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LA CONTRAREFORMA
Mi mente cerrada
Despierto y todavía escucho gritos de mis compañeros, los
cuales, junto a mí, sabíamos que lo que pasaba no estaba
bien. Soy David, tengo 24 años y estoy esperando mi
muerte, que exactamente será en una hora.
Desde pequeño, mi madre, me decía que tenía que estar
callado, tenía que ir a la iglesia, hacer caso cuando el pastor
dijera que el agua era vino y el vino agua.
Pero no entendía, ¿que es Dios?, ¿Por qué hacen todo esto?
Nunca me lleve bien con la religión, y no podía decir nada al
respecto de ello. Cuando alguien quiere abrir su mente y
quiere decir del como se siente con todo esto, lo callan,
amenazan y matan, ¿no se supone que ese tal Dios cuida a
los humanos y es pecado matar, es pecado mentir?, pero
aun asi el que nos enseña eso lo hace, es contradictorio y
siempre lo pensé. Un dia, me despertaron los gritos, ya
sabia que era, estaban torturando de nuevo, los gritos
desgarradores de esa mujer, la cual afirmaban ser bruja y
que se iria al infierno. Era repulsivo y seguía sin querer eso.
Ese mismo dia, una idea resulto en mi cabeza, quería gritar
en las calles por lo que en verdad estaba mal, que todas las
personas tienen ideas diferentes y sus vidas podrían ser
libres. Y lo hice, grite hasta no más poder, pero, al terminar
y ver como todos me veían con disgusto me sentí fatal y ahí,
llego el pastor Thomas Cranmer el cual me acuso de
blasfemia y me condeno a la rueda, me sentí a un peor, con
ganas de vomitar, caí en las garras de mi enemigo.
Despues de dos meses en prisión, me he sentido mejor, hice
lo que tuve que hacer y ya. Ahora ya solo estoy yendo a mi
muerte. Soy feliz.