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DE JUSTICIA
Anteproyecto de Ley reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones
normativas y de lucha contra la corrupción por la que se transpone la Directiva (UE) 2019/1937 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2019, relativa a la protección de las
personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión.
ÍNDICE
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
TITULO I
TÍTULO II
CAPÍTULO I
Disposiciones generales
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
TÍTULO III
Canal externo de informaciones
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Artículo 20. Terminación de las actuaciones.
Artículo 21. Derechos y garantías del informante ante la Autoridad Independiente de
Protección del Informante.
Artículo 22. Publicación y revisión del procedimiento de gestión de comunicaciones.
Artículo 23. Traslado de la comunicación por otras autoridades a la Autoridad
Independiente de Protección del Informante.
Artículo 24. Autoridades competentes.
TÍTULO IV
Disposiciones comunes a los canales internos y externos
TITULO V
Revelación pública
TITULO VI
Protección de datos personales
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Artículo 34. Delegado de protección de datos.
TITULO VII
Medidas de protección
TÍTULO VIII
Autoridad Independiente de Protección del Informante
CAPÍTULO I
Disposiciones Generales
CAPÍTULO II
Régimen Jurídico
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Artículo 49. Régimen presupuestario, de contabilidad y control económico y financiero.
Artículo 50. Régimen de recursos.
Artículo 51. Potestad reglamentaria. Circulares y recomendaciones.
Artículo 52. Potestad sancionadora.
CAPÍTULO III
Organización
TÍTULO IX
Régimen sancionador
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Disposición adicional primera. Casa de Su Majestad el Rey.
Disposición adicional segunda. Revisión de los procedimientos de recepción y
seguimiento.
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EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La colaboración ciudadana resulta indispensable para la eficacia del Derecho. Tal colaboración no
sólo se manifiesta en el correcto cumplimiento personal de las obligaciones que a cada uno
corresponden, manifestación de la sujeción de todos los poderes públicos y de la ciudadanía a la
Constitución y al ordenamiento jurídico (artículo 9.1 de la Constitución), sino que también se
extiende al compromiso colectivo con el buen funcionamiento de las instituciones públicas y
privadas. En particular, la colaboración ciudadana a la hora de facilitar aquellas informaciones
que puedan ayudar a la investigación y consiguiente persecución de conductas ilegales, ha de
ser debidamente regulada y protegida.
La obligación general de la ciudadanía de denunciar la comisión de los delitos de los que tengan
conocimiento, así como el reconocimiento de acciones públicas con el fin de impulsar la
investigación sobre actuaciones contrarias a la normativa urbanística, sobre actividades que
puedan perjudicar el ambiente, o para evitar daños en el patrimonio histórico-artístico, entre otros
ejemplos, cuentan con una larga tradición en la legislación española. En el mismo sentido y
coincidiendo con el impulso del Derecho de la Unión Europea, algunas regulaciones sectoriales,
de manera especial en el ámbito financiero o de defensa de la competencia, han incorporado
instrumentos específicos para que, quienes conocen de actuaciones irregulares o ilegales,
puedan facilitar a los organismos supervisores datos e información útiles.
Por otra parte, son muchos los ejemplos de actuaciones cívicas que advirtieron de la existencia
de prácticas irregulares y de corrupción que han permitido impulsar investigaciones que, previa la
tramitación del procedimiento judicial legalmente establecido, han concluido con la imposición de
la correspondiente condena penal por tales comportamientos. No obstante, también ha de
advertirse que, en ocasiones, esos loables comportamientos cívicos han generado
consecuencias penosas para quienes han comunicado tales prácticas corruptas y otras
infracciones: presiones por parte de los denunciados, aislamiento entre sus compañeros en la
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organización donde desempeñan su actividad laboral, despidos improcedentes, escraches
continuos que se extendían a los familiares y otras sonrojantes actuaciones. Resulta
indispensable que el ordenamiento jurídico proteja a la ciudadanía cuando muestra una conducta
valiente de clara utilidad pública. Además, resulta importante asentar en la sociedad la conciencia
de que debe perseguirse a quienes quebrantan la ley, de que no se van a tolerar los
amedrentamientos por parte de los infractores y que no deben consentirse ni silenciarse los
incumplimientos. Esta es la principal finalidad de esta ley: proteger a los ciudadanos que informan
sobre vulneraciones del ordenamiento jurídico.
Estos dos claros objetivos de la Directiva, proteger a los informantes y establecer las normas
mínimas de los canales de comunicación, se incorporan en el contenido de esta ley.
Los criterios seguidos en la transposición se han basado en los principios de la buena regulación,
comprendiendo el principio de necesidad y eficacia al cumplir la obligación de transposición con
fidelidad al texto de la Directiva y con la normativa ya existente sobre este ámbito con carácter
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parcial, de manera que se complete la regulación de esta materia para una mayor protección de
los informantes; así como en los principios de proporcionalidad, al contener la regulación
imprescindible para atender la necesidad a cubrir, y de seguridad jurídica, ya que se realiza con
el ánimo de crear ex novo un marco normativo adecuado, integrado y concreto para la protección
efectiva de aquellas personas que informan de infracciones del Derecho de la Unión Europea que
permite contribuir a la investigación y consiguiente persecución de conductas ilegales.
II
Por lo que se refiere a su ámbito de aplicación la presente ley, además de proteger a quienes
informen sobre las infracciones de Derecho de la Unión que marca la directiva de transposición,
amplía el amparo y abre los canales de comunicación a quienes adviertan de vulneraciones del
resto del ordenamiento jurídico que afecten directamente al interés general, entendiendo que este
está comprometido en todo caso si la vulneración investigada afecta a la Hacienda Pública.
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se consideran particularmente perjudiciales para el interés general aquellas actuaciones que
perjudiquen de manera grave los intereses financieros del Estado o que alteren de manera
significativa la actuación objetiva e imparcial de los organismos públicos envolviendo prácticas
corruptas, de clientelismo o nepotismo.
La ley atiende a aquellas comunicaciones que informan sobre actuaciones y que constituyen, de
probarse, delitos o infracciones muy graves o graves o vulneraciones del ordenamiento jurídico
que afectan directamente al interés general.
La buena fe, la conciencia honesta de que se han producido o pueden producirse hechos graves
perjudiciales constituye un requisito indispensable para la protección del informante. Esa buena
fe es la expresión de su comportamiento cívico y se contrapone a otras actuaciones que, por el
contrario, resulta indispensable excluir de la protección, tales como la remisión de informaciones
falsas, tergiversadas, así como aquellas que se han obtenido de manera ilícita.
Junto a la descripción del ámbito objetivo de aplicación, precisa la ley el ámbito subjetivo, esto es,
qué personas están protegidas frente a posibles represalias.
Así, se extiende la protección a todas aquellas personas que tienen vínculos profesionales con
entidades tanto del sector público como del sector privado, aquellas que ya han finalizado su
relación profesional, voluntarios, trabajadores en prácticas o en período de formación, personas
que participan en procesos de selección. También se extiende el amparo de la ley a las personas
que prestan asistencia a los informantes, a las personas de su entorno que puedan sufrir
represalias, así como las personas jurídicas propiedad del informante, entre otras.
El título II de la ley contiene el régimen jurídico de los sistemas internos de información. Tales
sistemas constituyen el cauce que debería utilizarse de manera preferente para canalizar la
información pues una actuación diligente y eficaz en el seno de la propia organización podría
paralizar las consecuencias perjudiciales de las actuaciones investigadas. No obstante, declarada
esta preferencia, será el informante el que valore qué cauce seguir, interno o externo, según las
circunstancias y los riesgos de represalias que considere.
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informante. Asimismo, resulta indispensable para la eficacia de los sistemas internos de
información la designación de un responsable de su correcto funcionamiento.
Siendo conscientes del coste que esta nueva carga pueda generar en las empresas, la ley admite
que aquellas que, superando la cifra de cincuenta cuenten con menos de doscientos cincuenta
trabajadores, puedan compartir medios y recursos para la gestión de las informaciones que
reciban, quedando siempre clara la existencia de canales propios en cada empresa.
No obstante, con independencia del número de empleados, se obliga a contar con un sistema
interno de informaciones a todos los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales,
así como a las fundaciones que de los mismos dependan, siempre que reciban fondos públicos
para su financiación. La razón de esta exigencia se ampara en el singular papel constitucional
que tienen estas organizaciones tal y como proclaman los artículos 6 y 7 de la Constitución
Española, como manifestación del pluralismo político y vehículo de defensa y protección de los
intereses económicos y sociales que les son propios, respectivamente. La existencia de casos de
corrupción que han afectado a algunas de estas organizaciones incrementa la preocupación
entre la ciudadanía por el recto funcionamiento de las instituciones, por lo que resulta
indispensable exigir a estas organizaciones una actitud ejemplar que asiente la confianza en ellos
de la sociedad pues de ello depende en buena medida el adecuado funcionamiento del sistema
democrático. De ahí la obligación de que se configuren, con independencia del número de
trabajadores, un sistema interno de informaciones para atajar con rapidez cualquier indicio de
delito o infracción grave contra el interés general. La generalización de un sistema interno de
comunicaciones facilitará la erradicación de cualquier sospecha de nepotismo, clientelismo,
derroche de fondos públicos, financiación irregular u otras prácticas corruptas.
Con relación al sector público la ley ha extendido en toda su amplitud la obligación de contar con
canales internos de informaciones. En consecuencia, han de configurar tal sistema las
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Administraciones públicas, ya sean territoriales o institucionales, las autoridades independientes
u otros organismos que gestionan los servicios de la Seguridad Social, las universidades, las
sociedades y fundaciones pertenecientes al sector público, así como las Corporaciones de
Derecho Público. En el mismo sentido, se impone también contar con un sistema interno de
información a todos los órganos constitucionales, así como aquellos mencionados en los
Estatutos de Autonomía.
Como se advierte, preocupa que todas las instituciones, organismos y otras personificaciones
que ejercen funciones públicas tengan un sistema eficaz para detectar las prácticas irregulares
descritas en esta norma, sin que a estos efectos parezca relevante el tamaño de la entidad o el
ámbito territorial en el que ejerza sus competencias.
Así, si bien es cierto que la Directiva atribuye a los Estados miembros la decisión de dispensar de
algunas obligaciones a los municipios de menos de diez mil habitantes, esta ley no contempla
esta excepción. En consecuencia, atendiendo a la necesidad de ofrecer un marco común y
general de protección de los informantes, de no facilitar resquicios que puedan dañar gravemente
el interés general, se extiende a todos los municipios la obligación de contar con un sistema
interno de informaciones. Ahora bien, tal obligación se acompaña de ciertas precisiones con el fin
de facilitar su cumplimiento a aquellos municipios cuya población no supere los diez mil
habitantes. La ley permite que estos municipios puedan compartir medios para la recepción de
informaciones con otras Administraciones que ejerzan sus competencias en la misma comunidad
autónoma. Esta posibilidad no exime de que cada administración local tenga un responsable de
su sistema interno de informaciones.
En todo caso, hay que insistir en que se considera adecuado que cada municipio cuente con su
propio sistema interno de información y de ahí que se destaque la asistencia que pueden prestar
otras Administraciones territoriales.
Por otra parte, se prevé que la gestión material del sistema interno de información se realice
mediante modalidades de gestión indirecta, si bien la atribución por parte de las Administraciones
territoriales a un tercero de la gestión de estos sistemas internos de información requerirá que
acrediten la insuficiencia de medios propios para poder realizar la función.
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informantes es la falta de confianza en la eficacia de las comunicaciones. Por ello, la norma
europea impone a los Estados miembros la obligación de establecer canales de comunicación
externa adecuados, de modo que su actuación esté presidida por los principios de independencia
y autonomía en la recepción y tratamiento de la información sobre las infracciones.
Con el fin de dar cumplimiento a los objetivos perseguidos por la Unión Europea y ahondar en la
protección del informante, la presente ley procede a la implementación de un canal externo cuya
llevanza corresponde a la Autoridad Independiente de Protección del Informante prevista en el
título VIII.
Se considera beneficioso que la habilitación de dicho canal, como medio complementario al canal
interno, se encauce a través de la Autoridad Independiente de Protección del Informante,
dotándolo, así, de las garantías de independencia y autonomía exigidas por la norma europea.
El título III aborda de manera sistemática la regulación específica del canal externo ante el que
podrá informar cualquier persona física, ya directamente, ya con posterioridad a la previa
formulación de información interna. Tras detallar el procedimiento de recepción de las
comunicaciones, que pueden llevarse a cabo de forma anónima o con reserva de la identidad del
informante, y de su forma, escrita o verbal, el articulado de la norma aborda el trámite de
admisión, en el que después de un análisis preliminar, se decide sobre su admisión a trámite,
momento en el que, sin perjuicio de una eventual remisión a otra Autoridad u Organismo que
pudiera resultar competente para la tramitación de la comunicación, procederá a su inadmisión
motivada si concurre alguna de las causas tasadas que a tal efecto se prevén expresamente o
bien acordará su admisión continuando la tramitación del procedimiento.
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Europea, cuando resulten afectados los intereses financieros de la Unión, en su caso; o la
remisión de la información a otra Autoridad u Organismo competente si así procede. En línea con
la Directiva 2019/1937, se ha considerado adecuado que el plazo para la realización de las
investigaciones y para dar respuesta al informante no se dilate más de lo estrictamente
necesario, razón por la que el plazo para finalizar esta fase de instrucción no puede ser superior
a tres meses.
Finalmente destacar que la resolución que adopte la Autoridad Independiente de Protección del
Informante no podrá ser objeto de recurso alguno, ni administrativo ni jurisdiccional, sin perjuicio
de la posible impugnación de la resolución que ponga fin al procedimiento sancionador que se
pudiera incoar a raíz de las investigaciones realizadas.
Asimismo, prevé el título III el conjunto de derechos y garantías que ostenta el informante en el
procedimiento de comunicación externa ante la Autoridad Independiente de Protección del
Informante y la exigencia de revisión de los procedimientos de recepción y seguimiento de
informaciones, dando así cumplimiento al mandato de la Directiva.
El título V se ocupa de la revelación pública. Los informantes que utilizan los cauces internos y
externos cuentan con un régimen específico de protección frente a las represalias. Protección
que, en principio, no se extiende a aquellas personas que han difundido de manera pública tales
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informaciones. Esta diferencia se asienta, entre otras causas, en las garantías y protección que
ofrece la opinión pública en su conjunto amparando a quien muestra una actitud cívica a la hora
de advertir ante posibles delitos o infracciones graves o vulneraciones del ordenamiento jurídico
que dañan el interés general, así como la protección de las fuentes que mantienen los
periodistas.
Sin embargo, existen situaciones en que resulta conveniente proteger también a estas personas
y la ley, siguiendo las directrices europeas, precisa las condiciones que deben concurrir para
extender el régimen de protección; así, por ejemplo, dicha protección se contempla cuando los
cauces internos y externos no han funcionado o cuando se advierte una amenaza inminente para
el interés general, tales como un vertido muy tóxico u otros riesgos contaminantes.
El título VI regula el régimen del tratamiento de datos personales que deriven de la aplicación de
la presente ley.
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que regula título V . Se indica asimismo que en caso de que la persona investigada ejerza el
derecho de oposición al tratamiento de sus datos personales se entiende que existen motivos
legítimos imperiosos que legitiman continuar con dicho tratamiento, tal como permite el artículo
21.1 del Reglamento (UE) 2016/679.
La ley también regula determinadas condiciones especiales en relación con los tratamientos de
datos al objeto garantizar plenamente el derecho a la protección de datos y en particular la
identidad de los informantes y de las personas investigadas por la información suministrada. La
preservación de la identidad del informante es una de las premisas esenciales para garantizar la
efectividad de la protección que persigue la presente ley. De ahí que se exija que en todo
momento deba ser garantizada. En esta línea se dispone que el dato de la identidad del
informante nunca será objeto del derecho de acceso a datos personales y se limita la posibilidad
de comunicación de dicha identidad sólo a la autoridad judicial, el Ministerio Fiscal o la autoridad
administrativa competente exigiendo que en todo caso se impida el acceso por terceros a la
misma. Por otra parte, se exige que las entidades obligadas a disponer de un sistema interno de
comunicaciones, los terceros externos que en su caso lo gestionen y la Autoridad Independiente
de Protección de Datos, así como las que en su caso se constituyan, cuenten con un delegado
de protección de datos.
El título VII constituye, como ya se ha anticipado, el eje de la ley, las medidas de protección para
amparar a aquellas personas que mantienen una actitud cívica y de respeto democrático al
alertar sobre infracciones graves que dañan el interés general. Ha de conseguirse que nadie esté
amedrentado ante futuros perjuicios. De ahí que la primera medida sea la contundente
declaración de prohibir y declarar nulas aquellas conductas que puedan calificarse de represalias
y se adopten dentro de los dos años siguientes a ultimar las investigaciones. En este sentido, la
ley ofrece varios supuestos, sin ningún ánimo exhaustivo, que muestran conductas intolerables
hacia los informantes: resolución de contratos, intimidaciones, trato desfavorable, daños
reputacionales, etc.
La necesidad de garantizar la buena aplicación del ordenamiento hace que queden sin efecto
cualesquiera cláusulas o disposiciones contractuales que impidan o pretendan limitar el derecho
o la capacidad de informar, tales como cláusulas de confidencialidad o disposiciones que reflejan
renuncias expresas; así como que se exima de responsabilidad ante la obtención de información
relevante o que se invierta la carga de la prueba en aquellos procesos que inicie para exigir la
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reparación de daños. En fin, los informantes contarán con el apoyo necesario de la Autoridad
Independiente de Protección del Informante para que las medidas de protección establecidas en
esta ley resulten eficaces.
Pero las medidas de protección no se dirigen sólo a favor de los informantes. También aquellas
personas a las que se refieran los hechos relatados en la comunicación han de contar con una
singular protección ante el riesgo de que la información, aun con aparentes visos de veracidad,
haya sido manipulada, sea falsa o responda a motivaciones que el Derecho no puede amparar.
Estas personas mantienen todos sus derechos de tutela judicial y defensa, de acceso al
expediente, de confidencialidad y reserva de identidad y la presunción de inocencia; en fin, de los
mismos derechos que goza el informante.
Las ventajas y eficacia que han demostrado los programas de clemencia en ciertos ámbitos
sectoriales han llevado a incluir una regulación en la que se precisan las concretas condiciones
para su correcta aplicación.
Sólo habrá una adecuada protección del denominado whistleblower si, en primer lugar, existe no
sólo el deber de comunicar conductas ilícitas de las que tenga conocimiento, sino además un
sistema que permita canalizar las informaciones, lo que implica la implementación, por parte de
las entidades públicas y privadas, de canales que permitan al que entra en contacto con la
organización revelar la información de que dispone y que pueda constituir un ilícito susceptible de
afectar al interés general. Ese canal interno de información al que hemos hecho referencia en
párrafos anteriores debe garantizar, si queremos que salgan a la luz los comportamientos
reprobables, la confidencialidad del informante, en todo caso, siendo aconsejable prever,
además, el anonimato del mismo. No hay mejor forma de proteger al que informa que
garantizando su anonimato.
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Dicho canal interno de información debe ser complementado con un canal externo, es decir, con
la posibilidad de que quien conozca el hecho susceptible de ser comunicado con arreglo a esta
norma pueda acudir a una autoridad pública que, con todas las garantías, tenga constancia del
hecho informado y proceda a investigarlo y, en su caso, y pueda colaborar con el Ministerio Fiscal
cuando aprecie que el hecho objeto de la comunicación es constitutivo de delito.
Una adecuada y eficaz respuesta normativa aconseja articular de manera conjunta, y por tanto,
mediante la utilización del mismo instrumento normativo, el nuevo régimen jurídico aplicable a la
protección del informante y el cauce institucional idóneo que garantice su plena operatividad.
Entre las diferentes alternativas que ofrece nuestro ordenamiento interno se considera idóneo
acudir a la figura de la Autoridad Independiente de Protección del Informante como pilar básico
del sistema institucional en materia de protección del informante. Su particular naturaleza y
encaje institucional en el sector público permitirá canalizar satisfactoriamente el conjunto de
funciones que la Directiva atribuye a las autoridades competentes de cada Estado miembro.
Entre las diversas posibilidades abiertas en el reto de afrontar eficazmente la trasposición de la
Directiva, el carácter independiente y la autonomía de que gozan este tipo de entes del sector
público se considera la mejor forma de instrumentar el engranaje institucional de la protección del
informante, excluyendo otras alternativas con menor independencia del poder ejecutivo y
permitiendo, en definitiva, que sea una entidad de nueva creación la que garantice la
funcionalidad del sistema, una entidad independiente de quien la nombra y de la Administración
Pública, que atienda, en el ejercicio de sus funciones, a criterios de naturaleza técnica.
De otro lado, el carácter específico de la materia hace igualmente aconsejable que las funciones
que la Directiva atribuye a las autoridades competentes sean ejercidas por una Autoridad de
nueva creación sin posibilidad de acudir a otras ya existentes dentro del sector público. Además,
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resulta determinante a efectos de la creación de una nueva autoridad, la articulación, en
cumplimiento de la Directiva, de un canal externo de información que complementa los canales
internos (tanto en el sector privado como público). Resulta de especial interés que sea una
entidad que bajo un especial régimen de autonomía y con un marcado carácter técnico y
especializado en la materia sea la encargada de la llevanza y gestión del citado canal externo.
Lo hasta ahora expuesto, unido al conjunto de funciones que la Directiva obliga a asumir a las
Autoridades competentes en materia de protección al informante y junto a otras que van más allá
del contenido de la norma europea y cuya inclusión radica en una mayor garantía y extensión de
la protección del informante, aconsejan que sea una Autoridad Independiente específica la que
asuma este conjunto de competencias, y sirva, en definitiva, de pilar institucional esencial en la
lucha contra la corrupción.
Para ello el título VIII de la norma aborda, como se ha señalado, la creación de la Autoridad
Independiente de Protección del Informante como ente de derecho público con personalidad
jurídica propia dotado de autonomía e independencia orgánica y funcional respecto del Ejecutivo
y del sector público, así como de toda entidad cuya actividad pueda ser sometida a su
supervisión. Estructurado en tres capítulos, el primero de ellos recoge la naturaleza y funciones
de la Autoridad Independiente de Protección del Informante: llevanza del canal externo de
comunicaciones, asunción de la condición de órgano consultivo y de asesoramiento del Gobierno
en materia de protección del informante, elaboración de modelos de prevención de delito en el
ámbito público, asunción de la competencia sancionadora en la materia, entre otros.
El capítulo II del título VIII desarrolla el régimen jurídico a que se somete la nueva Autoridad,
distinguiendo el régimen jurídico general a que somete su actividad y las singularidades que
presenta en materia de personal, contratación, patrimonial, de asistencia jurídica, presupuestario,
de contabilidad y control económico-financiero. Dentro de estas particularidades, se ha
considerado necesario dotar al ente de dos potestades menos frecuentes, pero totalmente
necesarias, en orden a la consecución de los objetivos a que obedece la trasposición de la
Directiva. De un lado, la posibilidad de que la propia Autoridad Independiente de Protección del
Informante puede ejercer la potestad normativa, mediante la emisión de circulares en desarrollo y
ejecución de normas de naturaleza reglamentaria previa habilitación por parte de las mismas,
destacando, asimismo, la posibilidad de que dicha Autoridad elabore circulares, recomendaciones
y directrices que establezcan los criterios y prácticas adecuadas para el cumplimiento de las
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disposiciones contenidas en la presente ley y las normas que la desarrollen. De otro lado, la ley
atribuye el ejercicio de la potestad sancionadora (prevista en el título IX de la norma), a la
Autoridad Independiente de Protección del Informante, dando así cumplimiento a la exigencia de
atribución de potestad por norma legal (o reglamentaria) contenida en la Ley 40/2015, de 1 de
octubre, del Régimen Jurídico del Sector Público.
Finalmente, el capítulo III del título VIII recoge el régimen de organización interna de la entidad.
Se prevé la existencia de una Presidencia, órgano de gobierno de la Autoridad, que tendrá como
órgano de asesoramiento una Comisión Consultiva, de marcado carácter técnico por su
composición, muchos de cuyos vocales son natos, por razón del cargo, procedentes bien de la
Administración Pública, bien de organismos reguladores o supervisores.
La protección integral del informante exige no dejar espacios de impunidad. Este principio de
actuación, que conecta directamente con el liderazgo que ha de operar como eje mediador de
idoneidad del sistema que se propone, unido a la concepción de nuestro Estado como espacio
público compartido, obliga a permitir que se acuda al canal externo de informaciones a través de
la Autoridad Independiente de Protección del Informante en aquellos territorios que no hayan
previsto la creación de Autoridades o la atribución a órganos propios de su comunidad autónoma
y dentro de sus competencias. De ese modo la Autoridad Independiente de Protección del
Informante podrá tramitar las comunicaciones que se reciban a través de su canal externo que
afecten al ámbito competencial de aquellas comunidades autónomas que así lo decidan y
suscriban el correspondiente convenio, y aquellas otras que no prevean órganos propios que
canalicen, en su ámbito competencial, las comunicaciones externas. Posibilidad ésta que cumple
con la doctrina del Tribunal Constitucional, expuesta en la Sentencia 130/2013, al indicar que “en
casos como los que contemplamos, las disposiciones del Estado que establezcan reglas
destinadas a permitir la ejecución de los Reglamentos comunitarios en España y que no puedan
considerarse normas básicas o de coordinación, tienen un carácter supletorio de las que pueden
dictar las Comunidades Autónomas para los mismos fines de sus competencias. Sin olvidar que
la cláusula de supletoriedad del artículo 149.3 de la CE no constituye una cláusula universal
atributiva de competencias, en tales casos, la posibilidad de que el Estado dicte normas
innovadoras de carácter supletorio está plenamente justificada”.
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El texto articulado se cierra con un título IX que establece el régimen sancionador, necesario para
combatir con eficacia aquellas actuaciones que impliquen represalias contra los informantes, así
como los incumplimientos en el establecimiento de las reglas de los canales de comunicación.
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TITULO I
a) Otorgar protección adecuada frente a las represalias que puedan sufrir las personas físicas
que informen, a través de los procedimientos previstos en la misma, alguna de los acciones u
omisiones a que se refiere el artículo 2.
b) Transponer al ordenamiento interno la Directiva (UE) 2019/1937, del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 23 de octubre de 2019, relativa a la protección de las personas que informen sobre
infracciones de Derecho de la Unión.
1. La presente ley protege a las personas físicas que informen, a través de alguno de los
procedimientos previstos en ella de:
a) Cualesquiera acciones u omisiones que puedan constituir infracciones del Derecho de la Unión
Europea siempre que entren dentro del ámbito de aplicación de los actos de la Unión
enumerados en el Anexo de la Directiva (UE) 2019/1937, con independencia de la calificación
que de las mismas realice el ordenamiento jurídico interno, afecten a los intereses financieros de
la Unión tal y como se contemplan en el artículo 325 del TFUE o incidan en el mercado interior,
tal y como se contemplan en el artículo 26, apartado 2 del TFUE, incluidas las infracciones de las
normas de la Unión en materia de competencia y ayudas otorgadas por los Estados, así como las
infracciones relativas al mercado interior en relación con los actos que infrinjan las normas del
impuesto sobre sociedades o a prácticas cuya finalidad sea obtener una ventaja fiscal que
desvirtúe el objeto o la finalidad de la legislación aplicable al impuesto sobre sociedades.
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b) Acciones u omisiones que puedan ser constitutivas de infracción penal o administrativa grave o
muy grave o cualquier vulneración del resto del ordenamiento jurídico siempre que, en cualquiera
de los casos, afecten o menoscaben directamente el interés general, y no cuenten con una
regulación específica. En todo caso, se entenderá afectado el interés general cuando la acción u
omisión de que se trate implique quebranto económico para la Hacienda Pública.
2. La protección de los trabajadores que informen sobre infracciones del derecho laboral en
materia de seguridad y salud en el trabajo prevista en esta ley, se entiende sin perjuicio de
establecida en su normativa específica.
3. La protección prevista en esta ley no será de aplicación a las informaciones que afecten a la
información clasificada. Tampoco afectará a las obligaciones que resultan del deber de
confidencialidad de los médicos, abogados y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
del secreto de las deliberaciones establecido en leyes y reglamentos y del carácter reservado la
información con trascendencia tributaria y de cualquier otra información cuando así lo establezca
su normativa específica.
4. Esta protección no excluirá la aplicación de las normas relativas al proceso penal, incluyendo
las diligencias de investigación.
En estos supuestos, el informante gozará de la protección establecida en esta ley siempre que la
relación laboral o profesional tal y como se define en el artículo siguiente en cuyo contexto se
produzca la infracción se rija por la ley española y, en su caso, adicionalmente de la protección
establecida en la normativa específica. La Autoridad Independiente de Protección del Informante
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será la competente para la adopción de las medidas de protección previstas en el título VII y para
el ejercicio de la potestad sancionadora por la comisión de las infracciones del título IX.
1. La presente ley se aplicará a los informantes que trabajen en el sector privado o público y que
hayan obtenido información sobre infracciones en un contexto laboral o profesional,
comprendiendo en todo caso:
a) las personas que tengan la condición de empleados públicos y trabajadores por cuenta ajena;
b) los autónomos;
2. La presente ley también se aplicará a los informantes que comuniquen o revelen públicamente
información sobre infracciones obtenida en el marco de una relación laboral o estatutaria ya
finalizada, voluntarios, becarios, trabajadores en periodos de formación con independencia de
que perciban o no una remuneración, así como a aquéllos cuya relación laboral todavía no haya
comenzado, en los casos en que la información sobre infracciones haya sido obtenida durante el
proceso de selección o de negociación precontractual.
3. Las medidas de protección del informante previstas en el título VII también se aplicarán, en su
caso, específicamente a los representantes legales de las personas trabajadoras en el ejercicio
de sus funciones de asesoramiento y apoyo al informante.
4. Las medidas de protección del informante previstas en el título VII también se aplicarán, en su
caso, a:
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a) Personas físicas que, en el marco de la organización en la que preste servicios el informante
asistan al mismo en el proceso.
b) Personas físicas que estén relacionadas con el informante y que puedan sufrir represalias,
como compañeros de trabajo o familiares del informante, y
c) Personas jurídicas, para las que trabaje o con las que mantenga cualquier otro tipo de relación
en un contexto laboral o en las que ostente una participación significativa. A estos efectos, se
entiende que la participación en el capital o en los derechos de voto correspondientes a acciones
o participaciones es significativa cuando, por su proporción, permite a la persona que la posea
tener capacidad de influencia en la persona jurídica participada.
TÍTULO II
CAPÍTULO I
Disposiciones generales
1. Los sistemas internos de información son el cauce preferente para informar sobre las acciones
u omisiones previstas en el artículo 2.
2. Las personas jurídicas obligadas por las disposiciones del presente título dispondrán de un
sistema interno de información en los términos establecidos en esta ley.
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a) Permitir comunicar información sobre las infracciones previstas en el artículo 2 a todas las
personas referidas en el artículo 3.
b) Estar diseñados, establecidos y gestionados de una forma segura, de modo que se garantice
la confidencialidad de la identidad del informante y de cualquier tercero mencionado en la
comunicación y de las actuaciones que se desarrollen en la gestión y tramitación de la misma, la
protección de datos, impidiendo el acceso de personal no autorizado.
d) Integrar los distintos canales internos de comunicación que pudieran establecerse dentro de la
entidad.
e) Garantizar que las comunicaciones presentadas puedan tratarse de manera efectiva dentro de
la correspondiente entidad u organismo con el objetivo de que el primero en conocer la posible
irregularidad sea el propio empleador.
g) Contar con un responsable del Sistema en los términos previstos en el artículo 10 de esta ley.
h) Contar con una política o estrategia que enuncie los principios generales en materia de
sistemas internos de información y defensa del informante y que sea debidamente publicitada en
el seno de la entidad u organismo.
j) Establecer las garantías para la protección de los informantes en el ámbito de la propia entidad
u organismo, respetando, en todo caso, lo dispuesto en el artículo 9.
1. La gestión de los sistemas internos de información se podrá llevar a cabo dentro de la propia
entidad u organismo o acudiendo a un tercero externo, en los términos previstos en esta ley. A
estos efectos, se considera gestión del sistema la recepción de informaciones.
27
2. La gestión del sistema por un tercero externo exigirá en todo caso que éste ofrezca garantías
adecuadas de respeto de la independencia, la confidencialidad, la protección de datos y el
secreto.
3. La gestión del sistema interno de información por un tercero no podrá suponer un menoscabo
de las garantías y requisitos que para dicho sistema establece la presente ley ni una atribución de
la responsabilidad sobre el mismo en persona distinta del Responsable del Sistema.
4. El tercero externo que gestione el canal tendrá la consideración de encargado del tratamiento
a efectos de la legislación sobre protección de datos personales.
1. Todos los canales internos de información de que disponga una entidad para posibilitar la
presentación de información respecto de las infracciones previstas en el artículo 2 estarán
integrados dentro del sistema interno de información a que se refiere el artículo 6.
2. Los canales internos deberán permitir realizar comunicaciones por escrito o verbalmente, o de
las dos formas. La información se podrá realizar bien por escrito, a través de correo postal o a
través de cualquier medio electrónico habilitado al efecto, o verbalmente, por vía telefónica o a
través de sistema de mensajería de voz. A solicitud del informante, también podrá presentarse
mediante una reunión presencial. En estos últimos casos, bien sea realice la comunicación
verbalmente bien de manera presencial, se advertirá al informante de que la comunicación será
grabada y se le informará del tratamiento de sus datos de acuerdo a lo que establecen el
Reglamento (UE) 2016/679 y la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre de Protección de Datos
Personales y garantía de los derechos digitales.
28
Sin perjuicio de los derechos que le corresponden de acuerdo a la normativa sobre protección de
datos, se ofrecerá al informante la oportunidad de comprobar, rectificar y aceptar mediante su
firma la transcripción del mensaje.
4. Los canales internos de comunicación podrán estar habilitados por la entidad que los gestione
para la recepción de cualesquiera otras comunicaciones o informaciones fuera del ámbito
establecido en el artículo 2, si bien dichas comunicaciones y sus remitentes quedarán fuera del
ámbito de protección dispensado por la misma.
d) Establecimiento del derecho del informante a que se le informe de las acciones u omisiones
que se le atribuyen, y a ser oído en cualquier momento. Dicha comunicación tendrá lugar en el
tiempo y forma que se considere adecuado para garantizar el buen fin de la investigación;
f) Exigencia del respeto a la presunción de inocencia, el derecho a ser oído y el honor de las
personas investigadas;
29
g) Determinación de la duración máxima de las actuaciones de investigación, que no podrá ser
superior a tres meses a contar desde la recepción de la comunicación, salvo casos de especial
complejidad que requieran una ampliación del plazo, en cuyo caso, este podrá extenderse hasta
un máximo de otros tres meses adicionales;
2. Si se optase por que el Responsable del Sistema fuese un órgano colegiado, éste deberá
delegar en uno de sus miembros las facultades de gestión del sistema interno de información y
de tramitación de expedientes de investigación.
3. Tanto el nombramiento como el cese de la persona física individualmente designada, así como
de las integrantes del órgano colegiado deberá ser notificado a la Autoridad Independiente de
Protección del Informante regulada en el título VIII en el plazo de los diez días hábiles siguientes,
especificando, en el caso de su cese, las razones que han justificado el mismo.
5. En el caso del sector privado, el Responsable del Sistema persona física o la persona en quien
el órgano colegiado responsable haya delegado sus funciones, será un alto directivo de la
30
entidad, que asumirá exclusivamente dichas funciones y que ejercerá su cargo con
independencia del órgano de administración o de gobierno de la misma. Cuando la naturaleza o
la dimensión de las actividades de la entidad no justifiquen o permitan la existencia de un
directivo Responsable del Sistema, será posible el desempeño ordinario de las funciones del
puesto o cargo con las de Responsable del Sistema, tratando en todo caso de evitar posibles
situaciones de conflicto de interés.
CAPÍTULO II
a) Las personas físicas o jurídicas del sector privado que tengan contratados 50 o más
trabajadores.
b) Aquellas personas jurídicas del sector privado que entren en el ámbito de aplicación de los
actos de la Unión Europea en materia de servicios, productos y mercados financieros, prevención
del blanqueo de capitales o de la financiación del terrorismo, seguridad del transporte y
protección del medio ambiente a que se refieren las partes I.B y II del anexo de la Directiva (UE)
2019/1937 se regularán por su normativa específica con independencia del número de
trabajadores con que cuenten. En estos casos, la presente ley será de aplicación en lo no
regulado por su normativa específica.
31
Se considerarán incluidas en el párrafo anterior las personas jurídicas que, pese a no tener su
domicilio en territorio nacional, desarrollen en España actividades a través de sucursales o
agentes o mediante prestación de servicios sin establecimiento permanente.
c) Los partidos políticos, los sindicatos, las patronales y las fundaciones creadas por unos y otros,
siempre que reciban o gestionen fondos públicos.
2. Las personas jurídicas del sector privado que no estén vinculadas por la obligación impuesta
en el apartado 1 de este artículo podrán establecer su propio sistema interno de informaciones,
que deberá cumplir, en todo caso, los requisitos previstos en la presente ley.
2. El Responsable del Sistema y el sistema interno de información podrá ser uno para todo el
grupo, o bien uno para cada sociedad integrante del mismo, subgrupo o conjunto de sociedades,
en los términos que se establezcan por la citada política.
3. Será admisible el intercambio de información entre los diferentes Responsables del Sistema
del grupo, si los hubiera, para la adecuada coordinación y el mejor desempeño de sus funciones.
Las personas jurídicas del sector privado que tengan entre 50 y 249 trabajadores y que así lo
decidan, podrán compartir entre sí el sistema interno de información y los recursos destinados a
la gestión y tramitación de las comunicaciones, tanto si la gestión del sistema se lleva a cabo por
32
la propia entidad como si se ha externalizado, respetándose en todo caso las garantías previstas
en esta ley.
CAPÍTULO III
1. Todas las entidades que integran el sector público estarán obligadas a disponer de un sistema
interno de información en los términos previstos en esta ley.
f) Las fundaciones del sector público. A efectos de esta ley, se entenderá por fundaciones
públicas aquellas que reúnan alguno de los siguientes requisitos:
1.º Que se constituyan de forma inicial, con una aportación mayoritaria, directa o indirecta, de una
o varias entidades integradas en el sector público, o bien reciban dicha aportación con
posterioridad a su constitución.
33
2.º Que el patrimonio de la fundación esté integrado en más de un 50 por ciento por bienes o
derechos aportados o cedidos por sujetos integrantes del sector público con carácter
permanente.
3.º Que la mayoría de derechos de voto en su patronato corresponda a representantes del sector
público.
4. En caso de las comunicaciones que reciba un organismo público con competencias en materia
de investigación referente a los incumplimientos de terceros en el plazo de duración establecido
en la letra g) del artículo 8.2, se resolverá si procede o no iniciar una comprobación o
investigación del sujeto investigado, informando de ello al informante.
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5. Las decisiones adoptadas por los organismos públicos con funciones de comprobación o
investigación en relación con las comunicaciones no serán recurribles en vía administrativa ni en
vía contencioso-administrativa. En todo caso, podrá acudir al canal externo de la Autoridad
Independiente de Protección del Informante.
2. Asimismo, las entidades pertenecientes al sector público con personalidad jurídica propia
vinculadas o dependientes de órganos de las Administraciones territoriales, y que cuenten con
menos de 50 trabajadores, podrán compartir con la Administración de adscripción, el sistema
interno de información y los recursos destinados a las investigaciones y las tramitaciones.
3. En todo caso, deberá garantizarse que los sistemas resulten independientes entre sí y los
canales aparezcan diferenciados respecto del resto de entidades u organismos, de modo que no
se genere confusión a los ciudadanos.
Artículo 15. Gestión del sistema interno de información por tercero externo.
TÍTULO III
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Canal externo de comunicaciones
Toda persona física podrá informar ante la Autoridad Independiente de Protección del Informante
regulada en el título VIII, a través de su canal externo de comunicaciones, la comisión de
cualesquiera acciones u omisiones incluidas en el ámbito de aplicación de esta ley, ya sea
directamente o previa comunicación a través del correspondiente canal interno.
2. La comunicación se podrá realizar por escrito, a través de correo postal o a través de cualquier
medio electrónico habilitado al efecto dirigido al canal externo de informaciones de la Autoridad
Independiente de Protección del Informante, o verbalmente, por vía telefónica o a través de
sistema de mensajería de voz. A solicitud del informante, también podrá presentarse mediante
una reunión presencial. En los casos de comunicación verbal se advertirá al informante de que la
comunicación será grabada y se le informará del tratamiento de sus datos de acuerdo acon lo
que establecen el Reglamento (UE) 2016/679 y la Ley Orgánica 3/2018.
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b) a través de una transcripción completa y exacta de la conversación realizada por el personal
responsable de tratarla.
Sin perjuicio de los derechos que le corresponden de acuerdo a la normativa sobre protección de
datos, se ofrecerá al informante la oportunidad de comprobar, rectificar y aceptar mediante su
firma la transcripción del mensaje.
a) Fecha de recepción.
b) Código de identificación.
c) Actuaciones desarrolladas.
d) Medidas adoptadas.
e) Fecha de cierre.
4. Recibida la comunicación, en un plazo no superior a cinco días hábiles desde dicha recepción,
se procederá a acusar recibo de la misma, a menos que la comunicación sea anónima o el
informante expresamente haya renunciado a recibir comunicaciones relativas a la investigación.
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2. Realizado este análisis preliminar, la Autoridad Independiente de Protección del Informante,
decidirá, en un plazo que no podrá ser superior a diez días hábiles desde la fecha de entrada en
el registro de la información:
2º. Cuando los hechos relatados no sean constitutivos de infracción del ordenamiento jurídico
incluida en el ámbito de aplicación de esta ley o, siéndolo, no afecten al interés general.
4º. Cuando la información sea mera reproducción de otra anterior previamente inadmitida o
debidamente investigada.
La inadmisión se comunicará al informante dentro de los cinco días hábiles siguientes, salvo que
la comunicación fuera anónima o el informante hubiera renunciado a recibir comunicaciones de la
Autoridad Independiente de Protección del Informante.
La admisión a trámite se comunicará al informante dentro de los cinco días hábiles siguientes,
salvo que la comunicación fuera anónima o el informante hubiera renunciado a recibir
comunicaciones de la Autoridad Independiente de Protección del Informante.
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1. La instrucción comprenderá todas aquellas actuaciones encaminadas a comprobar la
verosimilitud de los hechos relatados.
2. Se garantizará que la persona investigada por la comunicación tenga noticia de la misma, así
como de los hechos relatados de manera sucinta. Adicionalmente se le informará del derecho
que tiene a presentar alegaciones por escrito y del tratamiento de sus datos personales. No
obstante, esta información podrá efectuarse en el trámite de audiencia si se considerara que su
aportación con anterioridad pudiera facilitar la ocultación, destrucción o alteración de las pruebas.
En ningún caso se comunicará a los sujetos investigados la identidad del informante ni se dará
acceso de la comunicación.
3. Sin perjuicio del derecho a formular alegaciones por escrito, la instrucción comprenderá,
siempre que sea posible, una entrevista con la persona investigada en la que, siempre con
absoluto respeto a la presunción de inocencia, se le invitará a exponer su versión de los hechos y
a aportar aquellos medios de prueba que considere adecuados y pertinentes.
5. Todas las personas naturales o jurídicas, privadas o públicas, deberán colaborar con las
autoridades competentes y estarán obligadas a atender los requerimientos que se les dirijan para
aportar documentación, datos o cualquier información relacionada con los procedimientos que se
estén tramitando, incluso los datos personales que le fueran requeridos.
39
a) Una exposición de los hechos relatados junto con el código de identificación de la
comunicación y la fecha de registro.
b) Remisión al Ministerio Fiscal si, pese a no apreciar inicialmente indicios de que los hechos
pudieran revestir el carácter de delito, así resultase del curso de la instrucción. Si el delito
afectase a los intereses financieros de la Unión, lo remitirá a la Fiscalía Europea.
4. En todo caso, el plazo para finalizar las actuaciones y dar respuesta al informante, en su caso,
no podrá ser superior a tres meses desde la entrada en registro de la comunicación. Cualquiera
que sea la decisión, además del archivo, se comunicará al informante, salvo que haya renunciado
a ello o que la comunicación sea anónima.
5. Las decisiones adoptadas por la Autoridad Independiente de Protección del Informante en las
presentes actuaciones no serán recurribles en vía administrativa ni en vía contencioso
administrativa, sin perjuicio del recurso administrativo o contencioso administrativo que pudiera
40
interponerse frente a la eventual resolución que ponga fin al procedimiento sancionador que
pudiera incoarse con ocasión de los hechos relatados.
Artículo 21. Derechos y garantías del informante ante la Autoridad Independiente de Protección
del Informante.
El informante tendrá las siguientes garantías en sus actuaciones ante la Autoridad Independiente
de Protección del Informante:
1º. Decidir si desea formular la comunicación de forma anónima o no anónima; en este segundo
caso se garantizará la reserva de identidad del informante, de modo que ésta no sea revelada a
terceras personas.
3º. Indicar un domicilio, correo electrónico o lugar seguro donde recibir las comunicaciones que
realice la Autoridad Independiente de Protección del Informante a propósito de la investigación.
5º. Comparecer ante la Autoridad Independiente de Protección del Informante, por propia
iniciativa o cuando sea requerido por ésta, siendo asistido, en su caso y si lo considera oportuno,
de por abogado.
6º. Solicitar a la Autoridad Independiente de Protección del Informante que la comparecencia ante
la misma sea realizada por videoconferencia u otros medios telemáticos seguros que garanticen
la identidad del informante, y la seguridad y fidelidad de la comunicación.
7º. Ejercer los derechos que le confiere la legislación de protección de datos de carácter
personal.
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La Autoridad Independiente de Protección del Informante deberá publicar su procedimiento de
gestión de informaciones.
Cualquier autoridad que reciba una comunicación y no tenga competencias para investigar los
hechos relatados por tratarse de alguna de las infracciones previstas en el título IX, deberá
remitirla a la Autoridad Independiente de Protección del Informante dentro de los diez días
siguientes a aquel en el que la hubiera recibido. La remisión se comunicará al informante dentro
de dicho plazo.
a) La Administración General del Estado y entidades que integran el sector público estatal.
c) Resto de entidades del sector público, Casa de Su Majestad el Rey y órganos constitucionales
a que se refiere el artículo 13.
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d) Entidades que integran el sector privado, cuando la infracción o el incumplimiento informado
afecte o produzca sus efectos en el ámbito territorial de más de una comunidad autónoma.
TÍTULO IV
Disposiciones comunes a los canales internos y externos
Los sujetos comprendidos dentro del ámbito de aplicación de la presente ley proporcionarán la
información adecuada de forma clara y fácilmente accesible, sobre el uso de los canales internos
de información que hayan implantado, así como sobre los principios esenciales del procedimiento
de gestión. En caso de contar con una página web, dicha información deberá constar en la
página de inicio, en una sección separada y fácilmente identificable.
De igual modo, las autoridades competentes a las que se refiere el artículo 24 publicarán, en una
sección separada, fácilmente identificable y accesible de su sede electrónica, como mínimo, la
información siguiente:
b) Los datos de contacto para los canales externos de información previstos en el título III, en
particular, las direcciones electrónica y postal y los números de teléfono asociados a dichos
canales, indicando si se graban las conversaciones telefónicas;
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información adicional, el plazo para dar respuesta al informante, en su caso, y el tipo y contenido
de dicha respuesta;
1. Todos los sujetos obligados, de acuerdo con lo dispuesto en esta ley, a disponer de un canal
interno de informaciones, con independencia de que formen parte del sector público o del sector
privado, deberán contar con un libro-registro de las comunicaciones recibidas y de las
investigaciones internas a que hayan dado lugar, garantizando, en todo caso, los requisitos de
confidencialidad previstos en esta ley.
2. Los datos personales relativos a las comunicaciones recibidas y a las investigaciones internas
a que se refiere el párrafo anterior sólo se conservarán durante el período que sea necesario y
proporcionado a efectos de cumplir con la presente ley. En particular, se tendrá en cuenta lo
previsto en los apartados tercero y cuarto del artículo 32. En ningún caso podrán conservarse los
datos por un período superior a 10 años.
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TITULO V
Revelación pública
1. A las personas que hagan una revelación pública de las acciones u omisiones previstas en el
artículo 2 les será aplicable el régimen de protección establecido en su título VII cuando se
cumpla alguna de las condiciones establecidas en el artículo siguiente.
2. Se entenderá por revelación pública la puesta a disposición del público de información sobre
acciones u omisiones en los términos previstos en la presente ley.
La persona que haga una revelación pública sólo podrá acogerse a protección en virtud de la
presente ley si se cumple alguna de las condiciones siguientes:
a) Que haya realizado la comunicación primero por canales internos y externos, o directamente
por canales externos, de conformidad con los títulos II y III, sin que se hayan tomado medidas
apropiadas al respecto en el plazo establecido.
ii) en caso de comunicación a través de canal externo, exista un elevado riesgo de represalias o
haya pocas probabilidades de que se dé un tratamiento efectivo a la información debido a las
circunstancias particulares del caso.
TITULO VI
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Protección de datos personales
Los tratamientos de datos personales que deriven de la aplicación de la presente ley se regirán
por lo dispuesto en el Reglamento (UE) 2016/679, del Parlamento Europeo y del Consejo de 27
de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento
de datos personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva
95/46/CE (Reglamento general de protección de datos), en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de
diciembre, de Protección de Datos y garantía de los derechos digitales, en la Ley Orgánica
7/2021, de 26 de mayo, de protección de datos personales tratados para fines de prevención,
detección, investigación y enjuiciamiento de infracciones penales y de ejecución de sanciones
penales, y en el presente título.
2. El tratamiento de datos personales se entenderá lícito en base a lo que disponen los artículos
6.1.c) del Reglamento (UE) 2016/679 y 8 de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, y 11 de
la Ley Orgánica 7/2021, de 26 de mayo, cuando, de acuerdo a lo establecido en los artículos 11 y
14, sea obligatorio disponer de un sistema interno de información.
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Artículo 31. Información a los interesados y ejercicio de derechos.
1. Cuando se obtengan directamente de los interesados sus datos personales se les facilitará la
información a que se refieren los artículos 13 del Reglamento (UE) 2016/679 y 11 de la Ley
Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre.
A los informantes y a quienes lleven a cabo una revelación pública se les informará, además, de
forma expresa, de que su identidad será en todo caso reservada, que no se comunicará a las
personas a las que se refieren los hechos relatados ni a terceros.
2. La persona a la que se refieran los hechos relatados no será en ningún caso informada de la
identidad del informante o de quien haya llevado a cabo la revelación pública.
3. Los interesados podrán ejercer los derechos a que se refieren los artículos 15 a 22 del
Reglamento (UE) 2016/679.
47
c) El responsable de los servicios jurídicos de la entidad u organismo, si procediera la adopción
de medidas legales en relación con los hechos relatados en la comunicación.
2. Será lícito el tratamiento de los datos por otras personas, o incluso su comunicación a terceros,
cuando resulte necesario para la tramitación de los procedimientos sancionadores o penales que,
en su caso, procedan.
3. Los datos que sean objeto de tratamiento podrán conservarse en el sistema de informaciones
únicamente durante el tiempo imprescindible para decidir sobre la procedencia de iniciar una
investigación sobre los hechos informados.
4. En todo caso, transcurridos tres meses desde la recepción de la comunicación sin que se
hubiesen iniciado actuaciones de investigación, deberá procederse a su supresión, salvo que la
finalidad de la conservación sea dejar evidencia del funcionamiento del sistema. Las
comunicaciones a las que no se haya dado curso solamente podrán constar de forma
anonimizada, sin que sea de aplicación la obligación de bloqueo prevista en el artículo 32 de la
Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre.
5. Los empleados y terceros deberán ser informados acerca de la existencia de los sistemas de
información a que se refiere el presente artículo.
1. Quien presente una comunicación o lleve a cabo una revelación pública tiene derecho a que su
identidad no será revelada a terceras personas.
2. Los sistemas internos de información, los canales externos y quienes reciban revelaciones
públicas deberán contar con medidas técnicas y organizativas adecuadas para preservar la
identidad y garantizar la confidencialidad de los datos correspondientes a las personas
investigadas por la información suministrada, especialmente la identidad del informante en caso
de que se hubiera identificado.
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3. La identidad del informante sólo podrá ser comunicada a la Autoridad judicial, al Ministerio
Fiscal o a la autoridad administrativa competente en el marco de una investigación penal,
disciplinaria o sancionadora.
1. Las entidades obligadas a disponer de un sistema interno de comunicaciones, así como los
terceros externos que en su caso lo gestionen, cuando, conforme al Reglamento (UE) 2016/679
del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016, no tuvieran la obligación previa de
su designación, deberán nombrar un delegado de protección de datos competente para todos los
tratamientos llevados a cabo incluido dicho sistema interno de comunicaciones.
2. Asimismo, de acuerdo a lo que dispone el artículo 37.1.a) del Reglamento (UE) 2016/679,
deberán nombrarlo la Autoridad Independiente de Protección del Informante y las autoridades
independientes que en su caso se constituyan.
TITULO VII
Medidas de protección
a) Tengan motivos razonables para pensar que la información referida es veraz en el momento de
la comunicación o revelación, aun cuando no aporten pruebas concluyentes, y que la citada
información entra dentro del ámbito de aplicación de la presente ley, y
2. Quedan expresamente excluidos de la protección prevista en esta ley aquellas personas que
comuniquen o revelen:
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a) Informaciones contenidas en comunicaciones que hayan sido inadmitidas por alguna de las
causas previstas en el artículo 18.2 a).
3. Las personas que hayan comunicado o revelado públicamente información sobre acciones u
omisiones a que se refiere el artículo 2 de forma anónima pero que posteriormente hayan sido
identificadas y cumplan las condiciones previstas en esta ley, tendrán derecho a la protección que
la misma contiene.
4. Las personas que informen ante las instituciones, órganos u organismos pertinentes de la
Unión Europea infracciones que entren en el ámbito de aplicación de la Directiva (UE) 2019/1937
tendrán derecho a protección con arreglo a lo dispuesto en la presente ley en las mismas
condiciones que una persona que haya informado por canales externos.
2. Se entiende por represalia cualesquiera actos u omisiones que estén prohibidos por la ley, o
que, de forma directa o indirecta, supongan un trato desfavorable que sitúe a las personas que
las sufren en desventaja particular con respecto a otra en el contexto laboral o profesional, sólo
por su condición de informantes, o por haber realizado una revelación pública, y siempre que
tales actos u omisiones se produzcan mientras dure el procedimiento de investigación o en los
dos años siguientes a la finalización del mismo o de la fecha en que tuvo lugar la revelación
pública. Se exceptúa el supuesto en que dicha acción u omisión pueda justificarse objetivamente
50
en atención a una finalidad legítima y que los medios para alcanzar dicha finalidad sean
necesarios y adecuados.
3. A los efectos de lo previsto en esta ley, y a título enunciativo, se consideran represalias las
siguientes:
4. La persona que viera lesionados sus derechos por causa de su comunicación o revelación una
vez transcurrido el plazo de un año a que se refiere este artículo, podrá solicitar la protección de
la autoridad competente que, excepcionalmente y de forma justificada, podrá extender el periodo
de protección, previa audiencia de las personas u órganos que pudieran verse afectados.
5. Los actos administrativos que tengan por objeto impedir o dificultar la presentación de
comunicaciones y revelaciones, así como los que constituyan represalia o causen discriminación
tras la presentación de aquellas al amparo de esta ley, serán nulos de pleno derecho y darán
lugar, en su caso, a medidas correctoras disciplinarias o de responsabilidad, pudiendo incluir la
correspondiente indemnización de daños y perjuicios al perjudicado.
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Artículo 37. Medidas de apoyo.
1. Las personas que comuniquen o revelen infracciones previstas en el artículo 2 a través de los
procedimientos previstos en esta ley podrán acceder a las medidas de apoyo siguientes:
2. Todo ello, con independencia de la asistencia que pudiera corresponder al amparo de la Ley
1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita, para la representación y defensa en
procedimientos judiciales derivados de la presentación de la comunicación o revelación pública.
1. No se considerará que las personas que comuniquen información sobre las acciones u
omisiones recogidas en esta ley o que hagan una revelación pública de conformidad con la
presente ley hayan infringido ninguna restricción de revelación de información, y éstas no
incurrirán en responsabilidad de ningún tipo en relación con dicha comunicación o revelación
pública, siempre que tuvieran motivos razonables para pensar que la comunicación o revelación
pública de dicha información era necesaria para revelar una acción u omisión en virtud de la
presente ley, todo ello sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 2.3. Esta medida no afectará a
las responsabilidades de carácter penal.
52
2. Los informantes no incurrirán en responsabilidad respecto de la adquisición o el acceso a la
información que es comunicada o revelada públicamente, siempre que dicha adquisición o
acceso no constituya un delito.
3. Cualquier otra posible responsabilidad de los informantes derivada de actos u omisiones que
no estén relacionados con la comunicación o la revelación pública o que no sean necesarios para
revelar una infracción en virtud de la presente ley serán exigibles conforme a la normativa
aplicable.
4. En los procedimientos laborales ante un órgano jurisdiccional relativos a los perjuicios sufridos
por los informantes, una vez que el informante haya demostrado razonablemente que ha
comunicado o ha hecho una revelación pública de conformidad con la presente ley y que ha
sufrido un perjuicio, se presumirá que el perjuicio se produjo como represalia por informar o por
hacer una revelación pública. En tales casos, corresponderá a la persona que haya tomado la
medida perjudicial probar que esa medida se basó en motivos debidamente justificados no
vinculadas a la comunicación o revelación pública.
5. En los procesos judiciales civiles o laborales, incluidos los relativos a difamación, violación de
derechos de autor, vulneración de secreto, infracción de las normas de protección de datos,
revelación de secretos empresariales, o a solicitudes de indemnización basadas en el derecho
laboral o estatutario, las personas a que se refiere la presente ley no incurrirán en
responsabilidad de ningún tipo como consecuencia de comunicaciones o de revelaciones
públicas protegidas por la misma. Dichas personas tendrán derecho a alegar en su descargo el
haber comunicado o haber hecho una revelación pública, siempre que tuvieran motivos
razonables para pensar que la comunicación o revelación pública era necesaria para poner de
manifiesto una infracción en virtud de la presente ley.
53
los informantes, preservándose su identidad y garantizándose la confidencialidad de los hechos y
datos del procedimiento.
c) Haber facilitado información veraz y relevante, medios de prueba o datos significativos para la
acreditación de los hechos investigados, sin que haya procedido a la destrucción de estos o a su
ocultación, ni haya revelado a terceros, directa o indirectamente a terceros su contenido.
2. Cuando estos requisitos solo se cumplan parcialmente, incluida la reparación parcial del daño,
quedará a criterio de la autoridad competente, previa valoración del grado de contribución a la
resolución del expediente, la posibilidad de atenuar la sanción que habría correspondido a la
infracción cometida, siempre que el informante o autor de la revelación no haya sido sancionado
anteriormente por hechos de la misma naturaleza que dieron origen al inicio del procedimiento.
54
identificación de otros participantes y reparación o minoración del daño causado, apreciado por el
órgano encargado de la resolución.
4. Lo dispuesto en este artículo no será de aplicación a las sanciones que pudieran imponerse
por la realización de las conductas prohibidas por la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la
Competencia. Dichas sanciones se regirán, en su caso, por lo dispuesto en los artículos 65 y 66
de la misma.
Las medidas de apoyo previstas en el presente título serán prestadas por la Autoridad
Independiente de Protección del Informante regulada en el título VIII, cuando se trate de
infracciones cometidas en el ámbito del sector privado y en el sector público estatal, y, en su
caso, por los órganos competentes de las comunidades autónomas, respecto de las infracciones
en el ámbito del sector público autonómico y local del territorio de la respectiva comunidad
autónoma.
Lo anterior debe entenderse sin perjuicio de las medidas de apoyo y asistencia específicas que
puedan articularse por las entidades del sector público y privado.
TÍTULO VIII
Autoridad Independiente de Protección del Informante
CAPÍTULO I
Disposiciones Generales
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propia y plena capacidad pública y privada, que actuará en el desarrollo de su actividad y para el
cumplimiento de sus fines con plena autonomía e independencia orgánica y funcional respecto
del Gobierno, de las entidades integrantes del sector público y de los poderes públicos en el
ejercicio de sus funciones..
Su denominación oficial, de conformidad con lo establecido en el artículo 109.3 de la Ley
40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, será «Autoridad Independiente
de Protección del Informante».
56
3º. Participar, mediante informe preceptivo, en el proceso de elaboración de normas que afecten
a su ámbito de competencias y a la ley reguladora de sus funciones en cuanto la Autoridad
Independiente de Protección del Informante y su normativa de desarrollo.
CAPÍTULO II
Régimen Jurídico
Supletoriamente, en cuanto sea compatible con su plena independencia se regirá por las normas
citadas en el artículo 110.1 de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector
Público.
57
2. La Autoridad Independiente de Protección del Informante elaborará y aprobará su relación de
puestos de trabajo, en el marco de los criterios establecidos por el Ministerio de Hacienda y
Función Pública, respetando el límite de gasto de personal establecido en el presupuesto. En
dicha relación de puestos de trabajo constarán, en todo caso, aquellos puestos que deban ser
desempeñados en exclusiva por funcionarios públicos, por consistir en el ejercicio de las
funciones que impliquen la participación directa o indirecta en el ejercicio de potestades públicas
y la salvaguarda de los intereses generales del Estado y de las Administraciones Públicas.
a) Las asignaciones que se establezcan anualmente con cargo a los Presupuestos Generales del
Estado.
b) Los bienes y derechos que constituyan su patrimonio, así como los productos y rentas del
mismo.
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c) El porcentaje que se determine en la Ley de Presupuestos Generales del Estado sobre las
cantidades correspondientes a sanciones pecuniarias impuestas por la propia Autoridad en el
ejercicio de su potestad sancionadora.
4. Sin perjuicio de las competencias atribuidas al Tribunal de Cuentas por su Ley Orgánica, la
gestión económico financiera de la Autoridad Independiente de Protección del Informante estará
59
sometida al control de la Intervención General de la Administración del Estado en los términos
que establece la Ley 47/2003, de 26 de noviembre.
3. Las circulares serán obligatorias una vez publicadas en el Boletín Oficial del Estado.
60
4. La Autoridad Independiente de Protección del Informante podrá elaborar recomendaciones y
directrices que establezcan los criterios y prácticas adecuados para el cumplimiento de las
disposiciones contenidas en la presente ley y las normas que la desarrollen.
CAPÍTULO III
Organización
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a) Un representante del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno.
e) Un representante de la CNMV.
f) Un representante de la CNMC.
j) Dos representantes designados por el Ministerio de Justicia por un período de cinco años entre
juristas de reconocida competencia con más de diez años de ejercicio profesional.
2. Los miembros de la Comisión Consultiva de Protección del Informante serán nombrados por
orden del titular del Ministerio de Justicia, publicada en el Boletín Oficial del Estado.
4. Las decisiones tomadas por la Comisión Consultiva de Protección del Informante no tendrán
en ningún caso carácter vinculante.
62
Artículo 55. Funciones de la persona titular de la Presidencia.
c) Dirigir y coordinar las actividades de todos los órganos directivos de la Autoridad Independiente
de Protección del Informante.
d) Disponer los gastos y ordenar los pagos de la Autoridad Independiente de Protección del
Informante.
i) Ejercer las demás funciones que le atribuyen la presente ley, el Estatuto Orgánico de la
Autoridad y el resto del ordenamiento jurídico vigente.
2. La Comisión Consultiva de Protección del Informante emitirá informe en todas las cuestiones
que le someta la Presidencia de la Autoridad Independiente de Protección del Informante y podrá
formular propuestas en temas relacionados con las materias de competencia de ésta
63
Artículo 57. Organización interna.
La persona titular de la Presidencia cesará por expiración de su mandato, a petición propia o por
separación acordada por el Consejo de Ministros, en los siguientes casos:
c) Incompatibilidad, o
En los supuestos previstos en las letras a), b) y c) será necesaria la ratificación de la separación
por la mayoría absoluta de la Comisión competente del Congreso de los Diputados.
TÍTULO IX
Régimen sancionador
64
Artículo 60. Régimen jurídico aplicable.
1. Estarán sujetos al régimen sancionador establecido en esta ley las personas físicas y jurídicas
que realicen, a título de dolo, cualquiera de las actuaciones descritas como infracciones en el
artículo 63.
65
3. La exigencia de responsabilidades derivada de las infracciones tipificadas en la presente ley se
extenderá a los responsables incluso aunque haya desaparecido su relación o cesado en su
actividad en o con la entidad respectiva.
a) Cualquier actuación que suponga una efectiva limitación de los derechos y garantías previstos
en la presente ley introducida a través de contratos o acuerdos a nivel individual o colectivo y en
general cualquier intento o acción efectiva de obstaculizar la presentación de comunicaciones o
de impedir, frustrar o ralentizar su seguimiento, incluida la aportación dolosa de información o
documentación falsa por parte de los requeridos para ello.
e) La comisión de una infracción grave cuando el autor hubiera sido sancionado mediante
resolución firme por dos infracciones graves en los dos años anteriores a la comisión de la
infracción, contados desde la firmeza de las sanciones.
66
b) Vulnerar las garantías de confidencialidad y anonimato previstas en esta ley cuando no tenga
la consideración de infracción muy grave.
e) La comisión de una infracción leve cuando el autor hubiera sido sancionado por dos
infracciones leves en los dos años anteriores a la comisión de la infracción, contados desde la
firmeza de las sanciones.
c) Cualquier incumplimiento de las obligaciones previstas en esta ley que no esté tipificado como
infracción muy grave o grave.
1. Las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves
a los seis meses.
67
permaneciera paralizado durante tres meses por causa no imputable a aquellos contra quienes
se dirija.
a) Si son personas físicas las responsables de las infracciones, serán multadas con una cuantía
de hasta 10.000 euros por la comisión de infracciones leves; de 5.001 hasta 30.000 euros por la
comisión de infracciones graves y de 30.001 hasta 300.000 euros por la comisión de infracciones
muy graves.
b) Si son personas jurídicas serán multadas con una cuantía hasta 100.000 euros en caso de
infracciones leves, entre 100.001 y 600.000 euros en caso de infracciones graves y entre 600.001
y 1.000.000 euros en caso de infracciones muy graves.
a) La amonestación pública.
c) La prohibición de contratar con el sector público durante un plazo máximo de tres años de
conformidad con lo previsto en la Ley 9/2017 de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público,
por la que se transponen al ordenamiento jurídico español las Directivas del Parlamento Europeo
y del Consejo 2014/23/UE y 2014/24/UE, de 26 de febrero de 2014.
3. Las sanciones por infracciones muy graves de cuantía igual o superior a seiscientos mil euros
impuestas a entidades jurídicas podrán ser publicadas en el Boletín Oficial del Estado.
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concurrentes en cada caso. De modo especial, y siempre que no se haya tenido en cuenta para
la tipificación de la infracción, la ponderación valorará:
a) La reincidencia
El ejercicio de la potestad sancionadora previsto en este título es autónomo y podrá concurrir con
el régimen disciplinario del personal funcionario, estatutario o laboral que resulte de aplicación en
cada caso.
Las sanciones impuestas por infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las impuestas
por faltas graves a los dos años y las impuestas por faltas leves al año.
El plazo de prescripción de las sanciones comenzará a contarse desde el día siguiente a aquel
en que sea ejecutable la resolución por la que se impone la sanción o haya transcurrido el plazo
para recurrirla.
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Disposición adicional primera. Casa de Su Majestad el Rey.
La Autoridad Independiente de Protección del Informante podrá actuar como canal externo de
informaciones y como una autoridad independiente de protección de informantes para aquellas
comunidades autónomas y ciudades con Estatuto de Autonomía que así lo decidan y previa
suscripción del correspondiente convenio. Igualmente actuará como canal externo de
informaciones y como Autoridad Independiente de Protección del Informante respecto de
aquellas comunidades autónomas y ciudades con Estatuto de Autonomía que no atribuyan a
ninguna Autoridad u organismo propio la gestión del canal externo de comunicaciones.
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Disposición transitoria segunda. Adaptación de los Sistemas internos de información existentes.
Los sistemas internos de comunicación y sus correspondientes canales que, a la entrada en vigor
de esta ley, tengan habilitados las entidades u organismos obligados, podrán servir para dar
cumplimiento a las previsiones de esta norma siempre y cuando se ajusten a los requisitos
establecidos en la misma.
2. Como excepción, en el caso de las entidades jurídicas del sector privado con menos de 249
trabajadores, el plazo previsto en el párrafo anterior se extenderá hasta el 1 de enero de 2023.
«5. Los actos y disposiciones dictados por la Agencia Española de Protección de Datos,
Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Consejo Económico y Social, Instituto
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Cervantes, Consejo de Seguridad Nuclear, Consejo de Universidades, Autoridad Independiente
de Protección del Informante y Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual,
directamente, ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional.»
«5. Las personas expuestas a amenazas, acciones hostiles o medidas laborales adversas por
comunicar por vía interna o al Servicio Ejecutivo de la Comisión comunicaciones sobre
actividades relacionadas con el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo podrán
presentar una reclamación ante la Autoridad Independiente de Protección del Informante en los
términos previstos en la Ley xx/2022 reguladora de la protección de las personas que informen
sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción.
En los casos en los que el sujeto obligado no haya adoptado las medidas adecuadas para
mantener la confidencialidad sobre la identidad de los empleados, directivos o agentes que hayan
realizado una comunicación a los órganos de control interno, en los términos del artículo 30.1,
será de aplicación el artículo 52.1.s)».
«b) Haber sido sancionadas con carácter firme por infracción grave en materia profesional que
ponga en entredicho su integridad, de disciplina de mercado, de falseamiento de la competencia,
de integración laboral y de igualdad de oportunidades y no discriminación de las personas con
discapacidad, o de extranjería, de conformidad con lo establecido en la normativa vigente; o por
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infracción muy grave en materia medioambiental de conformidad con lo establecido en la
normativa vigente, o por infracción muy grave en materia laboral o social, de acuerdo con lo
dispuesto en el texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social,
aprobado por el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, así como por la infracción grave
prevista en el artículo 22.2 del citado texto, o de las infracciones muy graves previstas en la Ley
reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de
lucha contra la corrupción por la que se transpone la Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2019, relativa a la protección de las personas que
informen sobre infracciones del Derecho de la Unión.»
«Artículo 24. Tratamiento de datos para la protección de las personas que informen sobre
infracciones normativas.
Serán lícitos los tratamientos de datos personales necesarios para garantizar la protección de las
personas que informen sobre infracciones normativas.
Disposición final quinta. Incorporación de la Directiva (EU) 2019/1937 del Parlamento Europeo y
del Consejo, de 23 de octubre de 2019, relativa a la protección de las personas que informen
sobre infracciones del Derecho de la Unión.
La presente ley incorpora al ordenamiento jurídico interno la Directiva (EU) 2019/1937 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2019, relativa a la protección de las
personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión.
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Disposición final sexta. Títulos competenciales.
1. Esta ley se dicta al amparo de lo dispuesto en el artículo 149.1 apartados 1ª, 6ª, 7ª, 13ª,
18ª, 23ª de la Constitución Española que atribuye al Estado las competencias exclusivas sobre la
regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el
ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales; la legislación
mercantil; la legislación laboral; las bases y coordinación de la planificación general de la
actividad económica; las bases del régimen jurídico de las Administraciones públicas y del
régimen estatutario de sus funcionarios; el procedimiento administrativo común; la legislación
básica sobre contratos y concesiones administrativas y el sistema de responsabilidad de todas
las Administraciones Públicas; y, la legislación básica sobre protección del medio ambiente.
2. Esta ley tiene carácter básico excepto el título VIII que solo será de aplicación a la
Administración General del Estado y a sus organismos públicos.
Se habilita al Gobierno para dictar cuantas disposiciones reglamentarias sean precisas para el
desarrollo y ejecución.
En el plazo de un año desde la entrada en vigor de esta ley, el Consejo de Ministros aprobará
mediante real decreto, a propuesta conjunta de los ministerios de Ministerio de Justicia y de
Hacienda y Función Pública, el Estatuto de la Autoridad, en el que se establecerán las
disposiciones oportunas de organización, estructura, funcionamiento, así como todos los
aspectos que sean necesarios para el cumplimiento de las funciones asignadas mediante esta
ley.
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María Pilar Llop Cuenca
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