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TEMA 5: EL DERECHO EN LA BAJA EDAD MEDIA

5.1 LA SEGUNDA ROMANIZACIÓN: IUS COMUNE

Antes de la llegada del Estado Moderno en España podemos destacar tres derecho
fundamentales sobre los que se asienta la organización política y social de la época:

- Derecho tradicional, el derecho basado en la costumbre y en la tradición, es el derecho de la


comunidad, donde estarán incluidos los fueros, los privilegios, el Liber, las costumbres, es decir,
todo el derecho básico de la comunidad. 


- Derecho real, dictado por los reyes quienes van adquiriendo mayor autoridad y se ven
obligados, conforme ocupan territorios anteriormente ocupados por los musulmanes, a elaborar
leyes con las que legislar su territorio en tiempos de paz. Asimismo, los reyes tenían que ser
capaces de defender su reino en tiempos de guerra. 


- Derecho común o ius commune, este derecho común encuentra sus raíces en el código de
Justiniano. Está compuesto por el corpus iuris civilis junto con el derecho canónicoy el derecho
feudal, que proviene de la escuela de Pavía, al Norte de Italia. 


Hasta el siglo XI el Derecho tiene un carácter estático. Sin embargo, se produce un cambio por
las siguientes causas:

Tras periodos de crisis, tanto económica como demográfica, las ciudades adquieren una mayor
fuerza, por el crecimiento demográfico y el reforzamiento de la economía agraria. El dinero
empieza a fluctuar y empieza a ser objeto de cambio. El truque solo se va a admitir con
determinadas materias como las especias, por su alto valor económico.

La aparición de textos códigos romanos que permiten el reforzamiento de las ideas romanas
provenientes del código de Justiniano. La reaparición del derecho romano reforzara a auctoritas y
potestas de reyes y emperadores, quienes sustentaran su poder según este Derecho.

Estudio independiente del Derecho: a partir del Siglo XI se crean las primeras escuelas de
Derecho. En ellas se comienza a discutir sobre el Derecho empleado el sistema socrático.
Aparecen las primeras universidades, destacando la Universidad de Bolonia, primera en enseñar
Derecho. Florece la participación política de los juristas que actúan como asesores políticos de
los emperadores.

LAS UNIVERSIDADES: GLOSAS E INTERPRETACIONES DEL DERECHO ROMANO

Con la aparición de las universidades, el derecho se estudia de manera particular, pero se quedan
al margen la enseñanza de los derechos nacionales. Las universidades poco a poco van ganando
prestigio junto con las ciudades y acogen estudiantes de todo Occidente. Hablarán el latín, la
lengua culta. Se va a estudiar derecho romano y derecho canónico, es decir, el derecho romano
de Justiniano y el derecho eclesiástico.

La aparición de estas universidades significará que la aparición de nuevo estamento que poco a
poco se va a atribuir un mayor protagonismo dentro de la corte real y en las ciudades: los juristas.
A partir del siglo XV, en el Estado Moderno, formarán parte del Estado, integrándose en la
Burocracia, se les va a considerar como la Tercera Nobleza.

La universidad de Bolonia se convierte en centro jurídico de occidente y allí se inicia la práctica


de un nuevo estudio de Derecho. Está desligado de toda connotación religiosa y el método de
trabajo es la glosa, que consiste en la interpretación, en el análisis de lo que se establece en el
código de Justiniano.

Los juristas de este período, los glosadores, aconsejan al emperador y reconstruyen su


fundamento político. El emperador, por su parte, les permitirá componerse como un estrato
social.

LOS GLOSADORES Y COMENTARISTAS

El uso de la glosa se alarga en el tiempo: manuscrita y luego impresas. Inicialmente es una glosa
breve que se dedica a aclarar algunos preceptos, pero poco a poco los juristas son conscientes
de su poder y ocupan más espacio de la página que el propio texto. En algunos casos, ya es tan
exagerada la glosa que hay solamente una línea del texto original y lo demás son todo glosas.

Hasta ese momento, los glosadores, partidarios del emperador, trabajan sobre derecho positivo
abandonando toda elaboración histórica, es decir, una obra elaborada hace siglos, lo consideran
como un derecho vigente. Los glosadores tenían una actitud y una posición similar a los teólogos
respecto de la Biblia,; no se podía modificar, sólo interpretar.

Los glosadores tienen una relación muy directa con las universidades y son maestros en ellas,
participan de manera activa en la aplicación del derecho: emiten dictámenes y actúan como
abogados o jueces.

Por esta actitud inamovible de los glosadores, en el siglo XIV, el derecho romano de Justiniano es
un derecho insuficiente, sobre todo porque las ciudades tienen su propio derecho estatutario. Los
glosadores son sustituidos por los comentaristas: juristas que se preocuparan más por la
aplicación del Derecho que de la enseñanza. Crean una nueva ciencia jurídica a través del
Derecho Romano y consideran el ius commune como un ordenamiento casi perfecto.

A partir de los Siglos XIV y XV las ciudades aumentaran su tamaño y gozaran de estatutos
municipales. Este derecho estatutario, que no pertenece al Derecho Romano será integrado por
los comentaristas en el ius commune, siempre considerándolo como un Derecho subsidiario.

A partir de este momento, los comentaristas van a crear una verdadera ciencia jurídica. Se
desarrollara esta ciencia al considerar el texto romano como un instrumento que sirve para
regular la convivencia de la comunidad.

El problema de los comentaristas viene a ser el mismo que el de los glosadores, hay opiniones
contrarias, y para resolver estas contradicciones, crearon la opinión común, la comunis opinio,
que consistía en que se declaraba como norma de validez general, aquella que dijera la mayoría
de la doctrina.

Junto con el Derecho romano, el derecho común se integra por el derecho canónico, que
adquiere mucha fuerza, sobre todo a partir de la reforma gregoriana.

La iglesia había sufrido momentos de crisis y la reforma gregoriana impuso la unidad. A partir de
esta reforma, la autoridad suprema va a ser el Papa, el único que tendrá capacidad para legislar
mediante decretales. Así, los concilios van a desaparecer y la normativa va a ser exclusivamente
dada por el Papa.

En el mundo canónico se van a dar dos colecciones muy importantes. La primera, que se conoce
como el Decreto de Graciano, armonizará toda la obra legislativa anterior a las decretales;
recogerá todo el derecho conciliar, de forma que la obra se va a llamar Concordia de las
Discordias, porque el derecho conciliar había llegado a discordias. A partir de este decreto de
Graciano, se van a realizar distintas colecciones sucesivas donde se recogen las decretales.

El derecho común va a estar compuesto por el derecho romano de Justiniano en sus dos formas,
por el derecho canónico y va a haber un tercer elemento que va a ser necesario, aunque no se va
a estudiar del todo en las universidades, que será el derecho feudal, se va a iniciar a través de
unas epístolas de un juez a su hijo que está estudiando en la Universidad de Derecho, y en estas
cartas le dirá que su formación es incompleta si no conoce algún aspecto feudal.

5.2 REINOS Y CORONAS. ESTRUCTURAS Y SUPERESTRUCTURAS.

A partir del Siglo XII, los territorios se consolidan políticamente y existen distintas formas
políticas. Se van a constituir con la formación de tres elementos: la población, el territorio sobre el
que está asentada la población y la autoridad o poder.

En función de cómo se combinen estos tres elementos, surgirán dos tipos distintos de formas
políticas, las unitaristas y las pluralistas.

Las unitaristas, existen un único centro de poder y una sola autoridad. Son los casos de so reinos
de Asturias, León y los condados Catalanes.

Los pluralistas, el poder político se concentra en distintos centros de poder, estos centros de
poder son equivalentes entre ellos, no hay superiores e inferiores y además suelen estar
coordinados, es decir, no son totalmente independientes sino que se coordinan entre ellos.

FORMA POLÍTICA UNITARIA: LOS REINOS/ ESTRUCTURAS

Del primer tipo, los territorios forman una política unitaria por diversos títulos jurídicos: puede ser
por anexión, porque un territorio conquista a otro y directamente lo absorbe, puede ser por
cesión, puede por fusión, es decir, porque se fusionan dos elementos territoriales distintos,
sucesión o por alianzas.

Las clases de formas políticas en el tipo unitario son: el reino (fórmula más clásica de estructura
unitaria) el condado. Se admiten ambas formas políticas, porque, tanto reino como condado
están gobernados por un sujeto político que se denomina prínceps, príncipe. Tanto el rey como el
conde pueden ocupar ese puesto. En el caso de los condes, este tiene que ser específico y
superior, como, por ejemplo, el Conde de Barcelona. A este lo vamos a considerar como
prínceps.

Ejemplos: el más antiguo es el Reino de Asturias, original de la dinastía visigoda. En el siglo XI,
están Aragón y Castilla, que se configuran como reinos a partir de la sucesión de Sancho III El
Mayor de Navarra. Y finalmente, Portugal, que se configura como reino en el siglo XII.

Inicialmente, todos los territorios hispanos se van a configurar como formas políticas de tipo
unitario. En el caso de los territorios orientales, en el caso del reino de Aragón y del condado de
Barcelona, tras la muerte de Alfonso I El Batallador, en su testamento no tiene herederos y
nombra sucesores a las órdenes militares. Los nobles nombrarán como sucesor a su hermano
Ramiro II “El Monje”, quien acepta sus funciones dinásticas. Por su parte, Ramiro II solicitará al
Vaticano poder tener descendencia con el propósito de retirarse nuevamente al monasterio. Su
hija, Petronila, será su sucesora y, junto con el Conde Ramón Berenguer IV, como administrador
del reino tras celebrar sus esponsales, conformarán una nueva superestructura, la Corona de
Aragón.

FORMA POLÍTICA PLURALISTA O COORDINADA: LA CORONA DE ARAGÓN/


SUPERESTRUCTURAS

Tras el matrimonio entre Petronila, al cumplir su mayoría de edad, y el conde de Barcelona,


Ramón Berenguer IV, se consolida una nueva estructura política pluralista en la que existen
distintos centros de poder: uno en Aragón y otro en Barcelona. Su hijo, Alfonso II, es considerado
como el primer rey de la Corona de Aragón, ostentando el título de Rey de Aragón y Conde de
Barcelona.

A lo largo del siglo XIII, en la incipiente Corona de Aragón se fueron anexionando


progresivamente territorios como Valencia y Mallorca. En siglos posteriores se incorporaron a la
Corona territorios del Mediterráneo; Cerdeña, Sicilia, Malta y Nápoles. Estas anexiones surgieron
de conquistas, ocupaciones o uniones matrimoniales.

Entre los grupos de presión para la expansión mediterránea de la Corona de Aragón destacan: el
rey, quien a través de una serie de pactos se había comprometido a no extender su territorio en
tierras musulmanas; los nobles, quienes manifestaban la necesidad de ocupar nuevos territorios
para aumentar sus privilegios y riquezas; y la burguesía, nueva clase social que reclama el acceso
a nuevos mercados.

La gran expansión territorial hizo difícil de coordinar la Corona de Aragón, por lo que Jaime I
decidió convertir los territorios anexionados en reinos independientes (Reino de Cerdeña, Reino
de Nápoles, Reino de Sicilia, Ducado de Atenas,...). De esta forma, la Corona de Aragón se
compone de distintos territorios, casi todos son reinos, con distintas instituciones, leyes y
organización, pero bajo una misma autoridad.

FÓRMULAS DE GOBIERNO ( en función de como se ejerce el poder)

- Fórmula autoritaria: el rey ejercerá directamente su autoridad sin que nadie la ponga en
discusión

- fórmula basada en libertades, donde sus súbditos intervendrán decisivamente en el gobierno


del territorio.

En cuando a la primera fórmula podemos diferenciar las Coronas de Castilla y de Aragón;


mientras que en la Corona castellana el rey tiene un carácter autoritario y legislador,
considerándose por encima de las leyes al ser el representante de Dios en la Tierra; en Aragón, el
rey es elegido por los nobles y se basa en un sistema pactista, en la que el rey y los nobles
tomarán decisiones y elaborarán fueros.

Esta idea hace referencia a los míticos Fueros de Sobrarbe, los cuales establecen que “antes que
reyes hicieron leyes”, entendiéndose que los reyes estaban sometidos a las leyes, al ser estas
más antiguas. De esta forma, los reyes de la Corona de Aragón deberán prestar juramento en
todas las Cortes del territorio. La idea del sistema pactista se extiende por Europa, donde es muy
respetada y la cual recoge Bodino en su obra “Las Seis Repúblicas”, considerándola una de las
mejores formas de gobernar.

PAPADO E IMPERIO

Inicialmente se cuentan con dos superestructuras: Corona de Aragón y Corona de Castilla. Con el
tiempo, la segunda pierde su identidad y se convertirá en una unidad despersonalizada,
perdiendo sus instituciones propias y gobernados todos sus territorios bajo unas mismas leyes e
instituciones. Otras superestructuras son el imperio y el papado, compuestos ambas por vasallos,
bajo la autoridad tanto del emperador como del Papa.

Se produce un enfrentamiento entre las máximas autoridades (Papa y emperador) porque al


contar ambos con los mismos vasallos, el Papado defiende su autoridad sobre aquellos con fe
cristiana, mientras que el Imperio, aquellos que se encuentran en su territorio. A lo largo de la
historia se dio un enfrentamiento entre el poder espiritual y el poder temporal. En el momento en
el que desaparece el Sacro Imperio esta pugna se sigue manteniendo entre los reyes y la Iglesia.

5.3. LA CORONA DE CASTILLA

En este periodo prácticamente se ha acabado la conquista de los territorios lo que permite a los
reyes legitimar su autoridad y uniformar. En el caso de Castilla, el derecho de uniformar, proviene
sobre todo de Fernando III “el Santo” y de su hijo Alfonso X. Su misión principal era la
recuperación del territorio y apenas legislado.

A partir del siglo XIII el territorio español prácticamente se ha recuperado, porque los reyes
cristianos han hecho una especia de pactos, repartiendo el territorio de conquista. Lo primero
que tiene que hacer un rey o autoridad máxima, es legitimar su autoridad. Si la conquista está
prácticamente terminada, lo primero que se plantean los súbditos es para que necesiten un jefe
militar. Entonces aparece el derecho común, en el que se van a legitimar todos los reyes según el
estilo romano, y, por tanto, según el modelo Imperial Romano, una de sus funciones más
importantes aparte de ser general o jefe del ejército, era dar leyes.

Los reyes empezarán a legitimar su autoridad, en cuanto que solo a ellos les es legítimo dar leyes
e interpretar el derecho.

En la Corona Castellana el poder de unificación del Derecho fue mucho más rápido porque los
reyes se adjudicaban la capacidad legisladora. La primera forma de uniformizar el Derecho fue a
través de la concesión de carácter local de una serie de obras legislativas. Fernando III “el Santo”
realizará una importante labor unificadora del Derecho a través de la concesión del Fuero Juzgo –
versión romance del Liber Iudiciorum- a todos los municipios que se irán incorporando a la
Corona castellana.

Su hijo y sucesor Alfonso X promulgará tres grandes obras legislativas: “El Fuero Real”, “El
Espéculo” y “Las Siete Partidas”. La figura del Alfonso X ocupa un lugar destacado en el
panorama de la cultura europea y ha simbolizado, en concreto, la más brillante aportación
hispánica a la historia universal de la legislación.

El Fuero Real era una obra legislativa proveniente del rey y contenía bastante Derecho romano.
Consta de cuatro libros, dedicados a cuestiones religiosas y políticas, procedimiento judicial,
derecho privado y derecho penal. Sus leyes proceden del Fuero Juzgo y de otros fueros
castellanos. Los municipios se rebelaron a la imposición del fuero real. Alfonso X mantuvo
inalterado el derecho en los lugares que tenían el fuero juzgo. Sin embargo, intento imponer el
fuero real en lugares donde había fueros municipales (fueros dispersos).

En 1340, Alfonso XII intentó aplicar el fuero real, pero dejó fuera la cláusula que dejaba fuera el
poder de los municipios. En el fuero real que había aprobado Alfonso X correspondía al rey el
nombramiento de los jueces locales. A mediados del Siglo XIV, había lugares que se gobernaban
por fueros locales, otros se gobernaban por el fuero juzgo, y un tercer grupo se gobernaba por
este fuero real, es decir, en cierta manera se había conseguido la imposición de un derecho más
cercano al derecho territorial.

El primer problema, hace que durante el Siglo XIII el derecho procesal sea muy complicado su
ejercicio en la Corona Castellana, todavía no habían perdido su identidad, entonces en el reino de
León se aplicó directamente el fuerzo juzgo, y no había ningún problema ya que el fuero juzgo es
un derecho casi completo.

En el caso de Castilla Alfonso X elaboró una obra, ElEspeculo, que es el espejo del derecho. Es
un cuerpo legal incompleto compuesto únicamente de cinco libros, en los que se alude a leyes de
otros posteriores desconocidos. Su contenido es similar al de las tres primeras Partidas,
abundando incluso las coincidencias literarias. El Espéculo está fuertemente influenciado por el
Ius Comune y es como tiene un carácter incompleto, utilizara como derecho subsidiario el fuero
real. El derecho subsidiario es el derecho al que se acude en ausencia de una norma precisa.

A partir de 1272 al carecerse de un derecho aplicable a la corte del rey, para todos los pleitos que
se realizarán en Castilla, podía darse el caso que estos pleitos castellanos se acudieran a una
segunda instancia, y en esta se aplicaba un derecho distinto. En primera instancia, fueros de
carácter municipal, y en segunda instancia, el especulo o fuero real. Todo eso provocó una
revuelta entre los nobles, y en las cortes celebradas en 1272 en Zamora y, se acordó que se
distinguieran dos tipos de pleitos: los pleitos foreros,pleitos que se iban a juzgar con el derecho
municipal y, pleitos de ley.

Los pleitos foreros se juzgaban en primera instancia y apelaban de acuerdo con el derecho local
independientemente de que lo conocieran jueces locales o reales. Los pleitos del rey, sin
embargo, serían un reducido número de cosas que estarían reservadas por su especial gravedad
(traición, rebelión, forzar a una mujer). Quedan reservados a la autoridad del rey y la segunda
instancia les pretendía.

Las Siete Partidas. El código de las siete partidas se redactó en las mismas fechas que el fuero
real. Es la obra más interesante. Inicialmente no estuvo vigente, porque no fue aceptada por las
cortes, sí que es cierto que indirectamente se aplicó como derecho subsidiario. Este código se
elaboró inicialmente de manera manuscrita en el siglo XIII y de ahí surgen numerosas versiones,
porque los manuscritos a veces sufren alteraciones, unas veces son alteraciones involuntarias,
pero otras veces se deben al hecho de que en la redacción intervinieron distintos juristas, así que
hay párrafos que se redactaron de manera diferente. Hay alteraciones intencionadas, sobre todo
cuando se producen cambios en la ideología política. Hay diversas versiones, pero hay una única
redacción desde el descubrimiento de la imprenta. En el momento en el que se descubre la
imprenta Las siete partidas se difunden rápidamente. Hay varias hipótesis por las que Alfonso X
redacta esta obra:

La primera teoría es que Alfonso X es un personaje de profundos saberes, funda una escuela a la
que acude gente de todas las religiones y es un hombre con unos conocimientos enciclopédicos,
es una imagen similar a San Isidoro, es un hombre de gran cultura. En esta primera teoría se dice
que lo que desea es redactar una obra de carácter enciclopédico sobre materia jurídica, sobre
derecho. Es decir, en este caso estaríamos ante la construcción de una obra de carácter
doctrinal, reúne en un solo libro todos los saberes jurídicos. No estaría enlazado ni con el
especulo ni con el fuero real, en todo caso sería una prolongación de la obra que realizó su padre
parecida que se denominaba septenario, esta obra tendría un carácter didáctico y moralizante,
Alfonso X de alguna manera querría imitar la labor de su padre.

La segunda teoría sería que Alfonso X sería pretendiente al trono imperial, desearía realizar una
magna obra de derecho que impondría como emperador a todos los reinos. A pesar de ser un
candidato que podría haber llegado, se encontró con la oposición del papa Gregorio X y tuvo que
abandonar su intención de convertirse en emperador. Además, contó con la oposición de las
cortes, una candidatura al Imperio era un hecho costoso y las cortes castellanas tenían que
financiarlo. Además, estas cuestiones de candidaturas llevaban consigo añadidas algunas
guerras, y eso exigía hombres y dinero. Alfonso X se ve impotente para conseguir el Imperio, y
tiene que abandonar la idea. Lo más importante es la realización de esta obra, una gran obra, que
se mantendrá como obra doctrinal y culta, aunque realmente la intención era que fuera derecho
vigente.

La obra contiene derecho común (iuscommune), es decir, derecho romano, canónico y feudal.
Aunque también ha introducido algunas constituciones castellanas. Como es una obra de
carácter culto. Además del derecho común, incluye abundantes referencias, preceptos sacados
de la Biblia, de filósofos de la antigüedad, de Aristóteles, de Séneca, tiene también autores del
Medievo, teólogos e incluso obras orientales. Trata de reunir todo el saber jurídico en una sola
obra. El número 7 es un número mágico, y toda la cuestión de la ciencia gira en torno a este
número y divide la obra en 7 partes sistematizando el derecho.

Como no podía ser de otra manera, el primer libro trata de la fe católica y de la organización de la
iglesia. El segundo libro va a tratar del poder político. En esta segunda partida va a distinguir
entre emperadores y reyes y, va a hablar del poder que le corresponde a cada uno. Va a reclamar
la lealtad, la fidelidad del pueblo al rey. Es decir, en los dos primeros libros trata las cuestiones
trascendentales. En los siguientes, tratará el derecho procesal, matrimonial, sucesorio. A pesar de
que no tuvo vigencia directa, adquirió mucho prestigio y ejemplares de la obra de las partidas
estaban en las bibliotecas no sólo de juristas, sino también de cortesanos, de cronistas (los que
cuentan las historias de los pueblos) porque las consideraban una obra esencial. Tiene tanta
importancia este código, que en el siglo XIV la obra ha sido traducida al catalán, portugués y
gallego. Pero su fama va creciendo y, en el siglo XIX-XX, incluso se traduce al inglés.

A pesar de no ser un derecho vigente, en los tribunales reales se fue introduciendo poco a poco
su práctica y ello pese a las protestas de las cortes, es decir, de los nobles, que la consideraban
como un derecho extraño, extranjero. Hasta 1348, las leyes como el espéculo y las partidas,
exaltan el poder de los reyes y los consideran como vicarios (delegados) de Cristo. Entre esas
funciones que corresponden a los vicarios, está la de hacer leyes. Los distintos estamentos no

quieren ceder o reconocer la capacidad de legislar únicamente para los reyes. Desde mediados
del siglo XIII el rey crea también derecho en Castilla junto con las cortes. El rey convoca las cortes
y se aprueba un conjunto de leyes que se van a aplicar a todos los territorios castellanos. Estas
leyes deben estar sancionadas por el rey. El conjunto de leyes aprobadas en unas determinadas
cortes, en Castilla se les denomina ordenamiento. Y se suele distinguir cada ordenamiento por el
lugar de redacción y la fecha.

5.3.5 LAS PRAGMÁTICAS DE 1348 A 1505

El conjunto de leyes aprobadas en las Cortes castellanas reciben el nombre de“ordenamiento” y


suelen identificarse por el lugar donde se han convocado estas Cortes y lafecha en la que se
ejecutaron. El valor de las leyes aprobadas en Cortes era máximo puesestaba respaldado por la
autoridad del rey y de los nobles, pudiendo ser derogadas estas leyes únicamente por otras
posteriores.

En el reinado de Alfonso XI, las Cortes de Alcalá de 1348 promulgan un libro jurídico, el llamado
Ordenamiento de Alcalá, que establece en su ley primera el orden general de prelación de
fuentes. En primer lugar, se aplicará el propio Ordenamiento de Alcalá, y en su defecto de los
derechos tradicionales en cuanto no fueren contra Dios, la razón y las leyes, principalmente los
fueros municipales y el fuero juzgo. En tercer lugar, si las leyes y fueros carecen de norma
adecuada, se deberá hacer uso del Derecho romano canónico junto con las Partidas. Dicho
ordenamiento se estudiará en las Universidades castellanas y permanecerá vigente hasta el siglo
XIX.

Desde 1348 hasta 1505, los reyes castellanos, en un intento por mantener su autoridad, se
atribuirán el ius interpretandi, es decir, el derecho de promulgar sus propias leyes. Este conjunto
de normas promulgadas únicamente por el rey recibe el nombre de decisionismocastellano. Estas
leyes dadas solo por elrey se conocen como pragmáticas, fundamentadas en el principio de
Ulpiano (lo que al príncipe place tienefuerza de ley) y en la consideración de que el príncipe
estaba desligado de las leyes.

5.4LA PLURALIDAD NORMATIVA DE LA CORONA DE ARAGÓN

Tras la separación de Navarra en 1134, la historia de las fuentes del derecho aragonés da cabida
a dos grandes etapas, diferenciadas por la promulgación de los Fueros de Aragón en 1247. En
los largos cien años de la primera, es posible apreciar tanto la expansión del derecho autóctono
aragonés que se territorializa, como el arraigo en la zona de la Extremadura aragonesa de un
derecho producto de influjos castellanos.

5.4.1 EL REINO DE ARAGÓN

En el caso del reino de Aragón, el derecho va a funcionar de una manera muy diferente, sobre
todo porque el rey no va a imponer la misma autoridad que se impone en castilla.

En Aragón se va a ir viendo que el modelo del ordenamiento jurídico estará basado en el


pactismo, es decir, basado fundamentalmente en la conveniencia del rey y los nobles, tienen que
llegar a un acuerdo y, a partir de ahí, se elaborarán los fueros. A pesar de que el sistema se
organiza de manera distinta que en Castilla, en el reino de Aragón el ordenamiento jurídico tiene
una alta calidad técnica, este derecho de calidad ya lo percibimos cuando hablábamos de la
existencia de un derecho burgués de Jaca, esta existencia del derecho burgués hace que se vaya
poco a poco formando especialistas en fuero y especialistas en derecho.

En el caso aragonés, la doctrina va a estar elaborada por foristas, por especialistas en fuero y por
juristas o especialistas en derecho, porque en Aragón se distingue de manera muy clara lo que es
derecho, derecho romano, y lo que es fuero. Tanto es así, que existen graves problemas cuando
se intenta aplicar o imponer este derecho romano, es decir, un derecho ajeno, extranjero. Como
tal es repudiado (no se acepta) pero muchos de los foristas se han formado en las distintas
universidades donde han aprendido el derecho común. Y precisamente al aprender el derecho
común, con esos conocimientos lo que han hecho es aplicarlos para mejorar el fuero. Es decir, lo
que se produce en el reino de Aragón es un derecho muy elástico donde se conjugan los fueros
con el derecho romano canónico.

Quizás por ello el derecho que actualmente conservamos ha sido el derecho civil y el derecho
procesal. Estos aragoneses vuelven con conocimientos de derecho común, pero aquí se
convierten en grandes especialistas del derecho tradicional (del propio fuero). En muchas
ocasiones, lo que va a suceder es que van a unir en una persona las dos categorías (foristas y
juristas). Muchos de ellos van a ocupar puestos de relevancia en la Corte de Justicia de Aragón,
esta Corte se mantiene al margen en este periodo de la autoridad real. Así como en Castilla se
produce cierta fractura entre el derecho que hemos visto ahora y el derecho moderno, en el caso
aragonés no existe esta ruptura, sino que hay una continuidad.

Esta continuidad se debe precisamente al equilibrio de los poderes políticos, entre el rey y los
estamentos. Pero además de esto, también se produce una prolongación del derecho tradicional.
El derecho municipal se sigue respetando a pesar de la existencia de un derecho general del
reino. Lo único que va a suceder es que conforme se aplique este derecho general del reino,
como es un derecho mucho más completo, poco a poco, los fueros municipales irán en un lento
declive y se aplicará ese derecho territorial. Las ciudades más importantes procurarán imponer su
propio derecho para mantener cierto nivel de autarquía.

5.4.1.1 EL DERECHO TRADICIONAL Y LA OBRA DE VIDAL DE CANELLAS

En el año 1063, Sancho Ramírez concedió un fuero a la Villa de Jaca con el propósito de atraer
población, facilitando un derecho igualitario y un clima de libertad. Estas concesiones propiciaron
el asentamiento de importantes contingentes extranjeros. En el caso de Aragón, el fuero de Jaca
tuvo un importante éxito, lo que permitió su extensión a otros núcleos de población. De este
modo, el Fuero de Jaca fue adquiriendo la conciencia de Derecho nacional, siendo aplicado por
los juristas como un fuero general del reino.

El siglo XIII supone el punto de inflexión en un nuevo modo de elaborar derecho en Aragón, lo
que se cristalizó en la obra doctrinal elaborada por el erudito obispo Vidal de Canellas, a petición
del rey Jaime I de Aragón. El Vidal Mayor fue redactado para interpretar y aclarar los preceptos de
los Fueros de Aragón. Estos recogían un derecho antiguo y tradicional, prácticamente limitado a
las cuestiones propias de los pleitos entre particulares, y señalaban que en su defecto se
acudiese al sentido natural o a la equidad. Jaime I “maquilló” el Vidal Mayor, para que esta fuera
aceptada por los nobles, traduciendo la obra del latín al romance.

El Vidal Mayor facilitó la penetración del ius commune marginado en la atmósfera nacionalista de
las Cortes de Huesca, al ser considerado como un derecho extranjero. Sin embargo, esta obra
fue rechazada, quedándose como una obra de carácter doctrinal. Por lo tanto, Jaime I realizó una
nueva obra que recogiera el derecho tradicional del reino, conocida como los Fueros de Aragón,
redactada en latín. Esta segunda obra contenía fazañas y normas de derecho consuetudinario

5.4.1.2 LAS OBSERVANCIAS Y EL DERECHO COMÚN

El derecho de los fueros es interpretado por los juristas aragoneses en concordancia con los usos
y costumbres admitidos en los tribunales del reino, que son recogidos por los propios juristas,
especialmente en la curia del Justicia Mayor, armonizándolos con los principios del derecho
común. Mediante tal tarea arbitran soluciones prácticas que los jueces convierten en sentencias.
En la medida en el que la interpretación debe ser “observada”, estos preceptos de un derecho
nuevo reciben el nombre de observancias. Las observancias se reúnen en colecciones, cuyos
autores suelen ser los propios justicias de Aragón o sus lugartenientes.

Las observancias del reino de Aragón de Jaime de Hospital constituyen la más importante
colección de ese peculiar derecho aragonés. En la obra de Hospital, adopta nueve libros a una
estructura paralela a la de los Fueros de Aragón y lleva a cabo una triple tarea. Primero resume
esos fueros u otros relacionados con ellos. A continuación recoge las observancias al respecto,
tanto las de autores anteriores como las conocidas por él mismo en su actividad forense.
Finalmente, plantea las cuestiones jurídicas que hay que resolver. Aplica entonces el derecho
aragonés y el común.

Las observancias de Hospital recogen los textos del derecho común, sin alegarlos de modo
explícito. Con ello, la observancia aparece como costumbre propiamente aragonesa.

En el siglo siguiente, las Cortes de Teruel de 1428 encargaron al Justicia Martín Díez de Aux que,
junto con una comisión de letrados, reuniese los usos, observancias y actos de Cortes. La obra
fue publicada en 1437 con el título “Observancias y costumbres del reino de Aragón”. La
compilación de Díez de Aux hace uso de un estilo más elaborado y abstracto, prescindiendo de
los resúmenes de fueros y omitiendo también los casos concretos. Tras la publicación de las
Observancias de Díez de Aux, sucedieron dos cosas. Por una parte, se fosilizó ese régimen
jurídico y ya no se publicaron obras nuevas, quedando las de Díez de Aux como las Observancias
por antonomasia. Además, adquirieron de hecho una autoridad superior a las que los mismos o
semejantes textos habían tenido antes, llegando incluso a prevalecer sobre los propios fueros.

LOS ACTOS DE CORTE

Se dan desde 1360, son dados por la Corte del parlamento, y son resoluciones o actuaciones
relativas a los fueros que se han aprobado. Es decir, son la ejecución del ordenamiento jurídico
aragonés a través de un órgano estable que está integrado en las Cortes.

Los actos de Corte tienen menos importancia que los fueros, podríamos equiparar a lo que ahora
llamamos normas reglamentarias. Los actos de Corte van a irse aprobando hasta 1702 y quedan
definitivamente derogados con los Decretos de Nueva Planta. El contenido de estos actos es
sobre todo resolver cuestiones de gobierno, cuestiones de policía, a veces hay nombramientos
para determinados cargos, pero no se puede decir que tenga un carácter consuetudinario, es
decir, es fruto de las Cortes.

Los actos de Corte pueden provenir de iniciativa del rey o bien de iniciativa de uno de los brazos
(estamentos de las Cortes) o todos o de gran parte de ellos. En caso de que provenga de
iniciativa del rey, los brazos deben dar la aprobación, el plácet. En el caso de que sean los
brazos, el plácet le corresponde al rey.

Los actos de corte se recogen normalmente detrás de los fueros, pero no forman un cuerpo
independiente, es decir, se aprueban los fueros, se aprueban actos de corte, pero no forman una
fuente diferente, hasta que en 1554 se encomienda a una comisión que se coleccionen estos
actos de corte, al menos los más importantes, y que se publiquen como un cuerpo
independiente. Se transcriben los principales hasta esa fecha y destaca el interés que despierta la
cuestión de los naturales del reino, los regnícolas, y qué pasa con los hijos de éstos que han
nacido fuera de Aragón. Hay un apartado muy importante sobre los derechos del rey, de carácter
económico. En estos actos de corte también se encuentra el reglamento sobre el funcionamiento
de la diputación del reino.

Las pragmáticas son normas emanadas únicamente de la voluntad del rey, pero en el caso de
Aragón se aprueban sobre temas marginales, el rey no está cualificado para dictar normas en
forma de pragmáticas.

Estas pragmáticas si son contrarias al fuero no tendrán ningún valor. El rey está sujeto a las leyes,
ha jurado respeto a los fueros. Una vez conocidas estas fuentes, se establece un orden de
prelación.

1-  El derecho local, municipal. Ante la presencia de otros derechos más completos, poco a poco
va perdiendo vigencia, pero nunca es derogado.

2-  Los fueros y actos de corte posteriores a Díaz de Aus, 1437.

3-  Las observancias de Díaz de Aus.

4-  Fueros de 1247 a 1437.

5-  El derecho romano y canónico, y a través de ellos, mediante la equidad y el 



sentido natural, que son fuentes exclusivas del derecho romano. 


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