Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lactancia Neonatal Nuevo
Lactancia Neonatal Nuevo
-Periodo neonatal
El periodo neonatal se refiere a los primeros 28 días de vida del recién nacido.
Durante este tiempo, la maduración de los distintos sistemas orgánicos le va a
capacitar para adaptarse a la vida extrauterina, para lo que se necesita numerosos
ajustes fisiológicos. El seguimiento del embarazo en las consultas ginecológicas y la
atención del parto y del recién nacido en el hospital y los avances en las unidades de
cuidados intensivos neonatales han conseguido reducir mucho la mortalidad neonatal,
incluso en niños de alto riesgo. Las muertes perinatales dependen de factores
maternos y del propio feto, así como de circunstancias del parto en sí. Las causas son
prematuridad extrema y/o crecimiento intrauterino retardado, asfixia fetal;
malformaciones congénitas graves e infecciones neonatales precoces. La madurez del
niño está en relación a la edad de gestación, la cual se determina contando el número
de semanas a partir del primer día de la última regla de la madre. Un recién nacido a
término es aquel que tiene entre 37 y 42 semanas de gestación; por debajo de 37
semanas son niños pretérminos (niños prematuros) y por encima de 42 semanas
niños postérmino.
5.-Conservación de la leche
La leche de la madre puede extraerse de las mamas y conservarse, de forma que el
bebé pueda alimentarse si la madre no puede estar presente en el momento en que lo
pida. Además, cuando se produce más leche de la que el bebé necesita, es
recomendable extraerla para evitar problemas como la ingurgitación o la mastitis.
Según el Comité de Lactancia de la AEPED (Asociación Española de Pediatría), el
calostro puede conservarse a temperatura ambiente durante 12 horas. La leche
madura se mantiene en buen estado más tiempo, y dependiendo de la temperatura
durará más o menos:
Más de 30º: cuatro horas.
Entre 25 y 30º: de cuatro a seis horas.
Entre 19 y 22º: 10 horas.
A 15º: un día.
Refrigerada, entre 0 y 4º: ocho días.
Congelada: si es un congelador dentro de la nevera, dos semanas. Si es un
congelador de nevera, pero separado, tres o cuatro meses. En congeladores
comerciales, se puede conservar hasta seis meses.
Se recomienda conservar la leche en recipientes de cristal bien limpios (no es
necesario esterilizarlos) y no de plástico, ya que el plástico puede trasmitir sustancias
con efectos adversos como los ftalatos o el bisfenol A.
En el caso de que se congele la leche, es recomendable llevar a cabo su
descongelación sumergiendo el recipiente en otro con agua caliente. Una vez
descongelada, no se debe volver a congelar.
La leche puede adquirir un olor rancio en algunas ocasiones, algo que se puede evitar
escaldando la leche y enfriándola rápidamente después. No obstante, la leche rancia
no es perjudicial para el bebé, aunque generalmente suelen rechazarla por su olor o
sabor
La leche materna es el alimento ideal para tu bebé. Contiene todos los elementos
nutritivos que necesita para su crecimiento y desarrollo, así como las sustancias que lo
protegen contra infecciones y alergias. La cantidad y calidad de la leche materna es
suficiente, por lo que no es necesario que le des otros alimentos como agua, té o
jugos, antes de los seis meses. Los bebés amamantados tienen menos probabilidades
de desarrollar obesidad tanto en la infancia como en la época adulta.
El contacto inmediato piel con piel ayuda a regular la temperatura corporal de los
recién nacidos y los expone a bacterias beneficiosas que se encuentran en la piel de
las madres. Estas bacterias buenas protegen a los bebés de enfermedades
infecciosas y les ayudan a fortalecer sus sistemas inmunológicos.
El contacto piel con piel que empieza inmediatamente después del nacimiento y dura
hasta que el bebé termina de amamantar por primera vez tiene muchos otros
beneficios. Se ha demostrado que aumenta las probabilidades de que los bebés sigan
amamantando, amplía la duración de la lactancia materna y también mejora las tasas
de lactancia materna exclusiva.
Tanto la AEPED como la OMS abogan por la lactancia materna en lugar de la artificial,
con base en diferentes estudios científicos que demuestran las ventajas que tiene la
leche materna en la salud del bebé. Los nutrientes aportados por la leche materna son
mejor absorbidos por los niños, aportan mejor las propiedades contra infecciones, o
incluso, proporcionan efectos analgésicos.
La supervivencia del bebé también parece estar muy relacionada con el tipo de leche
que los bebés toman durante sus primeros meses: según la OMS, los bebés que no
reciben leche materna durante sus primeros meses de vida tienen entre seis y 10
veces más probabilidades de morir que los que sí la toman. Los niños alimentados de
manera única por lactancia artificial también presentan mayor riesgo de contraer
enfermedades o trastornos como la diabetes, la celiaquía, la colitis ulcerosa o la
enfermedad de Crohn.