Está en la página 1de 3

Luego del bautismo, cual creen que es la decisión más importante?

El bautismo es la primera ordenanza del Evangelio y un paso necesario en su camino de regreso a Dios.

En los templos, los miembros de la Iglesia reciben ordenanzas y hacen convenios sagrados que son
esenciales para la exaltación. Van a los templos a efectuar ordenanzas propias y a favor de personas
fallecidas que no las han recibido. Para ello es necesario tener una recomendación vigente de uso limitado
e ir al templo con la frecuencia que las circunstancias y las necesidades familiares lo permitan, para ser
bautizados y confirmados por los muertos.

Antes de eso, deben participar en la obra de historia familiar buscando nombres de sus antepasados,
solicitando las ordenanzas del templo para ellos, si fuera necesario, y efectuando ellos mismos dichas
ordenanzas en el templo, de ser posible. Deben ser familiares directos, estar emparentados u obtener la
aprobación del pariente vivo mas cercano para poder realizarlo. (datos indexación).

El obispo posee las llaves de la obra de salvación en el barrio, los ayuda a prepararse para recibir las
ordenanzas del templo y reunir los requisitos para seguir yendo al templo.

El templo es el lugar de adoración más sagrado sobre la tierra; es la Casa del Señor. Es un lugar apartado
del resto del mundo donde los miembros procuran acercarse más a Dios. Son lugares de paz, aprendizaje e
inspiración. Las frases “Santidad al Señor” y “La Casa del Señor” se encuentran cerca de la entrada de cada
templo y nos recuerdan que cada uno es un lugar sagrado.

Una vez que se dedica, la entrada al templo se reserva para los miembros de la Iglesia que se han
comprometido a vivir el evangelio de Jesucristo y están listos para participar en ordenanzas sagradas
adicionales. Se recibe a los miembros en este escritorio ubicado en la entrada del vestíbulo, donde
presentan una pequeña tarjeta llamada recomendación. La tarjeta de recomendación la expide el líder
local de la Iglesia, que certifica que ellos están preparados para entrar en el templo.

Los miembros de la Iglesia que entran en el templo se dirigen a vestuarios para cambiarse su ropa diaria y
ponerse ropa blanca antes de participar en los servicios del templo. Ese cambio de ropa sirve de
recordatorio de que los participantes dejan provisionalmente el mundo atrás y entran en un lugar santo. La
ropa blanca simboliza pureza, mientras que el vestirse igual en el templo crea un sentido de unidad e
igualdad.

Jesús enseñó que el bautismo es necesario para entrar en el reino de Dios. Pero, ¿qué sucede con las
personas que mueren sin haber sido bautizadas? Dios ha proporcionado un medio para que ellos también
reciban todas Sus bendiciones. A aquellos que mueren sin la oportunidad de aprender acerca del Evangelio
en esta vida se les enseña en el mundo de los espíritus. Allí tienen la oportunidad de aceptar el Evangelio y
arrepentirse. Sin embargo, como espíritus, no son capaces de ser bautizados debido a que no tienen un
cuerpo físico. Un Padre Celestial misericordioso ha proporcionado otra manera de que acepten el
bautismo. A las ordenanzas que se efectúan a favor de otras personas se les llama ordenanzas por
representante (u ordenanzas vicarias). De hecho, Su expiación es el acto vicario más grandioso en la
historia del mundo. Por medio de Su sacrificio infinito, Él hizo por todas las personas lo que no podemos
hacer por nosotros mismos. Gracias a Él, todas las personas resucitarán, todos escucharán el Evangelio y
todos tendrán la oportunidad de volver a nuestros Padres Celestiales. Los bautismos en el templo que se
efectúan por aquellos que han muerto son dones ofrecidos con amor. Debido a que creemos que la vida
continúa después de la muerte, también creemos que aquellas personas que han muerto son conscientes
del bautismo y pueden elegir si lo aceptan o no.

Si eres un miembro fiel de la Iglesia y tienes por lo menos 12 años de edad, puedes recibir de tu obispo una
recomendación para el templo e ir al templo a efectuar bautismos vicarios a favor de aquellos que han
muerto. Después del bautismo, puedes ser confirmado a favor de ellos para que puedan recibir el don del
Espíritu Santo. Los bautismos y las confirmaciones vicarios se efectúan solamente en los templos.

Los poseedores del sacerdocio pondrán las manos sobre tu cabeza y conferirán el don del Espíritu Santo en
beneficio de la persona fallecida. Una bendición especial de los bautismos vicarios es que puedes ser
bautizado por tus propios antepasados. Al buscar los datos de tu propia historia familiar, encontrarás a tus
antepasados. El llevar el nombre de un antepasado al templo y ser bautizado y confirmado a favor de esa
persona es una experiencia muy personal.Descubrirás paz y perspectiva para tu propia vida al encontrar y
servir a tus antepasados. Comprenderás y conocerás mejor al Salvador al hacer también por los demás lo
que no pueden hacer por sí mismos.

El élder David A. Bednar dijo: “Los aliento a que estudien, para que busquen a sus antepasados y se
preparen para efectuar bautismos vicarios en la casa del Señor por sus propios familiares fallecidos… Si
responden con fe a esta invitación, el corazón de ustedes se volverá a los padres. Las promesas que se
hicieron a Abraham, Isaac y Jacob se arraigarán en su corazón… el amor y la gratitud que sienten hacia sus
antepasados aumentará; su testimonio del Salvador y su conversión a Él serán profundos y perdurables. Y
les prometo que serán protegidos contra la creciente influencia del adversario. A medida que participen en
esta obra sagrada y lleguen a amarla, serán protegidos… durante su vida”

Prepararse para ir al templo

Participar en las ordenanzas del templo es una parte maravillosa e importante de su compromiso de seguir
a Jesucristo. También es un paso esencial para algún día volver a vivir con Él y con nuestro Padre Celestial.
Mientras se prepara para esas experiencias sagradas, usted querrá hacer todo lo posible para asegurarse
de estar listo. Su preparación debe incluir el estudio con espíritu de oración del evangelio de Jesucristo y
la aplicación de esas enseñanzas en su vida. El honrar con exactitud los convenios sagrados que ya ha
hecho será la base de su preparación para el templo.

Estas ordenanzas sagradas del sacerdocio conducen a la bendición más grande que nuestro Padre Celestial
ofrece a Sus hijos: la oportunidad de vivir nuevamente con Él y con nuestra familia después de esta vida
terrenal.

Sabemos que en su bautismo hubo ceremonias simbólicas de significado espiritual. Usted se vistió de
blanco y entró en el agua; un poseedor del sacerdocio levantó su brazo y pronunció las palabras de la
ordenanza, y luego usted fue “sepultado” en el agua y salió de ella como una persona “nueva”, limpio,
puro y listo para continuar su vida como fiel discípulo de Jesucristo. Después recibió el don del Espíritu
Santo cuando le fueron impuestas las manos sobre su cabeza.

Cuando se bautizó, usted hizo un convenio con Dios: prometió tomar sobre sí el nombre de Jesucristo,
recordarle siempre, guardar Sus mandamientos y servirle hasta el fin. Como miembro de Su Iglesia, usted
renueva simbólicamente su convenio bautismal y todos los demás convenios por medio de la ordenanza de
la Santa Cena.

Limpio de manos y puro de corazón

En el libro de Salmos se nos pregunta: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar
santo? El limpio de manos y puro de corazón” (Salmo 24:3–4). El “monte” de Jehová es Su templo y se
mencionan dos requisitos para los que desean entrar en él: ser limpios de manos y puros de corazón.

Al hablar sobre estos versículos, el élder David A. Bednar dijo: “Permítanme sugerir que las manos se
limpian mediante el proceso de despojarnos del hombre natural y de vencer el pecado y las malas
influencias de nuestra vida por medio de la expiación del Salvador. El corazón se purifica al recibir Su poder
fortalecedor para hacer el bien y llegar a ser mejores. Todos nuestros deseos dignos y buenas obras,
aunque son muy necesarios, no producen manos limpias y un corazón puro.

La expiación de Jesucristo es la que proporciona tanto el poder limpiador y redentor que nos ayuda a
vencer el pecado como el poder santificador y fortalecedor que nos ayuda a ser mejores de lo que seríamos
si dependiésemos solo de nuestra propia fuerza. La expiación infinita es tanto para el pecador como para el
santo que cada uno de nosotros lleva en su interior”

Al prepararse para ir al templo, usted tendrá la oportunidad de hablar con su obispo y luego con su
presidente de estaca si va a recibir su investidura o a contraer matrimonio. Cada uno le hará una entrevista
de recomendación para el templo. Usted podrá compartir sus pensamientos y sentimientos con ellos, y
ellos le ofrecerán consejo inspirado. Al responder las preguntas que ellos le hagan, usted también afirmará
ser “limpio de manos y puro de corazón”; en otras palabras, que es digno y está dispuesto a entrar en el
templo, participar en ordenanzas sagradas y honrar sus convenios.

Los convenios sagrados son personales y poderosos

1. Los convenios hacen más profunda su relación con el Padre Celestial y Jesucristo.

Un convenio es más que un contrato; es un compromiso personal que define y hace más profunda nuestra
relación con Dios. Los convenios crean un vínculo sagrado entre Dios y Sus hijos. Renuevan nuestro
espíritu, transforman nuestro corazón y nos ayudan a llegar a ser unidos con Él. Si se mantiene fiel a sus
convenios, su devoción a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo aumentará; sus sentimientos de gratitud se
incrementarán; su capacidad para amar y servir a los demás crecerá y las bendiciones prometidas en el
templo fluirán más abundantemente en su vida diaria.

2. Los convenios le ayudan a centrarse en las cosas que más importan.

El élder Dallin H. Oaks aconsejó: “… el solo hecho de que algo sea bueno, no es razón suficiente para
hacerlo… Algunas cosas son mejores que buenas, y merecen que les demos prioridad… Algunos usos del
tiempo individual y familiar son mejores, y otros son excelentes. Debemos abandonar algunas cosas
buenas a fin de elegir otras que son mejores o excelentes porque desarrollan la fe en el Señor Jesucristo y
fortalecen a nuestra familia”

Obtenemos una perspectiva más inspirada en cuanto a las prioridades y tomamos decisiones más sabias
cuando nos centramos primero en esos sagrados compromisos que hemos hecho con Dios y en lo que Él
considera más importante (ejemplos vida diaria, aprobación por like en una foto) ser popular en redes
sociales.

3. Las ordenanzas y los convenios del templo le bendicen a usted y a los demás.

Después de recibir las ordenanzas del templo para usted mismo, puede regresar al templo y recibir las
ordenanzas en favor de otras personas. Su servicio bendecirá la vida de esas personas y también le
recordará a usted sus propias promesas y bendiciones.

Ellos lo conocen personalmente Ellos lo aman por completo. ¿Recuerda alguna ocasión en que se sintió
particularmente cerca del Padre Celestial y Jesucristo? Esos sentimientos crecerán cuando regrese al
templo. El templo está apartado de las distracciones, las tensiones y las influencias negativas de la vida. En
este santo lugar se le recordará que usted y sus seres queridos están aquí por un grande y noble propósito.
Encontrará mayor paz, consuelo, guía y esperanza. Si desea seguir a Dios y a Jesucristo, con cada visita
entenderá más cosas acerca de Ellos y de Su amor por usted y por los demás. El Espíritu Santo seguirá
enseñándole, recordándole lo que experimentó, lo que sintió y cómo puede vivir como Dios desea que
viva. Dios desea que usted esté cerca de Él, pida Su ayuda a medida que se prepara.

También podría gustarte