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EL ACOSO ESCOLAR

YUAN AYMARA CASTILLO PEÑA

C.I. V- 33.952.231

UNIDAD EDUCATIVA COLEGIO SANTA ELVIRA

ASIGNATURA INFORMÁTICA

AÑO: 1 ER. SECCIÓN: B

CARACAS, 30 NOVIEMBRE DEL 2021


ÍNDICE

PORTADA………………………………………………….................................................1

ÍNDICE……………………………………………………………………………………..2

INTRODUCCIÓN………………………………...………………………………………...3

DESARROLLO……………………………………………………………………………..4

CONCLUSIÓN…………………………………………………………………………....15

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………….…16

ANEXOS………………………………………………………………………………..…17
INTRODUCCIÓN

En este trabajo hablaremos del fenómeno del acoso escolar en el cual intervienen múltiples

factores asociados con los orígenes, contexto social y cultural, procedencia familiar y nivel

socioeconómico de los sujetos involucrados y de la institución escolar que los alberga. Dada la

complejidad del fenómeno, cualquier tipo de estudio sobre él requiere el conocimiento del

contexto en el cual se hace evidente, de sus actores y de los aspectos que inciden de manera

directa e indirecta en su aparición y desarrollo. Varios aspectos deben tenerse en cuenta para

abordar y comprender el fenómeno del acoso escolar. También las causas y consecuencias del

acoso escolar, también sobre las medidas de prevención contra este problema del acoso escolar.
DESARROLLO

CONCEPTOS.

Que es el acoso: Se conoce como intimidación o acoso (conocido en inglés como

bullying) cuando una persona o grupo lastima repetidamente a alguien a propósito. Puede ser

físico, social y / o verbal. Es dañino tanto para las víctimas como para los acosadores, y siempre

implica:

 Comportamiento agresivo

 Diferencia de poder: Es decir, la víctima es más débil o se percibe como más débil. Por

ejemplo, los acosadores pueden intentar usar la fuerza física, información vergonzosa o la

popularidad para dañar a otros

 Repetición: Es decir, ocurre más de una vez o probablemente volverá a suceder.

El ciberacoso: El acoso cibernético o ciberacoso es la intimidación que ocurre a través de

mensajes de texto o en línea. Puede ser a través de correos electrónicos, redes sociales, foros o

juegos. Algunos ejemplos son:

 Publicar rumores en las redes sociales

 Compartir fotos o videos vergonzosos en línea

 Compartir información privada de otra persona en línea (llamado doxing en inglés)

 Amenazar a alguien en línea

 Crear cuentas falsas y publicar información para avergonzar a alguien

Ciertos tipos de ciberacoso pueden ser ilegales. Las leyes sobre el ciberacoso son

diferentes de un estado a otro.


TIPOS DE ACOSO ESCOLAR

El bullying directo.  Es aquel que se refiere a comportamientos agresivos que van

dirigidos directamente a la víctima, siendo evidente quién o quiénes son los victimarios y

ubicando rápidamente el modo de intimidación dentro de algún tipo de acoso escolar.

El bullying indirecto.  Hace referencia a la manipulación que se genera hacia el

hostigado sin este conocer al responsable de las agresiones.

A pesar de que el bullying se caracteriza por acosar, intimidar u hostigar, se pueden

reconocer dentro de él 5 tipos, los cuales se clasifican dependiendo de la actuación de los

victimarios. Es común que el agresor emplee varios a la vez para maximizar el temor en la

víctima, con el objetivo de que esta se sienta totalmente vulnerable.

El bullying psicológico. Es el más común y puede considerarse presente en todos los tipos

de acoso escolar. Se encarga de infundir miedo a través de miradas amenazantes, actitudes

violentas y chantajes. Los agresores que emplean este tipo de bullying suelen obligar a sus

víctimas a ejecutar acciones de manera forzada, ya que logran que estas sientan temor por ellos y

perciban la sensación de que las observan, lo que causa que piensen que si le comunican algo a

algún adulto pagarán las consecuencias.

Esta forma de bullying puede ser directa e indirecta y generalmente lleva tiempo ser

detectada por los representantes y profesores, ya que no existe una manifestación física o prueba

concreta que demuestre el acoso. Cuando se presume que este fenómeno se está llevando a cabo,

es natural que el agresor lo desmienta y la víctima no tenga el valor de admitir su posición y

desenmascarar al victimario.
En la mayoría de los casos, los padres del niño que sufre bullying psicológico son los que

se percatan de que existe una situación irregular, ya que el comportamiento que tiene su hijo no

es el que lo caracteriza. Si un infante se identifica por ser tranquilo y citan a sus representantes

en la escuela porque ha cometido un acto indebido, o cuando este deja de comentar lo que hizo

en el colegio, manifiesta que no tiene ganas de asistir a clases o inventa enfermedades con el

objetivo de que sus padres no lo lleven al centro educativo, es cuando se sospecha que algo

irregular está ocurriendo.

El bullying verbal. En este tipo de acoso se encuentran todas las formas de intimidación

que se manifiestan a través de la palabra hablada, como por ejemplo: insultos, amenazas, burlas,

bromas pesadas que tengan el objetivo de ser detonantes de rumores y chismes entre el resto de

los compañeros. Los apodos también pueden considerarse bullying cuando se tornan ofensivos o

resaltan alguna característica física de la persona, especialmente si se crean con la intención de

excluirla del resto de los compañeros de clase.

Este tipo de bullying es directo y se identifica más rápido que el anterior, ya que las

víctimas comienzan a manifestar su frustración mediante llantos que no pueden ser controlados

frente a los padres. Generalmente empiezan a acomplejarse por la forma de su cuerpo, tono de

voz, manera de vestir; intentar modificar sus gustos y manifiestan la intención de dejar de hacer

actividades que disfrutan.

Una característica del acoso verbal es que la víctima usualmente busca cambiar aquello por

lo que los demás niños se meten con ella, como por ejemplo: el peinado, algún objeto que lleve

con frecuencia al aula durante las clases, accesorios para corregir alguna irregularidad como es el

caso de los lentes o frenillos, y hasta sus amigos cercanos.


El Bullying físico. Es el más evidente de todos los tipos. Incluye cualquier forma de

agresión corporal, siendo comunes los empujones, golpes y patadas; dentro de esta tipología

también se encuentra el lanzamiento de objetos, el encierro y el daño a las pertenencias. A

medida que el individuo va creciendo es común que los ataques se vuelvan cada vez más

violentos y peligrosos.

A la víctima de acoso físico le cuesta reconocer su situación, pues teme que los demás

también lo consideren como alguien débil a quien se puede humillar, especialmente las personas

de su núcleo familiar; por ello, es común que mientan y digan que la agresión fue un accidente,

tras elaborar una historia de cómo les ocurrió la lesión. Sin embargo, cuando los golpes se

vuelven reiterativos la existencia del bullying se hace evidente.

El Bullying social. Se emplea este tipo de acoso escolar cuando se le niega constantemente a un

individuo integrarse a un grupo, aislándolo de sus semejantes y excluyéndolo de la vida social.

En esta forma de bullying los victimarios ignoran a la víctima, no le dan espacio a su opinión

dentro o fuera del aula y crean una mala reputación para que otros niños tampoco jueguen con

ellas ni las incluyan en sus grupos de trabajo.

Evitar a una persona e incitar a otros a que la excluyan, es una forma de bullying, pero esto

no debe confundirse con el hecho de que existan discrepancias entre compañeros y que las

diferencia de opiniones entre algunas personas no logren congeniar como para establecer un

vínculo de amistad.

Este tipo de acoso escolar es directo y se identifica rápidamente, ya que los maestros

observan que al momento de formar equipos para hacer las actividades educativas, el niño que
está sometido a bullying no logra conseguir un grupo que quiera incluirlo para realizar el trabajo,

y a la hora del receso se encuentra retirado del resto de los alumnos. También es fácil que los

padres perciban esta situación, debido a que su representado no comenta lo que hizo en el

colegio, nunca hace referencia a sus compañeros ni nombra a algún amigo con quien comparta

momentos y juegos.

El bullying de exclusión social suele generarse en colectivo. Es probable que exista un

victimario que sea el responsable de haber originado que el resto de los compañeros también

rechazaran a la víctima, sea por un chisme o algún rumor, pero dentro de ese entorno todos los

involucrados contribuyen al aislamiento.

Bullying sexual. Esta forma de acoso es perturbadora para la víctima, ya que toda la

agresión va dirigida a intimidarla y abrumarla a través de conductas sexuales. Se encuentra

dentro de esta tipología: obligar a que un individuo realice acciones de índole sexual contra su

voluntad, ejecutar tocamientos forzados en las zonas erógenas, obligar a que la víctima vea

pornografía o cualquier imagen alusiva al sexo que esta no quiera observar y dirigirse

constantemente a ella con palabras obscenas. Hacer referencia a las partes sexuales de otro

individuo para que el resto de los compañeros se burlen, es una acción que se encuentra dentro

del bullying sexual, al igual que asegurar que este tiene una tendencia sexual distinta a la que

dicta su sexo.

Cuando llega la adolescencia los agresores tienden a incrementar sus ataques, exigen a la

víctima que se tome fotos mostrando algunas partes del cuerpo, la obligan a besar o tocar los

órganos genitales de otras personas y en los casos más extremos la fuerzan a tener relaciones

sexuales.
El bullying sexual puede ser aplicado tanto a niños como a niñas, pero las acciones que

ejecuten los victimarios son las que determinaran la gravedad del asunto, pues no todos los

acosadores emplean las mismas técnicas de intimidación. Es importante que los padres conozcan

sobre este tipo de amenaza y manipulación, ya que la mayoría omiten su existencia y manera de

aplicación, y se muestran en negación al pensar que su hijo puede estar pasando por esta

situación dentro de su centro de estudio.

CAUSAS DEL ACOSO ESCOLAR

En general, las causas o factores que provocan el acoso en los centros educativos suelen ser

personales, familiares y escolares. En lo personal, hay ocasiones en las que el acosador se ve

superior, bien porque cuenta con el apoyo de otros atacantes, o porque el acosado es alguien con

muy poca capacidad de responder a las agresiones. En la mayoría de las ocasiones, el acosador lo

que quiere es ver que el acosado lo está pasando mal.

El bullying puede darse en cualquier tipo de colegio, público o privado, pero según algunos

expertos, cuanto más grande es el centro escolar más riesgo existe de que haya acoso escolar. A

esta característica, hay que añadir la falta de control físico y de vigilancia en los centros

educativos. Sería recomendable que en los pasillos hubiera siempre alguien, profesores o

cuidadores, para atender e inspeccionar a los alumnos. Esto ayuda a la detección temprana

del bullying.

Aparte de eso, el tratamiento que se da a los alumnos es muy importante. La falta de

respeto, la humillación, las amenazas o la exclusión entre el personal docente y los alumnos
llevan a un clima de violencia y a situaciones de agresión. El colegio no debe limitarse solo a

enseñar, pero debe funcionar como generador de comportamientos sociales.

En cualquier caso, es importante estudiar el caso de que cada niño en concreto para

comprender qué hay detrás de esa agresividad hacia algunos de sus compañeros. Dar apoyo

desde la empatía es importante para acabar con las situaciones de acoso escolar.

CONSECUENCIAS DEL ACOSO ESCOLAR

Es fundamental que conozcamos las consecuencias que pueden aparecer en las personas

que viven esta tesitura. Tanto para prevenirla, como para tratarla en caso de que sea necesario.

Algo que debemos tener en cuenta es que las secuelas pueden ser de muy diversa índole y

van a tener más o menos notoriedad según la propia forma que tenga la víctima de sobrellevar y

superar el maltrato. Estas son las más comunes:

 Baja autoestima.

 Trastornos emocionales.

 Menor rendimiento académico y fracaso o abandono escolar.

 Alteraciones de la conducta (aislamiento social, timidez).

 Depresión.

 Ansiedad.

 Periodos de estrés breve o continuo.

 Dificultad para conciliar el sueño o tener pesadillas.

 Deseos de venganza.

 Manifestaciones neuróticas y de ira.


 Desconfianza en las personas.

 Dificultad para establecer relaciones interpersonales (sociales y familiares).

 Trastornos psicosomáticos.

 Problemas de socialización y en el futuro laboral.

 Pensamientos destructivos, y en el peor de los casos, suicidas.

CONSECUENCIAS EN EL AGRESOR

Es cierto que los agresores no se llevarán de esta situación un sufrimiento directo tanto

como sí lo hacen las víctimas. Pero tal y como indican algunos estudios, la actitud de estos

acosadores escolares podría derivar en conductas delictivas en el futuro.

En el momento de cometer las agresiones, la forma de actuar del acosador es autoritaria

y violenta por lo que esto también dificulta su convivencia con los demás niños. Se comporta de

manera impulsiva e intolerante y necesita siempre imponerse mediante la amenaza, la fuerza y

las discusiones. Además, suele exteriorizar continuamente esa autoridad de forma exagerada.

Es común, también, aunque resulte paradójico, que la mayoría de acosadores tenga

la aprobación e, incluso, la admiración de su entorno, y este supuesto “éxito” es el que

precisamente le hace reforzar las conductas de intimidación hacia sus víctimas. ¿Qué ocurre con

esto? Que se potencian esos patrones característicos de su comportamiento que hemos ido

nombrando tales como los siguientes:

 Ausencia de autocontrol.

 Actitud violenta.

 Muestras de autoridad exageradas.

 Relaciones familiares y sociales problemáticas.


 Uso de la fuerza y la amenaza.

 Fracaso escolar.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN CONTRA EL ACOSO ESCOLAR

1. Abrir los ojos

Por lo general, el acoso no sucede cuando el profesor está presente, por lo tanto debes estar

muy atento a cualquier cambio en tus alumnos. Las zonas comunes (los baños, los pasillos, el

comedor, las escaleras...) y las actividades extracurriculares suelen ser los puntos en los que se

produce el bullying. Ten en mente estas áreas "ciegas" y vigílalas.

2. Escuchar y respetar

Si un alumno se acerca a ti para comentarte que se siente mal debido a alguna actitud de

sus compañeros, no le restes importancia. Escúchale, respeta sus sentimientos y ¡créele! Muchas

veces el peor error que cumplimos los adultos es subestimar lo que los niños nos cuentan,

pensando que se trata de "cosas de niños" cuando en realidad el acoso escolar es un asunto que

reviste suma gravedad. Presta especial atención al niño en cuestión, observa su relación con los

demás niños y determina si se ha tratado de un hecho aislado o de una situación reiterada en el

tiempo.

3. Enseñar a los niños a actuar

Es habitual escuchar que en los casos de acoso escolar, el último en enterarse de la

situación ha sido el profesor. Es decir que los compañeros estaban al tanto de la situación y sin

embargo, no informaron al respecto. Por este motivo es sumamente importante enseñar a los

niños a ayudar a la víctima. Como profesores debemos explicarles que observar una situación de
acoso y no hacer nada, nos convierte en cómplices. Educar a los pequeños desde edades

tempranas es una de las mejores maneras de prevenir el bullying o frenar una situación de

acoso. ¿Por qué? Pues sencillamente porque si no hay cómplices, la posición del bully se debilita

y la de la víctima se fortalece al estar acompañada.

4. Estar al tanto de lo que sucede fuera de las aulas

Las pintadas en los baños, el aislamiento de un niño durante el recreo o la comida, los

rumores, las risas o burlas cuando un niño habla en clase... Todos estos son indicadores del

bullying. Estas pequeñas cosas pueden servir de termómetro de un curso y ayudar a

detectar situaciones de acoso.

5. Reaccionar y actuar con celeridad

Si sospechas que existe una situación de acoso en tu aula, ¡actúa! Cada colegio tiene (o

debería tener) un protocolo establecido en caso de bullying. Como profesor, debes conocerlo

como la palma de tu mano y ponerlo en marcha ante la menor sospecha de acoso. Habla con los

niños que acosan, pon normas a respetar y realiza un seguimiento para saber si se cumple o no lo

pautado.

6. Hablar con las familias

Frente a una situación de acoso es importante que las familias participen de la

solución. Comunícate con cada familia por separado, tranquilizando a la familia del acosado y

demostrando que estás trabajando para ayudar a su hijo mientras que trabajas en colaboración

con la familia del bully para modificar la actitud del niño. Ambas familias deben conocer la

situación y los pasos que se están siguiendo para solucionar el problema.


7. Trabajar la temática del acoso en clase

No esperes a que se presente una situación de bullying en tu aula: trabaja de manera

proactiva la problemática utilizando cuentos y juegos. Los niños concientizados reaccionarán

mejor ante un problema, por ejemplo no sirviendo como cómplices al acosador.

8. Fomentar la empatía

La empatía en los niños es fundamental para que sepan "ponerse en los zapatos del

otro". Entender cómo puede sentirse una persona frente a un maltrato es el primer paso para

evitarlo.

9. Conocer a tus alumnos

Tómate el tiempo para analizar a tus alumnos: ¿quién es más retraído?, ¿quién tiene

problemas en casa?, ¿quién es líder? Toda la información psicológica que puedas recavar de

ellos te ayudará a conocer a tu grupo y a poder detectar desequilibrios de poder que hieran a

algún pequeño.

10. Colocar carteles en el aula

Parece una tontería pero no lo es. Trabajar los valores en clase y colgar carteles hechos por

los niños es un buen recordatorio de lo que es correcto y lo que no  bien. Ya hemos publicado un

post con cuentos infantiles sobre los valores que pueden ser interesantes para los más pequeños.

Como ves, para prevenir el acoso escolar, lo más importante es que conozcas a los niños a tu

cargo y tengas los ojos bien abiertos para percibir cualquier cambio en su comportamiento, por

pequeño que este sea.

CONCLUSIÓN
Conclusiones La frecuencia del acoso escolar (bullying) en alumnos es mayor en México,

Estados Unidos , Brasil y China, superando más del 50% en el todo el mundo, El acoso se asocia

con trastornos psiquiátricos en todos los implicados, de los cuales la mayor parte son varones. De

ellos, quienes muestran características de víctimas y agresores son los que más psicopatología

presentan (principalmente trastornos externalizados como TDAH, oposicionismo y de conducta),

seguidos por los agresores (trastornos internalizados o de ansiedad) y en tercer lugar por los

menores víctimas (más trastornos de ansiedad). En lo que respecta a las niñas, el reducido

número de las que fueron detectadas en fenómenos de acoso plantea la necesidad de realizar más

estudios con instrumentos diseñados para la población que exploren las variedades de acoso

escolar que ocurren entre ellas. El acoso escolar requiere atención por su asociación con uso y

abuso de sustancias, abandono escolar, violencia intrafamiliar, embarazo adolescente, conducta

delictiva, portación de armas, conducta suicida y trastornos psiquiátricos como déficit de

atención, conducta oposicionista, ansiedad, problemas psicosomáticos y de conducta.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. (28 octubre 2021), Intimidación y

ciberacoso, https://medlineplus.gov/spanish/bullyingandcyberbullying.htm

Guiainfantil (19 de diciembre de 2018), Causas del acoso escolar.

https://www.guiainfantil.com/educacion/escuela/acosoescolar/causas.htm

 Claudia Escribano (05/12/2020), Consecuencias del acoso escolar en la víctima y el acosador.

Istock, https://www.serpadres.es/mas-6-anos/articulo/consecuencias-del-acoso-escolar-

en-la-victima-y-el-acosador-791607190785

 Cisneros X. (27 agosto 2018). Cómo prevenir el acoso escolar en el aula, educo.

https://www.educo.org/blog/como-prevenir-el-acoso-escolar-en-el-aula
ANEXOS

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