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Conservación

Debates Sobre el Desarrollo, Ambiente


y Paz en Colombia

Sesión 27 de Julio, 2021

Juan Pablo Giraldo Restrepo

Colombia es un país de contrastes, uno de los principales se da entre la centralidad


(entendidas como los cascos urbanos más desarrollados) y las periferias, siendo estas las
zonas rurales. Este contraste ha dado lugar a un ambiente de conflictividad, que sumado
a un Estado que se presenta en la zona únicamente desde el aparato militar, ha creado
las condiciones perfectas para una serie de conflictos que dañan la vida de las
comunidades que viven en las periferias. Por lo tanto, es importante comprender la
situación de los departamentos de la periferia para lograr dar solución a estas
problemáticas.

Uno de los elementos más importantes a tener en cuenta cuando se quiere comprender a
las periferias en Colombia para dar solución a la conflictividad existente, es la
problemática que existe entre las comunidades originarias de las zonas rurales
(entendiéndose esta como la comunidad de campesinos, la indígena y desde hace poco
los excombatientes) con el sistema de protección de la naturaleza Estatal, siendo estos
parques naturales. Este conflicto entre parques naturales y comunidades tiene como
conflicto principal la ilegalidad de las comunidades que habitan los PNN (Parques
Nacionales Naturales). Con la falta de un catastro multipropósito que logre identificar y
legalizar las tierras de las comunidades, las cuales existían cuando se crearon las zonas
de reserva natural sobre ellos, se termina creando un conflicto entre los habitantes de los
PNN y parques naturales, esto lo explica De Pourcq, Thomas, Van Damme, León-
Sicard. (2017) 

la mayoría de los PNNs colombianos fueron creados dando por hecho que no
estaban habitados. Sin embargo, lo cierto es que casi todos los PNNs han estado
habitados y han sido utilizados por una amplia variedad de comunidades locales
desde mucho antes de su creación. (P.128)
Pero no son solo los que habitan dentro de los PNN los que tienen un conflicto, sino que
también están las comunidades que viven alrededor de los parques. Estas comunidades
se encuentran con trabas para poder hacer uso de la tierra alrededor de ellos, y es que,
los administradores de PNN ven un conflicto en la delimitación de los terrenos,
poniendo problemas a las comunidades para su extracción, esto lo explica De Pourcq,
Thomas, Van Damme, León-Sicard. (2017)

Aunque no existe una cifra exacta, muchas más personas viven a lo largo de los
límites de los PNNs. Esta situación ha derivado en una serie de problemas en el
manejo de recursos y en conflictos entre los administradores de los PNNs y las
comunidades locales. (p.124)

También se debe sumar a lo anterior las prácticas que han tenido para proteger estos
parques naturales, siendo el plan ARTEMISA creado para acabar con la tala ilegal, el
uso de las tierras de los parques para ganadería extensiva y para los cultivos ilícitos. En
un primer momento el plan ARTEMISA en la teoría debería de atrapar a los
responsables de dañar las reservas naturales, pero en la práctica se convierte en una de
las medidas Estatales que más daño ha hecho a las comunidades, por lo que no logran
dar una solución a los problemas por la que fue creada.

Con la estrategia ambiental de Parques Nacionales, el gobierno ha centrado su


accionar en el componente militar; la campaña Artemisa se ha dedicado a
perseguir esporádicamente a obreros que son contratados para tumbar montaña
(selva, bosque), pero ha dejado intactas a las mafias de acaparamiento de tierras
asociadas a la ganadería, a las transnacionales del narcotráfico y al agronegocio.
(López, 2021, párr. 1)

Es importante para entender la razón de este conflicto, conocer la manera en la que


parques nacionales funciona, para esto se ingresa en la página de parques nacionales
naturales de Colombia y en la misión de ellos nos encontramos lo siguiente:

Administrar las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales y coordinar


el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, en el marco del ordenamiento
ambiental del territorio, con el propósito de conservar in situ la diversidad
biológica y ecosistémica representativa del país, proveer y mantener bienes y
servicios ambientales, proteger el patrimonio cultural y el hábitat natural donde
se desarrollan las culturas tradicionales como parte del Patrimonio Nacional y
aportar al Desarrollo Humano Sostenible; bajo los principios de transparencia,
solidaridad, equidad, participación y respeto a la diversidad cultural.  (Parques
Nacionales Naturales de Colombia. [PNNC], s.f.)

Teniendo en cuenta la misión del sistema de parque nacionales, podemos ver que uno de
los puntos centrales en la problemática está en su visión de la conservación. La manera
en la que PNN ve a la naturaleza entra en conflicto directo con los intereses de las
comunidades, tanto las que están alrededor de los parques como las que habitan dentro
de ellos, y no le interesa si existen derechos legales para la tenencia de la tierra dentro
de parques, como lo explica De Pourcq, Thomas, Van Damme, León-Sicard. (2017) 

Si un individuo o un grupo de personas obtuvieron derechos legales de


propiedad anteriores a la creación de un PNN en particular, el Estado
colombiano tiene la disposición legal de reclamar estos derechos a través de
compensación financiera (ya sea por negociación o por apropiación directa
(Ocampo y Chilamack, 2012)). Una vez que los derechos son obtenidos, los
propietarios originales pueden ser desalojados o reubicados en otras áreas
(Ocampo y Chilamack, 2012) (P.129)

Si para el caso de la legalidad PNN tiene las facultades para sacar a las comunidades de
sus tierras, en la situación de que no se tengan formalizada su tenencia PNN será capaz
de confiscar los terrenos y de darle a sus antiguos dueños una escasa compensación,
esto lo explican De Pourcq, Thomas, Van Damme, León-Sicard. (2017) 

Si el individuo o grupo no tiene derechos de propiedad legales, pero ha habitado


el PNN desde antes de su creación, el gobierno colombiano tiene derecho a
confiscar sus tierras compensando financieramente cualquier mejora realizada en
el terreno por los habitantes (por ejemplo, inversiones en agricultura o
infraestructura), después de lo cual, estos pueden ser reubicados en otra área
fuera del PNN (UAESPNN, 2012a). Cualquier propiedad adquirida o mejora de
tierra realizada después de la creación de un PNN no es reconocida como
propiedad legalmente establecida (Ley 2 de 1959, art. 13; Ley 99 de 1993). Por
lo tanto, bajo estas condiciones, cualquier individuo o comunidad pueden ser
desalojados de los PNNs sin compensación alguna. (p.130)

Comprendiendo lo anterior, se puede decir que hay una necesidad urgente de cambiar el
actuar de PNN si es que se quiere dar solución a una de las mayores problemáticas que
se vive en las periferias. El cambio que se debe efectuar en PNN es transformar la
manera en la que conciben la conservación.

Se puede pensar en un primer momento que la manera en la que PNN entiende la


conservación no es la razón por la que surgen los conflictos entre ellos y las
comunidades, dando como origen de este conflicto a la corrupción, las negligencia del
Estado y la corrupción que invade todas las instituciones, aunque estos puntos si tengan
peso en la generación de conflictos, realmente el problema nace de la arcaica visión que
tienen los dirigentes de PNN, viendo a la naturaleza como un ente separado del humano,
generando así conflictos con las comunidades que tienen una fuerte relacion con el
ambiente. Toledo (2005) criticara esta visión de la conservación.

El tratamiento meramente biológico de la conservación de la biodiversidad ha


conducido, empero, al mantenimiento de varias falacias, las cuales a su vez han
contribuido a darle forma a una cierta visión biotecnocrática. Un primer
conjunto de falsedades surge alrededor del “imperativo moral”, que busca y
exige la conservación completa y total de la biodiversidad, y que ha conducido a
posiciones recalcitrantes, intolerantes y coercitivas, que invocan el aislamiento y
protección de “áreas naturales” a toda costa y por encima de cualquier
impedimento social, económico, cultural o político. (p.69)

Toledo criticara a las áreas naturales protegidas (ANP) debido a que comprenden a la
naturaleza como un ambiente prístino, que debe de ser resguardado del actuar del ser
humano, esta visión del ecosistema como un ente impoluto es compartido con PNN que
busca salvaguardar el mundo natural de las comunidades. Esta visión tiene
consecuencias negativas para los ecosistemas, debido a que por mucho que se intente
mantenerlos separados del ser humano, este siempre va a terminar afectándolo, se puede
tomar de ejemplo lo que ocurre en los parques nacionales y su problema con la tala
ilegal, por lo tanto, se debe tener en cuenta lo dicho por Toledo (2005)

Las ANP aparecen más como zonas estáticas, donde las dinámicas ecosistémicas
se encuentran “congeladas”, no obstante que las capacidades de un ecosistema
para remontar el disturbio se dan justamente en situaciones de cambio (mediante
lo que se define como la “memoria ecológica.” (p.63)

No se puede entonces separar a la naturaleza del ser humano creando “islas naturales”
que no tengan contacto con ninguna comunidad, no es solamente porque como se ha
demostrado en Colombia, las comunidades desde antes de la creación de los parques
nacionales ya habitaban esas tierras, sino que también debido a la imposibilidad de la
naturaleza de verse afectada por el accionar humano, tanto sea este en gran escala como
si es un acto de un individuo.

La expansión de la especie humana ha terminado por articular como nunca antes


en la historia, los procesos del mundo natural con los del social. Dicho de otra
manera, en el mundo globalizado contemporáneo, la conservación de la
biodiversidad es imposible sin tomar en cuenta el conjunto de factores sociales
que la condicionan. (Toledo, 2005, p.70)

A pesar de lo anterior seria equivocado pensar que la única manera en la que el ser
humano se relaciona con la naturaleza deba de tener connotaciones destructivas. El ser
humano siempre se va a encontrar fuertemente relacionado con el mundo natural,
haciendo que el daño que sufra la naturaleza también lo sufra el humano, tal y como lo
dice Nemoga (2016) “Toda acción que degrade, perturbe, o afecte la integralidad de la
naturaleza, afecta al mismo tiempo al ser humano, pues la especie humana no se concibe
como un componente discreto, separado de la naturaleza desde la ecología profunda.”
(p.312) Teniendo en cuenta como estas “islas naturales” no logran ser realmente aislada,
al contrario, se ven constantemente afectadas por el humano, y de como el actuar de la
comunidad no debe ser necesariamente negativo debido a su fuerte relacion con la
naturaleza, resulta necesario entonces repensar en la manera en como se deben entender
los parques nacionales, convirtiéndolos en sistemas más dinámicos, tal y como dice
Toledo (2005)

Dado que las ANP son sistemas abiertos, afectados y afectables por las
dinámicas ecosistémicas o paisajísticas de las áreas que les rodean, resulta
fundamental la creación de “reservas dinámicas” formadas por conjuntos de
paisajes diversos que resultan de la acción humana y que operan como zonas
vitales para la permanencia en el largo plazo de las ANP. (p.74)

Lo anterior se ve reforzado con lo expuesto por Nemoga (2016)

Los trabajos de Posey (1982) y Posey (1985) mostraron que el pueblo Kayapó
crea “islas forestales” (apêtê) en zonas de sabana como resultado de sus prácticas
de cultivo y trasplante entre zonas ecológicas. El reconocimiento de los modos
de vida y de los sistemas de creencias del pueblo Kayapó permitió entender que
sus prácticas productivas y sociales conducían a la conservación de la
biodiversidad. (p.313)

Comprendiendo que las comunidades pueden ayudar a la protección de la biodiversidad,


la idea de concebir entonces a los parques nacionales fuera de las comunidades o en
muchos casos con una interferencia mínima deja de tener sentido. Se debe cambiar por
completo la visión que se debe tener de la conservación, siendo esta ahora una que se
integre con las zonas donde ya existan comunidades humanas, viéndose estas ya no
como las que obstruyen la correcta protección de la naturaleza, sino que, en cambio,
como un ente relacionado con estos espacios de reserva natural, siendo estas un ser vivo
más dentro del ecosistema.

Finalmente, dentro del caso colombiano se debe tener en cuenta la apropiada armonía
que debe de existir entre este nuevo planteamiento de los parques nacionales y las
comunidades. Hay que reconocer que Colombia es un país megadiverso, no solo en su
naturaleza, sino que también en sus comunidades y etnias, por lo que se debe buscar una
situación en la que las comunidades legitimasen el accionar de los parques, para esto
nos será necesario el enfoque biocultural, que en palabras de Nemoga (2016) “es un
camino para generar relaciones de confianza mutua y alianzas que faciliten la
investigación y promuevan la conservación de la diversidad biológica y cultural.”
(p.317) Este enfoque en la biocultural también ayudara a lograr un mejor análisis de la
naturaleza, teniendo ahora en cuenta la perspectiva de las comunidades originarias de la
zona.

Varias investigaciones reseñadas han documentado y reiteran el papel activo de


los grupos humanos, mostrando que la estructura, procesos y conservación de la
biodiversidad están permeados por las acciones de las comunidades locales e
indígenas. Estas investigaciones se caracterizan por la aceptación y
reconocimiento de las cosmovisiones propias de las poblaciones indígenas y
locales presentes en los diferentes ecosistemas. (Nemoga, 2016, p.317)

Teniendo ahora esta nueva perspectiva de la conservación se logrará transformar la


manera en la que se estructura PNN, sumado a esto el enfoque biocultural permitirá un
mejor entendimiento del mundo natural y con todo esto Colombia podrá garantizar una
adecuada protección de la naturaleza y de las comunidades, solucionando así la
problemática desarrollada al inicio.

Bibliografía

De Pourcq, K., Thomas, E., Van Damme, P., & Léon-Sicard, T. (2017). Análisis de los
conflictos entre comunidades locales y autoridades de conservación en Colombia.
Causas y recomendaciones. Gestión y Ambiente, 20(1), 122-139.
https://doi.org/10.15446/ga.v20n1.71174
 
López, Ardilla, J. (2021, 6 abril). Parques Nacionales: «proteger» áreas para destruir lo demás.
Colombia Informa. http://www.colombiainforma.info/parques-nacionales-proteger-
areas-para-destruir-lo-demas/
Nemogá GR. Diversidad biocultural: innovando en investigación para la conservación. Acta
biol. Colomb. 2016;21(1) Supl:S311-319.
doi:http://dx.doi.org/10.15446/abc.v21n1sup.50920

 
Toledo, Víctor M. (2005). Repensar la conservación:¿áreas naturales protegidas oestrategia
bioregional?. Gaceta Ecológica,  (77),67-83.[fecha de Consulta 31 de Agosto de 2021].
ISSN: 1405-2849. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=53907705

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