Actuarios Trabajando

Revista Mexicana de Investigación Actuarial Aplicada

ISSN / DOI EN TRÁMITE 2021 - HistoriaJUNIO

de la Actuaría
2021 - NÚMERO
en México
10 1
Actuarios Trabajando

Editor en Jefe
José Daniel López Barrientos
Consejo editorial
Ana María Ramírez Lozano
Alejandro Turner Hurtado
Robert Hernández Martínez
Elsa González Franyutti
Patricia Alfaro Moreno
Editores asociados
Rodica Simón Sauri
Alberto Moreno Ruíz-Esparza
Revista Mexicana de Investigación Actuarial Aplicada

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Lourdes Díez-Gutiérrez Igartúa
Miguel Agustín Villalobos Bueno
Fernando José Mariné Osorio
Carlos Cuevas Covarrubias
Víctor Hugo Ibarra Mercado
Enrique Lemus Rodríguez
Corrección de estilo
Ana Pamela Flores Herrera
Diseño Gráfico
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Prof. Miguel Serrano 21 PH.

Col. Del Valle Centro, 03100. CDMX
info@conacmexico.org.mx.
ISSN / DOI en trámite
2021 - Historia de la Actuaría en México
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Tabla de Contenidos

Carta de la presidente ..................................................................................................................... 4

ACTUARIOS TRABAJANDO
Historia de la Actuaría en México: Desde sus orígenes, y hasta hoy........................................... 5
Luciano Devars Dubernard

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 Carta editorial del presidente
Actuarios Trabajando

Estimados Colegas:

Dicen que es importante conocer nuestra historia para entender el presente que vivimos y poder
construir nuestro futuro.

En esta Edición Especial de Actuarios Trabajando, se presenta la historía de la Actuaría en México.

Es común que cuando decimos que estudiamos Actuaría o que somos actuarios, la gente no sepa
exactamente a lo que nos dedicamos. Se relaciona al actuario principalmente con el campo de los
seguros, ya que ahí tiene sus orígenes; sin embargo, al definir hoy al actuario como un científico
matemático que se especializa en la cuantificación, trato y administración de los riesgos, podemos
entender el amplio campo de acción que tiene nuestra profesión.

Es difícil tratar de definir de manera simple la complejidad de la Actuaría, pero este documento
nos permite comprender la actividad actuarial, así como la importancia de los actuarios en la
Revista Mexicana de Investigación Actuarial Aplicada

sociedad actual. En efecto, aquí podemos ver nuestra carrera a través de la historia, desde dónde
nació, pasando por su desarrollo a través de los años, y hasta su llegada a lo que es hoy en día.

Como parte de la historia narrada, nos encontramos con importantes colegas, cuyo trabajo ha
logrado enaltecer, fortalecer y expandir nuestra profesión cada día tanto en los ámbitos local e
internacional.

Quiero hacer un agradecimiento especial al Act. Luciano Devars Dubernard por el tiempo dedicado
para la elaboración de este documento, así como a los representantes de la carrera de Actuaría de
las diferentes Universidades que aportaron información que permitió complementar la historia.

Asismismo, agradezco a la Dirección General de Profesiones de la SEP por apoyarnos con

información importante relativa a los actuarios con cédula profesional, lo que permite presentar
interesantes estadísticas del desarrollo de la carrera a lo largo de la historia.

¡Espero que disfruten este recorrido histórico que seguramente incrementará su orgullo de ser
ACTUARIOS!

Ana María Ramírez

Presidente del CONAC

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 Revista Mexicana de Investigación Actuarial Aplicada
Actuarios Trabajando

Lineamientos Actuarios
Trabajando

Historia de la Actuaría en
México: Desde sus
orígenes, y hasta hoy

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 ACTUARIOS TRABAJANDO

Historia de la Actuaría en México: Desde sus

orígenes, y hasta hoy
Luciano Devars Dubernard∗,1
∗ Insignia Life, Compañía de Seguros.

RESUMEN En este trabajo, el autor funge como curador de información y coordinador de un equipo multidis-
ciplinario de investigación para darnos a conocer los orígenes históricos de nuestra profesión, comentar su
desarrollo en México, detenerse en el detalle de la historia de los programas educativos de cada universidad
que forma actuarios en México, citar la encuesta de intereses profesionales de los actuarios Mexicanos, y
finalmente dar razón del día en que se celebrará nuestra existencia en México. Todo esto con el fin de que el
a lector que es actuario sea consciente de su propia personalidad histórica, y de los lectores que no lo son,
conozcan un poco màs sobre nosotros.

Palabras clave
Asociaciones
Universidades
Opiniones
Análisis estadísti-
co

Derechos reservados © 2021 por el Colegio Nacional de Actuarios
Última actualización del manuscrito: 9 de junio de 2021
Este artículo es publicado por el Colegio Nacional de Acuarios (CONAC) y
contiene información de una variedad de fuentes. Es un trabajo cuyo fin es
únicamente informativo y no debe interpretarse como asesoramiento
profesional o financiero. El CONAC no recomienda ni respalda el uso de la
información proporcionada en este estudio. El CONAC no ofrece ninguna
garantía, expresa o implícita, ni representación de ningún tipo y no asume
ninguna responsabilidad en relación con el uso o mal uso de este trabajo.
1. INTRODUCCIÓN
La incertidumbre, o falta de confianza, de seguridad o
de certeza sobre algo, crea inquietud, contiene un engaño
oculto o disimulado, es insidiosa, y muchos la consideran
un castigo impuesto por una fuerza sobrenatural, como
una maldición. Así la incertidumbre es una de las más
insidiosas maldiciones del hombre en esta vida. En forma
sucinta: “No sé qué es lo que va a pasar”.
1
Autor de correspondencia: luciano.devars@gmail.com

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 Lo contingente o posibilidad de que algo suceda o
no suceda, es el mayor temor para los empresarios y
las personas en general, y en estos tiempos, donde la
incertidumbre y el riesgo están siendo cada vez más re-
conocidos, la labor de un profesionista como el actuario,
quien tiene la capacidad de medirlos y anticiparlos, es
cada vez más necesaria.
Un actuario es un profesional que se ocupa de las re-
percusiones financieras de riesgo e incertidumbre. Evalúa
matemáticamente la probabilidad de eventos y cuantifi-
can los resultados contingentes con el fin de minimizar
los impactos de las pérdidas financieras asociadas con los
eventos indeseables inciertos. Proporciona evaluaciones
expertas de sistemas de garantía financiera, con especial
atención a su complejidad, sus matemáticas y sus meca-
nismos.
La ciencia actuarial o Actuaría es conformada por un
conjunto de ciencias interrelacionadas, entre ellas la pro-
babilidad y la estadística, las finanzas y la economía. Es
una disciplina que aplica modelos estadísticos y matemá-
ticos para la evaluación de riesgos, sean estos financieros
o no. Las habilidades de los Actuarios en la medición
de riesgos, los acercó necesariamente con los seguros, y
ligados a ellos se desarrollaron mutuamente, por ello la
historia de la Actuaría en México y el desarrollo del sector Se cuenta que por este último punto, se le obligó a es-
asegurador serán nuestra primera fuente de atención en tructurar un procedimiento con el cual a la muerte de
este trabajo. un miembro de las Magistraturas Ordinarias (Cónsules,
Posteriormente, hablaremos de la Actuaría como pro- Pretores, Ediles, Cuestores, Centuriones, Censores y Tri-
fesión y su desarrollo en México, ya que en su historia bunos) o de los ricos y potentados hombres y civiles
siempre ha estada ligada al seguro, y el seguro ha crecido romanos, se evitara que éstos, aplicando la Ley Falcidia
y se ha desarrollado también de la mano de los Actuarios. de Legados o “Lex Falcidia de Legato” del año 40 a.C.,
La Profesión de Actuario en el mundo tiene opiniones dejaran todo su patrimonio en legados, ya obligaba a no
diversas sobre sus orígenes, algunos estudiosos la ubi- exceder de tres cuartas partes de la herencia, para conser-
can en la antigua Roma, donde existía la palabra latina var al menos, una cuarta parte como base de impuestos.
Actuarius, era el nombre con que se conocía a los em-
pleados encargados de escribir el acta pública del Senado
y a los oficiales que llevaban las cuentas y vigilaban el
cumplimiento de los contratos para aprovisionamientos
militares, desde alimentos hasta ropa y armas entre otros
asuntos. Debido a que en ocasiones se intentaba burlar al fisco,
Entre los Actuarios Romanos destaca el abogado o el gobierno romano pidió a Ulpiano calcular el valor apro-
jurista Prefecto Pretoriano Gnaeus Domitius Annius Ul- ximado de la riqueza que debía dividirse entre el Imperio
pianus (Tiro Fenicia ¿170?-Roma, 228), quien fue tutor, Romano, y los herederos, de ese modo, basándose en la
consejero y prefecto del Pretorio del emperador Alejan- “Ley Empírica de la Decreciente Duración de la Vida Hu-
dro Severo, y puede ser considerado uno de los primeros mana” al avanzar la edad se hizo necesario “Estimar la
Actuarios de que haya noticia en la historia. Definió la Esperanza de Vida” de las viudas y herederos, a fin de
Justicia como la continua y perpetua voluntad de cumplir asignar una partida económica para ellos en forma de
con tres preceptos del derecho: 1) Vivir honestamente, 2) Rentas Vitalicias, y aunque de forma rudimentaria, pue-
No dañar a nadie y 3) Dar a cada uno lo que es suyo y le de considerarse el Primer Cálculo Actuarial y la primer
corresponde. “Tabla de Esperanzas de Vida”.

| Devars Dubernard

7

El texto es el siguiente:
Emilio Macer en el libro segundo en la Ley XX que trata de
la herencia, dice que éste es el modo de calcular los alimentos.
Ulpiano, en efecto prescribe que desde el nacimiento hasta los
20 años de edad, los alimentos correspondientes al heredero
se deben calcular por un periodo de 30 años y que por la Ley
Falcidia de los 20 a los 25 años de edad, los alimentos son
garantizados al heredero por 28 años; de los 25 a los 30 años de
edad, por 25 años; de los 30 a los 35 años, por 22 años; de los
35 a los 40 años de edad, por 20 años; de los 40 a los 50 años
de edad, la cuenta de los años debe ser hecha por el número
de años que al heredero le falten para llegar a los 60 años de
edad, disminuido de uno; de los 50 a los 55 años de edad, por
9 años; de los 55 a los 60 años de edad, por 7 años; y de los
60 años de edad en adelante, por 5 años. Y según las normas
del derecho, Ulpiano dice que tal cálculo debe hacerse también
para el usufructo. Sin embargo, desde el nacimiento hasta los
30 años se ha acostumbrado hacer la cuenta por 30 años; de
los 30 años en adelante se efectúa por el número de años que
faltan al heredero para cumplir los 60 años y yo Emilio Macer
considero que el cálculo no deba nunca superar los 30 años.
Destaca la corrección al límite de edad de los 65 a
los 60 años y la aplicación de que el testador podía dejar
hasta tres cuartas partes de su patrimonio a sus herederos
legales para su sustento,
antes de deducir cualquier gravamen. Mucho camino
se ha recorrido desde la elaboración de la Tabla de Ul-
piano, la esperanza de vida al nacer rebasa los 80 años
de edad y las tablas de mortalidad o supervivencia, ya
alcanzan la edad de 110 años de vida.
Sin embargo, para otros estudiosos de la historia, el
origen de la ciencia actuarial, y por tanto el nacimiento
del actuario, lo ubican en la segunda mitad del siglo XVI
como la persona encargada de llevar los registros, datos
e información. Posteriormente, en el año de 1671, Jan de
Witt, primer ministro de la República Holandesa, escribe
un reporte (Waerdye van Lyf-Renten Naer Proportie van
Los-Renten) en el cual, con la expectativa de un inminen-
te ataque del ejército francés, sugiere recabar fondos para
el ejército holandés mediante la venta de “Anualidades
Vitalicias”, las cuales se financiarían con primas a pagarse
durante los siguientes 14 a 16 años. Dicho reporte inclu-
ye una metodología para el cálculo de las anualidades
vitalicias.
En el siglo XVII John Gaunt realiza la primer tabla de
mortalidad de la Ciudad de Londres, siendo matemático
adopta el nombre de Actuario, aunque el término “Ac-
tuario” se utilizó por primera vez a finales del siglo XVIII
en Inglaterra, gracias a la que se considera la compañía
de seguros pionera en el mundo, la Society for Equita-
ble Assurance on Lives and Survivorships, que en 1775
le otorgó ese título a William Morgan, un hombre con
conocimientos y muy consciente de que las temporadas
anormales de mortandad podían tomar desprevenidas a
las compañías aseguradoras, por lo que su trabajo se cen-
tró en el cálculo de primas y en el análisis y distribución
de las ganancias. Posteriormente en el siglo XVIII, en el
año 1784, William Morgan estableció las bases de lo que
hoy conocemos como la Actuaría en la misma Compañía
de seguros de vida The Equitable.
La necesidad de colaborar y asociarse para beneficio
mutuo, es natural en el ser humano, durante el siglo XIX
se fundan las primeras agrupaciones de Actuarios, siendo
la primera el Institute of Actuaries de Inglaterra (1848),
hoy conocido como The Institute and Faculty of Actua-
ries que agrupa a los Actuarios de Inglaterra y Escocia.
Este momento puede considerarse como el nacimiento
del “Oficio de Actuario.” Ocho años después, en 1856
apareció en Edimburgo, la Faculty of Actuaries. Hacia
finales del siglo, en 1895, se forma la International Actua-
rial Association (IAA). En los Estados Unidos se forma en
1914 la Casualty Actuarial and Statiscal Society (CASS)
que en 1921 cambiaría su nombre a Casualty Actuarial
8
Society. En 1949 se funda la Society of Actuaries (SOA) y
en 1965 la American Academy of Actuaries (AAA).
Hoy en día la Profesión de Actuario tiene 74 años de
historia, la Asociación Mexicana de Actuarios 58 años,
el Colegio Nacional de Actuarios 54 años, la Asociación
Mexicano de Actuarios Consultores 38 años y se tiene
presencia en sectores tan diversos como Seguros y Fian-
zas, Banca, Casas de Bolsa, Pensiones, Seguridad Social,
Investigación de Mercados y Mercadotecnia, Recursos
Humanos, Administración de Empresas, Administración
de Riesgos, Estadística, Demografía, Investigaciones de
Operaciones, Demoscopía, Tecnología de Información,
Gobierno, Investigación y Docencia, y en general todas
las actividades que se relacionan con riesgo e incertidum-
bre.
Se estima en 16,000 profesionistas de la Actuaría ejer-
ciendo con Título Profesional, de los cuáles, al 10 de mar-
zo del 2020, 11,644 cuentan con la cédula profesional,
con una equidad de género sensacional de 5,898 hombres
y 5,746 mujeres (50.65 % y 49.35 % respectivamente). La
Licenciatura en Actuaría se imparte en 29 Instituciones
de Educación Superior distribuidas en todo el país. Los
profesionales de la Actuaría, son activos participantes del
cambio y el progreso de México.
En los próximos 5 años, de 3,500 a 4,000 estudiantes
terminarán sus estudios de Actuaría y buscarán incorpo-
rarse a la fuerza laboral en las empresas que tradicional-
mente son consumidoras de Actuarios, sin embargo esos
espacios están siendo hoy ocupados y no necesariamente
serán suficientes para todos ellos, por otra parte, algo que
caracteriza a los Millennials es su capacidad de innova-
ción, además de que contarán con nuevas tecnologías,
ideas disruptivas, y seguramente lograrán grandes avan-
ces, y muchos de ellos generarán sus propios espacios
como emprendedores.
La Profesión Actuarial Mexicana tiene reconocimiento
dentro y fuera del País, su participación ha rebasado fron-
teras, al ser partícipes por conducto del Colegio Nacional
de Actuarios en la Asociación Actuarial Internacional,
la cual es una Asociación de Asociaciones que agrupa a
100 Asociaciones Actuariales de todo el mundo con más
de 60,000 miembros. Dentro del ámbito de la Asociación
Internacional de Actuarios, a la que el Colegio Nacional
de Actuarios pertenece como Full Member desde el 17
de marzo de 1996, el CONAC ha organizado diversos
eventos como el Congreso Internacional de Actuarios del
2002 y Coloquios en el 2012 y 2017, así como reuniones
del Consejo de la Asociación Internacional de Actuarios y
el International Presidents’ Forum en el 2018, participan-
do también activamente en diversos Comités, ocupando
posiciones de liderazgo, inclusive la Presidencia de la
propia Asociación Internacional de Actuarios fue llevada
exitosamente por el Act. Luis Rodolfo Huerta Rosas en el
2004.
Hacia el futuro la profesión tiene diversos retos, por un
lado el consolidar su posición en las actividades que hoy
desarrolla y por otro el prepararse para los grandes retos
que se avecinan como son el avance de la tecnología, el
manejo de grandes bases de datos, la correcta adminis-
tración del riesgo ante la incertidumbre, la amenaza del
riesgo cibernético y por encima de todo el garantizar a
través de la activa participación de los actuales miembros
y los futuros del Colegio Nacional de Actuarios, que la
Profesión se desempeñe con los más altos estándares de
Ética, Transparencia y Profesionalismo en beneficio de la
Sociedad.
2. PRIMERA PARTE: HISTORIA
Los primeros seguros en México
Los Estados Unidos Mexicanos, o simplemente Mé-
xico, es un país con una historia por demás interesante
que se remonta miles de años en el pasado, contiene y
presume de muchas e importantes huellas históricas, sím-
bolos, jeroglíficos y códigos que constituyen la fuente
primigenia a la cual recurrir para encontrar la justifica-
ción del origen y desarrollo de alguna actividad vigente
hasta nuestros días.
Para referirse a los antecedentes históricos del seguro,
es necesario investigar documentos que nos permitan
configurar un cuadro, lo más exacto posible, de la situa-
ción. Sin embargo, la escasez de documentos relacionados

| Devars Dubernard

9
con la actividad aseguradora en el país, permiten sólo
delinear una panorámica bastante reducida de ella, a par-
tir de finales del siglo XVIII, aunque en España dicha
actividad ya ocupaba un amplio espacio en su economía
y que hacen suponer que el espíritu de la previsión ya
tenía algún arraigo, de manera particular sobre riesgos
del mar.
Las Leyes de Rodas fueron la base del Derecho Mer-
cantil de Atenas. En ellas se habla “de las obligaciones
de los cargadores de contribuir a la indemnización de los
graves daños causados en perjuicio común en caso de
tempestad o rescate de buque apresado por enemigos o
piratas”. El seguro marítimo fue así la primera actividad
en la que se desarrolló el seguro y el documento histórico
que puede considerarse como la primera póliza, emitida
el 23 de octubre de 1347.
El primer instrumento jurídico que reguló la actividad
aseguradora, particularmente la marítima, es la Ordenan-
za de Barcelona de 1345, “dedicada a extirpar fraudes,
daños, discusiones y debates que podían tener lugar en
dicha ciudad en ocasión de los seguros sobre buques,
mercancías, efectos y bienes y también en beneficio de los
asegurados y aseguradores”. Diferentes documentos le
siguieron, como la “Recopilación de Indias”, un código
redactado para la América española, para la reglamenta-
ción del Derecho marítimo y mercante. Una legislación
completa sobre el seguro marítimo fue otorgada por Feli-
pe II en 1536, la cual trataba de “Aseguradores, Riesgos
y Seguros de la Carrera de las Indias”, perfeccionadas
posteriormente por las Ordenanzas de Bilbao de 1725.
Sin embargo, y antes del período colonial, entre los
mayas y entre los chichimecas se tienen algunas situa-
ciones que pueden considerarse como cierta forma de
seguro al hablarse de “Indemnizaciones” y del “Pago de
deudas”. La Enciclopedia Yucatanense expresa sobre la
administración de la justicia:
El culpable se entregaba al ofendido para que lo cas-
tigase por su propia mano; lo perdonase o se satisficiera
con una indemnización aunque el delito fuere grave; que
si el indemnizado moría antes de serlo, sus familiares he-
redaban el derecho a cobrar el adeudo; por otra, si el que
debía una indemnización no podía cumplirla o sólo po-
día hacerlo parcialmente, era ayudado por sus familiares
y amigos.
En caso de homicidio, el “Criminal podía ser conde-
nado a la última pena por los deudos del difunto o, en
su defecto, quedar en calidad de esclavo de aquéllos, si
era más joven que su víctima o bien pagarle una indem-
nización considerable ya en dinero o cosas preciosas”.
Tratándose de incendio, el culpable que lo provocaba
intencionalmente era condenado a muerte o tenía que
satisfacer el daño, a juicio del juez, como en el caso de
incendio de trojes de maíz, casas o similares.
Al tratar de usos comerciales, registra algo que puede
tener relación con un “Seguro para garantizar el pago de
una deuda”, recordando que para los mayas el crédito
era el aspecto más notable de las operaciones mercantiles
y pensando que un crédito descansaba en la absoluta
buena fe de los contratantes. Los mayas no necesitaban
documentos escritos, como hoy en día, y su código era
de carácter oral.
Fernando de Alva Ixtlilxóchitl Cortés, en su Historia
de los Chichimecas, habla de una “previsión en caso de
muerte” que otorgaría como promovida por el Rey de
Texcoco, Acolmiztli Netzahualcóyotl, que dice: “Siendo
este Rey un monarca el cual gastaba gran parte de sus
rentas buscando pobres y meritorios en que emplearlas;
cuidaba que los guerreros inutilizados y aquellos que, de
alguna manera, habían sufrido por el servicio público,
en caso de muerte, a los familiares se les extendiera su
socorro”.
Veracruz era el puerto por el cual la Colonia se comu-
nicaba con Europa, mientras Acapulco era el correspon-
diente en el Pacífico para el comercio con Asia. De esta
manera, la ciudad de México se encontró colocada a mi-
tad de la distancia de cada uno de dichos puertos, llegan-
do a ser el punto central del comercio interior, pasando
por ella todos los efectos de importación y exportación.
Así, todo el comercio exterior de la Nueva España se ha-
cía únicamente por Veracruz, con España, y por Acapulco
con Filipinas.
El seguro en México, como en otros muchos lugares
del mundo, habría de nacer en el mar, y en este caso,
en el puerto de Veracruz, ciudad que a fines del siglo
XVIII gozaba de gran prosperidad comercial. Fue en el
año de 1789, cuando se constituyó la primer compañía
de seguros en ese puerto, que se denominó Compañía de
Seguros Marítimos de Nueva España, con el propósito
de cubrir los riesgos de los que se denominaba en España
como La Carrera de Las Indias.
“La Gazeta de México” del 22 de diciembre de 1788 se
expresa en los siguientes términos sobre el establecimien-
to de esta compañía de seguros:
La experiencia tiene acreditado que en muchas ocasiones
algunos de los individuos de los comercios de este Reyno de
España se hallan en la urgencia de hacer los seguros de intere-
ses que embarcan ya sea por cumplimiento de sus órdenes o
para mayor seguridad y que muchas veces los omiten por no
haber tiempo de anticipar avisos a Cádiz u otros parajes. Esta
consideración y la utilidad propia que pueda resultar, ha sido
10
el objeto para establecer en la ciudad de la Nova Veracruz una
Compañía de Seguros, bajo la dirección de don Baltasar Ruíz
Fernández, con el fondo de 230 mil pesos (duros) repartidos
en 4,600 acciones de 50 pesos cada una por el tiempo de cinco
años, que dará principio el primero de Enero de 1789, bajo las
condiciones regulares y corrientes: la que se avise al público
para su gobierno.
Dice el historiador Miguel Lerdo de Tejada, en sus
Apuntes Históricos de la Heroica Ciudad de Veracruz,
refiriéndose a la mencionada compañía de seguros, que
una de las condiciones que se estableció al fundarse, fue
que ninguno de los socios o accionistas podría extraer
de ella su capital antes de cinco años, que fue el término
fijado para la duración de la compañía. De dicha insti-
tución no queda ninguna evidencia, ni numérica, ni de
las actividades desarrolladas. Dice la historia que fracasó
y después de pocos años la Compañía de Seguros Ma-
rítimos de Nueva España daría paso al establecimiento
de otras aseguradoras y, en general, al desarrollo de la
actividad del seguro en México.
El México Independiente
El complejo proceso histórico que atravesó México
en el siglo XIX, no podía ser favorable para la actividad
aseguradora, ésta había dado un muy modesto inicio a
finales del siglo anterior. Tanto el inicio como el final del
siglo XIX han marcado dos momentos altamente signi-
ficativos para el seguro mexicano: el establecimiento de
la segunda institución de seguros (1802) y, noventa años
después, la primera Ley del seguro.
En el tomo undécimo de las Gazetas de México, com-
pendio de Noticias de Nueva España de los años de 1802
y 1803, en el ejemplar del 19 de mayo de 1802, sobre la
idea de formar una nueva compañía de seguros, algo que
hoy denominaríamos una exposición de motivos, expuso:
Veracruz, Abril 30: Las Sociedades o Compañías de Seguros
marítimos reúnen unas circunstancias tan favorables y ven-
tajosas al comercio, que pocas empresas de su vasta extensión
abrazan, como éstas el bien común de la Nación, combinado
con el interés particular de los Accionistas, en las cuales suscri-
biéndose varios individuos pudientes por acciones, se forma un
fondo cuantioso, sin que experimente exhibiciones o desembolso
de numerario, respecto a que su firma corre en el público como
un fondo físico y real.
Fundados en este constante y general principio, han tratado
varios individuos de Veracruz de abrir una suscripción con
el objeto de establecer una Compañía de Seguros Marítimos
en dicho Puerto, porque comprenden que, siendo el principal
habilitado del poderoso rico Imperio Mexicano, situado en el
Océano Atlántico, y siendo cuantiosa la exportación a la Metró-
| Devars Dubernard
poli, especialmente en numerario, resultará por consecuencia,
la seguridad de las propiedades respectivas, y la de que queden
de un establecimiento de esta naturaleza; y como los hombres,
por escasa que sea su ilustración, conocen que los beneficios de
las indicadas Compañías trascienden a todas las clases de las
especulaciones mercantiles, se omite su discusión.
La Subscripción estará abierta hasta el 30 de junio próximo;
los individuos de México, Puebla, Xalapa, y demás Ciuda-
des y puertos del Reyno, que gusten tomar interés en dicha
Compañía, ocurrirán a Veracruz por medio de sus respectivos
correspondientes. Las acciones serán de cinco mil pesos cada
una y el establecimiento se nominará «Compañía de Seguros
Marítimos de Nueva España», bajo la inmediata protección de
nuestra Señora de Guadalupe, como Patrona Universal de esta
América Septentrional.
Según el historiador Lerdo de Tejada, en cuanto a los
resultados de la compañía, lo único de que se tuvo noticia
es que “El valor de las mercancías aseguradas durante
seis meses del año de 1803, ascendió a 746,000 pesos”. Los
accionistas de la recién establecida Compañía de Seguros
fueron cuarenta y cinco y los apellidos de algunos de ellos
todavía se oyen en el actual mercado asegurador, por
ejemplo, Del Valle, Escandón, Lascurain, por mencionar
algunos.
Posteriormente, aparecería la tercer institución asegu-
radora en México, Watson Phillips y Cía., Sucesores, S.A.
firma inglesa establecida en 1846 simultáneamente en Ve-
racruz, Londres y Buenos Aires. Su razón social y jurídica
sufrió muchos cambios, pero a raíz de la mexicanización
del seguro en agosto 1935, Watson Phillips y Cía., traspa-
só su cartera directa a El Mundo, Compañía Mexicana de
Seguros.
Poco después, en 1865, siendo Maximiliano Empera-
dor de México, se da la autorización imperial de los Es-
tatutos de las compañías que iban estableciéndose, cons-
tituyendo en sus artículos la Ley del Seguro para esas
compañías y, además, puede considerarse como apoyo y
base de orientación para las futuras leyes del seguro en
México, aunque éstas hayan sido influenciadas también
por otras leyes similares europeas.
La Previsora fue la primera compañía de seguros mu-
tuos contra incendio en México, según aparece en el Dia-
rio del Imperio del 4 de febrero de 1865. Los títulos I y II
de los Estatutos autorizados por el Emperador, tratan del
“Establecimiento de la compañía” y de “Los Seguros”, res-
pectivamente, aclarando el primero que “Se establece una
compañía de seguros mutuos, contra los daños causados
por incendio, fuego del cielo y explosión de gas, del que
se usa en el alumbrado”; que la sociedad se llamará La
Previsora y que tiene por objeto indemnizar a los socios
11
asegurados de los daños causados por la realización de
los peligros del fuego de las cosas que hayan hecho asegu-
rar». El asiento principal de la compañía, será la ciudad
de México y en las demás poblaciones de importancia del
Imperio se establecerán agencias de la sociedad.
Muy apropiada resulta la definición de seguro que se
da en el título II: “Seguro es un contrato de indemnización
de los que en derecho se llaman Aleatorios, por el cual
se obliga una de las partes contratantes a indemnizar
a la otra de los perjuicios que sufra por la realización
de los riesgos previstos o determinados en los objetos
especificados, mediante una cantidad estipulada y por
un tiempo conveniente”.
El Diario del Imperio del 7 de febrero de 1865 anun-
cia el establecimiento de La Bienhechora, compañía de
seguros mutuos sobre la vida, duraría cincuenta años,
abarcando los ramos de: i) Asociaciones de supervivencia
de los socios; y ii) Asociaciones de muerte de los socios.
Las autorizaciones siguen en ese período y el Diario
del Imperio de fecha 23 de septiembre de 1865, hace del
conocimiento del público la autorización para establecer
dos nuevas compañías de seguro, una para vida y la otra
para incendio.
El 17 de septiembre de 1865, se da una nueva autoriza-
ción imperial en el Palacio de México, al autorizar a Don
Joaquín Acebo para establecer dos compañías, una de
Seguros sobre la Vida denominada El Porvenir y la otra
de Incendios (Mutualista ésta), llamada La Mexicana.
Estas primeras entidades nacionales del seguro desa-
rrollaron sus negocios en medio de dificultades político-
económicas por las cuales el país estaba transitando y
a las que había que agregar las naturales de una activi-
dad prácticamente nueva, por lo que aparentemente esas
compañías no prosperaron mucho. Aunque el seguro de
transportación marítima había existido de tiempo atrás,
se operaba con él en México a través de empresas extranje-
ras y los demás ramos de seguros no eran atendidos, y las
compañías de seguros europeas y norteamericanas no se
sentían atraídas a operar en México por la intranquilidad
política que existía en el país.
El 27 de abril de 1864 llegaba a Veracruz el vapor
inglés de pasajeros y carga Conway proveniente de Liver-
pool. Entre los 23 pasajeros de nacionalidad británica se
encontraban los señores Guillermo Newbold y Roberto
Geddes, los cuales, a los pocos meses, fundarían en el
país la primera institución bancaria de capital privado
denominada Banco de Londres, México y Sud América
(porque atenderían también las necesidades de Perú y
Chile), y la representación de una compañía de seguros
inglesa, importante en ese entonces, la Home Colonial Fi-
re Insurance Ltd. de Londres, la cual empezó a operar en
México no solamente en incendio sino también en vida.
Poco a poco, otras compañías de seguros europeas
y norteamericanas comenzaron a trabajar también en el
país conforme se consolidaba la paz y mejoraba su situa-
ción económica.
El 12 de julio de 1867, después de la sentencia de muer-
te a Maximiliano, hizo su entrada en México el gobierno
de don Benito Juárez, al cual, en diciembre del mismo
año, el Congreso de la Unión volvió a reelegir como Pre-
sidente. A partir de esa fecha, varios son los Códigos de
la República Mexicana que contenían capítulos o títulos
dedicados a la actividad aseguradora, antes de que se
otorgara la primera Ley del Seguro.
El Estado de Veracruz publicó su Código Civil el 18 de
diciembre de 1868. Siguió el Código Civil del Distrito Fe-
deral y Territorios de la Baja California el 8 de diciembre
de 1870, el cual empezó a regir el primero de marzo de
1871; el Código de Comercio de los Estados Unidos Mexi-
canos (Federalizado el 15 de abril de 1884); el Código de
Comercio (parte seguros marítimos), de 15 de septiembre
de 1889 del General Porfirio Díaz; y, al fin, la ratificación
de las reglas de York y Amberes (1890, modificadas en
1924).
De esta manera, representantes y apoderados de com-
pañías aseguradoras extranjeras en el país, regían su acti-
vidad acorde a lo dispuesto en dichos ordenamientos.
En 1887 empezó a funcionar en Chihuahua una com-
pañía de seguros sobre la vida, llamada La Fraternal,
misma que se trasladó después a la capital de la Repúbli-
ca. Los fundadores de dicha compañía fueron los señores
Luis Terrazas y Enrique Creel y operó por más de 25
años. La compañía adoptó la forma de sociedad anónima,
contando con un capital de 200,000 pesos; la escritura
constitutiva fue firmada por personas prominentes de la
ciudad de México y de Chihuahua, con el objeto de inspi-
rar confianza entre el público. Se dice que la mencionada
compañía, sin que la ley la obligara, pretendió constituir
la reserva científica de primas, guiándose por los consejos
de un técnico, pero segura que debía haber una ley que
obligara a las compañías de seguros la constitución de
una reserva sobre seguros de vida y también otros.
Sería este hecho el primero en observar la necesidad
de desarrollar una técnica apropiada para la medición de
los riesgos y por lo mismo, puede considerarse un primer
paso en mundo de la Ciencia Actuarial.
El 16 de diciembre de 1892, se emite la Primera Ley
del Seguro en México. La primera reglamentación por
medio de la cual se empiezan a dar lineamientos legales
a las instituciones de seguros locales y extranjeras que
12
operaban en el país; reglas que permitieron un principio
de sano desarrollo del seguro. Se conoce también como
Ley del Timbre, porque las compañías de seguros, así co-
mo las operaciones a que se dedicarían, quedaron sujetas
al impuesto del Timbre de documentos y libros, para la
protocolización de las escrituras, estatutos y demás do-
cumentos que debían registrarse; a la renta interior, por
el importe de los contratos de seguros; y al cuatro por
ciento sobre las primas que causaren.
La iniciativa legal fue muy precisa en lo referente a la
sujeción de las compañías de seguros a la Ley del Timbre.
El período de libertad absoluta de ejercicio del seguro
había terminado; un nuevo período de control incipiente
por parte de las autoridades había empezado, mismo que
se agudizará en el siglo XX, para culminar en agosto de
1935 con la mexicanización del seguro en el país.
El Estado mexicano, por medio de la mencionada Ley,
decidió intervenir en los negocios de seguro, tratando
de que se normaran las obligaciones de las compañías
para con los asegurados, igualmente le dio al seguro el
carácter de privado.
Establecía la ley que las compañías de seguros de toda
clase que se constituyeran en la República, podrían co-
menzar sus operaciones luego que hubiesen justificado
ante la Secretaría de Hacienda, haber llenado los requisi-
tos exigidos por el Código de Comercio, así como los con-
tenidos en la misma Ley; y, según ésta, para comprobar
que una compañía tenía la aptitud legal, debería remitir
a la Secretaría de Hacienda la siguiente documentación:
Escrituras de la sociedad y Estatutos aprobados en
junta general de los accionistas;
Relación de los nombres y demás generales del di-
rector o gerente de la sociedad y de los miembros de
su junta directiva o consejo de administración;
Certificado del registro de comercio que acredite
haber cumplido con la ley en todo lo que se refiere a
registro e inscripción; y
Certificado de haber constituido el depósito-garantía
de 10,000 pesos.
Para las compañías extranjeras se establecía la obligación
del nombramiento de un agente domiciliado en la capital
de la República autorizado por la Secretaría de Hacienda
y con poderes para representar a la compañía extranjera
en el país, y en lo referente al inciso d), las compañías ya
en funciones o las que se establecieren en el país, deberían
constituir una garantía doble de la que se exigía a las
compañías nacionales.
Los primeros controles de Ley a los que estarían suje-
tas las compañías de seguros disponían que:
| Devars Dubernard
La Secretaría de Hacienda organizará un servicio de
inspección para vigilar que las compañías de seguros
cumplan estrictamente las prescripciones de las leyes
y reglamento en materia.
Todas las compañías estarían obligadas a:
• Comunicar a la Secretaría de Hacienda y entre-
gar cada seis meses, un informe de las pólizas
emitidas, de las caducadas y de las primas pa-
gadas.
• Publicar cada año un informe legalizado del
estado del negocio de la sociedad expresando
entre otras el importe de las reservas correspon-
dientes a las pólizas mexicanas.
• Poner a disposición de los inspectores los docu-
mentos y asientos de los libros que justificaren
las operaciones de la compañía.
Se hablaba de sanciones por parte de la autoridad, no
solamente cuando no se hubieren llenado las formalida-
des requeridas para el funcionamiento de la compañía,
sino también cuando no se cumpliere con los requisitos
previstos para el mantenimiento del capital de garantía
y, en estos casos, la Secretaría de Hacienda acordaría la
suspensión de la compañía de seguros.
Finalmente, 12 de diciembre de 1894, se promulgó un
decreto con Artículo Único que autorizaba al Ejecutivo
de la Unión para eximir a las personas o compañías que
pretendieran hacer en la República operaciones de se-
guros marítimos, de los requisitos previstos por la Ley
mencionada.
El 27 de julio de 1897 se autorizaba a la compañía
Anglo-Mexicana de Seguros a operar en el país. Se trata
de la más antigua institución de seguros nacional apta
para operar en los seguros generales después de la época
de Maximiliano; todavía sigue operando en el mercado
local y en todos los ramos. El Gerente General era Sr.
William Blackford Woodrow.
La actividad aseguradora a finales del siglo XIX, tanto
en vida como en los seguros generales, particularmente
en incendio, tenía ya un desarrollo significativo, como lo
demuestran las compañías locales que ya operaban en
vida y otros ramos, siendo más numerosas las extranjeras.
Datos históricos demuestran que los Estados Unidos de
Norteamérica prestaron atención a los seguros de vida,
mientras los países europeos, sobre todo Inglaterra, es-
tablecieron sucursales o representantes para trabajar los
riesgos de incendio. Dichas representaciones o compañías
se quedaron en México hasta 1935, año en que se mexica-
nizó el seguro, y algunas de las mismas se transformaron
en compañías nacionales.
13
 En seguros de vida operaban:
Compañías Nacionales:
• La Mexicana,
• La Fraternal, fundada en 1890.
Compañías Extranjeras:
• La Equitativa de los Estados Unidos; el Presi-
dente de la Junta Local Consultiva era, al 31
de diciembre de 1890, el General don Porfirio
Díaz.
• La Mutua de New York, el Director General era
el Sr. Carlos Sommer.
• La New York Life, de New York.
• La Mutual Reserve Fund Life de New York.
En Incendio operaban:
Compañías nacionales:
• Compañía General Anglo Mexicana.
Compañías extranjeras:
• Liverpool, London Globe, Liverpool, Inglaterra
dirigida por el Sr. Pablo Alexanderson.
• Commercial Union y Hanseatica, Londres, In-
glaterra, representada por el Sr. Federico Ritter
y Cía.
• London Lancashire, Liverpool, England, repre-
sentada por A. Levin y Martin, fundador de La
Territorial.
• La Magdeburguesa, representada por los seño-
res Adolfo Christlieb y Francisco Rübke.
• Hamburgo Bremense; Sun Insurance Office;
Transatlántica, representadas por Casa Sommer
Hermann y Cía.
• Manchester Fire Assurance Company, represen-
tada por el Sr. Emilio Mavers.
• Norwich Union Fire Insurance Society, de Nor-
wich, Inglaterra, representante, Samuel Herma-
nos.
• North British & Mercantile, Londres, Inglaterra
representada por Roberto Boker y Cía.
• Helvetia, de Suiza, representada por H.L. Wie-
kers.
• Royal Exchange de Londres, representada por
Watson, Phillips y Cía.
• Union Assurance Society, Londres, cuyo repre-
sentante fue William B. Woodrow y Cía. funda-
dor de la casa del mismo nombre y que años
después se convirtió en Seguros La Provincial
por el Sr. G.Lohse y Cía.
• Northern Assurance Company, Londres repre-
sentada por el Sr. George Beardsell.
• Royal Insurance Company, Liverpool, Inglate-
rra, representada por el Sr. G. Lohse y Cía.
• Phöenix Assurance Company, Londres, repre-
sentada por el conocido asegurador señor Hu-
go Marquard.
Se recuerda también al Sr. E.T. Oakley, ya conectado con
la Casa Sommer Hermann y Cía. Fue representante del
Sun Insurance Office y de esta Agencia General extranjera
surgió después la Aseguradora Anáhuac; posteriormente
fusionada por Seguros América S.A., todavía existe en el
Paseo de la Reforma de la ciudad de México, el Edificio
«Anáhuac», que fuera la sede.
Inicio del Siglo XX
Cuando en México, a finales del siglo XIX, ya opera-
ban dos compañías locales de seguros sobre la vida, La
Mexicana y La Fraternal, y varias sucursales de extranje-
ras, inició el siglo XX con la aparición de nuevas empresas
aseguradoras.
El señor William Blackford Woodrow, representante
en el país de la Union Assurance Society de Londres, se
acercó al señor Neegaart, corresponsal de la New York
Life de New York, y le habló del proyecto que tenía de es-
tablecer en el país una compañía de seguros sobre la vida,
la cual resistiera en el tiempo y cubriera las necesidades
del país en ese renglón. Las pláticas fueron muy fructí-
feras y el 21 de noviembre de 1901 se constituyó la tan
deseada institución denominada La Nacional, Compañía
de Seguros sobre la Vida, en los términos del Código de
Comercio de 1889.
El 2 de mayo de 1902 fue autorizada a operar en segu-
ros de vida, la Confederación de Canadá, sucursal de la
Confederation Life Association de Canadá. Fue liquidada
a raíz de la mexicanización del seguro.
Posteriormente nació La Latinoamericana el 30 de
abril de 1906, que adoptaría en 1910 el nombre de La
Latino Americana, Cía. de Seguros sobre la Vida. En 1958,
se redujo el nombre sin cambiar su naturaleza llamándo-
se solamente La Latino Americana, Seguros de Vida S.A.,
y a últimas fechas, La Latinoamericana Seguros, S.A.
La Compañía de Seguros Veracruzana operó solamen-
te en el ramo de incendio, fue autorizada el 14 de agosto
de 1908 bajo la administración del Sr. Adrián Carranza,
Presidente de la Compañía.
El 16 de diciembre de 1892, al otorgarse la primera Ley
del seguro, se estimó como suficiente para garantizar los
intereses del público que contrataba con una compañía
14
de seguros y que no había que someter a las compañías al
requisito de previa autorización estatal para constituirse
y menos aún al sistema de control de su funcionamiento.
Pero en 1908 este criterio había cambiado radicalmen-
te y el 28 de mayo de 1908 se enviaba al Congreso una
nueva iniciativa de ley relativa a empresas de seguros
de vida indicando que el total de los seguros en vigor
alcanzaba la cantidad de 500 millones de pesos, de los
cuales 130 correspondían a negocios de vida y la mayor
parte a que se referían esas cifras, eran de compañías
extranjeras, las que situaban fuera del país parte conside-
rable de sus fondos, lo que representaba una constante
extracción de capitales que no lograban compensar los
siniestros pagados en la República y los gastos que en
la misma hacían las compañías. La anterior afirmación
es especialmente significativa para el caso del seguro de
vida, el cual, en cualquiera de sus formas, constituye una
de las inversiones más interesantes del ahorro nacional.
Fue entonces propuesto un régimen de intervención
del Estado en el manejo de las compañías de seguros, por-
que perpetuar el sistema de libertad existente, equivalía a
dejar en manos de compañías que no prestaban garantías
obligatorias de ninguna especie. De esta forma, se expo-
ne la necesidad de reglamentar la actividad aseguradora,
y así, durante el gobierno del General Porfirio Díaz se
promulgó la Ley Relativa de la Organización de las Com-
pañías de Seguros sobre la Vida, el 25 de mayo de 1910,
la cual regulaba por primera vez, en forma moderna, el
seguro de vida contratado en México.
Con la segunda ley de seguros, se pasó a un sistema de
un control rígido, como se puede comprobar observando
los siguientes lineamientos generales:
Prohibió la actividad en seguros de personas a quie-
nes no fueran sociedades anónimas o cooperativas
(mutualistas);
Restringió el ejercicio de la actividad requiriendo
autorización de la Secretaría de Hacienda para ope-
rar como empresa de seguros en los ramos de vida,
accidentes y enfermedades;
Exigió la constitución de Reservas Técnicas y de Pre-
visión;
Reglamentó la inversión de las mencionadas reser-
vas;
Estableció la inspección y vigilancia permanente de
las empresas por la autoridad administrativa;
Señaló la obligación de la publicación de estados
financieros y otros documentos;
Estableció sanciones civiles y penales para las infrac-
ciones;
| Devars Dubernard
Dictó normas para declarar la insolvencia de las com-
pañías y procedimientos especiales en materia de
quiebra y de liquidación, reglamentando el traspaso
de cartera y la fusión de las sociedades de seguros;
Ordenó la creación del Departamento de Seguros lo
que se realizó poco después; y
Obligó al que el capital con que se organizaran nunca
fuera menor de 500,000 pesos con algunas reglas
específicas.
Se sabe que la Secretaría de Hacienda, antes de formular
la ley de referencia, y antes de organizar el Departamento
de Seguros, tuvo interés en contratar los servicios técnicos
de un Actuario de nacionalidad británica, aunque no se
divulgó ampliamente su nombre.
De este modo, la Ley del 25 de mayo de 1910, en su
artículo 44, establecía la creación del Departamento de
Seguros y la Circular relativa a la creación de dicho or-
ganismo, se dio a conocer con fecha 15 de diciembre de
1910 el establecimiento de un Departamento de Seguros,
el cual, además de los asuntos relacionados con el seguro
de vida y accidentes, nombrando como jefe de Depar-
tamento al Ing. Joaquín Capilla. Después de 36 años se
crearía la Comisión Nacional de Seguros, siendo el Jefe
del Poder Ejecutivo del país el General Manuel Ávila Ca-
macho. Siendo el origen de la revisión y aprobación de
pólizas, tarifas y todo lo demás dispuesto por la ley y que
duró hasta el 3 de enero de 1990.
Siendo Presidente Plutarco Elías Calles entró en vigor
la Ley General de Sociedades de Seguros, la cual consti-
tuyó el primer documento legal y completo que regulaba
la actividad aseguradora en todos los ramos en los que
una institución de seguros pudiera operar.
En la Ley se estableció el alcance de los distintos ramos
de seguros en forma precisa, las operaciones de vida,
accidentes y enfermedades, incendio, riesgos marítimos y
transportes, y la obligación de una empresa aseguradora
para una gran masa de otros riesgos como automóviles,
cristales, calderas, responsabilidad civil, etc.
De la Ley General de Sociedades de Seguros de 1926
destacan por trascendencia, los siguientes aspectos:
Podrían operar solamente en los ramos que les hayan
sido autorizados.
La obligación para estar organizadas en forma de
sociedad anónima, constituirse mediante escritura
pública con la concurrencia mínima de quince socios,
y conteniendo la clase o clases de seguros que se
propongan operar.
Obligación para todos los ramos de seguro, de so-
meter a la aprobación de la Secretaría de Industria,
15
 Comercio y Trabajo, modelos de póliza, de tarifas de
primas y de toda clase de papelería que usaren; y
para el ramo de vida, la obligación de presentar la
tarifa de extraprimas por diferentes razones (médi-
cas u ocupacionales) y sería obligatorio el uso de la
solicitud de seguro.
Obligación de constituir tres clases de reservas: a)
técnicas; b) para obligaciones pendientes de cumplir
por pólizas vencidas y por siniestros ocurridos; c)
de previsión para fluctuaciones de valores o desvia-
ciones estadísticas. Se trata de una medida trascen-
dental y que, por primera vez, se puso en vigor en
el país; habiéndosele agregado algún otro concepto
como se verá en su momento.
Entre los 164 artículos de esta Ley, el décimo cuarto se
refiere a la suficiencia en primas, dictando que las tarifas
y las bases para el cálculo de primas y reservas, deberán
ser tales, que sus términos demuestren la posibilidad
de cumplir con los compromisos propuestos en cuanto
a beneficios y provecho para el asegurado, tanto en su
cuantía como en las cantidades que se señalen.
Además, al establecer la tabla de mortalidad, el mismo
artículo ordenaba que las compañías de seguros sobre
la vida, deberán manifestar las tablas de mortalidad que
pretendan emplear para el cálculo de sus tarifas de pri-
mas y de sus reservas matemáticas y el tipo de interés
que usarán para calcularlas. Establecía además los proce-
dimientos para la constitución de las Reservas Técnicas
para los ramos de accidentes y daños, y la Reserva de
previsión.
A lo largo de los años dichas reservas se constituyeron
en las compañías de seguros. A partir de la Ley de 1935 se
hace un distingo entre vida, accidentes y enfermedades
y otros ramos, y a partir de 1946, el cálculo se efectuaba
sobre las primas emitidas y no cobradas, con las otras
restricciones de las leyes.
La constitución de la reserva de previsión se requirió,
en un principio, cuando poco se conocía en México sobre
el desarrollo del seguro y la experiencia por lo tanto era
muy limitada. La experiencia que el mercado asegurador
mexicano tiene hoy en día sobre el desarrollo de la sinies-
tralidad en los diferentes ramos, permite ya encontrar un
camino técnico para un procedimiento a seguir en la crea-
ción de dicha reserva, pero solamente en lo indispensable,
es decir, en lo que realmente pueda afectar la seguridad
de una empresa cuando tenga una desviación estadística
en la siniestralidad o en valores.
Mexicanización del Seguro, 25 de agosto de 1935
La Ley General de Instituciones y Sociedades Mutua-
listas de Seguros (LGIS) y la Ley Sobre el Contrato de
Seguros (LCS) promulgadas el 25 de agosto de 1935 bajo
la Presidencia del General Lázaro Cárdenas, significaron
un cambio completo de la legislación sobre materia de
seguros y garantías al público en general.
La LGIS de 1935 tomó en cuenta los artículos de las
leyes de 1926 y 1931 y de su reglamento, procurando
una mejor sistematización y ampliando y adicionando
otras disposiciones nuevas relativas a la inversión de las
reservas en México, las cuales fueron motivo para que las
aseguradoras extranjeras se retiraran del mercado. Así,
una medida de política económica general fue el punto
de partida del desarrollo del seguro mexicano.
He aquí algunos aspectos sobresalientes de esa Ley:
Prohíbe la actividad aseguradora a quienes no sean
sociedades anónimas o sociedades mutualistas.
Exige autorización para poder operar como asegu-
rador y deja un gran margen de discrecionalidad
a la administración pública para poder otorgar o
denegar autorización.
Prohíbe al público que se asegure con quien carezca
de autorización estatal de asegurador, salvo casos de
excepción en que exige autorización específica.
Sujeta a los aseguradores autorizados a una organi-
zación interna y a un funcionamiento rigurosamente
reglamentando sobre bases técnicas y contables enca-
minadas a asegurar la realización del procedimiento
económico de la mutualidad.
Sujeta a revisión administrativa las tarifas de primas
y las condiciones generales de seguro, para calificar
la suficiencia técnica y su legalidad respectivamente.
Reglamenta rigurosamente la inversión de capital y
reservas de las mismas aseguradoras, imponiendo
sanciones administrativas y aún de derecho penal
en caso de infracción a lo dispuesto por la Ley.
Otorga a los asegurados acción para provocar una
inspección especial de la autoridad administrativa
de control, cuando se pueda suponer que el funciona-
miento y gestión de las aseguradoras, no se ajusten
a las normas legales.
Establece la inembargabilidad de las reservas técni-
cas.
Recorriendo los 146 artículos de la ley, se advierten mu-
chas particularidades que vale la pena precisar y que dan
idea de lo meticuloso que fue el legislador al formular
dicha ley.
16
 Las operaciones de seguros se distinguen en los si-
guientes ramos: Vida; Accidentes y Enfermedades;
Responsabilidad Civil y Riesgos Profesionales; Marí-
timo y Transportes; Incendio; Agrícola; Automóviles;
y Diversos.
Se han agregado cuatro ramos más, definiendo en
cada uno las responsabilidades de las compañías de
seguros.
Define lo que debe entenderse por Instituciones Na-
cionales, éstas serían las constituidas con interven-
ción del Estado Federal, bien que éste suscriba la
mayoría del capital o que conserve el derecho de
nombrar la mayoría de los miembros del Consejo de
Administración y también, obviamente, las socieda-
des mexicanas autorizadas a practicar las operacio-
nes de seguros mencionadas con anterioridad.
No se excluyen las sucursales de empresas de segu-
ros extranjeras autorizadas para operar en el país de
acuerdo con la ley de referencia.
Se define por primera vez en la ley y de una forma
muy clara lo que debe entenderse por coaseguro,
reaseguro y contraseguro.
Establece límites con relación a la responsabilidad
máxima que podrían contraer sin reasegurar, para
todos los ramos, menos vida, responsabilidad civil y
riesgos profesionales. La mencionada responsabili-
dad en cada riesgo sería el equivalente al 10 % de su
capital, reservas de previsión y estatutarias.
Habría que llegar a finales de 1956 para que se modifi-
caran porcentajes, pero considerando los mismos pará-
metros, y a enero de 1990 para llegar a una cierta liberali-
zación de cálculos para determinar retención sobre cada
riesgo, sin reasegurar.
En lo referente a capital mínimo con que debería con-
tar las sociedades anónimas, no hay cambio sustancial
frente a la Ley de 1926. El capital mínimo de 200,000 pe-
sos para cada ramo se mantiene, con excepción de los
ramos de Agrícola, Automóviles y Diversos, para los
cuales el requerimiento era de 100,000 pesos. Para las
sucursales extranjeras, el capital mínimo debería ser de
300,000 pesos para cada uno de los ramos de seguro que
se han mencionado. Se trata de una franca protección a las
empresas mexicanas de seguros; además, las compañías
extranjeras para operar en el país, según lo dispuesto por
la ley, debían demostrar tener cuando menos cinco años
de operar en su país de origen y estar autorizadas a ope-
rar en los ramos para los cuales solicitarían autorización
en México.
Para el cálculo de la reserva técnica de riesgos en curso
| Devars Dubernard
relativa a las operaciones no vida, se eliminan las reglas
de la Ley de 1926 y se instruye con el método denomi-
nado Prima No Devengada, quedando para los seguros
marítimo y transportes y agrícola el 30 % de las primas
cobradas durante el año anterior al cálculo.
Cambio en el cálculo de las reservas de previsión sepa-
rando las coberturas de vida, de las de no-vida, y recon-
firmando el principio de las primas cobradas durante el
año a operar como un porcentaje de las primas cobradas
durante el año, deduciéndose las cedidas en reaseguro y
algunas reglas puntuales.
Estrictas las medidas relativas a la inversión de las
reservas técnicas, la que debía concretarse a más tardar
el día último de marzo del año siguiente.
Todo tipo de reserva debía constituirse en el país, tanto
para instituciones locales como extranjeras. En el caso de
las sucursales de éstas últimas, se imponía la obligación
de mantener disponibles dentro del territorio nacional,
todos los bienes, títulos, créditos, valores que constitu-
yeren la inversión de su capital, reservas técnicas, fondo
legal, etc.
Una larga serie de artículos establece reglas muy pre-
cisas sobre tablas de mortalidad a usarse; sistemas para
el cálculo de las reservas matemáticas; tabla para anuali-
dades (la Rutherford’s Annuity Table interés no mayor
del 4.5 %); instrumentos de las inversiones y control de
las mismas; informes de cuentas; inspección, vigilancia y
disolución de instituciones de seguros; relaciones fiscales,
sanciones; y transitorios.
En materia de solvencia, mientras las instituciones
de seguros no sean puestas en liquidación o declaradas
en quiebra, se considerarían de acreditada solvencia y
no estaban obligadas a constituir depósitos ni fianzas
legales.
La medida de la mexicanización del seguro no podía
ser ni fue del agrado de las aseguradoras extranjeras que
operaban en el país, las cuales, por todos los medios a
su alcance, trataron de tener condiciones y tratamiento
más favorables que las compañías mexicanas. Entre el
Gobierno de México, representado por la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP) y The Fire Office’s
Committee (FOC) de Londres, Inglaterra, se sostuvieron
diversas pláticas, pero la decisión ya estaba tomada, ayu-
dando a la idea del gobierno mexicano para que el seguro
fuera un negocio de México y para beneficio del país. Al-
gunos comentarios que circularon al respecto, eran como
lo siguiente:
Retención: el límite de retención establecido en la le-
gislación mexicana no es un problema legal, sino que
tiene su antecedente en la práctica que las propias empre-
17
sas tienen de nunca aceptar por su conveniencia, riesgos
mayores al 10
Reservas: la constitución en México por las compañías
extranjeras de una reserva de capital sigue perteneciendo
en su totalidad a las compañías extranjeras; esos fondos
no tienen, en lo absoluto, el carácter de reserva nacio-
nal para México; además la reserva así mantenida en su
mayor parte no beneficia a la economía de México pues
se encuentran en México sus signos representativos en
forma de bonos de gobierno extranjeros o acciones de
empresas extranjeras en cuyos respectivos países se en-
cuentran realmente esas riquezas en funciones de lucro y
de trabajo.
Continuación del negocio en el país: se plantea a las
compañías extranjeras la cuestión de si la continuación de
operaciones en México constituye un negocio para ellas.
Se comentó que el Gobierno de México lamentaría pro-
fundamente que varias de las sucursales extranjeras se
vieran obligadas a retirarse, ya que el reducido volumen
de operaciones que efectúan en el país no justificaría la in-
versión de capital que la Ley exige; pero no se justificaría
de ninguna manera el que se hicieran menos rigurosos
los preceptos de la ley sólo para proteger negocios de em-
presas cuyo campo de acción no ha podido entenderse a
pesar del número de años que llevan en el país.
Por otra parte, el gobierno de México creía sincera-
mente que el hecho de que desgraciadamente se retiren
del país algunas sucursales de empresas extranjeras, re-
dundaría en beneficio de las mexicanas y de las propias
compañías extranjeras que decidan continuar en el país,
haciéndose más fuertes, toda vez que se verían en la ne-
cesidad de abarcar el campo abandonado por las que se
retiren.
Las compañías extranjeras amenazaron con retirarse
del mercado nacional de seguros; México no se arredró, y
vencido el plazo que les concedió de seis meses contados
a partir del inicio de vigencia de la ley, es decir a partir
del 26 de agosto de 1935, tanto para compañías nacio-
nales, mexicanas y sucursales extranjeras para obtener
la nueva autorización en los términos de la Ley, queda-
ron eliminadas las que no quisieron acogerse a la nueva
legislación.
Documentos de diferente índole, señalan que a finales
de 1935 operaban en el país 66 instituciones aseguradoras,
de las cuales 52 eran extranjeras, en su mayoría inglesas
(27), ocho alemanas y las restantes pertenecientes a Italia,
Suiza, Canadá, Francia, España, Holanda y los Estados
Unidos de Norteamérica.
Habría que esperar hasta abril de 1972 para que el
mercado asegurador y financiero inglés regresara abier-
tamente a México, cuando a expensas del mencionado
mercado, se llevó a cabo en la ciudad de México el Semi-
nario “The City of London en México”.
3. SEGUNDA PARTE: LA ORGANIZACIÓN
Los Actuarios
En el recorrido histórico realizado a través del mundo
de los seguros y su aterrizaje en México, queda implícita-
mente manifiesta la evolución interna de las compañías
aseguradoras para convertirse en cada vez más un nego-
cio rentable.
El garantizar un equilibrio de negocio entre los ase-
gurados, que trasladan sus riesgos a las empresas ase-
guradoras a través de la prima del seguro, y que de esa
prima cobrada las aseguradoras reservaran cantidades
suficientes para hacer frente a las obligaciones contraídas,
considerando los gastos involucrados de adquisición y
de operación, junto a la necesidad de generar utilidades
para los accionistas, llevó a leyes cada vez más complejas
enfocadas a la operación y financiamiento de las segun-
das, con las correspondientes sanas prácticas y garantía
de solvencia, y a la tranquilidad de los primeros de sa-
ber que la aseguradora estaría ahí para resolver con los
pagos las afectaciones sufridas por la ocurrencia de los
riesgos a que están expuestos, todo ello bajo la vigilancia
y supervisión de las autoridades.
Este equilibrio solamente puede lograrse con el uso
de la Técnica Actuarial.
En México la historia de la profesión Actuarial va de
la mano con la creación de las primeras Compañías de
seguros del País, la primera inició operaciones en 1899,
La Anglo Mexicana de Seguros, para ser seguida en 1901
por la Nacional Compañía de Seguros, en 1906 por La
Latinoameriana, en 1908 La Veracruzana y muchas más
les siguieron. El crecimiento del número de empresas ase-
guradoras, tanto mexicanas como extranjeras, durante la
primera parte del siglo XX, se sostenía con el trabajo de
Actuarios extranjeros, que a su vez trataban y capacitaban
a ingenieros mexicanos para el desarrollo de las funcio-
nes, pero la Función Actuarial era cada vez más compleja,
surgiendo la necesidad de formar Actuarios mexicanos.
Es a estos profesionistas que les debemos el inicio de lo
que ahora es una carrera fortalecida en México.
La introducción de la primera ley de Seguros por parte
de Lázaro Cárdenas en 1935, propiciaron que los Mexi-
canos iniciáramos nuestra inmersión al mundo actuarial.
Se planteó la formación de un Instituto que ayudara a
preparar a quienes tomarían las responsabilidades actua-
riales en el futuro, y siguiendo el ejemplo inglés, donde
18
a finales del siglo XIX fundan la primer agrupación de • Carlos de Anda
Actuarios, el Institute of Actuaries de Inglaterra (1848),
hoy conocido como The Institute and Faculty of Actua-
ries que agrupa a los Actuarios de Inglaterra y Escocia, y
así, al año siguiente de promulgarse la ley, bajo la iniciati-
va y mando de Frederick A. Williams, junto a un grupo
importante de interesados en las ocupaciones actuariales,
se funda el Instituto Mexicano de Actuarios (IMA) el 16
de julio de 1937, y otorgando el título de actuario a sus
catorce miembros fundadores.
Como antecedente, en 1895 se forma la International
Actuarial Association (IAA), mientras que en los Estados
Unidos hasta 1914 nace la Casualty Actuarial and Statis-
cal Society (CASS) que en 1921 cambiaría su nombre a
Casualty Actuarial Society. En 1949 se funda la Society
of Actuaries (SOA) y en 1965 la American Academy of
Actuaries (AAA).
El Instituto Mexicano de Actuarios, se encargaría de
formar la primer especialidad en Actuaría, se forma por
un grupo de funcionarios de compañías aseguradoras
Figura 1 Autorización No. 6 del Libro I de Actuarios, Auto-
que fungían como actuarios y analistas de riesgos, dada
rizaciones Especiales, reconociendo al Ingeniero Emilio
la labor que desarrollaban, pero con carreras afines como
Velarde y Dondé del 1º de abril de 1947 como Actuario.
son ingenieros civiles, ingenieros agrónomos, contadores
y cuatro actuarios extranjeros, otorgando el Título de
Actuario a sus 14 fundadores: Sin embargo, pese a los esfuerzos de los fundadores y la
participación de otros personajes célebres como Francis-
Los Actuarios extranjeros: co Asúnsolo, Antonio Minzoni Consorti, Fernando Cres-
• Sir Frederick Alfred Williams (Inglaterra). Ini- po Ocampo, Gustavo Dávila, Rubén Quezada y Ludolfo
ciativa y Primer Presidente Sieck, a principios de la década de los cincuentas, el IMA
• Alfredo Wulf, actuario por las universidades cerró sus puertas.
de Koenigsburg y Halle. México había dado grandes pasos en materia econó-
mica, en 1943 el Presidente Manuel Ávila Camacho había
Los Actuarios mexicanos
instrumentado el Instituto Mexicano del Seguro Social,
• Mario Domínguez, Actuario por el Instituto de implicando entre otras cosas la puesta en marcha de un
Actuarios de América Sistema de Seguridad Social que conlleva un Sistema de
• Reinhart Hitz, con estudios en Alemania Pensiones, por lo que resultaba necesario contar con es-
Los Ingenieros Civiles pecialistas, por lo que se invitó al actuario checoslovaco
Emilio Schönbaum, altamente recomendado por la Orga-
• Emilio Velarde y Dondé (vea la Figura 1) nización Internacional del Trabajo (OIT), quien se encar-
• Juan Bautista Solórzano gaba de los múltiples cálculos actuariales indispensables
• Antonio Chávez Orozco para lidiar con funciones gubernamentales inéditas para
• Luis N. Vargas Varela una población dinámica y hasta entonces desvalida en
• Miguel Araujo ese sentido. Pero fue en 1950, ya para terminar la carrera,
• Ignacio Cabañas Flores cuando Alejandro Hazas encontró el reto que habría de
• Sotero Ramírez del Prado darle sentido a su existencia profesional: la seguridad
Los Ingenieros Agrónomos social. Fue contratado por el Lic. Antonio Ortiz Mena
cuando Emilio Schönbaum murió, Alejandro Hazas tuvo
• Emilio Alanís Patiño
la enorme fortuna de contar con una guía intelectual de
• René Becerra
calibre mundial en ese terreno tan vital para el desarro-
El Contador Público llo nacional como inexplorado en México, gracias a su

| Devars Dubernard

19
excelente preparación universitaria como Actuario.
Tras la promulgación en 1945 de la Ley Reglamentaria
del Artículo 5º Constitucional, relativo al ejercicio de las
profesiones, y en la que se reconoció a la carrera actuarial
como una profesión técnica científica que requería título
para su ejercicio, y ante el progreso y crecimiento de la
Nación, en 1946 se hizo necesario el formalizar la profe-
sión actuarial en México, y como el Instituto Mexicano de
Actuarios había adoptado un modelo con formación uni-
versitaria como base, a instancias del Ing. Emilio Velarde
y Dondé, para 1946 dicho instituto (ya desintegrado) pre-
sentó a la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) una ponencia para crear la carrera de Actuaría
dentro de la Facultad de Ciencias.
El Ing. Emilio Velarde y Dondé inicia su carrera como
docente siendo uno de los profesores fundadores, con Figura 2 Emilio Alejandro Hazas Sánchez fue el primer
la oportunidad y responsabilidad de diseñar el primer Actuario mexicano, quien presentó su examen profesio-
plan de estudios de la carrera. Otros personajes clave en nal el 15 de octubre de 1959 con la tesis “Los problemas
la creación de la Licenciatura fueron los ingenieros An- financieros de los seguros sociales en materia de pensio-
tonio Chávez Orozco y Juan B. Solórzano, miembros del nes” y recibiendo el Título de Actuario el 24 de febrero de
Instituto Mexicano de Actuarios, así como el Dr. Alfonso 1966 y la cédula profesional número 177,459 de fecha 24
Nápoles Gándara, Jefe del Departamento de Matemáticas de noviembre de 1966.
de la Facultad de Ciencias y los señores Práxedis Reyna y
George Holden.
Se iniciaron los trámites para desarrollar la carrera
de Actuario en la Facultad de Ciencias de la UNAM,
obteniendo la autorización del primer Plan de Estudios
el 13 de febrero de 1947.
Después de muchas consideraciones, la Universidad
aceptó la inclusión en sus programas de estudio la carrera
de actuario. En 1948 se logró iniciar con la matriculación
de estudiantes, siendo la primer persona en inscribirse citó a los entonces estudiantes de segundo y tercer año y
Miguel Chávez Gómez (sobrino del Ing. Antonio Chávez a los pocos maestros que quedaban del Instituto, indican-
Orozco fundador del IMA), posteriormente y formando do que, o se regularizaba la situación de la carrera o la
la primer generación se inscriben Camilo Reynaud Gue- Universidad se vería en la penosa necesidad de retirar su
rrero del Villar, Alejandro Emilio Hazas Sánchez, quien apoyo. En esas circunstancias, los propios estudiantes al-
a la postre sería la primera persona en obtener el Título go más avanzados se comprometieron a dar las cátedras
de Actuario presentando su examen profesional el 15 de de las materias que se encontraban acéfalas del prime-
octubre de 1959 (vea la Figura 2), y Kurt Carlos Florentino ro y segundo año, y de esa manera regularizar esos dos
Vogt Sartorius. Los miembros del Instituto se ofrecieron años escolares. También adquirieron el compromiso de
para fungir como maestros responsables de la mayoría continuar su carrera a base de propio esfuerzo, a fin de
de las materias; el resto de los cursos los iban a impartir estar preparados para cuando el momento lo reclamase, a
maestros de las carreras de físico o de matemático debido impartir las materias del tercero y cuarto año. Lo anterior
a que se trataba de materias iguales en las carreras. ocurrió en el año de 1955. Automáticamente, al conocer-
En los primeros años la inscripción fue bastante baja, se en el medio estudiantil que la carrera de actuario ya
ello impidió que en las materias especializadas para segu- tenía un grupo de profesores regulares, aunque se tratara
ros se empezara con una cátedra en forma regular, lo que en algunos casos de estudiantes de años superiores, au-
trajo como consecuencia que no se popularizara como se mentó considerablemente la aceptación y se incrementó
esperaba la nueva carrera. El resultado fue que la asisten- notablemente la inscripción cada año, que considerando
cia se mantuvo a un nivel bajo, hasta que la Universidad el momento, se puede considerar exitoso.

20
 Año Alumnos Inscritos
1957 12
1958 20
1959 44
1960 50
1961 105
1962 172
1963 210
Entre los alumnos inscritos, siguieron personajes ilus-
tres de nuestra profesión como Fernando Ocampo, Luis
García Orozco, Rubén Sauza Godínez, Orlando Edmun-
do Sánchez, Clemente Cabello Pinchetti y Jorge Rendón
Elizondo, siendo este último el primero en obtener una
Cédula Profesional de Patente como Actuario por la Di-
rección de Profesiones de la SEP. Le correspondió la cédu-
la número 92,439 emitida el 3 de mayo de 1962, aunque
había presentado su examen profesional desde el 24 de
noviembre de 1961, siendo así el segundo estudiante en
titularse como Actuario.
De acuerdo con la información registrada en la Facul-
tad de Ciencias de la UNAM, los primeros 61 estudiantes
en presentar su Examen Profesional como Actuario apa-
recen en las tablas 1-4, sin embargo, no todos ellos realiza-
ron el trámite para que se expida su Cédula Profesional
de Patente, o bien no fue tan inmediato para algunos de
ellos. Se anota también el número de la Cédula Profesio-
nal y el consecutivo que le correspondió de acuerdo al
orden del trámite.
Entre los alumnos inscritos, siguieron personajes ilus-
tres de nuestra profesión como Fernando Ocampo, Luis
García Orozco, Rubén Sauza Godínez, Orlando Edmun-
do Sánchez, Clemente Cabello Pinchetti y Jorge Rendón
Elizondo, siendo este último el primero en obtener una
Cédula Profesional de Patente como Actuario por la Di-
rección de Profesiones de la SEP. Le correspondió la cédu-
la número 92,439 emitida el 3 de mayo de 1962, aunque
había presentado su examen profesional desde el 24 de
noviembre de 1961, siendo así el segundo estudiante en
titularse como Actuario.
De acuerdo con la información registrada en la Facul-
tad de Ciencias de la UNAM, los primeros 61 estudiantes
en presentar su Examen Profesional como Actuario apa-
recen en el cuadro siguiente, sin embargo, no todos ellos
realizaron el trámite para que se expida su Cédula Pro-
fesional de Patente, o bien no fue tan inmediato para
| Devars Dubernard
algunos de ellos. Se anota también el número de la Cé-
dula Profesional y el consecutivo que le correspondió de
acuerdo al orden del trámite.
Como se ha expresado, una vez presentado el Examen
Profesional se realiza el trámite de la Cédula Profesional
de Patente ante la Dirección General de Profesiones (DGP)
de la Secretaría de Educación Pública.
La tabla 3 refleja a los primeros diez Actuarios en
tramitar y obtener su Cédula Profesional de Patente. Una
de las cédulas de este grupo puede verse en la Figura 3.
Figura 3 Autorización No. 9 del Libro I de Actuarios, re-
conociendo al Sr. Luis García Orozco el 15 de enero de
1965 como Actuario, asignando la Cédula Profesional
109,285.
Complementando los datos de los miembros de la
primera generación, tenemos la información de la tabla 6.
Mención y reconocimiento especiales merece la Act.
Cecilia Meneses Molina (16-may-1935/18-dic-2005), co-
mo la primera mujer en obtener el título de Actuario en
México, en el año 1964 por sus estudios en la UNAM,
recibiendo la Cédula Profesional No. 112,410 el 21-de
septiembre de 1964. Fue profesora de la Facultad de Cien-
cias de la UNAM, catedrática de Estadística Aplicada al
Comercio en la Escuela Nacional de Comercio y Adminis-
tración de la UNAM y tradujo varios libros de uso para
la carrera de Actuaría, como Estadística Elemental de Paul
G. Hoel, o Introducción a las Ecuaciones Diferenciales Ordi-
narias de Earl A. Coddington, entre otros. Vea la Figura
4.
Las Asociaciones Nacionales y Extranjeras
Ninguna disciplina, sea cual fuere su carácter, puede
considerarse completa y autosuficiente al grado de pres-
21
n Tabla 1 Primeros Estudiantes de Actuaría
No. Nombre del estu- Fecha de Cédula Profesio- Consecutivo Fecha de Expedi-
diante de Actua- Examen nal ción
ría
1 Alejandro Emilio 15-oct-1959 177,459 74 24-nov-1966
Hazas Sánchez
2 Jorge Rendón Eli- 24-nov-1961 92,439 1 3-may-1962
zondo
3 Rubén Sauza Go- 7-nov-1963 98,526 2 17-may-1963
dínez
4 Salvador Rafael 29-abr-1963 101,131 3 23-oct-1963
Alfonso Milanés y
García Remus
5 Tomás Garza Her- 16-may-1963 103,342 5 18-feb-1964
nández
6 Kurt Carlos Flo- 30-ago-1963 105,276 6 12-may-1964
rentino Vogt Sar-
torius
7 Gustavo Cabrera 17-oct-1963 sin cédula - -
Acevedo
8 Adalberto Pliego 18-oct-1963 103,197 4 14-feb-1964
Galicia
9 Orlando Edmun- 19-nov-1963 sin cédula - -
do Sánchez Avi-
lés
10 Benjamín de la 17-ene-1964 106,356 7 25-jul-1964
Cueva y Guerra
11 Gustavo Demesa 24-ene-1964 115,380 12 4-jun-1965
Lara
12 Luis García Oroz- 12-may-1964 109,285 8 23-oct-1964
co
13 Cecilia Meneses 10-jun-1964 112,410 9 21-sep-1964
Molina
14 Ismael Orozco 25-may-1964 119,562 15 2-oct-1965
Cortés
15 Lilia Monterrubio 21-ago-1964 148,432 25 15-nov-1966
Senz

22
n Tabla 2 Primeros Estudiantes de Actuaría
No. Nombre del estu- Fecha de Cédula Profesio- Consecutivo Fecha de Expedi-
diante de Actua- Examen nal ción
ría
16 Jorge Salas Tora 8-sep-1964 118,371 13 18-ago-1965
17 Juan Antonio An- 9-oct-1964 119,106 14 12-may-1965
drade Monreal
18 Rigoberto Gonzá- 9-oct-1964 114,113 10 24-abr-1965
lez López
19 Ismael Carlos 29-oct-1964 114,903 11 7-abr-1965
Haaz Maldonado
20 Clemente Cabello 14-dic-1964 134,714 19 18-ene-1966
Pinchetti
21 Carlos Gustavo 12-mar-1965 120,499 16 19-oct-1965
Rosado Muñoz
22 Luis Enrique Díaz 16-mar-1965 sin cédula - -
Blanco
23 Víctor Alberto 20-ago-1965 125,844 17 19-abr-1966
Breña Valle
24 Felipe Vinicio Es- 10-sep-1965 sin cédula - -
pinoza Guzmán
25 Francisco Patiño 15-oct-1965 240,156 142 9-abr-1968
Hernández
26 Roberto Ham 25-oct-1965 138,090 20 23-ene-1967
Chande
27 Celia García 11-feb-1966 131,266 18 28-sep-1966
Woodward
28 Sergio Romero 19-may-1966 2,046,136 2,025 26-ene-1995
de la Torre
29 Antonio García 20-oct-1966 139,920 21 27-feb-1967
Beltrán
30 Miguel Ángel Sán- 28-oct-1966 147,982 24 8-ene-1968
chez Salazar
31 Juan José Solór- 13-feb-1967 144,201 22 14-oct-1967
zano Brauer
32 Mauricio Emi- 21-feb-1967 sin cédula - -
lio Santamaría
Ramírez
33 Austreberto Mon- 21-abr-1967 240,852 146 16-ene-1973
dragón Bolaños

| Devars Dubernard

23
n Tabla 3 Primeros Estudiantes de Actuaría
No. Nombre del estu- Fecha de Cédula Profesio- Consecutivo Fecha de Expedi-
diante de Actua- Examen nal ción
ría
34 Víctor Manuel 25-abr-1967 144,647 23 24-oct-1967
Pastor Cornejo
35 Luciano Huerta 23-jun-1967 150,630 26 3-may-1968
Hernández
36 María del Socorro 17-jul-1967 152,051 28 13-mar-1968
Ortega Pierres
37 Abelardo Salva- 27-jul-1967 156,357 31 19-jul-1968
dor de la Torre
González
38 Francisco Javier 27-jul-1967 175,836 70 20-mar-1970
de Luna Rojas
39 Enrique Cosío 29-ago-1967 247,260 153 7-abr-1971
Pascal
40 Fernando Ocam- 29-sep-1967 167,034 49 3-abr-1968
po Compeán
41 Rafael Fernández 17-nov-1967 159,380 34 9-abr-1968
Dávila
42 René Fernández 28-nov-1967 151,165 27 4-jun-1968
Noble
43 George Zohn 29-nov-1967 175,906 71 6-dic-1969
Tracktman
44 Rosa María 30-nov-1967 258,213 171 5-mar-1971
Guadalupe Farell
Campa
45 Raquel Rodrí- 2-feb-1968 sin cédula - -
guez Sequeiro
46 Epifanio Armando 22-mar-1968 155,683 30 3-sep-1968
Romero Licón
47 Fernando Váz- 29-mar-1968 157,434 32 26-sep-1968
quez González
48 Napoleón Díaz 18-mar-1968 162,782 43 3-sep-1968
Martínez
49 Harald Feldhaus 4-abr-1968 161,466 40 6-sep-1968
Herrmann
50 Guillermo Ramón 15-abr-1968 153,827 29 6-ago-1968
Adamés Sauri

24
n Tabla 4 Primeros Estudiantes de Actuaría
No. Nombre del estu- Fecha de Cédula Profesio- Consecutivo Fecha de Expedi-
diante de Actua- Examen nal ción
ría
51 Frank Berliner Ro- 17-abr-1968 160,574 39 6-feb-1969
chín
52 Carlos Humberto 3-may-1968 183,514 89 8-oct-1970
Sauri Campos
53 Omar Fenton 13-may-1968 159,687 36 1-oct-1968
Moheno
54 Gustavo Corona 13-may-1968 171,400 54 6-nov-1969
Arias
55 Mercedes Pedre- 16-may-1968 166,690 48 30-jul-1969
ro Nieto
56 Alfonso Pruneda 16-may-1968 161,781 41 27-feb-1969
Castaños
57 Josefina Pineda 17-may-1968 159,450 35 28-nov-1968
Rodríguez
58 Guillermina 3-jul-1968 180,751 82 31-ago-1970
Christy Morones
59 María Eugenia 22-ago-1968 sin cédula - -
Zequeiro Romero
60 Clara Cecilia Uri- 26-ago-1968 169,536 52 2-ago-1969
be Hernández
61 José Enrique Pe- 27-jul-1968 175,448 69 18-feb-1970
ña Velázquez

| Devars Dubernard

25
n Tabla 5 Primeros Actuarios con cédula profesional
Num. Actuario Cédula Profesional Fecha Expedición
1 Jorge Rendón Elizondo 92,439 3-may-1962
2 Rubén Sauza Godínez 98,526 17-may-1963
3 Salvador Rafael Alfonso Mi- 101,131 23-oct-1963
lanés y García Remus
4 Adalberto Pliego Galicia 103,197 14-feb-1964
5 Tomás Garza Hernández 103,342 18-feb-1964
6 Kurt Carlos Florentino Vogt 105,276 12-may-1964
Sartorius
7 Benjamín de la Cueva y 106,356 25-jul-1964
Guerra
8 Luis García Orozco 109,285 23-oct-1964
9 Cecilia Meneses Molina 112,410 21-sep-1964
10 Rigoberto González López 114,113 24-abr-1965

n Tabla 6 Primeros Actuarios con cédula profesional

Num. Actuario Cédula Profesional Fecha Expedición
62 Camilo Reynaud Guerrero 172,384 9-ene-1970
del Villar
74 Alejandro Emilio Hazas Sán- 177,459 24-nov-1966
chez
87 Miguel Chávez Gómez 182,849 10-sep-1970

26

Figura 4 Act. Cecilia Meneses Molina.
cindir de la colaboración y el intercambio con quienes la
practican en distintos puntos del orbe. En este sentido, la
Actuaría no hace excepción.
Desde el siglo XIX, los actuarios del viejo mundo tu-
vieron clara consciencia de la importancia que para el
desarrollo de la disciplina tienen las asociaciones pro-
fesionales., Así en 1848 fue establecido en Londres el
primer organismo de este tipo en el mundo. Las primeras
20 asociaciones profesionales de Actuarios fueron:
1. Institute of Actuaries, 1848.
2. Faculty of Actuaries in Scotland, 1856.
3. The Association of Mathematical Advisers in Dutch
Live Insurances Co., 1888.
4. Actuarial Society of America, 1889.
5. French Institute of Actuaries, 1890.
6. Royal Association of Belgian Actuaries, 1895.
7. Italian Association for the Growth of the Actuarial
Sciences, 1897.
8. Actuarial Society of New South Wales, 1897.
9. Institute of Actuaries of Japan, 1899.
10. Russian Society for the Scientific Study of Insurance,
1900.
11. Danish Society of Actuaries, 1901.
| Devars Dubernard
12. German Society for Insurance Mathematics, 1903.
13. Insurance Science Association, 1904.
14. Swedish Society of Actuaries, 1904.
15. Norwegian Society of Actuaries, 1904.
16. Association of Swiss Actuaries, 1905.
17. Actuaries Club of Canada, 1907.
18. Casualty Actuarial Society, 1914.
19. Society of Czech Insurance Technicians, 1910.
20. Polish Actuarial Institute, 1921.
El Instituto Mexicano de Actuarios ya no operaba más
a finales de la década de los 50’s, pero prevalecía la ne-
cesidad de agrupar a los Actuarios que en ese momento
trabajaban para el sector asegurador. A iniciativa del se-
ñor Fernando Ocampo Crespo, actuario de la compañía
de Seguros La Nacional y del Ing. Juan B. Solórzano, ac-
tuario consultor de esta compañía, el 2 de Agosto de 1962
se fundó la Asociación Mexicana de Actuarios del Seguro
de Vida, Posteriormente cambió su nombre a Asociación
Mexicana de Actuarios del Seguro Privado, incluyendo
las demás operaciones, y en 1980 adoptaría el nombre con
el que se le conoce hoy en día, la Asociación Mexicana de
Actuarios A.C. (vea la Figura 5).
Los 17 miembros fundadores de la entonces AMA se
reunieron en la sala de consejo de La Nacional, ubicada
en Av. Juárez No. 2 de la Ciudad de México, en donde se
eligió la primera mesa directiva encabezada por los Act.
Fernando Ocampo Crespo, Act. Kurt Vogt y Act. Camilo
Reynaud.
Desde entonces la AMA ha organizado conferencias,
pláticas y eventos mensuales, dirigidos a la capacitación,
actualización, convivencia y reunión, de los agremiados.
De igual forma, se organiza un Congreso cada dos años
donde participan expositores nacionales e internacionales
con temas de actualidad y foros de discusión. Los 17
miembros fundadores fueron:
Fernando Ocampo Crespo (Presidente)
Kurt Carlos Florentino Vogt Sartorius (Mesa Directi-
va)
Camilo Reynaud Guerrero del Villar (Mesa Directi-
va)
Rienhart Hitz (Alemania)
Francisco Asúnsolo
Ludolfo Sieck (Alemania)
27

Figura 5 Emblema de la Asociación Mexicana de Actua-
rios.
Antonio Minzoni Consorti (Italia)
Ismael Carlos Haaz Maldonado
Rubén Quezada
Luis García Orozco
Gustavo Dávila
Miguel Chávez Gómez
Juan José Solórzano Brauer
Orlando Edmundo Sánchez Avilés
Jorge Rendón Elizondo
Ing. Juan B. Solórzano
Ing. Luis N. Vargas
A continuación se cita una breve descripción biográfica
de cada uno de los 17 fundadores (vea la Figura 6.
Tres de ellos pertenecieron al Instituto Mexicano de
Actuarios (IMA), fundado en 1937. Uno de ellos fue el
ingeniero Juan B. Solórzano, que impartió la materia de
cálculo actuarial en la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Otro de los fundadores fue Rienhart Hitz, que trabajó en
la Aseguradora Mexicana e hizo estudios de Actuaría en
Alemania. El tercer miembro del IMA y fundador de la
AMA, fue el ingeniero Luis N. Vargas, que fue actuario de
La Latinoamericana e impartió la materia de Matemáticas
Financieras.
Otros de los fundadores, fueron Francisco Asúnsolo
y Ludolfo Sieck, actuarios en la Comisión Nacional de
Seguros y Fianzas (CNSF) que ya en 1937 figuraban como
encargados de la Sección Actuarial de la Dirección Ge-
neral de Crédito, que era la autoridad administrativa de
seguros y fianzas de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP). En ese entonces el actuario adscrito a esa
Dirección era el Ing. Emilio Velarde y Dondé, miembro
del IMA, fundador de la carrera de actuaría en la UNAM
y primer maestro de la materia Teoría del Seguro.
Antonio Minzoni Consorti, de origen italiano, trabajó
en la Unión Adriática de Seguros, y en México, en Ase-
guradora Cuauhtémoc, en La Latinoamericana y entre
otras compañías. Impartió la materia de Seguro de Daños
en la UNAM y escribió el libro “Crónica de 200 años del
Seguro en México”.
Ismael Carlos Haaz Maldonado de La Interamericana,
Rubén Quezada de Seguros La Comercial y Luis García
Orozco, asegurador que posteriormente trabajó en el Co-
legio de México, Gustavo Dávila, director de la Unión
Reaseguradora Mexicana. Orlando Edmundo Sánchez
Avilés fue actuario de Seguros de México y después Presi-
dente de la Junta Directiva de la Aseguradora Mundial en
la República de Panamá en Centro América y miembro
fundador de la Asociación Centroamericana de Actua-
rios.
En la lista de fundadores tiene lugar de honor el señor
Miguel Chávez Gómez, hombre inteligente y buen actua-
rio, fue el primero en inscribirse en la carrera de Actuaría
en 1946. También desde luego el distinguido Fernando
Ocampo Crespo.
Don Camilo Reynaud Guerrero del VIllar fue Director
Técnico de Seguros América, Director fundador de la ca-
rrera de actuaría en la Universidad Anáhuac del Sur, dictó
cursos de cálculo actuarial en varias aseguradoras, fue
profesor en la carrera de actuaría del ITAM. En Seguros
Bancomext fue miembro del consejo administración Ejer-
ció como actuario y consultor de la Aseguradora General
en Guatemala Centro América. En 1992 el Presidente de
la República lo condecoró con el “Guerrero Azteca”. Fue
distinguido con la Medalla Anáhuac de actuaría en el año
2006 por la Universidad Anáhuac del Norte y en 2008
con la medalla Anáhuac por la Universidad Anáhuac del
Sur. En el 27o. Congreso Internacional de la Asociación
Actuarial Internacional (IAA) celebrado en Cancún en
el 2002, obtuvo un reconocimiento por su trayectoria y
contribución a la profesión. En 2008 obtuvo el título de
Maestro en Filosofía por la Universidad Anáhuac del Sur.
En 2009 publicó el libro que escribió con Luis Huerta
titulado “La Actuaría en México”.
El Act. Juan José Solórzano, que trabajó como actuario
en Seguros Monterrey y fue Director General del Bufete
de Consultoría Actuarial. En 1982 fundó y fue el primer
presidente de la mesa Directiva de la Asociación Mexica-
na de Actuarios Consultores (AMAC), que originalmente
se llamó Asociación Mexicana de Actuarios Consultores
en Planes de Beneficios para Empleados (AMACBE).
Kurt Carlos Florentino Vogt Sartorius, que trabajó en
Seguros de México, en Panamericana de México y como
Actuario y Director General de Grupo Nacional Provin-
cial. Fue también presidente de la AMIS. En 1985 el Pre-
sidente de la República le otorgó el galardón “Guerrero
28
Azteca” máximo reconocimiento que otorga la Asocia-
ción Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) a los
aseguradores del país. En el 2002 la Comunidad Actuarial
Internacional en el Congreso Internacional de Actuarios
(ICA) celebrado en Cancún, le otorgó un reconocimiento
por su valiosa contribución al desarrollo de la profesión.
El Act. Jorge Rendón Elizondo trabajó en Seguros
de México, Seguros América, Seguros La Latinoameri-
cana y otras compañías. Fue profesor de la Universidad
Anáhuac del Sur y catedrático y Director de la carrera
de actuaría en el ITAM. Ha impartido cursos de cálculo
actuarial en varias Compañías aseguradoras. Elaboró la
tabla de mortalidad de la Experiencia Mexicana (EM62-
67) y otras tablas de mortalidad. Fue miembro del Con-
sejo de Administración de Seguros Bancomext y escribió
los libros: “Normas y Políticas del Seguro de Vida” y
“Modelos Actuariales del Seguro de Vida”.
Figura 6 Algunos de los fundadores, de izquierda a de-
recha, en primera fila: Fernando Ocampo Crespo, Kurt
Carlos Florentino Vogt Sartorius, Camilo Reynaud Gue-
rrero del Villar y Reinhart Hitz; En la segunda fila: Antonio
Minzoni Consorti; Luis García Orozco, Miguel Chávez
Gómez y Juan José Solórzano Brauer; En tercera fila: Or-
lando Edmundo Sánchez Avilés, Jorge Rendón Elizondo,
Luis N. Vargas y Ludolfo Sieck.
Para terminar este breve relato de la historia de la
AMA, no pueden dejar de mencionarse los siguientes
acontecimientos:
El primer Congreso tuvo lugar en la Ciudad de Gua-
najuato, Gto., el 22 de Noviembre de 1963.
| Devars Dubernard
Los primeros estatutos fueron redactados en 1962,
por el Lic. Arturo Díaz Bravo, miembro de la Asocia-
ción Mexicana de Derecho de Seguros y Fianzas.
El logotipo fue dibujado por el Act. Manuel Ernesto
Burgos Herrera inspirado en el escudo de Maximi-
liano de Habsburgo.
La Asociación Mexicana de Actuarios, a lo largo de sus
59 años de historia, ha contado con 31 Presidentes, tres
de ellos mujeres.
Un antecedente de nuestro proceso gremial fue que
la Asociación Mexicana de Actuarios, nacida en 1962 lo
hizo como una Asociación de Compañías de Seguros,
cuyos actuarios en jefe representaban los intereses de
las instituciones, no así nuestro Colegio Nacional que
nació autónomo cuatro años después, con muy inocua
existencia hasta que en el 2004 apareció legalmente como
el certificador de la profesión. No supimos anticiparnos a
los tiempos.
No obstante el gran impulso que la Asociación Mexi-
cana de Actuarios dio a la profesión, fundamentalmente
en el ámbito asegurador, era necesario contar con una
instancia que normara el ejercicio de la profesión, que re-
presentara a los actuarios ante las instancias de gobierno
y ante las organizaciones homólogas de carácter interna-
cional.
Los Colegios de Profesionistas, son asociaciones civi-
les (no lucrativas) formadas por profesionistas de una
misma rama profesional interesados en agruparse para
trabajar en beneficio de su profesión, siendo responsables
29
de promover acciones en beneficio de la población, esen-
cialmente a través del servicio social profesional, tienen
entre otras atribuciones, las de promover la expedición
de leyes, reglamentos y sus reformas, relativos al ejercicio
profesional, colaborar en la elaboración de planes de es-
tudios profesionales, vigilar el ejercicio profesional con el
objeto de que se realice dentro del más alto plano moral
y legal, entre otros.
La Profesión de Actuario, además de los seguros y
la seguridad social, había influenciado a la Estadística,
Demografía, Sistemas, Investigación de Operaciones, Fi-
nanzas, Banca y otras actividades donde el conocimiento
matemático es de gran utilidad, y desde luego la investi-
gación y docencia.
En el año de 1964, el Act. Alejandro Emilio Hazas Sán-
chez y el Act. Carlos Federico Prieto Madero, al detectar
el alto índice de deserción profesional que experimen-
taba la profesión debido a que no existía un organismo
profesional que brindara orientación a los estudiantes de
actuaría, fundan la Sociedad Mexicana de Actuarios, la
que en opinión de algunos constituye el antecedente más
importante del Colegio Nacional de Actuarios (CONAC).
Vea la Figura 7.
Figura 7 Emblema del CONAC.
Era entonces el momento oportuno para que un grupo
de visionarios Actuarios se unieron el 16 de noviembre
de 1966, para fundar el que hasta la fecha es el Organis-
mo Cúpula de la Profesión: El Colegio de Actuarios de
México (vea la Figura 8). Este quedó constituido ante la
Dirección General de Profesiones el 16 de agosto de 1967,
posteriormente cambiaría su nombre, en 1982, por el ac-
tual como Colegio Nacional de Actuarios A.C. (CONAC),
siendo sus ocho fundadores:
Kurt Carlos Florentino Vogt Sartorius (Primer Presi-
dente)
Emilio Velarde y Dondé
Rigoberto González López
Clemente Cabello Pinchetti
Juan Antonio Andrade Monreal
Ismael Carlos Haaz Maldonado
Benjamín de la Cueva Guerra y
Jorge Rendón Elizondo.
El Colegio Nacional de Actuarios representa la voz de los
actuarios en México y constituye el órgano de integración
de los profesionistas de la Actuaría y de sus diferentes sec-
tores especializados. El objetivo del CONAC es promover
la excelencia en la preparación y desarrollo profesionales,
proteger y desarrollar el campo profesional de trabajo
del actuario, fomentar la competitividad y procurar la
óptima proyección nacional e internacional del gremio
actuarial, con base en la observancia de los más altos prin-
cipios de ética profesional, así como de práctica actuarial,
con el fin exclusivo de aportar a los diferentes sectores de
la sociedad, trabajo e información de la más alta calidad
y utilidad.
Entre sus muchas funciones, el CONAC ha estableci-
do como misión principal, fomentar el profesionalismo
dentro de la comunidad actuarial; establecer vehículos
que favorezcan la colaboración entre sus miembros pa-
ra participar de manera efectiva en la solución de los
problemas nacionales; fortalecer los vínculos del gremio
actuarial mexicano con otros organismos profesionales
nacionales y extranjeros; proponer a las instituciones de
educación superior lineamientos y normas que beneficien
a la formación académica de los futuros actuarios e im-
pulsar y difundir la ciencia actuarial en la escala nacional
e internacional.
Figura 8 Algunos de los fundadores, de izquierda a dere-
cha, Kurt Carlos Florentino Vogt Sartorius, Emilio Velarde
y Dondé, Clemente Cabello Pinchetti, Benjamín de la Cue-
va Guerra y Jorge Rendón Elizondo.
El Colegio Nacional de Actuarios, a lo largo de sus 54
años de historia, ha contado con 26 Presidentes, dos de
ellos mujeres.
En otros campos, como la consultoría actuarial y la
especialización en valuación de pasivos laborales contin-
gentes y diseño, valuación y administración de planes
de pensiones, retiro y seguridad social, así como a la
generación de los informes para el registro de los pasi-
vos y costos derivados de dichos planes conforme a los
30

principios contables establecidos, el 1º de julio de 1982,
el Act. Juan José Solórzano materializó la necesidad de
aglutinar a los actuarios con esta especialidad, confor-
mando la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores
en Planes de Beneficios para Empleados (AMACPBE),
como una asociación de empresas, para convertirse al
paso del tiempo en una asociación de profesionistas de
la Actuaría especializados en la Consultoría Actuarial,
ajustando, en 1995, su nombre a Asociación Mexicana
de Actuarios Consultores (AMAC). Vea la Figura 9 Los
miembros fundadores fueron:
Juan José Solórzano Brauer (Presidente)
Carlos Humberto Sauri Campos (Vicepresidente)
Rafael Trava Bolio (Secretario)
Juan Pablo Marquard Muench (Tesorero)
Rafaél Fernández Dávila Junta de Honor
Mario Gabriel Taba Herlindo Junta de Honor
José Luis Salas Lizaur Junta de Honor
Arturo Antonio Casares González Franco
Ernesto Cervantes Verduzco
Óscar Alejandro Franco Salazar
Pablo Guajardo Ortiz
José Ignacio Gurza de Con
Víctor Eduardo Jaime Lescale García
Leonel Navarro Salmerón
Rubén Sauza Godínez
José Luis Suárez Vázquez
Segundo Tascón Newton
La creación de la AMAC simbolizó una respuesta
oportuna a las necesidades del mercado de beneficios
con principios éticos, académicos y profesionales, que
| Devars Dubernard
Figura 9 Emblemas original y actual de la AMAC.
guiaron a la AMAC a promover el intercambio de ha-
llazgos y tendencias, a elevar el nivel de conocimientos
técnicos y actuariales e instaurar el código de ética profe-
sional redundando en un servicio altamente profesional a
la sociedad en su ámbito de especialidad de riesgos finan-
cieros relacionados con sistemas de planes de pensiones
privadas, seguridad social, salud, riesgos de trabajo, fa-
llecimiento e invalidez; así como asesoría en fondos de
inversiones para planes de pensiones.
La AMAC cuenta con una Certificación en Pasivos La-
borales Contingentes emitida por el Colegio Nacional de
Actuarios (CONAC), consistente en un examen que com-
bina conocimientos actuariales y experiencia. A través de
los años ha prestado apoyo al CONAC como Cuerpo de
Consulta Técnica en cuestiones de Consultoría Actuarial,
es parte integrante del North American Actuarial Coun-
cil (NAAC) y el camino para una interlocución estrecha
con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para
el Retiro (CONSAR), Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP) y el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS).
Se han creado Comisiones especializadas dentro de
la AMAC, enfocadas a atender aspectos específicos de la
Asociación, tales como Calidad Técnica, Difusión de la
Práctica Actuarial, Relaciones Institucionales, Educación
Continua, Principios de Práctica e Investigación Actuarial
y Reactivos y Exámenes de Certificación.
La Asociación Mexicana de Actuarios Consultores, a
lo largo de sus 39 años de historia, ha contado con 21
Presidentes, una de ellos mujer:
Acuerdos de América del Norte México, Estados Uni-
dos y Canadá.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN o TLC) entró en vigor el 1° de enero de 1994,
pero las pláticas entre los representantes de los tres países,
México, Canadá y Estados Unidos, iniciaron el 12 de
31

agosto de 1992.
El Tratado tenía como principales objetivos: (i) eli-
minar barreras al comercio, promover condiciones para
una competencia justa, incrementar las oportunidades
de inversión; (ii) proporcionar protección adecuada a los
derechos de propiedad intelectual; y (iii) establecer pro-
cedimientos eficaces para la aplicación del Tratado y la
solución de controversias, así como fomentar la coopera-
ción trilateral, regional y multilateral.
A partir de entonces la profesión ha entrado en un
proceso de globalización, estableciéndose una estrecha
colaboración entre las organizaciones actuariales de los
tres países que conforman el TLCAN, con la finalidad de
lograr criterios uniformes y sinergias que permitan a los
actuarios de estas naciones desarrollarse en cualquiera de
las mismas. A la fecha el CONAC participa en el grupo de
trabajo, integrado por los presidentes y vicepresidentes
de las asociaciones mexicanas, y el presidente pasado,
presidente actual y presidente electo de las asociaciones
actuariales de Canadá y Estados Unidos, denominado
NAAC (North American Actuarial Council), el cual se
reúne dos veces al año.
Las organizaciones actuariales de América del Norte
comenzaron a trabajar en asuntos de interés mutuo en la
reunión convocada por las autoridades mexicanas en la
ciudad de Cancún en septiembre de 1992. Con el fin de
coordinar esfuerzos, las distintas asociaciones acordaron
que el Canadian Institute of Actuaries (CIA) representaría
a los actuarios canadienses, el Colegio Nacional de Ac-
tuarios (CONAC) sería la representación de las distintas
asociaciones de actuarios mexicanos y que la American
Academy of Actuaries (AAA) haría lo propio respecto a
las asociaciones de Estados Unidos. Los primeros frutos
de esas relaciones fueron la incorporación del CONAC
al acuerdo de trabajo (Working Agreement Task Force)
llamado WATF en el año 1993, y la creación de dos grupos
trilaterales de trabajo, el primero para realizar los asuntos
relativos a la formación de actuarios en los tres países y
como coordinar un sistema de acreditación, y el segundo
para revisar los Códigos de Conducta, las medidas dis-
ciplinarias y los principios de prácticas de las distintas
organizaciones, a fin de garantizar que dichos códigos no
presentaran conflictos en las tres jurisdicciones.
En la reunión del WATF en abril de 1994 en la ciu-
dad de Orlando, el grupo de trabajo de acreditación y
certificación presentó a la Consideración del Consejo de
Presidentes sus conclusiones. Se identificaron dos niveles
para la práctica actuarial: el primero de ellos para el profe-
sionista que realice actividades actuariales remuneradas
en cualesquiera de los otros dos países, con los siguientes
requisitos:
Los residentes en Canadá deberán ser miembros del
Canadian Institute of Actuaries (CIA) y contar con
la designación de Fellow del mismo.
Los residentes en Estados Unidos deberán ser miem-
bros de la American Academy of Actuaries (AAA)
y tener la designación de Fellow de la Society of
Actuaries (SOA) o de la Casualty Actuarial Society
(CAS).
Los profesionistas mexicanos deberán ser miembros
del Colegio Nacional de Actuarios (CONAC) y con-
tar con el Título de Actuario y la Cédula Profesional
de Patente correspondiente.
El segundo nivel, para los actuarios que en la actividad
se requiera de su certificación y firma como responsable,
deberán cumplir, además de los requisitos establecidos
para el nivel uno:
Contar con tres años de experiencia en el área de
especialidad en el país de origen.
Presentar un examen de la especialidad en el país
huésped, que refleje el conocimiento local (Leyes y
reglamentos relativos a la práctica), el Código de
Conducta y el Idioma.
Cumplir con el programa de Educación Continua de
la organización a que pertenezca.
A nivel trilateral se acordó desarrollar un examen de
prácticas para cada una de las especialidades que se re-
conocieron para certificación, así como tomar el curso de
ética que tiene como finalidad que los actuarios de los
tres países conozcan los principios de la práctica y las
medidas disciplinarias a las que estarán sujetos durante
su práctica profesional.
32
 En cuanto a la acreditación, el grupo de trabajo re-
visó los programas de estudio vigentes para establecer
los estándares que garanticen la formación profesional,
y por ende, un ejercicio competitivo a nivel nacional e
internacional.
Con base en las recomendaciones presentadas al Con-
sejo de Presidentes se acordó proceder a presentar a las
autoridades de cada uno de los tres países una solici-
tud para que la profesión actuarial fuera incluida en el
Capítulo XVI (apéndice 1603. D.1) del Tratado de Libre
Comercio de Norteamérica (TLCAN). Las solicitudes se
presentaron en 1994 por Canadá con la Canadian Insti-
tute of Actuaries (CIA),por Estados Unidos la American
Academy of Actuaries (AAA) que a su vez representó a la
Society of Actuaries (SOA), la Casualty Actuarial Society
(CAS), la Conference of Consulting Actuaries (CCA) y a
la American Society of Pension Actuaries (ADSPA), y por
México el Colegio Nacional de Actuarios (CONAC) que a
su vez representó a la Asociación Mexicana de Actuarios
(AMA) y a la Asociación Mexicana de Actuarios Consul-
tores (AMAC). A la fecha, no se ha logrado establecer el
convenio de reconocimiento mutuo con Estados Unidos
y Canadá.
Para ello fue necesaria la integración del Comité Mexi-
cano para la Práctica Internacional de la Actuaría (COM-
PIAC) el 6 de septiembre de 1994, con la participación del
CONAC, la AMA y la AMAC, presidido por un coordi-
nador general, el Act. José Luis Salas Lizaur.
El 17 de septiembre de 1998, se instalaron las Comisio-
nes Técnicas Consultivas (CTC) de Arquitectura, Conta-
duría, Ingeniería, Medicina, Medicina Veterinaria y Zoo-
tecnia y Odontología, conforme al artículo 22 de la Ley
Reglamentaria del Artículo 5º Constitucional, abriéndose
la oportunidad de establecer estrategias de largo alcan-
ce en el desarrollo de las profesiones y los profesionis-
tas. Posteriormente se instalaron las Comisiones Técnicas
Consultivas de Actuaría (6 de septiembre de 1999), Dere-
cho, Economía, Enfermería, Farmacia y Psicología, y la
más reciente de Cultura Física y Deporte. Los trabajos de
las CTCs representan una garantía sobre la calidad en la
enseñanza superior y un aval de la legalidad que debe
regir en la práctica educativa y el ejercicio profesional.
Las CTCs tienen la función de dictaminar la distribu-
ción de los profesionistas conforme a las necesidades y
exigencias de cada localidad, y la obligación y responsa-
bilidad de evaluar temas de ética profesional, la actuali-
zación profesional y el servicio social, emitiendo también
opiniones sobre planes y programas de estudio. Sirven
además para atender las necesidades de certificación de
los profesionales y organismos de cada disciplina, ade-
| Devars Dubernard
más de impulsar los retos que implican la actualización
profesional. Los “Servicios Profesionales” representan un
renglón que México ha incluido en las negociaciones de
los tratados de libre comercio que ha sostenido con dife-
rentes países del orbe, siendo un renglón fundamental
para la economía nacional.
La Comisión Técnica Consultiva de Actuaría (CTC-
AC), formada por representantes de las distintas universi-
dades que imparten la carrera de actuaría, el CONAC, la
AMA, la AMAC, la SEP, El Colegio de México, el Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI),
y el Banco de México, entre otros, ha venido realizando
trabajos que incluyen la adecuación de los planes y pro-
gramas de estudio a los estándares internacionales y el
programa educativo de la Asociación Internacional de
Actuarios conocido como “Syllabus”.
Las Universidades
Al día de hoy, la Licenciatura en Actuaría se ha im-
partido en 32 Universidades y Campus diferentes, 29 de
ellos continúan exitosamente.
UNAM Ciencias. La Facultad de Ciencias de la Univer-
sidad Nacional Autónoma de México. El Ing. Emilio Ve-
larde Dondé, comisionado por el Instituto Mexicano de
Actuarios (IMA), junto con los ingenieros Antonio Chá-
vez Orozco y Juan B. Solórzano, elabora los documentos
necesarios y gestiona ante la Universidad Nacional Au-
tónoma de México (UNAM) la creación de la carrera de
Actuaría, El plan de estudios se aprueba en la sesión del
H. Consejo Universitario el 13 de febrero de 1947 e inicia
su operación ese mismo año, como parte del Departa-
mento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias. Cabe
señalar que otro elemento importante para el inicio de
la carrera en el ámbito profesional fue el decidido apoyo
que a la iniciativa del Ing. Velarde dieron el Ing. Ricar-
do Monges López, entonces Director de la Facultad de
Ciencias, y el Dr. Alfonso Nápoles Gándara, distingui-
do académico, Jefe del Departamento de Matemáticas y
Presidente de la Sociedad Matemática Mexicana.
El primer plan de estudios de la carrera, preparado
por Velarde y Solórzano, tenía una duración de cuatro
años y comprendía 21 asignaturas, teniendo como carac-
terística principal el que las materias dedicadas al campo
de los seguros tenían una gran importancia. Durante sus
primeros años, la matricula osciló entre 10 y 15 alum-
nos, siendo cuatro los primeros egresados. En virtud de
que se trataba de una carrera completamente nueva en
México, los primeros miembros de la planta académica
necesaria para impartir los cursos estrictamente actua-
33
riales fue propuesta a la UNAM por el Instituto, de tal
suerte que dichos profesores ejercieron la docencia con
carácter extraordinario, tal fue la situación de Emilio Ve-
larde, Práxedis Reyna, George Holden y Antonio Chávez,
entre otros.
Es hasta 1955, durante la gestión del Dr. Alberto Ba-
rajas como Director de la Facultad de Ciencias, que la
situación de la carrera de Actuaría comienza a norma-
lizarse, los profesores son reconocidos como miembros
del personal académico universitario, y la matrícula au-
menta. Con la experiencia adquirida se renueva el plan
de estudios en 1958, mediante la aprobación del Consejo
Técnico de la Facultad bajo la Dirección del Dr. Carlos
Graef, y en 1967, como consecuencia de la Reforma Uni-
versitaria impulsada por el Rector Javier Barros Sierra, el
plan de estudios vuelva a actualizarse, manteniéndose
vigente hasta 1999, año en que se lleva a cabo la reforma
completa del Plan de Estudios de la Facultad de Ciencias
de la UNAM con la participación de más de 50 profe-
sionales de la Actuaría apegándose estrictamente a los
nuevos estándares de práctica profesional nacionales e
internacionales. Esta situación se repitió en los años 2006
y 2015 para dar origen a planes que se van adecuando a
los cambios de los lineamientos internacionales y a las
necesidades propias del mercado profesional.
Universidad Anáhuac del Norte. El nacimiento de la Li-
cenciatura en Actuaría en la Universidad Anáhuac Méxi-
co no se debió a una estrategia previamente trazada sino,
en mucho, a unas circunstancias políticas y sociales del
México de entonces. Durante sus cincuenta años de vida
sus egresados han sido parte de procesos de transforma-
ción de gran impacto para nuestro país, como lo han sido
la transformación del sistema financiero y asegurador; la
transformación del sistema de pensiones; el desarrollo
de la administración de riesgos en el sistema financiero
mexicano y el desarrollo del mercado de derivados, entre
muchos otros en industrias muy diversas.
En los años sesenta del siglo pasado, la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) era el único lu-
gar donde podía estudiarse la carrera de Actuaría. Sin
embargo, la UNAM se encontraba envuelta en uno de
esos periodos turbulentos de su historia, en los que la polí-
tica daña gravemente a la academia. Grandes periodos de
huelgas y tomas de la rectoría hacían muy incierto el futu-
ro inmediato. Ante ese panorama, los entonces alumnos
del Instituto Cumbres, los ahora Actuarios José Ignacio
Gurza de Con (qepd), José Oliveres Vidal, Carlos Leroux
Romero, José Luis Iturbide Guerra, Álvaro Ambrosi Cor-
tés, Ramón Mateo Galguera y Florencio Francisco José
Sánchez Soler se preguntaron si habría la posibilidad de
empezar la carrera en la Anáhuac, por iniciativa de es-
te último, plantearon la situación al entonces Rector, P.
Faustino Pardo, L.C., quien entendió que los estudios ac-
tuariales serían un bien para la universidad, y que tarde o
temprano habría que incluirlos, solamente puso como re-
quisito para abrir la carrera de Actuaría en la Universidad
Anáhuac, el contar con un grupo mínimo de 20 alumnos.
Así, el 6 de octubre de 1969, la licenciatura en Actuaría
se ofreció por primera vez como una de las carreras de la
Escuela de Ingeniería de la Universidad Anáhuac, bajo
la dirección del Ing. Vicente Vázquez, y con el plan de
estudios vigente en ese entonces en la UNAM. En 1971,
la carrera se constituyó con carácter de escuela indepen-
diente, y durante la años subsecuentes, nuestra Escuela
de Actuaría evolucionó desde la elaboración de su propio
plan oficial de estudios, en el año de 1989.
UNAM Acatlán. El 17 de marzo de 1975 inició activida-
des la Escuela Nacional de Estudios Profesionales de
Acatlán (ENEP Acatlán) como una entidad académica
multidisciplinaria de la UNAM contando entre sus tre-
ce licenciaturas la correspondiente a Actuaría. El 5 de
marzo del 2004 el Consejo Universitario de la Univer-
sidad Nacional Autónoma de México le reconocería la
consolidación académica y cultural alcanzada durante
su existencia, otorgándole el rango y denominación de
Facultad de Estudios Superiores, siendo conocida desde
entonces como FES Acatlán. Actualmente ofrece 17 licen-
ciaturas en modalidad presencial y 3 en el Sistema de
Universidad Abierta y a Distancia, siendo la facultad de
la UNAM que tiene la población estudiantil más grande,
con una matrícula superior a 22 mil alumnos de licencia-
tura. Es también entidad participante en 25 posgrados
de la UNAM en diversas especializaciones, maestrías y
doctorados.
Respecto a la carrera de Actuaría en particular, la FES
Acatlán cuenta con una matrícula total de aproximada-
mente 1400 alumnos, siendo la segunda facultad del país
que más alumnos atiende en esta carrera, solo detrás de
la Facultad de Ciencias de la misma UNAM. Su plan
de estudios siempre se ha caracterizado por una sólida y
extensa formación matemática y un especial énfasis en he-
rramientas de probabilidad y estadística, con el propósito
de que sus estudiantes estén capacitados para estudiar
y aplicar modelos sofisticados en áreas como: seguros,
fianzas, pensiones, finanzas, demografía, economía, es-
tudios de mercado, administración pública y ciencia de
datos. Ofrece 13 opciones de titulación, que van desde
una tradicional tesis hasta la aprobación de determinado
34
número de exámenes de la Society of Actuaries (SoA).
Instituto Tecnológico Autónomo de México. Durante el
año de 1981, se empezó a considerar la necesidad de abrir
una licenciatura en Actuaría, tanto por el éxito que ha-
bía logrado la carrera en Matemáticas Aplicadas como
porque se contaba con profesores de Estadística, Matemá-
ticas y Economía que podían sostener el nuevo programa,
cuyo perfil correspondía al perfil institucional del ITAM.
La organización de la carrera estuvo a cargo de Sergio
Vargas quien era el jefe del departamento de Matemáticas
en ese tiempo. En sus inicios, el programa de estudios se
apegó al que tenía la UNAM por entonces. La primera
generación de alumnos inició sus clases en otoño 1982,
contó con 12 estudiantes. En la actualidad, es una de
las carreras con mayor número de alumnos inscritos. El
programa ha tenido tres reformas importantes. En 1989,
Eugenio Andrade actuario jubilado del Seguro Social,
buscó orientar el programa hacia Finanzas y Seguros. Es-
ta reforma se concluyó bajo la coordinación del actuario
Jorge Rendón, quien se hizo cargo del programa de 1990.
En 2004, se hizo una nueva actualización para atender los
requerimientos de la Asociación internacional de Actua-
rios, que entre otras cosas introdujo la materia obligatoria
de “Práctica Actuarial y Marco Institucional”. Más recien-
temente, ya bajo la coordinación de Mercedes Gregorio,
se han agregado al plan de estudios los programas de
escritura y comunicación así como el programa de aná-
lisis de datos en respuesta a las nuevas necesidades del
mercado.
Universidad Anáhuac del Sur. En 1981 comenzó a ofre-
cerse la Licenciatura en Actuaría en el campus sur de la
Ciudad de México. Hoy día es una de las escuelas líderes
en la enseñanza de las ciencias actuariales en nuestro país.
En 1991 nuestra Escuela de Actuaría ofreció los primeros
programas de posgrado dirigidos principalmente a los
egresados de la licenciatura en Actuaría, sin importar
la Universidad de su procedencia: la Especialidad y la
Maestría en Ciencias Actuariales. Cuatro años más tarde
la Maestría en Métodos Matemáticos en Finanzas abrió
sus puertas, y con el tiempo evolucionó para convertirse
en la Maestría en Riesgos de la Red de Universidades
Anáhuac. En 2002, la Escuela de Actuaría de la Universi-
dad Anáhuac se convirtió en un referente de la profesión
a nivel mundial, al fungir como bastión del Congreso
Internacional de Actuarios y fundar, en el mismo 2002,
el Centro de Investigación en Estadística y Matemáticas
Aplicadas (CIEMA) en la Escuela de Actuaría, cuya mi-
sión es generar, aplicar y difundir nuevos conocimientos
| Devars Dubernard
matemáticos. En este 2020, el CIEMA está a cargo del Dr.
Carlos Cuevas Covarrubias, y cuenta con siete investi-
gadores, de los cuales tres han sido distinguidos como
investigadores nacionales por parte del Consejo Nacio-
nal de Ciencia y Tecnología de nuestro país: los Doctores
Enrique Lemus Rodríguez, José Daniel López Barrientos
y José Eliud Silva Urrutia. Los trabajos de los investiga-
dores Anáhuac pertenecen a alguna de las tres líneas de
investigación del CIEMA: Teoría del Riesgo, Estadística
Aplicada y Enseñanza de las Matemáticas.
Universidad de las Américas Puebla. En agosto de 1984
inició actividades la licenciatura en actuaría en la Uni-
versidad de las Américas Puebla, siendo la primera ins-
titución en abrir actuaría en Puebla, la primera fuera de
la gran metrópolis de la Ciudad de México y la cuarta
institución de educación superior en México en abrir un
programa de actuaría. En esos momentos, se considera-
ron materias ya existentes en planes de estudios de otras
licenciaturas tanto de matemáticas, computación, finan-
zas y economía, junto con algunas materias propias de
actuaría. Así es como inició este programa en Puebla,
siendo la primera generación de nueve estudiantes. El
primer actuario académico y primer coordinador de es-
ta licenciatura fue el Act. Antonio González Fragoso, él,
junto con el Act. Leovigildo López García, y más adelan-
te, con el Act. Sergio Vargas Galindo y los académicos
matemáticos, lograron una pronta consolidación de la
licenciatura. La carrera de Actuaría en la UDLAP pronto
creció en todos los sentidos. El grupo de académicos se
fortaleció; las oportunidades de trabajo para los egresa-
dos de este programa fueron creciendo y consolidándose.
Así, las primeras generaciones abrieron brecha, tanto en
Puebla como en sus alrededores. Al día de hoy, los egre-
sados de actuaría de la UDLAP tienen oportunidades de
trabajo, tanto a nivel local como a nivel nacional e inter-
nacional, en diferentes organizaciones, tanto del sector
gubernamental, privado y académico. Por otra parte, mu-
chos de los egresados de actuaría UDLAP han realizado
estudios de posgrado tanto en instituciones nacionales
como internacionales.
Universidad Autónoma de Guadalajara. La carrera de
Actuaría se ofrece por primera vez en la Universidad Au-
tónoma de Guadalajara en agosto de 1987, con el plan de
estudios incorporado a la UNAM. Fue hasta el año 1992
que la carrera comienza a funcionar con planes de estudio
propios, el cual ha sufrido varias modificaciones con el
fin de mantenerlo actualizado con las necesidades del
campo laboral e incorporar los lineamientos educativos
35
establecidos en el Syllabus de la Asociación Internacio-
nal de Actuarios (IAA), lo que nos ha permitido contar
con el reconocimiento del Colegio Nacional de Actuarios
(CONAC). Actualmente el plan de estudios se encuen-
tra en un proceso de actualización para incorporar los
cambios del Syllabus por su actualización y liberación de
febrero del 2018. Nuestros egresados se han destacado en
diversas áreas: centros de investigación, dependencias gu-
bernamentales, compañías de seguros, bancos, casas de
bolsa, despachos de consultoría, universidades, empresas
de servicios y más. Algunos de ellos se han desarrollado
profesionalmente en el extranjero en países como: Esta-
dos Unidos de América, Bolivia, Costa Rica, España y
Japón.
Universidad Tecnológica Americana. Inició el 6 de no-
viembre de 1993.
UAEM Toluca. La Universidad Autónoma del Estado de
México a través de la Facultad de Economía, y conscien-
te del compromiso de adecuar la oferta educativa a la
realidad del contexto económico y social a nivel estatal,
nacional e internacional, planteó la creación de una Li-
cenciatura que permitiera el estudio de los fenómenos
financieros y las implicaciones que éstos tienen en la eco-
nomía, así como de la incertidumbre y riesgo que requiere
de especialistas con una sólida preparación matemática-
financiera. En este contexto, en abril de 1996, se aprobó
el primer currículo de la Licenciatura en Actuaría Finan-
ciera entrando en vigor en septiembre del mismo año.
La formación del actuario financiero amplió su mercado
laboral, debido a: el cambio de la estructura del merca-
do, al pasar de una nacionalista a una globalizada; la
evolución de los sistemas de enseñanza superior y los
cambios económicos y sociales que sufrió México desde
el siglo XX, destacando los sistemas de seguridad social
como un importante instrumento de apoyo y asistencia
para la población en general. Los cambios significativos
se debieron al giro que se le dio a la Licenciatura, de-
bido a que el campo laboral requería que la formación
académica del estudiante no se limitara solamente a las
finanzas, lo que dio origen a la primera reestructuración
del plan de estudios, la cual se aprobó en agosto de 2004,
llevando el plan de rígido a flexible. En mayo del 2005
se obtuvo el nivel 1 que otorgan los Comités Interinstitu-
cionales para la Evaluación (CIEES) a los programas de
buena calidad, reconocido por la SEP. En marzo del 2013
se recibió la primera acreditación por parte del Consejo
Nacional de Acreditación de la Ciencia Económica (CO-
NACE), siendo acreditada en abril 2018. El avance actual
de la Ciencia Actuarial y el comportamiento del mercado
laboral del Actuario, así como la inserción de los egresa-
dos en diversos campos no tradicionales llevó a realizar
una reestructuración del Curriculum de la Licenciatura,
siendo aprobado en marzo de 2021, la cual impacta a los
campus de la UAEM en la cual se imparte actualmente o
en un futuro la licenciatura.
UAEM Atizapán de Zaragoza. Para 1998 la Universidad
Autónoma del Estado de México, expande La Licencia-
tura en Actuaría Financiera a la Unidad Académica Pro-
fesional Valle de México, ahora Centro Universitario. La
formación del actuario financiero amplió su mercado la-
boral, debido a los cambios económicos y sociales que
sufrió México desde el siglo XX, destacando los sistemas
de seguridad social, como un importante instrumento
de apoyo, y asistencia para la población en general. Esto
originó la primera reestructuración del plan de estudios,
que quedó aprobado en agosto de 2004. La reestructura-
ción de la Licenciatura en Actuaría Financiera, implicó
también el cambio en su denominación, en el perfil de
ingreso, egreso, competencias y estructura curricular. Es
aquí cuando cambia de Licenciatura en Actuaría Finan-
ciera a su nombre actual Licenciatura en Actuaría para
los planteles en Toluca y Valle de Atizapán de Zaragoza.
Los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la
Educación Superior (CIEES) llevaron a cabo el informe
de evaluación correspondiente al programa educativo
de la carrera de Actuaria Financiera - Actuaria en mayo
de 2004 (CIEES evaluación). En el padrón de programas
evaluados de CIEES asignaron el nivel 2 a la Licenciatura.
Posteriormente, en el año 2006, se realizó el informe de
evaluación sobre el seguimiento de CIEES (CIEES segui-
miento). En esas fechas se realizó el cambio de modelo
educativo; de un plan rígido se pasó a un plan flexible de
innovación curricular. El modelo flexible estuvo basado
en competencias Profesionales y sustentadas en el Plan
Nacional de Desarrollo, que enmarcaba la necesidad de
cambios estructurales en la educación superior en México.
Para el año 2015 la licenciatura se acreditó ante el Consejo
Nacional de Acreditación de la Ciencia Económica A. C.
(CONACE). Posteriormente se mantuvo la acreditación
en el año 2019. En este mismo año el Centro Universitario
UAEM Valle de México contó con una
UMA. En 1998, se otorgó a la Universidad Marista el Re-
conocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de
la Licenciatura de Actuaría, ofreciéndose por primera
vez como parte de la oferta educativa del CUMDES. El
diseño del plan de estudios de 1998 estuvo a cargo del
36
Ing. Arturo Rolland Constantinne, quien con un equipo
de docentes de las licenciaturas de Economía, Ingeniería,
Contaduría y Administración, tomó como base el plan
de estudios de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM). Desde sus inicios la Licenciatura de Ac-
tuaria estuvo incorporada a la Escuela de Actuaría, para
agosto de 1999 se nombra Coordinadora de la Licencia-
tura a la Act. Ana Elsa Atala González llevando a buen
término la primera generación de 23 alumnos, de los cua-
les 19 están titulados; En el 2005 se desarrolló el segundo
plan de estudios actualizado. Para el año 2011 toma a su
cargo la Dirección de la Escuela de Actuaria la Act. Ma.
Teresa Ramírez Robledo, y junto con la planta docente
(Act. Fernando A. Pérez Tejada López, Act. Leandro Sán-
chez Betancourt, Act Monserrat Esquivel, Mat. Edmundo
Avendaño, Act. Tomás Garduño) actualizan el plan de
estudios en 2016 incluyendo plenamente el Syllabus in-
ternacional de la International Actuarial Association en
su versión del año 2013.
UADY. En el año 2003, la Universidad Autónoma de Yu-
catán realiza un estudio entre potenciales usuarios de las
competencias profesionales de los Actuarios; abarcando
los sectores: asegurador, maquilador, financiero, gobierno
y de empresa privada. Se detectó la necesidad de contar
con un profesional que tenga el perfil del Actuario. Rea-
lizadas las gestiones y los estudios adicionales, se llegó
a la decisión, por parte de las autoridades, de proponer
al H. Consejo Universitario de la UADY la creación de
la licenciatura en Actuaría en la Facultad de Matemá-
ticas; ingresando la primera generación para iniciar el
programa el 8 de septiembre del mismo año 2003. Siendo
la primera Universidad en el Sureste que contaba con
esta licenciatura. Debido a esto nuestra población de estu-
diantes siempre ha incluido estudiantes de otros Estados
del Sureste como son Quintana Roo, Tabasco, Chiapas,
Campeche entre otras. Hasta el momento han ingresa-
do 15 generaciones de estudiantes, y la matrícula se ha
incrementado un 100 %. Cabe mencionar que nuestros
egresados tienen una gran demanda tanto local como na-
cional, y que una proporción importante de egresados se
encuentran laborando en el extranjero. La Licenciatura de
Actuaría de la UADY, cuenta con reconocimiento Nivel 1
de los CIIES otorgado en el año 2016, y en el año 2014 ob-
tuvo el reconocimiento del CONAC por el cumplimiento
de Syllabus de la AIA.
ULDA. La Universidad Loyola de América comenzó en el
año 2004 a impartir la Licenciatura en el Campus de la
ciudad de Cuernavaca en el Estado de Morelos. En el año
| Devars Dubernard
2007 dejó de ofrecer la carrera.
UANL. Abriendo sus puertas el 6 de agosto del 2007, la
Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de su
Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, se dio a la ta-
rea de diseñar el plan de estudios de la Licenciatura en
Actuaría para dar respuesta pertinente a la demanda de
expertos en el área de riesgos, ante la tendencia global
de incluir este aspecto en los procesos de las organiza-
ciones de diferentes giros, en una región con una gran
cantidad de industrias, organizaciones financieras y de
seguros, con necesidades propias de contar con Actuarios
como capital humano y ante la ausencia de programas
de estudio que dieran solución a estas necesidades. En
la elaboración de este programa educativo, se contó con
la supervisión y colaboración del Colegio Nacional de
Actuarios, incorporando en nuestro plan de estudios to-
dos los contenidos establecidos en la primera edición del
Syllabus. Es así como en agosto de 2007 abre su matrícula
la Licenciatura en Actuaría en la UANL, convirtiéndose
en la primer Universidad a nivel nacional en contar con
el 100 % de cumplimiento del Syllabus. Desde su creación
y hasta ahora, la Licenciatura en Actuaría de la UANL ha
visto incrementar su matrícula de manera considerable,
cumpliendo con los estándares de los organismos acredi-
tadores, así como con los lineamientos establecidos por
la AIA, participando activamente en la Comisión Técnica
Consultiva de Actuaría y distinguiéndose por la calidad
de sus egresados, logrando que la gran mayoría de ellos
sean absorbidos por el campo laboral de una manera
contundente.
ULSA México. En agosto del 2008, la Universidad La Sa-
lle México, atenta siempre a la demanda laboral de pro-
fesionistas en nuestro país, decidió agregar a su oferta
educativa la Lic. en Actuaría. En un inicio el programa se
impartió dentro de Facultad de Ingeniería, y al siguiente
semestre se mudó a la Facultad de Negocios, donde ha
operado de manera continua durante más de 10 años. En
este tiempo se han recibido 23 generaciones conformadas
por cerca de 300 egresados. Desde un inicio la Universi-
dad La Salle diseño el programa de estudios consideran-
do los campos principales del actuario: los seguros y las
finanzas, esto sin dejar de lado la formación integral del
alumno. La Universidad La Salle forma profesionistas
con valor y ética profesional propiciando en cada miem-
bro de la comunidad universitaria el desarrollo de sus
potencialidades para que participe en la transformación
de su entorno para contribuir a la construcción del bien
común. Además, durante estos años se han llevado a ca-
37
bo dos rediseños curriculares del programa mismos que
han permitido responder a la creciente demanda de espe-
cialistas en el manejo de riesgos. Estas adecuaciones han
permitido que el programa de Actuaría de la Universidad
La Salle México cuente con reconocimiento oficial como
programa de buena calidad, tal como lo certifica la acredi-
tación ante los CIEES con la que cuenta el programa. En
su conjunto, estos atributos han permitido a los egresados
lasallistas incorporarse exitosamente al mercado laboral,
tanto en los campos tradicionales del actuario como en
los de reciente surgimiento tales como ciencia de datos,
investigación de mercado o la investigación financiera.
ITT. El Instituto Tecnológico de Tlaxcala inició con la Li-
cenciatura de Actuaría en el año 2009, sin embargo por
diversas razones, dejó de ofrecer la carrera en el año 2016.
BUAP. La Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla fue creada
el 8 de Febrero de 1950 en este proyecto participaron el
Ingeniero Terrazas y el Ingeniero Joaquín Ancona lo que
la convertiría en la segunda escuela de ciencias creada
en México, sólo después de la UNAM. Durante los poco
más de 70 años que tiene de historia se han albergado
las licenciaturas en Física, Física aplicada, Matemáticas,
Matemáticas aplicadas, Electrónica y Computación, es-
tas últimas dos hasta el año de 1995. Así mismo cuen-
ta con 3 programas de maestría y 2 de doctorado con
reconocimiento del Conacyt, por la alta calidad docen-
te y el prestigio a nivel de investigación que le dan 92
profesores que son miembros del Sistema Nacional de
Investigadores. La licenciatura en Actuaría nace como
un proyecto conjunto de la Facultad de Ciencias Físico
Matemáticas y la Facultad de Economía, lo cual la con-
vierte en una de las primeras licenciaturas ofertada bajo
esta modalidad en la BUAP. El primer plan de estudios
es de 2010, fue redactado por matemáticos, economistas
y actuarios, da solución a la necesidad regional de formar
profesionales en las áreas de riesgos, vida, salud, daños,
accidentes, entre otros en una universidad pública, dicho
trabajo culmina con la aprobación por el Honorable Con-
sejo Universitario en sesión extraordinaria el 9 de Junio
de 2010 de la Licenciatura en Actuaría. En una década
de operación de la carrera, se ha actualizado el plan de
estudios en 2016, se ha incrementado la planta docente,
se cuenta con 84 titulados en 4 modalidades distintas,
se han realizado diversos eventos académicos, se tiene
certificación de CIEES. La matrícula cuenta con un 40 por
ciento de mujeres y cada generación se incrementa más
este número.
UAEM Cuautitlán Izcalli. El 27 de mayo de 2010, la Uni-
versidad Autónoma del Estado de México, por el gran
crecimiento que presentaba la Licenciatura de Actuaría,
decidió iniciar con un tercer plantel, teniendo como ob-
jetivo facilitar a los estudiantes del Estado de México el
acceso y cercanía con la Actuaría. La apertura de la Uni-
dad Académica Profesional de la UAEM en Cuautitlán
Izcalli se justifica por ser una demarcación municipal que
concentra un número considerable de habitantes y de
servicios de la región norte, así como por la demanda po-
tencial de 75, 000 personas aproximadamente en edad de
19 a 23 años que registra la zona. El 71.7 % de la matrícula
de este nivel se encuentra ubicada en Cuautitlán Izcalli
con una tasa del 39.3 % en la región. Inicialmente fue sufi-
ciente la apertura de un grupo matutino y con ello se daba
cobertura a la demanda de aspirantes con una matrícula
de 50 alumnos de 2010 a 2015; sin embargo, a partir del
año 2016 se incrementó la demanda en un 100 %; por lo
que no se pudo atender a más aspirantes que presentaron
el examen de admisión, eligiéndose únicamente a los más
sobresalientes en el examen de admisión; a partir del ciclo
2018, por la demanda que se había tenido en esos últimos
años en la licenciatura, se apertura un grupo vespertino
ampliando su matrícula de ingreso en un 100 por ciento.
En el año 2019, se acreditó la licenciatura por parte de
los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la
Educación Superior, A.C. (CIEES) otorgando el Nivel 1 al
programa educativo (2019-2022).
UAQ. El 23 de marzo de 2011, la Universidad Autónoma
de Querétaro, sensible a las necesidades de la comunidad
a la que pertenece; se involucra con responsabilidad para
atender las áreas del conocimiento urgente e importante
que sustenten y encadenen el desarrollo cultural, social,
político y económico de la entidad, la región, del país y
de la humanidad. La propuesta de creación de la Licen-
ciatura en Actuaría tuvo y tiene como propósito el formar
recursos humanos capacitados y comprometidos con su
entorno para apoyar a las organizaciones de los sectores
público, privado y social, con capacidades para evaluar
los riesgos de manera cuantitativa, apoyando y tomando
decisiones para el logro de los objetivos de las organiza-
ciones, enfocándose primordialmente en estudios finan-
cieros, de seguros, estadísticos, de riesgos, demográficos,
pensiones. El equipo de investigadores y profesores que
participaron en la creación de la Licenciatura en Actuaría
de la Universidad Autónoma de Querétaro, fueron lidera-
dos y coordinados por el M.C. Oscar Antonio Villanueva
Otamendi y la Dra. Denise Gómez Hernández. El diseño
de la misma tuvo y tiene como fundamento curricular el
38
constructivismo, el cual es un flexible e innovador progra-
ma modular, por créditos, con modalidades alternativas
(presencial, semipresencial, distancia), y con métodos
globales e internacionales de aprendizaje (Grupos Cola-
borativos, De Caso, Proyectos, Problemas, Propuestas),
que rompe el paradigma tradicional y que se complemen-
ta con: vinculación e integración con cuerpos académicos
disciplinarios, movilidad e intercambios nacional e in-
ternacional de alumnos y docentes, prácticas y Servicio
Social Obligatorio con valores expresados en créditos, di-
námico en sinergia y alianzas con el medio empresarial,
titulaciones terminales efectivas (prácticas, intercambios
internacionales, estancias), tutorías que facilitarán la reali-
zación de proyectos de impacto académico y económico-
social; un programa de desarrollo integral del alumno,
basado en valores éticos, deporte, cultura, equidad de
género y educación ecológica. El método educativo está
centrado en el aprendizaje orientado a competencias, en
el que los alumnos se apropian del saber, aplicarán con
habilidad todos sus recursos y serán capaces de modificar
conductas, estructuras y de crear conocimiento de apli-
cación global. Los contenidos mínimos de las materias
que componen el mapa curricular de esta licenciatura se
basaron en una propuesta desarrollada por el Colegio
Nacional de Actuarios sobre los contenidos que debían
llevar las asignaturas de la licenciatura en Actuaría.
UJAT. La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, a
través de la División Académica de Ciencias Básicas y
un grupo de académicos consideraron la opción de crear
una licenciatura que lograra cubrir las diversas necesida-
des económicas y de riesgos principalmente derivados
de la actividad petrolera que predomina en el estado de
Tabasco, en aquel entonces, estaban en el dilema de crear
la Licenciatura en Estadística o la Licenciatura en Actua-
ría, y afortunadamente, decidieron que fuera esta última,
debido a que uno de aquellos académicos había egresado
como Actuario de la Facultad de Ciencias de la UNAM,
el Act. José Manuel Robledo Garduño quién en ese mo-
mento estaba integrado en la plantilla de profesores que
impartían clases en la Licenciatura en Matemáticas. Es
en el mes de agosto de 2011, que se autoriza la creación
de la Licenciatura en Actuaría, en sus inicios el programa
de estudios se apegó al que tenía la UNAM. La organiza-
ción de la carrera ha estado a cargo desde entonces por la
M.C. Claudia Gisela Vázquez Cruz y el Act. José Manuel
Robledo Garduño quienes con el apoyo de los profesores
de Matemáticas y Estadística han logrado sostener dicho
programa. La primera generación de alumnos contó con
10 estudiantes. En la actualidad, la matrícula supera los
| Devars Dubernard
100 estudiantes y se han integrado tres profesores actua-
rios más. En el año 2017 fue evaluada por los Comités
Interinstitucionales para la Educación Superior (CIEES),
y en el 2018 se emprende un proceso de reestructuración
del plan de estudios, logrando con ello que el Plan de
Estudios 2019 se apegue a lo establecido en el Syllabus de
la IAA y el cual entrará en vigor el próximo ciclo escolar
2021.
UAEM Huehuetoca. La Unidad Académica Profesional
Huehuetoca (UAPH) es un espacio académico que de-
pende de la Universidad Autónoma del Estado de México
(UAEMéx), en esta unidad se imparte el programa educa-
tivo de la Licenciatura en Actuaría. La UAPH se ubica en
el municipio de Huehuetoca, el cual se encuentra al norte
del Estado de México, dicho municipio limita al norte
con Tepeji del Río, Hidalgo y con el municipio de Tequix-
quiac, mientras que al sur se ubican los municipios de
Coyotepec y Tepotzotlán y al este Zumpango. Cabe decir
que, la Universidad Autónoma del Estado de México a
través de la Unidad Académica Profesional Huehueto-
ca es la única Universidad pública en el municipio de
Huehuetoca, además de que es la única universidad en
una amplia región circundante que imparte el programa
de estudios de la licenciatura en Actuaría. El programa
educativo de la Licenciatura en Actuaría comenzó a im-
partirse el 5 de febrero de 2013 en la UAP Huehuetoca y
recibe anualmente poco más de 30 alumnos de nuevo in-
greso y tiene en promedio una matrícula de 130 alumnos.
La licenciatura tiene presencia de alumnos provenientes
de municipios como: Zumpango, Coyotepec, Teoloyucan,
Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán de Romero Rubio, entre
otros; asimismo por su cercanía con el Estado de Hidalgo
también se tiene alumnado de este Estado. Al día de hoy
(año 2020), la Licenciatura en Actuaría de la UAPH tiene
30 egresados de los cuales 8 se han titulado.
UMar Huatulco. En septiembre de 2011 tuvo lugar una
reunión del Consejo de Actuarios de América del Norte
(NAAC, por su siglas en inglés) en la Ciudad de Oaxa-
ca de Juárez. Durante la clausura, el entonces Goberna-
dor Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxa-
ca, Gabino Cué Monteagudo, mencionó que establecería
vínculos con el Colegio Nacional de Actuarios (CONAC,
A.C.) con el objeto de crear la Licenciatura en Actuaría
dentro del Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca
(SUNEO), lo cual finalmente ocurrió en octubre de 2014
en la Universidad del Mar, Campus Huatulco. Su propó-
sito era echar mano de los conocimientos, habilidades y
prácticas propias de esta profesión en beneficio de la ad-
39
ministración pública estatal. El Plan de Estudios original
avalado por el H. Consejo Académico continúa vigente
sin cambios. Actualmente contamos con alumnos de tres
generaciones distintas y no ha habido egresados. La posi-
ción geográfica en la que nos encontramos, por un lado
privilegiada por su belleza, representa un hándicap tanto
para captar estudiantes como para atraer profesionales
comprometidos con el fin de conformar una plantilla
permanente y sólida de profesores investigadores. No
obstante, seguimos y seguiremos adelante. Vale la pena
el esfuerzo y los actuarios lo sabemos.
IUT. Por primera ocasión se imparte la Licenciatura en
Actuaría en una escuela incorporada a la Universidad
Autónoma del Estado de México, el Instituto Universita-
rio y Tecnológico del Estado de México. Inicia en el 2015
teniendo como objetivo principal formar profesionales
competentes, con conciencia social, creatividad y valores,
capaces de desarrollar modelos matemáticos y estadís-
ticos que permitan analizar y evaluar riesgos sociales y
económicos, cuantificar contingencias, y proponer alter-
nativas de cobertura y previsión, especialmente en las
áreas de seguros, finanzas y economía.
Universidad Anáhuac México. En el año de 2016, las Uni-
versidad Anáhuac Norte y Sur se fusionaron para con-
vertirse en la Universidad Anáhuac México. Con ello, la
Facultad de Ciencias Actuariales (FCA) comenzó a im-
partir sus programas, y a desarrollar sus actividades de
investigación, consultoría y programas de vinculación
desde dos lugares estratégicamente dispuestos en la geo-
grafía del área metropolitana en México. La FCA cuenta
con una planta de trece profesores de tiempo completo y
más de cincuenta profesores por honorarios, todos ellos
con los más altos grados y credenciales profesionales a
nivel internacional. Además, desde el año 2017, la Fa-
cultad cuenta con un centro de consultoría, el Instituto
de Analítica Avanzada (IDAA) cuya misión es apoyar a
las empresas e instituciones a mejorar su competitividad,
eficiencia y capacidades mediante la capacitación, aseso-
ramiento e implantación de soluciones analíticas que van
desde la minería de datos y la analítica descriptiva e infe-
rencial, hasta la predictiva y cognitiva. El futuro presenta
grandes retos. Los cambios en ámbitos tan diversos como
la migración, los avances en las ciencias de la salud, el
cambio climático, la constante transformación del sistema
financiero y la transformación digital, anticipan el surgi-
miento de nuevos riesgos y también la transformación
de los modelos de riesgo actuales. Nos preparamos para
el futuro manteniéndonos a la vanguardia en la inves-
tigación, en la utilización de metodologías innovadoras
de educación, así como integrándonos cada vez más a la
problemática global mediante la constante búsqueda de
la internacionalización e interdisciplinariedad de nuestra
Facultad. Todo esto es lo que hoy forma parte de nuestra
Facultad: Lo que hemos hecho, lo que somos, y lo que
nos transforma, que nos lleva hacia el futuro.
IMAM. Los orígenes del IMAM están cimentados en una
empresa de capacitación y consultoría actuarial llamada
Actuary Hunters, esta empresa es una asociación exitosa
de amigos en su mayoría actuarios y físicos de la UNAM,
quienes disfrutan de compartir sus conocimientos a tra-
vés de sus clases. Los años de experiencia impartiendo
cátedra en la carrera de actuaría llevaron a pensar que
sería ideal constituir una escuela la cual impartiera es-
ta carrera y estuviera al alcance de más personas. Fue
así que el 8 de febrero de 2013 el Act. Alejandro Carrillo
Nolazco constituyó ante notario público el Instituto Ma-
temático y Actuarial Mexicano SC, instituto que tenía sus
instalaciones en la col. Roma Sur. Tras algunos años de
intenso aprendizaje en la parte administrativa y elabora-
ción del Plan de Estudios se obtuvo el RVOE, iniciando
en agosto del 2017 con el ciclo escolar 2017-I y mucha
alegría nuestro primer semestre; En pleno crecimiento
el 19 de septiembre de 2017 un terremoto nos dejó sin
instalaciones para continuar con nuestra cátedra, por lo
que en octubre del mismo año cambiamos nuestra ubica-
ción a Av. Insurgentes Sur 546 para continuar con éxito
nuestro semestre. Al día de hoy, en medio de la pandemia
ocasionada por el COVID-19 tenemos cinco generaciones,
formadas por 57 alumnos inscritos, de los cuales 21 son
mujeres y 36 hombres. En el ciclo escolar 2020-II tenemos
el gusto de presentar a nuestra primera generación de 9
estudiantes egresados, los cual han comenzado a realizar
su servicio social en diversas instituciones e integrarse al
campo laboral.
CIW. Centro Universitario Incarnate Word. Inicia el 14 de
agosto del 2017.
UIA. El 26 de junio de 2018 marcó el inicio de activida-
des de la Licenciatura en Actuaría en la Universidad
Iberoamericana o simplemente la IBERO, un programa
que desde su planeación integró la esencia de las guías
educativas del Syllabus actuarial emitido por la Interna-
tional Actuarial Association (IAA), cuya última versión
data del mes de octubre de 2017. Al periodo de Otoño
2019, Actuaría cuenta con una matrícula total de 31 estu-
diantes. El programa de Actuaría en la Ibero tiene como
40
objetivo general formar profesionistas capaces de dise-
ñar, desarrollar e implementar soluciones innovadoras a
problemáticas complejas en un contexto de incertidum-
bre, mediante la generación de modelos de estimación
del riesgo y la formulación de algoritmos de análisis pre-
dictivo, orientados a la protección del patrimonio de las
personas y organizaciones; con un profundo sentido ético,
humano y de sustentabilidad en su práctica profesional.
Por lo tanto, el Actuario Ibero será un matemático apli-
cado al diseño de soluciones a problemas sociales, con
el más alto profesionalismo y compromiso de mejorar
continuamente la reputación y el reconocimiento gremial,
actuando siempre por el interés público. Siendo el campo
de aplicación de la ciencia actuarial, el riesgo en el pa-
trimonio de las personas y las instituciones, así como la
previsión para su protección económica mediante estrate-
gias de cobertura ante el impacto adverso que produce
una contingencia; resulta evidente la vinculación social
de la profesión a partir de la matemática aplicada a la
solución de problemas reales.
Universidad Anáhuac Puebla. El 6 de agosto del 2018, la
Universidad Anáhuac Campus Puebla comenzó a ofrecer
la Licenciatura en Actuaría, y un año más tarde, en el 2019,
la Universidad Anáhuac conmemoró el cincuentenario
de la profesión en la institución en el conjunto de todos
sus planteles.
ULSA Bajío. Universidad La Salle Bajío. Inicia en agosto
del 2018.
UCC. A partir del 6 de enero de 2019 la Universidad Cris-
tóbal Colón inició la conmemoración del 50 aniversario
de su fundación, coincidiendo además con importantes
logros. Con el compromiso de seguir siendo una de las
mejores Universidades en el Estado de Veracruz, amplió
su oferta académica con su décimo novena licenciatura:
La Licenciatura en Actuaría (RVOE ante la Secretaría de
Educación Pública número 20180140). El 2 de agosto de
2019 se llevó a cabo la ceremonia de inauguración de
la Licenciatura en Actuaría con invitados especiales: El
Colegio Nacional de Actuarios, y la Asociación Mexica-
na de Actuarios, iniciando clases el 5 de agosto. Para el
primer semestre de la primera generación, 26 alumnos
se inscribieron, de los cuales por diferentes motivos, sólo
23 iniciaron clases. Durante el semestre, los alumnos de
la Licenciatura en Actuaría, han acudido a conferencias
de Actuarios, eventos de carácter pastoral y de apoyo al
desarrollo social de la comunidad veracruzana.
| Devars Dubernard
UAZ. El proyecto de ampliación de la oferta educativa del
Nivel Licenciatura en la Unidad Académica de Matemá-
ticas de la Universidad Autónoma de Zacatecas, inicia en
2016. El diseño del Programa de Licenciatura se realiza
a iniciativa de la Dra. Leticia Adriana Ramírez Hernán-
dez, quien se desempeñó como Directora de la Unidad
de agosto de 2016 a febrero de 2021. La Licenciatura en
Actuaría, desde sus inicios, se visualizó como un proyec-
to conjunto entre las Unidades Académicas de Economía,
Contaduría y Administración, y la Unidad de Matemáti-
cas, que es la sede del Programa. El grupo conformado
por las doctoras Imelda Ortiz Medina, María Teresa Vi-
llegas Santillán y Leticia Adriana Ramírez Hernández
(Directoras de las Unidades Académicas participantes,
respectivamente); así como de un grupo reducido de pro-
fesores de las tres Unidades, llevaron a término el proyec-
to en diciembre de 2018. En enero de 2019, luego de dos
años de trabajo conjunto, se presenta éste a los Consejos
Académicos de las tres Unidades, y en mayo de 2019 al
pleno del H. Consejo Universitario, donde recibe el aval
unánime para su apertura. Ese mismo año en agosto, reci-
be su primera generación conformada por 16 estudiantes,
de los cuales 11 fueron mujeres y 5 hombres. El siguiente
año, en agosto 2020, recibe a 30 jóvenes en su segunda ge-
neración. Es el único programa de este tipo, que se ofrece
en la Región Centro del País, en una Universidad Pública.
Este programa está dirigido a jóvenes que tienen interés
en el uso de los métodos y modelos matemáticos, para la
comprensión, análisis y modelización de fenómenos del
ámbito socio-económico y financiero. La Licenciatura en
Actuaría en nuestra Universidad se cursa en 10 semestres,
en los que los estudiantes se forman de manera integral
en cuatro ejes: Matemáticas, Economía y Finanzas, Con-
tabilidad y Administración y el disciplinar Actuarial. El
programa está compuesto por 41 asignaturas obligatorias,
5 materias optativas, dos talleres de formación integral,
Servicio Social y Prácticas Profesionales (estos últimos
curriculares).
UVP. Universidad del Valle de Puebla. Inicia en 2019.
ULSA Morelia. La licenciatura en Actuaría de la Univer-
sidad La Salle Morelia inició clases el pasado 3 de agosto
de 2020, con una matrícula de 14 alumnos en la primera
generación. El motivo de iniciar las operaciones de esta
licenciatura en la ciudad de Morelia, es que los aspirantes
no tengan la necesidad de trasladarse fuera del Estado de
Michoacán para realizar los estudios correspondientes.
El plan de estudios está basado en el que se imparte en la
Universidad La Salle Ciudad de México, contando con el
41
respaldo de la Red de Universidades La Salle.
La Certificación
En 1998 se creó la nueva estructura de la Asociación
Internacional de Actuarios (AIA), que agrupa a las aso-
ciaciones de actuarios de distintos países. Uno de los
acuerdos de la AIA se refiere al cumplimiento de un pro-
grama educativo común o Syllabus para la formación de
actuarios en todos los países cuyas organizaciones sean
miembros. Se fijó como fecha límite para que se cumpliera
el syllabus al 100
La Comisión Técnica Consultiva de Actuaría, formada
por representantes de las distintas universidades que
imparten la carrera de actuaría, el CONAC, la AMA, la
AMAC, la SEP, El Colegio de México, el Instituto Nacional
de Estadística, Geografía (INEGI) y el Banco de México,
entre otros, ha venido realizando trabajos que incluyen
la adecuación de los planes y programas de estudio a los
estándares mencionados anteriormente.
Conscientes de que contar con una certificación profe-
sional protege y fomenta el campo de trabajo del actuario,
en un futuro cercano, el CONAC estará también otor-
gando una certificación en Administración de Riesgos
Empresariales y probablemente, en función de la evolu-
ción de las nuevas secciones profesionales, creadas en el
año 2009, en el largo plazo se otorgarán otras certificacio-
nes.
Cabe mencionar que el CONAC, contando siempre
con la participación de los representantes de las universi-
dades que imparten la carrera, ha realizado varios esfuer-
zos buscando apoyar a esas instituciones en alinear sus
programas al syllabus de la AIA. Entre estos esfuerzos,
estuvo la integración del Grupo de Seguimiento del Sylla-
bus, cuya función fue proporcionar una interpretación del
contenido y establecer lineamientos y parámetros para la
evaluación de su cumplimiento.
Adicionalmente, en el año 2002, las reformas a la Ley
General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Se-
guros, demandó la creación de una certificación actuarial,
a ser otorgada por el Colegio de la Profesión, necesaria
para que un actuario realice trabajo especializado en el
campo de seguros. Como consecuencia de lo anterior, el
CONAC, junto con la Asociación Mexicana de Actuarios
(AMA) y la Asociación Mexicana de Actuarios Consulto-
res (AMAC), estableció un proceso de certificación para
los profesionales de la Actuaría que se desarrollan en
áreas de seguros, fianzas y pasivos laborales.
Para acceder a esta certificación es necesario ser miem-
bro del CONAC y para ello, conforme a sus estatutos,
es indispensable ser egresado de una Universidad re-
conocida por el CONAC o, en su defecto, acreditar los
conocimientos correspondientes.
El Consejo Directivo del CONAC considera que para
el fortalecimiento del gremio actuarial se requiere formar
a los futuros actuarios bajo los mejores estándares educa-
tivos, por lo que se considera indispensable que el plan
de estudios para la implantación de una carrera de Actua-
ría, cumpla con los requerimientos educativos mínimos
establecidos por la Asociación Internacional de Actuarios,
analizados y complementados con la experiencia del gre-
mio actuarial mexicano. De esta manera se garantizará
que los egresados puedan, después de cumplir con el
tiempo de práctica requerido, presentar los exámenes de
certificación del CONAC.
Las certificaciones de conocimientos se efectuarán en
las siguientes categorías:
1. Elaboración y firma de notas técnicas;
2. Elaboración y firma de métodos actuariales para la
constitución y valuación de las reservas técnicas, y
elaboración y firma de valuación de reservas técnicas
3. Elaboración y firma del Dictamen sobre la situación
y suficiencia de Reservas Técnicas
4. Elaboración y firma de la Prueba de Solvencia Diná-
mica.
5. Certificación de Obligaciones de Pasivos Laborales
Contingentes
El Actuario deberá sustentar el examen correspondiente
de conformidad con los siguientes campos básicos de
acreditación: Operación de vida, con excepción de los
Seguros de Pensiones; Seguros de Pensiones; Operación
de accidentes y enfermedades , Operación de daños; y
Fianzas
Cuando el Actuario cuenta con las certificaciones I y II
del mismo campo, a su certificación se le denomina como
Certificación Integral.
Debido a los cambios ocurridos en la legislación en el
año 2014, se hizo necesario actualizar todas las certifica-
ciones mediante un Examen de “Certificación Especial”
para demostrar el conocimiento adquirido para aplicar
la nueva Ley en Seguros de Vida y Seguros de No Vi-
da y buscando que todos los Actuarios transformen sus
certificaciones parciales en Integrales.
El siguiente cuadro muestra el número total de certifi-
caciones otorgadas, así como el número de certificaciones
que continúan vigentes al 10 de marzo del 2020. Debe
42
resaltarse que un Actuario puede obtener más de una
certificación.
Seguros de Vida: 218 actuarios certificados
Seguros de Pensiones: 37 actuarios certificados
Seguros de accidentes y Enfermedades: 302 actuarios
certificados
Seguros de Daños: 270actuarios certificados
Contratos de Fianzas: 55 actuarios certificados
Elaboración de la Prueba de Solvencia Dinámica: 161
actuarios certificados
Valuación de Pasivos Laborales Contingentes: 35
actuarios certificados
Total: 1,078 aactuarios certificados.
Estándares de Práctica Actuarial
El Colegio Nacional de Actuarios y la Asociación Mexi-
cana de Actuarios y la Asociación Mexicana de Actuarios
Consultores formalizaron los estándares de práctica pro-
fesional en México. El cumplimiento de dichas normas
es de observancia obligatoria para todos los Actuarios
que ejerzan la actividad actuarial en México, sean o no
miembros del CONAC.
Hasta la fecha 21 Estándares de Práctica Actuarial
(EPA) han sido redactados, aprobados y adoptados por el
CONAC y las Asociaciones afiliadas, y corresponden res-
pecto a los Servicios Actuariales en General (1), aplicables
a la actividad en Seguros y Fianzas (10) y los correspon-
dientes a las Valuación de Pasivos Laborales Contingen-
tes y Planes de Retiro (10).
Actividades y Servicios en General:
EPA 0 - Servicios Actuariales en General
Actividades relacionadas con Seguros y Fianzas
EPA 1 - Cálculo Actuarial de la Prima de Tarifa para
los Seguros de Corto Plazo (Vida y No Vida)
EPA 2 - Cálculo Actuarial de la Reserva de Riesgos
en Curso para los Seguros de Corto Plazo (Vida y
No Vida)
EPA 3 - Cálculo Actuarial de la Prima de Tarifa para
los Seguros de Lago Plazo
EPA 4 - Cálculo Actuarial de la Reserva de Riesgos
en Curso para los Seguros de Largo Plazo
EPA 5 - Cálculo Actuarial de la Prima de Tarifa para
los Contratos de Fianzas
EPA 6 - Cálculo Actuarial de las Reservas Técnicas
de Fianzas
EPA 7 - Auditoría Actuarial de las Reservas Técni-
cas de las Instituciones y Sociedades Mutualistas de
Seguros y las Instituciones de Fianzas
| Devars Dubernard
EPA 8 - Valuación Actuarial de la Reserva de Riesgos
en Curso
EPA 9 - Valuación Actuarial de la Reserva para Obli-
gaciones Pendientes de Cumplir
EPA 10 - Para la realización de la Prueba de Solvencia
Dinámica
Actividades relacionadas con la Valuación de Pasivos
Laborales Contingentes y Planes de Retiro
EPA AMAC 1 - Recomendaciones para Comunica-
ciones Actuariales Relacionadas con el Boletín D-3
EPA AMAC 2 - Medición de Obligaciones de Siste-
mas de Remuneraciones al Retiro y Determinación
del Costo de los Sistemas de Remuneraciones al Re-
tiro
EPA AMAC 3 - Medición de Obligaciones de Benefi-
cios de Grupo para Jubilados
EPA AMAC 4 - Calidad de Información
EPA AMAC 5 - Comunicaciones Actuariales
EPA AMAC 6 - Selección de Hipótesis Demográficas
y Otras Hipótesis No Económicas para la Medición
de Obligaciones de Sistemas de Beneficios al Retiro
de Beneficio Definido Formales e Informales
EPA AMAC 7 - Selección de Hipótesis Económicas
para la Medición de Obligaciones de Sistemas de
Beneficios al Retiro de Beneficio Definido Formales
e Informales
EPA AMAC 8 - Selección y Uso de Métodos de Va-
luación de Activos para Valuaciones de Sistemas de
Remuneraciones al Retiro
EPA AMAC 9 - Respuestas o Asistencia a Auditores
o Examinadores en Relación con los Estados Finan-
cieros
EPA AMAC 10 - Clasificación de Riesgos
Estándares Internacionales de Práctica Actuarial o In-
ternational Standards of Actuarial Practice (ISAPs) gene-
rados por la Asociación Internacional de Actuarios a los
que se ha adherido el Colegio Nacional de Actuarios:
ISAP 1 - General Actuarial Practice
ISAP 1A (Derogado) - Governance of Models
ISAP 2 - Financial Analysis of Social Security Pro-
grams
ISAP 3 - IAS 19 Employee Benefits
ISAP 4 - IFRS 17 Insurance Contracts
ISAP 5 - Insurer Enterprise Risk Models
ISAP 6 - Enterprise Risk Management Programs and
IAIS Insurance Core Principles
ISAP 7 - “Current estimates” and other matters in
relation to the IAIS capital standards
43
 ISAP - Glosario
En esta relación se incluyen los Estándares de Práctica
Actuarial o Actuarial Standards of Practice (ASOPs) que
rigen a la Society of Actuaries (SOA), Casualty Actuarial
Society (CAS) y American Academy of Actuaries (AAA)
de los Estados Unidos de América, ya que un gran nú-
mero de actuarios trabajan con y para instituciones cuyas
oficinas centrales se encuentran en ese país:
ASOP 1 - Introductory Actuarial Standard of Practice
ASOP 2 - Nonguaranteed Charges or Benefits for
Life Insurance Policies and Annuity Contracts
ASOP 3 - Continuing Care Retirement Communities
ASOP 4 - Measuring Pension Obligations and Deter-
mining Pension Plan Costs or Contributions
ASOP 5 - Incurred Health and Disability Claims
ASOP 6 - Measuring Retiree Group Benefits Obliga-
tions and Determining Retiree Group Benefits Pro-
gram Periodic Costs or Actuarially Determined Con-
tributions
ASOP 7 - Analysis of Life, Health, or Pro-
perty/Casualty Insurer Cash Flows
ASOP 8 - Regulatory Filings for Health Benefits, Ac-
cident and Health Insurance, and Entities Providing
Health Benefits
ASOP 9 (Derogado) - Documentation and Disclosu-
re in Property and Casualty Insurance Ratemaking,
Loss Reserving, and Valuations
ASOP 10 - Methods and Assumptions for Use in Life
Insurance Company Financial Statements Prepared
in Accordance with U.S. GAAP
ASOP 11 - Financial Statement Treatment of Reinsu-
rance Transactions Involving Life or Health Insuran-
ce
ASOP 12 - Risk Classification (for All Practice Areas)
ASOP 13 - Trending Procedures in Pro-
perty/Casualty Insurance
ASOP 14 (Derogado) - When to Do Cash Flow Tes-
ting for Life and Health Insurance Companies
ASOP 15 - Dividends for Individual Participating
Life Insurance, Annuities, and Disability Insurance
ASOP 16 (Derogado) - Actuarial Practice Concer-
ning Health Maintenance Organizations and Other
Managed-Care Health Plans
ASOP 17 - Expert Testimony by Actuaries
ASOP 18 - Long-Term Care Insurance
ASOP 19 - Appraisals of Casualty, Health, and Life
Insurance Businesses
ASOP 20 - Discounting of Property/Casualty Un-
paid Claim Estimates
ASOP 21 - Responding to or Assisting Auditors or
Examiners in Connection with Financial Audits, Fi-
nancial Reviews, and Financial Examinations
ASOP 22 - Statements of Opinion Based on Asset
Adequacy Analysis by Actuaries for Life or Health
Insurers
ASOP 23 - Data Quality
ASOP 24 - Compliance with the NAIC Life Insurance
Illustrations Model Regulation
ASOP 25 - Credibility Procedures
ASOP 26 - Compliance with Statutory and Regula-
tory Requirements for the Actuarial Certification of
Small Employer Health Benefit Plans
ASOP 27 – Selection of Economic Assumptions for
Measuring Pension Obligations
ASOP 28 - Statements of Actuarial Opinion Regar-
ding Health Insurance Liabilities and Assets
ASOP 29 - Expense Provisions in Property/Casualty
Insurance Ratemaking
ASOP 30 - Treatment of Profit and Contingency Pro-
visions and the Cost of Capital in Property/Casualty
Insurance Ratemaking
ASOP 31 (Derogado) - Documentation in Health Be-
nefit Plan Ratemaking
ASOP 32 - Social Insurance
ASOP 33 - Actuarial Responsibilities with Respect
to Closed Blocks in Mutual Life Insurance Company
Conversions
ASOP 34 - Actuarial Practice Concerning Retirement
Plan Benefits in Domestic Relations Actions
ASOP 35 - Selection of Demographic and Other
Noneconomic Assumptions for Measuring Pension
Obligations
ASOP 36 - Statements of Actuarial Opinion Regar-
ding Property/Casualty Loss and Loss Adjustment
Expense Reserves
ASOP 37 - Allocation of Policyholder Consideration
in Mutual Life Insurance Company Demutualiza-
tions
ASOP 38 - Using Models Outside the Actuary’s Area
of Expertise (Property and Casualty)
ASOP 39 - Treatment of Catastrophe Losses in Pro-
perty/Casualty Insurance Ratemaking
ASOP 40 - Compliance with the NAIC Valuation
of Life Insurance Policies Model Regulation with
Respect to Deficiency Reserve Mortality
ASOP 41 - Actuarial Communications
ASOP 42 - Health and Disability Actuarial Assets
and Liabilities Other Than Liabilities for Incurred
Claims
44
 ASOP 43 - Property/Casualty Unpaid Claim Estima-
tes
ASOP 44 - Selection and Use of Asset Valuation
Methods for Pension Valuations
ASOP 45 - The Use of Health Status Based Risk Ad-
justment Methodologies
ASOP 46 - Risk Evaluation in Enterprise Risk Mana-
gement
ASOP 47 - Risk Treatment in Enterprise Risk Mana-
gement
ASOP 48 - Life Settlements Mortality
ASOP 49 - Medicaid Managed Care Capitation Rate
Development and Certification
ASOP 50 - Determining Minimum Value and Actua-
rial Value under the Affordable Care Act
ASOP 51 - Assessment and Disclosure of Risk As-
sociated with Measuring Pension Obligations and
Determining Pension Plan Contributions
ASOP 52 - Principle-Based Reserves for Life Pro-
ducts under the NAIC Valuation Manual
ASOP 53 - Estimating Future Costs for Prospective
Property/Casualty Risk Transfer and Risk Retention
ASOP 54 - Pricing of Life Insurance and Annuity
Products
ASOP 55 - Capital Adequacy Assessment
ASOP 56 - Modeling
ASOPs aplicables por actividad:
Aplicación General 1, 12, 17, 21, 23, 25, 32, 41, 56
Seguros de Vida 2, 7, 10, 11, 14, 15, 19, 22, 24, 33, 37,
40, 48, 52, 54
Seguros de Salud 3, 5, 7, 8, 11, 14, 16, 18, 19, 22, 26,
28, 31, 34, 42, 45, 49, 50
Pensiones 4, 6, 27, 34, 35, 44, 51
Seguros de Daños 7, 9, 13, 19, 20, 29, 30, 36, 38, 39,
43, 53
Administración de Riesgos 46, 47, 55
Derogados 9, 14, 16, 31
Educación Continua
Los actuarios que obtienen su certificación por parte
del CONAC deben participar en el Programa de Edu-
cación Continua para poder mantener su certificación
vigente. Una vez aprobados los exámenes de certificación
y asignado el número consecutivo consecuente, el Actua-
rio Certificado deberá registrar dicha certificación con la
autoridad competente.
Si durante la vigencia bianual de la certificación se
cumple con el Programa de Educación Continua, repre-
sentando por lo menos 80 horas bianuales, incluyendo
| Devars Dubernard
12 horas de temas de normatividad, y un total de por lo
menos 64 horas sujetas a examen, cumpliendo al menos
el 40 % de ellas en un año, podrá renovar la certificación
correspondiente por un nuevo periodo de dos años, de lo
contrario deberá someterse nuevamente a los Exámenes
de Certificación.
Se encuentra establecido un Programa de Educación
Continua que abarca al menos las siguientes áreas de
certificación: Vida, Daños, Accidentes y Enfermedades,
Fianzas, Pensiones, y Auditoría.
4. TERCERA PARTE: ALGUNOS NÚMEROS
Antecedentes
Existe un número no conocido de Actuarios que han
terminado sus estudios de manera exitosa, obteniendo el
Título Universitario que lo demuestra, sin embargo, no
todos los profesionistas registran sus títulos en la Direc-
ción General de Profesiones de la Secretaría de Educación
Pública, y cuentan con cédula profesional con efectos de
patente.
La cédula es un documento expedido por la Direc-
ción General de Profesiones que tiene efectos de patente
para el ejercicio profesional y como acreditación de iden-
tidad en todas tus actividades profesionales, permitiendo
a la sociedad identificar plenamente y con certeza a la
persona de la cual recibe la prestación de un servicio.
El artículo 5o. constitucional señala que en principio
a nadie puede impedirse que se dedique a la profesión
que le acomode, y que esa libertad sólo podrá restringir-
se mediante leyes formalmente expedidas por el Poder
Legislativo correspondiente, que determinen cuáles son
las profesiones que necesitan título para su ejercicio.
La Ley Reglamentaria del Artículo 5o. Constitucio-
nal, relativo al ejercicio de las profesiones en el Distrito
Federal, en el Artículo 2 dicta que “Las leyes que regu-
len campos de acción relacionados con alguna rama o
especialidad profesional, determinarán cuáles son las ac-
tividades profesionales que necesitan título y cédula para
su ejercicio”.
Dichas leyes no han sido generadas, motivo por el
cual debemos apegarnos a lo marcado en el Segundo
Artículo Transitorio, que indica “En tanto se expidan
las leyes a que se refiere el artículo 2o. reformado, las
profesiones que en sus diversas ramas necesitan título
para su ejercicio son las siguientes: Actuario. . . ”
Sin embargo, al no poder lograrse un registro total de
los Títulos expedidos a favor de los Profesionistas Ac-
tuarios, la información disponible es la referente a las
cédulas profesionales con efectos de patente, por lo cual
45
la información siguiente estará basada en la información
registrada y disponible en la Dirección General de Pro-
fesiones de la SEP en cuanto a la expedición de cédulas
profesionales con efectos de patente.
La base de información más reciente fue generada al
10 de marzo del 2020 y comprende el registro de las cédu-
las profesionales de Actuario o Licenciado en Actuaría.
No se incluyen las cédulas emitidas como “Autorización
Especial” para los primeros profesionistas que sin haber
cursado la licenciatura, la recibieron en base a su experien-
cia, y formaban parte del Instituto Mexicano de Actuarios
de 1937 y fungieron como los primeros catedráticos o si-
nodales de exámenes profesionales en los orígenes de la
Actuaría mexicana.
los primeros lustros la diferencia entre hombres y muje-
res que concluían la licenciatura de Actuaría y obtenían
su cédula profesional era muy marcada, sin embargo la
tendencia se invierte para llegar a una diferencia de sola-
mente 152 personas, que representa el 1.31 % del total.
Lo anterior es resultados de la formación universitaria
de 33 planteles, de los cuales siguen activos 29, cuya
evolución se muestra en la Figura 11. Vea también la
Fuigura 12

Primeros Resultados
La primera cédula profesional otorgada, o mejor dicho
la cédula profesional tipo C1 con el número 001 se otorgó
en 1946 para el egresado de la Licenciatura en Derecho
Guilebaldo Murillo Ruíz, quien había estudiado en la
Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo, aun-
que algunas cédulas con número consecutivo posterior
datan de 1945.
La Dirección General de Profesiones ha otorgado
11’964,000 cédulas profesionales de patente tipo C1 desde
esa fecha, representando el gremio actuarial 11,644 Cédu-
las Profesionales al 10 de marzo del 2020, que significa
0.0974 % del total, es decir poco menos de una por cada
mil.
De las 11,644 cédulas otorgadas a los Actuarios o Li-
cenciados en Actuaría, se cuenta la evolución que mues-
tra la Figura 10 y la tabla 7.

Figura 11 Nota 1: La Universidad Anáhuac del Norte (2)

y la Universidad Anáhuac del Sur (5) se han unido en un
sólo plantel denominado Universidad Anáhuac México,
operando en los Campus Norte y Sur.
Nota 2: La Universidad Loyola de américa cerró la Licen-
ciatura de Actuaría en 2007.
Nota 3: El Instituto Tecnológico de Tlaxcala (16) dejó de
recibir nuevos alumnos desde 2016.

Para adentrarnos en los resultados por universidad

Figura 10 Evolución de la Actuaría por género.
Resulta destacable como la participación de las mu-
jeres se ha ido incrementado de forma importante, en
es conveniente precisar algunos puntos. Las cédulas pro-
fesionales correspondientes a los egresados de la Uni-
versidad Nacional Autónoma de México tanto para la
Facultad de Ciencias, como para la ENEP Acatlán, ahora
FES Acatlán, no permiten distinguir el plantel de origen,
por lo que aparecen de forma conjunta como UNAM.

46
n Tabla 7 Primeros Estudiantes de Actuaría
Periodo Hombres Mujeres Total Diferencia Acumulado
1961 a 1965 15 1 16 14 14
1966 a 1970 60 21 81 39 53
1971 a 1975 150 50 200 100 153
1976 a 1980 208 114 322 94 247
1981 a 1985 242 160 402 82 329
1986 a 1990 214 206 420 8 337
1991 a 1995 429 374 803 55 392
1996 a 2000 471 525 996 (54) 338
2001 a 2005 707 796 1,503 (89) 249
2006 a 2010 826 978 1,804 (152) 97
2011 a 2015 1,300 1,310 2,610 (10) 87
2016 a 2020 1,276 1,211 2,487 65 152
Total 5,898 5,746 11,644 152
Participación 50.65 % 49.35 % 1.31 %

Las correspondientes a la Universidad Anáhuac del

Figura 12 Distribución geográfica de las Universidades
que imparten Actuaría
Norte y del Sur (ahora como Campus México), aparecen
de forma conjunta como Universidad Anáhuac (UAnh).
De forma similar, en lo que respecta a la Universi-
dad Autónoma del Estado de México en los Campus
Valle o Toluca, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli
y Huehuetoca, junto con la Instituto Universitario y Tec-
nológico del Estado de México (IUT), este último aunque
es universidad privada, pero al estar incorporado a la
UAEM, no permite la información de las cédulas distin-
guir el Campus de origen, por lo que todas se encuentran
bajo el rubro de la UAEM.
La universidades que iniciaron a partir del 2014, por la
evolución normal de la licenciatura que involucra cuatro
años de estudio, servicio social, elaboración de tesis y
presentación de examen profesional, aún no cuentan con
Actuarios con estudios terminados, Titulados y con la
cédula profesional tramitada, por lo que la Universidad
del Mar Campus Huatulco (Umar) del 2014, el Instituto
Matemático y Actuarial Mexicano (IMAM) del 2016, el
Centro Universitario Incarnate Word (CIW) del 2017, la
Universidad La Salle Campus Bajío (ULSA Bj) del 2018,
la Universidad Iberoamericana (UIA) del 2018, la Uni-

| Devars Dubernard

47
versidad Anáhuac Campus Puebla (UAnh Pue) del 2018,
la Universidad Cristóbal Colón (UCC) del 2019, la Uni-
versidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) del 2019 y la
Universidad La Salle Campus Morelia (ULSA Mo) del
2019, aún no cuentan con cifras que puedan verse refleja-
das en los siguientes cuadros.
La Universidad Loyola de América (ULDA) inició en
2004 y dejó de ofrecer la licenciatura de actuaría en 2007,
sin que algún alumno obtuviera el Título de Actuario de
la misma.
Asimismo se reporta una Cédula Profesional recono-
ciendo los estudios de Actuaría en la Universidad Nacio-
nal Mayor de San Marcos (UNMSM), de Lima Perú, lo
cual es atípico y se encuentra bajo investigación.
Las Figuras 13 y 14 resumen estos resultados.
Figura 13 Evolución por Universidad y año en que se
genera la cédula profesional.
Figura 14 Resumen.
Prácticamente el 60 % de los Actuarios provienen de la
UNAM, universidad con mayor antigüedad y fundadora
de la licenciatura en Actuaría y que por la época en que
se desarrolla la profesión, cuando las oportunidades para
las mujeres de estudiar una carrera universitaria apare-
cían más limitadas, refleja 228 hombres más que el total
de las mujeres, dato mayor que el 152 diferencial que se
ve reflejado al considerar todas las universidades, mos-
trando claramente que la Actuaría es hoy por una carrera
tanto para hombres como para mujeres, y muy segura-
mente en los siguientes años, el número total de mujeres
Actuarias, será superior al de los hombres Actuarios.
Figura 15 Titulados con cédula profesional.
En la Figura 15 puede observarse que los años 1999
y 2000 se produce una disminución en el número de
cédulas otorgadas, lo cual se explica como reflejo de la
huelga que afectó a la UNAM aprobada por el consejo
estudiantil el 15 de marzo de 1999, constituyéndose el
Consejo General de Huelga el 20 de abril de 1999. No es
motivo de este documento incorporar detalles de dicha
huelga, únicamente comentar que se dio por terminada
el 6 de febrero del 2000, y que para entonces ya había
producido daño importante en la finalización de estudios,
y podemos decir que no se recuperó en años posteriores
puesto que la gráfica no refleja el haberlos capturado
en los años subsecuentes, ni podemos aseverar que el
crecimiento previo pudiera mostrar un adelantamiento
de las titulaciones a la huelga.
Combinando la información con el CONAC
Como se expresó anteriormente, el CONAC es el ór-
gano apropiado para congregar al gremio actuarial inde-
pendientemente de la actividad que cada Actuario desa-
rrolle o en qué campo labore, e incluye de manera auto-
mática a todos los miembros de la Asociación Mexicana
de Actuarios (AMA) que son los Actuarios enfocados en
seguros y fianzas, y a los de la Asociación Mexicana de
Actuarios Consultores (AMAC) quienes se dedican a la
Valuación de Pasivos Laborales Contingentes, Pensiones
y prestaciones derivadas de la Seguridad Social.
48
 Por tal razón es conveniente incluir a los miembros
registrados en los sistemas del CONAC en los siguientes
reportes y comparativas.
Al cierre del mes de noviembre del 2020, formaban la
base de información del CONAC 542 Actuarios con la
membresía vigente, junto con 351 Actuarios cuya mem-
bresía ya no fue renovada, para un total de 893 Actua-
rios contenidos en dicha base de datos, representando el
7.57 % del total de las 11,644 cédulas de actuarios emiti-
das.
Se cuenta también con la información de algunos co-
legas de quien sabemos han fallecido (35 Actuarios ofi-
cialmente reportados), cuya información se ha integrado Figura 17 Distribución por edades.
solamente como referencia, ya que no podemos conside-
rarla para fines estadístico al estar claramente incompleta.
En la Figura 16, la línea azul refleja por año el otor-
gamiento de las cédulas profesionales, y la línea café los
miembros de esos años que se encuentran registrados en
la base de datos del CONAC.

Figura 18 Distribución por fecha de nacimiento.

espacios entre la generaciones “X” o Generación Peter

Figura 16 Evolución de cédulas profesionales.
Claramente se observa que el índice de penetración
del CONAC entre los Actuarios con cédula no crece en el
mismo orden en el que crece el número de Actuarios que
van obteniendo la cédula. Podemos asumir además que
no son incorporaciones simultáneas, es decir los miem-
bros de la cohorte que recibe su cédula en 1986, de in-
corporarse al CONAC, lo hará en años posteriores y no
inmediatamente, y muy seguramente solamente a aque-
llos cuyas funciones laborales sean similares a las que se
desarrollan en la AMA y en la AMAC, quedando expues-
tas áreas de oportunidad para el gremio actuarial.
En lo referente a las edades, usando una clasificación
muy de época relacionada con la clasificación intergene-
racional, podemos generar el cuadro de la Figura 17.
La distribución con base fecha de nacimiento tanto de
los Actuarios con cédula y de los miembros del CONAC
se ve representada por el la Figura 18.
Este cuadro muestra cuantos miembros de acuerdo
al año de nacimiento tienen cédula profesional y que
penetración tiene el CONAC, mostrando importantes
Pan, y la generación “Y” conocidos como Millennials, y
la necesidad de despertar en ellos la participación en el
gremio, probablemente ajustando la oferta de valor del
CONAC, de la AMA y de la AMAC.
También resulta evidente que debe considerarse la ma-
nera de incorporar a la generación “Z” o Nativo Digital,
que aún y cuando ninguno cuenta con cédula, pronto
engrosarán las filas de Actuarios, se espera que alrededor
de 3,500 nuevos Actuarios emerjan de las universidades
en los próximos cinco años.
Solamente por referirlos, se agrega la gráfica compa-
rando, en dos escalas diferentes, el número de actuarios
vivos a edad alcanzada y comparándolo con la edad en la
que fallecieron aquellos de quienes se tiene conocimiento.
Esta información es solamente ilustrativa, ya que so-
lamente se cuenta con la información de 33 casos. Con-
siderando que la tabla de mortalidad de la CNSF 2000-I
(1991-1998) aplicable a seguros de vida individual con-
siderando la exposición edad por edad sobre los 11,126
Actuarios esperaríamos 64.6 casos de actuarios fallecidos
sin distinción de género, quedando una cuota de riesgo
central de 5.818 al millar, con 45 personas de más de 80
años, de los cuales tres tienen más de 90 años. Vea la
Figura 19.

| Devars Dubernard

49
Figura 19 Distribución por edad.
Certificaciones
El Actuario deberá sustentar el examen correspondien-
te de conformidad con los siguientes campos básicos de
acreditación:
Operación de vida, con excepción de los Seguros de
Pensiones
Seguros de Pensiones
Operación de accidentes y enfermedades
Operación de daños
Fianzas
Cuando el Actuario cuenta con las certificaciones I y II
del mismo campo, a su certificación se le denomina como
Certificación Integral.
Debido a los cambios ocurridos en la legislación en el
año 2014, se hizo necesario actualizar todas las certifica-
ciones mediante un Examen de “Certificación Especial”
para demostrar el conocimiento adquirido para aplicar
la nueva Ley en Seguros de Vida y Seguros de No Vi-
da y buscando que todos los Actuarios transformen sus
certificaciones parciales en Integrales.
El siguiente cuadro muestra el número total de certifi-
caciones otorgadas, así como el número de certificaciones
que continúan vigentes al marzo del 2020. Debe resaltarse
que un Actuario puede obtener más de una certificación.
Vea la tabla en la Figura 20.
Datos Lúdicos
Algunos datos obtenidos con información general es
la siguiente:
La Cédula Profesional de Actuario otorgada a la per-
sona con la menor edad fue expedida el 18 de febrero
de 1985 con el número 957,838, quien cursó sus estu-
dios en la UNAM y obtuvo su Cédula Profesional a
los 21.01 años de edad.
La Cédula Profesional de Actuario otorgada a la per-
sona con la mayor edad fue expedida el 21 de junio
del 2016 con el número 9’917,599, quien cursó sus es-
tudios en la UNAM y obtuvo su Cédula Profesional
a los 70.29 años de edad.
Figura 20 Certificaciones.
El año 2018 es el año con el mayor número de Cédu-
las Profesionales otorgadas, con 698.
Los años 1999 y 2000 reflejaron una importante caída
en el número de Cédulas Profesionales obtenidas,
situación que está a la par con la Huelga estudiantil
de la UNAM en esos años. Esta situación también se
ve reflejada en el gráfico “Distribución por Fecha de
Nacimiento” donde se nota un pico invertido para
los nacidos en 1982.
El registro total para el 2020 queda en 293 Cédulas
Profesionales para el 2020, lo que es una sensible
reducción respecto a los años anteriores, muy segu-
ramente como efecto de la pandemia del Covid-19.
• En el 2018 se registraron 698 nuevas cédulas
profesionales de actuario
• En el 2019 fueron 459
• En el 2020 fueron 293
• En el 2021 van 73 en 3 meses (marzo)
Una pre-actualización simple incrementa el total de
cédulas profesionales de actuaría de 11,644 a marzo
de 2020 a quedar en 11,931 cédulas en abril del 2021.
5. CUARTA PARTE: ENCUESTA SOBRE INTERE-
SES ACTUARIALES
El documento completo fue publicado en el Número
9 de la Revista “Actuarios Trabajando” publicada por el
Colegio Nacional de Actuarios en enero del 2021, en el ca-
pítulo “Vox Populi”, página 8, con el análisis de Bernardo
Raúl Serrato Hernández y Yhael S. Jacinto Cruz bajo la
50
dirección del Actuario José Daniel López Barrientos, pre-
sentando un análisis y sus resultados sobre la encuesta
“Intereses Actuariales” realizada al gremio actuarial bajo
la coordinación del Act. Crisóforo Suárez Tinoco, con el
objetivo de investigar y concluir los intereses profesiona-
les del gremio actuarial.
El artículo completo puede ser consultado en la página
oficial del CONAC www.conacmexico.org.mxen la entrada
de Publicaciones.
Introducción (extracto)
Es bien sabida la importancia del actuario como profe-
sional encargado de plantear, formular y aplicar modelos
probabilísticos para generar información confiable en la
toma de decisiones dentro de un ambiente cambiante y
contingente. Por lo cual, es preciso conocer los intereses
generales del gremio actuarial conformado por alumnos
y profesores en la Licenciatura en Actuaría, investiga-
dores de la profesión, miembros del Colegio Nacional
de Actuarios (CONAC), y personas que se encuentren
laborando en temas actuariales.
Este trabajo presenta una estadística descriptiva bá-
sica del cuestionario, que pretende transmitir el sentir
de los actuarios. La encuesta sirve como herramienta de
retroalimentación que capta información básica de los
respondientes, como sus edades, su afiliación, y si son, o
no, miembros del CONAC, además, en la herramienta se
hacen preguntas específicas sobre lo que los especialis-
tas del CONAC consideran los elementos constructivos
de la definición de la actividad profesional del actuario.
También se formulan preguntas del interés del CONAC
de frente a la oferta que hace a sus agremiados, como el
valor de la educación continua, la actualización constan-
te, la obtención y el mantenimiento de las certificaciones,
novedades en el sector, la importancia de sus ofertas, y lo
que podría ofrecer a sus agremiados.
Los elementos constructivos de la definición de la ac-
tividad profesional del actuario son aquellos conceptos
que conforman a la profesión. Tales conceptos son: la
perspectiva y la naturaleza de las técnicas y procedimien-
tos, los insumos de la actividad misma, los problemas,
entregables y objetivos de la profesión actuarial. Los ex-
pertos que elaboraron la encuesta, y los autores de este
estudio consideramos que estas nociones , pueden descri-
bir conjuntamente a la actividad misma en la actualidad,
y por lo tanto, a los intereses de nuestra profesión.
Hoy en día, un factor decisivo en cómo piensan y en
las acciones de las personas en general, es la edad. So-
cialmente se han identificado 4 generaciones, los Baby
| Devars Dubernard
Boomers (quienes nacieron entre 1940 y 1959), Genera-
ción X (quienes nacieron entre 1960 y 1979), Generación
Y (quienes nacieron entre 1980 y 1994) y Generación Z
(quienes nacieron entre 1995 y 2010).
Según Hoefel (2018), las características respectivas de
cada generación son las siguientes:
Baby Boomers: revolucionarios, colectivistas, idealis-
tas.
Generación X: materialistas, competitivos, individua-
listas.
Generación Y: globalistas, centrados en el ser, inte-
rrogativos.
Generación Z: realistas, indefinidos, comunicativos.
Teniendo como preámbulo lo anterior, se puede pensar
que dependiendo la generación, será el pensar de los
individuos, por lo cual, nos generamos la siguiente inte-
rrogante:
“¿Los intereses actuariales están influidos significati-
vamente por la edad?”
Nuestro estudio inferencial se enfoca en la resolución
de esta pregunta a través de los elementos constructivos
de la definición de la actividad profesional del actuario,
mismos usados como criterio equivalente y explicativo de
los intereses actuariales. Basándonos en la distribución de
las respuestas por rango de edad, determinamos si existe
independencia estadística significativa entre los grupos
generacionales y los intereses actuariales por medio de la
prueba estadística de Chi Cuadrada (Plackett 1983) con
un nivel de significancia del 5 %.
Resultados Generales
Dentro de esta Sección, se muestran gráficas y tablas
que tratan de explicar la composición de los encuestados
en cuanto a su sentir en la Actuaría.
Identificación y pertenencia. En la Figura 21 se presen-
tan las distribuciones de las edades, cabe recalcar que
éstos serán los segmentos que posteriormente se usarán
para las pruebas estadísticas. Posteriormente, en la Figura
22 se muestra la ocupación de los encuestados, así mismo,
la Figura 23 exhibe su culminación universitaria. En las
Figuras 24 y 25 se muestran las afiliaciones presente y
pasada, respectivamente, al CONAC.
Elementos de construcción de la definición de la ac-
tividad profesional exclusiva del Actuario. En esta sub-
sección, se les pidió a los encuestados que enumeraran
por orden de importancia diferentes criterios para cada
pregunta referida.
51
Figura 21 Distribución de las edades de los encuestados.

Figura 24 Distribución de la población según su pertenen-

cia al CONAC en el presente.

Figura 22 Distribución de la población a partir de su ejerci-

cio profesional.

Figura 25 La población según su pertenencia al CONAC

en el pasado.

Figura 23 Distribución de la población entre actuarios

titulados y no titulados.

52
 En la Figura 26 se evidencia a la información esta-
dística como insumo principal en la profesión actuarial,
atendiendo a la pregunta: ¿Cuál es la naturaleza de los
insumos de la actividad actuarial?
Información estadística.
Requerimientos normativos.
Hardware y software.
Inf. Económica y Financiera.
Figura 26 Histogramas de la naturaleza de los insumos
de la actividad actuarial por importancia.
En la Figura 27 se observa una supremacía a favor
de la utilización de los métodos matemáticos como me-
todología fundamental en la actuaría, por otro lado, las
técnicas administrativas y legales fueron las menos con-
sideradas, debido a la naturaleza de la profesión. Cabe
señalar que en esta Figura, los seis criterios fueron con-
gruentes según la importancia que los encuestados con-
siderando las técnicas administrativas y legales, ya que,
por cada rubro, se observa una mayoría única, lo que
indica un sentir parecido entre los individuos, siendo los
rubros:
Matemáticos
Financieros
Estadísticos
Técnicos
Administrativos
Legales
Figura 27 Histogramas de la naturaleza de las técnicas,
procedimientos y metodologías actuariales por importan-
cia.
| Devars Dubernard
En el rubro de la perspectiva actuarial, se refleja un
enfoque analítico como primer lugar, en segundo lugar,
se observa la perspectiva prospectiva, con una ligera dife-
rencia mayor a la perspectiva preventiva. En último lugar,
se posiciona la perspectiva holística correspondiente al
6to lugar. Lo antes descrito se ve reflejado en la Figura 28.
Para este punto, los rubros son:
Analítica
Holística
Preventiva
Correctiva
Prospectiva
Explicativa
Figura 28 Histogramas de la naturaleza de la perspectiva
actuarial por importancia.
La Figura 29 exhibe la contingencia como principal
problemática actuarial, seguida de un enfoque predictivo,
como segundo lugar más votado. Esta gráfica es coheren-
te con la profesión del actuario, ya que el riesgo futuro
es el objeto de la actividad actuarial, por consiguiente,
los problemas requieren de soluciones contingentes y
predictivas a futuro.
Los temas considerados en este caso son:
Financieros
Contingentes
Demográficos
Predictivos
Teóricos
Matemáticos
Figura 29 Histogramas de la naturaleza de los problemas
actuariales por importancia.
Saltando algunas gráficas que pueden ser consultadas
directamente en el documento, llegamos a lo siguiente:
53
¿Qué debe ofrecer el Colegio Nacional de Actuarios?
Se contabilizaron las disciplinas que los encuestados con-
sideran relevantes. En la Figura 16 se puede identificar
con un 83.7 % a la Ciencia de Datos y Estadística como la
disciplina más valorada, seguida de cálculo de aportacio-
nes con un 55.5 %. Vea la Figura 30.
Figura 30 En este gráfico se muestran sólo las carac-
terísticas de las disciplinas actuariales más relevan-
tes de la encuesta, para ver la información comple-
ta consulte la revista en la página oficial del CONAC
www.conacmexico.org.mx en la entrada de Publicaciones.
Este resultado es generacional, ya que es debido a los
avances tecnológicos que se ha podido explotar el poten-
cial estadístico en los datos. La actualización constante y
la educación continua juegan un papel importante en los
actuarios, prueba de ello se muestra en la Figura 17, con
74.2 % de importancia en la materia (1 Nada Importante
a 5 Muy Importante).
Figura 31 Importancia de manrenerse actualizado y en el
ejercicio profesional.
Otro rubro que refleja el interés colectivo actuarial es la
sugerencia del tipo de certificación a ofrecer por parte del
CONAC, esto se ve reflejado en la Figura 32. Siendo nue-
vamente la estadística y la ciencia de datos las disciplinas
mejor valoradas, con un 62.2 %, seguidas por el Análisis
de Riesgos en la Empresa, con 52.2 % de valoración. En
tercer y cuarto lugares se encuentran las Finanzas cor-
porativas y las Finanzas cuantitativas e inversiones, con
39.7 % y 37.3 % respectivamente. Consideramos que se
está dando un desarrollo diferente de la Actuaría, ya que
disciplinas como las Finanzas o la Ciencia de datos, que
se encuentran en auge actualmente, están abarcando un
mayor terreno, orillando a las actividades actuariales a
verse inmersas en el proceso.
Figura 32 En este gráfico se muestran sólo las más ca-
racterísticas de las certificaciones más relevantes de la
encuesta, para ver la información completa, consulte la
revista en la página oficial del CONAC www.conacmexico.
org.mx en la entrada de Publicaciones.
En la Figura 33, el 62.7 % de los encuestados piensa
que es importante mantenerse actualizado en materia
de eventos, investigaciones y estudios actuariales Una
vez que se evidenció en la Figura 33 la necesidad de
mantenerse actualizado, en los resultados de la encuesta
se propone como resolución a la necesidad antes descrita
el recibir un ejemplar de la revista Actuarios Trabajando,
el cual resultó en una valoración del 49.3 % con cinco
puntos en una escala del 1 al 5, lo que refleja que casi la
mitad considera atractiva este ejemplar.
Figura 33 Importancia de las novedades de eventos, in-
vestigaciones y estudios actuariales.
54
Resultados por Edades (extracto)
En esta sección, se muestran tablas de contingencia,
gráficas y pruebas Chi Cuadradas, con el objetivo de co-
nocer si existe alguna diferencia de opinión generacional
en los objetivos actuariales respectivos.

¿La naturaleza de los insumos de la actividad actua-

rial está influida significativamente por la edad? En la
tabla de la Figura 34, presentamos la distribución de las
respuestas agrupadas por grupos de edad y por dichos
insumos, de acuerdo a la pregunta de segmentación. De
ahí se desprende un estadístico de prueba, para la prue-
ba de asociación χ2 mostrada en la tabla de la Figura 35
de 10.22, correspondiente a un p-valor de 0.596, y por
ende, no se encontraron asociaciones entre los grupos Figura 36 Histrograma por grupos de edad con respecto a
analizados para un nivel de significancia de 5 %. las metodologías actuariales más utilizadas.

variables Grupos de Edad y naturaleza de la Perspectiva

Actuarial, cuyas distribuciones de frecuencias se pueden
apreciar en la Figura 37.

Figura 34 Tabulacián cruzada de grupos de edad con

insumos de actividad actuarial.

Figura 37 Histrograma por grupos de edad con respecto a

la perspectiva actuarial.

La forma de enfrentar problemas actuariales también

Figura 35 Pruebas χ2 .
En el rubro de las metodologías, se refleja el uso cons-
tante de técnicas y/o procedimientos de carácter mate-
mático en todos los grupos generacionales, lo cual nos
lleva a concluir que diversos factores han llevado a estan-
darizar esta preferencia en las distintas generaciones. Vea
la Figura 36.
La perspectiva actuarial ha tenido cambios significa-
tivos entre generaciones, como se muestra al usar las
ha tenido cambios significativos entre generaciones, co-
mo se muestra en la Figura 38.
6. DÍA DEL ACTUARIO EN MÉXICO
El 13 de febrero ha sido instituido como el Día del
Actuario en México.
Algo de Historia
El 13 de febrero de 1947 fue aprobado el primer plan
de estudios de la Licenciatura en Actuaría en la UNAM,
por lo que oficialmente nace la carrera de Actuaría. Una

| Devars Dubernard

55

Figura 38 Histrograma por grupos de edad con respecto a
los problemas actuariales.
gran fortuna que haya sido la Facultad de Ciencias quien
la recibiera, pues le dio forma y apoyo, permitiendo de-
sarrollar conocimientos profundos en probabilidad y es-
tadística, así como en finanzas y economía, haciendo al
Actuario Mexicano el mejor elemento para desarrollar
Modelos Predictivos Financieros, y que al complemen-
tarse con materias como Demografía, Investigación de
Mercados, Organización y Problemas Administrativos,
Contabilidad, Sistemas, Teoría de Juegos, Teoría de Ruina
o Demoscopía entre otras, junto a las tradicionales Mate-
máticas Puras, desarrolla en los estudiantes de actuaría
una forma de pensamiento Lógico-Deductivo que resulta
único. Hoy en día, 29 universidades imparten la carrera
de Actuaría en todo el país.
El Actuario Mexicano está preparado para desarro-
llarse en los campos históricos como Seguros y Fianzas,
Pensiones, Finanzas, Administración de Riesgos, Demo-
grafía, Investigación y Docencia, así como en los nuevos
temas relacionados con Ciencia de Datos, Big Data, etc.
siendo el mejor elemento de apoyo para campos alterna-
tivos de trabajo donde la estadística es fundamental.
Así encontramos, adicionalmente a los campos tradi-
cionales a muchos Actuarios realizando modelos predic-
tivos para laboratorios farmacéuticos, en áreas de segu-
ridad de la policía y el ejército, en empresas de logística,
líneas aéreas y transporte y desarrollando modelos co-
merciales de distribución de productos (ropa, zapatos,
enseres, etc.) poniendo a los Actuarios Mexicanos en la
vanguardia de la Actuaría desde hace muchos años.
Son ya muchos años con los Actuarios trabajando para
hacer del mundo un mejor lugar para vivir y para heredar.
Por ello y de frente al 75º aniversario de nuestra profesión,
se pensó en buscar la fecha idónea para conmemorar el
Día de Actuario en México.
Antecedentes en otros países
España: 2 de febrero. El 2 de febrero es el día del Ac-
tuario en España, quienes lo adoptaron porque fue el 2
de febrero de 1912 cuando se aprobó el Reglamento de-
finitivo para la aplicación de la Ley del 14 de mayo de
1908. En el artículo 10 del mismo, quinto párrafo, dice:
«Al pie del documento en que se consigne el cálculo de las
reservas matemáticas, el Actuario o funcionario técnico
de la Empresa que lo hubiera efectuado, deberá certificar
que lo hizo con arreglo a las prescripciones que acaban
de indicarse», dando de este modo inicio a la profesión
de actuario en España.
Argentina: 23 de octubre. Desde 2019, a través de una
ley aprobada por la Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires, se instituyó el 23 de octubre de cada año como el
Día del Actuario. Se propuso esa fecha en conmemora-
ción al natalicio del español nacionalizado argentino José
Barral Souto (23 de octubre de 1903 – 15 de noviembre de
1976), quien fuera uno de los personajes más influyentes
en la profesión de Actuario en la Ciudad de Buenos Aires
y el en toda Argentina.
Día internacional del actuario: 2 de septiembre. El 2 de
septiembre del 2020, Tonya Manning, la entonces Presi-
dente de la Asociación Internacional de Actuarios (AIA),
instaló el 2 de septiembre como la fecha para celebrar el
Día Internacional del Actuario. Se escogió esa fecha debi-
do a que el 2 de septiembre de 1985 se celebró en Bruselas
Bélgica, el Primer Congreso Internacional de Actuarios, y
porque en 1920 quienes lo organizaron se consolidaron
como la “International Actuarial Association”
La Encuesta
Con estos antecedentes, en febrero del 2020, el Consejo
Directivo del Colegio Nacional de Actuarios, lanzó una
encuesta sondeo abierta a todo aquel Actuario o estudian-
te de Actuaría que quisiera participar para seleccionar
la fecha en la cual celebremos cada año a los actuarios
mexicanos.
Las fechas pre-seleccionadas fueron:
2 de febrero. Se aprueba en España, el Reglamento
definitivo para la aplicación de la “Ley reguladora de
las Compañías, Sociedades, Asociaciones y cualquier
entidad que tenga por fin realizar operaciones de
seguros”. Celebración del Día de actuario en España
y que se popularizó entre los estudiantes aquí en
México.
56
 13 de febrero. En México se aprobó el primer plan de
estudios de la licenciatura de Actuaría en la UNAM
en 1947, a impartirse en la Facultad de Ciencias de
la Universidad Nacional Autónoma de México.
12 de abril. En el año 1947 fue otorgada la 6ª cédu-
la provisional de actuario al Ing. Emilio Velarde y
Dondé, quien fuera impulsor de la Licenciatura en
Actuaría, y participara en la creación del primer plan
de estudios.
2 de septiembre, fecha seleccionada en el 2019 por la
Asociación Internacional de Actuarios para celebrar
el Día Internacional del Actuario, ya que en esa fecha
en 1895 se realizó el 1er Congreso de actuarios en
Bruselas Bélgica, organizado por IAA.
15 de octubre. Se realiza el primer examen profesio-
nal de la carrera de Actuaría en el año 1959, siendo
el primer titulado el Act. Emilio Alejandro Hazas
Sánchez.
16 de noviembre de 1966. Fundación del Colegio de
Actuarios de México, A.C. hoy CONAC.
Una opción abierta para quien deseara proponer una
fecha diferente.
Los Resultados
En total se obtuvieron 2051 votos que se distribuyeron
de la siguiente forma:
Que provienen de la siguiente distribución por rangos
de edades y tipo de encuestado:
Lo anterior revela que en todos los casos, de acuerdo a
las clasificaciones por edad y tipo, la fecha 13 de febrero
| Devars Dubernard
es siempre la que recibe más votos, en niveles del 40 % y
superiores.
Por tal razón, gracias a la participación histórica del
Gremio Actuarial, con más de 2,000 respuestas a la en-
cuesta con la que se buscó instituir el Día del Actuario, el
pasado 2 de marzo del 2020 se anunció oficialmente el 13
de febrero como el Día del Actuario en México.
7. EQUIPO DE TRABAJO
Investigación, Elaboración, Análisis y Redacción
Comité Técnico Consultivo de Actuaría
Coordinador de los trabajos Act. Luciano Devars
Dubernard
Participantes: Colegio Nacional de Actuarios, A.C.
Asociación Mexicana de Actuarios, A.C., Banco de
México, Facultad de Ciencias de la UNAM
Colaboradores
Dirección General de Profesiones de la Secretaría de
Educación Pública
• Eduardo Andrade Sánchez Director General
• Álvaro Jaime Castillo Zúñiga Director de Cole-
gios de Profesionistas
• Iván Gutiérrez López Subdirector de Colegios
de Profesionistas
• Misael Morales Pineda Jefe del Departamen-
to de Servicio Social Profesional y Comisiones
Técnicas Consultivas
Colegio Nacional de Actuarios. A.C.
• Presidente Bienio 2017-2019 Act. Luciano De-
vars Dubernard
• Presidente Bienio 2019-2021 Act. Ana María
Ramírez Lozano
REFERENCIAS
1. Crónica de dos Siglos del Seguro en México. Antonio
Minzoni Consorti, Comisión Nacional de Seguros y
Fianzas, Julio 2005.
57
 2. Siglo y Medio de Supervisión del Seguro en México.
Antonio Minzoni Consorti. Comisión Nacional de
Seguros y Fianzas - Noviembre 2005
3. AMA 50 Años. Libro Conmemorativo.
4. CONAC 50 Años. Libro Conmemorativo.
5. CONAC. Revista Actuarios Trabajando. Número 9,
ISSN / DOI en trámite. Vox Populi. Análisis de la en-
cuesta sobre intereses actuariales 2020 México, Enero
2021.
6. La Actuaría en México: Actuarios Técnicamente
Competentes, Profesionalmente Confiables, Estra-
tégicamente Visionarios. Act. Luis Rodolfo Huerta
Rosas y Act. Camilo Reynaud Guerrero del Villar,
México, 2009, ISBN 978-607-00-0917-4
7. Apuntes históricos de la heroica Ciudad de Veracruz,
Lerdo de Tejada, Miguel M.1890.
Luciano Devars Dubernard na-
ció en la Ciudad de México en
1962. Cuenta con una trayecto-
ria de 40 años de servicios en el
sector asegurador y afines. Egre-
só de la Facultad de Ciencias de
la Universidad Nacional Autóno-
ma de México en 1983 y está cer-
tificado por el CONAC de mane-
ra integral para Vida, Accidentes
y Enfermedades y Daños. Actualmente es consejero inde-
pendiente y miembro del comité de auditoría en Insignia
Life, Compañía de Seguros y es miembro del CONAC
desde 1992. Presidió el CONAC para el bienio 2017-2019,
y la Comisión Técnica Consultiva de Actuaría de la Di-
rección General de Profesiones (DGP) de la Secretaría
de Educación Pública (SEP) en el mismo período. Fue
reconocido como “Profesionista Distinguido en Actuaría”
por la DGP de la SEP.

8. El Actuario y su Historia, Teodoro Díaz Arias, Revis-

ta Actuarios 07, España, 11 de diciembre de 1992.

9. Matemáticas Financieras y Tablas Financieras. Act.

Benjamín de la Cueva, Editorial Porrúa, S.A., México,
1977.

10. Secretaría de Educación Pública. Progresión XX-XXI

de las profesiones. Fascículo 10: “Actuaría”, México,
Dirección General de Profesiones. Año 2001.

11. Bases de Datos DGP/SEP. Información generada por

la Dirección General de Profesiones, Secretaría de
Educación Pública, 10 de marzo del 2020

12. Bases de Datos CONAC. Información generada por

el Colegio Nacional de Actuarios. Noviembre, 2020.

58
MÉXICO

59