Centroamérica es una región formada por repúblicas democráticas que promulga y promueve continuamente la paz, el desarrollo y la libertad. Los gobiernos son electos por votaciones populares, lo cual ha cimentado la democracia y ha propiciado mayores espacios de participación política partidarista de distintos sectores de la población.
En el ámbito político, los siete países cuentan con los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. En la última década, en particular, se ha consolidado el proceso democrático y por ende el estado de derecho, la aplicación de la justicia y la seguridad jurídica en la región.
Los gobiernos fomentan un esquema de libertades económicas e individuales, así como la consecución del desarrollo económico y social sostenido en sus territorios, impulsando una política fiscal conservadora que fomenta la inversión y la actividad empresarial, así como la racionalización del gasto público y el libre juego del mercado; complementándose con políticas sociales orientadas en forma prioritaria a la ecuación, la salud, la vivienda, infraestructura y mejoramiento de calidad de vida. Este proceso de desarrollo se sustenta en la adopción de políticas, normativas y programas a nivel regional, que han permitido un manejo macroeconómico adecuado y por tanto ha generado estabilidad de la política monetaria, cambiaria y financiera.
Las monedas centroamericanas son sumamente estables, de libre convertibilidad y cambio efectivo con el dólar; esto debido a la abundancia de divisas extranjeras que existen en los países, provenientes de remesas familiares que se reciben del exterior, para el caso de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y también de las exportaciones; en Costa Rica se derivan primordialmente del turismo y de la actividad exportadora, así como en Panamá se perciben mayoritariamente de la actividad comercial. Cabe resaltar que Panamá y El Salvador han adoptado el dólar estadounidense como la moneda de curso legal, la cual circula a nivel nacional.
Es preciso mencionar que el sistema financiero es uno de los sectores de servicio más fuertes de Centroamérica. Se encuentran en la región Bancos Nacionales con alcance regional, entre los que se citan Banco Cuscatlán de El Salvador, Banco Uno de Nicaragua, Banco de América Central (BAC), BANISTRO de Panamá y otros, los cuales ofrecen todo tipo de operaciones de préstamos en condiciones competitivas para fines de inversión y negocios, debido a que el riesgo-país de Centroamérica es mínimo debido a la abundancia de divisas extranjeras. Paralelamente se encuentran en los distintos países bancos extranjeros de Estados Unidos, Canadá, asiáticos y de otros países, concentrándose un centro financiero internacional en Panamá. El sistema financiero cuenta también con una oferta de servicios de tarjetas de crédito regionales, representaciones y corresponsalías bancarias con el exterior y Bolsas de Valores donde se realizan transacciones y operaciones de capital e inversión en títulos de valores de diversa índole.
Dentro de las economías de Centroamérica, el turismo tiene un papel protagónico como sector estratégico en la generación de mayores y mejores oportunidades y calidad de vida, ya que ha venido promoviendo en los últimos años la consolidación de su proceso de integración y promoción turística entre los siete países; a lo cual se agrega que a nivel nacional, existen políticas y estrategias nacionales de desarrollo del sector que son lideradas por los Ministerios o Institutos de Turismo.
Los países que conforman la región centroamericana vienen implementando una diversidad de proyectos de desarrollo turístico que, hoy por hoy, ubican nuestra región como un solo destino, proyectándola de esa forma para competir exitosamente en los mercados internacionales.
La marca, con su slogan “Centroamérica tan pequeña… tan grande”, está siendo utilizado por los siete países centroamericanos para promover intra y extraregionalmente. Las riquezas y atractivos turísticos de nuestra zona.
El istmo centroamericano está consciente de la importante contribución económica y social que se genera en nuestros países al proponer y desarrollar acciones concretas a favor de la integración de nuestro mercado turístico. Estas acciones se han visto cada vez más fortalecidas con el apoyo expresado en los mandatos de las distintas cumbres de presidentes de Centroamérica. De éstas se han obtenido varios frutos, entre ellos:
La adopción de un Plan de Acción de Turismo que comprende la incorporación del sector como prioritario en las estrategias de desarrollo nacional y regional
La consolidación de la imagen promocional como multidestino turístico en Europa y Asia en segunda instancia
La creación de la Agencia de Promoción Turística de Centroamérica (CATA)
Promoción de inversiones turísticas
La facilitación del libre tránsito turístico dentro de la región
La continuación de esfuerzos en materia de seguridad para el turista
Impulso de programas orientados a elevar la competitividad, calidad y excelencia de los servicios turísticos regionales
Como vemos, Centroamérica vive un momento de gran dinamismo en su proceso integrador. Nuestra región avanza con pasos ágiles en la unificación de una agenda regional que también involucra temas de desarrollo para las áreas sociales, políticas, medioambientales y económicas. Es en este último sector, donde se ubica el proceso de integración turística que, dada su estratégica proyección, se convierte en un componente protagónico de los avances de la integración regional.
Todos estos y muchos logros alcanzados permiten asegurar que Centroamérica avance con paso firme hacia su integración turística y que nos acerquemos cada vez más a la consolidación de nuestra anhelado proceso de unificación regional.