categoría
terciario en concordancia del nombre

39
suficiente con ‫ دا‬exposici ó n de las definiciones de A. Roldan ( 1967) y E . Carratala ( 1980) ,
ya que los t érminos en los que estas aparecen expresadas son aná logos a los que configuran las
dadas antes y despu és por otros autores estructuralistas espa ñ oles .

El primero de los lingü istas anteriormente mencionados , A . Roldan ( 1967 ) ) , tras


denunciar que la mayoría de los ensayos existentes sobre el sustantivo se caracteriza por
intentar definir esta categor ía desde las tres perspectivas posibles ( la lorma , la funci ó n y la
significaci ó n ) , pero sin clarificar los puntos de partida adoptados en cada caso (criterios
morfol ógicos , sintá cticos y / o sem á nticos) , lo que , sin lugar a dudas , origina contusi ó n ,
emprende su estudio del stistantivo distinguiendo los siguientes planos: a) sistema , b) cate-
goria ( definici ó n ) , c) lorma y d ) funci ó n . Sobre la posici ó n sisté mica , se ñ ala que ésta se
deduce de SLI confrontaci ó n con el adjetivo segUn la noci ó n nUcleo / no nUcleo , de la cual
resulta que el sustantivo puede aparecer solo desempeñando las funciones privativas de sujeto ,
objeto directo , objeto indirecto y agente, mientras que el adjetivo no puede aparecer solo
sino en junci ó n con el stistantivo , esto es , exigiendo su presencia . Tal observaci ó n conduce
a este autor a definir la categor ía sustantivo como la constituida por aquellas palabras a las
que corresponden las funciones citadas , cuyo reconocimiento ha de basarse , segUn establece ,
en la prueba de la conmutaci ó n por pronombres adjetivos y en la prueba de la conmutaci ó n
de la di á tesis . Por ultimo , el estudio de la forma ( lexema 0 semantema + morfemas constitu -
yentes ( gé nero y n ú mero ) + morfemas libres ( cuantitativos ) ) le lleva a dividir los sustantivos
espa ñ oles en dos grupos diferenciables por la no presencia del morfema de gé nero en uno de
ellos? .

Del mismo modo , los sustantivos son definidos por E. Carratala ( 1980: 61 ) como
"palabras l éxicas del tipo L G CLiyo lexema es susceptible ‫ ؟‬de los gramemas de género y
/
n úmero ( inherentes pero no exclusivos) ' , y que pueden estar en las funciones de sujeto y

77 Sobre esre estudio, asi como sobre el de A . Ma Badia Margarit (1967 ) ,


quien se ocupa exclusivamente de la
lorma del sustantivo, en concreto tlividc su aná lisis en tres cap ítulos en los que aborda a ) la determinaci ó n formal
de las palabras ( op. cit .: 44 - 49 ) ‫ ؛‬b ) el gé nero de los sustantivos ( idem : 50 - 66 y 67- 69 ) , y c ) el nUmero de los
sustantivos ( idem : 66-7() ) , todo ello con el objetivo de " hallar, en medio de un nUmero a veces muy crecido de
reglas gramaticales, aquello que parece ser lo medular, en cada caso , en espa ñ ol" ( idem : 43) , puede consultarse el
articulo de 1(. Pelen ( 1973) , en el que aparece una complet ísima exposici ó n de los postulados teó ricos defendidos
por A . Rolddn ( 1967 ) y A . M ‫؛‬١ Badia Margarit ( 1967) . Espec íficamente, respecto al de A. M ‫ ‘؛‬Badia , efi Pelen , op.
cit .: 317-339 , y sobre el de A. Rold á n , cf. idem: 340-364.

7« . Rold
A á n ( 1967: 87 ) concluye estableciendo que "la definici ó n univoca del sustantivo ha de ser funcional y
l ógicamente comprende funciones que son propias de el: sujeto, objeto directo , etc." , observaci ó n que comple-
menta la afirmaci ó n previamente emitida ( op . cit.: 74-75 n . 8) respecto a que , por ser la funci ó n de sujeto privativa
del sustantivo, “ puede ser éste definido un ívocamente en términos de su funci ón , lo cual ciertamente no ocurre
cuando definimos al sustantivo en té rminos de significaci ó n ” .
7'
)
No obstante , ningtin lexema “ es susceptible de" , ya que es un concepto abstracto y no té rmino de una
definici ó n .
« ( I Reproduce este autor la terminología empleada y los conceptos definidos por B. Portier ( 1967 ) , si bien realiza
una serie ،le puntualizaciones que es necesario tener en cuenta . Asi, a diferencia del autor francés ( Pottier, op. cit.:
53- 55 ) , que, tras definir la palabra como "unidad minima construida” ( idem : 54 ) , se ñ ala la existencia en espa ñ ol y
francés ،le ،los tipos Unicos: palabras con lexema y gramema (s) -{L, G } - y palabras con gramema (s ) -{GJ -, E. Carra-
tala ( 1980: 20- 24 ) apunta para el espa ñ ol la existencia de cuatro subclases o subtipos de palabras: 1 ) palabras con
só lo lexema , esto es con unidad l éxica minima de significado concreto y particular -{ LJ - ( las interjecciones ) ‫؛‬
2 ) palabras con só lo gramema independiente, esto es , constituidas por una unidad gramatical minima de significado

40
objeto directo (características), predicado , atributivo , declarativo , t é rmino , circunstancial,
predicativo y circunstante externo (accesorias). También aparecen como t é rmino casi exclusivo
de la expansió n , del objeto indirecto y del agente" ‫' ؟‬.
La f ó rmula componencial a la que, segUn este autor (op . cit .: 61) , responde o se ajusta
82
el sustantivo desde el punto de vista morfol ó gico es, por tanto , + / -A + L + / -A fF , en la •

que queda explicitada la posibilidad de esta clase de palabras de llevar aumentos antes y
despu és del lexema, y el hecho de que los formantes característicos de gé nero y nUmero vayan
siempre al final , por ejemplo .
vago y general -{ G}- (los puntualizadores, conectores inclusores); 3) palabras con gramema independiente
susceptible de gramemas dependientes, y con gramema o gramemas - ( G GJ - (los pronombres) , y 4) palabras con
lexema susceptible de gramemas dependientes, y con gramema o gramemas -{ L G}- (los sustantivos, adjetivos,
verbos, verboides y adverbios).
La definició n de palabra que ofrece E. Carrataia es exactamente, tal como é l mismo afirma (op. cit.: 19),
la citada por B. Pottier . Las diferencias en los subtipos señ alados por uno y otro proceden (cf . Carrataia, idem: 20
n . 1) , por una parte, del desdoble de la subclase de palabras con gramema (s) se ñ alada por Pottier en a) palabras con
sólo gramema independiente y b) palabras con gramema independiente susceptible de gramemas dependientes, y
con gramema o gramemas, y , por otra , de la menci ó n de una clase, la de palabras con solo lexema , no considerada
por Pottier.
« 1 Por tanto, desde el punto de vista sint á ctico, el sustantivo es susceptible, segUn este autor (cf . tambi é n op.
cit: 73) , de desempeñ ar todas las funciones oracionales, excepto las de transpositor , coordinante y subordinante.
En cada una de ellas, puede aparecer solo o con adjuntos, siendo en este caso nUcleo de la construcción que está
en la correspondiente función . Sirvan como ejemplos las simientes expresiones, en las que se observa que puede
funcionar como sujeto (La goleta naufragó) , predicado (Pirrica victoria , la de ese politico), objeto directo (Cazaron
muchas perdices) objeto indirecto (como té rmino) (Quien da pan a perro ajeno) , circunstancial (Otra vez ser á ,
hermano) , predicativo (Le nombraron alcalde), agente (como té rmino) (El general fue asesinado por sus enemigos ) ,
circunstante externo (como término) (Con perseverancia , conseguir ás f ácilmente tus objetivos) , t é rmino (de
expansión ) (Esa es la causa de la inflación ) , atributivo (Encontraron un niñ o gacela ) y declarativo (Carlos V ,
emperador del orbe, se retiró a Yuste) .
92
Esta f ó rmula es tambié n la apuntada por B. Pottier (1967: 55) para los sustantivos, verbos y adjetivos
franceses y espa ñ oles. Los lexemas o morfemas lexicales pertenecen , segUn este autor (op. cit.: 53-55) , a inventarios
ilimitados y abiertos, y son dependientes, esto es, suponen la presencia de gramemas para tener acceso al rango de
la categor í a , mientras que los gramemas 0 morfemas gramaticales constituyen inventarios limitados y cerrados, y
son dependientes -los formantes (F) y los aumentos (A)- o independientes, y éstos homosintagm á ticos o
hcterosintagmáticos. La diferencia entre las clases de sustantivos, adjetivos y verbos se establece en "funció n de las
clases sem ánticas de formantes unidos al lexema ". En este sentido, la presencia de los formantes caracter ísticos de
gé nero y nUmero determina la pertenencia de una palabra cualquiera a la clase de los sustantivos.
Habría que objetar que los lexemas o morfemas lexicales no constituyen inventarios ilimitados pues el
nUmero de palabras es fhlito. Además, a la f ó rmula componencial a la que, segUn B. Pottier (1967) y E. Carratalá
(1980) , se ajusta el sustantivo desde el punto de vista morfol ógico, liemos de objetar que no nos parece en modo
alguno adecuado el té rmino "aumento" empleado por B. Pottier y, siguiendo a éste, por E . Carratalá , ya que tiene
un matiz m ás sem á ntico que formal, siendo en este sentido preferible utilizar los té rminos tradicionales de prefijo
y sufijo. Por otra parte, no establecen estos autores una distinción entre aumentos que originan un cambio de
categor í a gramatical del lexema al que se adliieren y aumentos que no producen tal cambio. Procediendo de este
modo, y ocupá ndonos aquí Unicamente de la clase de palabras sustantivo , se establecer í a la inclusión , en el primer
grtipo, de los sufijos que intervienen en la formació n de los sustantivos deverbales, los sustantivos deadverbiales
y los sustantivos deadjetivales, los cuales presentan un cambio de significado categorial y gramatical pero no de
significado léxico , respecto al verbo, el adverbio y el adjetivo con el que, respectivamente, est á n relacionados;
mientras que, en el segundo grupo, quedar ían incluidos los sufijos que dan lugar a la formación de sustantivos
desustantivales, sustantivos despectivos, sustantivos diminutivos, sustantivos aumentativos, etc., que difieren, del
sustantivo con el que est á n relacionados, no desde el punto de vista del significado categorial, sino, los denominados
.
desustantivales, desde el punto de vista del significado léxico y gramatical, y Unicamente en el significado
gramatical, los dem á s subtipos señ alados. Para el sentido en el que empleamos los té rminos significado categorial,
lé xico y gramatical, vé ase el capitulo V.

41
re - VIS or * a 5
aumento lexema aumento formante formante
de de
genero numero
+A +A F

En el marco de la ling ü istica estructural americana, y m ás concretamente, en el mbito


de la principal corriente lingü istica derivada del pensamiento, indagaci ó n e investigació n de
،
L. Bloomfield , el distribucionalismo , ch . F. Hockett (1958) ofrece una caracterizació n de la
clase de palabras sustantivo desde dos perspectivas, ya que 1) por un lado , tiene en cuenta el
comportamiento flexional del sustantivo, y 2) por otro , analiza su comportamiento sintáctico ,
esto es, la combinatoria sintagm ática del sustantivo con otro otros elementos en un
enunciado o en un grupo de palabras.
Atendiendo a sus características flexionales, resulta que los sustantivos espa ñ oles
constituyen, seg ú n Hockett (op. cit.: 225) , una subclase de la parte de la oraci ó n que se define
globalmente como integrada por los temas contenientes flexionados para nUmero 0 , lo que es
lo mismo , subclase de la clase formal de los nombres**, diferenciable de la de los adjetivos
-incluida tambié n en la clase formal de los nombres- por tratarse de temas pertenecientes a un
género determinado o ser indiferentes al gé nero (‫ي‬hombre, mujer pianista ) 84. Deduce el )

lingü ista americano (idem: 216) que en el paradigma** de los sustantivos espa ñ oles só lo puede
aparecer representada la categor ía flexional del n ú mero. De este modo , el paradigma del tema
muchacho- lo constituyen los sustantivos muchacho muchachos; mientras que muchacha y
)

muchachas son formas flexionadas que constituyen el paradigma del tema muchacha - . La
relació n entre muchacho- y muchacha- es para Ch. F. Hockett Unicamente de car cter
derivativo.
،
Sint ácticamente, esto es, sobre la base de sus posibilidades de aparici ó n en formas m ás
extensas, los sustantivos españ oles constituyen la clase formal de los elementos que se
caracterizan por aparecer , principalmente, como " nUcleo de constituios atributivos, precedidos
‫ ة‬menudo ‫؟‬0 ‫ ؟‬un١ el١ este , ese , alguno -, un ni ñ o , el ni ñ o , esta nina , esas ninas , algunos ninos"

83
Asi, Ch . F. Hockett (1958: 224- 225), tras delimitar que tema es la parte de la palabra que queda una vez
eliminados los alijos flexionales de ésta y tras distinguir en el conjunto de las formas gramaticales o morfemas entre
contenientes -formas de poca importancia gramatical pero donde se incluye la mayor ía de los temas de una lengua
) ) -
( té escribir )- y funtivos -formas gramaticalmente importantes ( él ella ) define las partes de la oración como " clases
)

formales de temas contenientes que muestran comportamiento similar en la flexió n , la sintaxis o ambas". Por tanto,
para establecer el sistema de partes de la oración de una lengua dada, es necesario llevar a cabo una clasificación
de todos los temas de una lengua a partir de las semejanzas y diferencias que muestren en su comportamiento
flexional y sintáctico, resultando, para el caso concreto de la lengua españ ola, un sistema tripartito integrado por
las clases de los nombres -temas contenientes flexionados para nUmero-‫ ؛‬los verbos -temas contenientes con formas
flexionadas que indican persona y nUmero de un sujeto-, y las part ículas -temas invariables-. Cada una de estas
grandes clases de temas es subdivisible en clases más pequeñ as tomando como base criterios más específicos de
naturaleza flexional o sintáctica.

84
La stibclase de los adjetivos, por su parte (idem : 225), queda delimitada como integrada por temas flexionados
para género o indiferentes al gé nero ( lindo , linda , agit) . A primera vista, pudiera parecer paradó jico que sustantivos
y adjetivos indiferentes al género aparezcan como integrantes de subclases distintas, ya que, desde el punto de vista
flexional, no manifiestan diferencia distribucional alguna , siendo el criterio sintáctico el que, en estos casos,
contribuye a aportar una delimitación entre ambas subclases.
85
Por paradigma de un tema entiende este autor (idem : 214) el conjunto de palabras formadas sobre un mismo
tema mediante afijos flexionales más el tema puro si éste aparece tambié n como una palabra independiente.

42
(idem: 226) 86. La construcci ó n endocé ntrica que se obtiene puede ocupar , en un enunciado
sint áctico mayor , las posiciones de a) sujeto [el ni ñ o esta aqu , b) objeto (vimos a los niños )
^
c) t é rmino de la preposici ó n (voy con los niñ os) y d) atributo predicativo nominal (los alumnos
son niños ) .
)

No obstante, si bien casi todos los sustantivos españ oles resultan ser temas con
contenido que responden o participan del mismo comportamiento flexional y sint áctico -son
flexionados para el nUmero , pertenecen a un gé nero determinado o resultan indiferentes al
gé nero y aparecen , fundamentalmente, como nUcleo o centro de constituios endocéntricos-,
es posible distinguir tambi én , segUn este autor (idem: 232-233) , una serie de temas que se
incluyen en esta misma clase formal de los sustantivos pero que incumplen alguna de las
caracter ísticas flexionales y sint ácticas se ñ aladas, lo que obliga a la subclasificació n de éstos en
grupos m ás pequeñ os y hasta cierto punto marginales« ? dentro de esa clase b ásica m ás amplia.
Asi, ci ñéndonos al caso concreto de la lengua española, es posible se ñ alar la existencia de a)

Ch . F. Hockett (1958: 184-189) denomina constituto a una forma compuesta que es el producto o el resultado
de constituyentes inmediatos asociados en una determinada construcción . Estas construcciones a partir de las cuales
se obtienen los constitutos pueden ser a) endocé ntricas, si la clase formal del constituto resultante es similar 0
idé ntica a la clase formal de, por lo menos, uno de sus constituyentes inmediatos, como, por ejemplo, la
construcció n buen mecanógrafo que es endocé ntrica, pues est á formada por un constituyente perteneciente a la clase
)

formal de los adjetivos descriptivos ( buen ) y otro perteneciente a la clase de los sustantivos singulares ( mecan ógrafo ))

y el constituto resultante pertenece tambié n a la clase de los sustantivos singulares, y b) exocé ntricas, si el
constituto que resulta no se ajusta a las caracter ísticas descritas en el apartado anterior. Además, en la constrticción
endocé ntrica puede establecerse una distinció n 0 delimitació n entre a) elemento nUcleo o centro, definible como
aquél cuyas posibilidades de aparición son similares o idé nticas a las del constituto ( mecanógrafo) y b) elemento
)

atributivo o subordinado ( buen ) . La constrttcció n endocé ntrica que contiene un atributo se denomina atributiva
o subordinada y la que carece de él coordinada , siendo posibles una serie de subdivisiones en ambos grupos de
construcciones .
Es obvia la analogía que presenta el planteamiento de Ch . F. Hockett con el de L. Bloomfield (1955: 194-
195) , que fue el autor que introdujo en el ámbito de la lin iistica la distinció n , en el conjunto de constrticciones
^
sintácticas -esto es, de las combinaciones de dos o más formas pertenecientes a clases sint á cticas distintas que dan
lugar a una frase o sintagma-, entre construcciones sint ácticas exocé ntricas y constrticciones sint á cticas
endocé ntricas. SegUn el maestro de Baltimore, son exocé ntricas las construcciones que no pertenecen a la clase
sint á ctica de ninguno de sus constituyentes. Se incluyen en este grtipo, por ejemplo , los sintagmas John ran que )

no es una expresión sint áctica nominativa como John ni una expresión verbal finita como ran y beside John , que
)

presenta como constituyentes una expresió n preposicional y una expresió n sustantiva acusativa , pero el sintagma
resultante tiene una función o posición distinta de cualquiera de esas dos, ya que aparece en las constrticciones
sint ácticas como modificante de verbos ( sit besidejohn ) 0 de nombres ( the boy besidejohn ) . Frente a las exocéntricas,
se denominan endocé ntricas aquellas constrticciones sint ácticas que pertenecen a la clase sint áctica de uno 0 m ás
de sus constituyentes. Sirven como ejemplos los sintagmas poor John y fresh milk , pues tienen las mismas funciones
o posiciones que las formas John y milk , por lo que es posible decir que, en inglés, la constrticción character -
substance es una constrticción endocéntrica. Asimismo, añ ade que una constrticció n endocéntrica es coordinada si
el sintagma resultante pertenece a la misma clase sintáctica que dos o m ás de los constituyentes ( boys and girls ) y
subordinada cuando el sintagma resultante pertenece a la clase sint á ctica del constituyente que actUa como nUcleo
y el resto de los constituyentes a clases sint ácticas distintas ( poor John , very fresh milk all this fresh bread and sweet
)

butter ) .

87
De acuerdo con la dicotom í a praguense centro / periferia , los sustantivos que cumplen todas las
caracter ísticas flexionales y sintácticas señ aladas serian los elementos centrales, mientras que los que son objeto de
una ulterior clasificación por el incumplimiento de alguna o algunas de estas caracter ísticas pertenecer í an a la
periferia . Lo que pretendemos aqu í es poner en conexió n un concepto del más genuino estructuralismo europeo
(cf . lo establecido al respecto en 1.1.1.1.5. n . 16) con una manifestació n de un lingü ista del distribucionalismo
americano.
Para la aplicación de la dicotom í a centro / periferia a la categor ía sustantivo en espa ñ ol teniendo en
cuenta lo formulado por los autores pertenecientes, en su mayor ía , a la nueva escuela de Praga , cf . Diaz Hormigo:
1994-95.

43
una serie de sustantivos que pueden aparecer ocupando la posici ó n caracter ística del adjetivo
en una construcció n endocéntrica atributiva con un sustantivo precedente que act ú a como
n ú cleo o centro . Nos referimos a pluma rana reina montana y jardin en las construcciones
) ) )

peso pluma , bombre rana , abeja reina , hombres montaba 7 ciudad jardín*\ susváwos
no flexionan para el nUmero { lunes , martes Carlos éxtasis tesis ) y c) una serie de palabras con
) ) ) )
١٥١
una distribuci ó n mas restringida que la caracter ística de los sustantivos pero que es posible
incluirla en la clase formal de los sustantivos por analogí as formales y sintácticas con éstos.
‫؟‬
Ks\ , dimes , diretes , fas , nefas soVo ‫ ﻵح‬entre dimes
7 diretes 7 por fas 0 por nefas* IsUs
caracter í sticas de comportamiento colocan a cada uno de estos tres grupos de palabras en
subclases especiales de la clase de los sustantivos.

Por su parte, R . p. Stockwell , j. D. Bowen y j. w . Martin (1965) , desde la perspectiva


del primer modelo o primera versió n de la gram ática generativa transformacionapo, realizan
un estudio del sustantivo desde dos puntos de vista: 1) consider á ndolo como una clase de
palabras con unas características morfoló gicas determinadas por las que se distingue de otras
clases de palabras y 2) teniendo en cuenta su capacidad para ser elemento nuclear de un
sintagma nominal en el que puede aparecer solo o con uno o m ás constituyentes. Por tanto ,
presentan un an álisis morfol ó gico y un análisis sint áctico del sustantivo.
Estos autores (op. cit .: 42-47) establecen que, morfol ó gicamente, el sustantivo puede

88
٨ juzgar por los ejemplos, estamos a٩u í ante las formaciones que se denominan compuestos sintagm á ticos
binominales, compuestos libres (Lang 1992: 92- 105 y , sobre todo, 113- 118) , lexias complejas (Pottier 1969: 26) o
compuestos por disyunci ó n (Alvar Ezquerra 1993: 24 - 27) , que se caracterizan porque, aunque sus constituyentes
son lexemas nominales independientes, esto es, que no se lian soldado gr á ficamente, la lexicalizació n del conjunto
si se ha producido, como lo praeba el que estos compuestos designen un solo objeto y se comporten como si
fueran unidades simples, no sólo sem ánticamente, sino tambié n sint ácticamente.
Por tanto , hemos de discrepar de lo enunciado por Ch . p. Hockett (1958) , pues no cabe hablar de dos
unidades separables shio de una sola ya lexicalizada .
Nos referimos a estos compuestos y a los criterios apuntados para determinar el estatus l é xico y de
compuestos de estos sintagmas en el apartado 4.3.

w Éstos son expresiones 0 sintagmas fijos y, por tanto, Uianalizables en cuanto a los elementos que constituyen
esos shitagmas o expresiones, si bien no en cuanto a otras particularidades: clasificació n morfológica , clasificación
sem ántica , relaciones lé xicas, grado de fijación formal , grado de fijació n sem á ntica, etc. Sobre este tema , puede
consultarse el trabajo de I. PenadCs Martinez (1996) , en el que esta autora analiza los aspectos problem á ticos que
presenta el estudio de esas unidades que denomina expresiones fijas, centr á ndose, fundamentalmente, en las
dificultades que plantea su delimitación, definició n y clasificaci ó n , si bien tambié n se refiere a otras cuestiones
discutibles y discutidas, tales como su denominación y su estatus lingüístico. En este sentido, la profesora de la
Universidad de Alcalá encuentra que los conceptos centro y periferia de los lingü istas praguenses (cf . 1.1. 1.1. 3. n .
16) son sumamente Utiles e interesantes para el an álisis de estas expresiones fijas, ya que su aplicació n permitir í a
a) deslindar las unidades fraseol ó gicas centrales en la categor í a de las que no lo son y , ulteriormente, analizar estas
expresiones fijas perif é ricas en conexi ó n con las unidades de las clases con las que se relacionan ‫ ؛‬b) analizar las
unidades fraseol ógicas, que son todas perif é ricas en un sistema determinado, desde el punto de vista de las unidades
centrales de esc sistema , y asi poder establecer las relaciones léxicas y ،le variació n existentes entre uno u otro tipo
de unidades lingü isticas, y c) clasificar las expresiones fijas, pues la mayor o menor integració n de estas unidades
har á posible su clasificación a partir del criterio de la fijaci ó n formal y sem á ntica , si bien , segUn esta autora , esta
clasificación no impedir í a otras clasificaciones en el conjunto de las expresiones fijas de acuerdo con criterios de
indole morfológica , sintagm ática , semántica y pragmá tica.
90
La concepci ón gramatical establecida por N. Chomsky en el printer modelo, primera versi ón o formulaci ó n
inicial de la gram á tica generativa transformacional (cf . Chomsky 1957) fue asumida desde muy pronto por
numerosos lijigü istas, que emprendieron , de acuerdo con lo all í fundamentado, la descripció n y an álisis de las
distintas lenguas. R . p. Stockwell, j. D. Bowen y j. w. Martin (1965) destacan por haber realizado la aplicació n
al espa ñ ol de lo expuesto en N. Chomsky 1957.

44
estar compuesto de raí z + afijo (s) flexionales y / o derivacionales. Son afijos flexionales los
sufijos de género y n ú mero , que, a ñ adidos al final de las raíces o a una raí z con afijos, sirven
de base para la concordancia gramatical , y son afijos derivacionales aquellos sufijos o prefijos
que delimitan la categoría morfoló gica de una raí z , hasta tal punto que, variando Unicamente
este afijo derivacional , palabras de una misma raí z pueden ser incluidas en m ás de una clase‫ ' ؟‬.
Desde el punto de vista sint áctico , los gram áticos citados (idem: 64) distinguen entre
la que denominan external structure de la frase 0 sintagma nominal , la cual versa sobre la
funci ó n sint áctica que éste desempe ñ a en las expresiones‫ ^؟‬, y la que llaman internal structure
de la frase o sintagma nominal , denominaci ó n que emplean para se ñ alar las unidades de las que
tales sintagmas est á n compuestos.
La estructura externa de los sintagmas nominales en las expresiones engloba las
funciones de 1) sujeto de un verbo , 2) objeto de un verbo , 3) objeto de una preposici ó n , 4)
predicado nominal y 5) complemento. '

Atendiendo a la estructura interna del sintagma nominal , queda establecido (idem: 64-
66 y 94-97) que éste ( NOUN PHRASE , NP) consta de a) un determinante (DETERMINER ,
D) ; b) un nombre ( NOUN , N) , y c) la categor ía gramatical de nUmero ( NUMBER , NUM) .
Asi, la regla de rescritura propuesta por estos autores para el sintagma nominal es NP ‫ ب‬D +
N + NUM.
Por tanto, el sustantivo ( NOUN) ocupa la posici ó n de nUcleo o centro de un sintagma
nominal ( NOUN PHRASE , NP) , que desempe ñ a las funciones de sujeto de un verbo, objeto
de un verbo , objeto de una preposici ó n , predicado nominal y complemento .

El . 2.5 . Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista semántico y morfol ógico

En la ling ü istica psicomecanica o guillaumismo", el sustantivo aparece clasificado,


junto con el adjetivo , el verbo y el adverbio , entre las partes de lengua predicativas ,
caracterizadas éstas, frente a las no predicativas -pronombre, articulo , preposici ó n , conjunció n-,
porque en la lexigé nesis -el trayecto mental seguido en la construcció n de la palabra- asignan

91
Como puede f ácilmente percibirse, el tratamiento morfológico que estos autores hacen del sustantivo no
difiere en ningUn aspecto del ofrecido por los autores que se incluyen en la denominada tradición gramatical.
Realmente, Stockwell, Bowen y Martin no llegan a establecer, a pesar de las consideraciones de car ácter formal
apuntadas, una definición clara y explicita de la clase de palabras sustantivo, limit á ndose a enumerar una serie de
caracter ísticas de í ndole morfol ó gica y , como veremos a continuació n , una serie de caracter ísticas de indole
sint áctica.

92
Al igual que hemos hecho referencia a la carencia de innovaciones respecto a lo señ alado por la tradició n
gramatical sobre la caracterizació n morfológica del sustantivo, es de justicia apuntar que ahora , en la parte dedicada
a la sintaxis, no incurren en el mismo error cometido por otros autores de diferentes tendencias y metodologí as
lingü isticas como, por ejemplo, A. Bello (1847), R. Lcnz (1920) , Ch . Bally (1932) , A . Ma Barrencchca (1963) , A .
Roldán (1967) , E. Carratal á (1980) , etc., que consideran que es el sustantivo el t é rmino que desempeñ a o cumple
determinadas funciones sint ácticas. Estos autores, por el contrario, hacen referencia en todo momento a las
funciones sint ácticas propias y caracter ísticas del sintagma nominal.
Desde nuestro punto de vista , estas funciones no son nunca desempeñ adas por un sustantivo, sino por
un sintagma que puede contener un nUcleo sustantivo o no tenerlo, y , en el caso de que lo contenga , éste puede
aparecer solo o modificado por otro u otros elementos.

93
Empleamos este té rmino de acuerdo con el sentido propuesto por E . Coscriu (1986 , Ia reimpr .: 107 n . 2) ,
quien se refiere con é l " a la corriente de estudios procedente de la doctrina lingü istica (gramatical) de G . Guillaume,
doctrina adoptada -aunque a menudo sólo parcialtnente o con modificaciones y restricciones- por toda una serie
de estudiosos, sobre todo en Francia y en otras regiones de habla francesa ".

45
la materia nocional o sustancia sem ántica resultante de la operaci ó n particularizante de
discernimiento 0 ideogé nesis -la génesis material , que es la primera de las dos operaciones
constitutivas de la lexigénesis- a la forma lingüistica 0 sustancia formal que resulta de la
operació n generalizadora de intelecci ó n o morfogénesis -la génesis formal , que es la segunda
de las dos operaciones constitutivas de la lexigénesis-‫؟‬4. Asi, el sustantivo cheval es la
aplicaci ó n a la forma sustantiva de la materia nocional obtenida a partir de una serie de
visiones coincidentes del animal caballo que, al agruparlas, han permitido la delimitaci ó n de
un concepto , y el sustantivo courage la aplicació n a la forma sustantiva de una idea abstracta
)

configurada a partir de una serie de experiencias de actos que manifestaban admiració n y


excitació n , los cuales permiten configurar el concepto "courage ". De esta manera, " dans les
deux cas, un acte de prédication est accompli , une d énomination est assignée ‫ ن‬ce qui a été
perçu du monde exté rieur " (Moignet 1981: 13) .
En el proceso lexigenético conducente a la obtenci ó n de la parte de lengua sustantivo ,
la materia nocional o sustancia sem ántica es sometida, paulatinamente, a medida que se va
efectuando el trayecto mental constituido por las operaciones de ideogénesis y morfogé nesis,
a las subcategorizaciones de género o clase", nUmero o morfismo‫^؟‬, caso (funci ó n) o
potencia‫ ?؟‬y categoría de persona o determinació n ontológica, estrechamente relacionada esta
Ultima con la denominada incidencia interna o autoincidencia del sustantivo".
Las categorías de gé nero , nUmero y caso son consideradas en el sustantivo
formalizaciones de la persona, ya que, seg ú n estos autores, hasta que no se alcanza la persona
no se constituye el sustantivo , pues es a la persona sustantival a la que se le atribuye el género
previamente determinado , a la que se le aplica el n ú mero decidido de acuerdo con el carácter
continuo o discontinuo de lo percibido y , atendiendo al plano del discurso , la que exigir é o

94
La psicomecánica se presenta, fundamentalmente, como una lingü istica del vocablo o palabra -la unidad
significante de la lengua constitutiva de la frase, unidad significante del discurso-.
Aunque la mera revisi ón de algunos de los trabajos que siguen las directrices psicomecanicas nos permite,
sin lugar a dudas, realizar tal afirmación , creemos conveniente ratificar tal aserto citando algunas de las
manifestaciones emitidas al respecto por lingü istas representativos de esta corriente. Asi, G . Moignet (1974: 304)
declara que " la linguistique de Gustave Guillaume est fondamentalement une linguistique du vocable , du vocable
en tant que forme, ou pour nous limiter à ce que montre la typologie des langues indo-européennes, disons: une
linguistique du mot... Linguistique du mot et non , au moins au dé part , linguistique de la phrase” . Y en sentido
idéntico se manifiesta F. Tollis (1985-86: 26- 27) , pues afirma que " la psicomecanica queda ante todo como una
lingü istica de la palabra. En su teor ía , la palabra ocupa un sitio privilegiado como resultado de un primer momento
de la edificación del lenguaje, y como punto de partida para la segunda etapa que produce el lenguaje efectivo".
Ya fuera de la psicomecánica , comparte esta misma opinió n E. Coseriu (1986, Ia reimpr .: 107) , para el que " la
gram á tica -pero esta vez sin la fonología y , sobre todo , como teor í a y descripci ó n de las categor ías gramaticales-
es, asimismo, la disciplina primaria , y casi exclusiva, en el " guillaumismo "... porque, para la doctrina de esta
corriente, lo esencial del lenguaje son las modalidades (de contenido) en que se realiza el pensamiento lingüístico
en su paso de lo virtual y gen é rico a lo actual y concreto, es decir , precisamente, las categor ías gramaticales (modos
y tiempos del verbo, gé nero, nUmero, caso, etc.) ".

95
Para la subcategorizació n de gCnero , cf . 2.1.4.
96
Sobre la subcategorización de nUmero, véase 3.1. 1.
97
La subcategorizació n de caso o potencia lleva consigo el tener en cuenta la funció n sint áctica que
desempe ñ ar á el sustantivo en la expresi ón . Para las lenguas rom á nicas, esta subcategorizaci ó n no es relevante al no
influir en la morfologí a del sustantivo, pues éste no tiene ninguna marca indicativa reveladora de su ulterior
funcionamiento discursivo , siendo posible, por tanto, establecer que el sustantivo de estas lenguas es de caso Unico.

٠٠ El empleo de la doble terminología para cada tipo de subcategorizació n se debe a que citamos primero las
denominaciones utilizadas por G. Moignet (1981) -género, número, caso y persona- y en segundo lugar las
propuestas por F. Tollis (1985-86) - clase, morfismo, potencia y determinació n ontol ó gica -.

46
no el empleo de una preposici ó n para desempeñ ar en éste una determinada funci ó n sint áctica.
En este sentido , se ñalan que la Unica persona del sustantivo es la tercera persona
cardinal", inherente a todo lo que se le atribuye la cualidad de auténtico ente -de ah í que esta
subcategorizaci ó n sea denominada tambi é n determinaci ón ontol ó gica- y , portanto , inmanente
en el sustantivo 'oo.
En este marco , nos interesa destacar que la noció n de incidencia, aportaci ó n de G.
Guillaume (1948-49) , se instituye en la lingü istica psicomecanica en principio regidor de la
construcció n del sistema de las partes de lengua predicativas a la vez que permite la definició n
caracterizadora de cada una de ellas١٥١. Asi, de acuerdo con el mecanismo de incidencia, el
sustantivo se caracteriza porque la materia nocional , sustancia sem ántica o aporte (" apport ")
que conlleva, no requiere, no necesita, en lengua al menos, un soporte exterior ("support ") en
el que incidir , ya que la noci ó n que él aporta incide sobre su soporte, del cual la noci ó n ya
es el anuncio. Por tanto, " le substantif est un mot qui , d ès la langue, en langue, annonce la
nature du support qu ’ il acceptera. Le mot homme en effet, ne se dira, ne se laissera dire que
)

d’ un support appartenant à la notion homme: autrement dit , ne se dira, ne se laissera dire que
d’ pn support répondant à la qualification " homme ". En des termes qui seraient ceux de
l’ Ecole, on pourrait dire que le substantif dé note dans le champ de ce qu ’ il connote, et rehise
une d énotation non expressément limit ée a ce champ " (Guillaume 1948-49: 149) . Por tanto ,
desde el punto de vista psicomecanico, el sustantivo se distingue de las otras partes de lengua
predicativas por su incidencia interna o autoincidencia 2٥١. Frente al sustantivo , las otras
partes de la lengua predicativas -verbo , adjetivo y adverbio- tienen incidencia externa , ya que
requieren un soporte exterior sobre el cual aplicar o extender su aporte 'o).

' )• )
Las razones aducidas por G. Moignet (1981: 15-16) para corroborar este aserto son 1) que el soporte exterior
del verbo es un pronombre personal sujeto o, por sustitución, un sustantivo sujeto, el cual, cuando aparece,
concuerda con la tercera persona ordinal verbal, y 2) que el sustantivo es instrtimento de la designació n y , por
tanto, objeto posible de habla, pero no autor de habla, lo cual indica que la persona del sustantivo corresponde
a la tercera persona en el sistema de la persona verbal, es decir , la ausente del sistema de la interlocuci ó n .

100
También E. Tanase (1970), aunque desde presupuestos absolutamente diferentes, sostiene que todos los
sustantivos tienen dos personas: 1) la tercera persona, que es la del sustantivo que designa el alguien o el algo de
quien o de que se habla , la cual se manifiesta gramaticalmente en la concordancia con el verbo en tercera persona.
Por ello, los sustantivos hombre y tierra que aparecen en las expresiones el hombre piensa y la tierra es grande y
)

pequeña a la vez son , segUn este autor, tercera persona , y una prueba de ello es que en su lugar pueden emplearse
los denominados pronombres personales: el hombre piensa, por eso É L es superior a las bestias• la tierra es grande...,
)

ELLA da vuelta al sol y 2) la segunda persona , que es la del sustantivo que nombra o designa a la persona a la que
)

se dirige el hablante en un acto de comunicación (interlocutor) (¡MUCHACHO , vent) .

101
La incidencia " a trait au mouvement , absolument gé n é ral dans le langage, selon lequel , partout et toujours,
il y a apport de signification, et r é f é rence de l'apport à un support . La relation apport / support est couverte par
le mé canisme d’ incidence" (Guillaume 1948- 49: 137).

» 02 Es este marco teó rico el que permite interpretar el sentido de la atribució n de la categorí a gramatical persona
al sustantivo, ya que aquélla se va a entender como elemento que sirve de soporte al aporte de significació n de éste .
El sustantivo , autoincidente, conlleva su soporte, es decir , la persona.
» 05 Por tanto, el adjetivo es considerado portador de una materia nocional o sustancia sem á ntica destinada a
aplicarse a una materia nocional distinta a si misma, concretamente, a la de un sustantivo. En este sentido, frente
al sustantivo, que, en lengua al menos, siempre tiene incidencia interna , el adjetivo se define como caracterizado
por la incidencia externa de primer grado. Asi, un sustantivo, como, por ejemplo, " homme ne peut se dire en
discours que de ce qui r é pond à la connotation " homme" , tandis que beau peut se dire, en discours, de toute sorte
de supports, le mot beau n ’apportant en langue, quant à la nature de support , aucune restriction de principe "
(Guillaume, op. cit.: 149). Del mismo modo, para B. Pottier (1964: 126) "le substantif dé finit un contenu ( terre) ,
l'adjectif gé nCralise !’ exploitation possible de ce contenu ( terreux peut se dire de teint de métal de cul) " .
) )

47
Por otro lado , F . Marcos Marin ( 1972 y 1980) ‫ ھﮭﺎ‬formula dos definiciones de
sustantivo '"‫ ؟‬, que resultan de la uni ó n de postulados tradicionales y estructurales^.
En efecto , en primer lugar , reproduce este autor ( 1972: 114 y 1980: 183) la definici ó n
de carácter l ógico-semántico expuesta por A . Alonso y P . Henriquez Ureña (1938 - 39 , I: 40) ,
.
según la cual , se configuran como sustantivos las palabras con que designamos los objetos
pensándolos con conceptos independientes . Para llegar a ella , F . Marcos Marin parte de
la distinci ón nocional entre nombres sustantivos y nombres adjetivos , que se corresponde,
segUn establece , con la consideraci ón de los objetos o como con existencia independiente (en
si) 0 como con existencia dependiente (en otros) . De este modo , si consideramos en si mismo
lo azul de un vestido o de una flor , llegamos al concepto independiente azul y hablamos de
el azul como un sustantivo . Igualmente, para lo comUn de una pared blanca , un vestido blanco
0 una flor blanca hablamos de el blanco y la blancura como sustantivos .
Asimismo , apunta F . Marcos Marin ( 1972: 106 , 114- 115 yll 9 , y 1980: 159- 160, 183- 184
y 188 ) una caracterizaci ó n de sustantivo que se conecta e identifica con las ofrecidas por las
distintas escuelas y autores estructuralistas , puesto que basa la misma en la consideraci ó n de

G . Guillaume y los lingü istas que adoptaron , aunque realizando una serie de modificaciones, las teor í as
de éste consideran que el trayecto lexigené tico es casi idCntico para sustantivo y adjetivo -é ste lleva finalmente los
mismos determinantes categoriales que el sustantivo , esto es, nUmero , gé nero y caso-, diferenci á ndose, por tanto,
estas dos categor í as Unicamente por el r é gimen de incidencia . Tales caracterizaciones figuran en el siguiente gr á fico
de G . Guillaume (idem : 138):
SUSTANTIVO Base de la palabra + Formas vectrices morfoló gicas
(gé nero, nUmero, caso, incidencia interna)
ADJETIVO = Base de la palabra + Formas vectrices morfológicas
(gCnero, nUmero, caso , incidencia externa)
Con la denominación " base de la palabra " se refiere este autor a la materia y con la de "formas vectrices
morfológicas ", a la forma. Asi, Base de la palabra + Formas vectrices morfológicas = Materia + Forma , de donde
se obtiene una Forma conclusiva , que, en este caso , es la parte de lengua sustantivo o adjetivo. De este modo, " la
matiè re notionnelle " homme " , avec tout ce qu 'elle comporte , s'appliquera à la forme substantive, et le r ésultat de
cet apport sera le substantif homme. Une matiè re notionnelle diff é rente, celle de " cheval " , s'appliquera à la mê me
forme substantive, et le résultat sera un autre substantif , le substantif cheval. L’apport varie, le support formel est
le même " (Moignet 1981: 14).
La afinidad observada lleva a estos autores a asumir y defender el postulado de la tradición gramatical que
consideraba que sustantivo y adjetivo eran subclases o subtipos del nombre, y asi tambiCn para la psicomecanica
sustantivo y adjetivo forman el sistema del nombre, parte de lengua opuesta al verbo.

104
El tratamiento del sustantivo que aparece en F. Marcos Marin (1972) est á reprodticido en F. Marcos Marin
(1980), por lo que hemos optado por tomar como base, principalmente, la obra más reciente, si bien remitiremos
en cada ocasió n al lugar de la obra anterior en el que se encuentra la definició n o consideración que examinamos,
se ñ alando asimismo cualquier modificació n , ampliación o rectificació n respecto a la clase de palabras sustantivo.

105
Asimismo , hemos de indicar que este lingü ista (1972: 120 y 1980: 188) considera que " el sustantivo como
micleo del sujeto es el elemento m ás importante en la sintaxis. Es un termino primario al que son incidentes los
otros t é rminos sint á cticos, quienes por ello dependen de él ".

106
Vot unlo , \‫ ة‬Aproximación a la Gramótica Espa ñ ola ‫ \ة ﻻ‬Curso de Gramdtica Espa ñ ola àe V . leeos Inn
(1972 y 1980) pueden ser consideradas gramáticas de transición . Cf . sobre esta denominación 1.1. 1.1. 2.

107
vóase al respecto 1.1.2.2.
Esta definición l ógico-sem ántica se relaciona tambCn con la que, desde la misma perspectiva, ofrece j.
Roca-Pons (1960: 124 -126) una vez delimitada la clase de palabras sustantivo de acuerdo con un criterio que
denomina formal y que es morfol ógico y sint áctico funcional (cf . en este sentido, !.1.2.7.) .

48
la palabra sustantivo como un sintagma '"® constituido, al menos, por elementos significativos
m í nimos que se llaman monemas o morfemas, uno de los cuales aporta el valor l éxico o
puramente significativo y es denominado lexema , morfema léxico , semantema o plerema, y el
otro 0 los otros aportan el contenido gramatical y estil ístico, y reciben los nombres de
morfema gramatical gramema o formante los cuales son divididos en formantes constitutivos
) )

u obligatorios los que acompa ñ an necesariamente al sustantivo, que son los morfemas de
"

gé nero y nUmero - y formantes facultativos u opcionales -los que modifican al sustantivo de


forma marginal y no son obligatorios, esto es, prefijos, infijos y afijos-. Asi, por ejemplo , la
palabra gato esta constituida por 1) el lexema gat que es el que lleva la carga sem á ntica‫ ؛‬se
)

encuentra en oposició n paradigm ática con ‫م‬-‫ ا‬camell - etc., y lo podemos relacionar con gat -
)

era , gat -uno en-gat -illary otras unidades complejas de las que forma parte como lexema‫ ؛‬2) el
)

formante constitutivo -0, elemento que indica la concordancia en género masculino , igual que
en perr-0 , y por el que gat -0 se opone a gat -a ya que tal morfema interviene en la expresi ó n
‫ه‬
)

de la oposici ó n de gé nero , y 3) el formante de nUmero , que indica que se trata de singular ,


té rmino no marcado de la oposici ó n num é rica y por el que gat -0 se opone a gat -0 -s .
Igualmente, la palabra gatita esta formada por 1) el lexema gat-' 2) el formante facultativo - it-
٠

) )

3) el formante constitutivo de género -a , y 4) el morfema de nUmero. No obstante, desde


el punto de vista formal, también el adjetivo se configura como un sintagma compuesto de un
lexema y formantes constitutivos de género y nUmero, distinguiéndose del sustantivo en que
éste tiene también el morfema de articulo y aqu él , el morfema diferenciador de grado٥١‫؟‬.

1.1 . 2.6 . Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente morfol ógico

E . Alarcos Llorach (1951) , para la aplicaci ó n a la categoría sustantivo de los postulados


defendidos por los lingü istas glosem á ticos de la escuela de Copenhague, fundamentalmente,
de los formulados por L. Hjelmslev (1943) , parte de la aserció n de que los hechos de recci ó n
son la base de toda definició n funcional y formal , y de la evidencia de que la clasificaci ó n
tradicional de las partes de la oració n tiene como base criterios, en parte, funcionales y
formales y , en parte, sem ánticos y ló gicos. Sin embargo , observa que ninguna de las categorías
tradicionales es homogénea, pues ninguna de ellas puede ser definida uniformemente segUn
hechos de recci ó n . Asi, respecto a la clase de palabras que analizamos, el sustantivo , encuentra
este autor (op . cit .: 89-90) que ésta engloba a) la categor ía de los pleremas en c N A , esto es .

108
F. Marcos (1980: 158) define el sintagma como " un conjunto de al menos dos elementos unidos por una
relació n funcional, es decir, de dependencia: uno seria el núcleo y el otro el modificador, determinante o adyacente" )

haciendo referencia a la definició n de este t é rmino que, a partir del Curso de Ling üistica General de F. de Saussure
(1916), desarrolla Ch. Bally (1952: 101-107) desde una perspectiva que Marcos Marin considera estructuralista.
Asimismo, a ñ ade este autor que al definir el sintagma como un conjunto o estimctura binaria se quiere indicar que
sus miembros " son intercambiables con otros de la misma clase sin que se altere gramaticalmente (i . e.
sistem áticamente) el conjunto. Uno de los miembros es el determinado ( + ), otro el determinante ( + ') "٠
,
10
Estas caracterizaciones formales de sustantivo y adjetivo como sintagmas compuestos de un lexema y de
formantes constitutivos de gé nero y ndmero justificar í an , desde el punto de vista formal, la inclusió n de ambos
en la clase superior de los nombres. No obstante, la distinción nocional entre nombres sustantivos y nombres
adjetivos, que se ve apoyada tambié n tanto por factores formales, concretamente, por la presencia del morfema de
articulo en el sustantivo y del morfema de grado en el adjetivo, si bien hay que tener en cuenta que no todos los
adjetivos admiten la gradació n, como por factores funcionales, ya que unos y otros realizan distintas funciones en
la cl á usula u oració n , permite distinguir dos clases independientes de palabras.

49
susceptible de combinarse con morfemas de caso, n ú mero y articulo"٥ (<:asa árbol valle ) ) ) )

presentando todos éstos como característica el ser inm óviles en cuanto al género , por lo que
es la categor ía de 1) aquellos sustantivos indiferentes al género o , siguiendo la denominaci ó n
tradicional , epicenos, esto es, femeninos o masculinos segUn la recci ó n heterosintagm ática
{ mártir homicida artista ) ] y 2) aquéllos en los que un cambio de gé nero trae consigo un
) )
] ]
)

cambio sem ántico y para los que el gé nero no depende de la recci ó n heterosintagmatica, sino
de la homosintagm á tica ( frente , orden)"2; b) los pleremas en c N A G, esto es, aqu éllos
que rigen , adem ás de caso , n ú mero y articulo , un morfema de género ( profesor / profesora )

rey / reina ) c) los que pueden clasificarse como c A pues son inm ó viles en cuanto al n ú mero
'
)

(albricias , maitines , pereza , cristianismo); d) los pleremas en c N G , donde se engloba la mayor


parte de los nombres propios de persona, ya que éstos llevan siempre, segUn E. Alarcos, un
articulo determinado cuya expresi ó n es, en este caso concreto , generalmente 0 ( los Alfonso )

Juan / Juana ) e) pleremas en c N, que serian aquellos antropó nimos que, adem ás de las
]]}
')

lio
La definició n de articulo como morfema del nombre es planteada también por E . Alarcos (1967) tras
rechazar la consideració n tradicional del articulo como parte de la oración, " puesto que en la estructura oracional
no desempe ñ a ningUn papel " (op. cit.: 224) . En este sentido, establece que el articulo es un signo -asociación de
expresión y contenido-, no autónomo, ya que no es " capaz de desempeñ ar por si sólo en la estructura de la oración
una función determinada , y por tanto -en los casos de elipsis- susceptible de funcionar asociado con un determinado
signo oracional ( = contorno oracional más modo oracional) como equivalente de una oració n " , y si dependiente,
pues "exige la presencia de otro (u otros) con el que se asocia en sintagma " (idem: 225), y perteneciente al conjunto
de los signos morfol ógicos, esto es, " al tipo de signos que se agrupan en paradigmas o inventarios limitados o
cerrados ". De este modo, el articulo queda definido como " un signo morfol ógico, dependiente, que presupone la
existencia de un elemento autó nomo, el nombre, con el cual constituye un sintagma unitario dentro de la oración,
no menos intimo que el resultante del nombre con el signo indicador del plural " (idem: 226) .
No obstante, el mismo autor reconoce, como ya hemos establecido (cf . 1.1.1.1.1. n . 4) , que esta
interpretación del articulo como signo morfol ógico (morfema) no es nueva u original, pues se encuentra ya en el
Arte Kastellana de G. Correas (1627: 112), tratado en el que se incluye el articulo entre los accidentes del nombre.
El heclio de que sea corriente establecer una diferencia entre el articulo y el resto de las variaciones del
sustantivo se debe, segUn el lingü ista representante del funcionalismo españ ol, a que estas otras variaciones aparecen
aglutinadas, frente a la independencia grafica del articulo en la lengua espa ñ ola , pero, realmente, la coliesión
articulo-sustantivo puede parangonarse, por ejemplo, con la del sustantivo y el signo indicador del plural . Esta
misma observació n es expresada en la Gramática Estructural por E . Alarcos (1951: 67) con los siguientes té rminos:
" El articulo puede no parecer morfema en las lenguas en que las costumbres ortogr áficas obligan a escribirlo
separado y delante de su té rmino, por el contrario, en las lenguas como el rumano y el danés, en que puede ir
pospuesto y formando " una sola palabra escrita " , su car ácter morfemático extrañ ar á menos ".

111
En este sentido, señala E. Alarcos (1967: 254) que los morfemas de nUmero y género que pueden asociarse
al articulo, los cuales dan lugar a una distinción entre los varios significantes de éste, son una repercusi ón del
n ómero y del gé nero que exigen los sintagmas nominales a los que se agregan y , por tanto , redundantes, excepto
a) cuando el sintagma nominal carece de expresió n formal diferenciada de gé nero: el artista / la artista , el
penitente / la penitente, el mártir / la mártir , que son los pleremas c N A, esto es, los que rigen caso, articulo y
nUmero pero son indiferentes en cuanto al gé nero, y b) cuando carece el sintagma nominal de expresión formal
diferenciada de nUmero, que se corresponde con los pleremas c A , es decir, los que rigen caso y articulo, y son
Ü Menxes A número 7 A ‫؛؟‬enero vu
crisis / Us crisis , el análisis / los tnálisi .
^
112
E. Alarcos (1951: 89-90) considera que en estos casos " lo mejor es registrarlos como derivados de primer
٨ ،
grado de la misma raiz‫ ؛‬asi, de la raíz en é tenemos un derivado CNA que rige masculino (،el frente) y otro que
rige femenino (‫ﻣﻢ‬afrente) , y de la raiz orden tenemos un derivado CNA que comporta masculino ( el orden ) y otro
que comporta femenino ( la orden) " . Desde nuestro punto de vista, estamos aqui ante dos signos distintos, entre los
que no hay ninguna relación semántica ni en lo que respecta a la raiz ni en lo que concierne a los morfemas.

115
La posibilidad de variación entre forma con articulo y forma sin articulo permite establecer una distinción
de los sustantivos españoles en 1) sustantivos que presentan tal posibilidad de variación, que son los denominados
tradicionalmentc sustantivos comunes, y 2) sustantivos inmóviles en cuanto al articulo o sustantivos propios, que
presentan siempre un articulo determinado, si bien , segUn este autor (1967: 252), puede ocurrir que a) aparezcan

50
caracterí sticasya señ aladas , presentan sincretismo de género cAdoración, Suceso , Resurrección) ;
f ) pleremas en c A G , que corresponden a los apellidos , los cuales , para este autor , comportan
variaci ón de articulo ( es un perfecto Martinez , el gran Martine2) , y g) pleremas c , cuyo grupo
más representativo lo constituyen los nombres geográficos , ya que éstos son inmó viles en
género , nUmero y articulo (Baleares , los Andes , el Tajo, Galicia ) .
Afirma el lingü ista de la escuela de Oviedo (1951: 87) que "todo nombre ha de tener
morfema casual " , si bien admite que puede parecer dudosa esta aceptaci ón de la presencia del
morfema de caso en todos los pleremas que intervienen en la configuraci ón de la categorí a del
sustantivo . No obstante, la explica (op . cit .: esgrimiendo el argumento de que, puesto que
ciertos pleremas espaholes , como , por ejemplo , los pronombres personales , tienen ٢

de caso y las preposiciones rigen un determinado morfema casual‫ ا‬cuando hallamos pleremas
espaholes que no tienen más que una forma casual susceptible de ser regida 0 no por
preposiciones, "ha de pensarse en el sincretismo de todos los morfemas casuales reconocibles
en el espahol . De modo que por lo menos todos los pleremas nominales cuentan con un
caso sincretismo de todos los casos posibles en el castellano '"".

De las definiciones que, con vistas al establecimiento de una lingüistica general , expone
el lingüista funcionalista francés A . Martinet (1960 y 1975) 115, se deduce que el nombre 0
sustantivo 116 queda configurado como el monema117 no aut ó nomo , no funcional

forzosamente con articulo ( el Tajo los Pirineos)' b) algunos nombres propios puedan usarse indistintamente con
) )

y sin articulo {China - la china, Estados Unidos - los Estados Unidos) , y c) la expresión del articulo sea cero,
llegándose a esta conclusión a partir de la comprobació n de la alternancia en el enunciado del nombre propio
Unicamente con el nombre comUn que lleva articulo (el jilguero canta, MARIA canta ) . Esta Ultima consideració n
es expuesta tambié n por E. Alarcos (1951: 68 y 90) al expresar que el " predicado nominal " (el entrecomillado es
del autor) no puede aparecer sin "sujeto " , el cual siempre lleva un articulo que es regido (exigido) por el predicado
(rección homonexual del articulo). Por tanto, si decimos Juan es fiel , el " sujeto " Juan comporta los mismos
morfemas, incluido el articulo, que el "sujeto " el perro en la expresió n el perro es fiel. En consecuencia, todo
antropó nimo lleva morfema de articulo determinado, si bien su expresión puede ser cero, equivaliendo Juan en el
ejemplo citado a la expresió n sintagmá tica " el hombre llamado Juan ".

114
El señ alar la presencia de un morfema casual para el sustantivo españ ol se justifica por la admisió n del
postulado de L. Hjelmslev (1959) de que en la recci ó n el elemento regente y el elemento regido deben presentar
un elemento idé ntico. Asi, si la preposició n lleva implícito un elemento casual que se corresponde con el elemento
casual del nombre al que rige, no queda m á s remedio que admitir la presencia de morfemas casuales en el nombre.

"5 É. Benveniste y A. Martinet son considerados por algunos autores como, por ejemplo, E. Coseriu (1986,
‫دا‬ reimpr .: 142), los aut énticos representantes en Francia del estructuralismo praguense. Esta afirmación cobra aUn
mayor importancia si tenemos en cuenta que la escuela estructuralista francesa se caracteriza, segUn E . Coseriu (op.
cit .) , además de por mantenerse al margen de las posibles influencias de los lingü istas de la escuela de Ginebra y
de Copenhague, por ser , de entre las del ámbito rom á nico, la que sigue con mayor rigor los postulados praguenses.
.1،
A. Martinet (1960: 175-177) advierte que, desde el punto de vista de la lingü istica general, no interesa emplear
té rminos como nombre y verbo, ya que éstos pueden hacer " recordar realidades lingü isticas que son propias de
lenguas cuyos hablantes han establecido la terminologí a gramatical tradicional " (op. cit.: 176). La distinci ón entre
diferentes clases de lexemas (monemas lé xicos) debe estar basada en las posibilidades combinatorias de éstos con
los diferentes monemas gramaticales o modalidades. Estamos, por tanto, ante el empleo de un criterio de naturaleza
formal, el criterio distributivo, y no ante uno de í ndole sem ántica.
117
El lingü ista francés (1965, 1968 a y 1968 b) denomina monema al signo lingüístico m í nimo (unidad minima
significativa) que, como signo que es, tiene dos caras: un significado , sentido o valor , y un significante o forma
f ónica compuesta por unidades de la segunda articulación o fonemas. Asimismo, señ ala las razones por las que
prefiere este té rmino frente al más frecuentemente usado de morfema y afirma que, aunque definido como unidad
significativa minima, el monema no tiene que ser concebido como correspondiente, de modo necesario y
obligatorio, a un segmento del enunciado dotado de sentido y que no pueda ser analizado en unidades inferiores .
51
dependiente, regido y lexical"‫ ؟‬que se combina 0 puede combinarse con los monemas
dependientes determinantes gramaticales, esto es, modalidades, de nUmero (monemas de

sino m ás bien como un efecto de sentido correspondiente a una modificació n formal del enunciado, la cual a) no
tiene que plasmarse en un segmento determinado que aparezca en el enunciado y b) puede realizarse tambié n de
forma discontinua (unidad plural en les petits animaux , frente al singular le petit animat) . La razón de que para
designar esta unidad se proponga el t é rmino monema y no el de morfema es que, segUn Martinet , este Ultimo es
un Crmino " polisé mico " (el entrecomillado es nuestro) que designa a a) para algunos, una unidad gramatical y
no
léxica minima; b) para la glosem á tica de Hjelmslev, el significado del signo m í nimo gramatical, y c) para los
praguenses y bloomfieldianos, la unidad significativa minima , pero se observa en unos y en otros una insistencia
y faOrecimiento del significante en detrimento del significado, mientras que el t é rmino monema permite designar
el signo mí nimo susceptible de ser identificado como tal incluso en el marco de una amalgama , concepto este que
permite la consideración de que una unidad significativa pueda corresponder a una diferencia formal no localizable
de forma precisa. De este modo , orum -genitivo y plural- es en dominorum la amalgama de dos monemas, ya que
est á se ñ alado por su forma como un genitivo y no como un acusativo ( dominos ) y como un plural y
no como un
singular (domini ) . El an á lisis del enunciado en monemas supone la utilizaci ó n del concepto de amalgama .
Por su parte, j. Pena (1991), aunque apunta tambié n que, en la lingü istica actual, el t é rmino morfema se
utiliza fundamentalmente en tres sentidos, que obedecen al intento de diferenciar distintos aspectos del signo
lingüístico, en este caso, del signo mí nimo o unidad m ás peque ñ a dotada de significado o significació n , delimita
las concepciones de morfema existentes de modo diferente a como hemos visto que lo hace A . Martinet. Asi, tras
se ñ alar que los sentidos del t é rmino morfema se presentan no como complementarios, sino como mutuamente
excluyentes dentro de un mismo marco te ó rico o en la concepción de un autor determinado, el profesor de la
Universidad de Santiago ejemplifica la "polisemia " de este término con uno de los elementos con significado
gramatical de la palabra ni ñ os , indicando, en este sentido, que nos podemos encontrar, en distintos art ículos y
-
manuales de lingü istica , con denominaciones como 1) el morfema / s / de plural; 2) el morfo /-s / del morfema
plural, y 3) el morfema recitante de la asociació n del significante /-s / con el significado plural. Por tanto , con el
t é rmino morfema se hace referencia a 1) el significante del signo m í nimo (morfema frente a semema) , definició n
que figura, por ejemplo, en L. Bloomfield (1933) , que consideraba que el morfema era una combinación fijada
constituida por fonemas a la que le correspondí a un significado que denomina semema; 2) el significado del signo
m í nimo (morfema frente a morfo) , concepción que figura, fundamentalmente, en la lingü istica anglosajona
postbloomfieldiana , por ejemplo, en ] . Lyons (1968) y P. H . Matthews (1980), que consideran que el morfema es
una unidad gramatical abstracta correspondiente al segmento fonológico u ortogr á fico m í nimo con significado del
an álisis, el cual se denomina morfo, y 3) el signo m í nimo como tal, es decir , como unión de un significante y un
significado, que es el sentido del morfema en la escuela de Praga , ya que es la consideración de morfema que
aparece, por ejemplo, en N. s. Trtibetzkoy (1939 b: 270) , quien define el morfema como " un complexe de phon è mes
qui figure dans plusiers mots et qui s١y trouve lie à la m ê me signification mat é rielle ou formelle".

JI8
Establece Martinet (1960: 137- 140 y 147- 149) que el nombre 0 sustantivo tiene estas caracter ísticas (no
aut ó nomo, no funcional, dependiente, regido y lexical) porque 1) no contiene en si mismo la indicación de su
función , como lo hacen los monemas aut ó nomos. En lineas generales, los monemas aut ó nomos corresponden a
la categor ía tradicional de los adverbios no léxicos ( ayer , pronto ) , los cuales implican una relació n con el resto de
los elementos de la experiencia comunicada en el enunciado, asi como una referencia a un elemento de la
experiencia: ayer establece una relació n definida entre el dí a que precede y el acontecimiento que se relata , y
-
combina el sentido de en más el día que precede a este, 2) es monema no funcional porque no indica la función de
otro monema vecino. En espa ñ ol, los monemas funcionales característicos son las denominadas tradicionalmente
preposiciones. Asi , el monema / a / se ñ ala , al menos en determinados casos, como, por ejemplo , ha dado el libro
a Juan , al beneficiario de la acció n , entendiendo aqu í por funció n la relaci ón entre un elemento de experiencia y
la experiencia global; 3) es monema dependiente porque depende para su relació n con el resto del enunciado bien
de un monema funcional ( Ha dado un libro a Juan ) , bien de su propia posició n entre los elementos del enunciado,
tal como se observa en el enunciado francés Pierrebat Paul , en el que Paul queda expresado como objeto de malos
tratos por su posició n despu é s de bat mientras que en Paul bat Pierre , Paul se configura como autor de malos tratos
)

por su posició n antes de bat', 4) es monema regido porque, para sus relaciones con el resto del enunciado, no
depende, excepto de los monemas funcionales, de otros monemas precedentes, constituyé ndose asi como centro
del sintagma . De este modo , maletas en con las maletas pesadas tiene la funció n se ñ alada por el monema con y 5) )

es monema lexical porque pertenece a inventarios ilimitados, y en esto se distingue de los llamados pronombres
0 sustitutos, los cuales son tambié n regidos, si bien su pertenencia a inventarios limitados los coloca entre los
monemas gramaticales .

52
nUmero) y art ículos"‫؟‬, y que no es susceptible de realizar o desempe ñ ar una función
predicativa ' ^. La agrupaci ó n del lexema con las modalidades se ñ aladas y con o sin otros
monemas dependientes determinantes l éxicos"' y con o sin monemas funcionales da lugar
a sintagmas, aut ó nomos o no 22١.

Por otro lado, en el marco de la ling ü istica psicomecá nica, establece B. Pottier (1966:
12-14 y 1922: 93-96) que, desde el punto de vista formal , el sustantivo est á constituido por un
lexema, también denominado morfema lexical, raí z o radical -el elemento portador de la
sustancia predicativa- { mujer-eS c^-ita, ve-part-i áó n) y unos formantes o morfemas
)
'
)

gramaticales, que se dividen en a) formantes constitutivos, esto es, inherentes a la formació n


del sustantivo , que son los morfemas de gé nero y de n ú mero , y b) formantes facultativos, no
inherentes a la formaci ó n del mismo , entre los que se incluyen los infijos -diminutivos,
aumentativos, etc.- (cam-z -a, rey-ez-tt -o) , los prefijos ( 5-amor, ¿rcte-ojo) y los aspectivos 52١.
^ ^ ^
119
Afirma este autor (1960: 147-148) que los monemas dependientes no regidos son denominados determinantes,
ya que no tienen relación con el resto del enunciado m ás que a través de los monemas precedentes, como, por
ejemplo, los monemas determinado (/ la /) , plural (/...-s. -s. -s/) y / pesada- / en con las maletas pesadas . Asi tambié n,
M M

se denominan gramaticales (op. cit.: 148-149) las modalidades de nUmero y art ículos porque pertenecen a inventarios
limitados y asi el de articulo es determinado / indeterminado, el de nUmero es singular / plural.

120
El no poder asumir otra función m ás que la predicativa es lo que distingue, segUn el lingü ista francés (1960:
175-177), el verbo frente a los demas monemas. Por tanto, en españ ol son verbos " lanzo , doy , como , que no pueden
ejercer funció n distinta de la predicativa m ás que bajo la forma de participios o infinitivos, es decir , uniéndose a
un monema que tiene, en este caso, el valor de afijo de derivación " (op. cit.: 177) .

' 2 ' Estos son los adjetivos cuando son empleados en funciones no predicativas, esto es, no acompañ ados de
cópula o verbo de estado, sino como adjetivos calificativos o " determinantes lexicales de los sustantivos" (op. cit.:
174) . No obstante, se se ñ ala la posibilidad de que los monemas de este tipo pueden emplearse como regidos con
todas las funciones de los sustantivos, dándose asi lo que A. Martinet llama encabalgamiento y tradicionalmente
se viene denominando sustantivacion.

122
A. Martinet (1960: 141) define el sintagma como toda combinació n de monemas " , que es aut ónomo si la
funci ó n de la combinación no depende de su posición en el enunciado , siendo frecuentes los casos en los que el
sintagma aparece encabezado por un monema funcional (en españ ol, las preposiciones) que asegura la autonom ía
del grupo ( en coche , con placer , con mis maletas) . Puede ocurrir que un sintagma sea aut ó nomo en un determinado
contexto y no aut ó nomo en otro. Asi, el domingo es aut ó nomo en los ni ñ os se aburren el domingo y dependiente
en el domingo pasa pesadamente (cf . al respecto, op. cit .: 175) .

‫ ا‬2‫ د‬B. Pottiei- (1966: 14


y 105, y 1972: 95 y 221) denomina aspectivos a los sufijos que, a ñadidos al lexema ,
cambian el significado del mismo y, virtualmente, también la categor ía morfol ógica (el habl-É-e, el habl- ísí- a ; la
cont -abil- id-ad , la cont-ad-ur-íar, libr-0, l í br-er-o; anch- 0, anch- «r- a) . La intervención de los sufijos aspectivos hace
posible el establecimiento de series de derivación , algunas de las cuales, como, por ejejnplo, las que aparecen a
continuación encabezadas por los t é rminos real, «'،¿‫ ﻟﻢ‬y nación (cf . , ademas, Pottier 1976: 550), le permiten afirmar
a este lingü ista que los sufijos aspectivos intervienen en las denominadas por él transferencias de categor í as. Citamos
en este sentido las sucesiones
hierr-o herr-er-0 herr-er-ía (sin transferencia)
pastel pastel-er-o pastel-er-óí (sin transferencia)
real realz-ar real- Í z-ación (con transferencia)
TtdX -iz-able
t'itil uti!- ¿z-ar util- ¿z-،*a on
'
(con transferencia)
uiliz-able
nacion nacion -al nacion -al-izar nacion -aí-iz-aci ón (con transferencia)
La distinci ón entre aspectivos y sufijos estriba , segUn Pottier (1966: 105 y 1972: 221), en que éstos
Unicamente modifican la significación de la palabra sin cambiar la categor í a y aqué llos, adem ás de modificar la
significació n , pueden modificar la categor í a.

53
1.1 . 2.7٠ Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista morfológico , sintáctico y
semántico

Definiciones de sustantivo desde las perspectivas morfoló gica, sintáctica y sem ántica
c
son las que figuran en las obras de j. Roca-Pons (1960) , . Herná ndez Alonso (1984) y F.
Marsá (1984) , las cuales pueden ser consideradas como gram áticas de transici ó n , ya que resultan
de la aplicaci ó n y acumulaci ó n de postulados defendidos por diferentes corrientes o tendencias
lingüisticas, en concreto, las dos primeras conjugan los presupuestos tradicionales y
estracturales, mientras que la citada en tercer lugar ofrece un anaiisis del sustantivo que agrupa
consideraciones tradicionales, estructurales y del primer modelo 0 primera versi ó n de la
gramática generativa transformacional«.

En este sentido , para exponer y delimitar su concepci ó n de la clase de palabras


sustantivo , j. Roca-Pons (1960: 124-126 y 127-129) revisa 1) el postulado tradicional de la
definici ó n de sustantivo como el nombre que le damos a las cosas, a los objetos y a todo
aquello cuyo contenido , aunque no sea una cosa u objeto , es pensado por el hablante y
presentado como tal al oyente"5. Asi , por ejemplo, en el sintagma el martirio de Santa
Eulalia, el sustantivo nUcleo , martirio , no representa un objeto sino un proceso , pero nos
ofrece un concepto que es pensado o presentado como un objeto , y 2) el de la no distinci ó n ,
antes de la Edad Media , entre sustantivos y adjetivos debido a los caracteres comunes que
presentan estas clases de palabras, que dieron lugar a que se consideraran como pertenecientes
a la categor ía superior del nombre. No obstante, es posible señ alar, segUn el fil ólogo catalan ,
una serie de rasgos diferenciadores que posibilitaron distinguir sustantivos y adjetivos como
dos clases independientes de palabras.
Respecto a lo primero, esto es, la definici ó n tradicional de sustantivo , j. Roca-Pons
indica que no es acertado partir de un criterio sem á ntico (l ó gico , nocional o metafisico) ni para
la clasificaci ó n de las denominadas partes de la oració n ni para la definici ó n de las mismas,
pues 1) no es posible establecer una conexi ó n entre las categorí as o partes de la oraci ó n y un
orden determinado de la realidad -en nuestro caso concreto , relacionar los sustantivos con
cosas y objetos-, ya que las lenguas implican una interpretaci ó n y representació n particulares
de aquélla, que se descubren bajo la estructura de la lengua en cuestió n , y 2) podr í a hablarse
de que las clases de palabras se corresponden con determinadas maneras y Ordenes de pensar
la realidad y de presentarla al oyente, pero es evidente que a lo largo de la historia no se
mantiene la misma relaci ó n entre el signo y la cosa significada, de lo que resulta a) que hay
categorías y formas que rebasan el objeto para el que fueron creadas y b) que hay categor ías

124
No debe resultar paradójico que mencionemos que, en una obra que se encuadra , generalmente , en el primer
modelo o primera versión de la gramática generativa transformacional , aparezca un tratamiento semántico del
sustantivo. Las observaciones que se dan al respecto en este tratado se ciñen estrictamente a lo ya apuntado por
gramáticos que 0 pertenecen a la tradición gramatical 0 son estructuralistas. Y esto que decimos sobre el an álisis
semántico del nombre puede extenderse igualmente al morfológico , en el sentido de que F . Marsá sigue apegado
tambié n aquí a la tradición gramatical . No obstante , este proceder es perfectamente coherente con la primera
versión del generativismo , ya que este modelo es de indole exclusivamente sint áctica . Por ello , al intentar ofrecer
además una caracterización morfol ógica y una caracterización semá ntica del sustantivo, al lingüista catal án no le
queda más remedio que echar mano de lo postulado por la tradición , por el estrticturalismo o por otras corrientes
no generativistas .

!25
Esta caracterización es la que aparece , bajo la denominación nombre, en las gramáticas de E. ٨. de Ncbrija
( 1492: 164) , G . Correas (1627: 112) , la Real Academia Española de 1771 (R . A . E. 1771: 3 ) (cf . 1.1 . 1.1 . 1 . y 1.1 . 1.1 . 3 .)
y , referida concretamente al sustantivo , en los tratados gramaticales de R . Seco ( 1930: 7 y 11 ) , la Real Academia
de 1931 (R . A . E . 1931: 12) y A . Alonso y P . Henriquez (1938 - 39 , I: 40) (cf . 1.1 . 2.2 .) , entre otros, siendo la
caracterización presentada por estos Ultimos autores la que tiene mayor analogí a con la formulada por Roca-Pons.

54
que, por contacto con otras, pasan a expresar ideas propias de éstas. Asi , en las expresiones la
llegada dejuan y esto „0 c etenemos, segUn Roca-Pons (op. cit.: 117) , una acció n representada
٥
por el sustantivo llegada y una cualidad expresada por el verbo cabe, a pesar de que el verbo
y el adjetivo parecen ser las palabras mas idó neas para la expresi ó n de las acciones y las
cualidades, respectivamente, o , al menos, asi eran consideradas tradicionalmente"*. Sin
embargo, si partimos de la lengua misma y de la manera en que ésta nos presenta las cosas,
procedemos de acuerdo con un m étodo de carácter formal que puede dar cuenta, a partir del
estudio de la forma interna, tanto de la forma externa o aspecto f ó nico de determinadas
categor ías que sirven para expresar fen ó menos, cualidades, etc. como del comportamiento
funcional de los elementos lingüísticos, lo cual nos permitirá llegar al establecimiento de las
clases de palabras o partes de la oraci ó n , y , en ausencia de una forma externa o f ó nica que
permita distinguir en todos los casos las distintas categorías, la base de una verdadera
diferenciaci ó n formal hay que buscarla en la funci ó n . Por tanto , j. Roca-Pons incluye bajo el
punto de vista formal a) la clasificació n que resulta de tener en cuenta la combinatoria de las
palabras con los diferentes morfemas, esto es, la realizada de acuerdo con un criterio
morfol ó gico , y b) la clasificaci ó n a partir de las funciones sintácticas que desempeñ an las
palabras o semantemas en la oraci ó n , que es considerada tradicionalmente una clasificaci ó n
sint áctica funcional "?.
No obstante, no niega la posibilidad de hallar una correspondencia entre las categorías
o clases de palabras y los distintos contenidos significativos, sino que simplemente señ ala que
tal correspondencia no es necesaria y que, por ello , no puede hablarse de generalidad respecto
a la misma. De este modo , una vez que se ha delimitado formalmente la existencia de una
determinada categoría gramatical se puede llegar a advertir que ésta guarda una
correspondencia con un modo de pensar o representar la realidad extralingüística, pero es la
funci ó n sint áctica que desempe ñ an las palabras en la oraci ó n la que se presenta o aparece como
decisiva.
En este sentido , de la aplicació n de las premisas de j. Roca-Pons al sustantivo resulta
que 1) las funciones sint ácticas desempe ñ adas por el sustantivo en la oració n son las de
sujeto, predicado, atributo, aposició n (explicativa o especificativa) , complemento extr í nseco
-denominaci ó n de A . Sechehaye (1950: 66-78) - 0 de relaci ó n , complemento extrí nseco del verbo
(directo , indirecto y circunstancial) y vocativo , las cuales lo definen de manera clara pero no
suficiente"®‫ ؛‬2) a las funciones sint ácticas que puede desempe ñ ar, hay que añ adir, segUn

،26 En este sentido, alude el filólogo catal án (196٥: 116- 117) a la teor ía formulada por A . Sechehaye ( 1950: 102-
111) sobre la transposición entre las distintas categor í as de la imaginación , que constituye para el lingüista discí pulo
de Saussure la base del establecimiento de las partes de la oración .

،27 En efecto, el llamado criterio morfol ógico, que tiene como objeto el establecimiento de los distintos
morfemas con que pueden combinarse las palabras, es agrupado por j. Roca-Pons ( 1960: 115 - 116) junto con el
criterio llamado tradicionalmente sint áctico, referido é ste al papel de las palabras o semantemas dentro de la oraci ón
0 frase , bajo la denominació n de criterios formales , explicando esta unió n por el hecho de que ambos toman como
base o se apoyan en el estudio de la forma desde cualquiera de los puntos de vista en que Csta es o puede ser
considerada .

،28 Establece el fil ólogo catal án (196٥: 124 - 125) que la función de sujeto se relaciona estrechamente con la clase
de palabras sustantivo , ya que sólo puede ser desempeñada por un sustantivo o por una palabra o expresión
sustantivadas. De este modo, cuando el sujeto est á compuesto por varias palabras destaca entre ellas un sustantivo
o palabra sustantivada que funciona como nUcleo , en torno a la cual se agrupan las dem ás .
También el sustantivo puede aparecer funcionando como predicado nominal y , al ser é sta una funci ón
propia del adjetivo, se produce el fenómeno de la adjetivaci ón del sustantivo . En este sentido, j. Roca- Pons se ñala
que cuando no es posible una inversi ón entre sujeto y predicado {Juan es medico) si cabe liablar de aproximación
indudable del sustantivo al adjetivo, aunque no de confusión , mientras que si tal identidad reversible es posible { el

55
Roca-Pons, para terminar la definici ó n 0 delimitaci ó n formal del sustantivo , las conclusiones
que se obtienen del examen de la relaci ó n de éste con los morfemas , basá ndose el autor para
este punto en el postulado de L. Hjelmslev (1943) , aplicado a la lengua espa ñ ola por E . Alarcos
Llorach (1951) , que consiste en que los pleremas -las partes de la oraci ó n- pueden ser
delimitados de acuerdo con los distintos morfemas con los que son susceptibles de entrar en
combinaci ó n '". En este sentido , indica que " la " f ó rmula " m ás corriente entre las que recubre
el substantivo es la de CNA (o sea, plerema que es capaz de caso , nUmero y articulo) " , si bien
la capacidad para el caso es comUn al adjetivo , el pronombre y el adverbio en -mente y que )

" los substantivos flexibles ante el género constituyen un grupo caracter ístico , que Hjelmslev
simboliza con la " f ó rmula " CNAG " (op. cit.: 126) , y 3) una vez establecida, mediante la
aplicaci ó n de los criterios sint áctico y morfol ó gico -ambos de í ndole formal-, la existencia de
la clase formal de los sustantivos"٥, es posible llegar a intuir una relaci ó n 0 correspondencia
entre el sustantivo como categor ía de la lengua y un modo determinado de pensar la realidad
y presentarla al oyente: el sustantivo expresa, fundamentalmente, las cosas y , secundariamente,
las cualidades y acciones que son pensadas y representadas como cosas u objetos.

capitán es Juan ) no podemos considerar que se produzca adjetivació n del sustantivo ni que éste adquiera un valor
adjetivo (cf . al respecto, tambiCn Roca-Pons, op. cit.: 144- 145).
Asimismo, el sustantivo que aparece desempeñ ando una !unció n comparable a la de atributo est á en
aposició n . No obstante, estas !unciones -atributo y aposición - se distinguen porque el atributo expresa una cualidad
de un sustantivo, de una palabra sustantivada o de un grupo nominal con el que se relaciona estrechamente, y la
unidad que constituyen sustantivo y atributo se con ü gura como un grupo Unico desde el punto de vista
entonacional, mientras que la aposición expresa o atribuye alguna cualidad , explicaci ó n o circunstancia a un
sustantivo sin !ormar con ei una unidad. En este sentido, se indica que la aposició n tiene un car ácter predicativo
especial. Por ella, un sustantivo es expresado como complemento de otro sin la presencia de ningUn té rmino de
relación { Fernando, rey de Castilla -aposición explicativa-, el rio Guadalquivir -aposició n especi ü cativa-).
Frente a éste, el sustantivo que !unciona como complemento extr í nseco o de relació n aparece referido
a un sustantivo, un adjetivo, un pronombre, un adverbio o una interjección por medio de part í culas relacionantes
o preposiciones como, por ejemplo, en los sintagmas rey de Castilla y apto para el estudio.
Del mismo modo, los complementos extr í nsecos del verbo (directo, indirecto, circunstancial) est án
!orinados por un sustantivo, un grupo de palabras con sustantivo como nUcleo o una expresió n sustantivada. En
este sentido, apunta j. Roca - Pons (idem: 290) la a ünidad sem á ntica entre complementos nominales y complementos
ve.‫؟‬w\es u\ como sc O\I VA cn١ po ‫ ؟‬c١emp\o١ temo tus palabras , el temor de tus palabras , temeroso de tus palabras ,
١

que presentan afinidad en la idea verbal contenida en los tres elementos principales -temo , temer , temeroso- , e
igualmente es posible advertir la , segUn este autor, equivalencia , tanto desde el punto de vista semá ntico como
dentro del plano de la subordinació n, entre complementos formalmente distintos de un mismo verbo: Me alegro
. .
de que yo baya llegado Me alegro de baber llegado Me alegro de mi llegada .
Por Ultimo , es vocativo el sustantivo que designa a la persona o cosa personificada a quien dirigimos la
palabra. No obstante, en estos casos el sustantivo no desempeñ a , segUn Roca- Pons, una funció n especial sino que,
tal como ocurre con la interjecció n , la sustituye.

129
Por tanto, j. Roca- Pons (1960) acepta uno de los presupuestos básicos del estructuralismo que hace referencia
a la definici ón de las categor ías de acuerdo con las distintas posibilidades de combinació n con los morfemas.

no No obstante, se ñ ala el fil ó logo catalá n (op . cit .: 128) que, por las afinidades que
presentan , podemos asegurar
la existencia de una categor í a nominal englobadora de sustantivos, adjetivos y pronombres, opuesta a la categor í a
verbal, ya que los nombres (sustantivos, adjetivos y pronombres) a) son los Unicos semantemas que pueden
desempeñ ar en la oración las funciones de sujeto, predicado nominal y complemento extr í nseco o de relació n del
nombre o del verbo, mientras que el verbo sólo puede aparecer en función de predicado, y b) se flexionan por los
accidentes gramaticales de género y nUmero. Adem ás, sustantivos y adjetivos presentan sufijos derivativos comunes
como , por ejemplo , los diminutivos.
Este Ultimo aspecto, que los morfemas derivativos (sufijos de derivació n) sean , en muchos casos, los
mismos para sustantivos y adjetivos, es uno de los rasgos de naturaleza formal que, segUn el Esbozo de la Real
Academia Espa ñ ola (R . A . E. 1975: 165, 171-172 y 190) , justifica la inclusió n de ambas clases de palabras en la clase
superior de los nombres. Sobre este aspecto, vé ase 1.5.

56
Otras características particulares y diferenciadoras del sustantivo pueden inferirse de
la comparaci ó n de éste con el adjetivo, la cual permite afirmar que, al menos desde el punto
de vista morfol ó gico y sintáctico funcional , sustantivo y adjetivo se distinguen por a) la
dependencia discursiva, salvo en los casos de sustantivaci ó n , de los adjetivos respecto a los
sustantivos, mientras que éstos se configuran generalmente como una clase de palabras
independiente"' , y b) la distinta combinatoria de unos y otros con los diversos morfemas
nominales de gé nero , articulo y comparaci ó n .
Sobre lo primero , es necesario advertir que la independencia de los sustantivos respecto
a los demas sustantivos del enunciado o expresió n encuentra una objeci ó n en los casos de
aposició n , explicativa o especificativa, pues el sustantivo aparece calificando o especificando
a otro sustantivo directamente, de modo anaiogo a un adjetivo ( Fernando rey de Castilla, el )

rio Guadalquivir) , asi como en determinados nombres compuestos en los que uno de los dos
sustantivos ejerce una funci ó n propia del adjetivo {hombre mosca ) . Asimismo , señ ala este autor
un grupo de nombres intermedios entre sustantivos y adjetivos ( flancos , franceses ) los cuales, )

si se aplican a personas, se entienden generalmente como sustantivos y no aparecen referidos


a otros sustantivos, y en los demas casos aparecen como adjetivos, necesitando la presencia de
un sustantivo.
En lo referente a la combinatoria con los morfemas nominales, señ ala Roca-Pons (op .
cit.: 128) que a) el género es Unico para la mayoría de los sustantivos, siendo los adjetivos los
que se adaptan , para unirse en concordancia con ellos, al gé nero de éstos‫ ؛‬b) la unió n del
articulo con el adjetivo sirve para sustantivar al adjetivo y la del articulo con el sustantivo para
individualizar un objeto de entre todos los que constituyen la clase que se designa con ese
sustantivo , y c) la comparació n es exclusiva del adverbio y del adjetivo , y , si se emplea con el
sustantivo , éste toma un valor adjetivo (es muy mujer ) .

c. Hernández Alonso (1984: 394) indica que se ban llevado a cabo definiciones de
sustantivo empleando criterios de diversa indole, fundamentalmente, morfol ó gica, sem éntica
y sintáctica, solos o mezclados. Sin embargo , en ningUn caso , segUn este autor , la definici ó n
explicita de tal categor í a se presenta como requisito imprescindible y necesario para un estudio
de la misma, ya que examinando su forma, significado y funci ó n separadamente, habremos
llegado , atendiendo a los mismos criterios empleados para las definiciones, a un conocimiento
suficiente de su " esencia, funcionamiento y valor gramatical " , sin que haya necesidad de
agrupar los caracteres esenciales y formularlos como definici ó n previa 2١١. No obstante, a
pesar de lo establecido por este autor, anticipa algunos rasgos de la caracterizaci ó n global del
nombre, té rmino que emplea en su obra para referirse al sustantivo" que se obtendr í an
Unicamente cuando éste hubiera sido estudiado desde los tres puntos de vista enumerados. Asi,
‫؛‬
el sustantivo es " un signo ling üístico , nUcleo de un sintagma nominal , con morfemas de gé nero

‫ ادا‬La capacidad del sustantivo


para estar por si mismo en la cl á usula u oración sin necesidad de ٩ue se una a
ningú n otro nombre, mientras que el adjetivo siempre debe estar referido y / o aparecer junto a un sustantivo, es
el argumento base de tipo sintáctico colocacional o combinatorio empleado con mayor frectiencia en las gramá ticas
de corte tradicional para distinguir sustantivo y adjetivo cotno subclases de la clase global de los nombres (cf . al
respecto I . I . I .2.).

132
Lo que viene a denunciar c. Hern á ndez Alonso (1984) es el hecho observado en casi todas las gram á ticas
de situar al inicio del tema del sustantivo una definició n del mismo a la que sólo se llega una vez estudiada esta
categor í a desde los diversos puntos de vista se ñ alados, de modo que, m á s qtie una definició n a priori ésta deber í a
)

aparecer como una conclusión fhial.

‫ ددا‬Nombre equivale en la obra de c. Hern á ndez Alonso a sustantivo y en ningú n caso hace referencia a la clase

englobadora de sustantivos y adjetivos.

57
y n ú mero , que denota unidades sem á nticas referentes a entes, procesos, acontecimientos...
independientes y aut ó nomos, subsistentes por si ".
En este sentido , es posible establecer que, de acuerdo con c. Hern á ndez , el nombre
(o sustantivo) puede ser definido se ñ alando que 1) desde el punto de vista formal o
morfol ó gico, es un signo lingüístico formado por un lexema + morfema I (de gé nero) +
morfema II (de n ú mero) y susceptible de presentar morfemas afijos secundarios (prefijos,
interfijos y sufijos)‫ ؛‬2) desde el punto de vista del significado (op. cit .: 430) , significa de manera
independiente y aut ó noma, pudiéndose se ñ alar en el significado que transmite un n ú cleo
denotativo mas un conjunto de connotaciones que se incrementan en el contexto , y 3) desde
el punto de vista sint áctico funcional (idem: 427-430) , puede desempeñ ar las mismas funciones
que un sintagma nominal , puesto que el sustantivo es n úcleo de este sintagma, el cual puede
aparecer en el nexus, esto es, en la estructura /SN + sv / , como sujeto (SNj)‫ ؛‬objeto directo ,
atributo o suplemento (SN 2), objeto indirecto (SN 3) y circunstancial (SN*) . En este sentido ,
respecto a las funciones del nombre o sustantivo como n úcleo del sintagma nominal , establece
este autor que 1) el nombre n ú cleo del sujeto (SNj) rige y concuerda en n ú mero con el verbo ,
no suele llevar preposici ó n y , si ésta aparece cHasta los ni ñ os quieren mandar) , tal elemento no
funciona como preposici ó n‫ ؛‬2) puede aparecer el nombre como SN 2 - atributo en una
estructura atributiva (‫ د‬Luis es el medico, Ese es Juan )' 3) en funci ó n de SN 2 - objeto directo
)

puede aparecer el nombre solo o con la preposici ón a 4) desempeñ a tambi é n la función de


)

SN2 suplemento { Trato del asuntO Creer en algo )‘ 5) como SN 3 objeto indirecto expresa
٠
) ) "

el beneficiario o el perjudicado por la acci ó n o proceso verbal , y 6) funcionando como


SN* - circunstancial anade muy diversos matices sem ánticos y puede aparecer con transpositor
prepositivo o sin él. En cualquier funció n el sustantivo n ú cleo admite adyacentes y
presentadores o determinantes"*.

En lineas generales, la caracterizaci ó n que nos presenta F. Marsá (1984) del sustantivo
también responde a las perspectivas sintáctica, morfol ó gica y sem ántica .
Desde el punto de vista sint áctico , indica este autor (op. cit .: 51) que el sustantivo
puede aparecer como a) n ú cleo de un complemento del verbo , b) n ú cleo del sintagma nominal
y c) n ú cleo de un complemento del nombre. Esta ú ltima funci ó n obliga a apuntar como
caracter ística propia de la rescritura del sintagma nominal la recursividad , es decir , la regla de
rescritura del sintagma nominal comprende la posibilidad de incluir otro sintagma nominal al
que debe aplicá rsele de nuevo la regla, y asi sucesivamente, si bien hay que tener en cuenta que
el SN recursivo dependerá siempre de un Cn rescrito como ph + SN , es decir , preposici ó n
+ sintagma nominal . Sirva de ejemplo el diagrama arb ó reo realizado por F. Marsá para la

134
Adem ás, segú n c. Hern á ndez, el sustantivo puede desempeñ ar la funci ó n de adyacente de un SN con forma
prepositiva ( casa de madera ) o directamente sin preposici ó n . En este sentido, 1) cuando aparece unido al n úcleo
mediante una preposició n , puede expresar un contenido subjetivo ( amor de padres a hijos) , objetivo ( deseo de
riquezas) 0 denominativo en forma de aposici ón indirecta ( calle de Alcalá) , y 2) el adyacente directo de otro nombre
se denomina aposició n , que se define como " una funció n cubierta por un sustantivo o sintagma nominal al que
modifica " (op. cit.: 428). La aposición se caracteriza porque a) participa parcialmente de la relació n de
subordinaci ón y de coordinación - yuxtaposición -, y b) desde el punto de vista sem á ntico, puede ser restrictiva , esto
es, si se suprime la aposición el contenido del sintagma en el que aparece queda incompleto, o explicativa , ya que
puede manifestar un desarrollo en el que se detallan contenidos global izados en el n ú cleo o que reiteran el
contenido del n úcleo, lo explican. En este ú ltimo caso , la aposició n va unida al n ú cleo por un conector
gramaticalizado (o sea , a saber , es decir ) o yuxtapuesta y separada por comas en la ortograf í a.
Asimismo, el sustantivo puede desempeñ ar una función extraoracional o apelativa. En ella , el nombre
puede expresar 1) la funció n lingü istica apelativa-conativa, esto es, llama la atenció n del interlocutor o de otra
persona. El sustantivo aparece aqu í aislado, fuera de todo enunciado o interpolado en el (¡Antonio...!, No te muevas,
Antonio...) , o 2) el vocativo , o funció n expresiva que sirve de desahogo interior (¡Ay , Señ or, qué vida ésta!) . En
cualquier caso, el sustantivo en esta función apelativa es independiente de la estructura sintagmá tica de la oració n .

58
representació n del sintagma de marmol de Carrara:
SN

N Cn

f
ph SN

N Cn

ph SN
I I
facbada de marmol de Carrara

Morfol ó gicamente, el sustantivo se caracteriza, segUn este autor (op. cit.: 51-57) , por
tener flexión de nUmero y carecer de flexió n de gé nero.
Asimismo , establece F. Marsa (idem: 57-59) que, desde el punto de vista sem ántico , el
nombre sustantivo presenta como rasgo característico , frente al verbo , el adjetivo y el
adverbio , la independencia conceptual , es decir, lo expresado mediante un sustantivo esta
pensado como un concepto independiente ' ^, mientras que el empleo de las dem ás categorías
supone una concepció n dependiente de lo que debe ser se ñ alado por el nombre. En este
sentido , " la independencia conceptual del nombre le permite actuar de soporte de los
conceptos dependientes " (idem: 57) . Asi , en el sintagma cera blanda , el nombre cera no só lo
-

es nUcleo del grupo nominal , sino también el soporte del contenido semántico expresado por
el adjetivo blanda; en la expresió n el caballo trota, el concepto expresado por el verbo se
cumple en el nombre nUcleo del sujeto y si quisié ramos expresar este contenido sin referirlo
o aplicarlo a otro contenido tendríamos que utilizar el sustantivo deverbal trote. De esto
deduce la finalidad sem ántica del nombre en la expresi ó n: " el nombre o sustantivo sirve de
soporte o recipiente de los dem 3s elementos con los cuales contrae funci ó n‫ ؛‬pero su propio
contenido de informació n no necesita soporte ajeno . Si se nos permite el sí mil , el sustantivo
asume los semas o rasgos sem á nticos concurrentes al modo como la esponja embebe los
líquidos a que se aplica " (idem : 58-59) ‫ا‬١‫ة‬. Es decir , segUn este autor, el sustantivo es el
elemento central de la expresió n , pues todo esta, sem á nticamente al menos, referido a él‫ ؛‬pero
esto supone una identificaci ó n , por su parte , de nombre y sujeto .

. 55
La definició n de sustantivo de F. Marsa recuerda a la de A. Alonso y P. Henriquez Urefia (1958-59, I: 40) .
Esta concepción, aunque expresada con otros té rminos, figura igualmente en otras gram á ticas que o bien configuran
la tradició n gramatical española (cf ., entre otras, Gili Gaya 1961: 99) o bien son consideradas de transición (cf ., por
ejemplo, Hern á ndez Alonso 1984 : 394) . vé ase al respecto !.1.2. 2. y este mismo apartado.
15،
El gr áfico con el que F. Marsá (1984: 59) representa esta afirmación podr ía valer igualmente para hacer
igualmente referencia a la teor ía de los rangos del lingü ista o. Jespersen (1924: 96-99) o a la reformulació n de la
misma ofrecida por L. Hjelmslev (1928: 300-343). véase, por tanto, !.1.2. 3. y !. 1.2. 4.

59
1.2. ESQUEMATIZACION

1.2 . 1 . El sustantivo como subclase del nombre

1.2 . 1.1 . Definiciones de nombre como categorí a englobadora de sustantivos y adjetivos

1.2 . 1.1 . 1 . Desde los puntos de vista morfol ó gico , sintáctico y semántico

E. A . de Nebrija (1492: 164)


‫ﺧﻤﺪ‬

Nombre es " una de las diez partes de la oració n , que se declina por casos, sin
tiempos, r significa cuerpo 0 cosa ".

* G. Correas (1627: 112)


Nombre es " aquella palavra , i bozcon que se nonbra cada cosa, i tiene genero ,
articulos, n ú meros, casos 0 diferenzias de casos, con preposiziones ".

1.2 . 1.1 . 2 . Desde los puntos de vista semántico y morfol ógico

* c. de Villaló n (1558: 13)


Nombre es la " voz, 0 vocablo que sinifica las cosas propria, 0 comunmete y
no sinifica hazer, ni padecer en tiempo ".

* V. Salv á (1830: 137)


Nombres son " las palabras que significan un ser 0 una calidad , y que son
susceptibles de n ú meros, casos y gé neros".
* j. Alcina Franch y j. M. Blecua (1975)
Nombre es el morfema lexem á tico sinsem á ntico que puede combinarse con los
morfemas gramaticales 0 categorizadores de gé nero , n ú mero y articulo.

1.2 . 1.1 . 3 . Desde un punto de vista exclusivamente semántico

* R. A. E. (1771: 3)
Nombre es " una palabra que sirve para nombrar las cosas ".

* A . Meillet (1921: 175)


El nombre " indique les "choses" , qu ' il s’ agisse d’objets concrets ou de notions
abstraites, d’ ê tres r éels ou d’esp èces ".

1.2 . 1.2 . La distinción nombre sustantivo / nombre adjetivo

1.2 . 1.2 . 1 . Desde los puntos de vista sintáctico y semántico


‫ﺑﺎ‬
E. A . de Nebrija (1492)
Independencia del sustantivo en el discurso frente a la dependencia del adjetivo
respecto a aqu él.
Posibilidad de uni ó n del sustantivo con un articulo o con dos, mientras que


el adjetivo se puede unir con los tres.
El sustantivo significa sustancia y el adjetivo significa accidente.

* G. Correas (1627)
Es sustantivo " el nonbre, que sinifica sustanzia corporal , 0 sin cuerpo , i puede
estar por si solo en la orazion " (op . cit.: 122) y es adjetivo " el nonbre que sinifica calidad , i
propiedad alguna, que se a ñ ade al sustantivo, [...] i no puede estar en la orazion sin sustantivo ,
i á de conzertar con ei en genero , numero i caso " (idem: 125).

* R. A. E. (1771)
El sustantivo "significa alguna sustancia corpó rea , ó incorp ó rea " y "subsiste por
si mismo en la oraci ó n " (op. cit.: 3-4) , mientras que el adjetivo "se junta al sustantivo para
denotar su calidad " y " no puede estar en la oracion sin sustantivo expreso , ó suplido " (idem:

* V. Salv á (1830: 137)


"Si el nombre denota un ente 0 una calidad en abstracto , es sustantivo , porque
no necesita de que lo acompa ñ e otro nombre expreso ni tacito , y puede subsistir solo en la
oraci ó n ".

1.2 . 1.2 . 2 . Desde los puntos de vista sintáctico y morfol ó gico

* c. de Villal ó n (1558)
"Sustantiuo se llama: porque enla clausula Castellana puede estar por si sin
a ñ adirse el a otro " , frente al adjetivo que " es aquel que enla clausula castellana siempre se junta
y allega al sustantiuo " (op. cit.: 32) .
El sustantivo " no tiene mas de vna termination de vna letra final por lacual
conuiene a solo macho 0 a sola hembra , o a ambos juntos " y el adjetivo " tiene dos
terminaciones de letra final , una en 0, para el macho: y otra en a, para la hembra " (idem: 32-
33).

1.2 . 1.2 . 3 . Desde los puntos de vista morfol ó gico , sintáctico y semántico

* j. Alcina Franch y j. M. Blecua (1975)


De acuerdo con el morfema gramatical 0 morfema categorizador 0 ,
simplemente, categorizador de gé nero, n ú mero y articulo que no admiten , es posible distinguir
subtipos de nombres.
Las funciones denominativa y predicativa del significado se corresponden con
la funci ó n sustantiva y adjetiva , respectivamente, si bien son numerosos los nombres que
pueden desempe ñar ambas funciones, a veces, con cambio de significaci ó n.

1.2 . 2 . El sustantivo como clase de palabras independiente

!. 2.2 . 1 . Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente sintáctico

A. Bello (1847: 36)


El sustantivo es " una palabra que puede servir para designar el sujeto de la

61
proposici ó n . Se dice que puede servir, no que sirve , porque adem ás de esta ‫؛‬unci ó n , el
sustantivo ejerce otras ".

* L. Bloomfield (1933)
El sustantivo puede desempeñ ar las ‫؛‬unciones de: a) actor en la construcci ó n
sint áctica actor-action con el significado posicional de " realizador de una acci ó n "‫ ؛‬b) objeto en
la construcci ó n action-goal con el significado posicional de " el que padece una acci ón "‫ ؛‬c) eje
)

en la construcci ó n relation-axis con el significado de " centro desde el cual una relació n es
v á lida "‫ ؛‬d) base respecto a un adjetivo en la construcci ó n quality -substance, siendo aqu í la
"sustancia poseedora de la cualidad "‫ ؛‬e) base respecto a un adjetivo en la construcció n
limitation-substance, significando en ella " esp écimen concretizado "‫ ؛‬f ) junto a un SU 0 '

posesivo , designa el " poseedor ", etc.

A . Ma Barrenechea (1963: 21)


*
Los sustantivos son " las palabras que tienen las funciones privativas de sujeto,
objeto directo, objeto indirecto y agente".

1.2.2.2. Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente semántico

* E. Benot (1910: 27)


Es sustantivo la " palabra cuya comprensi ó n puede aumentar ".

* R. Seco (1930)
Los sustantivos son los nombres con que se designan los seres que rodean al
hombre y que son objeto de nuestro juicio.

* R. A. E. (1931: 12)
El sustantivo es la " parte de la oració n que sirve para designar seres, personas
0 cosas con existencia independiente, ya en la realidad , ya por abstracci ó n 0 personificación ".

* A.
Alonso y P. Henriquez Urefta (1938-39, I: 40)
Los sustantivos son " las palabras con que designamos los " objetos" pensá ndolos
con conceptos independientes".

A. Sechehaye (1950: 102)


‫را‬

El sustantivo " repr ésente les id ées QUE L’ ESPRdT CON ÇOIT dans la
cat égorie de 1’ entit é".

S. Gili Gaya (1961: 99)


Los sustantivos "se piensan en si mismos, como representaciones 0 conceptos
independientes

1.2 . 2.3. Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista semántico y sintáctico

* R. Lenz (1920)
El sustantivo es la categor ía gramatical que se corresponde , al menos
teó ricamente, con la categor ía l ógica de la sustancia. Expresa 0 significa la sustancia ( = el
sujeto l ógico 0 sujeto del juicio).

62
Es sustantivo " toda palabra que sirve de sujeto activo o pasivo de una
proposici ó n " (op. cit.: 116).
* O. Jespersen (1924)
Los sustantivos tienen mayor connotaci ó n que los adjetivos, esto es, se ñ alan
0 denotan un mayor conjunto de cualidades 0 rasgos distintivos.
Los sustantivos son las palabras que habitualmente figuran como palabras
pnnrids .
* Ch. Bally (1932)
Los sustantivos son " les mots, ou plus exactement les sé mant èmes virtuels
d ésignant des substances (êtres et choses) " (op. cit.: 113).
El sustantivo es el elemento central O nUcleo de la determinaci ó n por parte de
las categor ías l éxicas complementarias de adjetivo y verbo 0 de otros elementos que,
transposicionalmente, funcionen como estos.
* L. TesniCre (1959)
Los sustantivos son las palabras llenas que expresan la idea de sustancia y son
susceptibles de desempe ñ ar una funci ó n estructural y formar un nudo.

1.2 . 2.4. Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista morfol ógico y sintáctico
* L. Hjelmslev (1928)
El sustantivo es el semantema susceptible de morfemas de caso que desempeñ a
ordinariamente funci ó n de t érmino primario.
‫ب‬
A. Roldan (1967)
La categor ía sustantivo es la constituida por aquellas palabras a las que
corresponden las funciones privativas de sujeto , objeto directo, objeto indirecto y agente.
El sustantivo tiene la forma de lexema o semantema + morfemas
constituyentes gé nero y n ú mero) + morfemas libres (cuantitativos).

* E. Carrataia (1980: 61)


Los sustantivos son " palabras l éxicas del tipo L G cuyo lexema es susceptible
de los gramemas de gé nero y n ú mero (inherentes pero no exclusivos) , y que pueden estar en
las funciones de sujeto y objeto directo (caracter ísticas) , predicado, atributivo, declarativo,
t é rmino, circunstancial , predicativo y circunstante externo (accesorias). Tambi é n aparecen
como t é rmino casi exclusivo de la expansió n, del objeto indirecto y del agente".

* Ch. F. Hockett (1958)


Los sustantivos constituyen la subclase de la clase formal de los nombres
integrada por los temas contenientes flexionados para n ú mero y pertenecientes a un gé nero
determinado 0 ser indiferentes al gé nero.
Los sustantivos aparecen , generalmente, como n úcleo o centro de
construcciones endocé ntricas, que ocupan las posiciones de sujeto, objeto , t é rmino de
preposici ó n y atributo predicativo nominal.

* R. p. Stockwell, j. D. Bowen y j. w. Martin (1965)


El sustantivo puede estar compuesto de ra íz + afijo (s) flexionales de gé nero y

63
n ú mero y/o afijo (s) derivacionales.
El sustantivo ocupa la posici ó n de n ú cleo 0 centro del sintagma nominal, que
presenta la estructura interna NOUN PHRASE ٠DETERMINER + NOUN + NUMBER
y desempe ña las funciones de sujeto de un verbo , objeto de un verbo , objeto de una
preposici ó n , predicado nominal y complemento.

1.2 . 2.5 . Definiciones de sustantivo desde los puntos de vista semántico y morfol ó gico
‫ﺑﺪ‬
Psicomecanica
La parte de lengua sustantivo se obtiene tras someter la materia nocional 0
sustancia sem á ntica que resulta de la operaci ó n de discernimiento 0 ideogenesis a las
subcategorizaciones de gé nero 0 clase, n ú mero 0 morfismo , caso (funci ó n) 0 potencia y
categor ía de persona 0 determinació n ontológica.

F. Marcos Marin (1972 y 1980)


Los sustantivos son las palabras con que designamos los objetos pensá ndolos
con conceptos independientes.
El sustantivo es un sintagma constituido por un lexema , morfema l éxico,
semantema 0 plerema, y otro u otros morfemas gramaticales, gramemas 0 formantes,
constitutivos u obligatorios -los morfemas de gé nero y n ú mero- y facultativos u opcionales
- prefijos, infijos y afijos-.

1.2 .2.6 . Definiciones de sustantivo desde un punto de vista exclusivamente morfol ó gico

* E. Alarcos Llorach (1951)


El sustantivo engloba la categor ía de los pleremas en c N A , en c N A G , en
c A , en c N G, en c N , en c A G y sólo en c.
* A. Martinet (1960 y 1975)
El sustantivo es el monema no aut ónomo, no funcional , dependiente, regido
y lexical que se combina 0 puede combinarse con los monemas dependientes determinantes
gramaticales, esto es, modalidades, de n ú mero (monemas de n ú mero) y art ículos.
‫ﺑﺪ‬
B. Pottier (1966 y 1972)
El sustantivo est á constituido por un lexema y unos formantes 0 morfemas
gramaticales, que son constitutivos (los morfemas de gé nero y de n ú mero) y facultativos (los
infijos, los prefijos y los aspectivos).

1.2 . 2.7 . Definiciones de sustantivo desde Jos puntos de vista morfol ó gico , sintáctico y
semántico

* j. Roca-Pons (1960)
Las funciones sint ácticas desempe ñadas por el sustantivo en la oració n son las
de sujeto , predicado, atributo, aposici ó n (explicativa 0 especificativa) , complemento extr í nseco
0 de relació n, complemento extr í nseco del verbo (directo , indirecto y circunstancial) y
vocativo.
El sustantivo es la categor ía de los pleremas en c N A 0 en c N A G.

64
El sustantivo expresa las cosas y las cualidades y acciones pensadas y
representadas como cosas u objetos.

* c. Hern á ndez Alonso (1984: 394)


El sustantivo es " un signo lingüístico , n ú cleo de un sintagma nominal , con
morfemas de gé nero y n ú mero, que denota unidades sem á nticas referentes a entes, procesos,
acontecimientos... independientes y aut ó nomos, subsistentes por si ".

* F. Marsá (1984)
El sustantivo puede aparecer como nUcleo de un complemento del verbo,
nUcleo del sintagma nominal y n ú cleo de un complemento del nombre.
El sustantivo tiene flexi ó n de n ú mero y carece de flexi ó n de gé nero.
El sustantivo presenta como rasgo característico la independencia conceptual,
es decir , lo expresado mediante un sustantivo est á pensado como un concepto independiente.

65
1.3. VALORACIÓ N CR ÍTICA

''
‫؛‬
Opofiot y P7 /xa son las dos partes se ñ aladas por Plat ó n como constitutivas del
X070Ç (la expresi ó n , proposici ó n 0 sentencia) . Es por ello por lo que resulta acertada la
advertencia de R . H . Robins (1966) , quien , tras estudiar la evoluci ó n del sistema de clases de
.
palabras en los autores griegos (Plató n , Aristóteles, estoicos Aristarco, Dionisio de Tracia y
Apolonio) y latinos (Donato y Prisciano) y observar que este sistema se contin ú a durante la
Edad Media y todav ía pervive en la tradici ó n gramatical europea, denuncia lo anacrónico y ,
hasta cierto punto , desorientador que puede resultar la traducció n de los términos griegos
‫؛‬
0 G /xa y 07 /xa por nombre y verbo , respectivamente , pues la distinció n plat ó nica parece mas
identificable con las de t ó pico / comentario, sujeto / predicado 0 actor / acció n. Adem ás, si
se procede de acuerdo con las reglas de rescritura del primer modelo de la gramática generativa
(cf. Chomsky 1957) , la formulació n de la estructura del X070Ç, segú n Plat ó n, es XÔ70Ç, s - ‫ب‬
Ó G /xa , SN + p 77 /xa , sv (cf . Robins, op. cit .: 7) , lo cual implica la inclusió n de los adjetivos
y los sintagmas adjetivales entre los p77 /tara , si bien la diferenciació n establecida por
Arist óteles entre p77 /xara y Ó G/xara , consistente en que los primeros contienen referencia
temporal y los segundos no , y las definiciones de Aristarco de 0G /xa como parte del discurso
con flexi ó n casual y de ‫ م‬77 /xa como parte del discurso sin flexió n casual determinaron la
inclusió n de los adjetivos en el conjunto de los 0G /xa .
Los gram áticos latinos asumen el que podríamos denominar significado no plat ó nico
del té rmino 0 G /xa y lo traducen por nomen, aunque manteniendo la misma acepción amplia,
esto es, incluyendo a los adjetivos. En este sentido , en la mayor ía de las gram áticas de la
tradici ó n , fondamentalmente en las anteriores al siglo XX , el sustantivo es considerado , junto
con el adjetivo , como perteneciente a una clase superior denominada nombre, lo cual puede
ser considerado como pervivencia de lo que aparecía de manera constante en las gram áticas de
la Antig ü edad grecolatina: la unió n de ambas clases de palabras bajo la designaci ó n comUn de
griego 0 G /xa , latin nomen.
En efecto , los gram áticos griegos y latinos, que no diferenciaban claramente entre
sustantivo y adjetivo , venían señ alando, desde Dionisio de Tracia, que el adjetivo (ep íteto) no
era m ás que una de las muchas subclases que pod ían distinguirse en el conjunto de los nombres
comunes 0 apelativos, opuestos éstos a los nombres propios. Es Pedro Helias el primer autor
que, ya en el siglo XII , hace una distinció n dentro de la clase nombre en nomen substantiate
0 substantivum y nomen adiectivum . Posteriormente , en la primera mitad del siglo XIV, Tomas
de Erfurt diferencia el nomen substantivum del nomen adiectivum por sus modi essentiales:
independencia sintáctica ( per se stantis ) del nomen substantivum y construcci ó n obligada con
un nombre (adiacentis) para el nomen adiectivum, lo cual implicaba asimismo una distinció n
entre los dos modos de significar se ñ alados para el nombre: significar por el modo de
existencia, esto es, de la estabilidad y de la permanencia, propio del sustantivo , y significar por
algo que tenga características diferenciadoras, 0 modo de significar agregado, propio del
adjetivo"?. No obstante, a pesar de que la distinción nomen substantivum y nomen
adiectivum se introduce en la Edad Media, no es hasta el siglo XVIII cuando sustantivos y
adjetivos van a ser considerados clases 0 categorías independientes, siendo Girard ((1747) , Les
Vrais Principes de la Langue Française, ou la Parole Réduite en Méthode , hr\s١ eu Trancva. 7
^ ‫؛‬
» od ïï ve‫ ) ؟‬vY7 b ‫>؟‬Y Die Grundsdtze der deutschen sprache. Oder: Von den Bestandtheilen derselhen
und von dem Redesatze, Zurich) en Suiza los primeros gram áticos europeos que, segUn V .
BrOndal (1928) , trataron a sustantivos y adjetivos como clases diferentes, aunque en el caso de
la lingü istica francesa tal separaci ó n no llegó a hacerse general hasta la obra de N. Beauzée
(‫ \ ﻟﻢ‬7)‫ د‬7١١ , Grammaire Générale ou Exposition des Eléments Nécessaires du Langage pour Servir de

137
Cl. al respecto Robins 1974 y Garcia 1960.

66
Fondement ‫ غ‬rÉtude de Tontes les Langues١ h‫؟‬vs١. ٠

G. M. de Jovellanos (1795: 104-105) es el primer gram ático españ ol que incluye la


distinción sustantivo / adjetivo al establecer que " la palabra hombre es un nombre general,
pues indica las calidades comunes á todos los individuos de una misma especie, y la palabra
mortal indica una de aquellas calidades‫ ؛‬luego la diferencia que hay en las dos es que la primera
indica un conjunto de calidades y que la segunda indica una calidad sola. Ved aquí dos especies
de palabras, indicantes de objeto ó de sustancia é indicantes de calidad , o con otro nombre,
substantivo y adjetivo ". No obstante, j. ] . Gó mez Asencio (1981: 98 y 1985: 25) considera que
el quejovellanos sea cronoló gicamente el primer autor españ ol que distingue entre sustantivo
y adjetivo como clases de palabras diferentes es debido a que su obra es un extracto de la
gram ática filosófica de E . B. Condillac ((1776) , Cours d ' Éí ude pour l' Instruction du Prince de
Parme, I, Grammaire Londres) , que ya inclu ía tal distinci ó n. Por su parte, la Real Academia
)

Españ ola incorpora la distinció n entre sustantivo y adjetivo en la 12 edició n de su Gramática


‫ﻷ‬
)

pu\A\’ a<k en \ ‫ ة‬70١ pero , tockVu Wy١ A Esbozo de una Nue^a Gramática de la Lengua
Española, de 1975 (R . A . E . 1975), alude a los caracteres comunes de sustantivos y adjetivos,
los cuales justificarí an , y hasta aconsejarían , segUn la comisi ó n acadé mica, la inclusi ó n de
ambos en la clase superior de los nombres. La Unica diferencia observable entre unos y otros
radica, segú n se refiere en la mencionada obra, en que "solamente a los nombres sustantivos
conviene la distinció n entre nombres apelativos y propios" (op. cit.: 172) .
Pero no sólo en las gram áticas llamadas tradicionales, sino también en otras como , por
ejemplo, en la Gramática Española de j. Alcina Franch y j. M. Blecua (1975) , que hemos
considerado una gram ática de transició n por la uni ó n que se observa de postulados
tradicionales y estructurales, la cual hace imposible delimitar su pertenencia a una u otra
tendencia, sustantivos y adjetivos aparecen incluidos en la clase superior de los nombres, pues,
segUn estos autores, no hay criterios que distingan de manera clara y precisa ambas clases de
palabras. Tal forma de proceder en este aspecto concreto podrí a inducir a citar a estos
gramáticos entre los pertenecientes a la tradici ó n ling ü istica.
Del mismo modo, el preestructuralista A . Meillet (1921) emplea la denominació n
nombre para designar a la clase de palabras englobadora de sustantivos y adjetivos, la cual se
opone a la clase de palabras verbo.
Es frecuente, por tanto, que en estas gram áticas y monograf í as nos encontremos con
una definició n de nombre, con una definició n de sustantivo y con una definici ó n de adjetivo ,
y que sustantivos y adjetivos sean considerados subclases del nombre.

A este respecto, en lo referente a las definiciones de nombre podemos establecer una


divisi ó n entre a) aquellas obras que al definir esta clase de palabras parecen estar atendiendo
Unica y exclusivamente al sustantivo, por lo que nombre es igual a sustantivo y el adjetivo no
tiene cabida en tales definiciones pero es incluido en la clase nombre por la fuerza, por puro
tradicionalismo sin justificarlo. Sirvan como ejemplos representativos las definiciones de
nombre ofrecidas por E. A. de Nebrija (1492: 164) , c. de Villalón (1558: 15-14), G. Correas
(1627: 122), A. Meillet (1921: 175) y la edici ó n de la Gramática de la Real Academia Española
de 1771 (R. A . E. 1771: 5) 93١, y b) las gram áticas cuya definició n de nombre es la suma de

‫ ﻻ‬8 Una huella de esto podría verse en el hecho de que, actualmente, el t é rmino nombre aluda, por antonomasia ,

al nombre sustantivo, alternando, en el uso corriente, como sinónimo de sustantivo.


» 39 Esta incoherencia o inadecuación que se observa al examinar y comparar las definiciones de nombre con
las de sustantivo y adjetivo proviene, fundamentalmente, de la utilizació n, por parte de los distintos autores, del
criterio sem ántico para definir la clase nombre, ya que, basándose en este criterio, E. A. de Nebrija (1492: 164)
se ñ ala que el nombre "significa cuerpo o cosa "‫ ؛‬c. de Villalón (1558: 15) que "sinifica las cosas propria , o
comunmete "‫ ؛‬G . Correas (1627: 122) que es la " palavra , i boz con que se nonbra cada cosa "‫ ؛‬la Gramática de la

67
las definiciones de sustantivo y adjetivo, destacando en este sentido la caracterizaci ón ofrecida
por V. Salv á (1830: 137) "٥. Ahora bien, los criterios empleados para la definici ó n de nombre
no son los mismos por parte de todos los autores, ya que E . A . de Nebrija (1492) y G . Correas
(1627) nos ofrecen una caracterizació n de esta clase de palabras desde los puntos de vista
morfoló gico , sint áctico y sem ántico‫ ؛‬c. de Villal ó n (1558) , ٧. Salv á (1830) y j. Alcina y j. M.
Blecua (1975) hacen lo propio teniendo en cuenta consideraciones de indole sem ántica y
morfol ó gica, mientras que la corporació n acad émica encargada de la elaboració n de la
Gramática publicada en 1771 (R. A . E. 1771) y A . Meillet (1921) se basan en un criterio de
naturaleza sem ántica para la definici ó n de nombre, que es de carácter teleológico en el primer
caso y designativo y extralingü istico en el segundo.

Por otra parte, las definiciones de sustantivo que nos encontramos en estas gram áticas
y monograf ías que lo consideran un subtipo o una subclase del nombre surgen,
fundamentalmente, a partir del examen de los rasgos diferenciadores que esta clase de palabras
presenta respecto al adjetivo a) desde los puntos de vista sint áctico y semítico; b) desde las
perspectivas sintáctica y morfol ó gica, y c) atendiendo a consideraciones de í ndole morfológica,
sint áctica y sem ántica .
El criterio sint áctico colocacional 0 combinatorio utilizado porE . A . de Nebrija (1492:
165) , c. de Villal ó n (1558: 32-33) , G. Correas (1627: 122 y 125) , la corporaci ó n académica
encargada de elaborar la Gramática de 1771 (R. A . E. 1771: 3-4 y 6) y V. Salva (1830: 137-138
y 324-325) para distinguir sustantivo y adjetivo versa sobre el hecho de que el primero puede
aparecer solo en el discurso , mientras que el adjetivo necesita siempre estar referido a un
sustantivo expreso o el í ptico"'. Pero , sorprendentemente, se nos habla tambi én en estas

R. A. E. (R . A. E. 1771: 3) que es " una palabra que sirve para nombrar las cosas ", y A. Meillet (1921: 175) que
" indique les " choses " , qu ' il s 'agisse d’ objets concrets ou de notions abstraites, d’ ê tres r é els ou d’ espè ces
obviamente, el adjetivo ni significa cuerpo o cosa ni es la palabra que nombra o sirve para nombrar o indicar las
.
y

cosas.

no En este sentido, j. j. G ó mez Asencio (1981: 130-131) califica de " ingenioso " el procedimiento empleado por
los gram áticos para poder incluir sustantivo y adjetivo en la clase más general del nombre y que consiste en
elaborar una definición de nombre que resulta de la adición de las definiciones que previamente se han elaborado
de sustantivo y adjetivo considerados independientemente. Asi, tanto como G ó mez Asencio (op. cit.) como Calero
Vaquera (1986: 69) estan de acuerdo en que " la definici ón de nombre parece, asi, algo artificiosa y da la impresión
de que está hecha a posteriori, sobre la base de las definiciones de (nombre) sustantivo y de (nombre) adjetivo , para
permitir la entrada del sustantivo y del adjetivo en ella " (G ómez Asencio, idem: 130- 131). En definitiva , de lo que
se trata es de " conservar la categor ía nombre en la n ó mina de las clases de palabras un ánimemente aceptada por
la tradición " (Calero Vaquera , op. cit.: 69). En este sentido, son bastante representativas las palabras de G ó mez
Asencio (idem : 131) , las cuales reproducimos a pesar de la extensió n de la cita:
"... a estas alturas de la historia gramatical en Occidente (1771- 1847) el nombre , la clase nombre ,
es una clase de palabras artificiosa, mantenida artificialmente por los gram áticos, para cuya
existencia (una vez que adjetivo y sustantivo hab ían sido netamente separados desde la Edad
Media) los gram á ticos no encuentran una justificación seria y verdaderamente lingü istica‫ ؛‬parece
como si éstos se aferraran desesperadamente a la tradición y se negaran a eliminar de la
gramática (y de la lengua) una clase de palabras que la tradición un ánimemente aceptaba, a
cambio de crear dos clases nuevas que no aparecí an en los clasicos; de modo que la Unica
justificación que ellos y nosotros podemos encontrar para el reconocimiento de la clase nombre
es precisamente que ésta era una clase inexcusable en todas las gram á ticas tradicionales ".

MI
El liecho de que Nebrija , el primer autor de una gram á tica de nuestra lengua y, por tanto, el primero que
hace referencia a la distinción entre ambos tipos de nombres, incluya entre las diferencias de nombre sustantivo
y nombre adjetivo la ya apuntada en el siglo XIV por Tomas de Erfurt implica que tampoco aqu í podemos hablar
de aportació n u originalidad del gram á tico andaluz.

68
gram áticas de la posible sustantivació n del adjetivo y de la adjetivació n del sustantivo"2 , y
‫ ل‬. Alcina y J٠ M . Blecua (1975: 499-500) , que identifican las funciones denominativa y
predicativa del significado con las funciones sustantiva y adjetiva, respectivamente, apuntan
que son numerosos los nombres que, seg ú n los contextos, pueden aparecer en funci ó n adjetiva
(predicativa) o en función sustantiva (denominativa) . Por otra parte, E . A . de Nebrija (op. cit .:
166) encuentra en la posibilidad de uni ó n del sustantivo con sólo un articulo o, a lo sumo , con
dos, frente al adjetivo , que se puede unir con los tres art ículos, otro rasgo diferenciador entre
ambos tipos de nombres.

El criterio sem ántico, que es empleado por Nebrija y que configura como sustantivo
el nombre que significa sustancia y como adjetivo el que significa accidente, aparece también
en las gram áticas de G. Correas (1627: 122) , quien menciona la posibilidad de que esta
sustancia significada sea corporal 0 sin cuerpo; de la Real Academia Españ ola , publicada en
1771 (R. A . E . 1771: 3-4) , donde se especifica que la sustancia puede ser corpó rea o incorp ó rea,
y de V. Salvá (1830: 137-138) , si bien éste establece, frente a toda la tradici ó n gramatical
anterior , que el nombre sustantivo puede significar tambié n calidad en abstracto.

Y en el criterio morfol ó gico se basan c. de Villal ó n (1558: 32-33) , pues afirma que
sustantivo y adjetivo se distinguen porque el primero sólo tiene una terminació n o letra final,
mientras que el adjetivo tiene dos terminaciones: una para el masculino y otra para el
femenino, y j. Alcina y j. M . Blecua (1975: 497-499) , que mencionan la posibilidad de
distinguir subtipos de nombres segUn el morfema categorizador de género , nUmero y articulo
que no admiten .
No obstante, a veces se produce confusió n , principalmente, al definirse nombres,
sustantivos y adjetivos mezclando los criterios señ alados, sin distinguir desde qu é perspectiva
se lleva a cabo la caracterizació n '".

Por otra parte, consideramos conveniente se ñ alar que, adem ás de las anteriores, nos
encontramos con gram áticas, monograf ías y art ículos que, a pesar de que consideran y / o
señ alan que sustantivos y adjetivos son subclases diferentes de una clase superior denominada
nombre, no nos ofrecen ninguna definición de esta categor í a, limit ándose, en el mejor de los
casos, a señ alar los rasgos que presentan en comUn y / o que sirven para diferenciar ambas
subclases.
Asi, por ejemplo , no aparece ninguna definici ó n de nombre en la Gramática de la
Lengua Vulgar de España (1559), justificando esta ausencia " por pensar que vern á este tratado
a manos de personas prouectas i leídas" (op. cit.: 34) . Tampoco se alude en esta obra an ó nima
a la distinci ó n entre nombre sustantivo y nombre adjetivo como subtipos de la categor ía

142
En este sentido , Ma V. Romero Gualda (1989: 13) afirma , refirié ndose a las dificultades que se presentan en
la teor ía lingü istica para delimitar entre las categor ías de los sustantivos y los adjetivos, que "sustantivo y adjetivo
son dos tipos de palabras muy parecidas en la forma (presentan los mismos categorizadores de gé nero y nUmero
[...1‫ ؛‬con valor distinto, son susceptibles de derivació n apreciativa), diferentes en su actuación sintagmática y en las
relaciones con otros elementos. Asi, el adjetivo siempre sera subordinado al sustantivo, no puede ser nUcleo de
constricción a no ser que haya habido transposición de categoría para lo cual quizá hayamos utilizado un articulo
que se convierte en transpositor, función que nunca realiza cuando acompañ a al sustantivo del que sólo es
actualizador" . No obstante, Ma L. Calero Vaquera (1986: 67) considera que es precisamente el criterio sint áctico
funcional el que puede llevar a la separació n categorial entre sustantivo y adjetivo.

1 anto j. J . G ó mez Asencio (1981: 93) como Ma L. Calero Vaquera (1986) se refieren , si bien es verdad que
I 4J ' '

sólo respecto a las obras del periodo que cada uno de ellos estudia , al hecho de que es frecuente encontrar que en
una misma gram ática una clase de palabras aparezca definida por m ás de un criterio, lo que origina " una definició n
arbitraria e h í brida , establecida como esta sobre bases heterogé neas " (Calero Vaquera , op. cit.: 54) .

69
nominal 144, si bien al atender a los ejemplos que aporta cuando se ocupa del accidente
nUmero del nombre (cf . idem: 35) deducimos que, a diferencia de lo que ocurre en otros
tratados gramaticales, no es posible igualar o identificar nombre con sustantivo , sino admitir
la inclusi ó n del adjetivo en la categoría englobadora del nombre 14 *.

tampoco e\ Esbozo de una Nue^a Gramática de la Lengua Españ ola ‫ة \ ﻧﮫ‬


Academia Españ ola (R . A . E. 1973) formula una definició n caracterizadora de la clase de
palabras sustantivo , limit ándose a enumerar, en distintos apartados de la obra (cf. op. cit .: 165,
171-172 y 190) , los caracteres comunes que presentan sustantivos y adjetivos, que hacen posible
que estas dos categor í as ling ü isticas sean consideradas como pertenecientes a esa clase superior
de palabras llamada nombre. En este sentido, sustantivo y adjetivo son denominados
frecuentemente en la mencionada gram ática nombre sustantivo y nombre adjetivo,
respectivamente.
Los rasgos de indole morfol ógica y sintáctica comunes a sustantivos y adjetivos a los
que hace referencia la comisi ó n acadé mica son: 1) que poseen los mismos morfemas flexivos
o desinencias de nUmero; 2) que cada uno de los alomorfos de plural es seleccionado de
acuerdo con contornos fonol ó gicos id é nticos para sustantivo y adjetivo‫ ؛‬3) que los morfemas
derivativos que intervienen en la formaci ó n de sustantivos y adjetivos son , en muchos casos,
comunes‫ ؛‬4) que algunos de estos morfemas derivativos se adhieren a una misma raí z o tema
de derivació n dando origen a un Unico nombre que es sustantivo y adjetivo , como ocurre, por
ejemplo, con los nombres gentilicios, de los que la funció n sint áctica que desempeñan puede
indicarnos si es sustantivo o adjetivo. Asi, por ejemplo , en la expresió n los españ oles pierden ,
la funci ó n sujeto del nombre españoles y la agrupaci ó n de éste con el articulo los indica que
¿
se trata de un sustantivo14 , pero en son espa ñoles tal delimitaci ó n no queda clara,
)

produciéndose una indistinción o sincretismo entre las categorías sustantivo y adjetivo no


f ácilmente resoluble‫ ؛‬5) que los adjetivos, sobre todo los que significan persona o se emplean
con tal significaci ó n , pueden aparecer tratados como sustantivos en determinados contextos
o combinaciones, d ándose el fenó meno que tradicionalmente se ha denominado sustantivació n
del adjetivo ( los mejores los invencibles) , y 6) aunque con menor frecuencia que la
)

sustantivació n del adjetivo , es posible también la aparició n en un determinado contexto de un


sustantivo realizando la funció n de atributo ( vida padre ciudad satélite, un dia fenómeno ) . La
)

Unica diferencia entre nombres sustantivos y nombres adjetivos reconocida por la gram ática
académica consiste en que sólo los primeros pueden ser divididos en apelativos y propios,
aduciendo que " es dif ícil hmdamentar esta distinción con criterios gramaticales, probablemente

144
El tratamiento que de la clase de palabras nombre se nos presenta en la Gramática de Lovaina de 1559 esta
reducido en su totalidad a cuestiones concernientes a la morfologí a del mismo.
La definición de declinación como "forma i manera de entender las finales cadencias i variedad delas
palabras conque hablamos en respOdencia de macho, i hembra, persona, numero, i tiempo" (op. cit.: 51) , hace
posible la inclusión del nombre, junto con el articulo, el pronombre y el verbo, en las partes declinables, ya que
presenta, o, al menos, suele presentar, variaciones de gCnero y nUmero . En este sentido, encontramos positivo el
hecho de que no mencione la existencia de variación casual en el nombre, con lo que esta gram ática se independiza
en cierto sentido de los dictados grecolatinos.

14‫؛‬
En efecto, al ocuparse de la formación del plural aparece citado el adjetivo bueno, nombre singular terminado
en .0, que forma el plural en -5, dando como resultado buenos.

، No obstante, se advierte de la posibilidad de que esta expresión forme parte, coordinativa o


14

subordinativamente, de otra m ás amplia (¿05 jugadores italianos ganan y los españoles pierden), lo cual obliga a
considerar el articulo los como anaf ó rico y equivalente a los jugadores , y, consecuentemente, al nombre españoles
como adjetivo.

70
porque nada tiene que ver con la Gram á tica" (op. cit .: 172 n . 5) 5 .

Asimismo , la plasmaci ó n , enumeraci ó n y breve comentario de, por una parte, las
similitudes existentes entre sustantivo y adjetivo , y, por otra , los caracteres diferenciales que
separan , desde el ptinto de vista ling üístico , ambas clases de palabras son los dos ejes tem á-
ticos del articulo de F. Morales Pettorino ( 1980-81 ) .
En efecto, establece este autor que los criterios que permiten la inclusió n de sustantivos
y adjetivos en la clase superior de los nombres son : a ) el empleo de adjetivos 0 palabras que man-
tienen el contenido cualitativo propio de éstos para desempe ñ ar oficios caracter ísticos del sus-
tantivo ( sustantivacion del adjetivo) y el empleo de sustantivos para realizar funciones atri -
buidas tradicionalmente al adjetivo (adjetivaci ó n del sustantivo), es decir, el intercambio de
funciones sintá cticas entre sustantivo y adjetivo, y b) la similitud que plantean sustantivos y
adjetivos en la manera de acttiar los accidentes de gé nero y n ú mero en ambas clases de palabras.
Estos dos aspectos se ñ alados, uno de indole sintáctica y otro morfol ógica , dificultan sobrema-
nera la posibilidad de establecer una distinció n clara y precisa entre ambas clases de palabras.
.
Sobre las diferencias existentes entre sustantivos y adjetivos Morales Pettorino trata en
primer lugai los nombres en los que es posible establecer una distinci ó n significativa entre dos
'

tisos: un uso sustantivo y tin uso adjetivo, abord á ndose aqu í la problem á tica de los nombres
gentilicios y la de otros nombres que presentan usos hom ó nimos sustantivos y adjetivos .
En estos Ultimos nombres, se observa siempre un cambio de funció n (sustantiva / adjetiva )
seg ú n el matiz sem á ntico con el que el nombre en cuesti ó n se emplee (significado 0 uso
stistantivo / significado 0 uso adjetivo ) , a la vez que se pueden establecer las siguientes
conclusiones: 1 ) el uso adjetivo presenta siempre un contenido abierto , generalizante y
homogé neo , que se manifiesta en la totalidad de las flexiones de gé nero y nUmero , fiente al
significado cerrado , específico y heterogé neo del uso sustantivo, que adquiere una forma
particular de gCnero , y 2) los usos sustantivos siempre se relacionan con alguna acepci ó n o
LISO adjetivo pero lo inverso nunca ocurre‫ ؛‬de ah í, que pueda establecerse que aquellos pro -
ceden 0 derivan en todos los casos de Cste. Esta diferenciaci ó n sem á ntica con repercusiones
sintá cticas establecida entre uso sustantivo y uso adjetivo de los nombres hom ó nimos explica
1 ) en lo funcional , el hecho de que las acepciones adjetivas aparezcan con una mayor fie-
cuencia sustantivadas que las sustantivas adjetivadas, debido esto a la mayor flexibilidad de
las primeras frente a la rigidez de las segundas, que só lo mediante un proceso de abstracció n
pueden adquirir el significado gen é rico propio del adjetivo, y 2) en lo morfol ógico , que los
adjetivos con doble flexi ó n gen é rica presenten homonimia só lo parcial con el sustantivo ,
petrificado en un gé nero por causa de la especializaciOn del sustantivo en un uso masculino
0 femenino. Asimismo , Morales Pettorino hace referencia a los nombres en los que a una
acepció n , significado 0 contenido sustantivo no corresponde un contenido adjetivo , centrá n -
dose en este caso en el establecimiento de una oposició n entre vocablo sustantivo y vocablo
adjetivo cuando los contenidos de éstos no está n í ntimamente relacionados.
El Unico criterio distinguidor entre sustantivos y adjetivos que halla el autor que
tratamos es de indole morfol ógica y est á basado , concretamente, en el examen a ) de la mane-
ra en que gé nero y nUmero funcionan en sustantivo y adjetivo, y b) del valor sem á ntico que
gé nero y nUmero tienen para sustantivo y para adjetivo. Tras el an á lisis de ambos aspectos,
establece que a ) en el sustantivo hay una interdependencia entre el accidente de gé nero y
el de n ú mero , ya que no es posible concebir ningú n sustantivo espa ñ ol sin un gé nero

147
En este sentido , como bien apunta Ma V. Romero Gualda (1989: 13 n . 4), el Esbozo de la Real Academia
Espafiola " presenta muchos m ás datos a favor de la agrupació n (de sustantivos y adjetivos) en una categor í a que
en contra .
71
determinado y sin un n ú mero concreto , siendo masculino - singular, masculino - plural ,
femenino singular y femenino - plural las cuatro alternativas posibles. El adjetivo , por otra
"

parte, no presenta tal interdependencia entre ambos accidentes gramaticales, pues casi un 25%
de los adjetivos carece, segú n el autor mencionado , de terminaciones de género y , adem ás, hay
un grupo , aunque bastante reducido , de adjetivos invariables en cuanto al gé nero y al nUmero ,
y b) el gé nero se presenta en el sustantivo como un requisito de su estructuració n y
clasificaci ó n gramatical que no aporta ningú n significado 0 contenido específico en los casos
de los sustantivos que no intervienen en oposiciones sexuales (el 90% de los sustantivos) y si
aporta significado o contenido sem ántico de varó n / macho, mujer / hembra / especie en los
casos de intervenci ó n en oposiciones sexuales (el I 0٥/o de los sustantivos) , mientras que el
nUmero en el sustantivo se presenta como una flexión dotada de constante contenido
cuantitativo que se reparte entre singular, que expresa la unidad y / o la especie (1 y E) , y el
plural, expresivo de los valores de varias unidades y de la especie (n + 1, y E) , con lo cual
tenemos una alternativa de oposici ó n (1 / n + 1) y otra de sincretismo (E / E) . En el adjetivo
ni género ni nUmero aportan valor sem ántico , pues ambas flexiones son consideradas como
un reflejo o resonancia contextual del género y del nUmero del sustantivo , con el que el
adjetivo tiene que manifestar concordancia.

El otro gran apartado establecido en este capitulo ha sido el de la exposici ó n teó rico-
critica de las definiciones de sustantivo formuladas por los autores que sustentan que el
sustantivo no es una subclase del nombre sino una clase de palabras independiente. Ahora
bien , si, tal como hemos dicho , aquéllos que consideraban que el sustantivo era una subclase
de la categorí a nombre segu ían con esta asunci ó n las pautas marcadas por una tradición
lingüistica que se remonta a los gram áticos griegos y latinos, éstos que entienden que el
sustantivo es una clase de palabras autó noma tampoco son del todo originales, pues, como
afirma Ma L. Calero Vaquera (1986: 70) , " no hacen sino seguir los dictados de una tradici ó n ,
esta vez la impuesta por los gram áticos filosó ficos de Francia (sobre todo por Condillac) ".
No obstante, pueden distinguirse a) definiciones de sustantivo formuladas desde un
punto de vista exclusivamente sint áctico‫ ؛‬b) definiciones de sustantivo elaboradas desde un
punto de vista exclusivamente sem ántico‫ ؛‬c) definiciones de sustantivo realizadas teniendo en
cuenta consideraciones de indole sem ántica y sint áctica‫ ؛‬d) definiciones de sustantivo desde las
perspectivas morfoló gica y sint áctica‫ ؛‬e) definiciones de sustantivo que resultan de la unió n de
consideraciones sem ánticas y morfol ó gicas‫ ؛‬f) definiciones de sustantivo desde un punto de
vista exclusivamente morfológico, y g) definiciones de sustantivo que conjugan las tres
perspectivas enunciadas: la morfoló gica, la sint áctica y la sem ántica .

En este sentido, es necesario apuntar que ninguno de los gramáticos de la tradició n


recurre exclusivamente al criterio morfol ó gico ni para la caracterizaci ó n del nombre ni para
establecer la distinció n entre nombre sustantivo y nombre adjetivo ni para elaborar una
definició n de sustantivo , sino que el criterio morfológico siempre aparece unido a los criterios
sint áctico y / o sem ántico, precisando la caracterizació n 0 distinció n que se ha efectuado
previamente desde otro punto de vista y no present ándose, por tanto, como criterio definidor
Unico. Frente a éste, el criterio sem ántico es el que se emplea en la mayoría de las definiciones
de sustantivo tradicionales '", bien como criterio Unico , teleológico (R. Seco (1950: 7 y 10)

148
En este sentido, Ma L. Calero Vaquera (1986: 52) menciona que la " utilizació n exclusiva - y abusiva- de este
criterio por parte de nuestros gram áticos de la tradición " ha sido criticada por los lingü istas contempor á neos. En
electo, E . Coseriu (1972: 14- 15), por ejemplo, señ ala, en contra del criterio de indole sem á ntica con que
tradicionalmente se vienen deliniendo las categor í as verbales, que " habr í a que preguntarse seriamente si las palabras
acción y verbo (que ciertamente signilican " acció n " y " verbo ") deben considerarse como verbos, y por qué las

72
y la Gramática de la Real Academia Espa ñ ola de 1931 (R. A . E. 1931: 12) , que contienen
caracterizaciones de sustantivo que incluyen o aparecen encabezadas por la construcci ó n de
finalidad " parte de la oraci ó n que sirve para ..." ) o no (E . Benot (1910: 27) , A . Alonso y p.
Henriquez Ureñ a (1938-39, I: 39-40) y s. Gili Gaya (1961: 99) , que atienden,
fundamentalmente, a la significació n de los sustantivos y a la realidad por ellos designada) , bien
unido al criterio sint áctico (R . Lenz (1920: 73-77 y 116)), ya que definiciones sintácticas
funcionales de sustantivo tambi én son formuladas por los gram áticos de la tradició n.
En efecto, tanto A . Bello (1847) , que define esta clase de palabras atendiendo
exclusivamente a un punto de vista sintáctico funcional , como R . Lenz (1920) , quien tambi én
incluye en su caracterizació n de sustantivo la consideració n de que esta categoría gramatical
se corresponde con la categor ía lógica de la sustancia, se refieren al sustantivo como la clase
de palabras " que puede servir " (Bello , op . cit .: 36) o " que sirve " (Lenz, op. cit.: 116) de sujeto
de una proposici ó n . Ahora bien , esta definició n 0 caracterizaci ó n de sustantivo tendría que
haber obligado a estos gram áticos a incluir a los pronombres, o, al menos, a determinados
tipos de pronombres, en la clase de los sustantivos '", pero esto sólo se observa en A . Bello,
ya que R . Lenz considera que el pronombre constituye una clase de palabras aut ó noma
integrada por las palabras que se ponen o colocan en lugar de los nombres y los
reemplazando.

Frente a éstas, lo primero que llama la atenció n al comparar las definiciones de


sustantivo que aparecen en las gram áticas reseñadas que han sido consideradas como
pertenecientes al periodo de transició n entre tradició n lingü istica y estructuralismo es que los
distintos autores se basan para formularlas en criterios de idéntica naturaleza, esto es, en cada
gram ática se encuentra 1) una definici ó n de sustantivo realizada de acuerdo con un criterio
pretendidamente sem ántico, y 2) una definici ó n denominada "formal ", en la que se incluyen
aspectos morfoló gicos y / o sint ácticos de esta clase de palabras.
La primera, la definici ó n semántica, constituye uno de los puntos de contacto de estas
obras transicionales con las que configuran la denominada tradición gramatical, en el sentido
de que las gram áticas en cuesti ó n se limitan , tal como hemos mencionado , a reproducir
(Marcos Marin 1972: 114 y 1980: 183) o parafrasear (Roca-Pons 1960: 124-126 y Hern ández
Alonso 1984: 394) las definiciones semá nticas que aparecen en aquellas obras '5١.
Las características que presentan en comú n sustantivos y adjetivos y las que los
diferencian aparecen tambi én tratadas, aunque desde distintos puntos de vista, porj. Roca-Pons
(op. cit.: 127-129) y por F. Marcos Marin (1972: 119 y 1980: 188) . Esto puede ser considerado
como un resto o pervivencia de lo que aparecía en las gram áticas denominadas tradicionales .
palabras cualidad y adjetivo (que más que ninguna otra significan "cualidad " y " adjetivo ") no son adjetivos".
H9
Es interesante citar al respecto la definición de sustantivo ofrecida por M. Seco (1972: 77) , que establece que
el sustantivo "es una palabra capaz de funcionar como nUcleo del sujeto de una oració n ". Distingue (op. cit.: 77-79
y 85-86) entre a) sustantivos por naturaleza: nombres y pronombres, y b) sustantivos por traslación . Nombres y
pronombres se distinguen porque los primeros está n fijados a los objetos que designan , mientras que los
pronombres Unicamente los señ alan , es decir, su significación depende de circunstancias pasajeras, como el lugar ,
la situació n en el diálogo, etc. Asi, si tradicionalmente eran los sustantivos los que, junto con los adjetivos,
quedaban incluidos en la clase mayor de los nombres, para este autor, son los nombres los que, junto con los
pronombres, se incluyen en la clase mayor de los sustantivos.

،50 Hicimos referencia a esta cuestió n en !. 1.2.1. n . 33.

» 51 En concreto, F. Marcos Marin reproduce la definición de car ácter lógico-semántico expuesta por A. Alonso
y P. Henriquez Ureñ a (1938-39, 1: 40) , que es, curiosamente, de las definiciones tradicionales, la que presenta mayor
semejanza con las formuladas posteriormente por j. Roca-Pons y c. Hern á ndez Alonso.

73
las cuales, por influencia de la tradició n grecolatina, conectaban y vinculaban dos clases de
palabras (sustantivos y adjetivos) que, si bien se consideraban só lo una en estadios anteriores
de la investigació n lingü istica, boy constituyen dos categorías totalmente independientes.
En lo que concierne a la denominada definici ó n " formal " de sustantivo, esto es, la
definici ó n morfoló gica y / o sintáctica funcional , j. Roca-Pons y F. Marcos Marin la señ alan
como la primera y de mayor importancia que la definició n sem ántica, es decir, subordinan la
definici ó n sem ántica a la formal, pues, segUn estos autores, primero se deben hallar los rasgos
" formales " (morfológicos y / o funcionales) que caracterizan a una clase de palabras, para, luego ,
una vez delimitada tal categor ía y asegurada su existencia, proceder a la b úsqueda de una
correspondencia de carácter l ógico o designativo entre ella y la realidad . Por su parte, c.
Hern ández Alonso sitUa ambas definiciones en el mismo plano y no considera prioritaria
ninguna respecto a la otra. Ahora bien , las definiciones formales de sustantivo que ofrecen
todos estos autores son definiciones t í picamente estructurales, ya que las basan en la
consideraci ó n de que esta clase de palabras esta constituida por dos elementos significativos
m í nimos que se denominan lexema. morfema léxico semantema o plerema el primero de ellos,
) ) )

y morfema gramatical , gramema o formante el segundo , distinguiéndose entre los Ultimos los
)

denominados morfemas constitutivos, que son los de género y nUmero , y los llamados
morfemas facultativos, esto es, los prefijos, infijos y afijos, si bien , adem ás, debemos destacar
que F. Marcos Marin cita al articulo como morfema del sustantivo, recogiendo asi un
،
postulado de parte del estructuralismo b sico.
Otro rasgo t í picamente estructural es postular que la diferenciació n y definici ó n de las
categor í as deben hacerse teniendo en cuenta las distintas posibilidades de combinació n con los
morfemas. En este sentido , j. Roca-Pons (1960: 126) ofrece una divisi ó n de los sustantivos en
subgrupos de acuerdo con los morfemas con los que si o no se combinan , esto es, segUn el
mismo criterio seguido, a partir de lo postulado por L. Hjelmslev (1943) , por E. Alarcos
Llorach (1951: 89-90) para la clasificació n de los sustantivos españoles.

Teniendo en cuenta que el verdadero estructuralismo lingüístico no empieza con la


publicaci ó n del Curso de Lingüistica General de F. de Saussure (1916) , sino con las
reformulaciones teóricas y las correspondientes aplicaciones prácticas de los postulados
saussureanos llevadas a cabo por los ling ü istas funcionales de la escuela de Praga, nos parece
necesario , antes de pasar a la valoraci ó n critica de las definiciones de sustantivo formuladas en
el marco del estructuralismo lingüístico, revisar lo establecido por parte de los lingü istas que
integran la escuela considerada mas fiel a los principios saussureanos, la escuela de Ginebra,
preestructural porque surge entre F. de Saussure -los lingü istas que la integran son los
aut é nticos transmisores y di١mlgadores de las teor ías y doctrinas de éste y los que con mayor
firmeza manifestaron su oposici ó n a la reformulaci ó n de los principios establecidos por su
maestro- y la escuela de Praga , constituida por los lingü istas que reelaboraron , modificaron ,
ampliaron y llevaron a la practica las doctrinas del lingü ista ginebrino.
Sin embargo , no muy distintas a las ya comentadas son las definiciones de sustantivo
que encontramos en los estudios sobre el tema de estos lingü istas preestructurales, si bien éstas,
frente a las que acabamos de ver, presentan como rasgo comUn el estar realizadas atendiendo
Unicamente a un criterio de indole semántica, que es designativo y extralingüístico en Ch .
Bally (1932: 113) -los sustantivos " désignant des substances (êtres et choses) "- y ló gico en A .
Sechehaye (1950: 98-102) , puesto que éste intenta establecer una conexió n entre el pensamiento
-el modo de concebir la realidad o de percibirla objetivamente, esto es, tal y como la realidad
es y se presenta- y la expresió n de aquello que se piensa y concibe de un determinado modo
mediante una clase de palabras concreta.
No obstante, hay que tener en cuenta que, al igual que A . Meillet (1921: 180) respecto
al nombre, Ch . Bally (1932: 90-91) establece una delimitació n entre lo que él denomina raí z

74
o radical de la palabra y los afijos, siendo éstos distintos para las formas nominales y para las
verbales. Por tanto, ambos se acercan a la definici ó n que de esta clase de palabra encontramos
en los distintos autores integrantes de las corrientes estructuralistas.

En efecto , el sustantivo es definido por el estructuralismo lingüístico europeo como


la uni ó n de un lexema (Pottier 1966, 1967 y 1972, Roldan 1967 y Carrataia 1980) ,
semantema (Hjelmslev 1928 y Roldan 1967) , plerema (Alarcos 1951) o monema léxico
(Martinet 1960 y 1975) -distintas terminologías segUn los distintos autores, escuelas o
tendencias- y los gramemas (Pottier 1967 y Carrataia 1980) , morfemas (Hjelmslev 1928 y
Roldán 1967) , monemas gramaticales (Martinet 1960 y 1975) , morfemas gramaticales o
formantes (Pottier 1966 y 1972) constitutivos de género , nUmero y articulo. En este sentido ,
hemos de se ñ alar que estas definiciones de sustantivo que, aunque con diferentes terminologías,
formula, en un sentido u otro , la mayor ía de los lingü istas estructurales europeos y que se
centran , fundamentalmente, en el significado gramatical del sustantivo, incurren en el error
de poner en el mismo rango o nivel a género , nUmero y articulo, sin observar , por tanto,
que género y nUmero son morfemas gramaticales del sustantivo -suponen la determinació n de
lo que ya tiene significado categorial y léxico١‫؟‬2-, mientras que el articulo es un morfema
gramatical del sintagma nominal .

Junto a esta definici ón general , debemos tener en cuenta la caracterizaci ón mas


particular de L. Hjelmslev (1928), quien , basá ndose en lo establecido por O. Jespersen (1924),
se propone, en este trabajo previo a la elaboraci ó n de la teor ía glosematica , fundamentar
formalmente lo que o. Jespersen ya hab ía establecido desde presupuestos esencialmente
‫؛‬
ló gicos ' ‫ ؟‬si bien ninguno de ellos consigue dar una caracterizaci ó n de sustantivo que pueda
ser considerada una verdadera definició n de esta categor ía , sino , todo lo m ás, una delimitaci ó n ,
y no absoluta, pues hacen referencia al hecho de que el sustantivo desempe ñ a la funci ó n de
té rmino primario " de ordinario " , " generalmente" , '' habitualmente " , " ordinariamente " , esto es,
no siempre. Adem ás, el sustantivo es presentado por parte de L. Hjelmslev como el semantema
susceptible de morfemas de caso y t érmino regente en concordancia pura, pues rige el gCnero ,
el nUmero y el caso del adjetivo , que depende, por tanto , siempre de un sustantivo , asi como
la persona y el nUmero del verbo. Ahora bien , no observa que 1) en determinadas lenguas,
como , por ejemplo , la españ ola, el sustantivo no presenta variaciones casuales en los nombres,
lo cual se podría decir tambié n de E. Alarcos (1951) , quien, en su aplicació n de las teor ías
glosematicas al an álisis de nuestra lengua, atribuye a todos los sustantivos, incluidos los
nombres propios, la posibilidad de variaci ó n de flexió n casual , mientras que en otras lenguas,
como la inglesa, el sustantivo no presenta variaciones de gé nero , e incluso puede haber alguna
en la que no presente alternancia de nUmero; 2) en una lengua concreta puede haber
sustantivos que, a pesar de estar referidos a seres sexuados, no intervengan en la oposici ó n
‫؛‬
masculino / femenino '‫ ؟‬y 3) también , junto a sustantivos que intervienen en la oposici ó n

152
Sobre el sentido en el que utilizamos las denominaciones significado categorial, significado léxico y
significado gramatical, cf . Coseriu 1975: 82, 1976: 6 y 1977: 248 ó el capitulo V de este libro, donde hacemos
referencia a la distinción formulada por el lingü ista rumano.
153
Los lingü istas que integran la escuela glosemática intentan definir las categor í as, y, por tanto, el sustantivo,
por los que ellos denominan criterios lingüísticos, esto es, formales y funcionales, y no por criterios sem á nticos
y lógicos, debié ndose tener en cuenta , en este sentido, la imposibilidad manifiesta , de acuerdo con su concepción ,
de distinguir entre morfología y sintaxis.

154
Esta cuestió n la tratamos en el capitulo II: El genero del sustantivo.

75
singular / plural, pueden citarse otros que carecen de nUmero singular o de nUmero plural '".
Igualmente, el intentar marcar la oposició n nombre / verbo vali é ndose Unicamente de la
posibilidad de combinaci ó n del primero, frente al segundo , con los morfemas casuales, adem ás
de, como hemos dicho , ser un criterio totalmente inaplicable en aquellas lenguas en las que
no existe variació n o flexi ó n casual , lleva a L. Hjelmslev a incluir en la clase de los nombres
a los pronombres, adjetivos, sustantivos y adverbios, sin llegar a diferenciarlos de manera
precisa, pues, en todos los casos les atribuye una definici ó n en t é rminos de la teor í a de la
subordinaci ó n de o. Jespersen que, como hemos dicho respecto a la definici ó n de sustantivo ,
incluye el matiz " generalmente " 0 " de ordinario " , es decir , que no siempre es cumplida por
el semantema en cuesti ó n. En este sentido , el lingü ista dan és tendría que haber abordado los
fen ómenos de la sustantivació n , adjetivaci ó n, verbalizació n y adverbializaci ón , los cuales se
producen cuando las categor ías sustantivo , adjetivo, verbo y adverbio no desempe ñ an las
funciones " ordinarias " ‫ ؛‬por ejemplo, el sustantivo que aparece como t é rmino adjunto o
secundario implica una adjetivaci ó n y el adjetivo que es t é rmino primario , una sustantivació n .
Ahora bien , abordar este tema hubiera supuesto la bUsqueda de una definici ó n alternativa para
cada una de las categor ías señ aladas, lo cual le resulta a L. Hjelmslev imposible a tenor de los
presupuestos de los que parte. Todas las objeciones formuladas resultan mas graves si tenemos
en cuenta que este autor no aclara suficientemente en ningUn momento qué entiende por
semantema y sigue siendo dif ícil para un ling ü ista el contenido exacto de los t é rminos
" funció n " y "criterio funcional " en la glosem ática.

La psicomecanica describe el sustantivo como el resultado de un proceso lexicogenético


en el que se aplica a una forma la materia nocional obtenida a partir de una serie de visiones
coincidentes o de experiencias de actos que, al agruparlas, permiten la delimitació n de un
concepto . En este proceso , la materia nocional 0 sustancia sem ántica es sometida, a medida que
se va efectuando el trayecto mental constituido por las operaciones de ideogénesis y
morfogénesis, a las subcategorizaciones de género, nUmero, caso (funci ó n) y categoría de
persona . Tal delimitaci ó n implica, entre otras cosas, que el pensar es anterior al hablar , lo cual ,
desde nuestro punto de vista, no est á nada claro , pues, si para las palabras que se refieren a
objetos materiales podría, en Ultima instancia, aceptarse, se nos presentan dudas para las
palabras que no se refieren a estos. En este sentido , no podemos admitir ni la definici ó n que,
desde estos presupuestos, los autores psicomecá nicos establecen de sustantivo , ni las
delimitaciones que señ alan entre sustantivo y otras clases de palabras, como , por ejemplo, el
adjetivo , en t é rminos de lo que denominan " régimen de incidencia " , ya que defienden el aserto
de que el aporte del adjetivo puede aplicarse a cualquier tipo de soporte sin necesidad de
se ñ alar ninguna restricci ó n a esta aplicaci ó n y , si esto fuera asi, sintagmas como *enfermedad
bella, *mesa rubia *estandarte aguileno y *lápiz moribundo no serian incongruentes.
)

Tambi é n en el marco de la lingü istica estructural europea, determinados autores como ,


por ejemplo , A . Ma Barrenechea (1963: 21) , A . Roldan (1967: 78) y E . Carrataia (1980: 61) nos
ofrecen una definició n de sustantivo desde un punto de vista sint áctico funcional , si bien , en
el caso de los dos Ultimos, esta caracterizaci ó n sintáctica complementa ' ^ 0 se a ñ ade a la
establecida previamente desde una perspectiva morfol ó gica. En este sentido , los tres autores
citados coinciden en considerar que los sustantivos constituyen la categor ía de las palabras a
las que les corresponden, tienen o pueden estar en las funciones privativas o características de

15‫؟‬
Cf . 3.1.1.1.2. y 3.1.2.12.
156
No obstante, para ٨. Roldan (1967) la definici ón funcional es la mas importante. Al respecto, puede verse
!.1.2. 4 . n. 78.

76
sujeto , objeto directo , objeto indirecto y agente. Pero no podemos considerar validas estas
definiciones funcionales de sustantivo desde el momento en que los distintos autores no tienen
en cuenta que la Unica funci ó n sint áctica que desempe ñ a el sustantivo en la expresió n es la de
ser nUcleo o elemento nuclear de un sintagma que, por ello, es denominado nominal , siendo
éste el que realmente cumple o desempeñ a cada una de las funciones sintácticas atribuidas por
estos lingü istas al sustantivo.

Tampoco nos resultan totalmente satisfactorias las definiciones de sustantivo de los


autores pertenecientes al denominado estructuralismo lingüístico americano , si bien , frente a
lo establecido por los lingü istas tradicionales y muchos de los estructuralistas europeos, que
se refer ían a las funciones sintácticas desempeñ adas por el sustantivo y no por el sintagma
nominal , consideramos positivo el que los estructuralistas americanos señ alen que las distintas
posiciones de la expresió n oracional no son ocupadas por el nombre sino por expresiones
sustantivas, si bien en algunos casos se observan vacilaciones. Asi , por ejemplo , L. Bloomfield
(1933: 202-203 y 267) une al hecho de que el sustantivo [ noun de acuerdo con su terminolog í a)
sea nUcleo de una construcci ó n endocé ntrica o expresió n sustantiva que puede desempe ñ ar las
funciones de actor en la construcci ó n sint áctica actor-acci ó n , objeto en la construcci ó n
sint áctica acci ó n -objeto , eje en la construcci ó n de relaci ó n -eje y otras mas cuyo nUmero no
especifica sino que resuelve con un etcétera , la consideraci ó n de que el nombre sea base
respecto a un adjetivo en las construcciones cualidad-sustancia y limitació n -sustancia y designe
al " poseedor " cuando aparece con un sufijo posesivo. La diferencia entre sustantivo y
pronombre radica, segú n este autor , en la posibilidad del primero , frente al segundo, de
aparecer combinado con adjetivos modificadores, siendo precisamente este criterio , la
posibilidad o el grado de combinabilidad con los adjetivos, el empleado para la divisi ó n de los
sustantivos en subtipos. No obstante, la clasificaci ó n que resulta es deficiente’" pues el
primer grupo señ alado es precisamente el de los sustantivos que no se combinan ,
ordinariamente, con adjetivos (los nombres propios, que, por tanto , resultar í an ser
pronombres) . En este sentido , consideramos que la distinci ó n entre sustantivo y pronombre
debería haberla cifrado el lingü ista americano en el car ácter recogido en la definici ó n de la
segunda unidad , es decir , en el hecho de que los pronombres son " the substitutes for the
noun " (op . cit .: 249) , aunque tendr íamos que señ alar que los elementos que él llama
pronombres reemplazan o sustituyen no a sustantivos sino a sintagmas nominales, por lo que
consideramos que lo correcto seria denominarlos prosintagmas , si bien de esto , es decir , de que
el pronombre es sustituto no del nombre sino del sintagma nominal y de que el nombre nunca
es sustituto, si parece darse cuenta L. Bloomfield a juzgar por otras consideraciones expuestas
(op . cit .: 146) . En cualquier caso , no estamos en absoluto de acuerdo con la inclusi ó n , por
parte del maestro de Baltimore, de nombres y pronombres en la clase superior de los
sustantivos: nombre y pronombre no pueden ser integrados en una misma clase porque el
primero tiene significado léxico intralingUistico y el segundo, no.
A diferencia de L. Bloomfield , ch . F. Hockett (1958) define la clase de palabras
sustantivo aunando caracteres flexionales con consideraciones de indole sint áctica . Asi ,
atendiendo al primer punto de vista, establece, coincidiendo con las gram á ticas de raigambre
griega y latina, que los sustantivos se incluyen, junto con los adjetivos, en la clase superior de
los nombres, diferenci á ndose los adjetivos de los sustantivos porque éstos pertenecen a un
género determinado o son indiferentes al gCnero. Sint ácticamente, los sustantivos se
caracterizan por ser nUcleos de construcciones endocé ntricas. Ahora bien , una vez ofrecidas
tales caracterizaciones, reconoce el autor a) la posibilidad de que el sustantivo ocupe la
posici ó n del adjetivo en una construcci ó n endocé ntrica atributiva [abeja reina, ciudad jardiri)

،57 Exponemos esta clasificació n en el apartado 4.1. 2.

77
y b) la existencia de sustantivos invariables en cuanto al nUmero (،exequias alevosía ) O que )

pueden ser usados en ambos nUmeros sin que se dé cambio de forma ctesis, éxtasis ) grupos cuya )

delimitaci ó n , pensamos, debería haber obligado a ch . F. Hockett a modificar la caracterizaci ó n


de sustantivo previamente formulada.

Ahora bien , frente a lo hasta el momento establecido, encontramos que lingü istas de
determinadas tendencias, fundamentalmente, de la gram ática generativa, gram tica de casos y
semántica generativa, no definen ni el sustantivo ni ninguna clase de palabras, dando a
،
entender expresa o t ácitamente que aceptan las definiciones de las mismas dadas por la
tradici ó n gramatical ' ^ .
En efecto , en ninguna de las diferentes formulaciones de la gram ática generativa
transformacional -versi ón inicial (1957) , teoría est ándar (1965), teorí a est ándar extendida (1972)
y teoría de la recci ó n y el ligamiento (1982)- define N . chomsky ni el sustantivo ni ninguna
de las otras categorías o clases de palabras señaladas por la tradició n gramatical. Es m ás , en
Aspectos de la Teoría de la Sintaxis, el lingüista americano (1965: 62) manifiesta explícitamente
que las delimitaciones tradicionales le parecen sustancialmente correctas.
No obstante, en el modelo estándar de la gram ática generativa transformacional (cf.
Chomsky 1965: 79-80) se señ alan para el nombre o sustantivo las siguientes reglas de
subcategorizació n:
(I) N [ + Nombre, + / - ComUn]159
(II) [ + ComUn] -> [ + / - Contable]
(III) [ + Contable٠] [ + / - Animado]
(IV) [- ComUn] -* [ + / - Animado]
(V) [ + Animado] » [ + / - Humano]
(VI) [- Contable] -+ [ + / - Abstracto]160
Ahora bien , a diferencia de lo que ocurre con la de los nombres, que se realiza por
medio de reglas independientes del contexto, la subcategorizació n de verbos y adjetivos es
llevada a cabo por medio de reglas dependientes del contexto , ya que se tienen en cuenta las
subcategorí as de nombres con las que verbos y adjetivos se relacionan . En este sentido , se

158
Asimismo, en el ámbito de la tradición gramatical españ ola , tampoco s. Fern á ndez Ramirez (1951: 21) nos
ofrece una definició n o caracterización explicita de nombre ni de sustantivo -utiliza el té rmino nombre para hacer
referencia tanto a la clase o categor ía abarcadora de sustantivos y adjetivos no pronominales como para referirse
al sustantivo- que clarifique de qué modo queda singularizada , en su concepción gramatical , esta parte de la oración ,
si bien , al abordar el tema de la sustantivación de los adjetivos, parece mostrarse de acuerdo con la teor ía de la
subordinació n de o. Jespersen (1924: 96-99), segUn la cual, el sustantivo se configura como el nombre que funciona
ordinariamente como té rmino principal o primario de una combinació n. De este modo, s. Fernández señ ala cómo
O. Jespersen distingue en la combinación muy buen día tres Ordenes de elementos: elemento primario o principal
-día- , elemento adjunto o t é rmino secundario - buen- y elemento subjunto o té rmino terciario - muy-. El nombre
sustantivo es, de acuerdo con la concepción gramatical del lingü ista danés, el nombre que funciona ordinariamente
como t é rmino principal o primario y el nombre adjetivo, el que aparece ordinariamente como t é rmino secundario.
Sin embargo, no podemos considerar que esta delimitación se ñ alada por Jespersen y adoptada por
Fern á ndez Ramirez sea una definició n de sustantivo pues, tal como señ alan ambos gram á ticos, son frecuentes los
casos en los que el adjetivo aparece como t é rmino primario , si bien en estas ocasiones habr í a que hablar de
sustantivación , esto es, de trasposici ó n o metá basis de categor ía.

' 5‫ ؟‬Por tanto, el símbolo N en una linca de derivación de un diagrama arbó reo ha de ser reemplazado por uno
de los s í mbolos complejos (S. c.) [ + N, + CoinUnl o [ + N , - ComUn].
160
Las reglas (II) - (VI) indican que el sí mbolo complejo Q ([ + ComUn ], [ + Contable], [- Com ú n ], [ + Animado]
y [- ContableJ ha de ser reemplazado por el sí mbolo complejo (S. c.) que contiene todos los rasgos de Q y una
.
de las especificaciones del par + / - Contable para (II) , + / - Animado para (III) y (TV) + / - Humano para (V)
y + / - Abstracto para (VI).

78
declara que las categorías verbo y adjetivo deben ser consideradas sí mbolos complejos y
subcategorizadas por medio de dos tipos de reglas: reglas de subcategorizació n estricta, que
analizan un sí mbolo complejo en té rminos del contexto categorial en el que aparece, y reglas
selecció nales, que analizan este sí mbolo en términos de los rasgos sint ácticos de los contextos
en que aparece indicando restricciones selecci ó nales o de aparici ó n. Asi , si atendemos a los
verbos, las reglas de subcategorizació n estricta, esto es, las que se basan en el contexto
sintáctico en el que éstos figuran , pueden formularse V » s. c. /-a , donde a es una
cadena tal que Va es un FV, y las reglas selecci ó nales, mediante el esquema
[ + V] -* S. c. / {a Aux } _
{ Det a }
donde la variable a es un N con una serie de rasgos sint ácticos determinados, de tal manera
que cada rasgo del nombre que precede y sigue al verbo es asignado a éste, determinando asi
sus rasgos selecci ó nales.
Las reglas selecció nales explican tambi én la instauració n de la relaci ó n seleccional entre
las dos posiciones de la oració n (sujeto-verbo y verbo-objeto directo) señ aladas por la tradició n
gramatical . Los rasgos l éxicos que configuran las reglas de subcategorizaci ó n del nombre son ,
por tanto, realmente, los que determinan la subclasificació n correspondiente al sí mbolo
complejo [ + V].
En este sentido , pensamos que la teoría y los razonamientos de N . Chomsky
convierten en explícitas las que podrían ser las definiciones de nombre y de sintagma nominal
del lingü ista americano: el nombre es la categorí a léxica seleccionalmente dominante, ya que
los rasgos sint ácticos asignados a éste por reglas de subcategorizaci ón independientes del
contexto son trasladados a otras categor ías léxicas (verbo y adjetivo) mediante reglas
selecci ó nales, y el sintagma nominal es la categoría primordial analizada como _ N j que, en
la oraci ó n , es susceptible de aparecer tambi én dominada por la categoría primordial FV.
No obstante, insistimos en el hecho, ya apuntado anteriormente, de que N . Chomsky
no aporta nada, puesto que no lo define, al concepto tradicional de sustantivo como categor í a
o clase de palabras. Lo que realmente interesa subrayar aqu í es el hecho de que este autor
conciba al sustantivo como la categoría central y seleccionante frente al adjetivo y al verbo ,
que toman sus marcas del sustantivo. En este sentido, son las marcas del sustantivo 0 los
sustantivos de la expresió n los que, en Ultima instancia, determinan la aceptabilidad 0 no
aceptabilidad de la misma.
Asimismo , R . L. Hadlich (1971: 40), en su aplicació n a la lengua españ ola del modelo
est ándar de la gram ática generativa transformacional , apunta que las reglas de
subcategorizaci ó n o de asignació n de los rasgos sint ácticos con que figuran los nombres en el
lexicó n son
(1) N٠ [ + N], S. c.
(2) [ + N] ‫ [ ب‬+ / - ComUn , + / - Animado]
(3) [ + Animado] -* [ + / - Humano]
(4) [ + ComUn ] -* [ + / - Contable]
La regla (1) sustituye, segUn este autor (op. cit .: 40-41) , el sí mbolo de categoría N
obtenido por la aplicaci ó n de las reglas de rescritura ramificantes por el rasgo [ + N] y ,
mediante las iniciales s. c. (sí mbolo complejo) , establece el hecho de que se describen los
rasgos de la estructura del nombre y no de la oraci ó n , al mismo tiempo que especifica que las
reglas que se aplican a continuaci ó n no son sustitutivas sino aditivas. Se ñ ala R . L. Hadlich
(idem: 42-43) que la subcategorizaci ó n del nombre se explica porque la categoría nombre se
considera elemento b ásico en españ ol y la especificaci ó n de N en la oraci ó n ocupa el primer
lugar , mientras que los verbos, los adjetivos y las otras partes de ésta se eligen de acuerdo con
el nombre seleccionado .
Ahora bien , a diferencia de N . Chomsky , menciona que es necesario ahadir a estas

79
reglas de subcategorizaci ó n ٥ de desarrollo de rasgo otra nueva regla que permita la inserci ón
de rasgos gramaticales ' ^ ' y , adem ás, puesto que el pronombre es considerado como un
subgrupo de los nombres, que abra el camino para la inserci ó n de los rasgos que afecten a esta
categor ía. En este sentido, Hadlich (idem: 105) propone las siguientes reglas sustitutivas
(1) N٠ [ + NJ S. c.
(2) [ + N ] ^ - Pronombre, + / - Masculino , + / - Plural , + / - Enf ático]
(5) [- Pronombre] -* [ + / - ComUn , + / - Animado]
(4) [ + Animado] -* [ + / - Humano]
(5) [ + ComUn ] -* [ + / - Contable]
La rescritura del nombre como [- Pronombre] permitirá la inserci ó n de los rasgos
pertinentes de esta subclase de los nombres que son los sustantivos.
En este sentido , las caracterizaciones de sustantivo que hemos expuesto porque han
sido formuladas por determinados lingü istas desde la perspectiva del primer modelo 0 primera
versi ó n de la gram ática generativa transformacional -concretamente, nos hemos referido a la
elaborada, desde los puntos de vista morfol ó gico y sint áctico , por R . p. Stockwell , j. D.
Bowen y ] . w. Martin (1965) y a la realizada teniendo en cuenta consideraciones de indole
morfol ó gica, sint áctica y sem ántica por F. Marsa (1984) no pueden considerarse verdaderas
"

definiciones de sustantivo , pues consisten esencialmente a) en la simple enumeraci ó n , por parte


de los primeros, de una serie de características morfol ó gicas anaiogas a las que figuraban en las
gram áticas de corte tradicional y, siguiendo lo establecido por N . Chomsky (1957) para el
sintagma nominal , la explicitaci ó n de la estructura interna de un sintagma que presenta un
sustantivo como nUcleo , y b) en la formulaci ó n , por parte de F. Mars á (1984) , de una
caracterizaci ó n morfol ó gica y sem ántica de sustantivo de acuerdo con lo postulado por la
tradició n o por otras corrientes no generativistas, a la que se ahade la menci ó n de que el
sustantivo puede aparecer como nUcleo de un complemento del verbo , del sintagma nominal
y de un complemento del nombre, funci ó n esta Ultima que obliga a este autor a incluir otro
sintagma nominal en la regla de rescritura de éste, es decir , esta regla presentar í a como
caracter ística la recursividad.

No nos ofrecen los ling ü istas casuales , esto es, los defensores de la teoría gramatical
surgida, fundamentalmente, a partir de la revisi ó n critica, por parte de Ch. j. Fillmore (1966),
del modelo está ndar de la gram á tica generativa, una definici ó n o caracterizaci ó n explicita de
la categor í a sustantivo , si bien la delimitació n de los casos sem ánticos profundos que, segUn
ellos, pueden ser representados por los distintos sintagmas nominales asociados con el verbo
en la proposició n , les lleva a plantearse el problema de la selecci ó n l éxica de los nombres. En
este sentido, postulan que los rasgos de los nombres requeridos por un caso determinado se
deben especificar por reglas obligatorias , de tal manera que todo nombre que, por ejemplo ,
aparezca en un sintagma Agentivo o Dativo debe tener la caracter ística [ + animado]‫ ؛‬el
nombre que aparezca bajo L, esto es, en un sintagma Locativo , la característica [ + locativo],
frente a los nombres abstractos, que puesto que no pueden ser nUcleos de expresiones locativas
serán marcados con [- locativo]'".

Y tampoco es definida la clase de palabras sustantivo por parte de los lingü istas que
integran la otra corriente disidente del pensamiento de N . Chomsky , aunque constituida por

161
٨ la necesidad de incluir reglas para la inserció n de los rasgos gramaticales del nombre (gCnero, n ú mero,
caso, etc.) alude N. Chomsky (1965: 160- 166) , si bien no profundiza demasiado en esta cuestió n ni llega a dar una
solució n definitiva.

162
Vé ase al respecto, sobre todo, Fillmore 1968 y 1971, Goldin 1968 y Bartrina de Campos McCoy 1969.

80
investigadores relacionados mas o menos directamente con el lingü ista norteamericano: los
sem ánticos generativos, si bien defienden que los sustantivos de la estructura superficial
derivan, mediante la aplicació n de unas reglas, de clausulas relativas subyacentes, de tal manera
que los sintagmas con sustantivo nuclear deverbal o deadjetival -de los que tampoco ofrecen
una caracterizaci ó n- son, en la estructura profunda, equivalentes a cl á usulas relativas que
presentan como nUcleos, respectivamente, el verbo o el adjetivo con el que se relaciona el
sustantivo nuclear del sintagma. Consideran que corrobora tal aserci ó n la vinculació n existente
.
entre Vas expresiones I knd someone 4o sells cactuses ‫ ﻻ‬I knot ) a seller of cactuses We noticed
something that was irregular y We noticed an irregularity ] ( ). No obstante, la postura, hasta
)

cierto punto , logicista de estos autores que establecen que tanto los verbos como los adjetivos
son predicados nos lleva, por una parte, a derivar los nombres de la estructura superficial de
estructuras subyacentes que nos resultan dif íciles de aceptar , pues la expresió n subyacente a,
. .
por ejemplo Su marido ha muerto seria, de acuerdo con esta teorí a Alguien que ella tiene es
un marido-Este ha muerto, asi como a no hallar las posibles estructuras prohmdas de sintagmas
con sustantivos deverbales y deadjetivales que, aun estando relacionados con un verbo o un
adjetivo de la lengua, presentan un significado especializado , tales como Han robado la
.
colecci ón de sellos Tiene mucha imaginaci ón.

163
Cf ., fundamentalmente, sobre este tema Bach 1968 y McCawley 1968 .

81
‫ا‬

‫آ‬
‫'‬
i

CAPITULO II

EL G ÉNERO DEL SUSTANTIVO

2.1 . EXPOSICI ÓN TEORICO-CR ÍTICA

El tratamiento de que ha sido objeto el género del sustantivo en las gram áticas,
art í culos,monograf ías y tratados de lingü istica general consultados responde a un examen del
mismo a) desde un punto de vista exclusivamente sint áctico colocacional o combinatorio‫ ؛‬b)
desde una perspectiva estrictamente morfol ó gica‫ ؛‬c) teniendo en cuenta a la vez aspectos
sint ácticos, sem ánticos y morfol ó gicos, o d) atendiendo a cuestiones só lo de indole sem ántica
y morfol ó gica.

2.1 . 1 . Tratamientos del género del sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
sintáctico

El tratamiento del género del sustantivo que nos ofrecen determinados autores se
reduce a la menci ó n de una norma o pauta que consiste en la recurrencia al examen de la
combinatoria discursiva de las palabras de esta clase tanto para averiguar el gé nero de un
determinado sustantivo como para determinar cu ántos géneros existen realmente en la lengua .
No obstante, distinguimos a) an álisis del género basados en la combinatoria del sustantivo só lo

83
con los art í culos '‫ ؛‬b) los referidos a la uni ó n del sustantivo con los distintos art ículos y las
diferentes terminaciones de los adjetivos, y c) los que, adem ás, aluden a la prueba de la
sustituci ó n del sustantivo en el discurso por formas pronominales masculinas 0 femeninas.

2.1.1.!. La combinatoria del sustantivo con los art í culos

Eminentemente sint áctico es el tratamiento del género en la Gramática de la Lengua


Castellana de E. A . de Nebrija (1492: 175-176) , quien lo define como aquello por que el
maclio se distingue de la hembra, r el neutro de entrambos " (op. cit.: 175) . Se ñ ala este autor
siete gé neros en la lengua castellana, delimitables de acuerdo con la combinatoria del nombre,
categor ía englobadora de sustantivos y adjetivos , con el o los artículos, que, consecuentemente,
son definidos como partículas o elementos " que añ adimos al nombre para demostrar de qué
género es " (op . cit.: 182) . Los géneros que menciona el gram á tico de Lebrija son: 1) masculino ,
que es el del nombre "con que se aiunta este articulo el" ( el ombre el libro ) ] 2) femenino , que
)

es el del nombre " con que se aiunta este articulo la" ( la muger la carta) ] 3) neutro , definido
)

como el del nombre " con que se aiunta este articulo lo" ( lo justO lo bueno ) ] 4) comUn de dos,
)

concebido como el gé nero del nombre "con que se aiuntan estos dos artículos el la" ( el infante ) )

la infante ] el testigo la testigo2) ; 5) comUn de tres, que es el del nombre "con que se aiuntan
)

estos tres art ículos el U lo" ( elfuerte lafuerte lofuerte ) ] 6) dudoso , que es el del nombre con
) ) ) )

el que "se puede aiuntar este articulo el o la" ( el color la color ] el fin la fin) , y 7) mezclado ,
) )

que es el del nombre que " debaxo deste articulo el o la , significa los animales machos r
‫؛‬
kmkas ' el rat ón , la comadreja , el milano , la palom .
^
No obstante, si tenemos en cuenta que uno de los criterios apuntados por E. A . de
Nebrija (idem: 165-166) para distinguir nombre sustantivo y nombre adjetivo hace referencia
a la posibilidad de uni ó n del sustantivo con un solo articulo ( el ombre la muger lo bueno ) 0 , ) )

a lo sumo, con dos ( el infante la infante ) mientras que el adjetivo se puede unir con los tres
| ) )
) )

art ículos (?1 fuerte lafuerte lofuerte)١, se puede deducir que los gé neros masculino , femenino ,
comUn de dos, dudoso y mezclado son exclusivos del nombre sustantivo , mientras que el
género com ú n de tres y el neutro son exclusivos del adjetivo , en concreto , este Ultimo es el
.
género del adjetivo que aparece usado sustantivadamente, esto es, desempeñ ando una funci ó n

' Esto explica que en determinadas obras como , por ejemplo, en la Gramática publicada por la Real Academia
Españ ola en 1771 (R . A. E. 1771: 50), para la caracterizaci ó n del articulo, se opte por seguir una perspectiva
sint áctica funcional y se indique que el oficio o funció n de éste es anunciar el gé nero y el nUmero del sustantivo,
con lo cual , segUn Ma L. Calero Vaquera (1986: 79 y 85) , estas obras se insertan en una tradició n cuyo origen esta
en la gram á tica griega, m ás concretamente, en Crisipo, quien babia descrito el articulo como " parte de la oración
declinable que distingue los géneros y nUmeros de los nombres".
En este sentido, puede verse G ómez Asencio 1981 y Calero Vaquera 1986, que incluyen la n ómina de
autores que, en cada uno de los periodos estudiados, se ñ alan esta función para el articulo , asi como la relaci ó n de
los autores que niegan que ésta sea realmente la funci ó n del articulo y la de los que no niegan esta funció n del
articulo pero no la consideran esencial para caracterizar esta clase de palabras.
2
Actualmente, ninguno de estos dos sustantivos podr ía ser citado como ejemplo del gé nero comUn de dos o
de sustantivos comunes en cuanto al gé nero, ya que la forma infanta , además de ser de empleo general, constituye
una entrada independiente en el Diccionario de la Lengua Espa ñ ola de la Real Academia Españ ola (cf . R. A. E .
199221: 1162) y el uso del sustantivo femenino testiga es tambié n considerado correcto por parte de la corporación
acadé mica.

١
Sóbrela distinción nombre sustantivo / nombre adjetivo por parte de E. A . de Nebrija (1492) , véase 1.!. 1.2. 1.

4
Los gé neros comUn de dos, dudoso y mezclado ser á n denominados por la gram á tica posterior comt'in ,
ambiguo y epiceno, respectivamente.

84
caracter ística del nombre sustantivo, si bien es obvio que Nebrija no alude al criterio de la
sustantivació n para explicar que un adjetivo en lengua ( bueno , justo ) pueda combinarse con el
articulo lo , adquiriendo o adoptando de este modo el uso o funci ó n propia del sustantivo en
el discurso.

Tambi én G. Correas (1627: 112-113) se refiere a que el reconocimiento del gé nero de


un nombre só lo es posible atendiendo al articulo con el que éste se combina . De este modo ,
todo nombre que aparezca en el discurso con los art ículos el y los es de género masculino
( libro , papel , vaneo )', el que se une Si la y las , de gé nero femenino (‫*¿ﺳﻊ‬, puerta , casa ) , y de
género neutro , el adjetivo que aparece unido al articulo lo ( lo bueno , lo blanco , lo azul) . En
este sentido , se ñ ala que es redundante e innecesario apuntar , como hicieron los gram áticos
griegos -los latinos no ten ían motivo al no existir articulo en su lengua- y tambi én E . A. de
Nebrija -el indudable " inspirador " gramatical de G. Correas-, la existencia de nombres
comunes de dos, nombres ambiguos y nombres epicenos, ya que todo nombre en el discurso
tiene un gé nero definido y concreto.

2. L 1.2. La combinatoria del sustantivo con los art ículos y los adjetivos

Una de las cuestiones de í ndole sintáctica referidas al sustantivo que aparece en la


Gramática publicada por la Real Academia Españ ola en 1771 es la apelaci ó n a la combinatoria
del sustantivo con el articulo y el adjetivo para dilucidar el género del sustantivo. De este
modo , tras establecer la existencia de dos gé neros -el masculino , que conviene a hombres y
animales machos, y el femenino , que conviene a mujeres y animales hembras (R . A . E . 1771:
9) -, se se ñ ala que, adem ás de los nombres de seres sexuados, hay todo un conjunto de
sustantivos designativos de entidades corpó reas e incorpó reas no dotadas de sexo que, aunque
no significan macho ni hembra , se han ido agregando por el uso a uno u otro gé nero, pero
resulta que 1) el establecimiento de reglas para conocer el gé nero de los nombres por su
significaci ó n o por su terminaci ó n seria una tarea ardua, laboriosa e infructuosa, pues éstas
estar ían llenas de excepciones, y 2) la combinaci ó n de art ículos y adjetivos con el nombre es
un medio f ácil y có modo para determinar el gé nero de éste, ya que todo nombre que se
combina con el articulo el es masculino y el que admite la femenino. Las dudas que se
plantean pueden ser resueltas de acuerdo con lo siguiente (op . cit .: 14-16): 1) cuando , para
evitar la concurrencia de vocales, damos artículos masculinos a nombres femeninos que
empiezan por vocal ( el agua , el alma ) y el articulo , por tanto , no nos sirve para conocer el
género del nombre, recurrimos a adjetivos que tengan dos terminaciones ( claro , clara; santo ,
santa ) . Combinándolos con el sustantivo en cuesti ó n , llegamos a conocer su género ( el agua
clara , el alma santa , luego agua y alma son femeninos) , y 2) si se nos ocurre s ólo un adjetivo
con terminaci ó n Unica para gé nero masculino y gé nero femenino ( dulce ) , la soluci ó n es mudar
articulo y nombre de singular a plural ( las aguas dulces ) . Se a ñ ade que " es tan cierta y sin
excepció n esta Ultima regla, que solo con ella se pueden saber los gé neros de todos los
nombres5 de nuestra lengua que admiten art ículos , y tienen plural , y valerse solamente para
los demas, ó de los art ículos en singular , (en los nombres que los admiten) ó de los adjetivos "
(idem: 16).

5
Es evidente que, aunque se utiliza el t é rmino gen é rico nombre, lo establecido compete exclusivamente al
nombre sustantivo.

85
2.1 . 1.3 . La combinatoria del sustantivo con los artí culos y adjetivos , y Ja sustitución deJ
sustantivo por pronombres

Itt su Introducción a u Gramática (con Especial Referencia a la Lenina Española), V


Roca-Pons (1960: 167-170) , tras establecer que racionalmente sólo es posible hablar de
sustantivos de género masculino y sustantivos de género femenino refiri éndonos a los que
designan seres sexuados^ , pues no hay ningUn hmdamento ni causa que permita, a partir del
conocimiento de las cosas y de los seres asexuales, determinar el género de los sustantivos que
los designan , el cual debe, por otra parte, fundamentarse en la historia o en algUn rasgo
fon ético como las terminaciones 0 y a , que suelen dividir las palabras en masculinas y
• •

femeninas, respectivamente7, afirma que formalmente, aunque no haya una forma externa
decisiva, es posible averiguar y determinar el gé nero normativo de estos sustantivos que
indican seres asexuados valiéndonos de uno de estos dos criterios de naturaleza sint óctica
combinatoria o colocacional: 1) la posibilidad de combinació n del sustantivo con las formas
masculinas o femeninas de art ículos y adjetivos, y 2) la posibilidad de ser sustituidos los
sustantivos por las formas pronominales correspondientes. Para estos sustantivos que designan
seres no sexuados, al igual que para aquéllos que, aunque se refieran a seres sexuados, no
ofrecen las terminaciones opositivas -o/ -،*, -e / -a o manifiestan oposiciones de otro tipo
( principe, princesa) 8, la Unica manifestació n del gé nero es la concordancia‫؟‬.

٥ Asimismo, indica el fil ólogo catalán que no hay sustantivos espaholes del gé nero neutro‫ ؛‬que son raros los
que pertenecen al denominado género comUn como, por ejemplo, el sustantivo testigo , aplicable a personas del
denominado gé nero masculino y del gé nero femenino, y los que se encuadran en el denominado gé nero ambiguo
( mar , puesto que son posibles el mar y la mar ) y que no existe en espaAol el denominado género epiceno,
)

oponiCndose asi al postulado tradicional que configura como nombres de este gé nero a aquéllos que comprenden
ambos sexos bajo una misma terminación, por lo que, para indicar el sexo del animal que designan, es necesario
ahadir las palabras macho o hembra ( paloma , milano ) . Estos nombres denominados tradicionalmente epicenos son ,
segUn este autor, masculinos o femeninos.
7
Esto explicar ía, segUn este autor, que la palabra libro sea masculina y mesa femenina.
8
Tal aserción se debe a que Roca-Pons (op. cit.: 168) considera que la mayor ía de los sustantivos que designan
seres sexuados suele configurarse en parejas opositivas con las terminaciones o / -a ( ni ño , nina ) o e / a ( monje,
monja ) .
‫؟‬
Este autor (1960: 335-336) entiende la concordancia como la imposició n de determinados morfemas por parte
del miembro más importante del sintagma al que lo es menos, el cual tiene que someterse al primero. El resultado
es la coincidencia ( = concordancia) en alguno o en algunos morfemas. Si aplicamos esto a la relació n sustantivo-
adjetivo, resulta que el primero -el elemento más importante del sintagma- es el que impone al adjetivo los
morfemas de género y de nUmero, observándose, por tanto, el concierto o concordancia en el sintagma u oració n.
Igualmente en la oración o proposición espahola hay concordancia entre a) pronombre y antecedentes en gCnero
y nUmero; b) sujeto y verbo en nUmero y persona , y c) sustantivo y articulo en género y nUmero. En este sentido ,
afirma el lingü ista catal án que la combinatoria con el articulo, el adjetivo y el pronombre nos permite conocer el
género de los sustantivos que designan objetos y seres asexuados.
Otros autores como, por ejemplo, A. M * Echaide (1969: 103- 104) y , siguiendo a ésta , M * V . Romero
Gualda (1989: 33-34) se refieren a la concordancia como la función sintáctica del género , la cual afecta a todos los
sustantivos, ya que todos tienen un gé nero gramatical específico que determina la variació n de forma de los
adjuntos cuando éstos tienen moción gen é rica ( zapato blanco , piedra blanca , gato negro , gata negra ) . No obstante,
se indica que esta funció n sint áctica no es necesaria para la comunicació n lingü istica , puesto que hay adjuntos sin
-
moció n ( zapato , piedra azul, gato , gata gris) , por lo que, excepto en los casos de los nombres comunes (artista bueno ,
artista buena ) y en los denominados dobletes gen é ricos ( orden antigua , orden antiguo ) , la marca de género en el
adjunto es una marca redundante. Ashnismo, se observa esta función sint á ctica del género en la imposición del
gé nero del sustantivo a los sustitutos de éste que presentan moción ( coge la piedra y dámela , coge el zapato y dámelo) .

86
2.1 . 2. Tratamientos del género del sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
morfológico

Referimos en este apartado lo establecido en aquellos tratados que aluden Unicamente


al hecho de que a partir de la observació n de sus diferentes finales, terminaciones 0 morfemas
es posible determinar el género, masculino o femenino , de una palabra de la clase de los
sustantivos.

2.1 . 2 . !. La oposición morfológica masculino / femenino

Una caracterizació n del género del sustantivo exclusivamente morfol ó gica es la que
figura en la Gramática de la Lengua Vulgar de España publicada en Lovaina en 1559 , pues se
indica (1559: 34) que se distinguen qu é nombres pertenecen a cada uno de los géneros, " viril "
o mugeril " , porque tienen diferentes terminaciones.

Ks\r،k\o١ eu sus obras Aproximación a la Gramática Espa ñ ola 7 Curso de Gramática


Española, F. Marcos Marin (1972: 115-117 y 1980: 184-186) afirma que los sustantivos de lengua
tienen en españ ol dos géneros: masculino y femenino, a los que hay que a ñ adir un tercero , el
género neutro , para los denominados sustantivos de habla o de discurso (ilo blanco) 10. Indica
que las oposiciones formales de género posibles en espa ñol son las de masculino .0 / femenino
‫؛‬ ^ ‫؛‬
a ni ño / ni ñ ١ mascuVuvo -e / lememno -a tunante / tunanta , pariente / parient 7
masculino ( p , que es la representació n del morfema cero de gó nero del lexema cuya forma ^
coincide exactamente con la forma completa del sustantivo, por tanto , el morfema masculino
٠
es 7 femenino -a { señ or / señora) . En cualquier caso , la adscripció n a uno u otro gé nero no
hay que identificarla o hacerla corresponder con una divisi ó n de carácter sexual , sino que,
segUn este autor , la oposici ó n masculino / femenino se configura estableciendo que el
masculino es el t é rmino extensivo y no marcado , frente al femenino , que es el té rmino
intensivo o marcado, esto es, el masculino es el té rmino productivo , es decir, el receptor de
los nuevos sustantivos en españ ol, salvo si éstos presentan la terminaci ó n a , considerada •

tradicionalmente como la marca del morfema de gé nero femenino , si bien hay que exceptuar
una serie de sustantivos que, aun terminando en a , por razones hist ó ricas, son de género

masculino como, por ejemplo , poeta patriarca pianista etc . ١١


) ) )

10
En una nota a pie de pá gina (1972: 115 n. 1 y 1980: 184 n . 1) se refiere este autor a los subgé neros de
sustantivos apuntados en la tradición gramatical , esto es , los unigé neros, a los que pertenecen los epicenos , los
comunes y los ambiguos , y añade que estas delimitaciones sexuales del género no tienen actualmente valor , pero que
no por ello conviene desecharlas , pues tienen o pueden tener utilidad en una investigación de carácter diacrónico
o historicista que se proponga, por ejemplo, el examen de los sustantivos ambiguos en latin y en castellano , o el
de los cambios de gé nero por acceso de la mujer a nuevas profesiones.

" Apunta este autor que , en lineas generales , se observa una tendencia a considerar como del género masculino
los sustantivos terminados en - 0 y del gCnero femenino los acabados en a (cf . , para las excepciones a estas reglas ,
Marcos Marin 1972: 116 y 1980: 185- 186) .
No obstante , Á . Rosenblat ( 1962) cita numerosos ejemplos de sustantivos masculinos terminados en a ،
،

87
2.1 . 3 . Tratamientos del género del sustantivo desde los puntos de vista sintáctico,
semántico y morfológico

La mayoría de las obras seleccionadas para este estudio presenta un tratamiento del
género del sustantivo desde los puntos de vista sint áctico, semá ntico y morfol ó gico , ya que
establecen que, para analizar y determinar el género de las palabras de esta clase, hay que
atender a a) la combinatoria del sustantivo con palabras de otras categorías‫ ؛‬b) la designaci ó n
de los nombres, y c) la terminaci ó n de los sustantivos y / o las variaciones de éstos para la
formaci ó n del femenino.

2.1 . 3.1 . Consideraciones desde el punto de vista sintáctico

No muy diferentes a las ya apuntadas son las consideraciones sint ácticas que figuran
en estas gram á ticas, si bien hemos de distinguir entre a) aquellas obras en las que, para
averiguar el género del sustantivo, se recurre a la combinatoria de éste con los art í culos o
determinantes para averiguar su género‫ ؛‬b) las que se refieren a la uni ó n de los sustantivos con
una de las dos terminaciones de los adjetivos calificativos‫ ؛‬c) las que se ñ alan que hay que
atender a los artículos y los adjetivos demostrativos‫ ؛‬d) las que formulan como criterio la
colocaci ó n de los sustantivos junto a los adjetivos o los pronombres, y e) las que basan la
distinció n gen érica en la selecci ó n de determinados art ículos y pronombres por parte de los
sustantivos.

2.1 . 3.1 . 1 . La combinatoria del sustantivo con los art í culos o determinantes

c. de VillalOn (1558: 18-19) afirma que, referido al nombre, el término género quiere
decir " naturaleza , linaje. De manera, que quando preguntaremos vn nObre de que genero es,
queremos dezir, a que linaje o naturaleza cOuenga en su sinificaçion . Y pues en la generation
ay dos maneras de linaje, como macho y hembra es nuestra intinçio preguntar si el tal nObre
conuiene en su sinificaçion al macho, o ala hembra " (op . cit .: 18) .
En este sentido , establece una divisi ó n en el conjunto de los nombres segUn hagan
referencia al masculino , al femenino o a ambos. Por tanto , existen nombres de género
masculino { Pedro , kan) , de género femenino { Maria , Ysabel) y del gé nero comUn de dos -el de
los nombres que hacen referencia a macho y hembra sin variar la letra final { Pobre , Profeta ) - ,
los cuales se diferencian por su combinatoria con los " art ículos " este , esta , aquel y aquella en
singular y estos , estas , aquellos y aquellas en plural: " este, y estos denotan el genero masculino
para se ñ alar los nombres que conuienen y sinifican el macho , 0 machos. Y esta y estas denotan
el genero feminino para se ñ alar los nObres que conuienen y sinificS la hembra, o hembras "
( op . di .. \ ‫ و‬. VOY d\o١ kdmos esta mu%er١ esta tabla , este hombre , estos hombres , este madero ,
*

١١ ( .

estos maderos , este pobre , esta pobre .

Del mismo modo , R . Lenz (1920: 102, 104 y 107) se ñ ala que, por su gé nero l ó gico o
natural , obtenemos una clasificació n de los sustantivos que designan seres sexuados en
masculinos, que son los varones y los animales machos, y femeninos, las mujeres y los
animales hembras, distingui éndose en que los masculinos reciben el articulo definido el y los
femeninos, la . Igualmente, conocemos si los denominados sustantivos comunes en cuanto al
gé nero {artista , testigo , mártir ) est á n referidos a un varó n 0 a una hembra por el cambio de
determinante, mientras que para los llamados sustantivos epicenos , que sin que pueda variai '

su detei minante designan indistintamente al macho , a la hembra o a ambos a la vez , la


'
diferencia de sexo só lo se puede indicar por la aposici ó n del sustantivo macho 0 hembra.

Asimismo , R. Seco (1930: 15-16, 17 y 18-20) señ ala dos géneros, masculino y femenino ,
que, en el caso de los nombres de los seres sexuados, se corresponden con el sexo de la persona
o animal designado con ese sustantivo -por lo que resultan ser masculinos los nombres de
varones y animales macho, y femeninos, los de mujeres y animales hembras-, y , en el caso de
los que no designan a seres sexuados, el gé nero les viene atribuido por el uso de la lengua, si
bien es la combinatoria con el articulo el para masculino {el día ) y la para femenino (ila mano )
la que, en Ultima instancia, contribuye a averiguar el género de un nombre. Las dificultades
se plantean a la hora de delimitar qu é determinante conviene en cada caso , pues, contra toda
ley posible, se alzan numerosas excepciones 2١.
Respecto a los sustantivos que tienen la misma forma para el masculino y para el
femenino (sustantivos invariables) , establece también este autor que, si designan personas, só lo
el cambio de articulo permite saber si nos referimos a macho o a hembra, por lo que se
denominan sustantivos comunes en cuanto al gé nero o del género comUn {artista es masculino
en el artista y femenino en la artista ) y , si designan animales, se refieren indistintamente al
)

macho 0 a la hembra y reciben la denominaci ó n de epicenos: ratón , mosquito , sapo , pato y


ruiseñor son miá\os١ y rata , ballena, cigarra , aguda 7 culebra son femeninos.
Menciona los nombres que, en el uso corriente de la lengua, vacilan entre los dos
géneros y que, por esta razó n , reciben la denominació n de ambiguos o dudosos como , por
ejejnplo , mar , dote , los cuales no deben confundirse con aqu éllos para los que el doble uso
implica una variaci ón en la significaci ó n como el cometa , la cometa' el orden la orden .
) )

2.!. 3.1 . 2 . La combinatoria del sustantivo con una de las terminaciones del adjetivo

A diferencia de los autores mencionados, A . Bello (1847: 37-39) parte, para la


delimitaci ó n y el estudio de los géneros del nombre sustantivo , de las dos terminaciones
posibles que el nombre adjetivo presenta en cada uno de los nUmeros -singular: -0, plural: OS )

singular: a , plural: -as- y distingue en el conjunto de los sustantivos a) los que se construyen

con la primera terminaci ó n de los adjetivos, que se denominan masculinos porque, en su


mayor ía, significan sexo masculino como, por ejemplo, ni ñ o , emperador león y b) los que se
) )

juntan con la segunda terminaci ó n de los adjetivos, que se llaman femeninos porque entre ellos
se engloban especialmente los que significan sexo femenino como , por ejemplo , nina ,
emperatriz , leona .
Los sustantivos que se emplean en ambos géneros se clasifican en a) sustantivos
comunes de los dos géneros, que son aqu éllos que, sin variar de terminaci ó n , significan uno
u otro sexo y rigen , por tanto , la primera o la segunda terminaci ó n del adjetivo { mártir ,
testigo) ; b) sustantivos epicenos, que son los que, denotando seres vivos, no var í an de gé nero
y se juntan siempre con una misma terminació n del adjetivo { liebre , buitre ) , a los cuales, para
distinguir el sexo , les agregamos, fundamentalmente si designa a un animal , los nombres macho
0 hembra { la liebre macho , el buitre hembra) , y c) sustantivos ambiguos, que son aqu é llos que ,
denotando seres no sexuados, se usan como masculinos y femeninos, sin que esta variaci ó n

12
En este sentido, el autor enumera algunas indicaciones que le parecen " Utiles " , las cuales consisten en la
indicació n de que 1) los nombres de r í os, montes, golfos, volcanes, mares, vientos e islas tienen el mismo gCnero
gramatical que el nombre gené rico correspondiente que se sobrentiende: Guadalquivir , Nervion y Pisuerga son
masculinos como rio , y Baleares , Canarias y Maldivas son femeninos como isla; 2) los sustantivos terminados en
0 son generalmente masculinos y los terminados en a femeninos, pero aqu í tambi é n se presentan excepciones, y
3) los sustantivos terminados en consonante son masculinos, pero hay gran nrimero de excepciones femeninas,
fundamentalmente, los terminados en d y z.

89
corresponda a la de sexo (ir) .

Tambi én A . Alonso y P. Henriquez Urefia (1938-39, II: 56-57) aluden a la diferente


terminaci ó n de los adjetivos como criterio para distinguir el gé nero de los sustantivos, pues
afirman que "el género es una clasificaci ó n gramatical de los sustantivos en dos clases: unos que
reclaman la primera terminació n de los adjetivos, y otros la segunda, segú n el uso fijado en
el idioma ". Por tanto , " en castellano no hay m ás que dos gé neros (fuera del neutro exclusivo
de los pronombres) , el masculino y el femenino, segUn que el sustantivo concuerde con la
forma en -0 0 con la forma en a de los adjetivos " (op. cit . , II: 63-64) .

2.1 . 3.1 . 3 . La combinatoria del sustantivo con los art í culos y los adjetivos demostrativos

Por su parte, V. Salva (1830: 146-147 y 321-323) considera que el gé nero de cualquier
sustantivo se manifiesta discursivamente por las diversas terminaciones que adoptan los
art ículos y adjetivos que lo acompa ñ an ' . Emplea el criterio sint áctico en la indicaci ó n de una
}

pauta por la que, vali éndonos de la combinació n con art ículos o adjetivos demostrativos y
atendiendo a las diversas terminaciones que estos adoptan , podemos averiguar si son
masculinos o femeninos a) los nombres comunes o de género comUn , esto es, nombres que
bajo una Unica terminació n engloban la referencia a macho y hembra , y , por tanto , s ólo el
articulo o el adjetivo demostrativo con el que aparezcan en el contexto nos permite saber si
designan a un individuo de aquel 0 de este sexo { el o la cómplice, el o la consorte) , y b) los
nombres epicenos, o sea, nombres que, sin que haya que variar el articulo o el adjetivo
demostrativo, designan indistintamente a macho, a hembra o a ambos a la vez, y a los que
para conocer su sexo debemos agregar las palabras macho o hembra.

2.1 . 3.1 . 4. La combinatoria del sustantivo con los adjetivos o los pronombres

La Gramática Españ ola de s. Fernandez Ramirez (1951) constituye un ejemplo de


tratado gramatical en el que se menciona el criterio de la combinaci ó n de los sustantivos con
los adjetivos o los pronombres para determinar el gé nero de aqu éllos. En efecto , se ñ ala este
autor (op . cit .: 11-12 y 99-101) que los nombres de personas o animales, posean 0 no el
morfema masculino o femenino que indica su gé nero", rigen frecuentemente t é rminos
secundarios , adjetivos o pronombres, que adoptan las terminaciones gen é ricas pertinentes, lo
cual redundar á aUn m ás en la clasificaci ó n de su sexo. Igualmente, los nombres que no son de
personas 0 animales y no realizan ninguna clase de menció n objetiva a las diferencias de sexo
rigen una u otra variació n gené rica, estableciéndose de este modo la concordancia sint áctica .
No obstante, no siempre las diferencias de sexo en los seres sexuados se corresponden con las
distinciones formales en los nombres y puede suceder 1) que el nombre sea indiferente para

‫" دا‬... si hablamos de un navio, digo el navio ligero• por m ás que navio no tenga en realidad sexo alguno ,
)

conozco que se le atribuye el sexo masculino gramá tico, por cuanto le cuadran bien el articulo y las mismas
terminaciones de los adjetivos que a los animales de dicho gé nero. De donde se inhere que a no haber art ículos
y adjetivos con diversas terminaciones, seria fatiga inUtil conocer el gé nero de los nombres" (Salva , op. cit.: 146-
147).

14
Se ñ ala este autor (op. cit.: 12-1‫ ) ؤ‬que ha de tenerse en cuenta la desaparició n del gé nero neutro originario
en espa ñ ol, y, en otro orden de cosas pero dentro todav ía del an álisis de las variaciones que puede experimentar
el nombre sustantivo, menciona tambié n la reducció n de la flexión latina a un sistema unicasual por generalizació n
del acusativo.

90
la designació n del sexo y tenga, por tanto, un género gramatical determinado (nombres
epicenos o cuasi-comunes): persona leopardo, pantera, o 2) que el nombre que es indiferente
)

por su forma admita adjuntos con moci ó n para se ñ alar el sexo de aquel ser al que se refiere
y concierte, por tanto, con los dos géneros de los adjetivos o de los pronombres (nombres
comvmesy. el corista , la corista ,- el alpinista , la alpinista.

2.1 . ‫ ؤ‬. 1.5 . La combinatoria del sustantivo con los art ículos y los pronombres

‫ ﻟﻤﻶ‬Esbozo de una Nueua Gramdtica de la Lengua Españ ola ‫؟‬L . K . ‫ ﻣﻶ‬. V )7V. \71-\7١‫ﻻ‬
afirma que, atendiendo a su género gramatical , los sustantivos españoles pueden dividirse en
masculinos y femeninos, delimitándose su pertenencia a uno u otro grupo de acuerdo con la
combinatoria con las formas masculinas o femeninas de los art ículos y los pronombres. Se
incluyen en el grupo de los masculinos los sustantivos a los que les corresponden, en la
agmpació n sintagmática, artículos y pronombres de gé nero masculino { el hombre, el adalid ,
.
el rató n , algún mal Estos son mis poderes) , y , en el de los femeninos, los sustantivos que se
combinan con artículos y pronombres femeninos {la mujer, la vestal , la perdiz, aquella flor .
No hay ocasió n como esta ) .

2 . I .5.2. Consideraciones desde el punto de vista sem ántico

٠‫ و‬. 1 . Género y significaci ón


2.1٠2

La significaci ó n de los nombres es otro de los aspectos que, seg ú n las gram á ticas que
se caracterizan por analizar el género de los sustantivos desde mas
de una perspectiva, debe ser
tenido en cuenta para dilucidar el gé nero de éstos. En este sentido , se formulan reglas y
normas que dan como resultado una clasificaci ó n de los sustantivos en masculinos y femeninos
segUn sea el género de la mayoría de los nombres de seres y entidades que se incluyen bajo
cada designació n ‫^؛‬.

De este modo , c. de Villal ó n (1558: 21-22) establece que son del género masculino los
nombres que por su significació n convengan a macho , los de meses y ríos, y algunos nombres
de arbol ( Pedro Enero, Duero, mançano); son del género femenino los nombres que por su
‫د‬ )

significació n convengan a hembra, los de letras, los de ciudades e islas, y algunos nombres de
á rbol ( Catalina, b Palençia, Sycilia, higuera), y son del género comUn de dos los nombres que
|
)

signifiquen y convengan a macho y hembra ( pobre, hereje y profeta ) ]* . )

' 5 En cualquier caso, respecto a los sustantivos españ oles, A. Ma Echaide (1969: 92-93) establece que la
motivació n del género viene dada por factores de diversa indole, que son: " a) la distinció n de sexo en algunas de
las palabras que designan animales, personas, oficios, cargos, profesiones, etc. b) La conservación, por tradición ,
del género etimológico latino, salvo en los neutros, que pasan a masculinos o femeninos, c) La forma de la palabra ,
especialmente la terminación , d) La analogí a paradigm á tica de una serie léxica , e) La contaminació n sintagm á tica ,
en la sustantivación de adjetivos por elipsis de su té rmino primario o descomposición lexicológica ". No obstante,
en algunos sustantivos, pueden influir dos o más factores al mismo tiempo, producié ndose entonces vacilaciones
de gé nero. Sobre los factores citados, vé ase Echaide 1969 y Romero Gualda 1989: 28- 41, quien , tal como ella misma
afirma (op. cit.: 29 n. 5), sigue " casi fielmente " el trabajo de la autora mencionada en primer lugar.
16
Se refiere de nuevo aqui a la combinatoria del nombre con los art ículos para averiguar su gé nero, ya que
menciona que el género masculino de los nombres se señ ala con el articulo este el femenino con esta y el comUn
)

de dos con los dos art ículos que determinan este género, es decir , este y esta ( esta parra este hereje y esta hereje esta
) )

SeuilUy

91
También V . Salva ( 1830: 147- 150) apunta la significació n del sustantivo como uno de
los aspectos que debe ser tenido en cuenta para dilucidar su género . SegUn este autor , son
masculinos los nombres propios y apelativos de los varones‫ ؛‬los que denotan sus ocupaciones ,
profesiones , destinos u oficios , o sus grados de parentesco‫ ؛‬los que significan la naci ón , casta ,
orden religiosa 0 secta a la que pertenece el individuo de que se trata‫ ؛‬los que designan
animales macho , los nombres de rí os , meses del año , montes , volcanes y vientos‫ ؛‬los nombres
de ciencias , artes y profesiones terminados en -0 y los de las notas musicales ( Antonio , hombre ,
atleta , padre , carmelita , paria , leó n , Guadiana , enero , Etna ) , 7 son femeninos ١os nombres
propios y apelativos de las mujeres‫ ؛‬los que significan sus dignidades , ocupaciones y oficios17

17
No obstante , el acceso de la mujer a profesiones que , tradicionalmente, se ven í an considerando como propias
y caracter í sticas de los hombres y , por tanto , ejercidas por é stos, no ha estado casi nunca acompasado de la
formación inmediata del té rmino femenino para hacer referencia al ser de este sexo que ejercía esa profesión ,
utilizándose en estos casos la forma masculina, que se combina , eso si, con las formas femeninas de art í culos,
determinantes , adjetivos , pronombres, etc . Ahora bien , paulatinamente, los té rminos femeninos correspondientes
se han ido incorporando al léxico de la lengua , hasta llegar a ser muchos de ellos aceptados e incluidos como
sustantivos femeninos en los diferentes diccionarios , aunque quiza no con la rapidez que seria deseable .
A este respecto , es necesario mencionar que A. Garcia Mese ier (1993) ha analizado " hasta qué punto
^
son sensibles los acadé micos de la lengua " (op. cit . : 51) al que el denomina "uno de los fen ómenos m ás importantes
de nuestra epoca": la entrada de la mujer en la vida activa de la sociedad, que " ha ocasionado cambios profundos
en todos los Ordenes de la vida: en el trabajo , en el liogar, en las ideas y hasta en las palabras " . En este sentido , este
a
autor (idem: 51- 52 y 54 - 55) enumera los 2٥7 sustantivos que en la 20 edición del Diccionario de la Academia,
publicada en 1984 , aparecí an Unicamente en forma masculina y en la nueva edición de 1992 figuran como voces
con doble forma por gé nero (masculino y femenino) ( bi ólogo, ga; espeleólogo, ga ) , si bien hay todav í a 303 voces que
aparecen en forma exclusivamente masculina (dramaturgo , vi ñador ) y que deber ían , segUn este autor , ser
modificadas en el mismo sentido que las otras . Asimismo, de las palabras que sólo aparecí an registradas con la
forma femenina en la edición de 1984 y que realmente son de doble forma por el género , sólo ha sido corregida
en la edición de 1992 la voz amasia , que figura ya como forma masculina y femenina (amasio, sia ) , permaneciendo
iguales en este aspecto voces como ni ñera , violetera , azafata , etc. , para las que tambié n , segUn Garcia Meseguer ,
habr ía que apuntar que tienen una doble forma por género, es decir , deberían estar registradas como ni ñero, ra -,
violetero, r،r azafato, ta .
١

Se ocupa también el autor citado (Garcia Meseguer 1993: 52 y 56) de las voces que en la 19 a edición del
Diccionario de la Real Academia , es decir , en la edición de 1970 , presentan forma Unica y gé nero comUn ( testigo ,
periodista) , las cuales se marcaron igual que las que ten ían doble forma (masculina y femenina) , esto es , m . y f . , lo
que origina cierta confusión . Por ello , en el DRAE de 1984 estas voces fueron corregidas y marcadas como de
género comUn (com . ) . No obstante , en esta edición no fueron corregidas seis voces ( espía , figurinista , quinielista ,
perista , sacadineros y sufragista ) que si aparecen marcadas correctamente , esto es , como corn . , en la actual edición
de 1992. Asimismo, otras 125 voces marcadas anteriormente sólo como masculinas figuran en la presente edición
de 1992 como comunes (anestesista , escayolista , profesional) , con lo cual "conquista la mujer 125 nuevas palabras"
(op. cit. : 52) , si bien quedan todav í a marcadas como masculinas 135 voces que habría que incorporar al gnrpo de
las comunes ( analista , transportista ) .
SegUn Garcia Meseguer (idem: 51 y 52) , no observa el DRAE que tanto las palabras de doble forma como
las palabras de forma Unica y gé nero comUn " lo son en realidad por su propia morfología , con independencia de
que en la realidad existan 0 no seres que respondan a su significado " . Por ello , habr í an de marcarse como palabras
de doble forma por gé nero (m . y f .) incluso " las voces en desuso, ya que también en los oficios antiguos
t í picamente masculinos pudo haber mujeres, aunque la historia (escrita por hombres) no haya registrado su
existencia " ( idem : 51 ) . Del mismo modo , respecto a las del denominado género comUn , señala este autor que seria
conveniente que estas voces fueran marcadas como m / f , es decir, indicando que se trata de una alternativa -la voz
o es masculina o es femenina- , ya que la utilización de la marca com . puede inducir a la creencia de que en españ ol
hay tres géneros: m . , f . y com .
En relación con la aceptación de las formas femeninas de determinados sustantivos, podemos también
hacer referencia a que hasta el 22 de marzo de 1995 no emite el Ministerio de Educación y Ciencia español una
orden " por la que se adecua la denominación de los t í tulos acadé micos oficiales a la condición masculina 0
femenina de quienes los obtengan " (cf . Bolet í n oficial del Estado de 28 de marzo de 1995: 9477-9478) , apuntá ndose
las "denominaciones en femenino" de los tí tulos previstos en la Ley Orgá nica 1 / 199٥, de 3 de octubre, de
Ordenación General del Sistema Educativo, es decir, frente a las que eran entonces las denominaciones vigentes ,
terminadas en 0 o en consonante, se proponen las de Graduada en Educación Secundaria , Técnica , Técnica Superior ,

92
y sus grados de parentesco‫ ؛‬los nombres propios de reinos, provincias y villas ٩ue acaban
en a\ los nombres de las hembras de los animales‫ ؛‬los de las figuras de la gram ática, ret ó rica
y poética, y los de las letras del alfabeto (Beatriz mujer emperatriz sobrina leona ) .
) ) ) )

No obstante, el gram á tico valenciano menciona que hay que exceptuar de estas reglas:
a) los nombres epicenos, esto es, " los que comprenden ambos sexos bajo una misma
terminació n " (op . cit.: 148) , de los cuales sabemos su género atendiendo a la terminaci ó n que
presentan , independientemente de si se refieren a animal macho o a hembra (paloma, milano) ‫؛‬
b) los nombres comunes, o nombres de una Unica terminació n , que son masculinos o
femeninos segUn se refieran a un individuo de sexo masculino o de sexo femenino,
informaci ó n esta aportada por el determinante (anada llama ) lo mismo que sucede a los
) )

nombres que no designan una clase o especie sino una circunstancia aplicable a las personas
de ambos sexos (icamarista) , y c) los nombres ambiguos o dudosos, es decir, que se pueden usar
en ambos gé neros (análisis hipérbole ) ]* .
)

Igualmente, A . Bello (1847: 73-74) asevera que el género del sustantivo puede
determinarse por su significado , siendo masculinos los sustantivos que significan varó n , macho
o seres considerados como de este sexo‫ ؛‬los nombres propios de r íos, montes y cordilleras, y
toda palabra o expresi ó n que sirve de nombre a si misma'‫؟‬, aunque esto no es posible
generalizarlo {ángel Caligula el Sena ) y femeninos los sustantivos que significan mujer ,
) ) )

hembra o seres concebidos como de este sexo‫ ؛‬los nombres propios de ciudades , villas y aldeas,
7 \os ttomtares de \‫ ةﻵ‬Xettas (piosa , ninfa , Dulcinea , Sevilla , la b١.

Por su parte, R . Lenz (1920: 108-109) menciona que la mayoría de los sustantivos
castellanos conserva el género que tuvieron en latin , lengua en la que se consideraban
masculinos los nombres de varones, ríos, vientos y meses, y femeninos, los de mujeres , arboles,
ciudades, países e islas, pero son muchas las excepciones que se pueden enumerarlo.

Asimismo , A . Alonso y P. Henriquez Ureha (1938-39 , II: 61-62) apuntan que son

Bachiller , Diplomada , Ingeniera Técnica , Arquitecta Técnica , Graduada Social Diplomada , Maestra , Licenciada ,
Ingeniera , Arquitecta , Doctora , Doctora Ingeniera , Profesora Especializada , M édica Especialista , Farmacéutica Especialista ,
Enfermera Especialista , Técnica Deportiva Elemental , Técnica Deportiva de Base 7 Técnica Deportiva Superior .
Las razones que han motivado el llevar a cabo la diferenciació n entre el uso masculino y el femenino son ,
fundamentalmente, (cf . B. o. E. de 28 de marzo de 1995: 9477) "la importancia que tiene el lenguaje en la
formación de la identidad social de las personas y en sus actitudes " , "evitar discriminaciones por razón de sexo "
y " representar adecuadamente a las mujeres ". Ahora bien , previamente, " el Ministerio de Educació n y Ciencia
recabó el pronunciamiento de la Real Academia Española sobre la procedencia en el orden gramatical de tal
adecuación en la expedición de los títulos acadé micos y, en su caso, qué denominación habr í a de corresponder a
cada uno en género femenino" . Por su parte, " la alta Institución, en el dictamen emitido al efecto, se muestra
favorable a la feminización de los t í tulos si bien llama la atención sobre el distinto grado de uso de las voces
femeninas, mostr á ndose partidaria de mantener inalterado el uso de aquellas denominaciones que por su
terminaci ón valen tanto para el masculino como para el femenino ".
Jg
V . Salva no se refiere a epiceno , común y ambiguo como especies de gé neros, que era lo habitual en los autores
anteriores, sino que la Gramática de la Lengua Castellana según Ahora se Habla es una de las primeras de la tradición
lingü istica espa ñ ola en la que nombres epicenos, comunes y ambiguos o dudosos son considerados clases de
nombres sustantivos.

19 ''
... por ejemplo, analizando esta frase las leyes de la naturaleza , dir íamos que la naturaleza est á EMPLEADO
como té rmino de la preposició n de" (op. cit.: 73) .

20
Otras indicaciones formuladas por R. Lenz (1920: 102) y R . Seco (1930: 15 y 18-19) respecto a gé nero y
significació n han sido ya referidas.

93
masculinos los nombres que significan var ó n, oficio de varó n o animales machos‫ ؛‬los nombres
de ríos, lagos, mares, montes, volcanes y cordilleras, y los nombres de los nUmeros, notas
musicales, puntos cardinales, d ías de la semana y de meses (،hombre varón, monarca jinete
) ) )

león١ el Ebro١ el Vesubio , los Andes , el dos , el do , el norte , el lunes( 7 sou hvemnos \os \
< ue
significan mujer, seres mitol ógicos que nos representamos como mujeres, y animales hembras‫؛‬
los nombres de las letras, y los nombres propios de las ciudades y poblados terminados en a
‫؛‬ .
mujer , bada , diosa , leona Safo , Juno , ١^ c , la sabia Salamanc .
^
Del mismo modo , s. Fern á ndez Ramirez (1951: 11-12 y 101-105) , tras establecer que
el gé nero femenino es el de los nombres de persona de este sexo y el de los nombres de
animales hembras, y el gé nero masculino el de los nombres de persona de este sexo y el de los
nombres de animales machos, indica que los nombres de las cosas que reciben la menci ó n
nominal apelativa por la especie a que pertenecen (día , monte meS lugar ) y una denominaci ó n
) )

especial y distinta, es decir , un nombre apelativo o un nombre propio (Manzanares )

Guadarrama ) tienen un régimen particular en cuanto al género, diferente al de los otros


)

sustantivos de cosa . Esta particularidad se refiere al género de la denominació n y se basa en


las interferencias permanentes, vacilantes o nulas que produce el género del nombre apelativo .
Asi , son de género masculino o tienen concordancia masculina las denominaciones de los días
de la semana, los meses, los vientos, los ríos y los colores, por razó n del gé nero del nombre
apelativo en que se basa esta denominació n‫ ؛‬los nombres de las ciudades, aldeas y lugares que
no terminan en a si bien en estos Ultimos casos se observan vacilaciones‫ ؛‬los nombres de
)

caf és, teatros, peri ó dicos, etc., a menos que figure el articulo femenino en su denominació n‫؛‬
los nombres procedentes de sustantivaciones que no han llegado a formar verdaderos
sustantivos, y los nombres procedentes de infinitivos y posverbales en -e.

Por Ultimo , haremos referencia al Esbozo de una Nueva Gramática de la Lengua


Española (R. A . E. 1975: 175-175) , pues señ ala, respecto a los sustantivos apelativos de personas
y animales, que el hecho de que el sustantivo sea masculino indica que se hace referencia a
var ó n o a animal macho y , si es femenino , que designa a una mujer o a un animal hembra.
No obstante, es necesario tener en cuenta que a) el plural masculino de estos sustantivos, y a
veces tambi én el singular masculino , tiene valor general o gené rico y puede aplicarse a un
conjunto formado por seres de ambos sexos. En este sentido, se trata en realidad de nombres
o sustantivos epicenos con relació n al contexto: los padreS los dioses los autores (cf . también
) )

R . A . E ., op. cit.: 176)‫ ؛‬b) algunos nombres que, segú n la definició n formulada, son femeninos,
se aplican sin variaci ó n formal a varó n y a mujer: la centinela, la guarda, la guia y c) los
)

nombres de cosas pueden emplearse figuradamente para hacer referencia a personas, por lo que
se hallan nombres femeninos aplicados a varones y nombres masculinos designando a hembras,
los cuales, fuera de este uso , son escasos: esa mala cabeza ese pendón .
)

Frente a los sustantivos apelativos de personas y animales, los sustantivos apelativos


de cosas no presentan ninguna correlació n género-contenido sem ántico, si bien pueden
señ alarse sustantivos que presentan idéntico gé nero por hallarse en una misma esfera de
significaci ón, esto es, analog í a sem ántica que se traduce en analogía gené rica, y sustantivos que
son designaciones especí ficas y particulares de cosas, que toman el género del nombre mas
general o genérico , por ejemplo , los sustantivos de los d ías de la semana, meses, colores y
nUmeros cardinales son masculinos como los sustantivos generales día meS color y numero
) ) )

y los nombres de letras del alfabeto son femeninos como el sustantivo letra.

No obstante, en todas estas gram áticas se citan numerosas excepciones para cada
subconjunto y tambi én se indica que hay que dejar fuera de estas reglas a a) los nombres
epicenos, ya que se aplican sin variació n formal a animales de ambos sexos‫ ؛‬b) los nombres

94
comunes, que son masculinos o femeninos seg ú n el sexo del ser a que se refieran , y c) los
nombres ambiguos 0 dudosos, que se emplean en el género masculino y en el femenino.

2. I .5.5. Consideraciones desde el punto de vista morfológico

El tratamiento del género del sustantivo desde el punto de vista morfoló gico consiste,
por una parte, en la menci ó n, en algunas gramáticas, de reglas y normas para determinar el
género de acuerdo con la terminació n que el nombre sustantivo presenta en singular, y , por
otra , en el anaiisis de las variaciones formales y los procedimientos que existen en la lengua
para la formació n de un sustantivo femenino a partir del masculino correspondiente sólo en ,

algunos tratados gramaticales (Bello 1847, Lenz 1920, Fern ández Ramirez 1951 y R . A . E .
1975) se examinan ambas cuestiones.

2.1.5.5 . 1 . Reglas para delimitar 0 identificar el género del sustantivo por la terminación
del singular

c . de Villal ó n (1558: 22-52) incluye 57 reglas -al principio del capitulo anuncia que
señalara 25- para determinar o identificar el género masculino, femenino o comUn de dos de
los nombres de acuerdo con la terminación o letra final del mismo. No obstante, hemos de
destacar su frecuente recurrencia a la combinación del nombre con el articulo para dilucidar
tanto el género del nombre como las posibles excepciones a la regla expuesta. Ademas, es
evidente que el gramático vallisoletano esta pensando Unica y exclusivamente en el sustantivo ,
pues, a rengl ó n seguido , enuncia un criterio de í ndole formal para distinguir entre sustantivos
y adjetivos que versa sobre la variació n de la letra final del nombre adjetivo segú n vaya
referido a macho o a hembra, frente a la invariabilidad del sustantivo 21.

Tambié n figuran reglas para averiguar el género del sustantivo segUn la terminación
del singlar en la gramática de A . Alonso y p. Henriquez Urefia (1958-59, II: 57-59) , pero las
excepciones a las normas establecidas son tan numerosas en cada caso que Alonso y Henriquez
Ureñ a, tras señalar que son femeninos los sustantivos terminados en -a no aguda y masculinos
los terminados en .0 no aguda, afirman que "la Unica regla del idioma es que para el género
de los sustantivos que no sean palabras llanas terminadas en -0 o en -a no existe regla
agimpadora, sino que el uso ha ido fijando para cada palabra en particular su género masculino
0 femenino " (op . cit.: 59) .

Menos específicas son las consideraciones incluidas en otras gramáticas consultadas que
,

también tratan esta cuestió n.

En efecto, V. Salvá (1850: 150-165) , por ejemplo, formula una Unica regla: son
femeninos los sustantivos acabados en -a y -d, y masculinos los que terminan de cualquier otro
modo , pero son tantas las excepciones en estos Ultimos que el gram ático valenciano se ve
obligado a tratar cada terminació n por separado apuntando las irregularidades22.

cf . al respecto Villalón 1558: 32-53 ó el apartado 1.1.1.2.2. de este libro.

22
Asimismo, se detiene en el examen del género de los nombres compuestos y en el del gé nero de los nombres
aumentativos y diminutivos.

95
Del mismo modo , A. Bello (1847: 74-78) señ ala que son femeninos los sustantivos
terminados en -a no aguda y -d y los plurales en as y -des (،alma lagrima vanidad red
) ) ) ) )

virtud) y masculinos todos los demas . No obstante, debido a las numerosas excepciones a estas
. )

reglas Bello enumera, agrup ándolos por sus terminaciones, todos los sustantivos que son de
un género distinto al que les corresponder í a segUn la norma establecida .

Por su parte, R . Lenz (1920: 107-108) indica que para determinar el género gramatical
de los sustantivos que designan animales se aplican las mismas reglas que rigen en todos los
sustantivos comunes o apelativos, es decir, son masculinos los que terminan en -o: leopardo )

topo‫ ؛‬femeninos los que terminan en -a: arana ardilla, y para los de otras terminaciones no
)

hay regla fija: el buitre la liebre.


)

Sin embargo , Fern ández Ramirez (1951: 114-118) , que también indica que en los
nombres de cosa parox ítonos las terminaciones en -0 / a han llegado a ser indicadoras,
respectivamente, de gé nero masculino y gé nero femenino , asegura que las excepciones a esta
generalidad son pocas, produciéndose éstas , fundamentalmente, a) por mantenimiento del
gé nero etimol ó gico del nombre (mano día ) b) por fen ó menos de denominaci ó n condicionada
) )

(elipsis) (ila (maquina) dinamo la (maquina) magneto ) o c) por inducci ó n anal ó gica [ el mapa
) )

por analogí a con el plano) .

No obstante, a diferencia de estos autores, en relaci ó n con el aspecto que tratamos el


Esbozo de una Nueva Gramática de la Lengua Españ ola (JL K . L W7 y. \7á‫ﻵ‬ - \ 7‫و‬١ ‫ ؟‬urtva àe
،

manera explicita que formalmente no es posible señ alar una terminaci ó n que especifique la
pertenencia de los sustantivos que designan a seres sexuados a uno u otro gé nero, si bien las
terminaciones -triZ y - tor, -sor y dor son exclusivas de nombres femeninos de mujer y
)

masculinos de varó n , respectivamente (iemperatriz actriz meretriz; coadjutor asesor,


) ) )

arrendador ) . De este modo , se rechaza el postulado tradicional que consideraba las


terminaciones -0 y a como propias e identificativas de sustantivos masculinos y femeninos,
argument ándose en contra la existencia de a) nombres comunes terminados en -0 y -a , de los
que hay que determinar el sexo de la persona que se señ ala con el auxilio de pronombres,
- -
arúoAos ‫اﻻ‬o A&١e\Â vos. el guia , la guia , el artista , la artista , el pianista , la planista , nomVnes -
*

masculinos de varó n en -a y femeninos de mujer en -o: el recluta la viragO y c) nombres


epicenos masculinos con a y -0 , y femeninos con a : la victima la persona el gorila . )
)

)
) ^
Tampoco es posible fijar para los sustantivos apelativos de cosas una o varias
terminaciones que resulten definitorias y específicas de un determinado género gramatical , ya
que muchas de éstas aparecen en sustantivos masculinos y en femeninos { el bien la sien el mal
-
) ) )

la sal , el sol , la col -, el matiz , la cerviz -, los cauces , lasfauces١١ . o 0١٥sume , se citan Ciertas normas
aclaratorias, aunque con multitud de excepciones, que delimitan como femeninos 1) los ^
sustantivos que presentan los sufijos o formas derivativas - triz -icie -dad - idad -ion -sion ,
. )

-ci ón , -zón , -tud ‫ ﻻ‬- tundre , -dumbre. cicatriz , calvicie , opinión Introversi ón , dejación , razón ,
) ) )
*

longitud costumbre servidumbre 2) las voces cultas latinas en -ago cuando no es el nominativo
) ) ) )

el que ha pasado al españ ol: la calígine la vorágine la imagen la sartén 3) algunos nombres
) ) ) )

en -0 que conservan el género femenino originario: la mano la nao que proceden por ) )

abreviaci ó n de algunos femeninos compuestos: moto(cicleta) foto(grafia) radiodifusión ) o que


) ) )

mantienen el gé nero de la denominació n mas general: la 0, la rho 4) la mayoría de los )

nombres en -a o con morfemas derivativos terminados en -a , y 5) algunos de los neutros


griegos en ma que han pasado al espa ñ ol en diferentes ¿pocas, directamente o a través del

latin , como tecnicismos o para componer tecnicismos {la lagrima la calma ) y como ) )

masculinos 1) los diminutivos en -ete y -on derivados de sustantivos y todos los dem ás
3، pe\éí OS en -ete , -dor , - tor , -sor , - 11.- notición , bracete , colador , tractor , cursor , tamboril ,
‫\ ﻻ‬os

96
apelativos en -‫ج؛ج‬: sorbete zoquete banquete' 2) los sustantivos en -0 o con morfemas derivativos
) ) )

terminados en -0, si bien hay algunos nombres que han conservado el género femenino
originario o lo han adquirido por algUn procedimiento. Asi, los nombres de á rboles de la
segunda declinación que han pasado al españ ol , los cuales eran todos femeninos en latin, y las
voces cultas en ago se han hecho masculinas por poseer la terminaci ó n -0: el olmo el chopo ) )

el lumbago el vértigo' 3) algunos sustantivos en -a {el planeta el cometa el día ) algunos


) ) ) ) )

designadores de color o de un vino {el rosa un málaga un rioja excelente) , y 4) algunos de los
) )

neutros griegos en - ma que han pasado al género masculino porque la tendencia culta ha
)

considerado que, por su indeterminaci ó n , el masculino est á m ás cerca del neutro: el enigma )

el drama1٦١.

2.1 . 3.3. 2. Variaciones formales que experimentan los sustantivos para designar el sexo
femenino

Respecto a las variaciones formales que experimentan los sustantivos para designar el
sexo femenino, A . Bello (1847: 67-68) señ ala que, aunque la mayor ía de los que significan seres
vivientes cambia sus terminaciones para significar el sexo femenino (<ciudadano ciudadana' rey ) ) )

) -
reina ) permanecen invariables los terminados en -a , -ey í y consonante, como el patriota la )

patriota , el mártir , la mártir , el intérprete , la intégrete , el marroqu í , la marroquí , etc .,


* * *

exceptu á ndose los terminados en ante ente , -ete y -otef que si var í an: gigante giganta' pariente
) ) ) )

parienta , alcahuete , alcahueta , hotentote , hotentota .


* *

Mas exhaustivas son las indicaciones que figuran en las gram áticas de R. Lenz (1920) ,
R . Seco (1930) y s. Fern ández Ramirez (1951) , asi como en el Esbozo de la Real Academia
Espahola (R. A. E. 1973) 24.

En efecto , R. Lenz (1920: 102-107) indica que, en el conjunto de las denominaciones


de los hombres y de los animales que participan del género natural , podemos distinguir 1) el
grupo de los sustantivos que presentan formas distintas para el masculino y para el femenino:
varón , mujer' padre , madre' yerno nuera' toro buey-vacalb y el de los que para formar el
) ) ) ) ) )

23
Tal consideració n es manifestada también por A . Ma Echaide (1969: 95-96), quien se refiere concretamente
a que los neutros latinos en ‫ اا‬de origen griego, se hicieron inicialmente femeninos ( cisma , clima ) , empleándose
como tales hasta el siglo xvm, si bien una influencia endita posterior los atrajo al masculino por interpretarse
que este género reflejaba mejor la categor í a del neutro. En este sentido, se produjeron vacilaciones, algunas de las
cuales todavía se mantienen ( reuma ). Asimismo, aunque la mayoría de estos sustantivos han sido fijados como
masculinos, hay algunos que se mantienen como femeninos ( estratagema , pócima , calma ) .
2*
No obstante, en ninguna de las obras consultadas se alude a la existencia de sustantivos heteróclitos,
entendiendo por tales, de acuerdo con lo establecido por A. Ma Echaide (1969: 115), aquellos sustantivos "en los
que la variación de morfema no tiene repercusión alguna en el significado " , es decir, " tienen moció n gené rica , pero
sin función semántica", por lo que se consideran " variantes combinatorias de una misma palabra " , si bien esta
variación de forma tiene repercusión sint áctica , ya que implica tambié n la variació n de forma del adjunto o los
adjuntos con moción . Sirvan como ejemplos paraguayo y paraguaya , albérchigo y albérchiga , pomo y poma , parejas
de té rminos que designan el mismo objeto de la realidad.

25
Se aborda aqu í, por tanto, el fenómeno de la heteronimia , empleando este té rmino de acuerdo con la
‫ اأ‬reimpr.: 1٥9), que indica que se trata de
a
definición del mismo que ofrecen, entre otros, j. Marouzeau (19693
la " qualité de noms (gr . onoma ) qui, quoique empruntés à des racines diff é rentes, désignent des objets ou des êtres
étrotement unis par le sens au point de constituer des couples, paires ou groupes naturels: frère et soeur , bouc et
chèvre ' -, F. Lá zaro Carreter (19873, 72 reimpr.: 220), quien señ ala que heteronimia es el "fen ó meno por el cual
proceden de é timos diferentes palabras de gran proximidad, llegando incluso a expresar una el masculino y otra

97
femenino correspondiente emplean una terminaci ón irregular : baró n baronesa; profeta ) )

profetisa emperador emperatriz gallO gallina y 2) el de los sustantivos cuya forma masculina
'
) )
'
) ) )

termina en -0 y la femenina en a : hijo nieto gato asno en el que se incluyen numerosos


) ) ) )

adjetivos sustantivados como , por ejemplo , anciano viejo , amigO vecino , y el de los sustantivos
) )

cuya forma femenina resulta de la agregación de a al masculino correspondiente, aunque éste


no termine en -o: señor señora ladrón ladrona; león leona , los cuales , si designan varones y
)
'
) ) )

mujeres , se pueden clasificar en a) nombres de agentes en - or y calificativos en -on (ilector )

cantor juguet ón pregunt ón) ; b) nombres nacionales: español catalán y c) palabras en -ante
) ) ) ) )

- ente , - ote , ete . gibante , pariente , cobete , randote .


^
*

TambiCn R . Seco (1930: 16- 18) menciona que , en el conjunto de los nombres de
personas y animales que presentan una forma para el masculino y otra para el femenino
(sustantivos variables) , pueden delimitarse, atendiendo al procedimiento de formación del
femenino , cuatro subtipos formales de sustantivos: 1) el constituido por los sustantivos cuya
forma femenina es una palabra totalmente distinta a la masculina: yerno nuera caballo yegua )
'
) )
'
)

varón hembra ; carnero oveja 2) el de los sustantivos que presentan la forma masculina en -0
) )
'
)

o en -e , y forman el femenino permutando la desinencia final por -a : lobo loba ; abogado ) )

abogada elefante elefanta • presidente , presidenta ; 3) el de los sustantivos masculinos terminados


) ) )

en consonante que hacen los femeninos mediante la adici ón de -a a la consonante final : señor )

se ñora ladrón ladrona y 4) el de los sustantivos que forman sus femeninos con diferentes
'
) ) )

termkÁ ds ‫ة‬١‫ﻟﺶ‬١‫اةح \؟‬٠ abad , abadesa -, jabalf , jabalina .

Asimismo , s. Fernandez Ramirez ( 1951: 97- 101) señala que la variaci ó n genérica mas
frecuente de un nombre sustantivo espahol es la que se basa en la alternancia de los morfemas
-a para el género femenino y -0 para el masculino , si bien intervienen tambi én en la formación

el femenino: caballo- yegua yerno-nuera , etc.", o R . Cerda Massó (coord.) (1986: 142), el cual establece que es la
)

" relació n , generalmente de oposició n gené rica de un mismo campo sem ántico, que se establece entre palabras de
étimos distintos; p. ej. padre , madre; caballo , yegua” .
La razón de que hagamos esta puntualización es que, en otros diccionarios de terminología lingüistica,
se incluyen en la entrada heteronimia definiciones o matizaciones que nos alejan del sentido en el que utilizamos
este té rmino, pudiendo inducir tales caracterizaciones incluso a la confusión. Asi, por ejemplo, consideramos vaga
e imprecisa la definición de heteronimia de w . Abraham (1981: 239) , pues afirma que consiste en la "designación
de conceptos o palabras correspondientes por medio de té rminos diferentes, P . ej. en latin frater , soror” , y tampoco
nos parece valida la de j. Dubois et alii (1973: 244), que ofrecen una definició n más abarcadora , ya que, tras se ñ alar
que "en grammaire traditionnelle, on appelle héteronymes les mots de racine diff é rente, mais formant ensemble une
stmcture sé mantique " , citan como ejemplos "les noms de parenté (mè re, soeur , tante, oncle, etc.) , les noms de
couleur (rouge, vert , jaune, etc.), les grades militaires, etc."
En cualquier caso, mayores dificultades se plantean si denominamos heterónimos a los té rminos que
responden al fen ómeno de la heteronimia, pues, segUn G. Mounin (1982, ‫ دا‬reimpr.: 92) , un heterónimo es " una
palabra idé ntica a otra por la graf ía, pero que difiere de ella por la pronunciación y la significación: fr. couvent
"convento " , couvent " incuban "; ingl. tear " desgarrar ", tear "lá grima "" segUn R. Cerda Massó (coord.) (op. cit.: 143) ,
‫؛‬
un heter ónimo es " el vocablo que forma respecto a otro u otros una relación de homonimia; p. ej. banco , tipo de
asiento, banco , institución financiera , banco , conjunto de peces, etc.", y G. R. Cardona (1991: 138) considera, en
un sentido totalmente distinto a los anteriores, que heter ó nimo es " a) otro nombre con el que firma un autor,
seudónimo: los hb. de Pessoa” y " b) nombre de un pueblo dado por los que no pertenecen a aquel pueblo: Graeci
en lugar de Hellenes , etc."
No obstante, en nuestro caso, empleamos el té rmino heteronimia haciendo referencia al fenómeno que
consiste en formular una distinción entre té rmino masculino y té rmino femenino no por procedimientos
gramaticales sino por procedimientos léxicos, pues se fundamenta , esencialmente, en el empleo de palabras distintas.
Asimismo, hemos de ahadir que A. Ma Echaide (1969: 109- 110) , tras se ñ alar que la mayor ía de los
heter ó jiirnos espa ñ oles procede del latin y que son pocas las creaciones independientes ( papa / mama , papi / mami ,
papaito / mamaita ) , afirma que " la heteronimia no es un medio de formación gené rica con vitalidad, antes bien ,
los heter ó nimos tienden a desaparecer, y las formaciones por moció n invaden su terreno" (op. cit.: 109).

98
de sustantivos femeninos los sufijos triZ que se opone a la terminació n -‫؛ﻧﻢ‬, djor caracter ística

) )

de los masculinos (emperador emperatriz) y -esa - isa proveniente del sufijo griego tard ío - LOOOL
í ) ) ) ) )

que se difunde a través del latin tard ío y da origen a sustantivos femeninos que se oponen a
nombres masculinos de diversas terminaciones como se observa en abad abadesa principe )
'
) )

princesa .
Menciona también este gram ático que las diferencias de sexo en los seres sexuados que
se corresponden con diferencias formales en los nombres pueden producirse 1) por la
circunstancia de que sean palabras diferentes las que aludan a cada uno de los dos sexos
(heteronimia): padre madre• yerno nuera• caballo, yegua o 2) por medio de un cambio de
) ) ) ) )

‫ة‬١‫ةل‬0١‫ ( ة‬mo áó ny. ni ñ o , ni ña % ‫؟‬،ato , &ata .

‫ ﻻ‬en ‫ ل‬Esbozo de una Nue^a Gramdtica de la Lengua Españ ola ‫؟‬JL M W7V. Y7 b١ se
alude a que, en determinados sustantivos apelativos de seres sexuados, la diferencia de género ,
correspondiente éste a su sexo particular , se expresa a) valiéndose del procedimiento de la
heteronimia, esto es, del empleo de palabras diferentes designativas de varó n o macho y de
mujer o hembra, respectivamente: yernO nuera• padre madre• macho hembra; toro vaca o b)
) ) ) ) ) ) )

por la moci ó n, de tal manera que, para formar el femenino correspondiente, 1) se alarga la
terminació n del masculino por la adició n de un sufijo: gallo gallina; abad abadesa• 2) se ahade ) ) )

la terminació n -a a las formas masculinas terminadas en consonante: león leona; patrón ) )

patrona• autor autora; director directora o 3) se sustituye la terminació n .0 del nombre


) ) ) )

masculino por la terminaci ó n -a\ abogado abogada; catedrático catedrática• empresario ) ) ) )

empresaria ; zapaterO zapatera. No obstante, se señ ala que hay casos en los que no es posible
)

señ alar una correspondencia de indole sem ántica entre forma femenina y forma masculina,
aunque compartan idéntica raí z como, por ejemplo , crio cria; doncel doncella• el asistente la ) ) ) )

asistenta observándose tambi én esto (op. cit.: 179) en los nombres apelativos de cosa, por
)

ejemplo , olivo oliva; manzano manzana• naranjo naranja que indican á rbol y fruto,
) ) ) ) )

respectivamente"; fruto fruta • leño leña de los que el femenino es el colectivo; huerto
) ) ) ) )

huerta• rio ria de los que el femenino designa algo de m ás extensión o de mayor tamañ o que
) ) )

el masculino".

2.1 . 4. Tratamientos del género del sustantivo desde los puntos de vista semántico y
morfológico

Un tratamiento del género del sustantivo que reUne consideraciones sem ánticas y
morfol ó gicas es el ofrecido por E. Benot (1910: 28-31), si bien hemos de señ alar que lo
establecido al respecto por este gram ático difiere totalmente de lo que, desde estas mismas
perspectivas o puntos de vista, ha sido formulado por otros autores pertenecientes también a

26
En este sentido, A. Ma Echaide (1969: 105) señala que esta diferenciación de género gramatical de los arboles
y sus frutos tiene una motivación etimoló gica , pues en latin los nombres de á rboles son femeninos y los de los
frutos, de igual tema, neutros. Esto ha originado que sean abundantes los nombres de flores o frutos terminados
en -٥, procedentes del plural neutro latino, en los que la terminación ha impuesto el género femenino, frente al
nombre de á rbol en -0, procedente del singular femenino de la segunda declinación, que, tambié n por su
terminación, se ha convertido en masculino.
27
A. Ma Echaide (op. cit.: 106-108) se refiere a los diferentes autores que han investigado o se muestran
partidarios de la teor ía de que el femenino se utiliza para expresar una idea colectiva o aumentativa , pero también
se ñala que hay otros que documentan la existencia de masculinos aumentativos, aunque " el masculino aumentativo
es un fen ó meno mucho más raro que el femenino aumentativo" (idem: 108) .

99
la tradició n**, pues afirma que el cambio de las desinencias de gé nero en los sustantivos es
uno de los procedimientos que permite aumentar la comprensi ó n de los mismos y , de este
modo, conseguir la determinación o individualizaci ón de estos vocablos que exige el sistema
del hablar*‫؟‬.
El gé nero aparece definido como " la expresi ó n de lo cualitativo del nombre con
relació n al sexo " (op. cit: 64) y , en este sentido , se establece que tiene í ndole adjetival , puesto
que aumenta el n ú mero de caracteres de un sustantivo , esto es, aumenta su comprensi ó n (el
sustantivo perrA incluye todos los rasgos que distinguen a la especie canina y , ademas, los de
hembra) , y , por tanto , es determinante del significado expresado por la raíz de la palabra ^ o.
El lingü ista gaditano señ ala el hecho de que, aunque, l ó gicamente, só lo los seres
pertenecientes a la raza humana y los animales son susceptibles de sexo -por tanto, existen dos
géneros, uno para cada sexo: gé nero masculino , para los nombres de seres vivos y animales que
se refieren a macho , y género femenino , para los de seres vivos y animales que son hembras-,
debemos tener en cuenta 1) la existencia de sustantivos del llamado género comUn‫ ؛‬por tanto ,
de sustantivos que, sin variació n formal, se aplican indistintamente a machos y a hembras, y
de los que conocemos si son masculinos o femeninos Unicamente por las palabras que se les
‫؛‬
١iU î\ EL testigo y LA testigo , mártir HEROICO y mártir HEROICA , EL FURIOSO homicida
y LA FURIOSA homicida )' 2) que hay sustantivos epicenos, esto es, que se aplican a machos
)

y a hembras de una misma especie, debi é ndose al uso el que sean masculinos o femeninos, por
lo que es necesario especificar el sexo agregando las palabras macho o hembra ( perdiz MA CHO )

liebre MACHO buho HEMBRA) , o alguna desinencia especí fica para designar a la hembra
)

( profesor profesorA‫ ؛‬zagal zagalA; león , leonA) , y 3) que la mayor parte de los sustantivos,
) )

concretamente todos aquellos que designan objetos no dotados de sexo , son masculinos o
‫؛‬
lerámos por raiotv <k\ uso zapato , alpargata , pueblo , ،uilla , entendimiento , inteligencia , con
* *

excepci ó n de algunos nombres que pueden usarse como masculinos y femeninos, los cuales son ^
'

‫؛‬
‫؟ \ ةه‬jbnero i٥١\ ‫؟‬١uo EL color 7 LA color , EL mar 7 LA mar , EL puente 7 LA puente
* *

‫؛‬
A diferencia de lo afirmado respecto al tratamiento del género del sustantivo por parte
de E . Benot (1910) , observamos que si se ajusta a lo establecido, en el examen del gé nero de
esta clase de palabras desde los puntos de vista sem ántico y morfol ó gico , por otras gram á ticas
tradicionales las consideraciones que figuran en la Gramática de la Lengua Españ ola publicada
por la Real Academia Espahola en 1931.
Asi, tras afirmar que el género " es el accidente gramatical que sirve para indicar el sexo
de las personas y de los animales y el que se le atribuye a las cosas, o bien para indicar que no
se les atribuye ninguno " (R. A . E. 1931: 10) y tras establecer la existencia de seis géneros para
los nombres (op . cit.: 10-11 y 12-18): 1) el gé nero masculino o de los machosj 2) el gé nero
femenino o de las hembras ‫ ؟‬3) el gé nero neutro, en el que se emplea rara vez el sustantivo , el
cual está en cierto modo adjetivado, como LO principe LO capitán; 4) el género epiceno , que
)

No obstante, cf . lo establecido en !.1.2. 2. n . 46.

29
Los otros procedimientos mencionados por este autor (1910: 22- 28 y 31-52) para aumentar la comprensión
de los sustantivos, esto es, sus cualidades o rasgos caracter ísticos, son la adición o agregación de palabras de sentido
general o de expresiones o grupos de palabras de significado posesivo o cualitativo (procedimiento de carácter
sintáctico colocacional o combinatorio) y las terminaciones aumentativas, diminutivas y despectivas (procedimiento
de indole morfol ógica) , cf . al respecto !.1.2.2. n. 48 y 4.1.4.

30
Esto explica que, en la clasificación de las palabras, E . Benot (op. cit.: 73) agripe las desinencias del gé nero,
junto a las del plural , en el conjunto de los determinantes, pues concretizan el significado o idea englobado en la
raíz del sustantivo. Sin embargo, no aparecen mencionadas entre ellas las terminaciones aumentativas, diminutivas
o despectivas, sin explicar la causa de esta omisi ó n .

100
es el de los sustantivos que designan a animales de ambos sexos, como , por ejemplo , buho ,
escarabajo 5) el género comUn , considerado como el género de los nombres de persona que
'
)

designan a seres de ambos sexos y admiten el articulo masculino o el femenino, segUn se trate
de varó n o de hembra ( homicida, márt ÍY testigo) , y 6) el gé nero ambiguo , correspondiente a
)

los nombres de cosas que suelen usarse en los dos géneros ( EL calor y LA calor , EL puente y
LA puente ) en la Gramática de 1931 se indica que la pertenencia de los sustantivos a uno u
)

otro gé nero puede determinarse por su significaci ó n y / o por su terminaci ó n.


Las reglas para averiguar el género de los nombres por su significaci ó n indican que son
del género masculino los nombres propios y apelativos de varones y animales machos‫ ؛‬los que
significan oficios, empleos, etc. propios de varones , y los nombres de rí os ( Antonio , Rocinante )

hombre caballo albañ il Tajo ) y que son del género femenino los nombres propios y
) ) ) )

apelativos de mujeres y animales hembras‫ ؛‬los que significan oficios, empleos, etc. propios de
mujeres, y los nombres de las letras del alfabeto ( Irene , mujer gata , azafata la b) , si bien es
) )

necesario tener en cuenta que a) los nombres propios y los apellidos pueden ser masculinos
o femeninos segUn el sexo de la persona que los lleva ( Don Trinidad Dona Trinidad la ) )

Cañ izares)‫ ؛‬b) los nombres propios de reinos, provincias, ciudades y los que significan
poblaciones o extensi ó n de mayor o menor territorio siguen , por lo comUn , el género de su
terminaci ó n ( España es SOBRIA; Guipúzcoa HÚ MEDA; Bilbao INDUSTRIOSO ) ; c) los
) )

aumentativos y diminutivos son del género de los nombres de los que derivan ( angelote ,
hombron perrazo son masculinos como ángel hombre y perro ) , aunque se pueden citar
) )

excepciones, y d) los nombres que se usan sólo en plural son del gé nero al que corresponder í an
en singlar si tuviesen este nUmero ( albricias es femenino y maitines masculino) . )

En razó n de su terminació n , resulta que 1) son femeninos casi todos los sustantivos
terminados en a ( cabeza , palma , pluma ) , si bien pueden citarse algunos ejemplos de sustantivos
del género masculino (albacea , día , los nombres de las notas musicales), del gCnero epiceno
( águila , llama ) y del ambiguo (aroma , cisma , neuma ) , ademas de otros terminados en a que son
masculinos o femeninos segUn la acepci ó n con que se usan ‫ ؛‬2) son masculinos muchos de los
sustantivos terminados en -e ( declive , lacre , talle ) , si bien hay algunos sustantivos terminados
en e que son femeninos (ave , base , barbarie ) , del gé nero com ú n ( cónyuge , consorte) 0 que se
usan como masculinos o femeninos segUn la acepci ó n ( frente , dote ) ; 3) son masculinos casi
todos los sustantivos terminados en -i , -0 , -u , /, .‫ﻟﻢ‬, - n , - r , s , - t y •X ( alhelí , cabello , espíritu , reloj ,
٠ •

‫؛‬
abedul , bet ún , ámbar , anís , acimut , fénix ) , aceplo ‫ع \؟‬١‫ ةدس‬lememnos metrópoli , mano , tribu ,
troj , cal) , comunes (reo) , ambiguos ( pro , canal , mar , análisis ) y otros que se usan como
masculinos y femeninos segUn la acepción (capital , orden ) , y 4) son femeninos la mayoría de
los terminados en d y z ( bondad , cerviz ) , si bien podemos encontrar algunos masculinos

‫؛‬ ata úd , alborno ‫أھﺲ ﻻ‬ •


‫ا؟‬١‫ ل‬0 ‫ ة‬prez , doble .
^ ^ ^
Por su parte, los lingü istas psicomecónicos consideran que, en el proceso lexigen ético
conducente a la obtención de la parte de lengua sustantivo^ ', el gé nero o clase" es una de
las subcategorizaciones" a las que se somete, paulatinamente, a medida que se va efectuando
el trayecto mental constituido por las operaciones de ideogénesis y morfogénesis, una

Para el desarrollo del proceso lexigen ético del que se obtiene la parte de lengua denominada sustantivo, vé ase
1.1 2 5 ,


El empleo de la doble terminologí a para esta subcategorización se debe a que la denominació n género es la
utilizada por G. Moignet (1981) y la de clase la propuesta por F. Tollis (1985-86) .

١١ Las otras son las de nUmero o morfismo, caso (funció n) o potencia y categor í a de persona o determinació n

ontológica, estrechamente relacionada esta Ultima con la denominada incidencia interna o autoincidencia del
sustantivo.

101
determinada materia nocional o sustancia semántica.
Esta subcategorizaci ón de género 0 clase supone a) en ideogénesis , situar la noci ón
percibida en uno de los polos constitutivos del contraste animado / inanimado , y en el polo
animado , en el de sexo masculino o en el de sexo femenino , y b) en morfogénesis , adaptar lo
establecido en la fase anterior a un género gramatical , ya sea masculino / femenino , ya sea
masculino / </> , o bien femenino ‫ ا‬034 .

34
Realmente, se recoge aqu í la distinción entre sustantivos que intervienen en la oposición de género
(masculino / femenino) y sustantivos que no intervienen en tal oposición (masculino / 0, femenino / 0) , los cuales
son masculinos o femeninos, bien porque se ha atendido a su significació n -caso de algunos de los sustantivos
designativos de seres sexuados ( el caballo , la yegua , el padre , la mée)- , bien porque se ha seguido el criterio
normativo ( la silla , el milano , la perdiz , el libro) . Ahora bien, no tienen cabida en el planteamiento psicomecánico
del género a) el conjunto de sustantivos que son invariables ya designen a un individuo masculino o femenino , los
cuales, por ello, admiten la combinatoria con los dos art ículos, siendo este morfema del sintagma nominal el que
indicar á el car ácter masculino o femenino del ser que designa el sintagma en el que ese sustantivo aparece como
nUcleo. Nos referimos, por tanto, aqu í a los denominados por la tradición gramatical sustantivos de gé nero comUn
(la artista , el artista• el testigo , la testigo ) , y b) los sustantivos de gé nero ambiguo, esto es, los que se pueden unir
)

indistintamente a los art ículos el y la ( el calor, la calor, el mar , la mar) . Es por estas omisiones por lo que
consideramos que, pese a sus deficiencias, el tratamiento tradicional del accidente denominado gé nero es superior,
por ser m ás abarcador, al ofrecido por la lingü istica psicomecánica.

102
2.2. ESQUEMATIZACION

2.2. 1 . Tratamientos del género del sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
sintáctico

2.2 . 1 . !. La combinatoria del sustantivo con los artí culos

E. A . de Nebrija (1492)
5 gé neros:
- masculino (e : el ombre el libro
^
- femenino (la ) : la muger la carta
)

‫؛‬
)

" cotttim de dos ( el Y ‫ﺗﻤﺎ‬١ = %éne‫؟‬o comddy. el artista , la artista


- dudoso ( el o la ) ( = gé nero ambiguo): el color la color
)

- mezclado (con el o la significa animal macho y animal hembra) (


‫>؟‬éne‫؟‬o e‫\<؟‬cenoy. el milano , la paloma
٠

* G. Correas (1627)
2 géneros:
- masculino (el los ) : libro, papel
) ) vaneo
- iememno ( la , las١. tabla , puerta , casa

2.2. 1.2. La combinatoria del sustantivo con los artí culos y los adjetivos

R. A . E. (1771)
2 géneros:
- masculino ( el los y terminació n masculina del adjetivo)
)

- femenino (U las y / o terminació n femenina del adjetivo)


)

el agua clara , las a&uas dulces ‫ ب‬agua es ( emetvmo

2.2. 1.3. La combinatoria del sustantivo con los artí culos y adjetivos, y la sustitución del
sustantivo por pronombres

j. Roca-Pons (1960)
2 géneros:
- masculino (formas masculinas de art ículos y adjetivos, y el
sustantivo es sustituible por formas pronominales masculinas)
- femenino (formas femeninas de art ículos y adjetivos, y el
sustantivo es sustituible por formas pronominales femeninas)

2.2 . 2. Tratamientos del género del sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
morfológico

2.2. 2.1 . La oposición morfológica masculino / femenino

١١
‫م‬
Gramdtlca de la Lengua Vulgar de Espa ña ( Lo\‫؟‬À n^١ \ ‫وﻵﻵ‬
2 géneros que se distinguen por sus distintas terminaciones:

103
- genero " viril "
- género " mugeril

F. Marcos Marin (1972 y 1980)


3 gé neros:
- masculino
- femenino
"neutro: el de los sustantivos de habla o de discurso ( lo blanco )
Oposiciones formales:
- masculino -0 / femenino a: ni ño, nina

- mascuYmo -e / lememtYO -a. pariente , parienta


‫ه‬
*

- masculino / femenino -a: señor, señ ora


)

Existen excepciones.

2.2 . 3 . Tratamientos del género del sustantivo desde los puntos de vista sintáctico ,
sem ántico y morfol ógico

2.2 . 3 .!. Consideraciones desde el punto de vista sintáctico

2.2 . 3 .!. 1 . La combinatoria del sustantivo con los art í culos o deteminantes

c. de VillalOn (1558)
3 géneros:
- mascuYmo ‫؛‬este , estos , aquel , aquellos‫ ؛‬este hombre
- lemeumo ‫؛‬ ‫؛‬
esta , estas, aquella, aquellas esta mu%er
"

‫؛‬
este profeta , esta profeta
‫؛‬
c,ci\m de dos este , estos , aquel , aquellos , esta , estas , aquella , aquellas ,

R. Lenz (1920)
2 gCneros:
- masculino (el)
- femenino ( la )
Sustantivos comunes: el artista (mase.) , la artista (fem.)
Sustantivos epicenos: nunca varían de determinante

R . Seco (1930)
2 gCneros:
- masculino ( el) : el día
- femenino ( la ) : la mano
Sustantivos comunes: el artista (mase.) , la artista (fem .)
Sustantivos epicenos: el mosquito (mase.) , la cigarra (fem.)
Sustantivos ambiguos o dudosos: el mar / la mar

2.2 . 3 .!. 2 . La combinatoria del sustantivo con una de las terminaciones del adjetivo

A . Bello (1847)
2 gé neros:
- masculino (terminació n -0, -os del adjetivo): ni ñ o , león

104
- femenino (terminaci ó n -،*, as del adjetivo): nmay leona
Pero existen sustantivos comunes de los dos géneros ( mártir, testigo )
epicenos (/liebre, buitre) y ambiguos ( mar ) .

‫ ؤ‬8- ‫) ؤ‬
A . Alonso y P. Henriquez Urefia (199
2 géneros:
- masculino (forma en -0 del adjetivo)
- femenino (forma en -a del adjetivo)

2.2. 3.1 . 3 . La combinatoria del sustantivo con los artículos y los adjetivos demostrativos

V. Salvá (1830)
2 gé neros:
- masculino (terminació n masculina de articulo y adjetivo): el navio
libero
- femenino (terminaci ó nfemenina de articulo y adjetivo)
Sustantivos comunes y epicenos:
"masculinos (articulo 0 adjetivo demostrativo masculino) : el cómplice
- femeninos (articulo o adjetivo demostrativo femenino): la cómplice

2.2 . 3.1 . 4. La combinatoria del sustantivo con los adjetivos o los pronombres

s. Fernandez Ramirez (1951)


2 géneros:
- masculino (adjetivo o pronombre masculino)
- femenino (adjetivo o pronombre femenino)
Pero existen nombres epicenos o cuasi-comunes (‫ ط‬persona el leopardo) y
)

nombres comunes ( el corista, la corista ).

2.2. 3.1 .5. La combinatoria del sustantivo con los artí culos y los pronombres

R. A . E. (1973)
2 gé neros:
- masculino (articulo y pronombre masculino): el hombre, Estos son mis
poderes
- femenino (articulo y pronombre femenino): la mujer , No hay ocasi ón
como esto

2.2 . 3.2. Consideraciones desde el punto de vista semántico

2.2. 3.2 . 1 . Género y significación

* c. de VillalOn (1558) , V. Salvá (1830) , A . Bello (1847) , R. Lenz (1920) , R. Seco


(1930) , A . Alonso y P . Henriquez Ure ñ a (1938- 39) , s . Fernandez Ramirez ( 1951) ,
R. A . E. (1973)
Son masculinos:

105
- los nombres propios y apelativos de varones y animales macho
- los que denotan ocupaciones, profesiones, destinos u oficios propios de varó n ,
y sus grados de parentesco
- los que significan la naci ó n, casta, orden religiosa o secta a la que pertenece
el individuo de que se trata
- los nombres de los dí as de la semana, meses del añ o, colores, nUmeros
cardinales, ríos, montes, cordilleras, volcanes y vientos
- los de ciencias , artes y profesiones terminados en -0
- los de las notas musicales
ercvpVos. Antonio , hombre , atleta , padre , carmelita , paria , león ,
^ *

Guadiana , enero , Etna.


Son femeninos:
- los nombres propios y apelativos de mujeres y animales hembra
- los que significan dignidades, ocupaciones y oficios propios de mujer , y sus
grados de parentesco
- los nombres propios de reinos, provincias, ciudades, aldeas y villas que acaban
en a
٠ los nombres de las figuras de la gram ática, ret ó rica y poética
- los de las letras del alfabeto
l١emp\os\ Beatriz , mujer , emperatriz , sobrina , leona , Sevilla , la h.
'

Pero hay excepciones en cada subconjunto y tampoco se incluyen los


nombres epicenos, comunes y ambiguos o dudosos.

2.2. 3.3. Consideraciones desde el punto de vista morfol ógico

2.2. 3.3 . I . Reglas para delimitar 0 identificar el género del sustantivo por la terminación
del singular

* c. de Villal ón (1558)
37 reglas

V. Salvá (1830)
Son femeninos los sustantivos en -a y -d, y masculinos los demas.
٠

Numerosas excepciones.

A. Bello (1847)
Son femeninos los sustantivos terminados en -a no aguda y -d y los )

plurales en -as y -des {alma , red) , y masculinos los dem ás.


Numerosas excepciones.
‫ب‬
R . Lenz (1920)
Son masculinos los que terminan en -o: leopardo , topo.
Son femeninos los que terminan en -a : arana , ardilla.
Para los de otras terminaciones no hay regla fija: el buitre , la liebre.

A . Alonso y P. Henriquez Ure ña (1938-39)


Son masculinos los terminados en -0 no aguda.
Son femeninos los terminados en -a no aguda .
No existe regla agrupadora para los sustantivos que no son palabras

106
llanas terminadas en -0 o en -a .

s. Fernandez Ramirez (1951)


Son masculinos los nombres de cosa parox ítonos en .0.
Son femeninos los nombres de cosa parox ítonos en -a .
Las excepciones son pocas y se producen
a) por mantenimiento del género etimológico: la mano’ )

b) por elipsis: la (maquina) dinamo , magneto , 0


c) por inducció n analó gica: el mapa por el plano .

R. A . E . (1975)
No es posible se ñ alar una terminaci ó n que especifique la pertenencia
de los sustantivos que designan a seres sexuados a uno u otro gé nero , pero
- la terminaci ó n -triz es de nombre femenino de mujer: actriz
- las terminaciones -tor , -sor , -¿or son de nombres masculinos de varó n:
coadjutor , asesor , arrendador.
Las terminaciones -0 y -a no identifican sustantivos masculinos y
femeninos, respectivamente, pues hay
a) nombres comunes terminados en -0 y -a: el guia , la guia'
, )

b) nombres masculinos de varó n en -a y femeninos de mujer en -o: el


recluta , la virago , y
c) nombres epicenos masculinos con -a y -0, y femeninos con -a : la
mctima , la persona , el gorila.
Lo mismo puede afirmarse respecto a los sustantivos apelativos de
cosas.

2.2 .5.5 . 2 . Variaciones formales que experimentan los sustantivos para designar el sexo
femenino

A . Bello (1847)
Sólo permanecen invariables los terminados en -a , -e (no los en -
١ -
ante , -ente , -ete 7 -0 te , -í y consonóte. el patriota , la patriota -, el mdrtir , la
mdrtir , peto gibante , giganta.

R. Lenz (1920) , R . Seco (1950) , s. Fernandez Ramirez (1951) , R . A . E. (1975)


Sustantivos variables:
1) diferencia de género por el empleo de palabras distintas
(heteronimia): yerno , nuera‫ ؛‬caballo , yegua',
2) masculinos en -0 o en -e , y femeninos en -a\ lobo , loba , '

-
‫ﻻ‬١ femeninos COTY diferentes s\ili١os\ abad , abadesa , jabalí , jabalina ,- profeta ,
profetisa , emperador , emperatriz , y
'

4) masculinos en consonante y femeninos con -a : señ or , señora .

2.2 . 4. Tratamientos del género del sustantivo desde los puntos de vista morfológico y
semdntico

E . Benot (1910)
5 géneros:

107
- masculino
- femenino
‫؛‬
- CO ÏÏVU ÏÏ el testigo , la testigo ,- mártir heroico , mártir eroic
- epvcetvo perdiz macbo , bubo bembra١ ^ ^
- ambiguo (‫ ¿ج‬mar , la mar)
La terminaci ó n de género aumenta la comprensi ó n de los sustantivos
y es determinante del significado expresado por la raí z de la palabra.

R. A . E . (1931)
6 géneros:
- masculino
- femenino
‫؛‬
- ueuiro lo principe , lo capitán
- epiceno ( buho , escarabajo )^
"

‫؛‬
cciim homicida , mártir , testigo )
- ambiguo ( el calor, la calor )
Reglas para averiguar el gé nero de los nombres por su significaci ó n y
por su terminaci ó n.

Psicomecánica
La subcategorizaci ó n de gé nero supone:
a) en ideogé nesis, situar la noci ó n percibida en el polo animado
masculino o femenino , o en el polo inanimado , y
b) en morfogénesis, adaptar lo establecido en ideogé nesis a un género
gramatical : masculino / femenino, masculino / 0 , 0 / femenino .

108
2.3. VALORACION CRITICA

Es obvio , de acuerdo con lo establecido , que no es posible hablar de uniformidad ni


en el tratamiento del género del sustantivo ni en la determinaci ó n de cuantos géneros existen
realmente para esta clase de palabras, pues, seg ú n la comisi ó n acadé mica que elaboró la
Gramática de 1931, hay seis: masculino , femenino , neutro , epiceno , comUn y ambiguo‫ ؛‬cinco ,
masculino , femenino, comUn , epiceno y ambiguo , segUn E . A . de Nebrija (1492) y E. Benot
(1910)‫ ؛‬tres: masculino, femenino y comUn de dos para c. de VillalOn (1558) , y masculino ,
femenino y neutro para F. Marcos Marin (1972 y 1980) , y dos, masculino y femenino , segUn
la Gramática de la Lengua Vulgar de España, an ó nimo publicado en Lovaina en 1559 , G .
Correas (1627) , la comisi ó n acad é mica que elaboró la Gramática de 1771 (R . A . E. 1771) , V.
Salva (1830) , A . Bello (1847) , R . Lenz (1920) , R. Seco (1930) , A. Alonso y p. Henriquez Ureñ a
(1938-39), s. Fernandez Ramirez (1951) , ‫ل‬٠ Roca-Pons (1960) , los ling ü istas psicomecánicos y
e\ Esbozo de una Nue،ua Gramática de la Lengua Espa ñ ola (JL M \٩7٩.

Respecto a los criterios empleados en la caracterizació n del género , las gram áticas ,
monograf ías y art ículos consultados presentan un an álisis del mismo de acuerdo con a) un
criterio exclusivamente sint áctico colocacional o combinatorio (E . A . de Nebrija (1492) , G.
Correas (1627) , la Gramática de la Lengua Castellana publicada por la Real Academia Españ ola
en 1771 (R . A . E . 1771) yj. Roca-Pons (1960))‫ ؛‬b) un criterio exclusivamente morfol ó gico (la
Gramática de la Lengua Vulgar de Espa ña editada en Lovaina en 1559 y F. Marcos Marin (1972
y 1980))‫ ؛‬c) cuestiones de í ndole sint áctica, sem á ntica y morfol ó gica (C. de VillalOn (1558) , V.
Salvá (1830) , A . Bello (1847) , R . Lenz (1920) , R. Seco (1930) , A . Alonso y p. Henriquez Ure ñ a
(1938-39) , s. Fernandez Ramirez (1951) y el Esbozo de una Nuei Gramática de la Lengua
Española de la Real Academia (R . A . E. 1973)) , y d) determinados aspectos sólo de í ndole
sem ántica y morfol ó gica (E. Benot (1910) , la Gramática de la Lengua Española publicada por
la Real Academia Espa ñ ola en 1931 (R . A . E. 1931) y los ling ü istas psicomecá nicos) .

Los autores que para examinar el gé nero del sustantivo adoptan una perspectiva 0
punto de vista sint áctico colocacional o combinatorio , unido o no a consideraciones que
resultan de situarse tambi é n en una perspectiva o punto de vista distinto (morfol ó gico y / o
sem á ntico) , postulan la recurrencia a la combinatoria discursiva del sustantivo con otras
palabras que presenten diversas terminaciones como el criterio fundamental para dilucidar el
gé nero del sustantivo y , al mismo tiempo , establecer o fijar cu ántos géneros existen. No
obstante, difieren los tratamientos sint ácticos del género en lo que respecta a la determinaci ó n
de con qu é palabra ha de combinarse el sustantivo para averiguar su género. Asi, E . A . de
Nebrija (1492: 175-176) , c. de VillalOn (1558: 18-19) , G . Correas (1627: 112-113) , R . Lenz
(1920: 102-104 y 107) y R . Seco (1930: 15-16, 17 y 18-20) aluden só lo a la uni ó n del sustantivo
con los diferentes art ículos 0 determinantes‫ ؛‬A . Bello (1847: 37-39) y A . Alonso y p.
Henriquez Ure ñ a (1938-39 , II: 56-57) se refieren a la combinatoria del sustantivo con una de
las terminaciones, masculina o femenina, de los adjetivos calificativos‫ ؛‬la corporaci ó n
acad é mica que elaboró la Gramática de 1771 (R . A . E. 1771: 14-16) menciona que hay que
atender tanto a la terminación masculina o femenina del adjetivo calificativo como a si el
sustantivo aparece con los art ículos el y los o con la y las ; V . Salvá (1830: 146-147 y 321-323)
considera que es la combinatoria del sustantivo con los art ículos y los adjetivos demostrativos
la que hace posible la determinació n de su gé nero‫ ؛‬s. Fern á ndez Ramirez (1951: 11-12) sustenta
que hay que prestarle atenci ó n a la uni ó n del sustantivo bien con los adjetivos, bien con los
pronombres‫ ؛‬mientras que el Esbozo de la Real Academia (R . A . E. 1973: 172-173) se ñ ala como
criterio la colocaci ó n del sustantivo junto a ambos, los art ículos y los pronombres , y j.
Roca-Pons (1960: 167-170) se refiere a la combinatoria del sustantivo con las formas masculinas

109
٥ femeninas de art ículos y adjetivos, asi como a la sustituci ón del sustantivo en el discurso por
formas pronominales masculinas o femeninas.

En este sentido , resulta paradó jico que, si en todas estas gram áticas la combinatoria del
sustantivo con art ículos, pronombres, adjetivos, etc. que tienen diferentes terminaciones es
presentada como el criterio fundamental para dilucidar el género del sustantivo , se incluya, en
la mayorí a de ellas -se exceptUan las de E . A . de Nebrija (1492) , G. Correas (1627) , Real
Academia EspaAola de 1771 (R . A . E. 1771) y j. Roca-Pons (1960)-, reglas para determinar 0
identificar el género del sustantivo de acuerdo con la terminaci ó n o letra final y con la
acentuació n que presenta en singular, si bien , contra toda ley , hay tantas excepciones que
ninguna regla es valida en su totalidad . Asi, son bastante significativas las declaraciones que
figuran en la Gramática Castellana de A. Alonso y P. Henriquez Ureha (1938-39, II: 59) , pues
se afirma, tras indicar, como también lo hacen , entre las normas que emiten al respecto , c.
de VillaOn (1558: 22-23 y 24-25) , ٠٧ Salva (1830: 150), A . Bello (1847: 74) , R . Lenz (1920: 107-
108) y s. Fernandez Ramirez (1951: 114) , que los sustantivos que terminan en a no aguda son
femeninos y los terminados en -0 no aguda masculinos, que no existe regla agrupadora para
averiguar el género de los sustantivos que no sean palabras llanas terminadas en -0 o en -،*, asi
como tambié n llaman la atenció n las opiniones vertidas en el Esbozo de una Nueva Gramática
de la Lengua Españ ola (R. A . E. 1973: 175 y 177) , ya que se dice explícitamente que " los
sustantivos apelativos de persona carecen de una forma fija que estC en correlaci ó n con la
diferencia de sexo " , si bien " algunas terminaciones aparecen exclusivamente en nombres
femeninos de mujer como -triz [...] o en masculinos de varó n , como -dor -tor - sor" mientras
) ) )

que en los nombres de cosa es " m ás frecuente el hecho de que una misma forma por su
terminació n aparezca en nombres masculinos y femeninos ".
No obstante, reglas para averiguar el género del sustantivo segUn su terminació n
aparecen también en la Gramática de la Lengua Espa ñ ola publicada por la Real Academia
Espa ñ ola en 1931 (R. A . E. 1931: 14-18) , que no nos presenta un anaiisis del género del
sustantivo desde el punto de vista sint áctico , sino Unicamente desde las perspectivas
morfol ó gica y sem ántica, y , por el contrario , sorprendentemente, estan ausentes estas normas
o pautas en los tratamientos del género del sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
morfol ó gico , que son los que se ofrecen en la Gramática de la Lengua Vulgar de España
publicada en Lovaina en 1559 , que só lo indica (1559: 34) que los gé neros " viril " y " mugeril "
se distinguen porque presentan diferentes terminaciones, y en la Aproximación a la Gramática
Española y el Curso de Gramática Españ ola de F. Marcos Marin (1972: 115-117 y 1980: 184-
186) , que, aunque pertenecen al periodo de transici ó n entre tradici ó n ling ü istica y
estructuralismo , presentan como novedoso y diferenciador respecto a las consideraciones
morfol ó gicas tradicionales pero, a su vez, en comUn con lo ofrecido en las obras propiamente
estructurales el hacer referencia al género como morfema gramatical , gramema o formante con
el que se combina la parte de la palabra sustantivo que aporta el significado o contenido
sem ántico, la cual se denomina lexema, morfema léxico, semantema o plerema, asi como el
formular el accidente de gé nero en té rminos de oposici ó n elemento marcado / elemento no
marcado , siendo el masculino el té rmino extensivo y no marcado, frente al femenino , que se
configura como té rmino intensivo o marcado.
Asimismo , llama la atenció n que algunos de los autores que formulan el criterio
sint áctico colocacional o combinatorio para averiguar el gé nero del sustantivo , concretamente,
nos referimos ahora a E. A . de Nebrija (1492) , c. de VillalOn (1558) , V. Salva (1830) , A . Bello
(1847) , R . Lenz (1920) , R. Seco (1930) y s. Fernandez Ramirez (1951) , aludan a la existencia
de sustantivos comunes, ambiguos y epicenos , sin observar que, como apunt ó Correas (1627:
112-113) , tales distinciones son redundantes e innecesarias, ya que, de acuerdo con ese criterio
sint áctico colocacional o combinatorio , todo sustantivo presenta en el discurso un género

110
definido y concreto . En este sentido , A . Alonso y P. Henriquez Urefia (1938-39, II: 63)
afirman:
" La inmensa mayor ía de los nombres de animales son solamente masculinos o
solamente femeninos, sin referencia al sexo‫ ؛‬el buitre la corneja١
)

La vieja gram á tica ha llamado a estos nombres epicenos, con la idea de que la misma
forma significaba los dos sexos del animal. Esta explicación ya no satisface, porque, cuando
decimos, por ejemplo, la pulga , designamos el insecto sin alusión ninguna al sexo. No es que
valga por los dos sexos; es que no se hace referencia al sexo".

El tratamiento del género del sustantivo desde el punto de vista sem ántico consiste en
la formulaci ón , en la mayoría de los tratados en los que se analiza este " accidente " del nombre
desde esta perspectiva (C. de VillalOn (1358: 21-22) , V. Salvá (1830: 147-150) , A . Bello (1847:
73-74) , R . Lenz (1920: 108-109) , R . Seco (1930: 15 y 18-19) , la Gramática de la Real Academia
de 1931 (R. A . E . 1931: 13) , A. Alonso y P. Henriquez Ureñ a (1938-39, II: 61-62) , s.
Fern ández Ramirez (1951: 11-12 y 101-103) y el Esbozo de la R . A . E. (R. A . E . 1973: 173-
175)) , de reglas, normas y pautas para clasificar los sustantivos en masculinos o femeninos
segUn sea el género de la mayoría de los nombres que se incluyen bajo cada designación, si
bien son numerosas las excepciones que se señ alan para cada subconjunto y tampoco se suelen
incluir los nombres epicenos, los comunes y los ambiguos o dudosos. En este sentido, suele
ser comUn la aserció n de que el género es claramente dilucidable en aquellos casos en que los
sustantivos designan personas y animales de un sexo determinado y existe en la lengua el
té rmino por el que se designa el sexo opuesto , siendo en estos casos masculino el sustantivo
que se aplica al varó n o macho y femenino el de la mujer o hembra . Pero sólo en las
gram áticas de la Real Academia Espahola de 1771 (R . A . E. 1771) , E. Benot (1910) , R. Seco
(1930) y A . Alonso y P. Henriquez Ureha (1938-39) se hace referencia a que, para todos los
demas sustantivos, es el uso el que atribuye o ha ido fijando para cada uno en particular su
género masculino 0 femenino. Asimismo, Unicamente j. Roca-Pons (1960) habla de " género
normativo " para el de los sustantivos que designan cosas y seres asexuados.

Consideraciones relativas a las variaciones formales que experimentan los sustantivos


para la designaci ó n del sexo femenino aparecen también en las obras de A . Bello (1847: 67-68) ,
R. Lenz (1920: 102-107) , R . Seco (1930: 16-18) y s. Fernandez Ramirez (1951: 97-101) , asi como
en e\ Esbozo de una Nue^a Gramática de la Lengua Espa ñ ola (‫؟‬L N . L W7V٠ \7١٠ ‫ ة‬In este
sentido , es contradictorio que tanto R. Lenz , R . Seco y s. Fernandez Ramirez como la
corporaci ó n académica que elaboró el Esbozo, que establecen, desde un punto de vista
sint áctico , que los sustantivos presentan en el texto un género concreto o determinado que se
manifiesta por las diferentes terminaciones que adoptan los art ículos, adjetivos y pronombres,
mencionen la existencia de sustantivos que, por presentar una forma para el masculino y otra
para el femenino , se denominan heteró nimos^ (caballo yegua' tenor tiple' yerno nuera' toro
) ) ) ) ) ) )

vaca ) . Nos parece incoherente su inclusi ó n junto a una concepci ó n sint áctica del gé nero de los
nombres porque los sustantivos heteró nimos se agrupan o con los de gé nero masculino o con
los de género femenino , pues se unen a los art ículos el (i:aballo tenor yerno toro ) y la {yegua ,
) ) )

tiple nuera vaca ) respectivamente.


) ) )

Un tratamiento del gé nero distinto en algunos aspectos es el ofrecido por E . Benot


(1910) , pues le da al género un carácter cualitativo o adjetival , ya que considera que esta
desinencia aumenta el n ú mero de caracteres del sustantivo , esto es, su comprensió n, de modo
anaiogo a como lo haría un adjetivo.
Asimismo , difiere de lo establecido hasta el momento la concepció n del género de los

No obstante, cf . 2.13. 3.2. n. 25.

111
lingü istas que siguen la doctrina gramatical de G . Guillaume. En efecto , el gCnero del
sustantivo se presenta en la psicomecá nica como una de las subcategorizaciones a que se ve
sometida en la lexigé nesis -el trayecto mental seguido en la construcci ó n de la palabra- la
materia nocional o sustancia sem á ntica resultante de la operació n particularizante de
discernimiento o ideogé nesis, materia que, en esta primera fase de la lexigé nesis, sera situada
en el polo animado , masculino o femenino , o en el inanimado , para, despu és, en la
morfogé nesis, adoptar la forma lingü istica de un gé nero gramatical determinado.

Difieren tambié n los autores tratados en la consideraci ó n del gé nero como accidente
o variaci ó n gramatical del sustantivo o como rasgo inherente del mismo que se manifiesta
discursivamente por las diferentes terminaciones que adoptan los art ículos , adjetivos y
pronombres.
Asi , E. A . de Nebrija (1492: 164) , R . Seco (1930: 15) , la comisi ó n de la Real Academia
que realizó la Gramática de 1931 (R . A . E. 1931: 10) , A . Alonso y P. Henriquez Urefta (1938-
39 , II: 62) , s. Fernandez Ramirez (1951: 11) , ‫ل‬٠ Roca-Pons (1960: 167) y la corporació n
acad é mica que elabor ó el Esbozo (R. A . E . 1973: 169 n . 9 y 171, sobre todo , n. 1) afirman que
el género es un accidente gramatical del sustantivo , si bien A . Alonso y P . Henriquez Ure ñ a ,
tras indicar que "se llaman accidentes gramaticales las variaciones de forma de las palabras, que
corresponden a cierta variación en el significado " , mencionan , frente a los otros citados, que
só lo "en unos pocos sustantivos, pocos en comparaci ó n con los del idioma entero , el género
se manifiesta por tener doble forma, una para el masculino y otra para el femenino: perro y
perra , pastor 7 pastora , hermano 7 hermana , &allo 7 gallina" .
Por su parte, las aserciones de c. de VillalOn (1558: 32) , V. Salvá (1830: 146-147 y 323-
324) y A . Bello (1847: 39) parecen ajustarse a la opini ó n de que el género no es un accidente
gramatical del nombre sustantivo , sino un rasgo inherente de cada palabra de esta clase, y que
son los art ículos , pronombres y adjetivos los que han de acomodarse al gé nero del sustantivo
de acuerdo con las reglas generales de la concordancia.

Esta tesis, defendida por gram áticos denominados tradicionales, se conecta 0 coincide
con lo que, actualmente, desde diferentes perspectivas y metodolog í as, sustentan autores que
se insertan en determinadas corrientes ling ü isticas contemporáneas, tales como la glosematica
o la gram ática generativa, por citar só lo algunos ejemplos representativos.
En efecto , como hemos indicado'¿, L. Hjelmslev considera al sustantivo como el
semantema susceptible de morfemas de caso que desempe ñ a ordinariamente funció n de t é rmino
primario , el cual rige el género , el n ú mero y el caso del adjetivo -semantema generalmente en
funció n de té rmino secundario-, y , adem ás, la persona y el nUmero del verbo -semantema que
aparece exclusivamente como té rmino secundario-. No obstante, posteriormente, para precisar
el concepto de recci ó n y demostrar có mo esta noci ó n contribuye a acentuar la relaci ó n entre
la ling ü istica estructural y la tradici ó n ling ü istica, L. Hjelmslev (1939) somete a critica la
concepci ó n tradicional de recci ó n y denuncia que 1) la lingü istica clasica no delimite la
extensi ó n de las unidades involucradas en la misma‫ ؛‬2) se establezca una distinci ó n innecesaria
entre recci ó n y concordancia‫ ؛‬3) no se defina la direcció n u orientaci ó n de la recci ó n ‫ ؛‬4) se
hable Unicamente de recci ó n y no se observen las otras funciones posibles en el sistema del
lenguaje‫ ؛‬5) no se delimite la extensi ó n de las categorías involucradas en la recci ó n , y 6) la
recció n sea concebida como determinació n sólo heterosintagm ática . Estos aspectos cree
solucionarlos el lingü ista dan és estableciendo que 1) conviene siempre fijar la extensi ó n minima
de las unidades que intervienen en la recció n. Asi, frente a la tradici ó n gramatical , que afirma
que el t é rmino primario o sustantivo es el que rige al té rmino secundario o adjetivo , de tal

Cf . !.1.2. 4.

112
manera que el caso, nUmero y gé nero de este concuerdan con los de aqu é l , L. Hjelmslev
considera que la funci ó n esta constituida por la concordancia entre los morfemas
fundamentales de los t é rminos primario y secundario , mientras que las raíces de ambos quedan
aparte y só lo se definen posteriormente de acuerdo con los morfemas de los que son
susceptibles‫ ؛‬2) no hay diferencia entre recci ón y concordancia, ya que en los elementos
regente y regido que intervienen en una funci ó n es posible distinguir un elemento sem ántico
id éntico para ambos, de manera que cualquier hecho de recci ó n queda reducido a una
concordancia . Asi, tomando como ejemplos ilustrativos la recci ó n del caso por la preposici ó n
y la del modo por la conjunció n , resulta que la relaci ó n puede ser definida en t é rminos de
concordancia entre la preposici ón y el caso, por una parte, y entre la conjunción y el modo ,
por otra, puesto que hay en la preposici ó n un elemento casual y en la conjunció n un elemento
modal que exigen un elemento idéntico contenido en su régimen ‫ ؛‬3) la recció n es definida por
L. Hjelmslev (1939: 192) como un " movimiento l ó gico e irreversible de un regente a un
regido " , siendo el regido aquel té rmino requerido necesariamente por el otro y el regente, el
que requiere. Asi, tomando la conexi ó n que se establece entre el té rmino primario o sustantivo
y el té rmino secundario o adjetivo , resulta que a) el té rmino secundario es el que requiere /
rige al t é rmino primario -el té rmino requerido-, ya que podemos encontrarnos sustantivos sin
adjetivos pero lo contrario no es posible, y b) los morfemas de gé nero , nUmero y caso del
t érmino primario rigen los morfemas del t é rmino secundario. La recci ó n , por tanto, se define
como determinaci ó n: el t é rmino secundario determina a su té rmino primario , y el género ,
nUmero y caso de éste determinan a los de aqu él‫ ؛‬4) ademas de la rección o determinaci ó n
-dependencia unilateral y obligatoria- ha de señ alarse la existencia de la funció n de la
interdependencia -dependencia bilateral y obligatoria- y la de la constelaci ó n -dependencia
facultativa-‫ ؛‬5) los t é rminos considerados en la recci ó n no deben ser mas amplios que un
paradigma pero no menos amplios que una categoría, ya que la recci ón existe só lo en virtud
de una categor ía y hemos definido ésta como un paradigma provisto de una funci ó n definida,
y 6) la recció n , al igual que la interdependencia y la constelació n , puede ser heterosintagmatica
y homosintagmatica. Asi , la determinaci ó n de la base por las características es un caso de
determinaci ó n (recci ó n) en el interior de un sintagma.

Asimismo , la teorí a est ándar de la gram á tica generativa transformacional (cf . chomsky
1965) indica que el adjetivo y el verbo de la expresió n toman sus marcas del sustantivo , que
es la categor í a central y dominante, pues los rasgos sint ácticos asignados a éste por las reglas
de subcategorizaci ó n independientes del contexto son trasladados a las otras dos categorías
lé xicas mediante reglas selecci ó nales. Y , en este sentido , hemos de recordar ^ ? que R. L.
Hadlich (1971: 105) se ñ ala la necesidad de ahadir a las reglas de subcategorizaci ó n del
sustantivo propuestas por N . Chomsky (1965: 79-80) otra nueva regla que permita la inserci ó n
de los rasgos gramaticales del nombre (gé nero , nUmero , etc.) , determinando este autor que
seria:
[ + N] -* [ + / - Pronombre, + / Masculino, + / - Plural , + / - Enf ático]
٠

No obstante, en la posibilidad de incluir esta regla habí a pensado tambié n el lingü ista
americano (cf . Chomsky , op. cit.: 160-166) , aunque sin dar una soluci ó n definitiva.

V é ase lo establecido eo 1.3.

113
‫ا‬
‫ا‬
CAP ÍTULO III

EL NUMERO DEL SUSTANTIVO

3.1. EXPOSICI ÓN TEORICO-CR ÍTICA

A diferencia de lo que se puede afirmar respecto al gé nero, el tratamiento del accidente


gramatical n ú mero del sustantivo en las gram á ticas, art ículos y monograf ías consultados se
caracteriza, en lineas generales, por su uniformidad , en el sentido de que prácticamente en
todos ellos se formulan sobre el mismo an á logas consideraciones de indole sem á ntica y
morfol ógica . No obstante, hemos de destacar que só lo determinados gram á ticos (E. A . de
Nebrija (1.92) , G. Correas (1627) y V. Salv á (1830)) interpretan la variaci ó n gramatical nUmero
del sustantivo como declinaci ó n y tambi é n que en algunos tratados gramaticales como , por
ejemplo , en la Gramática, publicada por la Real Academia Espa ñ ola en 1771 (R. A. E. 1771)
se recurre al criterio sint áctico colocacional o combinatorio para determinar qu é sustantivos
carecen de singular o de plural.
En este sentido, para la exposició n teOrico-critica establecemos en este capitulo una
divisi ó n entre a) los trabajos que presentan un tratamiento del nUmero del sustantivo que
resulta de un examen del mismo desde los puntos de vista sem á ntico y morfol ógico‫ ؛‬b)
aquellos otros que adoptan las perspectivas sem á ntica , morfol ógica y sint áctica en el an á lisis
de este accidente gramatical , y c) los que aluden Unicamente a consideraciones de indole
morfol ógica.

115
3.1.1. Tratamientos del n ú mero del sustantivo desde los puntos de vista sem á ntico y
morfol ó gico

Un examen del accidente gramatical n ú mero del sustantivo que resulta de tener en
cuenta consideraciones de indole sem á ntica y morfol ógica es el que, siguiendo las pautas de
la tradici ó n gramatical grecolatina , lleva a cabo R. Lenz (1920: 92) , pues alude, al igual que
previamente lo hab ía hecho el gram á tico gaditano E. Benot (1910: 37) ‫ ؛‬, a que la variaci ó n de
n ú mero supone una modificaci ó n del concepto expresado por el sustantivo respecto a la
extensi ó n 0 aplicabilidad de este concepto a uno o m ás objetos (singular / plural) . Se trata , por
tanto, segú n el primer autor citado , de una variaci ó n l ógica. No obstante , indica el ling ü ista
alem á n (op . cit.: 94) que el afijo 0 terminaci ó n -(e)S signo de plural de significado abstracto y
)

uniforme para todos los sustantivos, es só lo uno de los medios de indicar la pluralidad en
castellano 2.

Asimismo , aunque desde la perspectiva del distribucionalismo americano Ch . F.


Hockett (1958: 232) se ñ ala que, si bien casi todos los sustantivos espa ñ oles son flexionados
.
para el n ú mero , es posible distinguir una serie de temas que se incluyen en esta misma clase
formal de los sustantivos pero que incumplen esta caracter ística flexional , pudiendo estos
sustantivos que no flexionan para el n ú mero 1) aparecer siempre en n ú mero plural , como , por
-
ejemplo , exequidS enseres víveres nupcias mí tines 2) figurar casi invariablemente en n ú mero
singular , casos de ‫ﺣﺮ‬, alevosía ultimátum y 3) ser usados en singular y plural indistintamente
) ) ) ) )

) )

pero sin que se d é cambio de forma por cambio de n ú mero , lo que se cumple en los
SUSIXYVOS lunes , martes , Carlos , éxtasis , tesis.

Y tambi é n los lingü istas psicomecá nicos apuntan que la subcategorizació n de n ú mero
0 morfismo^ a que se somete la materia nocional 0 sustancia sem á ntica de la que se obtiene
en el proceso lexigenCtico la parte de lengua denominada sustantivo4 implica , en la operaci ó n
denominada ideogenesis, situar la noci ó n percibida en uno de los polos constitutivos del
contraste continuo (no contable) / discontinuo (contable) , mientras que la fase siguiente -la
morfogé nesis- consiste en la adaptaci ó n de lo resultante de la ideogé nesis a un n ú mero
gramatical , bien singlar / plural , bien singular / <¡) bien plural ‫ا‬ )

Por su parte, de acuerdo con presupuestos que resultan de la conjunci ó n de postulados

Cf. 3.1.1.1.1.
2
Ya que también se expresa Ja pluralidad en nuestra lengua mediante el empleo de palabras de valor
demostrativo, numeral {los , varios, muchos ) 0 colectivo { Pedro vendió mont ón de fruta) , o por la combinaci ó n de
éstas con el afijo 0 terminación (ejs (cf . idem: 93-94) . Puntualiza R . Lenz que la lengua castellana prescinde de la
-
variaci ón gramatical para expresar la pluralidad en los sustantivos colectivos ( Pedro vendió su rebano sus animales)
y en el uso distributivo o colectivo del sustantivo individual ( el perro es un animal domestico ) .
‫و‬
Citamos primero la denominación de G. Moignet (1981) y en segundo lugar la de F. Tollis (1985-86) .
A
Sobre el desarrollo completo del proceso, vease !.1.2.5.
5

b) sustantivos que no tienen plural y si singular -los singularia tantum- (aceite , leche , vino , trigo , cebada ) , y c)
-
Se recoge la distinció n entre a) sustantivos que intervienen en la oposició n singular / plural ( mesa , libro , ni ño)
)

sustantivos que no tienen singular y si plural - pluralia tantum- (grillos , esposas) . La psicomecá nica no lia hecho en
este caso m ás que adoptar una distinció n presente en la tradició n ling ü istica desde la Antigüedad (cf . al respecto
3.1 .1.1 .2. y 3.1 .2.1.2.).

116
tradicionales y estructurales, c. Hern á ndez Alonso (1984: 424-427) 6 centra su an á lisis del
nUmero en el examen del denominado plano de contenido del morfema de n ú mero, esto es,
pretende delimitar qu é expresa realmente el morfema de nUmero en el nombre 0 sustantivo ,
aspecto que surge, por una parte, a ra íz del rechazo de la idea manifestada en las gram á ticas
de la tradici ó n de que el nUmero singular en el nombre siempre singulariza e individualiza,
mientras que el plural pluraliza y cuantifica la sustancia del singular, y, por otra , de la
admisió n del postulado de A. Bello (1847: 60) de que el singular significa unidad absoluta , pero
tambié n unidad distributiva y la especie conjunta , frente al plural , que denota siempre
multitud , distributiva 0 colectivamente.
En este sentido, para justificar su postura , c. Hernandez parte de la delimitaci ó n
tradicional de nombres contables 0 discontinuos y nombres incontables o continuos y
establece que 1) al enunciar un sustantivo , contable 0 incontable, en singular y sin ningUn
actualizador , no individualizamos ni singularizamos sino que expresamos el conjunto de rasgos
distintivos de un gé nero , una clase 0 una especie (Busco piso Compro piso No encuentro chica )
) ) )

ya que " el singular nunca singulariza por si solo. Es, pues, el t é rmino no marcado en cuanto
al nUmero, es el " no plural '"' (op. cit.: 425) ,- 2) el singular de los nombres contables 0
discontinuos no individualiza sino que se ñ ala los rasgos comunes a todos los de su gé nero.
Necesita un individualizador (el articulo, un adjetivo , 0 un cierto este mi ) para lograr ese
) ) )

grado de individualizació n , y 3) el singular de los nombres de masa no individualiza ni


singulariza, requiriendo para mostrar tal significaci ó n la presencia de un actualizador. Por su
parte, el .plural de estos nombres no cuantifica , esto es, no expresa incremento cuantitativo del
singular - por ello , en Tenernos buenos vinos en la bodega la cantidad de liquido es inferior , tal
)

vez, a la de Tenemos buen vino en la comarca- sino que expresa un conjunto de


)

individualidades que poseen los rasgos sem á nticos contenidos en el singular ( He tomado unos
vinos ) .
Estas consideraciones llevan a c. Hern á ndez a formular las siguientes posibilidades:
A) Nombres contables 0 discontinuos
SINGULAR:
significaci ó n gen é rica
significaci ó n específica
PLURAL:
significaci ó n gen é rica y gen é rica distributiva
pluraliza las individualidades específicas
B) Nombres continuos 0 de masa
S GULAR:
^ significaci ó n gené rica
significaci ó n individualizante
PLURAL:
significaci ó n gen é rica
significaci ó n individualizante
Por tanto , segUn Hernandez Alonso, " el sistema se basa en pluralidad / no pluralidad
ya que el singular no tiene marca singularizante, individualizante" (op. cit .: 426) , si bien se ñ ala
que advierte en el nUmero una tendencia a sustituir la oposici ó n tradicional pluralizaci ó n / no
pluralizaci ó n por la de gen é rico / no gen é rico.
Para reforzar la tesis establecida , a ñ ade este autor que hay bastantes plurales que

.
‘ En este sentido, ‫ وا‬indagación de! tratamiento del accidente gramatical nUmero del sustantivo eit esta obra
contribuye a corroborar nuestra afirmació n anterior de que la Gramática Funcional del Espa ñol de c. Hernandez
Alonso (198 ) es una gram á tica de transici ó n. Sobre el sentido en el que empleamos tal denominaci ó n , vCasc
1.1 .1.1 . 2 .

117
presentan una significaci ó n diferente - m á s concreta- que el singular (seso / sesos, interés /
intereses, bien / bienes amistad. / amistades) , hecho que se pone de manifiesto tambi é n en el
)

plural de los nombres colectivos, que individualizan y concretan , mientras que el singular tiene
una significaci ó n abstracta y conjunta: ejército / ejércitos, montón / montoneS muchedumbre
)

/ muchedumbres.

Ahora bien , a diferencia de lo que ocurre respecto a lo rese ñ ado hasta el momento en
estecapitulo, si es posible deslindar de manera clara y precisa las consideraciones emitidas
desde una perspectiva sem á ntica y las formuladas de acuerdo con un criterio de í ndole
morfol ógica por el resto de los autores que analizan el nUmero del sustantivo desde estos dos
puntos de vista.

3.1 . 1.1 . Consideraciones desde el punto de vista semántico

Teniendo en cuenta nUmero y significaci ó n , observamos que a) por una parte, se


delimita generalmente la existencia de dos n ú meros para el sustantivo: singular y plural; b) por
otra, se distincte en esta clase de palabras entre sustantivos que admiten la variabilidad de
terminació n para expresar ambos n ú meros y sustantivos que carecen de la posibilidad de
expresi ó n de albino de ellos, ye) adem ás, en algunas obras, se incluyen observaciones relativas
a la significació n gramatical del nUmero de los sustantivos contables 0 discontinuos, los
incontables 0 continuos y los colectivos.

3.1 . 1.1 . 1 . La oposición del nú mero: singular / plural

En la Gramática de la Lengua Castellana, E. A . de Nebrija (1492: 176) define el nUmero


como aquello por que se distingue uno de muchos". Indica el gram á tico sevillano la existencia
de dos n ú meros: el " que significa uno " , denominado singular , como el ombre, la muger , y el
" que significa muchos" , que se llama plural , como los ombres, las mugeres.

Tambi é n c. de Villal ó n (1558: 17) se ñ ala que hay dos n ú meros en el nombre
castellano: singular, " que habla de vno como hobre " , y plural , " que habla de muchos, como
hombres ".

En t é rminos casi id é nticos a los que figuran en estas gram á ticas de la tradici ó n
lingü istica se expresa G. Correas (1627: 114) , pues afirma que " los n ú meros son dos, singular
que habla de uno , plural que habla de muchos".

Por su parte, V. Salv á (1830: 138) manifiesta que el nUmero " es en el nombre la
‫؛‬
circunstancia de significar las cosas 0 sus calidades refiri éndose a un solo objeto en cuyo a‫؟‬،o se
llama singular) , 0 bien diciendo relación a muchos, y entonces lo denominamos plural" .

No obstante, difiere de lo dicho por los gram á ticos anteriormente citados lo


establecido por A . Sello (1847: 60) , pues, aunque distingue tambi é n dos n ú meros en el
sustantivo (singular y plural) , establece que el n ú mero singular puede significar unidad absoluta
‫؛‬ ‫؛‬
Existe un Dios)١ unidad (kcvWtvu El hombre es un ser dotado de razón , donde el bombre cc
referencia a cada hombre, todo hombre) y, colectivamente, la especie { El hombre señorea la ^
tierra ) frente al plural que denota siempre multitud , ya sea en un sentido distributivo { Los
animales son seres organizados que áen, sienten y se muelen = ‫ ﻣﺲ‬ána\ ‫ ؟ح‬un SCT
‫؛‬
)

‫ا‬

118
organizado que vive, siente y se mueve)), ya sea colectivamente (Losanimalesforman una escala
inmensa, que principia en el menudísimo animalillo microscópico y termina en el hombre , \
( ١‫ةﻟﻢ‬ ,

debemos interpretar como referido al conjunto global de los animales y no en el sentido de


que cada animal forme independientemente esta inmensa escala) ?.

Igualmente, resulta novedoso que E. Benot (1910: 37) declare expl ícitamente que la
modificaci ó n 0 variaci ó n del nUmero es uno de los dos medios posibles para fijar la extensi ó n
de los nombres sustantivos* y el Unico si atendemos a un punto de vista exclusivamente
formal‫؟‬. Pero , al igual que en las otras gram á ticas a las que hemos hecho alusi ó n , tambi é n se
indica en el Arte de Hablar que existen dos nUmeros para el sustantivo: el singular, que se
refiere a un solo individuo, y el plural, referido a dos 0 m ás individuos. Se insiste en la idea
de que el plural afecta só lo a la extensi ó n del singular , sin aumentar la comprensi ó n del
mismo .
Tambi é n para R. Seco (1930: 20) la diferente forma que puede presentar un nombre
0 sustantivo para indicar unidad 0 pluralidad se denomina n ú mero. Por tanto , segú n este
autor, existen dos nUmeros para el nombre espa ñ ol: singlar , si denota un Unico ser u objeto,
y plural , si denota m ás de uno.

Asimismo, en la Graáica de la Lengua Española de la Real Academia Espa ñ ola


'

publicada en 1931 (R. A. E. 1931: 11) , tras se ñ alar que " n ú mero es el accidente gramatical que
sirve para indicar si un vocablo se refiere a una sola persona 0 cosa , 0 a más de una " , se
establece que el nUmero se divide en singular , que denota un solo individuo { La mujer
hacendosa trabaja todo el día ) y plural , que denota dos 0 m ás individuos { Las mujeres
)

hacendosas trabajan todos los días . ١


Del mismo modo , A. Alonso y P. Henriquez Ure ñ a (1938-39, II: 67) afirman que " el
n ú mero es un accidente gramatical de los sustantivos y de los adjetivos para significar uno 0
más ejemplares de la especie". En este sentido , por el n ú mero se marca una distinci ó n entre
si nos referimos a un solo ejemplar (n ú mero singular) , por ejemplo, la paloma, 0 si nos
referimos a mas de uno (nUmero plural) , como , por ejemplo , las palomas.

\%\n\nn\t , Ç.ÏÏ ‫ ﻟﻤﻶ‬Introducci ón a la Gramdttca (con Especial Referencia a la Lengua


Españ ola) obra que hemos calificado como de transici ó n ' o, j. Roca-Pons (1960: 170) afirma
)

7
Ahora bien , A . Bello , al tratar la significaci ón de los números del sustantivo , est á atendiendo al sintagma , por
lo que no se ñ ala el significado del Jtontbre , sino la designaci ón , referencia y sentid() del sintagma en el que el
nombre está inserto .
8
En la Grammaire Gé né rale et Raisonnée ou La Grammaire de Port Royal , A . Arnauld y Cl . Lancelot (1660:
36-39 y 52) mencionan ya que el n ú mero contribuye , junto con los art í culos , a determinar la significaci ón vaga de
los sustantivos comunes .
١ El otro procedimiento apuntado por el gram ático gaditajto (op . cit .: 34-37) para concretar , limitar y fijar la

extensión de los sustantivos es de carácter sint áctico y consiste en la adici ón o agregación de vocablos que limitan
el n úmero de objetos , seres o cosas a los que Itacc referencia el sustantivo . Estos determinantes que fijan la
extensi ón de los sustantivos -determinantes de la extensión - son , fundamentalmente , los art ículos definidos, los
nú meros cardinales , los m últiplos , los subm últiplos o divisores y las palabras que indican cantidad 0 n ú mero
indeterminado como , por ejemplo , las que determinan al sustantivo en los sintagmas mucha manteca , poca leche ,
az úcar bastante cf . ! . 1.2 . 2 . n . 48 .
,

Cf . 1.1 . 1.1 . 2 . n . 9.

119
que, a diferencia del gCnero, el accidente nUmero del sustantivo s‫ ؛‬presenta justificaci ó n
racional , mostr á ndose una oposici ó n absoluta entre singular -n ú mero por el que se expresa que
tomamos un objeto en una unidad- 7 plural - nUmero de la expresi ó n de un objeto en m á s de
una unidad . "

YA Esbozo de una Nuei Gramática de la Lengua Espafiola Ijk M W7 A . v‫؛‬k


tambi é n el postulado tradicional sobre el valor sem á ntico expresado por el nUmero gramatical ,
*

١
pues se refiere a la idea " com ú nmente aceptada " de que plural equivale a a +dy
singular equivale só lo a d .

5.1 . 1.1 . 2 . Sustantivos que carecen de alguno de los dos números

En la ma70٢ía de las obras mencionadas en el apartado anterior (se exceptUan las de


c. de VillalOn (1558) , E. Benot (1910), R. Lenz (1920) 7 R. Seco (1950) , asi como los trabajos
de los lingü istas psicomecanicos) , 7 tambié n en otras a las que no hemos hecho alusi ó n pero
que aceptan impl ícitamente la existencia de dos n ú meros para el sustantivo (singular, si se
refiere a un solo ser , objeto 0 entidad , 7 plural , si hace referencia a m ás de uno) como , por
ejemplo , la Gramática Espd ñold de s. Fernandez Ramirez (1951) , se indica que ha7 sustantivos
que se emplean exclusivamente, 0 casi exclusivamente, en plural 0 en singular , los cuales son
designados por los t é rminos latinos plurdlid tdntum 7 singuldrid tdntuni respectivamente. )

En este sentido , E. A . de Nebrija (1492: 176-177 7 178-179) distingue a) sustantivos que


tienen singlar 7 plural ( Id ciudad Ids ciuàdes ] el pan los panes)' b) sustantivos que no tienen
) ) )

plural 7 si singular, entre los que se incluir ían los nombres propios de los hombres, las
ciudades, aldeas, villas, islas, rios, montes, caballos, bue7es, perros, otros lugares 7 otras cosas
a las que les ponemos nombres para diferenciarlas dentro del conjunto del que forman parte
( Pedro , Juan , Juana , Maria , Sevilla , Toledo , Medina , Cerdena »
^ no ïï Aïï e‫ ؟‬k Y\\
ç u\àos 7 k . ٠

algunas materias que se miden 7 pesan ('vino trigO cebada centenO linO arroz ) asi como una
) ) ) ) ) )

serie de nombres no encuadrables en ninguno de los subgrupos se ñ alados anteriormente


(:sangre glorid colera drena. lena ) que, si aparecen en plural, es porque queremos indicar
) ) ) ) )

partes del conjunto 0 totalidad que constipen , 7 c) nombres sustantivos que no tienen
singular 7 si plural (dlforjdS grillos esposds) 11 .
) )

Tambi é n G. Correas (1627: 154) alude a los nombres que carecen de uno de los dos
n ú meros 7 se ñ ala que no tienen plural los nombres propios de personas, lugares, ciudades, rios,
montes, provincias, reinos, perros, caballos 7 algunas cosas que son Unicas cPedro Sdlamancd ) )

TormeS MoncdiO Andaluzid Bavieca )’ los nombres de las artes (laarkitetura ) los de los metales
) ) ) ) )

( el oro ) los de los l íquidos (el vinO el dzeite ) los de elementos ( zielO dire) 7 la ma70 r ía de los
) ) ) )

de grano ( zentenO drroz ) mientras que nombres como tenazas tixerdS alforxaS etc. no suelen
) ) ) ) )

aparecer nunca en singular.

Asimismo , V. Salv á (1850: 142-145) inclu7e en su Gramática de la Leyjgua Castellam


según Ahora se Habla a) la menci ón de los subtipos de nombres que carecen de nUmero plural ,
que son los nombres propios de personas, las partes del mundo , reinos, regiones, ciudades .
" Resulta sorprendente que Nebrija no llaga aliora Jiinguna alusió n a la divisió n contenida en la definición de
nombre (cf. Nebrija 1492: 164 ó el apanado 1.1 .1.1.1 . de este libro) entre los tjuc significan cuerpo {ombre , piedra )

árbol) y los que significan cosa {dios , anima , gramática) , pues estos Ultimos se ،listinguen tambié n por carecer de
plural.

120
‫ﻷﻋﻼ‬١ nos ( Antonio , Europa , Espa ña , Extremadura , Cadiz , Mediterráneo , Manzanares , \os
nombres apelativos de virtudes mentales y corporales { caridad robustez) y los de significaci ó n
)

abstracta (،codicia pobreza ) , destacando este autor el hecho , significativo y novedoso respecto
)
^-
a toda la tradició n gramatical anterior, de que es posible encontrar estos nombres de
significaci ó n abstracta en plural , aunque ya no denotando cualidades en abstracto , sino con
significados m ás concretos, pues altiveces y caridades denotan, respectivamente, actos de altivez
y obras de caridad' los de ciertos frutos {arroZ canela miel trigo } los de profesiones
) ) ) ) )

{ebanistería jurisprudencia )• los de metales (oro, plata ) y algunos otros { sangre sed hambre )'
) ) ) ) ) )

b) una lista de sustantivos que só lo tienen n ú mero plural {alicates , añicos , bártulos bragas ) )

efemérides) ; c) la referencia de nombres que, aunque tienen nUmero singular , carecen de él si


se toman en una significaci ó n particular {esposas , grillos) ‫ ن‬d) la observaci ó n de que muchos
nombres que, por designar cosas Unicas en su especie, no debieran tener plural se emplean en
este nUmero cuando aluden a dos zonas que tienen una denominaci ó n comUn ¡ { as Americas ,
las Espanas) , y e) la puntualizaci ó n de la existencia de muchos nombres que, siendo verdaderos
plurales, son considerados como del n ú mero singular porque designan una sola realidad
( Ciempozuelos ‫ ؟ح‬de la provincia de Madrid).
‫ا‬

Igualmente, A. Sello (1847: 62-65) se detiene en la enumeraci ó n de los subgrupos de


sustantivos que carecen de albino de los dos nUmeros. Asi, entre los que carecen de plural ,
se ñ ala los nombres propios { Antonio , Beatriz , América , Venezuela Chile ) , con las excepciones
)

de los de regiones, reinos y provincias que toman plural cuando significan las partes del todo
¡( as Américas, las Espanas, las Andalucías) y los de personas que toman el plural cuando cambia
su significaci ó n y se hacen apelativos {los Homeros los Virgilios las Mesalinas , las Venus } 2•
) ) )

' 2 En estos casos estamos ante uno de los subtipos de la figura que la ret ó rica clásica denomin ó antonomasia ,
Ja cual , en efecto, presenta distintas variedades que hacen posible la sistematización de las definiciones de
antonomasia que aparecen en los tratados de ret órica y en los diccionarios de rctOrica y de lingü istica en cuatro
apartados de acuerdo con las variedades 0 tipos de la misma incluidos en su caracterización.
Un primer grupo es el constituido por las descripciones dadas por los autores que admiten sólo el
denominado tipo ciaico 0 antiguo de antonomasia , que se define como la sustitución de un nombre propio por
un nombre comUn (cf. al respecto las definiciones de antonomasia de Lapesa 1981: 43 y Cardona 1991: 20) 0 por
‫ اأ‬reimpr.: 23, Lázaro Carreter 1987’, 7 reimpr.:
un ep í teto 0 una perífrasis caracterizados (cf . Marouz au 19693 a a
^
49-50 y Mortara Garavclli 1991: 198) , por ejemplo, el filosofo y el poeta , en la Edad Media , por Arist óteles y Virgilio,
rt‫؟؟‬éamcw\e١ el Omnipotente por Dio‫ ؟‬, la meen del cine or Hollyiod .
‫؟‬
Otro apartado est á formado por las definiciones de antonomasia que recogen Unicamente el tipo apuntado
por el gram á tico y ret ó rico G . I Vossio en el siglo xvn ( Commentariorum rhetoricorum sive oratoriarum
.
institutionum libri sex) , tipo que consiste en el ejnpleo de un nombre propio en lugar de un nombre comUn 0
apelativo (cf . Martinez Garcia 1975: 396-399 y Le Guern 1985٠: 39-4٥) . Resulta evidente que el nombre propio que
puede intervenir en esta antonomasia vossiana es sólo el de " una persona 0 cosa que en la historia 0 en la mitolog í a
constituy ó una realizació n destacada de la propiedad significada con el apelativo" (Lausberg 1984 , 2 a reimpr., ٥:
84) . Sirvan como ejemplos los sintagmas y expresiones Es un Hercules por muy fuerte , esos Martes por esos militares ,
E‫ ؟‬un Cicerón ‫؟‬OT buen orador, elocuente, locuaz .
El tercer grupo es el de las caracterizaciones ofrecidas por los autores que admiten las dos variedades de
antonomasia anteriormente se ñ aladas -la cl ásica 0 antigua y la vossiana-. Estas dos variedades de antonomasia
( recmplazamiento del nombre comUn por el nombre propio 0 del nombre propio por el nombre comUn , por una

H. Fern á ndez (197594 ‫د‬:


.
per í frasis 0 por una caracterizació n universalmcnte conocida del referente del nombre propio) soit las contenidas
en las definiciones de c. Ch. Du Marsais (1730, citado por Le Gucrn 1985 : 39- 40) , j. Dubois et alii (1973: 37) , P.
) , Ma del R. Garcia Arance (1979: 119-123), E. Torre y M. Á. Vá zquez (1986: 118) , ‫ ل‬Ma
Diez Borque (1989' ': 107) , G . Sobejano (1956: 25-26) , K . Spang (1979: 214-215) , H. Morier (1981: 116) , G . Mounin
(

(1982 , Ia reimpr.: 18) y A . M á rchese y j. Forradellas (1986: 31 -32), entre otros.


Por Ultimo , citamos lo establecido por el retórico francés p. Fontanier (1821: 95-97) , que se ñ ala cuatro
tipos o variedades de antonomasia: 1) la de nombre comUn por / en el lugar de un nombre propio (en Virgilio,
-
el Troyano por Eneas ) , 2) la de nombre propio por / en el lugar de un nombre comUn ( un Más por un ambicioso ,
-
un Newton por un gran físico ) , 3) la de nombre propio por / en el lugar de otro nombre propio (Boileau , en la

121
ep ístola a su jardinero, presenta a Luis XIV bajo el nombre de Alejandro; Voltaire hace revi٧ir a Sócrates en el rey
de Prusia ) , y 4) la de nombre comUn por / en el lugar de otro nombre comUn (un judio por un usurero ) .
En este sentido, los ejemplos citados por A. Bello (los Homeros , los Virgilios١ las MesalinaS las Venus ) , que
)

muestran que los nombres propios de persona que toman plural cambian de significación y se hacen apelativos,
se incluyen en la denominada antonomasia vossiana, que surge a partir de la atribuci ó n , por parte de los ret ó ricos
clasicos, del car ácter sinecd óquico a la antonomasia de nombre apelativo 0 per í frasis por / en el lugar de un
nombre propio , siendo, sobre todo , la relaci ón establecida entre este tipo de antonomasia y la sin écdoque de genus
pro specie 0 totum pro parte lo que indujo a G . j. Vossio a delimitar un segundo tipo de antonomasia que se
correspondiera con la otra variedad de sinécdoque, la de speciespro genere 0 pars pro tolo. Por tanto , la antonomasia
vossiana - nombre propio por / en lugar de nombre apelativo- tiene su origen en la aplicaci ón , a la antonomasia
clasica , de la reversibilidad caracter ística de la sinécdoque , obseivada tambi é n en la metonimia .
No obstante, al analizar algunos ejemplos de la denominada antonotnasia vossiana , se observa que el
empleo de la denominación nombre comUn 0 apelativo incluye también al adjetivo 0 ep íteto, ya que, para la
interpretación correcta de esos ejemplos, el nombre propio no ha de ser sustituido por un nombre comUn , sino
por una unidad que indique la cualidad , característica 0 rasgo peculiar que distingue al referente de esc nombre
propio , es decir , por un adjetivo 0 ep íteto , si bien éste resulta tras la sustitución casi siempre sustantivado ( Es un
Hercule‫؛‬VOY muyfuerte , un Tartufo VOY un hipócrita , un don Juan VOY un conquistador 0 un mujerie o١ un Midas VOY
^
un ambicioso). Una prueba de que realmente algunos nombres propios antonom ásicos sustituyen a adjetivos la
constituye el hecho de que aqu éllos pueden intervenir en estructuras comparativas y superlativas como si de
aut é nticos adjetivos se tratara . Asi, expresiones como Isabel es la más Maria del barrio por la más vulgar, la más
-
ordinaria , Pedro es más don Juan que su padre VOY más conquistador, más mujeriego ‫ ﻻ‬Antonio es más Judas que el
propio Has por mi* falso se usan en espa ñol .
El equivoco proviene, a nuestro modo de ver , del hecho de que los distintos autores han intentado
jnantener los té rminos empleados por los ret ó ricos cl ásicos en su definici ó n de antonomasia , sin observar que ,

como hemos indicado (cf . 1.3 .) , desde la Edad Media , el denominado nombre comUn 0 apelativo no mantiene la
misma acepci ón amplia que en la gram ática grccolatina . En efecto , los gram á ticos griegos y latinos, desde Dionisio
de Tracia , señ alaban que el adjetivo (ep íteto) no era m ás que una de las muchas subclases que pod ían distinguirse
en el conjunto de los nombres comunes 0 apelativos, opuestos éstos a los nombres propios. Tal concepci ón perdura
hasta la Edad Media , periodo en el que se introduce la distinció n entre nombre sustantivo y nombre adjetivo como
subclases del nombre, si bien no es hasta el siglo XI cuando sustantivos y adjetivos van a ser considerados clases
independientes. En este sentido , no existe coherencia entre las definiciones y los ejemplos apuntados por los autores
posteriores, al menos, al siglo TII: nombres comunes 0 apelativos y adjetivos son categor í as distintas.
^
Desde nuestro punto de vista (cf . Diaz Hormigo 1995) , los nombres propios antonom icos se caracterizan
^
por no tener significado -lo que explica su no intervenció n en oposiciones l é xicas-, pero por reproducir , cuando
son utilizados, las notas connotativas que han adquirido al haber denotado y designado a un individuo que destacó
de modo sobresaliente por una serie de cualidades o caracter ísticas y que es cotiocido en un determinado contexto
hist ó rico o cultural , que abarca , de acuerdo con la definici ó n ofrecida por el lingü ista rttmano E. Coscriu (1955-56:
5٥) , " todo aquello que pertenece a la tradici ón cultural de una comunidad , que puede ser muy limitada 0 tan amplia
cotno la liumanidad entera " . Asi, el nombre propio don Juan , al denotar y designar a un individuo que sobresal í a
por sus cualidades de conquistador y mujeriego , tom ó estas connotaciones, lo que permite que este mismo nombre
pueda ser utilizado aplicado a otro individuo que, se llame 0 no de ese modo, tenga esas mismas caracter ísticas.
En este sentido , el empleo del nombre propio antonom ásico implica la reproducció n de las connotaciones asumidas
por denotar y designar a un individuo conocido por poseer una serie de cualidades.
Por tanto , es posible afirmar que el nombre propio antonomasico ocupa la zona perif é rica 0 intermedia
entre los conjuntos de los nombres comunes y los nombres propios, ya que participa de las caracter ísticas de
ambos. Asi, al igual que los nombres propios refercnciales, el nombre propio antonomasico se escribe con letra
mayUscula y carece de un significado intralingUistico en virtud del cual pueda intervenir en oposiciones lcxem á ticas ,
y , al igual que los nombres comunes, puede aparecer como nUclco de un sintagnia nominal con la misma estructura
sint áctica que el que tiene como nUcleo un nombre de esta clase: el nombre propio antonomasico , a diferencia del
nombre propio referencial y al igual que el nombre comUn 0 apelativo, es precedido generalmente de un
determinador; toma , a veces , el morfema de plural , y puede ser determinado por un adjetivo calificativo , una
oraci ó n de relativo , un complemento preposicional 0 alguno de los llamados tradicionalItientc adyacentes naturales
del nombre.
Esta diferencia sint áctica entre el nombre propio antonomasico y el nombre propio referencial se
corresponde con una diferencia sem á ntica , ya que CJI lugar de designar a un particular -funció n identificativa-, el
nombre propio antonomasico tiene una funci ó n descriptiva , y , para cujnplirla , pone en juego una serie de notas
connotativas , que, andando el tiempo, pueden llegar a con.stituir o configurare! significado l é xico de ese nombre .
122
los nombres apelativos de ciencias, artes y profesiones ( fisiología. carpintería abogacía); los de ) )

virtudes, vicios, pasiones especiales ({ magnanimidad envidia colera horror ) y los de edades de ) ) )

la vida ( juventud mocedad vejez ) si bien estos nombres admiten plural variando su
) ) )

significaci ón‫ ؛‬los de cosas materiales que, aunque se dividan , conservan siempre su naturaleza
y su nombre (agua , vino oro plata ) aunque éstos si tienen plural para denotar las varias
) ) )

especies, calidades 0 procedencias, y, por Ultimo, los nombres y frases latinas que sin variar
de forma han sido incorporados al castellano ( déficit albuni). Carecen de singular varios
‫؛‬ ‫؛‬
)

ttd ٥١m ropvos de cotin‫؟‬, y los Alpes , los Andes , lits B¿lea٢es١ ks Antillas
^
a pesar de que, sin cambiar su significado, podemos decir el Pirineo y los Pirineos el Algarbe )

y los AlgarbeS asi como tambi é n carecen de singular muchos nombres apelativos (albricias ,
)

efemérides enaguaS ínfulas) , algunos de los cuales, aunque en su significaci ón primitiva no


) )

tienen singular , en sus significaciones metaf ó ricas y secundarias si lo tienen ( tenazaS hacer )

tenaza‫ ؛‬tijeras ser una buena tijera)٠ Por otra parte, existen sustantivos que se usan en singular
)

0 plural sin diferencia de significado ( calz ón calzones\ funeral funerales ) y nombres geogr áficos
) )

que parecen plurales pero son de n ú mero singular ( Buenos AireS el AmazonaS el Manzanares) . ) )

En la Gramática publicada por la Real Academia Espa ñ ola en 1931 (R. A . E. 1931: 19-
20) se menciona que no tienen plural los nombres propios de reinos, provincias, montes,
mares, etc., si bien hay entre éstos algunas excepciones como, por ejemplo, las AméricaS las )

Castillas , las Andalucías• tampoco tienen plural los vocablos que representan cosas singulares
)

0 Unicas (el caos la nada la inmortalidad )‫ ؛‬los nombres gen é ricos (el orO la plata , el vino ) , que
) ) )

si se ponen en plural para indicar las varias clases en que se subdividen ( los vinos de jerez ); los
nombres de virtudes y vicios (la fe , la esperanza la pereza ) aunque, en otras acepciones, ) )

decimos han falsificado dos fes de bautismo• nombres de institutos militares y otros nombres
)

que terminan en ismo ( cristmnismo islamismo maquiavelismo )• los nombres de ciencias y artes
) ) )

( Gramática jurisprudencia ) y los nombres procedentes de un verbo latino en una terminaci ó n


) )

personal ( déficit fíat exequátur ) . No tienen singular nombres como albricias maitineS nupciaS
) ) ) ) )

enfts , alicates , exequias , exe .


Por su parte, A . Alonso y P. Henriquez Urefia (1938-39 , II: 69-70) se muestran de
acuerdo con la aserci ó n tradicional de que " no tienen plural aquellos nombres que só lo lo
tienen a costa de cambiar algo la significació n " (op. cit.: 69) . En este sentido , afirman que,
significando una ciencia , un arte 0 una profesió n , no tienen plural la abogacía la medicina la ) )

pintura• ni tienen plural los sustantivos abstractos tomados como tales abstractos, aunque si
)

lo tienen con algUn cambio de significaci ón ( curiosidad es " la cualidad de ser curioso " , pero

lo cual implicaría que se ha producido su lexicalización , es decir, su conversión en nombre com ún . Éste es el
proceso seguido , entre otros , por los sustantivos mecenas maritornes mesalina quijote anjitrion , celestina séneca
) ) ) ) ) )

etc . , que fueron nombres propios que se utilizaron como antonomasias pero que ya lioy se encuentran totalmente
fijados en el l éxico espa ñol . Por ello, es razonable que se escriban con min úscula y normal que aparezcan como
entradas de diccionario . No obstante , de los ejemplos apuntados por A. Bello , sólo figuran en el Diccionario de la
Lengua Española de la Real Academia Espa ñ ola (R . A . E. 19922‫ )ا‬las entradas de venus ( " mujer muy hermosa" (op .
cit .: 2075)) y mesalina (" (por alusión a Mesalina esposa de Claudio , emperador romano) , mujer poderosa 0
)

arist ócrata 0 de costumbres disolutas " (idem : 1561)) .


Ademas , sustentamos que , puesto que en la antonomasia vossiana el nombre propio antonom ásico designa
a una persona que puede llevar o no el nombre propio en cuestión , pero que es considerada parecida de una
manera 0 de otra a un portador real 0 ficticio del nombre propio generalmente conocido en la comunidad
lingü istica (si decimos de Pedro que es un Virgilio y de Antonio que es un Homero es porque hemos visto ciertos
rasgos 0 cualidades en Pedro y Antonio coincidentes con los que caracterizaron a Virgdio y a HomerO )

respectivamente) , la relación que se establece entre los referentes es de semejanza 0 similitud , por tanto, una
relación metaf órica . Asi , el nombre propio antonomásico puede ser denominado con toda propiedad nombre
propio metaf órico .

123
curiosidades son " cosas curiosas "; la ira es una pasi ó n , pero las iras son " actos de ira "); ni tienen
plural los nombres propios geogr á ficos (.Francia Paris el Sena ) aunque unos pocos si lo
) ) )

admiten {las Americas, las Espanas, las dos Castillas) . Asimismo , carecen de singular algunos
nombres propios de cordilleras y de archipi élagos {los Alpes, los Andes, las Baleares, las
Canarias, las Azores) . Mencionan también estos autores la particularidad de la Í en ja espa ñ ola
de " designar con el plural del nombre masculino la pareja formada por hombre y mujer " (op. ^
cit.: 71) , de tal modo que, por ejemplo, mis padres equivale a mi padre y mi madre, mis tíos
tcvavnk ‫ ة‬mi tío ‫ ﻻ‬mi tía١ los rqes ‫ ة‬el ٢‫ ﻻ ﻻح‬la reina , los duques ‫\) ة‬١‫ ة ة \ ة \ \ ذ‬el duque .

y la duquesa, etc." Asimismo , aluden a que designamos con la forma del plural objetos que
se componen de dos partes sim étricas {!as tenazaS las tijeras, las pinzaS los alicates).
) )

Del mismo modo , s. Fern á ndez Ramirez (1951: 152-156) emplea las denominaciones
singularia tantum y pluralia tantum para hacer referencia a los sustantivos que 0 no tienen
plural {singularia tanturri) 0 se emplean exclusivamente en este n ú mero ( pluralia tantuni) .
En el grupo de los pluralia tantum se incluyen los nombres que se ñ alan realidades
extensas 0 compuestas, de tal modo que el concepto vacila entre la unidad y la pluralidad , por
ejemplo , los nombres de cosas compuestas de piezas sim étricas 0 de porciones del cuerpo
compuestas 0 sim é tricas, las cuales se designan con plurales (gafaS tijeras tenazaS grillos , ) ) )

esposasfalforjas) en los que se observa una equivalencia entre plural y singlar: ambos nUmeros
)

se emplean con el mismo valor , designando siempre objetivamente, en una circunstancia


concreta, un objeto de la misma extensi ó n y comprensi ó n.
Frente a éstos, son singularia tantum algunos nombres de objetos Unicos, nombres de
orientació n , nombres abstractos y nombres de sustancia y magnitud que carecen del plural de
‫؛‬
‫ ﺣﻶة \ ح‬tez , cariz , zodiaco , salud , sed .
١
No obstante, segUn este autor , los nombres propios pertenecen tanto a la clase de los
singularia tantum -son nombres de entes Unicos- como a la de los nombres de cosas
numerables, si bien esto supone cambios en su significaci ó n . Por ello, cuando aparecen con

' 5 A esta peculiaridad del españ ol de que el número plural encierra los dos gé neros se hab í a referido con
anterioridad R . Seco (1950: 22) , quien cita , adem ás de algunos de los mencionados, los ejemplos de los hermanos
‫؛‬ ‫؛‬ ‫؛‬
el hermano ‫ ب‬la hermanadlos se ñores el se ñor ٩ la se ñor ‫ ﻻ‬los marqueses el marqués ‫ ب‬la marques . Asimismo ,
^ ^
el Esbozo de la Real Academia (R . A . E . 1975: 176) alude tambi é n a que el plural masculino puede aplicarse a un
conjunto formado por seres de ambos sexos , con lo que , según la corporación acadé mica , estamos ante sustantivos
epicenos con relación al contexto (cf . 2 . I .5.2 . I . , apartado en el que tratamos este tema) .
Por su parte , Ma V. Romero Gualda (1989: 41) se refiere a ejemplos de este tipo -concretamente , cita los
casos de los reyes (el rey y la reina) y los padres (el padre y la madre) - para enunciar la posibilidad de la existencia
en español de n ú mero dual , el cual no diferirí a fortnalmente del plural . No obstante , resuelve esta autora que " son
tan sólo unos pocos casos y al no tener forma espec í fica no puede afirmarse como tal categorí a morfol ógica " .
Desde nuestro punto de vista , que sigue en este aspecto lo establecido por el lingü ista rumano E . Coseriu
(1986 , Ia rcimpr .: 218 -250) , estos ejemplos serian casos representantivos del fen ómeno lingüístico denominado
neutralización , que consiste , según este autor , en "la suspensión , en determinados contextos, de una oposición
funcional que existe en la lengua en uno de los dos planos de ésta: o en la expresión o en el contenido " (op . cit .:
245) .
En efecto , establece el maestro de Tubingen (idem : 230-251) que son frecuentes los ejemplos de suspensi ón
0 neutralizaci ón de la oposición de contenido gramatical masculino / femenino, sobre todo en plural ,
present á ndose en estos casos de suspensi ón , en espa ñ ol y otras lenguas , el gé nero masculino. Asi , mientras que " una
alumna " + " una alumna " son dos alumnos , dos alumnos puede significar " un alumno y otro alumno" o " un alumno
y una alumna " , y , si se dice la expresión los alumnos deberán pasar los exámenes o el sintagma todos los espa ñoles ,
nadie entiende que queden excluidos las alumnas 0 las espa ñ olas , respectivamente.
Se refiere tambi én Coseriu a las neutralizaciones de este tipo que nos encontramos en el lé xico y cita ,
entre otros , el caso de reyes , que , frente a rentas , que se aplica sólo a " reinas " , puede aplicarse a varios " reyes " (los
reyes visigodos) , pero tambié n a " rey y reina " (los Reyes Cat ólicos) , y el de padres , que puede significar un conjunto
de progenitores masculinos y también " padre y madre" , mientras que madres sólo se aplica a " madres " .

124
adjuntos plurales, puede ocurrir que el nombre propio quede sin variaci ó n 0 que adopte las
variaciones de plural (Hay no só lo un Paris en el recinto de Paris, sino varios Parises) .
Asimismo, puntualiza que el patron í mico es un nombre de cosa numerable porque se emplea
para todos los miembros 0 individuos de una misma familia y, por ello , cuando va con
t é rminos adjuntos plurales, puede adoptar la forma plural 0 mantener la forma singular { los
Quintero(s)١ los Machado(‫ ))؟‬.

Aunque de acuerdo con presupuestos teó ricos y metodol ógicos diferentes, otro autor
que menciona que no todos los objetos manifiestan 0 pueden manifestar el significado de
unidad 0 pluralidad es j. Roca-Pons (1960: 170-171) , quien , en este sentido , se ñ ala que es
conveniente establecer una distinció n entre a) los objetos llamados discretos o contables, que
si pueden pluralizarse expresando con ellos una multiplicidad de unidades {libros , plumas) y )

b) los llamados compactos 0 masivos { trigO leche ) en los cuales no puede percibirse la suma
) )

de unidades y só lo pueden pluralizarse en casos muy particulares. Tampoco tienen plural, salvo
en casos especiales, los nombres propios, los nombres de objetos Unicos y los nombres
abstractos, para los cuales el empleo del nUmero plural trae consigo 0 implica un cambio de
( la. curiosidad ‫ ﻟﻢ‬Us curiosidades) .

Tambié n el Esbozo de la Real Academia Espa ñ ola (R. A. E. 1973: 185-186) hace
referencia a la necesidad de correcci ó n que presenta en algunos casos la f órmula tradicional a
+ ...... + a aplicada al plural de los sustantivos apelativos, puesto que 1) hay sustantivos en
los que el concepto expresado por la forma de plural es el mismo que el expresado por la
forma de singlar , anulá ndose asi la oposici ó n formal singular / plural , puesto que " lo que
entendemos por tenazas (o alicates 0 gafas) por ejemplo , no consiste en una tenaza m ás otra
) )

tenaza, sino en una herramienta que se compone de dos piezas, articuladas, y es en este dos
Unicamente donde reside la idea de pluralidad " (op. cit.: 186)‫ ؛‬2) en determinados contextos,
especialmente con intenciones poéticas 0 expresivas, pueden aparecer sustantivos con forma
de plural como , por ejemplo, las aguas (del mar) pero no es el agua (del mar) acumulada a otra
)

agua (del mar) un nUmero X de veces, y 3) un singular no implica siempre un plural e,


inversamente, un plural no implica siempre un singlar. Asi, existen sustantivos que se
emplean exclusivamente, ocasi exclusivamente, en singular ( singularia tantum ) (<zenit oeste este ) ) )

eclíptica sed salud ) y otros que se emplean sólo en plural, por ausencia 0 casi desuso del
) )

‫ا؟‬
^ ١
‫ ااًخ‬١‫ ( ؟ة \ ح‬pluralia titum ) exequias , facciones , éeres .

3.1 . 1.1 .3 . La significaci ón del número de los sustantivos contables 0 discontinuos , los
incontables 0 continuos y los colectivos

Otras consideraciones referidas al n ú mero y la significació n , centradas concretamente


en el examen del comportamiento que, en relaci ó n con la significaci ó n expresada por este
accidente gramatical, presentan algunos de los subtipos o subclases de sustantivos que resultan
.
de una clasificació n de los mismos desde el punto de vista sem á ntico, figuran tambi é n en
algunos tratados gramaticales‫ ؛‬.

)4
La significación gramatical del nUmero de los sustantivos continuos y los discontinuos es tambié n uno de
los aspectos tratados en algunos de sus trabajos por E. Alarcos Llorach (1967 y 1968) , si bien no es el tema central
de ninguno de esos art ículos, dedicados a los llamados tradicionalmentc articulo determinado y articulo
indeterminado , que, segUn E . Alarcos, no es articulo.
En efecto, este autor establece una distinció n entre nombres continuos, aqu éllos cuyo lexema abarca un
campo sem á ntico homogéneo y continuo, sin que se distingan ejemplares diversos, aunque en él quepa hacer
subdivisiones {agua , vino , plata , bondad , palidez , frío ) , y nombres discontinuos, los que se refieren a un campo

125
En este sentido , s. Fern á ndez Ramirez (1951: 126-152) establece una distinci ó n entre
nombres de cosas que se pueden contar 0 son seriables (categor ía ï ) y nombres de sustancias
0 magnitudes extensas 0 intensas (categor í a
^
١ para indicar que los nombres de la categor í a
I se emplean en plural para designar todos los individuos de la serie o un n ú mero determinado
de ellos, 0 bien las clases, las modalidades 0 los tipos de cosas 0 individuos que significan , y
se usan en singular para hacer referencia a só lo un individuo , mientras que los nombres de la
categor ía n, a la que pertenece la mayor ía de los nombres abstractos (nombres verbales de
acci ó n, de estados psíquicos, de cualidad, de categor ías l ógicas, de entes y realidades complejas,
etc.) , se emplean en singular con la significaci ó n de toda 0 una determinada cantidad de la
sustancia o magnitud , aunque pueden adoptar la forma plural para designar , no ya la sustancia,
sino la clase, la modalidad 0 el tipo de las sustancias. No obstante, un mismo nombre puede
pertenecer a ambas categor ías, si bien esta duplicidad trae consigo variaciones significativas.
Asi, por ejemplo, vaca pertenecer ía a la categor ía I, en tanto que nombre de seres que se
pueden contar y son seriables ( cinco vacas) y a la categor ía n como nombre de sustancia 0
)

magnitud ( carne de vaca ). Estas diferencias m ás o menos sensibles de significaci ó n derivadas del
hecho de pertenecer un mismo nombre a dos categor ías se observan particularmente en el caso
de los abstractos (،libertadas) atencionfes) belleza(s) finfesj)\
) )
\
)

Respecto a los nombres de productos naturales y artificiales que se componen de


trozos, granos, part ículas, etc., se observa que 0 pertenecen a una de las dos categor ías
establecidas 0 muestran vacilaciones entre las dos. Asi, en el primer caso, cada uno de los
granos, frutas, part ículas, etc. se puede designar con el singular del mismo nombre, si éste
pertenece a la categor ía I, 0 se agrega y a ñ ade en singular mediante la preposici ó n de a la
palabra grano pedazo partícula, etc., si el nombre pertenece a la categor ía n. Sirvan como
) )

eppk una aceituna , un fresón , una nuez , una lenteja , un garbanzo , \ < ١‫ ﺣﺪ‬son nomfetes <k \‫ة‬
‫م‬
‫ ة ؟ ؟ة ةة‬١
\ \ \ ‫ة‬ un grano de arena , una partícula de pobo , una cabeza de ajo , un pobo de
rapé, una pastilla de jabón etc., nombres de la categor ía n. Ejemplos de nombres que vacilan
)

son un (trozo de) carbón y una (brizna de) paja.


Los nombres colectivos pertenecen a la categor ía de los nombres de cosas que se
pueden contar o que son seriables (categoría I), ya que designan cosas contables y oponen un
plural a un singlar normal. El singular del nombre colectivo designa un grupo 0 conjunto
de cosas, en general numerables, cuyos nombres pertenecen , por consiguiente, tambi én a la
categor ía I, pudiendo llevar el colectivo un complemento nominal de contenido constituido

.sem á nticodiscontinuo 0 segmentado en multitud de ejemplares ( ni ño , árbol , libro , casa ) .


El nUmero singular de los nombres continuos se ñ ala la unidad de su campo sem ántico continuo , siji
expresar , por tanto , cuantificación‫ ؛‬mientras que el nUmero plural indica la subdivisi ón en zonas diferenciadas
dentro de la continuidad , si bien , muchas veces , singular y plural son equivalentes ( el agua del rio , las aguas del rio -,
‫؛‬
‫؟‬1 vino de Rioja , los vinos de Rioj o \‫؟ ﻵ‬١‫ ةﺳﺔ‬vunvwetwt e‫؟‬É\as el beneficio fue extraordinario , los beneficios
^
^
fueron extraordinario .
Por su parte , el singular de los nombres discontinuos no singulariza ni individualiza , sino que indica las
características comunes al conjunto de todos los ejemplares discontinuos, frente al plural , que se refiere a un
conjunto de cantidad imprecisa .
En este sentido , concluye E . Alarcos (1967: 282-283) que " en la oposición morfol ógica " singular / plural " ,
por tanto , los rasgos de contenido pertinentes no son la " unidad " frente a la " pluralidad " ... La verdadera
" singularizaci ó n " o indicació n de la unidad , se señ ala mediante el uso de un cuantificador léxico y , en consecuencia ,
no pertenece a los valores de contenido de los morfejnas de " número "... De manera que los rasgos pertinentes de
contenido del " n ú mero " son la " pluralidad " frente a la " no pluralidad " , valor este que en la sustancia puede aludir
a la " unidad " 0 al "conjunto " , dependiendo del contexto " .

١١ El plural de los nombres abstractos suele designar, segú n este autor, cosas numerables y , a veces , numerables

y materiales. El nombre que designa una pasión , estado de á nimo 0 capacidad en singular pasa a designar
colectividades en plural ( interés , intereses -, bien, bienes-, locura , locuras; razón , razones) . Cf . al respecto ,
particularmente , Ferná ndez Ramirez, op . cit .: 140- 141 .

126
por un nombre de la clase de los de sustancias O magnitudes intensas 0 extensas. Distincte s.
Fern á ndez a) sustantivos colectivos específicos, que son aqu éllos de los que se induce la
naturaleza de los objetos que componen el conjunto que designan ( ejército muchedumbre ,
)

arboleá, parroquia) , y b) sustantivos colectivos no específicos, que son de naturaleza relativa


y aparecen agrupados normalmente con un complemento de contenido (grupo , montón ,
conjunto , numero , serie , par ) . Algunos de los sustantivos colectivos tienen morfemas derivativos
pinedo , arboleda , bandada , aristocracia., burguesía ) .
Los nombres singlares de la categor ía I funcionan igual que los colectivos, esto es,
compartiendo con los plurales de esta categor ía la capacidad de referirse a todos los individuos
de una serie. En cualquier caso, hay que establecer una distinci ó n entre un singular gené rico,
que señ ala a todos los individuos de la serie, y un singular colectivo y actualizador para
determinados casos concretos.

Tambi é n j. Roca-Pons (1960: 172) analiza esta cuestión y menciona que en los
sustantivos colectivos se observa, en lo referente al accidente n ú mero , una contradicci ó n , ya
que los sustantivos colectivos tienen 0 presentan forma singlar y significan 0 indican una
pluralidad , a diferencia de lo que ocurre con otros sustantivos que tienen forma plural pero
designan objetos que pueden considerarse como una unidad ( pantalones , tijeras) , 0 con
sustantivos que tienen forma plural y predomina el aspecto plural , aunque hay unidad en los
objetos que designan ( calcetines , gemelos).

Por su parte, el Esbozo (R. A. E. 1973: 187-188) se ñ ala que los sustantivos colectivos
son realmente nombres de cosas numerables, pues, usados en plural , responden a la f ó rmula
a + ... + a ( un ejército , dos ejércitos , tres ejércitos), por lo que resulta que designan en singular
un conjunto de personas, animales 0 cosas, num éricamente determinadas 0 indeterminadas
( matrimonio , t٢ío١ asamblea , agrupacioiy tn p\\rrA , ntios ampios Idos matrimonios , tres
matrimonios). Se incluye una distinció n entre colectivos específicos, que son aqu éllos que
implican la indole de las personas 0 cosas que son unidades del conjunto ( cabildo , coro ,
arboleda ) , y colectivos no específicos ( conjunto , serie , multitud) .
Asimismo , se enumera una serie de nombres numerables y de sustancia que en las
acepciones fundamentales y etimológicas se emplean en singlar y plural , pero que sólo en
singlar y en situaciones concretas pueden pasar metaf ó ricamente a designar conjuntos. De este
modo, la plata , laporcelana , la loza pueden designar los objetos de plata, porcelana o loza que,
por ejemplo , forman parte de un ajuar‫ ؛‬la cuerda , la madera , el metal , los instrumentos de
cuerda, madera 0 metal que forman parte de una orquesta. Respecto a los sustantivos gente y
público , se apunta que son nombres de sustancia ( mucha gente , bastante publico ) y colectivos
específicos, pero en plural, como el resto de los nombres de sustancia, designan la clase.
Relacionada con la significación gramatical de los nombres colectivos se encuentra
tambi én , segú n el Esbozo , la significació n que adopta el singlar de los nombres de seres 0
cosas numerables y el singular de los colectivos propios específicos para designar gen é ricamente
la totalidad de los seres 0 cosas de una misma clase o especie. En estos casos, el sistema
gramatical del n ú mero queda modificado, pues singular y plural son t érminos equivalentes.
Comp á rense en este sentido las expresiones Se han cometido atropellos con los indígenas y La
explotación Innominada que se consuma con el Indígena.

3.1 . L 2 . Consideraciones desde el punto de vista morfológico

Se suelen incluir tambi é n en las obras consultadas reglas y normas para la correcta

127
formaci ó n del plural segú n las distintas terminaciones y/ o la distinta acentuaci ó n del
singular '^. Algunos gram á ticos denominan declinación a la propiedad del sustantivo de variar
su terminaci ó n para expresar uno u otro nUmero.
Asimismo , hemos de se ñ alar que determinados autores se refieren a la oposició n
morfol ógica singular / plural.

5.1.1.2.1. Reglas para la formaci ó n del plural

En este sentido, c. de Villaló n (1558: 17) formula la siguiente regla para formar el
plural del sustantivo: todo nombre que en singular acabe en vocal hara su plural a ñ adiendo
-‫ئ‬, como hombre hombres, y todo nombre que en singular acabe en consonante
) formara su
plural a ñ adiendo -es: mugery mugeres; bondad bondades; razon razones ?.
[
) )

Asimismo , en la Gramática de ¡a Lengua Vulgar de España publicada en Lovaina en


1559 (1559: 55), en la que tambi é n se se ñ ala la existencia de dos n ú meros en esta Íen ta
-singular y plural-, se distingue, para la constituci ó n del plural , entre a) los nombres que en ^
singlar terminan en vocal , que forman el plural a ñadi é ndoles -‫ئ‬, con excepci ó n de los
nombres que terminan con el diptongo -ei que a ñ aden -eS y asi tenemos reina reinas‫ ن‬musa
) ) ) )

- - - ١٥١
musas , bueno , buenos , guante , guantes , ‫ ؟‬wo ret , retes , let , letes١ y \os ttomtatts \
( ١‫ﻵح ةد‬

terminan en consonante, que forman el plural a ñ adiendo -es: varón varones emperador ) ) )

emperadores.

Del mismo modo , G. Correas (1627: 114) establece que los nombres pueden acabar en
singlar en vocal 0 en consonante, pero los que tienen como letra final en singlar una vocal
no a tda forman el plural a ñ adiendo -‫ ئ‬al singular (casa casas; onbre , onbres; libro libros) y los
^ )

que en singlar acaban en consonante, vocal aguda , diptongo 0 triptongo forman el plural
)

‫ ﺳﺔ \ص \؟ة‬0 -es ‫\ ة‬
‫؛‬ -
amor , amores , abala , abalaes , buet , buete . -
^
Tambi é n V. Salva (1850: 159-142) apunta reglas referidas al procedimiento de
formación del plural de acuerdo con las distintas terminaciones y la distinta acentuaci ó n que
puede presentar el singlar. En este sentido , indica que, cuando el singular termina en vocal
no a ida 0 en las vocales -O -u 0 -e con acento agudo, el plural se forma a ñ adiendo una -s al
^ ‫؛‬ -
)

- -
smgytai el Itbro , los libros , corsé, corsés , fricando, frlcand ós , ambtgU , ambtgUs y , sv d SYtvguh‫؟‬ ١
acaba en consonante, en -a 0 -i agudas 0 en al in diptongo que lleve tambi é n acento agudo,
^
el plural se forma a ñ adiendo la terminaci ó n -es al singular [ cruel crueles; el tahalí los tahalíes;
) )

el convoy los convoyes). No obstante, enumera las excepciones existentes en cada subconjunto.
)

Asimismo , se detiene en el examen de la formaci ó n del plural de los nombres compuestos.

Igualmente, A . Bello (1847: 60-62) se ñ ala que, para la formaci ó n del plural , el

16
De las que se incluyen en este apartado por analizar el nUmero del sustantivo desde las perspectivas sem á ntica
y morfol ógica , podemos citar como excepciones las gram á ticas pertenecientes a la denominada tradición lingü istica
de E. A. de Nebrija (1492) y R. Lcnz (192٥), las de transición de j. Roca-Pons (196٥) y c. Hern á ndez Alonso
(1984) , el Curso de Ling ü istica Moderna de Ch . F. Hockett y los distintos trabajos realizados en el marco de la
lingü istica psicomecá nica.
V
SegUn este gram ático, en el nombre castellano Unicamente se observa variació n de la letra final entre el
singular y plural , puesto que no se da ninguna variació n de la letra final para se ñ alar los casos. Puede considerarse
que afirmaciones de esta í ndole constituyen un avance en el intento o el deseo de independizar la gram á tica de la
lengua castellana de la tradición gramatical grccolatina.

128
sustantivo toma los ‫؛‬inales -5 o -es , segú n las diversas terminaciones y / o acentuaciones que
presente el singular. Asi, si el singlar termina en vocal no a ida, el plural se ‫؛‬orma a ñ adiendo
^
-‫{ ئ‬all , alms; fuente , fuentes)', si el singular termina en vocal aguda 0 consonante, el plural
-
se forma a ñadiendo -es ( jabalí , jabalíes; flor , flores, raíz , raíces) , si bien habr ía que exceptuar a)
la palabra Lord , que hace el plural lores; b) los esdr ú julos, que carecen generalmente de plural, -
c) los sustantivos no agudos que terminan en -s y - X y los apellidos no a dos terminados
)

^
en -z , que forman el plural como el singular ( el martes , los martes; el fénix , los fénix ; el señ or
González , los señores González), y d) los apellidos extranjeros que conservan su forma nativa,
esto es, no var ían en plural ( los Canning , los Washington ) . Este autor analiza tambi én la
formaci ó n del plural de los nombres compuestos.

Por su parte, E. Benot (1910: 37) menciona que el plural se forma a ñ adiendo -‫ ئ‬a los
singulares terminados en vocal y -es a los acabados en consonante 0 vocal acentuada (gato, gata,
- -
gatos, gatas, león, leona , leones, leonas , reloj, relojes , mrtud, ،uirtudesV -
R. Seco (1930: 20-22) incluye tres reglas para la formació n del plural: 1) si el singlar
termina en vocal no acentuada 0 en -e aguda, se a ñade -5 ( letra , letras , café, cafés) ; 2) si la
terminaci ó n del singular es consonante 0 vocal acentuada har á el plural , generalmente, si bien
hay algunas excepciones, a ñ adiendo -es ( virtud , virtudes; bisturí, bisturíes ) , y 3) los sustantivos
graves y esdr ú julos terminados en -‫ ئ‬no presentan modificaciones en la formaci ó n del plural ,
indicá ndose la designaci ó n de unidad 0 pluralidad mediante el n ú mero del articulo con el que
aparecen combinados ( el éxtasis , los éxtasis; la dosis , tas dosis) { ¡. Se refiere tambi é n al plural de
los nombres propios y de las voces extranjeras (los Borbones; los Quinteros; club, clubs; bloc,
-
blocs, ticket , ticket .
^
Fiaran tambié n reglas para la correcta formació n del plural en la Gramática de la Real
Academia Espa ñ ola publicada en 1931 (R. A. E. 1931: 18-19) . En este sentido , se establece que
1) el plural de los sustantivos que acaban en vocal no acentuada se forma a ñ adiendo -5 al
‫؛‬ - -
smguUt carta , cartas, lla^ e , llames , pañ uelo , pañ uelo y í١ k svmxwos ١٩‫ ةش‬en ‫؟‬Á n‫؟‬y،k ‫؟‬
^
terminan en vocal acentuada o consonante forman el plural a ñ adiendo -es ( tisú, tisúes; atril ,
atriles; bajá, bajaes) , si bien hay excepciones como , por ejemplo, mamá, maá, café, cafés;
maravedí, maravedíes , maravedís , maravedises. Se indica que los apellidos patron í micos llanos
0 esdr ú julos acabados en -Z y los sustantivos no monosí labos no adidos acabados en -5 no se
.
modifican en plural (los Pérez , los Alvarez , Carlos , crisis , lunes) Asimismo, se advierte de las
anomal ías que presentan los plurales de los nombres extranjeros terminados en una consonante
F ‫ا‬٢‫ﺣﺔ‬١‫اًةح‬١‫ ةة‬en nuesxn!
° ‫؛‬ -
\ ‫ ة ة‬lord , lores , album , dlbumes , ac , fraques . -۶ ^
Aná logas consideraciones son las ofrecidas por A. Alonso y P. Henriquez Ure ñ a (1938-
39, H: 67-68) , pues señalan que 1) el plural de los sustantivos terminados en vocal no acentuada
se forma a ñ adiendo una -s (gato , gatos; silla , sillas; tribu , tribus) , aunque hay excepciones (ley ,
leyes; ay , ayes; convoy , convoyes) ; 2) los sustantivos acabados en consonante forman el plural
con -es ( raíz , raíces; reloj , relojes ) , si bien se except ú an los sustantivos no agudos terminados
en s , que no se alteran para el plural ( los martes , las crisis) , y el sustantivo lord , que hace el

plural en lores. Advierten que alanos sustantivos terminados en consonante cambian el lugar
del acento cuando est á n en plural: régimen , regímenes; carácter , caracteres , y 3) el plural de los
sustantivos terminados en vocal acentuada se hace con -‫ ئ‬0 -es ( jabalí , jabalíes; papá, papás , café,
cafés) . Del mismo modo, analizan el plural de los nombres compuestos.

Cf . en este sentido lo establecido en 2.1.1. n . 1.

129
Asimismo , s. Fern á ndez Ramirez (1951: 121-124) indica que, para denotar pluralidad ,
el nombre sustantivo es susceptible de presentar la terminaci ó n -‫ ئ‬para los singulares
terminados en vocal no aguda; el grado cero, t ípico de cultismos procedentes de sustantivos
griegos parox ítonos en -iS { crisiS análisis) , extendi éndose esta falta de variaci ón a todos los
)

sustantivos parox í tonos acabados en -5 y - X { bilis , oasis , luneS t órax , fénix ) , y la terminació n -es ,
)

que es la adoptada para el plural por los singulares terminados en vocal aguda 0 en alguna
consonante distinta a las mencionadas {alhelí , alhelíes, faralá, faralaes ) .

No obstante, más exhaustivas que todas las indicaciones formuladas en las gram á ticas
‫ﻵﻟﻀﺲ‬ son \ ‫ﻵة‬ ‫ ﻵح‬A Esbozo de Hi Nue ! Gramática de la Lengua Espaftola
(R. A. E. 1975: 180-185) , ya que, tras se ñ alar que singular implica morfema </> , esto es, ausencia
0 carencia de morfema, y plural , morfema -‫ئ‬, que adopta las variantes -es , 5 0
contorno fonológico del singular, es decir , de acuerdo con el sonido en que éste termina , con
،
segú n el
( )

la acentuaci ó n y con que sea 0 no monosilá bico , se formulan doce normas para la correcta
formaci ó n del plural , atendiendo, fundamentalmente, a la terminaci ó n y acentuació n del
singular. Asi, se ñ ala la comisi ó n acad é mica que 1) si el singlar de un sustantivo polisí labo
termina en -s y no es agudo , el plural se forma con la variante <i\ , con lo cual estamos ante
)

sincretismo 0 indistinci ó n entre singular y plural f ácilmente resoluble en el contexto 0


secuencia sint áctica por la combinatoria con pronombres 0 adjetivos num éricamente
óÁ ktwáios lel , los atlas , el , los lunes , la , las caries , dosis , crlsls -
- - ١٩١ k aptUxwos mottoAtataos
y polisílabos agudos terminados en -5 forman el plural con -es { revés , reveses; pais , países)', 3)
apelativos con singlar en -d , -z, -5, ٠/, -r 0 -n forman el plural a ñ adiendo -es , presentando
-
alanos variaci ó n acentual respecto al singular { red , redes, faz , faces', sol , soles; mar , mares; don ,
dones)', 4) apelativos patrimoniales con terminaciones diferentes de -d , -z, -r 0 - n en singlar
a ñ aden para el plural -es ( reloj, relojes); 5) sustantivos llanos y esdr ú julos que terminan en
singlar con vocal simple toman en plural -5 ( carta , cartas; arte , artes) ; 6) los monosílabos y
polisílabos agudos que terminan en singlar en los diptongos -ay , - u -oy 0 en el triptongo
^
-uey adoptan en plural -es y -‫ ( ئ‬rey , reyes; buey , bueyes) , presentando los extranjerismos y los
indigenismos americanos vacilaci ó n entre ambos alomorfos; 7) los que terminan en singlar
en los diptongos y triptongos -au , -ui , -à y -uau tienen el plural con -5 (guau , guaus; má ,
más) ; 8) los polisílabos en -á, -í y -ú pueden presentar las variantes -es y -s ( faralá, faralaes;
- - -
maniquí , maniquíes , manlquis, rubí , rubis , rubíes , bantU , bantUes , bantUs , tabU , tabUs , tabUes ,
zulú , zulus , zulúes) ; 9) polisílabos terminados en -é 0 en -ó forman el plural con -s ( café,
-
cafés; domino , dominos; gacho , gachos) ; 10) los monosílabos terminados en vocal vacilan entre
-es y -5 para la formaci ón del plural (yo, yoes , yos; pro , proes , pros) ; 11) determinados sustantivos
que terminan en consonante, fundamentalmente extranjerismos no hispanizados, han
desarrollado un plural con ‫ وم‬a ñ adida a la consonante 0 consonantes finales, observá ndose, en
ciertos casos, alteraciones de carácter formal en la estructura gr á fica y fonol ógica del singular
y plural extranjeros en un intento de acomodarse a la morfología espa ñ ola, y 12) sustantivos
cultos griegos y latinos ofrecen dificultades de acomodación que impiden que se puedan
establecer leyes 0 normas generales sobre la formació n del plural.

3 .!. 1.2 . 2 . Número y declinaci ón

La variació n de letra final para se ñalar la diferencia existente entre singular y plural
es interpretada , por algunos autores de la tradici ó n ling ü istica espa ñ ola , como declinaci ó n de
los sustantivos, lo cual es una prueba m ás del apego de estos gram á ticos a la tradici ó n
gramatical grecolatina , pues, aunque reconocen que, a diferencia de lo que se observa en las
lencas latina y griega, no se da en la lengua espa ñola variación de letra final para la expresi ó n

130
de los casos, sino que ú nicamente varia la terminaci ó n para distinguir singular 7 plural ,
encuentran en el accidente gramatical nUmero la " oportunidad " para conservar 7 emplear en
la descripci ó n gramatical de nuestra lengua otro mas de los t é rminos que aparecían en las
gram á ticas de las lenguas cl ásicas, concretamente, el que se utilizaba para denominar tambi é n
a un accidente del nombre que hacia referencia a la característica de éste de poder variar la
letra final, si bien la variaci ó n tenia como finalidad en estas lenguas la indicaci ó n de los casos.

Asi, el nUmero aparece í ntimamente relacionado al accidente de la declinaci ó n en la


Gramática de la Lengua Castellana de E. A. de Nebrija (1492: 176) , quien afirma que
" declinaci ó n del nombre no tiene la lengua castellana , salvo del nUmero de uno al nUmero de
muchos ". En este sentido , apunta el gram á tico andaluz la existencia de tres declinaciones a las
que podemos reducir todos los nombres de la lengua segú n las terminaciones de plural que
éstos adopten a partir de las que presentan en singlar: 1) la primera declinaci ó n es la de los
nombres que en singular terminan en -a 7 forman el plural por la adici ó n de -5 como , por
ejemplo , tierra {la tierra las tierras); 2) pertenecen a la se tnda declinaci ó n los nombres que
)

^
acaban en singlar en -0 7 forman el plural por la adici ó n de -s. Es de esta declinaci ó n el
nombre cielo, 7a que decimos el cielO los cieloS 7 3) la tercera declinaci ó n es la de los nombres
) )

que terminan en singular en -d -e, -i ) -n> -r, -S - X 0 -z, 7 forman el plural añadiendo -‫ ئ‬0 -eS
\
) ) )

* ,
-
como el ombre , los ombres , el ret , los retes, el animal , los animales.
,
١‫ ةةﺳﺔل‬eonàryen

casos particulares los nombres terminados en -٥, -i 7 e acidas, pues se dice una ٥, dos aes•
-u
)

maravedí , maravedís , fe , las fees.

Del mismo modo , G. Correas (1627: 114) , tras establecer las reglas para la formaci ó n
del plural de los nombres, de los infinitivos que aparecen funcionando como nombres 7 de
alanos pronombres de acuerdo con las diversas terminaciones que tienen en singular ,
manifiesta, refiri éndose a estas variaciones, que "esta es toda la declinazion de los nonbres
kastellanos".

Y 7a en el siglo XIX , V. Salvá (1830: 138-139) sostiene que " por carecer la Í en ta
castellana, como casi todas las modernas de los casoS desinencias 0 terminaciones que ten ían
)
^
las antipas, est á reducida a dos la declinaci ó n de sus nombres, la una para el singular, 7 la otra
para el plural" .

.
3. I.I.2.3 La oposición morfol ógica singular / plural

Sobre esta cuesti ó n , hemos de destacar las afirmaciones de j. Roca-Pons (1960: 172) ,
quien, a partir de la observación de que el plural se expresa en espa ñ ol , si iiendo una serie de
^
le7es 0 normas, con las variantes alternantes 0 alomorfos -5, -es 0 < p , frente a la ausencia de
marca que caracteriza al singular, establece que es posible considerar, desde el punto de vista
estructural , una oposici ó n clara entre los dos miembros que configuran la expresi ó n del
nUmero castellano en la que el plural tendría carácter de miembro marcado 0 positivo de la
oposici ó n , frente al singular , que se configurar ía, por tanto, como el t é rmino no marcado de
la misma '‫؟‬.

‫ا‬١ No obstante, como se ñ ala Ma V. Romero Gualda (1989: 41) , esta variaci ó n formal del n ú mero puede

corresponderse 0 no con una variació n en el plano del contenido, ya que, frente a las expresiones el papel es blanco
y los papeles son blancoS en las que se obseda una variación en el plano del contenido , tenemos también he
)

comprado un pantalón blanco y he compré unos pantalones blancoS en las que esa variación no se da . A ñ ade esta
)

autora que, si bien en estos casos es posible, al menos, la variació n de forma , en otros, no lo es: no me gusta el cariz

131
3.1 . 2 . Tratamientos del número del sustantivo desde los puntos de vista semántico ,
morfol ógico y sintáctico

3.1 . 2.1 . Consideraciones desde el punto de vista semántico

3.1 .2.1 . 1 . La oposici ón del número: singular / plural

Respecto al accidente 0 variaci ón gramatical n ú mero del nombre sustantivo , en la


Gramática de la Lengua Castellana editada por la Real Academia Espa ñ ola en 1771 se indica,
al igual que en las otras gram á ticas de la tradici ó n , que el n ú mero es singular , para el
sustantivo que significa uno (vhombre muger ) y plural, para el que significa de dos en adelante
) )

(hombres mugeres). )

3 .!.2.1 .2 . Sustantivos que carecen de alguno de los dos números

La Gramática de la Real Academia Espa ñ ola de 1771 (R. A. E. 1771: 17-22) distingue
a) nombres que tienen n ú mero singular y plural , que son casi todos (‫ي‬hombre hombres‫ ؛‬muger )

mugeres)' b) nombres que tienen singular y no plural , y c) nombres que tienen plural y no
)

singular.
Asi, apunta que no deber ían tener plural sino só lo singular los nombres que significan
alguna cosa Unica (iMundo Sol Luna ) los nombres de los cuatro elementos y otros nombres
) ) )

semejantes, pero, sin embargo, " el uso quiere muchas veces lo contrario , pues se dice: El Rey
es Emperador de dos mundos. Los soles son picantes. No todas las lunas son buenas para cortes
de madera. Reynan ayres nortes. Viene de remotas tierras. De los hierros el mejor es el de
Vizcaya " (op. cit.: 18). No obstante, la corporaci ó n acad émica que elabor ó esta gram á tica
menciona que " pudiera darse razon de este uso diciendo, por exemplo , que el plural mundos
se usa despues del descubrimiento de la Am é rica, llamada por su gran extensi ó n , nuevo
mundo. Que el plural soles no est á all í por el planeta , sino por sus efectos. Que el de lunas est á
por lunaciones. Que tierras no est á por el elemento, sino por alonas regiones, ó partes de la
tierra , y á este tenor todos los demas; pero esto pediria una continuada explicaci ó n , y al fin
vendr íamos á parar en que se halla plural a estos nombres" (idem: 18-19). En este sentido, " no
pudiéndose establecer regla general " (idem: 19) , sólo es posible indicar que algunos nombres
no tienen plural 0 lo tienen raras veces ( las dos AmericaS Rey de las EspanaS Rey de las dos
) )

SiciliaS las Andalucías los Pedros las Marias ) . No tienen plural los nombres de los continentes
) ) )

(iEuropa Asia Á frica América); los nombres de reinos, provincias, r íos, montes, pueblos
) ) )

cFrancia Cerdek) ; los nombres de artes, ciencias y profesiones (Arquitectura Astronomía


) ) )

Agricultura )' los nombres propios de personas, y alanos nombres colectivos ( la Infantería la
) )

Caballería el Catolicismo ). Frente a éstos, hay otros nombres que tienen plural y no singular
)

como, por ejemplo , albricias alforjas , tenaxaS víveres si bien , a veces, estos nombres se usan
) ) )

tambi é n en singular (ech ó la tixeray previno la alforja hacer tenaxa ) . )

.
que loma el asunto / *no me gustan los carices. . vive en los alrededores / *vive en el alrededor y en otro.‫ ؟‬Ja variaeiOn
) )

de forma , mis que refercnciaJ , es expresiva: la fuerza se le iba / las fuerzas se le iban .

132
3.1 . 2.2 . Consideraciones desde el punto de vista morfol ógico

3.1 . 2.2 . 1 . Reglas para la formaci ó n del plural

Al igual que en las otras gram á ticas tradicionales, en la de la Real Academia Espa ñ ola
de 1771 (R. A. E. 1771: 16) aparecen tambi é n formuladas reglas para la correcta formaci ó n del
plural. Asi, se indica que los nombres que en singular terminan en vocal no aguda forman el
plural a ñ adiendo -5 ( carta , cartas‫ ؛‬libro , libros) y los nombres acabados en singular en vocal
aguda 0 en consonante forman el plural con -es (alvala, alvalaes; alhelí , alhelíes; verdad ,
،uerckdes•, p m p mes relox ,
، ١ ، ١ * reloxes) .

3 . I . 2.3 . Consideraciones desde el punto de vista sintáctico

3.1 . 2.3 . 1 . La combinatoria del sustantivo con los artí culos

Una de las cuestiones de indole sint áctica referidas al sustantivo que aparece en la
gram á tica acad é mica de 1771 es la apelaci ó n a la combinatoria del sustantivo con los diferentes
art ículos, en singular y en plural , para hallar si tiene los dos nUmeros o si carece de alguno de
ellos.
En efecto, se afirma (R. A. E. 1771: 22) que " la regla mas se tra para distinguir los
^
nombres que carecen de n ú mero singular, ó plural , es valerse de los art ículos ". Por tanto, a
partir de la combinaci ó n de los sustantivos con los diferentes art ículos, podemos advertir qu é
sustantivos presentan flexi ó n de singular y plural, y qu é sustantivos carecen de singular 0 de
plural. Asi, a) todo sustantivo que no admite la combinatoria con el o la carece de singular‫؛‬
b) el sustantivo que no puede ser unido a los o las no tiene plural , y c) los sustantivos que
admiten la combinatoria con unos y otros art ículos poseen ambos nUmeros.

3.1 . 3 . Tratamientos del número del sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
morfol ó gico

Se incluyen en este apartado los autores que analizan el n ú mero del sustantivo
aludiendo ú nicamente a la oposició n morfol ógica existente entre n ú mero singular y n ú mero
plural.

3.1 . 3.!. La oposición morfol ógica singular / plural

De acuerdo con los presupuestos del primer modelo, versió n 0 formulaci ó n de la


gram á tica generativa transformacional (cf. Chomsky 1957) , R. p. Stockwell, j. D. Bowen yj.
w. Martin (1965: 64-66 y 94-97) señ alan que el sintagma nominal (NOUN PHRASE, NP)
consta de un determinante DETERMINER , D) , un nombre (NOUN , N) y la categor ía
gramatical de numero (NL BER, NI) , que es de elección obligatoria porque en espa ñ ol
^
todo nombre o est á en singular 0 esta en plural , lo cual implica que al seleccionar el nombre
tenga que ser seleccionado tambi é n el n ú mero y, en consecuencia, que lo Unico opcional sea
elegir entre singular 0 plural. Por tanto, la regla de rescritura del sintagma nominal propuesta
por estos autores es
NP -* D + N + NUM
que obliga asimismo a incluir una regla para la elecci ó n de n ú mero singular o n ú mero plural

133
que tenga la forma

NIRO -‫ب‬ ً‫ا‬ 1


1 -‫ج‬ 1
y en la que el sí mbolo <P indica que los nombres singulares no est á n marcados formalmente
O que est á n marcados para el singular.

Tambi é n F. Marcos Marin (1972: 118 y 1980: 187) , acercá ndose en este caso a lo que
sobre este aspecto postula el estructuralismo Ü ngU ístico 2٥, se ñ ala que son dos los nUmeros de
los sustantivos espa ñ oles, singlar y plural, que se oponen en tanto que el singular es el
t é rmino no marcado , si bien no presenta variaci ó n formal -lleva la marca o morfo - 2‫ اا‬frente
al plural , que es el t é rmino marcado y presenta las variantes -5, para las palabras acabadas en
‫ه‬
vocal átona, y -eS para las palabras acabadas en consonante o vocal t ónica.
)

En lineas generales , para el tratamiento de los distintos temas que figuran en la Aproximación a la Gramática
20

Espa ñola y en el Curso de Gramática hpa ñola , F . Marcos Marin (1972 y 1980) se basa en postulados tradicionales
y estracturales , solos 0 combinados entre si .

es <t> . ٠
Asi , por ejemplo , de melón , el lexema es melón , el morfema masculino es y el morfema singular tambié n

134
3.2. ESQUEMATIZACIÓN

3.2.1. Tratamientos del número del sustantivo desde los puntos de vista sem ántico y
morfológico

R. Lenz (1920)
2 n ú meros:
- singular
- plural
El n ú mero se refiere a la extensió n o aplicabilidad de los sustantivos a uno
o más objetos.
El afijo o terminació n -(e)s es uno de los medios de expresar pluralidad .

Ch. F. Hockett (1958)


Sustantivos flexionados para el nú mero
Sustantivos que aparecen siempre en n ú mero plural: exequias enseres
) )

mueres , nupcias
‫ﺟﺮ‬
Sustantivos que aparecen siempre en n ú mero singular: , alevosía ,
ultimatum
Sustantivos que se usan en singular y plural indistintamente sin que se
dé cambio de forma por cambio de n ú mero: luneS extasiS) )

Carlos

Psicomecanica
La subcategorizació n de nú mero supone:
a) en ideogénesis, situar la noci ó n percibida en el polo continuo o en
el polo discontinuo y
b) en morfogénesis, adaptar lo establecido en ideogénesis a un n ú mero
gramatical: singular / plural , singular / </> , </> / plural.

* c. Hernandez Alonso (1984)


Nombres contables o discontinuos
- singular:
significación gené rica
significación específica
- plural:
significación gené rica y genérica distributiva
pluraliza las individualidades específicas
Nombres continuos o de masa
- singular:
significació n gené rica
significación individualizante
plural:
٠

significación gené rica


significación individualizante

135
5.2.1.!. Consideraciones desde el punto de vista sem á ntico

.
5.2.1. L 1 La oposici ó n del nUmero: singular / plural

E . A . de Nebrija (1492)
2 n ú meros:
- singular , que significa uno: el ombre, la muger
- plural , que significa muchos: los ombres, las mugeres
c. de VillalOn (1558)
2 n ú meros:
- singular, que habla de uno: hobre
- plural , que habla de muchos: hombres

G. Correas (1627)
2 n ú meros:
- singular , que habla de uno
- plural , que habla de muchos

V. Salvá (1850)
2 n ú meros:
- singular , que se refiere a un solo objeto
- plural , que dice relación a muchos
A . Bello (1847)
2 n ú meros:
- singular, que puede significar
unidad absoluta: Existe un Dios
unidad distributiva: El hombre es un ser dotado de razón
colectivamente, la especie: El hombre señ orea la tierra
- plural , que denota siempre multitud
en un sentido distributivo: Los animales son seres organizados
que *uvuen, sienten ‫ ﻻ‬se muelen
colectivamente: Los animales forman una escala inmensa, que
principia en el menudísimo animalillo microscópico ‫ﻻ‬
termina en el hombre

E. Benot (1910)
2 n ú meros:
- singular, que se refiere a un solo individuo
- plural, que se refiere a dos o mas individuos
Es un medio para fijar la extensió n de los sustantivos.

R. Seco (1950)
2 n ú meros:
- singular , que denota un ú nico ser u objeto
- plural , que denota m ás de un ser u objeto

R. A . E. (1951)
2 n ú meros:

156
- singular, que denota un solo individuo: La mujer hacendosa trabaja
todo el día
- plural , que denota dos o mas individuos: Las mujeres hacendosas
trabajan todo el día

'۶ A. Alonso y P. Henriquez Ureñ a (1938-39)


2 nUmeros:
- singular, que se refiere a un solo ejemplar: la paloma
- plural, que se refiere a mas de un ejemplar: las palomas
] . Roca-Pons (1960)
2 nUmeros:
٠ singular , por el que se expresa que tomamos un objeto en una unidad
- plural , por el que se expresa que tomamos un objeto en m ás de una
unidad

R. A . E . (1973)
2 nUmeros:
- singular, que equivale a a
- plural , que equivale a a a

3.2 . 1 .!. 2. Sustantivos que carecen de alguno de los dos nUmeros

* E. A . de Nebrija (1492) , G . Correas (1627) , V. Salv á (1830) , A. Bello (1847) ,


R. A . E. (1931), A . Alonso y P. Henriquez Ure ña (1938-39) , s. Fern ández Ramirez
(1951) , j. Roca-Pons (1960) , R . A . E . (1973)
No tienen plural:
- los nombres propios de personas, lugares, ciudades, aldeas, villas, provincias,
islas, mares, rios, montes, caballos, bueyes, perros y algunas cosas que son
Unicas
- los nombres de líquidos, granos y materias que se miden y pesan
- los nombres de las artes, profesiones y ciencias
- los nombres de los metales y elementos
- los nombres de virtudes, vicios, pasiones y todos los de significació n abstracta
- los nombres y frases latinas incorporadas a nuestra lengua
l١emp\os. Pedro , Salamanca , Bavieca , vino, arroz , cart)intería١fisiolo‫؟‬ía١
"
*

oro , aire , envidia , cólera , déficit


La utilizació n de estos nombres en plural implica un cambio de
significaci ó n.
No tienen singular:
- nombres propios de cordilleras y archipiélagos: los Alpes, los AndeS las )

Baleares , las Antillas


- nombres apelativos: grillos, esposas, tenazas, gafas
۶١A . Alonso y P. Henriquez Ure ñ a (1938-39) , s. Fernandez Ramirez (1951) , R . A . E .
(1973)
- formas plurales para designar objetos compuestos de piezas simétricas: gafas,
alicates , tenazas

137
»۶
V. Salva (1830) , A. Sello (1847)
" nombres geográficos que parecen plurales pero son de nUmero singular:
Ciempozuelos, Buenos Aires Amazonas, Manzanares
)

»۶
A. Bello (1847)
- nombres que se usan en singular y plural sin cambio de significado: calzón )

calzones ,- funeral , funerales

3.2. 1.1 . 3 . La significación del nUmero de los sustantivos contables o discontinuos, los
incontables o continuos y los colectivos

s. Fernández Ramirez (1951)


‫ل‬٠ Roca-Pons (1960)
R. A . E . (1973)

3.2. I .2. Consideraciones desde el punto de vista morfol ógico

3.2. 1.2 . 1 . Reglas para la formación del plural

* c. de Villalón (1558)
١
Gramática de la Lengua Vulgar de Espafta ‫ﺳﺈا‬0١‫ةس‬, \ ‫ﻵﻵ <؟‬

G . Correas (1627)
‫ب‬
V. Salvá (1830)

A. Bello (1847)

E. Benot (1910)

R. Seco (1930)

R. A . E . (1931)

A . Alonso y P. Henriquez Greña (1938-39)

S. Fernandez Ramirez (1951)

R. A . E. (1973)

3.2. I .2.2 . Número y declinaci ó n

'۶ E. A . de Nebrija (1492)


3 declinaciones:

138
-
1) singular en a y plural por adició n de -‫ئ‬: tierra (ila tierra las tierras ) ) )

2) singular en .0 y plural por adició n de -5: cielo {el cielo los cielos) , y
)

‫ ) ؤ‬singular en d -e, -i ٠/, ri - r, ‫وم‬, -X 0 -Z y plural por adici ó n de 5 o


) ) )

-
-es , el ombre , los ombres , el rei , los reles .- .

Señ ala excepciones.

G. Correas (1627)

V. Salv á (1830)
2 declinaciones:
- una para el singular
- una para el plural

3.2. 1.2. 3. La oposición morfol ógica singular / plural

]. Roca-Pons (1960)
- singular: 4 ) / plural: -5 , - eS ) </>

3.2. 2 . Tratamientos del número del sustantivo desde los puntos de vista semántico ,
morfológico y sintáctico

3.2 . 2.1 . Consideraciones desde el punto de vista sem ántico

3.2 . 2.1 . 1 . La oposici ón del nUmero: singular / plural


R. A . E. (1771)
2 nUmeros:
- singular, para el sustantivo que significa uno
- plural , para el que significa de dos en adelante

3.2. 2.1 . 2. Sustantivos que carecen de alguno de los dos nUmeros


R. A . E . (1771)
No tienen plural 0 lo tienen raras veces:
" los nombres que significan alguna cosa Unica
- los nombres de los cuatro elementos
" los nombres de los continentes, reinos, provincias, ríos, montes, pueblos
- los nombres de artes, ciencias y profesiones
- los nombres propios de personas
- algunos nombres colectivos
Y;pp\os\ Mundo , Sol , tierra , América , Arquitectura , el Catolicismo , la
Infantería
No tienen singular:
- nombres apelativos: albricias alforjas tenaxas ) )

139
.
3.2.2.2 Consideraciones desde el punto de vista morfol ógico

.
3.2.2.2.1 Reglas para la formació n del plural

R . A . E . (1771)

.
3.2.2.3 Consideraciones desde el punto de vista sint áctico

3.2.2.3.1. La combinatoria del sustantivo con los art ículos

R . A . E . ( 1771)
- el sustantivo que no se combina con el o la carece de singular
- el sustantivo que no puede ser unido a los 0 las no tiene plural
- el sustantivo que admite la combinatoria con todos los art í culos posee ambos
nUmeros

3.2.3. Tratamientos del n ú mero del sustantivo desde un punto de vista exclusivamente
morfológico

3.2.3.1. La oposici ó n morfoló gica singular / plural

R. p. Stockwell , j. D . Bowen , j. w. Martin (1965)

NUMERO
I ،/> ‫ا‬
1 -s
‫ا‬
F . Marcos Marin (1972 y 1980)
٠ singular j
( ) 7 plural : -5, -es

140
3.3. VALORACION CRITICA

M ás uniforme que el tratamiento del gé nero se presenta el que del accidente gramatical
nUmero encontramos en las gram á ticas, monograf ías y art ículos consultados, ya que
pr ácticamente todos los autores adoptan los mismos criterios para llevar a cabo la
caracterizació n de éste y , adem ás, todos suelen emitir an álogas consideraciones desde cada uno
de los puntos de vista adoptados.
En efecto , el n ú mero del sustantivo es examinado por la mayoría de los autores (E. A .
de Nebrija (1492) , c. de Villal ó n (1558) , G. Correas (1627) , V. Salvá (1830) , A . Bello (1847) ,
E. Benot (1910) , R. Lenz (1920) , R . Seco (1930) , la comisi ó n acad émica que elaboró la
Gramática de 1931 (R. A. E. 1931) , A. Alonso y P. Henriquez Ureñ a (1938-39) , Ch. F.
Hockett (1958) , ). Roca-Pons (1960) , la corporaci ó n de la Real Academia que redactó el Esbozo
de una Nueva Gramática de la Lengua Española (R . A . E . 1973) , los lingü istas psicomecá nicos
y c. Herná ndez Alonso (1984)) desde los puntos de vista morfol ó gico y semántico , que son ,
a su vez, los que, ) unto con el sint áctico colocacional o combinatorio , se emplean en la
caracterizaci ó n del nUmero que figura en la Gramática de la lengua castellana de la Real
Academia Españ ola publicada en 1771 (R . A . E. 1771) , si bien son consideraciones elaboradas
só lo desde la perspectiva morfol ó gica las que configuran el an álisis del nUmero presentado en
\‫ي ﻵ‬١‫ ة؟ه‬Tbe Grammatical Structure‫ ؟‬of English and Spanish delY . SlocktW , y
j. w . Martin (1965: 64-66 y 94-97) y en \ ‫ ﻵ‬Aproximación a la Gramatlca Espa ñ ola y ‫ ل‬Curso

de Gramática Españ ola de F. Marcos Marin (1972: I 18 y 1980: 187), ya que se trata Unicamente
la oposició n formai entre el nUmero singular, que es el que lleva la marca o morfo 0, y el
nUmero plural , que presenta las variantes o alomorfos -5 y -es, lo cual viene a coincidir con lo
que, unido a consideraciones de indole sem á ntica, aparece también en la Introducción a la
Gramática (con Especial Referencia a la Lengua Española) k loa-Vcms f\%‫؟‬h \70-\7\ y en
(

^
los trabajos de los lingü istas psicomecánicos, aunque, frente a los dem ás, los autores de la
١١
corriente denominada guillaumismo " o psicomecánica conciben la subcategorizaci ó n de
"
nUmero como el proceso mental que implica, en primer lugar, en la fase denominada
ideogé nesis, que sea situada la materia nocional o sustancia sem ántica discernida en el polo
continuo o discontinuo y , en la segunda fase o morfogénesis, que sea adaptado el resultado de
la ideogénesis a un nUmero gramatical que se manifestará en una forma lingü istica
determinada.

El tratamiento del nUmero del sustantivo desde el punto de vista sem ántico consiste
en la menció n , por parte de todos los autores que nos ofrecen consideraciones de esta indole
junto con otras de car ácter morfol ó gico 0 de carácter morfol ó gico y sint áctico, de que
existen dos nUmeros para el sustantivo: singular , que "significa " ( Nebrija 1492: 176 y R . A . E.
1771: 16) , " habla de" (Villal ó n 1558: 17 y Correas 1627: 114) , "se refiere a " (Salvá 1830:
138, Benot 1910: 37 y Alonso y Henriquez Ure ñ a 1938-39 , II: 67) , " denota " (Seco 1930: 20 y
R. A . E. 1931: 11) , " equivale a " (R. A . E. 1973: 185) uno o expresa que tomamos un objeto
como unidad (Roca-Pons 1960: 170) , y plural , que "significa " (Nebrija 1492: 176 y R . A. E .
1771: 16) , " habla de " (Villal ó n 1558: 17 y Correas 1627: 114) , " hace relaci ó n a " (Salvá 1830:
138) , "se refiere a " (Benot 1910: 37 y Alonso y Henriquez Ure ñ a 1938-39 , II: 67) , " equivale a "
( R . A . E. 1973: 185) muchos o expresa que tomamos un objeto en m ás de una unidad (Roca-
Pons 1960: 170) .
Un planteamiento algo diferente es el del gramático venezolano A . Bello (1847: 60) ,
pues puntualiza que el singular puede significar unidad absoluta, unidad distributiva o ,
colectivamente, la especie, mientras que el plural denota siempre multitud , bien en un sentido
distributivo, bien colectivamente.
Asimismo , E . Benot (1910: 37) y R . Lenz (1920: 92) aluden a que la variació n 0

141
modificaci ó n del accidente gramatical n ú mero del sustantivo se refiere a la aplicabilidad de éste
a uno o a varios objetos.

No obstante, a pesar de admitir la existencia de dos n ú meros para los sustantivos, E .


A . de Nebrija (1492: 176-177 y 178-179) , G. Correas (1627: 154) , V. Salvá (1850: 142-145) , A .
Bello (1847: 62-65) , la comisi ó n acad émica que elabor ó la Gramática de 1951 (R. A . E. 1951:
19-20) , A . Alonso y P. Henriquez Ure ñ a (1958-59 , II: 69-70) , s. Fern ández Ramirez (1951: 152-
156) , Ch. F. Hockett (1958: 252) , j. Roca-Pons (1960: 170-171) y la corporaci ó n de la Real
Academia encargada de la edici ó n del Esbozo (R. A. E. 1975: 185-186) distinguen entre
sustantivos que admiten la variabilidad de terminaci ó n para expresar ambos n ú meros y
sustantivos que carecen de la posibilidad de expresió n de alguno de ellos, es decir , junto a los
sustantivos que tienen singular y plural , se apunta la existencia de sustantivos que se emplean
só lo en plural ( pluralia tantum) o sólo en singular {singularia tantum ) .
¡¡

Los sustantivos que no tienen plural sino só lo singular son clasificados por estos
autores en subtipos atendiendo, fundamentalmente, a la realidad que designan , si bien es
obligado advertir que casi todos los gram á ticos -exceptuamos E . A. de Nebrija (1492) y G.
Correas (1627) aUaden que el empleo de estos nombres en plural si es posible, pero que ello
"

implica o trae consigo un cambio en la significació n del sustantivo. Ahora bien, no se


establecen subclases en el conjunto de los sustantivos que carecen de singular, limitándose los
distintos autores a la enumeració n de algunos ejemplos de sustantivos apelativos que, segú n
ellos, responden a esta caracter ística, lo que se completa, en gram áticas como las de A. Bello
(1847) y A . Alonso y P. Henriquez Ureñ a (1958-59) , con la observació n de que tampoco
tienen plural algunos nombres propios de cordilleras y archipiélagos. Asimismo , en las obras
de A . Alonso y p. Henriquez Ureña (1958-59) y s. Fernandez Ramirez (1951) , asi como en
‫ \ح‬Esbozo de una Nueva Gramática de la Lengua Espa ñ ola úe \áeA KcsAetma L M \‫ﻵ‬7‫ﻻ‬
se alude a que designamos con las formas del plural objetos compuestos de dos piezas o partes
١ ‫؟‬
sim étricas, produciéndose entonces una equivalencia entre plural y singular, puesto que ambos
n ú meros se emplean con el mismo valor . Se anula, por tanto , la oposició n formal singular /
plural .
Por su parte, V. Salva (1850) y A . Bello (1847) se refieren a la existencia de nombres
geográ ficos que parecen plurales pero son de n ú mero singular porque designan una sola
realidad , y sólo A . Bello menciona tambi é n la existencia de sustantivos que se usan en singular
o plural sin diferencia de significado .

Igualmente, los tratamientos sem á nticos del n ú mero del sustantivo que aparecen en los
tratados de s. Fernandez Ramirez (1951: 126-152) , j. Roca-Pons (1960: 172) y c. Hern ández
Alonso (1984: 424-427) , asi como en el Esbozo de la Academia (R . A . E. 1975: 187-188) ,
incluyen una serie de observaciones respecto a la significació n expresada por este accidente
gramatical en los sustantivos contables 0 discontinuos, los incontables o continuos y los
colectivos.

Las consideraciones morfol ó gicas sobre el n ú mero del sustantivo que aparecen en las
gram áticas , monograf ías y art ículos consultados quedan reducidas, en la mayor ía de éstos .
22
Ahora bien, es necesario tener en cuenta que muchos de los sustantivos comunes o apelativos que aparecen
citados en estas obras como ejemplos de palabras que sólo tienen lorma plural y no singular o de que se usan o
emplean sólo en plural y no en singular (alforjas , alicates , bragas , enaguas , gafas , facciones , tenazas , tijeras , pinzas ,
etc.) figuran ya en sus respectivas entradas en el Diccionario de la Lengua Españ ola de la Real Academia Espahola
(R . A. E . 19922') con su correspondiente forma singular ( alforja , alicate, braga , enagua , gafa , facción , tenaza , tijera ,
pinza , etc.), es decir, actualmente, pertenecen al conjunto de los sustantivos que poseen ambos nUmeros: singular
y plural .

142
como, por ejemplo , en la Gramática Castellana de c. de VillalOn (1558: 17) , la Gramática de
la Lengua Vulgar de España (1559: 55), el Arte Kastellana de G. Correas (1627: 114) , la
Gramática de la Lengua Castellana de la Real Academia publicada en 1771 (R . A . E . 1771: 16) ,
la Gramática de la Lengua Castellana según Ahora se Habla de V . Salvá (1850: 159-142) , la
Gramática de la Lengua Castellana de A . Bello (1847: 60-62) , el Arte de Hablar de E. Benot
(1910: 57), el Manual de Gramática Española de R. Seco (1950: 20-22) , la Gramática de la
Lengua Española de la Academia Españ ola editada en 1951 (R . A . E . 1951: 18-19) , la Gramática
Castellana de A. Alonso y P. Henriquez Ureñ a (1958-59, II: 67-68) , la Gramática Española de
s. Fernández Ramirez (1951: 121-124) y el Esbozo de una Nueua Gramática de la Lengua
Españ ola de la Real Academia publicado en 1975 (R. A . E . 1975: 180-185) , a la menci ó n de
reglas y normas para la formaci ó n del plural de acuerdo con las diferentes terminaciones y / o
acentuaciones del singular. De todas estas obras, las indicaciones m ás exhaustivas sobre el
procedimiento de la formació n del plural son las formuladas en el Esbozo (R . A. E . 1975) , que
presenta doce normas.

Asimismo, en las gram áticas de E. A . de Nebrija (1492) , G. Correas (1627) y V. Salva


(1850) el accidente gramatical nUmero aparece vinculado con el de la declinaci ó n , si bien es
diferente el tratamiento que de esta variació n susceptible de ser experimentada por el
sustantivo ofrecen estos autores. En efecto , el gram ático andaluz (op. cit.: 176) apunta la
existencia de tres declinaciones diferentes segUn las distintas terminaciones de los sustantivos
en singular: 1) la primera declinació n es la de los nombres que en singular terminan en -a y
forman el plural por adici ó n de -‫ ;ئ‬2) la segunda declinació n es la de los nombres que en
singular terminan en -0 y forman el plural por adición de -‫ئ‬, y 5) la tercera declinación es la
de los nombres que en singular terminan en el resto de las vocales o en consonante y forman
el plural añ adiendo -s o -es; G. Correas (op. cit.: 114) establece que "toda la declinazion de los
nombres kastellanos" es la de las variaciones que éstos presentan en singular y plural, y V.
Salva (op. cit .: 158-159) afirma que las declinaciones de los sustantivos castellanos son dos: una
para el singular y otra para el plural .

Por otra parte, de las obras consultadas, la Unica en la que se analiza el nUmero del
sustantivo atendiendo a un criterio sint áctico colocacional 0 combinatorio es la Gramática de
la Lengua Castellana de la Real Academia de 1771 (R. A . E . 1771: 22) .
En efecto , además de, como hemos indicado, consideraciones de indole sem ántica y
morfológica an álogas a las que aparecen en otras gram áticas de la tradición, se menciona que
un criterio valido para delimitar los sustantivos que poseen singular y plural, y los que carecen
de algunos de estos n ú meros es la recurrencia a la uni ó n o combinatoria de los sustantivos con
los diferentes artículos en ambos nUmeros, ya que el sustantivo que no se combina con el 0
la carece de singular‫ ؛‬el que no se une a los 0 las no tiene plural , y los que admiten la
combinatoria con estos art ículos en singular y plural poseen ambos nUmeros.

145
¡"
CAP ÍTULO IV

CLASES DE SUSTANTIVOS

.
4.1 EXPOSICI Ó N TEORICOCR ÍTICA

No es posible hablar de homogeneidad ni en lo que se refiere a la delimitaci ó n de


diferentes clases en el conjunto de los sustantivos ni en el tratamiento que cada una de las
clases de sustantivos distinguidas recibe por parte de los diferentes autores.

Asi, de los accidentes atribuidos al nombre -clase englobadora de sustantivos y


adjetivos- por E . A . de Nebrija (1492: 164) (" calidad , especie, figura, género , n ú mero ,
declinació n por casos") , el primero de ellos, la calidad , distingue el nombre comUn o apelativo
del propio; la especie diferencia el nombre derivado de otro del nombre primogé nito , si bien

’ No trataremos en este capitulo las diferentes clases y subclases de sustantivos que pueden delimitarse a partir
del examen de los accidentes gramaticales de género y nUmero, tales como las de sustantivos epicenos, comunes,
ambiguos o dudosos, distinguibles atendiendo al accidente gé nero , o las de sustantivos contables o discontinuos
frente a los incontables o continuos, que resultan de la consideració n del accidente nUmero. 1٨ respecto, pueden
consultarse los cap ítulos n y ffl, que versan sobre el genero y el nUmero de los sustantivos, respectivamente.
Por otra parte, determinadas consideraciones referidas al comportamiento que presentan algunas subclases
de sustantivos en relació n con la significación expresada por el accidente gramatical nUmero fueron examinadas en
3.!. 1.1. 3.

145
los que se incluyen en el conjunto de los derivados no configuran una subclase uniforme sino
que, segUn Nebrija (idem: 167) , hay nueve " diferencias r formas " de nombres de este tipo:
patroní micos, posesivos, diminutivos, aumentativos, comparativos, denominativos, verbales,
participiales y adverbiales , y , por Ultimo , el accidente denominado figura diferencia el nombre
compuesto del nombre simple o sencillo. Igualmente, de la definici ó n de nombre formulada
por el gram ático andaluz se infiere la distinci ó n , no mencionada como tal por este autor, entre
sustantivos concretos y abstractos.

Mucho m ás simplificada es la enumeración de subespecies de nombres que formula c.


de Villal ó n (1558) , pues se refiere Unicamente a la divisió n de éstos (sustantivos y adjetivos)
en comunes y propios, tratamiento que contrasta asimismo con lo se ñ alado por G. Correas
(1627) , quien, ademas de fijar una delimitaci ó n de los sustantivos en apelativos o comunes y
propios o particulares, distingue en el conjunto de los nombres (sustantivos y adjetivos) ,
atendiendo a un criterio de indole sem ántica y morfoló gica, las especies de los positivos,
comparativos, superlativos, participios, aumentativos, diminutivos, patron í micos 0
sobrenombres, denominativos, gentilicios o posesivos , verbales (grupo al que pertenecen los
participiales y los adverbiales), numerales y ordinales2. Al igual que apuntamos respecto a lo
establecido por E. A. de Nebrija (1492) , G . Correas da una definici ó n de nombre sustantivo
que nos permite distinguir en el conjunto de los sustantivos entre sustantivos concretos y
sustantivos abstractos, si bien tampoco este gram á tico alude a esta delimitaci ó n.

Presupuestos de indole morfol ó gica y sem ántica son tambi én los adoptados en la
Gramática de la Lengua Castellana publicada por la Real Academia Espa ñ ola en 1771 para el
establecimiento de la clasificació n de los nombres (sustantivos y adjetivos) en las especies de
1) nombres primitivos‫ ؛‬2) nombres derivados, desmembr á ndose éstos en a) gentilicios o
nacionales, b) patron ímicos, c) aumentativos y d ) diminutivos‫ ؛‬3) nombres colectivos‫ ؛‬4)
nombres verbales‫ ؛‬5) nombres compuestos‫ ؛‬6) nombres positivos, comparativos y superlativos,
y 7) nombres numerales, subdivisibles en a) absolutos o cardinales, b) ordinales, c) colectivos
y d) partitivos. Ahora bien , só lo el criterio sem ántico es el que est á en la base de la distinci ó n
entre sustantivos comunes o apelativos y propios, y el que se utiliza para la caracterizaci ó n de
los nombres colectivos, que son los que "significan muchedumbre, porque baxo de un solo
nombre se recogen , ó comprehenden muchas personas, ó cosas " (R . A . E . 1771: 29-30) (exercito
(muchos soldados) , rebano (muchas ovejas) , arboleda (muchos á rboles)) , y para la definici ó n de
la subclase de los nombres numerales que se incluyen en la clase de los sustantivos, pues, tras
establecer que son numerales los " nombres de nUmero que sirven para contar " (op . cit.: 32) ,
se señ ala que se denominan colectivos los " que significan una cantidad determinada de cosas "

^\<krcv. Vdocena , centenar١ millar , millou , quarteta , quintilla , décima , terceto , quarteto y
partitivos los " que significan partes de un entero " (idem: 34) { mitad tercio, quinto diezmo
) )
١ )

tercia , quarta ) . Igualmente, de la definició n de nombre sustantivo que figura en esta Gramática
(idem: 3-4) se extrae una distinció n entre sustantivos concretos y abstractos.

Por su parte, V. Salva (1830) no nos presenta en ningú n lugar de su Gramática de la


Lengua Castellana según Ahora se Habla una clasificaci ó n homogé nea y opositiva de los

2
No obstante, señ ala este autor que, de todos estos nombres, los positivos, comparativos, superlativos ,

participios, numerales y casi todos los ordinales son adjetivos.

146
subtipos de los nombres o de los nombres sustantivos existentes3, si bien alude a las
distinciones de a) nombre apelativo, nombre propio y nombre colectivo‫ ؛‬b) nombre primitivo
y nombre derivado‫ ؛‬c) nombre simple y nombre compuesto , y d) nombre aumentativo y
nombre diminutivo. Asimismo , hace referencia a los nombres numerales (op. cit.: 167-168) y
señ ala que, de éstos, son sustantivos los colectivos, "que abrazan muchas unidades »¿ r,
decena docena ) , y los partitivos o distributivos, " que se ñ alan , por el contrario, la parte de
)

algUn todo " { mitad tercio cuarto ) . Y, aunque al igual que gram áticos anteriores no alude
) )

claramente a la distinci ó n entre sustantivos concretos y abstractos, en el establecimiento de las


notas diferenciadoras y caracter ísticas del sustantivo frente al adjetivo si menciona la
posibilidad de que el sustantivo pueda significar un ente o una calidad en abstracto.

Las varias especies de nombres (sustantivos y adjetivos) enumeradas y definidas en la


Gramática de A. Bello (1847) resultan de haber tomado como base un criterio de indole
exclusivamente sem ántica. En este sentido , el gramá tico venezolano establece en primer lugar
una distinci ó n entre sustantivos propios y apelativos, para, ulteriormente, subdividir estos
Ultimos en sustantivos concretos y sustantivos abstractos. La tercera delimitaci ó n propuesta
es la del conjunto de los sustantivos derivados en sustantivos colectivos, aumentativos y
diminutivos, si bien muchos de los sustantivos derivados no son reagrupables en ninguno de
estos subtipos. No obstante, aparecen también en este tratado gramatical definiciones y
caracter ísticas particulares de otras clases de sustantivos que pueden ser distinguidas en el
conjunto de éstos, aunque ya no de modo sistem ático y sin hallar entre ellos ninguna
oposici ó n. En concreto, alude este autor a los denominados tradicionalmente nombres
patron í micos, gentilicios y numerales, señ alando respecto a estos Ultimos (op. cit .: 81-86) que,
de los que significan multiplicació n (numerales m últiplos), sólo duplo y triplo son sustantivos
y que hay una clase de numerales, la de los numerales colectivos, constituida por sustantivos
que " representan como unidad un n ú mero determinado " (idem: 85) {decena centenar millar ) ) )

miUonV
Tampoco encontramos una clasificaci ó n sistem ática y opositiva en el Arte de Hablar
del gramá tico gaditano E . Benot (1910), pues éste marca sólo una delimitaci ó n entre, por una
parte, nombres comunes 0 apelativos y nombres propios, y , por otra, en el conjunto de los
sustantivos derivados, opuestos éstos a los sustantivos primitivos, entre sustantivos
aumentativos, diminutivos y despectivos. Por ello, contrasta con la exhaustiva clasificaci ó n de
los sustantivos espaholes propuesta una década despu és, aunque "sin entrar en detalles ", por
el lingü ista alem á n R. Lenz (1920: 76) 4, quien , tomando como punto de partida

3
En este sentido, j. L G ómez Asencio (1985: 19) afirma que, del mismo modo que a Salv á " no parece volverle
loco el problema teó rico de la consecución de un sistema definitivo y coherente de clases de palabras, tampoco se
plantea como especial problema el de la subclasificació n y división de cada clase de palabras", de lo que resulta "el
acierto aislado de algunas de sus propuestas y la inconsistencia de las mismas -que no est án en absoluto claramente
formuladas- en tanto que sistema ". No obstante, la principal dificultad la encuentra G ómez Asencio en un aspecto
al que ya aludimos (cf . 1.1. 1.1.2. n . 8) y que versa sobre la no univocidad del té rmino nombre en Salv á , ya que,
segUn los contextos, este té rmino hace referencia a la clase englobadora de sustantivos y adjetivos o sólo a la de
los sustantivos. De este modo, cuando el gram á tico valenciano afirma que un nombre puede ser propio 0 apelativo,
se est á refiriendo, evidentemente, tal como lo corroboran los ejemplos citados, sólo al nombre sustantivo; cuando
afirma que el nombre puede ser verbal, alude, a juzgar por los ejemplos, a la clase englobadora de sustantivos y
adjetivos.

* No obstante, se podr ía objetar el hecho de que presente una clasificación que está realizada no desde bases
o criterios estrictamente lingüísticos, sino concediendo una excesiva intervención y un exagerado protagonismo
al conocimiento de la realidad extralingüística. Asimismo, resulta paradó jico que no incluya ninguna definició n
ni aluda a los rasgos distinguidores de estos subtipos de sustantivos. Asi, por ejemplo, en ningUn lugar se nos dice

147
fundamentalmente consideraciones de í ndole l ó gica, llega a distinguir las siguientes clases y
subclases de sustantivos:
Sustantivos concretos
Comunes o apelativos
Gen éricos
Individuales
Orgá nicos
Reino animal
Reino vegetal
Colectivos
Inorgánicos
Natural
Construido
Material
Propios
Orgá nicos
Reino animal
Hombres
Nombre
Apellido
Animales
Reino vegetal
Inorgánicos
Natural (astros, continentes, islas , montes, r í os, etc.)
Construido (ciudades, casas, buques, monumentos, etc.)
Sustantivos abstractos
Cualidades
Fen ó menos
Se ñ ala Lenz que los limites entre las diferentes subclases son inciertos, por lo que
pueden presentarse dudas a la hora de clasificar determinados sustantivos5. Asimismo, desde
un punto de vista morfoló gico , distingue en el conjunto de los sustantivos abstractos entre
sustantivos morfol ó gicos derivados de adjetivos o de verbos, grupo al que pertenecen los
infinitivos, y sustantivos primitivos abstractos.

Una clasificaci ó n de los sustantivos basada también en la funci ó n l ó gica o significado


del sustantivo y que puede ser considerada una simplificaci ó n -mayor generalizaci ó n o menor
especificaci ó n , ya que no se enumeran los subtipos- de la realizada por el gram ático aleman
es la ofrecida por R . Seco (1930: 11) , quien delimita sólo las clases de

qué es nombre comUn o apelativo y qué es nombre propio , definiciones estas que aparecían en todas las gramá ticas
anteriores. Por el contrario, se limita a mencionar la existencia de sustantivos aumentativos y diminutivos, y a
definirlos como aqué llos que expresan primitivamente diferente tamano del objeto o intensidad de la cualidad y
del fen ó meno, aunque a menudo llegan a tener valor apreciativo.

5
Aunque estamos de acuerdo con la observació n de R . Lenz de que la realidad es un continuo, nos parece
evidente tambié n el hecho de que la mente humana sólo conoce lo que distingue. En este sentido , las diferentes
lenguas se corresponden con distintas visiones y clasificaciones de la realidad por parte de la comunidad de los
.

hablantes y las categor í as lingü isticas, con los diferentes modos de concebir esa realidad . Por tanto, si existen limites
entre las categor ías, resultantes éstos de las divisiones y delimitaciones establecidas sobre el continuo que es la
realidad por parte de cada comunidad hablante.

148
Sustantivos concretos
Comunes
Gen é ricos
Individuales
Colectivos
De materia
Propios
Sustantivos abstractos
De fenómeno
De cualidad
De cantidad o colectivos
Numerales
Indefinidos
A esto hemos de añ adir que, de acuerdo con lo que figura en otras partes de esta obra,
se admite la posibilidad de distinguir, por un lado , entre sustantivos primitivos y sustantivos
derivados, y , por otro , entre sustantivos simples y sustantivos compuestos.

Sin embargo , a diferencia de lo que se observa en estas clasificaciones citadas, la


primera divisi ó n señ alada para los sustantivos en la Gramática de la Lengua Españ ola publicada
por la Real Academia Espahola en 1931 es la de éstos en sustantivos gen é ricos, apelativos o
comunes y sustantivos propios. Pero, atendiendo simult á neamente a criterios de indole
sem ántica y formal, se propone (R. A . E. 1931: 20) una clasificaci ó n de los nombres
(sustantivos y adjetivos) en las especies de a) primitivos y derivados‫ ؛‬b) simples, compuestos
y parasint éticos‫ ؛‬c) concretos y abstractos‫ ؛‬d) colectivos, partitivos y mUltiplos‫ ؛‬e) verbales, y
0 aumentativos, diminutivos y despectivos. No obstante, es necesario advertir que la
delimitaci ó n entre sustantivos colectivos, partitivos y mUltiplos tiene como base s ólo la
recurrencia a la significaci ó n del nombre en cuesti ó n , pues se indica (op. cit .: 21-22) que a) si
éste denota en singular un n ú mero determinado de cosas de una especie, muchedumbre o
conjunto es denominado nombre colectivo (،docena , ejercito tropa ) ] b) si significa alguna de las
)

cosas en que se puede dividir un todo es nombre partitivo [ un décimo, una cuarta ) y c) es un
)

nombre m ú ltiplo el que significa el nUmero de veces que una cantidad comprende en si a otra
vtviwvor triple , cuádruple ) .
^
De acuerdo con la posibilidad o el grado de combinabilidad con los adjetivos limitantes
determinadores, plantea L. Bloomfield (1933) la subdivisi ón de los nombres ingleses en
nombres comunes y nombres propios, pudiendo ser los primeros, a su vez , contables o
discontinuos e incontables o continuos, grupo este Ultimo en el que se incluyen los nombres
de masa y los nombres abstractos.

Por su parte, A . Alonso y p. Henriquez Urefia (1938-39) aluden a la distinci ó n nombre


propio / nombre comUn , en cuyo planteamiento se muestran partidarios de lo postulado ,
desde presupuestos de indole exclusivamente l ógica, por j. s. Mili, al que sigue también V.
BrOndal (1928) . Asimismo, se refieren a la delimitaci ó n nombre concreto / nombre abstracto.

Diferente a lo establecido por estos autores es lo que defiende el lingü ista iniciador de
la tendencia conocida con el nombre de gram ática de la valencia o de dependencias, L.
TesnCre (1959) , quien trata el fen ó meno de la derivaci ó n de sustantivos en conexi ó n con el
mecanismo que denomina translaci ó n , ya que considera que ese procedimiento de formaci ó n
de palabras puede ser entendido como una translaci ó n fijada .

149
Las clasificaciones de base formal que señ ala j. Roca-Pons (1960) para el conjunto de
los nombres (sustantivos y adjetivos) son las de a) nombres simples y nombres compuestos,
y b) nombres primitivos y nombres derivados, deteniéndose especialmente en el examen de
los compuestos y los derivados. No obstante, desde un punto de vista sem á ntico, a) examina
las distinciones tradicionales de, por una parte, nombres comunes y nombres propios, y , por
otra , nombres concretos y nombres abstractos‫ ؛‬b) cita la existencia de nombres de acci ó n y de
agente , delimitables por una serie de sufijos caracter ísticos (latin - tio y tor , etc.) y que
presentan en muchas lenguas la peculiaridad de trasiego entre las diferentes clases de nombres,
observable éste por la identidad formal. Asi, en francés, por ejemplo , coupure " corte " indica
el hecho de couper "cortar ", como pâture el hecho de pa ître " pacer " , y , ademas, la misma
palabra designa un tipo de corte concreto , lo que viene a indicar que, en muchas lenguas, la
mayor parte de los nombres de acció n pueden emplearse tambié n como nombres de objeto ,
y c) adem ás, apunta, aunque sin detenerse apenas en ello , la posibilidad de diferenciar grupos
de sustantivos desde el punto de vista del aspecto , segUn puedan combinarse con verbos
durativos 0 no , formando , en el primer caso , expresiones en las que la presencia del verbo
durativo esta justificada por la naturaleza igualmente durativa del sustantivo. Son de esta clase
los sustantivos vida , paseo , historia , etc., y no lo son mesa , piedra. No obstante, afirma que
"son posibles muchas otras clasificaciones de los substantivos, de los cuales nos vemos
precisados a prescindir en estas breves lineas " (idem: ‫ )وول‬.

Una vez delimitada la estructura interna del sintagma nominal, R. p. Stockwell , ] .


D. Bowen y j. w. Martin (1965: 78) centran su atenci ó n en el establecimiento de clases en el
conjunto de los nombres, justificando tal manera de proceder con el aserto de que el nombre
que ocupa la posici ó n nuclear en el sintagma nominal puede determinar , y de hecho , segUn
ellos, determina, las características de otros elementos que aparecen en la expresió n. Asi,
ademas de indicar que los nombres pueden ser divididos segUn el género en masculinos,
femeninos y neutros? (N -> No, Na, Nneut) , señ alan que 1) segUn figuren en el SN con 0 sin
determinante, son comunes o propios, respectivamente (N -* Ncomj Nprop) ‫ ؛‬2) segUn las
posibilidades de aparici ó n que tienen en una expresi ó n en la que podrí a igualmente figurar un
adverbio de una determinada clase, se establecen los subgrupos de nombres de lugar , tiempo ,
٠Npio«, N،im , Ncvcm , N , Nhing.. .) , y ‫ )و‬segUn si pueden ser
evento, persona , cosa, etc. ( N í

medidos en cuanto a volumen 0 en cuanto a nUmero , los nombres se dividen en nombres de


masa y nombres contables, respectivamente . Estas clasificaciones no son excluyentes , ya que
un mismo nombre puede pertenecer a m ás de un grupo« . Asimismo , los autores de este

‫؛؛‬
tratado ( em : 55-62) incluyen entre los procesos derivacionales el mecanismo de la
composici ó n .

Igualmente, el lingü ista francés É. Benveniste (1966 y 1967) distingue entre nombres

6
Cf . Stockwell, Bowen y Martin 1965: 64-66 ó el apartado !.1.2.4. de este libro.
7
Aunque se ñ alen que el género neutro se da en el nombre españ ol de forma marginal, consideramos un
gravísimo error que mencionen y distingan un subgrtipo de nombres neutros o de género neutro. En nuestra
lengua , sólo puede hablarse de gé nero neutro en relació n con la clase de los pronombres. Cf . también lo establecido
al respecto en Stockwell, Bowen y Martin 1965: 101-105.

8
A pesar de que pretenden demostrar que han llegado a delimitar estas subclases haciendo uso Unicamente de
criterios formales, podemos preguntarnos hasta qué punto, de acuerdo con lo postulado en el primer modelo de
la gram á tica generativa , que es el marco te ó rico que pretendidamente sigue esta obra , esta ausente en esta
clasificació n toda consideración de indole sem á ntica y hasta quC punto ha sido ignorada la tradició n gramatical,
que formulaba esta clasificación haciendo uso precisamente de un criterio sem ántico.

150
compuestos ( papel moneda) , conglomerados ( meurt de faim ) y sinapsias (avion à reaction ) .

Asimismo , en el capitulo de las clases de nombres, y en relaci ó n, concretamente, con


la existencia de nombres compuestos y nombres derivados, es necesario tener en cuenta la
delimitaci ó n de A . Martinet (1967 y 1968 b) entre sintagma y sintema, que surge de la
aplicaci ó n del anaiisis del enunciado en monemas, por una parte, a los casos que provienen de
la sintaxis o producci ó n misma del enunciado‫ ؟‬y , por otra, a los productos de la composició n
y la derivació n , que suponen un tiempo de creaci ó n o invenció n aparte del desarrollo
sintagmatico 'o. En este sentido , junto a la existencia de asociaciones o concatenaciones de
monemas en las que cada elemento que aparece implica una restricci ó n o limitaci ó n en cuanto
a la combinabilidad del conjunto, caso en el que hablamos de sintagmas, que son amalgamas
( dominorum ) o monemas perfectamente analizables, bien por su facilidad para la segmentació n
( donnerons ) o porque ya aparecen separados, pudiendo, en este caso , recibir en otros contextos
)

determinaciones distintas ( sur le banc es concatenaci ó n de "sobre", "determinado " y " banco ") ,
pueden delimitarse agrupaciones de monemas que, desde el punto de vista de la combinabilidad
sint áctica, funcionan como si de monemas Unicos se tratara, es decir, aparecen en los mismos
contextos que los monemas de una clase determinada y, en estos contextos, ninguno de los
elementos que interviene puede recibir una determinación particular . A estas agrupaciones de
monemas, A . Martinet (1967: 248) las denomina sintemas. Citamos como ejemplos au -dessous' )

au -delà‘ au -dessous de; au -delà de; into ( in + to )' sine + ablativo, ya que se realiza una Unica
) )

elecci ó n pues sine rige el ablativo ", y cranberry ya que eran - no puede existir sin un - berry
)

que le siga.
La disciplina que estudia la formaci ó n de sintagmas se denomina sintagm ática y la
dedicada a la producci ó n de los sintemas, sintematica .
Se indica que los elementos sem ánticamente identificables que entran en la
composici ó n de los sintemas son monemas conjuntos, como los que aparecen en pomme de
terre y chemin defer dos sintemas constituidos cada uno por tres monemas conjuntos 2١.
)

Composició n y derivaci ó n dan lugar a sintemasu.


SegUn Martinet (1960: 164-165) , los sintemas se dividen entre los que proceden o
surgen de una expansi ó n , esto es, de la adici ó n de un elemento sin que se produzca

9
Donnerons se analiza en donnfefr -ons (3 monemas) y dominorum en "dueñ o", " genitivo " y " plural " (3
monemas) , teniendo en cuenta que a) domin- no es lo que quiere decir "dueño ", sino domin - más una determinada
serie de desinencias, y b) que hay amalgama de los significantes de genitivo y de plural (cf . Martinet 1967: 239).

'٥ Sirva de ejemplo el compuesto chemin defer (3 monemas) y el derivado indésirable que se analiza en in +
)

désir fer) + able (3 monemas) .

" E. Alarcos (1951: 29) , siguiendo a L. Hjelmslev (1943: 43- 44) -por tanto, en el marco de la teoría gloscmá tica-,
denomina selecció n a la relación existente entre la preposición sine y el ablativo, concibié ndola de manera idé ntica
a como lo hace aqu í A . Martinet. SegUn el autor representante del funcionalismo espa ñ ol, puesto que la preposición
sine aparece siempre acompañada de un ablativo, de manera que siempre lo exige, mientras que el ablativo no exige
la presencia de sine , pues puede ir solo o con otras preposiciones, hay selección entre la preposició n sine y la
categoría del ablativo. Cf . al respecto tambié n Hjelmslev 1939: 195.

12
Frente a éstos, los signos m í nimos constitutivos de sintagmas reciben el nombre de monemas libres, aunque
el significante puede encontrarse amalgamado con otros significantes de la cadena. De este modo, establece el
lingü ista francés (1967: 246) que los sintagmas dominorum, donnerons y sur le table est án constituidos cada uno de
ellos por tres monemas libres.

'١ A. Martinet (op. cit.: 249) considera que las formas que É. Benveniste (1966: 172- 177) denomina sinapsias han
^
de ser consideradas en su totalidad como sintemas, al igual que los dem s compuestos y conglomerados distinguidos
por Benveniste.

151
modificación ni de las relaciones mutuas ni de la funci ó n de los elementos ya existentes14
caso en el que hablaríamos de composici ó n y derivaci ó n endocéntricas , y los que no tienen
su origen en la expansi ó n , resultando aqu í las que el ling ü ista francés denomina composici ó n
y derivaci ó n exocéntricas. Asi , por ejemplo , autopista y cancioncita han nacido en forma de
expansi ó n, siendo, respectivamente, un compuesto y un derivado endocé ntricos: autopista es
pensada como una pista pero con una serie de caracteres especiales por la adici ó n de auto - y
cancioncita es igual a canción corta, por lo que corta es una expansi ó n de canci ón . Reemplazar
pista por autopista en ha uenido por la pista y canción por cancioncita en ha cantado una
canción da lugar a un cambio en el segmento pero no a un cambio de las relaciones de él con
lo que est á fuera del segmento ni a un cambio en la ordenaci ó n del enunciado. En ambos
casos, los monemas ahadidos , auto- y -cita, pueden quitarse de nuevo sin dificultad . Por el
contrario , en el caso de compuestos como estrellamar (de estrella y mar) y de derivados como
elevación (de elev - y -(a)ci ón ) no hay expansi ó n , ya que no puedo suprimir un monema del
compuesto estrellamar en he visto una estrellamar ni del derivado elevaci ón en el aparato inicia
la elevaci ón . Lo que si hay es creaci ó n de una unidad nueva. La uni ó n de los dos elementos
conduce a crear nuevas relaciones con lo que esta fuera del compuesto o del derivado , por lo
que tenemos un compuesto y un derivado exocCntricos ' ‫ ؟‬.

F. Marcos Marin (1972: 121 y 1980: 191) establece la siguiente clasificaci ó n de los
sustantivos de acuerdo con la significaci ó n de los mismos ' ^:
Concretos
( + ) Comunes
( + ) Gen é ricos
( + ) Individuales
( ‫ ) ب‬Flumanos
(-) No humanos
(-) Colectivos
( + ) Llumanos
(-) No humanos
(-) De materia
(-) Propios
( + ) Antropó nimos
(-) Topó nimos

En este sentido, A. Martinet (1960: 160) deline la expansión como todo lo que no es indispensable" ‫ﻻ‬
especilicamente como " todo elemento que a ñ adido a un enunciado no modilica las relaciones mutuas y la !unció n
de los elementos preexistentes ".


Lo que observamos es que A. Martinet presenta una mezcla de a) té rminos de una misma clase sem á ntica
-
( pista , autopista ) , b) té rminos que tienen el mismo signilicado categorial , el mismo signilicado l éxico y distinto
signilicado gramatical ( canción , cancioncita ) , y c) t é rminos con el mismo signilicado lé xico y distinto signilicado
categorial y gramatical ( elevar , elevación ) . Para el sentido en el que empleamos los té rminos signilicado categorial,
signilicado lé xico y signilicado gramatical , el. Coseriu 1973: 82, 1976: 6 y 1977: 248 y / o el capitulo V , en el que
exponemos las deliniciones de los mismos.

16
SegUn F. Marcos (1980: 191) , "sobre la base de té rminos positivos o negativos, se nos muestra có mo
podr í amos estructurar unas normas lé xicas, que nos sirven para completar las gramaticales cuando queramos
construir una regla gramatical en la que deban intervenir estos rasgos de significació n del sustantivo. El empleo de
los signos ( + -) no stipone necesariamente el establecimiento de oposiciones privativas, sino un procedimiento de
repartir en grupos binarios los distintos tipos".

152
Abstractos
( + ) Cuantitativos
( + ) Numerales
(-) Indefinidos
(-) No cuantitativos
( + ) De fen ó meno
(-) De cualidad

En la Gramática Españ ola de j. Alcina Franch y ] . M . Blecua (1975: 499) las


consideraciones referentes a las clases de los nombres sustantivos '? aparecen tras tener en
cuenta, por una parte, la relació n existente entre gram á tica y filosof ía del lenguaje y , por otra,
la importancia concedida por esta Ultima a las vinculaciones entre nombre, significado y
referente. Ambos hechos explican , segUn estos autores, la inclusi ó n en las gram áticas de una
clasificaci ó n de los nombres, de acuerdo con la significaci ó n que indican, en a) comunes y
propios‫ ؛‬b) colectivos e individuales, y c) concretos y abstractos. No obstante, un nombre
puede matizar o cambiar su significado en relació n con el contexto en el que aparece, por lo
.
que la clasificaci ó n en ningUn caso es definitiva. Asi , por ejemplo Mecenas es nombre propio
en la expresi ó n Mecenas fue el protector de Virgilio y nombre gené rico en el contexto no hay
mecenas en nuestvos tiempos.

Por otra parte, la gé nesis de los sustantivos deverbales es analizada, en el marco de la


lingü istica psicomecanica y a partir de la distinció n entre nombre y verbo , fundamentalmente,
por M. Molho (1975)".

La clasificació n de los sustantivos por la significaci ó n que expresan es, segUn c.


Hern ández Alonso (1984: 451) , la siguiente'‫؟‬:
Concretos
( + ) Comunes
( + ) Colectivos
( + ) Humanos
(-) No humanos
(-) Individuales
( + ) Humanos
(-) No humanos
(-) Propios
( + ) Antropó nimos
(-) Topó nimos

17
Aunque para la definició n y caracterizació n de sustantivo esta clase de palabras era considerada cojno
englobada en el conjunto superior de los nombres, sin establecerse una delimitació n precisa entre adjetivos y
sustantivos, aqu í nombre hace referencia inequ í vocamente a sustantivo, si bien no sabemos qué entienden
concretamente estos autores por tal categor í a. Hicimos referencia a esta cuestión en 1.1.1.2. 5.

Consideramos que este autor es el que trata de manera m ás exhaustiva que el resto de los lingü istas
psicomecanicos esta cuestión . No obstante, vé ase tambié n Guillaume 1948-49: 144- 147‫ ؛‬Moignet 1981: 15- 16 y 29- 50,
y Tollis 1985- 86: 45, si bien no se observan diferencias en los postulados básicos expuestos sobre este tema por uno
y otros.

Es posible advertir la semejanza de esta clasificación con la expuesta por F. Marcos Marin (1972: 121 y 1980:
191) .

155
Abstractos
( ‫ ) ب‬De cantidad
( + ) Numerales
(-) Indefinidos
(-) No cuantitativos
( + ) De fen ó meno
(-) De cualidad

Asimismo , apoy ándose en el examen de la forma, distingue este autor entre nombres
o sustantivos derivados, parasint éticos y compuestos^, y delimita una serie de subtipos en el
conjunto de los derivados.

De todas las clases de sustantivos señ aladas por los diferentes autores, nos ocuparemos
aqu í , por ser las que figuran en casi todas las obras, de los distintos tratamientos que reciben
las de a) sustantivos concretos y sustantivos abstractos‫ ؛‬b) sustantivos comunes y sustantivos
propios‫ ؛‬c) sustantivos simples y sustantivos compuestos, y d) sustantivos primitivos y
sustantivos derivados.

4.1.1. Sustantivos concretos y sustantivos abstractos

De la definició n de nombre que figura en la Gramática de la Lengua Castellana de E .


A . de Nebrija (1492: 164) ( " nombre es una de las diez partes de la oració n , que se declina por
casos, sin tiempos, r significa cuerpo o cosa . Digo cuerpo, como ombre piedra árbol digo ) )
'
)

cosa, como dioS ánima gramática ") , referida Unica y exclusivamente al sustantivo ? ' , se infiere
) )

una distinci ó n o delimitaci ó n entre nombres que significan " cuerpo " (،ombre piedra árbol) ) ) )

correspondientes a los que la tradici ó n gramatical ha denominado sustantivos concretos, y


nombres que significan cosa (،dios ánima gramática) , llamados tradicionalmente sustantivos
) )

abstractos, si bien podr í a plantearse alguna objeci ó n respecto a la inclusi ó n en éstos del
sustantivo dios .

Asimismo , a partir de la definici ó n de G. Correas (1627: 122) de que, desde el punto


de vista de su significaci ó n, es sustantivo " el nonbre, que sinifica sustanzia corporal , o sin
cuerpo... como zielO mar , tierra onbre Pedro , Maria aire dolor virtud" es posible establecer
) ) ) ) ) ) )

una divisi ó n en esta subclase nominal entre sustantivos concretos -los que significan sustancia
corporal [ zielo , mar tierra onbre ) - y sustantivos abstractos -los que significan sustancia sin
) )

.
cuerpo ( aire , dolor virtud) -. No obstante Correas no se refiere en ning ú n momento a la
)

posibilidad de llevar a cabo esta delimitaci ó n en el conjunto de los sustantivos.

An álogas consideraciones pueden ser emitidas respecto a la Gramática de la Lengua


Castellana publicada por la Real Academia Española en 1771, pues se indica que es sustantivo
el nombre " que significa alguna sustancia corpó rea, ó incorp ó rea, como: hombre, árbol piedra , )

entendimiento, ciencia , virtud " (R. A . E. 1771: 3- 4) , lo que nos permite establecer una primera
divisi ó n de los sustantivos, no formulada expl ícitamente en la Gramática en sustantivos )

concretos hombre , árbol , piedra ) 7 sustitwos stractos entendimiento , ciencia , uirtud) .


^ ^ ^ 1

‫ ﺗﺬ‬Por tanto, son tres Jos procedimientos de formaci ó n de los nombres reconocidos por este autor para la lengua

espa ñ ola: la derivación, la paras í ntesis y la composició n .

VCase en este sentido 1.1. 1.2.1. n . 19.

154
Tampoco V. Salva (1830) señ ala una delimitaci ó n precisa entre nombres o sustantivos
concretos y nombres o sustantivos abstractos, pero al enumerar las diferencias entre nombres
sustantivos y nombres adjetivos el gram ático valenciano (op. cit.: 137-138) menciona la
posibilidad de que el sustantivo pueda significar " un ente 0 una calidad en abstracto " , lo que
ejemplifica con los sustantivos lobo y valentía . Asimismo , consideramos necesario recordar que,
previamente, este autor (idem: 137) había definido sem ánticamente la clase mayor de los
nombres, categoría englobadora de sustantivos y adjetivos, como la de "las palabras que
significan un ser o una calidad " , refirié ndose, tal como establecimos", con el "significar un
ser " al nombre sustantivo y con el " significar una calidad " al adjetivo. Ahora bien , si significa
esta "calidad " en abstracto , el nombre no es adjetivo sino sustantivo abstracto.

A . Bello (1847: 59) si se refiere a que los sustantivos apelativos, opuestos éstos a los
sustantivos propios, se dividen en sustantivos concretos, que son aqu éllos que significan
objetos que podemos concebir o representarnos como reales (esfinge, fénix, centauro) , y
sustantivos abstractos, definidos como aquéllos que significan objetos de los que no podemos
concebir una existencia real " porque son meramente las cualidades que atribuimos a los objetos
reales, suponiéndolas separadas o independientes de ellos " ( redondez, temor ) . Estos sustantivos
abstractos son, en su mayoría, segUn este autor, derivados de nombres adjetivos o de verbos.

También R. Lenz (1920: 76) distingue entre sustantivos concretos y sustantivos


abstractos. En este sentido, al ocuparnos de la definició n de sustantivo que ofrece este lingü ista
alem án", señ alamos que, desde el punto de vista ló gico, Lenz (op. cit.: 73-77) caracteriza al
sustantivo como la categoría gramatical que teó ricamente se corresponde con la categoría ló gica
de la sustancia, si bien por la conversió n o cambio que puede producirse entre las categorías
de sustancia, cualidad y estado pasajero o fen ómeno -o sea, entre sustantivo , adjetivo y verbo -,
adem ás de denominar la sustancia, el sustantivo sirve para designar la cualidad y el estado
pasajero o fenó meno considerados abstractamente, esto es, separados de los objetos de los que
son predicados ló gicos. De estas consideraciones deriva una distinció n , desde el punto de vista
de la significaci ó n , entre sustantivos concretos, que son aqu éllos que denominan una sustancia,
'

y sustantivos abstractos, los que significan una cualidad 0 un fen ómeno. Cada una de estas
subclases puede ser subdividida 2*.

En el Manual de Gramática Española de R . Seco (193٥: 11-13) la dicotom ía sustantivo


concreto / sustantivo abstracto surge del an álisis lógico de las relaciones que se establecen entre
la sustancia u objeto y la cualidad 0 cualidades que éste posee, análisis que nos permite inferir
que llegamos al conocimiento de las sustancias por las cualidades y al de éstas por las
impresiones que producen en nuestros sentidos, de tal modo que el conjunto de determinadas
cualidades nos evoca siempre una sustancia concreta y la presencia de ésta nos sugiere el
conjunto de cualidades por el que la conocemos25. En este sentido, afirma que 1) cualquier

Cf . al respecto 1.!.1.1. 2.
1)
Véase !.1.2. 5.

Cf . Lenz 1920: 76 ó el apartado 4.1., en el que expusimos esta clasificació n.

25 . Seco ( . cit.: 11 12) ejemplifica su argumentació n aludiendo al hecho de que conocemos el azú car por
R op -
su color , su aspecto, su sabor, etc., y estos caracteres son considerados inseparables del concepto o idea que tenemos
del azUcar, de tal manera que cuando o í mos esta palabra nos representamos el conjunto de las cualidades sin las
que no nos es posible concebir esta sustancia y, a su vez, la presencia de esas cualidades hace resurgir en nosotros
inmediatamente la palabra azUcar.

155
sustantivo, en tanto que nombra un ser 0 un objeto , connota un conjunto de cualidades, que
puede ser mayor o menor de acuerdo con el conocimiento que el oyente posea del ser u
objeto"; 2) una cualidad puede ser apreciada en diversos objetos, pero no puede ser separada
del objeto u objetos que la poseen a no ser por el proceso o mecanismo de la abstracció n",
y ‫ ) ؤ‬las cualidades que se observan en las sustancias pueden ser permanentes 0 accidentales
(fen ó menos). Todas estas consideraciones avalan, segUn el gram ático madrile ñ o, el
establecimiento de la distinci ó n gramatical (sem ántica) entre dos especies de nombres: los
concretos, que son los nombres de los seres u objetos que tienen existencia real [az úcar , perrO )

guante , casa ) y los abstractos, esto es, los nombres de las cualidades y los fen ómenos separados
)

0 abstraí dos mentalmente de los objetos a que se refieren (iblancura , movimiento , grandeza )

alabanza ) . Los nombres abstractos son denominados abstractos de cualidad y abstractos de


fen ómeno, por proceder , en su mayoría, de adjetivos y verbos, respectivamente^ .

Del mismo modo , una de las divisiones de la clase de los sustantivos desde el punto
de vista sem á ntico que aparece formulada explícitamente en la Gramática de la Lengua
Española de la Real Academia publicada en 1931 (R . A. E . 1931: 21) es la de éstos en concretos
y abstractos. Se establece que es nombre concreto aqu él que designa a un ser real o que nos
podemos representar como tal [ caballo , pan ) y nombre abstracto el que denota una cualidad
de estos seres [ blancura , estupidez , exactitud) 29. No obstante, es necesario advertir que esta
divisió n o clasificació n de los sustantivos en concretos y abstractos se puede inferir tambi én
de la definición de sustantivo que figura en la mencionada Gramática , pues se indica que es
sustantivo la " parte de la oraci ó n que sirve para designar seres, personas o cosas con existencia
independiente, ya en la realidad , ya por abstracci ó n o personificació n; como piedra , Alfonso ,
Toledo, *uirtud , ،uerdor , color , dureza" ( pp . cil . Yï y*

26
Asi, para el hombre de la calle la palabra azUcar encierra, evidentemente, un n ú mero menor de cualidades
que para un qu í mico. Es f á cil inferir que R . Seco alude a la connotación de un determUiado nUmero de cualidades
por parte del nombre sustantivo , mostrando asi muchos puntos en comUn con el tratamiento del nombre
sustantivo de o. Jespersen (1924: 72-81) , en el sentido de que éste establece que la distinción entre esta clase de
palabras y la del adjetivo reside en la mayor connotaci ón del sustantivo -el sustantivo connota un mayor nUmero
de cualidades, rasgos o caracteres- frente al adjetivo -el adjetivo connota una Unica cualidad, rasgo o caracter ística-.
Aludimos a esta distinción en 1.1.2.3.

27
Asi, la blancura del azUcar la encontramos tambié n en la nieve, la leche o el algodó n . Por tanto, blancura
no es nombre de un objeto sino una calidad del objeto que no puede ser separada de un modo natural del mismo,
sino Unicamente mediante el mecanismo mental que se denomina abstracció n .
28
Se podr ía objetar a la definició n de nombre abstracto de R . Seco que, con ella , no abarca en modo alguno
todo el conjunto de los sustantivos que tradicionalmente se vienen considerando como pertenecientes a esta clase,
pues no da cabida, de acuerdo con la caracterización se ñ alada, a aquellos nombres que, además de que se conciben
como seres en si y no tienen existencia real, no denotan ni cualidad ni fen ómeno, si bien el gram á tico madrileño
alude a la existencia de muchos abstractos que no proceden por derivació n ni de adjetivos ni de verbos, sin observar
que tales abstractos no pueden incluirse en la definición formulada.

29
Inferimos, por el tratamiento que se nos ofrece de la clase de nombres abstractos, que 1) los nombres
abstractos se incluyen como subconjunto en el grupo de los derivados, ya que, aunque este car ácter de ser nombre
derivado no se mencione, se enumeran los sufijos que intervienen en la formación del nombre abstracto ( -ancia ,
encia , cion , dad , -dura
, , ez , -eza, -ia, -icia, itud or , - ura ) , y 2) Unicamente los denominados abstractos de cualidad
)

pueden , en coherencia con la definición expuesta , incluirse en la clase de los nombres abstractos, excluyendo asi
los abstractos de fen ó meno y todos aquellos sustantivos que denotan lo que, aunque tiene existencia independiente,
no tiene existencia tangible ( virtud , bondad , fe , caridad , sacramento ) , los cuales tradicionalmente se vienen
considerando abstractos.

156
Asimismo, segun A . Alonso y p. Henriquez Ureñ a (19 ‫ و‬8- ‫ ؤ‬9‫ ا‬II: 39-41) , la segunda
distinci ó n susceptible de ser realizada en el conjunto de los sustantivos es la de éstos en
nombres concretos y nombres abstractos) ', considerando como pertenecientes al primer
subtipo los nombres de los objetos con existencia independiente en la realidad ( sol animal , no, )

árbol persona) y que son abstractos los que nombran objetos que no tienen existencia
)

independiente o individual ( la timidez la locura la distancia ) si bien son pensados con


) ) )

conceptos independientes ? .
)

Mas problem ática que la distinci ó n nombres propios / nombres comunes se presenta,
segUnJ . Roca-Pons (1960: 130-131) , la distinción nombres concretos / nombres abstractos, pues
no hay un criterio uniforme que permita llevarla a cabo en té rminos exactos. Son tres los
criterios sem ánticos a los que, de acuerdo con este autor, se acude frecuentemente para
establecer una delimitaci ó n entre estos tipos de nombres: 1) para algunos gram áticos deberí an
llamarse concretos los nombres que se refieren a seres individuales y abstractos los que abarcan
una pluralidad de seres de la misma especie, pero esto hace que la diferencia nombre concreto
/ nombre abstracto sea igual a la de nombre comUn / nombre propio; 2) otros consideran que
son concretos los nombres de objetos independientes ( mesa libro) y abstractos, los nombres
)

que no ofrecen tal característica, con lo que los nombres de cualidad y acció n serian abstractos
(،delgadez blancura ) . Sin embargo, si pensamos en una cualidad ( blancura ) o en una acción
)

( movimiento) determinadas, estos nombres abstractos van a tomar un carácter diferente y mas
concreto, y 3) se dice tambi én que son concretos los objetos que podemos percibir por los
sentidos o representárnoslos imaginativamente y abstractos los objetos que sólo son
comprendidos por la inteligencia. Ninguno de los tres criterios nos permite establecer una
divisió n con rigor ( " un olor a azufre" será concreto desde el tercer punto de vista y abstracto
desde el segundo) , y , por tanto, ninguno puede ser considerado válido.
En este sentido , apunta Roca-Pons una serie de rasgos formales que podrí an contribuir
a establecer una diferenciació n entre nombres concretos y nombres abstractos, si bien " una
distinció n entre nombres concretos y abstractos depende del punto de vista que quiera
seguirse: en realidad , no existe un punto de partida, de base formal o sem á ntica, que nos

JO
La primera delimitación propuesta por estos autores es la de los sustantivos en propios y comunes. En este
sentido, deber í amos precisar , si bien A. Alonso y p. Henriquez Ureñ a no aluden a ello, que esta segunda distinció n
a la que se refieren es aplicable Unicamente al conjunto de los sustantivos comunes.

31
A. Alonso y p. Henriquez Ureña (1938 -39, n: 40- 41) definen nombre abstracto como el que deriva de un
verbo o de un adjetivo mediante los sufijos -era , -ura , ez , ad , -ancia , anza , -encia, -ida١ oda , cion , -sion , xión
( bombera , altura , redondez , bondad , constancia , esperanza , presencia , salida , llegada , terminación , comprensi ón ,
reflexión ) , si bien hemos de advertir que la mencionada definición no es considerada por estos gramáticos como
básica, diferenciadora y opuesta a la de nombre concreto, pues, si tenemos en cuenta su concepción global de
nombre abstracto, en este grupo de nombres se incluirían muchos sustantivos que formalmente no derivan ni de
verbos ni de adjetivos {ocio, luz , coraje ) . Por tanto, no es un requisito identificador el que el nombre abstracto sea
nombre derivado.
32
Estos autores citan algunos de los criterios que se han apuntado tradicionalmente para establecer una
distinción entre nombres concretos y nombres abstractos: a) el considerar que es concreto el nombre del objeto
individual y abstracto el de la especie -criterio de índole lógica ignorado en las gram á ticas espa ñ olas-‫ ؛‬b) el señ alar
que los nombres concretos designan objetos independientes y los abstractos objetos no independientes -este criterio,
también de base lógica, es el que pedagógicamente ellos adoptan-‫ ؛‬c) incluir en el grupo de los concretos los
nombres de los objetos que podemos percibir por los sentidos y en el de los abstractos los de los objetos que son
comprendidos Unicamente por la inteligencia, y d) definir , desde un punto de vista formal, el nombre abstracto
como el que deriva de un verbo o de un adjetivo. Esta Ultima diferenciació n no es tenida en cuenta por estos
gramáticos, pues, si asi fuera , quedar í an excluidos muchos de los nombres que, de acuerdo con la definición
expuesta , deben ser considerados abstractos.

157
permita proceder con verdadero rigor cient ífico " (op. cit.: ‫ )اؤل‬. No obstante, formalmente,
resulta que 1) los nombres abstractos pueden aparecer caracterizados por la presencia de
determinados sufijos como, por ejemplo , era -UTCL -ez en españ ol , pero tales sufijos no son
1
) )

suficientemente expresivos, pues son muy numerosos y , ademas, el paso de nombres abstractos
a nombres concretos es un fen ó meno frecuente en la historia de la lengua , y 2) los nombres
abstractos no admiten plural a no ser cambiando de sentido ( belleza bellezas' amistad ) ) )

amistadesY
Por su parte, F. Marcos Marin (1972: 120-121 y 1980: 189-191) señ ala que son
concretos los nombres que se refieren a objetos independientes y son abstractos los que se
refieren a objetos que só lo tienen independencia mental o que se piensan con independencia
mental . A su vez, los nombres concretos pueden ser nombres comunes o connotativos, o

bien nombres propios, especificativos o denotativos, frente a los abstractos, que pueden ser
cuantitativos o no. Son nombres abstractos cuantitativos los que proceden o tienen relaci ó n
con los numerales. De este modo, los nombres abstractos se denominan simplemente
numerales si son indicativos de un n ú mero concreto (par docena ) e indefinidos si expresan un
)

nUmero menos concreto (;mont ón pu ñado). Por su parte, los abstractos no cuantitativos
)

pueden ser de cualidad , donde se incluyen los que proceden de adjetivos ( belleza blancura) , y )

'.
)
de fen ó meno, que son los que proceden de verbos (،abundancia vagancia ) ‘ )

En otra de las gram áticas de transició n que analizamos, sus autores, ] . Alcina Franch
yj. M . Blecua (1975: 506-507) , afirman que los sustantivos que designan o indican cualidades
caracterizadoras o atributos de un objeto que podrían ser expresados por predicaciones
temporalizadas (verbos) o no temporalizadas (adjetivos) se denominan abstractos o
separados . Formalmente, se caracterizan por el empleo de morfemas derivativos

carasxensvkos como -era , -ura , -ez١ ٠ad١ -ancla , -anza , -encia , -ida , -ada , -cion , -sion , - xión.
Estos sustantivos abstractos son considerados como un subtipo de los nombres
continuos, incontables o de masa, esto es, de aqu éllos que representan la parte de un
continuum sin limites precisos. Asi, por ejemplo , el nombre sonido representa una realidad que
aparece í ntegramente cada vez que se necesita evocarla mediante la palabra. Comparten este
car ácter a) los nombres de materia (،agua aceite marmol hierro arroz ) ; b) los nombres de color
) ) ) )

33
Esta divisió n de los sustantivos en concretos y abstractos y las definiciones ofrecidas de ambos tipos de
nombres responden al postulado, enunciado por A . Alonso y P. Henriquez Urefia (1938-39, I: 40) y asumido por
p. Marcos Marin (1972: 114 y 1980: 183), de que los sustantivos son las palabras con que designamos los objetos
pensándolos con conceptos independientes, aunque éstos realmente no sean asi, ya que lo importante no es la
realidad en si misma sino la manera de percibir la realidad. Hicimos referencia a estas definiciones en 1.1.2.2. y
1.1.2.5, respectivamente.

34
F. Marcos Marin (1972: 121) apunta que la razón de considerar en la clasificación como té rminos marcados
a los abstractos no cuantitativos de fenómeno, frente a los de cualidad (no marcados) , (cf . Marcos Marin 1972: 121
y 1980: 191, o la reproducción de la misma que aparece en 4.1.) es " porque creemos que la formació n de sustantivos
post-verbales es mayor que la de los procedentes de adjetivos". No obstante, adem ás de que consideramos que el
criterio cuantitativo no es ni puede ser el criterio valido para establecer la oposici ón marcado / no marcado , es
obvio que en la división que propone Marcos Marin para el conjunto de los abstractos no tienen cabida sustantivos
que se ajustan a la definición dada pero no a ninguno de los subtipos señalados ( fe, mania, virtud) . Por otra parte,
este autor no ofrece ninguna nota relativa a los mecanismos de formación de los abstractos de cualidad y de
fen ómeno.
3‫؛‬
De este modo , estos gramáticos se muestran de acuerdo con el proceder de A . Bello (1847: 59) de incluir
dentro de los abstractos Unicamente a los nombres que designan cualidades o atributos de los objetos separados
de los objetos que los poseen .

158
( rojo , verde , naranja)', c) los nombres de estados o fen ó menos psíquicos y físicos ( salto , ahogo ,
aburrimiento , melancolía , uisibilida , í١\os ïï Oïïv\ttes de 0‫( ھﺔه\ص‬acritud , fuerza , maldad , ‫ﻻ‬
^ *

e) los nombres de acci ó n en su forma de nombre sustantivo ( tu salto de la barrera ) 36 y de


nombre verbal ( al saltar tú la barrera ) .
^
La delimitaci ó n nombres concretos / nombres abstractos no la sit ú a c. Hernandez
Alonso (1984: 431-432) en los nombres como signos lingüísticos considerados en si, sino en
los referentes designados por los nombres. Asi, indica que es concreto el sustantivo que
"significa un objeto o referente, real o imaginario, como algo existente por si y en si " , aunque,
por lo general , se refiere a un ente o ser perceptible. Por el contrario, el sustantivo abstracto
"significa un referente que só lo existe en nuestra mente " (op . cit.: 432) y alude a cualidades 0
caracter ísticas de objetos y procesos concebidos, mediante un proceso mental de abstracci ó n ,
como con existencia independiente^.
Establece este autor una delimitació n entre a) abstractos cuantitativos ( un ciento , un
millar )', b) abstractos de cualidad, que son derivados de adjetivos ( bondad , alegría , grandeza) ,
y c) abstractos de fen ó meno , derivados de verbos ( amor ) .
No obstante, se ñ ala este autor que la distinció n entre nombres concretos y nombres
abstractos no es homogé nea e idéntica para todos, sino que depende de "ideolog ías,
cosmovisiones y aun teorías gnoseológicas " (idem: 432), y , asi, sustantivos como angeles ,
infierno , dios podrían incluirse en uno u otro grupo.

4.1 . 2. Sustantivos comunes y sustantivos propios

En la Gramática de la Lengua Castellana , E. A . de Nebrija (1492: 164) afirma que por


el accidente de la calidad el nombre com ú n o apelativo - " aquél que conviene a muchos
particulares... como ombre es comUn a ‘CCsar’ r ‘Pompeio’; ciudad , a ‘Sevilla’ y ‘Có rdoba’‫ ؛‬rio ,
a ‘Duero’ y ‘Guadiana’ "- se distingue del nombre propio , que es el " que conviene a uno solo ,
como Cesar , Pompeio".

Por su parte, c. de Villaló n (1558: 13-14) incluye en la definició n de nombre (" voz,
o vocablo que sinifica las cosas propria, o comunmete y no sinifica hazer , ni padeçer en
tiempo. Como Pedro , hombre, tabla, madero ") la distinci ó n , también de indole semántica,
entre nombres propios, " los quales sinifica vna cosa singular , o singular persona " ( Pedro ,
Martin ) , y nombres comunes, que son los "que debaxo de vna terminaron de vna letra final
sinifica muchas cosas de aquel genero. Como tabla, madero , hombre" , los cuales, segú n este
autor , " no sinifican ansi tomados vn solo hobre, vna sola tabla, o madero sino todo genero
de tabla y hobre y madero en comU ". Ahora bien, "si ahadiessemos a estos nObres comunes
.
vn articulo demostratiuo Esta, hariamos que aquel nombre que hasta agora de su cogeça es
comun fuesse (por razon de aquel articulo) proprio y singular. Como si dixessemos, este
hombre, esta tabla, este madero " .

También G. Correas (1627) utiliza el criterio sem á ntico para fijar una divisió n de los

36
-
Obsé rvese la inclusió n de un mismo sustantivo salto- en dos de los subgntpos, el de los nombres de estados
o fen ó menos psí quicos y f ísicos y el de los nombres de acción en su forma de nombre sustantivo.

37
Es evidente la semejanza existente entre estas definiciones de nombre concreto y nombre abstracto con las
formuladas por el también autor de gramáticas de transición F. Marcos Marin (1972: 120-121 y 1980: 189-191)
tomando como base las definiciones tradicionales de A. Alonso y P. Henriquez Ureñ a (1958-59, II: 59- 41).

159
sustantivos en propios y apelativos. Indica que es propio 0 particular " el nonbre de cada uno ,
i de cada cosa que no conviene mas de a la tal persona o cosa " (op. cit.: 122) { Pedro , Gonzalo ,
Polonia ) y apelativo o comUn " el nonbre general i universal , que conprebende debaxo de si
muchos particulares " (idem: 125) [ varon , muxer , ziudad) .

Asimismo, la primera divisi ó n se ñ alada para los sustantivos en la Gramática de la Real


Academia Españ ola publicada en 1771 (R . A . E. 1771: 4-5) es la de éstos en comunes o
apelativos y propios, siendo nombre comUn " el que conviene á muchas cosas " y propio " el que
no conviene sino a una " (op. cit.: 4) . Asi , ciudad es nombre com ú n a todas las ciudades, pero
Toledo es nombre propio, porque no conviene sino a la ciudad llamada de este modo. No va
en contra de la definició n de nombre propio "el que haya muchos pueblos, y muchas personas
de un mismo nombre, pues consiste en que unos tienen los nombres propios de otros, y de
aqui ha resultado la necesidad de distinguirse los pueblos por alguna denominació n , como
Xerez de la Frontera , Xerez de los Caballeros y las personas por sobrenombres ó apellidos "
(idem: 5)‫ا‬.

Del mismo modo, V. Salva (1850: 158) indica que es nombre propio " el que expresa
la idea de un individuo determinado de cualquier especie " cMariquita , Tajo ) y apelativo " el que
abraza a todos los de la misma clase o especie " [ mujer , no) 39.

Al igual que en la gram á tica acadCmica de 1771, la primera divisi ó n de los sustantivos
que se establece en la Gramática de A . Bello (1847: 58) de acuerdo con un criterio de indole
semántica es la de estos en propios y apelativos, considerando del primer grupo a todo nombre
sustantivo " que se pone a una persona o cosa individual para distinguirlas de las demas de su
especie o familia " [ Italia , Pedro ) y como apelativo , al sustantivo que " conviene a todos los
individuos de una clase, especie o familia, significando su naturaleza o las cualidades de que
gozan " [ciudad , rio ) .

En el Arte de Hablar , E. Benot (1910) establece que la delimitaci ó n tradicional entre


nombre comUn o apelativo y nombre propio sólo puede llevarse a cabo considerando a los
sustantivos aisladamente, esto es, fuera de todo acto discursivo, y atendiendo, a su vez , al
carácter, simple o mUltiple, de la designaci ó n que realizan . De este modo , resulta ser propio
el nombre de " el ser Unico en el mundo, aquel que resulta individualizado por su simple y sola
emcucvcm" Cadiz , Cabo de Buena Esperanza , América del Norte , Paris , Africa , ٧enus y
^
comUn o apelativo " todo sustantivo que no se encuentre en el caso anterior, 0 sea , todo
٦
nombre que por su generalidad, por convenir a muchos seres est á necesitado de
individualizaci ó n " (op. cit .: 28) [mesa , casa , coche ) .
En efecto, segUn el gram ático gaditano, puesto que al hablar nos referimos siempre a
cosas concretas e individuales, cualquier nombre comUn o apelativo tiene que aparecer
determinado para que aquel objeto que designa no pueda confundirse con ningú n otro .
38
Hemos de subrayar la analogía de las definiciones de sustantivo comUn y sustantivo propio con las
propuestas por E. A. de Nebrija (1492: 164) y G. Correas (1627: 122 y 125).

‫ود‬
Frente a éstos, es colectivo el que "significa la colección o el conjunto de muchos individuos semejantes que
forman un cuerpo o grupo" (op. cit.: 158) ( multitud , pueblo , rebañó) . En este sentido, j. j. G ó mez Asencio (1985:
49) incluye a V. Salvá en el grupo de los gram á ticos " para quienes la oposición se establece entre propio / común
/ colectivo , de modo que para ellos, rebaño no es un nombre comUn, sino un nombre colectivo , que entra en
oposición a la vez con las categor í as común y propio" . V. Salvá se distingue, por tanto, de todos los autores que
hemos visto hasta ahora , ya que para éstos las clases de sustantivos propios y comunes entran en oposició n
absoluta.

160
equivaliendo , por tanto , a un nombre propio . De este modo , considera que los sustantivos
mesa, casa y coche que aparecen en los sintagmas aquella mesa aquella casa y el coche en que
)

vino tu hermano son nombres propios, pues se refieren a objetos Unicos e inconfundibles^.

Por su parte, R . Seco (1930: 13-14) postula distinguir , en el conjunto de los sustantivos
concretos, entre sustantivos comunes y sustantivos propios, siendo subdivisible, a su vez, el
primer grupo en sustantivos gené ricos (individuales o colectivos) y de materia. Considera este
autor que es gen é rico el sustantivo que designa a un grupo de individuos (seres, animales u
objetos) que presentan una serie de cualidades comunes por las que se distinguen de todos los
dem ás { silla ) . Si , ademas, este sustantivo gen é rico se refiere a un Unico individuo (ser , animal
u objeto) de su especie recibe la denominació n de sustantivo individual, mientras que si se
refiere a un cierto grtipo o conjunto indefinido de individuos de la misma especie se llama
sustantivo colectivo. De este modo, cerdo navio roble, abeja y sacerdote son sustantivos
) )

individuales‫ ؛‬piara flota robledo, enjambre y clero, que designan a un grupo , son colectivos (cf.
) )

al respecto , idem: 14-15) . Frente a los gen é ricos, los nombres de materia no designan ningUn
objeto determinado sino una masa indefinida de aquella materia que posea las cualidades que
el nombre lleva consigo (<cobre, vino, sal, estaño, agua) \ \ ٠

Asimismo , señala que es propio el nombre que designa a un individuo determinado


dentro del grupo gené rico al que pertenece. Por ello, Mallorca, Valencia, Italia y Vespasiano
son nombres propios e isU ciudad , pais y emperador, los gen éricos correspondientes«?. El
)

autor madrile ñ o advierte la incoherencia que conlleva la caracterizaci ó n de nombre propio


realizada de acuerdo con las pautas de la tradición gramatical, puesto que observa que el
nombre propio puede servir para designar todo un conjunto o grupo de individuos. Asi,
Antonio se refiere a un nUmero indefinido de personas que se llaman asi y Toledo puede
designar a las varias ciudades que tienen este nombre. Por tanto , nombre propio y nombre
gen érico resultan anaiogos e indiferenciados. Resuelve el gram ático madrileñ o que lo que

40
Coincide de este modo E. Benot (1910) con lo apuntado cuatro siglos antes por c. de VillalOn (1558) , quien
consideraba también, como hemos señ alado, que todo nombre comUn o apelativo al que avadamos un articulo
demostrativo se convierte en nombre propio y singular, si bien, en el Arte de Hablar aparece ampliada la relación
)

de elementos que en ese momento se creí a que, cuando funcionan como determinantes de los sustantivos comunes,
a éstos los hacen equivalentes de nombres propios (cf . al respecto 1٠1.2.2. n . 48).
En relació n con lo expuesto, hemos de señ alar que, ya en el marco del estructuralismo lingüístico, E.
Alarcos Llorach (1967: 253) parece ser también participe de esta idea , pues afirma que "el papel del articulo consiste
en trasponer los nombres comunes a la categoría de los nombres propios", o, lo que es lo mismo , convertir el
nombre clasificador -el que no identifica realidades sino sólo las clasifica diferencialmente respecto de otras- en
nombre identificador -el que identifica , en una situación dada , una realidad determinada-. Asi, nombre propio
equivale a /articulo + nombre com ún /. Llega a tal aserción tras obsertfar que el nombre propio ú nicamente puede
ser conmutado por sintagmas nominales articulados (el sintagma el ni ño en son juguetes del niño si admitiría la
sustitución por el nombre propio -son juguetes de Juanito- , frente a son juguetes de ni ño , en el que no se presenta
tal posibilidad de conmutación, y vio los montes nevados se corresponde con vio los Pirineos nevás , frente a vio
montes nevados) , de lo que deduce que el nombre propio contiene en si los valores que el articulo confiere al
nombre com ú n.
4‫ا‬
A pesar de lo establecido por R. Seco , esto es, que nombres gené ricos y nombres de materia constituyen el
grupo de los nombres comunes, la definici ó n de nombre gené rico parece corresponderse, en todos sus t é rminos,
con la que tradicionalmente se ha venido dando de nombre com ú n o apelativo, del mismo modo que la distinción
nombre gené rico / nombre de materia puede identificarse con la de nombre contable / nombre incontable, si bien
de esto si parece darse cuenta el gram á tico madrileñ o a juzgar por las caracterizaciones que expone de nombre
gené rico y nombre de materia.

42
En este sentido, nombre propio se opondr ía al nombre gen é rico y no, como aparece en la clasificación, al
comUn en tanto que categor ía englobadora de nombre gené rico y nombre de materia. Ademés de ello, cabe
preguntarse en qué sentido un nombre propio puede ser considerado nombre concreto.

161
caracteriza verdaderamente al nombre propio es el hecho de que el hablante, al emplearlo en
una situació n comunicativa determinada, pretende o intenta hacer referencia a un individuo
Unico y determinado , con lo cual se hace anaiogo a este individuo o individualidad particular .

También la primera divisi ó n que, de acuerdo con un criterio sem ántico , aparece
propuesta para el conjunto de los sustantivos en la Gramática de la Real Academia Espahola
editada en 1931 (R. A. E . 1931: 12) es la de éstos en , por una parte, gené ricos, apelativos o
comunes y , por otra, propios, considerando del primer subtipo al nombre que conviene a
todas las personas 0 cosas de una misma especie, pues entre ellas existe identidad o semejanza
como, por ejemplo, hombre, caballo y ciudad, que son nombres comunes porque se aplican ,
respectivamente, a todos los hombres, a todas las ciudades y a todos los caballos, mientras que
el nombre que se le da a una persona o cosa determinada para distinguirla de las dem ás de su
especie o clase es propio. Sirvan como ejemplos Antonio, Rocinante y Toledo, pues son el
nombre de un hombre concreto, el del caballo de don Quijote y el de una ciudad españ ola,
respectivamente.
Consciente de la problem ática que plantea esta definici ó n tradicional de nombre
propio , ya denunciada por otros gramáticos**, la comisi ó n acad émica encargada de la
elaboraci ó n de la Gramática de 1931 admite la posibilidad de que un mismo nombre propio
pueda aplicarse a m ás de una persona o cosa, contradiciendo asi el carácter determinativo o
individualizador que la propia comisió n le hab í a asignado a este tipo de nombre y acercando
la caracterizació n de éste a la del nombre gen é rico , apelativo o comUn. Sin embargo , logra
subsanar este escollo puntualizando que la esencialidad del nombre propio se encuentra en su
capacidad para designar por si mismo y sin ulteriores determinaciones, en un contexto y
situaci ó n determinada, a un individuo o cosa concreta, no confundible o identificable ni con
ningUn otro individuo ni con ninguna otra cosa concreta, lo cual se lograría también si
empleáramos un nombre gené rico en combinaci ó n con otras voces o vocablos determinativos
que limitaran su extensi ó n . Asi , se señ ala que el nombre gené rico, comUn o apelativo necesita
acompañarse de otras voces determinativas representadas por el adjetivo , el " pronombre " (esto
es, el adjetivo determinativo) y el articulo {hombre viejo, el hombre viejo; ese caballo el )

caballo,) 44.

Asimismo , desde la perspectiva del estructuralismo americano, L. Bloomfield (1933:


205) afirma que, teniendo en cuenta la posibilidad o el grado de combinabilidad con los
adjetivos limitantes determinadores*‫ ؟‬, los nombres ingleses quedan subdivididos en los dos

cf . al respecto lo establecido por Seco 1930.

** De este modo , se plantea que el papel de identificador situacional o discursivo puede ser desempeñado tanto
por un nombre propio como por un nombre comUn determinado , con lo cual se confirma el carácter de elemento
textual reconocido por los lingüistas contemporáneos para el nombre propio. Todo elemento del sistema de la
lengua es elemento del hablar, es decir , del texto . El nombre propio no pertenece al sistema de la lengua , sino a
la norma‫ ؛‬no es lingüí stico, sino pragmático, y es un elemento textual , una categor ía del hablar .
Ab
Indica L . Bloomfield (1933: 202- 206) que, en tanto que clase morfológica, el nombre puede ser caracterizado
y definido teniendo en cuenta una serie de rasgos gramaticales , como , por ejemplo , la posibilidad o el grado de
combinabilidad con algunos subtipos de los denominados " limiting adjectives " , esto es , adjetivos que aparecen como
atributos en la constricción inglesa limitation -substance con el significado de clase "carácter variable de los
especí menes " ( this en this milk ) .
Los adjetivos limitantes se distribuyen en las clases de los determinadores y los numerales , divisible , a su
vez, cada una de ellas en varios grupos. Los determinadores se caracterizan por acompañar a expresiones nominales
que requieren obligatoriamente la presencia de un elemento que aporte el significado de " carácter identificado de
los espec í menes" . Pueden subdividirse , segUn admitan 0 no el numerativo inglé s all precedié ndoles, en definidos

162
grupos siguientes, para los que se se ñ alan, ademas, otras caracter ísticas comunes de indole
gramatical y, a pesar de todo , también semántica: 1) el primer grupo es el de los nombres que
aparecen sólo en singular , no llevan nunca determinador y son siempre definidos,
caracter ísticas estas a las que se ajustan los denominados nombres propios ( John , Chicago) , los
cuales presentan el significado de clase de "especie de objetos que contienen un solo espécimen" .
No obstante, pueden producirse " fisuras de clase " y aparecer como comUn un nombre que es
propio. As{ John es usado como nombre comUn en los sintagmas two Johns o this John pues
) )

aparece en el primero en nUmero plural y precedido de un numeral , y en el segundo precedido


de un determinador definido. Una subclase de nombres propios la constituyen los nombres
de los ríos, ya que pueden ir precedidos del determinador the (itheMississipi) , y 2) el otro grupo
de nombres ingleses es el de los nombres comunes, que aparecen con determinadores definidos
e indefinidos, tienen el significado de clase de "especie de objeto que aparece en mas de un
espécimen" y en plural requieren un determinador para la categoría definida { the houses ) pero
no para la indefinida (‫ي‬bouses que corresponde al singular a house ) . En el conjunto de los
)

nombres comunes, se establece una subdivisi ó n entre a) nombres contables o discontinuos, los
que requieren siempre en singular un determinador { the house a house ) y tienen el significado
)

de clase de " especie de objeto que aparece en m ás de un espécimen , de manera tal que los
especímenes no puedan ser subdivididos 0 combinados" y b) nombres incontables o continuos,
)

los que requieren un determinador para la categoría definida { the milk milk ) y tienen el )

significado de clase de "especie de objeto que aparece en mas de un espécimen pero de manera
tal que los especimenespuedan ser subdivididos 0 combinados" . Se incluyen en el conjunto de los
nombres incontables a) los nombres de masa, que nunca toman el determinador indefinido ,
no tienen plural y el significado de clase es el de los nombres incontables pero con la
especificación de que los especí menes " existen independientemente" { the milk milk ) y b) los ) )

nombres abstractos, que en singular indefinido sin determinador incluyen todos los
especí menes {life is short ) y con determinador O en plural los especí menes son separados {a
useful life nine lives ) y manifiestan un significado de clase igual al de los nombres incontables
) )

pero con la especificaci ó n de que los especí menes " existen solo como conducta 0 comportamiento
(cualidad, acción, relación) de otros objetos" .

Por su parte, A . Alonso y P. Henriquez Urefta (1938-39) siguen para la distinció n


sustantivos propios / sustantivos comunes la postura presentada desde presupuestos de indole
exclusivamente l ó gica porj. s. Mill { System of Logic , I, cap. II), que es defendida también , entre
otros, por V. BrOndal (1928) .

En efecto, j. s. Mili (cf. al respecto Jespersen 1924: 64-65) establece que la diferencia
fundamental entre sustantivos comunes y propios tiene como base el carácter connotativo de
los primeros, que no se encuentra en los sustantivos propios, ya que éstos, puesto que sirven
para señ alar aquello de lo que se habla sin indicar o expresar ninguno de sus atributos 0
caracter ísticas esenciales, son Unicamente denotativos y los nombres comunes, ademas de

-grupo en el que se incluyen los adjetivos posesivos (John’s book my house) y las palabras this ( these) that (those) y
) )

the siendo el significado de clase de estos determinadores el de " especímenes identificados” los cuales concuerdan,
) )

además, en nUmero con el nombre ( this house these houses) e indefinidos -grupo al que pertenecen a , each either ,
)
• )

some, etc., que tienen el significado de clase de "especí menes no identificados


Otro grupo de adjetivos es el de los denominados descriptive adjectives , que son aqué llos que aparecen
como atributos en la construcció n inglesa quality -substance y tienen el significado de clase de "car ácter cualitativo
de los especí menes" ( fresh enfresh milk ) . No obstante, cuando adjetivos limitantes y descriptivos concurren en una
construcción , el limitante precede y modifica al gntpo de adjetivo descriptivo y nombre. Por ejemplo, en this fresh
milk , los constituyentes inmediatos son el adjetivo limitante this y el sintagma nominal fresh milk que esta )

constituido, a su vez, por adjetivo descriptivo y nombre.

163
denotar aquello de lo que se habla, connotan algunas de sus propiedades. La informaci ó n que
transmiten los nombres no residiría, pues, seg ú n este autor, en lo que denotan sino en lo que
connotan , por lo que es posible afirmar que los nombres propios carecen de significado .

Asimismo , V . BrOndal (1928: 91) señ ala que los nombres propios son los signos de
objetos no descritos, de lo que se infiere que el nombre propio no tiene, por lo que respecta
a su contenido significativo , ninguna definici ó n fija y obligatoria desde el punto de vista de
la norma. Esta característica explica , segUn este autor, que el nombre propio pueda designar
un objeto de una naturaleza cualquiera (persona, lugar , dios, etc.) 46.

Y tambi é n A . Alonso y P. Henriquez Urefta (199 ‫ ؤ‬8- ‫ ؤ‬, II: 37-39) consideran que en el
distinto modo o manera de designar a la persona, animal o cosa que nombran radica la
diferencia basica y esencial entre el sustantivo propio 4 ? y el comUn . Asi, mientras que éste
nombra o designa un determinado objeto diciendo qu é es y fijá ndolo por medio de un
conjunto de cualidades, esto es, connot á ndolo -T ÍO hombre montana espada cielo son modos
) ) ) )

determinados de ser la realidad , cada uno con sus cualidades-, el sustantivo propio Unicamente
denota el objeto que nombra, pues su funció n consiste en indicar cómo se llama
individualmente ese objeto. Asi, por ejemplo, Córdoba y Santiago no atribuyen a la ciudad
nombrada un conjunto de notas o cualidades comunes a las dem ás ciudades que tienen estos
nombres, es decir , no hay un determinado modo de "ser có rdoba " ni de "ser Santiago " , y Luis
nombra y diferencia a un individuo, pero no se refiere a ciertas cualidades en que consiste el
"ser Luis " porque no hay un modo determinado de " ser Luis ".
Aluden estos autores a la significaci ó n bifurcada de los nombres comunes en tanto que
éstos pueden nombrar un objeto determinado por el gCnero { he comprado un libro ( = libro
concreto)) o por la especie , si bien hay nombres comunes de objetos Unicos sin gé nero ni
especie como , por ejemplo , cielO paraíso , infierno que son nombres no comunes a todos los
) )

cielos , todos los paraísos o a todos los infiernos porque no pensamos que haya varios sino só lo
uno 48 .
'“

En contra del planteamiento enunciado se hab ía manifestado previamente O. Jespersen


(1924: 65-71) , quien declara explícitamente su disconformidad respecto a las definiciones de
nombre propio y nombre comUn que nos ofrece la tradició n gramatical y tampoco encuentra
totalmente satisfactorias las caracterizaciones de los mismos formuladas porj. s. Mili . En este
sentido, postula que, para llegar a captar el significado del nombre propio y la diferencia
fundamental que éste presenta con el comUn , no debemos situarnos, como se ha venido
haciendo durante toda la tradici ón gramatical, en el punto de vista del hablante sino en el del
oyente y examinar la manera en la que éste entiende los nombres propios, ya que el valor

46
No obstante, consideramos que tanto para el sustantivo comUn como para el propio es posible hablar de una
convenció n que decide a quC individuo o individualidad ese sustantivo comUn o propio es aplicable. Asi, en virtud
de esta convenció n se explica que resulte inapropiado o, al menos, extra ñ o y poco !recuente, llamar a un ser
liumano Estados Unidos, a un elelante Federico y a un lugar Mor!eo, ya que sabemos que Estados Unidos es
nombre de lugar , Federico , de ser humano masculino y Morieo, de un dios. Sobre las convenciones que implican
nombre comUn y nombre propio , vCase Buyssens 1973 ó el capitulo V, en el que aludimos a lo establecido sobre
el tema por este autor.

47
Sobre la concepción de nombre propio de A . Alonso y P. Henriquez Urefia, c!. Carrataia Garcia 1975.
48
Consideramos que con esta concepció n se da un paso más en la delimitación nombre comUn / nombre
propio, pues se establece que la düerencia entre ambos radica en el poder o capacidad connotativa del primero
!rente al car ácter simplemente denotativo del segundo, a la vez que se subraya el heclio de la no identi ücació n
nombre propio y nombre exclusivo.

164
fundamental del nombre propio reside en su capacidad para denotar, en un contexto 0
situaci ó n , a un individuo 0 persona concreta, identificada y reconocida como tal por el oyente.
De este modo, el significado de un nombre propio , al igual que ocurre con el de una palabra
homonimica 0 polisé mica , só lo puede ser deducido a partir del contexto o de la situaci ó n en
el/la que ese nombre es empleado. Estas consideraciones llevan al ling ü ista dan és a formular
la hipótesis de que el nombre propio, usado en un contexto y en una situaci ó n discursiva
determinada, puede, al igual que ocurre con el nombre comUn o apelativo , connotar una serie
de atributos o cualidades características del objeto o persona que denota , de tal manera que la
diferencia entre ambos subtipos de nombres resulta ser de indole cuantitativa y no cualitativa:
el nombre propio connota un mayor nUmero de cualidades o rasgos distintivos que el nombre
comun.

Sin embargo , la concepci ó n de nombre propio que nos presenta el fil ólogo catal á n j.
Roca-Pons (1960: 129-130) resulta de una conciliaci ó n entre las posturas, aparentemente
contradictorias, de, por una parte, j. s. Mili, seguida por V . BrOndal y A. Alonso y p.
Henriquez Ureha, entre otros, y , por otra, o. Jespersen . Asi, aunque j. s. Mili sostiene que
el nombre propio no tiene significado y es só lo denotativo , frente al nombre comUn que si
significa y es connotativo -playa es nombre com ú n pues contiene una serie de notas que
constituyen el concepto correspondiente‫ ؛‬Juan, José, Marsella son nombres propios pues no
implican ninguna nota- y o. Jespersen afirma que el nombre propio es el Ultimo grado de una
serie que empieza con el articulo y pasa por el adjetivo y por el nombre comú n , por lo que
resulta el m ás concreto y el m ás rico en notas, j. Roca-Pons determina que tanto Mili como
Jespersen llevan razó n y que ambas tesis son verdaderas difiriendo éstas Unicamente en el
punto de vista desde el cual se establecen . Sostiene Roca-Pons que es indudable que los
nombres propios no definen una clase especial de seres u objetos -postura defendida porj. s.
Mill, V. BrOndal y A . Alonso y P. Henriquez-, pero, asimismo , es evidente que cuando los
nombres propios son referidos a objetos o seres conocidos resultan ser los m ás ricos en notas
caracter ísticas o, al menos, pueden serlo -postura de o. Jespersen-. En este sentido , la oposici ó n
nombres comunes / nombres propios consiste en que los comunes son nombres aplicables a
una pluralidad de seres u objetos de la misma clase y los propios son los m ás individualizados,
puesto que designan a un objeto particular de entre los dem ás de la misma clase con la
finalidad de se ñalarlo frente a estos49.
Pr ó ximo a los nombres propios sitUaJ . Roca-Pons el grupo englobador de los nombres
de objetos Unicos, mostrando nombres propios y nombres de objetos Unicos caracteres
comunes, desde el punto de vista formal, en lo que hace referencia a su combinatoria con los
determinantes. Establece este gram á tico que, en españ ol , el uso del articulo con el nombre
propio es raro puesto que éste no necesita la determinació n que aporta el articulo al estar ya
suficientemente individualizado y , por razones análogas, no admite adjetivos con valor
determinativo ‫"؟‬. Igualmente, el uso del articulo con el nombre de objeto Unico no es por una
necesidad de determinación de éste, sino por el valor de elemento individualizador que aporta

49
En este sentido, las caracterizaciones que ofrece j. Roca-Pons de nombre comUn y de nombre propio no se
diferencian demasiado de las ofrecidas por otros gram áticos que han recibido la denominació n de tradicionales.

٥١ Otros rasgos formales que se ñ ala j. Roca- Pons para el nombre propio son el tener mayor independencia

discursiva que el nombre com ú n y la carencia de derivativos, aunque, cuando aparecen usados al modo de los
comunes, los nombres propios si pueden llevar art ículos y otros determinativos ( la Roma antigua la Roma
)

moderna ) . Ademas, hemos de añ adir que Roca- Pons admite el valor de determinación que tradicionalmente se viene
reconociendo para el articulo, en el sentido de que Cste, a ñadido al nombre comUn, convierte al objeto en uno ya
determinado y supuestamente conocido para el que habla y el que oye, si bien en ocasiones, en vez de designar
al objeto conocido , liace referencia al gé nero entero, que también es conocido.

165
dicho morfema nominal. En este sentido, el empleo de los nombres propios es equiparable al
de los nombres de aquellos objetos que si son Unicos para nosotros en nuestro circulo o grupo
familiar pero no son Unicos de un modo universal 0 absoluto. Asi, al decir la playa el padre ) )

la plaza la madre etc. hacemos referencia a los Unicos que existen en el pueblo 0 familia‫؛ ؟‬.
) )

Del mismo modo, la utilizació n de los nombres propios puede ser comparada con la de los
nombres abstractos y la de los nombres de objetos de una Unica clase considerados como una
unidad (ibelleza enfermedad' el hierro el orof 2 .
) ) )

En el hecho de no necesitar determinantes para designar los objetos cifra Roca-Pons


uno de los rasgos comunes de nombres propios y pronombres, que comparten también el
poseer en todos los casos una significaci ó n ocasional dependiente de la situació n concreta en
que se empleen .

Asimismo , F. Marcos Marin (1972: 120-121 y 1980: 189-190) , tras establecer que los
nombres concretos pueden ser comunes o connotativos y propios o denotativos, afirma que
pertenecen a la subclase de los comunes o connotativos los nombres que agrupan a los objetos
por sus características comunes sin hacer menci ó n de sus rasgos diferenciadores" y al
conjunto de los propios los que individualizan y se ñ alan las caracter ísticas distintivas‫*؟‬. A su
vez, segUn este autor, los nombres comunes pueden ser gené ricos, esto es, nombres de objetos
que se pueden contar (nombres contables) , como , por ejemplo , mesa perro, y de materia, )

denominació n a la que responden los nombres de objetos que no se pueden contar aunque si
medir (nombres incontables) , como los sustantivos oro plata , agua. Los del primer grupo ,
)

sustantivos gené ricos, son individuales si expresan una sola cosa en singular ( perro pie ) y )

colectivos si indican un conjunto singular constituido por seres semejantes o que son
considerados semejantes (enjambre colmena) .)

Por su parte, j. Alcina Franch y j. M . Blecua (1975: 500-504) establecen que los
nombres comunes se distinguen de los propios por la fuerza y el carácter connotativos que
presentan los comunes, ya que transmiten cualidades y atributos de los referentes designados
con ese nombre, mientras que los propios particularizan un referente determinado y concreto
sin connotarlo ‫؟؟‬. Asi, los nombres perro mujer diosa yegua connotan determinadas
) ) )

cualidades de los sujetos llamados asi y son , por tanto , comunes, frente a Diana, que, por no
connotar ninguna cualidad , se puede aplicar indistintamente a una perra , una mujer , una diosa

51
En vez de objetos Unicos, la denominación correcta seria objetos conocidos y determinados tanto para el
hablante como para el oyente .

52
Hace referencia al uso del articulo con el nombre gen é rico. El articulo no pierde aquí, sin embargo, el valor
de elemento determinante, si bien se refiere a la clase entera , que es conocida como tal.

53 Por tanto, mesa es un nombre comUn , todos los seres que tienen en comUn la
ya que " mesa se dice de
las caracter ísticas distintivas como forma
característica no distintiva de un tablero y un soporte, independiente de
del tablero, nUmero de patas, etc. La mención mesa señala lo comUn , no lo distintivo" (Marcos Marin 1972: 120
y 1980: 189) .

5‫ب‬
En este sentido, " Juan es un nombre propio aunque lo llevan muchas personas porque su mención es
distinguir a esas personas de las demás " (Marcos Marin 1972: 120 y 1980: 189).
55
No obstante, estos autores (op. cit.: 505) consideran que los nombres que tienen como referente no a un
individuo sino a un grupo de individuos de una realidad determinada son nombres colectivos, los cuales pueden
evocar un conjunto de sujetos como unidad por la aportación del morfema lexem ático ( ejército , regimiento , recua ,
enjambre) o por la aportación de determinados morfemas derivativos ( robledo , pinar , alameda , encinar , naranjal).
Ademas, se caracterizan porque son seriables y admiten plural como suma de conjuntos.

166
o una yegua, configurándose como propio. De este modo , mientras que para cualquier nombre
comUn es posible señ alar su significado , el nombre propio no tiene por si mismo una
significaci ó n propia, sino que se emplea con la finalidad de distinguir y particularizar un
individuo o una clase, especie 0 género de realidad. No obstante, puede ocurrir que el nombre
propio se llene de un significado cualificador y connotativo , y se transforme en nombre
apelativo , produciéndose asi el fen ó meno conocido en la ret ó rica cibica con el nombre de
itonoïïYà.svà' G٠ ‫\ًأل‬
‫ ا‬este seé\o١ Mecenas , don Juan , Sosias , Quijote , Magdalena , Jeremías ‫ ﻻ‬otros
pueden ser empleados como nombres apelativos ^.

La distinci ó n entre nombres comunes y nombres propios es formulada por c.


Hern ández Alonso (1984: 432-433) desde el punto de vista formal y desde el punto de vista
sem á ntico. Formalmente, el nombre com ú n a) presenta mayor posibilidad de flexi ó n de gé nero
y de n ú mero , y b) aparece con mayor frecuencia con el morfema articulo que el nombre
propio. Sem ánticamente, el nombre propio es mas individualizador , más denominativo y m ás
denotativo que el nombre comUn , que expresa un mayor n ú mero de connotaciones. Adem ás,
tal como hemos indicado en el examen del contenido del morfema nUmer85٥, el nombre
comUn significa por si solo el género o la especie, mientras que el nombre propio designa al
individuo".

4.1 . 3 . Sustantivos simples y sustantivos compuestos

Frente al del segundo accidente del nombre, la especiero, el tratamiento que del
accidente gramatical denominado figura aparece en la Gramática de la Lengua Castellana de
E . A . de Nebrija (1492: 175) responde al procedimiento lé xico de formaci ó n de palabras por
composició n , y , en este sentido , es definido como " aquello por lo cual el nombre compuesto
se distingue r aparta del senzillo " , considerando nombre sencillo " aqu él que no se compone
de partes que signifiquen aquello que significa el entero " como padre pues ni pa - ni -dre )

significan solos por si nada de lo que significa el entero , y nombre compuesto " aqu él que se
compone de partes, las cuales significan aquello mesmo que significa el entero como
compadre, que se compone de con y padre y significa " padre con otro ". En la lengua castellana
podemos encontrarnos, segUn Nebrija, con nombres compuestos de dos nombres { república ) • )

verbo y nombre ( portacartas)‫ ؛‬dos verbos { vaivén ) • verbo y adverbio ( puxavante) , y preposici ó n
)

y nombre { traspié) .

En la Gramática de la Lengua Castellana publicada por la Real Academia Espa ñ ola en


1771 (R. A . E. 1771: 31) , los nombres compuestos son definidos, desde el punto de vista
formal, como " los que se componen de palabras castellanas enteras, ó con alguna mutació n " .
Cf . en este sentido Lausberg 1984, 2 a reimpr., II: 84 y 3.!. 1.1.2. n. 12.

57
Algunas notas sobre los antropónimos, patron í micos, apodos y seudónimos, bipocoristicos y gnipos
especiales de nombres propios (nombres de lugares, accidentes geogr á ficos, hechos hist ó ricos, entidades 0
agnrpaciones políticas, comerciales y deportivas, etc.) completan el par ágrafo dedicado a esta subclase de nombres.

Cf . al respecto 3.1.1.
5‫؟‬
A ñ ade este autor (op. cit.: 433) que " los subgrupos de unos y otros no merecen atención especial " , si bien
hay que advertir que se producen "abundantes transvases entre nombres topónimos y antropó nimos".

Cf . Nebrija 1492: 167-174 y 4.1. 4., apartado en el que tratamos el accidente del nombre llamado especie.

167
pudiendo estar constituidos por dos sustantivos (catricofre); dos adjetivos ( verdinegro) ;
sustantivo y adjetivo ( cabizbaxo) ; verbo y nombre ( portacartas) ; verbo y adverbio ( pujavante )’
(
)

preposici ó n y nombre (،traspi é) , o dos verbos y conjunci ó n ( yayven ) .

Asimismo, para V. Salva (18138 ‫ ؤ‬0: ) es nombre simple " el que consta de una sola
palabra " (;muñ idor, posibilidad razorI sillita, sombrerero )^ y nombre compuesto " el que se
) )

forma de dos 0 mas dicciones ". Señala el gram ático valenciano (op . cit .: 189-200) que hay
nombres compuestos de dos nombres (،barbilampi ñ o) ‫ ؛‬verbo y nombre (quitasol)' adverbio y )

nombre (،bienaventurado); preposici ó n y nombre ( concu ñado )' dos verbos (ganapierde )' dos
) )

verbos y un pronombre ( hazmerreír ) verbo, pronombre y adverbio ( haztealla ) ; tres verbos, un


'
)

afijo y una conjunció n ( correveidile) 0 nombre y alguna de las denominadas part ículas
)

componentes (abstener contraseña ) . En este Ultimo caso , se ñ ala los matices que denotan cada
)

una de estas part ículas, puesto que éstas contribuyen a aumentar , disminuir o variar el
significado del nombre simple al que se agregan.

Por su parte, R . Seco (1930: 119 y 126-128) distingue entre palabras simples y palabras
compuestas^. Menciona que es compuesta la palabra que se forma a partir de la unió n de dos
o m ás palabras sencillas o simples" ( t, aparrabos aguardiente hazmerreír bocacalle ) . El
) ) )

procedimiento de su formació n puede ser la simple yuxtaposici ó n de los dos té rminos


( mediodía) o con alguna alteraci ó n o modificaci ó n del primero de los dos elementos que
intervienen ( ojinegro ) y el sentido global que expresa, en el caso de la uni ó n de dos elementos
)

que han ido muchas veces juntos en la oraci ó n , es el que surge de la coordinació n gramatical
de lo que indiquen los elementos simples (ibajamar sacacorchos tragicómico) , mientras que si
) )

el compuesto se ha formado con independencia de su frecuente combinatoria sintagm á tica,


suele representar una idea más complicada ( patitieso zarzamora agridulce ) . Las palabras
) )

compuestas pueden estar formadas por dos sustantivos ( bocamanga ) un sustantivo y un )

adjetivo ( rabilargo ) dos adjetivos ( verdinegro ) un adjetivo y un sustantivo ( bajamar ) un


) ) )

sustantivo y un verbo ( maniatar ) o un verbo y un sustantivo ( saltamontes ) y dan como )

resultado un sustantivo ( carricoche ) un adjetivo (itontiloco) , un pronombre (cualquiera ) un


) )

verbo ( manumitir ) un adverbio ( noblemente) o una conjunci ó n ( siquiera ) .


)

Frente a los autores mencionados, en la Gramática de la Lengua Españ ola de la Real


Academia que apareció en 1931 (R . A . E. 1931: 21) se distingue entre sustantivos simples,
sustantivos compuestos y sustantivos parasintéticos. Se indica que es simple el sustantivo en
cuya formació n no interviene ningUn otro vocablo ( coro ) compuesto , el que esta formado por
'
)

una palabra simple y otra u otras voces o partículas (ante-coro ) y parasintético , el vocablo
)

derivado y compuesto a la vez ( misacantano ) .

Tambi é n el fil ó logo catalan j. Roca-Pons (1960: 131-132) se ñ ala que una clasificació n
importante de los nombres (sustantivos y adjetivos) desde el punto de vista formal es la de

‫اه‬
Excepto raz ón , todos los nombres citados como ejemplos son derivados. Asi, de acuerdo con la primera
distinció n heclia por este autor (nombres primitivos / nombres derivados), estos sustantivos se incluirí an en el
conjunto de los derivados y, por la segunda delimitació n (nombres simples / nombres compuestos) , en el de los
simples. Estamos, por tanto, ante clasificaciones no excluyentes sino cruzadas.

،2 Aplicamos a la categor í a o clase de palabras sustantivo lo expuesto globalmente por R . Seco sobre los
procedimientos de formació n de todos los vocablos y té rminos de la lengua.
‫ ده‬No indica expl ícitamente este autor qué entiende por palabra sencilla o simple, si bien esto es f á cil de inferir
por el tratamiento que ofrece de las palabras compuestas.

168
éstos en simples y compuestos. A su vez , los nombres compuestos pueden subdividirse a)
segUn la indole de la relaci ó n que une los componentes, distinguié ndose en este sentido
compuestos copulativos (francés Monsieur Ma-dame ) compuestos determinativos (latin index
) )

" ious-dex " , " el que dice o declara la ley ") y compuestos iterativos (ingl és goody -goody) , y b) de
acuerdo con la naturaleza de los elementos componentes, pues existen compuestos de
sustantivo mas sustantivo (،bocamanga) , de verbo m ás sustantivo {limpiabotas) de sustantivo )

mas adjetivo { mediodía ) de adjetivo m ás adjetivo (iclaroscuro) , de verbos (<correveidile) , etc.


)

Por su parte, R . p. Stockwell, J٠ D. Bowen y j. w. Martin (1965: 60-62) definen la


composició n como el mecanismo por el que dos raíces se unen para formar un nuevo elemento
con contenido categorial , l éxico y gramatical. Las estructuras de nombres compuestos que
encontramos de manera m ás frecuente en la lengua espa ñ ola son verbo m ás nombre, que
resulta ser el grupo m ás comUn {,abrelatas pasatiempo cortaplumas)‘ nombre m ás nombre
‫؛‬
) ) )

( madrepatria , esposa modelo , madre seb٧a , tvorcke ‫ ھﺲ‬a¡á‫؛‬etwo ojinegro , pelirrojo , barbiespeso ,
١ *

١
boquituerto) , y relator más nombre (o nominal) (sinvergüenza compadre quehacer) . Cada una
) )

de estas estructuras obedece a unas reglas determinadas para las variaciones de género y de
numero.

Asimismo , el ling üista francés É٠ Benveniste (1966 y 1967) define el compuesto como
la agrupaci ó n de dos t é rminos identificables por el locutor en una unidad nueva de significado
Unico y constante(’*. Los té rminos que configuran el compuesto pueden ser (1966: 172) : a) de
origen culto , grecolatino , caso en el que hablaríamos de composició n culta" (<centimetre )

palmipède t élégraphe ) o b) de origen enteramente francés (léase: o de la lengua en cuesti ó n en


) )

la que surge este compuesto^) , recibiendo en este caso la denominaci ó n de composici ó n


popular ( portefeuille orf èvre betterave ). Otras características que definen el compuesto son 1)
) )

que los dos t é rminos que intervienen pueden ser aislados e identificados claramente, teniendo
en cuenta que si uno de los dos té rminos no es reconocido, el otro tambi é n puede quedar
dudoso. Asi, en aubépine se puede sospechar la presencia de épine pero si no se sabe lo que
)

significa aub(e) hasta épine acabaré siendo cuestionable, y 2) que el sentido de cada uno de los
miembros del compuesto tomado aisladamente tiene relació n mas o menos inteligible con el
del compuesto. Por ello , ningú n hablante remitiría plafond a un compuesto plat-fond.
Desde el punto de vista de la lingü istica general , son dos, segUn este lingü ista francés,
los aspectos que deben distinguirse en el análisis de los compuestos: a) la relaci ó n ló gica que
se establece entre los dos t é rminos que intervienen y b) la estructura formal. Ahora bien ,
puesto que la relació n l ó gica puede sola proporcionar los criterios propios para clasificar
funcionalmente los tipos de compuestos, se consideraré el examen de ésta como el criterio m ás

M
De tal modo que si de los dos té rminos de un compuesto uno es a su vez compuesto (alemán Bleistifthalter,
inglés cocktail-mixer ) , éste cuenta como un solo té rmino, pues nunca hay mas de dos té rminos en el compuesto
nuevo.

65
Son compuestos cultos los formados a partir de elementos grecolatinos, los cuales pertenecen en su mayor ía
al vocabulario cient ífico. Señ ala É . Benveniste (1966: 164) que los compuestos cultos han de dejarse fuera del marco
de la composició n porque parecen ser incumbencia de la morfología de las lenguas clasicas " por estar conformes
con el modelo heredado o imitado de estas lenguas, aun cuando hayan sido creados en la é poca moderna ", y esto,
unido a la convicció n de estar ante variedades modernas de una clase grecolatina , es lo que ha ocasionado que no
se preste inter és a la naturaleza u origen aut é nticos de estos compuestos y no se hayan averiguado las condiciones
primeras de su creación . En cualquier caso, para el lingü ista francés hay que conceder a estos compuestos estatuto
de existencia en el marco de la composición nominal.

66
É . Benveniste aplica la mayoría de las teor í as y doctrinas que defiende a casos concretos de la lengua francesa
y Unicamente alude a otras lenguas indoeuropeas cuando procede a realizar comparaciones entre lenguas.

169
importante y al que los dem ás quedaran subordinados. Asi, de acuerdo con las relaciones entre
los té rminos que intervienen en el compuesto , se distinguen en el an álisis de las lenguas 1) la
clase integrada por los compuestos formados por dos té rminos que estan relacionados Unica
y exclusivamente entre si -esto es, relació n en el interior del compuesto o relaci ó n
equidimensional-, y que constituyen y delimitan la estructura sint áctica, y 2) la clase de
compuestos en los que la relaci ó n no es entre los dos té rminos sino que va m ás alia, de tal
manera que la relació n los engloba otorgá ndoles una funci ó n nueva. Forman parte de este
7 )
grupo los compuestos denominados con el nombre sánscrito de bahuvrih‫ ' أ‬.
En la primera clase distinguida esto es
, , la de los nombres compuestos integrados por
dos té rminos que presentan relaci ó n entre si, se engloban , segUn Benveniste (1967: 148-156) ,
cuatro subtipos de nombres compuestos.
El primer grupo de compuestos son los dvandva ( " par ") , que consisten en la uni ó n de
dos sustantivos equipotentes en una unidad que Benveniste denomina acoplante, como se
observa, por ejemplo , en el té rmino del védico pitárámátára " padre- madre " . Este tipo de
compuestos es el m ás simple desde el punto de vista de la estructura y se caracteriza porque
a) los dos miembros aparecen unidos por un vinculo o nexo coordinativo asindético , sin que
lleguen a formar una construcció n sint áctica‫ ؛‬b) no admite la reducci ó n de los dos miembros
del compuesto a uno‫ ؛‬c) no admite la primací a de uno de los dos t é rminos del compuesto
sobre el otro‫ ؛‬d) la relación de precedencia en la colocaci ó n de uno de los dos términos del
compuesto sobre el otro est á determinada por la tradici ó n y el uso , y e) la relació n entre los
dos té rminos del compuesto es, en ocasiones, reversible (vCdico pitárá-matárá o mátára - pitárá
" padre-madre " o " madre-padre ") .
Otro conjunto de compuestos formados por dos té rminos relacionados Unica y
exclusivamente entre si es el de los compuestos constituidos por dos sustantivos que, aunque
signos distintos, designan juntos un Unico objeto natural -sustantivos no equipotentes-. Para
estos compuestos, examina É. Benveniste a) el vinculo que une a los dos miembros
constitutivos y b) la construcci ó n sint áctica de la que deriva o que fundamenta la unidad
nueva. Se basa para ello , fundamentalmente, en los compuestos españ oles pajaro mosca , pezgato
y papel moneda, pertenecientes a esta subclase, de los que determina que se caracterizan porque
el primer elemento es el que suministra la denominaci ó n y el segundo el que aporta una
especificaci ó n al primero mediante la adici ó n del nombre de otra clase -un " pajaro mosca " es
un pajaro , un " pez gato " es siempre un pez y " papel moneda " es papel-, d ándose, entre los dos
referentes constitutivos de la unidad , una relación de disyunci ón - ni las moscas son una
subclase de los pajaros, ni los gatos son un conjunto de los peces, ni las monedas de los
papeles-. De esto se deduce que el ser designado como " pajaro mosca " no participa
id é nticamente de las dos clases (pajaros y moscas) , sino que a una pertenece por naturaleza y
a la otra es atribuido figuradamente: el " pajaro mosca " es un pajaro que tiene cierta semejanza
con una mosca . Igualmente, el " papel moneda " es papel y no moneda por ser lo propio de la
moneda su materia (metaiica) , su forma (en piezas) y su marca (acu ñ ada) , pero es un papel que
tiene alguna analogía con la materia a la que sustituye. Por tanto , en los signos léxicos " pajaro
mosca " , " pez gato " , " papel moneda " tenemos, en una designació n específica, la uni ó n de dos
nociones: una noció n de naturaleza (clasificació n de realidad) y una noci ó n de figura
(clasificació n de parecido) , lo que constituye, segUn É . Benveniste (1967: 150) , " la prueba de
que la relació n es planteada entre las cosas , no entre los signos ".
Por otra parte, si atendemos a la constituci ó n sint áctica que fundamenta estos

67
Otras denominaciones empleadas para referirse a esta clase de compuestos son las de "compuesto exocéntrico" ,
con la que se quiere indicar, segú n el autor francés (1967: 157), que " el centro cae fuera (del compuesto) ", y la de
"compuesto posesivon . De cualquier forjna , se ñ ala Benveniste que " ninguna de estas denominaciones, a decir verdad,
alcanza la particularidad del objeto por definir ".

170
compuestos, es posible establecer una correspondencia de los signos l éxicos " pajaro mosca " ,
" pez gato " y " papel moneda " con los sintagmas de definició n " pajaro que es mosca " , " pez que
‫ وج‬gato " y " papel
٣‫ وج ج‬moneda " , respectivamente, entendiendo la relación por ‫ﺟﻮ‬7" )٣‫ )وج ج‬no
como una marca l ó gica de identidad entre dos clases ( pajaro y mosca pez y gato papel y
) )

moneda ) -tendrí amos entonces proposiciones de la forma " un X que es un y " aplicadas a objetos
reales, siendo los referentes X e y incompatibles, por lo que incurrirí amos en una
contradicción-, sino como una relaci ó n de asimilaci ó n sem ántica entre dos nociones distintas,
tomando para ello como punto de mira un rasgo comUn , que entre " mosca " y " p á jaro " es el
carácter semántico de " pequeñez " y entre " papel " y " moneda " , el de valor legal. Esta
construcci ó n de identificaci ó n entre un ser designado y un ser comparado se manifiesta
mediante la yuxtaposici ó n de los dos signos componentes incluidos en el compuesto , de los
cuales el primero es el determinado-asimilado y el segundo el determinante-asimilante.
El tercer subtipo de nombres compuestos formados por té rminos sólo relacionados
entre si es el de los compuestos de dependencia 0 de uni ó n de dos sustantivos en relaci ó n de
dependencia, denominación que obedece al hecho de que est án constituidos por dos té rminos
sustantivos en relaci ó n de determinació n (inglés arrow-head " punta de flecha " , sánscrito raja -
putra " hijo de rey ") . La construcció n sint áctica que fundamenta estos compuestos o que actUa
como base de los mismos es la de sintagma con un miembro determinante en genitivo y un
miembro determinado en nominativo , siendo posible en todos los casos la permutació n entre
el sintagma y el compuesto resultante. De este modo , compuesto y sintagma parecen ofrecerse
libre e igualmente a la elecci ó n y es por ello que, para delimitar el principio que rige la
selecci ó n de los términos que pueden intervenir en estos compuestos, É. Benveniste examina
un inventario de compuestos de este tipo en las lenguas indoeuropeas, fundamentalmente,
védico y griego, prestando especial atenci ó n a las categor ías de nombres de las que son
tomados los constituyentes. Establece que a) este tipo de compuestos remite a proposiciones
de la forma " x es de y " ; b) " el compuesto se constituye con nombres que son por naturaleza
té rminos relativos que piden t é rminos complementarios, tales como nombres de parentesco
o de posici ó n social. Este nUcleo inicial crece con designaciones participantes de otras
categor ías sem á nticas, pero que contraen por su empleo la misma relaci ó n l ó gica con sus
t érminos complementarios " (Benveniste 1967: 153) , y c) la distinci ó n entre este compuesto
llamado de determinaci ó n nominal y el sintagma '« reside en que éste no est á sometido a
(

restricci ó n l ógica y puede contraer esta relaci ó n sint áctica con nombres de todas las clases.
El Ultimo grupo delimitado de nombres compuestos constituidos por t é rminos con
relació n Unicamente entre si es el de los compuestos formados por un miembro nominal y uno
verbal determinado (latin signi-fer " que porta la enseñ a " , sá nscrito havir-ad " que come la
oblaci ó n " , inglés shoe- maker " que hace zapatos ") . La relació n es la misma, en orden inverso y
sin elecció n posible, en el tipo espa ñol portamonedas cortapapeles etc. En cualquier caso , esta
) )

formació n descansa en una proposici ó n libre con forma personal del verbo transitivo que rige
un t é rmino nominal, por lo que son compuestos de recci ó n interior , esto es, regente m ás
regido , de acuerdo con lo establecido por el lingü ista francés.
Sobre los compuestos de la segunda clase, esto es, la de los compuestos en los que los
-
t é rminos constituyentes no presentan una relació n entre si (ingl és blue-eyed '' mÁ + ojo ", latin
quadru -pes " cuatro + pie " , francés rouge-gorge " rojo + pechuga ") , indica E . Benveniste (1967:
157-161) que implican una construcció n sint áctica compleja. En efecto , arguro-toxos " (dios) del
arco de plata " se remonta a una proposició n anal í tica que se enuncia su arco es de plata " o
" tiene un arco de plata " , que, al no ser simple, no puede ser considerada el fundamento Ultimo
del compuesto. Asi, "su arco es de plata " se configura como la contracci ó n de dos

‫ اه‬É. Benveniste (1967: 173) designa con el t é rmino sintagma a todo conjunto o agrupació n , aun ocasional,

operado por medios sintácticos " , diferente de la sinapsia , compuesto preposicional que constituye una unidad fija.

171
proposiciones l ó gicamente anteriores y sint ácticamente distintas, cuya articulació n es el
pronominal "su ": una de ellas es predicativa de cualidad (" arco es de plata ") y la otra es
predicativa de atribuci ó n (" arco-de-plata es de (X) " o " X tiene arco-de-plata ") . Por tanto , la
estructura formal no es hom ó loga a la estructura sint áctica en cuanto al n ú mero de los
t érminos, ya que la estructura formal es bin ó mica (los dos miembros de la unidad morfol ó gica)
y la estructura sint áctica es trin ó mica (los dos t é rminos enunciados mas un té rmino no
enunciado pero necesario: el atributivo) . Esta disimetr í a surge de la naturaleza particular de
la construcció n , que tiene como base una relaci ó n de atribuci ó n en la que intervienen dos
constituyentes: una funci ó n de atribuido (subunidad sint áctica predicativa de cualidad: arco es
de plata ) y una funció n de atribularlo {arco-de-plata es-de ) . Tenemos, por tanto , dos planos de
predicaci ó n: la predicación de cualidad {arco es deplata) y la predicaci ó n de atribuci ó n {arco-de-
plata es-de) , pero en el primer caso se da una funci ón sint áctica entre signos y , en el segundo ,
una funci ó n sem á ntica entre signos y referentes.
En este sentido , se observa una diferencia entre los compuestos incluidos en la primera
clase a la que aludimos en p á rrafos anteriores, que son todos predicativos de cualidad y tienen
funció n sólo sint áctica, y los compuestos de esta segunda clase, que combinan la funci ó n
sint áctica y la funci ó n sem ántica, resultando ser , por tanto , los primeros uniplanos y los
segundos biplanos.
Estos compuestos biplanos se definen como portadores de una doble predicaci ó n:
cualidad y atribució n ‫ ؟‬de ah í que sean reinterpretados en una nueva estructura lógica binaria:
un componente indica la atribuci ó n y el otro , inherente a la forma de composici ó n , el
atributario, funci ó n que puede ser desempe ñ ada por un argumento distinto { Apolo del arco de
plata) 0 por un sustituto, pronombre o anaf ó rico , que ocupa la posici ó n vacia ( " (aquel) que
tiene") . Esta relaci ó n sint áctica de atribuci ó n tiene un correlato en la morfolog í a del
compuesto , pues el cambio de clase formal afecta al té rmino sustantivo determinado. La marca
de cambio de clase puede ser a) una variaci ó n apof ó nica‫ ؛‬b) adici ó n de un sufijo, y c) ambas
cosas a la vez. Asi , alem á n Auge se convierte en -áug - ig en (blau -Jaugig e ingl és eye en -eyed en
(bleu -Jeyed. La estructura biplana y la naturaleza del compuesto van aqu í a la par, ya que só lo
la combinaci ó n de una predicaci ó n de cualidad y de una atribució n puede producir una forma
nominal compuesta, estableci éndose entre los dos planos necesariamente una jerarqu í a: la
funci ó n de predicaci ó n de cualidad, primero , y la funci ó n de atribuci ó n , en segundo lugar.
É . Benveniste (1966: 172-177) distingue estos compuestos de los conglomerados y las
sinapsias. Denomina conglomerados a las unidades (signos) formadas a partir de construcciones
o sintagmas complejos que contienen m ás de dos elementos, pudiendo éstos ser reconocibles
o irreconocibles -conglomerados analizables e inanalizables- pero sin que se aprecie en ellos
ninguna alteraci ó n o modificaci ó n para su inclusi ó n en el bloque compacto que es el
conglomerado". De este modo , es posible citar conglomerados que resultan de la conversi ó n
k smlfus ptechLwos en susuLwos ( ua -i - pieds , meurt -de-faim١ monte-en-l aî r décrochez -
(
١
١

moi - ça) , asi como locuciones adverbiales o adverbios que son tambié n conglomerados en los
que la dificultad para el an álisis aumenta por la pervivencia de elementos arcaicos (<dorénavant ,
désormais jamais ) .
El tercer tipo de composici ó n nominal se ñ alado por É . Benveniste es el que denomina
sinapsia, que define como la uni ó n de una serie de lexemas mediante juntores constituyendo
una designaci ó n constante y especí fica. La productividad de este tipo de composici ó n esta
asegurada , segUn el ling ü ista francés, ya que en ella se basan las t écnicas para formar la

69
Por tanto, son dos, fundamentalmente, las caracter ísticas que distinguen cojiglomerado y compuesto: 1) el
mimero de t é rminos qtie interviene en cada uno de ellos -sólo dos en el compuesto y más de dos en el
conglomerado- y 2) la necesaria reconocibilidad e identificació n de los miembros que intervienen en la unidad
compuesta, frente a la posibilidad de que los elementos del conglomerado sean irreconocibles.

172
nomenclatura o terminolog ía [ modulation de fréquence avion à reaction ) . Las caracter ísticas
)

se ñ aladas por Benveniste para estos compuestos, las cuales los distinguen de los llamados
" compuestos tradicionales " , son 1) la naturaleza sint áctica (no morfol ó gica) del vinculo entre
los miembros de la sinapsia. Asi , frente a la sí ntesis morfol ó gica de los dem ás compuestos, la
sinapsia se identifica porque es siempre analítica‫ ؛‬2) el empleo en la sinapsia de juntores para
el efecto de vinculo entre los miembros ; 3) el orden de los té rminos en la sinapsia es
siempre determinado (primer miembro) + determinante (segundo miembro) , unidos ambos
por la juntura; 4) la forma léxica plena de los miembros de la sinapsia y la elecci ó n libre de
todo sustantivo o adjetivo , de tal manera que todos los elementos en la sinapsia son en
principio idiom áticos y de forma libre, d á ndose casos de miembros de sinapsia que son a su
vez sinapsias? '; 5) la ausencia de articulo delante del determinante ; 6) la posibilidad de
expansió n para el miembro determinado y el miembro determinante, normalmente por
calificativos [ bois de rose faux bois de rose) o por miembros ligados mediante los juntores de
j

y a . En este sentido , referimos que la sinapsia bois defer dio origen a las sinapsias bois defer
de montagne Y petit bois de fer de montagne, y 7) el car ácter Unico y constante del significado.
La naturaleza del designado es lo que permite decidir si la designaci ó n sintagm á tica es o no una
sinapsia, pues si el objeto es designado Unica y completamente por un sintagma, éste es una
sinapsia. Asi, aigle pêcheur à tete blanche podría ser un sintagma creado ocasionalmente para
la descripció n de un determinado animal , pero desde el momento en el que forma parte de la
nomenclatura zool ógica como nombre de un ave particular se vuelve una denominaci ó n
sin á ptica.

c. Hernández Alonso (1984: 435) se ñala para los nombres compuestos la siguiente

70
En Ja lengua francesa , los m ás frecuentes son el iuntor de y el iuntor a. El juntor de indica que a) el se mdo
miembro (determinante) es el todo del que el primer miembro (determinado) es una parte {peau de porc , verre de ^
-
montre , pied de table ) , b) el segundo miembro se ñala la circunstancia o finalidad en la cual es apropiado o empleado
el objeto designado (chemise de nuit , tenue de soirée , manteau de pluie) , y c) el segundo miembro es el individuo o
la clase de individuos de los que el prUuer miembro es el atributo ( robe d’avocat , béret de matelot ) . El juntor a , que
entre los dos miembros de la sinapsia se ñ ala a) el destino o finalidad, sea con un infinitivo o con un sustantivo
‫؛‬ ١ ‫؛‬
salle à inger , fer ‫ ع‬friser , machine à écrvuèy١ V) \ A aucxe ú sxva ‫ اأأه\\ةاﻣﺢ‬oeil ‫ ع‬fouettes , serpent à sonnettes , bête à
cornes) , y c) cuando el primer miembro designa un artefacto, el segundo miembro indica el agente motor ( moulin
a vent , machine à vapeur , avion à réaction ) . En determinadas sinapsias, el valor del juntor à se deduce de la
naturaleza del objeto designado (un moulin a vent es movido por el viento -el segundo miembro indica el agente
‫م‬
motor-, un moulin à « muele cafe -a indica destino o finalidad-, una pompe à essence puede ser " una bomba que
-
suministra gasolina " à indica destUio, finalidad- o " una bomba que funciona con gasolina " -a precede al agente
motor-) .
Este rango distingue tambié n la sinapsia de la composición tradicional culta . en que la juntura se
manifiesta muchas veces por la final - 0 del primer miembro ( astro- , géo- , cosmo- : astrologie , géométrie, cosmographie) .
71
De la combinació n gardien d’asile y asile de nuit , que son sinapsias, resulta gardien d’asile ¿ñ? nuit , sinapsia de
dos miembros: simple cl primero (gardien ) y sin á ptico el segundo (asile de nuit ) , cl cual es denominado por É.
Benveniste (1966: 174) subsin á ptico , siendo el juntor de el ligamento sin á ptico en " (gardien ) d’ (asile) " y el
subsin á ptico en " (d' asile) de (nuit) ". La razó n de este an álisis es que cl empleo idiom á tico lia configurado gardien
d’asile de nuit como conversió n nominal del enunciado predicativo il garde un asile de nuit . Aliora bien , si por el
examen del uso observá ramos que se trata de una denominación ampliada con el determinante adverbial de nuit ,
que puede oponerse a dejour , descompondr í amos la mencionada sinapsia en el miembro subsin á ptico gardien d’asile
y el miembro simple de nuit , y la sinapsia en cuestió n seria la transposició n nominal del enunciado predicativo il
garde un asile - la nuit (cf . Benveniste, op. cit.: 173-174).
72
A. Martinet (1967: 248-249) señ ala que É. Benveniste (1966) no percibió que el segundo té rmino de la sinapsia
si podia ir precedido de articulo determinado (1’ Armée de l’Air ) y denuncia el lieclio de que el autor francés no
abordara el problema del plural de estas formaciones ( sacs a main /sakame / ( " bolsas de mano " ) , pero cartes à jouer
/ kartazue/ o /kartzazuc/ ("cartas de juego ")) .

173
clasificaci ó n , que resulta, fundamentalmente, de atender a la naturaleza de los elementos
componentes:

2 4

+ NOMBRE + VERBO + ADJETIVO + ADVERBIO


1. NOMBRE c= Nombre + c= Nombre + c= Nombre + c= Nombre +
Nombre ( 1 + 1) Verbo (1+2) Adjetivo (1 + 3) Adverbio (1+4 )
2. VERBO 0= Verbo + Verbo + Verbo + c = Verbo +
Nombre (2 +1) Verbo (2+2) Adjetivo (2 + 3) Adverbio (2 +4 )
3. ADJE. c= Adjetivo + c= Adjetivo + c = Adjetivo + c = Adjetivo +
Nombre (3 + 1) Verbo (3 +2) Adjetivo (3 + 3) Adverbio (3 +4 )
4 . ADVER. c = Adverbio + c= Adverbio + c= Adverbio + c = Adverbio +
Nombre (4 + 1) Verbo (4 +2) Adjetivo (4 + 3) Adverbio (4 +4 )

Sirvan como ejemplos las formaciones:


ferrocarril = nombre (compuesto = adjetivo + nombre, 3 + 1);
bocamanga = nombre (compuesto = nombre + nombre, 1 + 1) ‫؛‬
sacacorchos = nombre (compuesto = verbo + nombre, 2 + 1);
catalejos = nombre (compuesto = verbo + adverbio , 2 + 4) , y
agridulce = adjetivo (compuesto = adjetivo + adjetivo, 3 + 3) .
Se ñ ala asimismo 1) que es posible hablar, siguiendo a Mené ndez Pidal , de compuestos
perfectos, que son aqu éllos que presentan un Unico acento para el nuevo sustantivo
( Padrenuestro) , frente a los que no cumplen esta condici ó n o admiten las dos formas‫ ؛‬2) que
hay en nuestra lengua compuestos formados por nexus (SN + sv) (<correveidile, (un) noseque ) )

resultado de lexicalizaciones y gramaticalizaciones, y 3) que algunos nombres compuestos se


han formado a partir de una aposici ó n (Bocamanga, Fuentelapena) .

4.1.4. Sustantivos primitivos y sustantivos derivados

En la Gramática de la Lengua Castellana de E . A. de Nebrija (1492) el accidente del


nombre denominado especie - " aquello por que el nombre derivado se distingue del
primogé nito " (op . cit .: 167)- se presenta relacionado directamente con el procedimiento de
formaci ó n de palabras por derivació n , ya que nos permite distinguir en el conjunto de los
nombres (sustantivos y adjetivos) entre nombres primogénitos y nombres derivados de otros,
siendo primogé nito el nombre " que ass‫ ؛‬es primero , que no tiene otro m ás antiguo de donde
venga por derivació n " y derivado, " aquél que se saca de otro primero T m ás antiguo ". En este
sentido, de monte - nombre primogé nito- derivan montesino montana, montañés, mont ón, )

montero, montería, montaraz . No incluye el gram ático andaluz en el conjunto de los derivados
a los nombres que proceden o derivan del latin , si bien podr íamos hacer extensible esta
consideraci ó n a cualquier otra lengua (griego , arabe, etc.) de la que haya té rminos en el lé xico
castellano , ya que, segUn Nebrija, si todos estos nombres fueran considerados derivados, la
mayor ía de los sustantivos tendr í a que ser incluida en este grupo? .
}

73
Por tanto, podemos apuntar que Ja concepci ón que el gram á tico andaluz tiene de derivació n es de car ácter
intralingUistico: es derivado el nombre (sustantivo o adjetivo) que procede de otro mas antiguo perteneciente a la
misma lengua .
En este sentido , A. Gerzenstein (1978: 421) indica que " además de advertirse en sus palabras el af á n de
precisar con cierto rigor qué entiende por " nombre derivado ", hay una distinció n implí cita entre lo que luego se
llamar í a diacronia y sincron í a , como dos posturas metodológicas. En electo: primitivo y derivado, en el sentido
en que lo entiende Nebrija , son conceptos que hay que manejar en una sola lengua y en un momento determinado

174
Atendiendo a un criterio que podr í amos denominar de naturaleza sem á ntico-formal ,
distingue este autor nueve tipos de nombres derivados: patron í micos, posesivos, diminutivos,
aumentativos, comparativos, denominativos -dentro de los cuales incluye, por su semejanza
con éstos, a los gentilicios-, verbales, participiales y adverbiales". En este sentido ,
consideramos posible distinguir dos subgrupos abarcadores de estas nueve especies de nombres
derivados: 1) el de los nombres derivados de otro nombre, que son definidos en esta primera
gram ática de una lengua vulgar desde un punto de vista sem ántico , y 2) el de los nombres que
derivan de un vocablo primogénito no perteneciente a la categorí a nombre, que presentan
como caracter ística el ser considerados y definidos exclusivamente desde el punto de vista
formal y donde se incluyen a) los nombres verbales, definidos como " aquellos nombres que
manifiesta mente vienen de algunos verbos " (op. cit .: 173) , como, por ejemplo, de herir , herida;
de entender entendimiento' b) los nombres participiales, entendiendo como tal "aquel que se
)

saca del participio " (idem : 169) , como de docto , doctor‫ ؛‬de leído, lection de o ído , oidor y c)
) )

los nombres adverbiales, que son aqu éllos que se derivan del adverbio , como de sobre,
soberano • de iuso , iusano.
)

E . A. de Nebrija (op . cit.: 173-174) presta especial atenci ó n a los nombres verbales,
centr ándose en las diversas " maneras " -sufijos, terminaciones- de éstos, que son -ança (de
esperar , esperança ) -encia (de doler , dolencia) , ura (de torcer, torcedura ) enda (de contender,
) • )

contienda), - ida (de medir, medida) , -on (de tentar , tentación) , enta (de vender , venta ) -e , )

precedida de diversas consonantes (de tocar, toque ) -ento (de pensar , pensamiento) , -do (de oir,
)

oido) y -or, con el subgrupo especí fico de los en -dor y -dora (de amar, amor; de amar, amador
y amadora) 7\ si bien , respecto a los significados expresados por los sufijos Unicamente indica
que los verbales formados con -dor significan acc0n٥, y tambi én es só lo refirié ndose a este
.
sufijo cuando alude al procedimiento de formaci ó n de los nombres verbales: "se forman del
infinitivo , mudando la r final en dor" (idem: 174) 77. Asimismo, es necesario aludir a la
consideraci ó n expuesta de que el infinitivo puede ser un nombre verbal , la cual se basa en que,
tal como puede deducirse del ejemplo el amar es dulce tormento , en el que est á amar por amor ,
si el infinitivo amar no fuese nombre no podrí a recibir el articulo el y no podría juntarse con
un nombre adjetivo.

de su evolución histó rica ; o sea , desde el punto de vista sincr ó nico".


74
Realmente es una enumeración ca ótica, pues, adem á s de mezclar el criterio formal con el sem ántico para
establecer estos subgrupos, Nebrija no delimita de manera exacta los derivados sustantivos y los adjetivos, cuando,
en determinados casos, como , por ejemplo, el de los comparativos, est á perfectamente clara la distinción , ni presta
la misma atenció n a los distintos grupos de nombres derivados señ alados, y, en el caso de detenerse en el
tratamiento de alguno de estos subgrupos -concretamente, lo hace con los nombres denominativos y con los
verbales (op. cit .: 170-172 y 173-174)., se limita a enumerar una lista de sufijos derivativos posibles, sin aludir al
procedimiento requerido para separar la ra í z o radical y desmembrar la terminación del primogé nito.
7‫؟‬
Estamos, en verdad, ante un simple listado de sufijos y un intento, por parte del gram á tico de Lebrija , de
acomodar todos los devcrbales existentes a uno de estos grupos sufijales, sin considerar las posibles variaciones del
contorno fonol ógico de la ra íz o radical en cuestió n .

7 ، A diferencia de lo establecido por Nebrija , consideramos que el sufijo -dor y sus variantes alom ó rficas ( ador ,
edor , idor y tor) constituyen los principales formadores de agentivos deverbales, los cuales se aplican generalmente
(cf . Lang 1992: 189) para la formació n de nombres de seres animados ( secuestrador , nadador , sabote  r ) y
especí ficamente para la formació n de nombres de profesiones ( empapelador , encuadernador , facturador ) , si bien
también se pueden citar ejemplos de nomenclatura utilizada para designar un equipo instrumental ( destornillador ,
vaporizador , aspirador ) .
77
En los dem ás casos, Nebrija no atiende para nada al proceso de divisió n del nombre primogé nito y de
formación del nombre verbal por adició n de un su o.

175
A los subtipos de nombres derivados de otros nombres pertenecen (idem: 167-172) 1)
los nombres patron í micos, esto es, " aqu éllos que significan hijo , o nieto , 0 alguno de los
decendientes de aquel nombre de donde formamos el patron í mico, cuales son aqu éllos que en
nuestra lengua llamamos sobrenombres " (idem: 167) ( Pérez , Alvarez) ; 2) el nombre posesivo,
78

que es el que " vale tanto como el genitivo de su principal , T significa alguna cosa de las que
se posseen ” (idem: 168) (de Sevilla, sevillano; de cielo , celestial) 79; 3) el nombre diminutivo,
caracterizado por ser " aqu él que significa diminució n del principal de donde se deriva " (de
ombre, ombrezillo‫ ؛‬de muger , mugercilla ) ; 4) el nombre aumentativo , por el que " acrecentamos
alguna cosa sobre el nombre principal de donde se deriva " (de ombre, ombrazo; de muger ,
mugeraza ) ; 5) el nombre comparativo , que es " aqu él que significa tanto como su positivo con
este adverbio mas" ( mejor , peor ) , y 6) el nombre denominativo , definido como " aqu él que se
deriva T deciende de otro nombre, r no tiene alguna especial significació n de aquellas cinco
que diximos arriba " (idem: 169) (de justo , justicia , de mo‫؟‬o, mocedad; de anima , animal) ,
'

definici ó n que el gram ático andaluz (idem: 170-172) amplia y aclara al señ alar que
" denominativos se pueden llamar todos los nombres que se derivan r decienden de otros
nombres‫ ؛‬r en esta manera, los patron í micos, possessivos, diminutivos, aumentativos r
comparativos, se pueden llamar denominativos‫ ؛‬m ás propria mente llamamos denominativos
aqu éllos que no tienen alguna especial significaci ó n " (idem : 170) . Es decir , en el grupo de los
nombres denominativos se incluye todo nombre que no tiene cabida en los subgrupos
anteriores, y dentro de este grupo ocupan un lugar destacado los nombres gentilicios , que son
" aquellos que significan alguna gente " (andaluz , sevillano , espa ñ olyo . Enumera Nebrija los
sufijos que dan origen a estos nombres gentilicios y a los denominativos, ejemplificándolos en
cada caso, aunque rara vez alude a los significados de los mismos. Asi , se ñ ala que los nombres
gentilicios se forman frecuentemente con las terminaciones ano (de Castilla, castellano) , es (de
Aragó n , aragonés ) , -eno (de Cáceres, cacereñó) , -isco (de Navarra, navarnsco ) , -esco (de Fland és,
flandesco) , ego (de Grecia, griego) , etc., y los denominativos con -a (de justo, justicia) , -d (de
bueno , bondad) , al (de rosa, rosal) , -ar (de oliva, olivar ) , -edo (de roble, robledo ) , -oso (de
maravilla, maravilloso ) , -ento (de sangre, sangriento ) , -ado (de rosa, rosado ) , -azo (de cevada,
cevadazo ) , -uno (de vaca , vacuno ) , ero (de hierro , herrero ) , -or (de tundir, tundidor ) , -ario (de
armas, armario) , etc. No obstante, podemos destacar la recomendaci ó n del gram á tico andaluz


Obtenemos, por tanto , un nombre sustantivo derivado de otro nombre sustantivo, si bien Nebrija no alude
a este hecbo.

79
El resultado de la derivació n es un nombre adjetivo, obtenido a partir del genitivo de un nombre
primogé nito sustantivo.
Abora bien , no siempre en espa ñ ol el nombre adjetivo significa lo mismo que el genitivo del nombre
primogé nito sustantivo -en nuestra lengua , dir íamos que el nombre adjetivo significa lo mismo que el sintagma
preposicional encabezado con la preposición de- . Pensemos en el adjetivo materno, -a y en el sintagma preposicional
supuestamente equivalente de la madre. Es evidente que éste es conmutable por el adjetivo en algunos grupos de
palabras, como , por ejemplo, la casa de la madre (" la casa materna "), pero tal conmutaci ón no es posible en muebos
otros, entre los que se encuentra la abuela de la madre , pues con este sintagma liacemos referencia a " la bisabuela "
del individuo de quien liablamos y, si realizásemos la conmutació n {la abuela materna) designar íamos a " la madre
de la madre " del individuo, como distinta o contrapuesta a " la madre del padre " (" la abuela paterna " ).
Consideraciones an á logas podr í an formularse respecto a dorado, -da y el sintagma preposicional de oro.
La observación de Nebrija de que el sintagma de + sustantivo expresa el mismo significado que el adjetivo
correspondiente, en el caso de que éste exista , es señ alada por muebos otros gram á ticos, si bien podr í amos repetir
en cada caso esta misma objeci ó n.

80
A . Gerzenstein (1978: 422) se ñ ala " la incoherencia en la clasificaci ó n de los derivados: 1") Porque enumera
en un principio, a los posesivos, patron í micos, dimbiutivos, aumentativos y comparativos como miembros de la
clase derivados‫ ؛‬luego dice, en cambio, que son miembros de una subclase: los denominativos. 2") Porque incluye
en la clase de los derivados un nuevo miembro -los gentilicios- del cual no hab ía liablado antes ".

176
de acudir a la analog ía en el caso de que tengamos dudas respecto a qu é sufijo es el que puede
dar origen al derivado de un vocablo.

Las especies de nombres sustantivos distinguidas por G . Correas (1627) presentan como
rasgo formal comUn el estar constituidas por nombres derivados, si bien podemos delimitar
entre 1) las que incluyen nombres derivados de otros nombres (aumentativos, diminutivos,
patroní micos o sobrenombres, denominativos y gentilicios o posesivos) y 2) las de los nombres
verbales, participiales y adverbiales, es decir , las de los derivados de una palabra de una
categoría distinta a la del nombre".
Desde el punto de vista formal , G . Correas (op. cit.: 147-148) caracteriza al
patron í mico o sobrenombre como un nombre sustantivo propio que deriva de otro nombre
sustantivo propio (de Sancho, Sanchez) , si bien no menciona los sufijos que dan origen a los
mismos.
En la especie de los nombres denominativos, este autor (idem: 148) incluye a todos
aquellos nombres (sustantivos y adjetivos) que derivan de otros nombres y que, debido a la
variedad de terminaciones sufijales y significaciones que presentan , no pueden ser agrupados
en otras subespecies. Los sufijos que m ás se usan , segUn el maestro Correas, para la formaci ó n
de estos denominativos son a y -ad de los que resultan sustantivos derivados de adjetivos (de
)

xusto, xustizia; de bueno , bondad) -al y -ar (de cuerpo, corporal de cavallo , cavallar ) -edo
'
)
') ')

y -eda (de rroble, rrobledo de fresno , fresnada ) -oso (de codizia, codizioso ) -ento (de hanbre,
'
)
') )

hanbriento ) -adO -azo y -aza (de color , colorado; de porra, porrazo; de mosto , mostaza ) -uno
) )
'
)

(de vaca, vacuno )’ -udo (de vello, velludo) ; -ario (de campana, campanario) ; -ero , del que resultan
)

nombres de oficio (de hierro, herrero )’ -era (de costura, costurera) , y -or (de vi ñ a, viñador ) .
)

Asimismo , se ñ ala Correas (idem: 148-151) que las formaciones mas frecuentes que
suelen presentar los nombres gentilicios o posesivos, es decir, los derivados de nombres de
ciudad , reino o provincia, son -ano (de Kastilla, kastellano) , -es (de Aragon , aragonés ) e - ino (de
Granada , granadino) , si bien pueden hallarse gentilicios que presenten otras terminaciones e
incluso puede darse el caso de la no existencia de gentilicios para designar gentes de diversos
lugares, sustituyéndose esta carencia por el empleo del genitivo del nombre del lugar.
Tratamiento especial le da este autor (idem: 151-152) a la especie de los nombres
verbales, en la que incluye, adem ás de los nombres derivados de verbos, a los nombres
participiales y los nombres adverbiales.
Define los nombres verbales como " los que nazen de verbos " (idem: 151) , y , m ás
concretamente , del infinitivo. Los sufijos o terminaciones sufijales de estos nombres son anza )

-enzia -ura -ienda -enta , -ada , -ida , de los que resultan sustantivos femeninos (de esperar ,
) ) )

esperanza , de tener , tenenzia de andar , andadura de enmendar, enmienda de vender , venta



)
') )
')

de baxar , baxada • de correr, corrida); -on , -ion , que forman sustantivos femeninos o adjetivos
)

activos aumentativos (de comer, comezon• de perder , perdizion )’ -e (de conbidar , conbite )‘
) ) )

- mento - miento (de xurar, xuramento de pensar , pensamiento )’ -ado , -ido (de cuidar ,
)
'
) )

cuidado) ‫ ؛‬-anzio (de cansar , cansanzio )‘ -or (de amar , amor ) -ador , -edor -idor que significan
)
'
) ) )

acci ó n y forman el femenino con -a (de andar , andador, de correr , corredor, de oir, oidor) 82;
-dero , que da lugar a la formació n de adjetivos que llevan el significado de futuro (de llevar ,
llevadero )’ -ero , -era , de los que resultan sustantivos (de colar, coladero; de cortar, cortadera)
)
')

- IZO (de pegar, pegadizo) , y -O que interviene en la formaci ón de sustantivos masculinos con
)

* ‫ ا‬No obstante, bay que apuntar que G . Correas no alude en ningUn momento ni al concepto de derivació n
ni a la distinció n nombre primitivo y nombre derivado ni al proceso de formació n de estos derivados u otros
procesos de formación de palabras como la composició n o la parasí ntesis.
.

82
cf . al respecto lo establecido en n. 76.

177
la misma forma que la primera persona del presente de indicativo (de trabaxar, trabaxo ) . No
obstante, reconoce el maestro Correas tambi é n la posibilidad de encontrar verbos derivados
de nombres (de horro , ahorrar) , si bien en muchos casos podemos dudar si es el verbo el que
deriva del nombre 0 viceversa . Adem ás de esto , alude a que el infinitivo puede hacerse nombre
sustantivo de gé nero masculino, pues es susceptible de ir acompañ ado de articulo y de formar
plural .
Los nombres participiales son los que nacen de participios con las formas -ada - ida ) )

ado , -ido, -ador, -edor, idor, de los que no aparecen citados ejemplos, y los nombres

adverbiales son los que derivan de adverbios, como de sobre, soberano' de contra, contrario )
'
)

de zerca, zercano.
Desde el punto de vista sem á ntico, establece el maestro Correas que 1) los nombres
aumentativos "sinifican cosa grande, i de bulto i proporzion mucho maior que la ordinaria "
(idem: 145) (libron libróte librazo , libracho )‘ 2) los diminutivos significan " la cosa
) ) )

disminuidamente " (idem: 146) (ilibnto l í brete ) • 3) el nombre patron í mico es el " derivado del
) )

propio del padre para sinificar el hixo " (idem: 147) (de Martin , Martinez)' 4) el denominativo )

" naze de otro nonbre " pero estos nombres " no tienen alguna limitada espezie , como las dichas,
i otras conozidas: sino tanta variedad que es casi infinita en terminaziones, i en sinificació n
i calidad " (idem: 148) { xusticia , gordura] y 5) los gentilicios "son posesivos, i sinifican lo
)

mesmo que su primero puesto en genitivo " , por lo que se incluye en esta subclase el nombre
que "sinifica nazion o linaxe de xente, derivado de lugar , ziudad, rreino o provinzia "
Vkastellano , toledano ).
En la Gramática de la Real Academia Espahola de 1771 se denominan primitivos los
nombres " que no nacen de otros de nuestra lengua... aunque estos nombres vienen de la latina,
y otros vengan de otras " y derivados aqu éllos "que nacen de nombres primitivos " (op. cit.: 25) .
Sirvan como ejemplos los nombres terreno terrestre terrenal terru ñ o montesino montero
) ) )
'
) ) )

montería montaraz que derivan de tierra y monte respectivamente. Se mencionan algunos


) ) )

subtipos de derivados (gentilicios o nacionales , patron í micos, aumentativos y diminutivos) ,


aunque no se incluye entre éstos los nombres verbales, deadjetivales, participiales o adverbiales
por proceder de categorías distintas a la del nombre, y tampoco se establecen las bases a partir
de las cuales podemos hablar de derivaci ó n y de nombre derivado , igual á ndose asi al resto de
las gram áticas de la ¿poca . No obstante, sobre los subtipos de derivados admitidos, se se ñ ala
el procedimiento de formació n Unicamente de los patron í micos, que es a partir del nombre
propio del padre, bien cambiando la 0 o yo finales en -ez (de Ordo ñ o , Ordóñez' de PelayO

) )

Pelaez) , aunque se constatan algunas excepciones, bien a ñ adiendo -Z a la vocal final y ez a los
nombres propios acabados en consonante (de Dia, Diaz • de Martin , Martinez:) 8‫ل‬. Por otra
)

parte, aunque se enumeran algunos sufijos derivacionales, se advierte de la dificultad de indicar


todas las terminaciones que pueden llevar los aumentativos y los diminutivos, constituibles
tanto a partir de nombres sustantivos como de nombres adjetivos.
A pesar de no considerarlos derivados, los nombres verbales son definidos, atendiendo
a un criterio exclusivamente formal , como " los que nacen de verbos " (idem: 3٥) (de andar ,
andador andadura andadero andariego ) . Respecto a estos nombres, hemos de apuntar que,
) ) )

aunque la corporaci ó n acad émica que elaboró esta Gramática no se detiene en se ñ alar las
diversas terminaciones, si se apuntan las dudas que presentan los considerados verbales
terminados en -or (amor olor dolor sabor) en el sentido de que, a veces, no se puede delimitar
) ) ) )

83
Sorprendentemente, la Gramática de 1771 considera nombres adjetivos a estos apellidos patron í micos, los
cuales tradicionalmente ven í an siendo considerados nombres propios sustantivos. En este sentido, en la mencionada
obra se afirma: " boy se llaman apellidos patron í micos, pero SOJI verdaderos nombres adjetivos, derivados de
nombres propios primitivos de personas" (op. cit.: 28).

178
con claridad si el nombre procede del verbo {amar , oler doler saber ) o viceversa. ) )

Asimismo , interesa referir la caracterizaci ó n sem á ntica de los subtipos de nombres


derivados. En este sentido, se indica ٩ue a) los nombres gentilicios o nacionales son los
que nacen de nombres primitivos y " denotan de qu é gente, nacion , ó patria es cada uno "
(R. A . E . 1771: 25-26) (de Espa ñ a , Españ ol' de Castilla, Castellano' de Aragon , Aragonés de
) )
'
)

Andalucía, Andaluz' de Toledo , Toledano de Sevilla, Sevillano' de Madrid , Madrileño); b) los


) ) )

nombres patron í micos son los que, derivando de nombres primitivos, " en lo antiguo
significaban filiaci ó n... y hoy se llaman apellidos patron í micos" (op. cit.: 26 y 28) (Alvarez )

hijo ó hija de Alvaro‫ ؛‬Sanchez de Sancho‫ ؛‬Fernandez de Fernando) . Se indican las reglas de
) )

la formació n de estos patron í micos a partir de los primitivos‫ ؛‬c) aumentativos son los nombres
derivados " que aumentan la significaci ó n del primitivo de donde se derivan " (idem: 28) (de
hombre, hombron hombrazO hombronazO hombrachon de muger, mugerona mugerazA '

mujeronaza ,- k ‫ﺣﺼﻢ‬١ jrandon , grandote , jmnclazo , jrandonazoy \os c\n\es se usm


) ) ) ) ) )

denotar elogio , desprecio , desproporció n, corpulencia, tamaño, etc., y d) diminutivos son los
" que disminuyen la significaci ó n de los primitivos de que se derivan " (idem: 28-29) (de
\\d\tte hombrecito , bombrecico , hombrecillo , bombrezuelo., de mfc , mfrcita , njercica١
١

-
mujercilla , mujerzuela , de ddco , chiquito , chiquillo , chicuelo , chiquituelo , chicote , de dda , '

chiquita , chiquilla , chicuela , chiquituela , chicot .


^
،
SegUn V. Salv (183٥: 180-189) , son primitivos los nombres, sustantivos o adjetivos,
que " no traen origen de otros ni de ninguna de las dem ás partes de la oraci ó n castellana " (op .
cit .: 180) , frente a todos los demas, que son derivativos o derivados, comUnmente de otros
nombres (sustantivos o adjetivos) , originando nombres sustantivos o adjetivos (de arbol ,
-
arboleda de Galicia, gallego de mar , marítimo de solo, soledad solitario ) o derivados de
)
') ') ) )

verbos, los cuales se denominan verbales (de amar, amador amante amadO amabilidad) 84. ) ) )

Agrupa las terminaciones sufijales m ás usuales de los derivativos segUn los matices y
significaciones aportadas de modo general por cada una de ellas".
Los nombres aumentativos y diminutivos son tratados por ٠٧ Salvá (idem: 171-179)
separadamente de los nombres derivados y teniendo en cuenta, fundamentalmente, las
variaciones que sufre el nombre primitivo al que se a ñ ade el sufijo dependiendo de si termina
en vocal 0 en consonante. No atiende este autor a la significació n a ñ adida por el sufijo, ya que
ésta es permanente (aumento o disminució n) , si bien se detiene en la formaci ó n de diminutivos
de nombres propios, en la de diminutivos de diminutivos y en la lexicalizaci ó n sufrida por
algunos nombres que empezaron siendo aumentativos.
Por otra parte, V. Salva (idem: 158) emplea el punto de vista sem á ntico , aunado en
ocasiones con el formal , en la caracterizaci ó n de algunas de estas especies distinguibles en el
conjunto de los nombres. Asi, indica que a) es nombre verbal , " el que derivándose de un verbo
expresa su acci ó n como que se da 0 se recibe el efecto de ella, o la aptitud o imposibilidad de .

producirla " (de definir , definidor, definición definible ) b) aumentativo es el nombre que
)
')

84
No alude V. Salva a la existencia de otros tipos de nombres derivados, como por ejemplo, los nombres ,

participiales (derivados de participios) o adverbiales (derivados de adverbios) .

*5 Ahora bien , no son tan exclusivos estos significados que comprendan a todos los nombres que terminan del
mismo modo, y, por otra parte, no tiene en cuenta si el nombre derivado que resulta es sustantivo o adjetivo‫ ؛‬si
tiene su origen en un nombre o en un verbo, y si pertenece a una de las subespecies posibles englobadas en la clase
de los nombres (aumentativos, diminutivos, colectivos, gentilicios, patron í micos, verbales, etc.) . Asi, si atendemos
a los ejemplos que hemos apuntado de nombres derivados, observamos mezcla de nombres derivados colectivos
(de arbol, arboleda ) y gentilicios (de Galicia , gallego ) adjetivos derivados de sustantivos (de mar, marítimo ) adjetivos
) )

derivados de adjetivos (de solo, solitario ) y sustantivos derivados de adjetivos (de solo , soledad) . Por tanto , es posible
afirmar que la clasificació n tiene como base Unica y exclusivamente la significaci ó n señ alada por el sufijo derivativo.

179
" a ñ adiendo ciertas terminaciones al nombre simple de que se deriva , aumenta , generalmente
hablando , su significado " (de caballo , caballón; de perro, perrazo) , y c) diminutivo es el nombre
que disminuye el significado del nombre primitivo del que deriva con ayuda de ciertas
terminaciones (icaballuelo , perrito )! .

En la Gramática de la Lengua Castellana de A . Bello (1847: 59-60) se menciona 1.a


existencia de sustantivos abstractos derivados de nombres y de verbos, a pesar de que algunos
de esos sustantivos no tienen los primitivos correspondientes en nuestra lengua . Entre los
derivados, destacan los colectivos, aumentativos y diminutivos, centr ándose este autor (op . cit .:
86-88) , fundamentalmente, en las significaciones de los mismos y analizando desde el punto
de vista formal só lo las terminaciones de aumentativos y diminutivos. En este sentido , indica
que 1) los sustantivos colectivos son los que significan a) colecci ó n o agregado de cosas de la
especie significada por el nombre del que se deriva [arboleda , caserío ) , si bien hay algunos
colectivos que no se derivan de uno que signifique la especie [ congreso , ejército ) ; b) nUmero
[ millón , docena) , y c) agregació n (colectivos indeterminados) [ muchedumbre , gente ) ; 2) son
sustantivos aumentativos los que envuelven la idea de gran tama ñ o o de alto grado [ilibróte ,
mujerona) , y 3) son diminutivos los que significan peque ñ ez o poquedad (palomita , florecida ,
riachuelo ) . Asimismo , establece que a) las terminaciones aumentativas m ás frecuentes con las
que expresamos la idea de tosquedad o fealdad y la idea de desprecio o burla son -azo , -aza ; -on ,
-ona ; -ote , ota ; -{simo , -{sima (gigantazo , gigantaza ; señ orón , senorona ) y las menos frecuentes
*

son las que aparecen en ricucho (de rico ) , vivaracho (de vivo ) , nubarrón (de nube ) , bobarron y
bobalicón (de bobo ) y moceton (de mozo ) , y b) las terminaciones mas usuales de los diminutivos,
con las que expresamos las ideas de peque ñez, cari ñ o , compasi ó n , desprecio o burla, son -ejo ,
- ‫؛‬
-eja ,- -ete , -eta , - feo , - ica , - dio , -illa , - fto , -Ua\ - nelo , - nela yiorecilla , florecita ( de flor١٠٦ pececillo k
* *

pez١١١ 7 Vas menos nsuAes son -ato , -ata , -el , -ela , -eculo , -écula ١٠ -{culo , -{cula cervato , doncel ,
* *

damisela ) . Se indica que el nombre primitivo puede sufrir variaciones formales cuando se le
‫؛‬
a ñ ade el sufijo.
Por otro lado , este autor define el patron í mico como " un nombre apelativo derivado ,
que significa la calidad de hijo de la persona designada por el nombre primitivo, como
González (hijo de Gonzalo) , Rodriguez 0 Ruiz (hijo de Rodrigo) " (idem: 71) y también
establece (idem: 66) que hay nombres que se aplican a personas o cosas significando el lugar
de su nacimiento o el pais al que pertenecen, que son sustantivos si se aplican a personas e
‫؛‬
lias los persas fueron cencidos por Alejandro , la ٦nda errante de los escitas 7
^ s\ se
‫؛‬
‫؟‬cpYvci ‫ ة‬cosas el traje persiano , la lengua escítica ) .
*

A diferencia de A . Bello , E . Benot (1910: 58 y 67-68) incluye entre los derivados a los
sustantivos aumentativos, diminutivos y despectivos , pues resultan de la adici ó n , a la raí z de
la palabra primitiva, de una serie de terminaciones m ú ltiples y variadas, peculiares para cada
uno de estos subtipos. En este sentido , considera que las terminaciones expresivas de magnitud ;
de desprecio , iron ía 0 desagrado, 0 de afecto, agrado 0 compasi ó n , agregadas al nombre

86
No obstante, nos manifestamos de acuerdo con lo establecido por } . j. G ó mez Asencio (1985: 20), quien
alude a que, de todos los autores de los que se ocupa en su estudio sobre las Subclases de Palabras en la Tradición
Españ ola ( 1771- 1847), ٠٧ Salvá es el que " mejor explica el valor afectivo de los diminutivos (y aumentativos) ". Hasta
tal punto el gram á tico valenciano es consciente de este valor afectivo aportado por los diminutivos que apunta la
posibilidad de llamar estimativos y despreciativos a los nombres que presentan las terminaciones que indican
estintació n y desprecio, respectivamente , si bien, finalmente, se decanta por seguir utilizando las denominaciones
tradicionales.

180
sustantivo , contribuyen a determinar la comprensió n del mismo", ya que aumentan el
nUmero de los rasgos significativos. Por tanto, existen 1) sustantivos aumentativos, que son
aqu éllos cuyas terminaciones expresan la idea de magnitud en lo cuantitativo o de intensidad
en \o anWutwo (JoombrON , bombrOTE , bombrAlO , bombrONAIO , bombrACHON ,
arrogantON ) ; 2) sustantivos diminutivos , que son los que en su terminaci ó n engloban la idea
de peoyieki o ‫ا؟ \*ع‬١‫؟ ھﺔه\غ‬librITO , UbrILLO , librico, ricacbUELO , mucbacbETE) , y
sustantivos despectivos, que son los que llevan en el sufijo la idea de desprecio o iron ía
( sargentON , soldadOTE , mozUELA , tunantILLO , poblACHO , casUCA , casUCHAY * .

De la adopci ó n del punto de vista morfoló gico resulta la menci ó n , por parte de R .
Lenz (1920: 117) , de algunos tipos de nombres derivados« ‫؟‬. En efecto , diferencia el ling ü ista
aleman , en el conjunto de los sustantivos abstractos, entre sustantivos derivados de adjetivos
‫؟‬
o de verbos bondad , blancura , limpieza , escrltura , le antamlento , reduccl ón , pele 7 sustiANOs
^
primitivos abstractos (icarácter, modo, guerra vida , sueno ) . Se ñ ala (op . cit.: 385-387) que al
) ^
grupo de los derivados de verbos pertenecen los infinitivos, que, segUn su significado , son
sustantivos que expresan el concepto del fen ó meno correspondiente sin determinarlo en
ningUn sentido. De este modo, admiten todas las construcciones sustant í vales y todas las de
un verbo , si bien les faltan los caracteres específicos de éste, es decir, la indicaci ó n de la
persona del sujeto, tiempo , modo y voz‫؟‬٥.

SegUn R . Seco (1930: 118-119) , es derivado‫ ' ؟‬el sustantivo en el que, desde un punto

87
Establece E. Benot (1910) en el Arte de Hablar que la comprensión del vocablo sustantivo puede aumentar
1) por la adició n al sustantivo de determinantes simples demostrativos, posesivos y adjetivos o de determinantes
complejos (genitivos, complementos preposicionales, oraciones de relativo) y 2) por las desinencias expresivas de
cualidad , que permiten aumentar la comprensi ó n del sustantivo cambiando las desinencias de gé nero, y por las
terminaciones aumentativas, diminutivas y despectivas. Cf . !.1.2.2. n. 48 y 2.1.4.

88
E . Benot no incluye el subtipo de sustantivos apreciativos, aunque si se ñala la existencia de ciertas
terminaciones indicativas de las ideas de afecto, agrado o compasió n . En este sentido , reproduce la división
convencional de la sufijación apreciativa en diminutivos, aumentativos y peyorativos, si bien los limites entre estos
tres tipos de sufijos no est á n claramente establecidos, pues un mismo sufijo, por ejemplo itO puede ser clasificado
• )

como afectivo, diminutivo o peyorativo , segt'in , fundamentalmente, la intencionalidad con que sea emitido y el
significado lCxico o contenido sem á ntico de la base a la que se a ñ ada. No obstante, aunque es general el rechazo
a esta divisió n tradicional de los sufijos apreciativos, la mayor ía de los especialistas en el tema de la formación de
palabras la mantiene actualmente, pues reconoce su utilidad como marco general para el establecimiento de los
sufijos productivos en espa ñ ol. Cf . en este sentido Lang 1992: 126- 164.
89
R . Lenz no dedica un capitulo o apartado al tratamiento de los derivados. Los subtipos que señalamos aqu í
son mencionados de forma espor á dica y cuando se tratan asuntos totalmente ajenos a la derivació n .

90
Son tres las observaciones que liemos de hacer a la clasificaci ó n de R. Lenz: 1) se incluyen , como ejemplos,
dentro del grupo de los primitivos, dos sustantivos que est á n relacionados con verbos: el sustantivo vida
(relacionado con vivir ) y sue ñ o ( relacionado con so ñ ar ) • 2) observamos una inadecuació n entre la definición que
)

nos ofrece de sustantivo abstracto - el que designa una cualidad o un fen ó meno (Lenz 1920: 117)- y la distinció n
sustantivo abstracto derivado de adjetivo, que, al menos teó ricamente, se corresponde con la categoría l ógica de
la cualidad, o derivado de verbo, que expresa la categor í a lógica del estado pasajero o fen ó meno, frente a sustantivo
abstracto prUnitivo, pues ¿ que sustantivos abstractos se englobar í an aqu í si, de acuerdo con la definición, todos
pertenecen al grupo de los derivados?, y 3) no se establece en ningUn momento qu é criterios (sincr ónico /
diacronico, intralingü istico / procedencia de otra lengua, etc.) se siguen para distinguir entre primitivo y derivado,
ni qué debe entenderse por sustantivo primitivo y por sustantivo derivado.

91
Aplicamos especí ficamente a la clase de palabras sustantivo lo expuesto por R. Seco sobre los procedimientos
generales de formació n de palabras.

181
de vista sincró nico e intralingUistico, es posible distinguir un elemento primitivo , que se
denomina raíz, y un elemento a ñ adido , intercambiable, que es el que realiza la derivació n y
que recibe el nombre de sufijo , si bien , desde un punto de vista diacró nico , hist ó rico o
etimoló gico , estos vocablos que, de acuerdo con lo establecido , consideramos derivados,
pueden ser los verdaderamente primitivos. De este modo , caballo es un sustantivo primitivo,
frente a caballero caballar caballuno, que son derivados del vocablo primitivo y en los cuales
) )

encontramos un mismo elemento comUn , caball ) que ya aparecía en el primitivo , y una serie
de elementos a ñ adidos (-ero, -Iar uno ) que han servido para realizar la derivaci ó n. Enumera
)

el gram ático madrile ñ o los sufijos m ás frecuentes que se encuentran en la formació n derivada
de nombres abstractos que indican cualidad , en la de los sustantivos verbales, posverbales,
aumentativos, diminutivos, despectivos, en la de los que indican profesió n u oficio y en la de
los de sentido colectivo. Distingue tambié n en el conjunto de los sustantivos abstractos (op.
cit .: 12-13) a) los derivados de adjetivos o procedentes de adjetivos -abstractos de cualidad- (de
blanco blancura; de grande grandeza); b) los derivados de verbos -abstractos de fen ó meno- (de
) )

mover movimiento de alabar alabanza) , y c) los que no proceden de derivaci ó n , sino que son
) ) )

nombres primitivos [tluz vida sueno noche ocio) 92.


) ) ) )

En la Gramática de la Lengua Espa ñola de la Academia publicada en 1931 (R. A . E .


1931: 20-26) se establece que es primitivo el nombre que ni procede ni se forma de otro de
nuestra lengua y derivado, el que procede , se forma o deriva de un nombre primitivo mediante
la adici ó n de un sufijo. Por ello , doctor es primitivo y doctorado derivado. Pertenecen a la
)

especie de los derivados, puesto que se obtienen por derivaci ó n sufijal, a) muchos nombres
abstractos; por ejemplo , los derivados de adjetivos; b) los sustantivos verbales , incluibles éstos,
en su mayor í a , entre los sustantivos abstractos y que, segú n se indica, deben englobar en su
significado la acci ó n del verbo del que derivan (de andar , andador andadura andanza de) ) )

Weer , hacedor , hacedero , hacimiento , de raer , raedera , raedor , raedura , raimiento , ‫ ط‬W &Yt١
* *

fundición) 93 , y c) los nombres aumentativos, diminutivos y despectivos o despreciativos , que,


respectivamente, acrecientan el significado del nombre primitivo (hombron mujerona) , lo )

disminuyen [ khombrecillo mujercita ) o incluyen en el la idea de desprecio (vulgacho libracO


) ) )

poetrasto ) . Sin embargo , se observa en este tratado gramatical una inadecuació n , incoherencia
o falta de correspondencia entre esta primera caracterizaci ó n de los nombres derivados, que
responde a una concepció n intralingUistica de la derivaci ó n , y la ulterior distinci ó n formulada
entre (op. cit .: 129-130) a) los derivados formados ya en otras lenguas, especialmente en latin
y en griego [abdicación no es considerado un sustantivo derivado del verbo abdicar sino del )

sustantivo latino abdicationem) , los cuales, si nos ajustamos a las definiciones expuestas,
pertenecer ían a la clase de los primitivos, y b) los derivados que la lengua ha formado a
semejanza de los griegos y latinos, los cuales se ajustan estrictamente a la concepci ó n de
derivaci ó n intralingUistica formulada, por lo que deberían ser considerados propiamente
derivados (de apreciar apreciación ) . En los casos en que se plantean dudas para incluir o
)

clasificar un determinado sustantivo entre los derivados latinos y griegos o entre los
castellanos, se recomienda acudir al diccionario e investigar la etimologí a del sustantivo en
cuesti ó n. Esta incoherencia es igualmente observada en la definici ó n de sustantivo verbal 0
nombre verbal (op . cit .: 22) , pues, tras proponer tal denominació n para los que nacen de

, Al igual que señ alamos respecto a los ejemplos citados por R . Lenz, puede sorprendernos la inclusión en este
1
2

Ultimo grupo de sustantivos como vida sueño , etc., que, si bien no pueden considerarse diacró nicamente derivados,
)

es indudable que est á n relacionados desde el punto de vista sem á ntico con los verbos vivir y sonar , respectivamente.

9
' Sin embargo, si atendemos a los ejemplos que aparecen , junto a los nombres de acción (andanza , andadura ,
hacimiento ) , encontramos nombres de agente ( andador , hacedor , raedor ) , adjetivos derivados ( hacedero ) y nombres
de objetos o utensilios ( raedera , raedura ).

182
verbos, se admite la posibilidad de que ese verbo originario perteneciera a la lengua latina y
no haya pasado a nuestra lengua, lo cual podr ía, hasta cierto punto , justificar el hecho de que
los nombres formados de esos verbos que no han pasado a nuestra lengua no fueran citados
o considerados como derivados. Asi , misión es calificado como nombre verbal procedente de
un verbo latino que no ha pasado a nuestra lengua.
Otra clasificaci ó n de los derivados que figura en la Gramática de la Academia de 1931
(R. A. E . 1931: 131) es la que adopta como criterio base el examen de la clase de palabra que
actUa como vocablo primitivo. Se distingue de este modo entre a) derivaci ón nominal , cuando
el vocablo o sustantivo derivado procede de un sustantivo o de un adjetivo (de canto , cantera;
de blanco , blancura ) y b) derivació n verbal , si el sustantivo tiene como base un verbo (de
)

adorar adoratorio ) .
)

L. Tesni é re (1959: 403- 405) trata el fen ó meno de la derivaci ó n en relaci ó n con el
mecanismo de la translaci ó n , operació n que consiste " a transf érer un mot plein d ’ une cat égorie
grammaticale dans une autre cat égorie grammaticale, c’ est-à-dire à transformer une esp èce de
mot en une autre espèce de mot " (op. cit.: 364) . En este sentido, la derivaci ó n es considerada
como una translaci ó n fijada .
De la adaptació n de la terminología apuntada por el ling üista francés (idem: 366-367)
para describir el proceso de la translació n al conjunto de los sustantivos derivados , resulta que
1) el translativo o " marquant morphologique pour marquer la translation " que opera en la
derivaci ó n es el sufijo‫ ^؟‬-translativo subsidiario invariable-; 2) el transferendo , esto es , " le mot
tel qu’ il se présente avant d ’ avoir subi l ’ opération de la translation " , es el verbo , el adjetivo ,
el adverbio 0 el sustantivo que actUa como base, por tanto , la translaci ó n sera deverbal ,
deadjetival , deadverbial o desustantival, seg ú n sea el transferendo un verbo , un adjetivo, un
adverbio o un sustantivo , respectivamente, y los sustantivos resultantes deverbales,
deadjetivales, deadverbiales o desustantivales, y 3) el transferido, que es " le mot qui a d é jà subi
la translation " , es siempre un sustantivo , por lo que la translació n es sustantival. Son derivados
susuuùvAes acclamation , direction , pression , éclosion , intrusion , remerciement , e٢c٠
Tambi én ‫ ل‬. Roca-Pons (1960: 132-133) establece que es de gran importancia la divisió n
de los nombres (sustantivos y adjetivos) en primitivos y derivados. Respecto a estos Ultimos,
se ñ ala que los nombres pueden ser clasificados como derivados, en unos casos, porque el
.
sentimiento sincró nico del hablante los intuye como tales y , en otros Unicamente porque
hacemos intervenir una serie de consideraciones diacr ó nicas que asi nos lo demuestran . La
derivaci ó n suele realizarse, y esto es lo m ás frecuente, de una categorí a a otra (de misi ó n
(sust .) , misionero (adj.)) , o bien dentro de una misma categoría por modificaci ó n de gé nero ,
nUmero y / o caso (casa casaS 0 en latin dominuS domini ) . Cuando ocurre lo primero,
) ) )

hablaremos de dos unidades l é xicas distintas, a pesar de que una procede de la otra, y , si se da
lo segundo , de variantes de una misma unidad (casa casas ) . Entre un grupo y otro se sit ú an
)

-
Vos aéqexwos ‫؛‬krwsAos eu - ble soportar , soportable-, sufrir , sufrible , beber , bebible)١ pues esumos
^
ante palabras distintas que pueden ser denominadas variables.
En relaci ó n con el tema de la derivaci ó n se presenta la distinci ó n del grupo de los
sustantivos constituidos por los nombres de cualidad y de acci ó n , relacionados formalmente
con adjetivos y verbos, respectivamente. Asi, belleza se corresponde con bello blancura con
'
)

blanco; llegada con llegar temor con temer etc.


'
) )

Señ ala este autor el conjunto de los infinitivos como grupo especial de sustantivos

Para la clasificación de los translativos, véase Tesnié re, 1959: 410.

183
verbales^ .

Asimismo , a partir de la distinci ó n entre nombre y verbo , analiza M . Molho (1975) ,


en el marco de la lingü istica psicomecanica, la gé nesis de los sustantivos deverbales.
Establece este autor que una palabra es verbo si su génesis formal (morfogé nesis)
termina en el tiempo y que es nombre si su génesis formal termina en el espacio. De este
modo , el sustantivo designa los entes discernidos en la primera operaci ó n de la lexigénesis
consider á ndolos fuera de cualquier dimensi ó n temporal , esto es, como si fuesen intemporales.
Igualmente, el aporte llevado a cabo por el adjetivo respecto al sustantivo soporte es nulo en
relaci ó n con el tiempo. Frente a sustantivo y adjetivo, que constituyen el sistema del nombre,
el verbo se caracteriza por implicar el tiempo y representarlo formalmente, esto es, comportar
las marcas del tiempo en la conjugaci ó n . Esto no impide que sustantivos y adjetivos puedan
expresar tiempo (،tiempo hora instante momentáneo , lento ) pero no indican el tiempo en su
) ) ) )

forma . Por tanto , mientras que el nombre (sustantivo y adjetivo) presenta como caracter ística
el ser una palabra de la que el entendimiento -operaci ó n de entendimiento o morfogénesis- se
termina en el espacio , el verbo es la palabra de la que el entendimiento se termina en el
tiempo. La oposici ó n nombre / verbo es la oposici ó n espacio / tiempo.
La conjunci ó n del contraste espacio / tiempo con las dos operaciones constitutivas de
la lexigé nesis -operaci ó n de discernimiento y operaci ó n de entendimiento- permite a M . Molho
establecer cuatro combinaciones , dos de las cuales corresponden , segUn establece, al mecanismo
explicativo de la gé nesis de los sustantivos y verbos heterogé neos, esto es, sustantivos
deverbales y verbos desustantivales. En este sentido, afirma M . Molho que 1) una sustancia
léxica discernida en el espacio ( Ia operaci ó n) y entendida en este espacio en que se ha
discernido (2 a operaci ó n) (discernimiento espacial + entendimiento espacial) es un sustantivo‫؛‬
2) una sustancia léxica discernida en el tiempo ( Ia operaci ó n) y entendida en el tiempo (2 a
operació n) (discernimiento temporal + entendimiento temporal) es un verbo‫ ؛‬3) una sustancia
l éxica discernida en el espacio y entendida en el espacio en que se ha discernido puede ser
transferida al tiempo para el entendimiento formal de dicha sustancia temporal (discernimiento
espacial + entendimiento temporal) , resultando un verbo desustantival ( fusil -* fusilar fuerza
» forzar clavo » clavar forma » formar deformar informar) , y 4) una sustancia l éxica
-)

)
‫؛‬ ) )

discernida en el tiempo y entendida en el tiempo puede ser transferida al espacio para el


entendimiento formal de dicha sustancia temporal (discernimiento temporal + entendimiento
espacial) , resultando un sustantivo deverbal { saltar -* salto‫ ؛‬mirar mirada ) . j

Se ñ ala c. Hern ández Alonso (1984: 433-435) que son nombres derivados aqu éllos que
se forman a partir de otra palabra, que act ú a como base , mediante la adici ó n de sufijos o
prefijos. Desde un punto de vista sincró nico , es posible clasificar los derivados atendiendo a
la clase de palabras de la que proceden. Asi, se constata la existencia de a) derivados nominales,
ya que la base puede ser un nombre, el cual recibe la denominaci ó n de primitivo‫ ؛‬b) derivados
adjetivales, que son aqu éllos que tienen como base un adjetivo‫ ؛‬c) derivados verbales, puesto
que algunos tienen como base un verbo , y d) derivados adverbiales, denominaci ó n de los
derivados en los que actUa como base un adverbio.
Los sufijos derivativos reciben denominaciones específicas segUn la clase de palabras
que resulta de la derivació n , por lo que son nominalizadores si dan lugar a un nombre .
‫او‬
lradicionalmente se define el infinitivo como la forma que el verbo puede adoptar para funcionar como
nombre sin dejar de ser verbo, ya que, como el nombre, lleva determinantes y adjetivos, y, como el verbo , puede
ir acompañ ado de adverbios y de los complementos caracter ísticos del verbo , j. Roca- Pons recoge, por tanto , el
postulado tradicional al incluir los infinitivos en los sustantivos verbales, puntualizando, adem ás, que tienen valor
nominal.

184
adjetivadores si el resultado es un adjetivo , verbalizadores si se obtiene un verbo y
adverbializadores cuando la categor ía resultante es un adverbio . Estos sufijos que cambian la
forma y la categoría de la palabra base añ aden tambié n alg ú n sema o matiz al contenido de
la misma.
Teniendo en cuenta la clasificaci ó n de las palabras que actUan como base y la
clasificació n de los sufijos derivativos, Hern á ndez Alonso expone, de acuerdo con lo
establecido por Cook en su obra Introduction to Tagmemic Analysis , el siguiente gr áfico de las
posibles derivaciones 0 transformaciones internas de las palabras espa ñ olas:

SUFIJOS DERIVATIVOS

1. NOMINA
LIZADORES
- 2. VERBALI
ZADORES
- 3 . ADJETIVA -
DORES
4. ADVERBIA
LIZADORES
-
PALABRAS
BASE ٠NOMBRE( l )٠VERBO(2) ٠ADJETIVO( 3) ‫ب‬ ADVERBIO(4)
1 . NOMBRE DERIVADO DERIVADO DERIVADO DERIVADO
2 2 3 3 1 4 + 4

2. VERBO DERIVADO DERIVADO DERIVADO DERIVADO


2 2 2 2 3 2 -
4 + 4
3. ADJETIVO DERIVADO DERIVADO DERIVADO DERIVADO
3 3 3 -
4 + 4

Podemos citar como ejemplos las formaciones


resignación - nombre derivado (1) : base = verbo (2) - sufijo derivativo = nominalizador (1)
j

[2 1
panadero -> nombre derivado (1): base nombre (1) - sufijo derivativo nominalizador (1)

abaratar
1 >
» verbo derivado (2) : base = adjetivo (‫ )ؤ‬- sufijo derivativo verbalizador (2) [3 -
2 —
‫ج‬
2], e
irritabilidad - nombre derivado (1) : base = adjetivo (3) - sujijo derivativo nominalizador
)

(1) [3 - 1.1].
SegUn Hernandez Alonso , los nombres derivados m ás abundantes son los nominales
(nombres derivados de nombres) y los verbales (nombres derivados de verbos) . En el primer
grupo distingue a) los gentilicios, que son aqu éllos que expresan la procedencia local de las
personas ( espa ñ ol) b) los patroní micos, que se forman sobre el apellido paterno y vienen a
)

coincidir en un gran nUmero de casos con los apellidos‫ ؛‬c) los diminutivos, los cuales expresan
valores afectivos, conativos o imaginativos ( vidita , nenuco) y estan formados con los sufijos
- ito, -ico, -illO - in -uelo y -cito , entre otros‫ ؛‬d) los aumentativos, formados por medio de los
) )

sufijos -on , -ote , -azo -anón , -eton etc., y e) los despectivos , indicativos de afectividad negativa
) )

o peyorativa ( mujerzuela , palacete ) .


Asimismo , sobre los derivados verbales se ñ ala este autor que conservan parcialmente
el significado de actividad o proceso del verbo y que algunos mantienen incluso el aspecto
verbal , a diferencia de los nombres derivados de adjetivos , que son , en su mayor í a, cualitativos
y abstractos (audibilidad blancura ) . )

Los nombres parasint éticos son un subtipo o subconjunto de los nombres derivados
que se caracterizan por estar formados con prefijos y sufijos a la vez ( reconocimiento ) .

185
4.2. ESQUEMATIZACION

E . A . de Nebrija (1492)
Por el accidente de la calidad:
Nombres comunes 0 apelativos (ombre , ciudad rio) y nombres propios { César ,
)

Pompeio )
Por el accidente de la especie:
Nombres primogénitos { monte) y nombres derivados (;montesino , montana ,
montañés , mont ón , montero , montería , montara.z ) . Nueve tipos de
derivados:
Patron í micos ( Perez , Alvarez )
‫د‬

‫؛‬
bseswos semllano , celestial)
Diminutivos { ombrezillo , mugercilla )
‫؛‬
Kumenuiwos ombrazo , mu eraza )
Comparativos { mejor , peor ) ^
Denominativos (incluye los nombres gentilicios) ( justicia ,
-
mocedad , animal , andaluz , sevillano , espaftol
( berlda , entendimiento
^ ^
Participiales {doctor , lection , oidor )
Adverbiales
Por el accidente de la figura:
‫؛‬
soberano , lusano١

Nombres simples o sencillos { padre ) y nombres compuestos { república


portacartas , 'ual ^ én)
#96 Sustantivos concretos { ombre , piedra , árbol ) y sustantivos abstractos {anima ,
gramática )

c. de Villaló n (1558)
Nombres comunes { tabla , madero , hombre) y nombres propios { Pedro , Martin )

‫؛‬۶
G. Correas (1627)
Sustantivos comunes 0 apelativos { varon , muxer , ziudad) y sustantivos propios o
particulares { Pedro , Gonzalo , Polonia )
Nombres aumentativos {libron , libróte , librazo , libracho)
Nombres diminutivos {librito , librete)
Nombres patroní micos o sobrenombres { Sanchez , Martinez )
(
‫؛‬
kvorokivos bondad , corporal , fresnada , campanario
Nombres gentilicios o posesivos { kastellano , aragonés , granadino ) ^
Nombres verbales (incluye los nombres participiales y los adverbiales) { esperanza ,
andadura , corrida -, soberano , contrario , zercano١
Nombres ordinales { un zentenar , un millar )
# Sustantivos concretos { zielo , mar , tierra , onbre ) y sustantivos abstractos {aire , dolor ,
virtud)


Indicamos con el signo M las distinciones que pueden establecerse a partir de las consideraciones expuestas
por cada uno de los autores, aunque no aluden a ellas expl í citamente.

186
R . A . E . (1771)
Sustantivos comunes o apelativos [ ciudad) y sustantivos propios [ Toledo)
Nombres primitivos (tierra monte)
, )

Nombres derivados (iterreno ) terrestre ) terrenal terruñ o montesino; monterO montería


)
'
) ) )

montaraz )
Gentilicios 0 nacionales [ Españ ol Castellano Aragonés )
‫؛‬
) )

httommvcos Ordcmez , Díaz , Sancbez )


Aumentativos [ hombron , hombrazO hombronazO hombrachon ) ) )

ïïvmméios hombrecito , bombrecico , hombrecillo , bombrezuelo


Nombres colectivos (iexército rebañ o arboleda)
٦
‫؛‬
) )

andador , andadura , andadero , andariego


Nombres
Nombres compuestos (icatricofre verdinegro portacartas vayven)
Nombres numerales
) ) ) ^
‫؛‬
CokxÁvos docena , centenar , millar , quartet
‫؛‬
hmvwos mitad , tercio , quinto , diezmo
44 Sustantivos concretos (‫ي‬hombre árbol piedra ) y sustantivos abstractos [ entendimiento
ciencia , ^ irtu
) ) ^ ^ )

^
V. Salva (1830)
Nombres apelativos [ mujer rib) , nombres colectivos [ multitud pueblo rebañ o ) y
) ) )

nombres propios (iMariquita Tajo ) )

Nombres primitivos [árbol Galicia ) y nombres derivados [arboleda gallego )


Nombres ‫\ اًةه‬١‫ س‬0 ‫ ة‬ver٥١ Aes amador , amante , amado , amabilidad) ‫؛‬
) )

Nombres simples [ mu ñidor posibilidad razón sillita sombrerero ) y nombres


‫؛‬
) ) ) )

compuestos barbilampiño , quitasol , bienaventurado


Nombres aumentativos [caballón perrazo ) y nombres diminutivos [ caballuelO perrito)
Nombres numerales
) ^ )

Colectivos ( par decena docena )


) )

Partitivos o distributivos [ mitad tercio cuarto ) ) )

44 Sustantivos concretos [lobo) y sustantivos abstractos [ valent ía )

A . Bello (1847)
Sustantivos propios (.Italia Pedro ) y sustantivos apelativos [ ciudad rio)
) )

Sustantivos apelativos concretos [esfinge feniX centauro ) ) )

Sustantivos apelativos abstractos [ redondeZ temor ) )

Sustantivos derivados
Sustantivos derivados colectivos [arboleda caserío ) )

Sustantivos derivados aumentativos [ilibróte mujerona ) )

Sustantivos derivados diminutivos ( palomita florecilla riachuelo ) ) )

Nombres patroní micos (iGonzález Rodriguez ) )

Nombres gentilicios ( persas escitas ) )

Nombres numerales
MUltiplos (،duplo triplo) )

Colectivos [deceM centenar millar millón)


) ) )

E . Benot (1910)
Nombres comunes o apelativos [ mesa casa coche ) y nombres propios (iCádiz Á frica ) ) ) )

187
Venus )
Nombres primitivos y nombres derivados
Sustantivos derivados aumentativos ( hombron , hombrote , hombrazo ,
hombronazo, hombrachon )
Sustantivos derivados diminutivos (librito , librillo , librico )
Sustantivos derivados despectivos { sargento?1 , soldadote mozuela , tunantillo )
)

R . Lenz (1920)
Sustantivos concretos
Sustantivos comunes o apelativos
Sustantivos gené ricos
Sustantivos individuales
Sustantivos orgá nicos
reino animal
reino vegetal
Sustantivos colectivos
Sustantivos inorgá nicos
natural
construido
Sustantivos de materia
Sustantivos propios
Sustantivos orgá nicos
reino animal
hombres
nombre
apellido
animales
reino vegetal
Sustantivos inorgánicos
natural (astros, continentes, islas, montes, rios, etc.)
construido (ciudades, casas, buques, monumentos, etc.)
Sustantivos abstractos
Sustantivos abstractos primitivos [ carácter modO guerra vida sueno)
) ) ) )

Sustantivos abstractos derivados


Sustantivos de cualidades (derivados de adjetivos) [ bondad blancura )
)

Sustantivos de fen ó menos (derivados de verbos) ( ilevantamiento )

reducción , pelea١١

R. Seco (1930)
Sustantivos concretos [azúcar , perro guante casa)
) )

Sustantivos comunes
‫؛‬
‫»؟‬USMIWOS ‫؟‬£ ïïé‫؟‬tcos silla , isla , ciudad , pais , emperador )
‫؛‬
Susunxwos \éñ <i١n\cs cerdo , na'uío , roble , abeja , sacerdote
^
۶
Susunú vos coVectwos ( piara , ota١ robledo , enjambre , clero
Sustantivos de materia ( cobre , vino sal estañ o , agua )
) )
٦
Sustantivos propios ( Mallorca , Valencia , Italia , Vespasiano )
Sustantivos abstractos
Sustantivos abstractos de fen ó meno ( movimiento , alabanza )

188
Sustantivos abstractos de cualidad (iblancura , grandeza )
Sustantivos abstractos de cantidad o colectivos abstractos
Sustantivos numerales (par , docena , decena , centenar )
Sustantivos indefinidos (grupo , montón , pu ñado , serie , conjunto )
Sustantivos primitivos ( caballo ) y sustantivos derivados ( caballero , caballar , caballuno )
Sustantivos abstractos primitivos ( luz , vida , sueno , noche , ocio )
Sustantivos abstractos derivados
Sustantivos abstractos derivados de verbos (abstractos de fen ó meno)
( molimiento , alabanza)
Sustantivos abstractos derivados de adjetivos (abstractos de cualidad)
( blancura , grandeza )
Sustantivos simples y sustantivos compuestos ( taparrabos , aguardiente , hazmerreír ,
bocacall
^
R. A . E . (1931)
Sustantivos gen é ricos, apelativos o comunes ( hombre , caballo , ciudad) y sustantivos
‫؛‬
ptopvos Antonio , Rocinante , Toledo
^
Nombres primitivos ( doctor) y nombres derivados ( doctorado )
Nombres simples ( coro ) , nombres compuestos (ante-coro ) y nombres parasintéticos
‫؛‬
misacantano١
Nombres concretos ( caballo , pan ) y nombres abstractos ( blancura , estupidez , exactitud)
Nombres colectivos ( docena , ejercito , tropa ) , nombres partitivos ( un décimo , una cuarta )
y nombres m ú ltiplos ( triple , cuádruple)
Nombres ‫؛‬
andador , andadura , andanza)
Nombres aumentativos ( hombron , mujerona ) , nombres diminutivos ( hombrecillo ,
mujercita ) y nombres despectivos ( vulgacho , libraco , poetrasto )

L. Bloomfield (1933)
Nombres propios (John , Chicago ) y nombres comunes
Nombres comunes contables o discontinuos ( house )
Nombres comunes incontables o continuos
Nombres incontables de masa ( milk )
Nombres incontables abstractos ( life)

A . Alonso y P. Henriquez Ure ñ a (1938-39)


Nombres propios ( Córdoba , Santiago , Luis ) y nombres comunes ( rio , hombre , montana ,
espada , cielo ٦
Nombres concretos ( sol , animal , rio , árbol , persona ) y nombres abstractos ( la timidez ,
la locura , la distancia
٠

L . Tesnié re (1959)
Sustantivos derivados ( acclamation , direction , intrusion )

‫ل‬. Roca-Pons (1960)


Nombres simples y nombres compuestos ( bocamanga , limpiabotas , mediodía , claroscuro ,

189
correveidile
Nombres primitivos (misión ) y nombres derivados [ misionero )
Nombres comunes y nombres propios
Nombres concretos y nombres abstractos (،belleza amistad) )

Nombres de acci ó n [coupure) y de agente


Nombres de naturaleza durativa [ vida paseo historia ) y nombres de naturaleza no
) )

durativa [ mesa piedra)


)

R. p. Stockwell, j. D. Bowen y j. w. Martin (1965)


Nombres comunes [ muchacha ) y nombres propios [ Maria )
Nombres de lugar, tiempo, evento, persona, cosa
Nombres de masa [ sand water alfalfa ) y nombres contables [ book room tool)
‫؛‬
) ) ) )

٥١
s om ‫ ؟‬es compuestos abrelatas , cortaplumas , madre patria , compadre
\\
^
É. Benveniste (1966 y 1967)
omtares compuestos ‫؛‬centimCtre , portefeuille , papei moneda , blue -e ed١
^Conglomerados ,

[ meurt de fak monte-end ) )


'air ^
Sinapsias [avion a reaction )

A . Martinet (1967 y 1968 b)


Nombres compuestos (،autopista estrellamar ) )

Nombres derivados (cancioncita elevación )


|
)

F. Marcos Marin (1972 y 1980)


Sustantivos concretos
Sustantivos comunes
Sustantivos gené ricos (¡mesa perro ) )

Sustantivos individuales ( perro pie ) )

Sustantivos humanos
Sustantivos no humanos
Sustantivos colectivos [ enjambre colmena ) )

Sustantivos humanos
Sustantivos no humanos
Sustantivos de materia [ orO plata agua ) ) )

Sustantivos propios [Juan )


Sustantivos antropó nimos
Sustantivos topó nimos
Sustantivos abstractos
Sustantivos cuantitativos
Numerales ( par docena)
‫؛‬
)

\n‫ \؛‬elïïùàos montón , pu ñado


Sustantivos no cuantitativos
١١
De fen ó meno (،abundancia vagancia ) )

De cualidad (،belleza blancura( )

190
‫ ل‬. Alcina Franch y ‫ ل‬. M. Blecua (1975)
Nombres comunes ( perro , mujer , diosa , yegua ) y nombres propios { Diosa )
^ ‫؛‬
Stamkes coVecxwos ejército , regimiento , recua , enjambre , robledo , pinar , alameda 7
nombres individuales ^
Nombres concretos y nombres abstractos o separados

M. Molho (1975)
Sustantivos deverbales { salto , mirada )

c. Hernandez Alonso (1984)


Nombres concretos
Nombres comunes {hombre , mesa )
Nombres colectivos
Humanos
No humanos
Nombres individuales
Humanos
No humanos
Nombres propios
Nombres antropónimos (humanos) { Herrero )
Nombres topó nimos { Rueda )
Nombres abstractos
Nombres abstractos cuantitativos { un ciento , un millar )
Nombres abstractos no cuantitativos
De fenómeno (derivados de verbos) {amor )
De cualidad (derivados de adjetivos) { bondad , alegría , grandeza)
Sustantivos derivados (panadero , irritabilidad) , sustantivos compuestos ( ferrocarril ,
bocamanga , sacacorchos , catalejos ) y sustantivos parasintéticos { reconocimiento)
Sustantivos derivados nominales
Gentilicios {español)
Patroní micos
Aumentativos
Diminutivos { vidita , nenuco )
Despectivos { mujerzuela , palacete )
Sustantivos derivados verbales { resignación)
Sustantivos derivados adjetivales {audibilidad , blancura)
Sustantivos derivados adverbiales

191
4.3. VALORACION Y CRITICA

En casi todas la gramáticas, art ículos y monograf í as de la tradici ó n ling ü istica


consultados que consideran que sustantivos y adjetivos son dos subclases de la clase superior
denominada nombre‫?؟‬, encontramos dos clasificaciones de los nombres: a) la primera de ellas
es la de éstos en nombres sustantivos y nombres adjetivos, y la de los nombres sustantivos en
comunes o apelativos y propios o particulares, y b) la segunda es la de los nombres
(sustantivos y adjetivos) en subtipos o subclases, teniendo en cuenta que los nombres propios
quedan excluidos de esta segunda clasificaci ó n , aunque no se hace referencia a ello en ningUn
momento.
En efecto , segUn E . A . de Nebrija (1492) , el nombre puede ser :
a) Clasificaci ón primera
1. Sustantivo
1.1. ComUn 0 apelativo
1.2. Propio
2. Adjetivo
b) Clasificación secunda
1. Primogénito / Derivado :
- Patron í mico
- Posesivo
- Diminutivo
- Aumentativo
- Comparativo
- Denominativo
Gentilicio
"

- Verbal
- Participial
- Adverbial
2. Sencillo / Compuesto

Por su parte, la divisi ó n elaborada por G. Correas (1627) de la clase nombre es


a) Clasificaci ón primera
1. Sustantivo
1.1. ComUn 0 apelativo
1.2. Propio
2. Adjetivo
b) Clasificación secunda
1. Positivo
2. Comparativo
3. Superlativo
4. Participio
5. Aumentativo
6. Diminutivo

97
Nos referimos, concretamente, a Ja Graéica de la Lengua Castellana de E. A. de Nebrija (1492) , el Arte
Kastellana de G. Correas (1627), la Gramática de la Lengua Castellana que la Real Academia Españ ola publicó en
1771 (R . A. E. 1771) y la Gramática de la Lengua Castellana según Ahora se Habla de V . Salv á (1830) , y bay que
descartar , entre otras, con respecto a las consideraciones que aqu í expondremos, a la Gramática Castellana de c.
de VillalOn (1558) , ya que en esta obra sólo se menciona la división de los nombres (sustantivos y adjetivos) en
comunes y propios.

192
7. Patron í mico o sobrenombre
8 . Denominativo
9 . Gentilicio o posesivo
10. Verbal
- Participial
- Adverbial
11. Numeral
12. Ordinal

Asimismo, de acuerdo con lo establecido por la corporació n acad émica en su primera


Gramática de la Lengua Castellana (R. A . E. 1771) , el nombre se divide en:
a) Clasificación primera
1. Sustantivo
1.1. Com ú n o apelativo
1.2. Propio
2. Adjetivo
b) Clasificación secunda
1. Primitivo
2. Derivado
2.1. Gentilicio o nacional
2.2. Patroní mico
2.3. Aumentativo
2.4. Diminutivo
3. Colectivo
4 . Verbal
3. Compuesto
6. Positivo / Comparativo / Superlativo
7. Numeral
7.1. Cardinal
7.2. Ordinal
7.3. Colectivo
7.4. Partitivo

Por Ultimo , el sistema de clasificaci ó n del nombre de V. Salvó (183٥) podría ser
esquematizado asi:
a) Clasificaci ón primera
1. Sustantivo
1.1. Com ú n o apelativo
1.2. Propio
1.3. Colectivo
2. Adjetivo
2.1. Gentilicio o nacional
2.2. Positivo , comparativo , superlativo
2.3. Demostrativo
2.4. Indefinido
2.5. Relativo
2.6. Posesivo

193
b) Clasificaci ón secunda
1. Primitivo / Derivado:
- De nombre
- De verbo
2. Simple / Compuesto
3. Aumentativo / Diminutivo
4 . Numeral
4.1. Cardinal
4.2. Ordinal
4.3. Proporcional
4.4. Colectivo
4.5. Partitivo o distributivo

La primera observació n ٩ue se presenta al examinar las segundas clasificaciones


expuestas versa sobre la falta de sistematicidad de las mismas por la mezcla de criterios
empleados, que son , fundamentalmente, el morfoló gico y el sem óntico. En este sentido,
consideramos conveniente, ya que nos mostramos de acuerdo con ellas, referir las criticas
apuntadas por j. j. Gó mez Asencio (1985: 13-14) respecto a la clasificaci ó n que figura en la
Gramática de la Real Academia Espa ñ ola de 1771, si bien tales objeciones pueden hacerse
extensibles a las otras gram áticas que examinamos‫*؟‬.
En efecto , este autor califica de " inconsistente " la segunda clasificació n que aparece en
esta Gramática de 1771 por 1) la mezcla de dos criterios para llevarla a cabo: el criterio
morfológico y el criterio sem ántico‫ ؛‬2) el hecho de que todas las subclases no sean definidas
segUn un criterio Unico , sino que se empleen a) el criterio formal derivativo y sem ántico en
los subtipos de nombre derivado , verbal, compuesto y positivo / comparativo / superlativo‫؛‬
b) el criterio formal en la definici ó n de nombre primitivo , y c) el criterio sem óntico en la
caracterizaci ó n de nombre colectivo y nombre numeral. Por tanto , se observa que los puntos
de vista desde los que se lleva a cabo la clasificaci ó n no se excluyen mutuamente entre si y un
mismo nombre puede pertenecer a varios subtipos‫ ؛؟؟‬3) la clasificaci ó n segunda es una
clasificación del nombre y no de las subclases primordiales del nombre (sustantivo y adjetivo),
por lo que aparecen mezclados tanto adjetivos como sustantivos, y ninguno de los subtipos
debe remontarse o ser considerado como perteneciente a la clase nombre sustantivo o a la clase

98
Algunas de las clasificaciones de los nombres comunes propuestas por gramá ticos de la tradición lingü istica
son tambié n objeto de las criticas de I. Bosque (1985) , el cual, aunque desde una perspectiva distinta a la de j. j.
G ómez Asencio (1985) , señ ala que las deficiencias observables en las mismas se deben básicamente a dos problemas:
1) los gram á ticos no se ocupan de averiguar el comportamiento especí fico sint á ctico o formal de tales clases, esto
es, " los correlatos formales, en particular sint ácticos, que demuestren que tales clasificaciones son apropiadas desde
el punto de vista de la teor ía gramatical, ya que no es en absoluto pertinente que lo sean desde el filosófico" (op.
cit .: 75) , y 2) otra dificultad la presentan las distintas ordenaciones internas o jerarqu í as de clases propuestas por
unos y otros. En este sentido, tras pasar revista al tratamiento de las oposiciones a) nombres continuos / nombres
discontinuos; b) nombres abstractos / nombres concretos, y c) nombres singulares / nombres colectivos, manifiesta
su acuerdo con las objeciones de lingü istas estructurales respecto a los problemas que acarrean las definiciones de
naturaleza l ógica o sem ántica de las gram á ticas tradicionales y establece que, puesto que es complicado deducir del
significado del sustantivo su pertenencia a las clases de los continuos, abstractos o colectivos, deben ser las pruebas
formales las que se empleen para establecer la subcategorización del nombre, y para clasificar y delimitar las
unidades y categor í as de la gram á tica.

99
Asi , por ejemplo, el nombre desmontable es a la vez derivado, verbal y positivo.

194
nombre adjetivo sino a la de nombre en general '^, y 4) no se hacen subclasificaciones del
nombre adjetivo ' o'.
Todas estas consideraciones llevan a este autor (op. cit.: 14) a afirmar:
" Tal vez sea más acertado pensar que en realidad no existe tal inconsistencia en esta
clasificación o en otras similares‫ ؛‬quiero decir que lo m á s probable es que estos autores no
pensaran propiamente en clasificaciones, al menos en el sentido en que entendemos hoy este
t é rmino ' °2, sino m ás bien en enumeraciones de las subclases, listas no sistematizadas en las
cuales cada subclase no tiene ninguna relación con las dem ás subclases y si sólo con la clase en,
que está integrada; es decir , en las cuales no hay necesariamente oposición entre las diferentes
subclases, aunque si integración de cada una de ellas en la clase general ".

Sin embargo, el hecho de que en cada gram á tica se esboce un nuevo modelo de
clasificación es interpretado por j. j. Gó mez Asencio , manifestándose en contra de la
aseveració n por él mismo citada, como sí ntoma de la preocupació n de estos gramáticos de
corregir esas clasificaciones anteriores que resultaban insatisfactorias.

Por su parte, j. Alcina y j. M. Blecua (1975: 499) , que incluyen tambié n sustantivos
y adjetivos en la clase superior de los nombres, aunque afirman que no hay criterios para
establecer una delimitación clara y precisa entre ambas clases de palabras 'o, ofrecen una
clasificaci ó n sem ántica de los nombres sustantivos, de la que resulta la inclusi ón de cada uno
de éstos en las subclases de a) sustantivos comunes o sustantivos propios‫ ؛‬b) sustantivos
colectivos o sustantivos individuales, y c) sustantivos concretos o sustantivos abstractos.

Frente a lo que se observa en las obras que consideran que sustantivos y adjetivos
pertenecen a una clase superior de palabras denominada nombre, en el conjunto de las
gramáticas, art ículos y monograf ías que presentan al sustantivo como una categoría lingü istica
independiente o aut ó noma, podemos distinguir aquellos trabajos en los que figuran
clasificaciones de sustantivos más o menos exhaustivas, sistemáticas y opositivas, las cuales son
llevadas a cabo 1) desde un punto de vista exclusivamente sem ántico , como son, por ejemplo ,
las que ofrecen R . Lenz (1920: 76104) , R. Seco (1950: 11) , la Gramática de la Real Academia
en su edició n de 1951 (R. A . E. 1951) , F. Marcos Marin (1972: 121 y 1980: 191) y . c
Hern ández Alonso (1984: 451)‫ ؛‬2) desde una perspectiva exclusivamente sint áctica, que es la

‫ا‬00 Por elfo, españ ol es considerado, por una parte, nombre adjetivo y , por otra , nombre derivado gentilicio;

cuatro es, por un lado, nombre adjetivo y , por otro, nombre numeral cardinal, etc.

101
No obstante, y a pesar de lo señalado por G ómez Asencio, resulta evidente, y asi lo confirman los ejemplos,
que al menos el subtipo de nombre derivado comparativo señalado por Nebrija; los subtipos de positivo,
comparativo, superlativo, participio, numeral y ordinal enumerados por Correas; los de positivo, comparativo,
superlativo, cardinal y ordinal de la Gramática de la R. A. E. de 1771, y los de numerales cardinales, ordinales y
proporcionales delimitados por V. Salvá hacen referencia exclusivamente a los nombres adjetivos y no a los
sustantivos.

102
Indica G ó mez Asencio (1985: 14 n. 2) que en una clasificación propiamente dicha: 'il debe usarse un solo
criterio clasificatorio; (ii) los té rminos incluidos en ella , definidos por un mismo criterio, deben ser mutuamente
excluyentes; (iii) dichos té rminos deben entrar, en algUn sentido , en oposició n entre si". Aunque sin tener nada
que objetar a la obse^ación (critica) formulada por este autor, si creemos necesario señalar que el Unico requisito
que nos parece indispensable para que una clasificación sea v álida es que sus té rminos sean excluyentes, no
importando, por tanto, que se empleen dos o m ás criterios para definir los té rminos o establecerlos.
10J
VCase lo establecido al respecto en 1.1.1.1.2. y 1.5.
104
Sólo indicamos la pá gina cuando las clasificaciones son representadas por el autor en un gr á fico u ordenadas
en un esquema.

195
adoptada , entre otros , por L . Bloomfield ( 1933) en su obra Language , pues realiza una
clasificación de los nombres (sustantivos) ingleses atendiendo a las posibilidades de
combinabilidad de los mismos con los denominados adjetivos limitantes determinadores , si
bien señala , ademas, las caracter ísticas morfol ógicas y sem ánticas de esas clases de sustantivos
distinguidas desde el punto sintáctico; 3) de acuerdo con consideraciones de indole morfol ógica
y sem ántica , que es la que ofrece , por ejemplo , j. Roca- Pons ( 1960) , quien , desde el primer
punto de vista , distingue entre a) nombres simples y nombres compuestos , y b) nombres
primitivos y nombres derivados , y prestando atención al significado delimita , al menos , los
nombres comunes de los nombres propios y los nombres concretos de los abstractos, y 4)
desde los puntos de vista sintáctico y semántico , ya que a) segUn figuren en el sintagma
nominal con determinante o sin é l , R . P . Stockwell , j. D . Bowen y j. w. Martin ( 1965)
diferencian los nombres comunes de los nombres propios; b) atendiendo a las posibilidades que
tienen los nombres de aparecer en una expresi ón en la que podrí a figurar un adverbio de una
clase determinada , establecen estos autores los subgrupos de nombres de lugar , tiempo , evento .
persona , cosa , etc . , y c) la determinaci ó n de si pueden ser medidos en cuanto a volumen 0 en
cuanto a número les lleva a diferenciar los nombres de masa y los nombres contables .

Todas estas clasificaciones se caracterizan por el hecho de que los diferentes autores
intentan acomodar e incluir todos los sustantivos de la lengua en una de las subclases
establecidas .

Otros tratados , gramáticas o monograf í as no presentan una clasificación sistem ática y


opositiva de las clases de sustantivos existentes en la lengua , sino que sus autores se limitan a
distinguir y examinar só lo algunas de las delimitaciones posibles que pueden realizarse en la
clase de palabras sustantivo , fundamentalmente , las que tienen como base un criterio de indole
semántica. En este sentido , A . Bello ( 1847) se ocupa , sobre todo , de las distinciones entre a)
sustantivos propios y sustantivos apelativos , b) sustantivos concretos y sustantivos abstractos
y c) sustantivos derivados colectivos , aumentativos y diminutivos; E . Benot ( 1910) marca una
delimitaci ón entre a) sustantivos comunes o apelativos y sustantivos propios , y b) sustantivos
primitivos y sustantivos derivados , que pueden ser aumentativos , diminutivos y despectivos ,
y A . Alonso y P . Henriquez Ureña ( 1938 - 39) se refieren a la existencia de a) nombres propios
y nombres comunes y b) nombres concretos y nombres abstractos .

Asimismo , menciones esporádicas de Unicamente algunas de las clases de sustantivos


que pueden ser delimitadas encontramos en las obras o art í culos de L. TesniCre ( 1959) , quien
alude a la existencia de sustantivos derivados, ya que entiende que el procedimiento de
formación de palabras por derivaci ón consiste en una translaci ón fijada; É . Benveniste ( 1966
y 1967) , que se ocupa de los nombres compuestos, distinguiendo éstos de los conglomerados
y las sinapsias; A . Martinet ( 1967 y 1968 b) , que analiza la formación de nombres por
composici ó n y por derivaci ón , y M . Molho ( 1975) , el cual , de acuerdo con lo defendido por
la lingüistica psicomecanica , intenta explicar la génesis de los sustantivos deverbales١Q5.

،٥‫ ؛‬Otras distinciones susceptibles de ser realizadas en el conjunto de las obras que hemos consultado podrían
estar basadas en los diferentes tratamientos que se presentan en unas y otras de subclases específicas de nombres
o de sustantivos. Asi, en determinados tratados gramaticales como, por ejemplo, la Gramática de la Lengua
Castellana publicada por la Real Academia Espa ñ ola en 1771 (R . A. E. 1771), la Gramática de la Lengua Castellana
según Ahora se Habla de ٠٧ Salva (1830) , la Gramática de la Lengua Castellana de A. Bello (1847) y el Manual de
Gramática Española de R . Seco (1930) se establece una divisió n entre nombres colectivos y nombres numerales
colectivos, lo que puede ser interpretado como que, para los autores que llevaron a cabo la elaboració n de las
clasificaciones, es más importante, en el caso de los numerales colectivos, el car á cter numeral de estos nombres que
el car ácter colectivo, si bien R. Seco (op. cit.: 13) justifica tal delimitación estableciendo que los numerales

196
De todas las clases de sustantivos citadas por los diferentes autores, hemos centrado
nuestra atenció n en las divisiones propuestas para el conjunto de los sustantivos en a)
sustantivos concretos y sustantivos abstractos‫ ؛‬b) sustantivos comunes o apelativos y
sustantivos propios 0 particulares‫ ؛‬c) sustantivos simples y sustantivos compuestos, y d)
sustantivos primitivos y sustantivos derivados.

Señ ala j. j. Gó mez Asencio (1985: 64) que " la subclase nombre abstracto goza de una
larga vida en la tradici ó n gramatical de Occidente‫ ؛‬Dionisio de Tracia no la conoci ó, pero
Donato , Diomedes y Prisciano ya la incluyeron en su clasificaci ó n del nombre, y desde
entonces no ha dejado de aparecer en los textos gramaticales con relativa asiduidad ".
En efecto , la clasificaci ó n de los sustantivos en concretos y abstractos es una de las mas
habituales y frecuentes en las gramáticas, artículos y tratados que mencionan todas o algunas
de las clases sem ánticas de sustantivos, y , si bien est á ausente, por ejemplo, en el Arte de
Hablar de E. Benot (1910) , quien si divide los sustantivos en nombres comunes o apelativos
y nombres ‫؟‬ropYOM en The Grammatical Structures of English and Spanish <kI ‫ ؟‬. ‫>؟‬tocWe\\١
j. D. Bowen y j. w. Martin (1965) , los cuales, desde el punto de vista sem ántico, distinguen ,
al menos, entre nombres de masa y nombres contables, la clasificaci ó n de los sustantivos en
concretos y abstractos es la primera delimitació n que proponen realizar en el conjunto de los
sustantivos R. Lenz (1920) , R. Seco (1950) , F. Marcos Marin (1972 y 1980) y c. Hernández
Alonso (1984) y la segunda, pues se efect ú a en el grupo de los sustantivos comunes o
apelativos, distinguidos, por tanto , previamente, de los propios, que plantean llevar a cabo A .
Bello (1847) y A . Alonso y p. Henriquez Ureña (1958-59) .
Asimismo , observamos que, aunque determinados autores -E . A . de Nebrija (1492) , G.
Correas (1627) , la corporació n acadé mica que elaboró la Gramática de 1771 y V. Salvá (1850) "

no mencionan expl ícitamente la distinció n o delimitació n entre sustantivos concretos y


sustantivos abstractos, es más, no citan siquiera estas denominaciones en sus respectivas obras,
la posibilidad de realizar esta divisi ó n en el conjunto de los sustantivos se infiere de la
definici ó n de nombre y / o de sustantivo que nos ofrecen , ya que E. A. de Nebrija (op. cit.:
164) afirma que el nombre "significa cuerpo o cosa . Digo cuerpo como ombre, piedra, árbol ')

digo cosa como dios ánima gramática" G. Correas (op. cit.: 122) indica que es sustantivo " el
) )
')

nombre que sinifica sustanzia corporal, o sin cuerpo "‫ ؛‬en la Gramática de la Lengua Castellana
publicada por la Real Academia en 1771 se establece que es sustantivo el nombre " que significa
alguna sustancia corpó rea, ó incorpó rea" , y V. Salvá (op. cit.: 157) , que incluye en la clase de
los nombres (categor ía englobadora de sustantivos y adjetivos) a " las palabras que significan
un ser o una calidad " , afirma que "si el nombre denota un ente o calidad en abstracto es
sustantivo , siendo , por tanto , el primer autor de los que aqu í examinamos que se refiere a que
el sustantivo puede significar una calidad abstracta, esto es, separada del objeto *“ . Y en la
Gramática de la Lengua Españ ola de la Real Academia de 1951 (R . A. E. 1951) , que, frente a
las anteriormente citadas, considera que el sustantivo es una clase de palabras aut ó noma e
independiente y formula una divisió n en el conjunto de los sustantivos en concretos y

colectivos son abstractos y los nombres colectivos son concretos‫ ؛‬en otros tratados, como en el titulado La Oración
y Sus Partes. Estudios de Gramática General y Castellana del lingü ista alem án R . Lenz (1920) , se menciona sólo la
existencia de sustantivos colectivos. Pero también se encuentran obras en las que, bajo la denominación nombre
colectivo, se incluyen nombres colectivos y numerales colectivos, siendo ejemplo de este modo de proceder la
Gramática de la Lengua Española de la Real Academia de 1951.

106
No obstante, j. j. G ó mez Asencio (1985: 64-65) indica que la gram ática de G. M. Jovellanos (1795) es la
primera del periodo comprendido entre 1771 y 1847 en la que aparece la noció n de abstracto como una subclase
del nombre y la primera en la que se reconoce que el sustantivo puede significar una cualidad o calidad abstracta.

197
abstractos (R. A . E., op. cit.: 21) , encontramos que esta delimitación 0 distinci ó n susceptible
de ser realizada en la categorí a sustantivo puede ser deducida también de la definición de esta
categor ía que aparece en la mencionada obra, pues se afirma que el sustantivo "sirve para
designar seres, personas o cosas con existencia independiente, ya en la realidad, ya por
abstracció n o personificació n " (idem: 12).

Ahora bien , a juzgar por las definiciones que figuran en esas gram áticas que no
mencionan la distinci ó n entre nombres concretos y nombres abstractos, esta delimitació n de
la que hablamos parece que puede efectuarse Unica y exclusivamente en el conjunto de los
sustantivos apelativos o comunes y no en el conjunto de los sustantivos propios o particulares,
siendo ésta -la de los nombres en comunes o apelativos y propios o particulares-, precisamente,
la primera divisió n que se propone en todas ellas para el conjunto de los sustantivos.
En este sentido, aunando estas consideraciones con otras expuestas al principio de este
apartado de Valoración critica y teniendo en cuenta, ademas, que, curiosamente, todas estas
obras a las que nos referimos presentan en comUn la inclusió n del sustantivo , junto con el
adjetivo , en la clase superior del nombre, resulta que, segUn lo establecido en estas gram áticas,
el nombre puede ser
1. Sustantivo
1.1. ComUn o apelativo
1.1.1. Concreto
1.1.2. Abstracto
1.2. Propio
2. Adjetivo

Los autores que se refieren explícitamente a que los sustantivos pueden , desde un
punto de vista exclusivamente semántico, ser divididos en sustantivos concretos y sustantivos
abstractos insisten , generalmente, -no asi R. Lenz (1920) , j. Roca-Pons (1960) y ] . Alcina
Franch yj. M. Blecua (1975)- en el carácter independiente y / o real de los seres u objetos que
son designados con un nombre concreto, frente a la no existencia independiente en la realidad
sino sólo en nuestra mente de los seres u objetos a los que se refieren los nombres abstractos.
Estas consideraciones se completan en los tratados gramaticales de A . Bello (1847: 59) ,
R. Seco (1950: 11-15) , Real Academia de 1951 (R. A . E. 1951: 21) , F. Marcos Marin (1972: 120-
121 y 1980: 189-190) y c. Hern ández Alonso (1984452 ‫ ؛‬451- ) con la observació n de que los
sustantivos abstractos denotan cualidades que atribuimos a los seres u objetos reales,
fen ó menos, estados pasajeros 0 procesos considerados separados, independientes 0 abstraídos
mentalmente de los objetos a los que se refieren. De este modo , se justifica que en estas obras,
asi como en las de R . Lenz (192٥: 76) y j. Alcina Franch yj. M. Blecua (1975: 506-507) , que
también contienen el aserto tradicional de que los nombres abstractos son los que designan las
cualidades, atributos, estados pasajeros o fen ómenos considerados abstractamente, figure una
distinció n de indole semántica entre sustantivos abstractos de cualidad y sustantivos abstractos
de fen ó meno , que, morfológicamente, est án derivados de adjetivos y de verbos,
respectivamente.
No parecen advertir, por tanto, que no sólo las cualidades, los fenó menos, estados,
sucesos o eventos pueden ser considerados abstractamente, pues sustantivos como /è, mania )

virtud, etc. no son precisamente nombres concretos, pero tampoco pueden ser incluidos en
ninguno de los dos subgrupos en que se dividen los nombres abstractos desde el momento en
que las gram áticas definen a estos nombres, en lineas generales, como los de las cosas que no
se pueden concebir 0 imaginar como existentes y establecen que a este presupuesto sólo se
ajustan o responden los nombres de cualidades, fenómenos, estados pasajeros y procesos, esto
es, los sustantivos deadjetivales y los deverbales.

198
No obstante, tal deficiencia podría no imputarse a las clasificaciones de sustantivos
propuestas por R . Lenz y R. Seco si se tiene en cuenta que, ademas de la distinci ó n entre
abstractos de cualidad y abstractos de fenómeno , basada en el criterio sem ántico, desde el
punto de vista morfoló gico , estos autores dividen el conjunto de los sustantivos abstractos en
sustantivos primitivos abstractos y sustantivos abstractos derivados de adjetivos o de
verbos١°7.

Adem ás de los abstractos de cualidad y los abstractos de fen ó meno , otro grupo de
sustantivos abstractos distinguido por R . Seco (1930: 11) , F. Marcos Marin (1972: 121 y 1980:
191) y c. Hernandez Alonso (1984: 431) es el de los abstractos de cantidad o abstractos
cuantitativos, constituido por aquellos sustantivos abstractos que indican un nú mero m ás o
menos determinado de objetos de la misma especie, los cuales son subdivididos por Seco y
Marcos Marin en numerales e indefinidos. Ninguno de los tres autores citados observa que esta
subclase de abstractos cuantitativos no se ajusta ni a la definición de sustantivo abstracto
previamente emitida ni a las otras consideraciones formuladas al respecto , sino que m ás bien
parece tratarse de un subtipo de sustantivos delimitado a posteriori, una vez concluida la
definició n de sustantivo abstracto , y que no tiene cabida en ningú n otro conjunto o
subconjunto de la clase de palabras sustantivo.

Para concluir la valoració n critica de los diferentes tratamientos de que es objeto la


distinció n sustantivos concretos / sustantivos abstractos haremos referencia a la ausencia de
definiciones de ambas clases de sustantivos en la Introducción a la Gramática (con Especial
Referencia a la Lengua Españ ola) de ] . Roca-Pons (196٥), quien, tras pasar revista a los criterios
empleados tradicionalmente para la distinción entre unos y otros, encuentra que ninguno de
ellos es totalmente satisfactorio, pues no nos permiten establecer una delimitació n estricta. En
este sentido, ante la imposibilidad de formular una definició n coherente de cada una de estas
subclases, se limita a mencionar una serie de caracteres formales que permitirían identificar a
los sustantivos abstractos.

Salvo raras excepciones, como puede ser el caso de L. Bloomfield (1933: 205), que para
dividir los sustantivos en comunes o apelativos y propios o particulares utiliza un criterio
sintáctico colocacional o combinatorio, ya que atiende a la posibilidad o grado de
combinabilidad de los nombres con los adjetivos limitantes determinadores, los autores
tratados suelen delimitar y definir las clases de los sustantivos comunes y los sustantivos

،
propios de acuerdo con un criterio de naturaleza o de índole semántica, si bien el empleo
unanime de tal criterio por parte de los diferentes gram ticos no implica en modo alguno que
haya uniformidad e identidad en las definiciones dadas por unos y otros 8٥١.

107
La distinción entre sustantivos abstractos derivados y sustantivos abstractos primitivos es el argumento que
expone M * ٠٧ Romero Gualda (1989: 111) para avalar su afirmación de que " la definición de abstracto ha sido y
sigue siendo dificultosa desde un punto de vista gramatical, ya que morfológicamente hay poco de común entre
abuáncia , sufrimiento rendición o aprobación , que son derivados de los verbos abundar , sufrir , rendir o aprobar
)

- -
o los derivados de adjetivos como fresco frescor , frescura- , dulce -dulzura , hoé hondura- , y los sustantivos que no

son derivados: tiempo , miedo , frio , paz , amor , carino , fe , engaño"٠

10
* No obstante, Á. López Garcia (1985), tras aludir al car ácter interlingüístico de la noción nombre propio,
que permite afirmar que se trata de un universal empí rico del lenguaje, afirma que existen una serie de rasgos
" formales", esto es, fonológicos, morfoló gicos, sint á cticos y sem á nticos, intralingü isticos que caracterizan al nombre
propio y lo diferencian del nombre comUn . En este sentido, el profesor de la Universidad de Valencia señ ala que
a) desde el punto de vista fonol ó gico, el nombre propio presenta combinaciones de fonemas que son desviantes

199
En efecto , algunos autores (E . A . de Nebrija ( 1492: 164) , G . Correas ( 1627: 122 y 125 ) ,
la corporaci ón académica que publicó la Gramática de 1771 (R . A . E . 1771 : 4-5) , A . Bello
(1847: 58) , E . Benot ( 1910: 28) , R . Seco ( 1950: 15 - 14) y la comisión de la Real Academia
Española encargada de elaborar la Gramática de 1951 (R . A . E. 1951: 12)) esbozan sus
respectivas concepciones de sustantivo común y sustantivo propio de acuerdo con la
denominada teorí a de la conveniencia"‫ ؟‬, pues las definiciones formuladas de estas clases de
nombres consisten en el establecimiento de que es comUn o apelativo el nombre que
"conviene (E . A . de Nebrija , Gramática de la R . A . E . de 1771 , A . Bello , E . Benot y
Gramática de la R . A . E . de 1951) , "comprehende " (G . Correas) 0 " designa " (R . Seco) a
muchos seres , personas o cosas de una misma clase , especie 0 familia , y propio o particular el
que "conviene " (E . A . de Nebrija , G . Correas y Gramática de la R . A . E. de 1771) , "se pone "
(A . Bello) , " se da " 0Gramática de la R . A . E. de 1951) o " designa " (R . Seco) a só lo un ser ,
persona o cosa individual o determinada , distingui éndola de las demas de su especie o clase .

Otros , sin embargo , proceden siguiendo la teorí a de la significació n , ya que , por el


criterio semántico , definen el nombre propio como el que "sinifica vna cosa singular , o
singular persona " y el nombre comUn como el " que debaxo de vna termination de vna letra
final sinifica muchas cosas de aquel genero " (Villal ón 1558: 14) .
No obstante , V . Salvá (1850: 158) presenta unidas estas dos maneras diferentes de
definir estos sustantivos , pues indica que es apelativo " el que abraza a todos los de la misma
clase 0 especie" (teorí a de la conveniencia) y propio " el que expresa la idea de un individuo
determinado de cualquier especie" (teorí a de la significació n) .

El tercer grupo es el de los autores que diferencian y definen estas dos clases de
sustantivos en términos de la oposición denotaci ón / connotaci ón"٥. En este sentido , tanto

de la norma de la lengua y que no se encuentran en los nombres comunes ( Bucarest Popocatepelt Huayna Capac);
) )

b) desde el punto de vista morfol ógico, los nombres propios presentan alternancias formales de género y de nUmcro
que no se reflejan en la concordancia con otras unidades del sintagma , expresión o texto en los que aparecen ( todo
/ toda Sevilla se volco para recibirle , las Canarias es / son un archipiélago' c) desde el punto de vista sintáctico, el
)

nombre propio, frente al nombre comUn , no recibe la incidencia de sustantivos apositivos especificativos o de
‫؛‬ ^ ^ -
‫ةل‬١‫ةد‬١‫ ةة \ ل‬tekbrn Testiém Felipe II, ٣ de España , peto *Felipe II ٢ de España , Felipe II, que fue rey de Espa ñ a ,
pero *Felipe II que fue rey de España ) , y d) desde el punto de vista semántico, se observa que los nombre propios
est án especializados para ciertas restricciones clasem áticas, de tal modo que, por ejemplo, Juan y Maria designan
preferentemente personas y Puebla y Villarreal, lugares.
Del examen de estas características "formales " que caracterizan a la clase de los nombres propios y la
diferencian de la de los nombres comunes deduce el autor citado que el nombre propio vale por una palabra que
se comporta como una oración o que se articula oracionalmente, pero que presenta rasgos fonol ógicos,
morfológicos, sintácticos y sem ánticos contrarios a los de los modismos o frases hechas, que son considerados
tambiCn oraciones o frases que valen por una palabra , aunque, por tener caracter ísticas t ípicas de las palabras, se
estudian, a diferencia de lo que ocurre con el nombre propio, desde el punto de vista de la estrtrctura de la palabra
y no desde el punto de vista de la estrtictura de la oración.
El an álisis pormenorizado de las afirmaciones que hemos sólo esbozado conducen a Á. López Garcia (op.
cit.: 51) a la aserción de que " el nombre propio es fundamentalmente una categor ía sint áctica que se define como
inverso gramatical del modismo, esto es, una palabra articulada en forma de oració n paradigm á tica de lengua ".

109
Empleamos esta denominación en el sentido propuesto por j. j. G ó mez Asencio (1985: 50-51) .
uo Llamamos denotació n a " la relació n que vincula una forma lingü istica con una clase de objetos del mundo
observable; esta forma tiene la propiedad de evocar , en el uso de la lengua , la clase de objetos por ella denotados.
(...) es, pues, el aspecto del sentido que implica salir de la lengua misma para vincularla con el mundo" (Mounin
1982, ‫ دا‬reimpr.: 54) , mientras que la connotación se refiere al "conjunto de los valores afectivos de un signo, el
efecto no denotativo que éste produce sobre el interlocutor o sobre el hablante, todo aquello que un t é rmino es
capaz de evocar , sugerir , excitar , implicar de manera neta o imprecisa " (op. cit.: 45) , o dicho con otras palabras .
200
A . Alonso y p. Henriquez Ureñ a (1938-39 , II: 37-39) , que siguen lo establecido desde
presupuestos de indole exclusivamente l ó gica porj. s. Mili , como F. Marcos Marin (1972: 120-
121 y 1980: 189) , j. Alcina Franch y j. M. Blecua (1975: 500-504) y c. Hernandez Alonso
(1984: 432) coinciden en la consideración de que el sustantivo comUn tiene significado y es
connotativo , ya que al designar un objeto dice qu é es y se ñ ala sus cualidades, es decir , lo
connota, mientras que el sustantivo propio carece de significado y es denominativo, esto es,
particulariza e individualiza al objeto que nombra sin indicar ni notas ni cualidades ni
atributos de los referentes designados.
Difiere de Csta la caracterizaci ó n de sustantivo comUn y sustantivo propio que defiende
O. Jespersen (1924: 65-71) , quien, frente a la tradició n gramatical , postula que, para determinar
las diferencias entre ambas clases de sustantivos, hay que situarse no en la perspectiva del
hablante sino en la del oyente y analizar la manera en la que éste entiende el nombre propio.
Procediendo de este modo , resuelve el lingü ista danés que, en un contexto o situaci ó n
discursiva específica, el nombre propio puede connotar atributos o cualidades del ser, persona
u objeto que denota. Por tanto, la diferencia entre estas dos clases de sustantivos es de indole
cuantitativa, ya que el nombre propio connota en un determinado contexto un mayor nUmero
de cualidades o rasgos distintivos que el nombre comUn.
Una teor ía sobre la distinció n sustantivo comUn / sustantivo propio que concilia estas
dos tesis aparentemente opuestas es la de j. Roca-Pons (1960: 129-130) , quien , tras examinar
lo establecido por los autores mencionados, concluye que, en cierto sentido, ambas posturas
contienen parte de verdad, ya que la oposició n sustantivos comunes / sustantivos propios
consiste en que los primeros se aplican a seres, personas u objetos de la misma clase, mientras
que los sustantivos propios, que no definen una clase especial de seres, personas u objetos,
cuando , en un determinado contexto , designan a un ser, persona u objeto particular o
individual de una clase determinada, son m ás ricos en la indicaci ón de notas características que
los nombres comunes.

Respecto a los autores que definen sustantivo comUn y sustantivo propio en té rminos
de las teorías de la conveniencia o de la significació n , es preciso puntualizar que la simple
observaci ó n de las caracterizaciones formuladas de ambas clases de sustantivos permite afirmar
que para estos autores los sustantivos comunes y los sustantivos propios " convienen 0
"significan " de la misma manera, radicando la diferencia entre ambas clases en el ámbito de
aplicabilidad (a uno o a muchos) de lo indicado, esto es, lo " convenido " o lo "significado " , por
el sustantivo.

Ahora bien , realmente, habría que plantearse si la teoría de la conveniencia y la teor ía


de la significació n son distintas o, por el contrario, podr ían reducirse a una sola, siendo, en
este sentido , significativa la definició n de sustantivo apelativo del gram ático venezolano A .
Bello (1847: 58) , ya que, tras se ñ alar que sustantivo apelativo es el que "conviene a todos los
individuos de una clase, especie o familia " (teoría de la conveniencia) , ahade: "significando su

"la asociación extrasem ántica


٩ue١ sin alterar el concepto connotado, lo enriquece con otros valores. La
connotación, creando una especie de halo de sentido sin margenes netos, es particularmente sensible a las
variaciones locales, temporales, sociales y personales" (Cardona 1991: 60). Asi, por ejemplo, el sustantivo noche
puede ser definido como opuesto a día esto es, como el intervalo existente entre el amanecer y la puesta del sol,
)

etc. (denotació n) , pero puede implicar tambié n , para algunos locutores y en determinados contextos, la connotación
"tristeza ", "duelo" , etc. Del mismo modo, rojo, que denota un color, connota en algunos contextos el peligro. Estos
ejemplos aparecen citados en Dubois et alii 1973: 176.

201
naturaleza o las cualidades de que gozan " (teor í a de la significació n) "' .

Lo que si es evidente es que todos los autores tratados, de cualquiera de los tres grupos
distinguidos, basan sus definiciones de sustantivo propio o particular en la unicidad del
referente. No obstante, en la Gramática de la Lengua Castellana de la Real Academia publicada
en 1771 (R. A . E . 1771: 4-5) , en el Manual de Gramática Española de R . Seco (1950: 14) y en
la Gramática de la Lengua Española publicada por la Academia en 1951 (R. A . E. 1951: 12) ,
se alude al hecho de que, a pesar de la definici ó n formulada, muchos seres, personas, ciudades,
etc. pueden tener el mismo nombre propio , lo que se resuelve en la primera gram ática
académica mencionando que asi se explica que se ahadan denominaciones específicas a los
nombres de los pueblos que coinciden en el nombre propio ( Xerez de la Frontera Xerezde los )

Caballeros) y que nos refiramos a las personas citando sus apellidos o sobrenombres.
Por su parte, R. Seco y la corporació n académica que elabor ó la Gramática de 1951
incluyen al respecto observaciones anaiogas a las que también figuran en los tratados
gramaticales de E. Benot (1910) y o. Jespersen (1924) , en el sentido de que hacen referencia
a que es en un contexto especí fico o en una situaci ó n comunicativa o discursiva determinada
donde se observa que el nombre propio designa por si mismo y sin ulteriores determinaciones
a un ser, persona u objeto concreto que, para el oyente, no debe resultar confundible con
ningUn otro. En este sentido , es destacable la definició n de sustantivo propio del lingüista
gaditano E. Benot (op. cit .: 28) , que establece que es de esta clase el nombre del ser "que
resulta individualizado por su simple y sola enunciación ""2.

Asimismo , antes de finalizar la valoració n de las consideraciones expuestas sobre la


delimitació n y definiciones de sustantivos comunes o apelativos y propios o particulares,
hemos de mencionar que son muy pocos los autores que analizan la repercusió n o reflejo
sint áctico de esta distinció n semántica de los sustantivos en las dos clases señ aladas. En este
sentido , sólo c. de Villal ó n (1558: 14) , E . Benot (1910: 28) y la Gramática de la Real Academia
de 1951 (R. A . E. 1951: 12) , de modo anaiogo a lo establecido posteriormente, en el marco del
estructuralismo lingüístico, por E. Alarcos Llorach (1967: 255), aluden a la equivalencia
situacional o discursiva entre sustantivo propio y sustantivo com ú n determinado por un

Ill
j. j. Gómez Asencio (1985: 51) , por su parte, determina que realmente, en el fondo, sólo hay una teor ía:
la de la significació n . Se basa para defender tal consideración a) en la definición del té rmino convenir que figura
en el Diccionario de Autoridades , que permite entrever una alusió n al significado, y b) en el hecho de que
determinados autores defienden , al igual que en el caso aqu í citado de A. Bello, a la vez las teorías, que parecen
ser incompatibles, de la conveniencia y de la significación .

112
También E. Coseriu (1982‫ اد‬l ¡ reimpr., b) analiza la interpretación tradicional de nombre propio basada en
la unicidad de lo designado. En este sentido, afirma que la diferencia entre nombres comunes y nombres propios
no hay que fundamentarla en el n ú mero de objetos, ya que, aunque existen nombres propios un í vocos, hay muchos
que no lo son, lo que implica que la univocidad no puede tomarse como rasgo para la definición de los nombres
propios. Ahora bien, segUn el lingü ista rumano, hay que distinguir entre nombres multivocos y nombres
plurivalentes o universales, ya que los nombres propios (Juan Roma , Londres ) no se emplean , como los nombres
)

comunes, con el mismo sentido para objetos diferentes, es decir, " los entes a los que ellos se aplican no constituyen
una extensión correspondiente a una intensió n , sino que cada uno de ellos forma por si solo una extensión separada
que corresponde a una intensió n separada y distinta " (op. cit .: 268). De este modo, aunque ‫ ﺳﺒﺮ‬, Roma y Londres
sean materialmente idé nticos y sean nombres de varios objetos, corresponden a uno solo en el momento en que
son empleados por el hablante y entendidos por el oyente. Por tanto , " los nombres propios pueden ser multivocos ,
pero son siempre monovalentes".
Del mismo pareceres Ma V. Romero Gualda (1989: 105) , quien también plantea una distinción entre los
conceptos univocidad y monovalencia . Por ello, sostiene que los nombres propios pueden ser multivocos pero son
monovalentes en el acto del habla , pues "se aplican .inequ í vocamente en un contexto o situación dados- a una
persona determinada ".

202
articulo , adjetivo demostrativo , adjetivo calificativo , etc., ya que de este modo se consigue que
el sustantivo comUn determinado se refiera, al igual que ocurre con el propio, a un ser ,
persona u objeto concreto y específico que se distingue de cualquier otro.

Casi todos los autores que establecen una distinci ó n o delimitaci ó n entre nombres 0
sustantivos simples y nombres o sustantivos compuestos -se exceptUan de lo que expondremos
los lingü istas franceses É. Benveniste (1966 y 1967) y A . Martinet (1967 y I 968 b u- limitan
su tratamiento de la composici ó n nominal al ambito de los llamados compuestos ortográficos
۶
0 estrictos (Lang 1992: 91) , tambié n denominados lexias compuestas (Pottier 1969: 26 y
Urrutia cá rdenas 1978: 196-203) y compuestos por yuxtaposició n (Alvar Ezquerra 1993: 29) ,
es decir , se ocupan Unica y exclusivamente de las estructuras formadas por dos o m ás unidades
l é xicas fusionadas gráficamente.
Por tanto , no observan que, tal como figura, por lo general , en la mayor ía de los
tratados, art ículos y monograf ías sobre formaci ó n de palabras'", también son compuestos
" todos aquellos sintagmas cuyos constituyentes no est án gráficamente unidos pero que, sin
embargo , constituyen una unidad sem ántica y mantienen relaciones sint ácticas semejantes a
las que presenta una estructura frástica u oracional " (Lang, op. cit.: 92) . En este sentido,
responden al procedimiento léxico de formaci ón de palabras por composici ó n los llamados
compuestos sintagm áticos, que engloban a a) los denominados compuestos preposicionales
(Lang , idem: 92-103 y 118-122) , sinapsias (Alvar Ezquerra , op. cit.: 22-24 y Benveniste 1966:
172-177, quien , sin embargo, no considera que las sinapsias sean composici ó n ) o lexias
complejas (Pottier, op. cit.: 26) , esto es, la unió n de al menos dos unidades léxicas (nombres
o nombres y verbos) mediante un juntor , enlace preposicional o preposici ó n , que da como
resultado un sintagma referido sem á nticamente a un objeto de la realidad o a un concepto.
Svrvaxv como c١emp\os fos formáis traje de luces , olla a presión , toque de queda y olpe de
"

estado. Un subtipo de los compuestos preposicionales lo constituyen las construcciones que ^


autores como Ma V. Escandell Vidal (1995: 45-46) han denominado a veces grupos nominales
de clase, por ejemplo , bata de cola y coche de bomberos, es decir, "secuencias que se comportan
como si fueran unidades simples, no só lo sem á nticamente, sino tambi én sint ácticamente, de
modo que no admiten f ácilmente la presencia de otros modificadores del nUcleo interpuestos "
(Escandell Vidal , op. cit.: 45) , y b) los llamados compuestos sintagm áticos binominales,
compuestos libres (Lang, idem: 92-105 y 113-118) , lexias complejas (Pottier , idem: 26) 0
compuestos por disyunci ó n (Alvar Ezquerra , idem: 24-27)"5, en los que participan dos
unidades independientes de car ácter nominal (sustantivos y adjetivos) -la primera es la
denominació n y la segunda es la especificaci ó n de la primera- que no se han soldado
gr á ficamente, aunque la lexicalizaci ó n del conjunto ya se ha producido , constituyendo una
prueba de la misma el que estos compuestos designen un solo objeto. Son ejemplos de
compuestos sintagm áticos binominales las formaciones hombre rana tinta china y noticia )

bomba entre otras. Pertenecen a este grupo los llamados compuestos por contraposici ó n ,
)

denominació n que reciben las formaciones , generalmente integradas por dos adjetivos, en las
que los dos elementos que participan en ella se escriben unidos mediante un gui ó n como , por

113
Expusimos el tratamiento de la composición por parte de A. Martinet en 4.1.

lH
Cf . al respecto Lang 1992, Alvar Ezquerra 1993 y Ramos 1993, entre otros.

115
Por su parte, H. Urrutia Cá rdenas (1978: 195- 203) incluye también los denominados compuestos
sintagm á ticos, preposicionales y binominales o libres, en el conjunto de las lexias compuestas, que diferencia de
las llamadas lexias textuales (cf . sobre la distinción , op. cit.: 203-205).

203
¿ettv >\o franco- prusiano , relación sintactico-sew¿ntica prueba qu ímico-fí$ica١ ele .116
١ ‫؛‬ ١ ١

La ausencia de toda consideraci ó n respecto a los compuestos sintagm áticos en la


mayor í a de los tratados examinados que distinguen entre nombres o sustantivos simples y
nombres o sustantivos compuestos, concretamente, en la Gramática de la Lengua Castellana
de E . ٠٨ de Nebrija (1492) , la Gramática de la Lengua Castellana publicada por la Real
Academia Españ ola en 1771 (R. A . E. 1771) , la Gramática de la Lengua Castellana seg ún Ahora
se Habla de V . Salv á (1830) , el Manual de Gramática Espa ñ ola de R . Seco (1930) , la Gramática
de la Lengua Española de la Real Academia de 1931 (R . A. E. 1931) , la Introducción a la
Gramática (con Especial Referencia a la Lengua Española) àe V ‫؛‬voa-‫؛‬o ‫ \؟‬s ‫ \ا‬%‫ة‬١١ Tbe
Grammatical Structures of English and Spanish de R. p. Stockwell , j. D. Bowen y ] . w. Martin
(1965) "? y la Gramática Funcional del Español de c. Hern ández Alonso (1984) , constituye
una falta aUn mas grave si, ademas, tenemos en cuenta que, como afirma M. F. Lang (1992:
93) , " la composici ó n en españ ol puede caracterizarse como un proceso con un marcado
carácter sintagmático en detrimento del criterio ortográ fico " "‫؟‬.

Por otra parte, el anaiisis de las definiciones de nombres simples y / o nombres


compuestos que nos ofrecen los autores citados nos permite establecer una distinci ó n entre a)
aqu éllos que atienden Unica y exclusivamente a un criterio de naturaleza morfoló gica a la hora
de formular las correspondientes caracterizaciones, que consisten , por tanto , en la indicaci ó n
de que los nombres compuestos "se componen " o "se forman " de dos o m ás palabras o
dicciones, enteras 0 con alguna mutació n , frente a los nombres simples, que son los que
constan de una Unica palabra , vocablo o dicció n . Se incluyen en este apartado la comisi ó n
acad é mica que elaboró la Gramática de 1771 (R. A . E. 1771: 31) , V. Salvá (1830: 138) , R . Seco
(1930: 119) , la corporaci ó n de la Real Academia que hizo la Gramática de 1931 (R. A . E. 1931:
21) y R . p. Stockwell , j. D. Bowen y ] . w. Martin (1965: 60-62) , y b) los autores que para
definir sustantivo simple y sustantivo compuesto tienen en cuenta consideraciones de indole
morfoló gica y sem ántica, destacando en este sentido las definiciones de nombre "sencillo "
- " aquél que no se compone de partes que signifiquen aquello que significa el entero "- y nombre
compuesto - " aqu él que se compone de partes, las cuales significan aquello mesmo que significa

116
En cualquier caso, el problema que se plantea es determinar cuándo estamos ante un auténtico compuesto
sintagm á tico y cuando ante un sintagma o construcción " libre", producto de la creaci ón del hablante. En este
sentido, se han apuntado una serie de criterios para determinar el car ácter lé xico y de compuestos de este tipo de
sintagmas, que consisten , fundamentalmente, a) en el establecimiento de su referencia con otras lenguas en las que
sus equivalentes aparezcan como morfemas simples 0, al menos, como unidades ortogr áficas (el compuesto
sintagm ático preposicional espahol ojo de buey presenta como equivalente en ingl és el t é rmino porthole y los
compuestos binominales espaholes huelga patronal , fecha limite y llave inglesa , por ejemplo, se traducir ían por
lockout , deadline y spanner , respectivamente); b) la determinación de la frecuencia de uso de una estructura
sintagm ática ; c) el an álisis de las alternativas "sinon í micas" dentro de la misma lengua , que han de ser unidades
-
ortogr á ficas ( ojo de buey es " sin ó nimo " de portilla) , d) sem ánticamente, el compuesto debe presentarse como una
unidad semántica coherente referida a nuevos conceptos u objetos, y e) sint ácticamente, la cohesió n interna del
compuesto tiene que rechazar la inclusión de modificadores o determinadores como, por ejemplo, el articulo
-
determinado delante del segundo elemento del compuesto (agencia de viajes, *agencia de los viajes , olla a presión , olla
- - ‫؛‬
‫ ع‬lo presi ón , bolet ín meteorológico , *bolet ín altamente meteorológico , don de gentes , *don de muchas gentes

Sobre los criterios referidos, vé ase Urrutia Cá rdenas 1978: 206-211; Lang 1992: 91-95, 118 - 120 y 125, y
Alvar Ezquerra 1995: 25.
117
Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos autores citan ejemplos de compuestos sintagm á ticos
binominales cuando hacen referencia a la estructura nombre + nombre de los compuestos.
11 *
Además, en otro lugar (op. cit.: 115) , señ ala que "dado que el espa ñ ol se muestra reacio a admitir compuestos
nominales ortogr á ficos, estas formaciones (los compuestos sintagm á ticos binominales) resultan significativas desde
el ptinto de vista Íóxico".

204
el entero "- formuladas por E . A . de Nebrija (1492: 175) .

Asimismo , si tenemos en cuenta los criterios morfol ó gicos y sem ánticos propuestos
tn casi todos los trabajos sobre formaci ó n de palabras para analizar los compuestos
ortogr áficos"‫؟‬, que consisten , fundamentalmente, en la determinaci ó n de a) la categor ía
gramatical de los elementos integrantes del compuesto‫ ؛‬b) la categorí a gramatical del resultado
final‫ ؛‬c) las relaciones sintácticas y sem ánticas que mantienen entre si los elementos
constituyentes, y d) si alguno de los elementos que integran el compuesto , 0 bien los dos, est án
o no utilizados no con su significado real sino con uno figurado 2١Q, resulta que, teniendo
presente la consideraci ó n de que só lo nos referimos a lo establecido por los autores respecto
a los compuestos que son de la categor ía ling ü istica sustantivo ¿!, prácticamente todos los

autores - no hay referencias en la Gramática de la R . A . E . de 1951- examinan y enumeran las
diferentes estructuras que pueden presentar los nombres compuestos, que son 1) las de dos
nombres, verbo y nombre, dos verbos, verbo y adverbio , y preposici ó n y nombre, segUn E .
A . de Nebrija (1492: 175)‫ ؛‬2) las de dos sustantivos, sustantivo y adjetivo, verbo y nombre,
verbo y adverbio , preposició n y nombre, y dos verbos y conjunci ón , de acuerdo con lo
establecido en la Gramática de la Lengua Castellana de la Real Academia Españ ola de 1771
(R . A . E . 1771: 51)‫ ؛‬5) dos nombres, verbo y nombre, adverbio y nombre, preposici ó n y
nombre, dos verbos, dos verbos y un pronombre‫ ؛‬verbo, pronombre y adverbio‫ ؛‬tres verbos,
un afijo y una conjunci ó n , o nombre y alguna de las denominadas partículas componentes
para V. Salvá (1850: 158) ‫ ؛‬4) dos sustantivos, un adjetivo y un sustantivo, y un verbo y un
sustantivo , seg ú n R. Seco (1950: 127)‫ ؛‬5) dos sustantivos, un verbo y un sustantivo , un
sustantivo y un adjetivo , como establece j. Roca-Pons (1960: 151) ‫ ؛‬6) verbo y nombre, dos
nombres, un nombre y un adjetivo , y relator + nombre (o nominal) para R. p. Stockwell , j.
D. Bowen y j. w. Martin (1965: 60-62) , y 7) dos nombres, adjetivo y nombre, verbo y
nombre, y verbo y adverbio , entre otras, segUn c. Hern ández Alonso (1984: 455) . Asimismo ,
só lo R . Seco (1950) , j. Roca-Pons (1960) y c. Hern ández Alonso (1984) formulan
observaciones respecto a las relaciones sintácticas y sem á nticas que se instauran entre los
elementos del compuesto, que consisten en 1) la indicació n , por parte de R. Seco (op. cit .: 126-
127) , de que los dos t é rminos del compuesto se unen por yuxtaposició n, aunque hay veces en
las que se produce alguna alteració n o modificaci ó n del primero de los elementos, si bien el
sentido que expresa el compuesto es el de la coordinaci ó n gramatical de lo que expresan los
elementos inlegrantes‫ ؛‬2) la distinció n de j. Roca-Pons (op. cit.: 151) , atendiendo a la relaci ó n
que une los componentes, entre compuestos copulativos, compuestos determinativos y
compuestos iterativos, y 5) la observaci ó n de c. Hern ández Alonso (1984: 455) de que hay
compuestos formados por nexus (SN + SV) y compuestos formados a partir de una aposici ó n .

Por tanto , son obvias las razones por las que consideramos que el tratamiento m ás
adecuado del procedimiento de formaci ó n de palabras por composici ón es el que nos ofrece
É . Benveniste (1966 y 1967) , si bien hemos de señ alar que el an álisis y la clasificaci ó n de los
nombres compuestos realizados por el autor francés nos parecen deficientes, al igual que los

‫ ا‬19 Véase sobre este aspecto, entre otros, Alvar Ezquerra 1993: 30 y Ramos 1993.

120
En este sentido, Ma del M . Ramos (1993: 165) distingue boquiabierto (" " que está embobado mirando alguna
cosa " y no " que esta con la boca abierta " ") y patitieso (" figuradamente " que se queda sorprendido por la novedad
o extra ñeza que le causa alguna cosa '"' ) de los compuestos vanagloria sacacorchos, sordomudo, todopoderoso, " en los
)

que cada una de las palabras que los forman conservan la totalidad de sus significados y significantes " .

121
No obstante, en el caso de R. Seco procedemos, como hemos dicho, aplicando al sustantivo lo indicado por
este autor sobre los procedimientos de formación de palabras en general .

205
tradicionales, por Ja mezcla de los criterios sintácticos y ló gicos (extralingüísticos) empleados,
ya que, en unos casos, si señ ala la proposici ó n de la que el compuesto deriva, pero la mayor í a
de las veces es el conocimiento de la realidad extralingüística el que esta en la base de la
descripció n de los rasgos morfol ó gicos y / o sint ácticos descritos. No parece darse cuenta de que
estos compuestos no son dos unidades separables sino una unidad Unica ya lexicalizada , que
tiene una denotació n , designació n o referencia especí fica y que, como tal , interviene en
oposiciones lexematicas, siendo inadecuado, por tanto , intentar su descomposici ó n y , m ás aú n ,
buscar una explicaci ó n , extralingüística, a la misma.

Respecto a la clasificaci ó n de los nombres en primitivos y derivados, someteremos a


revisi ó n critica, fundamentalmente, las consideraciones establecidas sobre los nombres verbales
o deverbales, por ser a este subtipo de nombres derivados al que se refiere, bien desde un
punto de vista exclusivamente morfol ó gico , bien desde las perspectivas morfoló gica y
semántica, la mayor ía de los autores que marcan divisiones en el conjunto de los nombres
derivados o que, simplemente, mencionan la existencia de éstos. No obstante, algunas de las
observaciones que expongamos pueden aplicarse a los otros tipos de derivados citados.

En las definiciones de las subclases de sustantivos que figuran en las gram áticas y
tratados consultados, asi como en otras monograf ías y art ículos específicos sobre formaci ó n
de palabras, se indica que es verbal 0 deverbal el sustantivo que se forma 0 deriva de un verbo
ya existente en la lengua 22١, por lo que nos encontramos con una concepci ó n de derivació n
diacronica e intralingü istica.
A partir de esta definici ó n la praxis gramatical se ha limitado , generalmente, a
inventariar los sufijos de derivaci ó n , estableciendo también , en la mayoría de los casos, el
significado que supuestamente expresa cada uno de ellos, si bien no son tan exclusivos los
significados asignados a éstos como para que comprendan a todos los sustantivos que terminan
del mismo modo. Asimismo , al comparar estudios, nos damos cuenta de que no coinciden ni
las listas o series de terminaciones derivativas ni los significados se ñ alados por unos y
otros 52١; que no se mencionan los procedimientos requeridos para separar la raí z, radical o
base léxica del verbo y desmembrar la terminació n del vocablo primitivo o primogé nito con
el objeto de poder añ adir ulteriormente a la raíz el sufijo derivativo intercambiable‫ ؛‬que
tampoco se delimitan con claridad las fuentes verbales de los nuevos sustantivos: algunos
autores afirman que derivan de verbos, aunque sin especificar de qué forma del paradigma
verbal , otros indican que los sustantivos deverbales se forman de los infinitivos, otros que de

122
En este sentido , además de las ٩ue figuran en el correspondiente apartado de la exposición teórico-critica
(cf . 4.1 . 4 .) , pueden consultarse las definiciones de sustantivos verbales de M . F . Lang ( 1992: 174) , M . Alvar Ezquerra
( 1993: 52) y Ma del M . Ramos ( 1993) .
125
Compárense al respecto las terminaciones 0 sufijos derivativos enumerados por E. A . de Nebrija ( 1492: 173-
174) , G . Correas ( 1627: 151 - 152) y ٠٧ Salv á ( 1830: 180- 189) , ya expuestos (cf . 4.1 . 4 .) , asi como los inventarios que
figuran en monograf ías, art í culos 0 tratados que se ocupan de la formaci ón de palabras como, por ejemplo, los de
j. Alemany Bolufer (1917- 19) , F . Monge ( 1970 y 1977) , j. Pena ( 1976 y 1980), H . Urrutia Cá rdenas ( 1978) , M .
Alvarez Garcia ( 1979) , s. Fernández Ramirez (1986) y M . F. Lang ( 1992) , entre otros.
206
los participios pasadosi 24, etc.125, y es deficiente tambi é n el tratamiento ofrecido de las posibles
variantes alom ó rficas de un mismo sufijo y, sobre todo , las referencias a las condiciones que
regulan la aparición de una u otra forma alternante, que dependen , fundamentalmente, de la
pertenencia de la base verbal a una determinada conjugaci ó n y del tipo morfofonoló gico de
la base12٩

124
Esta tesis de que es el participio de pasado , y no el infinitivo como sostiene la mayorí a de los gramáticos ,
la fuente o raí z de la que se forman los sustantivos deverbales es defendida , entre otros, para los sustantivos
deverbales españoles, por E. Beniers (1977) y , para los sustantivos deverbales franceses , porj. Dubois y F . Dubois-
Charlier (1970) en su aplicación de la teor ía del modelo est ándar de la gram ática generativa transformacional (cf .
Chomsky 1965) al anaiisis de expresiones francesas.
125
Sirva como ejemplo de estas deficiencias que denunciamos lo establecido a propósito de los sustantivos
deverbales por A . Meillet (1921) , si bien ya, en relación con otra cuestión , hicimos referencia a ello (cf . 1.1 . 1.1 . 3 .) .
En efecto, este autor señala que una misma raí z puede dar lugar a la formación de un nombre y a la de un verbo
(de la raí z ag ) que forma el verbo latino ago , se forman los nombres actus y actio) , añadiendo que estos nombres
que presentan la misma raí z que un verbo indican , por asociación semántica con éstos , la idea de proceso. De
acuerdo con este planteamiento, sustantivos deverbales y verbos pertenecen , desde el punto de vista de su
significado, a una misma categoría: la de las palabras que indican procesos, si bien , formalmente , una y otra clase
presentan una serie de caracterí sticas diferenciadoras , por lo que es posible afirmar que, en la concepción de este
autor, el grtipo de los sustantivos deverbales constituye una categor í a intermedia entre sustantivo y verbo .
Lo que nos interesa ahora es subrayar las anomal í as que observamos en el planteamiento de A . Meillet,
que son: a) no expone en ningUn lugar de su obra criterios claros para separar raí z y afijos‫ ؛‬b) no alude en ningUn
momento a la posibilidad de que se den cambios en la raí z de la palabra portadora del sufijo de derivación , a pesar
de que en el ejemplo aportado { ag - > actus , actio , ago) se dan , y c) se decanta, sin esgrimir ningUn argumento
explicativo, por considerar que es el sustantivo deverbal el que , en todos los casos , procede del verbo , sin percatarse
de que, en muchas ocasiones, tal como indica la investigación diacrónica, es el verbo el que deriva del sustantivo
Ven \‫ ةة‬patecas Juicio , juzgar , complemento , complementar -, traslado , trasladar ,- pacto , pactar , 7 lesi ón , lesionar e\

derivado diacrónicamente es el verbo y la base , el sustantivo) . Nos induce a establecer este Ultimo razonamiento
el hecho de que A . Meillet indique que, si un verbo y un sustantivo muestran la misma raí z, el sustantivo, por
asociación semántica con el verbo, significa, al igual que éste , proceso , lo cual consideramos que es falso , pues los
sustantivos pueden indicar acción { agresi ón , fraccionamiento) , actitud [conformidad , miedo ) , efecto (destrozo ,
satisfacción ) , evento ( lluvia) , etc . Asimismo, podrían ser citados 1) sustantivos que formalmente parecen responder
a los requisitos derivacionales apuntados por A ، Meillet pero que, semánticamente , han perdido ya cualquier
conexión con el verbo ( tortura , de torcer; comisura , de cometer, factura , de hacer ) , y 2) sustantivos que
semánticamente est án relacionados con verbos pero no parecen derivar formalmente de ellos ( mixtura , de mezclar,
aáción , de oír, mesura , de medir ) .

126
Por supuesto , son también escasas , por no decir nulas , las alusiones a las denominadas nominalizaciones
alternativas, es decir , formaciones con la misma base y sufijos considerados "sinónimos" como , por ejemplo,
aceleraci ón - aceleramiento , relajaci ón - relajamiento , exacerbaci ón - exacerbamiento , ele . , para \‫ﻵة‬ pensamos ٦٩‫ﻋﺪ‬
habría que determinar si son variantes libres de una misma unidad o unidades funcionalmente distintas, y , en el
primer caso, la frecuencia de uso de una formación frente a otra 0 cuál es la preferida por el hablante y en qué
ocasiones. Y , por ende, tampoco se suele hacer referencia a la existencia de nominalizaciones alternativas que ya
se han especializado en el sentido de que cada una de ellas recoge la nominalización del verbo en un contexto
diferente . En este sentido, hay que tener en cuenta las observaciones de F . Lózaro Carreter ( 1971) sobre la
formación de derivados sustantivales a partir de predicados verbales, pues afirma que "las nominalizaciones
presentan . .. anomal í as importantes en la correspondencia entre las acepciones del verbo y las del nombre " (op . cit . :
374) , ya que a) " el verbo desarrolla acepciones contextúales , normalmente metaf óricas , incompatibles con el
nombre . . . Si los sememas del verbo aparecen ordenados , a partir de uno de ellos se interrumpe la posibilidad de
ser transferidos a la expresión nominal correspondiente " . Asi , casar un hombre con una mujer — el casamiento de
un hombre con una mujer , casar a una hija con un ahogado - el casamiento de una hija con un abogado , peto casar
los dibujos de dos trozos de tela 7 casar las cortinas con el tapizado atecen Ae\ ‫؛؟‬rapo smtftauco nommaX
correspondiente , lo que le demuestra a este autor que las acepciones "hacer coincidir " y "armonizar" no son
susceptibles de nominalización por el carácter metaf órico de las secuencias verbales‫ ؛‬b) surge en la lengua otro
vocablo que recoge la nominalización del verbo en determinadas acepciones contextúales ( romper un cristal la
rotura de un cristal , romper un brazo — la rotura de un brazo , peto romper el frente — la ruptura del frente , romper
٠ .

207
Adem ás, tomando la definici ó n tradicional al pie de la letra , es decir , considerando
deverbal el sustantivo que deriva diacr ó nicamente de un verbo de la lengua, nos enfrentamos
irremediablemente con estos problemas '": 1) uno surge de los denominados sustantivos
verbales aislados, es decir, la derivaci ó n del sustantivo a partir del verbo no se ha producido
en español sino ya en latin y , por ello, nos encontramos con casos en los que en españ ol
continUa el sustantivo deverbal pero no el verbo (certamen, elocuci ón ) . ‫؛‬Son estos sustantivos
deverbales o no ? Algunos de ellos originan a su vez nuevos verbos (de censura, censurar‫ ؛‬de
ocasión , ocasionar, etc.) , pero lo que est á claro es que el verbo del que derivan no existe en
espa ñ ol ’ 28; 2) existen sustantivos derivados de verbos, pero só lo formal o sem á nticamente y
no desde ambos puntos de vista. Asi , por ejemplo , victoria es un sustantivo emparentado
sem ánticamente con vencer pero no desde el punto de vista formal‫ ؛‬lumbre y fricci ón tienen
algUn tipo de relación con lucir y fregar respectivamente, pero no se percibe sincró nicamente
)

ni relaci ó n morfol ó gica ni relaci ó n sem á ntica que no sea la que pueda establecer el fil ó logo y
no la conciencia intuitiva del hablante‫ ؛‬3) la falta de criterios objetivos presentes
irremediablemente en un primer acercamiento al problema de la derivaci ó n nos lleva, en
ocasiones, a establecer que es derivado el sustantivo que da origen al verbo. Sirvan como
ejemplos las series almuerzo-almorzar, nombre-nombrar , desarrollo-desarrollar, ante las que nos
hacemos la pregunta: ‫؛‬qu é deriva de qué: el verbo del sustantivo o el sustantivo del verbo ? ,
y 4) algunos de los llamados sustantivos deverbales desarrollan acepciones que no remiten al
significado del verbo del que derivan 0bullicio, burladero hincha derivan formalmente de bullir
) )

burlar, hinchar, respectivamente, pero no guardan ninguna conexi ó n sem ántica con los verbos
en cuesti ó n) ’ ?‫؟‬.

Otro aspecto de la clasificaci ó n de los derivados susceptible de ser sometido a critica


es la indistinci ó n que se observa entre las subclases de sustantivos que derivan de una palabra

un compromiso — la ruptura de un compromiso), y c) dos nombres pueden alternar como sin ónimos en algUn
conlaxo —
labrtr un testamento la abertura de un testamento y u apertura de un testamento) . ConcYuye ¥ . Unto
se ñ alando que " Jas posibilidades y modalidades de la transformació n nominalizadora , son , pues, de naturaleza
contextual, y se originan mediante una selección restrictiva operada en la estrtiCtura latente de la oración ".

* 27 Hacemos referencia a lo establecido por j. Pena (1976 y 1980).

،28 En este sentido , pueden confrontarse también las observaciones señ aladas por V. Garcia de Diego (1970)
respecto a la derivación de nombres de acción en españ ol a partir de abstractos de acció n latinos y sobre la creación
de verbos sobre nombres de acción en ion en las lenguas romances.

،29 El Diccionario de la Lengua Españ ola de la Real Academia (R . A. E. 1992‫ )اد‬establece que bullicio (de bullir )
significa: " Ruido y rumor que causa la mucha gente " y " 2. Alboroto, sedición o tumulto " (op. cit.: 333). De este
modo, el deverbal bullicio parece relacionarse o proceder de los usos figurados de bullir recogidos en tercer y cuarto
lugar en la entrada de este verbo que figura en la mencionada obra: "3. fig. Agitarse a semejanza del agua hirviendo
una masa de personas, animales u objetos" y " 4. fig. Moverse, agitarse una persona con viveza excesiva‫ ؛‬no parar,
no estarse quieta en ninguna parte ".
Igualmente, el sustantivo deverbal hincha (de hinchar ) para el que se recogen , entre otros, los significados
)

" Partidario entusiasta de un equipo deportivo " y " fig. Por extensió n partidario de una persona destacada en alguna
‫؛‬
actividad " (R. A. E. 19921110
‫آ‬
: ), se forma a partir de los usos figurados de hinchar " exagerar , abultar una noticia
0 un suceso y envanecerse, engreí rse , ensoberbecerse" , teniendo que advertir que éstos, al igual que los dem ás
" "
usos figurados de este verbo, parten del significado primero (" Hacer que aumente de volumen algUn objeto ") y se
especializan cada uno en el " aumento de algo concreto y determinado ".
Asimismo, burladero (de burlar ) se relaciona con el uso especializado de burlar (de burla ) aplicable en el
ámbito de la tauromaquia: "esquivar la acometida del toro" (op. cit.: 335) , formado a partir de la acepció n " esquivar
a quien va a impedir el paso o a detenerlo ". De este modo, burladero es el " trozo de valla que se pone delante de
las barreras de las plazas y corrales de toros, separada de ellas lo suficiente para que pueda refugiarse el lidiador ,
burlando al toro que le persigue".

208
con la que presentan identidad de significado categorial, es decir , de otro sustantivo , y aquellos
subtipos que incluyen los derivados de una palabra con distinto significado categorial. En este
sentido , en el primer grupo, habría que incluir, entre otros, a los sustantivos aumentativos ,
diminutivos y despectivos, mientras que pertenecerían al segundo los denominados nombres
verbales, participiales, adverbiales , etc.

Asimismo, se observa la omisi ó n, entre los subtipos de sustantivos derivados, de la


subclase de los sustantivos deadjetivales o derivados de adjetivos, que suele aparecer , en casi
todos los autores consultados que la distinguen -A. Bello (1830) , R . Lenz (1920) , R . Seco
(1930) , F. Marcos Marin (1972 y 1980) y c. Hern á ndez Alonso (1984) -, incluida en el apartado
de los nombres o sustantivos abstractos.

209
CAPITULO V

CONCLUSIONES

La revisió n teó rico-crítica de las definiciones de sustantivo formuladas por lingü istas
de distintas tendencias y metodologías desde la m ás antigua tradici ón gramatical hasta nuestros
d ías nos permite confirmar que el sustantivo ha sido definido , en la historia de la lingü istica,
principalmente, a) desde el punto de vista de la forma (sustantivo es la clase de palabras
constituidas por la unión de una raíz , lexema, semantema, plerema, morfema léxico o monema
léxico y los afijos, morfemas gramaticales, gramemas, formantes o monemas gramaticales
constitutivos u obligatorios de género y n ú mero , 0 de género, n ú mero y articulo) ‫ ؛‬b) desde
el punto de vista de la significació n (nombre sustantivo es el que significa sustancia corpó rea
o incorpó rea y sirve para nombrar o designar las cosas) , y c) desde el punto de vista de la
hmció n (sustantivo, frente a adjetivo, es el nombre que puede aparecer solo en el discurso
desempe ñ ando las funciones privativas de nUcleo del sujeto, nUcleo del objeto directo, nUcleo
del objeto indirecto y nUcleo del complemento agente, asi como las funciones no privativas
de nUcleo del predicado , nUcleo del predicativo, nUcleo del circunstancial y nUcleo del té rmino
del modificador indirecto) .
Ahora bien , la mayoría de las veces se observa en las definiciones ofrecidas una mezcla
de los criterios morfol ó gicos, sem ánticos y sint ácticos que, en muchos casos, no deja ver cual
es el objeto formal adoptado en su elaboració n‫ ؛‬dicho de otro modo: no queda suficientemente
escindido el limite terminológico de "formal " , "significativo " y " hincional ". Ademas, lingü istas
de determinadas tendencias, fundamentalmente, de la sintaxis generativa, gr^atica de casos
y semántica generativa, no definen ni el sustantivo ni ninguna clase de palabras, dando a

211
entender, expresa o t ácitamente, que aceptan las definiciones de las mismas formuladas por la
tradici ó n gramatical . Igualmente, en ninguno de los trabajos consultados de autores que se
insertan en otras corrientes como , por ejemplo , la gram ática relaciona‫؛‬, la gramática
prototipica y la gram á tica estratificacional , se nos ofrece una definici ó n de sustantivo lo
suficientemente distinta e innovadora respecto a las que aqu í hemos expuesto como para variar
en algUn aspecto las consideraciones emitidas sobre las que si figuran.

Asimismo , son numerosos los estudios consagrados al anaiisis de los aspectos formales
del sustantivo , fundamentalmente, del gé nero y del nUmero.
En este sentido , encontramos en muchas de las gram áticas, monograf ías y art ículos
consultados listas de reglas y normas para la indagació n o identificaci ó n del género de los
sustantivos atendiendo a a) los diferentes art ículos, adjetivos demostrativos y terminaciones de
los adjetivos calificativos con los que los sustantivos se combinan , asi como a que estos puedan
ser sustituidos en el discurso por formas pronominales masculinas o femeninas‫ ؛‬b) la
significació n del sustantivo , y / o c) la terminaci ó n o letra final y acentuaci ón que presenta el
sustantivo en singular . Asimismo, se formulan reglas y pautas para la correcta formació n del
plural segUn la terminaci ó n y acentuaci ó n del singular y el que sea 0 no monosil á bico. No
obstante, en todos los casos esas reglas y normas van acompa ñ adas de multitud de excepciones
que no hacen sino restringirlas.
Del mismo modo , resulta paradó jico que, por ejemplo , tras señ alar la existencia de dos
gé neros para los sustantivos, masculino y femenino , delimitables, segUn la mayor ía de los
autores, por la combinatoria de los sustantivos con los diferentes art ículos, adjetivos,
pronombres, etc. , se mencione la existencia de a) sustantivos comunes de los dos géneros, b)
sustantivos epicenos, c) sustantivos ambiguos o dudosos, d) sustantivos heteró nimos y e) en
algunos casos, incluso sustantivos de gé nero neutro , considerando que son de este grupo y , por
tanto, pertenecientes a este gé nero , las unidades no sustantivas en lengua que funcionan como
sustantivos en el texto 0 discurso. Y tambié n sorprende que, tras apuntar que só lo se
reconocen dos nUmeros para los sustantivos, singular y plural , se examinen los grupos de a)
sustantivos que carecen de singular ( pluralia tantum) , b) sustantivos que carecen de plural
( singularia tanturn ) c) sustantivos que aunque carecen de singular pueden ser empleados en este
)

nUmero , si bien esto implica un cambio de significación , d) sustantivos que carecen de plural
pero que pueden aparecer en este nUmero con un cambio en su significaci ó n , e) sustantivos
que pueden realizarse en singular 0 plural sin cambiar de significado , f ) sustantivos que tienen
forma plural y significado singular, etc.

Marañ a semejante se observa en las distintas clasificaciones de sustantivos. Muchas de


ellas, además de presentar unidas subclases de sustantivos y adjetivos, se caracterizan por a)
presentar mezclados dos criterios: el morfol ó gico y el sem ántico‫ ؛‬b) ser resultado de utilizar
criterios simult áneos no integrados en la definici ó n de las clases, lo que da lugar a que los
subtipos se ñ alados no se excluyan mutuamente y , por tanto, a que un mismo sustantivo pueda
ser incluido en varias clases a la vez , y c) se ñ alar uno o varios caracteres como propios de
todos los sustantivos que se mencionan en la clasificaci ó n , lo que se observa, por ejemplo, en
la clasificació n propuesta por E. Alarcos Llorach (1951) , quien , a pesar de su probado
refinamiento teó rico , incurre en lo que aqu í denunciamos al indicar que todos los sustantivos
espaholes presentan variaci ó n de flexi ó n casual , cuando lo que no excluye no diferencia .
Asimismo, si comparamos las clasificaciones propuestas, observamos distintas ordenaciones
internas o jerarqu ías en las subclases establecidas.
Por otra parte, en casi todas las clasificaciones, se parte de una primera delimitaci ó n
de los susta tivos en comunes 0 apelativos y propios 0 particulares (antropó nimos y
top ó nimos) , ‫؟‬lo que implica la clasificaci ó n de elementos que no pertenecen al sistCma de una

212
lengua hist ó rica -los nombres propios, como señ ala E . Coseriu (1982
‫ ة‬, Ia reimpr .: 89), "siendo
lexemas histó ricamente individualizados, no entran como tales en oposiciones lexemáticas " ,
por lo que son elementos exclusivamente textuales, sin significado pero con referencia en el
texto o discurso , si bien ésta no viene dada por un sistema de toda la comunidad , sino por un
conocimiento compartido sólo por un grupo social- ) unto con sustantivos del sistema de la
lengua en cuesti ó n -los sustantivos comunes 0 apelativos, que pueden intervenir , en virtud de
su significado léxico intralingü istico, en oposiciones lexematicas-.

De las clases de sustantivos se ñ aladas por los diferentes autores, hemos prestado
especial atenci ó n a las distinciones entre a) sustantivos concretos y sustantivos abstractos‫ ؛‬b)
sustantivos comunes o apelativos y sustantivos propios o particulares‫ ؛‬c) sustantivos simples
y sustantivos compuestos, y d) sustantivos primitivos y sustantivos derivados.
La revisió n teó rico-crítica de la primera de ellas ha dejado patente que los sustantivos
abstractos , que constituyen la subclase opuesta a la de los concretos, aparecen divididos en
abstractos de cualidad (sustantivos deadjetivales) y de fenómeno (sustantivos deverbales) .
Generalmente, se emplea la denominació n de sustantivo abstracto para designar aquello que
no tiene una existencia tangible pero que puedo concebir o imaginar como si la tuviera. En
este trabajo se ha confirmado la insuficiencia de la divisi ó n tradicional, pues existen muchos
sustantivos (/ê, mania virtud, eco, calidad) que son abstractos, pero no tienen cabida en tal
)

delimitación. Adem ás, puesto que, como establece E. Coseriu (1955-56: 55-56) , "los nombres
que integran el saber lingüístico no son " actuales " , sino " virtuales "‫ ؛‬no significan " objetos " sino
"conceptos ". [...] un nombre nombra un concepto (que es, precisamente, el significado virtual
del nombre mismo) y sólo potencialmente designa a todos los objetos que caen bajo ese
concepto " , de tal manera que "solamente en el hablar un nombre puede denotar objetos " ,
resulta que todos los sustantivos, abstractos y concretos, considerados fuera del hablar son
signos potenciales, abstractos o virtuales, por lo que los denominados tradicionalmente
sustantivos abstractos responden , a diferencia de los concretos, a una doble abstracci ó n , aunque
no de id é ntica indole. Asi , por una parte, al igual que las dem ás unidades del sistema de la
lengua, tienen este car ácter abstracto comUn y característico de todo elemento en tanto que
miembro del sistema lingüístico primera abstracci ó n) , pero, por otra parte, cuando en el
hablar esa denotaci ó n potencial se convierte en denotació n real, estos sustantivos llamados
tradicionalmente abstractos designan objetos dependientes, es decir , que necesitan bien
apoyarse en alguien o en algo , bien referirse a alguien o a algo para subsistir (،blancura,
honradez) , ya que tienen existencia intangible pero que se puede concebir como real‫ ؛‬en
definitiva, todos los sustantivos que reciben el nombre de abstractos deben su denominaci ó n
a que hacen referencia a designata abstractos (segunda abstracció n) .

Respecto a la distinció n sustantivos comunes o apelativos y sustantivos propios 0


particulares, ha quedado demostrado que, aunque la delimitaci ón entre los nombres que
pertenecen a uno u otro subtipo esta , generalmente, bien realizada , no puede decirse lo mismo
de las definiciones y sus rasgos diferenciadores, lo que obliga a muchos estudiosos a plantear
abiertamente lo deficiente de sus propias caracterizaciones. Asi , por ejemplo , se establece que
los sustantivos comunes (nombres de especie) son clasificadores, pues con ellos se incluyen
individuos en clases de seres o cosas al coincidir individuo y clase en una serie de caracteres
comunes, mientras que los propios (nombres de individuo) serian nombres individualizadores,
en el sentido de que distinguen al ser nombrado de los de su misma especie. Ahora bien , junto
a esta distinci ó n, admiten que un nombre propio puede servir para designar todo un grupo
mas o menos extenso de individualidades -hay muchas personas que se llaman Antonio, hay
muchas ciudades que se llaman Toledo-. Asimismo , cuando analizan el nUmero de los
sustantivos, muchos gram áticos se ñ alan la existencia de nombres o sustantivos que no pueden

215
emplearse en plural porque se trata de nombres de objetos Unicos ( sol luna. cenit etc.) , pero
) ) )

no los incluyen en el conjunto de los nombres propios.


Somos de la opini ó n de que el escollo planteado en la tradición lingü istica se salva
adoptando las distinciones formuladas por E. Buyssens (1973) , quien , tras advertir las
deficiencias de la diferenciaci ó n tradicional sustantivo comUn / sustantivo propio, establece
que a) com ú n es el sustantivo que se aplica libremente en virtud de una Unica convenci ó n
inmotivada que indica a qué individuo o individualidad es aplicable y b) propio, el que se
aplica a un individuo o individualidad en virtud de una doble convenci ó n: la primera, la que
decide a qué individuo o individualidad el nombre es aplicable, y la segunda, la del grupo
social que decide aplicar este nombre, señ al, a tal individuo o individualidad particular. Asi,
Alice por ejemplo, es, por la primera convenció n, un nombre aplicable a un ser humano
)

femenino y , por la segunda convenció n , un nombre que la familia decide aplicar a una ni ñ a
cuando nace y con ese nombre se la presenta a su familia y a sus amigos.
Sobre las denominaciones tierra sol luna vía láctea galaxia etc., señ ala E. Buyssens
) ) ) ) )

(op. cit.) que son nombres propios para, por ejemplo, los astrónomos, que distinguen astros,
planetas o cuerpos celestes y les ponen un nombre -a un astro (nombre comUn) le ponen sol
(nombre propio) , a un planeta (nombre comUn) le ponen tierra (nombre propio) , etc. pero "

no para el hablante, que tampoco , de acuerdo con la definició n ofrecida, puede considerar esas
denominaciones nombres comunes, ya que no se distingue otro individuo o individualidad a
la que este nombre sea aplicable -no vemos el com ú n de los mortales otro disco que merezca
llamarse sol; no vemos otro planeta que soporte animales y vegetales como la tierra-, y , por
ende, tampoco son nombres propios, porque propios son sólo los nombres sometidos a una
doble convenci ó n. Por ello , el citado lingüista resuelve problema admitiendo la existencia de
una tercera categor ía de nombres a la que pertenecer ían los aqu í citados: la categor ía de los
nombres singulares, la de los nombres de objetos Unicos, de individuos o individualidades
Unicos en su género '.

La divisi ó n de los sustantivos en simples y compuestos ha puesto en evidencia el


concepto restringido de composici ó n que manejan casi todos los autores consultados, los cuales
se limitan al an álisis de la denominada composició n ortográ fica y no observan la existencia de
sintagmas cuyos constituyentes no están gráficamente unidos pero que se comportan como si
fueran unidades simples tanto sem ántica como sint ácticamente por lo que también podr ían ser
considerados compuestos. En cualquier caso, habría que determinar qu é estructuras presentan
estos compuestos sintagmáticos que hmcionan como nombres, asi como los criterios que
permiten , por una parte, distinguir estos compuestos de otras combinaciones "libres", teniendo
en cuenta, adem ás, que hay una zona de transició n en la lengua entre lo que es fruto de una
combinació n libre y lo que ha sido fijado, la cual est á constituida por sintagmas 0
combinaciones de elementos que son frecuentes, y , por otra, estos criterios deben hacer posible
la separació n de los compuestos sintagm áticos de determinados tipos de expresiones fijas,
observándose, en este sentido, vacilaciones, por parte de los distintos autores, en cuanto a la

' Por su parte, Ma Á. Alvarez Martinez (1986: 154) considera que "describir los nombres Unicos como
sustantivos que hacen referencia a un solo ente en su especie (desde la perspectiva del hablante) es incluir, por
tanto , entre los nombres Unicos a los tradicionalmente llamados nombres propios, pues tambié n éstos son Unicos
en su gé nero para un determinado grupo de hablantes... Por consiguiente, puede concluirse que los nombres Unicos
de Buyssens son simplemente nombres comunes caracterizados porque con frecuencia se usan con articulo, lo que
los convierte en conocidos, presentados y Unicos en su especie para un grupo concreto de hablantes (que puede
ser más o menos amplio) , esto es, se transforman en nombres propios".
Estas consideraciones nos llevan a pensar que esta autora ha interpretado en un sentido distinto al aqui
formulado, y, por tanto, desde nuestro punto de vista incorrecto, las definiciones de nombre com ún y nombre
propio de E. Buyssens.

214
asignació n de determinadas combinaciones al grupo de los compuestos o al de las expresiones
as‘.

Por otra parte, los sustantivos derivados se definen , generalmente, como aqu éllos que
derivan diacrónicamente de un vocablo primitivo, considerando primitivo tanto el que ha
evolucionado del latin como el que ha surgido en nuestra lengua. Se señ ala tambié n , aunque
no se indican los procedimientos, que hay que distinguir entre raí z o base y sufijo derivativo
intercambiable, y , a partir de ah í, se establecen unas listas o series de sufijos de derivación. Nos
encontramos, por tanto , ante una concepci ó n de derivació n diacr ó nica, intralingUistica y
formal, pero dif ícilmente se observan coincidencias en las listas de sufijos se ñ aladas.
Como hemos visto , la aceptació n estricta de estos criterios plantea problemas.
Otro aspecto de la clasificaci ó n de los derivados es la frecuente omisi ó n de los
sustantivos deadjetivales -incluidos normalmente en el apartado de los abstractos-, de los
sustantivos deadverbiales y de los sustantivos desustantivales.

Nuestro punto de vista sobre los aspectos relativos a la clase de palabras sustantivo que
han sido tratados en este libro , esto es, las definiciones m ás significativas de esta categoría
formuladas desde la Antigüedad hasta nuestros días, los diferentes tratamientos que han
recibido los denominados accidentes gramaticales género y n ú mero , y las clases de sustantivos
que han sido delimitadas y definidas por la mayoría de los ling ü istas, parte de la distinci ó n de
E. Coseriu (1973: 82-83, 1976: 6-7 y 1977: 248) entre, al menos, tres tipos de significado*: a)
significado léxico, que es el correspondiente al " qué de la aprehensión del mundo
extralingüístico " , esto es, el significado comUn a todas las unidades de cada una de las series
caliente - calor - calentar١ rico riqueza enriquecer١ blanco blancura - blanquear blancamente ,
٠ ٠ ٠ *

pero que, al mismo tiempo, diferencia cada una de estas series como un todo de otras series
anaiogas, es decir, en virtud del significado léxico se distinguen rico y pobre riqueza y pobreza ,
)

calor ‫ ﻻ‬frío enriquecer ‫ ﻻ‬empobrecer , calente ‫ ﻻ‬frío calentar ‫ ﻻ‬enfriar , etc, ‫ل‬
significado categorial , que corresponde al " como de la aprehensi ó n del mundo extralingüistico ".
١٥١
Ink serves rico riqueza enriquecer , pobre pobreza empobrecer , caliente calor calentar ,
٠ ٠ ٠ " ٠ ٠

frío (adj.) - frío (sust.) - enfriar, el significado categorial es diferente en cada unidad de cada una
de las series pero es el mismo en cada una de las series rico - pobre - caliente - frío (adj.) , riqueza
٠ ٠

‫؛‬
- pobreza calor frío sus١٢, enriquecer - empobrecer - calentar - enfriar , etc., \o \‫ ؟‬ue muestra ٩ue
se trata del significado de las categor í as verbales sustantivo , adjetivo , verbo y adverbio, y c)
el significado instrumental , que es el "significado propio de los morfemas (independientemente
de si son " palabras " o no) ” ; por ejemplo , -s en mesas tiene el significado " pluralizador "‫ ؛‬el en
el hombre tiene el significado " actualizador " .
En este sentido, distingue el lingü ista rumano (1973: 80 y 83; 1976: 6 y 7, y 1977: 248-

2
A tales vacilaciones se refiere I. PenadCs Martinez (1996: 95), quien menciona en este sentido cómo A. Zuluaga
((1980) , Introducción al Estudio de las Expresiones Fijas, Frankfurt a. M., Verlag Peter D. Lan¿ excluye de las
afestones 1\١‫ ةة \ ةة‬١‫ ﻵةاًدﺳﺞ‬compuesus ‫ \ﻋﮫ‬upo falda pantalón , ciudad jardin , tocino de cielo o cabello de ángel ,
.
mientras que j. Casares ((1969, reimpr.) Introducción a la Lexicografía Moderna , Madrid, c. s. I. c.) las incluye
dentro de las locuciones nominales. Este hecho es interpretado por la citada autora como " signo de las dificultades
que entraha , sobre todo, la distinció n entre palabras compuestas y determinados tipos de expresiones fijas " .
3
Tal concepció n implica asimismo haber establecido previamente una delhnitación entre los tipos
ftindamentales de contenido lingüístico (significado, designaci ón y sentido) y , ulteriormente, dentro del significado,
definido como "der einzelsprachlich gegebene In liait " (Coseriu 1975: 81, y cf . 1978: 245 y 1981: 5) , diferenciar entre
significado categorial, léxico, instrumental, estructural (sint áctico) y Ontico.
Para la distinción de los tres niveles de contenido lingüístico, cf . Coseriu 1975: 81-82 , 1976: 5-6, 1977: 247-
248 y 1981: 5. Sobre los cinco tipos de significado, véase Coseriu 1975: 82- 85, 1976: 6-7 y 1977: 248-249.

215
249) tres clases de palabras: 1) las palabras lexem áticas, que son aqu éllas que estructuran y
representan la realidad extraling üística ( hombre, bosque, blanco, correr ) . Tienen significado
/

léxico , si bien en nuestras lenguas tienen tambié n significado categorial y , eventualmente,


gramatical o instrumental ; 2) las palabras categorem áticas ( " pronombres ") , que son las que
presentan só lo la forma de estructuraci ó n de lo extraling üístico , funcionando, por tanto , como
sustantivos, adjetivos, etc., pero no representan ninguna materia extraling üística determinada
(yo, éste, aqu í‫ ت‬abord) . Tienen significado categorial y pueden tener, adem ás , significado
instrumental , pero carecen de significado l éxico , y 3) las palabras morfem áticas (o
" instrumentales " ) , que funcionan como configuradoras del " mundo " só lo en relaci ó n con otras
s
palabras, en la estructuraci ó n del hablar (y, 0, sobre, en, si, no ) , ólo presentan significado
instrumental.
De este modo, definimos sustantivo (Diaz Hormigo 1994 b: 24-25) como la clase de
palabras con , como m í nimo , el significado categorial " lo que se concibe como ser en si " 4 y
un significado l é xico intralingUistico , que responde al modo de ver , clasificar o dividir la
realidad cada comunidad idiom ática y por el cual establecemos oposiciones paradigm áticas
entre los sustantivos, y , ademas, eventualmente , un significado instrumental , que, cuando
existe, acompasa a la combinatoria de los significados categorial y l éxico , y refleja, al menos,
la oposici ó n singular / plural y / o la oposici ó n masculino / femenino en las que interviene ese
sustantivo‫؟‬.

4
La determinació n de este significado categorial para el sustantivo resulta , por una parte, de que
aceptamos la distinció n formulada por E. Husserl entre los cuatro modos universales posibles del concebir
fenomenol ógico -como existente en si o ser en si; como ser en otro o existiendo en otro‫ ؛‬como modo del ser o del
existir , y como modificación de una relación ya establecida- y , por otra, de la observación de que estos significados
categoriales corresponden en nuestra lengua a lo que expresamos con las categor ías lingü isticas sustantivo, adjetivo,
verbo y adverbio, respectivamente.
‫ؤ‬
Tal definició n exige que señ alemos el principio teó rico del que partimos para encuadrar 0 situar el estudio
lingüístico, o la lingü istica en general, que es la delimitación formulada , entre otros, por E. Coseriu (1986, ‫دا‬
reimpr.) entre a) objetos naturales, definidos como los pertenecientes " al mundo de la " necesidad " , gobernado por
" causas " que producen determinados " efectos " y donde, por tanto, la comprobación de lo que ocurre
constantemente, en determinadas condiciones, representa una " ley natural " o ley de necesidad empí rica " (op. cit.:
69) , y b) objetos culturales, que " pertenecen al mundo propiamente humano de la libertad - de las actividades y
creaciones libres del hombre-, donde los " hechos" creados no est án determinados por causas, sino que se producen
con vistas a una finalidad y, como realizaciones logradas -si no se trata de " instrumentos " , que tienen tambié n una
finalidad exterior-, coinciden con su finalidad ". Esta diferenciaci ón permite, a su vez, distin ir entre a) ciencias
^
de la naturaleza (ciencias naturales) , que son las que Uidagan sobre la realidad y tratan de explicarla tal como es,
independientemente de cómo la concibe el hombre. Por tanto, son ciencias predictivas, que se rigen por el
principio de la causalidad o ley de causa-efecto, y b) ciencias de la cultura (ciencias culturales), que se ocupan o
tratan de las distintas visiones o concepciones que tenemos del mundo . Son ciencias no predictivas, pues los objetos
que estudian son producciones y /o productos de la actividad libre humana , y se rigen por el principio de la
oposición de fen ómenos de conciencia.
De este modo , queda perfectamente establecido 1) por una parte, que la lingü istica , en tanto que ciencia
de la cultura, se mueve por oposiciones y que el estudio de las lenguas y , por ende, el estudio de todo fen ó meno
lingüístico ha de llevarse a cabo mediante el principio de la oposición , y 2) por otra , que las lenguas, en tanto que
fen ó menos culturales, reflejan distintas visiones, clasificaciones, modos de ver o dividir la realidad una comunidad
idiom á tica particular , en definitiva, de acuerdo con la terminologí a de w. von Humboldt , distintas formas internas
relacionadas mediata o inmediatamente con distintas visiones del mundo.
En este sentido, retomando nuestra concepción de sustantivo ya enunciada - palabra con, al menos, el
significado categorial, en el sentido husserliano, lo que se concibe como ser en si y significado léxico- , resulta
evidente que es en virtud del significado lé xico, que ya no es universal sino propio y particular de cada lengua y
por el que una lengua puede diferir de otra, por el que podemos establecer oposiciones entre los sustantivos, lo
que nos permite el establecimiento de paradigmas, si bien no son oposiciones de la realidad sino entre los
significados o significaciones de esos signos.
Asimismo , es necesario aclarar que asumimos el concepto de oposició n postulado por el estructuralismo

216
Llegados a este punto de la exposición , con el objeto de sentar las otras bases teó ricas
de las que parte tambi é n nuestra concepción de los denominados durante toda la tradici ó n
lingü istica accidentes gramaticales género y nUmero del sustantivo , fijamos nuestra atenci ó n
en las conocidas Tesis del Circulo Lingüístico de Praga, presentadas en 1929 en la sesi ó n
plenaria del Primer Congreso Internacional de Fil ólogos Eslavos, celebrado en Praga ese
mismo añ o, e impresas en el primer volumen de los Travaux du Cercle Linguistique de Prague,
publicado en 1929 , las cuales muestran la adecuación del t érmino ling ü istica funcional con el
que ٠٧ Mathesius caracterizó la actividad de estos ling ü istas eslavos. En efecto , en la primera
de las mencionadas tesis se afirma:
" La lengua , producto de la actividad humana , comparte con tal actividad su car á cter
teleol ógico o de finalidad. Cuando se analiza el lenguaje como expresión o como comunicación,
la intenció n del sujeto hablante es la explicación que se presenta con mayor facilidad y
naturalidad. Por esto mismo, en el an álisis lingüístico, debe uno situarse en el punto de vista
‫؛ ﻵ \ ةة‬l áótv . Thát este punto áe vvsu , la lengua es un sistema de medios de expresión apropiados
para un fin" (Trnka et alii 19802: ‫ھﺆ‬- ‫)او‬

Esta definició n de lengua coincide con la ofrecida a titulo individual, aunque


hacié ndola extensiva y reflejo del pensamiento de los demas autores integrantes de la escuela
de Praga , por V. Mathesius, quien señ ala que
"language is a system of the means of expression , a system of signs, manifested in actual
communication as the sum total of the possibilities available to the members of the same
language community at a given tinte in a given place for the purpose of communication " (cf .
Trnka 1985: 249-250).

Por tanto, el epí teto funcional ofuncionalista hace referenda a la funci ó n b ásicamente
comunicativa que, segUn estos lingü istas, tiene la lengua, una concepci ó n de lengua como
sistema funcional que est á en la base de las conocidas tesis de 1929 y de toda la actividad
lingü istica del Circulo de Praga . Por ello , j. Vachek (1983: 255) afirma:
was laid by the Praguians on the fact that it is exactly the communicative needs
"Special stress
to be covered by language wliich are responsible for tlie systemic organization of the formal
needs wliich are at the given language’s disposal . Moreover , the needs of unliampered
communication may be even responsible for some changes of that systemic organization wliich
are found to occur in the course of tlie given language’s development ".

Asimismo , este integrante de la nueva escuela de Praga alude (op. cit .: 256) a que, desde
el punto de vista de los lingüistas praguenses,
" changesof the language system are often (if not always) motivated by the need to keep , or to

^
reestablish, the balance of the system of language, he term balance is to be understood here
as an adequate relation of the communicative needs of language on the one hand, and of the
formal means at tlie disposal of the given language system for an adequate satisfaction of sucli
needs on the other hand) ",
y lo que nos parece mas importante: se refiere tambié n a que
" (tlie semantic essence of language) consists in tlie intimate connection of form and meaning ".

En este sentido , una vez establecidos estos principios teó ricos , procederemos en
coherencia con los mismos para exponer nuestras ideas sobre el gCnero y el nUmero del
sustantivo.

Desde nuestra perspectiva, respecto a las unidades de esta categor ía ling ü istica, sólo

europeo, pues consideramos que ésta sólo puede ser establecida " entre las unidades que, siendo en lo dem ás
idé nticas, funcionan como unidades diferentes mediante un elemento diferencial m í nimo (no ulteriormente
analizable en elementos diferenciales) " (Coseriu 1986, Ia reimpr.: 218) .

217
cabe hablar de significado instrumental de gé nero , masculino 0 femenino , para aquellos
sustantivos que designan a seres sexuados y forman parte o intervienen con otro sustantivo en
una oposició n de carácter sexual que se manifiesta por medio de un morfema determinado ,
diferente, al menos desde el punto de vista del contenido , en cada uno de los dos miembros
de la pareja opuesta .
Ahora bien , existen sustantivos que también designan a seres sexuados pero que
presentan la misma forma para el masculino y el femenino. Artista mártir guia, considerados
) )

tradicionalmente sustantivos del gé nero comUn de dos o comunes en cuanto al género, y


victima , persoM criatura calandria pulga que la gram ática denomina sustantivos epicenos 0
) ) ) )

unigé neros, cumplen esta característica .


Estos sustantivos citados son , al igual que muchos otros, ejemplos de los que, siguiendo
a E. Coseriu (1986, Ia reimpr .: 245-2.7) , podemos denominar sincretismos de genero pues, en )

estos casos, asistimos a " la no manifestació n material, en una secció n de un paradigma o en


un paradigma, de una distinci ó n de contenido que, en otras secciones del mismo paradigma
0 en otros paradigmas an á logos de la misma lengua, se manifiesta tambié n materialmente: la
coincidencia en la expresi ó n de dos (o más) contenidos diferentes en un determinado
paradigma " (op. cit .: 245-246) . Pero , como se ñ ala el lingü ista rumano, aunque masculino y
femenino puedan no distinguirse en la expresió n, la diferencia de contenido masculino /
femenino subsiste y estos sustantivos, excepto en los casos de neutralizaci ó n de la oposici ó n
genérica^, indican o " masculino " o " femenino ".
No obstante, podemos distinguir entre a) aquellos sustantivos que presentan
indistinci ó n o sincretismo masculino / femenino resoluble en el contexto por la combinatoria
de los mismos con determinadas palabras lexematicas como, por ejemplo , los adjetivos
calificativos, con las palabras categorem á ticas pronombres) y con las morfematicas que
presenten la misma forma o terminaci ó n específica que cuando se combinan con sustantivos
con un significado instrumental masculino o femenino que se manifiesta por medio de un
morfema determinado. Pertenecen a este primer conjunto todos los sustantivos del
denominado género comUn de dos, pues decimos el artista consagrado pero la artista )

consagrada , el mártir santificado y la mártir santificada , el guia atento Irenle ‫ ة‬la guia atenta .,
^
b) aquellos sustantivos que presentan sincretismo o indistinci ó n masculino / femenino no
resoluble en el contexto por la combinatoria de los mismos con, por ejemplo , adjetivos,
pronombres, art ículos, etc., sino, puesto que se trata de sustantivos que designan a animales,
por la aposici ó n a éstos de los sustantivos macho o hembra. De este modo diferenciamos la
calandria macho y la calandria hembra , la pulga macho y la pulga hembra , y ‫ة‬١\os suslantwos
que presentan sincretismo o indistinci ó n masculino / femenino no resoluble en el contexto
por ninguno de los procedimientos a los que hemos hecho referencia en los apartados
anteriores , esto es, ni por la combinatoria de los mismos con adjetivos, pronombres, artículos,
etc. ni por la aposició n de los sustantivos macho y hembra sino que es só lo el contexto verbal
)

o extraverbal , en el sentido establecido por E . Coseriu (1955-56: 48-50) , el que puede contribuir
a determinar si el hablante hace referencia a un ser de sexo masculino o de sexo femenino. Se
incluyen en este tercer grupo los sustantivos victima persona y criatura de los que sólo
) )

podemos distinguir el sexo del referente que designan por su aparición en expresiones como
la mctima era el hijo primogénito de nuestro companero , no dejaba de aduertlr que ella era

Hicimos referencia a las neutralizaciones de la oposición de contenido gramatical masculino / femenino en


plural en 3.1.1.1.2. n . 13, si bien, a lo allí establecido, podemos abora añ adir que, segUn E. Coseriu (1986, Ia
reimpr.: 231) , el sustantivo singular tambié n puede presentar , en determinados contextos -la neutralizaci ón es un
fen ó meno exclusivamente sintagmático-, valor gené rico, por ejemplo, en un reglamento: El alumno deberá..., que
se refiere a los alumnos y las alumnas, por lo que se ha producido la suspensió n de las oposiciones de contenido
masculino / femenino y singular / plural.

218
tambi én una uictima , Dtana es la pevsona Indicada , nuestYO aml o Ped0٢ es una pe٢sona
^
e^ c cl0 nal١ e٢es una c٢latu٢a tan constada que e٢es ca az de dec ÍYselo basta a tu propio ma٢ido
^
0 la infeliz c٣iatu٢a pod٢ía se٢ nieto twyo . ^
Respecto a los denominados sustantivos apelativos de cosa ( casa , cochey libro ) es de )

acuerdo con un criterio estrictamente normativo ? por el que, en el texto o discurso , aparecen
combinados con palabras lexemáticas, categorem áticas y morfem áticas que presentan las
mismas terminaciones específicas que cuando se combinan con sustantivos que tienen el
significado instrumental de uno u otro género.

Asimismo , desde nuestro punto de vista, sólo tienen significado instrumental de

٠
nú mero, singular o plural, aquellos sustantivos que presentan una forma singular, que se
manifiesta por la presencia en el sustantivo del morfema flexivo , es decir, ausencia de
morfema, la cual se opone a una forma plural, que se muestra por la adopció n, por parte del

singular.
،
sustantivo, de las variantes 0 alomorfos < > , 5 0 es , segUn sea el contorno fonoló gico del
٠

Por tanto , hay sustantivos como , por ejemplo , crisis, atlas, gafas, que presentan la
misma forma para el singular y para el plural, es decir , que son , de acuerdo con la definici ó n
de E. Coseriu (1986: 245-247) ya citada en párrafos anteriores, sincretismos de numero. Ahora
bien , al igual que ocurre en los casos de sincretismo de gé nero , aunque singular y plural no
se distingan en la expresi ó n, la diferencia de contenido singular / plural subsiste y estos
sustantivos, si la oposició n numé rica no est á neutralizada« , indican o "singular " o plural ".
Podemos distinguir también entre aquellos sustantivos que presentan un sincretismo
o indistinció n singular / plural resoluble en el contexto por la combinatoria de los mismos con
art ículos, adjetivos y / o pronombres (ila crisis económica / las crisis económicas atlas como éste

„0 hay muchos / atlas como éstos 0 hay muchos) , frente a aquellos otros que no se pueden )

resolver por la combinatoria con artículos, adjetivos y / o pronombres, sino que Unicamente
sabemos que indican plural por la aparici ón de numerales, sustantivos colectivos, etc. [ estas dos
‫؟‬،afas , un montón de ‫؟‬،afasV
Sobre los sustantivos que carecen del significado instrumental n ú mero, esto es, aquéllos
que no intervienen en la oposició n singular / plural anteriormente descrita, hemos de se ñ alar
al menos que, precisamente, un amplio conjunto pertenece a la categoría de los que, siguiendo
a E. Buyssens (1975) , podríamos denominar sustantivos singulares , es decir , a la categor ía
constituida por los sustantivos que designan individuos o individualidades que son Unicos en
su género como, por ejemplo, luna sol, tierra .)

Por otra parte, las deficiencias observadas en las clasificaciones de sustantivos expuestas
avalan suficientemente, creemos, la b úsqueda, por nuestra parte, de otros criterios que puedan
regir una clasificació n diferente. En este sentido, intentaremos demostrar en lo que sigue que
sólo la indagació n morfol ógica y sintáctico-semantica de esta clase de palabras nos permite

‫ اد‬a reimpr., a y 19862, 1 reimpr.: 126-127),


¡
7
Entendemos norma en el sentido propuesto por E. Coseriu (19822
es decir , como "conjunto formalizado de realizaciones tradicionales, abarca lo que ya "existe" , lo que ya se ha
realizado en la tradición lingüistica" (19862, Ia reimpr.: 126), frente a sistema, que es el "conjunto de posibilidades
de realización: abarca también lo que no se ha realizado aUn, pero que es vimialmente existente, lo que es
" posible" , es decir, lo que puede ser creado de acuerdo con las reglas funcionales de la lengua " (op. cit.: 126-127).

* Como sucede, por ejemplo, aunque no aparezcan sincretismos de nUmero, en las expresiones citadas por E .
Coseriu (1986, Ia reimpr.: 255) para ejemplificar que "el singular es término neutro con respecto al plural y puede
aplicarse a "uno" , pero tambié n a un nUmero indefinido" , pues se dice el español es asi con el valor de " los
españ oles, en general, son asi" y el turco sitiaba Vierta , que, evidentemente, no se refiere a un solo " turco " sino a
" muchos ".

219
obtener una clasificaci ó n coherente de los sustantivos, que no presente tantas fisuras como las
tradicionales pero que si conserve todas sus ventajas.
El punto de partida de esta nueva clasificació n , de la que expondremos un esquema una
vez establecidos los criterios, es la tesis, ya demostrada en otro lugar (cf . Diaz Hormigo
1994 b) , de que cualquier construcci ó n , grupo de palabras o sintagma con sustantivo en
posici ó n nuclear que tenga sentido en un texto o en un discurso es la actualizació n de un
esquema sint áctico-semantico suboracional subyacente que tiene como nUcleo a ese
sustantivo‫؟‬.
Por ello , la primera marca de la clasificaci ó n es que, en el nivel abstracto de
indagaci ó n , es decir, en el nivel de los esquemas sint áctico-sem á nticos suboracionales, el
sustantivo implique o no una relaci ó n sint áctico-sem á ntica con otra u otras variables
lingü isticas, las cuales, en el nivel discursivo o textual 'o, pueden ser actualizadas, investidas
categorial , l éxica y / o gramaticalmente y dotadas de una denotaci ón y un sentido, o bien ser
omitidas o designadas por alguna proforma, pero , en cualquier caso , estas variables pertenecen
al esquema sint áctico-semantico en el que ese sustantivo aparece en posici ó n nuclear.
Son denominados relaci ó nales los sustantivos que, en los esquemas sint áctico-
sem ánticos de los que son nUcleos, contraen necesaria y obligatoriamente una relaci ó n
sint áctica y sem ántica con , al menos, una variable ling ü istica, y no relació nales, los sustantivos

‫ ؟‬Entendemos
por esquema sintáctico-semantico con sustantivo nuclear el signo Envistió con una ‫؛‬orma
significante (esquema sintáctico suboracional) a la que corresponde una función sem ántica (esquema semántico
mboracional) , que es abstracto, pues resulta de un proceso que implica la realización de una serie de abstracciones:
tiempo y lugar concretos en que se emite un acto de hablar , hablante concreto y oyente concreto, contexto
lingüístico y situación, etc.‫ ؛‬es potencial, ya que, aunque tiene un significado suboracional completo, carece de
sentido, pues éste sólo lo adquiere en un contexto y situación comunicati٧a concreta , esto es, cuando se inserta
en el dinamismo discursivo‫ ؛‬es no predicativo, puesto que no se establece una relaci ón predicativa o existencial,
indicativa de un determinado modo del suceder, entre los elementos del esquema sint á ctico-semántico suboracional
y la realidad extralingüística , función esta que es desempeñ ada en nuestra lengua sólo por el verbo, y está
constituido por una palabra con, al menos, significado categorial "lo que se concibe como ser en si" y significado
lé xico, si bien , además, puede presentar significado insturmental, o por esta palabra con, como m í nimo, significado
categorial y lé xico, y con o sin significado instmmental, y una o más variables lingü isticas relacionadas con la
misma.
Este esquema sintáctico-sem ántico se obtiene de un proceso de abstracción si, tras haber extraído los
sintagmas con sustantivos nucleares de las expresiones, a) eliminamos los signos de singularizació n y de
actualización textual ‫ ؛‬b) restituimos los sintagmas susceptibles de determinar en el nivel din ámico al sustantivo
nuclear; c) sustituimos los sintagmas nominales, preposicionales, adjetivales y adverbiales, las proformas,
embragadores y expresiones encastradas que aparezcan por variables lingü isticas, esto es, las generalizaciones
máximas de los significados, sentidos y referencias de tales sintagmas, proformas, embragadores y expresiones
encastradas, variables que están representadas por formas específicas de cada lengua , las cuales en españ ol son, sin
señ alar su nexo , alguien , algo , algún tiempo , algún lugar, algún modo , etc., y d) eliminamos las variables lingü isticas
con las que el sustantivo no contrae una relación sint áctico-semá ntica obligatoria . El resultado ser á un esquema
sint áctico suboracional completo (forma de una funció n) al que corresponde un esquema sem á ntico de su mismo
nivel (función de una forma) .
Para el concepto esquema sintáctico-semántico de construcción con sustantivo nuclear y sus caracter ísticas,
cf . Diaz Hormigo 1994 a y 1994 b.

'٥ Esta distinción se explica porque sustentamos que, del mismo modo que ha sido postulado por diversos
autores representantes de la escuela de Praga actual la bifurcación del denominado nivel oracional en dos subniveles
lingüísticos de indagación a los que corresponden dos clases de unidades lingü isticas -el subnivel abstracto de la
oración y los esquemas sintáctico-semánticos oracionales y el más concreto de las expresiones textuales- , hay que
establecer también en el nivel inferior de las construcciones con sustantivos en posición nuclear una diferenciación
entre un subnivel de an álisis e indagación de las mismas abstracto o est ático, que tiene como objeto la constitución
de los esquemas sintáctico-sem ánticos de estas construcciones y el establecimiento de su paradigmá tica opositiva,
y un subnivel má s concreto o din ámico, en el que se estudiar í an los resultados de la inserci ón de estos esquemas
sint áctico-sem ánticos en el dinamismo lineal del discurso.

220
que, en ese nivel abstracto de indagaci ó n , no implican tal relació n.
Tomemos los sustantivos asesinato belleza lluvia y mesa. No cabe duda de que los dos
) )

primeros muestran , cuando aparecen como n úcleos de un esquema sint áctico-semántico , un


comportamiento distinto al de los otros sustantivos citados, ya que necesariamente han de
aparecer determinados por una 0 m ás variables -todo asesinato es de alguien que resulta afectado
y realizado por parte de alguien esto es, por un agente no afectado por la acció n, y la belleza
)

es siempre de un alguien o de un algO que resulta caracterizadon- frente a lluvia y mesa que
) ) )

no necesitan determinaci ó n para formar un signo lingüístico con significado suboracional


completo . Por tanto , asesinato y belleza son relaci ó nales, y lluvia y mesa no lo son.

En un segundo estadio , puede ser establecida una delimitació n , tanto en el conjunto


de los sustantivos relaci ó nales como en el de los no relaci ó nales, entre sustantivos que, desde
una perspectiva estrictamente sincr ó nica, presentan una conexió n formal y sem ántica, en el
sentido amplio del té rmino, con una palabra de la misma o de otra categoría y los que no
presentan tal conexi ó n .

A su vez , los sustantivos conexionados pueden ser subdivididos.


En primer lugar, se distinguen sustantivos relacionados formal y sem ánticamente con
verbos, que podrían ser denominados sustantivos deverbales si no fuera porque ésta es una
denominació n que no nos parece totalmente satisfactoria, ya que puede dar lugar a confusi ó n
al estar inmersos en una tradición que considera que es deverbal Unica y exclusivamente el
sustantivo que deriva diacró nicamente de un verbo perteneciente a la misma lengua. Esta
concepció n nos conduciría irremediablemente a enfrentarnos a los problemas ya denunciados.
No obstante, pensamos que estas dificultades se podr ían evitar si , simplemente,
habláramos de sustantivos relacionados formal y sem ánticamente con verbos e incluyé ramos
en este conjunto a aquellos sustantivos que presentan esta conexión formal y semántica desde
la perspectiva de la conciencia de los hablantes, por tanto, estrictamente sincró nica. Esta
intuició n o determinaci ó n inicial queda corroborada tras confirmar lo establecido por E.
Coseriu (1978 ‫ )و‬, en el sentido de que el lingüista rumano considera que, en el estudio o
descripció n de un estado de lengua (lingü istica sincró nica) , el punto de vista que hay que
adoptar respecto al sistema lingüístico es el del hablante que utiliza la lengua. Sustentamos, por
tanto , que hay que establecer la divisió n de los sustantivos en los conexionados formal y
sem ánticamente con verbos y los no conexionados teniendo en cuenta Unicamente nuestro
sentimiento sincró nico y el de nuestros informantes, que nos indicará si el sustantivo en
cuesti ó n se relaciona con un verbo 0 si tal relació n no es posible. De este modo , los
sustantivos asesinato y construcción conexionados sincró nicamente, desde los puntos de vista
)

formal y semántico, con asesinar y construir respectivamente, se incluyen en este primer


)

grupo.
No obstante, somos conscientes de que esta postura estrictamente sincró nica puede

n Por tanto, los esquemas sint áctico-semánticos de los que estos sustantivos son n ú cleos incluyen , el del
sustantivo asesinato, las variables lingü isticas de alguien . afectado y por parte de alguien : agente no afectado, y el del
*

Itiivo belleza , \‫ا‬ ‫ة‬


'
‫ ة \ھﯿﺎ‬de alguien / algo : caracterizado.
Estas marcas semánticas de las variables, que configuran los esquemas sem ánticos suboracionales, se
determinan , al igual que las de los esquemas oracionales, por la aplicación de un inventario de pimebas semánticas
del tipo "¿Qué hace xrt "¿Qué le pasa a X ?" , "¿Qué actitud muestra X?" etc. )

En el ejemplo citado, establecemos la marca semántica afectado para la variable lingü istica alguien ( X ) de
la que se puede formular la pregunta "¿Qué le pasa a X f "; agente no afectdo para la variable lingüistica alguien (Y)
de la que se puede formular la pregunta "¿Qué hace Yr pero no *"¿Qué le pasa a Y?" y caracterizado para la
)

variable lingü istica alguien ( X ) / algo ( X ) de la que se puede formular la pregunta "¿Qué característica tiene X f ".
X e Y hacen referencia a la primera y segunda variable del esquema.

221
llevarnos a conclusiones que una investigaci ó n diacr ó nica negar ía, como considerar derivado
un sustantivo que realmente sea o constituya la base de derivaci ó n , pero esto no es realmente
un inconveniente para el an álisis del conjunto , pues no interesa delimitar qu é elemento es el
derivado, sino simplemente el hecho de que est á relacionado con otro , al menos, desde los
puntos de vista morfológico y sem ántico.

Una subclase distinta es la de los sustantivos conexionados, desde una perspectiva


sincró nica, formal y semánticamente con un adjetivo, con independencia de si,
diacró nicamente, es el adjetivo el que deriva del sustantivo o a la inversa. Asi, tristeza, belleza,
virtud , cautela , alearía , ‫؟‬ekiotvaAos con triste , bello , virtuoso , cauteloso y aleare ,
respectivamente, pertenecen a este subtipo.

Otro grupo es el de los sustantivos que, desde el punto de vista sincró nico , están
conexionados formal y sem ánticamente con un sustantivo. Los sustantivos hermanastro y
madrina, relacionados con hermano y madre, son de esta clase.
Los sustantivos relaci ó nales de este subconjunto pueden ser separados atendiendo al
criterio de si les corresponde o no un té rmino inverso relacional , el cual estará conexionado
tambi én formal y sem ánticamente con un sustantivo. Tal delimitaci ó n separa a los sustantivos
citados, pues, si para madrina existe ‫؟‬1 inverso relacional ahijado de tal manera que madrina
)

(A) de alguien (B) -¥ ahijado (B) de alguien (A ) para hermanastro esto no se cumple, ya que no
)

es posible establecer ninguna correspondencia, pues hermanastro (A) de alguien (B٠ ) también
hermanastro (B) de alguien (A). Por ello , el sustantivo hermanastro es incluido en el grupo de
los t é rminos simétricos relació nales conexionados con un sustantivo.

El Ultimo grupo que puede ser delimitado es el de los sustantivos que tienen conexi ó n ,
desde el punto de vista de la conciencia del hablante, por tanto , sincró nicamente, formal y
sem ánticamente con un adverbio.

Asimismo , en el conjunto de los sustantivos relaci ó nales no conexionados formal y


semánticamente con otra palabra de su mismo o de distinto significado categorial pueden
distinguirse los sustantivos que en su definición sem ántica implican las marcas de "vínculos y
relaciones interpersonales '' , donde se incluyen los términos de parentesco. Pertenecen a este
grupo los sustantivos maestrO padre vecino y hermano.
) )

A su vez, los sustantivos de este subconjunto pueden ser divididos siguiendo el mismo
criterio que se emplea para delimitar los sustantivos relació nales conexionados formal y
sem ánticamente con otro sustantivo, esto es, segUn si les corresponde o no un té rmino inverso
relacional. De este modo , diferenciamos maestro y padre -maestro (A) de alguien (B٠ ) discípulo
(B) de alguien (A) y padre (A) de alguien (B٠
y hermano -cecino (A) de alguien (B٠
) hijo (B) de alguien (A )- , <k \os sustantivos cecino
) cecino (B) de alguien (A) y hermano (A) de alguien (B)
hermano (B) de alguien (A )- que son sustantivos simétricos relaci ó nales.
)
-
Otros subconjuntos de sustantivos relaci ó nales no conexionados formal y
semánticamente con otro sustantivo son el de los que denotan " precio " , " tamañ o", "cantidad " ,
" peso " , etc. (،kilO metro precio litro )’ el de los que incluyen la marca de " parte de un todo " ,
) ) ) )

animado o no , ( brazo raíz tejado) , y el de los sustantivos que presentan un significado léxico
) )

o semantismo an álogo al de otros sustantivos que si están relacionados con verbos, e incluso
un comportamiento sint áctico-semá ntico similar al de los conexionados (miedo, relacionado
sint áctica y semánticamente con temor‘ parricidio, que presenta conexió n con asesinato ) .
)

Un criterio diferente que tambié n puede emplearse en la clasificaci ó n de los sustantivos

222
se refiere a si se establece o no una correspondencia sint áctico-sem ántica, y , en el caso de que
se d é, si esta correspondencia es total 0 parcial, entre el esquema suboracional con sustantivo
nuclear conexionado formal y semánticamente con otra unidad y el esquema sint áctico-
sem ántico oracional del que es nú cleo , atributo o complemento predicativo , el verbo,
adjetivo, adverbio o sustantivo conexionado formal y sem ánticamente con el sustantivo nuclear
del esquema.

‫؛‬
As , pueden ser divididos los sustantivos relació nales y no relació nales conexionados
con un verbo en sustantivos que son núcleos de esquemas con correspondencia sint áctica y
sem ántica con esquemas oracionales y sustantivos que son nUcleos de esquemas sin
correspondencia con esquemas oracionales.

Tal delimitació n no es posible en los dem ás conjuntos, pues 1) todos los esquemas en
los que aparecen como nUcleos sustantivos relacionados formal y sem ánticamente con adjetivos
y adverbios presentan correspondencia sintáctico-semántica con los que tienen como atributo
0 complemento predicativo el adjetivo 0 el adverbio relacionado con el sustantivo nuclear‫ ؛‬2)
los sustantivos relació nales conexionados formal y sem á nticamente con sustantivos só lo
mantienen correspondencia con el esquema suboracional que tiene como n úcleo a ese
sustantivo con el que est án conexionados, y 5) los esquemas con sustantivos no relació nales
conexionados formal y semánticamente con otro sustantivo, por ejemplo, los de los sustantivos
lechero, telefonistayperrerd no se corresponden con ningú n esquema oracional o suboracional .
)

Volvamos a los sustantivos relaciónales conexionados formal y sem ánticamente con


un verbo.
En el subconjunto de los sustantivos que son nUcleos de esquemas suboracionales con
correspondencia sintáctica y semántica con un esquema oracional, distinguimos entre 1)
sustantivos nUcleos de esquemas que presentan una correspondencia total (el mismo nUmero
de variables lingü isticas, aunque no con la misma forma, e idéntico carácter sint áctico-
sem ántico) con el esquema en el que figura como nUcleo predicativo el verbo con el que el
sustantivo esta relacionado. Citamos como ejemplos los sustantivos amor y estima‫ا‬3, y 2)

12
Un esquema sinático-semantico oracional es "un signo potencial , abstracto , completo e independiente de
cualquier situación y contexto, constittiido al menos por un predicado (V . g. llueve) o por un predicado y una serie
de variables relacionadas con ei (alguien , algo , algUn modo, algUn lugar, algUn momento) " (Baez San José 1987: 76-
77).
Por tanto, el esquema sintactico-semantico oracional se diferencia del suboracional , fundamentalmente,
porque es predicativo , esto es , se establece una relación predicativa o existencial , indicativa de un determinado
modo del suceder, entre los elementos del esquema oracional y la realidad extralingüí stica , función esta que es
desempeñada por el verbo.
Respecto a este concepto, cf . sobre todo Baez San José 1987, 1993 y 1996.
n En efecto, estos sustantivos son nUcleos de los esquemas sintáctico-semanticos
[amor : actitud no activa, de alguien : afectado portador de la actitud , por / bacia alguien : objeto de la actitud! 7
(estima : actitud no activa , de alguien : afectado portador de la actitud , por alguien : objeto de la actitud],
que se corresponden con los esquemas oracionales
(alguien : afectado portador de la actitud , ama : proceso no causativo actitudinal no activo, a alguien : objeto de la
actitud] 7
(alguien : afectado portador de la actitud , estima : proceso no causativo actitudinal no activo, a alguien : objeto de la
actitud] respectivamente .
)

Actitud no activa es la marca semántica del sustantivo nUcleo del esquema que si responde a la pregunta
"¿Qué actitud muestra X respecto a y?" pero no a *"¿Qué hace xr afectado portador de la actitud la marca de la
‫؛‬ )

variable lingüistica alguien (X ) de la que se pueden formular las precintas )Qué le pasa a xr' y )Qué actitud
muestra X respecto a YT; objeto de la actitud la marca de la variable lingüistica alguien (Y) que responde a la
)

223
sustantivos n ú cleos de esquemas que presentan una correspondencia parcial (distinto n ú mero
de variables lingü isticas y diferente car ácter sintactico-semantico) con un esquema oracional ,
conformando este apartado los denominados tradicionalmente nombres de agente, pues , si
determinamos el esquema sintactico-semá ntico de cada uno de éstos y lo comparamos con el
que tiene como n ú cleo predicativo el verbo con el que el nombre de agente esta relacionado ,
observamos en todos los casos la reducció n de una variable lingü istica del esquema del grupo
de palabras respecto a las que figuran en el esquema oracional , resultando ser esta variable
reducida siempre la correspondiente a la variable lingü istica alguien : agente, que queda
subsumida en el nombre de agente que es nUcleo del grupo de palabras. Confr ó ntense al
!4
respecto los esquemas sintactico-semánticos de los sustantivos constructor y agresor .

Los sustantivos relació nales conexionados formal y semánticamente con un verbo pero
n úcleos de esquemas sin correspondencia con un esquema oracional presentan,
sincró nicamente, en té rminos de F. Monge (1970: 157 n. 5 y 1996: 46), una especializació n o
diferenciaci ó n sem ántica, es decir, " han llegado a adquirir un sentido especializado " (Monge
1970: 157 n. 5)‫ا‬5. Los sustantivos y sección conexionados formal y sem ánticamente
)

con los verbos fraccionar y seccionar, pertenecen a este subtipo.

An álogas delimitaciones pueden establecerse en el conjunto de los sustantivos no


relació nales conexionados formal y sem ánticamente con un verbo , distingui éndose 1) por una
parte, sustantivos como lluvia y tronada que son n úcleos de esquemas sintactico-semanticos
)

con correspondencia con esquemas oracionales ' ^ , y 2) por otra, sustantivos como canción y
habitación , con un significado l é xico independizado del verbo (especializació n o diferenciaci ó n
sem ántica , en el sentido arriba establecido) , los cuales son nUcleos de esquemas que no se
corresponden con los oracionales, que tienen como nUcleo a los verbos con los que estan
relacionados (cantar y habitar ) .


‫¿ ةاأ?اً؟‬Cual es el objeto de ‫ ط‬actitud de x?"7١ proceso 0 causativo actitudinal no actlvoA^ de\ núcleo ‫ ؟‬rácaxwo
del esquema que no responde a las preguntas *"¿Qué efecto se produce?" y * )Qué se hacer, y si a "¿Qué actitud
muestra X respecto a rr .
" Esto es, los esquemas sintactico-semanticos suboracionales
‫؛‬asesor
constructor : agente no afectado, de algo : objeto resultativo] 7
‫؛‬que se relacionan
: agente no afectado, de alguien : afectado],
, respectivamente, con los esquemas oracionales
[alguien : agente no afectado, construye : acción causativa, algo : objeto resultativo] 7
[alguien : agente no afectado, agrede : acción causativa, a alguien : afectado].
Acción causativa es la marca del nUcleo predicativo del esquema que responde a las preguntas "¿Qué hace
xr y "¿Qué efecto se produce por la acción?"• afectado, la marca de la variable lingüistica alguien (X 0 Y) de la que
)

se puede formular la pregunta "¿Qué le pasa a X?" o "¿Qué le pasa a y "‫ ؛‬agente no afectado, la marca semántica del
sustantivo nUcleo del esquema y de la variable alguien ( X ) de los que se puede formular la pregunta "¿Qué hace X ?"
pero no * "¿Qué le pasa a X?" , y objeto resultativo, la marca de la variable lingü istica algo que responde a la pregunta
"¿Qué objeto es el resultado de la acci ón?".

.
Hace referencia este autor a la distinción no apoyada en criterios cronológicos sino sem ánticos" (Monge
1996: 46) , de E. Pichon ((1942), Les Principes de la Suffixation en Fran çais, Paris) entre vocablos nativos, que son
aqué llos que dependen , desde el punto de vista de su significación , de la palabra de la que se han formado, y
vocablos adultos, en los que "ha habido ya una especializació n semántica o, en té rminos de Pichon, una
" diferenciación secundaria "" .

١، Compense \os esquema [lluvia : evento] 7 [tronada : evento] con [llueve : evento] 7 [truena : evento].
La marca semántica evento es la del nUcleo del esquema oracional o suboracional que responde sólo a la
pregunta "¿Qué pasa?"

224
De los criterios aplicados resulta la siguiente clasificaci ó n general de la clase de palabras
sustantivo:

Sustantivos relaci ó nales ( asesinato , belleza )


í

Conexionados formal y sem á nticamente con otra unidad


Conexionados con un verbo (،asesinato , construcción)
NUcleos de esquemas con correspondencia oracional
Con correspondencia total (amor , estima )
Con correspondencia parcial (iconstructor , agresor )
NUcleos de esquemas sin correspondencia oracional ( fracción , sección )
Conexionados con un adjetivo (itristeza , belleza )
Conexionados con un sustantivo ( ihermanastro , madrina )
Con té rmino inverso relacional {madrina )
Sin té rmino inverso relacional { hermanastro )
Conexionados con un adverbio (<cercanía , lejanía )
No conexionados formal y semánticamente con otra unidad ( padre , brazo , litro , miedo )
Sustantivos no relació nales
Conexionados formal y sem ánticamente con otra unidad
Conexionados con un verbo
NUcleos de esquemas con correspondencia oracional {lluvia tronada) )

NUcleos de esquemas sin correspondencia oracional {habitación )


Conexionados con una unidad distinta al verbo (ilechero , telefonista , perrera )
No conexionados formal y sem ánticamente con otra unidad (gato , lápiz )

Es obvio que pueden establecerse otras subclases en cada uno de los conjuntos de
sustantivos previamente distinguidos mediante la aplicaci ó n de diferentes criterios como, por
ejemplo, a) el nUmero de variables lingü isticas que configuran los esquemas sintáctico-
sem ánticos de los que son n ú cleos los sustantivos relació nales. De este modo, podemos
delimitar sustantivos n ú cleos de esquemas sintactico-semanticos monovalentes ( belleza ) ,
Vwsh.es QsesinatoV t ï wshes felicitación , pues I 0 <k felicitación es de alguien : agente no
^
afectado , a alguien ٠• afectado y por algo : causa ) , etc. j b) la relació n que un esquema sintáctico-
sem ántico con sustantivo nuclear presenta con otros esquemas sint áctico-sem ánticos que tienen
en posició n nuclear al mismo sustantivo , y c) las caracter ísticas sem ánticas de los sustantivos
nUcleos de los esquemas. Asi, la aplicació n a los esquemas con un sustantivo nuclear
conexionado formal y sem á nticamente con un verbo de las pruebas sem ánticas "¿Qué
característica tiene alguien‫ "؛‬o "¿Qué característica tiene algo‫ "؛‬, "¿Qué efecto produce alguien‫ "؟‬o
"¿Qué efecto produce algo ‫ "؟‬, "¿Qué bace alguien‫" ؟‬7 "¿Qué actitud muestra alguien ‫ "؟‬nos permvte
determinar , en un primer estadio, la existencia de, al menos, 1) sustantivos caracterizadores,
pues en el esquema sint áctico-semántico en el que están insertos responden a la pregunta "¿Qué
característica tiene alguien?" o "¿Que característica tiene algo?"', 2) sustantivos causativos, esto
es, sustantivos que en los esquemas de los que son nUcleos responden a "é Qué efecto produce
diguien?" o "¿Qué efecto produce algo?"', 3) sustantivos activos, es decir, sustantivos que
responden a la pregunta "¿Qué hace alguien?" , y 4) sustantivos actitudinales, que son los que
en el esquema suboracional responden a )Qué actitud muestra alguien?". Cada una de estas
subclases de sustantivos podría ser subdividida en otras por la aplicaci ó n de otras pruebas
sem ánticas.

Sin embargo, perfilar la clasificació n de los sustantivos de acuerdo con estos criterios
y con otros de idé ntica indole ulteriormente determinables, que habrían de ser aplicados no
sólo al conjunto de los esquemas sint áctico-sem ánticos con sustantivos conexionados formal

225
y sem ánticamente con verbos, sino a todos los esquemas sint áctico -sem ánticos que presentan
en posici ó n nuclear sustantivos relació nales, si bien podr ía dar como resultado el
establecimiento de la paradigmática opositiva de los esquemas sint áctico-sem ánticos con
sustantivos nucleares y podrí a completar la clasificació n de los sustantivos realizada con los
criterios anteriormente esbozados, no es cuestió n que deba ser tratada en este libro, pues
excede los limites del mismo al estar éste dedicado exclusivamente al tratamiento del sustantivo
como categoría lingü istica o como clase de palabras sin atender a ninguno de todos esos
aspectos que atañen al sustantivo en tanto que unidad susceptible de desempeñar la funció n
de elemento nuclear en una construcción sint áctico-sem ántica suboracional.

En cualquier caso, a lo largo de este trabajo, nos hemos visto obligados igualmente a
renunciar al tratamiento de otros muchos problemas emergentes. De otro modo, el estudio
seria ilimitado. No obstante, creemos sinceramente haber contribuido, al menos, a levantar el
velo de muchas cosas, pero ahora, nos parece que, detr ás del velo y de lo que escondí a,
aparecen otros muchos velos. De nuevo se cumple aquí lo tantas veces afirmado por otros: el
horizonte cada vez mayor que ahora contemplamos es precisamente lo que desconocemos.

226
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258
Se terminó de imprimir este libro
en los talleres de Grá ficas Varona ,
impresores en Salamanca,
el d ía 21 de enero,
festividad de In és , santa casi ni ñ a que,
sobreponi é ndose a la flaqueza de su edad ,
dio ejemplo de fortaleza
y consagró con martirio
el honor de la castidad.
Muri ó en la Ciudad Eterna en el 305.
‫ا‬
Mg Tadea Diaz Hormigo, p٥٢feso٢a de Ling ü istica General
de la Universidad de Cá diz, especialista en Morfolog ía
General y en Sintaxis y Sem á ntica Suboracionales, aborda
en este libro el an á lisis de los di٧ersos aspectos que surgen
del tratamiento de las unidades integrantes de la categor ía
ling ü istica o clase de palabras sustantivo consideradas
aisladamente. Por tanto, se trata la definici ó n de esta clase
de palabras, los denominados tradicionalmente accidentes
gramaticales g é nero y n ú mero y las clases de sustantivos
identificables, todo ello a partir de la revisi ó n teó rico-critica
de las delimitaciones que sobre la categoría sustantivo se
han dado desde la m á s antigua tradici ó n gramatical hasta
llegar a las m á s recientes posturas y opiniones de los
estudiosos de la misma .

ISBN: 84-7786-324-5

S RV)CK>OE٠PHCADONfS
GRUPO DE INVESTIGACIóN
UNIVERSIDAD، DE٠CADIZ SEMAINEIN 9 477 863243
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