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1945 será el punto de partida del mundo actual. En mayo capitula Alemania y unos
meses después Japón, lo que supone el fin de la segunda guerra mundial, en principio
europea y mundial desde 1941 verdaderamente mundial.
Hay una serie de nuevos factores que aparecen con esta guerra:
- Económicos: desarrollo y expansión del capitalismo.
- Sociales: la sociedad de masas.
- Culturales/ideológicos: el hombre busca fórmulas para explicar lo que ha
sido la crisis del 39-45 y el horizonte tras ella.
- Políticos: consolidación de la democracia liberal y del comunismo.
- RR. II.: establecimiento de un orden bipolar nunca conocido.
En el Primer y Segundo Mundo, la victoria de los aliados hace que, una vez
derrotado a los fascismos y desprestigiados políticamente (por el genocidio), se sitúen
cara a cara ante dos modelos diferentes (que han sido aliados coyunturales) que en las
posguerra, para construir la paz, no mantienen bien su alianza. Con el primer mundo
liderado por los EE.UU. (demócrata y capitalista) y el segundo por la U.R.S.S.
(socialista revolucionario). Ambos mundos no se enfrentan de repente, sino que la
sociedad internacional está fragmentada desde 1917; pero ocurre que estos mundos no
han llegado a establecer confrontación directa, sino que en los ´30 y ´40 han tendido a
desarrollar una coexistencia entre ambos, y la lucha contra el fascismo les ha convertido
en aliados coyunturales.
La denominación de mundo occidental es de carácter geopolítico, más económica
que geográfica. Agrupa a una serie de estados definidos por unos rasgos comunes: ven
en 1945 el afianzamiento en lo político de los principios de la democracia liberal, la cual
se asienta y profundiza en países con una tendencia en esta línea, pero también en
estados donde la crisis de los ´20 y ´30 lleva a fórmulas totalitarias: Italia (1947) y
Alemania Federal. Se afianza el capitalismo en un nivel superior, pero va adquiriendo
carácter multinacional que, a diferencia de principios de siglo, nos sitúan ante un estado
más intervencionista debido a la necesaria reconstrucción tras la guerra. Pero también
está el desarrollo de un nuevo modelo: la preocupación por la dimensión social lleva a
que el Estado deba atender los nuevos anhelos que la población reclama en educación,
sanidad, etc. Así, tras la segunda guerra mundial se va desarrollando el Estado del
Bienestar. En los ´50, ´60 y principios de los ´70 el mundo occidental vive un gran
crecimiento económico que permite el desarrollo de las formas capitalistas y también
una mejora de las condiciones de vida en estas sociedades no conocidas anteriormente;
es lo que se dio en llamar los “treinta gloriosos [años]” o “triunfantes”, con cifras de
crecimiento del 8% al 12% en países como Francia o Alemania. Este crecimiento corre
paralelo a la aparición e una nueva realidad social que se ve tras la segunda guerra
mundial: la consolidación de una sociedad de masas compleja en su estratificación, pero
cuyos principales características pueden verse en el crecimiento de las clases medias, en
el acceso de las clases trabajadoras a la sociedad de consumo, el reforzamiento, en
suma, del Estado del Bienestar puesto en marcha en 1945 por los laboristas británicos (y
mantenido por los conservadores cuando lleguen al poder). Este crecimiento económico
plantea la forma de distribución de la riqueza generada. Sobre esta cuestión veremos
aparecer dos escuelas de pensamiento que, a la larga, se estructuran sobre dos proyectos
políticos: por una parte quieren poner el acento en el mercado como elemento
fundamental en el desarrollo del mundo occidental, lo que son las fuerzas liberal-
conservadoras. Frente a ellos, aquéllos que insisten en la necesidad de que el Estado
distribuya la riqueza para limitar las desigualdades, la socialdemocracia. Hay que tener
en cuenta la corriente del pensamiento político confesional: los democristianos, o
socialcristianos, que irán progresivamente confluyendo en el liberalismo conservador.
Será un mundo que desde el punto de vista político atravesará distintas fases de
crisis e inestabilidades motivadas tanto por circunstancias coyunturales (como la
pérdida de los imperios coloniales con graves crisis políticas, léase, por ejemplo, la
caída de la IV República francesa) o motivadas por el fenómeno de crecimiento
económico y la aparición de unas protestas derivadas de grupos sociales que rechazan el
modelo de “estandarización”, la sociedad de consumo y bienestar, planteando
propuestas sociales y políticas alternativas: será la situación del 68. El elemento más
característico de estas crisis es que ninguna de ellas terminará con el sistema político y
económico vigente. El sistema capitalista y la democracia no desaparecerán y, por el
contrario, intentará amoldarse a las nuevas circunstancias y profundizando en sus
objetivos, ya sea desde una perspectiva socialdemócrata o liberal-conservadora.
Frente al mundo occidental aparecerá el segundo mundo, el mundo en torno al
socialismo liderado por la Unión Soviética. En 1945, al igual que en 1917, la Rusia
bolchevique o la U.R.S.S. era el único representante a escala mundial de este modelo
socio-político y económico. Sin embargo, tras la guerra, el modelo del socialismo
comunista experimenta una espectacular expansión en la propia Europa con la creación
de las “democracias populares”, evidente a partir de 1947 y también en ámbitos
extraeuropeos como en el caso de la China de Mao a partir de 1949. Este impulso se
deriva del empuje de la Unión Soviética, pero también de lo que es la fuerza de los
partidos comunistas, que serán los que más ímpetu demuestren tras la guerra; por
ejemplo, en la Francia de 1947 el PCF obtiene unos resultados electorales del 25%,
superiores a los democristianos, la SFIO..., algo muy similar ocurre en Italia, así como
en Europa central y oriental. Este impulso se debe no sólo al papel que estas
formaciones tienen, sino también al respaldo que obtienen de círculos intelectuales, de
la intelligentsia de los países, que ven en el comunismo una de las claves para explicar
lo que ha sido la crisis de los años de guerra y una salida a la incertidumbre de los
primeros años de posguerra. También influye la propia experiencia de guerra de la
Unión Soviética, que se rehizo, detuvo y expulsó a los ejércitos nazis; Stalin, por ello, es
un libertador que acabó con el nazismo según muchos pensadores occidentales.
La guerra fría acentuó el proceso de control directo o indirecto del mundo socialista
por parte de la Unión Soviética, pero este mundo socialista también conoce la crisis,
primero política, e importante a lo largo de estos años; una crisis de triple naturaleza o
que seguirá tres ,modelos diferentes:
1- A partir de 1953 se inicia una crisis política en el seno de Unión Soviética y las
democracias populares, que tiene como explicación responder a lo que es el
estado soviético tal y como ha sido concebido por Stalin en los ´30: será la
desestalinización de a partir de mediados los ´50 y que tendrá en Kruschev su
principal representante.
2- Aparece cuando otros actores del campo socialista cuestionan el liderazgo
internacional de la U.R.S.S.. La hegemonía que este país establece en su área de
influencia será cuestionada por la China de Mao y la Yugoslavia del mariscal
Tito, a los que se unirán otros. Plantean modelos de socialismo diferentes al
soviético y no aceptan el hegemonismo que en las relaciones internacionales
establece la U.R.S.S..
3- Se plantean cuando los estados de la esfera socialista desean romper
directamente con el modelo socialista. Es el caso de la Hungría de Nagy en
1956 o la Checoslovaquia de 1968. Los Húngaros del 56 desean salir del Pacto
de Varsovia, establecer mecanismos democráticos e iniciar su camino
tradicional, algo que no permiten los soviéticos.
Por lo tanto, las crisis políticas del mundo socialista, junto a otros elementos,
conducirán a su desaparición. Desde el punto de vista económico estas economías
dirigidas evolucionarán desde un rápido crecimiento en los ´50 y principios de los ´60 a
un estrangulamiento final de sus estructuras productivas que, junto a un proceso de
contestación social, determinan su desaparición. También es cierto que actualmente el
modelo económico socialista está ofreciendo elementos de transición estable desde el
socialismo al modo capitalista.
En otro orden de cosas, las bases del mundo actual no se pueden comprender sin
tener muy presentes los balances humanos y materiales de la segunda guerra mundial.
Las pérdidas humanas y materiales resultaron muy superiores a las de la primera guerra
mundial y establecieron en muchas ocasiones una serie de condicionantes que sólo con
el tiempo se superarían. También, desde el punto de vista territorial, las consecuencias
se han dejado sentir hasta nuestros días. Para entender los cambios territoriales de
después de 1945 hay que tener como elemento clave el papel de las superpotencias, y la
recomposición del mapa europeo que se haría se explica por los intereses de cada una de
estas superpotencias, algo mucho más evidente en Europa central y oriental.
El balance humano se sitúa en torno a los 50 millones de muertos, ya sean militares
o civiles, encabezados por la Unión Soviética (20-27), seguida por Alemania, Polonia...,
disminuyendo el número en los países occidentales y terminando con EE.UU. y Canadá.
Pero las pérdidas no se limitaron a las muertes, sino que la segunda guerra mundial puso
a la humanidad ante lo que ha sido el fenómeno de los desplazamientos y movimientos
de población más importantes de la historia moderna y contemporánea: en torno a 50
mill. De personas se convirtieron en desplazados que, por uno u otro motivo, estaban
fuera de sus hogares en 1945. En algunos casos estas poblaciones llegaron a modificar
completamente el mapa etnográfico europeo; hubo zonas donde poblaciones asentadas
desde la Edad Media se vieron obligadas a trasladarse. Estos movimientos de población
se realizaron en situaciones muy penosas: no había infraestructuras que dieran cobijo a
este elemento de los desplazados. La UNRRA (United Nations Relief and
Rehabilitation Agency) va a ser una de las primeras organizaciones que se ocupe de este
tema.
Desde el punto de vista material la guerra arrasó el continente, destruyó la industria,
campos, terminó con infraestructuras, con la flota mercante... Dejó el mundo y a Europa
en una situación de colapso absoluto. Pero este análisis liberalista escondía una realidad
menos dramática: la guerra permitió la desaparición de equipamientos industriales
obsoletos y la reconstrucción industrial del tejido productivo. Esto, unido al capital
norteamericano, explica el crecimiento material europeo de los ´50. De esta forma, la
decisión de no acabar con la España de Franco se basa en que era un mercado
indispensable por su pirita (necesaria para recuperar las tierras de labor), su flota
mercante intacta...
Por último, el balance de la segunda guerra mundial nos introduce en la aparición
de un nuevo orden internacional. Cuando en 1941 la guerra se mundializa, los Aliados
se fijan unos objetivos militares y unos objetivos para la paz. Los primeros eran la
derrota completa de las naciones agresoras del III Reich y el Japón imperialista sin
concesiones. Pero la Alianza iba más allá: trabajaban también para el mundo de
posguerra y sus objetivos para la paz eran, básicamente, establecer los fundamentos de
un nuevo orden mundial que garantizara la paz y la seguridad internacional mediante la
colaboración de los Aliados después de la guerra (prolongando la Alianza) y, junto a
ello, el establecimiento de un nuevo sistema de seguridad capaz de solucionar los
problemas del mundo de posguerra. Este segundo objetivo iba a ser un proyecto
básicamente americano que iba a tener una doble vertiente:
1- Crear un organismo internacional nuevo más eficaz que la Sociedad de
Naciones para terminar con la anarquía internacional.
2- Las Naciones Unidas, pero también quieren crear las condiciones para un
progreso económico estable para el mundo de posguerra.
Para ampliar:
Garnder, R. “La diplomacia del dolor. La Libra Esterlina. Orígenes y futuro del
sistema de Bretton Woods”. Círculo lectura, 1997.
Para ampliar:
- Hugh Thomas “Paz armada. Los comienzos de la guerra fría. 1945-1946”.
- Senaullens “De Yalta al Telón de Acero. Las grandes potencias y el inicio de
la guerra fría”.
Hay una serie de puntos como el de Polonia que quedará cerrado (fronteras y
gobierno) en una perspectiva cada vez más beneficiosa para los soviéticos. En cuanto a
Alemania, se adoptan una serie de compromisos definitivos: no va a ser desmembrada
sino que quedará dividida en cuatro zonas de ocupación, cada una dependiente de una
fuerza militar de Francia, Gran Bretaña, EE.UU. y U.R.S.S.; cada zona controlada y
dirigida por un militar aunque se va a formar un órgano de coordinación, el Comité
Militar Interaliado, integrado por los cuatro representantes militares de las zonas.
Berlín, la capital, que está en zona soviética, quedará también dividida en cuatro
sectores con una autoridad de coordinación, la Comandatura. Era un esquema de
funcionamiento provisional hasta que se firmase la paz definitiva con Alemania y donde
quedaran recogidas las características económicas, políticas e internacionales de la
Alemania de posguerra.
Al mismo tiempo, en Potsdam se creó un organismo, el Consejo de Ministros de
Asuntos Exteriores Aliados (CMA) que era el que tenía que redactar los tratados de paz
para las potencias derrotadas. Ese CMA finaliza su actuación en 1946-47 firmándose en
ese último año la mayoría de tratados de paz después de la guerra, exceptuando
Alemania y Austria. Habrá que esperar al 55 para que se firme el tratado con Austria
(Tratado de Estado) pero nunca se firmará con Alemania: hay que esperar a la
desaparición del bloque socialista en el 90 para que lo haya; y, es que, Alemania se
convertirá en el objeto de confrontación de la guerra fría.
Propósitos:
- Mantener la paz y seguridad internacionales.
- Mantener relaciones de amistad en las RR. II.
- Mantener la cooperación internacional económica, social y cultural.
- Servir como centro que armonice las relaciones.
Principios:
- Igualdad
- El cumplimiento de los objetivos de buena fe.
- Arreglar los problemas por medios pacíficos.
- No recurrir a la fuerza o la amenaza.
- Prestar ayuda a las Naciones Unidas y seguir sus decisiones.
- Los que no pertenezcan a las Naciones Unidas seguirán también sus principios.
- Las Naciones Unidas no interferirán en política interior.
En 1946 se asiste a las primeras crisis de posguerra, que es lo que se denominó la
proyección soviética hacia el sur. Las crisis de Irán, de Turquía y las que están en torno
a la guerra civil griega. A esa proyección meridional, los angloamericanos responden
con el “muro o barrera del sur”. En primer lugar Stalin quería comprobar la capacidad
de reacción de los angloamericanos sobre unas regiones especialmente importantes para
la Unión Soviética, pero también es una preocupación de los soviéticos ya que su
percepción de la política angloamericana era que estaban siendo cercados por los países
capitalistas (ver mapa 2º).
En el 47 podemos decir que hay ruptura y que el mundo se encamina hacia lo que
denominamos la guerra fría, hacia un orden bipolar. Sin embargo, todavía hay episodios
solidarios como los juicios de Nuremberg (que es el último de dichos episodios), pero la
ruptura es efectiva en dicho 47.
La guerra fría ha pasado a ser definida como un “enfrentamiento directo y no
bélico”, primero entre EE.UU. y U.R.S.S., y luego entre los dos bloques que lideran y
que se estructuran a nivel económico, militar y político; también, desde un punto de
vista sociocultural, la guerra fría y el orden bipolar condicionan las relaciones
internacionales en toda esta etapa desde 1947 hasta 1989-91 en el que la desaparición de
un de los bloques introduce al mundo en un escenario internacional difícil.
Este orden bipolar no va a ser inalterable: la guerra fría aparecerá determinada por
distintas circunstancias, por la aparición de nuevos actores, que hacen que el nivel de
enfrentamiento entre los dos bloques se amortigüe o reafirme, según los momentos (así
aparecen una serie de etapas llamadas “de distensión” o “segunda guerra fría”).
II. EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y LA GUERRA
FRÍA.
Son muchos y variados los elementos que contraponen a los antiguos Aliados. Los
capítulos que hay que cerrar después de la guerra son difíciles de concertar: está, sobre
todo, el problema de Alemania y su tratado de paz, que debe de ser negociado en la
Comisión de Ministros de Asuntos Exteriores y no sale adelante, lo que provoca que
cada una de las potencias ocupantes en su zona vaya construyendo Alemania según sus
intereses. Por ello, la ruptura que se ve en un marco general se plasma en puntos
concretos políticos o territoriales, como Alemania. Este problema estallará en 1949.
Junto a este problema hay también otros temas puntuales con gran relevancia, como
el fracaso de la comisión Baruch, un intento de crear en la ONU una autoridad con
competencias absolutas sobre el uso de la energía atómica. Es una propuesta americana
que deseaba fijar una autoridad internacional que controlase la producción de energía
atómica de los países y la dedicara a uso estrictamente civil.
El proceso de articulación de cada
“Una de las primeras medidas de las Naciones
bloque se inicia en el 47, en marzo,
Unidas fue la de crear en 1946 una Comisión de
Energía Atómica. En la primera reunión de esta cuando los EE.UU., cambiando su
comisión, Bernard M. Baruch presentó, en política exterior, ponen en marcha el
nombre de los EE.UU., un plan para crear una proyecto destinado a frenar, a contener,
Autoridad de Desarrollo Atómico Internacional
lo que consideran la amenaza del
que tendría exclusivo control y posesión de
comunismo. Se plasma en esa fecha
cualquier actividad nuclear potencialmente útil
para la guerra y tendría también derecho a con la doctrina Truman, una
inspeccionar todas las demás actividades declaración al Congreso americano que
atómicas . Una vez que se contase con un control inspirará la política exterior americana.
internacional efectivo, los EE.UU. destruirían su
Los EE.UU. habían comenzado a
arsenal. Pero los EE.UU. no podrían destruir sus
ver con preocupación la expansión de
avanzados conocimientos y retrasaría los avances
de la U.R.S.S. en física nuclear; además, suponía la U.R.S.S. hacia el sur (Irán Turquía y
la anulación, en este campo, del veto.” Grecia). El punto de inflexión será
Calvocoressi, P. Hª política del mundo Grecia: este país atraviesa, después de
contemporáneo. Pág. 12.
la segunda guerra mundial, una guerra
civil que enfrenta a una guerrilla comunista en el norte (con un enorme respaldo social
en el país) frente a las fuerzas nacionalistas y promonárquicas, controladas bajo
influencia de Gran Bretaña. En 1947 Gran Bretaña se muestra incapaz de seguir
sosteniendo financieramente todo su despliegue estratégico y militar en el mundo y, por
lo tanto, le resulta muy difícil seguir sosteniendo a las fuerzas conservadoras en Grecia.
A esto se añade que en Palestina, bajo mandato británico, se asiste a una guerra civil
entre las comunidades árabes y judía. Incapaz de hacer frente a esto, Gran Bretaña
abandona Palestina y se ve también obligada a salir de Grecia. Todo ocurre en el
Mediterráneo oriental, que ha sido tradicionalmente de influencia británica. La retirada
de los británicos debe llevar aparejada, según Londres, su reemplazo por una fuerza que
sea capaz de frenar la amenaza soviética en la región. Sobre la base de esto, EE.UU. va
a retomar el papel británico en la zona. Esto no era baladí en la época, ya que la política
exterior norteamericana se basaba en la doctrina Monroe, y el Mediterráneo oriental no
entraba dentro del interés de tal doctrina. Sin embargo, los hechos de 1947 obligarán a
los americanos a asumir la defensa de la libertad allí donde estaba amenazada; y, para
los EE.UU., la amenaza para la libertad estaba centrada en Grecia (los medios de
comunicación se esforzaban por ver una guerrilla comunista en Grecia pagada desde el
exterior, principalmente desde Moscú).
En esta situación, en marzo de 1947, Truman va al Congreso americano y lanza un
mensaje diciendo que los EE.UU. deben asumir la defensa del mundo libre, amenazado
en diversas partes del mundo por la actuación de fuerzas extrañas a dichos países, y la
obligación moral americana era acudir en su defensa. Después de esta moralina, Truman
concreta en Grecia y pide al Congreso ayuda financiera y económica para sostener la
libertad en Grecia. La Cámara lo acepta abandonando la doctrina Monroe y comienza
una ayuda económica y militar para el gobierno griego, que permitirá el triunfo de los
sectores oficiales y la derrota de la guerrilla comunista. Desde el punto de vista
americano Grecia queda libre para la democracia (por cierto, gracias a este programa un
grupo de oficiales se pudieron trasladar a los EE.UU. para adquirir formación y, en los
´60, el golpe de estado de los “Coroneles” será llevado a cabo por estos personajes).
Pero, para los EE.UU., el limitarse a Grecia era insuficiente; la contención al
comunismo debía ejercerse sobre niveles más extendidos. Es decir, no bastaba con
acudir en ayuda de Grecia, sino también de Europa. Ese mismo año, en junio de 1947,
el Secretario de Estado americano da otro famoso discurso en el que anuncia el deseo de
los EE.UU. de poner en marcha un programa global de ayuda económica a los países
europeos. Es lo que se conocería como Plan Marshall (o Programa para la
Reconstrucción Económica Europea). Se hablará de la necesidad moral, de que los
europeos regulen sus economía. Lo que se escondía detrás de la política americana son
fundamentos geopolíticos y económicos. Para los EE.UU. la situación que atravesaba
Europa era el caldo de cultivo para la expansión no tanto de la U.R.S.S. como del
comunismo. Los países europeos atravesaban unas difíciles condiciones económicas
donde la falta de los elementos básicos para vivir (alimentación, vestido, carbón...)
desestabilizaban a la sociedad, que comenzaba a plantear graves conflictos a sus
gobiernos. Las difíciles condiciones de vida ponían en peligro a los gobiernos: por
ejemplo, en noviembre de 1947 los comunistas en Francia habían desencadenado un
conjunto de huelgas revolucionarias donde la conquista del poder figuraba entre sus
objetivos; Francia está al borde de un golpe político. Si Europa no era capaz de
normalizar sus economías tendrían que actuar los EE.UU. Norteamérica no deseaba
perder su mercado privilegiado, su economía necesitaba, para seguir creciendo,
convertir a Europa en su satélite económico y, por otro lado, si el comunismo llegaba a
extenderse por Europa occidental, podría saltar al norte de África y, desde allí, a
Iberoamérica. Por lo tanto, por economía y geopolítica, los EE.UU. pusieron en marcha
el Plan Marshall. Debido también a esto cambiará la actitud hacia Franco por su carácter
marcadamente anticomunista y, a partir del 48, se reconsiderará el régimen, una política
que culmina en el 53 en los pactos de asistencia mutua.
Marshall dirá que los EE.UU. están dispuestos a formalizar esa ayuda, pero sólo
piden a los europeos una condición: que sean los propios países europeos quienes se
organicen para distribuir la ayuda económica y financiera. Esta condición tiene una
enorme importancia porque los americanos estaban convencidos de que con esa ayuda
se normalizaría Europa, pero eso no era suficiente; sabían que para frenar al
comunismo, los europeos debían buscar medidas de organización entre ellos,
estructurarse para aparecer como un bloque más compacto. Los europeos asumen esto y
en abril de 1948 en París se formó la OECE, el organismo encargado de redistribuir la
ayuda americana y la primera organización de cooperación económica europea. Este
sería el punto de partida para lo que será el ensayo político más importante de la Europa
occidental en el siglo XX: la construcción europea.
Por ello, los EE.UU. han logrado llevar la ayuda económica, organizar a los países
europeos y, por último, logran excluir al mundo socialista. Cuando los EE.UU. lanzan la
ayuda dicen que es para todos, aunque era evidente que en el 47 la U.R.S.S. no iba a
aceptar los términos del plan. En agosto del 47 la U.R.S.S., a través de Molotov,
rechaza la presencia de la U.R.S.S. en la ayuda americana por ser un “mecanismo
imperialista”. Y con la U.R.S.S. se retiran también la mayoría de países europeos
sometidos a la sovietización de Moscú. Por lo tanto, con ese rechazo, la ayuda
económica americana irá básicamente a los países occidentales con la excepción
yugoslava (Checoslovaquia lo intentó, pero no pudo por razones de presión soviética).
La construcción del campo militar parte de 1940, cuando el Senado americano
aprueba la resolución Van-Demberg, por la que se autoriza al gobierno a suscribir
alianzas en tiempo de paz; supone la ruptura con la doctrina Monroe. Esto significa
levantar el escollo legislativo sobre la política de dominación americana. En abril de
1949 se formalizará la OTAN, el sistema defensivo multilateral de occidente. Había
habido intentos anteriores en Europa (tratado de Bruselas de 1948 que constituía la
Unión Europea) pero con pocas posibilidades efectivas, por lo que se optó por incluir a
los EE.UU. y Canadá. Este mismo año ve el triunfo de Mao en China y de la
constatación sobre la capacidad atómica soviética.
También se producen los primeros pasos de articulación y organización en el
mundo soviético. El punto de partida será en septiembre de 1947, cuando se crea la
Oficina de Información Comunista (Kominform) que aparece como un ente dedicado a
coordinar las actividades del movimiento comunista en todos los ámbitos. Incluyó a la
mayoría de los estados bajo la influencia soviética más los partidos comunistas de
Europa occidental. Su substrato ideológico es el informe Jdanov, que representaba el
fundamento teórico sobre el cual se pretende construir el bloque comunista. Al tiempo
consolidaría la influencia soviética sobre Europa central y oriental: un conjunto de
países que optan por las democracias populares como sistema político, donde los
partidos comunistas van a tener un papel clave y básico. Tras la segunda guerra mundial
(según Hugh Thomas) crearon coaliciones gubernamentales con los comunistas
ocupando carteras importantes; conforme fue pasando el tiempo estas coaliciones
fueron expulsando a elementos liberales y a finales de 1947 los comunistas controlan
absolutamente el poder, legitimado con convocatorias electorales. El caso más relevante
de este proceso de sovietización fue en la Checoslovaquia de febrero de 1948, el
“Golpe de Praga”, que fue una actuación política de los comunistas que termina con las
fuerzas liberales y el país cae bajo la influencia total soviética.
Sin embargo, la cuestión de Alemania es la preocupación fundamental de la
mayoría de ex-aliados por varias razones. Especialmente porque dado el proceso de
división en Europa, Alemania pasa a ser para las superpotencias un enclave geopolítico
de primer orden, y ninguno estaba dispuesto a ceder.
Los antiguos aliados fueron incapaces de redactar los Tratados de Paz para
Alemania, donde se dijera su futuro político y económico. El resultado será que la
división bipolar se plasmará en Alemania. Los occidentales, en 1948, comienzan un
proceso de unificación de sus zonas ocupadas, y van a establecer una misma moneda
(Marco alemán), van a autorizar la celebración de elecciones en sus zonas y van a
permitir que se redacte una Constitución donde puedan recopilar los términos políticos
de el territorio alemán que controla. La U.R.S.S. responde igual, organizando
políticamente su zona: creando mecanismos democráticos populares y sistemas de
control económico estatal.
El resultado fue que en 1949 se constituye la RFA a través de la Ley Fundamental
de Bonn (la Constitución); y en la zona oriental la RDA. Cada uno se convierte en
satélite político de cada bloque. La división de Alemania ha tenido como precedente la
mayor crisis internacional entre los Aliados: el bloqueo de Berlín (1948-49). La
U.R.S.S. cierra el acceso a Berlín occidental y éste queda aislado de la zona occidental
de Alemania. Esto crea una gran tensión y los aliados responden creando un puente
aéreo de 24 horas diarias durante un año para abastecer a Berlín occidental. En 1949
unas negociaciones permiten la reapertura de la comunicaciones terrestres y mantener
un statu quo sobre Berlín occidental que sólo se modificará a principios de los ´60 con
la construcción del Muro.
A pesar de esta tensión, los momentos más duros de la guerra fría nos trasladan a
Extremo Oriente. Una zona donde los EE.UU. comienzan a sentir la amenaza desde
que, en 1949, se proclama la República Popular China y su acercamiento a la U.R.S.S.
desde 1950. En Extremo Oriente la guerra ideológica que supone la guerra fría se
combina con una guerra descolonizadora. El conflicto bajo esta perspectiva tiene dos
actores principales:
1- Indochina.
2- Península de Corea.
El resultado de ambos conflictos es el mismo: la ruptura territorial de un espacio
debido a las divisiones ideológicas de la guerra fría: como en Alemania.
Indochina: En 1946 hay un levantamiento nacionalista que tiene como objetivo el
reconocimiento de la independencia. Los franceses aceptan, pero militarizan el
problema e inician la guerra de Indochina, que durará, en esta fase, hasta 1951. El
conflicto militar se soluciona sólo con una paz de compromiso por la cual Indochina se
ve dividida en dos zonas:
1- Norte (comunistas): República de Indochina.
2- Sur (nacionalista/monárquica).
Corea: Tras la segunda guerra mundial era un territorio controlado al norte por la
U.R.S.S. y al sur por los EE.UU. Tras varias negociaciones se va a ir logrando la
evacuación de tropas, aunque en realidad Corea aparecía ya fraccionada entre un
modelo comunista y otro de corte occidental.
En Yalta se había decidido que la U.R.S.S. y EE.UU. abandonasen las zonas
ocupadas de Corea, pero la evacuación se complica. Las negociaciones para establecer
un gobierno nacional fracasan y en 1948 Corea es dividida de facto en dos zonas a lo
largo del paralelo 38: al norte se va a establecer una República Democrática de Corea
bajo influencia soviética y al sur una República de Corea influenciada por los EE.UU..
Sólo una vez producida esta división de hecho, soviéticos y americanos se retiran
La crisis va a estallar en junio de 1950, una guerra que constituye uno de los
episodios más tensos de la guerra fría por varias razones:
1- Hay conflicto armado entre las superpotencias a través de actores
interpuestos.
2- Hay participación activa de la ONU; el Consejo de Seguridad jugará
un papel protagonista en esta crisis que se abre.
La guerra se inicia cuando las tropas norcoreanas atraviesan el paralelo 38 e
invaden el territorio de Corea del Sur llegando hasta Seúl. Esto exige una respuesta de
los EE.UU. y de la comunidad internacional. La Doctrina Truman estaba diseñada para
Europa y los EE.UU. inician una operación de bombardeo sobre Corea del Norte, al
tiempo que consiguen el respaldo de la ONU para rechazar la agresión norcoreana. El
Consejo de Seguridad va a aprobar una serie de resoluciones exigiendo la retirada de las
tropas invasoras, decretando acciones contra Corea del Norte. Incluso va a promover la
constitución de una fuerza internacional armada que, bajo bandera ONU, aunque
controlada por los americanos, se desplaza a la zona del conflicto. Supone la primera
operación armada bajo auspicios de la ONU.
Meses antes, la U.R.S.S. se había ausentado del Consejo de Seguridad, lo que
impide que pueda vetar las sanciones del Consejo.
Con la presencia de la ONU en Corea, el panorama se modifica hasta lograr
expulsar a los norcoreanos del paralelo 38 y llegar a la capital de Corea del Norte: el
conflicto se sitúa a favor de las posiciones americanas.
La última fase de la contienda se da desde octubre-noviembre de 1950; la relación
de las fuerzas del norte se ven favorecidas por el apoyo de un contingente de chinos, lo
que significa el inicio de la presencia de la China comunista en la guerra. Esto permite
expulsar a la ONU del paralelo 38 y situar el conflicto en su momento de más tensión.
El comandante en jefe Mac Arthur exige a Truman el bombardeo de las posiciones
chinas en la frontera de Corea incluso con la utilización de armas atómicas. Truman no
se arriesga y sustituye a Mac Arthur ya que teme que el empleo de armas atómicas
implique la entrada directa de la U.R.S.S.: hay que situar el conflicto de Corea en un
nivel de riesgo calculado.
La salida de Mac Arthur permite el inicio de conversaciones a lo largo de 1951 que
concluyen en 1953 con la firma del armisticio, que desmilitariza la línea de división
entre las dos Coreas en torno al paralelo 38, situando las fuerzas en torno a ese paralelo
y permite estabilizar la situación hasta la actualidad.
La guerra de Corea tiene varias consecuencias:
1- Una demostración de la fuerza del bloque comunista (sobre todo
China).
2- La necesidad de los EE.UU. de organizar y articular un sistema
defensivo en el sudeste asiático, donde sus intereses están presentes.
Este sistema de seguridad se articula en torno a tres mecanismos:
1- Firma del Tratado de Paz con Japón en 1951, y la firma también de
un Pacto de Seguridad. Japón se convierte en una pieza clave del
diseño estratégico americano en Extremo Oriente.
2- Firma del Tratado de Seguridad ANZUS o Pacto del Pacífico (1951),
donde se incluyen los EE.UU., Australia y Nueva Zelanda. Es una
segunda barrera para la contención del comunismo.
3- Firma del OTASE, donde están incluidos la mayoría de los países del
Sudeste Asiático.
Otras consecuencias menores son la triplicación del presupuesto de defensa
americano, la mayor cantidad de soldados en Europa y convertir a la RFA en un socio
vital para la seguridad y rearmarla.
III. EL CAPITALISMO AVANZADO.
Bibliografía:
- Foreman Peck. La Hª económica mundial. 1992. Cap. 12-15.
- Pérez Sánchez, La Guardia. Hª Contemporánea Universal. 1ª parte.
Hay dos palabras que resumen la evolución económica en occidente tras la segunda
guerra mundial: crecimiento y desarrollo. Hay un aumento de la producción y del nivel
de vida que nos coloca ante un capitalismo triunfante, pero un sistema económico
capitalista cuya naturaleza tiene poco que ver con el carácter del capitalismo anterior a
los años ´20.
Este proceso de crecimiento y desarrollo se va a ver impulsado prácticamente sin
graves alteraciones hasta principios de los ´70. Desde 1945 hasta 1973 el mundo
occidental vive en una fase de crecimiento y desarrollo que hizo a un economista
francés –Fourashiè- decir que “el mundo había vivido los 30 gloriosos años más
importantes de la contemporaneidad”. 30 gloriosos porque, a partir de los ´70, este
modelo de crecimiento va a entrar en una grave crisis que tendrá tres exponentes:
1- 1968: crisis social.
2- 1971: crisis monetaria.
3- 1973: crisis del petróleo.
Crisis todas ellas que abren la puerta a una nueva reconsideración sobre la vida
económica.
Las bases para la aparición de este proceso de desarrollo se dan a finales de la
segunda guerra mundial por la intervención de los EE.UU. que buscan establecer un
marco internacional donde el modelo capitalista encuentre el campo abonado para su
desarrollo. Hay dos elementos que se utilizan para este fin:
- Bretton Woods, 1944.
- Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio (GATT), 1947. Va a
suponer una mundialización nunca vista de los intercambios comerciales. Se
inspira en el llamado Sistema de Puertas Abiertas (noción típicamente
americana), crea un mundo estable en donde se pueda intercambiar y
comerciar sin obstáculos, sin políticas monopolísticas y sin espacios
reservados. Se articula sobre dos conceptos:
a) Librecambio mundial: La idea era suprimir el conjunto de trabas y
obstáculos que distorsionaban las relaciones económicas
internacionales. A través del GATT y de este principio se establecen
unas normas y principios tendentes a este fin: 1- La supresión de
todos los contingentes en el marco de las relaciones internacionales;
2- La reducción progresiva y general de las tarifas aduaneras; 3- La
supresión de subvenciones a las exportaciones por parte de todos los
Estados; 4- La supresión de prácticas consideradas desleales, como la
venta de las mercancías por debajo del precio de coste.
b) Multilateralismo: Parte del reconocimiento de la llamada “cláusula de
nación más favorecida” por la cual los países se comprometían a
acordar al resto de Estados las ventajas particulares que en materia
comercial ofrecían a un tercero; si un Estado establecía relaciones
comerciales con un país, eso debía ser extendido al resto de la
comunidad internacional.
El multilateralismo obligó a la apertura de una serie de encuentros y conferencias
periódicas, mediante las cuales todas estas cuestiones eran abordadas, discutidas y
ejecutadas por sus miembros: lo que se conoció como “rondas” (del GATT) y,
básicamente, destacan cuatro:
1- Ronda Dillon (1954-1960).
2- Ronda Kennedy (1963-1967).
3- Ronda Tokio o Nixon (1971-1979).
4- Ronda Uruguay (iniciada en 1986, se está concluyendo).
El librecambismo y el multilateralismo desencadena un crecimiento vertiginoso del
comercio internacional durante estos años. Según algunos autores, entre 1950 y 1973 el
crecimiento internacional se va a multiplicar por más de tres, donde los EE.UU. juegan
un papel fundamental en los primeros momentos pero luego serán reemplazados por
otros competidores internacionales, específicamente los países europeos integrados en la
CEE (1957) o EFTA (1959) y Japón. El Cuadro 2 nos muestra el papel de cada Estado
occidental en el comercio mundial, una Europa que viene en bloque y con Japón metido
entre los países en desarrollo.
Desde el punto de vista económico, junto a este crecimiento del comercio
internacional, la vida a partir del 45 nos introduce en un nuevo capitalismo que pierde la
fisonomía y naturaleza del capitalismo liberal de fines del XIX y principios del XX para
convertirse en un capitalismo regulado, en primer lugar por la intervención del Estado y
en segundo lugar por la instauración del denominado “Estado del Bienestar” o
providencia”.
Este capitalismo y el papel que en él juega el Estado rompe con el credo liberal:
aquel dogma de “laissez passé” se rompe; el “dejar pasar” seguirá vigente pero no el
“dejar hacer” ya que sufre un control por parte del Estado. Estos Estados van a diseñar
unas prácticas económicas de las que podemos destacar tres grupos. Si esto va a
funcionar es porque el propio sistema capitalista va a encontrar beneficios e intereses
más que suficientes en este nuevo planteamiento económico del mundo de posguerra:
1- Políticas coyunturales: las políticas coyunturales tienen como objetivo
prioritario la desaparición de los ciclos económicos y, por tanto, de las crisis
que el sistema capitalista sufría. Para ello encuentran un formulamiento
teórico en los fundamentos que antes y después de la guerra Keynes pone en
marcha. Estos teóricos describen a la economía naciente como un círculo
complejo pero en el que se puede intervenir para regular el gasto, la
producción y evitar, así, el calentamiento de la economía en los ciclos
depresivos. En consecuencia se crea un modelo de crecimiento lo más
homogéneo y regular posible. A través de toda una serie de formulaciones y
parámetros como el nivel de empleo, políticas demográficas..., los Estados
podrán combatir las crisis.
2- Políticas estructurales: el Estado de bienestar como instrumento para la
distribución de la renta de la riqueza. Para un funcionamiento armonioso de
la sociedad y del sistema económico cada individuo deberá tener
garantizados sus seguridades materiales mínimas y sus principales
necesidades. El Estado de bienestar garantiza un sistema de Seguridad Social
que se dirige específicamente a los sectores más desfavorecidos del sistema,
como parados, población envejecida, discapacitados..., es un sistema que
adquiere un carácter más universal o igualitario según los países. En el caso
europeo este sistema tendrá un nivel universalista igualitario superior al de
los Estados Unidos. Esta intervención del Estado para corregir las
desigualdades se extenderá a otros ámbitos de clase regional dentro del
mismo Estado, como políticas de desarrollo e impulso y, así mismo, también
a través de otros intervenciones, a la cultura, sociedad, al sistema
educativo..., ampliando el acceso al conocimiento al conjunto de los
ciudadanos.
3- Políticas estructurales: la relación entre producción y distribución. Para
ello, se inician unas políticas de nacionalización y planificación que,
planteadas inicialmente como claves para poder sacar al país de la crisis de
posguerra, se convertiría en norma y parte en los países occidentales.
El capitalismo va de la mano de un Estado más interventor porque se dan garantías
en dos sentidos: y, es que, este intervencionismo asegura el mantenimiento de un
mínimo nivel de consumo y, al hacerlo, garantiza la armonía social; el no
cuestionamiento se da en dos órdenes: el principio del beneficio se mantiene y también
la diferencia en el nivel de ingresos y rentas y, por lo tanto, la clave del individualismo
liberal.
Desde otro punto de vista se puede considerar que este nuevo capitalismo da lugar a
un modo de producción cada vez más automatizado, un sistema de producción fordista
y un capitalismo igualmente que se internacionaliza en sus intereses y en su distribución
geográfica.
RFA:
En todos los países se dará el esquema del crecimiento económico acompañado de
una ampliación democrática en la política. En este sentido, la RFA será un ejemplo
especial.
En 1944 echa a andar la RFA, en una evolución caracterizada por la consolidación
de la política interna en un contexto de crecimiento económico sin precedentes (ver
cuadro), llegando al 12% en 1955, y la integración de la RFA en el sistema de alianzas
occidental. El punto de partida se produce cuando la división de Alemania se consolida
en 1949, apareciendo esta RFA con la “ley fundamental de Bonn” que organiza la vida
política de Alemania sobre la base de una democracia representativa y una estructura
del Estado federal. Todo aquello que no es competencia de los “Lander” compete al
gobierno central, básicamente defensa, hacienda, asuntos exteriores y defensa
fronteriza. Políticamente, la RFA pivotará sobre tres actores: el Presidente de la
República, el Canciller y el Parlamento. El Presidente de la República es una figura sin
excesivas responsabilidades políticas, la representación del Estado, elegido por sistema
indirecto a través de un colegio electoral, y que estará ocupada, la presidencia, por
personajes sobre los que existe un amplio consenso político y social: el presidente
aparece como un personaje de una trayectoria política y moral intachable, ejemplo para
la colectividad. El Canciller es, sin embargo, la principal pieza del juego político
alemán.
Existe un sistema bicameral, con la Cámara Baja y la Cámara Alta (que representa
a los Länder). Para dar estabilidad política a los ejecutivos y dar un sistema que
garantizase la democracia en Alemania se introdujeron unas normas específicas:
• Quedan excluidos de la vida política los partidos de filosofía antisemita
(nazi).
• Se establecen duras condiciones para el reconocimiento de las fuerzas
comunistas.
• Se establece una cuota del 5%; nivel de porcentaje que debía obtener un
partido para lograr representación parlamentaria (en las elecciones).
También, en los años ´60 se producen modificaciones constitucionales que
amortiguaron estas normas. La vida política se articuló en torno a 3 partidos (hasta los
´80):
1.Partido Demócrata Alemán (SPD).
2.Unión Social Democrática (CDU).
3.Partido Liberal (FPD), aliado a un partido cristiano de Baviera.
FRANCIA
Comparada con la RFA, Francia nos presenta una trayectoria política
completamente diferente, sobre todo por la escasa estabilidad política que vive a finales
de los ´40 y a lo largo de los ´50; una Francia sometida a las consecuencias de unas
guerras descolonizadoras que provocarán el hundimiento absoluto del sistema político.
A lo largo de todo este período la historia política de Francia tendrá tres fases
principales:
1- Después de la segunda guerra mundial, desde el 44 al 46.
2- Desde el 47 hasta 1958 (IV República).
3- A partir del 58 hasta los ´70 (V República y De Gaulle).
El paso de la IV a la V República se explica por el desarrollo de una crisis colonial,
la guerra de Argelia (1956-1962) que deriva en un conflicto civil en Francia con un
intento de golpe de Estado por parte de los generales opuestos al proceso de
independencia de Argel, en el que incluso tienen como objetivo la ocupación militar de
París.
1ª fase: Cuando la guerra termina, Francia es un país donde prácticamente todo
tiene que ser construido desde cero. Desde el punto de vista político se hace
imprescindible construir el Estado. Ha sido un país que ha sufrido la guerra, cuatro años
ocupado, con una sociedad dividida entre colaboracionistas y no colaboracionistas. En
agosto de 1944 se instala en París el llamado “Gobierno Provisional de la República
Francesa” (GPRF) que ha sido la instancia política que ha mantenido la resistencia en
Francia contra los nazis y que aglutina al conjunto de fuerzas de la resistencia, presidido
por el general De Gaulle. Este gobierno se tiene que enfrentar a la reconstrucción
económica y al control absoluto del territorio francés (ya que hay zonas bajo el control
directo de la resistencia). Y el primer objetivo es la elaboración de una nueva
constitución que cierre el período de la III República e inicie el camino a una nueva
etapa política. La constitución que se aprobará en 1947 es una constitución con un
sentido claramente asambleario, es decir, donde la posición del ejecutivo (el gobierno) y
del Presidente está muy debilitada frente a las capacidades políticas que tiene el
Parlamento francés, la Asamblea Nacional y el Senado. La aprobación de este texto
supone la primera crisis importante en la Francia de posguerra y De Gaulle, a raíz de
esta constitución, en febrero de 1946, abandona la vida política. Desde el punto de vista
de las fuerzas políticas en Francia van a destacar tres partidos principales:
1- Movimiento Republicano Popular: partido socialcristiano, de corte
demócratacristiano, que tiene entre sus principales representantes a R.
Schuman y a G. Bidault.
2- Partido Socialista (SFIO): cuyos principales representantes son
Moch, Auriol y, luego, a P. Mendes France.
3- Partido Comunista Francés (PCF): cuyo secretario general será
Maurice Thorez.
Sobre estos tres partidos comienza a funcionar la vida política francesa de la IV
República. A estas habrá que añadir otras fuerzas más conservadoras y moderadas. El
desencadenamiento de la guerra fría va a hacer que los comunistas sean obligados a
abandonar el gobierno (una de las condiciones que la administración Truman plantea a
Francia a cambio de su ayuda económica es la salida de los comunistas del gobierno en
1947; a parte, y de propia cosecha, es sabido que el gobierno americano apoyó la
creación de los partidos democristianos como contrapeso a estas fuerzas rojazas) con lo
cual los comunistas pasan a convertirse en oposición.
2ª fase: Se elige a Auriol como presidente de la IV República, y no trajo la
necesaria estabilidad política. La vida política en los años posteriores estará
caracterizada por una grave inestabilidad; la coalición que inicialmente gobernará
Francia es la llamada “Tercera Fuerza”, que integra a los tres partidos citados (MPR,
PCF y SFIO). Esta coalición comienza a disgregarse progresivamente. En un clima de
guerra fría que en occidente significa acoso y derribo a las fuerzas comunistas, éstas son
expulsadas del gobierno y pasan a la oposición. Esta oposición, desde la izquierda, al
sistema se une a una oposición desde la derecha a la IV República. Esta oposición
derechista son los seguidores del general De Gaulle que han logrado constituir un
movimiento político (el Reagrupamiento del Pueblo Francés) que tiene una importante
aceptación popular.
Estas dos oposiciones son claramente antisistema, es decir, que entre sus últimos
objetivos está la transformación de la IV República. El Partido Comunista con su
control sindical, la CGT, lanza, en octubre y noviembre del 47, un conjunto de huelgas
insurreccionales y está a punto de colapsar las instituciones (por ejemplo, en Marsella se
crea una República Comunista durante algunos días). La oposición del PCF hay que
entenderla en un marco de guerra fría, que hace de la lucha contra la presencia de
Francia en el Plan Marshall una de sus principales políticas (por cierto, en el PCF hay
elementos del Partido Comunista Español desde 1945 y en 1950 quedan ilegalizados).
La oposición gaullista es desde la extrema derecha, con el objetivo de cambiar la
constitución de la IV República que no acepta el general.
Para sostener a la IV República las fuerzas del gobierno, la SFIO y el MRP, se
tienen que apoyar en un conjunto de pequeños partidos, el Partido Radical y el Partido
Radical Socialista, en una coalición de gobierno que pasa a denominarse el
“sostenimiento de la República”. Son fuerzas a las que únicamente les une su defensa
del sistema republicano y su oposición a los ataques que vienen desde la izquierda y
derecha. En lo demás, esta coalición de gobierno prácticamente no tiene puntos de
coincidencia; y eso derivó en que desde 1947 hasta 1952 los gobiernos van a estar
cambiando permanentemente: durante esos cinco años hay recogidos la formación de 10
ejecutivos, algunos de ellos sólo duran 2 ó 3 meses. Por lo tanto hay una fuerte
inestabilidad gubernamental, prácticamente una crisis política permanente en Francia
durante este tiempo. Las elecciones posteriores hicieron, además, que la vida política en
Francia se fuera derechizando con la salida de los socialistas de la SFIO del poder, la
aparición de fuerzas de la derecha a las que se vinculaban algunos sectores del
gaullismo, lo que permite una mayor estabilidad a partir del 52.
Desde ese año aparecen algunos personajes políticos que dan un tono de mayor
solidez a lo que es la evolución de la IV República. En concreto, destacan dos
personajes mencionables: uno desde la derecha, Antoine Pinay y otro desde la
izquierda, Pierre Mendes-France. El primero es conservador, de la derecha tradicional
francesa, y va a estar en el poder desde 1952 hasta mediados de 1953 (un logro para la
época); además afronta con decisión los problemas que el franco tenía planteados en ese
momento lo que le permitirá tener el apoyo de la opinión pública. El caso del segundo,
Mendes-France, es más interesante: es un político de origen judío, que sufrirá críticas
por ello (le llamaron “el último de los justos”) y viene de las filas del radical socialismo
y asume la presidencia del gobierno con dos objetivos principales:
1- Terminar con la guerra de Indochina: este tema se ha convertido en una
pesadilla; desde diciembre de 1946 Francia está inmersa en una guerra
colonial que ha provocado cerca de 10.000 muertes y en la que Francia ha
sufrido humillaciones militares como la caída de Diem Fu y es necesario
afrontar este tema con decisión y valentía, lo que significa iniciar el camino
para conversar con las fuerzas norvietnamitas y buscar una salida pacífica al
conflicto. Esta decisión es la que toma Pierre Mendes-France, que iniciará el
principio de la Conferencia de Ginebra de 1954, dando la independencia a
Indochina. Este tema, como el de Argelia, no era intrascendente para
Francia, que veía en su estructura colonial la consideración de gran potencia
internacional; el vuelco de Francia en defender su imperio se explica porque
este imperialismo era el instrumento del poderío internacional de Francia. El
problema es que Francia sostenía ese imperio sobre todo a través de un
reforzamiento de su ejército. En octubre de 1946 opta por el conflicto y la
misma salida va a plantear cuando surge la crisis de Argelia en 1954.
2- Situar a Francia de forma clara y valiente en el proceso de construcción
europeo.
Mendes-France soluciona el problema de Indochina, logra estabilizar la vida
política del país, pero es incapaz de hacer frente a la guerra de Argel. Esta guerra (1954-
1962) es la pieza clave para entender el desmoronamiento de la IV República. Francia
tenía presencia en Argelia desde 1830; una Argelia que Francia no entendía como una
colonia sino que formaba parte del conjunto de provincias y regiones del Estado francés
(parte integrante). Desde 1954 se desarrolla un movimiento independentista por parte de
la población autóctona argelina que es respondido por las autoridades francesas a través
de la vía militar. Esta salida dura, maximalista, se apoya sobre todo en dos sectores: la
clase militar francesa, con un personaje principal en el general Salan y los colonos
franceses residentes en Argelia, que defienden la llamada Argelia francesa. En esta
situación de guerra colonial, la IV República va desmoronándose lentamente. La clase
política y las instituciones son incapaces de hacer frente a la crisis que Argelia ha
abierto.
El centro de la crisis se produce en 1957-58. Los intentos del gobierno francés por
buscar una salida negociada a esta crisis son contestados por los militares y por los
residentes franceses en Argelia con un golpe de mano (prácticamente un golpe de
Estado) encabezado por el general Salan que forma un Comité de Salvación Nacional en
Argel que elabora planes para controlar París con ayuda de los paracaidistas.
3ª fase: en esta grave crisis aparece, de nuevo, el general De Gaulle como la única
personalidad capaz de sacar a Francia de la grave crisis que arrastra. Los militares
apoyan la presencia de De Gaulle porque le consideran defensor de la llamada “Argelia
francesa”, opuesto a la independencia argelina.
El presidente de la República francesa llama, entonces, a De Gaulle para que asuma
las funciones de Primer Ministro y De Gaulle acepta pero con unas condiciones: el
cambio de la constitución, para terminar con el carácter asambleario de la IV República
y permita el establecimiento de un nuevo sistema político: la V República. Para el
conjunto de la clase política, la llegada de De Gaulle era una grave amenaza a los
principios republicanos, por lo que le obligaron a prometer que la nueva constitución
respetaría los principios de la división de poderes y el mantenimiento del aparato
legislativo, aparte de someter a referéndum popular las principales decisiones
constitucionales que se adoptasen.
Por lo tanto, a partir de 1958 Francia entró en un nuevo sistema político, la V
República, que es el que se mantiene hasta la actualidad. Una V República que se
edifica y desarrolla sobre la base de la personalidad y carácter de De Gaulle, que estará
en el poder, como presidente del gobierno, y luego de la República, desde 1958 hasta
1969. De esos 11 años se pueden destacar dos etapas fundamentales:
1) La Francia gaullista: Se caracteriza por la puesta en marcha de la nueva
constitución de la V República y la solución de la crisis argelina. Cuando De
Gaulle llega al poder modifica sus planteamientos iniciales en esta cuestión y
progresivamente acepta una solución al tema argelino en forma negociada
(discurso de “La Paz de los Valientes”) y la independencia llega en 1962 con
los acuerdos de Evian. Esto no se hace sin dificultades; los militares se
levantan y, socialmente, Francia vive un momento de enfrentamiento que
pone al país al borde de la guerra civil.
La otra cuestión es la puesta en marcha de la V República. Esta nueva República
es totalmente diferente a la anterior. Establece un sistema presidencialista con
un ejecutivo enormemente fuerte, con amplia capacidad y donde la piedra
angular del sistema era el Presidente de la República. De Gaulle considera,
sin embargo, que todavía se puede hacer más a favor de la figura del
Presidente, y entre 1958 y 1962, aprovecha el proceso de puesta en marcha de
la constitución adoptando iniciativas para reforzar, en mayor medida, su
poder. Esto fue considerado, y lo sigue siendo, una especie de golpe de
Estado encubierto (Mitterrand hablará del “golpe de Estado permanente”);
una de esas medidas es que el Presidente de la República lo fuese a través del
sufragio universal, con lo que al obtener mayor legitimación política podía
incrementar más su poder. En resumen, el pulso político que De Gaulle
plantea a la clase política francesa del momento se cierra con un triunfo suyo:
en 1962 Francia es De Gaulle y De Gaulle es Francia.
2) 1962-1969: se vivirá la eclosión del gaullismo y serán los años más brillantes
de la Historia de Francia después de la segunda guerra mundial (desde el
punto de vista de la economía y las relaciones internacionales).
Durante estos 7 años la política interior se caracteriza por la estabilidad, el
crecimiento económico y la modernización industrial. En la política exterior,
estos años representan la recuperación de la grandeza internacional de Francia
y su prestigio. Esto está directamente relacionado con una perspectiva
internacional de lo que tiene que ser la posición de Francia. Prestigio y
grandeza que se manifiesta en que Francia tendrá un margen de actuación
muy independiente en el seno del bloque occidental. Francia cuestionará el
liderazgo internacional de los EE.UU. dentro de este bloque. Adoptará una
posición exterior de cierta independencia lo que se refleja en la salida de la
estructura militar de la OTAN, en la creación de una fuerza nuclear francesa
de disuasión (en 1960 se realizan las primeras pruebas nucleares francesas en
lo concerniente a bombas atómicas y de hidrógeno); además, inicia un
acercamiento a mundo comunista ajeno a los intereses americanos. Un
aspecto donde se refleja esto es en la construcción europea y en el rechazo de
Francia a que Gran Bretaña entre en la Comunidad, porque teme que sea el
caballo de Troya americano en Europa. Francia se convierte, pues, en un
impulsor directo de la construcción europea, buscando respaldo en la
Alemania de K. Adenauer.
Esta época de crecimiento y prestigio va a comenzar a entrar en declive a finales de
los ´60: una pequeña recesión económica en 1967 va ha hacer que, progresivamente, la
figura política de De Gaulle comience a ser cuestionada. Los gaullistas ganan las
elecciones de 1967 pero el avance de la izquierda (socialista y comunista) es evidente.
El fin del dominio gaullista en Francia va a tener como punto de partida 1968. En un
año en que un conjunto de circunstancias van a determinar que Francia viva y se
enfrente a una crisis universitaria que se convierte en una grave crisis social que se
traduce, finalmente, en un grave crisis política que está a punto de tumbar a la V
República. Esta situación de crisis global que vive Francia es la que se conoce como
“Mayo del 68”, que tiene como punto de partida el malestar que se vive en la
universidad francesa, específicamente en París; es, en definitiva, un rechazo de la
juventud francesa del 68 ante una sociedad aburguesada, de consumo y una denuncia
hacia todas las forma de autoritarismo (familiar, estatal o educacional). Los
universitarios del 68 cuestionan un sistema educativo anquilosado donde los profesores
(“mandarines”) ejercen todo el poder incapaces de aceptar nuevas opiniones.
Este levantamiento inicial, en los primeros días de mayo de 1968, se traslada de
inmediato al campo social. Las centrales sindicales, sobre todo la CGT comunista,
movilizan el modo del trabajo planteando reclamaciones respecto a la mejora de las
condiciones laborales e incrementos salariales. El 29 de mayo Francia conoce el mayor
movimiento huelguístico de su historia con 9 millones de trabajadores que paran el
sistema productivo y que controlan la calle. Esta situación de crisis social grave se
convierte en una situación políticamente explosiva; en algunos casos como en París no
se sabe quien detenta el poder, que está en la calle (se dirá). De Gaulle ha desaparecido
de la escena pública, se habla de militantes socialistas y comunistas que toman el
ayuntamiento de París y proclaman la II Comuna: es un vacío de poder. La extensión de
los conflictos se ve en la fotocopia; en ella se comprueba la amplitud del movimiento
huelguístico, sobre todo el urbano, donde estallan los conflictos. Es también un proceso
de crisis social con un amplio respaldo, con manifestaciones estudiantiles, obreras y
campesinas; tiene también componentes sangrientos con algunos muertos en
manifestaciones de más de 50.000 personas; en definitiva, la segunda quincena de mayo
de 1968 da una Francia totalmente desestabilizada (en París todo está cerrado, nada
funciona).
En esta situación De Gaulle desaparece (la “espantada del 19 de mayo). Se ha
trasladado a Alemania a entrevistarse con el general Massu, con el jefe de las fuerzas de
ocupación en Alemania, para solicitarle el respaldo del ejército a su figura (respaldo
constitucional a su gestión). No se ha reunido con la Asamblea y deja al gobierno
abandonado. El ejército le da su apoyo y el 30 de mayo reaparece y en un célebre
discurso plantea las claves para la salida de la crisis: dice que se mantendrá en el poder
y anuncia la disolución de la Asamblea Nacional, la convocatoria de nuevas elecciones,
el sometimiento a referéndum al pueblo francés de una serie de reformas económicas y
universitarias y acusa directamente a los comunistas de ser los inspiradores de la crisis
de 1968. En 1969 se celebra el referéndum prometido y no resulta ser un respaldo para
el Presidente de la República y, ante ello, De Gaulle presenta su dimisión.
La desaparición política de De Gaulle abre un nuevo escenario en la vida política:
los años posteriores constituyen la continuación del gaullismo sin De Gaulle, que estará
representado por Pompidou como Presidente de la República, que se mantendrá en el
poder hasta su fallecimiento en 1974.
De esta última fase lo interesante es el reagrupamiento que se produce entre las
fuerzas de la izquierda, específicamente entre los partidos Comunista y Socialista, dos
fuerzas políticas que van a suscribir en el 72 el “programa común del gobierno de la
izquierda” que sirve de precedente a lo que será el triunfo electoral de la izquierda en las
elecciones de 1981.
Los comunistas y socialistas habían hecho del excesivo poder que la constitución de
la V República daba al Presidente una de sus principales críticas, ya que éste se
convertía en un actor de 1ª fila. Con los socialistas, ya con Mitterrand, esto, sin
embargo, no se cambia en ningún momento.
GRAN BRETAÑA:
Su evolución política contrasta con la francesa por su alto grado de estabilidad
gubernamental y también por las mayores dificultades económicas que, sobre todo en
los ´60, atravesará.
El final de la segunda guerra mundial había propiciado un importante vuelco
político en Gran Bretaña. En el verano de 1945 los laboristas triunfan en las elecciones
generales, lo que permite formar un gobierno estable que les capacita para poner en
marcha un programa económico y social caracterizado por la implantación del “welfare
estate”, por la nacionalización y por toda una política de protección social a los
ciudadanos británicos. En las elecciones del 50 los laboristas vuelven a triunfar pero el
partido se encuentra claramente dividido entre un ala radical, donde ejercen un peso
específico las Trade Unions, un ala de socialismo más radical con representación en H.
Wilson; y un ala moderada, más inclinada a frenar las iniciativas de profundización en
el Estado de Bienestar. Esta situación de crisis interna es la que va a permitir que los
conservadores se hagan de nuevo con el poder político en Gran Bretaña.
Se inicia, así, la apertura de una fase de poder conservador en el gobierno que va a
ser larga: de 1951 a 1964. Este partido conservador que llega al poder en 1951 tiene
ideas renovadas, que no van a cuestionar las grandes directrices del estado de bienestar
puesto en marcha por los laboristas, dicen estar abiertos al progreso y a mantener las
reformas; y tiene unos indiscutibles líderes políticos. Es el caso, de nuevo, de Winston
Churchill que asume la jefatura del gobierno hasta 1953; también es el caso de
Anthony Eden y, sobre todo, de Harold MacMillan. Esta fase de estabilidad
conservadora tiene algunos momentos de grave crisis como la de octubre de 1956,
producida a raíz de la crisis de Suez y que obliga a la dimisión de Eden (aunque la crisis
colonial es más grave en Francia).
La última fase de gobierno conservador corresponde a H. MacMillan, que dará un
impulso a lo que es la evolución económica británica con un cierto componente de
planificación, y que adopta una de las decisiones políticas más transcendentales en la
Gran Bretaña de posguerra: la solicitud de integración de Gran Bretaña en la CEE en
1961. Es una decisión muy polémica que tardará varios años en poder concretarse
(entrará en 1973). Y es una política que está motivada específicamente por la necesidad
de Gran Bretaña por reformar, impulsar y modernizar todo su sistema industrial. Gran
Bretaña había optado, inicialmente, por una fórmula de relación con el continente que
no era la CEE, sino el establecimiento de una zona de libre cambio. El éxito del Tratado
de Roma obliga a Gran Bretaña a dar marcha atrás y a plantear la vinculación con la
Comunidad. El fracaso de las conversaciones con Bruselas, el agotamiento conservador
y algunos escándalos hacen que el Partido Conservador pierda las elecciones de 1964 y
que de nuevo los laboristas controlen el gobierno, presidido por el joven radical
(antaño) H. Wilson. Y unos laboristas que se mantendrán hasta 1970. El Wilson que
llega al poder en el 64 es un personaje moderado (ahora) que debe buscar un equilibrio
político para la difícil posición de los laboristas en el Parlamento, pero es un personaje
que insistirá también en la política de MacMillan de estar presentes en las instituciones
europeas.
El Laborismo reforma la legislación en torno a la pena de muerte y otras cosas: hay
una mayor tolerancia y flexibilidad, algo requerido por la sociedad. Es la época del
movimiento hippie. El partido Conservador denuncia la permisividad y la ausencia de
orden en la sociedad, lo que les lleva de nuevo al gobierno con Heath. En 1973 se
integra Gran Bretaña en la CEE.
La construcción europea.
El rasgo más innovador de la Europa occidental de posguerra serán los ensayos y
realizaciones a favor de la construcción europea. Los intentos del proceso de integración
son, históricamente, antiguos, desde el XVIII y XIX; pero es después de la segunda
guerra mundial cuando se traducen en resultados prácticos.
La forma de construir ideológicamente Europa ha presentado diferencias: modos
totalitarios, como Hitler o Napoleón, y modos democráticos, que son los que triunfan
tras 1945.
Este sueño trajo la aparición de teóricos sobre esta cuestión: Kant, Voltaire, etc. El
pensamiento europeísta es amplio y extenso, y ha tenido siempre 3 fundamentos clave
(lo que tiene que ser la Europa unida por casi todos los autores):
1.Europa y la construcción europea como símbolo de la paz perpetua. El
objetivo sería terminar con los conflictos armados que regularmente han
enfrentado a los miembros del sistema europeo.
2.Europa como representación del justo gobierno; la construcción se debe
plantear para que los derechos y libertades de sus ciudadanos quedasen
garantizados. Su gobierno y su filosofía política debe de ser fundamentalmente
democrática.
3.Europa exponente de la justicia social; lo que apareja la unidad con la
garantía de las necesidades básicas de los ciudadanos europeos en el ámbito
económico o educativo: es el exponente del Estado de Bienestar.
En 1945 se de un impulso fundamental para la construcción europea. En el período
de entreguerras hubo una serie de propuestas (sobre todo por Briand) que desaparecerán
en los ´30. Pero, a partir del 45 hay tres realidades que ayudarán:
1.El impacto de la segunda guerra mundial sobre la conciencia de los
pueblos europeos: las formulaciones nacionalistas y ultranacionalistas (políticas
y económicas) fueron clave en el desencadenamiento de la guerra porque
traerán el fascismo causante de la tragedia. Esto debe ser respondido con una
reafirmación de las convicciones democráticas a través de superar lo que el
dogma nacionalista ha supuesto en la degradación del concepto democracia.
2.La destrucción material de Europa tras la guerra: la empresa de
reconstrucción no puede ser llevada a cabo por los países de forma aislada, por
lo que se deben de acentuar las vías de cooperación para solucionarlo entre los
Estados europeos.
3.La guerra fría: abre una necesidad de agruparse para hacer frente a la
amenaza del mundo soviético. Esto significa que la bipolaridad entre EE.UU. y
la U.R.S.S. y su dominio hacen pasar a Europa a un segundo orden
internacional, por lo que hay que compensar esto a través de la unión para
conseguir que Europa hable con voz propia.
ESTADOS UNIDOS.
Serán los artífices materiales y militares del triunfo aliado. Parten tras la guerra con
una enorme superioridad militar y económica en 1946. Es una potencia diferente, lo que
hace que se convierta en el líder del mundo occidental; un liderazgo que también reposa
sobre una específica manera de entender la vida política. Dos hechos se destacan en su
evolución:
1- Políticamente es una democracia experimentada pero que presenta
importantes deficiencias en lo que es el ejercicio de la vida política: ausencia
de derechos civiles y políticos por una parte importante de su población.
2- Económicamente tiene un poderío material que tiene una base de
prosperidad bien asentada. Una prosperidad que descansa en la existencia de
una gran demanda interna y una gran intervención del Estado en la vida
económica. También posee una importante concentración de la vida
económica, un incremento de la productividad y un dinamismo en sus
relaciones económicas exteriores, con un papel fundamental de la Europa
que se reconstruye como un mercado necesario.
Políticamente es un régimen presidencialista con una clara división de poderes. El
ejecutivo descansa en el Presidente, elegido por un cuerpo electoral restringido; un
presidente con amplios poderes políticos, que nombra a su administración y tiene una
gran capacidad, especialmente en defensa y asuntos exteriores. El legislativo está
integrado por dos cámaras: la Cámara de Representantes y el Senado, que neutralizan el
poder político del presidente.
Hay dos partidos tradicionales: el Republicano y el Demócrata. Más que diferencias
ideológicas claras, vienen a representar a un conjunto distinto de intereses y es la figura
del Presidente la que orienta la actividad de cada una de esas formaciones. Con todo, los
republicanos recogen a un segmento de la población de clase media y alta que defiende
los valores tradicionales; los demócratas, con dos alas diferentes, una derechista, que
recoge la influencia sureña, y un ala más liberal e izquierdista, integrada por
radicalistas, minorías y sectores de la intelectualidad.
En términos generales las Cámaras en este período van a estar controladas por el
partido demócrata, en tanto que en la presidencia la alternancia va a ser el elemento
dominante.
Políticamente, la vida americana nos lleva a Truman, que asume la presidencia en
abril de 1945 tras el fallecimiento de Roosevelt. No fue un gran político, pero va a
desarrollar una política importante; va a hacer frente a una oposición importante en su
partido (sector conservador) y se va a encontrar con un legislativo donde la oposición
republicana era mayoritaria. Esto le impide seguir adelante con un proyecto de política
interna basado en la intervención del Estado en la vida social y económica. Sólo cuando
en 1947 Truman gane las elecciones logra someter a los republicanos y a los demócratas
conservadores. Esto le permite sacar adelante su gran iniciativa política, el “justo trato”,
un conjunto de medidas legislativas tendentes a mejorar la condición social de los
americanos, a favorecer económicamente a las clases más necesitadas, a elaborar un
programa de construcción de viviendas y reacomodo de las fuerzas militares,
desmovilizándolas, y mejorando las prestaciones sanitarias, etc. Esto lo vincula a New
Deal.
Truman estará en la presidencia hasta 1953. En cualquier caso lo que ha quedado de
su presidencia como algo fundamental fue la existencia de un visceral e histórico
anticomunismo que recorrió la sociedad americana. El síndrome que se vive por el
proceso de guerra fría se trasladó a la evolución interna de los Estados Unidos, no sólo
en el macarthismo, aunque este será el exponente más radicalizado de esa histeria. Pero
esta situación tiene orígenes anteriores. El punto de partida se estableció en la guerra
fría, que hace que la política de terror de la U.R.S.S. haga pensar a los americanos que
la amenaza está presente en su propio país. Tras la segunda guerra mundial se crearon
comisiones sobre las responsabilidades de guerra, y una de ellas estudia el ataque a
Pearl Harbor. Esta comisión concluyó que el ataque se había producido por la
inspiración de traidores en la administración. Por velar por la seguridad, Truman
aprueba en 1946 la creación de la CIA, y al mismo tiempo crea el Consejo de Seguridad
Nacional, un órgano de asesoramiento directo al presidente. En marzo del 47 Truman
emitió una orden presidencial (la 98,35) que permitía la depuración en la administración
de aquellos elementos desleales y traidores.
Estas iniciativas son las que progresivamente se fueron radicalizando. Se abre una
investigación contra un funcionario del departamento de Estado (Hiss) al que se acusa
de espiar a favor de la U.R.S.S. en este caso confluían una serie de factores que lo
convertían en un caso especial: había sido colaborador directo de Roosevelt y había
intervenido en Yalta para mantener la colaboración con la U.R.S.S. se estaba juzgando
la época final de Roosevelt y, sobre todo, a aquellos elementos que habían apostado por
colaborar con la U.R.S.S. se creó un mito sobre Yalta enormemente crítico y
revisionista.
A partir de aquí se desencadena un proceso de acometida contra los funcionarios e
intelectuales. Desde 1947 se reactualiza un órgano creado en 1938: el Comité de
Actividades Antinorteamericanas; el impulso de este comité será con MacArthur, que
hace procesamientos y depuraciones contra cualquier sospechoso. Los intelectuales van
a definir este período como la “caza de brujas” estableciendo un juego con lo que había
sido la caza de brujas del XVII creada por Arthur Miller.
Cuando MacArthur comenzó a indagar sobre ciertos sectores del Pentágono
empieza a meter la pata. Los militares se asustan y progresivamente el senador va a ser
desposeído de sus poderes y obligado a dimitir en 1954, momento que coincide con la
llegada de Eisenhower y con el proceso de desestalinización en la U.R.S.S.
Pero la época demócrata también tiene interés desde el punto de vista de la política
exterior, y específicamente por dos cuestiones que van a mantener un interés especial
para los Estados Unidos: la crisis de Cuba de 1962 y el inicio, desarrollo y desenlace de
la guerra de Vietnam. Ambos hechos se van a desarrollar durante la etapa demócrata.
Cuba se convierte, para los EE.UU., en un problema para su seguridad nacional y
para su política exterior a partir de 196, porque en realidad hasta ese momento la
situación con las nuevas autoridades cubanas han sido más o menos manejables. Cuba
estaba gobernada por un régimen autoritario, un dictador, Batista, que representaba los
intereses estratégicos y financieros americanos. Es una presencia americana en torno a
la industria azucarera, la explotación de la tierra y con presencia militar en la base de
Guantánamo. La dictadura de Batista empieza a ser contestada por la burguesía urbana,
en donde destacaba Fidel Castro que intenta en 1953 el asalto al cuartel de Moncada;
asalto que fracasa pero que no impide que en 1956 planifique una guerrilla desde Sierra
Maestra. En 1958 se logra hacer con el poder.
Para los EE.UU. el cambio violento de gobierno en la isla supone una ruptura en el
equilibrio político. Entre 1958-59 y 60-61 las relaciones entre la administración
americana y las nuevas autoridades revolucionarias son de tanteo y aproximación y se
van a romper a finales de 1960. La Cuba de Castro, a través del Che Guevara, anuncia
públicamente que Cuba forma parte del campo socialista e inicia una política económica
y social basada en la planificación de la economía, la reforma agraria y la progresiva
desaparición del sistema capitalista. Todo esto daña los intereses americanos en la isla.
Para los EE.UU. el que Cuba haya pasado a ser parte del socialismo no es sólo un
atentado contra Monroe, sino que se siente como una amenaza directa a los Estados
Unidos. Esto hace que la administración americana, presionada por los “lobbies”
cubanos, busquen diferentes fórmulas para ir erosionando la posición de Castro.
Inicialmente fueron medidas económicas quitando ayudas, prohibiendo las compras de
azúcar... Pero será con Kennedy cuando estas medidas sean más firmes. La primera será
en abril de 1961, con el apoyo de diferentes agencias gubernamentales americanas (la
CIA), se apoyó una iniciativa militar propiciada por refugiados cubanos: el desembarco
de Bahía Cochinos, que resultó ser un fracaso ya que Cuba la rechazó militarmente. En
realidad fue un plan republicano aunque Kennedy lo aceptó. Fracasado esto, Kennedy
inició una operación político-diplomática cuya intención era aislar a Cuba del resto de
países americanos para impedir que se pudiera exportar el modelo de cambio de
gobierno violento. Así, se actuó en varios sentidos: el primero fue fortalecer a los
gobiernos anticomunistas en Centroamérica y el Cono Sur; lo segundo, la llamada
“Alianza para el Progreso”, que era un vasto programa de ayuda a los países
iberoamericanos para que, a través de la estabilidad económica, social y financiera,
impidieran la extensión del modelo cubano. Esta Alianza que aparece en su momento
como una especie de Plan Marshall, pondría de manifiesto los objetivos americanos de
impedir la exportación del modelo cubano. La tercera medida fue expulsar a Cuba de la
OEA (Organización de Estados Americanos).
En octubre de 1962 los servicios de información americanos detectaron la
construcción en Cuba de rampas de lanzamiento para cohetes de alcance intermedio, lo
que significaba que las principales ciudades americanas podrían ser alcanzadas desde
territorio cubano. La presión cubana había hecho que castro se inclinase a una posición
cercana a la política exterior soviética. Además, también se detectó que transportes
soviéticos podrían estar trasladando los cohetes para instalarlos en esas rampas. Esto se
conoció como la “crisis de los misiles”, que situó el nivel de las relaciones
soviéticoamericanas en el nivel de máxima tensión, ya que la crisis pasó de ser entre
Cuba y EE.UU. a ser entre las dos superpotencias.
Durante una semana la sensación de estar abocados a un gran conflicto recorrió el
mundo. Kennedy ordenó el bloqueo absoluto de la isla y exigió la retirada de los
transportes soviéticos; de lo contrario, “EE.UU. estaría dispuesto a aplicar cualquier
salida, diplomática o no, a la crisis”.
En 1996 se empiezan a desclasificar documentos sobre esta crisis y se ha tenido
acceso a las grabaciones del Consejo de Seguridad Nacional, que en la crisis estuvo
estudiando las diversas salidas. Kennedy, en el seno de esta organización, y el secretario
de defensa, tuvieron posiciones minoritarias con respecto a los “halcones” del
Pentágono que, desde el principio, querían bombardear selectivamente la isla para
obligar la retirada soviética.
La postura soviética era que la crisis de Cuba abría un nuevo capítulo en las
relaciones con los EE.UU., caracterizadas por la distensión. El objetivo soviético era
poder medir el grado de respuesta americana en una situación extrema, justo después de
Berlín; ser conscientes, en definitiva, de hasta donde llegaría la administración Kennedy
con la Unión Soviética de Kruschev.
La crisis se soluciona con una negociación directa soviético americana; Kruschev
ordena el regreso de los navíos soviéticos y, a cambio, exige el compromiso americano
de no atacar militarmente la isla, manteniendo el “status quo”, y una negociación sobre
los misiles que EE.UU. tenía en Turquía. Fue una salida diplomática que se cerró sin
consultar al propio Castro, que situó las relaciones entre Cuba y la U.R.S.S. en un
marco difícil, pero que permitió que después de esta crisis las relaciones entre EE.UU. y
la U.R.S.S. entrasen en una nueva fase. Estos dos personajes, Kennedy y Kruschev,
después de Berlín y Cuba, logran situar sus relaciones en la “distensión”, que llega hasta
1975 con los acuerdos de Helsinki, y, al final, los dos desaparecen trágicamente: al
asesinato de Kennedy le sigue la desaparición, después de un golpe palaciego, de
Kruschev, donde intervienen personajes como Kosiguin.
La otra gran crisis que afecta a los Estados Unidos tiene muchas más consecuencias
en el plano internacional e interno: la guerra de Vietnam.
La situación de Vietnam nos remonta 1954 cuando los acuerdos de Ginebra han
puesto fin a la presencia francesa en esta antigua colonia y han abierto el compromiso a
una solución negociada en la crisis de este territorio. Según Ginebra, Vietnam va a
quedar dividido en dos territorios, Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, divididos en
torno al paralelo 17. Vietnam de Norte es un sistema comunista en torno a su capital
Hanoi y su líder Ho Chi Minh. El sur será un sistema republicano bajo el control
occidental que tiene su capital en torno a Saigón y la figura de Hué. Los acuerdos de
Ginebra del 54 hablaban de una reconciliación nacional entre Vietnam del Norte y del
Sur y de un referéndum a través del cual pudiera votarse la reunificación del país. Lo
cierto es que éste nunca se pudo llevar a la práctica y que la guerra fría acentuó aun más
la división de estos espacios.
La salida de Francia de Vietnam va a ser ocupada inmediatamente por los Estados
Unidos, que necesitan consolidar a Vietnam del Sur para evitar la extensión del
comunismo en esta zona del sudeste asiático, porque otras zonas estaban sufriendo una
situación similar a la de Vietnam, como Laos o Camboya. Es la “teoría del dominó”. En
realidad Vietnam del Sur está muy lejos de ser un sistema democrático liberal, pero el
hecho de que se quiera implantar un sistema católico con una población budista
empeora la situación. A fines de los ´50 se va a crear un Frente Nacional de Liberación
que, con el apoyo de las fuerzas de Vietnam del Norte, intenta terminar con el régimen
de Saigón. Se intenta crear una guerra civil en el sur. La degradación de la situación es
la que obliga a los americanos a implicarse en la situación de Vietnam. Y será Kennedy
el responsable de esa mayor implicación. En 1961 Kennedy decide incrementar la
presencia de observadores y consejeros militares americanos en Vietnam del Sur,
situando cerca de 20.000 hombres. En realidad EE.UU. esperaba un incidente
manifiesto para poder intervenir directamente en la guerra. Esto se produce en 1964 (el
incidente del golfo de Tanking) cuando unos patrulleros americanos son atacados por el
Frente de Liberación Nacional.
Es una guerra que tendrá sus momentos más duros entre 1964 y 1969. Durante
estos cinco años EE.UU. va a movilizar más de 500.000 hombres, una crisis que los
americanos convierten en internacional al ampliar las operaciones militares a Vietnam
del Norte bombardeando Hanoi y otras poblaciones ante el hecho evidente de que el
FLN dependía del Norte. En el 68 se va a producir la “Ofensiva del Têt”; una operación
llevada a cabo por el FLN y fuerzas del Norte que llegan a Saigón. Lo importante fue el
convencimiento al que llegaron los militares americanos de que la guerra no podía ser
ganada en el terreno militar. A este convencimiento se unió el debate que en la propia
sociedad americana se produjo acerca de la implicación en la guerra y el incremento de
los sectores sociales que se oponían a ella. Todo esto hizo que se iniciaran los primeros
contactos diplomáticos que determinaron que los Estados Unidos pusiesen fin a los
bombardeos que sobre Vietnam del Norte estaban realizando. Pero el problema de
Vietnam se complico al extenderse a todo el área del sudeste asiático: Camboya y Laos
se verán inmersos en esta crisis cuando el presidente Nixon llegue a la presidencia.
La guerra se extendió desde Vietnam a Camboya y Laos. En Camboya el gobierno
estaba siendo apoyado por los EE.UU., al igual que en Vietnam del Sur, e intervienen
en la crisis que hubo; en 1970-71 toda la zona está en conflicto. En 1972, igual que en el
68, el Vietcom desarrolla otra ofensiva militar contra los EE.UU. que se saldó con un
fracaso. Esta situación implica a las partes en conflicto a intensificar la salida
diplomática a la crisis. Esta salida se alcanza en los tratados de París de 1973 por parte
de Kissinger y de Le Duc-Tho. Los puntos de esta solución son: el cese del fuego, la
salida de todas las tropas extranjeras (EE.UU.) de Vietnam, la formación de un Consejo
Nacional y de un gobierno provisional para todo Vietnam y la convocatoria de
elecciones libres.
Así acaba la presencia de los Estados Unidos en Vietnam. En abril del 75 las tropas
americanas abandonarán Vietnam del Sur, su capital, Saigón, y el país pasa a ser
ocupado por el vietcom con los apoyos de Vietnam del Norte. Del 73 al 75 EE.UU. ha
ido retirando progresivamente sus tropas, ha ido convenciendo al vietcom de cumplir
los acuerdos de París pero el gobierno de Saigón opta por la vía militar. Con la salida de
los EE.UU. Vietnam se aglutina en un solo país bajo el control político y militar de un
sistema socialista.
La derrota de los EE.UU. se da también en Camboya, donde los Gemeres Rojos
triunfan y logran un nuevo orden.
La crisis de Vietnam supone para los EE.UU. el cuestionamiento más grave de su
liderazgo internacional desde 1945. EE.UU. Ha sido incapaz, por la vía militar y
diplomática, de salir victorioso del conflicto. El concepto imperialista-militarista con el
que EE.UU. enfocó la crisis vietnamita obliga a reconsiderar los fundamentos de la
política exterior de EE.UU. Esto explica el cambio de la presidencia de los EE.UU.,
ahora con los demócratas y Carter y su decisión de aplicar un nuevo modelo de política
exterior que explicará el triunfo de la rebelión sandinista en Nicaragua.
IV. EL NACIMIENTO DEL TERCER MUNDO.
Bibliografía:
- Ricardo Martín de la Guardia. La Hª de los países del este. 1945-1995.
Síntesis, 1995.
La Hª de la Europa balcánica hasta la segunda guerra mundial. Síntesis,
1996.
- Bodgdan. La Hª de los países del este. Argos-vergara. Argentina, 1991.
Esta construcción no siempre va a ser aceptada y asumida por el resto de los actores
socialistas. En primer lugar porque hay importantes discrepancias ideológicas y porque
muchos de estos actores identificarán el papel soviético como una forma de
imperialismo. El resultado será la aparición de una serie de cismas y crisis que en
algunos casos serán controlados por la U.R.S.S., y en otros plantearán rupturas y formas
alternativas para la construcción del socialismo. Hay dos cismas importantes que
acabarán en rupturas, y hay otra serie de crisis solucionadas por la U.R.S.S.
Las primeras serán la de 1948 planteada por Tito en Yugoslavia, y la de los ´60
planteada por la China de Mao. En esta última habrá que ver discrepancias ideológicas
pero también en torno a intereses internacionales.
Las segundas nos hablan del deseo de ciertos países de entender que la construcción
del socialismo amparada por la U.R.S.S. podía tener formas nacionales. Este será el
caso de la Hungría de 1956 (Nagy), y de la Checoslovaquia de 1968. La teoría de la
soberanía limitada de Breznev para las democracias populares delimitará el intento de
construcción socialista desde fórums nacionales.
Un cierto cambio comienza a percibirse desde 1953. En marzo muere Stalin,
iniciándose un nuevo tiempo político que afectará a la U.R.S.S. y a las democracias
populares: la desestalinización. Es un proceso caracterizado también con el término del
“deshielo”. La desaparición de Stalin supuso una concepción del poder más diluida, no
tan concentrada en una sola persona; en una tímida amnistía y en la aparición de
personajes que atacan el culto a la personalidad que ha supuesto la época estalinista. En
realidad, este cambio se desarrolla entre 1953 y 1956. Nuevos personajes (Malenkov,
Kruschev, Bulganin...) van a ir progresivamente haciéndose con las riendas del poder.
Kruschev marca una etapa política clara a finales de los ´50 y principios de los ´60.
En 1956 se puede decir que la U.R.S.S. ha puesto fin a la época estalinista a través
de Kruschev. El Secretario General del PCUS, en un famoso discurso (informe al 20
congreso del PCUS), anuncia un giro en la política de la U.R.S.S. el informe tiene dos
partes, una pública y otra secreta en la que Kruschev ataca el estalinismo, el culto a la
personalidad e insiste en la necesidad de un nuevo esquema de relaciones con occidente,
así como la diversidad de vías nacionales para la construcción del socialismo. Hay,
pues, una nueva situación política que afecta a las relaciones entre la U.R.S.S. y las
democracias populares, y entre la superpotencia y occidente. En 1955 la U.R.S.S. está
dispuesta a poner fin a la situación del territorio de Austria; se va a firmar con occidente
el Tratado de Estado para Austria que ponía fin a la ocupación militar del país,
estableciendo una neutralidad y prohibiendo su anexión a Alemania.
Kruschev se mantiene en el poder hasta el año 64. La desestalinización ofreció,
desde la perspectiva de las relaciones entre la U.R.S.S. y las democracias populares, la
posibilidad de un marco más flexible y de menor sometimiento. Es decir, la posibilidad
de una vía propia en la construcción del socialismo en las otras democracias populares
en las que, al igual que en la U.R.S.S., se desarrolló una lucha por el poder entre
estalinistas y no estalinistas. En esta lucha, destacó el caso de dos Estados: Polonia y
Hungría.
La lucha por el poder en estos dos Estados dio lugar a ver hasta qué punto estaba
dispuesta a llegar la U.R.S.S. de Kruschev en esa liberalización de las relaciones entre
Moscú y el resto de Estados socialistas.
Polonia:
En Polonia, la lucha enfrentó a una antiguo dirigente, Gomulka, que representaba a
la línea antiestalinista. Gomulka era un antiguo dirigente del Partido Comunista Polaco
que había sido represaliado en el 51 por el cuestionamiento que hacía del papel de la
U.R.S.S. respecto a las otras democracias populares. En el 56 Gomulka se hace
Secretario del PC y se enfrenta a los sectores estalinistas, representados por el Ministro
de Defensa que es un general soviético (Kokossovki).
En esta lucha por el poder, Kruschev, que se traslada a Varsovia, apuesta por
Gomulka. Este respaldo le permite eliminar políticamente a Kokossovki en una
operación que casi fue un golpe de Estado. Kruschev había aceptado a Gomulka porque
el nuevo poder polaco no cuestionaba los fundamentos ideológicos socialistas ni los
intereses estratégicos y militares de la U.R.S.S. Polonia continúa en el Pacto de
Varsovia. El problema polaco no desestabiliza los intereses del Estado ruso.
Hungría:
La experiencia húngara supone lo contrario a lo anterior. En Hungría en 196 se
vivía una durísima lucha política: estalinistas liderados por Rakosi contra
antiestalinistas encabezados por Nagy. Esta lucha inicial por el poder se había
solventado, en un primer momento, mediante un reparto del poder entre estos dos
sectores: Rakosi y Nagy se dividen la presidencia de Hungría.
El problema es que el debate político en Hungría tenía una profundidad mayor al
caso polaco. Las propuestas de Nagy eran socialistas, pero de un socialismo
democrático, vinculado más a los partidos socialistas de la Europa occidental que al
socialismo de las democracias populares. Por otra parte, Nagy, recogiendo la tradición
húngara, se presentaba como un político profundamente nacionalista. Esta posición
derivaba en un programa político sustentado en 3 principios básicos:
1- Pluralidad política para Hungría y desaparición del PC como única
formación política.
2- Abandono de Hungría del Pacto de Varsovia.
3- Neutralidad de Hungría en el orden internacional.
Así como la oposición de Gomulka no cuestionaba los intereses de la U.R.S.S., las
propuestas de Nagy eran un ataque frontal a la posición soviética. Nagy exigía la
retirada del ejército rojo del territorio húngaro y la salida de Hungría del Pacto de
Varsovia.
Los soviéticos salieron de Austria en 1955. A la salida de Austria hay que unir la
retirada de las tropas de la U.R.S.S. de Hungría con lo que la U.R.S.S. saldría de Europa
central. A ello se unía el que una de las piezas del socialismo de las democracias
populares abandonaba ideológicamente el socialismo ruso.
Entre octubre y noviembre de 1956, la U.R.S.S. opta por la vía militar para
solucionar la crisis húngara. Las tropas soviéticas entrarán en Hungría ejerciendo una
feroz represión. Nagy será detenido y ajusticiado. La experiencia húngara muestra los
límites de la desestalinización y de la política de Kruschev.
La crisis húngara suscitó la ocupación de Hungría y una amplia oposición en los
países occidentales que exigían a sus gobiernos actuación y firmeza ante la represión
soviética en Hungría. Los gobiernos occidentales y EE.UU. dejaron, sin embargo,
actuar a la U.R.S.S. en Hungría. Esta situación fue llamada por los intelectuales “la
nueva negación de Europa” y se explica por el interés de las superpotencias por
solucionar este tipo de crisis. La crisis húngara coincide con la de Suez y son casos
similares. EE.UU. se encuentra con los ingleses y franceses que se rebelan contra la
superpotencia y la U.R.S.S. también ve cómo tiene un socio díscolo que cuestiona su
poder como superpotencia y al que debe someter, como EE.UU. somete a los que le
cuestionan.
Afganistán:
En el 78 este país es una monarquía en fase de disolución, de crisis interna. Una
monarquía que es tumbada por un golpe de Estado liderado por diversas fuerzas,
destacando los comunistas afganos. El control de los comunistas en Afganistán
degenera en una guerra civil entre distintos sectores comunistas, lo que obliga a la
U.R.S.S. en diciembre del 79 a invadir el territorio para fortalecer a uno de los líderes
comunistas, controlando la situación del país limítrofe.
Esta invasión se justifica aplicando el concepto de la soberanía limitada; en este
caso, considerando que un país que ha entrado en la órbita socialista tiene que
consolidar su socialismo y no puede salirse de él, porque perjudicaría al conjunto de las
conquistas sociales del socialismo.
Esto se convirtió en un avispero, como Vietnam para EE.UU., y perjudicó a la
U.R.S.S. y sólo Gorbachov con se acabó abandonando Afganistán. En realidad, esa
intervención se debía a razones sociopolíticas: en ese momento se ha asistido a la caída
del Sháh de Persia en Irán donde triunfan los musulmanes y este es un Estado muy
inestable, tradicionalmente aliado de EE.UU.. Pero en ese momento estaba en malas
relaciones con éste (por aquello de la embajada de Teherán). La U.R.S.S. temía una
intervención norteamericana allí consolidándose. La U.R.S.S. se adelanta (la invasión
de Afganistán es para tener acceso al Índico). Esta intervención supuso un debate en los
partidos comunistas europeos: el PCF lo apoyará, el español y el italiano no. Vemos una
ruptura en el movimiento comunista internacional.
Polonia:
A principios de los ´80 hay una crisis política debido a:
1- Por una parte al papel principal de la iglesia católica, que se intensifica
cuando el arzobispo de Cracovia se convierte en el Papa Juan Pablo II.
2- La crisis económica del Estado polaco, que precipita la aparición de un
movimiento obrero al margen de las estructuras del Partido Comunista y del
sindicalismo oficial. Un sindicato libre en torno a la ciudad de Gudans,
llamado Solidaridad, que va a ser reconocido oficialmente en el verano de
1980. Walesa será su principal líder.
3- La intensificación de un sentimiento nacionalista auspiciado por los círculos
intelectuales.
La situación de crisis se abre en 1981 por los conflictos entre el gobierno y
Solidaridad, que será la principal fuerza política social de Polonia con cerca de 10
millones de militantes. La crisis entre el poder político y el sindicalismo libre empuja a
la U.R.S.S. a considerar una salida a la crisis polaca.
En este momento hay una transición en la jefatura del PCUS tras la muerte de
Breznev. Así, los soviéticos optan por una salida propiamente polaca a la crisis. Esto
significa el reforzamiento del poder de los comunistas polacos. En diciembre se produce
un golpe de Estado militar (auspiciado por la U.R.S.S.) que llevará a un prosoviético al
poder, Jarvzelski. Un golpe militar que tiene como derivaciones inmediatas el
establecimiento de un estado de sitio, la ilegalización de Solidaridad (en 982) y el
incremento de la representación sobre la iglesia católica polaca, que ha entrado
actuando junto a Solidaridad y frente al poder comunista. Esta situación va a ir
modificando la posición polaca a lo lago de los ´80 debido a dos circunstancias:
1- El papel social relevante que el sindicalismo libre sigue teniendo, al igual
que la jerarquía católica.
2- Los cambios que se producen en la U.R.S.S. desde 1984 con la llegada de
Gorbachov.
Así, a partir de 1985 Jarvzelski busca la colaboración con la jerarquía católica, con
el sindicalismo libre y abre a Polonia a los países occidentales. Viaja a Francia para
firmar un acuerdo financiero con occidente que saque a Polonia de la crisis económica.
El día de Navidad de 1991 Gorbachov se dirigirá a los ciudadanos de la U.R.S.S.
diciéndoles que dimitía como presidente de la U.R.S.S. Con este discurso desaparecía la
U.R.S.S. Un proceso que se pone en marcha en 1984 en el momento en que Gorbachov
asume la dirección de la superpotencia. Sus reformas van a crear tal contradicción en el
seno del sistema soviético que la crisis creada tiene como consecuencia la desaparición
del Estado. ¿Porqué fracasaron las reformas? Hay que tener en cuenta una serie de
factores que tienen que ver con una grave crisis económica y social; con una oposición
férrea de las estructuras burocráticas de la U.R.S.S., con el escaso respaldo que en los
propios sectores reformistas Gorbachov logró obtener y con la descomposición del
bloque de las democracias populares a partir de 1985. Un proceso de cambio político
respaldado por la propia U.R.S.S.. Y tiene que ver con la aparición del problema de las
nacionalidades que la U.R.S.S. había siempre vivido desde los zares.
A parte de esto, la desaparición de la U.R.S.S. va a crear en el ámbito intelectual
conservador la idea de que hemos llegado al final de la Historia.
Llegada y fracaso de Gorbachov al poder:
Breznev muere en 1982 dejando a la U.R.S.S. en una posición internacional muy
fuerte. Pero internamente su situación es muy difícil, especialmente en lo económico y
social. Ha desarrollado una economía sobre el desarrollo de los bienes de producción
sacrificando a los bienes de consumo: el nivel de vida de la población está muy
erosionado a principios de los ´80. En este sentido, juega un papel importante la
estrategia americana de la “guerra de las galaxias”, que obliga a la U.R.S.S. a iniciar un
proceso de rearme absoluto.
Esta dislocación de la economía soviética coincide con un proceso de crisis política.
La sucesión de Breznev se complica al no haber continuidad en el proyecto político,
pues sus sucesores mueren en el intervalo de 2 años: Yuri Andropov y Chernienko.
No hay pues continuidad en la jefatura del poder político. Hay que decir que
Andropov y Chernienko sueñan introducir reformas económicas para salir de la crisis.
Tras su muerte el PCUS opta por llevar a la jefatura a un hombre más joven que
posibilite esa continuidad en el poder. El personaje que mejor se identifica con este
perfil será Gorbachov, especialista en temas agrícolas, y que llega al poder en 1984. A
partir de 1985 empieza a ejecutar un proceso de cambio.
La óptica de Gorbachov es poner en marcha un proceso de reformas que,
inicialmente, deben comenzar por los aspectos políticos, y una vez consolidados éstos,
entrar en el campo de las reformas económicas. Este programa tendrá dos elementos
esenciales: la Perestroika (reconstrucción o reforma) y la Gladsnot (transparencia
informativa en el seno de la U.R.S.S.).
Desde el punto de vista político la etapa de Gorbachov tiene dos momentos
principales:
1- 1985-1988: intenta rodearse de sectores afines políticamente (reformistas
como Yeltsin) e ir liquidando progresivamente a los sectores más
conservadores en la burocracia del Partido.
2- 1988-final: reforma constitucional cuyo objetivo era el de permitir un mayor
debate y libertad en el proceso electoral de la U.R.S.S.. Las elecciones al
soviet van a seguir dominadas por el PCUS, pero la reforma constitucional
permite la aparición de candidatos libres aunque con el visto bueno del
PCUS. Esto genera un profundo debate en la U.R.S.S. y en el propio Partido
como no se había vivido desde 1928.
De esta forma van a aparecer dos sectores políticos:
1- Conservadores, en torno a Ligachov.
2- Reformistas, en torno a Yeltsin.
Las elecciones de 1989 muestran la fuerza que los reformistas tienen.
Puesto en marcha el proceso político, Gorbachov va a empezar su segunda
orientación que son las reformas económicas, caracterizadas por una gran cantidad de
decretos que pretenden liberalizar la economía y apartarla de todo sentido burocrático.
Se va estableciendo un sector privado en la agricultura, comercio y la pequeña
industria. Al mismo tiempo se inicia el desmantelamiento de la estructura burocrática de
la planificación económica y la liquidación de empresas muy deficitarias.
Esta reforma económica estaba planteada a 5 años y tenía como referencia
fundamental el llamado “gosplan”, que era el elemento a través del cual se planificaba
la economía de la U.R.S.S.: para terminar con la planificación Gorbi acentuó el poder
del Gosplan. Esto era una contradicción pero no había otra opción pues el Gosplan era
el instrumento que controlaba la economía: el Gosplan estaba destinado a desaparecer y,
a la vez, dirigir la reforma. Así, los elementos burocráticos que iban a desaparecer se
convirtieron en oposición. También hay una oposición por las consecuencias sociales
inmediatas de la reforma: se disparó el paro, lo que provocó los primeros movimientos
huelguísticos que contribuyeron a desestabilizar aun más la situación.
Políticamente, en el año 1990 Gorbachov se encuentra aislado. Insiste en su
posición de centro reformista, pero se ve criticado por los conservadores y abandonado
por los sectores radicales que consideran que la reforma debe de ser aún más profunda;
unos radicales que van aglutinándose en torno a Yeltsin.
Desde 1990 la situación es de colapso general. Se asiste por una parte a la
descomposición del régimen socialista y, por otra, al estallido interno de la U.R.S.S.. Un
doble proceso sobre el cual están actuando tres factores:
1- Crisis económica.
2- Fenómeno de las nacionalidades.
3- Desaparición del bloque socialista (democracias populares).
1- Crisis económica.
La economía entra en un proceso de colapso del sistema. Se dispara la inflación y
las reformas se ven detenidas. La producción de bienes de consumo se ve frenada. Por
primera vez desde 1917 la U.R.S.S. tiene que acudir al préstamo internacional para
financiar su economía. También por primera vez tiene que aceptar ayuda internacional
para abastecer a ciertas repúblicas.
2- Nacionalismos.
Había sido un problema desde el poder zarista. La U.R.S.S. se había configurado
como un mosaico de pueblos y etnias diferentes sobre los cuales había imperado un
ideal superior –el socialismo- capaz de superar esa fractura interna. Los problemas
fundamentales son:
1- la existencia de un conjunto de estados que habían tenido una experiencia
política distinta a la de la U.R.S.S.: las provincias bálticas (Estonia, Letonia,
Lituania) que mantienen su independencia nacional hasta 1941. Además,
éstos estados presentaban peculiaridades; no eran estados eslavos ni
ortodoxos en lo religioso y culturalmente se habían mantenido fuera de la
influencia rusa. En 1990 eran los miembros más desarrollados de la
U.R.S.S., manteniendo unos niveles de calidad de vida superiores y que
consideraban que su economía vivía lastrada por mantenerse dentro de la
U.R.S.S.. Por esto, las Repúblicas Bálticas constituían un enclave geopolítico
fundamental: cierran el acceso al mar Báltico y es la salida fundamental de la
flota rusa junto a Crimea (en el mar Negro). Además, poseen las principales
conducciones de gas y petróleo de Rusia, que atraviesan su territorio.
2- La existencia, en la U.R.S.S., de una distinción entre el norte y el sur. Entre
las repúblicas más desarrolladas y otras más marginales.
3- Existía una cierta prepotencia rusa. Tradicionalmente esto había sido el
centro de decisiones en lo político y económico y esto se había convertido en
el deseo de rusificar a las otras comunidades de la U.R.S.S..
El estallido interno de la U.R.S.S. comienza en las Repúblicas Bálticas. Entre 1988
y 1991 van poniendo las iniciativas para la independencia. Moscú reacciona utilizando
la fuerza (enero 1991) para poder neutralizar el proceso. Sin embargo, a la larga es una
situación irreversible y entre febrero y agosto de 1991 las tres repúblicas logran la
independencia.
Junto a estos problemas también los hay en la propia Federación Rusa, ya que
Yeltsin cuestiona el sistema federal de la U.R.S.S. Yeltsin aprueba un decreto por el
cual establecía que las leyes de la Federación estaban por encima de las soviéticas.
Suponía cuestionar directamente el tratado de 1922 que había establecido la estructura
de la U.R.S.S.. El ejemplo de Yeltsin va a ser seguido por otras repúblicas del momento.
Ante este estado de descomposición, Gorbachov intentó mantener los lazos entre las
repúblicas: se firma el tratado de la Venida (¿?) (finales de 1988), que buscaba
mantener los lazos mínimos para que la federación de la U.R.S.S. pudiera mantenerse.
Esta iniciativa de Gorbachov no tuvo éxito porque en agosto de 1991 un golpe de
Estado intentó la recuperación del poder por los conservadores. Un golpe neutralizado
pero que supuso la muerte política de Gorbachov y la desaparición de la U.R.S.S. el 25
de diciembre de 1991. Se asistía así al final de la guerra fría (la guerra fría ha muerto
¡viva la guerra fría!).
FIN DE LA ASIGNATURA