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La "Fuente de Juventud" es posible.

El libro narra la experiencia de una persona que, a los 68 años, con un cuerpo
muy dañado a nivel interno como externo, despierta en el un deseo de
rejuvenecer, su deseo toma fuerza y regresa a la India donde había escuchado
historias de que las personas no envejecían y los que aprendían los secretos,
rejuvenecían… tiempo después de practicar los ejercicios vuelve con un aspecto
correspondiente a una persona de aproximadamente 30 años.

El Secreto de la Eterna Juventud consta para empezar de cinco ejercicios o ritos,


que deben hacerse en la postura correcta, pero sin forzar el cuerpo, sin llegar
a sentir alguna molestia, solamente hasta donde sea posible; cada día
aumentará la flexibilidad y podrán hacerse mejor. Y luego se hacen los mas
importantes el sexto y el septimo.

Se inicia con tres ejercicios de cada uno durante la primera semana. Cada
semana se aumentan dos ejercicios de cada uno (siempre que resulte
cómodo; de otra manera, haga solamente los que pueda y a su propio
ritmo): 3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, 17, 19, 21. Cuando se llega al número 21,
debe hacerse esta cantidad de ejercicios durante seis meses, después de
lo cual podrá hacer, si lo desea, una ronda extra por la tarde o noche,
empezando con tres de cada uno. Al empezar, solo debe hacer una ronda
diariamente.

Si por alguna incomodidad no es posible hacer alguno de los ejercicios,


puede omitirse; después de algún tiempo de hacer los demás, el cuerpo
habrá adquirido la suficiente flexibilidad y podrá hacerlo.

Si por cualquier motivo se suspenden por cuatro días o más, es preferible


volver a iniciar con tres de cada uno.

Estos ejercicios son una síntesis de las más potentes y benéficas posturas
del Hatha Yoga. Después de muy breve tiempo de practicarlos, empezará
a notar una gran variedad de cambios favorables en todos aspectos:
flexibilidad, vitalidad, mejoría de la visión, mejor concentración, sueño
tranquilo, mejoría de la salud en general, rejuvenecimiento, etcétera.
Muchas personas empiezan a ver que sus canas recuperan el color original
hasta que desaparecen por completo.

Quienes empiezan a practicarlos con disciplina durante unos días, al


descubrir los resultados los convierten en parte de su vida cotidiana. La
mayoría de las personas en la actualidad no encuentra fácilmente tiempo
para hacer ejercicio; ésta es una manera muy práctica —a la vez que llena
de la más profunda sabiduría— de mantenernos sanos y en forma.

Es preferible hacerlos por la mañana, antes del baño y de la meditación,


pero también pueden hacerse a otra hora, si resulta más conveniente. Las
mujeres embarazadas o las personas que tengan algún padecimiento en la
columna vertebral deberán consultar a su médico.
Los giros de los ejercicios siempre se deben de realizar en el sentido de
las agujas del reloj según la tradición de los monjes tibetanos.

Eterna Juventud. Ejercicio 1

1. De pie, derecho, con los brazos extendidos horizontales al suelo.


2. Sin moverse del punto en que uno se encuentra, de debe girar lentamente
sobre sí mismo.
3. Se debe girar de izquierda a derecha.

(Sencillamente dar vueltas sobre sí mismo, en el mismo punto, en el sentido


de las agujas del reloj).

Eterna Juventud. Ejercicio 2

1. Tumbado en el suelo boca arriba con los brazos a los lados. Una vez que se
haya estirado bien sobre la espalda, extienda los brazos completamente a
los costados y coloque las palmas de las manos contra el suelo,
manteniendo los dedos muy unidos.
2. Alce la cabeza del suelo, llevando la barbilla hacia el pecho.
3. Levante las piernas, con las rodillas rectas, hasta una posición vertical. Si le
es posible, deje que sus piernas se extiendan hacia atrás sobre su cuerpo,
hacia la cabeza, pero no doble las rodillas.
4. Baje lentamente la cabeza y las piernas, con las rodillas rectas, hasta el
suelo. Deje que sus músculos se relajen y repita el ejercicio.
5. Respiración: Inhale profundamente cuando levante la cabeza y las piernas
y exhale cuando las baje.

Eterna Juventud. Ejercicio 3

1. Arrodillarse en el suelo con las dos rodillas dobladas y el tronco recto. Las
manos colocadas, con los brazos estirados, sobre los músculos de los
muslos.
2. Inclinar la cabeza hacia delante, tocando el pecho con la barbilla.
3. Con suavidad, mover la cabeza y el cuello hacia atrás todo lo que se pueda
y, al mismo tiempo, se inclina uno hacia atrás arqueando la columna. Al
arquearse se apoyan los brazos y las manos en los muslos para sostenerse.
4. Volver a la posición original y repetir el ejercicio.
5. Respiración: Inhale profundamente al arquear la columna. Exhale al volver
a la posición vertical.
Eterna Juventud. Ejercicio 4

1. Siéntese en el suelo con las piernas rectas frente a usted y los pies
separados a la anchura de los hombros. Con el tronco recto, coloque las
palmas de las manos en el suelo a los lados de las nalgas, con los dedos
señalando hacia los pies.
2. Lleve la barbilla hacia el pecho.
3. Deje caer la cabeza hacia atrás hasta donde pueda. Al mismo tiempo,
levante el cuerpo de forma que las rodillas se doblen y los brazos queden
rectos. El tronco formara una línea con la parte superior de las piernas,
horizontal al suelo. Y los brazos y parte inferior de las piernas quedarán
rectos, perpendiculares al suelo. Tense todos los músculos del cuerpo.
4. Relaje los músculos mientras vuelve a la posición original sentado y
descanse antes de repetir el proceso.
5. Respiración: Inhale profundamente al subir el cuerpo. Contenga la
respiración mientras tensa los músculos. Exhale todo el aire al bajar.
Ejercicio 5

1. Colocar el cuerpo boca abajo en el suelo, las manos con las palmas hacia
abajo en el suelo y los pies flexionados, con los dedos apoyados en el suelo.
Tanto pies y manos han de estar separados mas o menos a la anchura de los
hombros; los brazos y las piernas deben permanecer rectos.
2. Empiece con los brazos rectos, perpendiculares al suelo, y la columna
arqueada de modo que el cuerpo quede combado. Mueva la cabeza hacia
atrás todo lo que pueda.
3. Doblando las caderas, coloque el cuerpo en una posición de "V" invertida. Al
mismo tiempo lleve la barbilla hacia delante, pegándola al pecho.
4. Vuelva a la posición original y empiece otra vez el ejercicio.
5. Respiración : Inhale profundamente al subir el cuerpo y exhale totalmente
al bajarlo.

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