Historia del descubrimiento

del cerebro
Introducción a la neurorrehabilitación I:
Fundamentos básicos de neuroanatomía
CONTENIDO
1. Objetivos.

2. Introducción.

3. Etapas en la historia del cerebro: mente vs

cerebro.
Desde la antigüedad al siglo II.
Del siglo II al siglo XVII.
Del siglo XIX a la actualidad.
4. Una visión moderna del cerebro.

5. Rehabilitación neuropsicológica.

6. Conclusiones.

7. Bibliografía.

Objetivos
• Objetivos Generales:
- Conocer como se ha conocido el cerebro a lo largo
de la historia y como desde épocas muy antiguas ha
sido objeto de estudio.
• Objetivos Específicos:
- Conocer qué es la neurociencia y la relación con la
neuropsicología.
- Conocer los principales personajes relevantes en la
historia del conocimiento del cerebro.
- Conocer la historia de la neurorrehabilitación.
El objetivo principal de este tema es conocer la historia,
desde muy antiguo han existido numerosas personas que
desde diferentes disciplinas han tenido como objetivo
conocer el cerebro, a ellos se les debe el descubrimiento de
numerosas áreas las cuáles conocer actualmente facilitan
el trabajo diario y explican el comportamiento humano tras
una lesión.
Introducción
Es importante conocer qué es la neurociencia para entender
qué es el cerebro y qué papel ha tenido este a lo largo de
la historia. Se puede definir la neurociencia como aquella
ciencia que estudia el sistema nervioso y los aspectos
relacionados con este como su función, su estructura y su
desarrollo y de cómo la interacción de sus componentes
explica la cognición y la conducta.
Los numerosos avances científicos que se han ido
produciendo son los protagonistas para dar sentido a esta
extraña máquina llamada cerebro, no se puede perder de
vista que estos avances siempre han ido unidos de la mano
de la política, la cultura o la religión, pero siempre con el
mismo fin, querer saber más. Actualmente estos hallazgos
no son independientes de otras muchas disciplinas como
son la farmacología, la medicina, la biología y un largo
etcétera, todas ellas con un reto en común, explicar el
sistema nervioso en su totalidad.
La neuropsicología, como parte de este conjunto de
ciencias que tiene como objetivo el estudio del cerebro, se
centra en la repercusión que tiene el sistema nervioso en
la conducta ¿qué ocurre en el cerebro cuando se aprende
a hablar? O, por el contario ¿qué ocurre cuando debido a
una lesión cerebral la persona pierde esta capacidad?
Gracias a la curiosidad de algunos estudiosos se sabe
las áreas implicadas en el lenguaje y se puede contestar
a esta pregunta, de esta forma, será más fácil el trabajo
con los pacientes.
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Etapas en la historia del
cerebro: mente vs cerebro
Se puede dividir la historia del cerebro en tres etapas:
• Desde la antigüedad al siglo II: arraigo de las
creencias religiosas para explicar la localización
del alma.
• Del siglo II al siglo XVII: estudio de la localización de
funciones cognitivas y su independencia del alma.
• Del siglo XIX a la actualidad: un enfoque más actual.
Desde la antigüedad al siglo II
El primer documento sobre el estudio del cerebro del
que se tiene constancia proviene del antiguo Egipto
y se conoce como el “papiro Smith” el nombre hace
referencia a su descubridor Edwin Smith, un egiptólogo
estadounidense. Tras su muerte en 1906, dicho papiro fue
donado por su hija a la Sociedad Histórica de Nueva York
y hasta 10 años más tarde no se finalizó la traducción de
dicho documento por el egiptólogo James Brestead, este
documento se convirtió en el primer escrito existente de
la historia de la neurociencia, el cual data de 1700 a.C.
El contenido del papiro hacía referencia a la descripción
de un tratado neuroquirúrgico de 48 casos clínicos, de
los cuales 27 eran traumatismos, en el cual se explica
los efectos causados por lesiones en el cráneo o de la
columna vertebral de cada uno de los casos, la historia
del paciente, diagnóstico, pronóstico y evaluación. Se
puede concluir, que fueron los egipcios, los que primero
hablaron de que la sintomatología descrita en los
pacientes se puede manifestar lejos del lugar dañado.
Paralelamente, en Babilonia, tal y como ocurría en
Egipto, creían que los causantes de las enfermedades
eran demonios y fuerzas sobrenaturales que atacaban a
la persona para castigarle por sus pecados.
Se puede considerar Egipto como pioneros en el
conocimiento sobre el cerebro en occidente y a China
en oriente. El primer indicio de conocimiento en oriente
se traslada al año 3000 a.C., de esta época es el primer
tratado del conocimiento médico asiático, en oriente
las enfermedades se curaban basándose en la armonía
entre la persona y su entorno a través de la meditación
y acupuntura. Al contrario que en la medicina occidental,
la medicina oriental no tiene en cuenta la anatomía y
les da un papel prioritario a las funciones (respiración,
digestión, etc).
En Grecia hubo gran interés sobre el universo, la vida y de
qué estaban hechos los seres humanos.
Hipócrates de Cos (460-370 a.C.) reunió todos los
conocimientos anteriores provenientes de Egipto, Oriente,
Grecia y estudió todo lo referente a la salud y enfermedad
en el ser humano. Fue el primer médico que rechazó las
fuerzas sobrenaturales como causantes de enfermedad,
se centró en la observación para buscar causas lógicas.

La medicina hipocrática consideraba el encéfalo como
el centro del cuerpo y se basaba en el conocimiento
inductivo. Propone la existencia de cuatro humores o
fluidos del organismo: sangre (procedente del corazón),
bilis amarilla (del hígado), bilis negra (del bazo y del
estómago), y flema (del cerebro). La salud de la persona
depende del equilibrio entre los cuatro humores, cuando
había desequilibrio aparecería la enfermedad, el fin último
del médico sería restablecer el organismo mediante
purgas, dietas y otros procedimientos similares.
Hipócrates defendía que además de la enfermedad,
había que tener en cuenta al propio paciente, su entorno,
sus costumbres, antecedentes, etc. En el módulo II se
hará constar la importancia que tiene el ambiente del
individuo en el proceso rehabilitador, tal y como explicaba
Hipócrates. El Corpus Hippocraticum es considerado el
primer tratado en medicina, dicho documento recoge
información de cómo se entendían los cuadros afásicos
en aquella época y se observa que comenzaban a utilizar
las manifestaciones clínicas de los pacientes con bases
más sólidas y relacionando lesiones cerebrales con
conductas presentadas en los pacientes, principio
básico de la neuropsicología.
Es importante nombrar a Aristóteles el cual estableció el
primer cimiento sólido del inicio de la ciencia, basándose
en la observación y en la experimentación.
Sin duda, el que más destacó en los hallazgos de esta
ciencia fue Galeno en el siglo II a.C., él se interesó por
la anatomía y la fisiología y propuso que las funciones
cognitivas se relacionan con diferentes áreas cerebrales
tanto corticales como subcorticales. Habló de las
meninges, ventrículos, del septo, de los hemisferios y
la glándula pineal. La idea principal era que el sistema
nervioso era una unidad funcional el cual estaba
integrado por cerebro, médula y nervios.
Tras la muerte de Galeno se vuelve a plantear la idea de
que el encéfalo era el que coordinaba el cuerpo y el lugar
del alma.
Del siglo II al siglo XVII
Esta época coincidió con el declive de Roma y con
ella todos los avances que se habían logrado hasta el
momento fueron frenados, cogiendo de nuevo fuerza la
Iglesia y con ella sus ideas relacionadas con que el alma
residía en el cerebro.
A partir del siglo IV cuando se retoman algunos de
los estudios sobre el cerebro, y se debate sobre la
localización de las funciones cognitivas, se concluyó que
estaban localizadas en los ventrículos cerebrales.
En esta época el conocimiento sobre el cerebro proviene
de la traducción de escritos de Occidente des de los
monasterios y eran los monjes los que aplicaban estos
conocimientos.
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En el Renacimiento cabe destacar la figura de Vesalio el
cual destapó algunas ideas no ciertas sobre la anatomía
que Galeno postuló basándose en la disección de
cuerpos animales, esto suponía muchas limitaciones
cuando se pretendía explicar los mecanismos que
subyacen a funciones y procesos como son la memoria
o la capacidad de razonar.
En el siglo XVII Descartes unió ciencia, filosofía y
religión defiende que el alma racional (responsable de
la consciencia, sensaciones, memoria e intelecto) o
mente es una entidad diferente del cuerpo y ambos
están conectados por la glándula pineal donde se
situaba el alma, según Descartes, el alma es única de
los seres humanos, idea que hoy se sabe que es errónea.
A Descartes se debe el método científico, mediante el
cual, actualmente, permite realizar estudios y llegar
a resultados mediante el planteamiento de hipótesis
previas basándose en los hechos, la observación y la
experiencia.
En esta etapa tiene que tener en cuenta a varios
personajes claves en la historia de la neurociencia y con
los cuales se asocia el nacimiento de las psudociencias:
• Franz Anton Mesmer: Sostenía que los hombres
poseen una fuerza magnética que a su vez forma
parte del “fluido magnético animal”, más tarde
denominado “magnetismo animal”. Los fluidos
corporales magnéticos eran la causa de las
alteraciones mentales. Para algunos investigadores,
el mesmerismo, fue un paso erróneo pero positivo
en el camino de las neurociencias, ya que abrió el
camino, junto con la frenología, para la localización
cortical de las funciones cerebrales.
• Franz Josef Gall: Defendía que las funciones
cerebrales se encontraban localizadas en el
cerebro de una forma determinada y que dependían
del desarrollo anatómico de determinadas partes
del cerebro. La frenología estudiaba las diferencias
individuales de estas localizaciones. Se puede
considerar la teoría de Gall como un adelanto de
la neuropsicología al establecer una relación entre
cerebro y facultades mentales. Por otro lado, hay
que tener en cuenta que Gall aportó interesantes
estudios del sistema nervioso: diferenció la
sustancia gris de la sustancia blanca, identificó el
origen de los pares craneales del I al VIII, realizó la
distinción entre fibras convergentes y divergentes,
fue el primero que describió una afasia expresiva
como consecuencia de un daño cerebral, realizó
varias teorías sobre el habla, el lenguaje y la
memora verbal etc.
• Georges Cuvier: Sus estudios se basaron en
asociar características mentales con la apariencia
física, en concreto, la cara, por ello que su corriente
se denomine fisiognomía.

Para cerrar esta etapa, es importante nombrar a
Pinel, una figura importante relacionada con el trato
humanitario al paciente, perspectiva imprescindible
actualmente en cualquier práctica clínica que se
realice. Pinel proclamaba terapias caracterizadas por el
contacto directo y frecuente con el paciente, cualquier
persona enferma necesita cuidados, comprensión y
un buen tratamiento. Pinel enfocó este pensamiento
a la disciplina de la psiquiatría, pero actualmente es
generalizable a cualquier área en donde el protagonista
sea una persona con una enfermedad, como en el
tema que compete, el daño cerebral, es cuanto, más
curioso, que desde el siglo XVIII estas prácticas fueran
consideradas y se comenzaran a llevar a cabo.
Del siglo XIX a la actualidad
El nacimiento de la neurología moderna se puede asociar
con Jean-Martín Charcot (s.XIX), este realizó un estudio
de diferentes patología neurológicas y estableció la base
anatómica de todas ellas construyendo una clasificación
bien estructurada.
De forma paulatina el estudio del cerebro y las ganas
de saber cada vez más sobre esta parte del cuerpo va
tomando importancia y los científicos preguntaban
cada vez más acerca de cómo estaban conectadas las
diferentes zonas cerebrales y cómo estas conexiones
influían en la conducta del individuo.
En esta época se sabía que el sistema nervioso central
está formado por encéfalo y médula espinal y que
los nervios eran los encargados de la transmisión
de la información, pero no se conocía, entonces,
como se organizaba esta información. Charles Bell y
Francois Magendie descubrieron que las vías motoras
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(mandan la orden a los músculos) y las sensitivas (llevan la
información sensorial al sistema nervioso) circulaban por
los nervios espinales y como al llegar a la médula un grupo
entraba por la parte dorsal y otro grupo por la parte salía
por la parte ventral. Este hallazgo es considerado el primer
paso en el desarrollo de la neurología.
A medida que avanzaba el siglo XIX se hace más
importante resolver el problema de la relación entre mente
y cerebro, por un lado, se continúa con el estudio sobre la
localización de las funciones cerebrales o si por el contrario
el cerebro actúa como un todo, y, por otro lado, continuaba
la controversia la inmaterialidad del espíritu humano y
como el alma era lo mismo que la mente.
Paul Broca (1824-1880) consideraba el cerebro como
un órgano con funciones diferenciadas y a él se debe el
descubrimiento del habla en una región cortical concreta.
En 1861 recibió a un paciente al que apodaban “Tan”
porque era la única palabra que podía pronunciar, no podía
hablar, pero su comprensión estaba intacta, este murió
a los seis días y Broca le realizó la autopsia encontrando
una lesión en el lóbulo frontal izquierdo, además de otras
lesiones en los lóbulos parietales y temporales por lo que
sus estudios no fueron concluyentes. A los seis meses
conoció a otro paciente con características similares cuya
autopsia reveló daño en las circunvoluciones posteriores
de los lóbulos frontales. Broca planteó la existencia de
una zona encargada del habla la cual se conoce como el
“área de Broca”. Hasta ahora, todos los estudios se habían
centrado en la localización de funciones y estructuras y
en el conocimiento integral del órgano, y no tanto en qué
hacer cuando una persona perdía una de esas funciones,
se puede considerar a Broca como el pionero en utilizar
técnicas de rehabilitación para conseguir que los pacientes
volvieran a recuperar la función del lenguaje tras una lesión.

En la misma época Karl Wernicke investigaba las
funciones del lenguaje y el habla. Localizó un área
responsable de la comprensión del lenguaje en la
región posterior del primer giro temporal izquierdo
y que cuando se lesionaba daba lugar a una afasia
sensorial en la cual la comprensión se comprometía
mientras que la capacidad para articular permanecía
intacta, esta área se denominó” área de Wernicke”.
Estos estudios hicieron cuestionarse las diferentes
funciones que podría tener cada hemisferio, señalando
el hemisferio izquierdo como el intelectual.
A partir de 1840 Claude Bernard se centró en el estudio
de la función, dejando a un lado todo lo referente a la
estructura que era, lo que, hasta el momento, había sido
lo más investigado, Bernard quiso investigar, sobre los
mecanismos, el funcionamiento y las relaciones. Sus
estudios con el curare abrieron puertas a numerosos
estudios posteriores a cerca de la transmisión
neuromuscular y de los efectos de los fármacos sobre
el sistema nervioso.
En 1868 el Dr Harlow describió el caso de Phineas
Gage, uno de los casos más importantes de la historia
de la neurociencia. El 13 de septiembre de 1848 una
barra de hierro atravesó la zona frontal del cerebro
de Gage, no murió, pero como consecuencia su
lesión le provocó alteraciones cognitivas graves, su
personalidad sufrió grandes cambios volviéndose
irascible y maleducado. Antes del accidente, Gage era
una persona amable, sus compañeros lo calificaban
de prudente y trabajador. En 1859 tras continuas crisis
epilépticas y con la salud deteriorada murió. Su caso
fue estudiado con gran detalle ya que daba información
de interés sobre el debate expuesto anteriormente
sobre la localización de las funciones superiores, sobre
todo de la personalidad y el comportamiento social. El
propio Harlow en una conferencia refirió “el equilibrio
entre su facultad intelectual y sus propensiones
animales se había destruido, se había convertido
en un ser “irregular, irreverente, cayendo a veces en
las mayores blasfemias (lo que era anteriormente
no era su costumbre), que no manifiesta el menor
respeto hacia sus compañeros, impaciente por las
restricciones cuando entran en conflicto con sus
deseos, obstinado de manera pertinaz, caprichoso y
vacilante, que imagina muchos planes de acción futura
que son abandonados antes de ser organizados…”
En 1889, Langley, tras realizar numerosos estudios
con diferentes sustancias (curare, nicotina, atropina,
etc.) y observar el efecto que tenían en el organismo
identificó y puso nombre a los dos sistemas que
actualmente se conoce como parte del sistema
nervioso, el simpático (cuerpos celulares en la médula
espinal a nivel torácico y lumbar) y el parasimpático
(a nivel craneal y sacra). A raíz de estos estudios con
sustancias y sin él saberlo, abrió la puerta a varios
científicos para estudiar el efecto de estas en el cerebro
y avanzar en el conocimiento de la farmacología
en el sistema nervioso.
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Mientras tanto, la polémica relacionada con la mente-
cerebro culmina con el funcionalismo del psicólogo
William James (1842-1910). James defiende una
psicología cognitiva de la conciencia, según este autor los
procesos neurofisiológicos funcionan con independencia
de la mente, pero la conciencia existe objetivamente y tiene
un papel adaptativo. La mente es activa y sus contenidos
están unidos a los procesos neuropsicológicos, no son
dos entidades distintas, si no que están conectadas. Lo
que hace la conciencia es poner el foco de atención en
contenidos mentales lo cuales se convierten en procesos
neurofisiológicos y se traducen en conductas.
En esta época algunos autores se cuestionan la
organización del sistema nervioso, asemejan dicha
organización como si fueran diferentes estratos, el
estrato más superior asume la función del nivel inferior,
de esta forma los niveles más superiores formarían las
funciones más complejas y menos automáticas. En 1911
J.H Jackson defiende el sistema nervioso como un
todo pero que está organizado en tres niveles, el inferior
que sería la médula y las estructuras bulbares, el medio,
tronco cerebral y ganglios basales y el superior que sería
la corteza, el cual tiene un desarrollo ontogenético que va
de estructuras más arcaicas, sencillas, automatizadas y
emocionales a lo más racional, complejo y voluntario.
Así como muchos de los conocimientos respecto a las
funciones cognitivas y sus lesiones se deben a las teorías
relacionadas con la localización en la corteza de dichas
funciones, la teoría de Jackson dio pie a plantearse el
estudio de la localización de aquellas funciones afectivas
asociadas a los niveles más inferiores.
Una visión moderna del
cerebro
Son muchos los avances que grandes científicos han
realizado en el siglo XX, a los cuales se les debe grandes
aportaciones que han permitido avanzar y han dado claves
esenciales para conocer más a fondo el funcionamiento
del cerebro.
El fundador de la neurociencia moderna se puede atribuir
a finales del s. XIX a Santiago Ramón y Cajal, a él le se le
debe grandes descubrimientos a nivel de la microbiología,
ya que ayudó a encontrar numerosas vacunas para
enfermedades que en aquella época les costaba la vida
a numerosas poblaciones como la malaria. Pero su
trabajo más revolucionario fue el centrado en la neurona,
su estudio fue pionero en la llamada teoría neuronal, el
cerebro está formado por células formadas por axones y
dendritas que se conectan entre sí. El término “sinapsis”
es posterior a los descubrimientos de Ramón y Cajal y se
le debe a Charles Scott Sherrington quien afinó el estudio
de Ramón y Cajal explicando el funcionamiento de las
neuronas, clave de la actividad cerebral, un descubrimiento
importante de Sherrington fue lo que él llamo “neuronas
inhibitorias” para describir la acción de aquellas neuronas,
que en lugar de excitar el sistema nervioso central, como
se pensaba, realizan el efecto contrario inhibiendo la
acción de otras neuronas.

Fue Iván Petróvich Pavlov (1849-1936) uno de los
personajes más importantes en explicar cómo se
traducía esta actividad cerebral en comportamiento
con sus estudios sobre el condicionamiento clásico,
esto abre un camino para el conocimiento de los
mecanismos cerebrales ya que defendía que cualquier
condicionamiento además de ser un fenómeno mental
básico también se correspondía con una respuesta
fisiológica básica.
Paralelamente, Korbiniam Brodmann (1868-1918) trabajó
sobre la organización de la corteza cerebral humana,
definió 52 áreas citoarquitectónicas, las cuales numeró,
tomando como referencia el grosor de la corteza según
el número de neuronas, su forma y disposición, defendía
que cada área era un órgano y se encargaba de una
determinada función.
Años más tarde, se pudo comprobar, mediante pruebas
de neuroimagen, que cuando se realiza una actividad
hay una parte del cerebro que se activa, el mapa de
Brodmann, aunque estaba escaso de evidencia, se ha
utilizado durante décadas para delimitar enfermedades
y funciones. Fue en el año 1924 cuando nació el primer
encefalograma el cual permitía realizar un registro sobre
la actividad cerebral mediante agujas (más tarde se
sustituyeron por electrodos) colocadas en la superficie
de la cabeza.
Es interesante nombrar al padre de psicoanálisis,
Simund Freud (1856-1939), el cual también quiso realizar
su aportación al campo de la neurociencia, intentó
relacionar los mecanismos neurales con conceptos
psicodinámicos, pero estos estudios nunca vieron la luz
ya que los resultados no fueron concluyentes.
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Durante el siglo XX han sido los numerosos avances en
el tratamiento de enfermedades gracias a los estudios
de la farmacología en lo cual tiene un peso evidente el
descubrimiento de los neurotransmisores y receptores
cerebrales y su acción en el cerebro. Actualmente
se conocen más de cien neurotransmisores y más
receptores si cabe, cada uno con una acción determinada
en la transmisión de los impulsos nerviosos. El primer
neurotransmisor que se descubrió fue la acetilcolina
en 1915, a partir de esta fecha, el siglo XX ha sido un
siglo de continuos descubrimientos relacionados con la
química del cerebro, entre los cuales se destacan:
• Otto Loewi y Henry Dale demostraron la transmisión
química en la conexión entre neuronas.
• Alan Hodgkin y Andrew Huxley investigaron
la transmisión nerviosa basándose en el axón
gigante de los calamares. Confirman la hipótesis
de la transmisión eléctrica de que el potencial
de membrana en reposo se genera por el
desplazamiento de iones de potasio hacia el
exterior de la célula y de iones de sodio hacia su
interior.
A mediados del siglo XX James Watson (1928- ) y Francis
Crick (1916-2004) descubrieron la estructura del ADN
esto abrió puertas para comprender como afectaban
ciertos mecanismos en determinadas enfermedades
neurológicas como el autismo, el TDAH y la esquizofrenia
entre otras. Los genes controlan el desarrollo del cerebro,
y como consecuencia, controlan el comportamiento de
cada individuo.

Uno de los personajes más importantes y al que se puede
considerar el padre de la neuropsicología moderna es
Alexander Romanovich Luria (1902- 1977), Luria dividió
el cerebro en tres unidades funciones diferenciadas, el
primer bloque consta del tronco y el sistema reticular,
su función es mantener la homeostasis, controla las
funciones más básicas como son el tono, la vigilia,
regulaciones vegetativas, emociones y mnésica.
El segundo bloque lo forman los lóbulos parietales,
temporales y occipitales, esta unidad controla la
información que proviene del exterior, procesándola
y almacenándola. Por último, el tercer bloque
funcional está formado por los lóbulos frontales, su
función más importante es la de regular, organizar y
planificar la actividad mental. Además de sus estu
dios sobre la organización cerebral realizó estudios
con pacientes con daño cerebral y las diferentes
formas en las que se podía presentar la afasia. Publicó
numerosos artículos y participó en conferencias y
eventos científicos. Su libro Las funciones psíquicas
superiores y su organización cerebral es una de las
aportaciones más importante de la neuropsicología y
la neurociencia.
Otros personajes importantes que se deben mencionar
en esta última etapa es Karl S. Lashley (1890- 1958),
el cual es fundador del primer laboratorio de
neuropsicología y concluyó, en uno de sus muchos
estudios, que las alteraciones tras un daño cerebral se
deben a la cantidad del tejido dañado y no tanto a la
zona dañada, ya que según él, las funciones mentales
no están relacionadas con ninguna localización
concreta. Julián de Ajuriaguerra (1911-1993) en 1949
publica una obra llama Le cortex cérébral en la cual
realiza dos aproximaciones bien diferenciadas, una
topográfica y otra funcional.
Rehabilitación
neuropsicológica
En cuanto a la rehabilitación de la funciones cognitivas,
anteriormente se ha nombrado a Broca como el pionero
de esta práctica en un paciente con afasia que intentó
enseñarle a leer, utilizó una metodología gradual que
consistía en un primer momento a leer letras, luego
sílabas y más tarde palabras, se dio cuenta que el
paciente fallaba al leer palabras polisilábicas por lo
que se dio cuenta que esta metodología no era eficaz,
por este motivo valoró la posibilidad de una estrategia
compensatoria en la que las palabras eran divididas
en sílabas, de esta manera observó que podía leer
un buen número de ellas y que si cambiaba una letra
las leía como si fueran palabras reales por lo que su
conclusión fue la siguiente, este tipo de pacientes
reconocen la palabra como un todo sin tener en cuenta
los detalles de la misma.
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Se puede hablar de rehabilitación neuropsicológica
moderna a partir de la I Guerra Mundial (1914-1918),
en Alemania. En 1914 Walter Poppelreuter (1886-
1939) fundó una institución donde estudiaba las
alteraciones visuales como consecuencia de las
heridas en regiones occipitales en soldados heridos
de bala, este defendía la importancia de equipos
multidisciplinarios, del apoyo social o la necesidad de
entrenar las actividades de la vida diaria (ya en esta
época se le daba importancia a la terapia ocupacional
como parte de la rehabilitación).
Kurt Goldstein (1878-1965) en 1916 fundó el Instituto
de Investigaciones de Secuelas del Daño Cerebral en
Frankfurt, Goldstein proponía prestar atención a los
datos cualitativos durante la valoración, es decir, a la
ejecución de las pruebas, y no tanto a los resultados
cuantitativos y dio especial importancia a la terapia
ocupacional.
A.R. Luria (1902-1977) realizó la aportación más
científica a la rehabilitación del daño cerebral bajo la
perspectiva de los trabajos de Vygostsky. Planteaba
una aproximación individualizada, su principal
contribución es lo que él llamó “reorganización
funcional” mediante la aplicación de estrategias
compensatorias y el manejo de las capacidades
neurosicológicas intactas, además era necesario
proporcionar un feedback al paciente sobre su
ejecución en la tarea además daba importancia a que,
durante el proceso de rehabilitación, se tuviera en
cuenta el contexto social de la persona.
Leonard Diller en 1924 acuña el término de
“rehabilitación cognitiva”.
Oliver Zangwill (1913-1987) llevó a cabo procesos de
rehabilitación con soldados británicos en Escocia, en
una investigación realizada 1947 divide la metodología
de la rehabilitación neuropsicológica en tres
estrategias: compensación, sustitución y restitución.
Yehuda Ben Yishay (1933- ) se considera el primer
precursor de los programas holísticos, según el
cual, durante el proceso de rehabilitación se debe de
considerar a la persona como un sistema complejo
donde se incluye a la familia y el entorno. Yishay junto
con Prigatano defienden el método holístico e indican
que es difícil separar la emoción de la cognición.
En la década de los 80 se comienza el desarrollo de los
programas miultidisciplinares de rehabilitación como
un intento de superar el planteaminiento inicuial y
tradicional centrado en la recuperación de los déficits
físicos y lingüísticos.

Conclusiones
Desde los primeros escritos que se descubrieron
relacionados con el cerebro hasta estos días ha habido
numerosos avances en el campo de las neurociencias
que han permitido descifrar y dar nombre a muchos
comportamientos, mecanismos, patologías, reacciones
que se originan en este misterioso órgano.
Cuando se dispone del conocimiento del sistema nervioso,
de sus estructuras y de cómo estas se interrelacionan
entre sí para dar lugar a lo que se ve y sobre todo, cuando
se conoce a la persona en su totalidad, se tiene la base
para poder aplicar las herramientas en el proceso de
neurorrehabilitación.
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