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Derecho romano

ordenamiento jurídico del imperio romano

El derecho romano (en latín, Ius Romanum) fue el ordenamiento jurídico que rigió a los
ciudadanos de la Antigua Roma. El derecho romano, por su gran complejidad, aplicabilidad
práctica y calidad técnica, aún hoy, es la base del derecho continental y de los códigos civiles
contemporáneos, y se estudia en las facultades de Derecho de la mayoría de países que
emplean el Derecho continental. Su importancia histórica e influencia en la ciencia del Derecho,
que se extiende también a los países de common law, se manifiesta en la pervivencia de
numerosas instituciones jurídicas latinas en la actualidad, como la hipoteca o la teoría del
contrato, y en la gran cantidad de expresiones jurídicas latinas.[cita requerida]

El derecho romano es la raíz del ordenamiento jurídico de los países que utilizan el derecho continental (en azul). La
influencia del derecho romano también se extiende a otros sistemas jurídicos como el common law.
Fragmento de un Digesto del año 1593. El derecho romano ha dejado un profundo legado en los ordenamientos jurídicos
contemporáneos y en el desarrollo del derecho en general. El texto es un comentario a los edictum praetoris.

Su vigencia se extiende desde la fundación de Roma (según la tradición, el 21 de abril de 753 a.


C.) hasta mediados del siglo VI d. C., época en la que tuvo lugar la labor compiladora del
emperador Justiniano I, que desde el Renacimiento se conoció con el nombre de Corpus Iuris
Civilis. El Corpus destaca por su complejidad jurídica y por su profunda influencia en la ciencia
del derecho y suele considerarse el texto legal más influyente de la historia de la humanidad. El
derecho romano es la base de los países con civil law y extiende su influencia a importantes
aspectos del common law y otros sistemas jurídicos.

El derecho romano se divide, a grandes rasgos, en derecho público y en derecho privado, igual
que el derecho contemporáneo. Asimismo, ramas del derecho actual, como el derecho penal, el
derecho tributario o el derecho administrativo, existieron en la Antigua Roma. Se puede dividir en
los siguientes períodos:

La monarquía, desde mediados del siglo VIII a. C. (fundación de Roma) hasta la expulsión de
Roma del rey Tarquinio el Soberbio el 509 a. C..

La República romana, desde el 509 a.C. En los años 451 y 450 a. C. se publicó la Ley de las XII
Tablas, que constituyen la base del derecho romano republicano. En esta época, el Estado se
basa en el equilibrio de poderes: así, los magistrados son elegidos democráticamente por los
hombres libres en las asambleas populares, que además aprueban las leyes; los magistrados
ejercitan las funciones que les son asignadas, mientras que el Senado se encarga de dictar
resoluciones, llamadas senadoconsultos, que en la práctica tenían fuerza de ley. La crisis
política que atraviesa Roma en el siglo I a. C. finalmente termina con la degeneración total del
sistema republicano, que culmina con el otorgamiento, en la práctica, por el Senado del poder
absoluto del Estado romano a Octavio Augusto el 27 a. C..

El Principado, desde el 27 a. C. hasta mediados del siglo II. En esta época, el Estado era
autoritario, sometido a la auctoritas del emperador o Príncipe, de ahí su nombre. Algunos
emperadores célebres fueron: Augusto (27 a. C.-14 d. C.), Calígula (37-41), Nerón (54-68),
Trajano (98-117) y Adriano (117-138).[1] ​Bajo estos últimos Roma alcanzó su máxima
dimensión territorial: 5 millones de km².[2] [3]
​ ​, configurándose como una de las grandes
potencias mundiales de la época.

El Dominado o Imperio absoluto, desde mediados del siglo II hasta el 476, año en el que
desaparece el Imperio Romano de Occidente. En esta época, el Emperador tiene el poder
absoluto. El Emperador es quien dicta las llamadas «constituciones imperiales» (no confundir
con las modernas Constituciones). En el 380, se produce la conversión del Imperio de la
antigua religión romana al cristianismo mediante el Edicto de Tesalónica, bajo el gobierno de
Teodosio I el Grande. Este emperador divide el Imperio Occidental y Oriental y lo cede a sus
hijos Honorio y Arcadio, respectivamente. Las invasiones germánicas llevan al declive y
desaparición del Imperio Occidental, que separa la Antigüedad Tardía de la Alta Edad Media.

Finalmente, el gobierno de Justiniano I (527-565) en el Imperio de Oriente, época en la que se


realiza la Compilación justinianea, cuya publicación data del 549 d. C. La obra está compuesta
por el Código, el Digesto o Pandectas, las Instituciones y las Novelas. La Compilación es la
base del derecho romano y gracias a ella textos jurídicos de juristas romanos de gran técnica
jurídica y valor o importancia histórica que han logrado ser conservados. Los textos del
Corpus han sido trabajados por juristas desde su publicación y hasta la actualidad. Con
capital en Bizancio (luego Constantinopla y actualmente Estambul), conquistó toda Italia, la
costa del norte de África y el sudeste de Hispania. Tras la muerte de Justiniano,
paulatinamente el Estado pierde gran parte de esos territorios y se le suele denominar con un
término distinto: Imperio bizantino; pues el Imperio pasa a transformarse en un Estado
propiamente medieval.

En la actualidad, el derecho romano es objeto de estudio de una disciplina jurídica internacional,


la romanística, cuya sede son las facultades de derecho de todo el mundo. En virtud de este
carácter internacional, el derecho romano se cultiva en varios idiomas, principalmente italiano
(«lingua franca» de la romanística), seguido por el alemán y el español. Hasta la mitad del siglo
XX hubo importantes contribuciones en francés, pero en la actualidad esta situación ha variado
a la baja; el inglés es un idioma de uso minoritario en el cultivo de la disciplina, aunque se
acepta como idioma científico en la mayoría de las publicaciones. El español se consolidó como
idioma científico en esta disciplina a partir de la segunda mitad del siglo XX, gracias a la altura
científica que alcanzó la romanística española, comandada por Álvaro d'Ors y continuada por
sus discípulos.

La definición del derecho romano se comprende mejor si se construye a partir de la


comprensión de sus nociones fundamentales y de su sistema de fuentes. Sin embargo, estas no
permanecen idénticas en el transcurso de la historia del derecho romano, sino que varían tanto
en su número, como en su valor dentro del sistema de fuentes mismo. Es este sistema el que
provee de nociones claves para entender lo que en Roma se entiende por derecho. Con todo, es
posible adelantar que la expresión ius es la que se utiliza para señalar al derecho. Esta
expresión se opone a la de fas, que designa a la voluntad divina. Esta clara delimitación entre
derecho y religión es patente en testimonios que datan desde el s. III a. C., pero ello no es válido
para los primeros tiempos, como se verá. A su vez, la expresión ius servirá para la identificación
de diversas categorías del mismo, tales como ius civile, ius naturale, ius honorarium, o ius
gentium, por nombrar algunas de las más relevantes.

Significado de la expresión «derecho romano»

Corpus Iuris Civilis

Al usar la expresión «derecho romano» se pueden indicar diversas acepciones.

En un primer sentido esta expresión denota un hecho histórico pasado, es decir, el conjunto
de normas jurídicas que regían al pueblo romano desde su fundación hasta la caída del
Imperio.

Un segundo sentido identifica el derecho romano con los libros en donde se contenía dicho
orden jurídico, es decir, el Corpus Iuris Civilis o cuerpo de derecho civil, recopilación de los
libros jurídicos romanos hecha en Constantinopla por orden del emperador bizantino
Justiniano en el siglo VI d. C.

Por último, con esta expresión se puede designar también la tradición jurídica que ha
sobrevivido después de la caída del Imperio romano de occidente hasta nuestros días.

Fuentes del derecho desde la fundación de Roma hasta


las XII Tablas

La primera de estas fuentes la constituyen las costumbres de los antepasados o mos maiorum.
Se trata de un derecho consuetudinario, que progresivamente se distingue de las normas
morales y religiosas, con las cuales comparte idéntico origen.

Fuentes de conocimiento

Justinianeas

Constituyen el Corpus iuris civilis. Con este nombre se conoce desde la Edad Media la obra
compilatoria llevada a cabo por el emperador Justiniano I. En la primera mitad del siglo VI d. C.
se adicionan, además, las constituciones imperiales de este emperador posterior a la
compilación, las que dan origen a una cuarta parte del Corpus Iuris Civilis, llamada Novellæ.

Las Instituciones, síntesis de preceptos y doctrinas en cuatro libros de reducida extensión.


Escrita para el estudio del derecho.

El Digesto, reunión de fragmentos de obras de treinta y cuatro grandes jurisconsultos


romanos, formando cincuenta libros. Es la parte más voluminosa del Corpus.

El Código, colección de rescriptos imperiales dictados por varios emperadores.

Las Novelas (de la expresión novellæ leges = nuevas leyes), constituciones promulgadas por
Justiniano después de publicar la compilación integrada por las tres partes anteriores.
Extrajustinianeas

a) Fragmentos de obras de juristas de la época clásica, conservados en general merced a las


refundiciones hechas en el periodo posclásico.
Las Instituciones de Gayo; manual elemental de este jurisconsulto de la época de Antonio
Pío.

Fragmentos de la obra Sententiæ o Sententiarium libri V ad filium, atribuida a Paulo.


Conocimiento que, especialmente para el derecho penal, completa un manuscrito parcial
de la obra adquirido y publicado por la universidad de Leiden en 1954.

Los Tituli ex corpore Ulpiani, denominación que se suele dar a los fragmentos de una obra
jurídica, la identificación de cuyo autor es poco segura. Esta fuente es también conocida
como Epitome Ulpiani y como Regulæ Ulpiani.

La parte, muy escasa, de la obra Responsa, de Papiniano; descubierta en un pergamino


hallado en Egipto.

Un apéndice de Ars gramática, de Dositheus; consiste en trozos de una obra jurídica


clásica, utilizada para ejercicios.

Los Scholia Sinaītica, llamados así por haber sido descubiertos en un convento del monte
SINAB. Corresponde a un comentario griego sobre una obra del jurisconsulto Ulpiano.
b) Colección que contienen también constituciones imperiales.
Fragmenta Vaticana, restos de una colección privada de pasajes de juristas clásicos y
leyes imperiales, que debió hacerse en los últimos años del siglo IV y primeros del V, y
fueron hallados en un palimpsesto de la biblioteca del Vaticano. (2) La ley de las doce
tablas no cumplió su objetivo, pues se siguieron conservando privilegios para los
patricios, y en consecuencia seguían las grandes desigualdades con los plebeyos, se
prohibía el matrimonio entre patricios y plebeyos, las penas mantuvieron su dureza y los
gentiles como jefes de la Gens y mantuvieron su hegemonía y autoridad, pero los
plebeyos tuvieron una aparente tranquilidad ya que la ley de las doce tablas estatuía una
igualdad en el orden civil y suponía de esta forma desaparece la arbitrariedad judicial.[4] ​

Antecedentes

El nacimiento del derecho romano se debe entre otras causas a la división existente en la
sociedad romana entre patricios y plebeyos. No obstante, antes del año 451 a. C.-450 a. C., no
se conoce la existencia de un sistema unificado para la península, por lo cual es preciso
remontarse a la Grecia clásica, considerada la cuna de la civilización occidental, y en particular
al llamado periodo ático o del derecho griego ático, de donde se cree que se permearon algunas
de las disposiciones que se hallan presentes en la Ley de las XII Tablas.[cita requerida]
Las tradiciones legales romanas estaban en manos de los patricios y todos los asuntos
relacionados con lo que nosotros conocemos como derecho recaían sobre el Pontifex Maximus,
evidentemente patricio, conociéndose como derecho pontifical. Los plebeyos desconocían
como iban a ser juzgados exactamente y normalmente los patricios aplicaban la tradición
pontifical según convenía a sus intereses. Por ello, una de las reclamaciones plebeyas, a imagen
de lo que había ocurrido en las ciudades del arcaísmo griego, solicitaron la codificación de la
tradición en forma de leyes. Para ello, el Senado acordó enviar una comisión a Grecia para
informarse sobre las leyes de las ciudades, y después se decidió la abolición de las
magistraturas patricias y del tribunado de la plebe, entregando el poder a una comisión de
decenviros, que debían codificar las leyes romanas en un período de un año. Esta comisión
elaboró X(10) tablas de leyes bastante justas y, por tanto, favorables a los plebeyos, pero, al no
estar terminado el trabajo, se nombró una segunda comisión decenviral, mucho más
conservadora, que elaboró las dos últimas tablas, con leyes netamente antiplebeyas, que, por
ejemplo, prohibían los matrimonios mixtos. Esta comisión intentó perpetuarse en el poder, pero
fue depuesta y el sistema de magistraturas empezó a funcionar de nuevo. El resultado fue el
primer cuerpo legal conocido y estructurado, llamado Ley de las XII Tablas, del año 451 a. C., y
que fueron expuestas públicamente en el Foro Romano.

En el año 367 a. C., las Leges Liciniæ-Sextiæ culminaron el proceso de igualación entre patricios
y plebeyos, permitiendo el acceso progresivo de estos últimos a las magistraturas y
sacerdocios, aunque el primer Pontifex Maximus plebeyo tuvo que esperar más de un siglo.

La compilación legislativa se fue realizando de forma acumulativa a través de los Edictos del
Pretor. A partir de la Ley de las XII Tablas, los Pretores asumieron la función jurisdiccional, y para
poder tipificar nuevos casos emitían al inicio de su mandato un Edicto en el que indicaban que
era punible, en el que asumían como propios los edictos de pretores anteriores, y corregían o
abolían las disposiciones recibidas.

Al principio los pretores eran solo dos, uno el Prætor Vrbanus se dedicaba a juzgar los asuntos
en los que participasen ciudadanos romanos, mientras que el otro, el Prætor Peregrinus, atendía
los casos en los que exclusivamente intervinieran no ciudadanos. Los casos tratados eran
bastante variados, pero la mayoría derivaban de asuntos comerciales. Así, las relaciones
comerciales obligaron a la creación del precedente del llamado derecho contractual, un derecho
ultro citroque obligatio (que obliga a ambas partes), a partir del cual nace el llamado Ius Gentium
o derecho de gentes.
El sistema legal romano fue complicándose cada vez más, ya que los Tribunos de la Plebe a
través de los Comitia Tributa elaboraban Plebiscitos sobre los más variados asuntos, políticos,
económicos, jurisdiccionales, mientras que el Senado, a través de las resoluciones llamadas
Senatus Consultum creaba jurisprudencia.

Con el advenimiento del Imperio, los emperadores asumieron la función de los Tribunos de la
Plebe con el ejercicio de la Tribunicia Potestas, lo que les permitió legislar a través de los Edictos
y Constituciones imperiales. Por su parte, los gobernadores provinciales poseían poderes
jurisdiccionales y podían emitir leyes propias para sus provincias, pero que podían ser recurridas
por los provinciales ante el Senado y/o el Emperador.

El resultado de todo este conjunto de disposiciones fue un enorme y farragoso aparato de leyes
de diferentes rangos, muchas veces contradictorias, lo que hizo necesaria la aparición de la
figura de los jurisconsultos (o Juristas), que trataban de simplificar el conjunto legal y formar
doctrina jurídica, que pudiera aplicarse también a los nuevos casos. Entre ellos destacan
Ulpiano, Papiniano, Herenio Modestino, Gayo y Paulo.

El primer intento de sistematizar totalmente el derecho se debe al emperador oriental Teodosio


II, sucesor de Arcadio. Bajo su patrocinio, se elaboró el Codex Theodosianus, que a su vez sirvió
como base para la creación de derecho en los nuevos reinos germánicos que sucedieron al
Imperio romano en occidente. Este código fue reconocido como fuente de derecho por el
emperador Honorio, tío de Teodosio II. El Breviarum Alarici o Lex Romana Visigothorum,
elaborada por el rey visigodo Alarico II, es un heredero directo del Codex Theodosianus.

Sin embargo, el número de disposiciones legales y de casos no contemplados por el Codex


Theodosianus era elevado, por lo que el emperador Justiniano patrocinó la recopilación de todas
las disposiciones en el Corpus Iuris Civilis, que consta de las Institutiones o principios generales
de derecho, del Digesto o colección de opiniones jurídicas de jurisconsultos heredadas del
pasado para la consulta de jueces y magistrados en la resolución de casos, del Codex
Iustinianus o recopilación de leyes en vigor desde tiempos Republicanos hasta la redacción del
Corpus legal de Justiniano, y las Novellæ, ya en griego, que recogen las leyes emitidas en
Bizancio a partir de Justiniano.

El monarca visigodo Recesvinto impulsó una nueva compilación que substituyese al Breviario de
Alarico, dando lugar al Liber Iudiciorum que en los siguientes reinados fue recibiendo añadidos.
Esta compilación fue recuperada a partir del siglo IX por el Reino de León y se convirtió en la
base del derecho hispánico hasta las Siete Partidas de Alfonso X El Sabio.
Etapas en el derecho romano

1. Derecho antiguo o quiritario del 753 a. C al 450 a. C.

Se extiende a lo largo de la Monarquía y principios de la República.

2. Derecho preclásico del 450 a. C al 130 a. C.

Se extiende hasta bien entrada la República.

Se inicia con la publicación de la Ley de las XII Tablas (451-450 a. C).

3. Derecho clásico del 130 a. C al 230 d. C.

Se extiende desde finales de la República hasta finales del Principado.

4. Derecho postclásico del 230 d. C al 527 d. C.

Se extiende a lo largo del Dominado.

Fuerte influencia del cristianismo.

5. Derecho justinianeo del 527 d. C al 565 d. C.

Se extiende en el Imperio de Oriente y coincide con el gobierno del Emperador Justiniano.

Importante trabajo recopilatorio realizado por Justiniano con repercusión hasta la fecha de
hoy.

Postclásico

Se denomina «derecho romano postclásico» al período de la historia del derecho romano que
comprende desde la primera mitad del siglo III hasta la recopilación ordenada por Justiniano,
que coincide con el periodo político romano del Dominado o Bajo Imperio (ascensión al poder
de Diocleciano en 284 d. C., hasta la muerte de Justiniano en 565).

Recepción del derecho romano en Europa


Bartolo de Sassoferrato

El derecho romano se difundió a consecuencia de la enseñanza universitaria que comenzó en


Bolonia en el siglo XII, y más concretamente gracias a la labor desempeñada por el gramático y
jurista Irnerio, cuyo método, consistente en hacer breves aclaraciones textuales o glosas y
distinciones terminológicas, fue con posterioridad desarrollado de modo progresivo por los
denominados Glosadores, entre los que destacan Azón (profesor en Bolonia entre 1190 y 1229)
y Acursio (compilador de las glosas de los predecesores en una Glossa ordinaria). Sin embargo,
no fue hasta la aparición de Bartolo de Sassoferrato (discípulo de Cino da Pistoia y considerado
por muchos romanistas como uno de los más influyentes juristas de todos los tiempos) en el
siglo XIV, cuando el derecho romano alcanzó un gran prestigio. Bártolo que, a pesar de su corta
vida dejó una amplia obra basada en comentarios, tratados monográficos y dictámenes, fue el
mayor artífice e impulsor del derecho romano común, y que junto con el derecho canónico
originó el utrumque ius, que representa el fundamento de la cultura jurídica europea.

A partir del siglo XIV, Inglaterra presentó una tradición jurídica característica, diferente a la de la
romanística en Europa, aunque se asemejaba en mayor medida al modo operativo de los
juristas romanos y al desinterés por las pruebas judiciales. La recepción europea del derecho
común revistió cierta importancia, aunque fue algo tardía, en Alemania, donde fue objeto de una
elaboración científica que recibe el nombre de derecho de Pandectas.

El Renacimiento trajo consigo la desacreditación del método empleado por Bártolo, consistente
en el aprovechamiento de los textos del Corpus Iuris como argumentos de autoridad. Pero,
frente a esta concepción metodológica (el denominado mos Italicus), se contrapuso una nueva
de tintes eruditos, que trataba de usar los textos del Corpus Iuris como fuentes de conocimiento
para la reconstrucción de la historia jurídica romana, dentro del marco de otras fuentes, como
pueden ser las literarias o las arqueológicas (mos Gallicus).

Influencia e importancia

El derecho romano se considera un excelente medio de educación jurídica. Los grandes


jurisconsultos romanos, principalmente de la época clásica (entre el 130 a. C. y el 230 d. C.),
brillaron por su capacidad creadora de nuevas instituciones, con su plasmado pragmático sobre
el edicto pretorio, buscando siempre la consecución del ideal de justicia procedente de la
filosofía griega del suum cuique tribuere (dar a cada uno lo suyo). Leibniz los comparaba con los
matemáticos que aplicaban sus principios como fórmulas algebraicas. Asimismo, el derecho
romano es indispensable para comprender la historia y literatura romanas, ya que los
ciudadanos romanos estaban iniciados para la práctica del derecho y tenían una inclinación
natural hacia su estudio.

El derecho romano es el fundamento del derecho civil y comercial en la mayor parte de los
países:

La common law estaba originalmente basada en el derecho romano, antes de convertirse en


una tradición en sí misma en Inglaterra, de donde se expandió hacia el Reino Unido (con
excepción de Escocia), los Estados Unidos y gran parte de las antiguas colonias británicas.
En contraste, los llamados sistemas de derecho continental se encuentran basados más
directamente en el derecho romano; el sistema legal de la mayoría de los países en la Europa
continental y Sudamérica caen en esta categoría, a menudo a través del Código Napoleónico.
Estos son generalmente llamados sistemas latinos.

El derecho privado, —sobre todo el europeo-continental,— nace directamente del derecho


romano a través de la codificación napoleónica basada en el Digesto. Ahí tienen su origen todas
las instituciones existentes en la actualidad, algunas de forma un poco más remota. El nuevo
código civil chino, que entró en vigor el 1 de enero de 2021 se ha realizado basándose
directamente en el Digesto lo que ha revitalizado la importancia de la romanística, en claro
detrimento de la doctrina civilista que hasta la fecha había vertebrado el nacimiento de los
nuevos códigos civiles, nacidos los años 80 y 90 en África y en los países ex-soviéticos.[5] ​En
Occidente, la estructura del derecho civil todavía responde a directivas y criterios del derecho
romano, con mayor intensidad en los relacionados con la regulación de los derechos
patrimoniales, en especial las obligaciones. Son, asimismo, como subraya Antonio Fernández de
Buján, múltiples y variadas las enseñanzas que depara el estudio de los principios y normas
constitucionales, administrativas, fiscales, penales e internacionales en el ámbito del derecho
público, ius publicum, romano.

Su influencia se suaviza en lo que respecta a derecho de familia, cuyas instituciones, el ius


comune y la Iglesia católica desarrollaron durante la Edad Media, de todos modos el Derecho de
Sucesiones o la incapacitación (turpitudo), en estrecha relación con el Derecho de familia, tienen
su origen en Derecho Romano. En lo relativo al derecho comercial, derecho mercantil, derecho
penal así como en derecho público se está estudiando su influencia durante las últimas
décadas. Durante muchos años los estudios de Derecho Romano se han concentrado en el
estudio de instituciones iusprivatisticas lo que ha ido en detrimento de otras áreas en las que
tiene igualmente una importancia amplísima. Como demuestran las publicaciones de las
principales editoriales de Derecho Romano, en los últimos años la atención a la influencia del
Derecho Romano en las áreas anteriormente mencionadas, está en vertiginoso aumento.

Véase también

Portal:Derecho. Contenido relacionado con Derecho.

Álvaro d'Ors

Antonio Fernández de Buján

Ius

Lista de leyes de Roma

Matrimonio (derecho romano)

Jurisprudencia en el derecho romano

Secessio plebis

Enlaces externos

División del Derecho Romano (http://www.estudiantesdederecho.net/division-del-derecho-rom


ano.html)

The Roman Law Library (https://web.archive.org/web/20120831060912/http://web.upmf-gren


oble.fr/Haiti/Cours/Ak/) (Yves Lassard, Alexandr Koptev).
Referencias

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last Emperor.» (https://books.google.it/books?id=DutgBQAAQBAJ&printsec=frontcover&dq=E
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+google&hl=it&sa=X&ved=2ahUKEwj9i_6csfztAhXdwAIHHe8fB5YQ6AEwAHoECAYQAg#v=one
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2. Taagepera, Rein (1979). «Size and Duration of Empires: Growth-Decline Curves, 600 B.C. to
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3. Durand, John D. (1977). «Historical Estimates of World Population: An Evaluation». Population


and Development Review 3 (3): 253. JSTOR 1971891 (https://www.jstor.org/stable/197189
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4. IGNACIO MORALES, Jose (1998). ´´Derecho Romano´´. Trillas.

5. «El Código Civil chino: pragmatismo, tradición y comparación» (https://iustacausa.cl/el-codig


o-civil-chino-pragmatismo-tradicion-y-comparacion/) .

Bibliografía

Álvaro d'Ors, Elementos de derecho privado romano, Eunsa 1992, ISBN 84-313-0402-2

Antonio Fernández de Buján, Derecho Público Romano, Thomson Reuters Civitas, 19 ed. 2016,
ISBN 978-84-470-5208-0

Antonio Fernández de Buján, Derecho Privado Romano, Iustel, 9.ª ed. 2016, ISBN 978-84-9890-
202-0

Alejandro Guzmán Brito, Derecho Privado Romano, Tomos I y II, Editorial Jurídica de Chile,
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Peter G. Stein, El Derecho Romano en la Historia de Europa, Siglo Veintiuno de España Editores
1999, ISBN 84-323-1060-3

Emilio Valiño, Instituciones de derecho privado romano, Facultad de Derecho de Valencia 1977,
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Ricardo Panero, Derecho Romano, Tirant lo Blanch, Valencia, 4ed. 2008, ISBN 978-84-9876-
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Daniel Hernàndez, Filosofía del derecho, 8ª ed. (II) Fondo editorial.

Datos: Q162314

Multimedia: Roman law (https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Roman_law)

Libros y manuales: Derecho romano


Recursos didácticos: Derecho romano

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title=Derecho_romano&oldid=141610506»


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