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Se habla mucho de eventos de tipo paranormal que suceden y que se comenta que sienten
presencias o que siente manifestaciones de energías o espíritus,
No es raro encontrar a sacerdotes en los grupos de estudios sobre estos temas. Y es que
la parapsicología, así planteada, parece contener todos los elementos clave de su visión del
mundo: "almas", "Bien" y "Mal" (presencias "benignas" y "malignas"), viaje espiritual tras la
muerte a "otros lugares", por no hablar de los efectos de "rezaaar".
La parapsicología siniestra no cree en Dios, y por lo tanto no espera que él, sus santos de madera,
o los trozos de esqueletos que los curas guardan en vitrinas, vayan a intervenir en el mundo real
de ninguna forma. La vida es demasiado corta para sentarse a esperar a fantasmas. Por otro lado
no considera los llamados fenómenos paranormales como algo inusual, de algún modo anómalo,
ni mucho menos proclive a ser peligroso. La parapsicología siniestra no teme a las fuerzas que
puedan generarse en la oscuridad, pues ha reconocido la oscuridad como un magnífico poder
propio. Y como limpiadores de manifestaciones inoportunas, los parapsicólogos siniestros son
desde luego mucho más eficaces: no hay comparación, para hacer cesar un poltergeist, entre dar
vueltas con velas blancas y salmodiar para que la supuesta alma "descanse" y "se vaya hacia la
luz", y consagrar la casa enteramente a Satán. Si no lo creéis, probadlo.
El llamado Sendero de la Mano Derecha comparte muchas de las premisas de la visión religiosa de
los fenómenos paranormales. No en vano es en sí un embrión de nuevos dioses. Para los que
siguen ese camino, tampoco "deberían" producirse estas manifestaciones. Por
ejemplo Jack Parsons anota en cierto lugar de su Libro de Babalon: "Diez de enero. Hice la
invocación dos veces. Me acosté sobre las once, y fui despertado a las doce de la noche por nueve
golpeteos rápidos y fuertes. Una lámpara de mesa que se encontraba en el otro extremo de la
habitación fue lanzada con violencia contra el suelo y se rompió. No había ventana en esa parte de
la habitación, ni había viento en ese momento. Mágicamente hablando, este tipo de fenómenos
representan "fisuras" en la operación, que indican técnicas imperfectas. En una operación mágica
no debería haber fenómenos de este tipo, sino sólo el resultado deseado."