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En el año 2004, una vez consolidada y experimentada la legislación forestal

andaluza, se aprobaron las primeras Instrucciones Generales para la


Ordenación de Montes de la Comunidad Autónoma de Andalucía
(IGOMCAA), -a través de Orden de 26 de enero de 2004- como herramienta
específicamente adaptada a la realidad social y económica andaluza y a las
peculiaridades físico-ecológicas del monte mediterráneo andaluz,
sustituyendo a las Instrucciones anteriormente vigentes a nivel estatal del
año 1970.
Las IGOMCAA establecen dos tipos de instrumentos dasocráticos para
aplicar la ordenación de montes, los Proyectos de Ordenación de montes
(PO) y los Planes Técnicos de Ordenación de montes (PTO). Son éstos
últimos principalmente destinados para la ordenación de montes de
propiedad particular por su mayor sencillez respecto a los PO. En todo caso,
cualquier propietario forestal privado puede elegir entre uno u otro tipo.

Ventajas
La redacción de un Proyecto o Plan Técnico de Ordenación (PO/PTO) y su
posterior aprobación por la Administración Forestal, actualmente la
Consejería, no sólo es deseable en una Comunidad Autónoma como la
nuestra en que el 74% de la superficie forestal es de propiedad privada, sino
que aporta una serie de importantes beneficios para su propietario:

• Garantiza un mejor conocimiento del monte y sus posibilidades, y por


ende de su conservación y aprovechamiento.
• Establece, de acuerdo a criterios técnicos, las actuaciones más
adecuadas para lograr los objetivos del propietario.
• Su aprobación por parte de la Administración implica que la mayor
parte de los trabajos ligados a las actuaciones recogidas en la
Ordenación del monte no necesiten autorización previa por parte de la
misma, estando sujetos únicamente a un sencillo régimen de
notificación (véase artículo 63 de la Ley 2/1992 Forestal de
Andalucía).
• Facilita la aprobación por parte de la Administración de aquellas
actuaciones que aun recogidas en el ámbito de la ordenación
necesitan autorización de aquella.
• Incluye la planificación preventiva contra incendios forestales,
haciendo innecesaria la redacción de otro documento más.
• Exención del pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles durante el
plazo de 15 años (véase art. 62.2 c del Real Decreto Legislativo
2/2004 del texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas
Locales).
• Las fincas con ordenaciones aprobadas gozan de prioridad a la hora de
obtener subvenciones públicas orientadas a la gestión forestal
sostenible.
• Simplifica y facilita, en su caso, la obtención de certificados en gestión
forestal sostenible.

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