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Seminario: Enfoques y regímenes de historicidad en la antropología social y la construcción

etnográfica 
Profesor: Dr. Salvador Aquino
Estudiante Nora Crespo
Sesión 4: Los archivos en la construcción etnográfica
Fecha: 3 de febrero de 2022
Miniensayo

Archivos e investigación etnográfica


Introducción
En el presente ensayo tengo el propósito de reflexionar en torno a la relevancia de utilizar los
archivos como fuentes de datos de las investigaciones etnográficas. Mi argumentación parte de
algunos planteamientos vertidos por el historiador norteamericano Greg Grandin en su libro La
sangre de Guatemala (2007) en torno a la necesidad de construir metodologías que establezcan
puentes entre la disciplina histórica y la antropología que permitan contestar preguntas complejas
como las que plantea en su investigación: de qué modo influye la cultura en el proceso de
formación del Estado o cuál es el papel histórico de las clases populares en las transformaciones
sucedidas en Guatemala en los últimos doscientos años. En una segunda parte del texto,
introduzco algunas ideas sobre el papel de los archivos en las corrientes historiográficas surgidas
desde la tercera década del siglo XX hasta la fecha con el fin de sustentar mejor la propuesta de
utilizar los archivos en la investigación etnográfica.

I.

La obra de Greg Grandin es un estudio extenso sobre la transformación étnica e histórica


de la comunidad K´iche´ de la ciudad de Quetzaltenango entre 1750 y 1954. Para contestar sus
preguntas de investigación sobre la participación de las élites indígenas en la formación del
Estado en Guatemala y los modos cómo la cultura influye en la formación del Estado, Grandin
construye una metodología que permite establecer un puente entre la historia y la antropología
que permita comprender cómo se entretejen los procesos políticos y del estado y el cambio
cultural en una sociedad tan compleja como la guatemalteca. Grandin hace una crítica a la
historiografía de la formación del Estado en Guatemala que ha negado la participación de las
elites y clases populares indígenas en dicho proceso histórico, por lo que propone introducir la
mirada etnográfica que permita problematizar los hechos y procesos históricos a partir de
categorías como cultura, poder, etnicidad, raza y clase social. Desde este enfoque, el historiador
neoyorquino se propone analizar cuestiones como los siguientes: “los recursos de los mayas para
resistir, al menos de forma cualitativa a las fuertes presiones de asimilación cultural,
conservando hasta hoy una estructura comunitaria visible” (p. 12) o “las relaciones complejas
que unen a los mayas con sus comunidades, así como a la sociedad ladina” (p.14). Es, desde esta
perspectiva multidisciplinaria que Grandin lleva a cabo el trabajo heurístico no sólo en archivos
oficiales como el archivo agrario o el archivo general, sino en los diferentes sitios de la memoria
como el cementerio o la ciudad en donde encuentra las fuentes pertinentes para llevar a cabo la
labor hermenéutica y contestar sus preguntas de investigación.

II.

La historiografía europea de la primera mitad del siglo XX surgió como una crítica a la
teoría positivista prevaleciente en el siglo XIX desde la cual se quiso dotar a la historia de un
método científico y técnico objetivo y, así, convertirla en una ciencia pura. Entre otras
innovaciones, la nueva historiografía redefinió los conceptos de heurística y documento.
Para los positivistas, la heurística era un conjunto de técnicas únicas y científicamente
establecidas que el historiador utilizaba en la búsqueda, selección y análisis de los documentos,
por lo que el conocimiento histórico se debía centrar en el perfeccionamiento de la recopilación,
conservación y catalogación de los acervos documentales y repertorios bibliográficos. Así
también, el documento, entendido exclusivamente como fuente escrita, era el único medio para
poder acceder al pasado.
En cambio, para los historiadores de la generación de entreguerras como Henri Marrou,
Lucian Fevbre y Marc Bloch, la heurística debía entenderse como una habilidad del historiador
para buscar las fuentes pertinentes para su trabajo de investigación. Marrou, por ejemplo,
introdujo la subjetividad del historiador (su ingenio, su habilidad de hacer preguntas, su cultura)
como elemento fundamental de la heurística a partir de lo cual se lleva a cabo el método
dialéctico como un movimiento en el que el historiador va pasando sucesivamente del objeto de
estudio (es decir la pregunta o cuestión histórica) al documento. Bajo esta óptica, el documento
cobró otra dimensión para ir más allá de lo que resguardan los archivos y bibliotecas. Él definía
el documento como: “toda fuente informativa de la que el ingenio del historiador sabe sacar algo
para el conocimiento del pasado humano considerado en el aspecto de la pregunta que se le ha
hecho” (Marrou 1999, p. 62)
Por su parte, Lucien Fébvre (1968), fundador de la Escuela de los Annales, escribió: “la
historia se hace con documentos escritos, sin duda, cuando los hay. Pero puede y debe hacerse
con todo lo que el ingenio del historiador le permita utilizar” (p.155). Esto significó abandonar la
idea del documento de archivo (texto escrito, principalmente diplomático) como la única fuente
válida para conocer el pasado y comenzar a utilizar el arte, los objetos utilitarios, la arquitectura,
los diarios, las fotografías, los testimonios orales, los documentos efímeros.

A partir de entonces y hasta la fecha, el oficio del historiador consiste, fundamentalmente,


en plantear nuevas preguntas al pasado de la humanidad que motiven la búsqueda, selección,
análisis y el ordenamiento de las fuentes primarias, es decir, la heurística ( hallar, proceder,
inventar, crear) y el trabajo de comprensión e interpretación, es decir, la hermenéutica (traducir,
conocer, comprender, interpretar) a partir de lo cual los historiadores formulan las explicaciones
y los discursos históricos.
Concluyo este ensayo afirmando que utilizar los archivos en la investigación etnográficas
debe conducir al investigador a cuestionar su postura epistemológica, así como su
conceptualización teórica del pasado, la historia, los documento y la labor heurística. El uso de
los archivos, como parte del trabajo heurístico, debe ser problematizado a la luz de la pregunta de
investigación, pero también de la subjetividad del antropólogo/a y del contexto social y
disciplinar en el que se sitúa el estudio.

Referencias

Febvre, L (1968) Combates por la historia, España, Ariel.


Grandin, G (2007). La sangre de Guatemala. Raza y Nación en Quetzaltenango 1750-1954.
Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica. 1-77
Marrou, H. (1999) “La historia se hace con documentos”, en El conocimiento histórico.
Barcelona, Idea Universitaria.

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