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SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE CHIHUAHUA

LIBROS SAPIENCIALES
Tema: El libro de Eclesiástico
Alumno: Jesús David Torres Quezada
Maestro: Pbro. Javier Omar Arias Chávez
Fecha: Marzo 2022
Tras el estudio del libro del Eclesiástico, también titulado Ben Sira o Siracide, podemos resaltar
que la obra dedica algunas perícopas a exaltar la Sabiduría, pero en su mayoría presenta un
conjunto de normas morales sumamente útiles y provechosas que comprende las virtudes y hace
referencia a circunstancias y a las más diversas clases sociales, por lo que resulta un precioso
tratado ascético espiritual.1 Al compararlo un poco con el libro de Proverbios pienso que le
aventaja en el hecho de que no solo constata sus pensamientos, sino que los explica y desarrolla
por medio de semejanzas y contrastes, dándoles una forma más elocuente y una mayor fuerza
contundente, a la vez que los informa de un espíritu más religioso.
El libro de Eclesiástico nos establece como idea central de su obra el capitulo 24 donde se hace un
Elogio de la Sabiduría y bajo este titulo se puede comprender todas las enseñanzas del Ben Sira,
es decir, los temas comunes de la sabiduría universal y las específicas de la sabiduría de Israel.
“Este elogio corresponde, en la arquitectura de esta primera recopilación, al capitulo 1. La
recopilación está así encuadrada entre dos marcos del mismo cuño, usando en el segundo,
además, de mayor amplitud. Es como si se alcanzase el punto álgido de todo el libro… El autor
acaba así, con esta reflexión personal que hace las veces de firma, esta recopilación”.2 Es claro
que al leer el epicentro de la obra se nota un progreso al compararlo con los escritores antiguos
(proverbios, Job). Cuando se lee podemos recordad imágenes del Génesis y del Éxodo como la
creación de todas las cosas, el fértil rio Pisón (Nota al pie de la biblia de Jerusalén: en todo este
paisaje el auto piensa en el Paraíso terrenal y sus cuatro ríos, Gn 2,1, símbolo de la fertilidad), la
presencia de Yahvé en el desierto encarnada por la nube “mi trono era una columna de nubes”
(Eclo 24,4b).
El capítulo nos permite descubrir que el autor refleja el hecho de que la Sabiduría es una realidad
unida siempre al Creador y legislador, pero distinta a Él; habla de ella como si fuese una persona,

1
JUAN CANTO RUBIO, Sapienciales y Midras, 1966, Ed. Euramérica, pág. 194.
2
Ídem. Pág 197.
algo que podemos suponer que recoge de la sabiduría hablada en el libro de proverbios y, además,
ha sido creada “desde el principio, antes de los siglos, me creo, y por lo siglos de los siglos existiré”
(Eclo 24,9) algo que en Proverbios 8, 22-31 también podemos leer. Otros puntos que resalta el
capítulo 24 es que la sabiduría desencadena efectos saludables, mora permanentemente con los
hebreos, es intermediaria entre Dios y el mundo, se ve identificada con la Palabra de Dios y con la
actividad creadora de su Espíritu.
Desglosando cada parte del capitulo vemos que cuenta con una introducción (vv. 1-2) donde se
presenta a la sabiduría entonando su propia alabanza. Describe su origen divino, como ya había
mencionado, y su acción en el mundo terrenal (3-6), su morada en Israel (7-12), su crecimiento y
sus frutos (13-17), una invitación de la sabiduría (19-22) y finalmente, se muestra la manifestación
de la sabiduría en la Ley (23-28) y su fuente de origen para quien desee ser sabio (29-32).
Es claro con esta estructura que, como en Proverbios, la sabiduría se personifica, anticipando y
simbolizando vagamente la revelación total de la pluralidad de Personas divinas en la Santísima
Trinidad.3
De acuerdo con lo que afirma Proverbios 1, 7 “el temor de Yahvé es el principio del conocimiento;
los necios desprecian la sabiduría y la instrucción”, Job 28,28 “el temor del Señor es sabiduría
partirse del mal, inteligencia” para Ben Sira queda claro que el principio de la sabiduría radica en
el Temor de Dios, por ello, resalta que la sabiduría por excelencia es la Ley de Moisés, la Toráh,
“todo esto es el libro de la alianza del Dios Altísimo, la ley que nos prescribió Moisés como
herencia para las asambleas de Jacob” (Eclo 24,23) y sabio es quien la conoce y sabe ponerla en
practica en todas las circunstancias aplicando incluso el razonar humano. El sabio precisamente
por ser sabio, se atiene a estas razones, algo que ningún otro autor a resaltado.
Algo en común de los textos es el Origen divino de la Sabiduría; Ben sira es un hombre de una fe
muy profunda en Dios; esta se manifiesta de manera particular al hablar de la sabiduría, cuyo
origen es Dios mismo y de cuya compañía jamás se separa, como afirma en el primer verso de su
libro: “Toda sabiduría viene del Señor y está con él por siempre” (Sir 1,1) siguiendo la doctrina
tradicional en Israel considera a la sabiduría como criatura del Señor “Yo salí de la boca del
Altísimo y como niebla, cubrí la tierra” (Eclo 24,3) algo que viene recogido de proverbios “Yahvé
me creó, primicia de su actividad, antes de sus obras antiguas” (Prov. 8,22), en Siracide también
la reconoce como primicia de su creación “Antes de los siglos, desde el principio, me creó, y por

3
ERNESTO LUSSIER, Proverbios y Eclesiástico,(1969), Ed. Sal Terrae pág. 127.
los siglos subsistiré" (Eclo 24,9). Así por su origen divino nada hay que pueda superar en nobleza
y dignidad a la Sabiduría. Ella es digna de ser amada en sí misma, porque “los que la aman, aman
la vida” (Eclo 4,12a). La sabiduría se presenta y habla como un ser personal con el que se puede
establecer una relación de reciprocidad. Ella puede decir al que la ama “hasta que pueda confiar
en él y lo pone a prueba con sus exigencias. Pero luego lo conducirá por el camino recto, lo
alegrará y le revelará sus secretos” (4, 17b-18). No hay duda, el Siracide nos resalta la persona
de la sabiduría, incluso la compara a ser madre “la sabiduría educa a sus hijos, y se cuida de los
que la buscan” (4,11) “como una madre sale a su encuentro” (15,2a); otras veces el hombre que
va tras ella como el joven tras la novia (Eclo 51, 13-22) o es ella la que lo recibe “como una joven
esposa” (15,2b). Por todo esto, ella es digna de ser adquirida como un tesoro. Sus frutos van a ser
abundantes como una buena cosecha “acércate a ella como quien ara y siembra, y espera sus
mejores frutos” (Eclo 6,19), la misma sabiduría proclama: “Venid a mí los que me deseáis, y
hartaos de mis productos. Que mi recuerdo es más dulce que la miel, mi heredad más dulce que
panal de miel.” (Eclo 24,19-21)
Puedo decir que el libro de Ben Sira esta influenciado por el libro de Proverbios al ver que ambos
conceden el primer lugar al estudio de la Sabiduría, hablan de que tiene un origen divino, sobre la
influencia que ejerce la sabiduría sobre la vida humana y puedo resaltar que Eclesiástico, en la
mayoría de los estudios, muestra una mentalidad mas evolucionada, supera a proverbios por que
lejos de sintetizar el pensamiento lo detalla, explica, analiza y prueba4. Con Job podemos concluir
que las relaciones doctrinales son evidentes.
San Juan Pablo II en su Encíclica fides et ratio dice que esta es una de las obras en las que “La
Sagrada Escritura nos presenta con sorprendente claridad el vínculo tan profundo que hay entre
el conocimiento de la fe y el de la razón” (fides et ratio, n.16).
El Eclesiástico es un perfecto y sustancioso libro para la gente en general, de todo tiempo y de toda
geografía. En especial, es esencial que lo lean los jóvenes de este tiempo, los cuales están inmersos
en el recalcitrante materialismo, en el feroz consumismo, en el crimen, en la violencia, en la
ilegalidad y en la corrupción de algunos países, pues en ellos (los jóvenes) y en todo cristiano sería
muy bueno encontrar ¡canales de gracia de Dios para otros y que su vida sea luz para el mundo
entero!.

4
JUAN CANTO RUBIO, Sapienciales y Midras, 1966, Ed. Euramérica, pág. 201

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