Está en la página 1de 3

APOLOGÉTICA DEL USO DE LA BIBLIA EN EL PULPITO SIN USAR LOS

ESCRITOS DE ELENA G. WHITE, CON LOS MISMOS ESCRITOS DE ELENA G.


WHITE1
Lelis Riovalle

Afirmo categóricamente que creo en los escritos de Elene G. White como inspirados por
Dios, los cuales fueron dados para conducirla a su iglesia la luz mayor (la Biblia).
Sin embargo, el hecho que sean citados poco en el púlpito no quiere decir que no
se crea en ellos; se ha visto a muchas personas que con frecuencia mencionan los
escritos de White y sin embargo, no creen en ellos. A continuación se meraran algunas
declaraciones acerca de lo que ella pensaba sobre el uso de sus escritos y las Escrituras:
“En el trabajo público no hagáis prominente ni citeís lo que la Hermana White ha
escrito, como autoridad para apoyar vuestras posiciones. Hacer esto no aumentará la fe
en los testimonios. Presenta vuestras pruebas, claras y sencillas, de la Palabra de
Dios. Un “Así dice el Señor” es el más fuerte testimonio que podéis presentar al
pueblo. Que nadie sea instruido para mirar a la hermana White, y sí, al Dios poderoso
que da instrucciones a la hermana White”. Ellen G. White, Carta 11, 1894.
Es decir que las pruebas en público deben ser presentadas de la Palabra de Dios.
“Millares de hombres que ministran en el púlpito carecen de las cualidades
esenciales de la mente y del carácter, debido a que no se aplican al estudio de las
Escrituras”. Ellen G. White, La Educación Cristiana, pág. 225.
En el púlpito lo que debe predominar son las Escrituras, no los libros que otras han
escrito ni las opiniones de un predicador.
“Hermanos, aferraos a vuestra Biblia, a lo que dice, y terminad con vuestra crítica
en cuanto a su validez, y obedeced la Palabra, y ninguno de vosotros se perderá.” Ellen
G. White, Mensajes selectos, vol. 1, pág. 20.
La Biblia es irremplazable
“En su Palabra, Dios confirió a los hombres el conocimiento necesario para la
salvación. Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como autorizada e infalible
revelación de Su voluntad. Ellas son la norma del carácter, el revelador de las doctrinas,
la piedra de toque de la experiencia religiosa”. Ellen G. White, O Grande Conflito, p. 9.

1
El presente documento ha recibido alteraciones y modificaciones por Lelis Riovalle, pero su texto base es: Ellen White,
the Scripture, and the issue of Authority: A Historical Overview Andrews University, EUA [Elena de White, la Escritura,
y la cuestión de la autoridad: Un vistazo histórico]

1
Los escritos de White no están por encima de la Biblia, ni son iguales, “las Santas
Escrituras […] son la infalible revelación de Su voluntad” y no pueden ser
remplazadas ni igualadas con cualquier otro libro.
“Poco caso se hace de la Biblia, y el Señor ha dado una luz menor para guiar a los
hombres y las mujeres a la luz mayor.”- Ellen G. White, El Colportor Evangélico, p. 129.
En otras palabras, los que hacen poco caso a las Escrituras son los que
constantemente necesitan recurrir a los escritos de White para ser guiados a la
Biblia.
“La Palabra de Dios basta para iluminar la mente más obscurecida, y puede ser
entendida por los que tienen deseos de comprenderla. Pero no obstante todo eso,
algunos que profesan estudiar la Palabra de Dios se encuentran en oposición directa a
sus más claras enseñanzas. Entonces, para dejar a hombres y mujeres sin excusa, Dios
da testimonios claros y señalados, a fin de hacerlos volver a la Palabra que no han
seguido”. Ellen G. White, Joyas de los Testimonios, vol. 2, pág. 278.
Ella creía que sus escritos fueron dados para las personas que están en “oposición
directa” a las enseñanzas claras en la Palabra de Dios.
“Los cristianos deben prepararse para lo que pronto ha de estallar sobre el mundo
como sorpresa abrumadora, y deben hacerlo estudiando diligentemente la Palabra de
Dios y esforzándose por conformar su vida con sus preceptos.” Ellen G. White, Eventos
de los Últimos Días, pág. 67.
Los que reclaman que se les predique de los escritos de White es porque tiene
escasez de la Palabra de Dios en sus vidas.
La segunda estrategia de la coalición del Butler en la era de 1888 fue usar los
escritos publicados de Elena de White para establecer la interpretación “correcta” a los
asuntos controversiales. Con relación a la interpretación de la ley en Gálatas, por ejemplo,
citó de sus Bosquejos de la Vida de Pablo (1883) para lograr la comprensión correcta.
De nuevo, ella desechó su maniobra, afirmando: “No puedo tomar una posición hacia
ningún bando hasta que haya estudiado la pregunta” (Knight, 1989, p. 107,108) Ella no
estaba dispuesta a dejar utilizar sus escritos para decidir asuntos interpretativos. Pues la
Sagrada Escritura era suprema. Mientras sus escritos podrían utilizarse para aplicar
principios bíblicos a su contexto, no debieron ser usados autoritariamente para darle el
punto final sobre un estudio de la Sagrada Escritura. Y para asegurarse que no serían
usados inapropiadamente para solucionar ese asunto en particular ella quitó las citas
sobre la ley en Gálatas cuándo revisó el libro unos años más tarde (Parson, 1919, p. 20)
110

2
En julio de 1888 ella publicó en la principal publicadora adventista que “la Biblia es
la única regla de fe y doctrina.” Y en agosto ella les escribió a todos los delegados del
cercano congreso de la Asociación General que:
La Palabra de Dios es el gran detector de error; Por ello creemos que todo debe ser
sujeto a ella. La Biblia debe ser nuestro estandarte para cada doctrina y cada
práctica [...] No debemos recibir la opinión de nadie sin compararla con la Sagrada
Escritura. Aquí está la autoridad divina que es la suprema en materias de fe. Es la
Palabra del Dios vivo la que debe decidir todas las controversias (White, E, 1887).
Elena de White estaba en desacuerdo con la discusión. Ella no pidió que sus
escritos se usaran para decidir el asunto.
Le ruego a los hermanos Haskell, Loughborough, Smith, y otros de nuestros
hermanos líderes, que no hagan referencia a mis escritos para sostener sus puntos
de vista sobre “el continuo” [...] No puedo consentir que cualquiera de mis escritos
sea tomado como base para esta materia (White, E, 1910).
Así que ante las luchas sobre el continuo y la ley en Gálatas, Elena de White tomó
la posición de que sus comentarios no fuesen usados como si ella fuera un comentarista
infalible para decidir el significado de la Biblia.
En 1903, por ejemplo, ella escribió: “la mínima atención es dada a la Biblia, y el
Señor le ha dado una luz menor para conducir a los hombres y las mujeres a la mayor”
(White, E, 1903). A través de su ministerio ella aseguró que la función principal de sus
escritos fue conducir a las personas a la Biblia.
El Espíritu no fue otorgado ni alguna vez puede ser otorgado para reemplazar la
Biblia; pues las Escritura explícitamente manifiestan que la Palabra de Dios es el
estandarte por el cual toda enseñanza y toda experiencia deben ser probadas.
La conferencia bíblica de administradores y profesores de religión de la
denominación en 1919 es notable por su franqueza sobre el tema. C. L. Benson, por
ejemplo, apuntó de manera desaprobatoria que muchos adventistas pongan más énfasis
en los escritos de Elena de White que en la Biblia (Bible Conference Minutes, 1919).
Olson (1981) indica que “los escritos de Elena de White son generalmente de
naturaleza homilética o evangelistica y no estrictamente exegéticos.”

También podría gustarte