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Material posible discurso final Marzo-Agosto 2020

*** w85 15/7 págs. 10-14 “Que no los prive del premio nadie” ***
“Que no los prive del premio nadie”

“Que no los prive del premio nadie que se deleite en una humildad ficticia [...] [y esté]
hinchado sin debida razón por su disposición de ánimo carnal.” (COLOSENSES 2:18)

LA PRIMERA criatura humana pecadora, Eva, fue conducida a su muerte por una astuta criatura espiritual
sobrehumana. El segundo ser humano pecador, Adán, fue seducido por su esposa... una simple criatura
humana. (1 Timoteo 2:14; Génesis 3:17.)
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Eva fue la primera de una serie de personas cuyos impulsos, de habérseles hecho caso, habrían obrado
contra los intereses eternos de sus semejantes humanos. ¡Escuche, a medida que las palabras de ellas
resuenan por toda la Biblia! Las de la esposa de Potifar a José: “Acuéstate conmigo” (Génesis 39:7). Las de la
esposa de Job: “¡Maldice a Dios y muere!” (Job 2:9). Las de los israelitas a Aarón: “Levántate, haznos un dios
que vaya delante de nosotros” (Éxodo 32:1). Las de Pedro a Jesucristo: “Ten consideración de ti, Señor; tú
absolutamente no tendrás este destino”. (Mateo 16:22.)
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Demasiado a menudo esos impulsos han obrado para la ruina de algún siervo de Jehová. De modo que,
aunque es cierto que los cristianos “tenemos una lucha [...] contra las fuerzas espirituales inicuas”, con
frecuencia son nuestros semejantes humanos quienes presentan la amenaza inminente (Efesios 6:12). Por
eso el apóstol Pablo advirtió: “Que no los prive del premio nadie” (Colosenses 2:18). ¿Qué es este premio? Y
¿por qué lo han perdido algunos siervos de Jehová al ceder a la influencia de humanos imperfectos? En
respuesta, examinemos las circunstancias de la ciudad de Colosas que movieron a Pablo a dar esta
advertencia.
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Colosas era una ciudad donde había una amalgama de gentes de muchas religiones. Los frigios, nativos
de la región, eran personas emocionales, sumidas profundamente en el espiritismo y la superstición
idolátrica. Luego había la comunidad judía de la ciudad, que todavía estaba encadenada al judaísmo. La
proximidad de Colosas a una importante ruta comercial también resultaba en un flujo continuo de visitantes.
Es probable que a aquellos extranjeros les encantara pasar sus momentos de ocio hablando o escuchando
algo nuevo. (Compárese con Hechos 17:21.) Esto llevó a la difusión de nuevas filosofías, entre las cuales
surgió lentamente el gnosticismo (nosticismo). El escriturario R. E. O. White dice: “El gnosticismo era un
ambiente de pensamiento tan difundido como lo está la teoría evolucionista hoy día. Probablemente
empezó a destacarse en el primer siglo o antes, y alcanzó su apogeo en el segundo. Combinó la especulación
filosófica, la superstición, ritos semimágicos, y a veces un culto fanático y hasta obsceno”.
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En un ambiente como ese, la religión en Colosas parece haberse convertido en un tipo de experimento
en curso... una mezcla híbrida de judaísmo, filosofía griega y misticismo pagano. ¿Llegaría el cristianismo,
también, a formar parte de dicha mezcla?
‘Privados del premio’... ¿cómo?
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La poderosa carta de Pablo a los colosenses habría contrarrestado la influencia de cualquiera que
hubiera deseado fusionar el judaísmo y la filosofía pagana con el cristianismo. Repetidas veces él dirigió la
atención a Cristo. Pablo escribió: “Cuidadosamente ocultados en él [Cristo, no algún judaizante ni filósofo
pagano] están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. A los colosenses se les instó: “Sigan
andando en unión con él [Cristo], arraigados y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe”. De
otro modo, ellos podrían ser descarriados. Así que Pablo advirtió: “Cuidado: quizás haya alguien que se los
lleve como presa suya por medio de la filosofía y del engaño vano según la tradición de los hombres, según
las cosas elementales del mundo y no según Cristo”. (Colosenses 2:3, 6-8.)
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Tal vez algunos nuevos seguidores de Jesucristo echaban de menos el temor reverente que el
misticismo les infundía o el estímulo que derivaban de la filosofía. Puede que a ciertos judíos cristianos les
siguieran gustando las tradiciones del judaísmo, que habían caducado. Por consiguiente, las enseñanzas de
los filósofos paganos y los judaizantes habrían tenido cierto atractivo para tales personas. No obstante, por
muy convincentes o elocuentes que hayan parecido aquellos falsos maestros, no ofrecían nada más que
“engaño vano”. En lugar de exponer la palabra pura de Dios, estaban simplemente repitiendo como loros
“las cosas elementales del mundo”... filosofías, preceptos y creencias inútiles. El abrazar aquellas ideas
erróneas significaría desastre para el cristiano. Por eso Pablo dijo: “Que no los prive del premio nadie”.
(Colosenses 2:18.)
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El “premio” era vida inmortal en los cielos. Fue asemejado a la recompensa que recibía el corredor
vencedor después de una agotadora carrera pedestre (1 Corintios 9:24-27; Filipenses 3:14; 2 Timoteo 4:7, 8;
Revelación 2:7). Al final, solo Jehová Dios mediante Jesucristo podría descalificar a alguien de la carrera por
la vida (Juan 5:22, 23). Sin embargo, si un falso maestro pusiera a un cristiano bajo su tutela, esto podría
tener el efecto de privarlo del premio. ¡El engañado podría alejarse tanto de la verdad que no lograra
terminar la carrera!
Personalidad de los falsos maestros
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¿Había alguna manera, pues, de identificar a la persona que estaba resuelta a ‘privar del premio a un
cristiano’? Sí, pues Pablo dio la descripción de la personalidad de los falsos maestros de Colosas. Un hombre
de esa índole 1) “se [deleita] en una humildad ficticia y en una forma de adoración de los ángeles”; 2) está
“‘plantándose en’ las cosas que ha visto”; 3) está “hinchado sin debida razón por su disposición de ánimo
carnal”; mientras que 4) “no está firmemente adherido a la cabeza”, Jesucristo. (Colosenses 2:18, 19.)
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¡Qué treta astuta! El maestro falso presentaba una atrayente fachada de humildad, mientras pasaba
por alto que Jesús condenó el ayuno ostentoso (Mateo 6:16). En verdad, el maestro falso ‘se deleitaba’ en
convertir el ayuno y otras formas de abnegación religiosa en un espectáculo (Colosenses 2:20-23). Planeaba
cuidadosamente poner una cara triste para manifestar una piedad falsa. En realidad, el maestro falso estaba
‘practicando su justicia delante de los hombres a fin de ser observado por ellos’ (Mateo 6:1). Pero todo esto
era una farsa, “una humildad ficticia”. Como lo expresa The Expositor’s Bible: “El hombre que sabe que es
humilde, y está creído de ello, a la vez que echa un vistazo con el rabillo de sus ojos entornados a cualquier
espejo donde pueda verse a sí mismo, no es humilde en absoluto”. (Las cursivas son nuestras.)
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No obstante, esta humildad fingida añadía aparente credibilidad a una práctica que de otro modo sería
absurda... la “adoración de los ángeles”. Pablo no explica exactamente cómo se llevaba a cabo esta
adoración. Sin embargo, las pruebas indican que era una forma de adoración falsa que continuó en la zona
de Colosas por siglos. Un concilio del siglo IV, celebrado en la cercana Laodicea, consideró necesario
declarar: “Los cristianos no deben abandonar la Iglesia de Dios, ni [...] invocar los nombres de ángeles. [...]
Por tanto, si se halla a alguien practicando esta idolatría privada, que sea maldecido”. No obstante,
Teodoreto, teólogo y escriturario del siglo V, indica que “este vicio” de la adoración de ángeles todavía
existía allá en sus días. Hasta el día de hoy, la Iglesia Católica “anima a los fieles a amar, respetar e invocar a
los ángeles”, al fomentar “Misas y Oficios Divinos en honor de ángeles guardianes”. (New Catholic
Encyclopedia, tomo I, página 515.)
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El maestro falso, utilizando un hilo fundamental de razonamiento parecido al de los teólogos católicos,
puede haber dicho: ‘¡Qué privilegio maravilloso tienen los ángeles! ¿No fue transmitida la Ley mosaica
mediante ellos? ¿No están ellos cerca de Dios en el cielo? ¡Ciertamente debemos dar a estos poderosos la
honra que merecen! ¿No mostraría esto verdadera humildad por parte nuestra? Después de todo, ¡Dios está
en una posición tan exaltada, y nosotros los humanos estamos en una posición tan inferior! Los ángeles
pueden, por tanto, servirnos de mediadores para acercarnos a Dios’.
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Con todo, la adoración de ángeles es incorrecta de cualquier forma (1 Timoteo 2:5; Revelación 19:10;
22:8, 9). Pero el maestro falso trataría de desechar esta objeción al ‘plantarse en las cosas que había visto’.
De acuerdo con The Vocabulary of the Greek Testament, esta expresión se utilizó “en las religiones de
misterio para denotar el punto culminante de la iniciación, cuando el mystês [iniciado] ‘pisa’ la entrada a la
nueva vida que él ha de compartir ahora con el dios”. Al utilizar fraseología pagana, Pablo se burló del modo
como el maestro falso se vanagloriaba de tener perspicacia especial... y tal vez hasta afirmara haber tenido
visiones sobrenaturales.
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Sin embargo, aunque afirmara ser espiritual, el maestro falso estaba realmente hinchado sin debida
razón por su disposición de ánimo carnal. La carne pecaminosa corrompía su punto de vista y sus motivos.
Por estar “hinchado” de orgullo y arrogancia, su mente estaba “en las obras que eran inicuas” (Colosenses
1:21). Lo peor de todo era que él no se estaba adhiriendo firmemente a la cabeza, Cristo, pues estaba dando
mayor peso a las especulaciones de mundanos que a las enseñanzas de Jesús.
¿Es todavía un peligro?
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El premio de la vida eterna —sea en el cielo, o en una Tierra paradisíaca— todavía se ofrece a los
siervos de Jehová. Es cierto que los gnósticos (nósticos) y los judaizantes han desaparecido desde hace
mucho tiempo. Con todo, hay personas que ahora pudieran dificultar al cristiano el alcanzar este premio.
Puede que no lo hagan deliberadamente. No obstante, porque han permitido que “la filosofía y [el] engaño
vano” de este sistema las afecten indebidamente, tal vez comenten:
‘Trato de ser honrado, pero es difícil cuando uno está administrando un negocio. Este es un
mundo donde la competencia es despiadada, y a veces uno sencillamente tiene que transigir’.
(Compárese este punto de vista con Proverbios 11:1; Hebreos 13:18.)
‘¿Quiere decir que usted todavía es solo un ama de casa? ¡Los tiempos han cambiado! ¡Por
qué no consigue un empleo y hace algo con su vida!’. (Compárese con Proverbios 31:10-31.)
‘Yo sé que mi empleo me quita mucho del tiempo de las reuniones y del ministerio del campo.
Pero se requiere mucho dinero para mantener nuestro estilo de vida. Y ¿qué hay de malo en
tener unas cuantas cosas bonitas?’. (Contrástese este razonamiento con Lucas 21:34, 35;
1 Timoteo 6:6-8.)
‘¡Estoy cansado de oír a los ancianos hablar siempre acerca del servicio del campo! Trabajo
toda la semana y tengo derecho a descansar los fines de semana’. (Compárese con Lucas
13:24; Marcos 12:30.)
‘El servicio de precursor no es para todos. Además, en el sistema económico de hoy día hace
falta una educación universitaria para conseguir lo deseado’. (Compárese esto con Mateo
6:33; 1 Corintios 1:19, 20; 1 Timoteo 6:9-11.)
El razonamiento materialista y carnal es parte integral de “las cosas elementales del mundo”... ¡los
preceptos y creencias fundamentales de los mundanos! El ceder a él puede causar daño espiritual
irremediable.
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Los jueces y maestros que se nombran a sí mismos presentan todavía otro peligro. Al igual que los de
Colosas, puede que conviertan en cuestiones polémicas asuntos puramente personales. A menudo se
caracterizan por “una humildad ficticia” (Colosenses 2:16-18). Su actitud santurrona en sumo grado revela
un motivo incorrecto... el deseo de elevarse por encima de otros. A menudo son ‘justos en demasía’, prestos
a ir más allá de lo que el “esclavo fiel” ha dicho o publicado. Así puede que provoquen controversias sobre
asuntos como la recreación, el cuidado de la salud, las modas en la vestimenta y el acicalamiento, o el
consumo de bebidas alcohólicas (Eclesiastés 7:16; Mateo 24:45-47). De este modo la atención se aparta de
asuntos espirituales y se fija en deseos carnales. (Compárese con 1 Timoteo 6:3-5.)
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Hoy día algunos hasta van al extremo de ‘plantarse en’ puntos de vista personales sobre las Escrituras,
o afirman que tienen perspicacia especial. Cierta señora, que se había bautizado hacía solo un año, afirmaba
que era de los ungidos y creía que esto daba mayor peso a sus opiniones. De modo que expresó un fuerte
deseo de “enseñar y animar a otros” en alguna capacidad oficial. (Pero véase 1 Timoteo 2:12.) Puesto que
Jehová odia “el ensalzamiento propio y el orgullo”, los cristianos deben tener un punto de vista modesto de
sus propias opiniones (Proverbios 8:13). Evitan el lazo de estar ‘hinchados sin debida razón por su
disposición de ánimo carnal’ (Colosenses 2:18). Cualquiera que fomenta sus ideas personales y presenta
desde un punto de vista desfavorable el consejo del “esclavo fiel”, nombrado por Cristo, no se está
adhiriendo firmemente a la cabeza. De seguro, pues, los testigos leales de Jehová deben guardarse de la
influencia impía que podría privarlos del premio de la vida.
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Satanás todavía usa al hombre para impedir que nuestros semejantes humanos alcancen la vida. ¿De
qué otras maneras emplea el Diablo esta estratagema? ¿Y cómo puede un testigo de Jehová asirse
tenazmente del premio?
¿Recuerda usted?
□ ¿Qué influencias religiosas amenazaron a los cristianos de la antigua Colosas?
□ ¿Cuáles eran los rasgos identificadores de los que podían privar del “premio” a los cristianos?
□ ¿Cómo muestran algunos cristianos hoy día que en ellos han influido “las cosas elementales del mundo”?
□ ¿Cómo pudieran maestros falsos llevar por un rumbo incorrecto a algunos cristianos?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Cómo han obrado muchas personas contra los intereses eternos de sus semejantes humanos, y puede
citar usted de la Biblia otros ejemplos de esto?
3. ¿Qué advertencia dio Pablo en Colosenses 2:18, y qué preguntas surgen como resultado?
4, 5. a) ¿Qué influencias religiosas había en Colosas? b) ¿Qué fue el gnosticismo, y qué efectos peligrosos
pudieran haber sido producidos por su influencia?
6. a) ¿Cómo habrían contrarrestado las palabras de Pablo la influencia de las filosofías paganas y el
judaísmo? b) ¿Por qué era necesario que los cristianos tuvieran “cuidado”?
7. a) ¿Por qué pudieran haber resultado atractivas a algunos cristianos las enseñanzas de judaizantes y
filósofos paganos? b) ¿Por qué eran sus enseñanzas realmente “engaño vano”?
8. a) ¿Qué era el “premio”, y qué textos bíblicos apoyan su respuesta? b) ¿Cómo podían los cristianos
ungidos quedar privados del “premio”?
9. ¿Qué cuatro rasgos caracterizaban a los falsos maestros entre los colosenses?
10. ¿Cómo ‘se deleitaban en una humildad ficticia’ los falsos maestros?
11. a) ¿Qué era la adoración de ángeles? b) ¿Qué evidencia hay de que la adoración de ángeles continuó en
Colosas?
12. ¿Cómo pudieran haber concluido los falsos maestros que la adoración de ángeles era admisible?
13. a) ¿Es admisible la adoración de ángeles? b) ¿Cómo se ‘plantaba en las cosas que había visto’ el maestro
falso?
14. ¿En qué sentido estaban ‘hinchados por su disposición de ánimo carnal’ los falsos maestros?
15. a) ¿Qué actitudes se han observado entre algunos cristianos hoy día? b) ¿De dónde se originan dichas
actitudes, y cómo difieren del consejo bíblico?
16. ¿Cómo pudieran algunos llegar a ser jueces hipócritas hoy día?
17, 18. a) ¿Cómo se han ‘plantado algunos en’ puntos de vista personales, y por qué es peligroso esto?
b) ¿Qué se considerará en nuestra siguiente lección?
[Fotografía en la página 12]
La ‘adoración de ángeles’ amenazó la congregación cristiana de Colosas. Una idolatría parecida continúa
entre los presuntos cristianos hoy día
[Ilustración en la página 14]
¡Cuídese de los que influirían en usted con el modo de pensar del mundo!

*** w85 15/7 págs. 15-20 ‘Corran de tal modo que alcancen el premio’ ***
‘Corran de tal modo que alcancen el premio’
“¿No saben ustedes que los corredores en una carrera todos corren, pero solo uno recibe el
premio? Corran de tal modo que lo alcancen.” (1 CORINTIOS 9:24.)

SE SUPONÍA que hubiera sido el gran punto culminante de 12 años de preparación agotadora. Pero
después de haber transcurrido solo un poco más de la mitad de la carrera, la joven atleta se cayó, lo cual
terminó de manera abrupta sus sueños de una medalla de oro olímpica. Los medios de información dijeron
que su caída había sido una “tragedia”.
2
Sin embargo, mucho más trágico sería el que un testigo de Jehová no terminara su carrera hacia la vida,
¡especialmente ahora que el Nuevo Orden está tan cerca! (2 Pedro 3:13.) Apropiadamente, pues, el apóstol
Pablo dijo: “¿No saben ustedes que los corredores en una carrera todos corren, pero solo uno recibe el
premio? Corran de tal modo que lo alcancen” (1 Corintios 9:24). Algunos cristianos de la antigua Corinto
estaban a punto de perder la carrera porque egoístamente hacían lo que les placía, aun a costa de ‘herir la
conciencia de otros’ (1 Corintios 8:1-4, 10-12). Sin embargo, para ganar la carrera se requieren sacrificios,
pues Pablo dijo: “Todo hombre que toma parte en una competencia ejerce gobierno de sí mismo  [...]
Aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo
no llegue a ser desaprobado de algún modo”. (1 Corintios 9:25-27.)
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Después, cuando escribió a los Colosenses, Pablo advirtió sobre aún otro posible peligro... el de
hombres que los ‘privarían del premio’ de la vida (Colosenses 2:18). De modo que ¿cómo podrían los
cristianos ‘correr de tal modo que lo alcanzaran’? ¿Les sugirió el apóstol que estudiaran filosofía y misticismo
para que pudieran tener éxito al discutir con los maestros falsos? No, pues los cristianos habían ‘muerto para
con las cosas elementales del mundo’ y no querían tener nada que ver con sus filosofías y tradiciones.
(Colosenses 2:20.)
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Por lo tanto, Pablo animó a sus compañeros de creencia a concentrar sus esfuerzos en llegar a estar
‘llenos del conocimiento exacto de la voluntad de Dios en toda sabiduría y comprensión espiritual’. Sí, el
“conocimiento exacto” —no las vanas especulaciones— los ayudaría a andar “de una manera digna de
Jehová a fin de que le agraden plenamente”. (Colosenses 1:9, 10; véase también Colosenses 3:10.) Es cierto
que la mayoría de los cristianos de Colosas probablemente podían recitar las enseñanzas fundamentales de
las Escrituras. Pero, mediante el estudio y la meditación, tenían que ir más allá de lo básico a fin de poder
estar firmemente “establecidos sobre el fundamento” del Cristo (Colosenses 1:23; 1 Corintios 3:11). Después
de alcanzar dicha profundidad de conocimiento, ‘no habría nadie que los alucinara con argumentos
persuasivos’ (Colosenses 2:4). Al usar hábilmente la Palabra de Dios, podrían refutar eficazmente las
afirmaciones de cualquier adorador de ángeles o judaizante. (Deuteronomio 6:13; Jeremías 31:31-34.)
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Pero ¿ha dejado usted “la doctrina primaria” y ha comenzado a escudriñar “las cosas profundas de
Dios”? (Hebreos 6:1; 1 Corintios 2:10.) Por ejemplo, ¿puede usted identificar las bestias del libro de
Revelación o explicar lo que es el templo espiritual? (Revelación, capítulo 13; Hebreos 9:11.) ¿Puede usted
explicar cuál es la base bíblica de la organización de los testigos de Jehová del día actual? ¿Está usted bien
fundado en las doctrinas bíblicas? A cierta cristiana se le hizo difícil defender sus creencias al conversar con
una señora sobre la Trinidad. Más tarde, la señora le dio a nuestra hermana literatura que difamaba la
organización de Jehová. “Me deprimí mucho en sentido espiritual” recuerda la Testigo. Felizmente, un
anciano pudo desenmascarar las declaraciones falsas de los opositores y ayudó a nuestra hermana a
restaurar su fe (Judas 22, 23). “Ahora comprendo —dice ella— por qué la Sociedad siempre dice que
debemos orar, estudiar y meditar.”
“El temblar ante los hombres”
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“El temblar ante los hombres es lo que tiende un lazo”, advirtió el proverbista (Proverbios 29:25). A
veces, un mórbido “temor de la muerte” o un deseo exagerado de ser aceptado por otros puede llevar a la
persona a caer en este lazo (Hebreos 2:14, 15). Por ejemplo, Elías se opuso valerosamente a los adoradores
de Baal. Pero cuando la reina Jezabel ordenó que lo mataran, “le dio miedo [...] y empezó a irse por su alma
y llegó a Beer-seba” (1 Reyes 19:1-3). El apóstol Pedro también cedió al temor al hombre la noche en que
Jesús fue arrestado. Aunque Pedro había dicho jactanciosamente: “Señor, estoy listo para ir contigo a la
prisión así como a la muerte”, cuando se le acusó de ser uno de los discípulos de Cristo, “comenzó a echar
maldiciones y a jurar: ‘¡No conozco al hombre!’”. (Lucas 22:33; Mateo 26:74.)
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El temor a no ser aceptado pudo haber sido la verdadera causa por la cual algunos procuraron mezclar
el cristianismo y el judaísmo. Cuando los cristianos judaizantes aparecieron en la congregación de Galacia,
Pablo expuso la hipocresía de ellos, al decir: “Todos los que quieren presentar una apariencia agradable en
la carne son los que tratan de obligarlos a circuncidarse, solo para que ellos no sean perseguidos” (Gálatas
6:12). ¿Es posible que un deseo similar de ser aceptado por los demás también haya movido recientemente
a algunos a abandonar la organización de Jehová?
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Los cristianos deben esforzarse por vencer esos temores. Si a usted no le gusta predicar en territorios
cercanos a su hogar, o si se retrae de testificar a sus parientes, compañeros de trabajo o compañeros de
escuela, entonces recuerde la pregunta que Jehová hace en Isaías 51:12: “¿Quién eres tú para que le tengas
miedo a un hombre mortal que morirá, y a un hijo de la humanidad que quedará como simple hierba
verde?”. (Compárese con Mateo 10:28.) Recuerde que “el que está confiando en Jehová será protegido”
(Proverbios 29:25). Pedro venció su temor al hombre y finalmente murió como mártir (Juan 21:18, 19). Hoy
día muchos hermanos muestran un valor similar.
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Una misionera que sirve en un país donde la obra estaba proscrita dijo: “Se necesita fe para asistir a las
reuniones o participar en la predicación, sabiendo que en cualquier momento uno podría ser arrestado por
la policía”. Pero al igual que el salmista los hermanos de ese país decían: “Jehová está de parte mía; no
temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre terrestre?” (Salmo 118:6). La obra en ese país ha florecido, pues
recientemente se le dio reconocimiento legal. No hay duda de que el participar con regularidad en el
ministerio del campo le ayudará a usted a desarrollar esta misma confianza en Jehová.
Lazos familiares
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El libro intitulado The Individual, Marriage, and the Family (El individuo, el matrimonio y la familia)
declara: “Una necesidad universal de la persona en toda sociedad y en todo sector de la sociedad es la
necesidad de ‘pertenecer’ a algo y de que otras personas importantes para él ‘pertenezcan’ a él”.
Generalmente, esta necesidad se satisface mediante el arreglo de familia, institución de Jehová (Efesios
3:14, 15). Pero a veces Satanás se aprovecha del afecto que sentimos para con los miembros de nuestra
familia. Es patente que lo que Adán sentía por su esposa lo llevó a pasar por alto las consecuencias y a unirse
a ella en la rebelión (1 Timoteo 2:14). ¿Qué hay de Salomón? A pesar de su renombrada sabiduría,
“aconteció al tiempo de envejecerse Salomón que sus esposas mismas habían inclinado el corazón de él a
seguir a otros dioses; y su corazón no resultó completo para con Jehová su Dios [...] Y Salomón empezó a
hacer lo que era malo a los ojos de Jehová”. (1 Reyes 11:4-6.)
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¿Recuerda usted al anciano Elí, sumo sacerdote en Israel? Sus hijos Ofni y Finees eran “hombres que no
servían para nada” y “no reconocían a Jehová”. Descaradamente mostraban falta de respeto para con los
sacrificios a Jehová y cometían inmoralidad sexual “con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de
reunión”. Sin embargo Elí los amonestaba muy levemente (“¿Por qué siguen haciendo cosas como éstas?”),
en vez de dar pasos para destituirlos del puesto privilegiado que ocupaban. En realidad, él estaba ‘honrando
a sus hijos más que a Jehová’, lo cual resultó en que tanto él como sus hijos murieran. (1 Samuel 2:12-17, 22,
23, 29-34; 4:18.)
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Por eso, la lealtad mal dirigida podría llegar a ser un obstáculo en la carrera hacia la vida. Jesús dijo a
sus discípulos: “El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es digno de mí; y el que le tiene
mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí” (Mateo 10:37; Lucas 14:26). Pero ¿qué hay si un ser
querido se aparta de la verdad o es expulsado? ¿Concordaría usted con el pensar mundano que dice que “lo
primero es la familia” y seguiría a su pariente hasta la destrucción? ¿O pondría usted fe en las palabras del
Salmo 27:10: “En caso de que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aun Jehová mismo
me acogería”?
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Los hijos de Coré mostraron dicha fe. Su padre dirigió una revuelta en contra de la autoridad de Moisés
y Aarón. Pero Jehová demostró de manera dramática que apoyaba a Moisés y Aarón al ejecutar a Coré y a
sus cómplices en la conspiración. Sin embargo, “los hijos de Coré no murieron” (Números 16:1-3, 28-32;
26:9-11). Evidentemente rehusaron unirse a su padre en la rebelión, y Jehová bendijo su lealtad por medio
de conservarlos vivos. Más tarde, sus descendientes tuvieron el privilegio de escribir porciones de la Biblia.
(Véanse los sobreescritos de los Salmos 42, 44–49, 84, 85, 87, 88.)
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La lealtad resulta en bendiciones. Cierto Testigo joven recuerda la posición que él y sus hermanos
adoptaron cuando su madre, cristiana que había estado inactiva por mucho tiempo, entró en un matrimonio
adulterino. “Informamos el asunto a los ancianos —dice él—, y puesto que ella no vivía en casa, decidimos
limitar nuestra asociación con ella hasta que los ancianos se encargaran del asunto. Aquella fue una de las
cosas más difíciles que hemos tenido que hacer.” Su madre protestó, y dijo: “¿Les importa más la vida eterna
que yo?”. Ellos contestaron: “Nuestra relación con Jehová es más importante que cualquier otra cosa”. Esto
la sacudió y la movió a mostrar verdadero arrepentimiento, lo cual resultó en que fuera restablecida, y hoy
día es una publicadora activa de las buenas nuevas.
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Algunos han permitido que sus propios hijos sean piedras de tropiezo. Debido a no reconocer que “la
tontedad está atada con el corazón” de los jóvenes, algunos padres han permitido que sus hijos se asocien
íntimamente con mundanos, que vayan a acontecimientos sociales de carácter dudoso, y hasta que
concierten citas aunque sean muy jóvenes para casarse (Proverbios 22:15). ¿Cuáles han sido a menudo las
trágicas consecuencias de tal permisividad? El naufragio espiritual (1 Timoteo 1:19). Algunos hasta agravan
el mal por medio de encubrir con engaño el mal proceder de sus hijos (Proverbios 3:32; 28:13). Pero al
adherirse lealmente a los principios bíblicos, el padre puede ayudarse a sí mismo y ayudar a sus hijos a
alcanzar el premio de la vida. (1 Timoteo 4:16.)
Tus amigos... ¿‘sabios’ o ‘estúpidos’?
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El libro Sociology: Human Society (La Sociología: La sociedad humana) hace la siguiente observación: “El
deseo de tener la estimación de amigos íntimos ejerce gran presión para que nos conformemos a sus
normas”. El libro Adolescence muestra que los jóvenes son particularmente vulnerables a ese tipo de
presión. Dice: “[Esto se debe] a que su cuerpo, sus conceptos personales y sus relaciones de familia
experimentan cambios. Como resultado de esto, los adolescentes comienzan a pasar más tiempo con sus
amigos y menos tiempo con su familia”.
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No deberíamos pasar por alto las palabras de Proverbios 13:20: “El que está andando con personas
sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal”. Una joven cristiana
confesó: “Las malas asociaciones en la escuela verdaderamente están empezando a afectarme. Hoy en la
escuela me detuve justo antes de decir una palabra obscena [...] casi la dije, pero no lo hice”. Es triste
decirlo, pero ciertos supuestos amigos han incitado a algunos jóvenes cristianos a cometer actos de
conducta muy malos. Pero si eres un joven que desea alcanzar el premio, busca amigos que sean sabios... los
que se inclinan hacia lo espiritual, de conducta recta y habla edificante. Recuerda, el joven Samuel no se
asoció con los hijos malos de Elí. Se mantuvo ocupado ‘ministrando a Jehová’, y así se mantuvo libre de la
corrupción de ellos. (1 Samuel 3:1.)
¡Alcance el premio!
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Por eso, cuídese de cualquier persona que pudiera privarlo del premio de la vida. Por supuesto, esto no
quiere decir que usted debería sospechar de sus hermanos. Pero a veces, inconscientemente, algunos
hermanos tal vez digan cosas que podrían desanimarlo. (‘¿Por qué te afanas tanto? ¿Crees que eres el único
que va a alcanzar la vida?’) Quizás hasta juzguen con dureza los esfuerzos sinceros de uno. (‘No puedo
comprender por qué eres precursor teniendo una familia. Eso no es justo para tus hijos.’) No obstante,
recuerde que Jesús rechazó la exhortación de Pedro para que lo ‘tomara con calma’ (Mateo 16:22,  23).
Utilice su oído entrenado por la Biblia para poner a “prueba las palabras”, y no se deje influenciar por las que
no suenen veraces (Job 12:11). Recuerde lo que Pablo dijo: “Si alguien compite aun en los juegos, no es
coronado a menos que haya competido de acuerdo con las reglas” (2 Timoteo 2:5). Sí, las “reglas” de Dios —
no las opiniones antibíblicas— deben guiar sus pensamientos. (Compárese con 1 Corintios 4:3, 4.)
19
Es cierto que a veces hay hermanos que tal vez nos hieran por las cosas que, sin pensarlas bien, dicen
(Proverbios 12:18). ¡No permita que eso le haga abandonar su carrera hacia la vida! Recuerde a José. Sus
propios hermanos tramaron matarlo, y aunque no lo hicieron, finalmente lo vendieron a la cruel esclavitud.
No obstante, José no dejó que eso lo amargara ni lo ‘enfureciera contra Jehová’ (Proverbios 19:3). Después,
en vez de vengarse, él les dio la oportunidad de demostrar que habían cambiado de actitud. Y al notar su
arrepentimiento, él “se puso a besar a todos sus hermanos y a llorar sobre ellos”. Como dijo Jacob más
tarde, “los arqueros [los envidiosos hermanos de José] siguieron hostigándolo y lo asaetearon y siguieron
abrigando rencor contra él”. Con todo, José les pagó de vuelta con bondad. En vez de debilitarse por aquella
experiencia, “la fuerza de sus manos era flexible”. (Génesis 37:18-28; 44:15–45:15; 49:23, 24.)
20
Por lo tanto, en vez de tropezar debido a las imperfecciones humanas, ¡siga ‘corriendo de tal modo que
alcance’ el premio! Como José, deje que las pruebas a las que se enfrente lo fortalezcan en vez de dejar que
lo debiliten. (Compárese con Santiago 1:2, 3.) Fortalezca su amor a Dios al grado que ningún humano llegue
a ser una piedra de tropiezo para usted (Salmo 119:165). Recuerde siempre que Jehová nos ofrece el premio
de la vida eterna... un premio que va más allá de toda descripción y comprensión. ¡No permita que ningún
hombre lo prive de él!
¿Recuerda usted?
□ ¿Por qué es el conocimiento exacto de tanto valor para los cristianos?
□ ¿Cómo puede uno vencer el temor al hombre, el cual ha impedido que algunos alcancen la vida?
□ ¿Cómo podría llegar a ser una piedra de tropiezo la propia familia de uno?
□ ¿Cómo debería responder el cristiano a las palabras desalentadoras o hasta mordaces de compañeros
cristianos?
[Preguntas del estudio]
1, 2. a) ¿Qué sería una gran tragedia para el cristiano hoy día? b) ¿Qué consejo dio Pablo en 1 Corintios 9:24,
y cómo aplicó a los cristianos de Corinto?
3. a) ¿Qué situación existía en Colosas que tal vez haya impedido que algunos cristianos terminaran la
carrera? b) ¿Era prudente que los cristianos de Colosas estudiaran filosofía y misticismo?
4. ¿Cómo había de ayudar el adquirir “conocimiento exacto” a los cristianos de Colosas?
5. a) Mencione algunos ejemplos de las “cosas profundas” que el cristiano maduro debería saber y
entender. b) ¿Cómo muestra la experiencia de cierta hermana lo peligroso que puede ser el no
adquirir “conocimiento exacto”?
6. a) ¿Qué ha resultado ser una piedra de tropiezo para algunos siervos de Dios? Mencione algunos
ejemplos bíblicos. b) A menudo, ¿qué causa el temor al hombre?
7. a) ¿Cuál era, probablemente, la verdadera razón por la cual algunos colosenses procuraban fusionar el
cristianismo y el judaísmo? b) ¿Quiénes hoy día parecen tener el mismo motivo?
8, 9. a) Hoy día, ¿cómo podría el cristiano desplegar temor al hombre? b) ¿Cómo se puede vencer este
temor?
10. a) ¿Qué necesidad emocional es universal?, y, generalmente, ¿cómo se satisface esta? b) Mencione
algunos ejemplos bíblicos de hombres que permitieron que el apego a sus esposas fuera más
importante que su relación con Dios.
11. ¿Cómo ‘honró Elí a sus hijos más que a Jehová’?
12. a) ¿Qué advertencia dio Jesús con relación a los lazos familiares? b) ¿Qué razonamiento mundano tal vez
sigan algunos en lo relacionado con parientes?, pero ¿está dicho proceder en armonía con las
Escrituras?
13. ¿Cómo demostraron los hijos de Coré su lealtad a Jehová?, y, por eso, ¿cómo fueron bendecidos?
14. ¿Qué experiencia muestra las bendiciones que resultan cuando se pone la lealtad a Jehová por encima
de la lealtad a los parientes?
15. a) ¿Cómo han permitido algunos padres que sus hijos lleguen a ser piedras de tropiezo? b) ¿Cómo puede
un padre ayudar a su prole, y ayudarse a sí mismo, a alcanzar la vida?
16. a) ¿Cómo pueden ser las amistades una influencia poderosa? b) ¿Quiénes son particularmente
vulnerables a la influencia de los amigos, y por qué?
17. a) Dé un ejemplo de la veracidad de las palabras de Proverbios 13:20. b) ¿Qué clase de amigos podemos
decir que son “sabios”? c) ¿Cómo pueden hoy día los jóvenes seguir el ejemplo del joven Samuel?
18. a) ¿Cómo podrían algunos hermanos, quizás inconscientemente, poner obstáculos en nuestra carrera
hacia la vida? b) ¿Qué puede protegernos de tales influencias malsanas?
19, 20. a) ¿Cómo trataron de hacerle daño a José sus hermanos, y cómo respondió él a la crueldad de ellos?
b) ¿Cómo podemos evitar que los humanos imperfectos nos hagan tropezar? c) ¿Cuál debería ser
nuestra resolución respecto al premio, y por qué?
[Ilustración en la página 16]
Por medio de llenar nuestra mente y nuestro corazón de conocimiento exacto, nos equipamos para refutar
ideas erróneas
[Ilustración en la página 18]
Pedro negó a Jesús debido a temer al hombre. Después, el apóstol venció tal temor. Lo mismo deben hacer
todos los cristianos verdaderos
*** w17 noviembre págs. 25-29 Que nada nos prive del premio ***

Que nada nos prive del premio

“Que no los prive del premio nadie” (COL. 2:18).

CANCIONES: 122, 139

¿QUÉ RESPONDERÍA?

¿Cómo podemos protegernos de los deseos inmorales?

¿Cómo pueden ayudarnos el amor y la bondad a conseguir el premio?

¿Cómo podemos ayudar a nuestra familia a conseguir el premio?

IGUAL que el apóstol Pablo, los cristianos ungidos de hoy tienen la maravillosa expectativa de recibir “el premio de la
llamada hacia arriba” (Filip. 3:14). Desean mucho estar con Jesús en su Reino celestial y junto con él ayudar a los
humanos a ser perfectos (Rev. 20:6). ¡Qué magnífica esperanza les ha dado Jehová! Las otras ovejas esperan algo
diferente. Anhelan obtener el premio de la vida eterna en la Tierra, lo que las hace muy felices (2 Ped. 3:13).
2
A fin de ayudar a sus hermanos ungidos a ser fieles y conseguir el premio, Pablo les hizo esta exhortación:
“Mantengan la mente fija en las cosas de arriba” (Col. 3:2). Debían tener presente la maravillosa esperanza de recibir
la herencia celestial (Col. 1:4, 5). Tanto si esperamos vivir en el cielo como en la Tierra, no hay duda de que meditar en
las bendiciones que Jehová ha prometido dar a sus siervos nos ayudará a no perder de vista el premio (1 Cor. 9:24).
3
Pablo también advirtió a sus hermanos sobre algunos peligros que podían privarlos del premio, es decir, impedir que
lo consiguieran. Por ejemplo, escribió a la congregación de Colosas sobre los falsos cristianos que trataban de ganar el
favor de Dios obedeciendo la Ley, en lugar de poniendo fe en Cristo (Col. 2:16-18). Además, les habló de los deseos
inmorales, los problemas con otros cristianos y las dificultades dentro de la familia. Estos peligros aún existen hoy, así
que los consejos de Pablo al respecto siguen siendo muy valiosos. Por lo tanto, veamos algunas de las advertencias
que dio en su carta a los colosenses.

LUCHEMOS CONTRA LOS DESEOS INMORALES


4
Después de recordar a sus hermanos la maravillosa esperanza que tenían, Pablo escribió: “Amortigüen [o, den
muerte a], por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia,
apetito sexual, deseo perjudicial y codicia” (Col. 3:5). Los deseos inmorales pueden ser muy intensos y privarnos de los
tesoros espirituales, como la amistad con Jehová y nuestra esperanza. Un hermano que se dejó llevar por los deseos
inmorales y que más tarde volvió a la congregación dijo que esos impulsos eran tan fuertes que no  recobró el juicio
hasta que fue demasiado tarde.
5
Es de especial importancia estar en guardia cuando nos encontramos en situaciones en las que pudiéramos sentirnos
tentados a desobedecer las normas morales de Jehová. Por ejemplo, es prudente que las parejas de novios pongan
límites claros desde el mismo principio de su relación sobre aspectos como el contacto físico, besarse o estar a solas
(Prov. 22:3). Los cristianos también pueden enfrentarse a una situación peligrosa cuando están lejos de su casa en
viaje de negocios o al trabajar con alguien del otro sexo (Prov. 2:10-12, 16). Si alguna vez nos encontramos en una de
estas situaciones, identifiquémonos como testigos de Jehová, actuemos de manera decente y recordemos las
desastrosas consecuencias de coquetear. Debemos tener más cuidado si nos sentimos deprimidos y vulnerables.
En esos momentos, tal vez anhelemos que alguien nos haga sentir necesitados. Podríamos llegar a desear con tanta
fuerza tener apoyo emocional que estuviéramos dispuestos a aceptar las atenciones de cualquiera. Si alguna vez nos
sucede algo así, pidámosles ayuda a Jehová y a los hermanos a fin de no  hacer nada que nos impida obtener el premio
(lea Salmo 34:18; Proverbios 13:20).
6
Para dar muerte a los deseos inmorales, es necesario que rechacemos el entretenimiento inmoral. Gran parte de la
industria del entretenimiento actual nos recuerda a las ciudades de Sodoma y Gomorra (Jud. 7). Los que dirigen esta
industria promueven sus ideas presentando la inmoralidad sexual como algo normal que no tiene consecuencias
dolorosas. No podemos bajar la guardia y aceptar de forma pasiva todo lo que esta industria nos ofrece.
Si no escogemos con cuidado, podemos perder de vista el premio de la vida (Prov. 4:23).

VISTÁMONOS DE AMOR Y BONDAD


7
Todos estamos de acuerdo en que es una bendición ser parte de la congregación cristiana. El  estudio de la Palabra de
Dios en las reuniones y el apoyo que nos damos unos a otros con amor y bondad nos ayudan a no  perder de vista el
premio. Sin embargo, los malentendidos en ocasiones pueden producir tensión entre los hermanos. Si no resolvemos
estos problemas, podemos llegar a sentir resentimiento (lea 1 Pedro 3:8, 9).
8
¿Qué haremos para que el resentimiento no nos impida conseguir el premio? Pablo dio esta exhortación a los
colosenses: “Como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la
humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. Continúen soportándose unos a otros y perdonándose
liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a
ustedes, así también háganlo ustedes. Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo
perfecto de unión” (Col. 3:12-14).
9
El amor y la bondad nos ayudarán a perdonarnos unos a otros. Por ejemplo, si nos duele lo que ha dicho o hecho un
hermano, tratemos de recordar las ocasiones en las que nosotros hemos dicho o hecho algo que molestó a otra
persona. No hay duda de que agradecemos el amor y la bondad de los hermanos que han pasado por alto nuestros
errores (lea Eclesiastés 7:21, 22). Estamos agradecidos sobre todo por la bondad que Jesús ha mostrado al unir a los
verdaderos adoradores de Dios (Col. 3:15). Todos amamos al mismo Dios, predicamos el mismo mensaje y afrontamos
muchos problemas parecidos. Si amamos a los hermanos, somos bondadosos con ellos y nos perdonamos unos a
otros, contribuiremos a la unidad cristiana y nos mantendremos concentrados en conseguir el premio de la vida.
10
Los celos pueden impedirnos obtener el premio. La Biblia contiene ejemplos que demuestran lo peligrosos que son.
Por ejemplo, Caín envidió a su hermano Abel y lo mató. Coré, Datán y Abiram se pusieron celosos de Moisés y se
rebelaron contra él. Y el rey Saúl tuvo envidia de los éxitos de David e intentó asesinarlo. No es de extrañar que la
Biblia diga: “Donde hay celos y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil” (Sant. 3:16).
11
Será más difícil que sintamos celos si cultivamos amor y bondad en el corazón. La Palabra de Dios dice: “El amor es
sufrido y bondadoso. El amor no es celoso” (1 Cor. 13:4). Para impedir que la envidia eche raíces en nuestro interior,
debemos tratar de ver las cosas igual que las ve Jehová. Debemos entender que nuestros hermanos son miembros del
mismo cuerpo, que es la congregación. Esto nos ayudará a mostrar empatía, en armonía con estas palabras: “Si un
miembro es glorificado, todos los demás miembros se regocijan con él” (1 Cor. 12:16-18, 26). Así, en lugar de sentirnos
celosos, nos alegrará que otros reciban bendiciones. Pensemos en el caso de Jonatán, un hijo del rey Saúl. No  se puso
celoso porque Jehová no lo escogió a él para ser el siguiente rey, sino a David. Al contrario, Jonatán le mostró a David
amor y bondad, y le dio ánimo y apoyo (1 Sam. 23:16-18). ¿Podemos copiar su ejemplo?

AYUDEMOS A NUESTRA FAMILIA A CONSEGUIR EL PREMIO


12
Poner en práctica los principios bíblicos en la familia nos dará paz y felicidad, y nos ayudará a conseguir el premio.
¿Qué consejos dio Pablo para las familias en su carta a los colosenses? Dijo: “Esposas, estén en sujeción a sus esposos,
como es decoroso en el Señor. Esposos, sigan amando a sus esposas y no se encolericen amargamente con ellas. Hijos,
sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es muy agradable en el Señor. Padres, no estén exasperando a sus
hijos, para que ellos no se descorazonen” (Col. 3:18-21). Seguramente estará de acuerdo con que estos consejos
siguen beneficiando hoy día a los esposos, las esposas y los hijos.
13
Supongamos que una hermana piensa que su esposo, que no es Testigo, no la trata bien. ¿Hará que la situación
mejore discutiendo con él sobre cómo se comporta? Incluso si logra que él haga lo que ella quiere, ¿conseguirá que
desee servir a Jehová? No es probable. Los resultados serán distintos si ella le muestra respeto por ser el cabeza de la
familia. Contribuirá a la paz familiar, alabará a Jehová y hasta puede que él llegue a querer servir a Dios. En  ese caso,
es posible que ambos consigan el premio (lea 1 Pedro 3:1, 2).
14
Supongamos ahora que a un hermano le parece que su esposa, que no es Testigo, no lo respeta. ¿Logrará que lo
respete más gritándole para demostrarle quién manda en casa? Claro que no. Jehová espera que él imite a Jesús y
trate a su esposa con amor (Efes. 5:23). Cristo ejerce su autoridad sobre la congregación con amor y paciencia (Luc.
9:46-48). El cristiano que copia el ejemplo de Jesús tal vez consiga que su esposa también quiera servir a Jehová.
15
La Biblia les dice a los esposos: “Sigan amando a sus esposas y no se encolericen amargamente con ellas” (Col. 3:19).
El cristiano que ama a su esposa la honra escuchando sus opiniones y demostrándole que valora lo que dice (1  Ped.
3:7). Aunque no siempre pueda hacer lo que ella le pide, preguntarle su opinión le permite tomar mejores decisiones
(Prov. 15:22). El hombre que ama a su esposa no le exige respeto, sino que se lo gana. Cuando un cristiano ama a su
esposa y a sus hijos, es más probable que estos sirvan a Jehová felices y consigan el premio de la vida.

JOVEN, NO DEJES QUE NADA TE PRIVE DEL PREMIO


16
Tal vez seas un adolescente criado en un hogar cristiano que piensa que sus padres no lo entienden o que son muy
estrictos. Puede que la frustración te haga dudar de que el servicio a Jehová es el mejor modo de vivir. Pero, si dejas la
verdad, pronto te darás cuenta de que a nadie le importas tanto como a tus padres y a los hermanos de la
congregación.
17
La disciplina de los padres es necesaria. Si nunca te corrigieran, ¿no te preguntarías si de verdad se preocupan por ti?
(Heb. 12:8). Pero tal vez lo que te molesta es cómo te disciplinan. En lugar de concentrarte en eso, trata de reconocer
que quizás hay un motivo para que actúen así. Por tanto, mantén la calma y esfuérzate por controlar tus reacciones.
La Biblia dice que quien tiene conocimiento y discernimiento sabe mantenerse sereno y calmado (Prov. 17:27). Ponte
el objetivo de ser una persona madura, capaz de aceptar los consejos con tranquilidad y beneficiarse de ellos sin
preocuparse demasiado por cómo se los dieron (Prov. 1:8). Tener padres cristianos que aman de verdad a Jehová es
una gran ventaja para ti. No hay duda de que ellos quieren ayudarte a obtener el premio de la vida.
18
Todos tenemos la posibilidad de conseguir un premio maravilloso: vida inmortal en el cielo o vida eterna en el
Paraíso aquí en la Tierra. Es una esperanza segura, pues se basa en lo que el propio Creador ha prometido. Él dice
sobre la vida en el Paraíso: “La tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová” (Is. 11:9). Todos los que
vivan entonces en la Tierra serán enseñados por Dios. Vale la pena esforzarnos por obtener el premio. Por tanto,
no perdamos de vista las promesas de Jehová. Que nada nos prive del premio.

[Preguntas del estudio]

1, 2. a) ¿Qué premio esperan recibir los siervos de Jehová? b) ¿Qué nos ayudará a no perder de vista el premio? (Vea
el dibujo del principio).

3. ¿Sobre qué peligros advirtió Pablo a los cristianos?

4. ¿Por qué pueden privarnos del premio los deseos inmorales?

5. ¿Qué podemos hacer para protegernos cuando nos encontramos en situaciones peligrosas?

6. ¿Qué debemos tener en cuenta al escoger el entretenimiento?

7. ¿Qué problemas pueden presentarse en la congregación?


8, 9. a) ¿Qué cualidades nos ayudarán a conseguir el premio? b) ¿Qué nos ayudará a mantener la paz si un hermano
nos ofende?

10, 11. a) ¿Por qué son peligrosos los celos? b) ¿Cómo impediremos que los celos nos priven del premio?

12. ¿Qué consejos bíblicos ayudarán a nuestra familia a conseguir el premio?

13. ¿Cómo podría lograr una hermana que su esposo acepte la verdad?

14. ¿Qué debe hacer un hermano si su esposa no lo respeta?

15. ¿Cómo le demuestra el cristiano a su esposa que la ama?

16, 17. Si eres joven, ¿qué puedes hacer para no sentirte muy frustrado por cómo actúan tus padres?

18. ¿Por qué está usted resuelto a no perder de vista el premio?

[Ilustraciones de la página 28]

¿Qué podemos hacer para que las dificultades en la familia no nos impidan conseguir el premio? (Vea los párrafos 13
a 15).

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