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INTERNET

e
INTERSER

&

La aventura de una humanidad

cada día más enredada

&

Ignacio Gallego de Lerma Rojo


1ª Edición

Septiembre 2014

Formato eBook

Autor:

Ignacio Gallego de Lerma Rojo

InterSer Ediciones

http://interserediciones.com

Licencia Creative Commons

(algunos derechos reservados)

BY-NC-SA

Reconocimiento (BY): Dar crédito de la obra a su autor

No comercial (NC): No puedes utilizar esta obra con fines comerciales

Compartir Igual (SA): Si alteras la obra o generas una obra derivada,


solo podrás distribuir tu trabajo bajo una licencia idéntica a esta

Foto de la portada:

Neal Fowler en Flickr (Licencia CC-BY)

Título: I Came Here Looking for money… ended up leaving with love :)
Diseño de la portada:

Ignacio Gallego de Lerma Rojo

Para seguir la conversación:

En Twitter: @nachusgalaicus e @interSerEd

En Facebook: Nacho Gallego

En Google+: Ignacio Gallego de Lerma Rojo

E-mail: nachusgalaicus@gmail.com
Gracias...

Gracias a la Vida, que me está dando tanto...


Gracias al InterSer que ha hecho posible este libro
Gracias a Mariluz que me mueve tanto
Gracias a Antonio Pacheco y al grupo TCI… que despiertan
Gracias a Lourdes, a Alex y a José Manuel que están ahí
Gracias a Sonia Ordóñez por ayudarme a corregir el borrador
Gracias al grupo de Facebook donde hablamos de estas cosas
Gracias a todo el Internet que me inspira tanto
Gracias a tantos bloguers, escritores, maestros, ancestros,...
Gracias a mis padres y hermanos
¡Gracias, gracias, gracias!
ÍNDICE
Introduciéndonos juntos
Capítulo 1. No estamos solos, vivimos en interrelación. Accediendo a
los espacios Net-Ser en un mundo en transformación
Capítulo 2. Confiando y relajándonos en el InterSer. Fluyendo en
internet con conciencia abierta a la comunidad
Capítulo 3. La revolución tecnológica en su contexto. El InterSer
expandido en Red. Profundizando en la cultura digital
Capítulo 4. Nuestros sueños colectivos para un mundo más pleno. La
Red Subjetiva. De las ideas al consenso y la acción
Capítulo 5. Tomando prestados marcos de referencia para crear un
espacio humano más integrado
Capítulo 6. Descubriendo muchas de nuestras efervescentes iniciativas
humanas de creación, unidad, libertad y sabiduría
Capítulo 7. Potenciando los lazos, los puentes y las redes en el InterSer
y en el InterNet
Capítulo 8. Alineándonos juntos hacia el bien común, integrando las
contradicciones
Capítulo 9. Acogiendo y liberando bloqueos y resistencias. El diálogo de
las Voces del Mundo
Epílogo: Y seguimos creando entre todos
Una bibliografía selecta y mi curación de contenidos online sobre los
temas del libro
Sobre mi, el autor
Introduciéndonos juntos…
Qué simple es escribir cuando estoy inspirado por el Mundo. Qué
gozo tan tierno observar como tu música mueve mi música, y mis
palabras mueven las tuyas. Que agradecido estoy de esto que llamamos
Internet, que me trae palabras, música y corazones.
Aquí estoy, delante de un papel, escribiendo con bolígr af o , y
queriendo expresar toda la maravilla que siento dentro, sobre las redes
que unen a personas, sobre el amor que se expresa en mensajes cortos,
o sobre el florecimiento de la cultura humana con ayuda de internet.
Sé que las flores, a veces, florecen con espinas cerca. Sé que todo
nacimiento de una nueva humanidad tiene sus conflictos. Y sé que todo
es bello en su dolor de parto.
Ahora, como una madre viendo crecer a su retoño , observo mi
internet, este espacio que yo (y muchos) damos nacimiento cada
instante. Lo contemplo con cariño y admiración . ¡Qué intensidad de
conexiones humanas se dan cita bajo sus bytes! ¡Cuánta pasión por vivir
y ser la mejor versión de nosotros mismos reflejamos en la nube!
Ésta es la magia de la gran Red de Redes, que nos enreda, y que en
esencia es la alegría del encuentro de toda la diversidad de formas
humanas que somos, conversando y compartiendo libremente. Y fruto
de este engranaje mutuo, nuestros deseos y nuestras iniciativas se
alinean con sencillez creando un espacio humano progresivamente más
abierto a todas y a todo.
Me alegra mucho que comiences este viaje en forma de libro junto a
mí. Han sido muchos años de proceso intenso para encontrarnos aquí y
ahora en este texto. Intuyo que tu historia es fascinante, ya me contarás.
La mía ha sido una aventura de exploración de mí mismo, de este
espacio del nosotros, y de esta locura conectiva que es internet. Te sigo
contando
El deseo que expreso en el texto, es que todo lo que nos conforma
(como personas, como internautas, o como humanidad) siga uniéndose
y alineándose, en formas cada vez más ricas, en esto que me he tomado
la libertad de llamar InterSer.
______
Dialoga con el autor: En cualquier momento de tu lectura puedes
enviarme comentarios por cualquiera de los medios que te sugiero al
final del libro, y también dejar tus anotaciones en el libro de visitas del
libro InterNet e InterSer que he preparado para vuestros comentarios
dentro del blog InterSer Ediciones.
Capítulo 1. No estamos solos, vivimos en interrelación.
Accediendo a los espacios Net-Ser en un mundo en
transformación.

Tú eres yo, y yo soy tú.

¿No es evidente que nosotros "inter-somos"?

Tú cultivas la flor que hay en ti,

para que yo sea hermoso.

Yo transformo la basura que hay en mí,

para que tú no tengas que sufrir.


Yo te apoyo;

tú me apoyas.

Estoy en este mundo para ofrecerte paz;

tú estás en este mundo para traerme alegría.

Thich Nhat Hanh

Ya no hay duda de que estamos en un momento de grandes


transformaciones a nivel mundial. La humanidad parece que está
mutando a la vista de todos, catalizada por la revolución tecnológica.
¿Pero realmente qué significa esto para cada uno de nosotros? ¿Y para
toda la especie humana? Sinceramente creo que es importante que nos
descubramos a nosotros mismos en estos cambios, para sentir nuestro
propio espacio personal dentro de lo que está ocurriendo. Tal vez éste
sea el principal objetivo de este libro, tomar conciencia personal y
colectiva del sentido de esta compleja evolución que implica a máquinas
cada vez más conectadas, y a humanos que van ampliando sus lazos
empáticos y compasivos.
Darnos cuenta de todo esto, para mí es muy relevante, pues las
personas y las sociedades debemos tanto adaptarnos, como ser capaces
de dirigir estos cambios hacia el bien común . Ser protagonistas activos
de la revolución humano-tecnológic a es fundamental, si queremos
desarrollar todo nuestro potencial colectivo, y promover una humanidad
donde quepamos todos.
No es fácil hablar de esta conciencia colectiva que parece que está
naciendo con ayuda de internet, pues es el aspecto más subjetivo y
experiencial de todos los cambios que están ocurriendo. No obstante, en
este primer capítulo haré el ejercicio de señalarlo desde varios ángulos,
con el deseo de que tú también te familiarices con ello, y lo percibas por
todas partes.

Sobre esta interrelación que lo llena todo

Las distintas culturas humanas están guiadas por los lazos entre sus
miembros, formando comunidades en constante comunicación y
vertebración . Esto nos da una pista de esa fuerza, a veces oculta, que
nos impulsa a la interrelación y a la socialización.
En el marco de esto que llamamos globalización , parece que está
naciendo una conciencia relacional más amplia, que incluye a todos los
habitantes de la tierra. Parece que estamos unidos en el mismo devenir
planetario. Una misma humanidad, que despierta y se descubre a sí
misma.
N o estamos solos. Vivimos en interdependencia unos con otros. Lo
que tú haces me influye a mí, y lo que yo hago también te mueve a ti.
Podemos percibirlo en los daño s que nos infringimos unos a otros, y
también en como nos ayudamos e inspiramos positivamente. Realmente,
estamos ligados unos a otros, queramos o no. Si nos empeñamos en
vivir separados, dentro de nuestra isla egoís ta (o egoisla), sin duda
sufriremos de pobreza vital, de soledad o de falta de sentido.
Lo que me gusta de Internet es que nos señala en esta dirección , nos
muestra lo cerca que estamos unos de otros, y los lazos que nos ligan
tanto en lo virtual como en lo presencial. La Gran Red nos inspira, nos
acerca, nos muestra ejemplos de las grandes capacidades humanas, y
nos ayuda a compartir y situarnos en el mundo junto con el otro. Como
muchos referentes de la cultura digital ya afirman, el uso maduro de
estos entornos tecnológicos potencia nuestras relaciones, y con ello
también nuestra libertad, creatividad, saber y compasión.
P o r fin podemos sentirnos parte de algo mayor a nosotros, una
h u m a n i d a d guiada por un espír i t u humano desplegándose
poderosamente en el mundo. Y aunque todos vemos los problemas y
crisis en que constantemente nos metemos como humanidad, no
podemos negar que hay un movimiento evolutivo global, que sigue su
curso resolviendo los sucesivos retos que se ponen en su camino. Y en
este devenir, cada uno de nosotros es importante como individuo, a la
vez que sirve con responsabilidad a lo colectivo.
Creo que es fundamental que recuperemos este sentido de nuestra
existencia personal y colectiva. Y para ello, debemos re-apropiarnos de
nuestra conexión con la misión común de la humanidad. Sinceramente,
creo que esa sensación de estar fuera del mundo que nos afecta a tantos,
es un sín t o m a de nuestra desconexión con este sentido de
interdependencia global, que es la fuente de toda cohesión.
Para referirnos a todo esto, los humanos usamos todo tipo de términos
sugerentes, como inteligencia colectiva, noosfera, civilización humana,
espacio del bien común , o simplemente mundo. En el fondo estamos
señalando hacia éste algo que nos liga y nos aporta sentido colectivo.

InterSer

M e gusta mucho el termino Interser (Interbeing en ingles), para


sintetizar muchos de estos términos. Interser es un neologismo creado
por el maestro budista vietnamita Thich Nhat Hanh, que describe esta
intercomunión de todos los seres sintientes, donde todos formamos
parte del universo en mutua interdependencia. Dado que tú y yo
existimos en relación mutua, por tanto, nosotros inter-somos.
N o encuentro mejor idea para expresar este lazo de fraternidad que
nos conecta. Para mí Interser hace visible este gran espacio de unidad,
donde todos podemos colaborar con igualdad y amor, creando desde la
sabiduría y la libertad colectiva, nuestro presente y nuestro futuro.
Como Thich Nhat Hanh comenta en alguno de sus libros, sin la nube
no podría haber una hoja de papel, pues sin la lluvia, no habría árbol, y
sin éste, no podríamos elaborar el papel. Por tanto, nubes y papel ínter-
son. Y nosotros como humanos también inter-somos con la nube y el
papel. Y tú amable lector, también tienes una relación de interser
conmigo, en tanto que escritor de este texto. De esta forma, no es difícil
ver y agradecer las conexiones ocultas, que nos ligan sutilmente unos
con otros. Todo coexiste en cada cosa, como en un holograma.
Personalmente, esta conciencia de vivir en interser guía mi vida y mi
trabajo. A mi alrededor observo la Inter-conectividad de todas las cosas.
Todo cambia y fluye dentro de sistemas en relación como mi cuerpo, la
naturaleza, las familias, las empresas, una ciudad, o internet. En ellos,
establecemos lazos y redes de intercambio que tratan de nutrirnos a
todos, ya sea de alimentos, cariño , conocimientos u otras necesidades.
El ejemplo más sencillo es el de una familia sana, donde sus miembros
tratamos de facilitar el desarrollo de los demás. Nos comunicamos y nos
apoyamos para el bien de todos. Los padres ayudan a sus hijos, y estos
obedecen a sus padres, buscando en cada momento un equilibrio natural
que nos ayude a mejorar como familia y como personas.
Lo que me gusta de esta conciencia de interser es su sencillez. No es
algo complicado. Solo hay que mirar alrededor para ver como se
despliegan, a cada momento y por todas partes, estos lazos de co-
existencia.
E n este contexto abarcante, cada mujer y cada hombre somos una
expresión de la creatividad, la sabiduría , el amor y la libertad de toda
nuestra especie. A lo largo de miles de año s, entre todos, hemos ido
desarrollando nuestras culturas. Somos fruto del presente, del pasado, y
de nuestros sueños de futuro. Tú y yo somos parte de ello. Y por tanto,
tenemos nuestra responsabilidad con lo global. ¿Estamos dispuestos tú y
yo a asumir nuestros compromisos con el interser?
Cuanto más nos abrimos a la realidad del interser, más nos duele la
desconexión y el egoísmo. Así l o siento. Es un contraste muy grande,
ver como algunos sistemas fluyen en armonía , y otros literalmente se
desmoronan por falta de unidad. Lo veo en mí mismo y en otras
personas, cuando no hay unidad entre lo que hacemos, sentimos y
pensamos. Lo veo en estas sociedades nuestras, donde los políticos, los
mercados y los ciudadanos, vivimos en planos separados de la realidad,
y buscamos cada uno solo nuestro propio interés particular. Lo veo en
muchos espacios de internet, muy fragmentados y creados solo para
escaparnos de la realidad. Son formas insanas o cánceres que afectan a
personas y sistemas, que deciden quedarse encerradas en sí mismas,
ajenas a esta realidad conectiva.
Y simultáneamente a este dolor que sentimos por lo que aún esta
separado, vivimos como un regalo toda esta gran trama de conexiones
personales, culturales, humanas y naturales que siguen existiendo en el
mundo, o que van emergiendo poco a poco. Viejas y nuevas redes vivas
y llenas de significado, que nos nutren y nos recuerdan la grandeza y
sentido de la existencia colectiva.
Tú y yo podemos elegir a cada momento entre estas dos realidades.
Vivir conectados, recibiendo, aportando, y co-creando una realidad
plena de sentido y bien común. O sobrevivir aislados en nuestro agujero
cancerígeno... tal vez delante de una pantalla de ordenador.

Qué bello es vivir en interrelación!


La verdadera riqueza viene de la interrelación. La unión y el amor en
una comunidad es el gran tesoro. Esto es una de las cosas que siempre
me inspira la película ¡Qué bello es Vivir! del director Frank Capra. En
ella vemos como los lazos profundos, surgidos del apoyo y la confianza
real de persona a persona, resuelven todos los retos. El protagonista,
George, interpretado por James Stewart, facilita que gran parte de sus
conciudadanos dispongan de casa, con ayuda de la comunidad y los
prestamos entre ellos. George es un creador de redes sociales, y de
espacios de intercambio que enriquecen a todos.
L a pelícu la tiene mucha miga, y podemos sacar de ella muchas
enseñanzas valiosas para aprovechar internet y la vida misma. Cada
persona tiene gran valor y mucho que aportar a la Red y a la sociedad.
Todos estamos influenciados por estas redes de relaciones, y nuestra
vida depende de ella.
Muchos grandes pensadores, inventores o científicos han afirmado en
algún momento de sus vidas, que todo su genio se lo debían a los seres
humanos que los han precedido. Como dice la cita de Bernardo de
Chartres, "somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos
ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra,
sino porque somos levantados por su gran altura”. Tú y yo estamos
aquí gracias a millones de personas que han contribuido a lo largo de la
historia para que podamos existir en las condiciones en las que lo
hacemos. Y nuestra vida actual está enriquecida por todas las personas
que nos facilitan la vida a cada momento.
N o solemos ser muy conscientes del Interser, de la profunda y
significativa interconexión que tenemos todos los seres humanos. Y vale
la pena sentirlo personalmente, como hizo George en esta maravillosa
pelícu la. Comprendiendo esto, podemos darnos cuenta de nuestra
responsabilidad individual como parte de una totalidad, y de como a la
vez la totalidad nos nutre a cada instante. Creo que muchos de los
problemas de este mundo son debidos a una baja comprensión de esta
realidad que nos liga unos con otros, ya sea en la prosperidad, como en
el sufrimiento. Si yo soy codicioso, esto afecta a otros por estas íntimas
interconexiones.
Internet y sus redes sociales, son realidades expandidas que potencian
l a interrelación . Aunque en muchos casos no son contactos muy
profundos, sí que pueden ser muy significativos para nosotros, y
ampliar el alcance de nuestra conciencia. Por tanto, también en este
medio digital, es fundamental manejarnos con ética y responsabilidad,
cuidando todos los aspectos del interser digital.

Totalidad y parte en el universo del InterSer

Abrirnos al interser es reconocer todo nuestro poder personal y


ponerlo al servicio de la totalidad humana, como partes que somos de
ella. Y al hacer esto, no dejamos de ser seres individuales con
autonomía propia. Por tanto, somos a la vez una totalidad de nosotros
mismos, y una parte de un todo mayor.
Wikipedia es un ejemplo de Interser. Cada bibliotecario o redactor de
Wikipedia es una parte fundamental que va contribuyendo en la
creación de artículos. Por tanto, la totalidad de esta plataforma online
depende de estas personas. Y simultáneamente, como usuarios, no
podemos aprender y colaborar sin los espacios y reglas colectivas que
configuran Wikipedia. Por tanto, de alguna forma, no hay separación
intrínseca entre totalidad y parte. Ambos se necesitan e inter-son. En
próximo s capítulos, cuando hablemos de procomún , veremos más
ejemplos de esto.
También me gusta mucho la metáfora de la figura y el fondo. La
figura destaca sobre un fondo, que lo hace visible. Por tanto, sin fondo
no hay figura. Podemos sentir internet como un fondo creativo, del que
van surgiendo todo tipo de contenidos digitales. Sin este sustrato
abierto, con todas las reglas y características de la Web, no destacar ían
nuestras creaciones. Y a la vez, las formas en que subimos y usamos
estos contenidos, van configurando estas reglas de internet. Por todo
esto, es fundamental que en nuestras acciones online, tengamos en
cuenta este fondo que es internet, ya que influimos en él
constantemente.
Y lo mismo que decimos de internet, lo podemos extrapolar a otros
aspectos y contextos de nuestra vida humana. Yo influyo en el fondo
que es mi entorno, y a la vez mi vida puede desarrollarse gracias a ella.

La realidad social y humana expandida

Avanzando y madurando en nuestra convivencia con internet, muchos


vamos aprendiendo a ser más auténticos en nuestro uso del medio. Poco
a poco vamos soltando el miedo a mostrar nuestra identidad digital. Y
por fin podemos acoger nuestra vulnerabilidad, y permitirnos enseñar al
mundo nuestros valores y capacidades, y también nuestra problemática
diaria. Normalmente hace falta un largo proceso personal de
descubrimiento y sanación , pero cuando por fin nos vemos como
somos, con conciencia, aceptación y relajación personal, ya no
necesitamos ponernos caretas y aparentar ser otro en la vida online. Y
no solo en internet, también podemos ser auténticamente libres a través
de todos los medios que utilicemos. Porque al final el medio es lo de
menos, solo son formas diversas de crear vínculos y comunicarnos, lo
relevante es el contacto nutritivo que establezcamos.
Po r tanto, como conversaba un día con mi amiga Lourdes Garrido
(@Lourdesgarrido), cuando usemos una red social de internet, salgamos
de la ilusión de que estamos hablando con una pantalla, o realizando un
acto pseudo-social. Esto es en realidad un autoengaño. La comunicación
y el contacto que establecemos en la Red es tan válido como cualquier
otro, pues nos mostramos a nosotros mismos como somos, sin esconder
la humanidad que hay en cada uno de nosotros.
Tal vez yo puedo pretender ocultarme detrás de la pantalla de mi
portátil, en esta ilusión de que así me muestro menos, pero en la medida
que comunico, ya me estoy mostrando. Por eso, cuanto menos nos
queramos engaña r , mejor para que el contacto sea más eficaz y
significativo.
Además, el uso de las redes sociales y de internet, nos ayuda a querer
ampliar el abanico de interacción con otras personas, dando el salto
desde lo online a lo offline. Son frecuentes los casos de personas
solitarias, que tras apoyarse en las redes sociales, luego han podido
conectar más íntimamente en lo presencial. Mientras que el que es muy
social, suele serlo en todos los medios.
Por tanto, creo que ya es hora de que salgamos de esta dualidad entre
contacto por internet y contacto presencial. Al final, todo es contacto. El
medio que usemos es solo un canal para que la comunicación ocurra.
Y teniendo claro lo anterior, podemos valorar en su justa medida lo
que nos aporta internet en materia de mejora y expansión de nuestra
interacción y contacto. Este poderoso medio multimedia, ayudado por
infinidad de ordenadores conectados, nos permite traspasar con más
eficacia las fronteras del tiempo y el espacio, e informarnos y
comunicarnos de formas nunca vistas hasta ahora. Su potencial, como
medio de expansión humana, es casi infinito.
La s redes tecnológicas están potenciando la creación de una gran
memoria de la humanidad, gracias a la digitalización de casi todos los
aspectos humanos. Y mientras la información y las distintas capas de
expresión creativa se multiplican cada poco, los medios para nuestro
aprendizaje también aumentan a un ritmo desenfrenado. Las redes de
interacción son cada día más abarcadoras, y llegan más lejos,
permitiendo una mejor participación en todos los aspectos importantes
de la vida humana. Como veremos más detenidamente en próximos
capítulos.
Por tanto, la pantalla de internet, más que aislarnos, lo que hace es
facilitarnos una puerta para descubrir el mundo, y también para
mostrarnos como parte de ese mundo. Y gracias a este eficaz medio
podemos expandirnos como seres humanos, en nuestra cada vez más
expandida cultura humana.

Nuestro mundo del Net-Ser

A veces comento con mis amigos que estamos metidos principalmente


en dos transformaciones simultáneas y que se retroalimentan entre sí. En
primer lugar, está este gran crecimiento de la conectividad tecnológica,
principalmente de internet, que potencia que todo esté conectado con
todo. Y en segundo lugar, la profundización de los lazos compasivos y
empáticos de nosotros, los seres humanos.
Y aunque parezcan dos cosas diferentes, para mí no lo es. El despertar
de la conciencia humana, que nos une al mundo y a los demás , puede
expandirse y potenciarse con ayuda de herramientas que nos facilita la
interacción . Por tanto, las redes tecnológicas son canales de expresión
de nuestra conectividad y fraternidad humana. Internet es la evolución
natural de nuestro deseo humano de estar cada vez más cerca unos de
otros. Eso no quita el que cada revolución tenga su propio espacio y sus
propias reglas de desarrollo, y que debemos respetar un sano equilibrio
entre ambos.
L o que estoy descubriendo en todos estos año s de manejo y
conocimiento de internet, es que la Red está facilitándonos el hacer más
visible y comunicable las vivencias y experiencias subjetivas más
humanas. Y además lo está universalizando. Cualquier persona puede
convertirse en artista o comunicador, y difundir su visión de las cosas a
todo el planeta de forma cómoda, eficaz y barata.
Por tanto, a la cabeza de esta revolución , y navegando por ella, está
naciendo un nuevo ser humano. Mujeres y hombres cada vez más
conscientes de la realidad, integros, transparentes, y muy creativos.
Personas responsables que quieren cambiarse a sí mismos y mejorar su
entorno. Emprendedores abiertos a lo nuevo, usando con habilidad los
nuevos recursos de la información y comunicación . Seres que generan
muchos y variados espacios de diálogo y de sinergia, y la emergencia de
nuevas formas de cultura planetarias, con nuevos significados. Personas
que sin olvidar los recursos tradicional y modernos, buscan y ponen en
marcha nuevos sistemas de organización colectivos, donde haya sitio
para toda la humanidad, sin excepción.
T a l vez pienses que aunque hay algunas personas despertando,
quedan muchos que hacen de freno para el cambio. Tal vez estés
obsesionado con los errores del sistema capitalista o de la modernidad.
Y aunque no te falten tus razones para pensar esto, mi consejo es ir más
allá, y no quedarse estancado en esta lucha fratricida. Tú y yo somos
responsables y maduros. Podemos valorar los grandes aciertos de
nuestros ancestros y de las personas que con nosotros comparten el
mundo. En vez de luchar contra otros, y ver solo sus fallos, podemos
tratar de ejemplarizar en nosotros mismos, esos nuevos espacios
humanos que queremos que nazcan en el mundo.
Gracias a estos agentes de cambio, en menos de 100 año s hemos
pasado de unas culturas cerradas en sí mismas, dentro de países
protegidos por fronteras, a una cultura cada vez más global y
transparente, en un mundo más interconectado, remezclado y
universalizado. La solidaridad está aumentando, y nuestros lazos de
amor se abren para permitir que el otro anide en nuestro corazón.
E n este proceso, las personas estamos relajando nuestras propias
fronteras internas (como veremos en el próximo capítulo). Además, sin
quitar importancia al despertar de la conciencia personal, creo que los
medios colectivos de comunicación (y sobre todo internet) están
facilitado el dar este salto empático y compasivo, ayudándonos a romper
muchas fronteras personales, ideológi c a s , geográf i c a s , culturales,
sociales, etc. Y aunque también han generado nuevos problemas y
rupturas, creo que el balance final puede ser positivo en términos
humanos.
P o r tanto, yo os animo a que aprendamos juntos a vivir en esta
interrelación humana, usando la máquina de internet con inteligencia y
sentido colectivo. Solo estamos empezando como humanidad a sacar
partido tanto de las posibilidades de la tecnología , como de nuestras
propias virtudes humanas. Somos aún aprendices. Aún estamos
descubriendo como vivir y a compartir desde el amor y la autenticidad.
Estamos en camino. El futuro es incierto, pero yo estoy convencido de
que en él habrá internet y habrá vivencia como seres humanos. El
mundo del Net y del Ser. ¿Te apuntas a vivir y escribir nuestro presente
y nuestro futuro?
Capítulo 2. Confiando y relajándonos en el InterSer.
Fluyendo en internet con conciencia abierta a la
comunidad.
Hablábamos en el capítulo anterior de que nosotros, las personas,
debemos ser los protagonistas y actores principales de estos cambios
que estamos propiciando en el Interser humano. Si como humanidad no
pilotamos con conciencia la revolución humano-tecnológica de forma
clara y proactiva, quedaremos expuestos a fuerzas que percibiremos
como caóticas, con resultados inciertos.
Por suerte, cada vez hay más personas y grupos que estamos tomando
con responsabilidad nuestro papel de servicio al bien común , cada uno
en su parcela, como veremos en los capítulos 5 y 6. Y eso que asumir
un compromiso ético, sensible y abierto con el Interser no es algo fácil
de realizar para un humano, pues requiere de mucha generosidad y
confianza en los demás. Decidir conscientemente dar el salto de ser un
agente pasivo y dependiente, a ser un catalizador activo y empoderado
de los cambios humanos y sociales, para mí es un acto de amor y
valentía.
Con este capítulo trato de dar algunas pistas sobre como podemos dar
este salto de generosidad y valor. En primer lugar hablare de como
podemos propiciar nuestro empoderamiento y entrega personal al
servicio del Interser. Luego veremos como extender estos valores al
plano colectivo, generando comunidades abiertas, con significado y
confianza. Y finalmente veremos como podemos usar las redes de
internet para catalizar y ampliar estos procesos anteriores, y con ello
zambullirnos plenamente en el núcleo de la interconexión humana.

Relajación personal al servicio del bien común

Cada uno de nosotros es un diamante en bruto, que requiere ser


pulido para desarrollar todo su potencial. Tú y yo somos seres únicos,
valiosos y con una vocación especial que vamos compartiendo
diariamente con el mundo. Si miramos profundamente dentro de
nosotros, veremos esa semilla que germinó en nuestra infancia, y que
sigue creando sentido en el proceso de desarrollo de nuestras vidas. Y
es este camino el que da sentido a todo lo que hacemos y compartimos
con los demás. Y podemos verlo a pesar de que nos han repetido, de
mil formas diferentes, que la existencia no tiene sentido, que nuestra
vida es un valle carente de significado, y donde solo nos queda la
posibilidad de movernos como seres egoístas y aislados de los demás.
Pero por mucho que el miedo nos separe, la conciencia de ser alguien
con el mundo grita fuerte desde nuestras entrañas de seres humanos con
dignidad.
Este hermoso sentido de nuestras vidas nos espera a todos. Tras el
dolor de la separación y la duda existencial, podemos descubrir este
espacio donde dejarnos caer y ser sostenidos por el Interser. Es una
experiencia interna que nos conecta a todo, con más fuerza, profundidad
y transcendencia que las redes de internet. Podemos despertar a esta
conciencia de sentido y conexión , y vivirla con naturalidad en nuestra
cotidianidad. Y así permitir que nuestro potencial florezca para bien de
cada uno de nosotros, y para bien de las personas que nos rodean.
L a voluntad de entrega al servicio de la existencia, es el motor del
cambio personal. Dejo de buscar solo mi propio interés, y me pregunto
¿Qué quiere la Vida de mí? ¿Para qué estoy en el Mundo?. Y permito
que lo que sea se mueva en mí, desde mis manos, a mi corazón o las
letras de este texto. La pasión vocacional no es algo forzado, sino algo
despertado con susurros y un profundo respeto.
Una vida humana vale infinitamente más que su peso en oro. Nuestro
propio poder surge de esa conciencia de ser seres dignos y valiosos al
servicio del bien común . Por eso, vale la pena que nos empoderemos,
cada uno desde su misión ún ic a y personal, para ser agentes de
transformación. Con voluntad y compromiso. Con calma, sensibilidad y
conexión interior.
Es fácil que nos perdamos en el camino, ya sea escapándonos de lo
auténticamente humano, o tratando de forzar nuestras capacidades y
potenciales. Muchas voces en nuestras culturas nos sugieren que
debemos luchar y perfeccionarnos, en base a imágenes idealizadas de lo
que deberíamos ser. Y aunque esto pueda ayudarnos en algunas fases de
nuestra vida, el cambio más profundo lo facilitamos con una natural
entrega interna, relajando todas nuestras máscaras, y compartiendo lo
que somos con franqueza. Desde ahí todas mis virtudes y mis defectos
tienen sentido y se alinean en mi vida con una coherencia y honestidad
que parece llenarlo todo.
Y cuando nos entregamos a esta conciencia tan experiencial de
interconexión con uno mismo, surgen naturalmente esas ganas de
conectar con todo el mundo, ya sea presencialmente o por internet,
descubriendo en todo ser la belleza, la bondad y la verdad que lo habita.
N o s convertimos de forma sencilla en testigos, portavoces y
despertadores de la integridad humana. El espír itu humano puede
descansar en nosotros, y nosotros en él.
C u a n d o en la cultura digital (o cibercultura) hablamos de
empoderamiento social y personal, muchas veces nos referimos a esa
capacidad de recuperar el poder de hacer y decidir, que hemos cedido a
otras personas. Para muchos esto es una lucha política, contra los que
usurpan nuestro espacio de elección y acción. Y aunque esto en muchos
casos es genuino, creo sinceramente que el auténtico empoderamiento
surge del despertar de la fuerza, voluntad, sentido y pasión de cada
persona y cada grupo, haciéndolas dueñas de su destino, a pesar de las
dificultades externas que tengan. Solo desde esta convicción y conexión
con el Interser la lucha política adquiere todo su significado.
Todo esto que comento es humanamente posible. Lo estoy viviendo
en mi vida, y lo veo nacer con naturalidad en muchas personas de mi
entorno. Y si me atrevo a escribir sobre ello es por la convicción de que
a ti, que lees esto, de alguna manera te resuena en tu vida.
Ahora, en este momento, haz la intención de relajarte y entregarte con
generosidad en esta bella labor colectiva de cuidar juntos nuestro
Interser humano y ambiental. Deja que la paz y la alegría por compartir
esta bondadosa misión, renazca en ti. Siente el gusto que da ser parte de
algo mayor a ti, y que tiene sentido. Tal vez no veas aún lo que tú
puedes aportar o si de verdad el Interser puede sanarse. No importa,
solo déjate llenar de este amor compartido. Tal vez te cueste sentirte
unido a otros en este Interser que comento. No importa, solo ábrete a la
sensación que despierta en ti.
Encarnar en uno mismo estos valores de relación y empatía es un
proceso de toda la vida. Siempre tendremos alguna persona o aspectos
que rechacemos, y con los que no podremos establecer ningún tipo de
vínculos. Pero poco a poco podemos comprender que nos hace
separarnos, y descubrir formas de abrirnos a algún tipo de relación
interior y exterior con ello, dentro de lo sanamente posible.
Creo que la vida humana es un camino de sensibilización y contacto.
Un proceso de apertura hacia el amor y la unión en el Interser. Y donde
la libertad, la creatividad y la sabiduría pueden florecer. No es un
camino fácil. Francamente no lo es. Cada uno de nosotros tenemos
muchas razones (y también miedos y dudas) para no emprenderlo. Pero
vale la pena que miremos estas dificultades, y permitamos que del dolor
que encierran, nazca la comprensión de lo que bloquea ese contacto y
esa empatía que quiere nacer. Y todo esto no podemos hacerlo solos,
necesitamos apoyarnos en el interser, y en personas que nos impulsen a
vernos y a dar esos pasos difíciles para nosotros mismos.
Luego, cuando nos afiancemos en esta apertura de amor que nos une a
todo, cuando naveguemos por internet, la sinfonía del abrazo sonara en
cada red social, en cada blog, en cada vídeo de YouTube, y en cada
contenido compartido desinteresadamente. Y al menos por un instante,
la Red dejara de ser una amalgama de páginas y caos, para ser un rico
espacio donde las almas humanas se regalan a sí mismas, desde su valía
personal y su capacidad emprendedora por el bien común.
Soltar los amarres personales

¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para liberar el genio que
todos llevamos dentro? Ya he dado algunas pistas de como abrirnos,
relajarnos y entregarnos en la generosidad del Interser, y ahora quería
hablar del proceso de ir sanando lo que nos bloquea. Porque aunque
casi todos queramos abrirnos y ser mejores personas, con más
capacidad para servir y trabajar con dignidad, hay aspectos ocultos en
nosotros que nos lo impiden. Conflictos interiores entre aspectos de
nosotros, que tiran cada uno para un lado. Miedos ante personas en las
que no confiamos. Rabia ante un mundo que sentimos que nos ha
dañad o . Culpa por no ser lo que creemos que deberíam o s ser. O
impotencia e indignidad para emprender nuestros propios proyectos
digitales.
Mi vida, como supongo que la tuya, ha estado ligada a estos amarres
dañinos, que me alejaban de mi auténtico potencial hacia mi servicio al
Interser. Durante muchos años he querido librarme de estos fantasmas,
sin acabar de conocerlos. Hasta que empece a hacer terapia grupal,
mover mi cuerpo olvidado, y explorar mi sombra (que son esos
aspectos de mí que no quiero reconocer). No es fácil explicar lo que
ocurre cuando valientemente miramos, con ayuda de otros, lo que nos
pasa dentro, pero ocurren cosas importantes. Los monstruos interiores
acaban por convertirse en amigos, liberando esa energía que antes
usábamos para defendernos de su peligro. La empatía interna aumenta,
reconociendo cada una de nuestras subpersonalidades. Nos damos
cuenta de que tenemos muchos jueces internos que tratan de controlar y
juzgar la realidad, unos miedos que tratan de protegernos a veces de la
peor manera posible, un niño herido y vulnerable que solo quiere ser
querido y protegido. Y que por día s , estos personajes internos o
subpersonalidades, quieren tomar el protagonismo de toda nuestra vida,
aunque sea a la fuerza.
Cuando somos capaces de reconocer todas esas voces y tendencias
internas que todos portamos, y establecemos un diál o g o y una
complicidad con ellos, va naciendo en nosotros voces más maduras, que
funcionan como mediadores y coordinadores de nuestra propia vida.
Voces profundas y centradas que nos integran y alinean por dentro, en
base a un sentido y una misión clara, que nos conecta sabiamente con el
Interser.
De ser personas dependientes y atrapadas en nuestros miedos, odios y
conflictos internos, pasaremos a ser personas libres, preparadas para
cualquier reto, y enfocadas en dar al mundo la belleza, la bondad y la
verdad que portamos.
Este es el regalo que podemos ofrecer al mundo, el ser personas
autén t i c a s , seres humanos integrados, sabios, y responsables,
funcionando con libertad. Y podemos llevarlo a los demás tanto con
nuestro contacto presencial, como apoyándonos en las maravillosas
herramientas tecnológicas de comunicación, aprendizaje, participación y
empoderamiento que el genio de otros seres humanos han puesto en
nuestras manos. Sea como sea, el alma humana seguirá creciendo
catalizada por nuestra entrega.

Integrando el bienestar personal y el bienestar colectivo

En muchos debates que he tenido sobre estos temas, surge la duda de


si hay que primar más los aspectos personales o centrarse en potenciar
lo colectivo. Es la eterna lucha dual entre el individuo y lo social, que
tanto daño nos ha hecho, y tantas ideología s marginadoras han
generado. Y yo me pregunto ¿Por qué hay que primar una frente a la
otra? ¿D e verdad creemos que son aspectos divergentes? Como si
fueran dos facetas que no pudieran convivir y potenciarse entre sí. Creo
que esta cuestión encierra mucha ignorancia, miedo y desconfianza
sobre lo significativo que es ser humano, y sobre la maravilloso que es
vivir en Interser. Y que resolviendo esta confusi ón , podremos enfocar
mejor nuestras vidas, y también usar internet de forma más nutritiva y
responsable.
P a r a mí e s ta muy claro que potenciando en cada individuo un
desarrollo personal sano e integrador, la sociedad en su conjunto saldrá
ganando. Y si con responsabilidad todos aportamos valor a nuestras
renovadas culturas colectivas y sistemas de organización , estas nos
ayudaran a satisfacer nuestras genuinas necesidades personales. El
problema es que hemos perdido el significado real de qué es triunfar en
lo personal y en lo colectivo. Aquí radica la base de tanta confusión , es
decir, que hemos confundido lo esencial con lo superfluo. El logro sano
y autorrealizador con el éxito egocéntrico. Y de forma similar, hemos
confundido la genuina vida en comunidad, con formas rígid as de
organización social.
Por eso, ante formas insanas de lucrarnos o aprovecharnos a costa del
bien comunitario, es normal que hayamos generado leyes sociales
rígidas, burocracias y policías, para controlar estas prácticas dañinas.
Pero entendamos que esta prepotencia egocéntrica no es en realidad un
bienestar personal, pues si actúo así, me estoy dañando a mí mismo y al
Interser que me da soporte. En el fondo de mí, hay una carencia vital y
afectiva que trato de cubrir con sucedáneos, pero sin conseguirlo.
Cuando como individuos maduramos, vamos más allá d e nuestras
pasiones y sombras, y nos centramos en lo que de verdad importa, ya
no necesitamos conquistar o sabotear al mundo. Cuando descubro que
tú y yo somos iguales, y solo necesitamos los medios lícitos para vivir
con dignidad, contacto social que nos enriquezca, y un sentido vital y
generoso con el que realizarnos, por fin podemos dejar atrás esas
prácticas que dañan el Interser.
De igual forma, es normal que como individuos conscientes queramos
eliminar los aspectos insanos de nuestras culturas y de nuestros sistemas
de organización, que atentan contra la dignidad y necesidades genuinas
de las personas. Teniendo en cuenta, que estas formas colectivas van
transformándose, y que en realidad, nosotros tenemos el poder y las
capacidades para ir modificándolas juntos para que sean cada vez mejor
reflejo de nuestro Interser global. En realidad, los defectos y
limitaciones de lo colectivo, nos hablan de la necesidad de nuestro
compromiso e implicación hacia el cambio. Las estructuras se quedan
obsoletas, y necesitamos renovarlas. Nuestras culturas son el fruto de
siglos de convivencia, diálo go y búsqueda de significados que nos
incluyan a todos, pero que siempre están en un proceso de mejora y
adaptación continua. Cuando lo colectivo es fuente de dolor
innecesario, y no nutre adecuadamente a las personas, es el momento de
su transformación . En esta era de cambios necesarios, no tiene sentido
que apoyemos formas sociales que ya no funcionan. Es el momento de
apoyar sistemas y culturas renovadas, que sepan asentarse en lo mejor
de nuestro pasado, y las adecuadas innovaciones culturales del presente
y del futuro. Y es aqu í donde, desde mi opinión, las nuevas tecnologías
y la cibercultura tienen cosas que aportar en esta renovación colectiva,
que tanto puede aportar a la vez a cada individuo humano.
En este marco de comprensión , para mí tiene tanto sentido apoyar la
salud de lo colectivo, como el desarrollo de lo auténticamente
individual. Además los dos campos se apoyan entre sí, respetándose en
sus respectivas esferas, sin querer primar una por encima de la otra. Ya
por fin, podremos dejar de lado esas ideas caducas que promueven lo
individualista y materialista, olvidán d o s e de que vivimos en
interrelación . O aquellas otras formas de control social que tratan de
homogeneizarnos y convertirnos en piezas de un sistema alejado de la
belleza de ser humano.
A partir de aquí, y apoyándonos en el genio de las personas que
somos y en nuestra potente inteligencia colectiva catalizada en internet,
podremos empezar a soñar con un mundo nuevo donde cabemos todos.
Un mundo en Interser, donde las personas nos nutrimos libre y
sanamente de lo colectivo, como un derecho genuino, para nuestro bien
individual. Una gran comunidad humana, donde todos compartimos y
mejoramos lo común , como un deber que realizamos con amor y
responsabilidad. Ya no elegimos entre lo individual o lo colectivo, ahora
podemos aprovechar lo mejor de ambos, sumando, y rompiendo por fin
su caduca dualidad.
Relájate en este instante. Siente e imagina. Deja que tus genuinas
virtudes humanas emerjan y se desarrollen en todo su potencial, al
servicio incondicional hacia el bien común global. Sigue relajado, y
permítete recibir todos los regalos que el Interser global te ofrece para
s er feliz, creativo, sabio y compasivo. Mantén te lo más que puedas
centrado y relajado en esta intención personal y colectiva, mirando a tu
alrededor, y facilitando que otros también se nutran y sirvan
generosamente al Interser.

El proceso colectivo

Nu es tr as sociedades humanas tienen algunos problemas que


reconocemos con frecuencia. Somos expertos en juzgar con
escepticismo muchos de los actos colectivos que nos rodean, ya sean
políticos, económicos, culturales, asociativos o incluso familiares. Es
normal que lo hagamos, pues sin ese reconocimiento de lo que no
funciona, no podremos encontrar juntos las soluciones.
Pero aunque haya aspectos de nuestra convivencia social que puedan
ser mejorados, también es cierto que estamos íntimamente unidos unos
a otros en diferentes espacios de contacto, y dentro de un Interser que
englobaría todo. Por eso nos duelen tanto los conflictos interpersonales,
porque en el fondo son aspectos relevantes de nosotros mismos. Somos
seres sociales. Somos en relación. Inter-somos.
Y desde esta conexión profunda, es de donde podemos sacar fuerza y
sentido para sanar nuestras sociedades humanas. Es más lo que nos une
que lo que nos separa. Nos necesitamos. En un planeta en peligro por el
cambio climático y por otros conflictos colectivos, solo la luz de la
unidad de toda la especie humana puede guiar nuestros pasos.
Ya es hora de que dejemos de vernos como máquinas aisladas,
materialistas y egoístas, porque no es así. El espíritu humano, esa fuerza
que emerge del gran corazón de la humanidad, pide que lo
reconozcamos. Ya es hora de que saltemos por encima de esas voces
disonantes y miedosas que nos dicen que no hay sentido, y que nos
juntemos en este significativo mundo de compasión y fraternidad.
Porque la magia del encuentro de todos los seres está ocurriendo
continuamente, aunque nos esforcemos por mirar a otro lado.
L o s libros, el cine, el internet, y tantos y tantos medios de
comunicación de los que disponemos los humanos, deben abrirse al
bien común. También las empresas y todo tipo de organizaciones. Ya es
hora de aparcar tanto escape egoísta, amparado en ideas parciales sobre
la falta de significado de la vida humana. Nuestra vida colectiva
importa. Nosotros, como humanidad estamos llamados a crear
convivencia fraternal y sanadora, donde quepamos todos. És te es el
futuro, y no debemos resistirnos a él . Cada uno de nosotros debemos
despertar a la responsabilidad de ser parte vital de la especie humana, y
los custodios de la naturaleza del planeta.
Podemos quedarnos atrapados en tantas sensaciones de crisis e
impotencia, o entregarnos colectivamente en esta gran misión de
mejorar y hacer más poderoso nuestro Interser humano. Ya basta de
delegar en otros esa responsabilidad. Tú y yo somos los protagonistas
de esta película humana. Las instituciones, las empresas y tantos otros
grupos, también son parte de esta misión . Ayudemos a cambiar a los
colectivos que dañe n al bien común , para que recuperen su valía , su
capacidad y dignidad social. Y juntos todos, ciudadanos, comunidades y
todo tipo de organizaciones, vayamos unidos en esta misión de
humanidad.
L o s retos por delante son fascinantes. Internet y las nuevas
comunidades que están surgiendo a su vera están provocando grandes
transformaciones, tanto en los valores humanos, como en las formas en
que nos podemos organizar y crecer como civilizaciones. Los canales de
comunicación y de vinculación empática, se van abriendo a la par que la
solidaridad del corazón de grandes grupos de seres humanos. Hay
razones para el optimismo, si levantamos la cabeza y miramos más allá
d e esas estructuras y creencias, que por quedarse obsoletas, están
desmoronándose.

Uso humano, social y existencial de la tecnología

“@schuschny: RT @rayovirtual: Internet es una nueva


experiencia existencial: la de vivir conectado al resto del mundo.
No es un medio de comunicación”

Mensaje de Twitter del 10 de abril del 2012

Ya os he hablado de la necesidad de entregarnos al uso humano y


vocacional de la tecnología. Las TICs e Internet son poderosos canales
que nos están ayudando a hacer visible y vertebrar el Interser humano.
Por eso es relevante que aprendamos a apropiarnos de estas
herramientas para ejercer un uso coherente de ellas. Si no lo hacemos
así, posiblemente estos recursos tecnológicos acaben dominándonos y
alejándonos de la realidad.
N o quiero hablar mucho aquí de los peligros de internet, como
pueden ser la evasión o la adicción a la Red. Aunque ciertamente
existen, y yo he caído en ellos en mi aprendizaje personal y profesional,
creo que en la medida que maduramos como personas, podemos
superarlos en gran medida. En lo que quiero centrarme es en como
usamos las redes tecnológicas para potenciar y expandir nuestra misión
al servicio del Interser. Éste es el reto de todo este libro, que deseo que
esté despertando en ti las ganas de seguir emprendiendo y gozando de
un internet cada vez más significativo e integrador.
E n base a esto, podemos ver como la creatividad humana actual
cabalga a lomos de los bits de internet. Las narrativas digitales llenan ya
millones de páginas, redes sociales o blogs. Incluso los móviles o el
correo electrónico son usados con frecuencia para transmitir sueños,
sensaciones o relatos llenos de humanidad y sentido. El arte y la belleza
son compartidos intensamente en forma de fotografías, vídeos o todo
tipo de contenidos. A veces tenemos que navegar entre la basura de
contenidos fragmentados, pero donde menos lo esperamos aparece un
regalo que reconforta nuestro corazón . Pero lo más relevante del
potencial de internet para despertar nuestra vocación , es su uso en
primera persona para convertirnos nosotros mismos en creativos. Todos
podemos escribir libros, compartir investigaciones, o publicar nuestras
obras de arte únicas. La Red refleja además todas las creaciones que
hagamos en la vida cotidiana o profesional, desde nuestras queridas
recetas de cocina, hasta ese proyecto solidario al que hemos entregado
toda nuestra pasión realizadora.
El aprendizaje, la inspiración y la sabiduría están siendo potenciadas
por internet. Su capacidad de digitalizar contenidos, y superar las
barreras del tiempo y del espacio, hacen que cualquier curso o
conocimiento pueda ser usado y re-apropiado a la carta por nosotros,
los nuevos aprendices. Aparecen infinidad de entornos de aprendizaje,
que podemos personalizar según nuestras necesidades, apoyándonos en
florecientes comunidades virtuales y en redes sociales dinámicas como
twitter. A veces la dificultad radica en descubrir la sabidur ía más
auténtica, dentro de tanta dispersión de contenidos, por lo que debemos
dedicar tiempo a seleccionar y encontrar las voces más confiables para
nosotros. Y con ellas, relajarnos y aprender en comunidad,
compartiendo desde la síntesis y lo verdaderamente importante para el
grupo. Éste es un primer paso para sanar y clarificar la sabiduría de las
multitudes, la sabiduría colectiva del Interser, donde los significados y
valores colectivos son los que alinean el resto de nuestros aprendizajes.
Con ayuda de internet, y nuestra apertura a la inteligencia colectiva,
podemos relajarnos en una libertad antes desconocida. Nuestras
experiencias humanas, por sí sola ya son significativas, en la medida que
sirvan de ejemplo e inspiración al mundo. Muchas personas muestran su
presencia y gozo en vídeos de internet, donde aparecen practicando
deportes al límite o difundiendo acciones colectivas como los flashmob.
Parece que nos están gritando desde el otro lado del planeta, afirmando
con rotundidad que su vida importa, y que vale la pena vivir y
compartir sueños. Tanta potencialidad humana, en forma de libertad y
capacidad personal, está llenando nuestro floreciente imaginario
colectivo. Es más fácil empatizar con el resto de personas del mundo, si
podemos verlos y compartir parte de su vivencia.
Por tanto, internet es un recurso que nos une, nos conecta, nos abre
hacia la compasión . Siempre que nosotros mismos propiciemos y
estemos abiertos a estas capacidades dentro de nosotros. Me gusta decir
que internet es un acto de amor. El simple hecho de crear una tecnología
que nos conecta, es un acto de amor. Por ello, estoy agradecido al
creador de la Web Ti m Berners-Lee y a tantos otros precursores y
desarrolladores de este gran espacio de contacto. Vale la pena explorarlo
y observar como también la compasión humana cabalga a lomos de las
redes digitales, creando lazos y vínculos donde antes no era posible.
H o y mismo, cuando te conectes a internet, olvíd a t e de tu
procrastinación (o dispersión ante el ordenador), y deja que la magia y
el valor de este fascinante espacio (una imagen dinámica de nuestro
Interser humano), te seduzca y te mueva en la dirección de lo que de
verdad es importante en tu vida y la de todos los seres humanos que
comparten el mundo contigo. Por tanto, relájate en esta sensibilidad
digital y disfruta.
Capítulo 3. La revolución tecnológica en su contexto. El
InterSer expandido en Red. Profundizando en la
cultura digital.

En este siglo XXI hablamos mucho de la revolución tecnológica por lo


evidente que es. Cada año creamos más invenciones a nuestro servicio,
y parece que los retos y problemas actuales hacen avanzar aún más el
desarrollo de nuevos recursos tecnológ i c o s que nos ayuden a
resolverlos. Parece que nuestro genio humano se explaya en épocas de
crisis.
En este capítulo daré u n barrido por los logros y oportunidades que
nos abre la cibercultura actual, al abrigo las nuevas tecnología s de la
información.

Tecnologías de la comunicación, del aprendizaje y de la


participación

Desde la antigüedad, los seres humanos hemos desarrollado formas


tecnológicas que amplía n nuestras capacidades fís icas y mentales.
Recursos como la rueda, el fuego, la agricultura, las máquinas de todo
tipo, el reloj, los libros, o las diversas formas de aprovechar energías. La
lista es interminable. De entre ellas, estoy destacando en este espacio las
tecnología s de comunicación y difusión de información , que nos han
llevado desde la narración oral, hasta internet, pasando por el texto
manuscrito, el impreso, la fotografía, la radio, el cine o la televisión.
P o r tanto, la revolución actual de las nuevas Tecnología s de la
Información y la Comunicación (las TIC), es la punta de lanza de un
proceso evolutivo que empezó hace miles de año s . Es decir, una
maduración progresiva de nuestros medios y formas de almacenar datos
y contactar con otros. Son tecnología s muy avanzadas, que van
integrando recursos anteriores. Internet es un medio multimedia, que
incorpora la voz, el texto, la imagen o el vídeo, creando nuevas formas
interactivas de comunicar, descubrir o almacenar información , como
son los hipervínculos o los juegos virtuales.
Pero como propone Dolors Reig (@dreig en Twitter), desde las TIC
podemos abrirnos a otros dos conceptos que lo amplían y humanizan.
Son las Tecnologías del aprendizaje y el conocimiento (las TAC), con el
que convertimos las interacciones, las experiencias y la información , en
un saber más asimilado y masticado. Y las Tecnolog ía s del
Empoderamiento y la Participación (las TEP), que nos impulsan a usar
de forma proactiva y compartida todo ese conocimiento que vamos
generando en nosotros, para mejorar nuestro entorno.
Gracias a este marco tecnológico , estamos generando una nueva
cultura humana. Estamos más juntos, gracias a los lazos expandidos de
la Red, que nos permiten aprender y participar en infinidad de
iniciativas. Estamos rompiendo las barreras del tiempo y el espacio,
permitiendo que el conocimiento se expanda por todo lugar y todo
tiempo, desde el pasado, por el presente y hacia el futuro. La creatividad
y el saber está p o r todas partes, aumentando día a día . Y por tanto,
nuestras capacidades para descubrir, participar y tomar protagonismo en
nuestras vidas, sin tantos intermediarios, aumentan radicalmente.
Estamos metidos hasta el cuello en una revolución disruptiva, que
significa que todo está cambiando de raíz, emergiendo en una realidad
hasta ahora desconocida. Las máquinas nos ayudan, pero al final somos
los humanos las orugas que estamos a punto de convertirnos en
mariposas, en una metamorfosis humana única e irrepetible.
Todo esto es muy excitante. Y a la vez es normal que tengamos miedo
y nos resistamos a la transformación . Es necesario saltar al vacío,
entregarse y confiar en lo desconocido. Y eso requiere valentía y
compromiso. Podemos tener cierto conocimiento de lo que puede haber
debajo, pero al final, hay que lanzarse al misterio. Y solo con pasión y
amor, es posible soportar este sano dolor de mutar.
Los límites de Internet

Aunque internet parece un medio tecnológico muy completo, tiene sus


limitaciones. Por ejemplo, para mí no es fácil aprender a bailar vía
online. Puedo ver muchos vídeos o explicaciones sobre de baile, pero
me faltará un profesor que me estimule y corrija en el momento, y una
pareja con quien practicar, y sentir la emoción compartida del
movimiento.
C r e o que todas estas aclaraciones son muy importantes. Las
tecnología s son ampliaciones de nuestras capacidades personales. Son
herramientas que nos complementan y nos ayudan a ser más eficaces.
Pero no pueden sustituir, ni colonizar nuestras habilidades corporales,
emocionales o mentales. La clave de una buena tecnología, es que nos
sirvan adecuadamente, mejorando nuestra eficacia, sin provocarnos una
pérdida de aspectos humanos durante su uso.
En mis charlas utilizo un gráfico donde comparo los puntos fuertes
entre internet y las personas. Los humanos tenemos conciencia y
sensibilidad, y por tanto podemos aportar profundidad y sentido a las
cosas que hacemos. Y esto es algo que por sí solo los ordenadores no
pueden hacer. En cambio internet, es un recurso muy veloz y eficaz en
tareas rutinarias, ampliando nuestras posibilidades y el alcance de los
mensajes.
Esta distinción nos ayuda a valorar como la simbiosis entre lo humano
y lo tecnológico nos ayuda a crear acciones muy eficaces y a la vez muy
significativas.
Por tanto, podemos decir que en realidad la tecnología no es neutra.
La creencia en la neutralidad tecnológica está muy difundida, y no es
muy precisa. Esta visión afirma que la ética depende del uso que demos
a la herramienta, y que estos recursos no tienen ninguna responsabilidad
en la mala gestión que de ella hagamos. Pero en realidad las máquinas sí
nos condicionan, y pueden dañarnos según como estén diseñadas, y por
tanto, su inventor es responsable de su creación , en función de los
valores y elementos con que los haya dotado.
En base a todo esto, suelo afirmar, que un exceso de tecnología o de
internet sin personas maduras que lo usen, genera espacios chatos,
aburridos y hechos para confusos humanoides. En cambio con unos
pocos recursos de internet, y con la pasión y el sentido de humanos
valerosos, podemos generar realidades expandidas, sumamente bellas y
muy transformadoras. Esta sensación la resumo en dos ecuaciones:
INTERNET + (humano) = Humanoides
HUMANO + Internet = Humanidad Expandida
Podemos ser más humanos con ayuda de internet, pero siempre que
nosotros mismos no perdamos nuestra humanidad en el proceso. Y para
ello, debemos cuidar todo lo que nos compone como personas
completas. En estos tiempos, nuestra realidad se acompasa con
momentos presenciales y momentos virtuales, que forman parte de la
misma realidad humana. Para mí, los dos entornos son necesarios, y
pueden apoyarse mutuamente. Pero el que podamos hacer esto sin
escaparnos y dañarnos, depende de la voluntad y calidad humana de la
vida de cada uno de nosotros.

La humanidad ciborg

Los humanos del siglo XXI estamos metidos hasta el cuello en una
revolución, que no tenemos aún claro hacia donde nos va a llevar, pero
nos empuja con fuerza hacia un futuro de ciencia ficción . Algunos
afirman que nos estamos convirtiendo en algo así como ciborgs, mitad
humanos y mitad máquinas. Estamos empezando, y aunque aún no
tengamos implantes electrónicos directamente en el cerebro, o miembros
artificiales, el uso intensivo de teléfonos móviles, ordenadores o redes
sociales, nos acercan a esta visión. Esto me parece muy interesante, pero
siento que hay que ser muy humano, y tener mucho valor y consciencia
para dar los pasos para manejarse como un ciborg libre y responsable.
Más allá d e esa visión idealizada del ciborg, podemos ver por todas
partes personas que interactúa n con la realidad a través de sus
smartphone. Ciudadanos compartiendo fotos o acontecimientos que
recrean el entorno en el que viven. Profesionales siempre conectados,
que encuentran recursos y soluciones con ayuda de sus comunidades.
Alumnos que complementan lo aprendido en clase desde el móvil. O
turistas que pueden moverse más fácilmente por una ciudad y ampliar la
información de monumentos con los códigos QR.

Internet hace visible los significados y conexiones humanas ocultas

E l fenóm e n o de internet es bastante sorprendente, incluso para


sociólogos y futurólogos. Al abrigo de la Red surgen revoluciones muy
poderosas, modas desconocidas, o innovaciones divergentes frente a las
formas en que hacíamos las cosas.
Las revueltas en el mundo árabe o el movimiento de los Indignados en
España, son procesos sociales y políticos que aparentemente surgen de
la noche a la mañana. Pero en realidad esto no es así, la energía que
aviva estas iniciativas surgen del descontento y del nacimiento de otras
formas de entender la vida humana, que ya estaban surgiendo dentro de
nosotros con ayuda de internet. Aunque en realidad todo esto no lo
provoca internet, és t e solo sirve de medio para que nosotros
descubramos los nuevos significados compartidos, los valores
emergentes y las conexiones ocultas. La Web primero muestra todo esto,
para que un mayor número de personas sea consciente de ello, y luego
ayuda a movilizar el sentimiento y las acciones. Más adelante
profundizaré en algunos de esos nuevos valores que nacen a caballo con
la Red.
En mi propia experiencia, puedo contaros mi sorpresa al crear hace
año s un blog llamado Blogosfera Palentina, en mi ciudad. Emulando a
otras ciudades, organice un sencillo espacio virtual con intención de
descubrir las posibles conexiones ciudadanas que se estaban generando
en internet. Yo sent ía que había un lazo oculto entre todos los blogs
locales, aunque cada uno fuera creado de forma independiente. Al poco
tiempo, varios bloggers locales estaban emocionados con la idea,
sintiéndose parte de éste ente mayor. Surgieron algunas colaboraciones
interesantes y fuimos quedando de vez en cuando para intercambiar
experiencias y amistad. Para mí se hizo evidente que esta red de blogs
ayudó a mostrar los vínculos ciudadanos que se estaban fraguando, y
que necesitaban materializarse de alguna forma.

Internet como medio de inspiración humana

Estamos en este mundo viviendo una vida humana. Para algunos tal
vez esto de vivir un tiempo y luego morir no tiene sentido, o es algo
confuso. Pero lo que está claro es que en casi todos nosotros hay un
impulso creativo que nos lanza a realizar acciones únicas, hermosas,
descubridoras, poderosas y amorosas. Y que en mayor o menor medida,
estas acciones dejan una huella en el mundo, que transciende la propia
vida limitada de una persona.
Para crear necesitamos inspiración . Esto los artistas lo tienen muy
claro. Sin musas que inspiren el arte no fluye. Por eso los creativos
buscamos por todas partes y en otras personas elementos que nos
inspiren a la acción . Nos inspiramos continuamente unos a otros. Mi
genio se despierta a la luz de otro genio. Los científicos crean a hombros
de gigantes, como ya hemos reseñado.
No s podemos preguntar ¿Qué personas nos inspiran? ¿Qué medios
nos inspiran? Pero si en realidad estamos abiertos y permeables,
veremos que todo nos ilumina, que todo nos pone en movimiento, que
todo nos sirve para despertar nuestro genio interior. Por tanto ante la
pregunta ¿puede aportarnos internet medios de inspiración ? Solo hay
una respuesta posible: La Web es uno de los recursos más inspirativos
que tenemos a nuestro alcance, sin ninguna duda.
Podría dar infinidad de ejemplos de pági n a s web, canales de
YouTube, perfiles personales en redes sociales, iniciativas online, etc.
que son muy inspiradoras. Llenaría libros enteros. De hecho es a esto a
lo que más me dedico en mis blogs, en mis páginas de Facebook y en
Twitter, a mostrar los recursos que localizo en internet que a mí me
inspiran. En realidad, éste es uno de los grandes deportes en internet, el
compartir con otros lo que a nosotros nos mueve. Difundir lo que nos
gusta y nos aporta valor. Porque internet facilita formas de aumentar las
capacidades de nuestra creación . Nos trae recursos libres que podemos
remezclar o transformar a nuestro estilo. Así, nuestras capacidades
únicas como humanos, pueden expresarse de forma grácil con ayuda de
la inspiración y de las herramientas expandidas de internet.

Internet y cultura planetaria

Es muy normal que pensemos en internet como en una herramienta


tecnológica, como unas máquinas interconectadas de comunicación muy
potentes. Pero eso es solo la mitad de la historia. Para el ser humano,
internet es ante todo un medio cultural, un espacio transformador de
personas y de sociedades.
Lo que llamamos realidad tiene dos partes, la objetiva y visible, y la
subjetiva e invisible. Tendemos a valorar solo lo que vemos, lo que
podemos demostrar con datos y nuestra ciencia, pero existen otros
campos de conocimiento más cualitativos y ocultos. Como la ética
interpersonal, el amor, las emociones, el significado de nuestras vidas,
los valores culturales, etc. Son aspectos escondidos, pero fundamentales
para el ser humano. Siempre han estado ahí, relegados al campo interior
de la persona, a la expresión artística o a la filosofía y moral. Poetas,
creativos o escritores han buscado durante miles de años comunicar esta
vivencia interior, con los medios de que disponían , pero siempre de
forma limitada.
L o que estoy descubriendo en todos estos año s de manejo y
conocimiento de internet, es que la Red está facilitándonos el hacer más
visible y comunicable este campo subjetivo humano. Y lo está
universalizando. Cualquier persona puede convertirse en artista o
comunicador, y difundir su visión de las cosas a todo el planeta de
forma cómoda y barata.
Internet se convierte en un tejido nervioso social, como medio de
conexión e intercambio cultural y de conocimiento. Como dicen
algunos, es una esfera de saber colectivo o Noosfera. Lo escondido sale
a la luz. Los valores y experiencias personales son compartidos. El
monopolio del saber ya no pertenece a unos pocos, sino que todos
podemos participar y compartirlo.
Hablamos de una inteligencia colectiva y colaborativa. Una mente
global que apoyán d o se en la sabiduría individual de millones de
personas (y seres), nos lleva más allá hacia una sabiduría planetaria.
Ejemplos como Wikipedia, la enciclopedia colaborativa, nos dan una
pista de lo que entre todos vamos creando juntos como humanidad.
Pero más allá d e la parte visible de estos recursos, hay una poderosa
transformación cultural que nos está afectando, de una u otra forma, a
todos los habitantes de este mundo.
Como decíamos antes, hace menos de un siglo los seres humanos
estábamos mucho más divididos que ahora. Nuestras sociedades estaban
encerradas en un país o ámbito geográf ico muy limitado. Solo nos
importaba lo que ocurría allí donde vivíamos, y el resto era extraño o
enemigo. Con el paso de las año s nos hemos ido encontrando, con
ayuda de los medios de comunicación , el cine o el internet, y cada vez
somos más mundicéntricos, es decir, con la conciencia más abierta a lo
global. Así, muchas personas nos preocupamos por lo que pasa en
lugares lejanos, y sentimos en nuestras carnes lo que les ocurre a
personas del otro lado del planeta. Creo que si estamos abiertos al
cambio, la Red nos ayuda a romper fronteras, tanto en nuestra propia
conciencia como en la realidad social. Por tanto, más que una
revolución tecnológica, internet es un catalizador de la una gran
revolución cultural y humana.
Internet y la orquesta de Jazz

No sé si habéi s visto alguna vez una gran orquesta de Jazz. Es


impresionante como cada músico participa en el conjunto, y a la vez
tiene sus momentos de improvisación y protagonismo. Hay una
sensación de goce y de co-creación continua, que envuelve al público.
Juntos generan un espacio de sincronía , gracias a la colaboración de
todos.
D e forma similar podemos ver internet como un gran escenario,
donde creamos juntos la música de nuestras culturas humanas. Un día
podemos ser espectadores, y al siguiente músicos. Tal vez desafinemos
un poco, pero no importa, mientras intentemos colaborar y aportar lo
mejor de nosotros. Lo que no debemos hacer, es tratar de apropiarnos
de la música, que en realidad es de todos. Ésta es una de las reglas de
sentido común en internet, toma prestado, colabora, crea, regala lo que
solo tú sabes hacer… pero no trates de monopolizar, ni robes de este
bien común.
Estamos unidos en un mismo destino colectivo. No lo olvides. Juntos
formamos esa orquesta que interpreta estos temas tan bellos y virtuosos.

Internet aumenta la sociabilidad humana

Co mo bien expone Dolors Reig en su libro Socionomía (Deusto,


2012), el hecho de que estemos más conectados unos a otros gracias a la
tecnología , está ap o r tan d o infinitos matices nuevos a nuestra
sociabilidad humana. Y esto es así, ya que internet y sus redes sociales
virtuales son arquitecturas de participación que permiten que nos
apropiemos de ellas, y las usemos para cualquier fin social o humano
que nos parezca importante. Gracias a estas herramientas poderosas y al
buen hacer participativo de millones de personas, estamos generando
iniciativas y comunidades humanas muy interesantes, que están
movilizando la abundancia social, y generando cambios sin precedentes
en las personas y al mundo en su conjunto, como veremos en ejemplos
en próximos capítulos.
Cad a vez somos más conscientes de que las personas queremos
relacionarnos con autenticidad, co-crear cosas bellas, amar plenamente,
y aprender con otros el arte de la vida. Como especie humana, durante
miles de años hemos luchado por esta liberación social, contra todas las
limitaciones que encontráb am o s en el camino, como la distancia
geográf ica, o la pér d id a de memoria cultural e histór i c a de las
comunidades locales. Ahora con internet, tenemos la oportunidad de
superar muchas de estas barreras, y expandir nuestro anhelo social.
Todo nuestro excedente social, todas nuestras ganas de juntarnos van
encontrando cauces para expresarse con ayuda de la Red. Tal vez aún
no sean todo lo perfectas que quisiéramos, pero al menos es un camino
abierto, que permite que muchas de nuestras inquietudes sociales y de
contacto puedan ser cubiertas.
C o m o ya hemos visto, los humanos vamos mejorando nuestros
medios de comunicación , con el deseo profundo de sentirnos cada vez
más unidos y cercanos con los demás . Somos parte de la comunidad
humana, y queremos que esto se refleje en nuestros actos comunicativos
diarios, con ayuda de las tecnologías que hemos creado para ello.
Está naciendo una civilización empática, como afirma Jeremy Rifkin,
cada vez más global, creativa y diversa. Un mundo más altruista y
compasivo, donde podemos compartir con cualquier ser humano como
nunca antes en el devenir de nuestra especie. El alcance de la tecnología,
y la humanidad de nuestros corazones, hace cada vez más cercana la
utopía de un paraíso en la tierra para todos.
Como bien expresa Dolors Reig en muchas de sus charlas, internet se
está convirtiendo en el cordón umbilical de la comunidad global, ya que
nos sirve de soporte emocional y nos sirve de vínculo con lo que
significa ser parte de la humanidad. Sin un medio global como es la
Red, nos sería más difícil despertar nuestras conciencias universales,
como ciudadanos del mundo.
Y aunque los lazos que establecemos a través de internet son en
general más débiles que los que podemos establecer con amigos o la
familia, esto no quita para que estos sean realmente fundamentales para
nosotros en este siglo XXI. Los vínculos débiles de la Red son claves
para mantener relaciones masivas a distancia, lo que nos permite
alinearnos con nuestras culturas, y conectar con los valores más
significativos de la humanidad global.
Gracias a la Red, podemos mantener más contactos sociales e
informacionales que en décad as pasadas, y de entre todos ellos
seleccionar los que nos resulten más enriquecedores. Así, el mundo se
nos hace más pequeño y cercano. Y desde aqu í, podemos centrarnos en
vivir una vida más auténtica, potenciando nuestras relaciones más
profundas y significativas. Lo que nos está llevando, a su vez, a mayores
compromisos con la transformación de nuestro entorno local y global.

Empoderamiento, apropiación y participación social

A medida que vamos despertando nuestra voluntad de crecer como


personas y aportar nuestros talentos al mundo, es natural que nos
apropiemos de las tecnologías. De esta forma, se convierten en nuestra
palanca de aprendizaje, maduración y servicio.
Podemos decir que poseemos internet, que nos pertenece y lo usamos
p ar a crear recursos como los blogs, los wikis, las redes sociales o
cualquier otra plataforma, adaptán d o l a s a nuestras necesidades
particulares. Dejamos de ser meros consumidores de información y
contenidos generados por otros, para convertirnos también en fuentes
de noticias, libros y todo tipo de recursos. Recuperamos nuestro poder
como agentes culturales y sociales, a través del empoderamiento y
nuestra participación activa.
Del simple interactuar en internet, vamos dando pasos firmes hacia
conversaciones más francas y motivadoras, y también hacia formas de
participación cada vez más creativas y resolutivas. Nuestra generosidad
y apertura interna, tiene voz para expresarse. Vivimos con compromiso
y dignidad, y lo mostramos por la Red. Pertenecemos a un mundo que
amamos, y contribuimos a su desarrollo.

Gradiente del contacto humano, e internet

M e parece interesante reflexionar sobre lo que yo denomino el


gradiente del contacto humano. Desde mi punto de vista, como seres
humanos buscamos tener relaciones cada vez más amorosas, diversas y
auténticas, pero muchas veces nos quedamos en el camino.
Lo s primeros estadios vendría n dados por relaciones más falsas y
egocéntricas, que solo buscan satisfacer las necesidades básicas de uno,
aprovechándose de los demás. Es un contacto más limitado, que genera
funcionamientos violentos y también sumisos.
Luego vendría n las relaciones más ligadas a necesidades de culturas
más tradicionales, donde las normas, los roles y las máscaras sociales
son importantes. Pero que genera inmovilidad, rigidez y falta de
tolerancia a lo diferente.
Lo s valores de la ciencia nos ha permitido ir generando sistemas
sociales más tolerantes y abiertos a la diversidad, aunque aún
necesitados de una proyección más humanista, que los libere del
mercantilismo y la competencia excesiva de sus relaciones.
A medida que los humanos vamos globalizando nuestros corazones,
las posibilidades sociales y de contacto se han ido abriendo. Cada vez
establecemos vínculos más libres y diversos. En las últimas etapas de
este sencillo gradiente, podemos establecer relaciones más auténticas y
transparentes, respetando y potenciando la dignidad de todas las
personas. Un amor profundo aparece, que nos une a toda la existencia.
P a r a mí n o hay duda de que a medida que aumentan nuestras
conexiones, con ayuda de los medios de comunicación y sobre todo con
internet, también aumentan las posibilidades de escalar como personas
en este gradiente de contacto humano. A medida que conocemos a
otros, y podemos establecer vínculos con ellos (tanto débiles como
fuertes), se amplia nuestra tolerancia, y esa sensación de ser parte de
algo mayor.

Los valores originarios de internet.

Esta sensación profunda de ser parte de algo mayor a nosotros, que


nos ayuda a establecer vínculos amorosos y un contacto transparente y
auténtico, está catalizada por los propios valores de internet. Porque,
como ya hemos dicho, la Red no es un entorno neutro, sino que está
embebido de los valores de todas las personas que participamos o
desarrollamos entornos digitales. Por eso, es tan importante que cada
uno de nosotros sea consciente de qué intenciones y acciones está
proyectando en este espacio colectivo.
En su origen, la Web fue creada para potenciar la cooperación
universitaria, y el desarrollo de utopía s comunitarias, democráticas y
libertarias. Por eso, muchos de los valores de sus grupos originales
fueron calando en sus estructuras digitales y en las prácticas de los
internautas. Actualmente muchos de estos valores están cambiando, a
medida que internet es colonizada por otros grupos y poderes
interesados en aportar sus propias intenciones a la Red, como la propia
industria del ocio. Aunque en algunos casos esto es una evolución que
profundiza y amplia los aspectos sociales y humanos de internet,
también está generando una prostitución de los valores originales de la
Red.
¿Y cuáles son estos valores y actitudes originarios de internet? ¿Qué
significados iniciales han hecho posible que todos podamos disfrutar de
la gran Red de Redes que todos conocemos? Como bien resume Dolors
Reig, la Web que impulsaron sus pioneros busca ser un contrapoder que
propugna el pacifismo, la tolerancia y la transparencia humana. Además
en su vertiente de fenómeno global, nos acerca a ese deseo de ser todos
parte de una gran comunidad humana. Su configuración como medio
distribuido, libre y abierto, nos facilita el que todos podamos contribuir
a su crecimiento, participando de forma empoderada en el desarrollo de
nuestra intersubjetividad global.
En la Red, cada uno de nosotros somos libres de desarrollar una
identidad digital, mostrando los aspectos que nos hacen únicos, y con
ello, compartirla con una comunidad humana, cada vez más grande. Una
cultura para el bien común puede florecer en un entorno tecnológico
diseñado para las relaciones auténticas, transparentes y responsables.
Gracias a la arquitectura de participación que muchos pioneros
digitales han ido desarrollando, los internautas podemos por fin
liberarnos de las ataduras de una sociabilidad limitada, y lanzarnos a
crear y compartir con claridad y sencillez. Y gracias a esta simplicidad,
nos es más fácil apropiarnos de sus recursos para crear desde lo lúdico y
desde lo humano. Un medio tan flexible y cambiante, facilita que
podamos probar y equivocarnos, sin que por ello pase nada grave. La
Red funciona como prototipos siempre en estado beta, que lo hace más
dinámico, remezclable y funcional. Los recursos multimedia enriquecen
nuestro aprendizaje y el uso más acorde de nuestras talentos personales.
Y como somos humanos, sabemos que lo emocional nos mueve, por
eso usamos, desde los orígenes de internet, las historias (el storytelling),
los juegos y lo informal, para compartir lo que para nosotros es
significativo.
Qué diferente hubiera sido nuestra World Wide Web, si, en vez de
estos valores, hubieran imperado otras actitudes más cerradas, distantes,
intolerantes y centralizadas. En vez de una sola internet, podríamos tener
tantas como países del mundo, cada una viviendo en su gueto local,
separada del resto del mundo, y controlada por sus propias instituciones
de poder. En ellas seguramente no podríamos participar libremente y
empoderarnos. Posiblemente no importaría nuestra imagen digital, ni lo
que podamos aportar al bien común , a unos poderes y empresas que
solo buscarían en la Red el satisfacer sus propios fines propagandísticos.
Y con ello, toda nuestra diversidad única, y nuestras historias quedarían
en el tintero sin poderse expresar en un medio diseñad o para seguir
controlándonos. Y todo lo que fuera lúdico y divertido, sería en realidad
un medio de mantenernos entretenidos y olvidarnos de nuestro papel en
la transformación social.
Y aunque algunos de estos otros valores caducos puedan haber
entrado en diferentes espacios de internet, yo agradezco con todo mi
corazón la gran labor de tantos pioneros de la Web, que nos regalaron
u n entorno con los valores más humanizantes que fueron capaces en
esos momentos de la historia. Y por supuesto también, a tantos y tantos
que en estos momentos custodian nuestra gran Red de Redes, para que
no pierda sus valores sociales, y aumente sus capacidades humanas.

Los niveles éticos y empáticos de uso de internet

Quería ir acabando este capítu lo hablando brevemente sobre los


diferentes usos que podemos hacer de internet. Lo veremos como una
sucesión de formas cada vez más maduros e integradoras, que se van
solapando por todas las estructuras de este medio tecnológico. Es bueno
distinguir entre ellos, para poder comprender que en realidad existen
muchos internet entrelazados, y aportando cada uno de ellos valores y
actitudes diversos, algunas más similares a los propugnados por los
pioneros del medio como comentábamos en el punto anterior, y otros
un poco más arcaicos. Y como la existencia de estos internet, asociados
a nuestras diversas formas de entender el mundo, luchan entre sí por
difundir sus valores por el medio online. A modo resumido, podemos
hablar de 4 niveles de uso de la Web, en función de como nos
manejemos con la empatía y con la ética:
1 ) U n internet mágico y mítico. Donde las ideologías y los
valores más tradicionales tratan de hacer proselitismo. Una Red
menos empática, aunque tal vez más cercana a las emociones y
fantasías, pero que solo ve sus propios valores. En un origen
sus espacios web estaban más encerrados en sí mismas, aunque
con el surgimiento de las redes sociales y el YouTube, han
ampliado su labor de difusión. Páginas web de sectores
religiosos más ortodoxos, de seguidores de partidos políticos, o
de propagadores de formas conspiranoicas y cientificistas de la
nueva era, son algunos de los espacios. Por tanto, es una Web
con formas más pasivas y créd u l a s de consumo de
información, sin ejercer una visión critica sobre ella. Este
sector de internet también es el custodio de muchas costumbres
locales y de nuestra historia, que vale la pena conservar.
2 ) U n internet racional, científ i c o y mercantilista.
Frecuentemente en contraposición con el anterior, surge unos
espacios webs más afines a las verdades experimentales, con
valores más abarcantes y empáticos, aunque en muchos casos
usados para intereses y poderes particulares. Desde aquí, y a
falta de una profundización en valores más éticos, se han
propulsado muchas iniciativas mercantilistas y lucrativas, que
se contraponen con valores más auténticos y sociales, como la
libertad para compartir y aprender. Aunque entraron más
tarde, muchas empresas y organizaciones de todo tipo, se
están asentando con mucha fuerza en este internet más
capitalista, con el deseo de ampliar sus negocios. Esto choca
con los nuevos valores de una sociedad cada vez más madura
y empoderada, como por ejemplo en temas de derechos de
propiedad intelectual. Por tanto, es un Web más centrada en el
ocio y el consumo, con valores más afines al sistema actual de
poder.
3 ) U n internet postmoderno, social y algo cínico. En lucha
frecuente con el anterior uso moderno de la Web, cada vez
más personas propugnan unos valores más sociales,
humanistas y postmodernos, más afines a los valores
originarios de la Red, aunque sin acabar de practicarlos en
toda su profundidad. Buscan fomentar la diversidad y el
carácter abierto de las plataformas, para que la igualdad y la
libertad pueda emerger en un mundo de escasez que ellos
necesitan cambiar a toda costa. A pesar de sus buenas
intenciones, con frecuencia se pierden en la confrontación
directa con otras formas de entender el mundo, usando una
ironía y un pesimismo que los ahoga casi tanto como la
realidad adversa en la que sienten que viven. És t e es el
internet del ciberactivismo y la protesta ciudadana. Y también
es el internet de la solidaridad y las causas sociales.
4 ) U n internet aumentado e integrador. Propulsado por
personas compasivas, auténticas, sencillas y comprometidas,
que viven en un mundo de abundancia, y que usan todos los
recursos humanos y tecnológicos que la existencia pone a su
alcance, para el bien común de todo el planeta. Son
emprendedores sociales y agentes de cambio, escondidos por
todos los rincones de este internet pragmát i c o y
transformativo. Poseen una visión que integra lo mejor de
todos los mundos, desde los aspectos sanos de las tradiciones,
pasando por los descubrimientos y recursos de la ciencia y la
técnica, y sin olvidar los significativos valores humanistas que
tratan de desarrollar en sus conciencias. Un internet muy
aumentado, que crece en forma de redes distribuidas, donde
almas generosas y muy creativas, ponen en marcha iniciativas
que van resolviendo y sanando los complejos retos actuales.

Como muchos podéis pensar, esta clasificación solo sirve para intuir
por donde van las cosas, porque la realidad es más compleja que esto.
Además , muchos internautas pasamos por todas las etapas en nuestro
proceso de aprendizaje de la Red, con usos primero más pasivos o
banales, para ir poco a poco asumiendo más compromiso y
participación.
A nivel coloquial escucho hablar de dos tipos de Web. El internet de
pan y circo de las masas ociosas de consumidores, y el internet creativo
de las multitudes inteligentes. Una dualidad un tanto limitada para
resumir algo difícil de explicar.
Capítulo 4. Nuestros sueño s colectivos para un mundo
más pleno. La Red Subjetiva. De las ideas al consenso y
la acción.
Los humanos tenemos una gran capacidad de imaginar y de soñar con
nuestro futuro. Es una gran cualidad que en estos tiempos complejos
hace aún más falta, y no podemos dejar atrás . Todos somos agentes
soñadores, en un grado u otro, y en unas formas u otras. Cada uno
podemos aportar a la inteligencia colectiva, todo tipo de imágenes,
poesía s , sonidos, texturas, reflexiones, sensaciones, significados,
iniciativas, etc. Porque estos sueño s colectivos están inspirados en una
gran diversidad de cualidades subjetivas, que nos ayudan a imaginar
posibilidades, y a ponernos en marcha hacia esos atrayentes nuevos
mundos que asoman en el horizonte.
Sin sueños, el ser humano solo puede sobrevivir como un autómata,
pues no tiene esperanzas de cambiar nada, en una vida sin sentido. En
este entorno vacío, la bondad queda atrofiada, la belleza no se percibe, y
la verdad queda fijada en ideas muertas. Además el progreso y las
nuevas tecnología s se perciben como un peligro que hay que olvidar
como sea.
Todas las grandes creaciones humanas han sido posibles a través de
los sueño s de personas llenas de pasión , amor y ganas de aportar algo
relevante al mundo. Y cuando un grupo de seres comprometidos se
juntan con un sueño común, y aúnan sus esfuerzos hacia su desarrollo,
grandes cosas pueden pasar. Toda empresa, innovación o cultura
humana que conocemos, ha sido posible gracias a esta suma de
imaginación y acción.

Recuperar el sentido de nuestra vida colectiva

Ya hemos hablado de la importancia relevante de que cada uno de


nosotros recuperemos el sentido y significado de nuestra vida, una
condición fundamental para poder empoderarnos y dignificarnos. De
igual manera, también es necesario que como grupos (ya sea familiar,
empresarial o ciudadano) redescubramos nuestro sentido colectivo, una
fuerza que nos une, y nos aporta una poderosa sensación de misión
colectiva. La conciencia de ser juntos en Interser, nace de este compartir
nuestro sueño y nuestro sentido colectivo, y es la base sobre la que
puede asentarse cualquier acción colectiva que emprendamos como
grupos.
Y aquí es donde la web social y otras tecnología de comunicación, nos
están ayudando a conversar y recuperar nuestros significados comunes,
y unirnos en comunidades encaminadas a poner en acción lo que
sentimos juntos. Lo que está facilitando Internet, es un medio más
poderoso de contacto interpersonal, que complementa los medios más
tradicionales de interacción, y que nos permite soñar juntos como nunca
antes en la historia del ser humano.
Y cuando nos permitimos soña r juntos, dejando de lado lo que nos
separa y centrándonos en lo que de verdad es importante para todos,
surge la magia de encuentro significativo. En realidad, tú y yo queremos
lo mismo, soñamos con un mundo más hermoso, donde todos vivamos
en paz y armonía , con nuestras genuinas necesidades satisfechas, y
donde desarrollemos nuestro potencial para compartirlo con los demás.
Tal vez nos separen detalles, que en realidad no son aspectos
importantes, solo son formas de funcionar (muchas veces fijadas en
formas ideológicas) que pueden ser adaptadas en función de nuestras
necesidades.
Recuperar el sentido de nuestras vidas, es recuperar la sencillez y
verdad de que solo queremos ser personas dignas, amar plenamente,
c r e a r belleza y desarrollar nuestra sabiduría natural. Y cuando
consigamos relajarnos en lo que de verdad es significativo, dentro de
nuestros grupos y nuestras sociedades humanas, podremos soltar
muchas de las formas complejas e insatisfactorias de organizarnos.
Desde nuestros sueños, y desde este sentido natural de ser humanos, va
naciendo una voluntad grupal comprometida, que se está lanzando con
ganas hacia la resolución de los grandes retos que nos afectan como
humanidad. Una nueva cultura humana y emprendedora, cada vez más
en contacto con la realidad de que vivimos en Interser, como veremos
en el próximo capítulo. Y lo bueno es que tú y yo somos parte de este
maravilloso proceso.

Ética madura, voluntad y compromiso en el siglo XXI

Nuestros sueño s se asientan y toman relevancia a medida que los


asociamos a valores maduros, que nos unen a los demás . Respetar,
aceptar y desear el bien de otros seres es fundamental para que nuestros
deseos aporten al bien común . El desarrollo de valores ético s en
nuestras culturas humanas, nos permite canalizar nuestros proyectos en
la dirección más adecuada para la sana evolución de todos. Ya es hora
de que dejemos de crear iniciativas que no tengan en cuenta las genuinas
necesidades humanas y el respeto a la naturaleza. Es la era de conectar
nuestros respectivos proyectos entre sí, en base al sentido, la dirección y
la comunión que nos dan los valores éticos. Estamos empezando a
hacerlo, en un proceso que los intereses partidistas no deben cortar.
Y en esta acción colectiva, conectada por la ética del bien común,
necesitamos despertar nuestra voluntad y el compromiso decidido hacia
un cambio significativo. La Voluntad con may úsculas, es una meta-
intención que nos transciende y nos moviliza, y que nada tiene que ver
con lo que llamamos fuerza de voluntad. En realidad, es un revulsivo
interior, una claridad de conciencia y de acción que nos impulsa hacia la
transformación y la mutación.
La Voluntad decidida y clara, es el mayor recurso para el cambio y la
innovación. Se necesita mucha pasión y trabajo constante, para alcanzar
logros humanos. Nadie dijo que poner en marcha los sueños fuera fácil,
pero en el momento que nos centramos en nuestra dirección vocacional,
y empezamos a movernos, el esfuerzo se transforma en el saludable
gozo de estar conectados.
Necesitamos conquistar o recuperar nuestra Voluntad, y no solo la
personal, si no también esa Voluntad social que nos encamina a todos
hacia el bien común . Para ello, primero necesitamos creer y confiar en
nuestra misión . Despertarla cada día , en lo cotidiano, con ayuda de la
comunidad, y con prácticas continuas que nos reconecten con ella.
L a Voluntad es un impulso para unirnos los dem ás y al espíritu
humano. Un compromiso profundo, que moviliza todo nuestro ser,
dentro de nosotros, y hacia el Interser humano. Desde allí, no somos
seres sumisos, sino personas libres y empoderadas. Tampoco somos
seres dominadores. Somos sencillamente personas que nos re-
inventamos a nosotros mismos cada día. Personas mediadoras, activas,
comprometidas y que amamos al mundo. Personas con presencia,
capacidades e inspiración, sin que esto se nos suba a la cabeza. Personas
realistas, que no nos dejamos autoengaña r . Personas humanas que
sentimos el dolor genuino y que no renegamos de él. Personas deseosas
de unir nuestros lazos vitales con personas que nos aportan. En
resumen, somos personas normales que nos juntamos con otras
personas normales y voluntariosas, para hacer cosas hermosas y llenas
de sentido.
Desd e este centramiento en la Voluntad personal y colectiva, el
compromiso emerge fluidamente de nosotros. La pasión colectiva nos
impulsa. Y sin pensarlo, nos lanzamos a esta aventura humana que
vamos escribiendo con nuestra sangre, sudor, alegría , dolor, y
necesidad. Y desde esta conciencia comprometida, podemos usar
Internet como un recurso que nos ayuda a soñar, compartir, expresar y
narrar toda esta aventura humana en la que estamos metidos. La
potencia de esta gigantesca red de ordenadores conectados, no es nada,
sin la determinante Voluntad humana, que usa las máquinas para
expandirse y para hacer realidad nuestros sueños colectivos.

Nuestros sueños cabalgan a lomos de las narrativas


En un mundo obsesionado por los valores externos y materialistas,
parece que los relatos la poesía, los cuentos, el arte, y todo lo emocional
no tienen importancia. Y así nos va. Pero en realidad tanto los niños
como los adultos necesitamos metabolizar historias y experiencias para
poder soñar y desarrollarnos como personas.
Tras vivir intensamente, usamos la síntesis y la narrativa personal,
para fijar esta experiencia como aprendizaje, y para luego compartirla
con otros. Por eso usamos cada vez más las fotografías, el vídeo casero,
el diario en forma de blog (o en papel), o las actualizaciones en una red
social. De forma similar, hacia el futuro, creamos posibilidades y sueños
en forma de relatos pensantes, imaginación, recuerdos, o con algún tipo
de programación o narraciones que nos conduzcan hacia una buena
toma de decisiones. Son relatos internos, llenos de complejidad y
subjetividad, que ocurren en nosotros también en las horas nocturnas de
nuestro espacio onírico.
La narrativa lo llena todo, y adquiere infinidad de formas. El arte es
una forma de expresar con símbolos, imágenes o sonidos, muchas de
nuestras sensaciones y de nuestros relatos internos. No podemos vivir
de espaldas a ellas. No podemos olvidarnos de soñar, de hacer historias,
de jugar con nuestros personajes, de contar nuestra vida o de pintar lo
que sentimos. Además , nos ayudan a ponernos en el lugar de otras
personas, comprender lo que están viviendo, y empatizar con ellas. Algo
muy necesario para vivir en esta conciencia de Interser de la que tanto
hablo.
Internet nos aporta nuevos cauces para conectar con narrativas de
otros, y también para compartir nuestras propias vivencias. Cuanto más
exploro la Red, más me doy cuenta de que la motivación principal de
los internautas es la de vivir historias.
E l éx i t o de las descargas de películas, mús i c a y todo tipo de
contenidos de la Red, es parte de esa búsqueda, a veces compulsiva, de
historias ajenas. Las necesitamos, aunque tenemos que tener cuidado, ya
que el consumo masivo y de una forma pasiva, de narrativas ajenas,
preferentemente las audiovisuales, nos puede atrapar en una espiral de
huida de nosotros mismos. Ésta es una de las locuras de estos tiempos,
la de vivir solo relatos ajenos a nuestra vivencias humanas más
esenciales y necesarias.
Par a evitar esto, es interesante vivir la narrativa como algo para
saborear con calma, y procurando ser internamente el protagonista de la
historia. Por eso es muy útil sentirse parte de lo que estamos viendo,
escuchando o leyendo, y dedicando tiempo a elaborar nuestros propios
relatos.
E l narcisismo, la imagen y el autobombo llenan gran parte de la
narrativa online. Nos gusta mostrarnos y pavonearnos. Es parte de la
realidad del cuentista. Si somos conscientes de ello, no nos causará
muchos problemas, e incluso podremos jugar con el narcisismo y la
imagen, riéndonos de nosotros mismos y sanando nuestros aspectos
ocultos. Pero si no vemos dentro de nosotros esos personajes atrapados
en su propia autoadmiración, el exponernos a la Red puede traernos un
problema detrás de otro, como ocurre con frecuencia a algunos
famosos, que son objetos de burla por sus comentarios salidos de
contexto.
Las creencias e ideología s sociales, son formas más elaboradas de
narrativas. Son contagiosas y muy emocionales. Se difunden con mucha
facilidad y pueden provocar comportamientos grupales en masa. Los
valores culturales nos llegan a través de cuentos y mensajes elaborados.
La publicidad es el arte de crear y difundir relatos emocionales, con idea
de influirnos para comprar, votar o creer en algo.
Por todo esto, es una gran responsabilidad el crear narrativas y tratar
de influir en los demás. Cualquier lobby, empresa plataforma digital, o
grupo con poder, deben guiarse por una conciencia de Interser, es decir,
una visión de como sus acciones y sus mensajes afectan en cadena a
toda la sociedad. El tratar de aprovechar las narrativas para el lucro o
éxito egoísta de una persona o grupo, es dañino para el conjunto. Las
narrativas deben guiarse por el principio de aportar al bien común. Con
esas premisas éticas y empáticas, nuestros relatos podrán aportar sueños
y sentido a nuestras culturas humanas en transformación.

Lo importante. Nuestras genuinas necesidades humanas.

Como seres humanos nos pasamos la vida necesitando cosas. Nos


vemos como personas carentes, y por tanto, nos esforzamos mucho por
saciarnos. El problema es que no sabemos lo que realmente necesitamos
para estar bien. Entonces es muy normal que nos dejamos cegar por
mensajes que nos convencen de que seremos felices consumiendo o
haciendo determinadas cosas. Y acabamos buscamos suced áneos que
nos alejan de lo que es esencial para nosotros.
E n nuestra vida y en nuestro entorno vemos por todas partes esta
búsq u ed a compulsiva de dinero, poder, reconocimiento, objetos,
alimentos, experiencias, o entretenimientos, que nos alejan de nosotros
mismos. Como un escape de ese vació existencial que sentimos. Y que
acaban convirtiéndose en aspectos sustitutivos de lo que de verdad es
importante para vivir. Aunque en realidad si que necesitamos muchas de
estas cosas, el problema radica en que las convertimos en el centro de
nuestra acción cotidiana, evadiéndonos de lo que si nos puede aportar
significado y plenitud.
Cuanto más materialista y egoísta es nuestro entorno, más fácil es que
nos perdemos en sus sucedáneos. En cambio, con comunidades que
tienen un sentido vital, amoroso y empoderante, es más fác i l que
intuyamos nuestras necesidades más humanas. Esto nos da una pista de
que en realidad cada uno de nosotros está desconectado de sus propias
necesidades, hasta que no contacta profundamente con los demás. Uno
solo no puede reconocer y satisfacer sus necesidades, pues estamos tan
íntimamente conectados, que solo en Interser podemos saciarnos.
Por tanto, creo que debemos evitar la pregunta ¿Qué necesito yo? y en
su lugar sustituirla por ¿Qué necesitamos todos juntos como Interser? Y
desde ahí, entregarnos a lo que de verdad es importante para el bien
común. Y en un plano individual, en realidad lo que puedo preguntarme
es ¿Qué desea el Interser que yo aporte en esta coexistencia mutua? Pues
solo así, saciando al mundo, yo también podré saciarme.
Para mí actuar desde esta conciencia simplifica mucho nuestra vida.
Podemos dejar atrás tanto sufrir por nuestras carencias personales, soltar
tantas banalidades que nos despistan, y por fin convertirnos en co-
creadores de auténtica abundancia.
Para mí este punto es muy importante. Estamos en un momento de la
historia humana en el que necesitamos destruir estos sucedán eo s de
necesidades, y centrarnos en aportar respuestas significativas a nuestras
auténticas necesidades como humanidad. Solo después de clarificar
esto, podremos reconocer nuestros auténticos sueño s colectivos, y
lograr juntos que se hagan realidad.
Si estamos en sintonía con esto que cuento, creo sinceramente que no
nos costará mucho llegar a un consenso sobre cuales son nuestras
necesidades fundamentales. Posiblemente lleguemos a conclusiones
similares a Antonio Pacheco, en su libro Ego, esencia y transformación
(Ed. Hermes, 2011), cuando habla de los 4 impulsos esenciales del ser
humano, que nos guía n a satisfacer estas necesidades genuinas: Los
impulsos de libertad, de amor, de conocimiento y de creación. También
nos podemos guiar por la pirámide de necesidades de Maslow, para
darnos cuenta de que todos queremos cosas similares, aunque tal vez
estemos en fases distintas. Como tener los medios dignos para vivir, una
seguridad, el afecto y reconocimiento de los demás, sentir autoestima, y
finalmente desarrollar todo nuestro potencial.
De igual manera, en cada situación particular humana, debemos tomar
conciencia sobre cuales son las necesidades auténticas a tener en cuenta,
para luego poder crear las adecuadas iniciativas que las satisfagan.

Las dos caras de la transformación actual


Para lanzar un poco de luz sobre los procesos de cambio que estamos
experimentando a nuestro alrededor, quiero hacer el ejercicio de
resumirlos y mirarlos desde dos ángulos. En realidad son dos aspectos
de la misma moneda, y que están relacionados con el proceso evolutivo
en la que está embarcada la civilización humana. Las podemos sintetizar
en estas dos grandes transformaciones:
1) Una transformación cultural, de conciencia y de valores
humanos. Donde una nueva mujer y un nuevo hombre están
emergiendo, con valores más abarcantes, comunicativos,
empáticos y solidarios. Personas que queremos aprender de
todo, experimentarnos a nosotros mismos, y crear a cada paso
que damos. Juntos, estamos re-creando nuevas expresiones
culturales y nuevos significados sociales. Todos queremos ser
participantes libres, voluntariosos y con más capacidades. Y
contribuir, cada uno como mejor sepamos, al bien común de
la humanidad y de todos los seres con los que convivimos.
Dando lugar entre todos a una Gran Cultura Planetaria.
2 ) U na transformación de los sistemas de comunicación y
organización humana. Las nuevas plataformas tecnológicas y
de gestión , nos permiten manejar mejor la información , y
facilitar que muchas más personas creen, difundan y acedan a
ella. Los intercambios e interacciones se multiplican. Las
formas de colaboración y trabajo grupal facilitan el proceso.
Surgen nuevos espacios de emprendimiento y aprendizaje,
más libres y adaptados a las nuevas necesidades. La
información y los conocimientos los vamos creando y
archivando, listos para volver a ser usados y remezclados.
Todos los espacios y redes de comunicación los estamos
vertebrando en un gran ecosistema informacional, donde
internet sirve de nexo en la nube. Esto lo que Manuel Castells
llama Sociedad Red.
Desde mi forma de ver las cosas, estos dos aspectos del cambio global
en el que estamos inmersos, están íntimamente unidos. El primero es el
foco experiencial y más subjetivo, que permite que los sueño s y el
conocimiento humano se expandan globalmente, con ayuda de todos, y
con valores más profundos. Mientras que el segundo es el foco objetivo
o de las formas físicas que dan soporte a estas experiencias humanas.
Integrando los dos aspectos, podemos decir que gracias a los nuevos
sistemas o espacios de relación que el management o la tecnología nos
facilitan, los humanos podemos intercambiar nuevos conocimientos,
significados y motivaciones. Y gracias a este empuje interno, vamos a la
vez mejorando estos sistemas externos de gestión.
P ar ece que estamos creando un gran sistema de organización
colectiva, que nos facilita vivir todos juntos en una cultura consciente y
liberadora. Y aunque podamos pensar que esto es algo que ocurrirá en
el futuro, en realidad ya está ocurriendo ahora. Por tanto, creo que lo
más conveniente es participar y disfrutar del viaje, aportando nuestros
propios sueños y acciones, al devenir colectivo.

Del proceso soñador al proceso catalizador

Como hemos ido viendo hasta ahora, queremos aportar soluciones a


nuestro entorno, soña n d o con un mundo mejor. Y para ello es
fundamental seguir reavivando todas nuestras capacidades más
esenciales. Hemos hablado de la necesidad de despertar ese sentido de
nuestras vidas personal y colectiva que nos aportan significados y
dirección a nuestras acciones. También de la importancia de recuperar
nuestras brújulas éticas. La emotividad y las narrativas son parte de
nuestro combustible. Y por supuesto necesitamos entender que está
pasando, y como se están fraguando las transformaciones disruptivas
actuales. Con toda esta base asentada, solo nos falta lanzarnos con
voluntad, pasión y compromiso hacia la resolución de algún reto que
podamos acometer. En el próximo capítulo sugeriremos algunos marcos
de referencia que nos ayudaran a complementar todo esto.
También hemos hablado de cómo centrarnos en las necesidades más
esenciales para el ser humano y nuestras sociedades, dejando de lado
todos esos sucedáneos que nos confunden y alejan de lo que de verdad
importa. Y dentro de estas necesidades más esenciales, hay cosas que
podemos resolver ahora, y otras que no podemos resolver. Es
importante discernir, para centrarnos en las muchas cosas donde
realmente podemos generar impacto. No debemos malgastar nuestras
energía s en sueño s irrealizables, cuando existen infinidad de aspectos
donde podemos aportar semillas para un cambio relevante.
A mí me ayuda mucho vernos como catalizadores de procesos de
cambio. En realidad, en estos tiempos complejos no podemos controlar
y dirigir los cambios. Ya no funcionan bien los planes y estrategias. Esto
es un límite al que se enfrentan muchos de nuestros líderes actuales, sin
poder resolverlo. Por tanto, debemos cambiar de forma de funcionar.
Los cambios ocurren, pero nadie puede controlarlos, aunque sí
encauzarlos y alinearlos en una dirección de crecimiento. Por eso,
necesitamos convertirnos en agentes catalizadores, es decir, un grupos
humanos que facilitan que los cambios ocurran, muchas veces sin ser
vistos y sin implicarnos en cada labor concreta. Nuestra misión es la de
ser conscientes de lo que ocurre en nuestro entorno, para poder dirigir
la energía donde más falta haga. Pequeños empujes en los lugares o a las
personas adecuadas pueden provocar mayores transformaciones que las
grandes acciones sin sentido. Y gracias a la tecnología , que puede
expandir nuestras acciones de forma viral, un pequeño impulso puede
dar la vuelta al mundo, de igual forma que el aleteo de una mariposa
puede crear un huracán al otro lado del océano.
Una buena idea como agentes catalizadores de fenómenos de cambio,
es el de valorar y apoyarse en iniciativas que ya funcionen bien. Pueden
ser organizaciones innovadoras o sistemas tradicionales que aún nos
sirven. Para nuestra labor necesitamos anclas.
Por suerte, en estos tiempos de internet tenemos acceso a múltiples
anclas, que se nos muestran abiertamente en la Red, y nos piden nuestra
colaboración . Son estupendos trampolines para compartirnos desde
nuestra misión concreta de servicio al bien común.

Más allá de quedarnos enganchados en sistemas rígidos o


ideologías limitantes

E n estos momentos de transformación humana, me pregunto si


realmente necesitamos sustituir los viejos sistemas e ideología s rígidas
por algunos de los múltiples nuevos paradigmas que surgen por
doquier. Parece que hay una lucha dialéctica entre lo viejo y lo nuevo.
Los aspectos tradicionales que ya no funcionan se niegan a morir y
exigen a lo nuevo que demuestre que es mejor y que constituye una
auténtica alternativa. Y lo nuevo busca desesperadamente crear modelos
y justificaciones que demuestren a las viejas glorias que han encontrado
la solución.
Pero en realidad, en estos tiempos turbulentos, ya no sirven este tipo
d e modelos ideológicos y rígidos, al menos en la vanguardia de la
transformación humana. La burocracia y la excesiva planificación van
dejando paso a formas más flexibles de funcionamiento, que se van
adaptandose sobre la marcha a los cambios, guiados por marcos de
referencia lo más abarcantes posibles. Formas más orgánicas,
transparentes y fluidas, que ya están funcionando por todas partes,
aunque nos cueste distinguirlas. Un gran ecosistema de iniciativas
diversas y alineadas entre sí, con ayuda de las nuevas tecnologías de la
comunicación , del conocimiento y de la participación . Es el dinámico
Interser humano fluyendo en ríos turbulentos de bytes, de innovación y
de compasión.

La Red Subjetiva.

En próximos capítulos veremos algunos de marcos de referencia, y


algunos paraguas de iniciativas que están removiendo el Interser
humano. Es la parte visible de un fenómeno subjetivo o cultural que
está por todas partes, y que deambula cada vez con más frenesí por
Internet.
Me gusta hablar de la red subjetiva para referirme a ese dinámico río
turbulento del que hablábamos antes, y que discurre de mente a mente,
y de corazón a corazón , contagiándono s todo tipo de valores y
significados. En este siglo XXI, el ritmo de contagio se acelera
impulsado por la hiperconectividad que nos aporta internet. Los memes
culturales parece que lo llenan todo, cargando dentro de sí valores
nuevos y también valores viejos. Mientras, las multitudes inteligentes
nos encontramos en las redes sociales, y por fin podemos intercambiar
lo que de verdad nos parece significativo.
En este caldo de cultivo subjetivo y en red, los agentes catalizadores
tenemos un gran poder para aportar narrativas y valores que ayuden, a
través de su viralidad, a motivar a muchas personas. Como ya hemos
hablado, esto demanda de nosotros responsabilidad y ética. Pero es que
en estos tiempos, las creencias, las distintas voces y nuestras pasiones
humanas cabalgan más visibles por la gran Red de Redes, dándonos la
posibilidad de escucharlas, comprenderlas, e inspirar nuevos anhelos.

Una Red de innovación humana a escala planetaria

E s relevante darnos cuenta que con internet nació algo muy


importante, la emergencia de una inmensa inteligencia colaborativa en
red, que se articula de formas y con propósitos muy diversos, pero
encaminadas por lo general hacia el bien común de toda la humanidad.
Más allá d e una caótica colección de espacios webs perdidos en una
gran nube, en realidad internet es el reflejo visible de todo el saber y la
creatividad humana, compartida como alimento para el desarrollo de
una inmensa innovación social, a una escala planetaria, donde todos
podemos participar generando soluciones valiosas para nuestros
problemas locales y globales.
Yo personalmente, no puedo ser tan arrogante como para no confiar
en la fuerza y consciencia enfocadas de millones de personas influyendo
e n la realidad. Un Interser humano y tecnológ i c o en constante
intercambio de información , recursos, energía , conocimientos y
soluciones. En este medio, es imposible no influir de alguna manera,
pues ya somos parte de ello. La sinergía simplemente ocurre a cada uno
de nuestros pasos, aportando un rico valor añadido al mundo. Y donde
las distintas innovaciones sociales son respuestas a cada una de las
genuinas necesidades humanas que tenemos, y que se hacen más
visibles en épocas de crisis.
Ya hemos hablado de este fenómeno global de inspiración colectiva,
que la Web está potenciando. Es parte de nuestra capacidad de resonar
con otras formas o fuentes de inteligencia. Y desde ah í, la innovación
humana está explotando con mucha fuerza, y sin fin.

Espacios para soñar, unir, decidir y co-crear

Cada día es más fácil soñar juntos. Tenemos cada vez más espacios en
nuestra sociabilidad expandida, para interactuar, buscar acuerdos, y
convertirnos en agentes de co-creación de un nuevo mundo. Muchos de
estos espacios han surgido en internet, en forma de webs, plataformas
participativas o redes sociales. Y algunas han dado el salto y se han
materializado también como grupos offline o laboratorios de
creatividad. Cada vez hay más lugares físicos y virtuales donde unirnos
y poner patas a nuestros proyectos.
Para mí e l amor es la base para que cualquiera de estos espacios
sociales sean realmente enriquecedores. Si queremos que sean lugares
de encuentro, apoyo y aprendizaje, el amor es el ingrediente
fundamental. Lo necesitamos para unirnos y crear juntos. Además , el
resultado del intercambio dentro de estos espacios grupales es también
amoroso.
Creo que muchos de los problemas que tenemos al crear tejido social,
son un indicador de que aún no amamos lo suficiente dentro de estos
espacio. Donde hay amor, también hay unión , creatividad y
comunicación. Sin amor, da igual que usemos un internet muy poderoso
o las mejores redes sociales disponibles, ya que las personas seguiremos
viviendo solas y aisladas. ¿Para qué soñar con un mundo compartido si
no nos importa lo que necesita nuestro vecino?
Muchas mujeres y hombres ayudan a crear espacios donde otros nos
sentimos cómodos. Los seres humanos queremos expresarnos, amar,
conocer y ser nosotros mismos. Y para ello necesitamos los espacios
que otros gentilmente nos facilitan. En estos paisajes humanos todo es
más fácil, y la inspiración y creatividad pueden fluir abiertamente.
Estos espacios tienen dimensiones externas e internas. En lo externo
pueden verse como asociaciones, cursos, talleres, encuentros, blogs,
redes sociales, revistas, excursiones, salas multiusos, o también como
espacios familiares, artístico s o profesionales. Mientras que en lo
interno, se muestran como almas grupales, y lugares donde el corazón
colectivo se une para inspirar sentido, humanidad, amor, valor, ética,
creatividad y autenticidad. En realidad, estos espacios humanos, son
materializaciones del Interser del que tanto hemos hablado.
¿Y qué es el amor? Para mí es una vivencia profunda que me acerca a
los demás . Una energía vital con la que siento el corazón de mis
hermanos humanos. Desarrollar este arte de amar es todo un regalo para
uno mismo y para el espacio social que nos circunda.

La utopía materializándose con nuestros pasos

En próximos capítulos vamos a ir bajando a tierra todas estas ideas.


Hablaremos de algunos marcos de referencia prácticos que nos ayudaran
a generar consensos humanos, y a seguir catalizando la transformación.
También daremos ejemplos de la gran diversidad de iniciativas globales
que estamos poniendo en marcha para movilizar la inteligencia colectiva
de la humanidad en este sentido.
Luego pasaremos a investigar las formas en que estamos potenciando
el que haya más lazos e interacción entre iniciativas y espacios. Intuir
como esto nos está ayudando a alinearnos como humanidad hacia el
bien común. Y daremos varias recetas y pautas para que esta alineación
se vaya fraguando en nuestra realidad.
Y para acabar, veremos como limpiar nuestro Interser humano,
sanando las redes y desmitificando todo aquello que no aporte al bien
común. Todo un proceso colectivo que ya está en marcha, y donde tú y
yo tenemos algunas cosas que aportar, no como salvadores del mundo,
sino como peones comprometidos en un cambio global.
Capítulo 5. Tomando prestados marcos de referencia
para crear un espacio humano más integrado.
Nadie se adentra en un territorio nuevo sin un buen mapa. De igual
manera, no podemos construir una nueva humanidad sin buenos
marcos de referencia que guíen nuestras acciones. Posiblemente el siglo
XX fuera el siglo del sinsentido, atrapados dentro un mapa rígido y
caduco que no ilumina el camino, y que nos llevaba al precipicio. Y tal
vez el siglo XXI pueda ser el siglo del sentido, en un mundo líquido de
experiencias y bellos matices, y donde cada uno adaptará sus propios
mapas flexibles y poderosos, para compartir sus propias versiones de
verdad, bondad y armonía.

¿Mundo de abundancia o mundo de escasez?

Podemos despertar y abrirnos a esa abundancia que lo llena todo. Esa


efervescencia de vínculos, de amor, de conocimientos, de creatividad, o
de posibilidades infinitas. Una abundancia que está dentro de cada uno
de nosotros, en el mundo, o en ese reflejo del mundo que es internet. Y
aunque es una experiencia subjetiva, es tan real, que nos emociona por
dentro. Desde esta plenitud, es muy fácil ser agente de cambio y crear,
junto a otros, iniciativas que llenen cada día los espacios aún vacíos.
Creemos que vivimos en una realidad de escasez, pero éste es otro
más de nuestros autoengaños. Es la vieja premisa del vaso medio lleno o
medio vacío . Estamos tan cegados por la escasez en nuestras mentes,
que no nos sentimos dignos de la abundancia vital, experiencial y
compasiva que nos rodea por todas partes.
¿Qué mapa decides usar? ¿E l de la escasez mortecina o el de esta
exuberante abundancia plena de sentido evolutivo y valores de
humanidad?
La elección es continua en la cotidianidad de cada acto, y determina
nuestro futuro. Si decidimos la plenitud, podremos ver delante de
nuestros ojos, como la locura de este mundo en crisis se convierte en
riqueza humana. Una nueva realidad abundante quiere nacer, y necesita
d e personas creativas que dejen sus trabajos monótonos, y se lancen a
crear iniciativas innovadoras que cubran los huecos de necesidades
humanas que aún tenemos. Y si nos apoyamos en los talentos y
capacidades ún icas de millones de personas, esto es posible. Y
precisamente esto es lo que está pasando en muchas partes del mundo,
con un paro juvenil sin precedentes, que está permitiendo su tránsito
(no sin cierto trauma) hacia las formas más innovadoras, abiertas y
humanas que necesitamos. Y aqu í, la abundancia que nos aporta
internet, es uno de nuestros más relevantes recursos.

Más allá de la burocracia con ayuda de internet

Aunque algunos quieran mantener los sistemas sociales, económicos y


político s actuales sin cambio, cada vez hay más consenso en la
necesidad de que estos marcos sean transformados. Nos han servido
durante unos siglos, pero ahora requieren de una profunda renovación.
Y eso no implica necesariamente su destrucción , sino más bien su
sumisión ante formas más maduras, innovadoras y capaces de resolver
los retos de la humanidad actual. Y es importante remarcar esto, ya que
toda transformación empieza con una superación y separación de los
modelos precedentes, para luego reaprovechar estos sistemas caducos
dentro del mapa superior.
Co m o especie humana, ya hemos pasado por muchas etapas de
organización social; desde las tribus recolectoras, el feudalismo agrario,
las monarquías autoritarias, o las democracias capitalistas, por resumirlo
d e alguna manera, y nuestra historia debe seguir avanzando y
evolucionando.
Durante este trayecto de mejoramiento de sistemas económicos y de
organización social, la tecnología ha jugado un papel importante. Por
ejemplo, las tecnología s de comunicación , como el libro impreso, han
permitido dar saltos importantes. Cuanto más información corre por la
sociedad, más maduramos las personas, más formas culturales emergen,
y más desarrollado puede ser el sistema social.
P o r eso, en estos tiempos de revoluciones culturales, personales y
tecnológicas, es fundamental dar otros saltos en nuestros sistemas
sociales. Y esto no es tan difícil, ni tan dramátic o como algunos
presuponen. Implica mejorar y flexibilizar las estructuras para dar más
poder y responsabilidad a los ciudadanos y a la sociedad civil.
Simplificar la vida política, económica y organizativa para que todos
podamos participar, en la medida de nuestra capacidad, madurez y
responsabilidad. Ya estamos generando administraciones electrónicas, y
sería posible ejercer el voto electrónico. Los referéndum y consultas
ciudadanas online necesitan ser habituales. Es fundamental poner límites
a los mercados financieros, y facilitar otras formas de economías
complementarias. El conocimiento colectivo y la conciencia más abierta
de algunos, nos puede alinear en la dirección de un progreso
humanizador.
No hay vuelta atrás. No estamos buscando un solo sistema alternativo,
eso es un error. Lo que está emergiendo son múltip les formas
distribuidas de organización , interrelacionadas con nuevos marcos
flexibles y abiertos de referencia, que se alinean con las necesidades
reales del ser humano. Sistemas de organización pequeño s o medianos,
adaptadas a cada necesidad o medio local, y que colaboren al bien
común tanto de su grupo, como de toda la humanidad. En la medida
que estos sistemas sociales y económicos vayan tomando protagonismo
y sean realmente eficaces y humanizantes, los viejos sistemas irán
cayendo, o más bien readaptán d o s e a estas nuevas formas más
adecuadas. Esto ya está ocurriendo, e internet está ayudando a su
proliferación . Es necesario aún más emprendedores sociales, que con
liderazgo y visión de alcance, sean capaces de fomentar nuevos
significados culturales y catalizar comunidades alineadas hacia proyectos
revolucionarios, con un sabio uso de la tecnología de comunicación.
Por el momento, los sistemas alternativos, aunque muy prometedores,
n o tienen la fuerza, visión y convicción suficiente para generar estos
cambios en nuestros sistemas sociales, económicos y políticos. Pero es
solo cuestión de unos pocos años el que éstos asuman su protagonismo,
tomen el lugar de la democracia representativa y del capitalismo, para
responder mejor a nuestros retos modernos. Acogiendo luego lo mejor
de los sistemas pasados, e incorporando ingredientes nuevos, nos darán
mejores espacios y méto d o s para el florecimiento personal y la
interacción humana, y el desarrollo de proyectos humanos cada vez más
hermosos y creativos.

Nuevos marcos de referencia para un futuro más humano

C o m o vamos diciendo, estos nuevos proyectos e iniciativas


distribuidas y alineadas, requieren de nuevos marcos de referencia para
este siglo XXI. Formas de entender la vida humana más maduras,
pragmáticas y avanzadas que las filosofía s de siglos pasados. Marcos
flexibles y funcionales, que encaucen la gran diversidad de respuestas
válidas que necesitamos. Prefiero hablar de marcos de referencia en vez
d e paradigmas, porque creo que este último termino se ha usado
demasiado de formas algo confusas.
D e entre todos estos marcos de referencia que están emergiendo,
quiero destacar algunos que me parecen de gran utilidad. Empezare
hablando de algunas pautas sencillas para sanar el Interser humano,
luego resumiré el modelo integral de Ken Wilber, y lo complementaré
con algunos marcos funcionales surgidos del management social y de la
cultura digital, como el procomún , el emprendimiento social o los
modelos abiertos. Después de presentar brevemente estos mapas más
flexibles, podremos ver, en éste y en próximos capítulos, como usarlos
para alinear y coordinar todo el gran espectro de iniciativas humanas.

Pautas para un sano InterSer


E l desarrollo sano del Interser humano parece que puede seguir
algunas pautas sencillas y naturales, con el que creo que puede haber un
amplio consenso. Es útil que las tengamos en cuenta para vivir este
compromiso personal con lo colectivo. Podría m o s resumirlas de
muchas formas, y ésta es una sencilla que puede funcionarnos:

El Interser humano es sano si facilita la maduración, nutrición y


expresión del potencial de todas las personas, y de todos los
grupos humanos. Y a la vez nos inspira a trabajar en red por el
bien común y el desarrollo de la humanidad.
Desde la conciencia de Interser, buscamos aprovechar todos los
recursos valiosos del pasado, y también los logros del presente
y del futuro. Nada en la historia del ser humano nos es ajeno.
E l Interser tiene, además de facetas visibles, sus facetas
subjetivas y no cuantitativas. Éstas dotan de alma y significado
a la interrelación de las personas. Es importante cuidar entre
todos de este alma grupal.
E n estos espacios de interrelación humana, se conectan las
aportaciones de todas las personas, con la sociedad que las
recibe. Ésta las multiplica y nutre de vuelta a cada individuo.
El Interser es local y a la vez global. Expande fronteras, acerca y
sigue unos límites naturales.
Cuanta más transparencia y sinceridad haya en las relaciones
del Interser, más rico será el sistema humano.
El Interser es misterioso, lleno de posibilidades, nutritivo,
a b ie r to , integrador, humano, duradero, emocionante y
hermoso.
El Interser se despliega a su gusto en la naturaleza. Una cultura
humana no es posible alejada de la vida y del cuerpo.
Existen algunas formas parciales de entender como nos relacionamos
los humanos, que niegan algunos de estas evidencias naturales. Como la
visión individualista, materialista y competitiva de algunas ideologías
económicas actuales. Son enfermedades que daña n el Interser y no
permiten el despliegue de todas sus potencialidades colectivas. Por eso,
estas u otras pautas significativas, nos pueden ayudar a rechazar o
transformar lo que ya no nos funciona.

Sistema Operativo Integral

D e entre todos los marcos de referencia que voy conociendo, el


modelo integral de Ken Wilber me parece actualmente el más completo.
Funciona como un sistema operativo, abierto, modulable y flexible,
sobre el que podemos instalar cualquier software humano. De hecho,
para mí este marco es algo así como el software libre aplicado a la
filosofía humana. Es un mapa bastante completo, que permite indexar
cualquier conocimiento, experiencia y actividad, y facilitar un meta-
lenguaje común para que las distintas disciplinas e iniciativas puedan
entenderse. Su capacidad multidisciplinar, preparada para funcionar en
múltiples contextos, y su intención de integrar y alinear la máxima
diversidad posible, hace de este modelo una herramienta fascinante.
Además , en estos tiempos tan complejos, en que las nuevas
tecnologías de la comunicación nos ponen en bandeja tantos fragmentos
de conocimiento humano, hasta el extremo del empacho o la
infoxicación, necesitamos un marco poderoso que nos permita masticar
e integrar lo más posible. La labor de cualquier sintetizador o curador de
contenidos en la era digital, se verá reforzada con modelos abiertos
como éste.
El marco de referencia integral de Wilber, nos habla de 5 aspectos que
debemos tener en cuenta para explorar, comprender y alinear la
complejidad humana. Los resumo a continuación , aunque para una
explicación más compleja os remito al libro La visión integral, de Ken
Wilber en la editorial Kairós:
1 ) Lo s cuatro cuadrantes: Son las distintas dimensiones de
todo, que incluyen los aspectos subjetivos y objetivos, y
también los aspectos individual y colectivo. Que agrupadas
dan lugar a cuatro zonas o cuadrantes. También podemos
verlo como los espacios de 1ª, 2ª y 3ª persona, como el Yo
(individual-subjetivo), el Nosotros (colectivo-subjetivo), mi
Ello (individual-objetivo), y los Ellos (colectivo-objetivo). En
el fondo esto es lo que los filósofos clásicos señalaban, que
para ser auténticamente humanos debemos desarrollar
simultáneamente la Verdad (3 ª persona), la Bondad (2ª
persona) y la Belleza (1ª persona), con ayuda de la ciencia, la
ética y el arte. Por tanto, cuando una sociedad valora solo lo
objetivo (como lo tecnológico y lo económico), olvidándose
del arte o la ética, se está metiendo en problemas. De igual
forma, si margina los aspectos personales, en aras de una
colectividad (o viceversa), también tendrá problemas. Todos
es to s ángulo s son importantes y debemos respetarlos en
cualquier contexto.
2 ) Los niveles evolutivos: Son etapas en cualquier proceso de
crecimiento y desarrollo. Se organizan en estadios u olas, que
nos informan del grado de madurez de un sistema. Porque en
realidad la evolución esta por todas partes, no solo en la
biología, también la podemos ver actuando en la cultura, en la
psicología humana, en la tecnología , o en los sistemas
políticos. Por ejemplo, Jean Piaget nos descubrió los estadios
de desarrollo cognitivo, y Lawrence Kohlberg nos amplia este
modelo hasta los estadios de desarrollo moral. Y claro,
también podríamos hablar de la evolución de internet. Lo que
nos sugiere esto, es que debemos estar abiertos a ver la
evolución en todo proceso a nuestro alrededor, empezando
por nosotros mismos como personas. Y que esta maduración
progresiva nos permite ampliar nuestras posibilidades
creativas, compasivas, colaborativas y de aprendizaje.
3) Las líneas de desarrollo: Es un complemento a lo anterior, y
nos seña l a los distintos aspectos que pueden evolucionar.
Están en todos los cuadrantes, y se adaptan a todos los
contextos y perspectivas humanas. De tal forma, que en en lo
personal podemos hablar de nuestras distintas Inteligencias
Múltiples de Howard Gardner (lingüística, lógico, espacial,
musical, cinestésica, interpersonal, interpersonal, naturalista,
espiritual, etc.), que van despertando de forma dispar en cada
uno de nosotros determinando nuestros puntos fuertes y
nuestras debilidades. Y en el plano colectivo podemos hablar
entre otras de la lín e a de desarrollo cultural, los sistemas
socio-político s, la lín e a científico-tecnológi c a , etc. Como
personas y como sociedades debemos atender a todas las
líneas, sin olvidarnos de ninguna, si queremos que todo vaya
bien.
4 ) L o s tipos: Son elementos que aportan diversidad a los
sistemas humanos, sin tener que necesariamente evolucionar.
Son aspectos más estables y horizontales. En realidad el
mundo está lleno de tipologías, que nos ayudan a organizar la
realidad. Desde los tipos de personalidad, los tipos de género
(masculinos y femeninos), los tipos corporales, los tipos de
culturas, los tipos de democracia, los tipos de lenguajes o los
tipos de flores. Más allá d e su uso como etiqueta, son un
regalo de diversidad de formas, donde cada una de ellas se
adapta y responde a las situaciones con su estilo particular.
5 ) Lo s estados: Son las distintas etapas o ciclos por las que
pasamos. También podemos verlas como las marchas de un
coche, que podemos usar para darnos impulso, motivarnos,
descansar o encontrar nuevos significados. Por tanto son
aspectos cambiantes, que nos movilizan hacia el desarrollo de
nuestro potencial, en función de las necesidades del momento.
Podemos atravesar por ejemplo un estado de crisis, que nos
ayuda a cambiar. O vivir diferentes estados emocionales, en
una situación . También a lo largo del día pasamos por los
estado de vigilia y el de sueño. Algunos los podemos cambiar
a voluntad, y otros son más impredecibles. El caso es que
podemos encontrarlos tanto en los planos individuales como
en los colectivos, y no debemos olvidar su importancia en lo
cotidiano.

En resumen, en cualquier asunto en que estemos metidos, debemos


tener en cuenta que todo cambia y evoluciona siguiendo niveles que
podemos estudiar. Y que esta evoluci ón discurre por diferentes líneas o
inteligencias, y que lo hace tanto en lo subjetivo como en lo objetivo, y
también en lo individual y en lo colectivo. Además podemos aprovechar
la diversidad de tipología s y las distintas etapas o estados que se
presentan.
P o r ejemplo, si yo creo un proyecto, debo estudiar su posible
evolución y los diferentes niveles que alcanzará (fase de lanzamiento,
consolidación , emprendimiento maduro, etc) Y lo har é en todas sus
diferentes lín eas de desarrollo (económico, social, humano, etc.). Y
debo valorar tanto sus aspectos cuantitativos y de eficacia, como sus
aspectos subjetivos en cuanto a su cultura, su ética, su creatividad y la
conciencia de sus miembros. Por tanto, también debo ver mi proyecto
tanto en sus aspectos personales, como en los colectivos, simultaneando
ambos. Además debo tener en cuenta la diversidad de características (o
tipos) con que puedo nutrir a mi proyecto, los distintos perfiles
profesionales de que dispongo, y por supuesto los diferentes estadios o
fases por la que éste podrá pasar (ese momento de crisis en las redes
sociales, o esa etapa de valoración de la iniciativa por un líder cultural,
por ejemplo).
Como hemos ido viendo, el marco de referencia integral es en realidad
u n gran cajón que permite acoger, integrar y alinear cualquier cosa.
Como todo modelo, puede evolucionar y mejorar, pero por el momento
yo no conozco nada más útil.
En lo que sigue hablaré de otros marcos de referencia más concretos,
que podemos usar en la gestión de organizaciones, en lo social o para el
desarrollo de iniciativas en internet. Creo que muchos de ellos, con
ligeros ajustes, pueden encajar en este marco integral más amplio, al
menos mientras mantengan su visión no excluyente.

El Procomún

Durante mi formación como ingeniero de montes, tuve constancia de


la excelente gestión que se hace en algunos montes en régimen de bienes
comunales. En mis viajes de prácticas por la Sierra de la Demanda
(España), observé como los bosques son propiedad de los habitantes de
la zona, que los aprovechan de forma controlada, y que además se
encargan de mantenerlos gracias a unas reglas vecinales. Para ellos, el
monte es un recurso muy valioso, del que llevan obteniendo beneficios
durante siglos, gracias a la "suerte de los pinos", que da un dinero a cada
vecino por el rendimiento sostenible que genera el bosque.
Ahora, muchas personas hablan y ponen en práctica modelos de
procomún , una forma extendida de gestión de bienes comunales, que
pueden ir desde recursos naturales, a recursos sociales, o también bienes
intangibles como un conocimiento concreto que compartimos en
internet. Podemos verlo como un ámbito comunitario que convive con
e l ámbito privado, y con el ámbito de lo público. Para que haya
procomún, es necesario tres elementos:
1) Un recurso que no pertenece a nadie o en posesión conjunta
por una comunidad. Sin propiedad privada, ni una gestión
pública sobre él.
2) Una comunidad, unos vecinos o un grupo de usuarios, que
utilizan el recurso con responsabilidad, de forma sostenible, y
haciéndolo crecer.
3) Unas normas y reglas propias, que facilitan la buena gestión
comunitaria, dejando claro los límites y las pautas de manejo.

En realidad, el procomún es la forma más habitual en que las personas


nos organizamos socialmente, convivimos y usamos los recursos, sin
que medie directamente ni lo público, ni lo privado. Lo vemos en los
ámbitos familiar, con los amigos, entre vecinos, en las organizaciones
sociales, en muchos aspectos de las relaciones profesionales, en la
cultura local, en cualquier comunidad de intereses, y por supuesto en
muchas de las interacciones que tenemos por internet. Para mí es un
concepto muy afín a la noción del Interser.
En estos espacios colectivos, las personas, mediante una negociación
muchas veces difusa, vamos descubriendo lo que para nosotros es
importante y significativo, y generamos unas normas no escritas de
gestión de estos ámbitos comunes. Por supuesto que en esto nos pueden
influir las normas exteriores que fijen los gobiernos y administraciones
o las reglas de juego del mercado. Pero lo que para mí es importante es
darnos cuenta de que el procomún es un tercer espacio, tan relevante o
más que los espacios públicos y privados.
Y así, mirando el mundo con este nuevo marco de referencia
colectivo, podemos superar la tirán i c a dualidad entre lo público
gestionado por administraciones, y lo privado gestionado por el
mercado, y descubrir ese tercer espacio ciudadano y compartido, donde
las personas sí que tenemos poder y responsabilidad de actuación.
Aunque es importante entender - como afirma Juan Freire (@jfreire)
en su libro Manifiesto Crowd (junto a Antonio Gutiérrez-Rubí, en
Laboratorio de Tendencias, 2013) - que el procomún no es un espacio
de libertad total, ya que está restringida y limitada por la propia
comunidad de personas. Tampoco tiene en sí misma una ideología
política del tipo derecha-izquierda (mercado-estado), ya que suele estar
más centrada en resolver lo comunitario. Aunque en la realidad el
procomún suele ser un fenómeno híbrido y sucio, muy mezclado con
las reglas del mercado y del estado, lo que suele generar una constante
inestabilidad, y la necesidad de diálogo inteligente y constante entre los
tres ámbitos.
De esta forma, el conocimiento y la cultura generados a lo largo de la
historia y en muchos casos manejada y colgada en internet, puede entrar
dentro de este tipo de recurso intangible del procomún . Entre todos, y
teniendo en cuenta la interconexión o el Interser de los seres humanos,
vamos aportando nuevos conocimientos y usando los disponibles en
función de nuestras necesidades particulares. Podemos verlo como una
g r a n bolsa de sabiduría y belleza. Durante milenios infinidad de
personas han ido aportando lo que habían ido aprendiendo en sus vidas,
mediante la tradición oral y luego a través de libros que condensaban su
saber, o también a través de sus propias obras de arte. Filósofos,
inventores, artistas, científicos, y todo tipo de sabios nos han ido
regalando toda una vida dedicada a aprender y crear obras dignas de
admiración. El ciclo del procomún de conocimiento continua, ahora con
otros medios como internet para generar, compartir y difundir la cultura
y el saber.
Miles de iniciativas actuales, incluyendo muchos proyectos por
internet, aprovechan este modelo del procomún . Un ejemplo es el
software libre, que se nutre de sus propias comunidades de voluntarios
y empresas asociadas, para desarrollar diferentes programas
informáticos abiertos, que mucha gente puede utilizar. El conocimiento
y el trabajo colaborativo, en base a unas normas y pautas, acaba
produciendo nuevos recursos del procomún, para beneficio de todos.

La Economía del Bien Común

Dentro de este gran marco abierto e integrador que estoy tratando de


sugerir en este libro, van surgiendo iniciativas y modelos sociales y
económicos más acordes a los tiempos actuales, y que pretenden no ser
excluyentes entre sí. A diferencia de como hacía n en décadas pasadas
sistemas como el capitalismo y el comunismo, estos modelos no tienen
porque luchar contra otros por el poder o la verdad, sino que pueden
coexistir con otros, adaptándose a cada necesidad humana particular.
Un o de estos modelos a tener en cuenta es la economía del bien
común . Es un sistema económico alternativo basado en valores más
ligados a las necesidades del Interser de las que hemos hablado aquí,
como la empatía , la cooperación , la dignidad de las personas o la
responsabilidad social y ecológica. Al igual que en el emprendimiento
social, el éxito de la organización se mide en cuanto a su contribución al
bien común y a la mejora en las relaciones humanas y ambientales. Este
centramiento en lo que de verdad importa a nivel humano, quita peso al
balance financiero, que pasa de ser un fin a ser un medio. Además la
empresa puede no crecer, quedarse pequeña, y cooperar libremente con
otros, ya que mientras cumpla sus retos sociales, el tamaño y el poder ya
no son valores tan relevantes. En estas organizaciones, la toma de
decisiones, e incluso la propiedad puede abrirse hacia los empleados y
también hacia los ciudadanos. Esto permite generar nuevos espacios de
democratización y humanización que integren lo económico dentro de
los parámetros comunitarios y ecológicos (al revés que en el modelo
capitalista actual).
Como defiende su promotor Christian Felber, este movimiento es una
alternativa viva, concreta y realizable, que busca ser una palanca actual
para el cambio social, político, económico y humano, y que cuando deje
de ser útil, dará paso a otros modelos emergentes más resolutivos. Su
deseo (aún un tanto dualista) es cambiar las reglas del juego, desde el
lucro y la competencia, hacia acciones más cooperativas y contributivas
al común. Buscando asentarse en las necesidades humanas, la economía
del bien común pretende generar cambios concretos en los marcos
legales, económicos y sociales, a la par que reavivar la esperanza y el
significado profundo de la condición humana. Y todo ello, en sinton ía
con otras alternativas propuestas (aunque por desgracia sin contar con el
propio liberalismo), con las que busca la relación , interconexión y el
aprendizaje mutuo.
Es interesante leer los 20 puntos que resumen su filosofía y su praxis,
y también sus balance de Bien Común , que permite evaluar el
compromiso de las empresas y organizaciones.
D e todas maneras, quiero aclarar que estos modelos económicos de
corte más comunitarios deben convivir con otros modelos más liberales.
Según las situaciones concretas y según las personas que participen, es
posible usar unos y otras formas de intercambio. Y esto solo es posible
si hay un respeto mutuo entre ambas concepciones, sin luchar o
imponer la una contra la otra, y permitiendo que en ambas florezca sus
distintas formas de ética.

Otros marcos éticos y de intercambio más libres

Como vamos diciendo, la diversidad de la vida personal y colectiva de


los seres humanos ya no debe estar condicionada por un solo marco de
referencia. Y esto es así, porque en función de las situaciones y de las
personas que participen en un asunto, podremos adoptar un mapa u
otro, según nos venga mejor para nuestros fines. Por tanto, junto a
modelos más colectivos como el que acabamos de tratar, quiero hablar
brevemente de otros marcos que propugnan una mayor libertad
individual.
Aunque existen muchas corrientes, como el libertarianismo, no quiero
aquí ligarme a ninguna en particular. Solo señalar algunos puntos clave
que pueden tener los paradigmas liberales más integradores, que por
cierto, están muy presentes en el día a día del funcionamiento de la Red.
Su punto de partida es una concepción muy respetuosa con la libertad
de cada persona (y cada ser). Por tanto, valora su creatividad, su
conocimiento y sus méritos como algo fundamental. Mediante contratos
y acuerdos libres, los humanos pueden ir intercambiando dentro de
distintos mercados. Además en todas sus relaciones, éstos nunca usan la
violencia ni la agresión . Y esto es clave, ya que implica un profundo
respeto por la vida y la propiedad de los otros (y también de la
naturaleza). Su forma de funcionar es más espontánea, y no necesitan
sistemas rígidos de organización.
Su ética es más intrínseca y más libre de leyes o normas. No gustan
del exceso de intervención de los gobiernos o el chantaje de grupos de
presión, sobre todo cuando generan algún tipo de violencia encubierta.
Sobre este punto, suelen poner muchos ejemplos de como influencias
deshonestas propician cambios en la legislación que benefician o
perjudican a determinadas empresas, alterando la libre relación en un
mercado equilibrado.

Mundos y proyectos abiertos

Actualmente hay una tendencia emergente hacia la creación de


proyectos, formas artís t i c a s u organizaciones abiertas. Diversas
empresas, colectivos, instituciones públicas, ONGs, comunidades o
personas individuales, están creando iniciativas con una filosofía y una
forma de hacer más transparente, libre y compartida, apoyándose con
frecuencia en la tecnología y en internet. Es una extensión hacia las
facetas sociales, culturales y organizativas, de las prácticas del código
abierto (open source).
Algunos ingredientes para generar un proyecto abierto son, según he
ido aprendiendo de Julen Iturbe-Ormaetxe (@juleniturbe):

Desarrollar un comunidad interconectada, responsable y


motivada.
Fomentar desde el principio en las personas de la comunidad
comportamientos más colaborativos y el intercambio de
recursos.
Co-crear dentro de ella un propósito humanizador que inspire a
todos.
D a r facilidades y recursos a cada personas para ser, crear,
aprender, unirse y aportar con libertad al procomún.
Relacionarse abiertamente, tanto internamente, como con otros
grupos externos, aprovechando los aportes y situaciones que
vamos generando en el diálogo.
Crear productos y servicios de forma abierta, colaborativa y
creativa, que aporten recursos económicos o valor a la
comunidad.
Y por supuesto compartir las metodología s y el conocimiento
generado con otras comunidades y personas.

Creo que esta es una forma de colaborar más coherente, amorosa y


sabia al Interser humano actual. En comparación con otros modelos
competitivos y cerrados, esta idea de modelos transparentes,
colaborativos y en red, nos facilita una respuesta más adecuada a los
retos complejos de principios del siglo XXI. La crisis global actual,
necesita respuestas más humanas, y estas organizaciones abiertas
facilitan marcos donde las personas tienen protagonismo y pueden
aportar lo que saben.
En realidad no existe un solo modelo de proyectos abiertos sobre el
que basarse. Eso depende de cada situación y necesidad. La idea de una
organización abierta, solo es un marco de funcionamiento, que tiene en
cuenta el bien común de toda la sociedad. Una filosofía abierta, diversa
y alineada con el Interser. Por tanto, existen muchos ejemplos de
organizaciones e iniciativas abiertas, cada una de ellas con sus prácticas
y con sus formas de funcionar diferentes. Entre todas ellas, cada día
tenemos un mayor y más diverso ecosistema de métodos abiertos e
integradores.
Lo s proyectos y organizaciones abiertas existen para satisfacer las
necesidades reales de un grupo determinado de personas. Su vocación
es de servicio en el ámbito social en el que actúan, aportando valor a
cada individuo que la conforma. La comunidad es clave en estas
iniciativas abiertas. La idea de mercado o sector de actividad se diluye, y
en su lugar aparecen como marco de trabajo y colaboración las distintas
redes y comunidades de usuarios, empresas, organizaciones, etc.
En todos estos modelos abiertos, internet tiene un papel importante, ya
que facilita nuestra comunicación , el desarrollo de las comunidades
abiertas, y su organización . A través de la Red, la información y el
conocimiento corre más libremente y llega más lejos, lo que nos ayuda a
abrir aún más todos estos proyectos y a acceder a ellos. Desde esta
apertura global dentro de un gran ecosistema de iniciativas abiertas,
iremos desarrollando en las próximas décadas algunos de nuestros
sueños colectivos.

Gobiernos y políticas más abiertas

Dentro del ámbito de la política y de la sociedad civil, están surgiendo


nuevos modelos de gobernanza que se inspiran en estos marcos
abiertos, y que muchos denominan gobierno abierto (open
government). Su base es la construcción colectiva de la sociedad, con el
papel más activo de los ciudadanos, acompañad a de la mejora en la
eficiencia y transparencia de los sistemas públicos. Un marco híbrido,
donde la sociedad civil, las administraciones y también e l ámbito
privado, puedan dialogar y tomar decisiones conjuntas para el bien
común.
Para ello, creo que es importante soltar las limitaciones ideológicas, y
crear un espacio de interacción más abierto e inclusivo. También los
gobiernos y administraciones deben darse cuenta que ellos no tienen
capacidad para gestionar tanta complejidad social, y que deben apoyarse
en la flexibilidad y capacidad de innovación social de sus ciudadanos.
Para ello, podemos aprovechar los recursos tecnológicos (internet, redes
sociales, smartphones, etc.) y las generación de plataformas abiertas de
servicios y de interacción.
E l movimiento de Datos Abiertos (Open Data) , que se está
extendiendo por muchas gobiernos del mundo occidental, está liberando
grandes cantidades de información pública, para que los ciudadanos y
emprendedores generen proyectos al servicio de la sociedad. Son
iniciativas muy versátiles que resuelven problemas socio-políticos
complejos, de forma ráp id a y aprovechando la inteligencia de las
multitudes.
L o s gobiernos locales, regionales o centrales, también están
empezando a ofrecer infraestructuras y sistemas de participación, donde
la sociedad civil pueda generar proyectos culturales y sociales de forma
más autogestionada. En el próximo capítulo daremos algunos ejemplos
de iniciativas que aprovechan tanto la información abierta, como las
plataformas y espacios físicos de participación , para complementar la
labor de las administraciones.
E l proceso ya está e n marcha y está empezando a ocurrir, aún
lentamente, pero de forma prometedora. La idea es conseguir que los
ciudadanos y las empresas se apropien de estos espacios, de la
información y de los recursos colaborativos, para implicarse
activamente en el desarrollo de lo público y del procomún . Como
afirma la que fuera la responsable del gobierno abierto del presidente
Obama, Beth Noveck, estamos camino de una política editable o un wiki
gobierno. Un proceso que nos llevara décadas, y que no está exenta de
problemas e incertidumbres.

Emprendimiento Social

"Necesitamos que cada persona en la sociedad se dé

a sí misma permiso para ser un impulsor de cambios"


Bill Drayton - Fundador de Ashoka

Mu y relevante para estos tiempos es la vocación del emprendedor


social. Personas que buscan cubrir necesidades sociales, ambientales y
humanas, donde no pueden llegar ni el sector público, ni el mercado, ni
las ONGs actuales. Agentes de cambio muy motivados, que quieren
crear abundancia y soluciones, apoyándose en la gestión empresarial y
en las nuevas tecnología s , para ser más efectivos y también más
independientes a nivel de recursos.
Su prioridad es generar un alto impacto social y humano. Para ello, se
adaptan al marco económico-financiero capitalista actual para poder
actuar. Aunque esto lo hacen aportando renovados criterios éticos y
humanistas a sus prácticas de gestión , y con la idea de reinvertir los
ingresos de nuevo en el proyecto. Son iniciativas altamente flexibles,
adaptables, innovadoras, transparentes, responsables y con mucho
empuje, normalmente promovidas por la voluntad de sus líderes.
En su funcionamiento se nutren del trabajo en equipo, generando ricas
comunidades, normalmente apoyadas por los recursos de participación
de internet. Además tratan de implicar a todas las personas que puedan
de su entorno, para sumar recursos, oportunidades y capacidades
innovadoras.
E l modelo del emprendimiento social es más integrador, y está
expandiéndose por muchos países del mundo, aprovechando también
los otros marcos de referencia de la cultura digital de los que estamos
hablando.

Inteligencia de las multitudes y los knowmad

Y a hemos hablado de la diferencia entre masas de consumidores


ociosos y de las multitudes inteligentes más activas. Estás últimas, más
diversas, conectadas, organizadas, maduras y conscientes, están poco a
poco transformando el mundo. Existen muchas prácticas y sistemas
actuales que aprovechan la fuerza de estas multitudes, para generar
cambios disruptivos sin precedentes. Gracias a Internet, muchas
personas comprometidas, podemos colaborar entre nosotros, aunque no
nos conozcamos, generando productos sociales de gran calidad, y que
resuelven problemas complejos.
E n base a esto, John Moravec (@moravec) definió el termino
knowmad para referirse a los nómadas del conocimiento, como aquellos
profesionales o creativos independientes de alto poder innovador y
adaptativo. Un perfil cada vez más frecuente en los entornos de la Red,
y donde yo mismo me siento ubicado. Por tanto, somos personas más
ligadas al uso flexible y ampliado de la tecnología digital, capaces de
fluir en distintos ámbitos laborales o vitales, con cualquier persona a
nuestro lado, y en cualquier momento y lugar. Además, contamos con
un conocimiento sumamente práctico y experiencial, lo que nos hace
muy competentes. Seres humanos con una motivación , una voluntad
muy centrada y un sentido profundo, que usamos para el bien común y
la salud global. Entre otras características, podemos destacar nuestras
capacidades integradoras, compasivas, de resolución de problemas
sociales, de colaboración en múltiples contextos, o de aprendizaje
continuo.
Entre las prácticas que aprovechan la fuerza y el alma de estas
multitudes inteligentes de knowmad, podemos hablar de la financiación
colectiva o crowdfunding, el cotrabajo o coworking, la colaboración
abierta distribuida o crowdsourcing, la recomendación colectiva, el uso
y consumo colaborativo, etc. Las veremos con más detenimiento en el
capítulo siguiente.

Nuevos marcos educativos

La educación tradicional está siendo muy cuestionada por lo limitada


q u e es en estos tiempos más complejos. Cada día surgen nuevos
paradigmas o marcos de referencia asociados a la educación. No es fácil
resumirlos todos en unas breves líneas, pues algunas surgen en el
contexto escolar, mientras que otras surgen de otros ámbitos como el
profesional o el tecnológico.
Me gusta mucho el concepto de aprendizaje invisible, promovido por
Cristób al Cobo (@cristobalcobo) y John Moravec (@moravec) en su
libro de igual nombre (Universitat de Barcelona, 2011), que busca
integrar muchas perspectivas diferentes para el desarrollo del capital
humano. Una mirada amplia que reconoce que el aprendizaje ocurre en
todos los ámbitos, desde la educación formal, pasando por la no formal,
y también desde lo informal. Además , reconoce el alto impacto de las
nuevas tecnologías en este campo.
Muchos jóvenes actuales aprenden de forma autodidacta, apoyándose
en internet como el ún i c o medio para satisfacer su impulso de
conocimiento práctico. Hay ejemplos de programadores adolescentes
que se han formado así, a su manera, colaborando en comunidades de
software. Los videojuegos son otra forma de aprendizaje informal, que
ayuda a los chicos a prepararse para los retos del futuro.
T o d o esto justifica cada vez más el aprendizaje informal,
aprovechando el conocimiento que surge en cualquier momento y en
cualquier lugar, y de formas transversales. Los ámbitos formales están
perdiendo protagonismo ante la abundancia de recursos no formales e
informales a los que cada vez tenemos más acceso gracias a internet. El
aprendizaje humano está mutando, hacia estas formas mixtas que
incluyan lo mejor de todos los mundos educativos. Y aunque el ser
especialista sigue siendo algo muy necesario, en estos tiempos
complejos es fundamental complementarlo con valores y vivencias más
generalistas en ámbitos clave como el desarrollo personal, los valores
éticos, ecológicos y sociales, la creación cultural o el uso de recursos
TICs.
Internet es un medio que nos enriquece, y que podemos usar de forma
profesional, y también de forma amateur. A trav és de sus muchas
aplicaciones, redes sociales, o creando nuestros propios contenidos,
estamos aprendiendo a crear y compartir nuestra propia vida. Por tanto,
aprendemos a hacer, aprendemos a convivir, aprendemos a descubrir, y
aprendemos a ser nosotros mismos.
Co n ayuda de la Red, jóvenes y adultos podemos diseña r nuestro
propio entorno personal de aprendizaje (PRE), un ecosistema personal
que nos va a nutrir de conocimientos y experiencias útiles para ir
desarrollando nuestra profesión o ámbito de interés. Para ello, podemos
buscar libremente recursos de conocimientos, personas y comunidades
que nos enseñan e inspiran, y herramientas que nos ayudan a aprender.
Todo ello organizado de forma flexible y funcional, con ayuda de las
nuevas tecnologías. El objetivo es poder aprender de forma colaborativa
y de forma continua, generando conocimiento compartido, que cambie
nuestra realidad cotidiana.
Asociado a todo esto, surgen prácticas como el aprendizaje ubicuo y el
M-Learnig (o aprendizaje a través de los teléfonos inteligentes), donde
los alumnos o aprendices aprenden de forma más libre, usando
aplicaciones diversas o recursos de realidad aumentada. La ventaja de
los smartphones es que cada vez más personas los tenemos, son
portables, geolocalizables, interactúa n con el entorno, y podemos
producir contenidos fácilmente y de forma informal. Esto permite usos
infinitos para aprender y también para generar relaciones masivas y de
calidad en el interser humano.
Ante estos nuevos modelos revolucionarios de aprendizaje conectivo,
e s importante darnos cuenta de la necesidad de una sabia integración
con las formas de educación más tradicionales y formales. Yo no creo
en el uso exclusivo de las escuelas libres, o de las escuelas tradicionales,
o del aprendizaje digital. Todos ellos, junto con otros aprendizajes
invisibles puede tener cabida y puede complementarse, si están bien
alineados y compensados. Lo que buscamos, es que todos los modelos,
en sus facetas sanas, nos aporten recursos valiosos para aplicarlas en
nuestro cada vez más creativo entorno personal de aprendizaje.

Espacios sociales locales

Todos estos cambios globales afecta tanto a lo global, como a nuestras


pequeñas regiones, ciudades o pueblos. Por eso es importante que cada
marco geográfico se adapte y aprovechen estas transformaciones. La
gran ventaja que trae internet a los territorios (sobre todo a los más
apartados) es la posibilidad de participar y establecer nuevos vínculos,
tanto internamente, como con el entorno global. Por eso, es necesario
crear estos espacios que faciliten que los ciudadanos se expresen y
desarrollen todo su potencial (emprendedor, vital, creativo, etc), y desde
allí se den a conocer al mundo entero.
Las nuevas tecnologías, asociadas al capital humano de los territorios,
pueden ayudar a restaurar mercados locales dotándolos de flexibilidad e
innovaciones. También , crear nuevas formas de intercambio y de
gestión comunitaria local. Creo que hay prisa para que las personas de
u n territorio entren en la Red, y aprovechen sus potencialidades, antes
de quedarse atrasados y sin capacidad de acción.
Cualquier marco de referencia social, debe tener en cuenta tanto
internet, como la necesidad de adaptar toda la globalidad que estas
tecnología s nos abren, hacia el ám b ito local donde conviven las
personas.

La naturaleza y la ecología como marcos relevantes del siglo XXI

N o podía olvidarme de los paradigmas de la ecología y la


sostenibilidad actual, que voy a intentar resumir en algunas pautas que
creo que intentan resumir muchos de estos modelos. No se basan solo
en la naturaleza, sino también en valores humanos, científicos, de
respeto hacia el otro, y de lo que es significativo para la existencia
global. Cualquier iniciativa humana que desee ser ambientalmente
integradora, debe tener en cuenta gran parte de estas sugerencias:
1 ) Funcionar en flujos cerrados, imitando a la naturaleza,
donde los desechos son la materia prima de otros productos
nuevos. Reutilizando todo, sin generar residuos finales tóxicos
o no asimilables por el sistema.
2) Son sistemas eficientes e integradores, que cumplen de
f o r m a óp tim a su función , con un consumo mín i m o de
recursos, sin daños y satisfaciendo las necesidades humanas y
ambientales.
3) Con una larga vida útil, la mayor posible, para que cumpla
su función durante mucho tiempo, minimizando el gasto de su
sustitución y de su desecho.
4) Con tecnología sencilla, encajable, compatible y escalable,
en un producto o servicio fácil de entender, y por tanto, más
fácil de reparar o modificar. Además se entiende con otros
elementos (como una impresora con un ordenador), con lo
que se puede unir con ellos, crear red o ampliar el proyecto.
5) Tienen en cuenta que lo pequeño es hermoso, en palabras
de E.F. Schumacher. Por tanto, suelen ser proyectos
“artesanos” a pequeña escala, más cómodos de generar y
mantener, generando más fácilmente culturas y valores
abiertos y sostenibles.
6 ) Son procesos libres y de cód ig o abierto, donde su
desarrollo es participativo y permite, hasta cierto límite, la
copia y las obras derivadas. Su proceso de generación es
transparente y sencillo.
7) Estas iniciativas simultanean un funcionamiento autónomo,
con una comunicación en red inteligente. Es decir, puede
trabajar aprovechando recursos de manera bastante
independiente, y a la vez se comunica con otros elementos del
sistema compartiendo información y recursos.
8) Integra l o local y lo global, potenciando los recursos
cercanos, aunque en intercambio continuo con lo lejano. Por
tanto, respeta la cultura y buen hacer de lo local, mientras lo
enriquece con los aportes globales.
9) Integra lo Individual y lo colectivo, permitiendo el desarrollo
y expresión de cada persona o cada ser, mientras facilitan su
vertebración con los objetivos y valores del sistema en su
conjunto.
10) Integra l o objetivo y lo subjetivo, es decir, sus aspectos
cualitativos y cuantitativos. Por tanto, aúna tanto los sistemas,
las reglas, la tecnología o la eficacia, con los valores humanos,
la ética, lo ambiental, la cultura o los significados que rodean
el proyecto.
11) Integra lo nuevo y lo viejo, aprovechando el conocimientos
y los recursos del pasado, junto con los elementos más
novedosos. Por tanto, crea puentes entre lo tradicional y lo
progresista. Y entre lo natural y lo artificial.
12) Busca el empoderamiento social, natural e individual, de
tal forma que el proceso parta de los ciudadanos, o en quienes
ellos deleguen. Es una innovación social, plena de contenidos
ambientales y culturales, que genera valor y poder en todos
los seres. Lo que buscamos es que todos ganen, se nutran y se
refuercen.
13) Expresa amor, sabiduría , creatividad y libertad, durante
e l trayecto de expresión de las distintas iniciativas en el
mundo, movilizando para ello las cualidades únicas de sus
integrantes y de su entorno natural.

Internet de las cosas y para las personas

Muchos queremos tener un contacto más intimo e inteligente con las


cosas, tocarlas, interactuar con ellas, aprender y ser más humanos con
nuestro entorno físico. No significa esto que huyamos del contacto
directo con las personas, sino que queremos conectar más plenamente
con toda nuestra realidad, que incluye seres vivos, seres inanimados y
también objetos diseñados por el ser humano.
E n torno a este deseo, es interesante comprender el concepto y las
aplicaciones del internet de las cosas, también conocido como internet
de los objetos. Son redes de objetos cotidianos interconectados,
localizados, y con inteligencia. Dentro de ellos ubicamos sensores y
actuadores, para explorar el entorno y realizar algunas tareas, y que
además están en comunicación de forma inalámbrica a través de
internet. Así, objetos como farolas, señales de tráfico, frigoríficos, o
cualquier gadget, pueden funcionar en ecosistemas, informando y
actuando en función de las necesidades que tengamos.
En el contexto de este libro podríam o s hablar de esta búsqueda
humana de crear un interser de las cosas, como un universo de objetos,
en el que cada elemento pueda ser el mismo en interdependencia con
otros elementos.
Y a existen interesantes aplicaciones prácticas de este concepto, y
muchas más que pueden surgir en el futuro. Desde sistemas que
informan de las necesidades nutricionales de los cultivos en tiempo real,
redes de sensores ambientales de contaminación , semáf o r o s que
interactúa n con el tráf i c o y optimizan sus acciones, contadores
inteligentes que reducen el consumo energético, redes de farolas LED
que se iluminan con el paso de personas o automóviles, etc. Las
utilidades son infinitas, en función de nuestra creatividad y capacidad de
innovación.

Internet, el punto de encuentro de visionarios, creadores y


transformadores

La historia del ser humano nos demuestra a cada paso, como todo va
cambiando y evolucionando. Los sistemas políticos, la cultura, o la
tecnología han ido transformándose progresivamente en los últimos
milenios. No podemos negarlo. A pesar de esto, en determinados
momentos luchamos por mantener el presente inmóvil, y deseamos que
nada cambie. Mientras que en otras fases, vemos que la transformación
es inevitable y nos esforzamos por imaginar y traer lo nuevo al mundo.
Esta lucha entre conservar lo que ya hemos logrado y el buscar nuevas
respuestas, la hemos vivido de generación en generación. Es la dialéctica
entre el pasado y el futuro. Las dos facetas son importantes, ya que, sin
una historia pasada, nuestro futuro humano no tendría donde asentarse.
Por tanto es bueno un sano equilibrio. El problema surge cuando la
fijación al pasado (y presente) no deja que las nuevas ideas, y una nueva
realidad emerjan. Rompemos el equilibrio, y el miedo al cambio paraliza
la transformación humana. Justo ahora, cuando tanto necesitamos
cambiar y dar un salto evolutivo frente al presumible peligro de la
extinción humana.
Desde los orígenes de Internet, la Red ha sido punto de encuentro de
todo tipo de precursores de este nuevo mundo. El medio digital se ha
convertido en el lugar idóneo para compartir recursos, remezclar arte,
imaginar utopías, buscar soluciones, y movilizarnos socialmente por los
cambios. Esa función evolutiva y transformadora de internet sigue
creciendo, junto con sus adeptos, aunque queden con frecuencia
escondidas entre otras formas más materialistas y conservadoras que
han ido progresivamente entrando en la Web.
S i exploramos con una visión abierta, encontraremos por todos los
rincones de la Red, infinidad de experiencias innovadoras y únicas. Una
gran diversidad de formas distintas de entender y practicar la vida
humana.
Frases como no hay nada nuevo bajo el sol, nos han hecho mucho
daño a los que soñamos con nuevas formas bajo el sol. Nos las hemos
tragado y nos han inmovilizado durante un tiempo. Ahora necesitamos
vomitar este tipo de creencias mortecinas y recuperar nuestro lugar en
un mundo que demanda corazones creativos. Y para ello, afinemos
nuestras cuerdas vocales, conectemos nuestras pasiones, salgamos de
estos trabajos limitantes en los que nos hemos metido, y gritemos
abiertamente nuestros sueño s . Tenemos varios altavoces, y el más
potente en estos momentos es Internet. Y és te a la vez es un gran
conector. Por tanto, encontrém o n o s allí y también en la calle, y
expresemos cada vez más fuerte la belleza del nuevo y del viejo mundo
que reinventamos juntos a cada instante.
Nadie tiene en exclusiva la solución a los retos complejos de nuestro
pequeño planeta. Las soluciones van apareciendo paso a paso en este
punto de encuentro de almas creativas, por todo el mundo. Una red
global de respuestas inteligentes, donde todos podemos aportar, y donde
internet es un espacio fundamental de coordinación del Interser
humano.
Capít u l o 6. Descubriendo muchas de nuestras
efervescentes iniciativas humanas de creación , unidad,
libertad y sabiduría.
En el capítulo anterior hemos abierto una ventana para ver surgir la
infinidad de iniciativas que están cambiando al mundo. Gracias a
internet, al empuje de millones de personas, y a nuestros nuevos marcos
de referencia, ahora estamos preparados para contribuir en esta
efervescente primavera que está naciendo. Pero para poder colaborar en
esta revolución, primero hay que verla y sentirla por todas partes.
Du d a b a en como mostrar toda esta poderosa diversidad de
inquietudes repartidas por todo el planeta, sin que esto se convierta en
u n listado interminable, y también , algo vacío de emoción . No es fácil
mostrar esto por escrito, por tanto, voy a intentar que sea un viaje
hermoso, motivador e inspirador, que luego puedas complementar por ti
mismo explorando cada iniciativa que señalo y muchas más. Siguiendo
el enlace - http://bit.ly/netser6 - podéis encontrar muchos de los recursos
que nombro en este capítulo.

Dibujando un viaje fascinante

Un gran viaje de transformación está e n marcha, y nuestras velas ya


están desplegadas gracias a multitud de pioneros, y la infinidad de
iniciativas revolucionarias que nos acompaña n . En realidad todos
estamos embarcados, y cada uno aportamos nuestras pequeñas
iniciativas personales, locales o profesionales, que van potenciando el
Interser humano. En este breve boceto que sigue, me voy a olvidar de
mucho. En realidad de casi todo.
Según asegura Hans Rosling (@HansRosling), el divertido estadista de
Gapminder, la educación , la salud y otros factores de calidad humana,
son algo más importantes que los recursos económicos, tecnológicos y
materiales, aunque los dos grupos de factores nos ayuden a evolucionar
como culturas. Por tanto, en esta aventura vale la pena recorrerlo todo
con equilibrio en nuestros pies.
Y el aprendizaje parece la base de todo este descubrimiento, por lo
que, me apoyaré e n los cuatro pilares de la educación que propone la
UNESCO para el siglo XXI, que son aprender a conocer, aprender a
hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Desde aquí podremos
averiguar si las distintas iniciativas que potencia internet nos ayuda en
estos cuatro retos humanos.

1) INICIATIVAS DE EXPANSIÓN DEL CONOCIMIENTO

Queremos conocer, y queremos aprender las mejores formas de


conocer. Amamos la sabiduría . Y no hay duda de que la Red está
expandiendo toda la información del mundo. Desde su nacimiento
sentimos el impulso de digitalizar todo lo que se nos ocurría , desde
archivos, libros, imágenes, momentos en vídeo, etc. Gran parte del saber
del presente y del pasado están a nuestra disposición gracias a esta
emergente tecnología de comunicación . Wikipedia es nuestra
enciclopedia abierta, colaborativa y ampliable. Google y otros
buscadores son los índices que intentan organizar toda la información
de la Red. Y poco a poco van naciendo iniciativas como la web
semántica, que busca dotar de mayor significado a la información para
que ésta nos sea más encontrable con nuestras preguntas más humanas y
emocionales. Luego creamos buscadores personalizados (como los
Google Custom Search). Y después organizamos lectores de feeds RSS
para que la información que nos llegaba sin tener que buscarla. Hasta
que llegaron las redes sociales y sobre todo Twitter, donde nuestros
amigos y seguidores se convierten en prescriptores e impulsores de
noticias, artículos, vídeos o causas.
Y aunque está muy bien tener estos inmensos bancos de saber, con
estos fantástico s bibliotecarios tecnológico s, y todas esas noticias
llegando solas a nuestra red social, en realidad, lo que deseamos con
pasión es tener un contacto cada vez más humano con el saber.
Queremos preguntar directamente a las personas qué conocen y qué han
vivido las experiencias de aprendizaje. Necesitamos ver y sentir a los
protagonistas. Porque el saber tiene caras, y las caras nos emocionan a la
par que nos ilustran.
Y aquí es donde internet se convierte en un descubridor de fuentes de
posible sabiduría, dentro de personas que tal vez nos descubran mundos
infinitos de conocimientos. Y también , como no, internet es el lugar
donde cada uno mostramos al mundo una síntesis de nuestro saber
único, por si te interesa a ti, y por si queremos compartirlo de alma a
alma.

Nuevo espacio fragmentado y abundante de conocimiento

Y a hemos hablado de la evolución de este entorno híbrido tecno-


social, por donde el conocimiento fluye, impulsado por cada uno de
nosotros. Y lo hace de forma fragmentada y muy diversa a través de
múltiples medios, muchos de ellos tecnológicos, como los teléfonos
móviles o la nube de internet. Porque en realidad la Red está cambiando
la forma en que asimilamos la información y aprendemos. Estas
actividades dejan de ser lineales, como ocurre cuando leemos un libro o
asistimos a una clase, y se hace más multidireccional con ayuda de
hipervínculos y el uso de distintas plataformas de acceso. Es un
aprendizaje invisible, que ocurre por todas partes, a veces de forma
accidental, sin que seamos del todo conscientes de ello. Aprovechamos
fragmentos de conocimiento de todos lados, de víd eo s, de textos,
gráficos o de experiencias vitales, y los vamos uniendo misteriosamente
dentro de nosotros. Si nos piden que describamos lo que sabemos, nos
costará más que nunca, pues es en realidad un saber complejo,
dinámico, en construcción continua y dependiente del contexto. Algo
que nos ayuda a vivir, a amar y a crear, pero que es cada vez más
narrativo y subjetivo.
Necesitamos una nueva mente, más abierta a la paradoja y al caos
fragmentado, si queremos aprender en este entorno de exceso de
recursos de conocimiento. Una mente más distribuida, multitarea, con
capacidad de síntesis y que evalué e l significado esencial de cada
recurso.
Y esto se complica cada vez más , ya que a la vez que somos
consumidores de contenidos, también los producimos de forma
amateur. Pasamos de ser una audiencia pasiva de información , a ser
también constructores activos de conocimiento. Esto es posible gracias a
l a proliferación de plataformas de creación de contenidos, como los
blogs, las redes sociales, o el propio YouTube. ¿Sabes algo que quieres
compartir con el mundo? Pues no hay problema, tienes a tú disposición
de manera gratuita infinidad de medios, que te facilitan un altavoz para
que lo cuentes. El saber experto y el saber profano se juntan en el
mismo medio.
Ante el ruido y la diversidad de fuentes de conocimientos dispersos,
e s normal que las editoriales, medios de comunicación y ámbitos
profesionales tradicionales, hayan entrado en crisis. Ya no son los
ún ico s prescriptores de información . Formas como el periodismo
ciudadano o la autoedición de libros se abren camino, ocupando
nuevos espacios, y eliminando intermediarios del saber. ¿Quieres
conocer sobre un tema? Ya no dependes solo de los libros y la prensa,
puedes buscar en blogs temáticos o en vídeos de YouTube la respuesta a
tus inquietudes.
P e r o ante tanta sobreabundancia y saturación de información,
necesitamos personas y máquinas que nos la sinteticen y filtren de
alguna manera. Surge la figura de los curadores de contenidos, como
personas y plataformas que vinculan conocimientos, acercándonos lo
más relevante de un tema para nuestra fácil asimilación . Y también
nosotros mismos podemos organizar y compartir información , con
ayuda de sistemas de filtrado y etiquetado colaborativo, como
Menéame, scoop.it, el propio twitter o lectores de noticias móviles
como Flipboard.

El conocimiento fluye libre, fecundando y remezclándose

En este ambiente informal y de gran interactividad digital, las ideas y


los contenidos circulan libremente, generando nuevas dinámicas
sociales. Desde tantos medios multimedia, pasando por las redes
sociales, el e-mail, la mensajería instantánea (como el WhatsApp) , los
hipervínculos, o el vídeo social, el conocimiento adquiere una dinámica
viva y cambiante. Por donde pasa contagia e inspira y, a la vez, es
transformada en nuevos productos e ideas. La conversación se expande
por internet, usando estos recursos, y creando conocimiento. La
remezcla colaborativa de música, vídeos, fotos, textos, o sucesos, genera
nuevos impactos emocionales y mentales, que potencian aún más el
alcance de este nuevo aprendizaje invisible.
En muchos casos, esto ocurre como si fuera un juego, gracias a la
apropiación que hacemos de contenidos y a la posterior transformación
creativa que hacemos de ellos. Es en estos entornos, es donde la
innovación social ocurre, y donde la inteligencia colectiva puede generar
esa idea tan necesitada para el avance de la sociedad. ¿Cóm o ocurre
todo? A veces es un misterio, dif ícil de evaluar, pero que está por todos
lados. ¿Y qué podemos hacer para fomentar este proceso de fecundidad
en el conocimiento? Entre otras cosas, seguir facilitando plataformas y
espacios como Twitter, YouTube o Ideas4All , donde todo esto pueda
ocurrir. Y cuando hablemos en breve de creatividad y de las licencias
Creative Commons, profundizaremos aún más en esto.
O tr o ejemplo de como la cultura puede liberarse y circular es el
modelo Bookcrossing, que se está expandiendo por todo el mundo, y
consiste en dejar o esconder libros en la calle para que sean recogidos
por otros lectores. Con ayuda de una web y el etiquetado de los libros,
es posible organizar y rastrear el alcance de cada libro compartido. Esto
genera nuevas sinergias y encuentros no solo de libros, sino también de
personas interesadas en un tema.

¿Qué queremos? ¿Sucedáneos o conocimiento esencial?

Creo que como humanos buscamos la autenticidad. También en el


conocimiento. No nos vale ya cualquier noticia, dato o chisme.
Queremos seguir el camino de la sabiduría . Entre tanta maraña de
información , en realidad lo que queremos es descubrir el sentido de
nuestra vida y lo que podemos aportar al mundo.
Ya no nos valen sucedáneos y verdades a medias, queremos fuentes
de conocimientos que sean veraces, en las que confiemos, y que nos
aporten algo útil para lo que somos y hacemos. Soñamos y añoramos
ese conocimiento esencial, que nos haga vibrar de gozo. Ese saber bello,
veraz, libre, universal, abierto, sencillo y transformador. Y aunque nos
gusta internet como fuente de contacto con toda la realidad que nos
rodea, nos agobia tanta fragmentación del conocimiento, el exceso de
mediatización y la siempre presente publicidad.
Exis ten iniciativas muy poderosas que buscan potenciar este
conocimiento esencial y abrirlo a todas las personas. Gapminder es una
de ellas, un sistema de visualización estadístico, que nos muestra, con
belleza y conciencia, la verdad del progreso humano, al menos en su
vertiente más objetiva. Con datos abiertos y contrastados, podemos ver
como en muchos aspectos, todos los países del mundo hemos avanzado
en el último siglo, aunque en algunas cosas aún tenemos problemas que
resolver. Me emociona ver como han evolucionado temas como
nuestras esperanza de vida, los ingresos por zonas del mundo, el uso de
internet, la incidencia de enfermedades o determinados parámetros
ambientales. Creo que, en estos tiempos de exceso de información
caótica e inexacta, necesitamos más iniciativas así, que iluminen nuestra
realidad humana.
En esta línea, y como ya hemos comentado, existe un impulso muy
grande dentro de la cultura digital, para que se generalice el uso de
datos abiertos (open data) en todo lo que sea información pública.
Esto, aparte de ser un ejercicio de transparencia, permite la reutilización
de estos datos y su conversión para todo tipo de usos sociales y
humanos. De toda esta información bruta puede germinar conocimiento
donde menos nos lo esperamos. Por ejemplo, el periodismo de datos va
en esta línea, buscando patrones sociales que nos permitan conocer
realmente lo que está pasando en determinados asuntos. Por todo el
mundo están naciendo iniciativas y emprendimientos asociados al open
data, como una corriente de transparencia y colaboración.
En realidad, el auténtico conocimiento se contagia, como ocurre con
las charlas TED, un movimiento fascinante y transformador que se ha
extendiendo por todo el planeta. Son conferencias rápidas (de menos de
20 minutos) en las que personas expertas y relevantes en distintos
campos del saber nos resumen la esencia de lo que están aportando al
mundo. Con ayuda de miles de colaboradores, van siendo traducidas a
muchos idiomas, y organizadas en listas de reproducción por temas.
¿Y Cóm o hacer que este conocimiento llegue a los niño s de países
menos favorecidos? Para ello está Nicholas Negroponte
(@nnegroponte) y su proyecto de “U n ordenador para cada niño”
(OLPC), que está poniendo el mundo en manos de los chicos, y
también de sus familias, provocando un cambio y una mejora sustancial
en sus vidas. Hay algunas cosas preciosas en este proyecto, como
cuando niño s de Uruguay comparten sus fotos con otros niño s de
Nepal, creando un puente entre ellos, y uniéndose en lo esencial de ser
simplemente pequeños humanos curiosos.

En busca de la sabiduría personal

Y este conocimiento esencial también está dentro de nosotros. Busca


abrirse camino con todos los medios a nuestro alcance. Florece de fuera
a dentro, y también de dentro a fuera. En contacto con el Interser
aprendemos a ser más sabios, y naturalmente regalamos nuestra
sabiduría de vuelta al Interser. Así de sencillo. Siempre que no nos
perdamos en las circunstancias.
Internet es una puerta de exploración interior. Aprendemos a
conocernos mientras vemos lo que nos gusta y lo que rechazamos, en
ese mundo reflejado en la pantalla. Mis intereses dicen mucho de mí, de
mi deseo de conocer, y de mi curiosidad. Aparecen mis miedos, y mi
lucha por ser alguien en este mundo online. En interacción con la Red,
ocurren cosas en mí, que con frecuencia me despiertan. ¿Qué hago
aquí? ¿Qué busco? ¿Qué es para mí importante?
Tr as muchos año s de escuela, encerrado en un aula, y con unos
temarios muy limitados, de golpe descubro un mundo lleno de
posibilidades. Misteriosamente, la educación deja de ser solo intelectual,
para ocupar todos los huecos humanos, todos mis intereses de
evolución como ser humano, y todas mis inteligencias múltiples. Puedo
aprender con juegos interactivos, bailar con un víd eo de YouTube,
explorar el mundo con Google Maps, escribir mi blog privado, o
chatear ideas locas con los amigos. El aprendizaje no formal
simplemente ocurre en mí, siguiendo el impulso de mis necesidades más
genuinas. Y no pararé hasta haber experimentado y comprendido la vida
hasta sus últimas gotas.
Llega un momento en que busco mi propio criterio personal. Mi
propia verdad, cambiante y flexible, pero auténtica. Esa fuerza de
voluntad y sentido que me impulsa a esa acción que vale la pena. Esa
conciencia profunda que me une a todos en ese amor sin límites que
anhelo. Desde ahí, la fuerza de mi aprendizaje ya no quiere parar, y uso
todos los medios que tengo a mi alcance para descubrir. Me da igual que
sea un curso, un libro, un viaje o la propia Red, siempre que me lleve
hacia donde la sabiduría del mundo parece que me guía.
Y desde ahí, Internet es un gran regalo de abundancia para el que
quiere saber. Las universidades están sacando infinidad de cursos en
lín e a (algunos gratuitos como los cursos MOOC), y por doquier
podemos encontrar conferencias en víd e o , presentaciones digitales,
infografía s , o más recientemente libros interactivos. Además , sin
demasiado esfuerzo, podemos conectar con personas y grupos que
pueden enseñarnos.
Apoyándome en tantas fuentes de conocimiento, elaboro mi propio
plan de estudios para toda la vida, y me organizo mi entorno personal
de aprendizaje (PRE), donde día a día descubro nuevas piezas de mi
puzzle inteligente. Incluyendo mi cuerpo, mis emociones, mi mente, mi
intuición y mi interser.
Ya no podemos parar, hasta que este saber personal y colectivo se
transforme en libertad, en compasión y en creatividad sanadora.
Guiados por la pasión de nuestros corazones, la inteligencia de nuestras
intuiciones y la fuerza de esta tecnología expansiva y altamente
vinculante.

Experiencias presenciales de desarrollo personal

N o todo el aprendizaje requiere el uso de internet. Incluso hay


entornos concretos donde la máq u i n a estorba. Son momentos
especiales, donde la vivencia íntima con uno mismo, con otros o con el
mundo, requiere de nosotros toda la atención . Yo he vivido varias de
estas situaciones, en cursos de meditación , haciendo psicoterapia o en
algunos viajes. Son momentos de máximo aprendizaje personal, donde
las emociones y lo más profundo de mí puede despertar. Luego, tras la
vuelta de la experiencia, tal vez podamos asimilar la vivencia y
compartirla por internet con algunas personas.
A principios del siglo XXI está habiendo una gran explosión de cursos
y talleres de desarrollo personal. Hay de todo, desde formaciones de
gran calidad humana, hasta charlatanes intentando ganar dinero
aprovechándose de algún incauto. Esta necesidad de superar nuestra
crisis existencial, y descubrir lo más genuino de nosotros, nos lleva a
emprender un camino de búsqueda. Cada uno debe encontrar los
maestros, tutores y apoyos que nos ayuden a encontrarnos.
Nuevas escuelas en los tiempos de Internet

En la medida en que más jóvenes desean aprender por sí mismos,


motivados por la libertad y abundancia que genera Internet, las escuelas
se ven forzadas a cambiar. Los temarios demasiado racionales y
memorísticos dejan de tener sentido. Y el profesor debe adaptarse a
nuevos roles como dinamizador del conocimiento.
Apoyándose en los nuevos marcos educativos 2.0 de los que ya
hemos hablado, aparecen todo tipo de recursos de aprendizaje, más
dinám icas e interactivas, como pueden ser WebQuest, víd e o s y
narrativas digitales (storytelling) , redes sociales educativas, wikis,
juegos interactivos, bancos comunes de conocimientos, blogs de aula,
sistemas de prototipados, etc. Estos pueden usarse en los ordenadores
de las aulas, pero también en los teléfonos móviles, las tabletas, o en la
nube (computación en la nube).
A lo largo del mundo hay infinidad de experiencias de aprendizaje que
están dando el salto. Ya hemos hablado del proyecto OLPC de
Negroponte, o de formas de educación en movilidad con ayuda de
teléfonos inteligentes. Y también debemos destacar los cursos en línea,
abiertos y masivos (cursos MOOC) que se estén extendiendo como la
espuma por todo el planeta, como elementos clave de aprendizaje no
formal e informal. Son espacios digitales muy dinámicos, que funcionan
como redes sociales temáticas, y donde la inteligencia colaborativa
permite que el conocimiento fluya en varios sentidos, ya sea desde los
dinamizadores docentes, o desde los muchos compañeros presentes en
estos cursos. Si aún no has participado en algún curso MOOC, te
sugiero que pruebes la experiencia.
Una de las cosas que más sorprende en materia de educación, es el uso
de nuestros teléfonos móviles inteligentes (smartphones) para aprender
de manera informal en lugares y contextos de lo más diversos. Ya
existen miles de Apps para móv il que dinamizan estos procesos de
autoaprendizaje o de aprendizaje social. Un ejemplo es el uso de los
cód ig o s QR y l a realidad aumentada, para descubrir nueva
información asociada a lugares geográficos. Esto permite interactuar con
un entorno real, mezclado con información virtual superpuesta. Sus
posibilidades son inmensas, ya que con ello podemos ampliar y
contextualizar la realidad de infinidad de maneras.

Comunidades de sabiduría expandida y distribuida

Cad a vez hay más redes y comunidades de saber. Surgen en la


empresa, en el mundo de la salud, en las artes y por todos lados.
También emergen en infinidad de entornos limítrofes. Muchas de ellas
se apoyan en estos marcos de conocimientos más amplios que hablamos
en el capítulo anterior. Con ayuda de una visión más multidisciplinar,
pueden crear soluciones innovadoras, como pueden ser la cura de
determinados tipos de enfermedades.
Todas estas comunidades dispersas por todas partes, constituyen la
inteligencia de las multitudes de nuestra humanidad. Unas aportan más
profundidad y más soluciones que otras. Pero en su conjunto son un
gran tesoro de sabiduría . Porque estamos empezando a usar esta
inteligencia colectiva para resolver algunos de los retos complejos que
nos afectan en el planeta tierra.
Ya está ocurriendo, también en momentos de emergencia, que de un
lugar remoto del planeta surge la solución que tanto necesitamos. Como
Ushahidi, una plataforma de internet que permite crear un mapa de
catástrofes o conflictos, usando los mensajes SMS o de twitter, de miles
de personas, que están advirtiendo de un suceso o pidiendo ayuda. Este
sistema permitió, entre muchas otras cosas, coordinar la asistencia
humanitaria tras el terremoto de Haití. Pero lo relevante de este sistema,
es que lo crearon un grupo joven de ciudadanos de Kenia en el 2008,
como respuesta a una crisis de violencia que hubo en su país.
Necesitamos sistemas así, para resolver retos sociales complejos,
como és te de conocer en tiempo real la geografía de una catástrofe
humanitaria, para poder actuar de forma eficaz. Pero también podemos
usar el conocimiento de las multitudes para elaborar juntos proyectos
tan poderosos como la Enciclopedia de la vida, que ya ha empezado a
reunir con ayuda de miles de expertos por todo el mundo, un catalogo
inmenso de seres vivos de la tierra. Hasta ahora el conocimiento sobre
las distintas especies naturales se encontraba distribuido en infinidad de
libros, revistas, bases de datos, colecciones y en la mente de muchas
personas. Reunir y organizar toda esto es de vital importancia para
conocer la naturaleza y poder conservarla. También es una forma de
aumentar la conciencia y comprensión de la naturaleza viva, reuniendo,
generando y compartiendo este conocimiento de forma fiable, gratuita y
abierta.
También me ha sorprendido como sistemas como los reCaptcha
pueden ser usados de forma ingeniosa para digitalizar libros antiguos,
gracias a todos los usuarios de internet. En muchas páginas de internet,
tenemos que introducir correctamente un conjunto de caracteres ante
una imagen distorsionada que aparece en pantalla. Este sistema, llamado
Captcha se usa para saber que somos humanos (y no máquinas
intentando sabotear la web). Con el reCaptcha, tenemos que rellenar dos
palabras, una para pasar la prueba de que somos personas, y la otra es
una imagen de una palabra ambigua, proveniente de alguno de estos
textos antiguos. Lo ingenioso de este sistema, es que trocea cada libro
que quiere digitalizar en miles de fragmentos, que luego aparecen en los
reCaptcha, para que el ojo de millones de personas determine la palabra
exacta del texto. De nuevo, la colaboración global, ayuda a aumentar el
conocimiento colectivo, aún sin saber bien lo que uno está realizando
con esta micro acción . Esto lo aprendí e n la charla que dio Luis Von
Ahn (@LuisvonAhn) en el TEDxRiodelaPlata del 2011.
Necesitamos seguir movilizando todo esta sabiduría humana, toda esta
inteligencia colaborativa, inserta dentro de personas y comunidades.
Vinculando el conocimiento. Dándolo coherencia y divulgando lo más
rico. Para que fecunde la inteligencia de más y más personas. Por
nuestro bien colectivo. Por nuestro bien individual. Para seguir
despertando.

2) INICIATIVAS DE CREATIVIDAD Y SOLUCIONES SIN FIN

Seguro que puedes sentir el impulso creativo dentro de ti. Esas ganas
de ensayar soluciones, de crear algo bello, o de aportar algo novedoso.
Somos como pequeño s dioses recreando posibilidades. Nuestro
potencial creativo parece que no tiene límites, siempre en marcha. Como
humanidad soñamos nuevas utopías, para después lanzarnos a innovar y
abrir caminos, en esa búsqueda constante de su consecución . Y todo
ello en una espiral infinita, donde las creaciones del pasado sirven de
inspiración a los descubrimientos actuales.
Internet nos dota de un entorno muy poderoso para la creatividad
humana. Y donde las nuevas herramientas digitales son solo una parte
de este fenómeno. Lo que en realidad está potenciando nuestra creación
es la capacidad de vincularlo todo, y con ello crear infinitos puentes
expresivos. El viaje continúa , y tú mismo lo creas a cada paso que
realizas en interser.

Recrearse en la cultura y en el arte

El arte y la vivencia cultural potencian nuestra creatividad, junto con


el pensamiento científico. En realidad, cultura y ciencia se potencian
entre sí, siempre que haya un sano equilibrio entre ambas. La visión que
solo fomenta el pensamiento racional, científico y técnico, en detrimento
de lo cultural y artístico, como está ocurriendo en muchas partes del
mundo, es un grave error que está limitando nuestra capacidad
innovadora global.
Por eso, internet nos está aportando tanto, al facilitar vías de expresión
de toda esta creatividad artística y cultural, que era incapaz de surgir en
nuestras sociedades, apenas unas décadas antes. Incluso en algunos
casos, y gracias a prácticas como la financiación colectiva, pueden
llegar a ser sostenibles económicamente. Por todas partes surgen
iniciativas que nos motivan a crear y compartir nuestras creaciones.
Desde festivales de víd e o s y cortometrajes como Notodofilmfest,
concursos literarios o de cuentos, museos virtuales, eventos música o de
diseño, e incluso plataformas gráficas como Pinterest.
E s t o acompaña d o de poderosas herramientas para la creación,
remezcla y difusión colectiva del arte y la cultura, como pueden ser la
App de Instagram u otros sistemas de edición de imágenes y vídeo.
Existe infinidad de software y recursos abiertos tanto para su uso en el
ordenador, en la nube, o en los dispositivos móviles (smartphones y
tablets).
Pero para que la creación surja y se contagie, es fundamental tener
marcos culturales más abiertos, que permitan compartir y crear vínculos
entre artistas y sus obras. En estos tiempos de gran movilidad cultural,
necesitamos flexibilizar los derechos de autor, al menos en una gran
parte de las obras. Creative Commons (CC) es una organización sin
animo de lucro, que facilita licencias para poder compartir las
creaciones culturales, con algunos derechos reservados. A diferencia del
copyright, las licencias CC ofrecen al autor de una obra la posibilidad de
que otras personas compartan, usen o reutilicen su trabajo, según
algunas condiciones que él establece. És t a s giran en torno al
reconocimiento de su autoría, el posible uso comercial, la posibilidad de
hacer obras derivadas, o la licencia posterior que pueda tener si ha
modificado la obra. Para todo creador, es fundamental conocer en
profundidad las características de estas licencias más abiertas, por lo que
os animo a explorarlas y usarlas.

Redes de emprendedores apoyándose en las multitudes inteligentes

In tern et facilita nuevas formas de organizarse y crear micro


emprendimientos. Redes de emprendedores como Iniciador o la red de
emprendedores sociales Ashoka, dan apoyo a estas iniciativas que van
surgiendo a caballo entre lo digital, lo cultural y lo social. Grupos muy
motivados, que pueden ayudarnos a poner en marcha nuestras ideas
únicas, para aportar algo valioso al bien común.
To d a creatividad puede dar el salto hacia convertirse en una
innovación implementada y que resuelva retos concretos de la sociedad.
Para ello, toda ayuda es poca. Por eso, es buena idea apoyarse en otras
personas y en la inteligencia de las multitudes que nos facilitan
determinadas plataformas de internet.
E l cotrabajo o coworking es una idea sencilla, pero que está
revolucionando la forma en que trabajamos y desarrollamos proyectos
innovadores. Es un lugar físico, virtual o mixto, donde profesionales,
emprendedores o creativos, de diferentes sectores, comparten espacio y
similares propósitos. Cada uno se centra en sacar adelante sus propias
iniciativas, pero con la sinergía y el enriquecimiento mutuo del resto de
la comunidad de trabajo. Los espacios de coworking se están
expandiendo rápidamente por todo el planeta, convirtién d o s e en
poderosos laboratorios de ideas y conocimientos puente, fundamentales
para la complejidad innovadora del siglo XXI.
Además de estos modelos de cotrabajo, están surgiendo muy diversos
laboratorios creativos y ciudadanos, como el Hub, Tabacalera o el
Medialab Prado en Madrid. También espacios sociales de innovación
(ESdI), afines a la idea de los living labs y la innovación abierta, como
fue el Ruralab País Románico, en el que tuve el gusto de trabajar hace
unos años. Son espacios muy diversos y funcionales que facilitan que
los habitantes de un territorio se expresen y desarrollen todo su
potencial emprendedor, vital, o creativo.
O tr o reto para emprender es conseguir los recursos económicos
necesarios para poner en marcha las ideas. El crowdfunding es un
sistema de financiación colectiva que funciona gracias al apoyo de una
comunidad. También denominado micromecenazgo, microfinanciación
colectiva o financiación en masa. Las personas cooperan para reunir una
suma de dinero con la que ayudar al desarrollo de una iniciativa
concreta. Es un complemento o una alternativa a otras formas de
financiación privada o a las subvenciones de una administración
pública. Además, se consigue responsabilizar a la sociedad civil y a las
personas sobre proyectos sociales que favorecen al Interser. Cada vez
hay más plataformas que facilitan esta labor de apoyo económico.
U n a vez en marcha un proyecto creativo, podemos externalizar
algunas tareas hacia la comunidad. Es decir, aprovecharnos de la
colaboración abierta y distribuida de grupos numerosos de personas o
comunidades, mediante una convocatoria abierta. A esto se lo denomina
crowdsourcing o colaboración en masa, y existen cada vez más casos.
Por ejemplo, podemos invitar a comunidades de programadores para
que diseñe n un software que resuelva problemas sociales, o pedir a
todos los ciudadanos del mundo innovaciones e ideas para resolver
aspectos concretos de la crisis ambiental.
Otro campo fascinante es el de la creación de nuevas formas de uso y
consumo colaborativo, que facilitan el aprovisionamiento de recursos
o el intercambio de servicios. Todo ello asociado a una cultura más
ligada al uso real que hacemos de los bienes, que a la posesión de los
mismos. Muchos usuarios aprovechan las plataformas de internet
surgidas para ello, para el intercambio de archivos digitales,
conocimientos, viajes, plazas de aparcamiento, uso por horas del coche,
espacio en oficinas donde trabajar, alojamientos particulares, ropa,
libros, o el envió de paquetes a través de viajeros. Son modelos muy
creativos, sostenibles, humanos, funcionales y que ayudan a mejorar la
logística y el abastecimiento, tanto de emprendimientos, como en el
ámbito del hogar. Su gran logro innovador radica en que se evitan
intermediarios, y eso abarata y flexibiliza todo el proceso. Además son
modelos con mayor compromiso social y ambiental, ya que permiten el
reutilizar objetos, evitando desperdicios y satisfaciendo necesidades no
cubiertas de otra manera.
Nuestras formas de crear están transformándose radicalmente con
todas estas redes de emprendimiento, los espacios de innovación , los
sistemas de financiación alternativos, o las plataformas de colaboración
y uso compartido. La estructura deja de ser tan relevante, y el proceso
creativo pasa a un primer plano. Por tanto, si por ejemplo yo decidiera
crear un curso interactivo para agentes de cambio y catalizadores del
Interser, en base a lo aprendido en este libro, internet y toda esta nueva
filosofía práctica me puede ayudar enormemente. No estoy solo, tengo
una enorme red de emprendedores y espacios de innovación que me
darán soporte, apoyo y consejo. En vez de crear una empresa, puedo
formar una red de profesionales motivados por el proyecto. No necesito
contratar persona, ni buscar equipamientos. Tampoco necesito pedir
subvenciones, pues puedo crear una iniciativa de financiación colectiva
en una plataforma como Goteo. Para crear un espacio dinámico de e-
learning, no hace falta que contrate a una empresa externa y gastar
mucho dinero, pues puedo hacer una convocatoria abierta a la
comunidad, para readaptar una web ya existente. Y siempre puedo usar
recursos de consumo colaborativo, para viajar a congresos, intercambiar
libros, conseguir recursos gratuitos, o aprovechar una oficina por unas
horas.

Ecoemprendimientos.

Todo lo dicho en el punto anterior se puede aplicar al mundo de la


ecología y la sostenibilidad. Están surgiendo un gran núm e r o de
emprendimientos verdes, adaptadas a necesidades muy dispares. Podría
dar infinidad de ejemplos, desde ecoinventos a redes de reutilización de
subproductos industriales. En la R e d Emprendeverde en España,
puedes encontrar muchas iniciativas, y una comunidad de apoyo para
crear tus proyectos ambientales.
Po r poner un ejemplo concreto, hace año s descubrí u n modelo de
ecotecnología s de código abierto, iniciado por Marcin Jakubowski, y
que me gusta por su capacidad de ligar aspectos diversos. Su objetivo es
construir máquinas agrícolas, y compartir los tutoriales y los planos para
que cualquier persona del mundo pueda construir sus máquinas de
forma barata y modular. Es parte del movimiento de hardware libre,
aplicado al mundo de las ecoaldeas.

Un mundo lleno de prototipos y juegos interactivos

Cada vez valoramos más el poder de los juegos y las simulaciones


como preparación para luego realizar creaciones más transformadoras.
Los videojuegos, sobre todo los interactivos, nos preparan para resolver
retos complejos, y co-crear nuevas posibilidades. Desde lo lúdico, nos
es más fácil motivarnos, y ver todo el proceso creativo y de resolución
de problemas como la suma de sucesivos pasos. Luego, cuando
decidimos crear algo o emprender una acción , tenemos recursos y
habilidades internas para ello.
La cultura del prototipado sigue esta dinámica, la de ir creando paso
a paso, en un proceso abierto e interminable, siempre en fase beta. No
necesitamos demasiado tiempo para lanzar un producto o servicio, pues
éste siempre puede mejorarse con ayuda de la comunidad. En muchos
laboratorios digitales, como MediaLab Prado están incorporando en casi
todos sus procesos esta práctica de los prototipos. También en la
creación de software libre, o en dinámicas sociales. De tal forma, que
los proyectos no se cierran, sino que siguen creciendo, mejorando,
mutando, adaptandose a nuevos contextos, etc.
El mundo avanza más deprisa con ayuda de los pequeño s ensayos,
juegos y mejoras que millones de personas vamos creando
colaborativamente. Es como la vida misma de una persona, que va
mejorando con los años, si estamos dispuestos a contaminarnos en el
interser y recrearnos continuamente.

Creando nuestra propia vida... como prototipos

Como decimos, de forma simultánea a la creación exterior, conviene


dedicar tiempo y pasión a la creación de nuestra propia vida. Nuestra
existencia está llena de potencialidades que vamos despertando, como
ya hemos ido indicando a lo largo del libro. Sin esta base, nuestras
proyectos y expresiones estarán faltas de sentido y humanidad.
Necesitamos sanar nuestras emociones y recuperar nuestra voluntad. Es
todo un proceso fascinante. Nos ayudará mu ch o hacernos algunas
preguntas abiertas del tipo: ¿Cuál es el significado de mi vida? ¿Qué
desea la existencia de mí? ¿Cóm o enfoco mi vida? ¿Qué creaciones
únicas podré desarrollar a lo largo de mi vida?
Desde el porqué estoy en el mundo, puedo ir desarrollando mi estilo
particular de creación , que luego materializare en proyectos y acciones
concretas. Solo así mis decisiones serán coherentes y me irán
conduciendo hacia mi destino de servicio al Interser.
En este siglo XXI internet juega un papel relevante, ayudándonos a
crear nuestra identidad personal, y transmitirla desde la autenticidad del
que sabe cual es su misión . Si estoy centrado en ello, mi identidad
digital será la forma en que exprese abiertamente al mundo lo que
puedo ofrecer. Y lo que ofrezco, siempre estar á mutando, mejorando,
adaptándose, abriéndose,... como ese hermoso prototipo vital que
somos... e intersomos.

3. INICIATIVAS QUE FOMENTAN LA UNIDAD Y LA


SOLIDARIDAD

Ya hemos hablado ampliamente en este libro de como internet nos


facilita el conectarnos y empatizar con otras personas de diferentes
culturas y contextos. La Web es un gran tablón donde conocer y
participar con grupos y gentes muy dispares, y eso deja huella dentro del
corazón . Empezamos reconociendo y valorando las iniciativas de los
demás, y de allí pasamos a cooperar con ellos. Podemos formar parte de
infinidad de comunidades solidarias, pues nos sentimos unidos a todo lo
q u e mejora la vida sobre la tierra. Y gracias a que podemos verlas,
tocarlas y sentirlas, aunque sea virtualmente, somos capaces de
implicarnos emocionalmente y activamente con muchos de estos
proyectos.
Internet permite que hablemos unos con otros en varias direcciones,
sin los límites del tiempo y el espacio. Las redes nos hacen más
humanos y participativos. Podemos producir ideas, mensajes y
soluciones para los retos complejos de nuestras sociedades. Las
conexiones nos permiten difundir iniciativas de forma viral, y dejar que
lleguen a todas partes. No dependemos tanto de las limitaciones de las
tecnologías antiguas como la prensa, la radio, la televisión o incluso el
teléfono. El mundo se hace pequeño , y la vida humana se transforma,
gracias a la sociabilidad de internet, y gracias a la apertura de la
sensibilidad dentro de los seres humanos.
P o r toda la gran Red de internet que nos conecta, podemos ver
iniciativas que inspiran esta empatía abierta hacia todos, otras que
potencian la solidaridad y el ciberactivismo, también redes de
intercambio comunitario de objetos o servicios, formas de finanzas
éticas, y por supuesto iniciativas para disfrutar juntos.

Conciencia y empatía expandida

Muchas iniciativas buscan abrir nuestra conciencia, para sentirnos


parte de la humanidad. Por todo internet hay vídeos, conferencias,
artículos y otros contenidos que nos inspiran a ser ciudadanos del
mundo. Una película fascinante es Vida en un día (Life In A Day),
producido por Ridley Scott y dirigido por Kevin Macdonald, con
imágenes grabadas por personas en todo el mundo a lo largo del 24 de
julio del 2010. Una síntesis de como vivimos los seres humanos de
principios del siglo XXI, a través de las caras de cientos de
representantes de nuestra especie, viviendo todo tipo de experiencias.
También por internet podemos ver muchas iniciativas que buscan la
concordia y la mediación entre conflictos, como la de la orquesta
Barenboim, que une a jóvenes de origen ár ab e e israelí, para dar
conciertos de música clásica por todo el mundo, de tal forma que la
cultura y Beethoven se convierten en elementos de unificación y
pacificación.
Hace poco descubrí e l Quijote 2.0, una iniciativa que busca unir a
personas en base a la cultura y la obra cumbre de Miguel de Cervantes.
Es una colección de vídeos realizados gracias a la colaboración de más
de 2000 personas hispanohablantes, que podemos escuchar
íntegramente en internet. Más de 40 horas de lectura, en un proyecto
fascinante de inteligencia colaborativa humana, que nos hace sentirnos
parte de un mismo sentir y un mismo hablar, que traspasa fronteras
físicas y también fronteras de corazón.

Ciberactivismo y solidaridad en red

Ya hemos hablado del emprendimiento social, como una forma de


actuar frente a los retos humanos. Pero hay infinidad de iniciativas más,
que poco a poco están transformando el mundo. El reto no es encontrar
una sola fórmula que resuelva todos los problemas, sino el fomento, la
alineación y coordinación abierta de este gran númer o de proyectos
distribuidos por el mundo.
Las ONGs están usando internet de forma muy activa para difundir
sus proyectos de desarrollo, campañas de sensibilización y divulgación,
iniciativas de educación ambiental, sistemas de comercio justo o las
distintas emergencias globales. El ciberactivismo está cogiendo mucha
fuerza, sobre todo por el deseo de protestar masivamente ante todo lo
que no nos gusta de esta sociedad. La indignación de millones de
ciudadanos se concreto en el movimiento 15M y Ocupa Wall Street
entre otros. Todas estas iniciativas sociales, se apoyan en redes sociales
y plataformas de denuncia como Change.org, que permiten la recogida
masiva de peticiones cívicas y de reforma social.
A parte de estas iniciativas reactivas y de denuncia ante los problemas
sociales, políticos y ambientales en gran parte del mundo, existen otros
proyectos más proactivos, que aprovechan la inteligencia colaborativa,
p ar a responder activamente a estos retos. Ya hemos hablado de la
financiación colectiva (o crowdfunding) o la colaboración en masa
(crowdsourcing). Pero existen muchos más modelos como el de la
custodia del territorio, que aporta instrumentos y estrategias que
implican a los ciudadanos, y los responsabilizan en la protección de
recursos naturales o culturales de su entorno. Se tal forma, yo puedo
encargarme de custodiar y mantener la iglesia de mi pueblo o un grupo
de árboles detrás de mi casa.

Redes de apoyo vecinal y gratuidad entre pares

Cr eo firmemente en las iniciativas de apoyo e intercambio entre


particulares, sobre todo entre vecinos en lo local. Sin necesidad de
tantos intermediarios y sistemas asistenciales, estos pueden organizarse
de forma más flexible con ayuda de recursos de internet. Gracias a los
bancos del tiempo y a las redes de trueque, que están surgiendo por
todo el mundo, estamos generando otro tipo de comunidades más
solidarias, y que se prestan ayuda para reparaciones domesticas, para
cuidar a los hijos, para compartir desplazamientos, para mejorar la
salud, para aprender juntos, para intercambiar objetos, etc. Hace décadas
estas iniciativas tenía n muchos problemas para organizarse y
coordinarse, pero ahora la Red está permitiendo que toda la complejidad
social y logística, deje de ser tan caótica y pueda hacerse visible,
comunicable y manejable por la comunidad.
Y esto es así, porque cada vez tenemos más aplicaciones y recursos
digitales diseñadas por los propios ciudadanos, para facilitar esta gestión
y la colaboración vecinal. Muchas de ellas son sencillas, funcionales,
divertidas y funcionan en dispositivos móviles. Se propagan de boca a
oreja, y son usados para temas tan concretos como limpiar aceras en
caso de nevadas, ayudarse en caso de accidente domestico o custodiar
algún recurso cultural de la localidad (como acabamos de ver). Para
muchas cosas la ayuda vecinal suele ser mucho más barata y eficaz que
los sistemas públicos tradicionales, más burocráticos y pesados. Por
ello, creo que es muy recomendable una gestión política con corazón,
sentido y capacidad, que aglutine lo mejor de los dos mundos, el
espacio público y el procomún ciudadano.
En realidad todo esto es muy coherente, pues la sociedad civil tiene
más creatividad y flexibilidad que lo público para resolver los asuntos
más cercanos y humanos, mientas que las administraciones locales solo
s e encargan de proteger el marco y la estabilidad general. Por tanto,
todos somos parte de este gobierno ciudadano colaborativo que está
naciendo, y en donde internet facilita nuevas formas de agruparnos y
aportar. Ya hemos hablado de Ushahidi, la aplicación que permite
rastrear catástrofes con ayuda masiva de los mensajes ciudadanos. Pero
hay infinidad de opciones más , algunas ya inventadas y otras que
cualquiera de nosotros podemos crear. Y estemos seguros que
cualquiera de ellas, si tiene un diseño humanizador, aportará a al interser
local.
En épocas de crisis como la actual, la sociedad civil necesita cuidarse a
sí misma. Una forma de hacer esto, es aprovechando lo gratuito, algo
tan hermoso y tan de moda actualmente en internet. Esto nos da una
pista de hacia que mundo vamos encaminados: Hacia un mundo de
abundancia para todos. Regalamos de todo, desde alimentos, objetos
que ya no necesitamos, libros, cursos, conexión a internet, tiempo o
cuidados. Hay cada vez más plataformas que facilitan que esto sea
posible, con lemas tan sugerentes como el de no lo tiro te lo regalo.

Redes para compartir energía o conectividad a internet

Ya existen algunas formas de generar y/o distribuir energía renovable,


a través de redes de intercambio ciudadano. Son iniciativas que acercan
l a generación y el consumo, evitando el coste de transporte, y
diversificando las fuentes de obtención de la energía . De esta forma,
particulares pueden producir su energía en casa, con paneles solares o
pequeños aerogeneradores, y compartir excedentes con otros usuarios a
través de estas redes de intercambio. Este modelo está empezando a
funcionar en muchas partes del mundo, y se espera que en los próximos
años llegue de forma masiva a todas partes (aunque en el camino deba
superar algunos escollos).
También es posible construir una red para compartir una conexión
Internet entre varias personas o entidades. Funciona como si fuera una
especie de intranet libre, neutral y abierta, que abarata costes, resuelve
problemas de conectividad y crea comunidad. Guifi.net en España es un
ejemplo de como esto es posible, con más de 20.000 nodos operativos.
Todo estas formas de compartir energía y conectividad a internet, se
están viendo favorecidos por sistemas inteligentes, que optimizan las
redes de intercambio y reducen los gastos, como comentamos al hablar
del Internet de las Cosas.
Pero más allá del modelo concreto que usemos para compartir, y del
beneficio que obtengamos con ello, está el porqué compartimos. Es
decir, el motor interno personal y social que nos impulsa a colaborar y
mejorar la vida de los demás. Todas estas formas se asientan en valores
éticos, amorosos y humanos. Deseamos el bien de los demás, y también
el nuestro, y sabemos que juntos podremos vivir mejor. Desde esta base
empatica y abierta al otro, da igual que compartamos alimentos, tiempo,
conectividad o dinero (como ahora veremos), pues lo que esencialmente
estamos haciendo es compartirnos a nosotros mismos.

Bancos y finanzas éticas-sostenibles

Gracias a este deseo de valores más empaticos y cooperativos, estamos


aprendiendo a humanizar aún más aspectos tan importantes como el uso
de recursos económicos.
En las últimas décadas han aparecido muchos bancos y sistemas de
financiación, que se centran en estos criterios éticos, ecológicos, sociales
y humanos, además de en los beneficios económicos. Son iniciativas
más trasparente y menos especulativos, donde el dinero se invierte en
proyectos que tiene un impacto positivo en el bien común. Vale la pena
pasar a formar parte de iniciativas como Triodos Bank o Fiare, o usar
alguno de los muchos sistemas d e financiación colectiva
(crowdfunding), de los que ya hemos ido hablando.
Joan Antoni Melé, el subdirector general de Triodos Bank en España,
habla con frecuencia en sus conferencias de la necesidad de sustituir el
exceso de consumo material, por consumo cultural, humano y espiritual.
Con ello estamos apoyando una nueva economía del conocimiento y de
las personas. Por eso, yo también quiero que mi dinero esté alineado
con mis valores, y no usarlo solo para ganar rentabilidad, sino para que
con él, podamos aportar al bien común.
E l reto actual es transformar la banca y los grupos financieros en
organizaciones con corazón , que ayuden a construir un mundo justo,
fraterno, bello. Para ello es necesario soltar la codicia y promover usos
sociales del dinero. Por eso, el seño r Melé suele hablar de recuperar el
verdadero sentido de los valores de libertad, igualdad y fraternidad.
Vinculada a este campo, podemos hablar de la responsabilidad social
corporativa (RSC), que busca que las empresas se comprometan
activamente en el mejoramiento social, ambiental y económico. Un paso
más hacia la solidaridad, la empatía y el amor, dentro de estas
organizaciones. Sé que hay persona que opinan que una empresa no
puede tener corazón , y que todo esto lo hacen por propio interés . En
realidad esto es un juicio absolutista, y creo que nos puede hacer daño si
nos lo creemos. En realidad, los integrantes de una corporación , si
pueden decidir ser cada vez más éticos y responsables. Hay bastantes
ejemplos de ello. Por tanto, creo que debemos apoyar cualquier paso
firme y decidido que den las empresas, y el propio mercado, en la
dirección de alinearse hacia el bien común.
Y en este punto, podemos ver como la exigencia de transparencia y
humanidad que hacemos desde la sociedad civil, está provocando que
muchas organizaciones se decidan a dar el paso. En realidad, las
empresas son parte del mismo mundo, y no pueden vivir ajenos a las
demandas de sus clientes. Como dice el Manifiesto Cluetrain, los
mercados son conversaciones entre seres humanos, y una compañías no
pueden vivir ajenos a ella.

Disfrutemos juntos

Un fenómeno que se está extendiendo como la espuma por todo el


planeta son los flashmob o multitud instantán ea. Son experiencias
colectivas, muy motivadoras y empaticas, organizadas de forma simple y
efectiva, para mover una multitud de personas en acciones grupales que
dejan huella. Una forma de salir de la vergüenza social y fundirse en la
creación grupal como parte de un todo mayor a nosotros. Gracias al uso
d e internet y los mensajes de móvil, es más fácil convocar y dar una
pauta de acción a los participantes. Hay vídeos muy impactantes de estos
flashmob, como cuando miles de personas se congelaron en la Estación
Central de Nueva York, qued ándose quietos en mitad del vestíbulo ante
la sorpresa del resto de viajeros.
Algo similar podemos decir del movimiento abrazos gratis, que se
difundió como la espuma por internet, lo que nos ayuda a comprender
como el contacto presencial y el contacto digital pueden potenciarse
entre sí. En el 2006 se expandió por todo el mundo gracias a un vídeo
muy inspirador de Juan Mann, en el que portaba un letrero con el texto
Free Hugs, y con el que ofrecía abrazos a cualquier persona que pasara
por la calle. La emotividad del vídeo y el hecho de abrirse a compartir
cariño con personas desconocidas con la sola intención de compartir
felicidad, ha calado profundamente en nuestras conciencias.
También son muy típicas en internet las quedadas de creadores de
blogs o de twitteros, en eventos como los famosos beers & blogs. Una
forma de conocernos personalmente, e intercambiar la pasión que nos
u n e. És t a necesidad de desvirtualización está m u y presente en todo
contacto por internet. Podemos colaborar con desconocidos en algún
proyecto virtual, pero tras un corto lapso de tiempo, estamos deseosos
de conocernos e intercambiar palabras y emociones más directamente.
Como ya hemos dicho, este mundo híbrido actual entre lo offline y lo
online, nos resulta cada vez más rico y equilibrado.
En realidad internet ha revolucionado el mundo de los eventos, sobre
todo gracias a las redes sociales, que facilitan que cualquier persona cree
o se apunte a ellos. No podemos evitarlo, estamos rodeados de eventos
de todo tipo, unos más formales y otros más informales, y ya no
tenemos excusas para participar en todo tipo de iniciativas. Con ellos, la
Red se ha convertido en el motor principal de la socialización humana
actual.

Iniciativas con alma y corazón

El mero uso de internet no asegura nuestra apertura amorosa hacia los


demás, e incluso en algunos casos la Red puede provocarnos el efecto
contrario al escondernos del mundo detrás de la pantalla. Ya he insistido
en la necesidad de un intención y una pasión constante por abrir el
corazón. El deseo de ayudar a otros debe nacer dentro de nosotros, con
u n a motivación y un sentido auténtico que impulse, desde nuestro
fondo, todas las iniciativas en las que participemos.
En varios encuentros con emprendedores, ha surgido la idea de que
para que un proyecto sea transformador, deben tener alma poderosa, y
que ese alma lo aportan las personas que están implicadas en él. No es
fácil definir en que consiste esto, pues es algo subjetivo, pero sin ella
todo se hace muy costoso. Sería como una mezcla de muchas cosas;
amor, empatía , sensibilidad, calma, visión , sentido, voluntad, entrega,
autenticidad, misterio y eficacia.
Quien tiene un porqué tiene la mitad del camino recorrido, y el resto
se hace simplemente amando lo que uno es, lo que uno hace, lo que uno
descubre y sobre todo lo que uno comparte con otros. Ya sea en lo
presencial o apoyados por internet. Esto es relevante tenerlo muy
presente.
4. LIBERTAD, EMPODERAMIENTO Y PRESENCIA

Cada vez oigo más hablar de empoderamiento, como ese proceso en


el que personas y grupos aumentan su fortaleza cultural, política,
económica o humana, para enfocarlas en un impulso hacia el cambio de
s u entorno. Y soy consciente de que internet está potenciando este
fenómeno de muy diversas formas. El acceso masivo a la información
permite mejorar nuestro conocimiento y amplia nuestras capacidades de
decisión . Además el contactar con otras personas o grupos similares,
mejora nuestra autoimagen y aumenta la masa critica de ciudadanos
implicados en una causa común.
C o m o personas podemos recuperar nuestra autonomía interna, y
desde allí zambullirnos en la interdependencia con otros ciudadanos. Ya
no necesitamos ser tan patológicamente dependientes de los poderes
públicos, ni de los recursos del mercado, ahora tenemos otras opciones
más afines al procomún para nutrir nuestras necesidades. Esto nos dota
de nuevos poderes y libertades, que estamos empezando a utilizar para
transformarnos a nosotros mismos y a nuestras sociedades.

Iniciativas que hacen que suceda

H a c e meses v i la charla d e I s r a García (@israel_garcia) en


TEDxSevilla 2013, hablando de como ser agentes de cambio para el
mundo, con el lema de Haz que suceda. Me resulto muy inspirador, y
me di cuenta de hasta que punto las pequeña s iniciativas poderosas y
locales de millones de personas por todo el mundo están
transformándolo todo, con ayuda de esas dos grandes redes que todo lo
conectan: el internet y el amor. Esta charla fue clave para lanzar la
iniciativa Mapmakers, una red de impulsores de cambios que
dibujamos día a día sus propios mapas.
H e escuchado en bocas de muchas personas, como un día
descubrieron el poder, la capacidad y la libertad que los aportaba
internet, y de la noche a la mañana toda su vida cambio. Yo mismo lo
he experimentado, como tras estar constreñido en una vida presencial
que no me aportaba muchas posibilidades para expresar mi talento, de
golpe encontré los blogs y su blogosfera, y pude abrirme a un fascinante
mundo comunicativo, social y creativo en la gran Red de Redes. Y
ahora, liberado todo nuestro genio creador, solo nos resta seguir
apasionandonos con todo y hacer que suceda... lo imposible.
Hay infinidad de ejemplos de superación y de hacer que las cosas
sucedan. Ya he hablado de la pel ícula comunitaria Vida en un día. Otro
ejemplo similar para conseguir que ocurra la contribución colectiva, es
el coro virtual del compositor Eric Whitacre. En su vídeo se puede ver
como miles de personas de todo el mundo, cantaban al unísono,
liberando la voz de los ciudadanos de la tierra.

Experiencias auténticas mostradas en la Red

M e encanta seguir blogs y videoblogs que cuentan experiencias


personales auténticas. Es una buena oportunidad de conocer a personas
con mucha sensibilidad. Almas que viajan por el mundo, aportando a
los demás, y con una visión embellecedora de la realidad. Son regalos
que aportan a mi ser y me hacen amar el espíritu humano. Son seres
libres por dentro, que desean abrirse a todos los mundos.
De forma periódica sigo blogs o actualizaciones de redes sociales, de
amigos y amigas que estaban viajando por rincones fascinantes del
planeta, como el África subsahariana, la India o Sudamérica. Algunos
en bicicleta y otros con la mochila al hombro. Incluso yo he sido parte
de este fenómeno, compartiendo parte de mis experiencias del Camino
de Santiago.
La fotografía, el vídeo o la prosa, llenan internet de miradas distintas
sobre el mundo. Infinidad de personas plenas de vidas, que inmortalizan
sus pasos por la existencia, interpretando la realidad, incluyendo la
propia, desde lo más profundo de uno mismo. Dotando de presencia a
las cosas. Encajando en el mundo. Con la espontaneidad del que
saborea algo por primera vez.
Me encanta ese internet que refleja la vivencia libre y personal de
millones de personas. Dando importancia a mis cosas, a mi vida, a mi
presencia en el mundo. Desde este cauce de autoestima que me facilita la
Red.
Me contaba mi pareja como disfruto de un atardecer en el puerto de su
pueblo asturiano, en compañía de buenos amigos. Ella se sentía muy
conectada y calmada, sintiendo el momento, que la lleno de gozo. Lo
saboreo hasta el fondo, y luego fijo el recuerdo de la experiencia en una
bella fotografía. Al rato compartió la imagen con sus hijos y amigos a
través de Facebook. Para ella el uso de la tecnología , la permitió
expandir su vivencia más allá de ella misma.

Viajes expandidos con tecnologías móviles

Ahora podemos viajar más libres y disfrutar de cada momento. No


necesitamos tanta preparación como hace décadas, en el que días antes
de nuestra salida teníamos ya la guía y el mapa de la zona, comprados
los billetes de transporte y reservados todos los hoteles.
Pero todo ha cambiado para quienes queramos confiar en los recursos
q u e nos da internet y las aplicaciones de viaje para smartphones.
Podemos consultar en cualquier momento en Google Maps donde nos
encontramos, usar el GPS y el navegador del móvil para descubrir la
mejor ruta o consultar cualquier horario de transporte público. Las
posibilidades y combinaciones de nuestro viaje se multiplican, con
servicios que podemos usar o dejar aparcados un rato, pues siempre
podemos guiarnos por nuestra intuición o preguntar a algún lugareño
por la ruta.
E l fenómen o TripAdvisor es toda una revolución . Una web que
recoge las opiniones y recomendaciones de millones de viajeros, sobre
hoteles, restaurantes o lugares de vacaciones. Un sistema sencillo y muy
funcional, que nos ayuda a localizar esos lugares auténticos donde
descansar, comer o disfrutar.
Además, en nuestra palma de la mano, ya disponemos de una buena
cantidad de Apps de viajes con los que reservar un hotel, un restaurante
o lo que sea. Algunas de ellas nos permiten incluso alojarnos en casas
particulares.
Y ya hemos nombrado las numerosas posibilidades de compartir
viajes en coche, casas o lo que sea, en un planeta cada vez más pequeño
y cercano. La clave es zambullirse libre en este mundo de oportunidades
y aprovecharlas.
¿Te apetece descubrir un tesoro con ayuda de un GPS? Nada más
sencillo con toda la inmensa comunidad de Geocaching repartidos por
todo el mundo, y que se dedican a esconder objetos y dar pistas por
internet para que tú puedas encontrarlas.

Identidad personal expandida

Antes hablábamos de la necesidad de crear nuestra identidad digital,


asociada a nuestra identidad personal. En realidad las dos identidades
son la misma, expresadas por diferentes cauces. Los perfiles en redes
sociales nos ayudan a clarificarla y expresar con transparencia nuestra
vida digital. Lo que podemos aportar, lo que nos gusta o lo que
soñamos realizar.
Gracias a esta identidad expandida en el espacio digital, podemos
encontrar muchas más personas afines, con proyectos e iniciativas
similares a las nuestras.
Nuestro poder personal se expande, al igual que nuestra identidad.
Desde allí podemos contribuir al mundo con nuestras iniciativas únicas,
sabiendo que junto a nosotros existen millones de seres humanos
iguales a nosotros, que también aportan al bien común . Podemos crear
puentes con ellos, y alinear nuestras caminos en la misma dirección
creativa, amorosa, libre y sabia.
Capítulo 7. Potenciando los lazos, los puentes y las redes
en el InterSer y en el InterNet.
Has ta ahora en este libro he señalad o ampliamente hacia esta
sensación tan real de interdependencia, y de como cada uno de nosotros
podemos fluir en sintonía con ello. También he aportado algunos
marcos de referencia de este nuevo mundo de Interser, y un cajón
desastre de modelos e iniciativas que están surgiendo por todo el
planeta. Y por supuesto, lo he puesto todo en el contexto catalizador de
las nuevas tecnologías de comunicación, aprendizaje y participación. En
los capítulos que restan voy a intentar mostrar más formas y pautas para
alinear, integrar, sanar y crear puentes en este nuevo espacio más
interconectado. Para seguir este viaje es fundamental que permitamos
que nuestras mentes y nuestros corazones se abran a un espacio más
amplio, donde quepa todo el universo y sus infinitas posibilidades.

Sentir la nutrida red de relaciones entre todas las cosas

Cada vez vemos en el cine más películas que tratan de abrir nuestras
conciencias a esta sensación de que todos estamos unidos de una u otra
forma. Matrix, Avatar, 2001: Una odisea en el espacio, Babel, La
fuente de la vida o El Atlas de las nubes, señalan en dirección al
Interser.
Ya no podemos vivir ajenos a esta realidad compleja e interconectada.
Nuestra supervivencia personal y colectiva depende de ello. Por tanto es
necesario que cada uno de nosotros dedique tiempo a investigar, tanto
fuera como dentro de su conciencia, como funciona todo. Una labor
infinita, llena de matices, que nos prepara para entregarnos con
autenticidad y alegría al destino de la existencia.

Puentes personales con uno mismo

Para mí esto es un re-descubrir el espíritu humano, y ver como esto


nos conecta a toda la realidad. Como primer paso, es muy recomendable
estar en algún camino de desarrollo personal, como viaje de
investigación personal. Y esto implica entre muchas otras cosas, el ir
conociendo y experimentando lo más plenamente posible mi cuerpo, el
ir intimando con mis emociones y mi sombra, el descubrir como son
mis creencias y mis obsesiones mentales, la apertura hacia mis deseos,
vocación y voluntad de servicio, y por supuesto sentir cada vez más esa
intuición profunda, amorosa, misteriosa y más allá de mí, que me guía
hacia la unidad con todo.
En la medida que yo pueda intuir dentro de mí todos mis puentes
vitales, entre todo lo que me conforma como ser humano, así podré
estar abierto a sentir los otros puentes que me ligan con mi realidad
externa. Si yo estoy integrado y a gusto con toda mi persona, es más
fácil que me abra a los demás.
Una práctica que yo uso mucho, es el hablar en primera persona con
mis distintas facetas internas. Dentro de nosotros tenemos infinidad de
subpersonalidades y voces, que son aspectos y perspectivas diversas de
uno mismo. El objetivo es reconocer, escuchar, e integrar a toda mi
familia interna. Por ejemplo, puedo dejar que hablen consecutivamente
mis voces del miedo, de la dignidad, del dolor, del deseo, del
escepticismo, del cariño, del enfado, del éxito, del juez, del innovador o
del internauta. También puedo despertar voces más profundas, como la
Voluntad, el Gran Corazón o el Sentido de la Vida. Da igual que las
veamos como más positivas o más negativas, el ejercicio es dejarlas
hablar a todas, y permitir que puedan ir integrándose y sanándose entre
ellas. Con ello vamos creando vínculos internos con nuestros aspectos
negados y en la sombras, recuperando energía y recursos para vivir en
lo cotidiano. Este poderoso recurso lo aprendí de Dennis Genpo Merzel
(@GenpoRoshi) y su libro Gran Mente, Gran Corazón. Descubriendo tu
propio Camino, y que luego he practicado con Alejandro Villar Martín
(@AlejanVM).
Lazos vitales y energéticos con la vida

Constantemente establecemos lazos con la vida, es decir contactos que


nos ayudan a nutrirnos, existir, intercambiar, crear y amar. Sin estos
lazos morimos, como muere una planta desvinculada de la tierra, o un
pez alejado del agua.
Son vínculos vividos desde nuestra realidad física, emocional y
mental, que nos permiten conectar con nuestros familiares, amigos y
con muchas otras personas. También establecemos conexiones con el
arte, el conocimiento, el trabajo, nuestras aficiones, la naturaleza, las
posesiones que tenemos, nuestra cultura, los alimentos que tomamos, e
incluso con lo espiritual. Con todo ello nos unimos o nos separamos en
determinados momentos, y como en cualquier ecosistema, establecemos
intercambios energéticos que pueden ser creativos o parasitarios.
Una forma de aprender a ver como estamos en el mundo es observar
como están nuestros lazos energéticos con la vida. Es interesante mirar
que vínculos son fuertes, y cuales son débiles en nuestro día a día. Y a
la vez descubrir que lazos son destructivos o dañinos, y cuales son
constructivos o sanos. No podemos olvidar los lazos neutros o
indiferentes, que nos avisan de bloqueos en nuestras capacidades de
contactar con el mundo.
Para vivir sabiamente en Interser, nutriendo y siendo nutrido por este
espacio de bien común , debemos reflexionar sobre la calidad de
nuestros lazos. Y para tomar conciencia de esto a mí me ayuda mucho el
siguiente ejercicio sencillo que aprendí de Antonio Pacheco:
Túmbate relajado. Imagina que estas solo en el mundo, sin
ningún lazo con nada. Como si fueras el último habitante de un
planeta desierto. Déjate sentir el dolor de la separación. Y ve
dándote cuenta de que lazos importantes hechas en falta. Observa
lo que añoras. Las personas, las experiencias compartidas, las artes
y aficiones, etc. Lo que venga. Permanece un rato sintiendo el
malestar y el deseo de recuperar esos lazos. Luego, imagina que se
te da otra oportunidad de volver a la tierra, ¿Qué harías? ¿Qué
lazos irías corriendo a restablecer? Deja que tu pasión , tu amor y
tus ganas florezcan durante un rato, antes de lanzarte de nuevo a
tu vida cotidiana.

Conciencia de la grandeza humana

Hace tiempo pensé en escribir un blog sobre las grandezas humanas y


naturales, que hablara ampliamente de todos los maravillosos logros y
descubrimientos que se han desarrollado lo largo de toda nuestra
historia biológica y humana. Y aunque fue un sueño pasajero, realmente
me parece una labor que puede abrir nuestras conciencias. Comprendo
que también tenemos nuestras miserias como especie, pero creo que sin
u n a conciencia de nuestras virtudes colectivas más esenciales, no
podremos despertar, unirnos y movilizarnos en estos tiempos de
transformaciones.
No es fácil que confiemos en los demás, si no valoramos sus aciertos.
No es fácil que nos entreguemos al bien común si no me apoyo en la
grandeza de la humanidad. Necesitamos soltar esa arrogancia que nos
hace creernos los únicos poseedores de la verdad, y mirar al mundo con
ojos engrandecidos de admiración . Solo así podremos ver como se
despliegan a diario tantos y tantos lazos enriquecedores y nutritivos
desde todos los ángulos de la humanidad. Y solo así conseguiremos
despertar a esta nueva identidad colectiva como humanidad.

Conexión y despliegue evolutivo

Otro aspecto que nos ayuda a percibir las conexiones de todos los
aspectos de la existencia, es percibir los patrones evolutivos. Miremos
donde miremos, podemos intuir como todo cambia y se transforma en
el tiempo, desde las especies biológicas, hasta las culturas humanas.
También internet es un claro ejemplo de evolución tecnológica. Por
tanto, podemos ligar unas cosas con otras en el tiempo, en un proceso
de devenir histórico y continuo. Los sucesos ocurren gracias a otros
sucesos precedentes que fueron preparando el terreno de juego para que
fuera posible.
La fuerza evolutiva nos ayuda a recuperar el sentido y significado de
nuestra vida. Venimos de algo y vamos hacia algo. Puedo agradecer la
cadena humana y natural de procesos que me han hecho posible, y
también puedo responsabilizarme de mis actos como sembrador de
f u tu r o . Mirando el pasado y como emergen las cosas, puedo
comprender que los pequeño s actos mío s actuales, ayudan a crear un
mejor mañana.
Escribir un libro como éste, y publicarlo por internet, tiene su impacto
inspirador. De eso estoy seguro, aunque solo lo leas tu. Este ensayo se
apoya un entorno cultural muy diverso con toda su historia pasada,
lleno de contextos y perspectivas que han evolucionado con el ser
humano, y que han permitido que emerja en mí esta interpretación que
estás leyendo. Sentir como soy parte de una especie de misión colectiva,
a mí me da sentido y, porque no decirlo, mucho gusto.

Conciencia de nuestros lazos sociales y ecológicos

L o s corazones humanos nos vamos enredando unos en otros,


nutriendo a los distintos Interseres en los que vivimos. Los lazos de
amor hacen posible el día a día de las familias. Cuando salimos a la calle
y compartimos momentos con nuestros vecinos, somos juntos sociedad
local. Co-habitamos en un territorio, que nos dota de alma, y al que
aportamos miradas. Nuestros usos comunicativos de internet, son otra
forma de tejer lazos sociales y humanos, como vamos viendo.
E s interesante observar los flujos y las consecuencias que van
trayendo nuestros actos. Ya sea en el trabajo o en nuestra relaci ón con la
naturaleza. Muchos sociólogos y educadores ambientales nos señalan
como los productos que consumimos generan procesos complejos en
nuestras sociedades y en los ecosistemas naturales, que de una forma u
otra, daña n o mejoran nuestro Interser global. También los efectos
combinados de muchas personas, como hemos visto en los casos del
Crowdfunding o financiación colectiva, permiten que iniciativas
transformadoras como la Wikipedia sean posibles. Tambi én nuestra
pasividad deja huella en nuestros distintos entornos, como podemos
comprobar si lo practicamos, por ejemplo sentados todo el día en el
sillón viendo la tele.
No es fácil estar abierto a percibir todos estos lazos que nos unen. Se
requiere inteligencia, nuevas formas de ver el mundo, y también mucha
empatía . Hay personas que no son capaces de ver más que las
conexiones más groseras y objetivas, mientras que otros pueden captar
hasta lo más sutil. Para estos últimos, esta visión los permite ser más
responsables y eficaces en la resolución de problemas. Vale la pena
irnos entrenando internamente en este arte de percibir cada vez más y
más vínculos. Aunque probablemente nunca llegaremos a percibirlo
todo en este mundo de exuberante complejidad.

Potenciar las virtudes conectivas

Un a vez que estamos entrenados en percibir estas conexiones más


sutiles, estamos preparados para potenciar los distintos lazos, ya sea
entre personas, ideas innovadoras, situaciones, culturas o recursos
tecnológicos. Y podemos hacerlo de forma centrípeta, fomentando la
cohesión y estabilidad del entorno en el que nos movemos o, también,
de forma centrifuga, creando puentes con otras realidades diferentes a
las cotidianas. Según sean nuestras capacidades y según convenga.
Creo interesante sugerir algunas virtudes conectivas que nos pueden
ayudar en esta labor. Son valores, intenciones y también prácticas
concretas, como la conciliación social, la mediación en conflictos, la
ética ciudadana, el empoderamiento de comunidades, el sano liderazgo,
la dinamización cultural, el descubrimiento de talentos, la conexión de
iniciativas, el enlace de lo global a lo local, etc. Aspectos variados y
fascinantes que por sí solos darían mucho que hablar, y que en muchos
casos no se valoran suficientemente en nuestras sociedades. Para todo
esto, creo importante destacar - de nuevo - la importancia de desarrollar
un pensamiento lateral y una visión del mundo más abarcante.
Podemos expandir y potenciar muchas de estas virtudes, con ayuda de
internet. Del medio digital podemos aprovechar sus muchos recursos de
comunicación , de conversación , de aprendizaje, de empoderamiento o
de participación . Como ya hemos afirmado en otros puntos, la mezcla
adecuada de labor en la calle y en el medio online, puede catalizar
nuestras acciones.

Hacer más visible las iniciativas locales y el internet local

Estos año s he trabajado en entornos locales, sobre todo rurales,


fomentando la visibilidad, las redes, la participación y la innovación
social de las personas de los territorios. Con ello complementaba, con
ayuda de internet, la estupenda labor de los agentes de desarrollo local.
Pude descubrir con ellos, como estas tecnología s están empezando a
romper muchas de las limitaciones de estas zonas locales.
Muchas personas de estos territorios se sienten alejadas de las zonas
donde se toman las decisiones, de donde se mueve la economía y el
trabajo y de las áreas creativa e innovadoras. La participación social y
las redes ciudadanas son débiles, lo que limita la colaboración , el
empoderamiento y el sacar adelante las iniciativas. Es una dinámica
difícil de cambiar a corto plazo, aunque con ayuda de internet es posible
inspirar otras formas de verse como ciudadano local y asumir un nuevo
protagonismo. Creo que las nuevas tecnologías ayudan en este cambio
de actitud y posibilidades, ya que la Red permite romper barreras
geográficas, culturales, sociales y crear puentes y redes de personas con
ganas de innovar y aprender juntas.
Lo primero que suelo hacer cuando me implico en un territorio local
es hacer visible su propio internet local, y lo hago con herramientas de
agregación, directorios y redes sociales. A parte de su utilidad física, con
estos recursos pretendo mandar un mensaje a los ciudadanos locales,
para que sientan que hay una unidad intrín s eca entre todas sus
iniciativas, y que estas pueden verse y compartirse por internet. A los
pocos meses, al sentir esta red cercana, algunas personas y grupos se
animan a participar y a subir sus propias iniciativas a internet. Suele ser
una fase que me sorprende, porque aparecen de la noche a la mañana
nuevos blogs, periód i c o s locales, webs de eventos, redes de
intercambio, canales de YouTube o páginas locales en las redes sociales.
Es como si estuvieran esperando que alguien los despertara para salir a
compartir y mostrar toda la riqueza del territorio y de sus habitantes. Es
una fase muy motivadora, en la que es importante tejer redes de
conversaciones y apoyar estos nuevos proyectos.
Un a de las claves es implicar activamente a estos nuevos agentes
sociales online, para que, de forma muchas veces informal, potencien
los recursos locales. También es fundamental acoger y formar a los
técn ico s de desarrollo local, para que aprovechen estas nuevas
herramientas y las usen junto con su labor en la calle. La herramienta de
Internet da poder a los ciudadanos para usarlo en beneficio del bien
común local. Además , muchos emprendedores locales lo usan para
difundir sus proyectos, lo que los aporta nuevas posibilidades de
hacerlos rentables.
En fases posteriores intentamos generar redes de colaboración entre
iniciativas, emprendimientos y personas. Una parte fundamental en la
innovación social local. También tendemos puentes con personas que
emigraron del territorio, y por supuesto con todo el resto del mundo a
través de la gran Red.
Muchos de los efectos conseguidos no son visibles y quedan dentro
de las personas. Son factores subjetivos muy importantes que movilizan
los corazones y las ganas de participar. Sin ellos, muchas iniciativas y
emprendimientos locales no saldría n a la luz. Y desde esta visión
evolutiva que hablábamos antes, pequeñas inspiraciones que movilicen
nuestras acciones y soluciones en el momento actual, pueden iniciar un
proceso poderoso que a medio y largo plazo generen abundante riqueza
local (en todos los sentidos). Podemos esperar a que los poderes
públicos nos solucionen todos nuestros retos, o confiar en que nuestras
acciones personales y colectivas fortalezcan nuestros lazos sociales y
generen nuevos puentes, que transformen radicalmente nuestra realidad
local. Y contribuir con todo ello al florecimiento conjunto de lo global.

El efecto contagio

Todo lo que ocurre en el Interser humano es sumamente contagioso.


Y si utilizamos internet, el efecto contagio se amplia enormemente. Las
buenas iniciativas corren como la pólvora, entrando sin tapujos en la
mente y en los corazones de las personas. Ya no tenemos que esperar
largo tiempo a que algunos valores culturales cambien, pues en apenas
semanas estás pueden calar en la sociedad, apoyándose en recursos
como las redes sociales virtuales. Podemos ver sus efectos en muchas
campaña s sociales, surgidas de la noche a la maña n a , como ya
comentábamos.
También los valores más rancios, y las iniciativas partidistas, se
expanden con gran rapidez en cualquiera de los 4 internet de los que
hablaba antes. Todo esto está provocando una lucha sin precedentes
entre valores divergentes y formas de ver el mundo. El caos ideológico
es cada vez más evidente y pringoso, en el esfuerzo viral de hacerse con
la mente de las personas del planeta.
Pero más allá de esta locura, cada uno de nosotros tenemos cierta
capacidad para elegir lo que queremos que nos llegue, y lo que
queremos mantener fuera. Ésta capacidad discriminativa es fundamental
tanto en internet como fuera de ella. Y desde ah í, podemos ser un canal
libre y catalizador de los aspectos que tienen sentido y auténtico valor.
Estos puentes significativos que creamos y contagiamos con pasión,
alegría y voluntad, pueden hacer posible que emerja velozmente esta
nueva humanidad.

La inteligencia colaborativa en la Red

Ya hemos hablado de la inteligencia de las multitudes, y hemos puesto


suficientes ejemplos de como se está manifestando en el mundo actual.
Un termino similar que se usa actualmente bastante es el de inteligencia
colaborativa, como un emergente de la acción y pensamiento de muchos
individuos conectados de formas muy diversas entre si.
En el contexto de internet hablamos mucho de esta inteligencia, que
surge a veces espontáneamente tras crear entornos que fomentan las
interacciones entre individuos, con ayuda de algunas pautas, marcos,
recursos u objetivos comunes. Juntos conformamos algo similar a un
sistema nervioso global, constituido por infinidad de internautas (a
modo de neuronas), que establecemos innumerables conexiones
(sinapsis), y que permite el surgimiento de una inteligencia colaborativa
experiencialmente muy rica.
P o r tanto para que esta inteligencia colaborativa sea cada vez más
amplia y poderosa, es fundamental propiciar todo tipo de lazos, puentes
y redes entre personas comprometidas. Y también entre ideas y
proyectos valiosos. Cuanto más auténticas e integradoras sean estas
conexiones, mejor será para todos. Y aunque esto puede ocurrir en
entornos presenciales, virtuales o mixtos, solo gracias a la capacidad de
interrelación de internet, hemos podido generar una explosión de esta
inteligencia. Pero debemos entender que no solamente nos interesa la
cantidad de los productos colaborativos, sino también su calidad y
sentido.
La Inteligencia Colaborativa que se mueve en internet llega lejos y a
muchas personas, pero necesita generar alma, valor, contacto y
significado. Me viene la imagen de la persona desnuda frente a los otros,
deján d o s e ver y juzgar por los otros, ponién d o s e en juego, y
aprendiendo del contacto con otros. Aquí es donde el reto es mayor, la
vinculación es más profunda, y por tanto el aprendizaje grupal es más
enriquecedor. Éste es el reto de cualquier comunidad inteligente, vivirse
con amplitud y a la vez con cercanía.
Y como jardineros de la inteligencia colaborativa debemos crear
juntos entornos de participación lo más vivos y humanos posibles.
Luego regar estos espacios con objetivos, metodologías y mucho amor.
Permitir la multiplicación de contactos, remezcla, juegos y
conversaciones. Y por último, observar como la innovación humana va
surgiendo por todas partes, para disfrute y aprovechamiento nuestro.

Comunidades o Redes Humanas apoyadas en Internet

Las redes sociales en internet están de moda. Nos permiten conectar y


sincronizarnos con distintas personas. Nos abren a la realidad del otro.
Compartimos y nos ponemos al día. Nos ayudan a mantener la relación
en la distancia, y también nos amplía n la experiencia con nuestros
amigos cercanos. Además nos descubren nuevas posibilidades de
intercambio en nuestra profesión o en los campos de saber que más nos
interesan.
P o r tanto, las redes virtuales nos descubren formas de interacción
nunca vividas hasta el momento, pero sin llegar a ser un sustituto de las
relaciones cara a cara. Más bien son una ampliación, un complemento y
un valor añadido a estas. Por ello, creo firmemente que para enriquecer
nuestra experiencia social, cultural o colectiva, debemos desarrollar
cualidades y virtudes tanto presenciales como virtuales. Porque estas no
están separadas, sino que forman parte del misma realidad humana,
dentro del Interser en que cohabitamos.
Es to permite, que podemos hablar de forma unificada, de redes
sociales humanas. En ellas, grupos diversos de personas vivimos
experiencias conjuntas que enriquecen al colectivo, apoyándose en la
presencia, y ampliándose en lo digital. Y como bien sabemos, estas
pueden tomar muchas formas, desde familias, grupos de amigos,
comunidades de alto rendimiento, organizaciones sociales o redes de
emprendimientos.
Observa un momento despacio. Con este marco abierto, ¿puedes
sentir las diversas comunidades humanas en las que actúas, desde todos
sus ángulos y percibiendo sus diferentes matices?. Mira como las vives
con tu cuerpo, la pasión que desarrollas en cada una de ellas, lo
significativas que son para ti, las formas de comunicarte y generar
vínculos que pones en practica con ellas, o como te ayudan a expandir
tu conocimiento.
P ar a mí e l reto principal actual es crear auténticas comunidades
humanas. Es decir, desarrollar lazos entre personas, que enriquezcan
nuestras facetas vitales y existenciales. Podemos partir de comunidades
más cercanas, donde establecemos lazos más fuertes y frecuentes,
creando y aprendiendo juntos. Y desde ah í ampliarnos a otros grupos a
través de vínculos más débiles, pero no por ello faltos de significado y
valor, hasta llegar a sentirnos también parte de la humanidad en su
conjunto. En todas ellas, las distintas tecnologías de comunicación nos
ayudan a vincularnos, aunque parece que adquieren más relevancia
cuanto más débil, lejana en el tiempo, y distante sea este vínculo.
Una de las maravillas del ser humano es su capacidad de recordar,
imaginar y empatizar. Podemos haber vivido pocas experiencias
presenciales con una persona, pero eso puede ser suficiente para recrear
una enriquecedora interacción posterior por internet, de formas en las
que hace décadas no hubieran sido posibles.
Personalmente, me ayuda mucho diferenciar entre mis comunidades
humanas, en base a la fortaleza del vínculo que establezco. Con mi
familia y grupos cercanos donde establezco relaciones más intensas y
emocionales, busco sobre todo el potenciar este contacto presencial y de
crecimiento, usando lo virtual como complemento de lo anterior. En
cambio, con personas y comunidades más distantes con los que tengo
vínculos más débiles, me ayuda mucho internet y sus redes sociales
(junto con momentos de desvirtualización), que me permiten expandir
aprendizajes e iniciativas, y sentir que soy parte de algo cada vez más
global.
Y aunque puede haber muchos matices, creo que necesitamos
desarrollar un sano equilibrio entre estos diferentes tipos de vínculos,
unos más intensos y otros más esporádicos, como parte de nuestra
relación de Interser. Los dos tipos, pueden ser igualmente significativos
y valiosos para nosotros, en función de nuestra misión y necesidades.
Por tanto, vale la pena potenciar ambos. La idea de solo vivir con lazos
presenciales, a mí se me hace muy pobre. En realidad, muchos ya no
podemos vivir sin internet, pues perderíamos un nexo de unión muy
poderoso con el mundo y nuestras culturas, hecho de infinidad de
pequeños contactos digitales.
Capítulo 8. Alineándonos juntos hacia el bien común,
integrando las contradicciones.
En un mundo donde parece que la crisis lo llena todo, y donde las
diversas formas de sociedad civil, y los sistemas económicos, políticos y
tecnológ i c o s dan la sensación de ir en direcciones opuestas,
defendiendo cada uno sus posturas divergentes, vale la pena dedicar un
tiempo a investigar lo que nos une. Y luego trabajar por potenciar este
mundo de sumar, vincular e integrar que realmente esta muy presente a
nuestro alrededor, con frecuencia invisible a nuestros ojos.
Podemos obsesionarnos por la resta, la separación y la fragmentación,
o podemos sentir profundamente como en realidad estos aspectos son
solo la ausencia de conectividad, a la espera de ser sumados e integrados
hacia algo mayor a ellos mismos.
Y a hemos hablado de las muchas iniciativas de interser que nos
rodean, y de como estás desean vincularse a otras con puentes y lazos,
que pueden ser fuertes o más sutiles. Ahora es el momento de alinearlo
todo en la dirección del sentido y del bien común . Y también de ver
como internet nos acompaña en este proceso.

Entendiendo esto de estar alineados

Hace año s escuchaba una conferencia de Fredy Kofman (el autor del
libro Metamanagement) en la que hablaba de la necesidad de alinear los
objetivos particulares, con los objetivos globales. Y para ello pon ía un
ejemplo muy didáctico y clarificador basado en el fútbol.
En un mismo equipo, los defensas tienen como objetivo defender la
portería y no recibir goles. Cuantos menos goles mejor. Para ellos,
recibir uno o ningún gol puede ser admisible. Por contra, los delanteros
tienen la meta de marcar cuantos más goles mejor. Con esta lógica, si el
partido acaba perdiéndose por 5 a 6, para los delanteros puede ser un
logro, mejor que ganar 1 a 0, ya que han marcado más tantos. De igual
forma, un perder por 0 a 1 puede ser admisible por la defensa, que
centrados solo en mantener la portería con pocos goles, lo pueden
preferir a ganar por 5 a 4.
Pero todos sabemos que en el fútbol las cosas no funcionan así, que
hay un objetivo global, que va más allá de los objetivos particulares de
los defensas y los delanteros. Ambos grupos se alinean y dan lo mejor
de sí, buscando tanto hacer bien su parte, como el facilitar la meta
colectiva, que es en último termino ganar el partido.
D e forma paralela a este ejemplo, podemos entender que en este
mundo globalizado, cada grupo político, económico y cívico tiene sus
objetivos particulares, que no siempre concuerdan con el objetivo
global. Para un gobierno su meta principal gira en torno a la estabilidad
de una nación. De igual forma, para el sistema financiero y las empresas
su misión va dirigida a fomentar el crecimiento y la ganancia. Y
finalmente, para los ciudadanos y la sociedad civil, lo que buscamos es
que todo el mundo esté bien, tenga medios de vida, y fomentemos
juntos una fraterna cultura colectiva.
Si un grupo, para maximizar sus objetivos particulares, pisa los
objetivos de otro grupo, mal vamos. Y esto está pasando. Hay muchos
grupos ciudadanos enfrentados a los intereses empresariales, poniendo
trabas al crecimiento y a sus licitas ganancias. Por contra, el sistema
financiero y las empresas con frecuencia no se preocupan de los efectos
de sus actos, como cuando un banco desahucia a personas sin recursos
de sus casa por no pagar la hipoteca. Mientras, algunos políticos coartan
las expresiones civiles en aras de mantener la estabilidad del territorio.
En algunos casos la política y la economía se apoya. En otras situaciones
se enfrentan.
Todo esto lo podemos ver bien en la respuesta que da cada grupo ante
esta crisis global que estamos viviendo. Son respuestas contradictorias y
en muchos casos nada alineadas con las necesidades de todos. Para los
políticos, su reto es mantener la estabilidad y que el sistema global no se
rompa. Para ello, si es necesario recortar, se recorta de servicios
importantes para el ciudadano. Y esto para buena parte de la sociedad
civil es inadmisible. Por lo que acaban sintiéndose hartos del sistema, y
luchan para que sea reformado de raíz , sin perder sus logros civiles.
Todo esto agravado por situaciones límites de muchas familias. Por
contra, la tendencia de algunos bancos y empresas, en el mejor de los
casos, es a aprovechar la situación para ganar mercado y beneficios, y
en el peor de los casos sobrevivir sin perder demasiado.
Como podéi s imaginar, estos grupos no son estancos. Somos todos
partes de una sociedad, de una cultura, de un espacio de Interser.
Estamos todos metidos en el mismo barco, y por tanto tenemos que
aprender a alinear nuestros objetivos hacia el bien común de todos. Esto
no es fácil, pero ya hay colectivos enfrascados en esta tarea, como
hemos ido viendo en estas pág i n a s , con iniciativas abiertas,
emprendedoras, sociales y que fomentan el bien común.
Todos juntos, necesitamos aprender de esta crisis y traspasarla. No
podemos hacerlo por separado. La sociedad civil, las entidades públicas,
y las organizaciones empresariales, debemos dialogar y tener en cuenta a
los otros grupos. De la crisis no saldremos solo con recortes políticos, ni
solo con esfuerzos económicos, ni tampoco con revueltas ciudadanas. O
nos salvamos todos a la vez, y para ello necesitamos alinear y
aprovechar lo que cada ámbito humano puede aportar, o posiblemente
colapsaremos en una larga crisis de civilización de resultados
imprevisibles.
¿Jugamos juntos o jugamos fragmentados? Si vamos separados, todo
seguirá igual, con los políticos en la defensa sin visión de juego, las
empresas en la delantera obsesionados por meter y meter, y claro, los
ciudadanos en las gradas esperando que los otros resuelvan el partido.
S i vamos juntos, si nos alineamos, todos participaremos en un gran
encuentro de fútbol, donde hasta el equipo contrario disfrutara de la
sana competición. Con unos delanteros eficaces, que meten goles, pero
que también presionan adelante, roban balones, y bajan a defender. Con
defensores seguros, que saben también provocar salidas rápidas y pases
largos hacia los delanteros. Y un público entregado y activo, que dialoga
con los jugadores y los estimulan, en un creativo espacio de sinergia y
diversión colectiva.

Marcos de sentido y límites sanos que facilitan la alineación

Ya he hablado en el capítulo 5 de la necesidad de tener marcos de


referencia, que nos permitan alinear nuestra realidad, tanto a un nivel
personal como para el bien común de todos. Sabemos que estos límites
o marcos, dependen en parte del contexto en el que estemos y de la
interpretación que decidamos construir. Esto nos obliga a ir adaptando
nuestros marcos a las circunstancias particulares, que cada situación nos
pida, pero sin que por ello perdamos la visión de conjunto, de
profundidad y de alineación.
En este libro no tengo tiempo de entrar en muchos detalles, y dejo a tu
criterio e imaginación que uses todos estos conceptos generalistas que
doy, ya sea en un contexto empresarial, personal o ciudadano. Por tanto,
es necesario que tú mismo los adecues a tus diversas perspectivas.
Digo todo esto porque tengo muy claro que necesitamos estos marcos
d e referencia o de sentido, que nos encaucen y pongan límites sanos a
nuestras distintas realidades. Porque vivimos en un mundo lleno de
diversidad, con todo tipo de contextos imbricados, y con los millones de
interpretaciones que hacemos. Sin mapas colectivos estamos perdidos.
Y aunque los mapas no sean el territorio (algo imposible pues hay
infinitos territorios repartidos en las conciencias de todos los seres),
éstos nos pueden ayudar a manejarnos por estos espacios.
S i n estos marcos de sentido, la existencia la vemos como un
conglomerado de fragmentos desconectados y compitiendo entre si. Son
estos mapas abarcantes y significativos, los que nos permiten alinear
todos los trozos distribuidos de realidad que configuran nuestras vidas,
y dirigirlos hacia el bien personal y común.
Cualquiera de los marcos que aportamos en el capítulo 5, ya sean las
pautas para sanar el Interser, el modelo Integral de Ken Wilber o los
más afines a la cultura digital, pueden aportarnos una guía para
alinearnos simultáneamente hacia el bien colectivo y el bien individual.
Eso no quita para que cada uno tengamos nuestras preferencias, y unos
mapas sean más adecuados que otros, según el contesto particular, y en
función de su capacidad para integrar más aspectos de la realidad. Desde
mi punto de vista, en estos tiempos, no debemos utilizar marcos que no
tengan una componente evolutiva clara. Tampoco aquellas que ejerzan
algún tipo de violencia o marginación hacia los aspectos individuales,
colectivos, subjetivos u objetivos del tema que estemos tratando. Y por
supuesto, aquellos que no reconozcan la existencia de aspectos de
verdad (o ciencia), aspectos de bondad (o ética), y aspectos de belleza (o
arte).

La sombra colectiva y el diálogo de voces colectivas

En el capítulo 2 hablaba de la existencia de una sombra personal,


formada por voces o subpersonalidades internas que no queremos
reconocer. Son aspectos de nosotros mismos, que si actúa n desde el
subconsciente, pueden sabotear nuestra vida, pero que si son aceptados
e integrados, nos aportan muchos recursos y energía.
D e igual forma, podemos hablar de la sombra colectiva, como las
creencias, valores, expresiones y formas de funcionar de nuestras
culturas humanas, que no queremos reconocer, porque muestran la cara
más oscura y dolorosa de nuestra humanidad. Y también , mirando
desde otro ángulo, porque reflejan los más altos valores del espíritu
humano, ante los que nos sentimos indignos.
Ya sean sombras colectivas luminosas o dolorosas, el caso es que
tratamos de escaparnos de ellas, sin verlas, y sin pelea. Lo que pasa es
que en estos tiempos, pocas cosas sociales pueden quedarse en la
sombra, ya que con la proliferación de los medios de comunicación e
internet, todo tiende a transparentarse. Y para complicarlo aún más,
todo esto emerge de forma brusca, generando todo tipo de crisis y
enfrentamientos con otros aspectos conflictivos todavía en la sombra.
C o m o ejemplos de sombras colectivas más dolorosas, está la
mercantilización de la vida, el materialismo, la dominación y
dependencia de grupos humanos, la corrupción del poder, la
explotación ambiental y social, la indiferencia y el narcisismo social, etc.
Como sombras grupales más luminosas, podemos hablar de la
fraternidad y la concordia universal, la inteligencia colaborativa, la
voluntad y el sentido colectivo, la visión utóp i c a o el liderazgo
transcendente.
Todos estos aspectos son humanos y están simultáneamente dentro de
nuestras sociedades. Por ejemplo somos culturalmente avaros y
generosos. En realidad esto no tiene por que ser un problema, si
reconocemos las dos fuerzas, ya que según las circunstancias, puede ser
recomendable actuar colectivamente con una sana avaricia
(reservándonos recursos fundamentales y escasos para nosotros) o con
una abierta generosidad repartiendo el exceso de abundancia.
Sinceramente, creo que no lleva a ningún sitio ese esfuerzo por
justificar, o bien que somos socialmente malos, o bien que somos todos
buenos.
Si que está claro que hay posturas más sanas para el Interser, y otras
más dañinas. Pero en realidad estas últimas lo son porque aún no han
podido expresarse, mutar y alinearse con la totalidad social. Por ejemplo
si escuchamos a un aspecto como nuestra explotación ambiental,
podemos comprender muchas cosas. Que en realidad lo hacemos, en
parte, porque necesitamos sentirnos seguros y saciados, controlando
nuestro entorno, y liberarnos del miedo a un medio escaso y hostil. Y
desde esta comprensión , podemos debatir como sociedades humanas
formas alternativas de usar el medio ambiente, que a la vez nos hagan
sentir más seguros. Al final, podemos conseguir que esta cualidad
colectiva de destrucción ambiental se transforme en una fuerza que
manejo sostenible de la naturaleza, como ya está empezando a ocurrir.
Y una vez aclarado todo esto, estaremos preparados para practicar
algunas formas de diálogos de voces colectivas. Creo que éste puede ser
un méto d o muy adecuado para hacer salir todas nuestras sombras
culturales, escucharlas y valorarlas en su justa medida, darlas un cauce
para que aprovechen su energía social, y permitir que cambien y se
adapten a las necesidades del bien común.
En el próximo capítulo pondré un ejemplo de como pueden empezar a
entenderse algunas de estas voces contradictorias de nuestras culturas,
para poder empezar a sanarlas, liberar sus cualidades sociales más útiles,
y permitir que continúe esta poderosa evolución humana.

Alineación personal y alineación colectiva

Como persona, somos un pequeño universo. Estamos formados por


multitud de partes. Tenemos células, órganos, y también distintas voces
psicológicas. Gracias a que dentro de nosotros hay una voluntad de
integración y alineación, todas nuestras partes pueden actuar al unísono
para el bien de la persona completa. Si la alineación tiene fallos, y
alguna porción de nosotros va por libre, surgirá un desequilibrio, que
puede desembocar en enfermedad.
De igual forma, tanto en internet, como en cualquier sistema colectivo
debemos aprender a vivir alineados con las auténticas necesidades del
grupo. Y esto no quiere decir que debamos subordinarnos a lo colectivo
y negar nuestra individualidad, sino que en realidad, lo que tratamos es
de convivir coordinada y colaborativamente. Y lo hacemos así, en la
medida en que vamos descubriendo que tenemos un mismo destino
humano, y que éste nos llena de sentido a cada uno de nosotros.
E n base a esta búsqueda, está naciendo una alianza de mujeres y
hombres responsables y maduros. Personas integras y abiertas, que de
forma distribuida, emprendemos proyectos humanizantes. Cada uno a
nuestra manera, pero sabiendo que sus distintas iniciativas se alinean
con el sentido más profundo de la condición humana.

Abriéndonos a algo mayor

Seguiré repitiendo una y otra vez que para lograr esta alineación hacia
el bien común , es necesario que cada uno de nosotros nos abramos a
éste algo más abarcante que va más allá d e cada uno de nosotros. Sin
ello, no podremos colaborar con autén tico talento, creatividad y
generosidad en su crecimiento.
E s necesario entregarnos a esta fuerza humana que nos moviliza
simultáneamente, readaptando continuamente nuestras civilizaciones.
Hay una coherencia colectiva que responde a los retos grupales como si
fuéramos una sola alma. Donde sentimos esa vivencia libre y relajada de
ser uno mismo, y a la vez ser parte fundamental de algo mayor. Sin
dudas, sin miedos, sin distancias.
Va m ás allá d e la mera comunicación . Es una empatía compleja, una
conciencia de unidad, un sentir al otro y al grupo, y vivir en
consonancia. Vibrar juntos, moviéndonos alineados y plenos, como las
bandadas de pájaros.
Cr ear Comunidades Humanas alineadas y apoyadas en internet,
requiere de nosotros responsabilidad, voluntad y compromiso. Y el
primer paso es vivir en esta entrega generosa hacia otras personas y
seres del planeta. Si no estamos abiertos a éste algo mayor a uno mismo,
seremos como un pulpo vivo dentro de una cacharrería, tirando toda la
vajilla y las cazuelas, porque no está en sintonía con el lugar, ni con sus
objetos. Y la verdad es que aún veo muchos pulpos caminando por las
calles.

El dolor y la sensibilidad como caminos de alineación

En breve hablaré de algunas estrategias y metodología que nos pueden


ayudar a alinear toda la diversidad de proyectos sociales e iniciativas
tecnológicas. Éstas nos serán m u y útiles, pero no pueden funcionar
adecuadamente si no están acompañados de una vivencia compasiva y
de la capacidad de sentir el dolor de otros.
Muchos grupos humanos estamos anestesiados al dolor del mundo, y
por ello no podemos sentir empatía y amor por los demás . Estamos
encerrados en una cárcel de soledad y de egocentrismo que nos aísla. A
nuestro lado pasan personas aquejadas de ansiedad, pobreza,
enfermedad, muerte o cualquier otro conflicto, y no somos capaces de
sentirlo. En realidad, tenemos tanto miedo a sufrir nosotros mismos, que
nos obligamos a aislamos del sufrimiento de los otros, con la creencia
errónea de que así escaparemos de nuestro propio dolor.
Solo cuando conocemos y aceptamos el dolor natural que nos trae la
vida, podemos ver con compasión el dolor ajeno. Entonces se abre en
nosotros un fascinante espacio de sensibilidad que nos une al mundo.
Por fin estamos realmente vivos y vemos la vida plena que se despliega
a cada instante a nuestro alrededor, hecha de dolor y caricias. Ya no nos
asusta la muerte, ni la vida, ni el conflicto, pues son partes esenciales de
nuestro camino por la existencia.
Esta sensibilidad acrecentada, unida a la compasión que sentimos por
los demás , nos es de gran ayuda para crear puentes y alineaciones a
nuestro alrededor. Es como un radar con el que sentimos lo que hace
falta en cada momento para la paz y estabilidad del sistema humano. La
intuición se acrecienta, junto con el corazón abierto, y nos sentimos
como guiados hacia la respuesta más adecuada para mitigar el dolor del
entorno.

Más pautas para la alineación colectiva

Como puedes ver este libro da vueltas sobre los mismos conceptos,
para dejarlos claros, y porque creo que no hay mucho más que decir.
Aunque la realidad es compleja y llena de contextos e interpretaciones,
nuestras respuestas más auténticas son de una sorprendente sencillez.
Nuestros objetivos para desarrollar y alinear el ecosistema humano (en
concordancia con la naturaleza y el sustrato tecnológico) giran en torno
a elementos muy sencillos. Debemos fomentar la aparición de una
diversidad de iniciativas abiertas, flexibles y compatibles, que respondan
a retos y necesidades sociales reales. Dejar que estas se distribuyan por
todas partes y facilitar que puedan vincularse, dialogar y enriquecerse
entre si. Y para ello, crear sistemas y redes organizativos bien diseñados,
sencillos y funcionales (con ayuda de internet) que faciliten la
participación y coordinación de estas iniciativas. También nos ayuda el
dotar al sistema de sentido evolutivo colectivo, que guié y encauce el
funcionamiento autón o m o de cada grupo. Luego insuflar luz y
transparencia por todas partes, para que se muestren las máscaras
sociales y las sombras colectivas. Es necesario utilizar y reutilizar
adecuadamente todo para que no haya desechos ambientales, ni
personas excluidas. También conciliar los desequilibrios que surjan. Y
dejar que la compasión , la inteligencia, el empoderamiento y la
innovación surjan de todas partes. Somos como jardineros de la
sociedad, que tratamos de nutrir tanto a lo individual como a lo
colectivo. Y con ello permitir el florecimiento de la bondad, la belleza y
la verdad por todas partes.
Tal vez para alguno de vosotros no sean unas pautas muy claras, lo
reconozco, pero es que este arte de alinear en muchos casos es más
intuitivo que estratégico. Lo bueno de estas sencillas reglas es que
pueden utilizarse en contextos y situaciones muy concretas, y no por ello
perder la conexión con la totalidad humana. Más adelante hablare de
como usarlas en el contexto de internet.

Valorar y elegir entre distintas iniciativas

Dentro del Interser humano, no todas las iniciativas y proyectos son


i gu a l de profundos y adecuadas. Depende de su capacidad de
integración , evolución y alineación con otras iniciativas. Esto nos
permite comparar y valorarlas, de cara a elegir por ejemplo una tienda
donde comprar, una ciberacción a la que secundar o un partido político
que merezca nuestro voto.
En la medida en que ejercemos nuestra libertad de elección,
vinculándonos con unos grupos y dejando apartados a otros, vamos
potenciando lo que a nosotros nos parece mejor y más adecuados para
el bien común . Esto es una pauta muy usada en internet y en las redes
sociales, cuando creamos enlaces o referenciamos una web o una causa.
Los buscadores y otros sistemas de valoración de la Web se basan en
nuestras interacciones para decidir que contenidos son mejores. El
problema es que esto depende de la elección de masas de internautas
muchas veces faltos de criterio y visión global. En la medida en que más
y más personas funcionemos con criterios conscientes e integrados,
mejor serán las iniciativas que nos encontremos en los espacios web o
en lo presencial.
Es ta capacidad social para discriminar propuestas, en base a su
significado, alineación y eficacia, es lo que nos permitirá repartir de
forma más optima y ética los recursos. Por ejemplo en sistemas de
financiación colectiva, si yo apoyo a una iniciativa concreta, estoy
permitiendo que la energía económica vaya a donde creo que va a
aportar más en el sistema colectivo. De igual forma, podemos valorar
que profesionales o prescriptores nos aportan información y contenidos
más adecuados para cada situación , y si es necesario, apoyarlos con
recursos para que sigan haciendo su labor.

Algunas metodologías para alinear iniciativas

M i intención no es dar unas metodología s muy concretas para que


uses en tus proyectos. Lo que busco aquí es dar algunas ideas generales
para que tú mismo busques o desarrolles los marcos de referencia y las
técnicas que mejor te puedan funcionar en tu contexto.
Metete en el papel de un agente de cambio. Visualiza un entorno
concreto en el que te mueves, a ser posible uno con mucha diversidad.
Visualiza las distintas iniciativas y personas que actúan en él. El primer
paso es éste, el tomar conciencia de quienes son los participantes de tu
sistema o Interser particular. Es importante valorar lo que hacen, lo que
aportan, sus valores y su grado de implicación en el bien común.
También si existe alguna percepción de cohesión entre ellos. Si no es
así, una primera acción a emprender puede ser la de inspirar algún tipo
de conciencia de comunidad entre ellos. No es necesario que todos se
conozcan o que participen regularmente, pues esto no suele ser posible
en la mayoría de los casos, basta con al menos una parte se sienta parte
de algo mayor a ellos, y más significativo.
Y aquí vamos entrando en otro punto clave, que es el de intuir los
propósitos y valores colectivos que pueden dar sentido y alineación al
conjunto. Para ello nos ayuda conocer los problemas y necesidades más
esenciales de cada uno de estos grupos. Debemos estar muy atentos a
los sueño s que emerjan del sistema. Y también intuir los caminos
evolutivos que nuestro Interser puede desarrollar a corto, medio y largo
plazo.
E n to d o és t e proceso resulta clave en estos tiempos, apoyarse en
plataformas online, como espacios colectivos para vertebrar todo el
proceso. Un buen diseño social del medio digital es importante para
fomentar la participación y la implicación . Los valores y la calidad
humana que hay detrás de la tecnología , son determinantes para
conseguir los objetivos de alineación buscados. También es clave una
sabia mezcla entre espacios virtuales y espacios presenciales.
Antes de poner en marcha metodología s concretas de integración,
debemos tener clarificadas algunos productos sociales que entre todos
queremos conseguir. Son pequeño s logros parciales, dentro de este
proceso evolutivo más alineado que buscamos. Pueden ser soluciones
concretas, la creación de un núm er o concreto de emprendimientos
nuevos o que nadie tenga escasez de alimentos.
C o m o agentes catalizadores, no estamos allí para dirigir ningún
cambio, sino para despertar el potencial distribuido por todo el medio, y
después facilitar algún tipo de vínculos internos y puentes con otras
realidades. Para ello, nuestras metodología s no es recomendable que
sean muy invasoras.
P o d e m o s emprender acciones que potencien los flujos de
comunicación , la implicación o la participación . Sistemas de
distribución , filtrado, curación y conservación de datos e información.
O formas de generar saber e inteligencia colectiva. Si hay conflictos o
diferentes formas de ver el mundo, podemos poner en marcha algún
sistema de mediación o diálogo de voces colectivas. Todo ello nos lleva
a buscar formas sencillas y funcionales de generar sinergías,
colaboración e intercambio.
Creo que es importante aclarar de nuevo, que el mayor reto en estos
procesos de manejo y vertebración de un Interser, es el de cuidar y
sanar sus valores culturales. Y esto implica también conocer sus
significados, sus creencias, su ética, sus lenguajes, y por supuesto su
grado de empatía unos con otros.

El uso humano y consciente de internet

Sintonizar en las redes sociales es un acto humano de empatizar con lo


que están viviendo y necesitando las otras personas. No podemos entrar
a cañón en un espacio virtual, de forma egoísta, buscando solo nuestro
lucro. Es necesario que miremos con detenimiento y sintamos que hay
compañer o s humanos compartiendo en estos medios. Tenemos que
llegar a percibir con toda nuestra sensibilidad el corazón de los demás,
que hay detrás de lo digital. También es muy interesante que
aprendamos a elevarnos sobre el medio online y lo miremos con
perspectiva, percibiendo de forma lo más abarcante posible todo que
está pasando, desde sus interacciones, hasta su contribución global.
Cuando dos o más personas nos conectamos con empatía dentro de
una red social, surge algo más grande, bello y abarcante. Emerge, a
través de nosotros, un sistema humano más unificado, autoorganizado,
y dirigido hacia un fin colectivo. De tal forma, que la sinergía del
encuentro nos convierte en creadores de un pequeño interser digital.

Alineación de internet, para que fluya el sistema humano

Internet es un reflejo de la complejidad humana. Si entendemos como


funciona y como podemos alinear el medio online, tal vez podamos
mejorar nuestras propias relaciones dentro de la humanidad. Para ello,
podemos partir de ver el medio digital como un sistema de organización,
similar a los ecosistemas naturales.
Un ecosistema es un sistema distribuido y alineado en una dirección.
Es decir, su poder está repartido entre sus muchos componentes, y la
energía , los flujos de intercambio y el objetivo del sistema están
alineados buscando satisfacer al sistema global en su totalidad. Su
permanencia se asegura mediante una adaptación momento a momento,
de forma dinámica, respondiendo a los retos y tensiones que van
apareciendo. En un sistema en equilibrio, las partes se alinean con el
todo.
Como internet es un sistema complejo, para que esté en equilibrio
debe funcionar de forma distribuida, y simultáneamente como un todo
alineado. Es decir, las partes del sistema (las webs, los blogs, los
buscadores, las redes sociales, etc) funcionan de forma distribuida,
aprovechando su libertad y su creatividad, mientras se estructuran
abiertamente con otras partes. Ésta diversidad va dotando de energía y
oportunidades al sistema, pero para que és t e evolucione de forma
armoniosa y estable, es fundamental que gran parte de las propuestas
estén en concordancia con los objetivos globales del sistema.
Desde mi punto de vista, internet es un medio distribuido, pero no
está aún bien alineado, ni tiene aún una misión global clara compartida
por todo el sistema. Esto provoca mucha fragmentación , ya que cada
parte va por su cuenta. Y esto que pasa en internet, como ya hemos
visto, es otro reflejo de la fragmentación de las sociedades humanas.
Aunque hay iniciativas que buscan crear una estrategia global para
todo el planeta, al menos en temas parciales como la economía o el
desarrollo sostenible, el problema es que lo hacen a través de estrategias
rígidas que no favorecen la diversidad distribuida del sistema global.
Esto es muy significativo para entender lo que puede pasar en internet.
La libertad y neutralidad de la Red, es importante para que la creatividad
fluya. Cada nodo de la Red hace las cosas a su manera, en función de
sus cualidades, marcos de referencia y saber hacer. Si controlamos en
exceso todo esto, no podrán desarrollar todo su potencial. Pero, por
contra, cuando cada nodo de internet va a su bola, sin tener en cuenta a
los demás y pisándose unos a otros, también nuestro sistema digital se
resiente.
L a solución como vemos no es controlar, al menos no de forma
sistemática. Ni tampoco dejar que la fragmentación nos arrolle ¿Qué
podemos hacer entonces? Desde mi punto de vista, el reto está en la
alineación de todas estas partes libres en una dirección que de sentido a
todo el sistema, y por tanto, nutra simultáneamente a todos sus
miembros.
Para empezar, es necesario darse cuenta que no todo vale lo mismo en
internet. Hay una tendencia a permitirlo todo en la Web, y creo que esto
no debería ser así. Hay espacios webs de gran calidad y que aportan
mucho valor, mientras que otros son una auténtica basura. Uno de los
retos de internet es favorecer las primeras, y penalizar las segundas.
Google ya realiza algo así de forma automática, pero, es relativamente
fácil con técnicas SEO posicionar una web en los primeros puestos de
un buscador, aunque en realidad sus contenidos sean una mierda. Es
necesario criterios humanos y un protocolo alineado para esconder las
webs engañosas y favorecer las que aportan riqueza. Creo que es una de
las formas de evitar la gran superficialidad y fragmentación de la Red
actual, y potenciar su riqueza. Aunque para algunos esto es censurar la
libertad de internet, hay formas de conseguir que esto se haga de formas
más éticas, sin que ningún poder interesado meta las narices.
En este contexto, es importante recordar los distintos protocolos de
internet y los recursos de aplicación de que disponemos para regular e
interoperar en la Red. Son elementos indispensables para alinear y
gobernar internet. Por enumerar algunos, tenemos el consorcio
internacional W3C que produce recomendaciones para el uso de la
World Wide Web y que est á dirigido por el creador de Internet, Tim
Berners-Lee. También el grupo Dublin Core, que está aportando
modelos para generar metadatos semánticos que faciliten el etiquetado y
búsqueda de información . Muy relevantes son las licencias de los
contenidos, como las Creative Commons (algunos derechos reservados)
de las que ya hemos hablado, y que permiten difundir y remezclar más
vivamente los contenidos de internet. Luego tenemos el propio lenguaje
de internet, que actualmente va por el HTML5, y muchos otros sistemas
más particulares que nos permiten entendernos y funcionar en la Red.
Lo que podemos aprender de muchos de estos recursos, es que son
muy interesante los sistemas en positivo, que aportan sentido, libertad y
posibilidades a nuestra labor en internet. Con esto estamos apoyando a
los auténtico s creadores, líd er es y referentes de conocimiento en
internet. És te es el reto, valorar sus méritos y facilitar sus acciones
alineadas en base al bien de todo el sistema.
O tr a cosa clave es hacer conscientes los conflictos y guerras en
internet, y ver como integrar y encajar cada postura en su justa valía.
También es importante fomentar la responsabilidad de cada persona y
cada grupo en internet, promoviendo que cada persona en la Red aporte
lo mejor de sí mismos, con profundidad y convicción.
El exceso de horizontalidad de internet, donde todo vale lo mismo, no
ayuda en nada a fomentar lo más cuerdo y sabio en internet. Muchos
líderes, humanistas y referentes de internet tienen respuestas muy
valiosas que aportarnos, pero que quedan escondidas dentro de este
inmenso mar digital y cultural que nos rodea.
No es un camino fácil el de coordinar y gobernar todo el universo de
realidad compleja que es internet, pero en estos tiempos actuales es una
labor fundamental. El mayor país del mundo está e n internet. Buena
parte del interser humano se expresa a través de la Red. No olvidemos
su importancia y la necesidad de nuestra implicación para custodiar
nuestro espacio común.
Capít u l o 9. Acogiendo y liberando bloqueos y
resistencias. El diálogo de las Voces del Mundo.
Nos acercamos al final de este libro, que espero que te esté inspirando.
Hemos dialogado ampliamente sobre esta conciencia de interrelación o
de interser que lo impregna todo, y que se expresa en ese continuo
humano y digital. Y con ello vamos entendiendo como nuestros marcos
de referencia están mutando de raíz , provocando una grandiosa
efervescencia de iniciativas novedosas, que se aprovechan de las nuevas
tecnologías, y se enfocan hacia el bien común de toda la humanidad.
Por fin podemos soñar y empezar a alinear todos nuestros actos en esta
dirección llena de sentido. Es un proceso largo, que requiere de mucha
implicación por nuestra parte. No va a ser nada fácil, pero vale la pena
embarcarnos con decisión.
E n este camino, la labor más difícil va a ser la de soltar lastre, y
abandonar los modelos, los sistemas y las iniciativas dañi n a s y
fragmentarias, que hasta ahora usábamos. Se han quedado obsoletas,
pero la fuerza de la costumbre social hace que aún las sigamos
utilizando para casi todo. Pero cuando hablo de abandonar, no me
refiero a luchar contra esos aspectos y eliminarlos de raíz. Creo que es
más adecuado mirar el problema en profundidad, comprender donde
radica su bloqueo, liberar su energía, y encauzarlo en otra dirección más
esencial y necesaria. Iremos dialogando con calma sobre esto, para
comprenderlo mejor.

La fuerza y el sentido escondido tras lo obsoleto

Simultán eamen te a esta gran labor de abrir nuevos caminos


innovadores, no debemos olvidarnos de la necesidad de liberar los
elementos valiosos que se ocultan en los modelos antiguos. En el fondo
de toda burocracia obsoleta, de todo sistema económico o de toda
tecnología cerrada, hay mucha energía retenida durante largos años, que
es necesario reconocer, comprender, soltar, re-aprovechar e integrar en
lo nuevo.
Todos las ciencias, las iniciativas y los sistemas de organización que se
han ido consolidando durante el siglo XX, han sido fruto de miles de
años de evolución humana. Pasito a pasito hemos ido creando lo mejor
q u e éramos capaces para el bien común . Millones de personas se
esforzaron para que pudiéramos disfrutar de una mejora continua. Cada
paso en falso, y cada error, fue parte de esta búsqueda sucesiva de las
mejores formas de gestionarnos como sociedades. La cultura digital es
un paso más . Y en todo avance hay que elegir entre escaparse hacia
adelante rompiendo de raíz con todo lo anterior, o lograr integrar todo
lo valioso que se esconde en las culturas anteriores.
¿Y qué más se esconde dentro de estos sistemas obsoletos? Hay que
mirar con cariño , apertura y ganas reales de comprender, para sentirlo.
Toda una historia de esfuerzo y sueño s de nuestros antepasados por
lograr una vida cada vez más digna. Mucha energía instintiva y de
supervivencia, valores emocionales, familiares y sociales que permiten
entendernos y apoyarnos, normas grupales para compartir y convivir,
ideas e innovaciones para la transformación del entorno, etc.
Pensemos en los países, en las multinacionales, en las organizaciones
no gubernamentales o en las redes tecnológicas. Demonos cuenta de
como encierran en su interior infinidad de valores, relaciones humanas,
significados, lenguajes, culturas, tecnologías, normas, poder, etc. Tal vez
alguno de estos elementos tenga problemas, pero eso no justifica que
rechacemos de raíz todo su fuerza y todo su sentido escondido, creado a
lo largo de muchos años de esfuerzo y voluntad humana.
P o r tanto, abramos espacios de transparencia para mirar
detenidamente lo que funciona y lo que no funciona en todos estos
sistemas organizativos. Miremos sus factores objetivos, pero sobre todo
sus significados subjetivos. Pongamos todas nuestras lupas de aumento
en esta tarea. Con firmeza, y a la vez con cariño. Desde la sabiduría del
que está creando desde la innovación , desde su poder auténtico y su
capacidad para aprovechar los viejos recursos. Solo las personas
abiertas a la complejidad del mundo pueden hacer esto.
Y en este proceso, convenzamos a las viejas glorias de que los
necesitamos, para relanzar el mundo más allá d e las crisis. Pero que
deben adaptarse a los nuevos tiempos y a los nuevos significados,
liberando las estructuras y las ideas obsoletas, para su nueva
reformulación e integración dentro de los nuevos marcos de referencia
del siglo XXI.
E l miedo es un elemento delicado. No es fácil ceder el poder y el
protagonismo de un sistema que ha funcionado durante décadas. Las
ideas jóvenes suelen generar mucha angustia para el orden establecido,
sobre todo si las nuevas generaciones luchan con todas sus garras contra
todo aquello que ellos han ido creando por décadas. También las nuevas
tecnología s generan mucha confusión y nuevas obligaciones en un
mundo que antes era estable y en pocos año s se ha transformado en
turbulento. Ese deseo de volver a recuperar aquel estado placido y sin
complicaciones está latente en muchos de nuestros padres y abuelos.
Por tanto, creo que hay que cambiar de estrategias, y dejar de luchar
contra ellos por hacer despertar lo nuevo a toda consta. Pues esto no
hace más que exacerbar su miedo y su resistencia al cambio. En cambio,
debemos encontrar y abrir espacios dentro de los nuevos modelos,
donde los viejos paradigmas puedan funcionar aportar sus valores
tradicionales más genuinos.
Cuando los viejos modelos se encauzan dentro de los nuevos marcos
de referencias, pueden por fin descansar. Los valores viejos se adaptan,
re-encuentran su sentido, y pueden liberarse de sus aspectos dañinos. Y
lo hacen con ganas, tras años de guerra entre modelos, ya que de nuevo
pueden encontrar una nueva estabilidad dentro de la complejidad.
Un ejemplo de este proceso lo tenemos en la ciencia. Durante muchos
año s la física newtoniana lucho contra los nuevos paradigmas de la
física cuántica y relativista, hasta que los nuevos modelos ganaron la
partida como mejor descriptivos de la realidad compleja, pero sin
abandonar del todo lo viejo. Dentro de las nuevas físicas, hay un
espacio estable donde si que podemos aplicar las viejas formulas de la
mecánica newtoniana.

Cambiar lo viejo incorporando nuevos elementos tecnológicos. El


ejemplo educativo.

Tenemos que entender que no necesariamente debemos buscar


nuevos modelos sociales o de organización, que sustituya al capitalismo,
a las escuelas o a los medios de comunicación tradicionales. En realidad,
lo que muchos hacemos es idear y probar nuevas posibilidades, para
hacer nuestras vidas personales y sociales más completas y
significativas. Y cuando lo hemos logrado y ensayado con frecuencia,
tenemos el poder innovador de transformar lo viejo, adaptándolo a
nuestras nuevas formas de funcionar y percibir el mundo.
Esto ya está ocurriendo ampliamente con las nuevas tecnologías, que
se están convirtiendo en el caballo de Troya del siglo XXI. Cuando en
un sistema anticuado o burocrático introducimos las TICs e Internet, al
poco tiempo empiezan a florecer, entre las personas más dinámicas que
lo habitan, nuevas formas de hacer las cosas, y nuevas relaciones
informales y no formales. La cultura empieza a cambiar. Lo formal
empieza a verse como angustioso e ineficaz. Nacen guetos donde se
ensayan nuevos modelos y buenas prácticas de relación e intercambio.
Lo viejo intenta reabsorberlos, angustiado por tanto cambio. También es
el momento en que los viejos patriarcas intentan usar la tecnología pero
sin salirse de los viejos modelos organizativos. Ante esto, si los
innovadores no se dejan contaminar y no acceden a prostituir su cultura
abierta creando estructuras digitales para modelos del siglo XIX o XX,
las cosas empezarán a cambiar. Es necesario paciencia, pero llegará un
momento en el que serán estas nuevas prácticas las que absorban y
transformen la realidad del sistema total. Pero para ello, deben respetar
la historia del lugar, facilitar un nuevo significado a las viejas
costumbres, y reaprovechar todo lo valioso que subsiste en lo formal.
Todo esto ya está pasando, por ejemplo, en multitud de universidades
y escuelas por todo el mundo. En estos momentos sus viejas estructuras
formales de aprendizaje en el aula, están conviviendo con nuevos
modelos de aprendizaje no formal e informal. Los smartphones y otros
elementos digitales están sacando el foco del conocimiento hacia fuera
de sus sistemas. Los chicos sienten que aprenden más sobre la vida
conectados a internet y en interacción con sus compañer o s , que
soportando largas horas de agotadora explicación . Es un periodo de
confusión para muchos profesores y políticos educativos. No saben que
hacer. En cambio, los profesores más innovadores lo tienen claro. El
marco de referencia de la enseñanza-aprendizaje ha mutado de lo formal
hacia lo invisible y ubicuo. Ahora sabemos que el aprendizaje ocurre en
cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier contexto. Y que la
tecnología facilita que este modelo se expanda aún más.
A medida que vayamos comprendiendo esta nueva realidad educativa,
y generemos cada día más y más prácticas en base a ellas, podremos
convencer a lo formal que debe dejar de verse como la protagonista.
Entonces, las escuelas y universidades dejarán de verse a sí mismas
como los únicos transmisores del saber, y asumirán un papel más
humilde. Las aulas seguirán teniendo su papel, pero solo como los
espacios presenciales del aprendizaje. Una nueva realidad educativa
habrá nacido, donde cualquier aprendiz podrá aprender durante toda su
vida, de forma personalizada y en base a sus inquietudes vocacionales.
Podrá tomar los cursos que desee de forma digital, presencial o mixta, y
también podrá conectarse a laboratorios innovadores o a comunidades
de crecimiento.
Y por tanto, los viejos modelos educativos tendrán su espacio,
liberados ya de la carga arrogante de ser los protagonistas formativos.
Podrán seguir aportando valiosos conocimientos formales, pero todo
ello dentro de un marco de aprendizaje más amplio e invisible.

Más allá de las guerras entre modelos


Cr eo que debemos ir más allá d e las guerras culturales entre los
distintos sistemas de organización . Estos enfrentamientos nos están
haciendo mucho daño. Por supuesto que hay que ver y entender lo que
falla, pero con un sentido evolutivo. Desde esta comprensión de como
es el proceso de cambio social en un contexto determinado, podemos
comprender las dificultades y el miedo que tienen cada uno de los
actores para cambiar, y con ello, dotarnos de paciencia. También es
fundamental desarrollar capacidades de mediación y apoyo para acoger
a las personas y grupos con estos problemas.
En estas luchas entre las distintas voces culturales y formas de ver el
mundo, es muy frecuente ver como cada postura va por su lado,
defendiéndose, escondiéndose, y no respetándose. Y es muy normal que
esto pase. Cada grupo desea ver diferentes mundos, y pugna por
mantener posturas o por imponer lo nuevo. Hay muchos aspectos
emocionales y de seguridad implicados en el enfrentamiento.
¿Qué hacer ante esto? Creo que hay opciones para acercar posturas, si
surge un grupo de personas (normalmente en los más innovadores) que
deciden salirse de la lucha directa, y mediar entre las partes, buscando
generar nuevos espacios de integración . Y en el fondo esto no es tan
difícil, pues realmente todos deseamos que las cosas funcionen bien
para todos, y además cada postura tiene aspectos fundamentales que
aportar. Por ejemplo, unas facetas puede aportarnos frescura, tecnología
o mejores soluciones humanas, mientras que las otras nos pueden
regalar su historia, su madurez o sus valores.
Por tanto, necesitamos aprender a acoger las genuinas necesidades, el
dolor y los miedos que encierran dentro las personas que participan en
cada una de las posturas divergentes. Con ello podremos empezar a
sanar sus problemas y limitaciones, para poder facilitar un esperado
encuentro, tanto de personas, como de formas de entender la existencia.
P o r tanto, para que este entendimiento pueda surgir, creo que es
importante conseguir que cada postura (y cada persona) mantenga su
propia identidad, y pueda optar libremente por ser la mejor versión de si
misma posible. A partir de aqu í, será más fác i l que los antiguos
contendientes puedan integrarse en un todo mayor a ambas.

¿Transparencia radical?

Y a hemos hablado de los nuevos modelos abiertos, que están


surgiendo por todas partes, y que no tienen problemas en mostrarse de
forma transparente. A medida que las personas y los grupos van
madurando y ampliando su conciencia, cada vez tienen menos cosas que
ocultar. Por eso la sombra disminuye, y la autenticidad empieza a
florecer y mostrarse tal como es, con su imagen veraz, tanto en internet
como en todas las facetas de la vida. Por eso, lo nuevo no tienen
problema en exigir transparencia radical.
¿P e r o , qué p a s a con lo viejo? ¿Está dispuesto a mostrarse
abiertamente? La verdad es que en muchos casos no. Las viejas
estructuras no desean ser transparentes, pues eso implica un
compromiso, una generosidad y una liberación que no pueden asumir
tan fácilmente. Mostrarse es arriesgado para ellos, y puede hacerlos
perder todos los privilegios económ ico s o sociales que han ido
atesorando durante décadas.
Pero en la era de internet, en la que todo sale a la luz, como podemos
ver a diario con ejemplos como WikiLeaks, los modelos tradicionales se
resienten y luchan contra esta exigencia brutal de transparencia. Y desde
su cultura del secretismo, es normal que actúen así.
Por tanto, creo que hay que actuar con tacto, en nuestra exigencia de
transparencia. Es un proceso que poco a poco vamos a ir implantando,
pues parte de la sociedad actual lo va pidiendo. Si queremos forzar el
cambio, nos quemaremos en la lucha. Para mí la mejor manera de
llevarlo a cabo, es apelando a las virtudes y valores positivos que
también esconden dentro de sí, estas estructuras más opacas.
Abrirse y transparentarse es algo que en realidad pueden hacer
también los modelos más tradicionales, si apelamos a la fuerza, la
historia y el significado de sus culturas. Darlos espacio para que
muestren lo mejor de sí mismas es ir en la dirección correcta. Tenemos
que entender que no todas las personas, organizaciones y culturas se
abren de la misma forma, pero que en el fondo, tienen la voluntad de
hacerlo. Solo hace falta que encuentren un porqué y el apoyo necesario
para hacerlo a su estilo.
U n ejemplo ambiental podrá ayudarnos a comprender esto. En los
tiempos actuales la transparencia ambiental es clave para resolver los
problemas ecológi c o s del mundo. Por ejemplo, necesitamos que
personas y empresas muestren cual es su impacto ambiental. En
personas y grupos concienciados, esta es una labor sencilla, ya que ellos
tienen la voluntad de cooperar en base a sus creencias ambientales. Pero
c o n organizaciones menos empaticas y centradas en sus propios
intereses, esto es más complejo. Posiblemente no podamos cambiarlos
de forma de ver la realidad, pero si podemos reconducir sus actos y su
motivación en la dirección adecuada. Y para ello además de usar las
leyes contra el impacto ambiental, podemos usar otros medios de
convencimiento en base a sus valores culturales locales, a su historia
como organización , a su imagen ambiental o su voluntad por apoyar a
grupos humanos concretos.
Debajo del egoísmo de personas y grupos, hay también mucho amor y
deseo de contribuir. Hay que descubrirlo y apoyarlo, para que se abran y
contribuyan al bien común , siempre a su manera y en base a sus
posibilidades. De esta forma, la transparencia será la tónica imperante,
pero eso si, una transparencia escalonada y diversa, asentada en lo que
cada uno pueda dar de si.
Por tanto, no exijamos esta transparencia radical a quien no va a poder
hacerlo, sencillamente porque no es capaz de entender de que estamos
hablando. Sencillamente, escuchemos y facilitemos cauces sensatos para
que vayan abriéndose por su bien y el bien común . Poco a poco,
atravesando sus miedos y resistencias, hasta ese lugar donde puedan
sentirse por fin a gusto.

Diálogo de voces colectivas: El Sistema y los Indignados

De cara a sanar los conflictos entre diferentes formas de ver el mundo,


creo que es muy revelador el poder hablar en primera persona con cada
una de ellas. Es un ejercicio de empatía, que puede provocar cambios
importantes en ambos contendientes. A continuación voy a mostrar un
ejemplo de diál o g o de voces colectivas, que puede ensayarse en
dinámicas ciudadanas. Podemos elegir gran número de voces. Yo he
decidido empezar con las voces del sistema democrático-capitalista y la
de los indignados contra este sistema, muy común en esta época.
Empecemos dejando hablar al primero:
" S o y el sistema social y económ i c o actual. Soy el orden
establecido que trata de proteger a sus ciudadanos. Me apoyo en
político s, líd er es, científ ico s y empresarios. Estoy hecho de
normas y leyes que permiten que las personas sepan lo que
pueden y no pueden hacer. Doy formación a los niño s en los
colegios, y también establezco un sistema de salud y de seguridad
social. En mi parte económica y financiera, me apoyo en los
bancos como gestores del dinero, y trato de crear un marco
económico y laboral para que funcionen las empresas con sus
trabajadores. Yo pido a mis ciudadanos que creen empresas y
emprendimientos, o bien, que sean unos buenos trabajadores. Si
alguien no puede trabajar por causas de salud o familia
justificadas, lo acepto y lo apoyo con mi sistema de protección.
Pero no me gustan los vagos, a los que muchas veces hago
responsables de su situación de desempleados. Como sistema, soy
rígi d o , normativo y burocrát i c o . Busco la estabilidad y el
crecimiento, con ayuda de empresas competitivas. Ahora nos
apoyamos en internet y la tecnología para vender más y ser más
efectivos. Y claro, esto hace que sobren cada vez más y más
personas en este sistema que soy. En realidad no tengo corazón,
pues soy como una máquina, repitiendo programas. Por mi
rigidez, muchas veces paso por encima de personas y de la ética
social. Y dentro de mí puede haber corrupción , pues no es fácil
controlarlo todo (aunque lo intento). Estos son defectos míos,
pero es lo que hay. Creo que sin mí, el mundo se caería . Por
mucho que los ciudadanos os quejéis, como sistema único posible
que soy, todo esto lo hago por vuestro bien."
Posiblemente esta voz social tuviera mucho más que decir, pero por
ahora es suficiente. Pasemos a la voz que se enfrenta y se indigna con la
anterior, una voz postmoderna:
"Soy la voz iracunda que lucha contra este sistema injusto. Soy
la voz de todos los ciudadanos que el sistema pisa y machaca. Yo
sí tengo corazón, aunque no tengo tiempo de acoger a nadie, pues
estoy tan enfadado, que solo puedo luchar contra tanta injusticia.
Estamos hartos de que el sistema nos diga lo que tenemos que
hacer, sentir y pensar. Deseamos destruir tanta rigidez y mentira.
No lo soportamos más . Para ellos no somos más que números,
estadísticas, dinero y balances. La educación y la sanidad no
valora lo humano. Este sistema ya no nos convence. ¡Esta
machacando el medio ambiente! No votamos, vamos poco al
médico, y si pudiéramos sacaríamos a los hijos de los colegios.
Odiamos a las empresas, que destruyen el mundo y nos explotan
como mano de obra barata. Y no nos gusta que nos culpen a
nosotros de la crisis actual por considerarnos vagos y antisistema.
El sistema financiero y los bancos dan asco, con su ansiedad de
dinero, y sus corrupciones que saltan hasta los políticos. ¿Dónde
queda la ética humana? ¿Cóm o podemos vivir una vida digna
dentro de esta mierda? Estamos desesperados, y no vemos una
salida. Nos sentimos víctimas de algo ajeno a nosotros. Solo en
internet encontramos un medio más libre, donde intercambiar
humanidad y participar en igualdad. Pero lo online está tan
separado de la realidad de la calle... Y encima, quer éi s ahora
también controlarnos y limitarnos nuestro último refugio digital.
¡Sois un monstruo que todo lo devora!"
Interiorizar el conflicto es doloroso. Pero vale la pena. Si cada parte es
capaz de escuchar al otro con cierta profundidad, pueden empezar a
ocurrir cambios, dentro de las posibilidades de cada uno. Veamos si
algo se ha movido en la voz del sistema:
" S o y otra vez la voz del sistema. Realmente deseo daros
estabilidad mis queridos ciudadanos. Ya sé que soy tan rígido, que
ya no puedo adaptarme a los cambios complejos de estos tiempos.
Veo c ómo la crisis se lleva vuestras casas y vuestros empleos, y
sinceramente me duele. ¿Pero qué puedo hacer? Soy como un
gran barco intentando maniobrar por un canal estrecho. No tengo
flexibilidad, ni tengo corazón . Perdí l a ética por el camino y me
cuesta reencontrarla, aunque lo intentamos dentro de las empresas
con esto de la Responsabilidad Social Corporativa, que incluye
sistemas de crecimiento sostenible. Y a nivel político deseamos ser
más transparentes, pero nos cuesta dejar atrás tanta arrogancia de
muchas déc a d a s liderando y controlán d o l o todo. Ojalá
pudiéramos librarnos de las trabas de la corrupción , pero cuesta
con tanta burocracia. No sabemos hacerlo mejor. Lo siento. Pero
sí que siento como sistema que no puedo irme, que sostengo tanto
peso y tanta bella historia de desarrollo humano, que aunque
inflexible, soy muy valioso. De todas formas, comprendo cada vez
más que necesito el apoyo y el esfuerzo sabio de todos mis
ciudadanos. Gracias a vuestros emprendimientos, a vuestra labor
social y ambiental, y a ese uso tan fantástico que hacéi s de la
tecnología , que resuelve tantas cosas que a mí se me escapan.
Vale, lo reconozco, en muchas cosas soy muy incompetente como
sistema, aunque en otras soy una base firme, un marco estable de
derecho, que os puedo ofrecer. En realidad soy un gran padre, que
os ama como puedo y sé, a pesar de mis propios problemas, y os
ofrezco lo mejor que tengo."
Parece que al menos a esta voz se le ha despertado un poco de
comprensión, tras escuchar las quejas de la voz de los indignados. Creo
q u e podemos agradecer su apertura, hasta donde ella ha sido capaz.
Veamos qué respuestas nuevas trae a la voz postmoderna:
"Si, aquí estamos de nuevo como voz indignada. Un poco más
calmados y centrados. Nos cuesta confiar en este sistema, aunque
valoramos sus esfuerzos. Creemos sinceramente que nos ayudó a
llegar a donde ahora estamos, como sociedades occidentales, pero
que ahora debe reconvertirse. Ya no abogamos por su
destrucción , sino por su profunda renovación . Queremos como
ciudadanos apoyar este cambio, aunque no sabemos bien cómo
hacerlo. Somos los hijos del sistema, aunque nos duele la rigidez
d e nuestro gran padre. Se hace mayor, y ya no es capaz por sí
mismo de mantener a la familia humana unida. Creo que es el
momento de que tomemos la responsabilidad del cambio, aunque
no estamos entrenados para ello. Ojalá pudiéramos dialogar con el
sistema, pero aún hay demasiadas cosas que nos separan. Ojalá
pudiéramos juntos dar el salto, pero nos cuesta entendernos. Sí,
internet es nuestro recurso para transformar el mundo, pues se
adapta bien a estos tiempos turbulentos. También vemos que
necesitamos despertar nuestras conciencias como personas, pues
si no, seguiremos perdidos y desesperados, viendo cóm o la
naturaleza y la sociedad se van destruyendo. Somos una voz
enfadada, que nos ayuda a despertar toda nuestra fuerza y
cap acid ad . Reconocemos que también hemos sido muy
arrogantes, autosuficientes, y que no nos gustaba nada que nos
dijeran lo que teníamos que hacer. Somos muy listos, pero solos
no podemos, ni siquiera unidos todos los indignados en red.
Queremos también ofrecer lo mejor de nosotros... esperando
algún milagro que mueva este mundo nuestro."
T r a s un gran acto de entrega y apertura, esta voz indignada
postmoderna ha dejado la puerta abierta. Igual que hizo la voz del
sistema. Es de agradecer la valentía de ambos. Por fin se han reconocido
como algo así como un gran padre y sus muchos hijos. Relajando tanta
separación , si esto se trasladara a la vida real, seguro que empezaría a
mover muchas cosas a nivel de humanidad. De todas formas, parece
como si ambas voces tuvieran un techo, un punto del que no pueden
pasar para transformar radicalmente el mundo. Tal vez haga falta la
emergencia de un nuevo ser humano, entregado a la existencia y con el
corazón y la mente más despierta. Una nueva voz humana que se apoye
ampliamente en las tecnología s de la participación , resolviendo con
sencillez los grandes retos complejos que aquejan al mundo. ¿Cómo
podemos llamarla? Tal vez la voz de la humanidad integrada. Hablemos
con ella a ver qué nos aporta nuevo:
"Hola, soy la voz de la humanidad integrada, y estoy encantada
de estar aquí charlando contigo. Como voz colectiva soy el nieto
del sistema, y el hijo de la postmodernidad. Los comprendo a
ambos, pues tengo a los dos dentro de mí. Amo a mi abuelo, que
como pudo y supo me dio valores y un lugar seguro en el mundo.
También amo a mi padre, por tanto esfuerzo por gritar lo que no
funcionaba. Yo soy el heredero de ambos. Me apoyo en lo mejor
y más digno de ambos. Estoy orgulloso de mi origen. En realidad
no somos toda la humanidad, solo somos entre un 10 y un 15% de
sus habitantes, pero somos los suficientes para acoger, motivar y
encauzar al resto de personas en la dirección del bien común.
Durante año s hemos sido una generación perdida y unos niños
aparentemente alejados de la realidad, dentro de los cibermundos,
como ellos decía n . N o ér a m o s del sistema, ni tampoco
luchábamos contra él. Parecíamos seres pasotas, sin implicarnos,
pero por dentro de todos nosotros estaba despertando algo
fantástico. Aprendimos a empatizar con el mundo, y a sentirnos
humanos dignos y valiosos. Y lo hicimos viajando, mirando
nuestro interior, y también con ayuda de las comunidades de
internet. Fueron año s complejos, pero internamente muy
creativos. Y cuando maduramos, nos lanzamos todos en bloque a
crear iniciativas, con amor y compromiso, buscando este nuevo
mundo que nuestros padres postmodernos ansiaban (sin saber
bien cóm o crearlo). Somos juntos la voz de la humanidad
integrada. Cada uno de nosotros somos felices movilizando todo
nuestro potencial y poniéndolo al servicio de la humanidad. No
somos egoístas como nuestros queridos abuelos. Ni estamos tan
desesperados como nuestros papis. La verdad es que somos muy
buenos para convencer al sistema social y económico de que debe
adaptarse y crear leyes más justas y humanas. Y este sistema, sin
darse cuenta y sin tanto trauma, se está renovando de raíz
aportando transparencia, apertura, cauces flexibles para
emprender socialmente, y muchas otras cosas. Somos generosos y
cuidamos a nuestros abuelos. Y para todo esto nos apoyamos en
la gran humanidad que empezaron a despertar nuestros padres
postmodernos. Ellos soñaron con estas utopías, y gracias a ellos
podemos ahora empezar a dar el salto. Nuestra existencia como
humanidad integrada sigue siendo difícil, pues tenemos muchos
problemas (algunos heredados y otros nuevos), pero sabemos
acogerlos con entereza y misión colectiva. Podemos resolver
muchos de estos retos gracias a nuestras conciencias abierta y
entregadas al universo, a nuestras significativas culturas digitales,
a la flexibilidad de nuestras iniciativas distribuidas y alineadas, y
gracias a esos sistemas de participación social en red tan potentes
que tenemos. El mundo es un lugar más interrelacionado, y
colaboramos entre todos para el bien común . Esperamos haberos
inspirado. ¡Un abrazo fraterno!"

Desde lo esencial y virtuoso, podemos liberar los bloqueos

La innovación social de nuestras vidas colectivas, como humanidad,


creo que va emergiendo al ritmo en que relajamos la lucha contra unos
sistemas, para imponer otros, y simplemente vivimos la realidad y la
esencia de lo que es ser un humano. Ser más amorosos, co-
responsables, co-libres, co-creativos y co-sabios. Con una conciencia de
unidad de todos los seres que compartimos el mundo, donde cada uno
hace lo mejor que puede, y los demás le ayudamos en ese noble
esfuerzo. Y donde los actos dañinos y egoístas, vayan cayendo por su
propio pie, simplemente porque no funcionan y no reciben nuestro
apoyo.
E s así d e simple. Solo podemos liberarnos de los bloqueos, si nos
apoyamos en lo mejor de nosotros mismos. Destruir lo caduco, sin que
eso nos duela hasta el fondo, solo es posible si a la vez vamos creando
amor y virtudes.
Es clave compatibilizar este doble proceso, el de liberar nuestro genio
humano mientras vamos soltando lo que no funciona. Si no lo hacemos
así, acabaremos resistiéndonos o quedándonos estancados. Esto es parte
de la naturaleza evolutiva humana. No podemos forzarnos a eliminar lo
malo, si no nos sentimos, a la vez, cómodos y virtuosos.
Y en esto estamos, también en nuestra relación con la Red de Redes,
creando armonía en nuestro internet y en nuestro interser, mientras
vamos soltando los sistemas y métodos que ya no nos funcionan. ¿De
que sirve eliminar la máquina de escribir, si antes no hemos dado el
paso innovador de comprarnos un ordenador?
Epílogo: Y seguimos creando entre todos...
¡Oye! ¡Qué esto no se acaba! Qué e l libro del InterSer lo seguimos
escribiendo entre todos. Sin pausa, en unas vidas infinitas de
posibilidades y de iniciativas bellamente motivadoras.
Esto que os he ofrecido en este libro es mi visión particular de una
parte de la realidad. Es mi mejor inspiración hasta el momento. Una
inspiración que en realidad no es solo mía, sino sobre todo nuestras, en
cuanto a que ha sido creada en InterSer. Como todas las visiones y
todos los sueños, crecen fecundadas con la comunidad, como ya hemos
ido hablando.
Por eso, sigamos estos debates, ya sea en el contexto de este texto, o
en el de cualquier texto, web o creación similar de otras personas, de
entre las muchas que empiezan a emerger por todas partes.
Ver el mundo con ojos de paz y corazón sensible, es todo un arte de
vivir. Una mirada que no niega los bloqueos, ni los sinsabores, pero que
tampoco se queda atrapada en ellos. Una apertura que nos lleva a
internet y a cualquier asunto donde nos conectamos las almas humanas.
P o r eso, creo que más importante que recrearse en las distintas
iniciativas humanas y tecnológicas que nos rodean, es entregarse a esta
mirada que se recrea en nosotros.
_______
Nota: Podemos seguir conversando sobre estos temas en la web de InterSer
Ediciones y en las redes sociales asociadas al libro: Facebook de InterSer
Ediciones, twitter (@interSerEd) y Google Plus de InterSer Ediciones. También en
el libro de visitas del libro que he preparado para vuestros comentarios.

U n a bibliografía selecta y mi curación de contenidos


online sobre los temas del libro
He preparado una buena colección de recursos para complementar y
ampliar los temas tratados en este libro. En ella podrás encontrar mis
síntesis y mi curación de los contenidos que me parecen más relevantes.
Lo voy actualizando y mejorando con frecuencia. Lo he organizado por
los 9 capítulos de este libro y por tipo de contenidos: Vídeos, gráficos e
infografía s , presentaciones, posts claves, libros, listas o canales de
recursos, etc. Sigue el siguiente enlace que te llevarán a mi canal de
filtrado en Scoop.it. Encima del título - arriba a la derecha - encontraras
u n icono en forma de embudo con el que podrás filtrar y navegar por
los distintos contenidos temáticos que te sugiero:

http://bit.ly/internetser

En cuanto a la bibliografía, sería muy larga la lista de libros que me


han influido a lo largo de tantos año s de aprendizaje. Por eso, solo
quiero reflejar algunos pocos que me han acompañado los últimos años,
y que están a caballo entre la cultura digital, los nuevos marcos de
referencia sociales, y el desarrollo del potencial humano:

1. Dolors Reig Hernández. “Socionomía, ¿Vas a perderte la


revolución social?”. Ediciones Deusto. Barcelona, 2012.
2. Antoni Gutiérrez-Rubí y Juan Freire. “Manifiesto Crowd. La
empresa y la inteligencia de las multitudes”. Laboratorio de
Tendencias, 2013.
3. Cristóbal Cobo Romaní y John W. Moravec . “Aprendizaje
Invisible. Hacia una nueva ecología de la educación”. Col-
lecció Transmedia XXI. Laboratori de Mitjans Interactius /
Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona.
Barcelona, 2011.
4. Ke n Wilber. L a Visión Integral. Editorial Kairós. Barcelona,
2008.
5. Dennis Genpo Merzel. “ G r a n Mente, Gran Corazón.
Descubriendo tu propio camino”. La Liebre de Marzo.
Barcelona, 2008.
6. Antonio Pacheco. “Ego, esencia y transformación. Bases para
una Terapia Corporal Integrativa”. Ediciones Hermes Terapia
Integral. Vitoria, 2011.
Sobre mi, el autor
¡Hola! Me gusta que me llames Nacho Gallego. Soy algo así como un
catalizador del factor humano y social de internet y de todo lo que se
parezca a un InterSer (ya sea con el nombre de redes sociales, de
procomún, de espacio abierto o de lo que sea).
Me forme como Ingeniero de Montes, lo que me permitió enredarme
con la naturaleza. Luego decidí seguir enredándome con la economía y
la gestión de emprendimientos haciendo un MBA de estos tan de moda
hace unas décadas. Podía haberme quedado ahí, pero yo necesitaba aún
más lió y más aprendizaje social, y en esto apareció la gran Red de
Redes, que me sedujo hasta el fondo. Yo me resist í un tiempo, pero al
final aquí ando, cada vez más libre en su creatividad colectiva.
Otra fascinante historia es como me fui liberando de la resistencia, y
entregándome a lo que hay profundamente escondido en la esencia de
todas las cosas, de todo internet o de todo ser humano. Éste es mi otro
camino paralelo, el camino de mi desarrollo como persona, el encuentro
con mi cuerpo, con la belleza de sentir, con la sensibilidad del arte que
me lleva, con esta mente locuela y a la vez fascinante, o con esta
voluntad que me impulsa.
Podría hablarte de teatro, de poesía, de blogs, de terapias corporales
integrativas, de Caminos de Santiago, y de las muchas personas e
inspiraciones que me encuentro a diario. En lo presencial y en lo digital,
da igual, pues al final todas son puertas para el encuentro con lo
genuino y virtuoso del ser humano, que sale por fin a la luz.
Búscame en esta red que nos conecta, y seguimos charlando. Algunas
pistas sobre cosas que hago y comparto son: InterSer Ediciones,
Innovación y Utopía, BuscaTV, Vivir Palencia (en Twitter y Facebook),
T V Consciente en Facebook, etc. Muchos me conocen ya como
@nachusgalaicus

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