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La etapa se extiende hasta que el infante produce palabras, usualmente el primer año de vida. Los niñxs
se preparan desde el nacimiento para este momento, mucho antes de que lxs niñxs comprendan y
produzcan lenguaje. Es necesario señalar que las etapas se superponen entre sí, por lo que los
indicadores cronológicos muchas veces son insuficientes para determinar el estado del desarrollo del
lenguaje.
A su vez, en el curso del desarrollo podemos distinguir 2 procesos: la maduración biológica y los procesos
de aprendizajes fisiológicos, los cuales se encuentran íntimamente combinados. La maduración biológica
es un proceso de desarrollo establecido genéticamente y cuyas pautas se cumplen de modo inexorable,
en cambio los procesos de aprendizaje fisiológicos resultan de la experiencia personal. Azcoaga agrega
acerca del desarrollo de las funciones cerebrales: las funciones van organizándose gracias a la
intervención del sistema nervioso central del cerebro y de la corteza, pero del mismo modo podemos decir
que la corteza cerebral y otras estructuras van organizándose a medida que se ejecutan determinadas
funciones.
¿Qué clase de conocimientos debe adquirir el niño para ser hablantes competentes?
● Contenido de los mensajes: desarrollo léxico y semántico. Relaciones de significado entre las
unidades lingüísticas y el entorno. Incluye la comprensión del significado y combinaciones, conjunto
de palabras - vocabulario -, organización mental del vocabulario y relaciones entre sgdos, capacidad
de producir lenguaje con una referencia semántica adecuada.
● Forma o estructura de los mensajes: componente fonológico. Secuencia de los sonidos o fonemas
de una lengua. Hace al desarrollo gramatical. La morfosintaxis es la totalidad de mecanismos que se
pueden utilizar para expresar relaciones gramaticales. Incluye orden de los fonemas y todo el
contenido gramatical de una lengua.
● Uso de los mensajes: desarrollo de la pragmática. Conocimiento sobre los usos y funciones del
lenguaje, para qué se construye un mensaje.
Existe un nivel superior llamado nivel del desarrollo del discurso que engloba a estos tres. Está en
Azcoaga en el capítulo del desarrollo del lenguaje, es importante ubicar cada aspecto en las diferentes
etapas de la comunicación.
● los niños comienzan a comunicarse intencionalmente con los otros mediante el llanto y la
expresión corporal, los gestos, las vocalizaciones, adquiriendo las funciones comunicativas básicas
con las que utilizarán las primeras palabras.
● Comienza el desarrollo fonológico adquiriendo los primeros sonidos de la lengua.
● Primeros significados a través del intercambio comunicativo con otros.
La etapa se va a dividir en tres momentos: hasta los 2 meses, hasta los 6 meses y hasta los 12 meses.
0 a 2 meses:
Los bebés son activos desde el comienzo para relacionarse con el mundo físico y a la hora de construir
las primeras relaciones sociales. Las acciones del niño son del todo intencionales que expresan su estado
emocional. El bebé posee predisposiciones genéticas para cierto tipo de estímulos visuales y auditivos,
responde a estos estímulos mediante el movimiento sincrónico de fibras musculares, particularmente al
momento de la lactancia.
Azcoaga destaca algunas actividades innatas en el bebé a partir de las cuales se generarán las primeras
emisiones, estas pueden ser: succión, deglución, grito y llanto. El adulto se comunica mediante
comunicación gestual y prosodia, suma a esto el diálogo tónico con el bebé. EL niño establece una
simbiosis afectiva con sus cuidadores.
2-6 meses:
Continúa el diálogo tónico, modos de interacción nuevos como los juego cara a cara. Aparece la sonrisa
social como medio de comunicación. El maternés constituye las estrategias que los adultos adoptan para
poder sostener la atención del niño a partir de diferentes expresiones. El primer sentido que el bebé
controla es el visual: a partir de ahí el modula los estímulos que le llegan del exterior y reconoce a
aquellas personas con las cuales establece un vínculo privilegiado. A los pocos meses de vida los bebés
integran información auditiva y sonora, por ejemplo, captan la sincronización de los labios con la emisión
auditiva.
Maternés: variante enunciativa que los adultos ejecutan intuitivamente ante el bebé para despertar su
atención, interactuar con él y de forma indirecta facilitar su comprensión del habla (supresión de palabras
relacionales, exageración de la prosodia, vocalización amplificada, sobre marcación de pausas
acentuales).
Para Azcoaga el lenguaje es producto de un proceso de aprendizaje fisiológico, siendo el punto de partida
la actividad refleja. Las diferentes manifestaciones de los reflejos luego devendrán en el juego vocal,
mediante la organización de fórmulas que darán lugar a la síntesis de estereotipos fonemáticos en el
segundo semestre. Para esto no es solo importante la actividad del bebé sino la suma de información
visual y auditiva.
Azcoaga destaca en esta etapa el papel de las emisiones propioceptivas o cinestésicas generadas por la
contracción de los músculos. A la coincidencia de la contracción muscular y la llegada de las emisiones al
cerebro se las denominó fórmula, la cual se estabiliza mediante la repetición del acto. A estas primeras
experiencias se le van agregando diferentes emisiones como son la vibratoria o táctil, introduciendo a sí
mismo pequeñas variaciones que amplían el repertorio de posibilidades a la hora de emitir sonidos.
Juego vocal propioceptivo: son aquellos sonidos que el bebé emite, aunque carezca de estimulación
verbal, en momentos de tranquilidad fisiológica. Estos sonidos no pertenecen como tales a la lengua
materna, sino que responden a características anatomofisiológicas. Aparece alrededor del 2 mes de vida
mediante sonidos guturales que repite hasta que aparece un nuevo sonido. Implica ya un intento
comunicacional e implica musculatura que luego va a estar implicada en el habla. Aparecen aferencias
propioceptivas sumadas a aferencia táctiles y vibratorias de la cavidad bucal.
El desarrollo fonológico va a consistir en un proceso de selección de los contrastes fonéticos que son
pertinentes a la lengua materna. El mecanismo de adquisición es la imitación.
6 a 12-15 meses:
Azcoaga sostiene que en el nivel prelingüístico existen razones para afirmar que existen algunas nociones
de la propiedad representativa de las palabras. Aparece la palabra señal, que se caracteriza por suscitar
en el niño reacciones específicas a la manera de estímulos, indicando un valor significativo para el niño.
Clase 5 parte 2
Bruner propone el concepto formato. Parte de la corriente socio-interaccionista. Este concepto aparece en
un momento de la obra fuertemente influenciada por Vygotsky, a su vez discute con la propuesta innatista
de Chomsky. Dice que además del LAD y LASS de Chomsky existe un marco interactivo que promueve el
acceso de niño o niña al lenguaje. El bebé capta formatos de naturaleza socio-pragmática que ordenan
las acciones en categorías con las que más tarde se interroga la señal del habla. Los formatos son pautas
de interacción estandarizadas e inicialmente micro cósmicas entre un adulto y un infante. Así se sitúan
roles demarcados que finalmente se convierten en reversibles. Estos formatos se construyen en
intercambios verbales, preverbales y protoconversaciones.
Para que el niño reciba las claves del lenguaje, debe participar primero de un tipo de relaciones sociales
que actúen de modo consonante con los usos del lenguaje en el discurso – en relación a la intensión
compartida, a una especificación deíctica (asociado al uso de una persona gramatical) y al
establecimiento de una presuposición. Denominaré formatos a esa relación social. Son un tipo de
interacción contingente entre al menos dos pares actuantes, en el sentido de que las respuestas de cada
miembro dependen de la anterior respuesta del otro.
Las actitudes que los adultos tiene para con los bebés y niños ayudan a la adquisición de las habilidades
comunicativas. Los adultos actúan de formas muy concretas cuando interactúan con los niños, forman
contextos de interacción con características definidas y tiene un papel muy importante en el desarrollo del
lenguaje. Suelen hablar de manera diferente que, con otro adulto, se dirigen haciendo uso del maternés.
Desde los 2 meses existen protoconversaciones entre bebés y adultos, ahí se respetan las secuencias de
turnos de habla. El adulto actúa de manera contingente siguiendo los intereses del niño, responden al
centro de interés de este en vez de intentar redirigirlo.
Características de los formatos: imponen roles o papeles reversibles. Exigen una toma de turnos. Exigen
atención conjunta: entre los 6 y los 9 meses los niños desarrollan esta habilidad, sostienen la atención
entre el interlocutor y un objeto, es una atención en 3 partes: niño, objeto e interlocutor. Esta es una
habilidad necesaria para el desarrollo de las capacidades comunicativas. El habla tiene referentes
concretos en el mundo que lo rodea. Los formatos, además, poseen una estructura secuencial y poseen
roles asimétricos.
Los formatos crecen y pueden ser tan variados y complejos como sea necesario.
El adulto ayuda al niño a alcanzar la zona de desarrollo próximo, sirve como organizador, modelo y
monitor hasta que el niño pueda asumir sus responsabilidades por sí mismo.
Para Bruner, la adquisición del lenguaje se inicia antes de que el niño exprese su primer habla léxico
gramatical. Cuando la madre y el niño crean una estructura predecible de acción recíproca que puede
servir como un microcosmos para comunicarse y para construir una realidad compartida. Es en estos
intercambios que el niño adquiere la gramática, la forma de referir o significar y la forma de realizar sus
intenciones comunicativamente.
9 a 12 meses: los niños se dirigen hacia un objeto y lo designan con un gesto. Esto es una forma de
expresión intencional social e individual mediante la cual el bebé expresa su interés por un objeto. Pide el
objeto y comparte la experiencia estableciendo un lazo intencional. Es un precursor de las actividades
lingüísticas de los niños. El gesto consiste en extender la mano hacia un referente presente o ausente con
la intención de dirigir la atención hacia un fin concreto.
11 - 12 meses: primeros significados: comprensión de las primeras palabras asociadas a las actividades
vitales (madre, alimentación, sueño, juego). Es el momento de la palabra-señal: están asociadas a los
intereses biológicos del niño, aún no poseen significado como tal, sino que es de la misma naturaleza que
otros estímulos sensoperceptivos. Las respuestas del niño evidencian comprensión, pero sólo a nivel
sensoperceptivo.
Palabra-objeto: condición de las palabras que forman parte de la comprensión y luego de la elocución del
niño, representativas de objetos concretos. Son determinantes la entonación, los gestos, la expresión
facial del hablante y el contexto situacional.
2 características de la comprensión del significado: los niños comprenden los significados de las primeras
palabras muy estrechamente ligadas a un contextos, situaciones u objetos familiares perceptivamente
destacados. Además, el significado de las palabras de los niños no es fijo, sino en contexto. Cuando este
es fijo, este no coincide con el de los adultos, por lo que ocurren sobreextensiones - o generalizaciones -
u infra extensiones. Esto funciona en la comprensión y en la elocución.
Clase 6
Piaget se pregunta acerca de los modos de conocimiento de los niños. La cognición hace referencia a los
procesos y productos internos de la mente que llevan a ese conocimiento (conjunto de representaciones
de la realidad en la memoria de un sujeto acerca del mundo físico, social y psíquico).
Inteligencia tiene varios significados. Puede referirse a los diferentes niveles de adaptación. En términos
individuales puede referirse a las diferentes etapas de un individuo en su desarrollo (vista ontogenética).
El desarrollo psíquico para Piaget consiste en una marcha hacia el equilibrio, pasar de un estado de
menor equilibrio a otro de mayor equilibrio. Para esto distingue 2 aspectos complementarios, las
estructuras variables y un cierto funcionamiento constante.
El conocimiento para Piaget es algo a construir, no se recibe de manera pasiva. Es una forma de
actividad. La inteligencia es un instrumento de adaptación.
Esquema: es una estructura específica o medio organizado de dar sentido a la experiencia que cambia
con la edad. Es una secuencia organizada de acciones susceptibles de repetirse en situaciones
semejantes. Lo que motiva la organización de un esquema es una necesidad fisiológica, psíquica o
afectiva, la cual es entendida como un desequilibrio. La organización y coordinación de diversos
esquemas posibilita la construcción de estructuras de acción física o mental.
En los inicios del desarrollo del niño los esquemas son estructuras de acción física (un bebé que toma y
suelta un sonajero). Luego son de acción mental (clasificar objetos en categorías al observar algo).
Los esquemas no son una forma pura de almacenar el conocimiento, sino que sirven para actuar sobre el
mundo mental o real.
La organización es una función que permite la construcción de esquemas sin contacto directo con el
entorno. Implica reorganización interna y vinculación de esquemas, construyendo progresivamente un
sistema cognitivo fuertemente interconectado. Esta función no opera desde el nacimiento sino desde los 8
meses de edad aproximadamente, es en este momento que surge en el niño la capacidad de
coordinación de esquemas de acción.
Los periodos de mayor transformación cognitiva para Piaget son la etapa sensoriomotora (0 a 24 meses
de edad) y las transiciones entre etapas del desarrollo. En el nacimiento son los reflejos los que permitirán
al niño la creación de nuevos esquemas de conocimiento. La etapa termina con el advenimiento del
lenguaje y el advenimiento de la representación.
Este es de relativamente poca importancia para estimular el desarrollo del pensamiento del niño. Los
mayores avances cognitivos se dan cuando el niño o niña interacciona directamente con el mundo físico,
descubre las deficiencias de su manera de pensar y las revisa para mejorar su ajuste con la realidad
externa.
El lenguaje forma parte de lo que Piaget llama la función semiótica o simbólica, es decir, la propiedad de
señalar algo que no se encuentra efectivamente presente. Dentro de esta función podemos encontrar
también otros símbolos individuales como el juego simbólico, la imitación diferida o la imagen mental,
todas estas derivadas del proceso de imitación e independientes del lenguaje. La complejidad del
lenguaje radica en que sus símbolos son de naturaleza colectiva. Para Piaget el transforma las formas de
pensamiento, sin embargo, el progreso cognitivo se va dando por la creación y modificación de
esquemas.
Clase 6 parte 2
Acompaña al nivel prelingüístico o etapa sensoriomotora. Posee 3 sub etapas: Esquemas reflejos (0 a 2
meses), hábitos motores y percepciones organizadas (hasta el primer año), inteligencia sensorio motriz
propiamente dicha (hasta el segundo año).
Esta clasificación es en 6 etapas y es llevada adelante por Juan Delval. Esto es también de Piaget y
presta mayor atención a las reacciones circulares:
La idea de reacción circular es al inicio de la vida un modo de contacto privilegiado de contacto con el
mundo físico. El fin es mantener o descubrir otra vez un resultado nuevo o interesante. Cuenta con una
gradación de niveles de complejidad: primaria, secundaria y terciaria.
Secundarias: repetición de resultados interesantes que se obtienen cuando la acción recae en el medio
externo. Por ejemplo, el esquema de lanzamiento del sonajero. Aparece en la tercera subetapa
Egocentrismo:
Es la incapacidad de distinguir la propia perspectiva cognitiva de las perspectivas de los otros y reaparece
de diversas formas a través de las etapas. El egocentrismo sensoriomotor implica una fusión de uno
mismo con el mundo circundante, supone la ausencia del entendimiento de que el sí mismo es un objeto
en un mundo de objetos. El egocentrismo disminuye en el periodo sensoriomotor, conforme los niños van
descubriendo gradualmente que sus propias acciones están separadas de la realidad externa.
El bebé tiene que construir los conceptos de espacio, tiempo, objeto y causalidad. Debe llegar a
comprender que los objetos son duraderos y permanentes en el espacio. Esta experiencia lleva varios
meses de interacción con el entorno.
Clase 7
El sustrato fisiológico está formado por la gradual adquisición de estereotipos fonemáticos, por la
ampliación de la comprensión de significados y por incesantes síntesis en la actividad gnósico-práxica
infantil con las actividades del lenguaje. Este proceso ya es aprendizaje fisiológico y hace que la
combinación de estereotipos fonemáticos se estabilice como estereotipos motores verbales, o sea, el
soporte fisiológico de las palabras. A esto se suma la incorporación de significados. Estos significados no
corresponden únicamente a la palabra en cuestión sino al contexto y la combinación de las mismas.
Alrededor de los 2 años la conducta pasa a ser regulada por el lenguaje. El niño comienza a comprender
los significados del lenguaje de la madre y de los más cercanos. El conocimiento de su ambiente se ve
motivado por el conjunto de los significados transmitidos por las palabras, la mímica, la voz, los gestos de
las personas que forman parte de su ambiente cotidiano. Es en este proceso que el niño va siendo
modelado y tiene lugar el proceso de socialización, el cual se cumple de forma doble y simultánea: por un
lado, la madre procede a modelar el comportamiento del niño mediante el lenguaje. Y a su vez, el niño va
entrando en relación con los objetos mediante el lenguaje materno lo que convierte al lenguaje materno
en un instrumento obligado de la socialización, así como del manejo de la realidad.
Juana Levin: el niño que tiene el sistema perceptual intacto pero se encuentra aislado no habla. No
produce lenguaje porque se dice a otro y sin otro no hay nada que decir, hace falta alguien que escuche.
Esto destaca no solo la posición de escucha de otro hablante sino también una necesidad apelante, la
solicitud de concurrencia y la espera de la llegada sonora. Hay otro esperante que desea la palabra. Si
bien está en la naturaleza del hombre la posibilidad de lenguaje no lo está como una construcción
independiente del otro, sino que depende vitalmente de este.
Azcoaga dice que la actividad verbal durante el primer nivel lingüístico no solo es comunicativa sino que
también es el comienzo de la expresión verbal no comunicativa, pero con una función instrumental para
resolver situaciones, ejecutar acciones, etc.
● Monosílabo intencional: comienza antes del año y se extiende al año y medio. Los estereotipos
fonemáticos adquieren función denominativa durante el juego y también alcanzan nivel de
comunicación de deseos y peticiones, combinados con gestos y prosodia.
● Palabra frase: después del año hasta casi los dos años. Ampliación de recursos fonológicos -
adquisición de nuevos fonemas y combinación de sílabas simples y directas, inversas y algunas
complejas. A veces son fusiones de dos palabras, palabras a las que se le suprime una sílaba o
neologismos. El valor comunicativo se desprende del contexto, la situación, la mímica y la
entonación expresan el contenido comunicativo. Su uso le confiere valor de palabra.
● Palabra yuxtapuesta: emerge de la palabra frase. Dos palabras fusionadas que paulatinamente se
van independizando. Funcionalmente están ligadas entre sí y constituyen una oración restringida a
sus términos más simples. Se las considera el germen de las primeras gramáticas infantiles. Los
contenidos semánticos se relacionan con objetos concretos, función sustantiva de los vocablos
utilizados. También algunos verbos que identifican formas concretas de acción.
● Frase simple: aproximadamente a los dos años. Incorporación de preposiciones, conjunciones,
artículos y declinaciones (género, número, persona verbal). Aumente la coherencia sintáctica. La
semántica corresponde a la de las proposiciones. Monólogo infantil durante el juego.
Alrededor de los 3 años. Es llamada por Wallon periodo de crisis y la describe como un fenómeno que
conjuga querer hacer todo sólo, por sus propios medios, con la percepción de una fuerte mirada ajena
sobre sí y el uso del pronombre personal “yo”, dejando de confundir lo mío con el yo.
Funciona como shifter o conmutador ya que presenta una de las primeras funciones de reversibilidad, el
cual permite obrar en otro nivel con la doble función de índice y símbolo. Me indica y se simboliza. Se sale
de la concretud de estar presente físicamente para obrar en el plano simbólico.
La comprensión del lenguaje requiere del lenguaje interior. Este se organiza con los estereotipos
verbales, es decir, los significados que constituyen el lenguaje. El desarrollo del lenguaje interior se
extiende desde el primer al segundo nivel lingüístico, hasta los 7 u 8 años.
Azcoaga sostiene que la circunstancia de juego vocal en el niño, hasta los 2 o 3 años, hace que las
emisiones sostengan características más parecidas al juego que al lenguaje. Es así que el lenguaje
cumple la función de acompañante en las actividades de juego. A partir de esta nueva etapa, el lenguaje
tiene la finalidad de resolver las situaciones creadas. El ritmo del monólogo se acelera acorde avanza el
problema a resolver, cesa cuando se alcanza la solución. Esto hace una diferencia escasa entre el
monólogo infantil como emisión y el lenguaje interior como actividad discursiva del pensamiento.
El lenguaje egocéntrico para Vygotsky el lenguaje egocéntrico cumple además la función social de la
comunicación y es precisamente este tipo de lenguaje, al ser incorporado, interiorizado da nacimiento al
lenguaje interior. La aparición del lenguaje interior cumple una función autorregulativa, es decir, cumple un
papel en la planificación y regulación de la acción.
Clase 8
Transcurre de los 2 a los 7 años aprox. Se inicia por la función semiótica o simbólica: esta permite
representar objetos o acontecimientos que no están presentes, liberándose de los límites del campo
perceptivo, por medio de símbolos o de signos diferenciados. Las siguientes conductas, de aparición casi
simultánea, son un indicador de esta función:
● Imitación diferida
● Juego simbólico o de imitación o imaginación
● Dibujo
● Imagen mental
● Lenguaje
Esto abre la posibilidad de actuar sobre la realidad de forma mediata. Hay una ampliación de la capacidad
de actuar sobre las cosas.
La imitación diferida se trata de la capacidad de imitación que se inicia en ausencia del modelo. La
representación en acto se libera de las exigencias sensoriomotoras de copia perceptiva directa para
alcanzar un nivel medio en el acto, desprendido de su contexto, se hace significante diferenciado y,
consecuentemente, en parte ya representación en pensamiento.
La imitación diferida, el juego simbólico y la imagen mental son consideradas como 3 tipos de símbolos
individuales derivados de la imitación como paso de la pre-representación en acto a la representación o
pensamiento.
El juego simbólico aparece aproximadamente al mismo tiempo que el lenguaje, pero según Piaget con
independencia de este. Desempeña un papel considerable en el pensamiento de los pequeños como
El sistema de símbolos propio del juego simbólico, constituye un sistema de significantes construidos por
el niño y adaptado a sus deseos, tomados de la imitación, utilizada como medio evocador al servicio de la
asimilación lúdica. El niño reproduce situaciones que ha visto o vivido, pero adaptándolas a sus deseos,
utilizando símbolos en el juego. De este modo este juego permite una manipulación simbólica de la
realidad.
El dibujo es un intermediario entre el juego y la imagen mental. Comparte con el juego el placer de su
realización y constituye una imitación de la realidad. Su aparición es entre los 2 y los 2 1⁄2 años.
Existen variadas interacciones entre la imagen mental y la imagen gráfica. Ambas derivan de la imitación.
La primera forma de dibujo (el garabato) no participa de la imitación de la realidad, sino que se constituye
como puro juego de ejercicio. Muy pronto el niño reconoce formas es aquello que garabatea sin finalidad,
de tal modo que trata de reproducir de memoria un modelo, por poco parecida que sea su expresión
gráfica desde el punto de vista del objetivo: desde esa intención el dibujo es imitación e imagen.
● Realismo fortuito: garabatos cuya significación aparece luego de la realización del mismo).
● Realismo frustrado o fase de incapacidad sintética: los elementos de la obra están yuxtapuestos en
lugar de estar coordinados como totalidad.
● Realismo intelectual: no considera la perspectiva visual ni las proporciones métricas, aunque ya
adquiere carácter de totalidad
● Realismo visual: (8 o 9 años) el dibujo representa sólo lo visible en una perspectiva. Tiene en cuenta
la noción de conjunto y conserva las proporciones métricas. No pertenece a esta etapa.
La imagen mental aparece como una imitación diferida interiorizada, es decir, como una imitación que no
se exterioriza. Esta supone un esfuerzo de asimilación y elaboración de la realidad. Hace intervenir a la
percepción y a la motricidad.
Las imágenes mentales sólo constituyen un sistema de símbolos que traducen, más o menos
exactamente, pero en general con retraso, el nivel de comprensión preoperatoria y luego operatoria de los
sujetos. Según Piaget la imagen no basta para engendrar las estructuras operatorias.
Lenguaje
Con este surge la capacidad de reconstruir las acciones pasadas en forma de relato y de anticipar las
acciones futuras mediante la representación verbal. Además, puede sustituir actos por la palabra sin
jamás llegar a realizarlos. Las conductas resultan profundamente modificadas en el aspecto intelectual y
afectivo.
● Socialización de la acción
Intercambios posibles entre individuos, pares o con adultos. Representa un gran avance respecto de las
relaciones interindividuales como se conocían en la etapa anterior (casi exclusivamente imitación y
relación
afectiva global). Existen 3 grandes tipos de hechos:
a) Hechos de subordinación y relaciones de presión espiritual ejercida por el adulto sobre el niño: es
una sumisión Icc intelectual y afectiva. El niño comienza a conocer los pensamientos y realidades de
los adultos que lo rodean, de ese modo se presentan como modelos a copiar o igualar. Las órdenes
de los adultos son respetadas y aceptadas por los niños.
b) Monólogos colectivos: hasta aprox. a los 7 años los niños no saben discutir entre sí y se limitan a
confrontar sus afirmaciones contrarias. Falta el punto de vista del otro, hablan como para sí mismos.
El monólogo es más un incentivo para la acción que un intercambio real de ideas.
c) Monólogo: acompañan sus juegos y acciones. Es un apoyo para la acción propia inmediata.
Así las primeras conductas sociales están a medio camino de la socialización verdadera: el niño sigue
inconscientemente centrado en sí mismo. Existe una primacía del punto de vista propio, no puede
coordinar este con el de los demás. Hay egocentrismo respecto al grupo social que reproduce y prolonga
al presente en el lactante respecto del mundo físico (objetos).
El lenguaje a veces posee fines comunicacionales, es decir, es lenguaje socializado. Otras veces el niño
habla al mismo tiempo que ejecuta alguna acción, probablemente con un objeto. Ahí está realizando un
monólogo egocéntrico, cuya finalidad es describir la acción. Habla para sí mismo cuando está con otros.
El niño piensa que está conversando con los demás, pero en realidad están entendiéndose a sí mismo.
Existe un egocentrismo desde la cooperación intelectual, no hay intercambio de puntos de vista.
Se produce un pasaje del polo egocéntrico al pensamiento intuitivo. El primero se caracteriza como
pensamiento por mera incorporación o asimilación (por ejemplo, el juego simbólico puro). El pensamiento
intuitivo se encuentra mejor adaptado a la realidad. Entre ambas etapas encontramos al pensamiento
verbal.
En esta etapa se produce la interiorización de la palabra, el pensamiento propiamente dicho tiene como
soportes el lenguaje interior y el sistema de los signos.
Existen manifestaciones del pensamiento incipiente que consisten en una asimilación deformadora de la
realidad hacia la actividad propia: juego simbólico o de imaginación, finalismo, animismo y artificialismo.
Toda causalidad que se desarrolla durante esta etapa también participa de los mismos caracteres de
indiferenciación entre lo psíquico y lo físico, es decir, de egocentrismo intelectual.
El niño manifiesta que los límites entre los juegos e imaginaciones respecto de la realidad no son tan
claros como lo serán más adelante o en niños de mayor edad.
● Intuición
Proceso en el que se genera la interiorización de la acción, la cual de puramente perceptiva y motriz que
era, para a reconstruirse en el plano intuitivo de las imágenes y de las experiencias mentales. La intuición
está sometida a la primacía de la percepción.
El niño en esta etapa afirma, pero no logra argumentar sus afirmaciones. No sabe definir conceptos.
Designa o define los objetos por su uso.
El pensamiento del niño es prelógico y preoperatorio. No logra construir las nociones más elementales de
conservación a causa de la carencia de operaciones reversibles, es decir, su pensamiento es irreversible.
El niño suple la lógica por la intuición, es decir, interiorización del pensamiento sensoriomotor sin
articulación racional aún.