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INTRODUCCIÓN

La palabra deontología, proviene del vocablo griego deon que significa deber y de logos que
quiere decir ciencia o razonamiento, podríamos graficarla mentalmente como una ciencia que
estudia el “deber” más específicamente los deberes humanos por lo cual pertenece al campo de la
ética, siendo su objetivo el estudio de los fundamentos del deber y de las normas morales,
analizando al conjunto ordenado de las obligaciones y de los deberes morales que tienen los
profesionales en lo relacionado a una determinada materia. También se le conoce como teoría del
deber, y al lado de la axiología es una de las dos ramas principales de la ética normativa.

La deontología contribuye a humanizar la profesión, pues a través de sus principios se dota a la


misma de algo más que una serie de reglas técnicas que, arropadas por la búsqueda de la eficacia
y la rentabilidad, convierten una actividad profesional en un mero utilitarismo, más aun en el caso
del ejercicio de la abogacía pues hay recordar que aunque se esté representando a personas
jurídicas detrás de ellos siempre hay humanas por lo cual dado que el abogado realiza su actividad
inmerso en un ámbito eminentemente humano debe tener este un código ético de
comportamiento en su actividad profesional, es ahí donde se estable la necesidad de una
Deontología Jurídica esta comprende las reglas del deber y, como tal, tiene la misión de regular
el proceder correcto y apropiado del abogado en su ejercicio profesional. Esta función la realiza
desde el ámbito de los llamados Códigos Deontológicos que regulan toda la actividad de la
Abogacía, los que a su vez se nutren, indiscutiblemente, de la Moral y la Ética.

La deontología no es más que la ética profesional aplicada, donde sus contenidos normativos son
de acatamiento obligatorio para todos los abogados a los cuales se dirigen, para su comprensión
nos basamos en principios de los más importantes tenemos integridad, secreto profesional,
independencia y libertad, diligencia, desinterés, lealtad profesional, entre otros, pero para su
instrumentación en la vida real pues estamos hablando en el ámbito jurídico y no solamente de
ética o moral existe un código de Ética del Abogado Venezolano que fue sancionado en el XIII
Consejo Superior de la Federación de Colegios de Abogados el día 3 de Agosto del año 1985,
donde podemos ver expresados los principios de la deontología en artículos como

Artículo 2.

“El Abogado tendrá como norte de sus actos servir a la justicia, asegurar la libertad y el ministerio
del Derecho.”

Artículo 4.

“Son deberes de Abogado:

1-.Actuar con probidad, honradez, discreción, eficiencia, desinterés, veracidad y lealtad.

2-.Conservar absoluta independencia en sus actuaciones profesionales.


3-.Mantener en todo momento el respeto a su dignidad como persona y como profesional.

4-.Defender los derechos de la sociedad y de los particulares cooperando en la conservación y


perfeccionamiento del orden jurídico y en la realización de una recta y eficaz administración de
justicia.

5-.Fortalecer la fraternidad de sus colegas, mediante el respeto mutuo con trato cordial y racional
tolerancia.

Artículo 24. (Principio diligencia)

“Es deber del abogado aceptar la defensa de una persona a quién le imputa delito o falta y
emplear todos los medios lícitos para obtener la recta aplicación de la Ley. Podrá excusarse de
aceptar esa defensa por razones morales.”

Artículo 25. (Secreto Profesional)

“El abogado guardará el más riguroso secreto profesional. Este secreto amparará sus archivos y
papeles aún después que el abogado haya dejado de presentarles sus servicios al patrocinado o al
defendido. El abogado podrá negarse a testificar en contra de éste y abstenerse de contestar
cualquier pregunta que envuelva la revelación del secreto o la violación de las confidencias que
hubieren hecho.”

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