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Legislación Destacada

● La República de Panamá no cuenta con un marco legal que garantice la protección


integral de la niñez y la adolescencia. Si bien se encuentra en consulta un proyecto
de ley, Panamá es uno de los dos países en la región, junto con Chile, que tienen
pendiente la adecuación de sus legislaciones de infancia a un enfoque de protección
integral de derechos. El enfoque tutelar sobre las cuestiones de infancia atraviesa
entidades públicas, organismos de la sociedad civil, el sistema judicial, entre otros
actores. El cuerpo de normativas jurídicas debe adecuarse con urgencia a las
normas y los estándares internacionales: la Convención Internacional de Derechos
del Niño (1989), el Convenio de la Haya (1993) y las Directrices de las Naciones
Unidas para las modalidades de cuidados alternativos (2009); así como diversos
protocolos facultativos internacionales existentes.
● Es propia del antiguo derecho de “menores” ajenos al derecho y están sometidos al
poder absoluto (paterno y estatal). Ello se expresa en un marco jurídico que sólo
está interesado en los “menores” (a través de tribunales y hogares tipo orfanatos) y
únicamente como problema de policía o de asistencia caritativa, como resultado de
sus actos desviados o de su abandono. La consecuencia de esta concepción es el
predominio de una legislación al mismo tiempo paternalista y represiva, que ignora el
desarrollo pleno de las personas menores de edad, las condiciones que le
promueven y las responsabilidades estatales respecto de sus DDHH. Esta tónica
puede verse también claramente en el Código de Familia que, más allá de mantener
la expresión peyorativa de “menor” para referirse a “menores en circunstancias
especialmente difíciles”.
● Más grave aún es que, en el artículo 367 del Código de la Familia, se le faculta a los
padres, guardadores, parientes o autoridad competente para disponer de la
colocación familiar u hogar sustituto de un niño, niña o adolescente, cuando éste
tuviese problemas de conducta o cuando sus padres, guardadores o parientes no
ofrezcan suficientes garantías de cuidado y corrección, práctica reforzada en el
artículo 496, que faculta al juez de niñez para disponer que los NNA en
circunstancias especialmente difíciles, puedan ser internados por 11 un período de
seis meses, e incluso luego determinar su adopción si se declara su estado de
abandono, sin definir mecanismo para la determinación del Interés Superior del Niño
que sustente la medida como de último recurso y necesaria para salvaguardar su
vida o integridad física, así como su condición de temporalidad y acciones de
intervención asociadas a la restitución y/o protección de los derechos amenazados o
vulnerados, y al fortalecimiento de su medio familiar, lo que mantiene una entrada
legal de los NNA a los albergues u hogares sustitutos, que es claramente
contradictoria a la Convención sobre los Derechos del Niño.

FUNCIONES EN ASUNTOS DE FAMILIA

- Nuestro ordenamiento jurídico interno, ha reconocido a la familia como base

fundamental de la sociedad, y consecuentemente, le brinda especial protección a

nivel constitucional, cuando en el artículo 56 de nuestra Carta Magna se estatuye


que: “El Estado protege el matrimonio, la maternidad y la familia”, protección que

también se ve desarrollada a nivel legal, cuando en el artículo 573 del Código de la

Familia se establece que: “El Estado es garante de la seguridad jurídica de la

familia”.

- La familia entendida como figura jurídica dinámica, no escapa de los conflictos

propios que se suscitan dentro de ese núcleo social, por tanto, el Estado con base

en su facultad tutelar, entra a regular esta institución en el Código de la Familia, a

través de distintos procesos y procedimientos, atribuyendo al Ministerio Público un

rol activo como representante de la sociedad y el Estado, tal como lo establece el

artículo 738 del Código de la Familia.

- Concebido el Ministerio Público como representante de la Sociedad y el Estado, se

le ha asignado a las Fiscalías y Secciones Especializadas en Asuntos Civiles,

Agrarios y de Familia, esa representación social, tal como se establece en la

Resolución N°66 de 25 de agosto de 2016.

- Ese rol de representante de la colectividad que tiene el Ministerio Público en los

procesos que se desarrollan en la jurisdicción de familia, no se limita simplemente al

acto de notificación de los procesos que se surten en esta jurisdicción especial, ya

que las Fiscalías y Secciones Especializadas en Asuntos Civiles, Agrarios y de

Familia, sino que también comprende la proposición de pruebas, emitir concepto, e

interponer los recursos pertinentes, tal como lo establece el numeral 4 del artículo

1423 del Código Judicial.

- Resulta oportuno mencionar, que tal es la importancia que el Ministerio Público

intervenga en los procesos de la jurisdicción de familia, como representante de la

colectividad, que en caso de no se surta la respectiva notificación, acarrea como

sanción procesal, la nulidad de lo actuado, según lo dispuesto en el artículo 738 del

Código de la Familia.

- Otra de las funciones que ejerce el Ministerio Público en el ámbito de los procesos

de familia, consiste en la emisión de concepto antes que el juzgador profiera la

sentencia, tal como se establece en el artículo 770 del Código de la Familia y el

numeral 9 del artículo 1225 del Código Judicial, aunque vale aclarar que esta opinión

no es vinculante para el juzgador.


Contexto en que se dieron estos temas

- Hace algunas semanas escuché una conferencia dictada por un especialista

latinoamericano en derecho de la niñez (abogado), en la que planteaba la necesidad

de defender los derechos de los menores de edad a ultranza, a pesar de su

comportamiento y de los errores que hayan cometido en la sociedad. Este mensaje

llegaba después de ver y analizar los terribles casos de violencia que hemos vivido

en el país, especialmente protagonizados por menores de edad y cómo ha sido su

incursión en el Sistema Penitenciario Panameño.

- Sobre el particular, a la par del discurso que escuchaba, venían a mi memoria frases

célebres del juez español Emilio Calatayud (juez de menores), quien señala que los

derechos van siempre aparejados de obligaciones y, en el caso de los menores de

edad, no hay excepción. Es más, sopesa el consejo de ser amigo de los hijos, y con

algo de jocosidad dice: ‘yo no puedo ser amigo de mi hijo, porque lo dejo huérfano

sin padre'. ‘Un padre es un padre y eso no cambia, los compañeros de juergas son

otra cosa'. Para este juez, los padres pueden llevar relaciones amigables con los

hijos, sin perder el norte ni confundir los roles.

- La ley, en especial el Código de la Familia de Panamá, toma los derechos de los

menores de edad como parte importante de su redacción (art. 489), pero a la vez,

menciona sus obligaciones, aunque de una manera más escueta, al decir que con

respecto a sus padres, los hijos han de obedecerles y respetarles (art. 317 C.F).

Estas obligaciones son aplicables a todos aquellos que no hayan cumplido la

mayoría de edad o no se hayan emancipado.

- Es curioso, a pesar de existir el área de las obligaciones, muy pocas veces los
especialistas desarrollan esta materia, sólo se concentran en la promoción de los
derechos. Efectivamente, es importante hablar de ellos, pero también de las
obligaciones, pues los menores crecen sin conocer esta otra parte de su formación y
asumen que consumir alcohol o drogas, faltar el respeto a sus familiares y hasta
cometer actos contra la ley, son actos simples que no tienen consecuencias.
- No es de sorprender que hoy en día, los padres estén expuestos al peligro y la
violencia, proveniente de sus propios hijos. Dicho así, son los más chicos los que
han tomado el control del hogar y deciden a punta de gritos, golpes y amenazas lo
que se hace o no, relegando a sus padres al rol de un mero proveedor de recursos.
Siempre está la amenaza de la denuncia por maltrato y la cárcel, por lo que ahora
los padres tienen miedo de sus propios hijos.
- Para el Código de la Familia y la Ley de Responsabilidad Penal de Adolescentes, el
menor de edad no comete delito, en su lugar comete un acto infractor, concepto
parecido pero no el mismo, a pesar de que la descripción de la conducta con el tipo
penal sea la misma.
- En la antigüedad nadie pensaba en ofrecer protección especial a los niños.
En la Edad Media, los niños eran considerados “adultos pequeños”. A
mediados del siglo XIX, surgió en Francia la idea de ofrecer protección
especial a los niños; esto permitió el desarrollo progresivo de los derechos de
los menores. A partir de 1841, las leyes comenzaron a proteger a los niños
en su lugar de trabajo y, a partir de 1881, las leyes francesas garantizaron el
derecho de los niños a una educación.
- A principios del siglo XX, comenzó a implementarse la protección de los
niños, incluso en el área social, jurídica y sanitaria. Este nuevo desarrollo,
que comenzó en Francia, se extendió más adelante por toda Europa.
- Desde 1919, tras la creación de la Liga de las Naciones (que luego se
convertiría en la ONU), la comunidad internacional comenzó a otorgarle más
importancia a este tema, por lo que elaboró el Comité para la Protección de
los Niños.

Ejemplos reales que ilustren los temas

Fallo #1

Suscrito entre el Juzgado Tercero Municipal de Familia del Distrito de Panamá y el Juzgado
Primero de Niñez y Adolescencia del Primer Circuito Judicial de Panamá en el proceso
especial de alimentos propuesto por la Señora Mirna Rubiela Brenes contra Daniel Robleto
a favor de Daniel Eduardo Robleto Brenes.

Magistrado ponente: Rogelio A. Fábrega

Fecha: Panamá 11 de agosto de 2002

Corte Suprema de Justicia


Antecedente Sala Civil de la Ingresó a la Corte Suprema de Justicia, con un conflicto de
competencia entre el Juzgado Tercer Municipal de Familia del Distrito de Panamá y el
Juzgado Primero de Niñez y Adolescencia del Primer Circuito Judicial de Panamá en el
proceso especial de alimentos propuesto por Mirna Rubiela contra Daniel Robleto a favor de
su hijo Daniel Eduardo Robleto. El código judicial señala sección 3° Sala de lo Civil Artículo
92 Numeral 3.

De las cuestiones de competencia en materia civil suscitadas entre tribunales que no tengan
otro superior común.

En resolución de 14 de mayo de 2002, el Juzgado Primero de Niñez y Adolescencia del


Primer Circuito Judicial de Panamá resolvió inhibirse de continuar del proceso de pensión
alimenticia en el cual ya tenía conocimiento, alegando que el beneficiario contaba con 22
años y declinaba la competencia a los juzgados municipales de familia.

El Juzgado Tercero en auto#715 del 22 de junio de 2002. Se abstiene de conocer del


proceso y remite el expediente a la corte para que resuelva el conflicto de competencia
basado en Artículo 754 Numeral 9 del Código de Familia y el 713 del Código de Familia.

Conocer de los procesos de alimentos a prevención de los jueces municipales de familia y


las autoridades de policía conflicto de competencia 713 (CJ).

El Tribunal el cual se dirija una demanda para cuyo conocimiento no sea competente,
dictará a continuación un auto de carácter irrecurrible en que se expresan:

1. Razones que se abstiene de conocer el proceso.


2. Se refiere a que la resolución se dicta en virtud de un incidente de nulidad.

La Sala de lo Civil de la Corte Suprema competencia, fijar la competencia en el Juzgado


Primero de Niñez y Adolescencia del Primer Circuito Judicial de Panamá y ordena que siga
conociendo del proceso de alimentos instaurado por la Señora Mirna Rubiela Brenes contra
el señor Daniel Robleto a favor de Daniel Eduardo Robleto Brenes.

ANÁLISIS PERSONAL DEL FALLO

Acerca del conflicto de competencia de conocer de la pensión alimenticia interpuesta por la


Sra. Mirna Rubiela Brenes en contra de Daniel Robleto a favor de Daniel Eduardo Robleto
Brenes en el Juzgado Primero de Niñez y Adolescencia del Distrito de Panamá quién
conoció en primera instancia de dicha solicitud en la cual solicita inhibirse de seguir
conociendo el proceso de alimento debido al que el beneficiario llega a la mayoría de edad,
basándonos en el artículo 238 (CJ de la competencia preventiva se permite por cambio de
domicilio y cosa que no ocurrió).
El Juzgado Primero de Niñez y Adolescencia advierte la demanda 1 de mayo de 1995 y en
providencia acta de 19 de julio de 1995 fija una pensión alimenticia en favor del menor por
la suma de B/120.00.

A pesar de tener conocimiento se inhibe de seguir conocimiento y lo declina de oficio, ante


el Juez Municipal de Familia del Distrito de Panamá. A pesar de ser menor o mayor de edad
se regula en los artículos 751 y 754 del Código de Familia de conocer de los procesos de
alimentos. Por lo tanto, la Corte Suprema, Sala de lo Civil fija competencia al Juzgado
Primero de Niñez y Adolescencia.

Nosotros estamos de acuerdo con esta decisión ya que el hecho de que el joven tenía 22
años el Juzgado de la Niñez ya conocía los antecedentes y conocía de las pruebas para
atender la solicitud de pensión ya que ejercía la jurisdicción y no había cambio de domicilio como
bien señala el Código de Familia en los artículos 751 y 754 Numeral 9.

Fallo #2
RESOLUCIÓN APELADA

Mediante Resolución citada "ut supra" el Juzgado Segundo de Niñez y Adolescencia de


Panamá, resuelve, lo que a continuación transcribimos, visible de fojas 41 a 45 del
expediente.

"1. Decretar que no procede adoptar la medida de protección


en favor de la menor de edad Bilineth (sic) Zujei González
Sánchez.

2. Referir a la adolescente Bilineth (sic) Zujei González


Sánchez, y a sus padres, señores: María de La Cruz Gonzalez
(sic) y Osvaldo Gonzalez (sic) al Programa de Paido-Siquiatría
de Padres Separados.

3. Ordenar el cierre y archivo del presente proceso previa


anotación de su salida en el libro respectivo".

RECURSO DE APELACIÓN

Notificada la Resolución anterior, la Licenciada Manuela J. Burgos González, apoderada


judicial del señor OSVALDO ANTONIO GONZÁLEZ, sustenta el recurso de apelación en
contra de la misma, manifestando en su parte medular en los siguientes términos:

Que la versión de la madre y de la adolescente eran muy similares, existiendo muchas


coincidencias en ambas declaraciones.
Que las pruebas aportadas, los exámenes médicos y las recetas eran de 1999 a 2006 y
muy pocas del año 2007, las cuales daban muestra de la poca injerencia que le permitían a
su representando en los asunto de su hija.

Indica que en cuanto a que la abuela paterna es la que cuidaba a Bileneth, no es cierto, en
vista que la señora trabajaba toda la semana y no pasaba la mayor parte del día en su casa
y eso sólo podía pasar los días feriados y los fines de semana.

Señaló que el boletín de la adolescente presentado como prueba por su madre no contenía
las notas de Bileneth,ni tampoco contaba con los créditos que el padre de ésta había
solicitado, para así poder corroborar que contrario a lo que decía la demandada de la
adolescente estaba fracasada y tomaba materia de Octavo y Noveno Grado, situación que
fue aceptada por la adolescente; situación que a juicio de la jurista reflejaba que la señora
Sánchez desconocía el rendimiento de su hija Bileneth, que es lo medular de la queja de su
cliente, basada en los fracasos y descuidos de la madre en lo que a educación se refiere.

Añade que la adolescente necesita mayor vigilancia y atención, ya que el hecho de estar
tomando materias atrasadas, es un indicio que no está aprovechando la mayor parte de su
tiempo para dedicarse a los asuntos académicos.

Resalta que en el proceso existente lo único que ha quedado claro, es la obligación de su


representado del pago de la pensión alimenticia, pero que no tiene derecho ni injerencia en
los demás asuntos relacionados con su hija.

Finaliza solicitando se reforme la resolución apelada y se aplique una medida de protección


en el sentido que los derechos y deberes de la adolescente sea compartidos con su padre
(fs. 49 a 51).

OPOSICIÓN A LA APELACIÓN

La Licenciada Marisol Marín, en su calidad de apoderada judicial de la señora MARÍA DE


LA CRUZ SÁNCHEZ, sustenta el recurso de oposición anunciado, señalando entre otras
cosas que, varios de los puntos instituidos por la representación de la parte actora, son una
mera apreciación subjetiva.

Debe dejarse claro que en su declaración la adolescente manifestó que su padre no le


hablaba, no la trataba y ni siquiera conocía la dieta que ella requería, lo cual era perjudicial
para ella, pues, cuando regresaba a su casa estaba enferma, por no seguir la misma.
Añade que si bien era cierto, la adolescente tenía un bajo rendimiento, éste era producto de
la poca atención que le brindaba su padre y no por negligencia de la madre.

Indica que si el padre no se relaciona con su hija, ya que si el mismo no cumple con sus
obligaciones es simplemente porque él no quiere.

Finaliza solicitando se confirme la resolución recurrida, ya que la misma es acorde derecho


y que se inste al padre a involucrarse en las actividades y deberes de su hija, deberes
inherentes a la patria potestad (fs. 54 a 55).

ANTECEDENTES

La presente medida de protección tiene su génesis con el Informe de Orientación, suscrito


por el Equipo Interdisciplinario del Juzgado Primero de Niñez y Adolescencia, de la
supuesta negligencia, interpuesta por el señor OSVALDO ANTONIO GÓNZALEZ, por parte
de la señora MARÍA DE LA CRUZ SÁNCHEZ GONZÁLEZ, en su hija BILENETH ZUJEI
GONZÁLEZ SÁNCHEZ, donde la profesional del Equipo Técnico observó que dicha
denuncia, debía ser referida a la Oficina de protección pertinente (fs.1).

El Juzgado Segundo de Niñez y Adolescencia, admite la demanda y ordena se practiquen


las diligencias conducentes, aunado a lo anterior, designa un Defensor de Oficio a la
adolescente (fs. 3).

Así las cosas, rinde declaración ante el Juzgado A-quo, el señor OSVALDO ANTONIO
GONZÁLEZ, señalando que estaba preocupado por las notas de su hija, pues tiene
fracasos y la madre no ha tomado conciencia de eso.

Indica que su hija estudia en el Colegio Rubiano, que ya había repetido tercer año,
presentando fracasos y da materias de segundo año; por lo que solicita la custodia
provisional de su hija, además manifestó que su hija tenía muchas libertades que le daba su
madre, pues le permitía tener novio (fs. 5 y 6).

Por otro lado, el Equipo Interdisciplinario del Juzgado Segundo de Niñez y Adolescencia,
realiza un informe de impresión psicológica a la adolescente BILENETH GONZÁLEZ
SÁNCHEZ, observando y recomendando que se hicieran las investigaciones del caso y se
considerara referir a ambos progenitores a recibir atención psicológica, inclusive a la
adolescente a nivel de Centro de Salud o Paido-Psiquiatría, en el programa de Terapia para
padres separados de la Caja del Seguro Social (fs. 9).
De igual forma, rinde declaración ante el Juzgado Primario la señora MARÍA DE LA CRUZ
SÁNCHEZ, quien señaló que las denuncias realizadas por el padre de su hija son falsas, ya
que ella está atenta a los estudios de su hija, tanto que la tiene en un curso de ingles y el
muchacho que llega a su casa le da matemáticas.

Señala que si bien es cierto llega a veces tarde a su casa, es porque tiene que trabajar
horas extras, porque el señor GONZÁLEZ, nunca tiene la pensión al día, y que cuando ella
no está en casa las niñas están con la abuela y la tía, además de su hija mayor cuenta con
18 años de edad.

Resalta que la relación de su hija con su padre es mala, porque cada vez que la ve es para
regañarla, pegarle o decirle ofensas y que el demandante está buscando la manera de
molestar sólo porque ella le subió la pensión (fs. 10-11).

Por otro lado, rinde informativo ante el Juzgado A-quo, la adolescente BILENETH Z.
GONZÁLEZ SANCHEZ, indicando que la relación con su mamá es buena, sólo la regaña
cuando no cumple con sus deberes escolares.

Señaló que la relación con su padre no era buena y que no le gustaba vivir con su papá,
porque además de que no le hablaba, la señora de él no la trata bien, indicando que creía
que su papá quería estar con ella, era porque su mamá le subió la pensión (fs. 13-14).

En la presente medida de protección, se observa que fueron incorporados: expedientes


médicos y de la escuela de la adolescente Bilenetn Zujei González Sánchez, confortables
de fojas (19 a 40).

DECISIÓN DEL TRIBUNAL

La presente medida de protección se encuentra en estado de recibir pronunciamiento por


parte de esta Superioridad, por lo que es propio indicar que la medida de protección tiene
por objeto que el juzgador, cuando tenga conocimiento de alguno de los casos estatuidos en
los artículos 501 y concordantes del Código de la Familia, debe proferir una medida cautelar
o tutelar urgente, a fin de salvaguardar los derechos de los niños, niñas o adolescentes que
se encuentren en alguna situación que así lo amerite, que constituya omisión, amenaza,
abuso o violación de alguno de los derechos reconocidos en la Ley.

Con la finalidad de arribar a una decisión sobre la medida de protección incoada, el juzgado
de la causa decide que la medida de protección no procedía y ordenó referir a la
adolescente BILENETH ZUJEI GONZÁLEZ SÁNCHEZ y a sus padres los señores María de
la Cruz González y Osvaldo González al Programa de Paido-Siquiatría de Padres
separados, señalando una serie consideraciones legales.

Así las cosas, y ante las circunstancias plasmadas dentro del expediente, como
salvaguardas de los derechos de los niños, niñas o adolescentes, tenemos la
responsabilidad de aplicar medida jurídica que redunden en interés superior de la
adolescente BILENETH ZUJEI GONZÁLEZ SÁNCHEZ, por lo que luego de evaluar las
constancias procesales que obran en autos y de las pruebas avenidas al mismo observa
que la Juzgadora Primaria realizó evaluación psicológica a la adolescente (fs. 9), que arrojó
la necesidad de referir a los padres de ésta a un programa para padre separados, debido a
los conflictos que existen entre ellos y que van en detrimento de la adolescente, máxime
que éstos pueden estar influyendo en su debido desarrollo académico, pues, ambos padres
están centrando sus diferencias en una medida de protección que a todas luces no tiene
lugar, sin embargo, debió realizar una investigación más profunda sobre el entorno familiar,
por lo que consideramos que lo procedente es revocar la decisión del A-quo, no sin antes
plasmar una serie de consideraciones que a nuestro juicio son muy necesarias.

Entre las cuales tenemos que al no haber sido posible encontrar una solución conjunta entre
los progenitores de la adolescente, compatible y simultánea, así como garantizar los
derecho fundamentales y sus necesidades presentes y futuras, consideramos que es
nuestro deber instar a los padres a fortalecer los lazos que le permitan a la adolescente
GONZÁLEZ SÁNCHEZ, desarrollar su personalidad, pues se encuentra en una etapa
crucial, como lo es la adolescencia, para lo cual requiere crecer en un ambiente de
tranquilidad y estabilidad emocional, por lo que ordenamos que los señores OSVALDO
ANTONIO GONZÁLEZ y MARÍA DE LA CRUZ SÁNCHEZ, reciban terapia de padres
separados, tal como lo ordenó el Juzgado de la Causa, para así lograr que comprendan el
papel protagónico que desempeñan en la vida de su hija y el peligro que repercute en ella
que éstos roles sean transmitidos negativamente, lo que puede afectar gravemente no sólo
en su personalidad, sino también en la relación con sus familiares, por lo que amerita una
mayor investigación sobre este hecho que emerge del contenido probatorio del expediente,
en atención al artículo 1, 816 y ss del Código de la Familia.

Evidentemente que las anteriores disquisiciones nos llevan a determinar que la resolución
venida en grado de apelación debe ser Confirmada en todas sus partes, y adicionarle, toda
vez que ello no fue establecido en la resolución apelada, el término de valuación de las
terapias para padres referido en la resolución apelada de asistir al Programa de
Paidopsiquiatría, el cual ha de ser de tres meses, y que deberán comparecer al Juzgado
Primario, en el término de quince días luego de iniciado el programa, dejando constancia de
su asistencia, de lo contrario tales terapias deberán serán impartidas por el Equipo
Interdisciplinario de ése tribunal.

Todo lo anterior, en virtud del ejercicio de la garantía del interés superior de la adolescente,
ya que como ha quedado evidenciado en el proceso, lo que se infiere, más que una medida
de protección por adoptar, es la existencia de un conflicto de los padres, que canalizan
hacia su hija; por lo que ameritan conciliar sus conflictos y mantener adecuadas
comunicaciones entre ambos y la hija en común, quien en estos momentos cuenta con las
condiciones mentales apropiadas para formarse su propio juicio, respecto de los motivos
que cada uno de sus padres manifiesta en el presente proceso, y con cual de ellos quiere
permanecer.

PARTE RESOLUTIVA

En mérito de expuesto el TRIBUNAL SUPERIOR DE NIÑEZ Y ADOLESCENCIA,


administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,

RESUELVE:

ADICIONAR, a la Resolución N° 481-07. PRO., de veintisiete (27) de septiembre de dos mil


siete (2007), proferida por el Juzgado Segundo de Niñez y Adolescencia de Panamá, que
en cuanto el programa para padres separados de Psiquiatría a los cuales deben asistir los
señores OSVALDO ANTONIO GONZÁLEZ y MARÍA DE LA CRUZ SÁNCHEZ GONZÁLEZ,
es por el término de tres (3) meses, que deberán presentar la constancia al Juzgado
Segundo de Niñez y Adolescencia en el término de quince días de comunicada la presente
resolución de la asistencia al programa, de lo contrario tales terapias deberán ser impartidas
por el Equipo Interdisciplinario de ese despacho judicial.

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